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Manual de

Derecho Penal
Parte General

Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni


Profesor Titular y Director del Departamento de Derecho Penal y
Criminología de la Universidad de Buenos Aires
Dr. h.c. mult.
Vicepresidente de la Asociación Internacional de Derecho Penal

Alejandro Alagia Alejandro Slokar


Profesores Adjuntos de la Universidad de Buenos Aires
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1

La edición de la presente obra cuenta con el auspicio del Instituto


Latinoar~ericano de la_s Naciones Unidas para la Breve~
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y Tratarmento del Delmcuente, , .. ' : ~--- '·· i-\ ,__ ... - ; - : · ; '. : ,._. !
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A los Seiíores Profesores Doctores

~
la Universita degli Studi di Bologna (sede de".Buenos · AiresJy1T" - ~
D. Manuel de Rivacoba y Rivacoba y
D. Antonio Beristain !piña S. J.

Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.

Zaffaroni, Eugenio Raúl


Manual de Derecho Penal: Parte General / Eugenio Raúl Zaffaroni, Alejandro
Slokar y Alejandro Alagia. - lª ed. - Buenos Aires: Ediar, 2005.
800 p.; 25xI7 cm.
ISBN 950-574-175-8
l. Derecho Penal. I. Slokar, Alejandro. II. Alagia, Alejandro. IIL Título
CDD 345

Copyright by Eciiar Sociedad Anónima Editora, Comercial, Industrial y Financiera,


Tucumán 927, 6° piso (C1049AA5), Buenos Aires, Argentina.

Hecho el depósito de ley 11. 723. Derechos reservados.


Prohibida su reproducción total o parcial.
Impreso en Argentina.
Printed in Argentina.
Las sucesivas ediciones y reimpresiones del Manual de Derecho Penal no podían
superar los límites impuestos por su estructura original de 1977, que respondía al mo-
mento de discusión teórica de su tiempo, cuya superación hacía indispensable un nuevo
instrumento de enseñanza de la disciplina. Acorde con los lineamientos teóricos expues-
tos en el año 2000, presentamos un nuevo manual de la materia dirigido fundamental-
mente a los estudiames. No se trata de una nueva edición y ni siquiera de una versión
renovada, sino de una obra completamente nueva, pues entendemos que así lo requiere la
complicada discusión contemporánea. Es continuación del Manual de los setenta en el
sentido de que permanece y profundiza la línea del derecho penal liberal o de garantías en
la que el anterior se enrolaba.
Es de estricta justicia consignar nuestro agradecimiento a los Ores. Pablo Vega y
Martín Magram, por la tarea de corrección y cuidado de los originales y pruebas de esta
edición, que no se ha limitado al plano meramente formal, sino que también nos fonnu-
laron observaciones que sin duda contribuyen a que esta obra sea menos imperfecta.

E.R.Z.
A A. -A. S.
Buenos Aires
Febrero de 2005
r

Indice

PRIMERA p ARTE

TEORIA DEL DERECHO PENAL

Sección primera: Horizonte y sistema del derecho penal

CAPÍTULO 1: Poder punitivo y derecho penal

§ l. El derecho penal y el imaginario social ........................ ,. . .,................... 3

§ 2. El poder punitivo y el resto de la coerción juridica . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . .. . 5

§ 3. El poder punitivo y el sistema penal . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .. . 9

§ 4. La "guerra" a los delincuentes y a la comunidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . .. . . .. . . .. 17

§ 5. Vigilancia, estado de derecho y poder de los juristas............................ 20

§ 6. Aproximación a la noción del derecho penal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . .. . . . . . . 23

CAPÍTULO 2: La pena como delimitación del derecho penal

§ 7.. Leyes penales manifiestas, eventuales y latentes ................................. 29

§ 8. El discurso penal tradicional y la pena . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ................ 33

§ 9. Teorias positivas de la pena................................................................. 37

§ 10. La prevención general negativa.......................................................... 39

§ 11. La prevención general positiva . . . . . . . . . . . . . . . . ... . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . .. 42


r

INDICE XIII
XII MANUAL DE DERECHO PENAL

§ 30. (c) máxima taxatividad legal e interpretativa .................................... .. 107


§ 12. La prevención especial positiva .... ,. .................................. . 46
§ 31. (d) respeto histórico al ámbito de lo prohibido .................................. .. 108
§ 13 La prevención especial negativa ............ . 48
§ 32. Principios contra groseras disfuncionalidades con los derechos
§ 14. Derecho penal de autor y de acto .................................. . 49 humanos: (a) lesividad ..................................................................... . 109

§ 15. Las penas por no delitos ......................................... . 51 § 33. (b) humanidad .................... .. 112

§ 16. Hacia un concepto negativo y agnóstico de la pena ................... . 54 § 34. (c) trascendencia mínima .................................................................. . 113

§ "i 7. La pena como fenómeno político y no jurídico ..................... . 58 § 35. (d) prohibición de doble punición ..................................................... .. 114

§ 18. Las agencias juridicas. la pena y el estado de derecho ............. . 62 § 36. (e) buena fe y pro homine ....................................................................... .. 115

§ 37. Limites derivados del principio republicano de gobierno:


CAPÍTULO 3: Método, caracteres y fuentes del derecho penal a) acotamiento material ................................................................... .. 117

§ 19. Método y dogmática jurídico-penal ................................................... . 69 § 38. (b) superioridad ética del estado ....................................................... . 119

§ 20. Necesidad de construir un sistema ....................................... .. 72 § 39. (c) saneamiento genealógico ............................................................. .. 119

§ 21. La construcción teleológica del sistema del derecho penal acatante § 40. (d) culpabilidad ................................................................................. . 120
o !imitador ................................ . 76

§ 22. Caracteres del derecho penal: carácter público y su pretendida CAPÍTULO 5: Interdisciplinariedad del derecho penal con otros saberes
fragmentación sancionadora ............................................................ . 79
§ 41. Características de la interdisciplinariedad ......................................... 123
§ 23. Breve excursus sobre el destinatario de las normas .. .......... ...... ... . ... .. 84
§ 42. Interdisciplinariedad con saberes secantes no jurídicos: (a) con la
§ 24. La cuestión de las fuentes ................................................................ . 86 política ...................................................................... , ....................... . 125

§ 25. Las fuentes de conocimiento del derecho penal ............................. : ... . 89 § 43. (b) con la criminología ...................................................................... .. 126

§ 26. Las fuentes de información del derecho penal ................................... . 91 § 44. Interdisciplinariedad con saberes secantes juridicos: (a) con el derecho
procesal ............................................................................................. . 131

§ 45. (b) con el derecho de ejecución penal ................................................ . 133


CAPÍTULO 4: Límites a la construcción impuestos por su función política

§ 46. (c) con el derecho contravencional ................................................... .. 137


§ 27. La naturaleza de los principios !imitadores a que debe someterse la
constn1cción ..................................................................................... . 95
§ 47. (d) con el derecho penal militar.......................................................... 139
§ 28. Principios que derivan de la exigencia de legalidad: (a) legalidad
§ 48. (el con el derecho penal de niüos y adolescentes .............................. .. 142
fonnal ............................................................................................... . 98

§ 49. Interdisciplinariedad con saberes juridicos tangentes: a) con el


§ 29. (b) irretroactividad ............................................................................ . 103
derecho constitucional ..................................................................... . 144
XIV MANUAL DE DERECHO PENAL INDICE XV

§ 50. b) con el derecho internacional público ............................................. . 147 § 67. El contractualismo penal liberal: Feuerbach .................................... .. 211

§ 51. c) con el Derecho Internacional de los Derechos Humanos ................ . 152 § 68. El contractualismo penal socialista: Marat ....................................... .. 213

§ 52. d) con el derecho internacional humanitario ..................................... . 154 § 69. El contractualismo penal anarquista: Godwin y Stirner ................... .. 214

§ 53. e) con el derecho internacional privado ............................................. . 156 § 70. Los penalistas del contractualismo ................................................... . 215

§ 54. f) con el derecho administrativo . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . .. . . . . . . . . .. . . . .. . . . . .. . . . . . . . . .. . . . . 159


CAPíTULO 8: La decadencia del pensamiento

CAPÍTULO 6: Dinámica histórica de la legislación penal § 71. Los pasos en el proceso de caída del impulso pensante ................... .. 221

§ 55. La confiscación del conflicto y el mercantilismo ................................ . 165 § 72. El hegelianismo penal ....................................................................... . 223

§ 56. De la revolución industrial (siglo XVIII) a la revolución tecnológica § 73. Las respuestas al hegelianismo ........................................................ . 227
(siglo XXI) .......................................................................................... 169
§ 74. El pensamiento penal en su límite más bajo: la racionalización
§ 57. Las dudosas tendencias de la codificación penal latinoamericana ...... 175 del control policial racista .................................................................. . 233

§ 58. La criminalización primaria en la Argentina hasta el Código de 1886. 177 § 75. Versiones positivistas con tendencia al pensamiento ........................ . 242

§ 59. La criminalización primaria desde 1886 hasta el código de 1922 ...... . 179 § 76. La crisis del positivismo .................................................................... . 245

§ 60. Proyectos y reformas posteriores ....................................................... 182


CAPiTULO 9: El impulso pensante y sus obstáculos

Sección Segunda: El pensamiento penal: pensar y no pensar en el derecho § 77. Modernidad, critica a la modernidad y estado de derecho ................. . 247
penal
§ 78. Estados de policía antimodernos............. ... . .. . .. . . .. . . . ... . . . . . . .. . . . . .. . . . . .. . . . . 250
CAPÍTULO 7: Genealogía del pensamiento penal
§ 79. Estados de policía revolucionarios ..................................................... 254
§ 61. Derecho penal y filosofía.................................................................... 189
§ 80. Estados de derecho amenazados por ficciones de modernidad
§ 62. El derecho penal no siempre piensa: bartolismo. emergencias consumada: a) el neokantismo ......................................................... . 257
y derecho penal pensante .................................................................. . 195
§ 81. b) el ontologismo ............................................................................. ··· 260
§ 63. La fundación del discurso de emergencia que responde groserias:
el Malleus malefzcmum ........................................................................... . 200 § 82. c) el funcionalismo sistémico ............................................................ . 262

§ 64. La fundación de la estructura discursiva crítica del poder punitivo: § 83. d) La ficción de modernidad acabada en la ideología de la seguridad
la Cautio criininalis .................................................................................. . 204 total ................................................................................................. . 267

§ 65. El surgimiento de la policía. la prisión y el contractualismo ............. .. 207 § 84. La crítica a la modernidad y el olvido del ser ..................................... . 269

§ 66. El contractualismo penal del despotismo ilustrado: Kant ................. .. 210 § 85. Las críticas optimistas y prudentes ................................................... . 271
XVI MANUAL DE DERECHO PENAL INDICE XVll

§ 86. El pensamiento posmoderno: ni ser ni deber ser .............................. . 273 ExcuRsus: Los diferentes conceptos de acción

§ 87. Síntesis: el ser que no debe ser ............................................. .. 275


§ 103. Panorama ..................................................................................... .. 326

SEGUNDA PARTE § 104. El concepto hegeliano de acción ..................................................... .. 327

TEORIA DEL DELITO § 105. La teoría naturalista de von Liszt .................................................... . 328

CAPÍTULO 10: Estructura de la teoría del delito § 106. El neokantismo causalista ............................................................. .. 328

§ 88. Las funciones de las teorias del delito .. .. .. . .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. . .. . .. . .. .. .. . . .. .. . 283 § 107. La teoría finalista de la acción ......................................................... . 329

§ 89. Necesidad de un sistema .. .. ...... .. .... . .. . ...... ... ..... ........... ...... ... ............. 285 § 108. Los conceptos sociales de acción ................................................... .. 330

§ 90. Estructuración básica del concepto: lineamientos.............................. 288 § 109. La identificación con la acción típica .............................................. .. 331

§ 91. Evolución de la teoría del delito.......................................................... 292 § 110. El concepto negativo de acción ........................................................ . 331

§ 92. Presupuestos constructivos para una sistemática funcional reductora § 111. El concepto funcionalista de acción ................................................ . 332
(o funcional conflictivista) .................................................................. 301
§ 112. El concepto personal de acción ........................................... ............ 333

CAPÍTULO 11: La acción como carácter genérico del delito


CAPÍTULO 12: El tipo y la tipicidad en general
§ 93. La función política y vinculante del concepto jurídico-penal de acción 307
§ 113. El tipo penal como dialéctica........................................ ................... 335
§ 94. La acción es un concepto jurídico ..................................................... . 309
§ 114. Aproximación al concepto de tipo..................................................... 336
§ 95. La finalidad como elemento reductor ................................................ . 311
§ 115. Tipo, pragma, tipicidad y juicio de tipicidad ..................................... 337
§ 96. La idoneidad vinculante de la acción reductora ............................... .. 312
§ 116. El tipo siempre exige un juicio de valor: sus elementos interpretables
§ 97. El problema del resultado y de las circunstancias ............................ .. 314 y remisiones valorativas ................................................................... 338

§ 98. La función política de reducción selectiva ........................................ .. 317 § 11 7. Otros usos de la voz tipo en el derecho penal .. ... .... .. .. .. .. ......... .... ..... 341

§ 99. La ausencia de acción por involuntabilidad ...................................... . 319 § 118. Los tipos de acto como antítesis de los tipos de enemistad al derecho
(o de autor) ............................................... ,...................................... 342
§ 100. La fuerza física irresistible ............................................................. .. 322
§ 119. La tensión entre la tipicidad legal y la judicial.................................. 344
§ 101. La incapacidad de acción de las personas jmidicas ...................... .. 323
§ 120. Estructuras típicas fundamentales: tipos dolosos y culposos. activos
§ 102. Importancia y consecuencias sistemáticas de la ausencia de acto .... 325 y on1iSiVOS ....................................................................................... . 345
-1
XVIII MANUAL DE DERECHO PENAL INDICE XIX

ExcURsus: La evolución histórica del concepto de tipo penal § 138. Las respuestas actuales a la pregunta por la imputación objetiva .. . 386

§ 139. La dominabilidad como criterio de imputación ............... .,,. ............. . 392


§ 121. Las principales cuestiones discutidas.............................................. 346
§ 140. Exigencia de aporte no banal del partícipe secundario..................... 396
§ 122. Su carácter objetivo o complejo........................................................ 34 7

§ 123. Las relaciones con la antijuridicidad ............................................... . 348 CAPÍTULO 15: Tipo doloso activo : aspecto subjetivo

§ 124. Relaciones con la culpabilidad ........................................................ . 350 § 141. El dolo como núcleo reductor subjetivo de la tipicidad .................... . 399

§ 142. Aspecto cognoscitivo (intelectual) del dolo ........................................ 400


CAPÍTULO 13: El tipo doloso activo: función sistemática
del aspecto objetivo § 143. Aspecto volitivo o conativo del dolo ................................................. . 401

§ 125. La duplicidad de funciones del tipo objetivo (sistemática § 144. Las criticas al dolo eventual ............................................................ . 403
y congloban te) ................................................................................. . 351
§ 145. El dolo no puede presumirse .......................................................... . 404
§ 126. Exteriorización de la voluntad y mutación física............................... 355
§ 146. El dolo (tipo subjetivo) no abarca la comprensión de la antijuridici-
§ 127. El nexo de causación ...................................................................... . 357 dad (culpabilidad) ........................................................................... . 405

§ 128. Elementos particulares de algunos tipos objetivos sistemáticos ...... . 360 § 147. Dolo de únpetuy momento del dolo ........................................ '"········ 406

CAPÍTULO 14: Tipo doloso activo: función conglobante § 148. Error de tipo y de prohibición ......................................................... . 407
del aspecto objetivo
§ 149. El error de tipo como cara negativa del dolo..................................... 409
§ 129. El tipo congloban te como límite a la irracionalidad........................... 365
§ 150. Los elementos del tipo objetivo sobre los que puede recaer el error.. 411
§ 130. La lesión al bien jurídico.................................................................. 366
§ 151. El error sobre los elementos conceptuales jurídicos del tipo objetivo 412
§ 131. El concepto de bien jurídico............................................................. 367
§ 152. Problemas de disparidad entre el plan y el resultado....................... 414
§ 132. Falsas ofensas a bienes jurídicos..................................................... 370
§ 153. Enores sobre agravantes y atenuantes............................................ 417
§ 133. La afectación insignificante del bien jurídico.................................... 372
§ 154. Elementos subjetivos del tipo distintos del dolo................................ 419
§ 134. Cumplimiento de un deber jurídico.................................................. 374

§ 135. Aquiescencia: acuerdo y consentimiento del titular del bien jurídico 377 CAPÍTULO 16: Tipo activo culposo

§ 136. Acciones fomentadas por el derecho ............................................... . 380 § 155. La estructura fundamental del tipo culposo ................................... .. 423

§ 137. Historia de la pregunta por la imputación como pertenencia § 156. Tipo objetivo sistemático ................................................................. . 426
al agente ........................................................................................ . 383
§ 157. Tipicidad conglobante: culpa no temeraria y previsibilidad .............. 427
XX l\1ANUAL DE DERECHO PENAL INDICE XXI

§ 158. ¿La violación del deber de cuidado se determina conforme a la § 176. Antijuridicidad objetiva e injusto personal.. ........................ .. 463
capacidad standard o a la individual?................... . ..................... . 429
§ 177. La justificación no exige elementos subjetivos ......................... 465
§ 159. Tipicidad conglobante: principio de confianza y nexo de determina-
ción ................................................................................................ . 432 § 178. ¿Los elementos subjetivos de la justificación deben usarse in bonam
partem? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . 469
§ 160. Tipicidad conglobante: insignificancia. fomento, cumplimiento de un
deber jurídico, consentimiento ......................................................... 434
CAPÍTULO 19: Causas de justificación
§ 161. Tipo subjetivo en la culpa consciente y temeraria .................... .,...... 436
§ 179. El debate ideológico de la legítima defensa ............................ . 471
§ 162. Figuras complejas y exclusión de la responsabilidad objetiva (versari
in re illicita) ......................................................................... ,. . . . . . .. . . . . . 43 7 § 180. La racionalidad de la defensa legitima ........................................... .. 473

§ 181. Casos de dudosa necesidad racional................................................ 475


CAPÍTULO 17: Tipos omisivos
§ 182. Objetos legítimamente defendibles................................................... 4 76
§ 163. La omisión típica ............................................................................. 439
§ 183. La agresión ilegitima ................................................ "...................... 477
§ 164. Inexistencia de la omisión pretipica ............................................. ,... 440
§ 184. Limites de la acción defensiva .......................................... ,................ 481
§ 165. El tipo objetivo sistemático............................................................... 441
§ 185. La provocación suficiente................................................................. 484
§ 166. Clasificación de los tipos omisivos . .,................................................ 443
§ 186. Defensa de terceros .. ............ .................................................. ....... .. 487
§ 167. La inconstitucionalidad de los tipos omisivos impropios no escritos. 444
§ 187. La defensa del estado ........................................................... ........... 488
§ 168. La posición de garante..................................................................... 445
§ 188. Presunciones juris tantum de legitima defensa .................................. 489
§ 169. La innecesariedad de la construcción analógica............................... 44 7
§ 189. El estado de necesidad justificante y el exculpante .......................... 490
§ 170. El tipo objetivo congloban te ....... .... .... .. ... .. . .. .. . .. .. . .. ... ... ... ........... ...... 450
§ 190. Condiciones y limites de la necesidad justificante............................ 492
§ 171. El tipo subjetivo .. . . . .. .. . .. . .. . . . . . . .. . . . . . .. . . .. . . .. .. . .. . . . . . . .. . . . . . . . . . . . .. .. .. .. . . . .. . .. . 451
§ 191. La actuación oficial y la corrección como pretendidos ejercicios
§ 1 72. Las omisiones culposas .................................................................. . 454 de derechos ..................................................................................... . 495

