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Presentado por:
Facultad De Psicología
Seminario de Psicoanálisis
IV Semestre
2018 – 2
Armenia
LA REPRESIÓN
.
Como primera medida es necesario mencionar el avance histórico que realizado por Freud acerca
de la represión, primero fue mencionado en una publicación sobre el mecanismo psíquico de los
fenómenos histéricos comunicación preliminar», de Breuer y Freud (1893), AE, 2, pág. 36, más
adelante este concepto fue sugerido por el fenómeno clínico que en tiempos de Freud se vivía: la
resistencia. Al mismo tiempo que este concepto surgió por la innovación técnica, es decir del
los diferentes estudios sobre la histeria se concluyó que no se debía describir como represión sino
como defensa. Freud examinó el mecanismo de la represión en las neurosis. Más adelante Freud
Restringió el término “represión” y renovó el uso de «defensa» como designación de las técnicas
representadas mediante el yo en los conflictos que pueden llevar a la neurosis, así mismo para
Freud fue un tanto problemático el resolver cuál era la fuerza impulsadora de la represión, si existía
una relación entre la represión y la vida sexual, dio varias variables e hipótesis frente a esto pero
Para entender de forma un tanto explícita el concepto y la manera en la cual funciona la represión
y el papel que cumple la pulsión en la represión; el consciente como el “yo”, siendo este la
composición de los procesos mentales situados en el presente, la manera en que vivencia las
situaciones en el instante en el que ocurren y así logra tener percepción de la realidad; por otra
vivencias en los que el individuo no es consciente en el mismo momento pero puede llegar a
traerlos a conciencia o por el contrario pasar a inconciente y ser reprimidos; el inconsciente tomado
como el “ello” comprende los pensamientos, vivencias, sentimientos y deseos instintivos
reprimidos que no tienen acceso a la consciencia; finalmente aquí hace referencia la moción
Freud hace referencia a la pulsión como el representante psíquico de fuerzas somáticas siendo esta
psíquico; en el caso del representante lo orgánico encuentra un lugar psíquico a través de la pulsión.
Entendiéndose así la pulsión como un estímulo interno para lo psíquico el cual se centra
principalmente en las pulsiones sexuales. Cuando Freud hace referencia a que “el Yo no puede
escapar de sí mismo” esto quiere decir que en el caso de la estimulación externa el individuo si
puede huir o escapar de esta pero al hablar de las pulsiones (internas) sujeto no puede escapar de
las demandas exigidas por la pulsión. Ya mencionado lo que anteriormente se necesitaba exponer
se procederá a argumentar todo los componentes de la represión dicho por Freud en el tomo
representación pulsional, la cual debe de cumplir la siguiente condición: que el motivo de displacer
cobre un poder mayor que el placer de la satisfacción, De igual forma la pulsión reprimida
satisfecha sería posible y placentera en sí misma pero dado a las exigencias y designios externos
sería un factor generador de culpa. Las etapas en las que se da la represión en la primera tópica
es importante tener claro de que a pesar de que tiene sus inicios en el conciente, genera un malestar,
se aleje y surjan retoños, generando así la represión primordial hasta llegar al preconciente, de este
dicha, aquí ocurre nuevamente un malestar. Existen técnicas particulares creadas con el propósito
de provocar alteraciones tales en el juego de las fuerzas psíquicas, dado que permitiría que algo
que produce displacer pueda por una vez resultar placentero y tan pronto como esto esté en función
quede cancelada la represión de una agencia representante de pulsión que de otro modo sería
(Freud, 1915. pg. 146) es decir cuando se logra reconocer en palabras la representación psíquica
de la representación pulsional.
En este recorrido, el conciente o conciencia rechaza o repela todo aquello que genera un malestar,
es decir, sobre lo que ha de reprimirse, a diferencia de lo reprimido primordial que ejerce atracción
con lo que puede ponerse en conexión. Igualmente; del inconciente siempre la agencia
representante persiste para salir de este, luego se dirige al preconciente y finalmente al cociente,
donde este ejerce una fuerza igual o superior a la otra, dependiendo del malestar que este produzca
en el sujeto.
Freud dice que la represión trabaja de forma individual, pues cada uno de los retoños que fueron
reprimidos puede tener su destino particular, esto depende de la intensidad de la desfiguración que
cambia el resultado. Cabe resaltar que a pesar que los retoños de lo reprimido primordial se
originan en el inconsciente solo algunos de ellos logran llegar hasta la conciencia dependiendo de
las desfiguraciones que adoptaron o del número de eslabones intermedios que intercalan. Mientras
que otros tratan de detenerse antes de llegar a determinada intensidad como investidura de lo
inconciente.
Como anteriormente se había mencionado dentro de la represión existe una agencia representante
de pulsión, la cual se compone por un grupo de representaciones investidas desde la pulsión con
montos de energía psíquica; esta agencia está compuesta por un monto de afecto el cual acompaña
compone de tres destinos posibles; puede permanecer inactivo, y dependiendo de las vivencias de
Finalmente Freud propone como mecanismo la indagación de formación sustitutiva y analizar con
anterioridad la formación de síntomas como secuelas a los que puede llevar la represión de
vivencias.
Para llevar a cabo la terapia analítica de pareja y la terapia analítica familiar es necesario partir
de la dinámica familiar como factor fundamental dentro del modelo biopsicosocial de la
enfermedad a tratar; por eso los factores de pareja y familiares estresantes para el paciente
pueden contribuir a conflictos con los mismos y a la aceleración de síntomas tanto
psicosomáticos como psíquicos que se conviertan en un agravante para la salud del paciente;
estas interacciones contribuyen a mantener un patrón de síntomas y experiencias neuróticas
como ansiedad,fobia,entre otras . En caso de la terapia analítica familiar esta se equilibra con la
terapia familiar sistémica que consta en fomentar cambio dentro de los sistemas de interacción de
los integrantes de la familia.