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EL DESAFIO SIEMPRE URGENTE DE LA ENVANGELIZACION

Mucho se han escrito sobre el tema de la evangelización. Recordarnos que la Iglesia


vive, por y para la evangelización. Su esencia es poder comunicar un mensaje. Y no cualquier
mensaje - que nos haría caer en una especie de ONG o entidad filantrópica – sino que más bien
se trata del mensaje y la persona de alguien que está vivo y resucitado; Jesús de Nazaret. Y con
esto ya llevamos desventaja, porque siempre el mensaje superará al mensajero. Por mas que
nos esmeremos, querido lector, recuerde que Dios es capaz de hablar a través de un burro ,
Números 22:28.

Podríamos decir que la Iglesia es para la evangelización y la evangelización para la


Iglesia. “Vayan y anuncien el mensaje de Salvación”. Una sin la otra pierde sentido. Eso está
más que claro.

EVANGELIZAR HOY; IGUAL QUE ANTES?

Sin embargo es bueno situarnos en el hoy. Tenemos que tener en cuenta el viejo dicho
de que “el mapa no es lo mismo que el territorio”. El significado de la frase proviene de una
historia, probablemente apócrifa, pero muy ilustrativa. Parece ser que la pronunció
Korzybski durante la Primera Guerra Mundial cuando cayó, junto con la tropa que dirigía, en
una profunda fosa que no figuraba en los mapas con resultados más que desastrosos .
Según Korzybski, un mapa no es el territorio que representa .

Ya hemos realizado demasiados planes, documentos, análisis sociológicos, estudios


estadísticos, actos litúrgicos, eventos, etc. Pero lo urgente de hoy es conocer el territorio y eso
implica recorrerlo, conocerlo. Nos hemos acostumbrado a decir “El Señor hace crecer la
semilla”, otros “que la semilla del reino ya está entre nosotros” y de esa manera nos vamos
“acomodando” en nuestras poltronas sin incomodarnos en revisar en como estamos
evangelizando. En el documento final de Aparecida, nos hemos atrevido a hablar de
“conversión pastoral”, que suena muy bien…pero no dejamos de añorar viejos esquemas que
son inaplicables en el mundo y la sociedad fragmentada en la que vivimos hoy.

DESAPRENDER LO APRENDIDO

Uno de los grandes errores que puede cometer un docente, es enseñar siempre de la
misma manera. Su rol de pedagogo le exige estar siempre adaptándose a las distintas
generaciones que se tiene delante, para ayudar a comprender y entender su enseñanza. Y la
Iglesia es la gran pedagoga, “experta en humanidad” . Siempre hemos tenido la capacidad de
adaptarnos a las muy diversas realidades. El gran desafío – entonces - es preguntarnos si
estamos entendiendo a esta sociedad de hoy. Porque para poder presentar el mensaje y la
persona viva de Jesús, hay que ponerse a caminar al lado de nuestra gente, sintiendo sus
desvelos, angustias y esperanzas, entender – al menos en parte – a la sociedad “icónica” de
hoy, para comenzar a presentarles la persona de Jesús. En el fondo de todo corazón humano
existe el anhelo de los trascendente, el deseo de Dios.
Lo mas difícil sin duda alguna, es desaprender lo aprendido. Dejar atrás prejuicios,
conceptos y criterios ya pasados de moda. “Por viejos caminos no se llega a un mundo nuevo”
y cuesta “levantar el ancla del pasado”. Estamos pensando mas en como encastra algo
cuadrado en un espacio redondo, que en interpretar de forma correcta a la sociedad en que
vivimos. Necesitamos reinterpretar los nuevos lenguajes, los nuevos códigos en los que se
maneja la sociedad de hoy, que ya no entiende nuestro lenguaje litúrgico. La sociedad de hoy
se maneja comunicacionalmente de forma muy diferente.

PERO….¿QUE ES EVANGELIZAR?

La verdadera evangelización invita al encuentro personal con Cristo como respuesta a


los desafíos del mundo contemporáneo. No se comienza a ser cristiano por una decisión ética
o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un
nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva. Ese encuentro o reencuentro
con el amor de Dios, nos rescata del individualismo, nos hace plenamente humanos, al
llevarnos más allá de nosotros mismos para alcanzar nuestro ser mas verdadero.

Aquí se encuentra el manantial de la acción evangelizadora, porque quien acoge el


mensaje de amor que le da sentido a su vida no puede contener el deseo de comunicarlo a los
demás. Pero para que se produzca ese encuentro, hay que proponerlo. Y proponemos no una
idea abstracta, una filantropía, un Dios srprit, etéreo, una energía, una aureola, un esoterismo.
Proponemos el encuentro vital con Jesús VIVO Y RESUCITADO. Esa es nuestra esencia y no
otra. No podemos sustituir este centro con ninguna práctica devocional, porque ella misma se
volverá en si misma peligrosa; nos alejará del eje esencial; CRISTO!.

LA URGENCIA DEL ANUNCIO “A TIEMPO Y DESTIEMPO”

No olvidemos lo que el apóstol San Pablo le escribe – y nos escribe porque es palabra
de Dios para hoy – en la carta a los Romanos capítulo 10:14 :”¿Cómo, pues, invocarán a
aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y
cómo oirán sin haber quien les predique?
10:15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán
hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas
nuevas!
10:16 Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha
creído a nuestro anuncio?
10:17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. “

El texto de San Pablo habla por si sólo. Quedan muchas cosas para seguir charlando.
Hasta el próximo Entre Todos.

Diác. Víctor Hugo Méndez

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