§ 192. Legítima defensa y estado de necesidad contra actuación oficial


CAPÍTULO 18: Antijuridicidad ilícita ............................................................................................. . 496

§ 173. Antijuridicidad, antinormatividad y ejercicio de derechos ............... . 455 § 193. Legitimo ejercicio de derechos ........................................................ .. 497

§ 17 4. Antijuridicidad y unidad del orden jurídico ..................................... . 459 § 194. Concurrencia de causas de justificación ......................................... . 499

§ 175. Antijuridicidad material y formal ................................................... .. 460 § 195. El menor contenido injusto en el art. 35 CP .................................... . 500
XXII MANUAL DE DERECHO PEN.J\L INDICE XXIII

CAPÍTULO 20: Concepto, ubicación y elementos positivos § 212. El momento de la inimputabilidad: la teoría de las actiones liberae
de la culpabilidad in causa ................................................................................................. . 559

§ 196. Necesidad de la culpabilidad como reproche personal del injusto § 213. Imputabilidad disminuida .............................................................. . 562
basado en la autodeterminación ...................................................... . 503

§ 197. Insuficiencia de ese reproche para indicar criterios de contención CAPÍTULO 22: La inexigibilidad de comprensión de la criminalidad
del poder punitivo ........................................................................... . 505 proveniente de error (errores exculpantes)

§ 198. La culpabilidad penal como síntesis de la culpabilidad por el acto § 214. Fundamento de los errores exculpan tes .......................................... . 563
· y por la vulnerabilidad .................................................................... . 510
§ 215. Delimitación con el error de tipo ...................................................... 564

ExcURsus: Las diferentes posiciones doctrinarias § 216. Vencibilidad e invencibilidad de errores exculpantes ..................... .. 565

§ 199. Del fundamento ético a la razón de estado ..................................... .. 516 § 217. El error exculpante vencible para la teoría del dolo y para la teoría
de la culpabilidad ............................................................................ . 568
§ 200. Espacio de autodeterminación y culpabilidad de acto ...................... 527
§ 218. El error exculpante vencible en el código penal................................ 570
§ 20 l. Cuadro de las causas de exculpación o de inculpabilidad . . .. . . .... .. .... 529
§ 219. Cuadro general de los errores exculpantes ...................................... 571
§ 202. Posibilidad exigible de comprensión de la antijuridicidad ................ . 530
§ 220. En-ores directos e indirectos de prohibición ................................... .. 572

CAPÍTULO 21: La inexigibilidad de comprensión de la antijuridicidad § 221. Error directo por desconocimiento de la prohibición ....................... . 574
por incapacidad psíquica
§ 222. Errores directos de prohibición sobre el alcance de la norma .......... . 575
§ 203. Concepto, ubicación y delimitación de la inimputabilidad ............... . 535
§ 223. Errores directos de comprensión y conciencia disidente ................. .. 576
§ 204. Enunciación de los conceptos históricos de la imputabilidad .......... . 538
§ 224. Error indirecto de prohibición ........................................................ .. 578
§ 205. Concepto funcionalista de imputabilidad ........................................ . 539
§ 225. Errores exculpan tes especiales ....................................................... . 578
§ 206. El concepto político de imputabilidad............................................... 542
CAPíTULO 23: La inexigibilidad de otra conducta por la situación
§ 207. La incapacidad psíquica de comprensión de la antijuridicidad en el
reductora de la autodeterminación
derecho vigente ............................................................................... . 547
§ 226. Las exculpantes distintas del error ................................................ .. 581
§ 208. La insuficiencia y la alteración morbosa de las facultades ............... . 550
§ 227. Necesidad exculpante y coacción .................................................... . 582
§ 209. Algunos casos particulares ...................................... , ...................... . 553
§ 228. Fundamento de la necesidad exculpan te ....................................... .. 583
§ 210. El momento de la inimputabilidad: el llamado trastorno mental
transitorio ...................................................................................... .. 556 § 229. Requisitos del estado de necesidad exculpante ............................... . 584
§ 211. Las dependencias tóxicas .............................................................. .. 557 § 230. La falsa suposición de la situación de necesidad ............................. . 587
XXIV MANUAL DE DERECHO PENAL
INDICE XXV

§ 231. Los casos del llamado en-or de culpabilidad ...... ,. ......... ,. .... ,. .......... . 588 § 251. Comunicabilidad de las circunstancias .......................................... . 627
§ 232. El error que perjudica: el desconocimiento de la necesidad § 252. Instigación ................................................................................ . 629
exculpan te ........................ ., ........................................................... . 589
§ 253. Complicidad secundaria ............................................. ...................... 630
§ 233. La necesidad exculpan te en los delitos culposos . .. . . . ...... .. . . . . .......... .. 591

§ 234. La obediencia debida: su disolución dogmática ............................... . 592 CAPÍTULO 25: Las etapas del delito

§ 235. La reducción de la autodeterminación por incapacidad psíquica § 254. Límites a la anticipación de la punibilidad ...................................... . 633
(segunda forma de inimputabilidad) ............................................... . 595
§ 255. Fundamento de la punición de la tentativa .. . . .. . . .............. ........ .. 635
§ 236. Las conductas impulsivas................................................................ 596
§ 256. La dialéctica en el iter criminis: la tentativa es la negación de la
§ 237. La tóxicodependencia ..................................................................... . 597 consumación ................................................................................... . 638

§ 257. La consumación como límite de la tentativa............................... ..... 641


CAPíTULO 24: El concurso de personas en el delito
§ 258. La tipicidad objetiva: el comienzo de ejecución................................ 642
§ 238. Reconocimiento legal de las diferentes formas de intervención......... 60 l
§ 259. La tipicidad subjetiva de la tentativa................................................ 646
§ 239. Las figuras como parámetro de la pena . .. .. . . . . ........... ... . .. .. ......... ...... 603
§ 260. Los límites de la tentativa en delitos calificados, en los de pura
§ 240. Delimitación conceptual entre autoría y participación: el dominio actividad, en los habituales y en la autoria mediata ....................... . 647
del hecho ................................................................................................ . 604
§ 261. Culpabilidad y tentativa ............ ,...................................................... 649
§ 241. Autoria directa y mediata ................................................................ 607
§ 262. Tentativas aparentes y delito imposible............................................ 650
§ 242. La coautoria .................................................................................... 612
§ 263. La naturaleza y condiciones del desistimiento voluntario .... .. . ... . . ..... 655
§ 243. Autoria dolosa y culposa.................................................................. 613
§ 264. El desistimiento y la coneun-encia de personas................................ 660
§ 244. Tipo de autoría de determinación..................................................... 614
§ 265. Tentativa en la estructura típica omisiva.......................................... 662
§ 245. El cómplice primario........................................................................ 61 7

§ 246. Resumen provisorio de la concurrencia de personas en el delito ...... 618 CAPÍTULO 26: Unidad y pluralidad de delitos

§ 247. Concepto y naturaleza de la participación ....................................... . 620 § 266. Consideración legal y unidad de acción .......................................... . 665

§ 248. Delimitación del concepto .............................................................. .. 622 § 267. Determinación de la unidad de conducta ........................................ . 667

§ 249. Estructura de la participación ......................................................... . 623 § 268. Los concursos ideal y real ................................................. ,. .......... .. 673

§ 250. El agente provocador ............................... . 626


XXVI MANUAL DE DERECHO PENAL INDICE XXVII

TERCERA PARTE § 287. Límites penales, penas naturales y peuas ilícitas .......................... . 739

TEORIA DE LA RESPONSABILIDAD PUNITIVA § 288. Otros casos de mínimos problemáticos ........................................... . 740

CAPÍTULO 27: Obstáculos a la respuesta punitiva § 289. La escala penal en la tentativa ........................................................ . 742

§ 269. La responsabilidad punitiva ................................... ., ....................... . 679 § 290. Los limites penales en la complicidad ............................................. . 745

§ 270. Obstáculos penales en particular .................................................... . 680 § 291. El principio de unidad de la respuesta punitiva .............................. . 745

§ 271. El indulto, la conmutación y el perdón del ofendido ........................ . 684 § 292. Concurso real en un único proceso ............................................. ., .. . 749

§ 272. Obstáculos a la perseguibilidad ...................................................... . 686 § 293. La pena total en la unificación de condenas .................................... . 752

§ 273. Prescripción de la acción y duración del proceso ............................. . 687 § 294. La unificación de penas .................................................................. . 753

§ 274. Prescripción de la acción penal en el código penal .......................... . 689 § 295. Competencia para unificar penas ................................................... . 755

§ 275. La interrupción de la prescripción por actos procesales .. .. . . .. .... . .. . . . . 690


CAPíTULO 30: La construcción de la respuesta punitiva

CAPÍTULO 28: Manifestaciones formales del poder punitivo § 296. Los fundamentos constructivos ..................................................... .. 757
§ 276. Las penas lícitas e ilícitas en la ley argentina .................................. . 693 § 297. La base normativa para la construcción de la pena estatal ............. . 762
§ 277. Manifestaciones p1ivativas de libertad ambulatoria ......................... . 700 § 298. La cuestión de la reincidencia .......................................................... . 769
§ 278. Las pretendidas penas fijas ............................................................ . 708 § 299. La víctima ....................................................................................... . 771
§ 279. La pena de relegación ..................................................................... . 710
§ 300. Consecuencias procesales del dinamismo de la responsabilidad ..... . 772
§ 280. Beneficios . . ............. ....... .. . . . . . . . ... . . . . . . . . . . .. . . . ... . ... . . . .. .. . . . . . . . ... .. . . . . . . .... ... 711

§ 281. Libertad condicional . . . . . . . . . .. . .. .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . .. 715

§ 282. Condenación condicional . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . .. . .. . . .. . .. 719

§ 283. Manifestaciones privativas de otros derechos................................... 724

§ 284. Inhabilitaciones ..................... ............ .............................................. 727

§ 285. Decomiso, otras penas accesorias y reparación del daño . . ..... .. . .. . . . .. 734

CAPÍTULO 29: El marco legal de la respuesta punitiva

§ 286. La nmmativa vigente para la cuantificación de la pena.................... 737


ABREVIATURAS

CADH Convención Americana sobre Derechos Humanos


ce Código Civil
CIDH Corte Interamericana de Derechos Humanos
CJM Código de Justicia Militar
CN Constitución Nacional
CP Código Penal
CPPN Código Procesal Penal de la Nación
CSJN Corte Suprema de Justicia de la Nación
DADH Declaración Americana de Derechos Humanos
DUDH Declaración Universal de Derechos Humanos
LPN Ley Penitenciaria Nacional
PIDCP Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
Set en a partida.
re,Titulo.XX XI III.
De las reglas del derecho.

Regla.j
ff5;E=:zs;~ Dczimos que regla es
de dcrcchoij todos los
fudgadores
. dcucri
.
ay u-
dar ala libertad,gpc~g es
___ amiga de la natura. que
la ~unan non tan folamétc los on1cs.,mas i
aun todos los otros anin1ales11•
PRIMERA pAITTE

TEORIA DEL DERECHO PENAL


Sección Primera:
Horizonte y sistema del derecho penal
,
i

CAPÍTULO 1
Poder punitivo y derecho penal

§ 1. El derecho penal y el imaginario social

1 Quien por vez primera se asoma al campo del derecho penal ¿Qué imagina
quien se acerca
no lo hace como quien llega a otros ámbitos del derecho, de los al derecho penal?
cuales se tiene alguna idea más o menos lejana; se aniba trayen-
do la carga que en el imagimuio social cotidiano evoca su sola
mención, alimentada por los discursos de los medios masivos y
por la comunicación de entretenimientos. Por lo general, siente
aproximarse al mundo de los crímenes horrendos, de las peores
crueldades humanas. Y la paradoja es que está en lo cierto, y a la
vez también completamente equivocado.

2 Es verdad que se asoma a un mundo de increibie crueldad y Los crímenes


de los peores crímenes. Es verdad que en toda sociedad se produ- y la crueldad del
poder punitivo
cen conflictos y a veces esos conflictos son violentos y brutales,
horripilantes. Etcterech.o pen.al es un saber nomiativo; sirve para
e.s.tructur.ar un sistema penal operado por varias agencias o corpo:
r::ª~ion.es que declaran tener por objeto la represión y prevención
de esos delitos y en algunas .ocasiones -no muchas por cierto-
consiguen alguno de esos objetivos. Pero lo que nadie puede dejar
de observar es que las agencias y corporaciones del sistema penal
han cometido los peores crímenes de la humanidad y en mucho
mayor número a los cometidos por los individuos que delinquie-
ron sin el paraguas protector de los estados.

3 La inquisición europea y española, la Gestapo (policía secreta La crueldad del


sistema penal
del estado nazi), la KGB soviética, las policías de todas las dicta-
duras del mundo -incluyendo por supuesto las de seguridad na-
cional latinoamericanas de los setenta-, los ejércitos degradados
4 PODER PUNITNO Y DERECHO PENAL
EL PODER PUNITNO Y EL RESTO DE I..t,. COERCIÓN JURíDICA 5

a policías políticas y sociales, las policías corruptas ;Jor los políti- la persecución de todos quienes soñaron y pensaron una socie-
cos y las asociaciones criminales, las maflas asociadas a políticos dad mejor (incluyendo a Cristo y a todos los mártires). reprimió la
y policías, y los escuadrones de la muerte, mataron a muchas prensa, la difusión y discusión de las ideas, defendió todos los
más personas que todos los homicidas individuales del mundo, privilegios, castigó a todos los pobres del mundo, es decir, si sin
y lo han hecho ~on mucha mayor crueldad: violaron y secues- dificultad se verifica históricamente que todos los progresos de la
traron en escala masiva, tomaron como botin incor.tables p-o- dignidad humana se obtuvieron en lucha contra este poder, cabe
piedades, extorsionaron, torturaron, apuntalaron políticas preguntarse cómo es posible que alguien se dedique científica-
económicas que devaluaron sin piedad los ahorros de pueblos mente a cultivar una rama del derecho cuyo objeto es mostrarlo
enteros, han 'lmenazado y matado a testigos, fusilan a múltiples como legítimo y racionalizarlo. El derecho penal así concebido seria
ladronzuelo~.- s.·r. proceso alguno, han aterrorizado a muchas un engendro monstruoso, que el resto del derecho trataría de ocul-
poblacion% r casi todo se hizo por obra de las agencias del tar como su hijo teratológico.
sistema per.~. y en buena medida al amparo del discurso del
pobre derec,.o pei:ial. 6 Sin embargo no es así, por lo menos cuando el derecho penal El derecho penal
asume su verdadera función, aunque justo es reconocer que no como ciencia y
como "ciencia
La incalificable Es verdad .:iue quien se asoma al derecho penal entra al mun- 4 siempre lo hizo ni lo hace. Pasó más de un siglo desde que Fran-
aberra~ión del asquerosa"
do de la crueldad y de los crimenes más horrendos, pero éstos no cesco Carrara, uno de los penalistas más grandes de todos los
poder punitivo
sci1 tanto los de los individuos que reflejan las agencias de comu- tiempos, despreció al derecho penal que se limita a racionalizar el
nicación masiva, sino los de los propios sistemas penales. Desde poder punitivo para justificarlo, llamándolo schifosa scíenza (cien-
infelices mujeres quemadas vivas hasta adolescentes empalados, cia asquerosa). Esto es así porque el derecho penal no puede me-
desde los bienes de los disidentes como botines de guerra hasta nos que reconocer esta verificación histórica y política y, por ende,
niños robados de sus cunas y su5 familias, desde mujeres viola- su función no es legitimar el poder punitivo, sino acotarlo, contener-
das en campos de tortura hasta fusilados por la espalda en las lo y reducirlo. Cualquiera puede imaginarse que si no existieran
calles, desde la aplicación de electricidad en las vaginas hasta la jueces, tribunales, fiscales, defensores y una doctrina orientadora,
/
quema de personas por su orientación sexual. desde des2-:-,aricio- las restantes agencias del sistema penal no sólo cometerían los
nes forzadas d · personas hastd mutilaciones atroc~s. desde crímenes que hoy cometen, sino que volverían a cometer todos los
asesinatos de enfermos mentales hasta castración de tóxicode- que practicaron desde que en el siglo XII el poder punitivo se
pendientes y discapacitados, desde atentados dinamiteros terroris- instaló en forma definitiva. La fur~ión del derecho p~rig_l no es
tas hasta explotación de la prostitución ajena, desde distribución legitimar el poder punitivo, sino contenerlq y reducirlo. elemento
de tóxicos prohibidos hasta explotación del juego clandestino, indispensable para que el estado de derecho subsista y no sea
desde venta de impunidad y zonas liberadas al crimen hasta co- reemplazado brutalmente por un estado totalitario.
rrupción de funcionarios judiciales, desde falsedades en instru-
mentos públicos hasta falsillcación de documentos, desde venta
extorsiva de protección hasta exacciones ilegales a cualquier acti-
vidad, todo eso hizo y en buena medida hace el sistema penal. y § 2. El poder punitivo y el resto de la coerción jurídica
cuando no se lo contiene lo vuelve a hacer en toda su amplitud.
¿El derecho penal Si la historia del poder punitivo es la de Jos crímenes de este 5
es una ciencia 1 Civilistas ocupados en resolver los conflictos de modo racio- El pariente loco
poder y si el aparato que lo ejerce, apenas se descuidan los con- del derecho
o un engendro? nal, constitucionalistas dados a construcciones facilitadoras del
troles. pasa a ser e. ,:ieor de los criminales, s: este poder condenó
a Galileo, quemó a Servet, prohibió las autopsias y el estudio de juego de controles de pesos y contrapesos del poder. comercialistas
cadáveres, apuntaló la esclavitud, sometió a las mujeres y a los tratando de resolver conflictos y transparentar negocios, labora-
niños. postuló el racismo, el sexismo, la homofobia, la xenofobia, listas impulsando la mayor equidad del trabajador frente al capi-
6 PODER PUNITIVO Y DERECHO PENAL EL PODER PUNITIVO Y EL RESTO DE LA. COERCIÓN JURíDICA 7

tal, administrativistas procurando limitar la coerción directa del Tampoco puede negarse que esta coerción evita el conflicto o al
estado, todos mirarían horrorizados y ocultarian en el altillo del menos impide que alcance mayor nivel de gravedad.
saber jurídico a un derecho penal limitado a legitimar el poder
4 Lo cierto es que la legitimidad de los modelos abstractos de ¿Qué caracteriza
punitivo. Seria para el resto de los científicos del derecho esa cla- al modelo de
se de pariente loco que otrora las familias adineradas ocultaban coerción juridica recién mencionados es poco discutible. Pero no
coerción punitiva?
en los desvanes, por considerarlo estigmatizante. Y tendrían ra- sucede lo mismo con el modelo.pur:ifüyo, porque no resuelve nin-
gún conflicto. ¿Qué caracteriza al modelo punitivo abstracto? ¿En
zón, porque desde la perspectiva general del derecho seria una
vergüenza jmidica que trabajaria contra el resto. qué se diferencia este modelo punitivo del reparador, por ejem-
plo? f'.'.ri qµ,s;._en . el roo.delo punitivo no hay dos partes com() en el
No hay certeza Esto no seria gratuito y, de cualquier modo, no lo es cierta 2 reparador o restitutivo. En el proceso civil hay dos partes (deman-
sobre el objeto
del poder punitivo
desconfianza con que el resto del derecho mira al derecho penal. dante y demandado), pero en el proceso penal no, porque en éste
Obsérvese que -contra lo que frecuentemente sostiene el el estado (señor, soberano, rey, república) usurpó o confiscó el
penalismo- eLpoQ<:[JJlJJJJtivo no agota ni mucho menos la totali- derecho de la víctima. En etproceso penal el estado dice que el
dad dc:l poder coercitivo juridico del estado. Y lo más curioso es lesionado es él, y la víctima, por más que demuestre que la lesión
que es el único poder coercitivo estatal que no encontró nunca un la sufre en su cuer:po, o que el robo lo sufre en su patrimonio, es
discurso propio y más o menos inequívoco. Si se le pregunta a un ignorada. }sólo se la toma en cuenta como un dato, pero no como
civilista para qué sirve la sanción civil o a un administrativista la una persona con jerarquía de parte. Más aún, si se niega a coope-
naturaleza de la coerción directa, con algunas variantes darán rar con el estado es compelida a hacerlo (y sancionada si no lo
conceptos más o menos admitidos por todos los cultores de sus hace). Sólo excepcionalmente la víctima dispone del derecho a
saberes juridicos; pero con los penalistas no sucederá lo mismo, mover el aparato punitivo, porque la regla es que está confiscado
sino que darán las más dispares justificaciones del poder puniti- su derecho como lesionado, que lo usur:pa completamente el esta-
vo estatal. En otras palabras: parece q_ue los penalistas no sabe- do, aun contra su voluntad expresa. Por ende, el modelo punitivo,
mos para qué sirve el poder punitivo. incluso abstractamente y a diferencia del modelo reparador (civil)
La coerción juridi-
no es un modelo de solución de co.njlictos, sino sólo de suspensión
Existen dos usos estatales de la fuerza (coerciones jurídicas) 3
ca restitutiva y la de conjlictos. Es un acto de poder vertical del estado que suspen-
coerción directa
que nunca han sido puestas en duda en cuanto a la legitimidad
de (o cuelga) el conflicto. Nada hace por la victima, por definición
administrativa de su función. Puede discutirse su eficacia concreta, pero no su
y esencia.
modelo abstracto. Son: a) la coerción reparadora o restitutiva y b)
la coerción directa. La primera corresponde al derecho privado y 5 En otras palabras: si alguien me rompe la nariz y/el estado se La confiscación
la segunda al derecho administrativo. Nadie puede dudar de que de las víctimas
digna notarlo o tomar cuenta de mi denuncia, en el mejor de los
si alguien comete una_lesión a un derecho ajeno, es correcto el casos, es decir. suponiendo que no surja ningún inconveniente y
modelo de coerción estatal que le impone el deber de restituir o de que los funcionarios pongan un mínimo de diligencia (lo que su-
reparar:. Tampoco puede dudarse que la lesión genera un conflic- cede en muy pocos casos), el sistema penal, después de un largo
to y que la reparación o restitución lo resuelve en forma efectiva y complicado trámite. se limita a imponerle una pena al que me
(un sujeto no paga el alquiler y lo desalojan; otro no cancela una rompió la nariz. con el argumento de que debe resocializarlo, asus-
deuda, lo embargan y le ejecutan bienes hasta cubrir la deuda). tar a los que nunca rompieron narices para que no lo hagan o
Tampoco puede dudarse de que §i_ alguien o algo hace inminente reafirmar la confianza pública en el propio estado, o todo eso jun-
~n pro_ceso lesivo o directamente lo pone en movimiento, lo co- to. Pero el sistema penal en modo alguno hace caso de mis protes-
rrecto es que el estado ejerza un poder que intenumpa el proceso tas si acudo ante el juez y le expreso que mi interés como víctima,
o lo imJ2!da (apuntale o demuela el balcón a punto de desmoro- es decir. como persona lesionada, es que me recompongan la na-
narse; coloque un cordón sanitario para localizar un brote infec- riz. Lo mismo pasa si me roban algo: incluso a veces mantienen
cioso; detenga al sujeto que nos corre con un cuchillo por la calle). secuestrada la cosa robada todo el tiempo que dura el proceso
8 PODER PUNITNO Y DERECHO PENAL EL PODER PUNITNO Y EL SISTEM.,\ PENAL 9

porque es una prueba que el estado necesita, y me la devuelven H9der punitivo es la confesión de la incapacidad estatal para re-
poco menos que inutilizada. Todo ello sin contar con que a menu- solver su conflictividad social.
do la víctima es para el sistema penal el primer sospechoso (al
que interrogan sobre si tiene seguro), cuando no se meten en su
vida privada y la dan a publicidad sin importar el daño moral que
CQI1 ello se provoca. Como la delincuencia sabe esto, busca oca- § 3. El poder punitivo y el sistema penal
siones especiales para cometer ciertos delitos (el hurto en prostí-
bulos y lugares análogos). Para el sistema penat las víctimas de
delitos sexuales son por lo general sospechosas de extorsión o de 1 La prec1s10n previa es sobre el modelo abstracto del poder ¿Qué es el poder
punitivo desde la
provocación de la situación o de denunciar por despecho, los cón- punitivo, o sea, sobre cómo funciona éste cada vez que decide
ciencia social?
yuges del muerto son los primeros sospechosos del homicidio, los funcionar (si es que lo decide, porque en la mayoría de los casos
dueños de locales incendiados son sospechosos de estafa al segu- no funciona), pero no explica cuándo, cómo y por qué decide o no
ro, etcétera. funcionar. Por otra parte, la función del derecho penal y la delimi-
tación del poder punitivo respecto de otras formas de coerción
La suspensión Este modelo punitivo ni siquiera resuelve los conflictos más 6
de los conflictos jurídica estatal que hemos proporcionado, chocan con la visión
graves, o sea, los homicidios. Se limita a penar, sin tener en cuen-
que del sistema penal impera en el imaginario social.El común de
ta si no es preferible que el homicida trabaje y pague a la familia
.las personas diría, por ejemplo, que una intervención policial para
de la víctima, que sufre una pérdida que le representa un descen-
detener a quien nos corre con un cuchillo por la calle es penal,
so de su nivel de vida. El conflicto queda colgado por años hasta
cuando en realidad es administrativa; lo penal comienza recién
que se disuelve (los parientes y amigos diluyen su dolor), y lo
después que el sujeto ha sido detenido y el peligro para nosotros
mismo sucedería si se matase al homicida, pues quedaría colgado
ha pasado. También la comunicación masiva nos hace creer que
para siempre. En la violencia familiar es aún más ridículo: el agre-
el poder punitivo evita más delitos que los que produce, lo que his-
sor es privado de libertad y no puede trabajar, con lo cual las
tórica y socialmente es falso. Para comprender todo esto -que en
víctimas quedan sin alimentos.
gran medida contraria convicciones muy arraigadas-, es indis-
El poder punitivo Pero ad~más, el modelo punitivo, por lo general impide resol- 7 pensable alguna explicación acerca de qué es el conjunto de agen-
como impedimen- ver el conflicto. Hay diversos modelos de solución de los conflictos. cias que lo ejerce (sistema penal) y cómo operan, sin la cual no
to a la solución de
los conflictos Si en una escuela, un alumno rompe un vidrio con una piedra, podríamos llegar a un concepto del derecho penal. Por ello, sal-
puede pensarse en expulsarlo (modelo punitivo), pero también dremos un momento del ámbito de su dominio para señalar
puede pensarse en llamar al padre y exigirle que pague la reposi- brevemente cómo se explica el poder punitivo desde la ciencia
ción del vidrio (modelo reparatorio o restitutivo), en convocar al social.
psicólogo y tratar al alumno (modelo terapéutico) o incluso en ¿Qué es el
2 _El sistema penal es el conjunto de agencias que coinciden en
sentarse a conversar, para determinar qué comportamientos de sistema penal?
la cuestión criminal. Algunas son exclusivamente penales (poli-
los otros determinaron esa reacción y corregirlos (modelo conci-
cías, servicio penitenciario, tribunales penales, órganos políticos
liatorio), etc. El inconveniente del modelo punitivo es que impide
de interior, seguridad, inteligencia, etc.), otras participan del poder
la aplicación de los restantes -o al menos dificulta-, en tanto que
12.unitivo pero sus funciones son más amplias como: las agencias
los otros modelos pueden ~ombinarse y aplicarse conjuntamente.
políticas (ejecutivos, legislativos); las agencias de reproducción
El poder punitivo no sólo no es un modelo de solución de contro-
ideológica (universidades, facultades, academias); las cooperacio-
versias (es un mero modelo de p_oder vertical), sino que también
nes internacionales (agencias de países acreedores que financian
es una traba para la solución efectiva de los conflictos. Cuanto
programas en países deudores); los organismos internacionales
mayor es el número de éstos que una sociedad somete al poder
que organizan programas, conferencias, seminarios, etc. (ONU,
punitivo, menor es su capacidad para solucionarlos. El exces.o de
10 PODER PUNITIVO Y DERECHO PENAL EL PODER PUNITIVO Y EL SISTEMA PENAL 11

OEA, etc.); y, por supuesto, el gran aparato de propaganda sin el do la justificación consiste en responsabilizar de todo lo negativo
que no podria subsistir, o sea, las agencias de comunicación ma- a otras agencias, con las que entran en conflicto (la policía acusa
siva (de prensa, radio, televisión, etc.). a los jueces, éstos al servicio penitenciario o a los políticos, los
políticos a los jueces y a los académicos, etc.).
"Sistema" no debe Esto es un sistema en el sentido de un conjunto de entes y sus 3
entenderse en
relaciones tanto recíprocas como con el ambiente (con lo que queda 5 Como re.sultado de esta disparidad de intereses, cada agen- Compartimen-
sentido biológico
cia o conjunto de agencias ocupa un compartimento separado de talización ·
fuera del conjunto), pero no es un sistema en sentido biológico
(como el sistema nervioso, por ej.), o sea, que no se trata de un las restantes y actúa en él de la forma que más convenga a sus
conjunto de órganos del mismo tejido que convergen en una fun- intereses sectoriales, sin importarle mucho lo que sucede en los
ción. Nada más lejano de la realidad. Cada una de estas agencias restantes compartimentos (las policías hacen estadística y detie-
tiene sus propios intereses sectoriales; las cúpulas policiales quie- nen a cualquiera aunque luego deba ser liberado por falta total de
ren aumentar su poder y por ende su arbitrariedad e imponerse a pruebas; los políticos limitan las excarcelaciones aunque con ello
los otros poderes y agencias; las cúpulas penitenciarias quieren se revienten las cárceles o se llenen las comisarias y se distraiga
orden en las prisiones, porque los motines causan escándalos y a los policías de sus funciones; las de comunicación impactan
las ponen en peligro; los jueces quieren seguridad en la función, con hechos violentos o muestran formas de consumo de tóxicos,
estabilidad, pocos controles, más recursos, erppleados y medios metodologías delictivas o suicidios, aunque provoquen efectos
técnicos; los políticos y sus agencias quieren proyectar imagen imitativos). No es extraño que este sistema funcione como una
positiva en la sociedad (ante los medios) para obtener votos; los empresa organizada por niños traviesos, que sólo por casualidad
académicos de los países acreedores quieren más recursos para puede fabricar los productos que fom1almente declara.
investigación, los de los paises deudores cuentan poco porque
6 El sistema penal opera ejerciendo un poder punitivo represi- Criminalización
directamente no tienen recursos: las cooperaciones quieren que primaria
vo en fom1a de criminalización primaria y secundaria. Criminali-
sus programas tengan publicidad ,para exhibirla en los respecti-
zación primaria es la formalización pe~al de una conducta en una
vos países y demostrar con ello la necesidad de la burocracia inter~
ley, o sea que es un acto legislativo de prohibición bajo amenaza
nacional y la preocupación de sus gobiernos ante los organismos
de pena; más claramente, una conducta e.stá criminalizada pri-
internacionales; los organismos internacionales quieren eficacia
mariamente cuanao está descripta en una ley como delito. Es
para reclamar recursos en los países que los financian; las agen-
un programa abstracto, un deber ser, llevado a cabo en la legis-
cias de comunicación social masiva necesitan clientes y rating
lación. Históricamente, la legislación penal pasó de unos pocos
para captar la publici¡jad que las financia y proporciona renta.
crímenes en los siglos XVIII y XIX (los llamados delitos natura-
Discursos para Como puede observarse, cada agencia tiene sus propios inte- 4 les) a un programa de amplitud fom1idable que no deja de au-
fuera y hacia mentar por obra- de la creciente e increíble irresponsabilidad de
reses sectoriales y sus propíos controles de calidad de sus opera-
adentro
ciones. Por ello, tienen discursos hacia fuera, que resaltan sus los legisladores. Este programa nunca puede ser realizado, o sea,
fines manifiestos (oficiales) más nobles (la seguridad y la decencia no es siquiera imaginable que todos los que realicen alguna de
para la policía, la resocialización para los penitenciarios, los dere- las conductas que están amenazadas con pena reciban realmen-
chos para los jueces, la vocación de servicio para los políticos, el te un castigo (que todos los que se queden con un libro prestado
saber y la verdad para los académicos, la solidaridad internacio- sean penados por retención indebida, quienes se lleven una per-
nal para las agencias de los países acreedores, el gobierno cha del hotel sean penados por h_l:11:ɺ· que todos los jueces y
supranacional para los organismos internacionales, la infom1a- secretarios que firman como presentes en las audiencias a las
ción de los ciudadanos para la comunicación) y discursos hacia que no asisten sean penados por falsedad ideológica, los estu-
adentro, que justifican para sus miembros la disparidad entre diantes que fotocopian libros sean penados por lesión a la pro-
sus fines manifiestos (oficiales) y lo que realmente hacen (fines piedad intelectual, etc.).
latentes). Gran parte del discurso interno se vuelve externo cuan-
l
1

12 PODER PUNITIVO Y DERECHO PENAL


EL PODER PUNITIVO Y EL SISTEMA PENAL 13

Criminalización
Criminalización secundaria es la acción punitiva ejercida sobre 7 10 Por ende, vamos por la vida exigiéndole a cada quien que se Exigencias y
secundaria
personas concretas. Es el acto del poder punitivo por el que éste asunción de
comporte como lo que parece según estereotipo y .todos vamos roles según
recae sobre una persona como autora de un delito. Es imposible asumiendo un poco esas exigencias del rol, porque no podemos estereotipos
llevar a cabo toda la criminalización primaria, no sólo porque se peleamos con todo el mundo, que expresa o tácitamente nos re-
pararia la sociedad sino también porque la capacidad de las agen- chace por disfrazados. Todos nos vamos haciendo un poco como
cias de criminalización secundaria (policia, justicia, cárceles) es nos ven y nos demandan los demás, es decir, no sólo tenemos
infinitamente inferior a lo planificado por la criminalización pri- una apariencia externa sino que la intemalizamos o asumimos y
maria. Por ello, como ninguna burocracia se suicida, sino que acabamos comportándonos coriforme a ella. Y eso también sucede
siempre hace lo que es más fácil, las agencias ejecutivas (policia- con el estereotipo criminal, especialmente cuando el portador tie-
les) ejercen un poder selectivo sobre personas y criminalizan a ne caracteres de personalidad lábiles (débiles) y resulta más fácil-
quienes tienen más a la mano. mente maleable. No es dificil lograrlo, porque todo contacto con el
Estereotipos Para ello, la sociedad ofrece estereotipos: los prejuicios (racis- 8 sistema penal es estigmatizante (si la policia se lleva detenido a
criminales alguien, el barrio murmura. queda marcado aunque sea liberado
tas, clasistas, xenófobos, sexistas) van configurando una fisono-
mía del delincuente en el imaginario colectivo, que es alimentado a las pocas horas). Esa marca es contaminante (infecciosa) y pro-
por las agencias de comunicación: construyen una cara de delin- yoca la prohibición de coalición (las madres desaconsejan a las
cuente. Quienes son portadores de rasgos de esos estereotipos
hijas salir con él y a los hijos evitar la malajunta), el aislamiento
conen serio peligro de selección criminalizante, aunque no hagan social y la posibilidad de coaligarse sólo con quienes comparten-el
nada ilicito. Llevan una suerte de uniforme de cliente del sistema estigma.
penal, ,como pueden llevarlo los médicos, los enfermeros, los al- 11 Por lo anterior, no es dificil que buena parte de los portadores La clientela
bañiles, los sacerdotes o los mecánicos. Asi como se supone que del estereotipo criminal realmente cometan delitos que, como habitual del
cada uno que lleva esas señas externas ejerce su profesión y nos sistema penal
corresponde a su pertenencia de clase, grado de instrucción y
dirigimos a él para requerirle servicios aunque no lo conozcamos entrenamiento, son obras toscas de la delincuencia, fáciles de
personalmente, del mismo modo sucede con las señas estereotí- descubrir (arrebatos, robos con efracción, asaltos a mano arma-
picas del delincuente: esperamos que delinca, tanto nosotros como da, estafas rudimentarias, venta minorista de tóxicos). Son los
las agencias ejecutivas. Más aún, si no lo hace nos enojamos, clientes habituales de las prisiones. En el imaginario colectivo
como lo haríamos si el hombre con clergyman nos dijese que es éstas están llenas de homicidas y violadores, pero en. la realidad,
mecánico, el de blanco que es sacerdote o el de mameluco que es éstos son minoria, y las prisiones están repletas en un noventa
médico (¿Por qué diablos se viste así este imbecil?). por ciento de ladro~es fracasados y vendedores minoristas de tóxi-
Interacción Esto sucede porque todos nos manejamos con estereotipos 9 cos prohibidos. No más del diez por ciento de la población penal
social
y conforme a ellos asignamos roles y formulamos exigencias de está integrado por quienes protagonizan comportamientos gro-
acuerdo a las funciones asignadas. De otro modo no podríamos tescos (personas no estereotipadas que incurren en errores de
manejarnos, porque si en la panaderia nos vendiesen códigos, conducta neuróticos: un sujeto decide convertirse en secuestra-
en las farmacias clavos y en las ferreterias pan, no sabríamos dor, sin ninguna preparación: otro decide asaltar la empresa en
cómo comprar nada. Y nos enojamos con el panadero que dice que trabaja) o trágicos (homicidas psicópatas, emocionales, oca-
que sólo vende códigos porque no sabemos cómo seguir el dis- sionales, sexópatas y casos lindantes con la psiquiatria). El pano-
curso, nos desconcertamos (se produce una disrupción). Lo mis- rama carcelario se completa con alguna extrañísima excepción de
mo nos sucede si quien porta el estereotipo criminal y hace que individuo al que se haya retirado cobertura (poderoso que perdió
estemos atentos a sus menores movimientos en la parada del en pugna con otros de igual nivel o que ya no le es útil al poder al
ómnibus a la madrugada, nos muestra una credencial de juez que sirvió o, mejor dicho, le resulta más útil preso, para mostrar
de instrucción. una pretendida igualdad ante la ley).
1 14

Vulnerabilidad
PODER PUNITIVO Y DERECHO PENAL

El poder punitivo se reparte en la sociedad como una enferme- 12


EL PODER PUNITIVO Y EL SISTEMA PENAL

decidir si la criminalización sigue adelante o se interrumpe, y en


15

ala el primer caso la cantidad de poder punitivo que puede ejercerse


criminalización dad infecciosa que alcanza a los que son vulnerables (a quienes
tienen defensas bajas) por (a) portación de estereotipo y comisión sobre la persona. _Esto muestra claramente que el poder punitivo no
de hechos groseros y poco sofisticados, (b) grotescos, (c) trágicos es ejercido por Zas agencias Jurídicas del sistema penal, sino por Zas
y (d) pérdida de cobertura (aunque en ínfima minoría). El resto de policiale:,, y las jurídicas lo único que pueden hacer en la práctica y
la delincuencia prácticamente no se registra ni conoce. Las esta- hasta cierto punto es contenerlo.
dísticas indican sólo la forma en que opera el sistema penal, o 15 Pero el poder punitivo no sólo se ejerce sobre personas selec- La
sea, a quiénes detiene (estadísticas policiales) y a quiénes conde- cionadas, sino también en pocos casos. Son muy pocas las obras
criminalización
secundaria es
na (estadísticas judiciales), pero nada tienen que ver con el núme-
delictivas groseras que movilizan al sistema penaL Casi todos te- excepcional
ro de delitos que realmente se cometen, los qüe sólo se pueden
nemos experiencias de victimización que no han movido para nada
investigar por encuestas de victimización (muestreo que pregunta al sistema penaL Y esto no sólo ocurre en delitos leves, sino en
a la gente si sufrió delitos) o de autodenuncia (por ejemplo si usó delitos graves, incluso muy serios (los homicidios que siempre se
tóxicos, si se practicó abortos, etc.). aclaran son los más frecuentes, o sea, los intrafamiliares o entre
La prisión como La pena más grave es la privación de libertad (prisión), que se 13 conocidos; los homicidios entre desconocidos registran un bajo
reproductora de índice de esclarecimiento; los ,abortos son prácticamente impu-
roles desviados
aplica incluso anticipadamente, como prisión preventiva, es decir,
para evitar que el procesado se fugue y no se lo pueda condenar, nes). Es decir que cada vez que somos victimizados tenemos muy
o sea, se le hace sufrir la pena para que no Za eluda si se le llega a pgcas probabilidades de que esa lesión dé lugar a un ejercicio del
imponer en la sentencia. La mayoría de los presos, por ende, no p9der punitivo. Todo ello sin contar con que la victimización por
son condenados, sino que están presos por las dudas. Y la prisión delitos de cuello blanco (white collar crime, expresión de la crimi-
es una institución que deteriora, porque sumerge en condiciones nología norteamericana, que denota los delitos de los económi-
de vida especialmente violentas, totalmente diferentes de las de la camente poderosos). salvo contadas excepciones, queda impune.
sociedad libre y, sobre todo, hace retroceder al preso a estadios 16 Pero no sólo es selectiva la criminalización que lleva a cabo el La selección
superados de su vida, porque por elementales razones de orden sistema penal, sino que éste opera de modo que la victimizaqión
victimizante
interno le regula lá vida como en su niñez o adolescencia, de modo
también se hace selectiva y va recayendo sobre los de menores
que no es raro que ¿ondicione patologías regresivas. Además, asig-
rentas. Los servicios de seguridad se deterioran y en los últimos
na roles negativos (posiciones de liderato internas) y fija los roles
años se privatizan, de modo que goza de mayor seguridad quien
desviados (se le exige asumir su papel y comportarse conforme a puede pagarla o vivir en barrios de más alta renta en que el servi-
él durante años, no sólo por el personal sino también por el resto
cio es mejor. Por rS:gla general la seguridad es derecho y un servicio
de los presos). Estas son características negativas no coyuntura- que se reparte en relación inversa a la rénta, de modo que los más
les de las prisiones (que pueden ser más o menos superpobladas
expuestos a ser victimizados también son quienes están más cer-
y limpias), sino estructurales de la institución. Por más que se ca de la base de la pirámide social -que son los más vulnerables-,
quiera no se pueden eliminar y produce estos efectos, que en con-
es lógico que reaccionen con mayor violencia frente a las agresio-
junto y técnicamente se llaman prisionización. nes que sufren y, por ende, que reclamen pena de muerte y mayor
¿Quién selecciona En definitiva, la selección críminalizante no la realizan los 14 represión en gen'."2raL
para criminalizar jueces ni las agencias jurídicas, a quienes las agencias ejecutivas
secundarian1ente? 17 La vulnerabilidad a la victimización no es sólo clasista, sino Vulnerabilidad
les llevan los candidatos cuando ya ellas comenzaron el proceso victimizante
fambién de género. etaria, racista y, por supuesto, prejuiciosa. (a)
de criminalización desde el punto de vista de la realidad (deten- Es de género. porque las mujeres son criminalizadas en menor
ción de la persona, conducción, secuestro de cosas). Las agencias número que los hombres, pero son victimizadas en medida igual
jurídicas reciben el producto de la selección policial y sólo pueden
¡ o superior. En general. el reparto de la selección criminalizante
16 PODER PUNITIVO Y DERECHO PENAL LA "GUERRA" A LOS DELINCUENTES Y A !A COMUNIDAD 17

las beneficia. pero el de la selección victimizante las perjudica. (b) negativo como el propio estereotipo criminal, teñido de racismo,
Es etaria (por edades), porque si bien los hombres jóvenes son los clasismo y demás pésimos prejuicios. Su servicio es reclamadoy
preferidos para la criminalización, la victimización violenta se re- al mismo tiempo es rechazado y marginado en el plano personal. El
parte entre éstos, los adolescentes, los niños y los ancianos. Los policía sufre un aislamiento social como una suerte de traidor de
dos primeros por su mayor exposición a situaciones de riesgo; los clase, y esto no sólo sucede con el policía afro del ghetto neoyorkino,
dos últimos por su mayor indefensión fisica. (c) Es racista y xenó- sino también en nuestras calles. Sus enfermedades profesionales
foba, porque los grupos migrantes latinoamericanos, en especial no están estudiadas, los traumas de las experiencias que vivencia
los inmigrantes ilegales, a cuya condición suelen sumar la de no son adecuadamente tratados, su sobrerepresentación en los
/
1
pr~caristas (ocupantes precarios de predios ajenos), cuya situa- homicidios y violencias familiares testimonian el deterioro que
ción de ilegalidad les priva de acceso a la justicia, suelen ser par- sufren. Su muerte se considera un accidente normal de trabajo.
ticulan~ente vulnerables a la criminalización, pero también a la Se trata de otro deterioro personal (policización); puede decirse que
victimización, en especial por la incapacidad de denunciar los todo lo que el sistema penal toca y a todas las personas que
delitos cometidos contra ellos y la necesidad de trabajar en for- involucra, de una o de otra manera, las deteriora.
ma de servidumbre. (d) Es prejuiciosa en el más amplio sentido,
porque la marginalidad y la represión a la que se somete a las
prostitutas, a sus clientes. a las minorias sexuales, a los tóxico-
dependientes (incluyendo a los alcohólicos), a los enfermos men- § 4. La "guerra" a los delincuentes y a la comunidad
tales, a los niños de la calle, a los ancianos de la calle, y el general
descuido de las agencias ejecutivas respecto de la seguridad de
estas personas (fenómeno que se racionaliza como devaluación de 1 La civilización industrial padece una incuestionable cultura La visión
bélica
la víctima), aumenta enom1emente su riesgo de victimización. (e) bélica y violenta. Aunque hoy no se lo dice en la teoria penal como
En los delitos no violentos contra la propiedad, el pequeño ahorrista otrora. se _hizo, buena parte de la comunicación masiva y de los
es el que lleva la peor parte en cuanto al riesgo victimizante, pues operadores del sistema penal tratan de proyectar el poder puniti-
carece de los recursos técnicos y jurídicos de que disponen los vQ_como una guerra a los delmcuentes. La comunicación suele
operadores de capitales de mayor entidad. mostrar enemigos muertos (ejecuciones sin proceso) y también
soldados propios caídos (policías victimizados). En la región latinoa-
Selección Pero como si todo lo anterior fuera poco, también la selección 18
policizante mericana, el riesgo de muerte policial es altísimo en comparación
con que se recluta a la policia es tremendamente injusta. El perso-
con los Estados Unidos y mucho más con Europa (aproximada-
nal de menor jerarquía es reclutado entre los sectores de menores
mente de 100 por 10 y por 1); sin embargo, suele exhibírselo como
recursos. Se lo somete a un entrenamiento breve, a actividades
signo de efkacia preventiva. Porotro lado, las agencias policiales
legitimadas con falso discurso, a riesgos continuos para los que
desatienden la integridad de sus operadores, pero en caso de vic-
no suelen estar preparados, a una férrea dictadura institucional
timización se observa un estricto ritual funerario de tipo guerrero
que los deja a merced de la arbitrariedad de las cúpulas, y a sala-
y público.
rios muy bajos, sin condiciones de protesta, reclamos, sindicali-
zación, discusión horizontal de las condiciones laborales, etc. No 2 Si se tiene en cuenta que los crimmalízados, los victímízados y La neutralización
en vano las policias latinoamericanas están militarizadas y tienen de la exclusión
los policízados (o sea, todos los que padecen las consecuencias de
prohibida la sindicalización, a diferencia de las europeas. Todo esta supuesta guerra) son seleccionados de los. sectores subordi-
esto genera una seria lesión a la autoestima y devalúa la imagen nados de la sociedad, cabe d,educir que el ejercicio del poder pu-
pública del servicio. nitivo aumenta y reproduce los antagonismos entre las personas
Deterioro de. esos sectores débiles. Esto es funcional a un momento en que
La policía es el segmento que corre mayores riesgos de vida 19
policizante se polariza mundialmente la riqueza y los explotados dejan de
en el sistema penal y, además, carga con un estereotipo casi tan
18 PODER PUNITIVO Y DERECHO PENAL LA "GUERRA" A LOS DELINCUENTES Y A LA. COMUNIDAD 19

serlo, para pasar a ser excluidos (el explotado es necesario al sis- últimas, esta difusa perspectiva preicleológica constituye la base
tema; el excluido no, es alguien que sobra y molesta: un de un discurso vindicativo, que se erige como una de las más
descartable). Una buena táctica de control de los excluidos es que crraves amenazas al estado de derecho contemporáneo ...La imagen
b
libren una guerra entre ellos y se neutralicen y, de ser posible, se bélica del poder punitivo tiene por efecto: (a) incentivar el antago-
maten. El aumento de los antagonismos entre excluidos impide nismo entre los sectores subordinados de la sociedad; (b) impedir
su coalición y la toma de conciencia racional de su situación. 0 dificultar la coalición o el acuerdo en el interior de esos sectores;
(c) aumentar la distancia y la incomunicación entre las diversas
La perspectiva En décadas pasadas se difundió otra perspectiva bélica, co- 3
bélica de la clases sociales; (d) potenciar los miedos (espacios paranoicos), las
seguridad
nodda como de seguridad nacional, que comparte con la visión
desconfianzas y los prejuicios; (e)c:Ieyªluar las actitudes y discur-
nacional comunicativa del poder punitivo su carácter de ideología de gue-
~os de respeto por la vida y la dignidad humanas; (f) dificultar las
TTa permanente (enemigo disperso que da pequeños golpes). Por
tentativas de hallar caminos alternativos ele solución de conflic-
ello, sería una gueTTa sucia. contrapuesta a un supuesto modelo
tos; (g) desacreditar los discursos limitadores ele la violencia; (h)
ele gueTTa limpia, que estaria dado por una idealización ele la Pri-
proyectar a los críticos del abuso del poder, como aliados o emisa-
mera Guerra Mundial (1914-1918), curiosamente coincidente con
rios de los delincuentes; e (i) habilitar la misma violencia que res-
el culto al heroísmo guerrero de los autoritarismos de entreguerras
(la camaraderia de trincheras, los colosos musculosos, etc). Se pecto de aquéllos.
razonó .que, dado que el enemigo no juega limpio, el estado no Modelos
5 Las sociedades se han organizado en modelos comunitarios Y
comunitario
estaria obligado a respetar las leyes de la guerra, argumento con modelos corporativos. Eg_)os modelos comunitarios priman los y corporativo
el cual se entrenaron fuerzas terroristas que no siempre perma- ví¿éulos horizontales (solidaridad, simpatía); es el modelo de so- de sociedad
necieron aliadas a sus entrenadores. Con este argumento, se con- ciedad más tradicional. En los modelos corporativos la sociedad
sideró una guerra lo que era delincuencia con motivación política tiende a asemejarse a un ejército y, por ende, priman los vínculos
y, pese a ello, tampoco se aplicaron los Convenios de Ginebra, verticales (autoridad, disciplina); es el modelo industrial o moder-
sino que se montó el terrorismo de estado que victimizó a todos no. De cualquier modo, en toda sociedad contemporánea convi-
los sectores progresistas de algunas sociedades. aunque nada ven ambos modelos. La imagen bélica legitimante del ejercicio del
tuviesen que ver con actos de violencia. La transferencia de esta poder punitivo, por vía de la absolutización del valor seguridad,
lógica perversa a la pretendida gueTTa contra la delincuencia per- tiene el efecto de profundizar el debilitamiento de los vínculos so-
mite deducir que no sería necesario respetar las garantías pena- ciales horizontales (solidaridad, simpatía) y el reforzamiento de los
les y procesales por razones semejantes. De este modo, así como verticales (autoridad, disciplina). El modelo ele organización social
la gueTTilla habilitaba el teTTorismo de estado y el consiguiente ase- comunitaria (horizontal) pierde terreno frente al de organización
sinato oficial, el delito habilitaria el crimer.i. de estado. Por este ca- corporativa (vertical). Las personas se hallan más indefensas frente
mino, la guerrilla habilitaba al estado a ser terrorista y el delito a al estado, en razón ele la reducción de los vinculas sociales Y de la
ser criminal: en cualquier caso la imagen ética del estado sufre desaparición progresiva de otros puntos de poder en la sociedad.
una formidable degradación y, por ende, pierde toda legitimidad. La sociedad misma -entendida corno co.njunto de interacciones-
Los efectos de se reduce por efecto del miedo al vecino (desconocido) y al que
Con los cambios en el poder mundial, la llamada ideología de 4
la imagen bélica manda (cuyo poder va careciendo de límites) y resulta fácil presa
de la seguridad
la seguridad nacional ha sido archivada, pero fue reemplazada
ele la única relación fuerte, que es la vertical y autoritaria. La
ciudadana por un discurso público de seguridad ciudadana como ideología
imacren que se proyecta verticalmente tiende a ser única, porque
(no como problema real, que es algo por completo diferente). A
la r:ducción ele los vínculos horizontales impide su confrontación
esta transformación ideológica corresponde una transferencia de
con vivencias ajenas. El modelo de estado que corresponde a una
poder, de las agencias militares a las policiales. Aunque formula-
organización social exclusivamente corporativa es el del estado
da de modo inorgánico, dado el peso de la comunicación social
sobre las agencias políticas y la competitividad clientelista de las de policía.
r 20 PODER PUNITIVO Y DERECHO PENAL VIGIU,NCU, ESTADO DE DERECHO Y PODER DE LOS JURISTAS 21

§ 5. Vigilancia, estado de derecho y poder de los juristas qué hablamos por teléfono, qué vamos a publicar en los diarios,
qué información tenemos, etc. }V poder político le interesa tenec
la radiografía de cada uno de sus habitantes y observar a los qu~ ..
El poder punitivo T9do lo dicho anteriormente no sería creible si el sistema pe- 1 considera más peligrosos para sus intereses de cada momento, y
represivo eso lo hicieron siempre las agencias del sistema penal y lo siguen
y su dimensión
nal se limitase a ejercer sólo su poder represivo sobre crimi-
política nalizados. En efecto: si el poder punitivo sólo se ejerciese sobre l;aciendo hoy con creciente y formidable capacidad técnica. Al
los criminalizados y, menos aún, sobre los prisionizados, se trata- poder de los sectores hegemónicos de toda sociedad le interesa
ría de un número muy reducido de personas (entre una y dos tener a los excluidos neutralizados (haciéndolos matar entre ellos)
cada mil) seleccionadas de los estratos más humildes o subordi- y a los incluidos peligrosos bien controlados (mediante el poder
nados de la escala social, con adiestramiento precario y sólo ca- de vigilancia).
paces de obras groseras. Es decir: si en las prisiones tenemos a un 3 Quien se pregunta en su escritorio c_Q_rp_() §e puede concebir El estado de
número reducido seleccionado entre los ladrones más pobres y tor- derecho y el
un estado, tarde o temprano dani_con dos figuras ideales o mode- estado de
pes de nuestras ciudades y a los vendedores minoristas de tóxicos los pur;~: el estado de derecho (liberal / democrático) y el estado policía
prohibidos. el poder de criminalizar y prisionizar a esas personas, de policía (totalitario / autoritario). En el estado de derecho ideal
desde el punto de vista político general, no es muy significativo. todos estaríamos sometidos por igual ante la ley; en el estado de
Sería delirante que se haya montado semejante maquinaria para policía ideal todos estaríamos sometidos a la voluntad de los que
obtener 1:an pobre resultado. ¿Miles de millones de pesos y kiló- mandan (policía es aquí sinónimo de gobierno, o sea que la opción
metros cuadrados de papel sólo para prisionizar a ladrones bobos es entre sometemos todos incluyendo al gobierno al derecho, o
y vendedores al menudeo? Eso no tendría ningún sentido y el sometemos todos al poder arbitrario del gobierno).
poder punitivo no contaría para el poder político del estado. Con
tan reducida clientela sería menos importante que la previsión 4 El estado de policía fue el que predominó históricamente. El No existen
los estados
social, el sistema de salud o el de educación y, además, sería un estado de derecho es un producto de la modernidad, que se exten- de derecho
despilfarro irracional de todos los estados del mundo. dió por una parte limitada del planeta, pero que no hizo desapare- perfectos
cer al poder ejercido conforme al modelo del estado de policía. La
El poder de Lo anterior indica que algo está faltando en el análisis y, efec- 2
vigilancia lucha entre el modelo del estado de derecho y el de estado de
tivamente, a poco que se reflexione se verá que la verdadera im- policía continúa en todo el mundo, pero no sólo frente a los
portancia del poder punitivo no radica en el ejercicio represivo autoritarismos instalados, sino también en el seno de las demo-
sobre la ínfima minoría de marginados que abarca, sino en el cracias. El estado de derecho ideal es justamente ideal, o ~ea, que
poder de vigilancia que ejerce sobre toda la población. Al poder no hay estados de derecho perfectos en la realidad, sino que todos
político y económico no le interesa tanto que sus agencias deten- ]asestados reales de derecho (por supuesto que también los lati-
gan a un carterista como que le informen adecuadamente acerca noamericanos) lo son hasta cierto grado de perfección. Afirmar la
de quiénes son los disidentes, quiénes pueden ponerlo en peligro igualdad ante la ley como real, causa cierta gracia en cualquier
y cuál es su capacidad de protesta y movilización. El poder puni- pais del planeta, aunque sea una democracia bastante asentada,
tivo no tiene importancia política porque se ejerce sobre unos po- justamente porque nunca el estado de derecho histórico (real) al-
cos marginales encerrados, sino porque se ejerce sobre todos los canza la perfección de su modelo abstracto.
que estamos sueltos en la forma de vigilancia. Su importancia
política radica en que permite que el poder vigile qué espectácu- 5 Todos los sectores hegemónicos tienden_ a someter al resto. El e1;,tado de
policía
los preferimos, qué libros y diarios leemos, qué enfermedades te- Nun;~ los de arriba quieren que la sociedad se dinamice vertical-
encapsulado por
nemos, con quiénes nos relacionamos amistosa y afectivamente, mente. En la medida en que esta tendencia esté controlada y con- el de derecho
a qué conferencias concunimos, qué decimos en nuestras clases, trapesada, el estado de derecho existe y controla, encierra o y su dialéctica
qué opinamos en las reuniones, cuánto gastamos mensualmente, encapsula al estado de policía, que no desaparece, sino que que-
-
;::

22 PODER PUNITNO Y DERECHO PENAL APROXll\L\ClÓN A u\ NOCIÓN DEL DERECHO PENAL 23

da en su interior. en constante pulsión. En cuanto el estado de ha sufrido hasta el juicio; si se lo absuelve, la prisión que haya
derecho se debilita (fallan los controles) las pulsiones del estado sufrido es un accidente lamentable.) En cuanto al poder de vigf~
de rolicía perforan la coraza que le coloca el estado de derecho e lancia, es obvio que las agenciasjuridicas no tienen nada que ver
incluso pueden reventarla. Por eso el estado de derecho no es algo en su ejercicio. En síntesis: su función sólo es dar luz verde o no al
estático, instalado para siempre, sino una constante dialéctica proceso de criminalización secundaria. Se trata de un eventual
con el estado de policía que inexorablemente lleva en su interior. poder de contención, pero bien puede degradarse a un continuo
poder de legitimación; todo depende de la estructura del estado y
A mayor poder Cada tipo penal (criminalización primaria) es un agujero que 6
punitivo menos del poder judicial respectivo.
concede a las agencias efecutivas el poder selectivo de criminali-
estado de derecho
zación sobre un buen número de posibles candidatos y, cuantas
más sean estas criminalizaciones. mayor será el ámbito de arbi-
trio criminalizante secundario de las agencias del sistema penal
§ 6. Aproximación a la noción del derecho penal
y, además, mayores serán los pretextos para ejercer vigilancia
sobre toda la población. Cuanto más poder punitivo autorice un
estado, más alejado estará del estado de derecho, porque mayor
1 Hoy prácticamente se ha impuesto en la cultura europea con- El derecho penal
será el poder arbitrario de selección criminalizante y de vigilancia es un discurso
tinental -de la que procede nuestra tradición- la expresión delt:-
que tendrán los que mandan. Cuantas más leyes penales tenga a jurídico
cho penal, en tanto que derecho criminal predomina en la cultura
la mano quien manda. más pretextos tendrá para criminalizar a
anglosajona. Se trata de una mera cuestión de denominación, sin
quien se le ocurra y para vigilar al resto.
ninguna consecuencia práctica; es algo así corno el cartel que
Las agencias ¿Y los juristas? ¿Cuál es el poder de las agencias jurídicas, 7 tenernos en el frente de nuestra tienda. pero lo que interesa es el
jurídicas no contenido de esa denominación, la mercadería que vendemos.
esto es, tribunales, ministerio público. abogados, académicos?
ejercen poder
punitivo ¿Ejercen el poder punitivo? La respuesta debe ser negativa: las Después de las anteriores precisiones. podemos intentar una pri-
agencias jurídicas no son las que ejercen el poder punitivo. He- mera aproximación a la noción del derecho penal. lo pronto,
mos visto que el poder punitivo tiene un aspecto represivo (el ejer- queda claro que distinguimos nítidamente derecho penal de poder
cido con la criminalización secundaria, que carece de relevancia punitivo. Por ende, rechazarnos el uso ambiguo de la expresión
política), y un aspecto de vigilancia (ejercido sobre toda la pobla- derecho penal, con la que suele denominarse tanto la ley penal
ción peligrosa para el poder y centrado en los potenciales disiden- como el saber o ciencia del derecho penal; en tanto que la primera
tes, que es el que tiene verdadera importancia politica). es un acto de poder político, el segundo es un saber jurídico, es el
discurso de los penalistas (es de lo que trata este libro y todos los
No ejercen poder Pues bien: en el primero (el poder punitivo represivo) hemos 8
selectivo y libros de derecho penal).
tampoco de
visto que la selección criminalizante la llevan a cabo las agencias
vigilancia ejecutivas del sistema penal y las agencias jmidicas sólo tienen 2 Teniendo en cuenta lo anterior. es decir, que el derecho penal Teorías del
derecho penal,
poder para interrumpir un proceso de criminalización secundaria es el discurso del saber jurídico (si se lo prefiere, un discurso del delito
en curso o para habilitar su continuación. (La policía detiene en cientifico), corno todo saber (o ciencia. si se prefiere). se ocupa de y de la pena
flagrancia a un carterista, lo lleva a la comisaria, se labran actua- un cierto ámbito de cosas o entes del mundo. Ese .ámbito son las
ciones, se comunica al magistrado actuante, toma intervención y leyes penales, que se distinguen de las restantes por habilitar la
decide tomarle declaración, luego determina si corresponde se- imposición de penas. Lo primero que debe hacer, por ende, es
guir el proceso o sobreseerlo; si sigue el proceso resuelve si lo delimitar su objeto de conocimiento, es decir, definir cuáles son
prisioniza o no; igualmente, si sigue hasta la sentencia definitiva, las leyes que constituyen su objeto (¿Qué es, de qué se ocupa y
en ésta se decide si la criminalización secundaria se concreta en para qué lo hace?). Esta primera pregunta la responde la teoria
una pena o _si se agota con la prisión que por las dudas el agente del derecho penal. En segundo lugar deberá establecer en qué ca-
24 PODER PUi\lTNO Y DERECHO PENAL APROXlivL".CIÓN A L". NOCIÓN DEL DERECHO PENAL 25

sos y bajo qué presupuestos se habilita el ejercicio del poder pu- hizo lo mismo). Qe allí que su objeto no se limite a ofrecer orienta-
nitivo (la imposición de penas). Esta segunda pregunta la respcm:: ciones, sino que también deba hacerlo en forma de sistema.
de la teoría del delito. Por último, debe ocuparse de la pena. no Leyes penales,
6 El sistema orientador de decisiones se construye en base a la
como concepto (cuestión que sirvió para delimitar el objeto en la constitucionales
interpretación de las leyes penales, que se distinguen de las no e internacionales
teo1ia del derecho penal), sino como respuesta que la agencia ju-
penales por la pena. El der.echo penal requiere, pues, un concepto
rídica debe proporcionar, responsabilizándose por la filtración de
de pena que le permita delimitar su universo. Este concepto de
poder punitivo en una manifestación concreta y en cierta canti-
pena debe tener amplitud para abarcar las penas lícitas tanto
dad (¿Qué pena y hasia qué medida?). Esta tercera pregunta la
como las ilícitas, porque de otra forma el derecho penal no podría
responde la teoría de la responsabilidad penal (que no es respon-
distinguir el poder punitivo lícito (constitucional) del que no lo es.
sabilidad de la persona criminalizada, sino de la agencia jurídica,
Por ello, el derecho penal inteI]Jreta las leyes penales siempre en
que es la que puede o no responder con la pena).
el marco de las otras leyes que las condicionan y limitan (constitu-
La definición Una definición se obtiene sólo después de haber transitado 3 cionales, internacionales, etc.).
necesaria que no todo el terreno del saber, porque si es buena debe encerrar lo
es definición 7 El sistema orientador que le propone a los jueces, debe tener Contención del
definido. Quien termine la lectura de este libro sabrá alero b de lo poder punitivo
por objeto contener y reducir el poder punitivo. Como vimos, el
que es el derecho penal, y si tiene la paciencia de leer otros libros,
poder punitivo no lo ejercen los jueces sino las agencias ejecuti-
sabrá mucho más. La tradición exige que la introducción a cual-
vas,. en la medida del espacio que le conceden o que le arrancan a
quier rama del saber jurídico comience con una definición que
las agencias políticas (legislativas) y que el poder juridico Uudi-
quizá no sea tal, sino una necesiaad didáctica o programa
cial) no logra contener. El poder de que disponen los jueces es de
expositivo. En efecto: el lector verá que a esta altura es necesaria
contención y a veces de reducción. La función más obvia de los
una fornmlación sintética y ordenada de lo dicho, colmando algu-
jueces penales y del derecho penal (como planeamiento de las de-
nas lagunas explicativas. Con este propósito nos animamos a re-
cisiones de éstos}, es la contención del poder punitivo. Sin la con-
señar la idea de derecho penal, diciendo que es la rama del saber
tenciónjurídica ljudicial}, el poder punitivo quedaría librado al puro
Jurídico que, •mediante la intel])retación de las leyes penales, pro-
impulso de las agencias ejecutivas y políticas y, por ende, desapa-
pone a los jueces un sistema orientador de decisiones que contiene
recería el estado de derecho y la República misma.
y reduce el poder punitivo, para impulsar el progreso del estado
constitucional de derecho. 8 Cualquier definición es una delimitación y, por ende, un acto El derecho penal
siempre tiene
de poder. Su corrección no se verifica como verdadera o falsa con objetivo politico;
Saber jurídico, Se trata. ante todo, de una rama del saber jurídico o de los 4
teórico y práctico la descripción de lo que encierra en su horizonte, pues allí no si no es expreso
juristas. Corno tal, ;persigue un objeto práctico: busca el conoci- es oculto
queda más que lo previamente colocado por el poder ejercido en el
miento para orientar las decisiones judiciales. No tiene ningún
mismo acto de definir. En este sentido, toda definición es
sentido oponer teoría y práctica del derecho penal. Quien preten-
tautológica. Un saber tan íntimo al poder -al punto de proponer
de desde lo práctico despreciar lo teórico, se olvida que la teoria
su ejercicio para uno de los segmentos gubernativos (el judicial)-
sólo es el medio de hacer racional lo práctico; y quien hace teo-
sólo puede verificar la corrección de su definición mediante la
ría sin preocuparse de sus efectos prácticos, pierde su objetivo
comprobación de su correspondencia con el objetivo político, para
estratégico y en definitiva no sabe qué hace.
lo cual debe hacerlo explícito en ella. Excluyendo el objetivo polí-
Necesidad En la forrr1a republicana de gobierno, las decisiones judicia- 5 tico de la definición no se lo elimina del saber. pues es inevitable
sistemática
les -que también son actos de gobierno- deben ser racionales, lo que éste lo tenga. sino que se lo da por presupuesto y, de este
que demanda que no sean contradictorias, aunque la racionali- modo. se lo mantiene oculto. (Si decido no expresar para qué sirve
dad no se agote con esta condición (el estado no puede condenar el derecho penal en lo político, igualmente servirá para algo y, ade-
a veinte años de prisión a una persona y condecorar a otra porque más. al no e:,.presarlo. estoy ocultando para qué sirve.)
26 PODER PUNITIVO Y DERECHO PENAL APROXl1vL.\CIÓN A L.\ NOCIÓN DEL DERECHO PENAL 27

El progreso La contención y reducción. del poder punitivo. planificada para 9


del estado
un mismo proceso de conocimiento: una longitudinal y otra trans-
de derecho uso judicial por el derecho penal, impulsa el progreso del estado versal. Por ello, no es posible invalidar una definición actual, es-
de derecho. Como hemos visto, no hay ningún estado de derecho grimiendo como argumento que excluye de su horizonte entes
puro. sino que éste es la camisa que contiene al estado de policía, que otrora fueron abarcados por otros universos conceptuales,
que invariablemente sobrevive en su interior. Por ello, la función porque eso es de la esencia del saber humano y. con mucha ma-
de contención y reducción del derecho penal es el componente yor razón, del saber jurídico, en que la teoría del garantisrno res-
dialéctico indispensable para su subsistencia y progreso. El esta- ponde a la idea del derecho como proceso histórico conflictivo . .l,-ª._
do de derecho contiene los impulsos del estado de policía que progresividad, por su parte, también es de la esencia de cualquier
encierra. en la medida en que resuelve mejor los conflictos (pro- saber, pues todos tienden a aumentar y acumular los conocimien-
vee mayor paz social). El poder punitivo no resuelve los conflictos tos. Las regresiones (vuelta a etapas superadas) son accidentes
porque deja a una parte (la víctima) fuera de su modelo. Como negativos en su curso, de los que debe prevenirse incorporando el
máximo puede aspirar a suspenderlos, para que el tiempo los análisis de su concepto histórico. Esto es notorio en el derecho
disuelva, lo que dista mucho de ser una solución, pues la suspen- penal, porque, con más frecuencia que en otros saberes, las re-
sión fija el conflicto (lo petrifica) y la dinámica social, que conti- gresiones irrumpen como descubrimientos: .suelen sostenerse
núa su curso. lo erosiona hasta disolverlo. Un número exagerado proposiciones que corresponden a etapas de menor conocimien-
de fonnaciones pétreas puesto en el camino de la dinámica social, to, ignorándose la acumulación de saber posterior a ellas. (Es un
tiene el efecto de alierar su curso y de generar peligrosas repre- saber donde con frecuencia se pretende descubrir el agua tibia; la
sas. El volumen de conjlictos suspendidos por un estado, será el gran novedad de la posmodernidad es el descubrimiento de las
indicador de su vocación de proveedor de paz social y. por ende, instituciones de la inquisición medieval: testigos secretos, juicios
de sufortaleza como estado de derecho. secretos, delatores premiados, espías, etc.).
Conceptos actual Todo saber se manifiesta corno un proceso en el tiempo. La 10
e histórico del definición actual de su universo y sentido, siempre está histórica-
derecho penal
mente precedida por otras. Sus universos (los entes o cosas .de
que se ocupa) cambian en función de revoluciones epistemológicas
y mudanzas de paradigmas científicos. Una ciencia con su hmi-
zonte marcado para siempre. estará muerta, porque los horizon-
tes se construyen sobre los restos de sus precedentes, en forma
coralina. (Puede imaginarse lo que seria la medicina si se siguiese
ocupando de la posesión diabólica o considerando sagrada la epi-
lepsia; hasta no hace mucho consideraban la homosexualidad
como una patología.) Por ello. en iodos los saberes es necesario
distinguir entre su definición aciual y su concepto histórico y, en el
caso del derecho penal. es indispensable establecer la diferencia
entre (a) el derecho penal histórico, como proceso de conocimiento
del saber jurídico referido al poder punitivo, con sus diferentes y
sucesivos horizontes y objetivos políticos (¿Qué fue el derecho
penal de la inquisición. del estado absoluto, de la Revolución Fran-
cesa. etc.?). y (b) la definición del derecho penal actual, como su
momento contemporáneo y su propuesta de futuro inmediato. No
se trata de dos conceptos opuestos. sino de dos perspectivas de
CAPÍTULO 2
La pena como delimitación del derecho penal

§ 7. Leyes penales manifiestas, eventuales y latentes

1 Cada saber o ciencia define las cosas de las que se ocupa, o Horizonte de
proyección y
sea, delimita un ·conjunto de entes (la psicología los fenómenos
sistema de
psíquicos, la biología los biológicos, la sociología los sociales, etc.). comprensión
Esto es lo que se llama universo u horizonte de proyección. Los
entes que son abarcados en ese horizonte de proyección, que en el
caso del derecho penal son leyes y el hecho político del castigo en
sociedad, son interpretados por el respectivo saber (o ciencia) con-
forme a un sistema de comprensión. Pero debe aclararse que den-
tro de un sistema de comprensión existen luchas ideológicas por
monopolizarlo con distinto signo. La comprensión que hace el idea-
lismo filosófico y político (Kant, Hegel, Locke) no es igual, incluso
a veces es lo opuesto, de la comprensión que de los mismos entes
hace el materialismo histórico (Marx, Engels, la Escuela de
Frankfurt), de la misma manera que no es igual la comprensión
liberal del derecho penal (Feuerbach, Ferrajoli en estos días) que
la que hace el fascismo del siglo XX o las doctrinas de seguridad
de las derechas políticas del presente siglo.

Por supuesto que todo esto tiene también cierta clave de po-
der, porque tener un objeto en el horizonte de proyección del propio
saber otorga cierto poder al cultor de ese saber o a la corporación
que se dedica a él (el poder de interpretar el ente, la cosa de la que
se ocupa), especialmente cuando el agente activo en la construc-
ción es la misma autoridad pública. El poder que emerge de la
capacidad por abarcar entes en el horizonte de proyección del
saber no necesariamente tiene que indicar una rf'lación negativa
entre poder y verdad, aunque ese es el rasgo característico de una
gran parte de los saberes.
30 LA PENA COMO DELIMITACIÓN DEL DERECHO PENAL LEYES PENALES t.UN!FIESIAS, EVENTUALES Y UITEi'ffES 31

El derecho El derecho penal, como cualquier saber, también es interpre- 2 bilitan la imposición de penas con otro nombre y otro discur-
penal es
interpretativo tativo, o sea, que interpreta o comprende los entes abarcados en so).
su universo. Este universo del derecho penal, o sea, la materia del
5 Si el derecho penal se ocupase sólo de las leyes penales ma- Leyes penales
derecho penal (lo que éste estudia) está constituida básicamente manifiestas
nifiestas y dejase de lado las latentes, estaria suicidándose y des-
por leyes y, fundamentalmente, leyes penales, o sea, las leyes que y latentes
truyendo el estado de derecho, porque bastaría con cambiarle el
habilitan el ejercicio de poder punitivo. Estas leyes permiten que
nombre a las penas para que el estado pueda usar su poder puni-
en ciertas circunstancias opere el modelo punitivo de decisión de
tivo sin limite alguno. Con el pretexto de que todos somos débiles,
conflictos seüalado en el capitulo anterior, o sea, el que en el ejem-
unos por jóvenes, otros por viejos, otras por mujeres, nos tutelaría
plo del alumno que rompía el cristal en la escuela optaba por la
a todos con "medidas" asistenciales que consistirían en encerrar-
expulsión y hacia imposible la aplicación y acumulación de los
nos en prisiones para protegemos (eso fue lo que sucedió con el
restantes.
derecho penal de los niüos y adolescentes, sometidos a penas por
Las leyes penales Pero las leyes que habilitan poder punitivo no siempre lo di- 3 tiempo indeterminado incluso sin haber cometido delito, todo ale-
no siempre son cen. Hay casos en que esto es patente, pero hay otros en que no gando la necesidad de tutelarlos, protegerlos, cuidarlos, librarlos
expresas
surge con claridad, porque el discurso con que se justifica la ley _. de peligros y de su situación de riesgo). Por ello, el derecho penal
es otro. Pese al desconcierto que provoca este ocultamiento de lo debe ocuparse también de las leyes penales latentes, y frente a
punitivo, en la intuición cotidiana algo se percibe. Son muchas ellas puede hacer dos cosas: (a) o bien reconocer que son penas y
las personas que han sentido el sometimiento a un régimen de que, por tanto, deben cumplirse los requisitos constitucionales
servicio militar obligatorio de modo muy análogo a una prisión; para imponerlas (es el caso de los niños y adolescentes: para cual-
algo parecido es experimentado por muchos de quienes debieron quier medida contra ellos debe sometérselos a un proceso legal
permanecer internados en colegios; en ocasiones, la internación previo); o bien (b) declararlas inconstitucionales y hacer cesar su
de viejos da la misma impresión; no es raro que algún paciente ejecución.
hospitalizado sienta algo parecido. En otros casos se trata de más
6 Sin embargo, las leyes penales no se agotan con las manifies- Leyes
que de mera intuición: respecto de los niños y adolescentes, es eventualmente
tas y latentes, sino que también hay leyes con función punitiva
claro que muy pocas son las diferencias entre un instituto de me- penales
eventual (leyes penales eventuales o eventualmente penales). Es-
nores y una prisión para adultos, por más que a la internación en
tas son leyes que habilitan el ejercicio de un poder estatal o no
los primeros no se le llame pena.
estatal sin funciones punitivas manifiestas ni latentes, no sólo en
Funciones Que las leyes digan o declaren que regulan con un objetivo y 4 el discurso sino tampoco en la realidad, pero del poder que ellas
manifiestas y en la realidad tengan otro resultado es bastante común y no por habilitan surge la particularidad de que, en algunos casos, puede
latentes
mala fe de los legisladores ni siquiera de muchos intérpretes, hacerse un uso o un abuso que lo convierta en poder punitivo.
pues en la mayoría de los casos el fenómeno se produce porque Eso es lo que puede suceder -y con frecuencia sucede- con el
la realidad opera de modo diferente al imaginado. Por ello, desde poder psiquiátrico, el poder asistencial respecto de ancianos, en-
hace mucho tiempo la sociología sabe que es necesario distin- fermos. niños, el poder médico en tratamientos dolorosos o
guir las funciones manifiestas de las instituciones (las declaradas mutilantes, el poder disciplinario cuando institucionaliza o
o expresas) y sus funciones latentes (las que realmente cumple inhabilita, etc. $o!} leyes eventualmente penales todas las que
en la sociedad). Siguiendo este criterio, podemos observar que habilitan la coacción directa policial, que adquiere carácter puni-
hay (a) leyes penales manij1estas (como el código penal, las leyes tivo cuando excede lo necesario para neutralizar un peligro inmi-
penales especiales y las disposiciones penales de leyes no pena- nente o interrumpir un proceso lesivo en curso. (La seguridad
les) y (b) leyes penales latentes que, enunciando cualquier fun- pública exige vigilancia. pero cuando so pretexto de vigilancia se
ción maniflesta no punitiva (pedagógica, sanitaria, asistencial, me detiene sin que haya ningún motivo más que la decisión arbi-
tutelar. etc.), cumplen una función latente punitiva (es decir, ha- traria del funcionario, se me está imponiendo una pena.)
32 LA PENA COMO DELIMITACIÓN DEL DERECHO PENP,L EL DISCURSO PENAL TRADICIONAL Y LA PENA 33

Para qué incluye Las leyes eventualmente penales también forman parte del 7 § 8. El discurso penal tradicional y la pena
el derecho penal horizonte del derecho penal y, en consecuencia, son material para
estas
eventualidades su interpretación. Es necesario precisar con la mayor certeza po-
1 El derecho penal se ocupa de la interpretación de las leyes La pena
sible los momentos punitivos del poder que habilitan, para ex- delimita el
penales; estas leyes habilitan poder punitivo, o sea, penas; por horizonte del
cluirlos, orientando las decisiones de las agencias juridicas que
ende, la diferencia entre leyes penales y no penales finca en que derecho penal
deben hacerlo por vía de habeas corpus, amparos, declaraciones
las primeras habilitan penas. De este modo, resulta que la delimi-
de inconstitucionalidad o acciones internacionales. La incorpo- tgción del campo del derecho penal respecto del resto del derecho
ración de las leyes eventualmente penales al objeto del derecho está siempre referido al concepto de pena. Si no precisamos este
penal es tan evidente, que en algunos casos se requiere la incor- concepto no podremos delimitar el universo del derecho penal
poración formal al control de sus agencias, de modo que sólo los como saber juridico.
jueces puedan decidir cuándo el uso del poder no punitivo que
2 Sin embargo, el horizonte de proyección del derecho penal Todo concepto de
habilitan es legítimo, en razón de la enorme dificultad de determi- pena es un
siempre es problemático, porque justamente no e,'\.iste un concep-
nación. Son muy claros a este ric:specto los casos de la privación concepto del
to más o menos generalizado y pacifico de pena. Qué es la pena y derecho penal
de libertad durante el proceso (la prisión preventiva), aunque no para qué sirve son preguntas que se han respondido y se siguen
haya sido nada eficaz el control judicial en esta materia, como respondiendo de muchos modos diferentes y lo grave es que cada
también el control por vía de habeas COT])US de las facultades del una de esas respuestas, dado que indica un limite y una función
poder ejecutivo en el estado de sitio del art. 23 constitucional (que para el derecho penal, deja de ser una cuestión referida al capítu-
fue ineficaz durante muchos años, permitiendo a este poder im- lo de la pena, para pasar a ser una teoría completa del derecho
poner penas). penal. En efecto: si a partir de cada concepto de pena no se desa-
rrolla una teoría del derecho penal, es decir, todo un discurso
Está claro que el derecho penal no interpreta las leyes pena- 8 juridico penal diferente, es por incoherencia de los penalistas,
El derecho penal
frente a las tres les por simple curiosidad, sino para ofrecer a las agencias juridi- pero no porque no pueda hacerse. Si muchas veces autores que
clases de leyes cas un sistema coherente de decisiones que sirva para acotar Y sostienen conceptos de pena que son incompatibles coinciden en
reducir el poder punitivo. Por ende, no debe pensarse que la in- casi toda la restante teoría del derecho penal, eso prueba la poca
corporación de todas las leyes penales (manifiestas, latentes Y coherencia de la construcción que exponen. Esta incoherencia
eventuales) a su horizonte, persiga decisiones análogas en todos proviene del rasgo sobresaliente del derecho penal histórico y ac-
los casos, sino que éstas deben diferenciarse según lo que, frente tual. que es su tendencia a quedar absorbido completamente por
a la naturaleza de estas leyes, sea más idóneo para alcanzar los la respuesta a cómo penar subestimando la pregunta por el ser
objetivos para los cuales interpreta: (a) en el caso de las leyes (por el qué) de este particular ente social.
penales manifiestas, orientará a las agencias para que limiten la 3 Respecto de la pena se han sostenido (y se sostienen) teorías Teorías positivas
selectividad de la criminalización; (b) tratándose de leyes penales de la pena
positivas. es decir. que creen que el castigo es un bien para la
latentes, la interpretación procurará que los jueces declaren su sociedad o para quien sufre la pena. Se trata de posiciones que
inconstitucionalidad y arbitren lo necesario para la efectiva tutela hacen acto de fe de alguna función manifiesta y en ella fundan la
de los derechos que ese poder punitivo lesiona: (c) y en los casos_..- legitimidad de la pena y de ella deducen una teoría del derecho
de leyes eventualmente penales. procurará que los jueces deter~ penal. Así. se dice que la pena tiene una función de prevención
minen los momentos punitivos ejercidos al amparo de las mis- general (se dirige a quienes no delinquieron para que no lo hagan)
mas. para excluirlos o para proceder como en el caso de las leyes o de prevención especial (se dirige a quien delinquió para que no
lo reitere). lo que presupone que la pena es necesaria porque esa
penales latentes.
función lo es y, además. esa función colorea toda la teoria del de-
r
~
1

34 LA PENA CO:VlO DELI1'll'IACIÓN DEL DERECHO PENAL


EL DISCURSO PENAL TRADICIONAL Y LA PENA 35

recho penal que se deduce a partir de ella: quien sostenga la fun-


Cllalquiera sea la teoria positiva de la pena que se adopte, la co11s-
ción .de prevención general estará apuntando a la gravedad del
trucción del discurso juridico-penal que de esa decisión se deri-
hecho cometido, en tanto que quien se centre en la prevención
va, siempre tiene tres clases de elementos: a) los legitimantes, b)
especial preferirá atenerse al riesgo de reincidencia que haya en
los pautadores y c) los negativos.
la persona.
6 Elementos legitimantes son los que sustentan la misma teo- Elementos
Aunque ninguna El procedimiento de abrazarse a una teoría positiva de la pena 4 legitiman tes
es verdadera, ría positiva de la pena que se elige, o sea que, asignan al poder
para delimitar el campo del derecho penal y para deducir toda su
todos defienden punitivo un efecto social positivo y mediante éste legitiman (racio-
alguna teoría, es tan cómodo que nadie lo pone en duda. En efecto: a par-
nalizan ojustifican) todo el poder criminalizaQte y de control so-
tir de la aceptación de una teoria positiva de la pena se construye
¿·~1-punitivo. (Así, si se afirma que la pena previene intimidando
todo un discurso que puede alcanzar notables niveles de coheren-
para que no se delinca, se deduce que es necesario retribuir
cia (de no contradicción entre sus partes). El único problema -no
talionalmente al que delinque; s!_se sostiene que la pena previene
menor, por cierto- es que no hay ninguna teoría positiva de la
resocializando al delincuente, se deduce que es necesario tratar
pena que sea verdadera (o sea, que todas las teorías positivas de
al que delinque tanto tiempo como sea necesario o conveniente
la pena sonfalsas).
p.9-ra neutralizar su tendencia al delito.)
Es posible que alguna vez una pena cumpla alguna de las
7 Los elementos pautadores se _derivan necesariamente de los Elementos
funciones que le asigna una de las teorias positivas, pero eso no pautadores
legitimantes: son los que determinan cuándo hay delito (es decir,
aut:Jriza la generalización a todo el poder punitivo. Así, el efecto
cuándo puede imponerse una pena) y en qué medida debe hacér-
preventivo de una multa que puede hacer que no estacionemos el
selo (teoría de la cuantificación de la penal,_En general, son los
auto en lugar prohibido, no puede identificarse con el hecho de
que mayor desarrollo doctrinario han alcanzado, porque son los
abstenernos a tomar un arma y matar para robar un auto. Tan
que más interesan desde el punto de vista de la necesidad buro-
extendido está este juicio que nadie duda de alguna de las funcio-
crática de resolver casos concretos y de litigar en los estrados
nes positivas de la pena, aunque no haya acuerdo alguno a su
judiciales. No puede negarse que se deducen de los elementos
respecto. lo que equivale a decir que todos defienden la existencia
legitimantes, porque si se quiere intimidar o crear una sensación
del discurso del derecho penal, aunque disientan en su funda-
de confianza en los que no delinquieron será necesario convertir
mento, utilidad y sentido (todos lo preservan, porque de algún
la lesión sufrida en un motivo para el talión; pero si se quiere
modo se sienten cómodos en él, pero ninguno coincide con el otro
resocializar a un sujeto al que se lo considera con problemas de
acerca de su utilidad, extensión ni sentido). Es como si todos es-
comprensión o de intemalización de las reglas sociales dominan-
tuviesen en el mismo edificio. pero cada uno por una razón distin-
tes, la lesión será sólo un indicio de su personalidad reveladora
ta (uno por los cuadros, otro por el sauna, otro por los libros) y,
de una necesidad de intervención punitiva reeducadora. Necesa-
para colmo. cada uno lo defina de modo diferente (para uno es
riamente, ambas. ideas delA.<:_Hto y los respectivos .•criterios de
una galeria. para otro una casa de baños y para otro una bibliote-
-::uq_ntlf).ca¿ió~- p~I'lalJ1ªb_rár1 de diferir en forma bien opuesta. Si
ca).
lo que int~~~;a es retril:mir, la lesión no .sólo es indispe11sable sino
Los elementos Dada la importancia que se le asigna a las teorias positivas 5 que es el criterio para la pena; si lo que interesa es resocializar, la
de los discursos
jurídico-penales
de la pena y a que suelen trascender al imaginario colectivo por lesión,,es.sólo un indicio y puede ser reemplazado por otros india
efecto de los medios masivos. las criticaremos por separado. para cios, o sea, pierde importancia.
demostrar más cercanamente la falsedad de su generalización.
8 Existe una tercera categoria de elementos. tan dependientes Elementos
Allí ,·eremos que ese es el campo en el que se decide el destino negativos
o deducibles de la primera como de la segunda, que son los ele-
mismo de todo el discurso del derecho penal. Pero por ahora nos
mentos negativos del discurso jurídico-penal. Por lo general se los
interesa destacar otra cuestión: es muy interesante observar que.
pasa por alto precisamente porque suelen tener natur.3-leza, dan:
36 LA PENA COl\!O DELIMITACIÓN DEL DERECHO PENAL
TEORÍAS POSITIVAS DE U\ PENA 37

destina, dado que sujunción es legitimar por omisión todo el po- § 9. Teorías positivas de la pena
der punitivo no manifiesto. De este modo, a partir de la teoría
positiva de la pena adoptada, se !:>Ostiene que el poder que no
responde a esos objetivos no es punitivo (penal) y, por ende, se 1 Hemos afirmado varias veces que todas las teorías positivas Necesidad de
lo deja fuera del derecho penal (de sus garantías y límites), con de la pe~a son falsas y quizá, de la lectura de lo hasta aquí dicho, un excursus
el efecto de que se puede ejercer ilimitadamente, a menudo por pueden deducirse las razones de esta afirmación, aunque puede
las agencias del poder ejecutivo. Así, si la multa no tiene objeto sintetizarse en lo siguiente: la pena no es un bien para nadie ni
intimidatorio, no es cuestión del derecho penal; como no tiene un bien para la sociedad, es un hecho, de los tantos que existen y
objeto resocializador, tampoco es objeto del derecho penal. Esto que demuestran lo irracional de la sociedad moderna. Sin embar-
significa que será administrativa y quedará fuera de las garan- go, la legitimación de la pena es algo que está tan incorporado al
tías penales. Como los niños y adolescentes son tutelados y no equipo psicológico de la sociedad industrial como al discurso de
retribuidos ni resocializados, también quedarán fuera de las ga- los penalistas, que _esJr19i§IJeQS.9cble precisar las razones de la
rantías y limites del derecho penal, al igual que los viejos, que falsedad de estas teorias positivas de la p_eJ1a. La prna como pre-
los manicomializados, que los sometidos a servicio militar, y toda t.endigo bjep sociªles uno de los grandes mitos de un ámbito del
la población o gran parte de ella cuando la pena viene disfrazada sabe:r. en el que predomina el prejuicio y la ignoranciª:
de coacción directa administrativa, que es un hecho común en Si bien puede seguirse la construcción de un edificio y com-
este tiempo y que la lucha contra el terrorismo potenció. prenderse su lógica sin necesidad de averiguar cómo se hizo la
La extrema Los tres elementos de los discursos jurídico-penales tradicio- 9 demolición del que antes ocupaba el mismo terreno, de cualquier
curiosidad manera, siempre es bueno saber por qué el anterior fue conside-
política de los
nales son importantes, pero los más curiosos son los terceros, o
elementos sea, los negativos. En principio, son los que permanecen más ocul- rado inútil y demolido, al menos para no construir otro igualmen-
negativos tos. pues nadie los menciona. En segundo lugar. son políticamen- te inútil. Este párrafo es prácticamente un excursus justamente
te insólitos, pues por regla general, toda corporación que elabora por eso, porque queda al margen del curso constructivo, y no
un discurso trata de legitimar la mayor cantidad de poder propio. porque su lectura y comprensión no sean importantes.
Las disputas de poder son voraces. Pero con el poder de los 2 Desde que las sistematizó Anton Bauer en 1830 hasta la ac- Las llamadas
penalistas no parece pasar lo mismo, sino todo lo contrario: .al tualidad, las teorias positivas de la pena son más o menos las teorías absolutas
o deductivas
élSJOptar falsas funciones positivas de la pena (poder punitivo) le- mismas y se las expone del mismo modo. Tpqªs postulan que
gitiman un ejercicio de poder que no es propio, sino ajeno (de las cumplen una función de defensa de la sociedad. La diferencia
agencias ejecutivas. pues las agencias juridicas no ejercen poder está en que hay unas que pruebari esa fu11ción en forma deductiva,
punitivo sino que únicamente lo pueden contener. por eso la poli- o sea, deduciendo su necesidad de una previa idea de la sociedad
cfa como corporación influyente es más decisiva que la de los Y del .estado. Estas son las llamadas teorías absolutas, como las
jueces y juristas) y, además, mediante los elementos negativos de Kant y Hegel (ver § 66.2, § 72). No hay ningún dato empírico
del discurso. se esfuerzan por dejar fuera de su poder de conten- que las pueda neutralizªr. porque se basan en deducciones. Si se
ción amplios ámbitos de ejercicio del poder punitivo. Esta curiosi- afirma que el estado es el garante externo del imperativo categóri-
dad (que hace de los penalistas la única agencia que trabaja para co, que se mate.rializa mediante la pena taliona!, ésta será necesa~
garantizar el ejercicio del poder ajeno) responde a que los elemen- ria para el estado social, porque de lo contrario se vuelve al estado
tos negativos son útiles para evitarle conflictos. porque le pen11ite de naturaleza precontractual (Kant); si la pena no niega al delito
racionalizar la negativa a inmiscuirse en el ejercicio arbitrario del no podrá reafirmar el derecho, con lo cual el estado desaparece y
poder punitivo de los funcionarios ejecutivos. Es una forma de no se vuelve al estado de naturaleza (Hegel): este tipo de afirmacio-
ejercer poder para conservar uno más débil. nes no puede responderse con ninguna evidencia fáctica. Volve-
remos sobre estos planteamientos más adelante (ver§ 72.7), pero
38 LA PENA COMO DELIMITA.CIÓN DEL DERECHO PENAL LA PREVENCIÓN GENER'I.L NEGATIVA 39

5 _Cabe ?-~':'eltir que hoy casi nadie sostiene cualquiera de es~ La yuxtaposición
baste lo expuesto para afirn1ar aquí que, a diferencia de lo que se
de teorías
suele decir desde Bauer hasta la fecha, las llamadas teorías abso- tas teorías <:n fom1a pura y para obviar su falsedad, se pretende de la pena
luta? son deductivas, pero no constituyen ninguna justificación combinarlas, en la creencia más absurda todavía de que una suma
de la pena en sí misma, sino siempre al servicio de otra cosa, que de varias' proposiciones falsas produce una verdadera. Además
es la defensa social, aunque se la llame de otra manera. esa_2 .uma -requiere Ja mezcla de ..presupuestos filosóficos abso-
lutamente incompatibles, en especial antropológicos (conceptos
Las teorías Las teorías más difundidas son las que desde 1830 se llaman .3 de lo humano) que no pueden compatibilizarse: es igual a querer
relativas relativas, o sea, las que asignan a la pena funciones prácticas y legitimar la pena. cortando páginas sueltas de Darwin, Spencer,
verificables. Existen dos grandes grupos de teorías legitimantes Aristóteles. Platón, Tomás de Aquino, Kant, Hegel y algunos so·
llamadas relativas: (a) las que sostienen que las penas actúan so- ciólogos, y esto cuando la legitimación todavía no ha perdido la
bre los que no han delinquido son las llamadas teorías de la preven- compostura, porque a la hora de legitimar castigo la autoridad no
ción general y se subdividen en negativas (disuasorias, provocan dudó en recurrir a páginas de discursos abiertamente genocidas.
miedo) y positivas (reforzadoras, generan confianza): y (b) las que
afirman que actúa sobre los que han delinquido, llamadas teorías Con semejantes mezclas se obtienen pretendidas fórmulas
de la prevención especial y que se subdividen en negativas combinadas de legitimación de la pena, sosteniéndose que sirve
(neutralizantes) y positivas (ideologías re: reproducen un valor para prevención general. positiva y negativa, y para prevención
positivo en la persona). Por consiguiente, el cuadro general sería especial. también positiva y negativa, y que tamb1én tiene carác-
el siguiente: ter retributivo, o sea, que sirve para todo. Estas yuxtaposiciones
hacen de la pena algo parecido a los tónicos que se venden en
Absolutas
(venganza) Positiva algunos mercados populares, supuestamente útiles para curar
(mantener la cualquier cosa. Pero {;Stas mezclas tie11<:31 un objetivo de poder
fidelidad al (fJráctico) que es permitir a losjueces imponer la pena que quieran
Prevención derecho)
Teorias general con total arbitrariedad. p9rque cuando se usan todos los elemen-
positivas Relativas (la sociedad co- Negativa tos legitimantes y de ellos se deduce la cantidad de pena a impo-
de la pena (funciones mo destinataria) (atemorizar a ner en cada caso, siempre habrá un elemento que sirva como
politicas la población
criterio indicador del mínimo y otro del máximo (si no es necesa-
declaradas) vulnerable)
ria la prevención general. pueden basarse en ella para imponer el
Prevención Positiva mínimo o bien. apelar a la prevención especial para imponer el
especial (socialización) máximo).
(individuo como
destinatario) Negativa
(eliminación
física. neutra-
lización)
§ 10. La prevención general negativa
La critica de Cada una de las teorías abarcadas en estos grupos discursivos 4
cada teoria desde debe someterse a crítica desde dos perspectivas: (a) desde lo que
la realidad y 1 Comenzamos con la prevención general negativa, porque es La disuasión
desde lo político indican los datos sociales respecto de la función asignada (cien- como lógica
la más difundida en la opinión común. aunque sea hoy la menos de mercado
cias sociales) -si es verdad o no según lo que puede verificarse
defendida por la doctrina. _Sostiene_ q1J.e la pena ~e dirigE; a qufenes
empíricamente en la realidad social-; y (b) desde las consecuen-
no delin_quieron para que en el furturo po lo ha,gan. Ello basado
cias de su legitimación para la vida social (política) -como desde el
en la intimidación que produciría la pena sobre el que fue selec-
signiftc,qdo de esta justificación en el plano de las ideas. especial:._
cionado. $e p 9Tt<:_deuna ideadel serhurnano corno erite racional,
mente político-constitucionales-.
40 LA PENA COMO DELIMITACIÓN DEL DERECHO PENAL LA PREVENCIÓN GENERAL NEGA'ITVA 41

que siempre hace un cálculo de costos y beneficios, o sea, que la 4 Es verdad que en casos de delitos de menor gravedad y de Sólo puede ser
contravenciones y faltas administrativas, la crirninalización pri- verdadera para
antropología básica es la misma de la lógica de mercado (así corno algunos ilícitos
alguien hace un cálculo antes de hacer una operación comercial, maria puede tener un efecto disuasivo sobre alguna persona, pero menores y,
se supone que consultaría el código penal antes de matar a su esta excepción_ no autoriza a generalizar su efecto, extendiéndolo además, el efecto
disuasivo lo tiene
cónyuge, para saber cuánto le costará). _3:.r:J:iit.rariamente a toda la criminalidad grave, donde es muy ex-
todo el derecho
cepcional. Por otra parte, esta teoria tiene el serio inconveniente
No intimida Desde la realidad social. puede observarse que la crirninaliza- 2 dé confundir el poder punitivo con todo el poder jurídico y, ade-
porque se dirige
sólo a unos pocos
ción ejernplarizante -al menos respecto del grueso de la delin- más. con todo el valor regulativo de ética social, porque es obvio
torpes cuencia crirninalizada (delitos con finalidad lucrativa)-. siempre g~e el efecto preventivo general no es sólo del derecho .penal,si!1Q_
recaería sobre algunas personas vulnerables y respecto de los que todo el derecho nos disuade de. no actuar antijuridicamente.
delitos que éstas suelen cometer. Pero tampoco esto seria eficaz, Por lo tanto, si pagamos los servicios es para que no los interrum-
porque incluso entre las personas vulnerables y para sus propios pan; si pagarnos el alquiler es para que no nos desalojen; si paga-
delitos burdos y específicos, la crirninalización secundaria juega mos nuestras deudas es para que no nos embarguen; si no faltamos
de modo inverso a la habilidad. Una criminalización que seleccio- a nuestro trabajo es para que no nos despidan o descuenten parte
11a las obras toscas no ejemplariza disuadiendo del delito. sino de del salario, etc. y, por otra parte, s:s..2bvio que si la mayoría de la
la torpeza en su ejecución, pues si no hay cambio de las constan- pob_lsc::ión no comete parricidio, no es p~~q~e la sI11eñs2a penªI
tes sociales dominantes, impulsa el perfeccionamiento cri111i:r:ial los disuade, sino por un conjunto de razones de otro tipo (psicoló-
al establecer un mayor nivel de elaboración delictiva corno regla gicas, culturales, sociales), · ·
de supervivencia para quien delinque. No tiene efecto disuasivo
5 En la práctica, la ilusión de prevención general negativa hace Sus consecuencias
sino estimulante de mayor elaboración delictiva. El desvalor no
que las agencias políticas eleven los mínimos y máximos de las prácticas son
recae sobre la acción por su lesividad, sino por su torpeza; no degradantes
refuerza una pauta ética sino un perfeccionamiento tecnológico. escalas penales. en tanto que las judiciales (atemorizadas ante·
las políticas y de comunicación) impongan penas irracionales a
No disuade en los Respecto de otras formas más graves de criminalidad, el efecto 3 unas pocas personas poco hábiles, que resultan cargando con
casos graves
de disuasión parece ser aún menos sensible: en unos casos SO:f!. iodo el mal social. Se trata de una racionalización que acaba pro-
cometidos por personas invulnerables (cuello blanco, terrorismo poniendo a los operadores judiciales su degradación funcional.
de estado), en otr:os sus autores suelen ser fanáticos que no tie-
6 En el plano político y teórico esta teoria permite legitimw·J.3, Su lógica conduce
neri. en cuenta la amenaza de pena o la consideran un estímulo
a penar con la
(ataques con medios de destrucción masiva indiscriminada), a de pe113:_~ .5iernpr:i:_~ás gravt:~:Yºr:91!e nun_ca }9ggtr:A muerte todos
otros los motivan estímulos patrimoniales muy altos (sicarios,_ la disuasión
---~-A-~;_--·->'<, en una sociedad donde el conflicto social es estruc:-·
¿ - - --- - - - -- , -- --- -- º1os delitos
mercenarios y administradores de empresas delictivas), en otros tural. De este modo, esta. lógtc~ conduce -corno observó Bettiol- a
porque sus autores operan en circunstancias poco propicias para la pena de muerte para todos los delitos, pero no porque con ella
especular reflexivamente s9bre la amenaza penal (la mayoría de s:~l?gre la disu.as-ión, sino porque agota el catálogo de rnaíes cre-
los homicidios dolosos) o porque sus motivaciones son fuerte- cientes rnn que se puede amenazar. Por otra parte, el grado de
mente patológicas o brutales (violaciones, corrupción de niños, dolor que debe infligirse a una persona para que otra sienta mie-
etc.). Las únicas experiencias de efecto disuasivo del poder puni- do no depende de la tolerancia del que lo padece sino de la capa-
tit;o que se pueden verificar son los estados de terror, con penas cidad de atemorizar a los otros. Por ello, debe convenirse en que,
crueles e indiscriminadas, que conllevan tal concentración del en esta perspectiva, las penas deben aumentar en razón directa a
poder que los operadores de las agencias pasan a detentar el la frecuencia de los hechos por los que se imponen y viceversa. La
monopolio del delito impune. aniquilan todos los espacios de pena no debiera guardar ninguna relación con la gravedad· del
libertad social y suprimen o neutralizan a las agencias judicia- 6ééEo cometido, sino que su medida debiera depender de hecho_s
les. ajenos. Corno en las crisis económicas recurrentes tienden a au-
42 LA PENA C01'l0 DELI1'llTACIÓN DEL DERECHO PENAL LA PREVENCIÓN GENERAL POSITIVA 43

111entar los d.elitos contra la propiedad, deberían aumentarse las .. el dominio de las creencias de las personas sobre una parte de la
penas para los más perjudicados y llegar a penar más el robo que realidad social.
el homicidio. En cualquier caso la lógica de disuasión intimidatori-á 2 E§ü:!_:teoría se?,poya en más datos reales que la anterior. Para La función de la
propone una clara utilización de la persona como medio o instru- ~!.a, una persona sería criminalizada porque de ese modo tran- pena seria
.mento del estado para sus fines propios: la persona humana que- sostener
quiliza la opinión pública. Aunque no dice que esa opinión públi- una ilusión
da convertida en una cosa a la que se hace sufrir para atemorizar-- ca es alimentada a base de un considerable empobrecimiento
a otra. material y cultural que produce sistemáticamente la misma so-
Con la retribución Para no llegar a la pena de muerte para todos los delitos, -para 7 ciedad que la prevención positiva legitima. De todos modos cons-
,.- . """--·

se limita la evitar las penas desmesuradas en delitos leves pero socialmente tituye un fuerte sinceramiento acerca de la función de la pena y
disuasión pero a por eso la única posición que demuestra no ignorar completa-
costa de reiterados. para no alterar tan brutalmente la escala de valores
contradicción jurídicos (penando más a quien atente contra la propiedad qi¿<:_§:_ mente la realidad social:-~ª no :>2::Vt:J?e!~() debe hacerse creer ..
quien lo haga contra la vida) y para no hacer tan evidente la utili- que sí lo hace P~!.§:J;iJen de .la soci.ed<1d.Y 1ª. so_ciecladcree esto
zación y cosificación de la persona, los partidarios del discurso de- co_1110 re?1:;ltado de. un pr:ejµicio intimida_torio.-Donde radicalmen-
disuasión tratan de limitar la medida de la pena pidiendo en pies::-- te falla esta posición es en la absur:da creencia, muy extendida,
tamo la retribución del derecho privado. Con ello entran en contra- de que existe una opinión publica petrtficada, "natural", no sujeta
dicción insalvable cuando la retribución no alcanza para disuadir a las mudanzas sociales o al avance a los saltos, de una mayor
(ninguna pena alcanza) y, por cierto, la continuación de los deH- cultura que denuncia cualquier idea positiva de la pena como un
tos en la sociedad demuestra que jamás es suficiente. momento de tragedia en la historia de la vida humana, aunque
los medios masivos realizan un sistemático esfuerzo por neutrali-
zar o minimizar sus efectos.

Una consecuencia de la prevención general positiva: como


.,/,;:;:;::_;,_-~,---,·--··-···
§ 11. La prevención general positiva --' ' ''

los cnmenes de cuello blanco no alteran el consenso mientras no


sean percibidos como conflictos delictivos, su criininalización no
tendría sentido. En la práctica, se trataría de una ilusión que se
Reforzarla Ante lo insostenible de la tesis anterior, en las últimas déca- 1 mantiene porque la opinión pública la sustenta, y que conviene
confianza en el
das ~ ]1a preferi_do asignarle al poder puniüvo la fu~ción de _pr:t:::.• seguir sosteniendo y reforzando porque con ella se sostiene el
sistema penal
vención general positiva: produciría un efecto positivo §,QlJr_<:_~ sistema social (el poder).
no c_ri_IT1jr1alizados, pero no para disuadidos mediante la intimi.dª=-
ción, sino como valor simbólico reforzador de su con.flilllZa en el 3 No es posible afirmar que la criminalización del más torpe. Produce consenso
mostrada como tutela de los derechos de todos, refuerce los valo- pero garantiza la
sistema social en general JY_!:_T!:__el sistema penal eri particular). Se impunidad de
reconoce que el poder punitivo no cura las heridas de la víctima, res jurídicos: es verdad que provoca consenso (en la medida en los corruptos
ni siquiera retribuye el daño, sino que hace mal al autor, pero se que el público lo crea}, pero no porque robustezca los valores de
afim1a que este mal debe entenderse como parte de un proceso quienes siguen cometiendo ilícitos impunes en razón de su invulne-
comunicativo (o ideológico. porque impone la creencia de que la rabilidad al poder punitivo, sino porque les garantiza que pueden
pena es un bien para la estabilidad social o del derecho). El delito seguir haciéndolo, porque el poder seguirá cayendo sobre los me-
seria una suerte de mala propaganda para el sistema, y la pena nos dotados (los más torpes o brutos). El consenso entre quienes
sería la forma en que el sistema hace su publicidad neutralizante, ejercen poder· dentro de una sociedad no se produce porque les
o sea que las agencias del sistema penal se irían convirtiendo en refuerce valores que niegan, sino porque les fortalece su impuni-
agencias publicitarias de lo que es necesario hacer creer para que dad ante el poder punitivo. En la práctica, esta teoría conduce a la
una sociedad basada en el conflicto no cambie. _E_s una lucha por legitimación de los operadores politicos que falsean la realidad y
44 L:\ PEN.-\ CO:S,10 DELE\l!T,\CIÓN DEL DERECHO PEN.-\L L.-\ PREVENCIÓN GENER>\L POS!Tf\lA 45

de los de comunicación que los asisten (relación de cooperación selectividad del poder, por la violencia social, etc., será necesario
por coincidencia de intereses entre operadores de diferentes agen- un enorme esfuerzo para crear confianza en él, y para ello no de-
cias del sistema penal) y de los corruptos que gozan de impuni- biera dudar en apelar a criminalizaciones eventualmente atroces y
dad. a condición de que la población crea en esa falsa realidad y a medios de investigación inquisitorios, con tal que proporcionen
no requiera otras decisiones que desequilibrarian el sistema. Se resultados ciertos en casos que, por su visibilidad, preocupan por
renu.eva el despotismo ilustrado en nuevos términos: la tirar1fa<11J~ sus posibles efectos desequilibrantes. La tendencia será a privile-
Hobb.es mostraba como aceptable ante el fantasma del caos,__~§ giar la supuesta eficacia en los casos muy visibles y a eliminar
¡_-e,ep_::plazada por el engaño comunicacional del que se cree. tam- cualquier consideración acatante, desentendiéndose de los demás
bién falsamente, solución al desequilibrio y quiebra del sistema. casos que no son promocionados por la comunicación. En buena
Creer en una pena que no sin·e puede que sea bueno para que el medida, las teorías acerca de la prevención general positiva descri-
sistema funcione. pero ello no significa de ningún modo que eso ben datos que corresponden a lo que sucede en la realidad, por lo
que resulta sea lo ··normar·. la normalidad a la que se aspira ha- cual sujalla más notoria es ética, porque legitiman lo que sucede. por
ciendo creer que la pena sirve de algún modo. EJ.<:tere_<;l19 penal se el mero hecho de que lo consideran positivo para que nada cambie,
0

convierte en un mensaje meramente difusor de ideologías falsas. llamando sistema al statu qua y asignándole valor supremo.
pero que son útiles al sistema.
6 La prevención general positiva a que nos referimos es soste- La llamada
etización del
Se debe penar lo Desde lo teórico la criminalización seria un símbolo que se 4 nida con base en la sociología o concepción sistémica de la so- derecho penal
conocido y usa para sostener la confianza c11 el sistema. de modo que tam- ciedad, pero fue precedida por otra, en el marco de una etización
mantener impune
lo que no se bién mediatiza (cosifica) a una p( rsona. utilizando su dolor como del discurso penal (\Velzel). Esta versión etizante de la preven-
conoce símbolo, porque debe priorizar el sistema a la persona, tanto del ción general positiva pretende que el poder punitivo refuerza los
autor como de la victima. Las categorías de análisis jmidico se valores éticosociales (es decir, el valor de actuar conforme al
vaciarían. pues el sistema seria el único bien jurídico realmente derecho), mediante el castigo a sus violaciones. Si bien se soste-
protegido; desarrollado coherentemente. este pensamiento debiera nía que con ello también protegía bienes jurídicos (dado que el
concluir que el delito no seria un conflicto que lesiona derechos. fortalecimiento del valor que orienta la conducta conforme al
sino cualquier conducta que lesione la confianza en el sistema. derecho disminuye la frecuencia de las acciones que lo lesio-
aunque no afecte los derechos de nadie. El derecho penal funda- nan), la función básica seria la primera: el fortalecimiento de lq
do en esta teoría debería proponer a las agencias judiciales que concienciajurídica de la población. Ambas se combinaron en la
impongan penas por obras delictivas toscas, porque se conocen y fórmula según la cual, la tarea del derecho penal sería la protec-
por eso lesionan la confianza en el sistema social, pero que se ción de bienes jurídicos mediante la protección de valores de ac-
abstengan de hacerlo en los casos que no se conocen. que es lo ción socioéticamente elementales. Esta función explicaría que la
que en la práctica sucede. La medida de la pena para este derecho violación a los deberes impuestos por los valores más primarios
penal seria la que resulte adecuada para renormalizar el sistema o elementales (abstenerse, por ej., del parricidio) requieran pe-
produciendo consenso (tranquilizando a la gente). aunque el gra- nas más severas y viceversa.
do de su desequilibrio no dependa de la conducta del penado ni El poder punitivo
7 En la práctica, los valores éticosociales se debilitan cuando el
de su contenido injusto o culpable, sino de la credulidad del res- se corrompe
poder jurídico se reduce y las agencias del sistema penal amplían y no refuerza
to.
su arbitrariedad (y a su amparo cometen delitos), siendo el poder ninguna ética
Legitima Si bien no lo admiten los defensores de esta teoría (que para 5 punitivo el pretexto para cometerlos. Tampoco refuerza los valo-
la realidad evitarlo acuden a coc/ctaiLs con otras que la limitan), lo cierto es res sociales la imagen bélica que siembra la sensación de insegu-
para que
nada cambie que la lógica de la prevención general positiva indica que, cuando ridad para que la opinión exija represión y, por ende, mayor poder
un sistema se halle muy desequilibrado por sus defectos, por la descontrolado para las agencias ejecutivas (y menor poder !imitador
injusticia distributiva. por las carencias de la población, por la para las agencias jurídicas).
í 46 LA PENA COMO DELIMI1ACJÓN DEL DERECHO PENAL
LA PREVENCIÓN ESPECIAL POSITIVA 47

La lesividad En el plano teórico, cabe deducir que para esta versión etizante 8
pierde gumento en su favor la necesidad de sostenerlas para no caer en
la esencia del delito no fincaría tanto en el daño que sufren los
importancia un retribucionismo irracional, que legitime la conversión de las
bienes jurídicos, como en el debilitamiento de los valores
cárceles en campos de concentración. Los riesgos de homicidio y
éticosociales (la conciencia jurídica de la población), de lo cual lo
suicidio en prisión son más de diez veces superiores a los índices
primero seria sólo un indicio. Esto tiene el inconveniente de que
de la vida libre, en una violenta realidad de motines, violaciones,
se remite a una lesión que no es posible medir y, al independizar
corrupción, carencias médicas, alimentarias e higiénicas y difu-
cada vez más la lesión de bienes jurídicos de la lesión ética, se
sión de infecciones -algunas mortales-, con más del cincuenta
abre la puerta para la negación del principio de lesividad (ver
por ciento de presos preventivos. De este modo la prisionización
§ 32.1 y ss.), pues se conservaría sólo por razones formales. En
asume la forma de pena corporal y eventualmente de muerte,
último término tiende a la retribución de una vida desobediente al
impuesta la mayor parte de las veces sin sentencia condenatoria,
estado, es decir, no a reprimir un hecho sino una personalidad
lo que lleva hasta la paradoja la imposibilidad estructural de la
contraria a una ética que al estado le parece la única correcta.
teoría.

3 Como este discurso considera a la pena como un bien para La pena no


reconoce
quien la sufre. oculta su carácter penoso y llega a negarle incluso
medida
§ 12. La prevención especial positiva su nombre. reemplazándolo por sanciones y medidas y otros eufe-
mismos. Si la pena es un bien para el condenado, su medida será
la necesaria para realizar la ideología re que se sostenga y no
La Desde hace mucho tiempo se pretende legitimar el poder pu- 1 requerirá de otro límite. El delito seria sólo un síntoma de inferio-
prisionización nitivo asignándole una función positiva de mejoramiento sobre el ridad que indicaría al estado la necesidad de aplicar el benéfico
no puede
mejorar a nadie propio infractor. En la ciencia social hoy está demostrado que la remedio social de la pena. Por ello, estas ideologías no pueden
criminalización secundaria deteriora al criminalizado y más aún reconocer mayores limites en la intervención punitiva: el estado,
al prisionizado. Se conoce el proceso interactivo y la fijación de rol conocedor de lo bueno. debe modificar el ser de la persona e im-
que conlleva requerimientos conforme a estereotipo y el efecto ponerle su modelo de humano.
reproductor de la mayor parte de la criminalización. Se sabe que
4 Como la intervención punitiva es un bien, no seria necesario Tampoco es
la prisión comparte las características de las demás instituciones necesario
definir muy precisamente su presupuesto (el delito), bastando una
totales (manicomios, conventos, cuarteles, etc.) y se coincide en definir bien
indicación orientadora general, como sucede con las prescripcio- el delito
su efecto deteriorante. Se conoce su efecto regresivo, al condicio-
nes médicas. De igual modo, en el plano procesal no seria necesa-
nar a un adulto a controles propios de la etapa infantil o adoles-
rio un enfrentamiento de partes. dado que el tribunal asumiría
cente y eximirle de las responsabilidades propias de su edad
una función tutelar de la persona para curar su· inferioridad. La
cronológica (ver § 3.13). Frente a esto no es sostenible que sea
analogía legal y su correlato procesal -el inquisitorio- serian ins-
posible mejorar condicionando roles desviados y fijándolos me-
tituciones humanitarias que superarían los prejuicios limitadores
diante una institución deteriorante, donde su población es entre-
de legalidad, acusatorio y defensa, que perderían sentido como
nada en el recíproco reclamo de esos roles.
obstáculos al bien de la pena, que cumpliría una función de de-
Ideologías "re" Se trata de una imposibilidad estructural que hace irrealiza- 2 fensa social al mejorar las células imperfectas del cuerpo social,
ble todo el abanico de las ideologías re (resocialización, reeducación, cuya salud -como expresión de la de todas sus células- es lo úni-
reinserción, repersonalización, reindividualización, reincorpora- co que en último análisis interesaría. Es claro que, con este discur-
ción, etc.). Estas ideologías se hallan tan deslegitimadas frente a so, el estado de derecho es reemplazado por un estado de policía
los datos de la ciencia social, que hoy suele esgrimirse como ar- paternalista.
48 LA PENA COMO DELIMITACIÓN DEL DERECHO PENAL DERECHO PENAL DE AUI'OR Y DE ACTO 49

§ 13. La prevención especial negativa § 14. Derecho penal de autor y de acto

Eliminación de Para la prevención especial negativa la pena también opera 1 1 Las teorías legitimantes de la pena (del poder punitivo) son La relación
incorregibles teorías del derecho penal, de modo que su clasificación puede del delito
sobre la persona criminalizada, pero no para mejorarla sino para con el autor
neutralizar los efectos de su inferioridad, a costa de un mal para reordenarse desde cualquiera de sus consecuencias, pudiendo
hacerse desde la esencia del delito, en razón de las diferentes
la persona. pero que es un bien para el cuerpo social. En general
concepciones de la relación del delito con el autor. En esta clave,
se la promueve en combinación con la anterior: cuando las ideo-
en tanto que para unos (a) el delito es una infracción o lesión
logías re fracasan, se apela a la neutralización y eliminación de
jurídica, para otros es (b) el signo o síntoma de una inferioridad
los incorregibles. En la realidad social. como las ideologías re fra-
moral, biológica o psicológica. Para los primeros, el desvalor se
casan, la neutralización no es más que una pena atroz impuesta
agota en el acto mismo (lesión); para los segundos, el acto es sólo
por selección arbitraria. Sin duda tienen éxito preventivo espe-
una lente que permite ver una característica del autor en la que
cial: la muerte y las mutilaciones son eficaces para impedir con-
se deposita el desvalor. El conjunto de teorías que comparte este
ductas posteriores del mismo sujeto o las que éste realizaba con criterio último configura el llamado derecho penal de autor, por
el miembro amputado. oposición al primer criterio. que es el del llamado derecho penal
Pena no es A nivel teórico para el liberalismo jurídico y politico resulta 2 de acto.
impedimento incompatible la idea de una sanción jurídica con la creación de un
físico 2 El derecho penal de autor imagina que el delito es síntoma de Espiritualistas
puro obstáculo mecánico o físico, porque éste no motiva el compor- un estado del autor, siempre inferior al del resto de las personas y materialistas
tamiento sino que lo impide, lo que lesiona el concepto de persona consideradas normales. Este estado de inferioridad puede soste-
(art. 1 º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y nerse desde el espiritualismo o desde el materialismo mecanicista.
art. 1 ºdela Convención Americana). cuya autonomía ética le per- Para los espiritualistas tiene naturaleza moral y, por ende, se tra-
mite orientarse conforme a sentido. Por ello, cae fuera del concepto ta de una versión secularizada de un estado de pecado jurídico, en
de derecho, al menos en nuestro actual horizonte cultural. Al igual tanto que para los otros es de naturaleza mecánica y. por ende, se
que en el discurso anterior -del cual es complemento ordinario- lo trata de un estado peligroso.
importante es el cuerpo social, o sea que responde a una visión
3 Para los espiritualistas el ser humano incurre en delitos (des- El estado de
corporativa y organicista de la sociedad, que es el verdadero objeto pecado penal
viaciones) que lo colocan en estado de pecado penal. Esta caída se
de atención, pues las personas son meras células que. cuando son
elige libremente, pero cuanto más permanece en ella e insiste en
defectuosas y no pueden corregirse. deben eliminarse. La caracte- su conducción de vida pecaminosa, más dificil le resulta salir y
rística del poder punitivo dentro de esta corriente es su reducción menos libertad tiene para hacerlo. El delito es fruto de este esta-
a coacción directa administrativa: no hay diferencia entre ésta y la do, en el cual el humano ya no es libre en acto, pero como fue libre
pena, pues ambas buscan neutralizar un peligro actual El delin- al elegir el estado, continúa siendo libre en causa, porque quien
cµente es un animal peligroso que anda suelto y es necesario dete- eligió la causa eligió el efecto, conforme al principio versan in re
ner, incluso antes de que cometa cualquier delito. ¿No se hace lo íllicita. Por ende, se le reprocha ese estado de pecado penal y la
mismo si se escapa un león del zoológico? Creemos que no: por lo pena debe adecuarse al grado de perversión pecaminosa que haya
general el león tiene un valor económico considerable y, además, alcanzado su conducción de vida. El delito no es más que el signo
suele encontrar más defensores. Por ello su vida está más protegi- que revela la necesidad de que el sistema penal investigue y re-
da que la de un adolescente con caracteres estereotípicos en el proche toda la vida pecaminosa del autor. No se reprocha el acto
suburbio de cualquier gran ciudad latinoamericana. sino la e.xistencia de la persona. o sea, no lo que ésta hizo sino lo
que se supone que es.
1 50 LA PENA CO~!O DELIMITACIÓN DEL DERECHO PENAL

El mecanicismo
neutralizan te
Para el derecho penal de autor con base mecanicista el delito 4
LAS PENAS POR NO DELITOS

acusación y, por ende, (e) separa las funciones del acusador, del
defensor y del juez (acusatorio). Aunque ninguno de estos princi-
51

es signo de una falla en un aparato complejo, pero que no pasa de


ser una complicada pieza de otro aparato mayor, que seria la so- pios se cumple estrictamente, no cabe duda que las agencias ju-
ciedad. Esta falla del mecanismo pequeüo importa un peligro para rídicas que los asumen deciden con menor irracionalidad y vio-
el mecanismo mayor, es decir. indica un estado de peligrosidad. lencia que el resto.
Las agencias jurídicas constituyen aparatos mecánicamente de-
terminados a la corrección o neutralización de las piezas falladas.
Dentro de esta corriente ni los criminalizados ni los operadores
judiciales son personas, sino cosas complicadas, destinadas unas § 15. Las penas por no delitos
por sus fallas a sufrir la criminalización y otras por sus especiales
composiciones a ejercerla. Se trata de un juego de parásitos y
leucocitos del gran organismo social, pero que no interesan en su 1 Se supone que las penas se aplican a quienes cometieron Personas
delitos y por el delito cometido. Pero el poder punitivo no tiene molestas
individualidad, sino sólo en razón de la salud de éste.
límites y, por ende, quiso ir más allá y aplicarlas también a perso-
La degradación En ambos planteas se degrada, por supuesto, a la victima, 5 nas molestas, aunque no hubiesen cometido ningún delito o que
del juez que para nada es tenida en cuenta, y se degrada también al el delito cometido ya hubiera sido penado. Dicho de otra manera:
criminalizado como ser inferior (inferioridad moral: estado de pe- las personas que mo:estan con ciertafrecuencia a las burocracias
cado; inferioridad mecánica: estado peligroso). pero suele pasarse deben ser eliminadas. Esta eliminación se practicó desde que las
por alto que también se degrada al juez. pues en un caso se le burocracias existen, en ocasiones matando a los molestos. Desde
propone su autopercepción como procurador de una omnipoten- que la mayoría de la población se concentra en ciudades (siglo
cia que interviene en las decisiones existenciales de las personas XIX), las personas molestas para la policía y demás burocracias
(algo así como un poder divino); y, en el otro, como un leucocito estatales son las que alteran el paisaje urbano (la disciplina de las
(semejante a un poder impersonal de la naturaleza). En su cohe- ciudades). (a) Ante todo, los locos y lunáticos, por su comporta-
rencia completa, el derecho penal de autor parece ser producto de miento imprevisible, que deben ser recluidos en una prisión espe-
un desequilibrio deljuicio crítico deteriorante de la dignidad huma- cial para ellos (manicomios). (b) Luego, molestan los que cometen
na de quienes lo padecen y también de quienes lo practican. pequeüos delitos en forma reiterada, porque las penas son bre-
ves; (c) pero también molestan los que cometen algunos delitos no.
El derecho penal A la inversa del derecho penal de autor en sus dos versiones, 6
de acto y tan leves, porque se amontonan en las cárceles, donde no hay
el derecho penal de acto concibe al delito como un conflicto que
sus ventajas lugar y provocan motines y se mueren masivamente, lo que no es
produce una lesión jurídica, provocado por un acto humano como
tolerable a la sensibilidad moderna. Por eso quienes cometieron
decisión autónoma de un ente responsable (persona) al que se le
delitos deben ser eliminados, mandándolos lejos, bien lejos, a las
puede reprochar. Si bien no puede legitimar la pena, porque la
colonias (Australia, la Isla del Diablo). (d) Finalmente, en la ciu-
retribución del reproche se deslegitima éticamente frente a la inevi-
dad molestan los que son sospechosos pero no se les pueden pro-
table selectividad del poder punitivo, tiene incuestionables venta-
bar delitos. Estos son el conjunto que se llamó en su tiempo mala
jas sobre el anterior: así, (a) requiere que los conflictos se limiten
vida: prostitutas, jugadores, gays, tóxicodependientes, ebrios, cu-
a los provocados por acciones humanas (nullum crimen sine con-
randeros, desempleados, etc. A su respecto debía darse amplia
ducta), (b) exige una estricta delimitación de los mismos en la
potestad a la policía para que dispusiese de ellos.
criminalización primaria, porque no reconoce ningún delito natu-
ral (nullum crimen sine lege) y (c) la culpabilidad por el acto opera 2 Para penar a las personas molestas que no cometen delitos (o Penas sin delito
como límite de la pena (nullum crimen sine culpa). (d) En el plano para las personas
por delitos que ya han sido penados), lo primero que se hizo fue
molestas
procesal exige un debate de partes ceüido a lo que sea materia de cambiarle el nombre a las penas que se les destinaron, que fue-
52 LA PENA COMO DELIMITACIÓN DEL DERECHO PENAL LAS PENAS POR NO DELITOS 53

ron llamadas medidas de seguridad (también, últimamente, me- neutralizantes, ejecutándose en ese orden. (b) El llamado sistema
didas de tratamiento, corrección y educación). Estas penas vicariante, que impone penas retributivas a los imputables y pe-
(rebautizadas corno medidas) se clasifican en la doctrina domi- nas neutralizantes (medidas) a los inimputables, pero en algunos
nante en (a) medidas para inimputables <::u.ando se destinan a lo- casos pemlite que las neutralizantes (medidas) reemplacen (vi.ca-
cos y lunáticos; (b) posdelictuales cuando se destinan a quienes rien) a las retributivas. (c) No falta un sistema combinado -que es
cometieron delitos, pero no por los delitos cometidos sino por las más incoherente y peligroso aún- que mezcla los dos anteriores:
molestias que les causan a la burocracia, y (c) predelictuales cuando en algunos casos permite que las penas neutralizantes (medidas)
están dirigidas contra la gente sospechosa. Con las primeras se reemplacen (vi.carien) a las retributivas y, en otros, impone conjun-
eliminan los locos de la calle, con las segundas se ahorra el traba- tamente ambas. Fue el sistema adoptado por el llamado código
jo de perseguir a rateros y se vacían las cárceles y, con las terce- penal tipo latinoamericano, como producto de la confusión rei-
ras. se abre una enorme fuente de explotación que degrada al nante en la década de los aüos sesenta.
sistema penal (estado) a la condición de partícipe en los benefi-
5 Las penas predelictuales (por no delitos) para sospechosos Las penas
cios de la prostitución, el juego y otras actividades análogas. predelictuales
están hoy sumamente desacreditadas, pero tuvieron su época de
La mezcla Para legitimar estas penas por no delitos fue necesario un 3 oro en la primera mitad del siglo XX, siendo introducidas en mu-
antropológica enorme esfuerzo discursivo, que tuvo singular éxito entre políticos chas legislaciones. Su último renacimiento fue en 1a Espaüa fran-
y autores de códigos, aunque no pueda decirse lo mismo respecto quista en 1970. En la legislación argentina no existen, puesto que
de su coherencia ideológica, desde cuyo punto de vista constitu- no se sancionaron los proyectos que en los aüos v~inte pretendían
yen una serie de disparates. Como si no fuera poco legitimar el criminalizar la mala vida o el llamado estado peligroso sin delito,
poder punitivo con teorías falsas, o sea, enunciar falsas teorías pero su función fue asumida por las atribuciones de la policía en
del derecho penal (ver § 9) y preparar con ellas un cocktail para materia contravencional, suprimidas en varias provincias pero sub-
conseguir una fórmula que garantice la arbitrariedad judicial, se sistentes en otras (ver § 46).
mezcló también el derecho penal de autor en sus dos versiones,
6 Las penas (medidas) posdelictuales, son penas que se impo- Las penas
pretendiendo retribuir el pecado y, al mismo tiempo, neutralizar posdelictuales
nen en razón de características del autor que no guardan relación
la peligrosidad del sujeto, sin preocuparse si en el fondo se están se fundan en
con la culpabilidad del acto ni con el contenido del injusto del tipos de autor
usando dos ideas filosóficas de lo humano (dos antropologías) que
delito. Mediante un simple cambio de denominación, se eluden
son incompatibles. Exp_resado en forma grotesca pero no exagera-
todas las garantías y límites del derecho penal, por lo cual, con
da, puede decirse que el penalismo no se conformó con legitimar
toda razón, se ha denominado a esta alquimia como "embuste de
las penas por delitos, sino que también lo hizo respecto de las
las etiquetas". Se imponen en razón de tipos normativos de autor,
penas por no delitos, para lo cual no dudó en mezclar a Aristóteles
que suelen denominarse reincidentes, habituales, profesionales,
con Darwin sin desmentir a ninguno.
incorregibles, etc. En general, violan también la prohibición de
Los sistemas Esta mezcla llegó a la legislación positiva con los llamados 4 doble condena y de doble punición. El código penal prevé como tal
pluralistas sistemas pluralistas, que establecen junto a las penas para delitos la multirreincidencia en el art. 52, en forma de reclusión accesoria
(retributivas) otros castigos por no delitos (neutralizantes) a los por tiempo indeterminado. Como la Argentina nunca tuvo colo-
que, como vimos, llaman medidas y hasta pretenden que son ad- nias, la deportación se practicaba en Ushuaia, y el art. 52 vigente
ministrativas. Estos sistemas son los siguientes: (a) El llamado se origina en una copia de la ley de deportación francesa a la
sistema de la doble vía (código italiano de 1930, uruguayo de 1933, Guayana. Cerrada la cárcel de Ushuaia en 1947, quedó la pena
brasileüo de 1940) divide a los humanos en cuerdos y locos, e de deportación establecida hasta hoy (ver§ 279.2). Si bien el códi-
impone penas retributivas a los cuerdos (imputables) y penas neu- go penal nunca le dio el nombre de medida a la pena francesa de
tralizan tes (medidas) a los locos (inimputables), pero en ciertos deportación, en la vieja ley penitenciaria nacional (art. 115) se le
casos se imponen a los imputables (cuerdos) penas retributivas y otorgaba ese nombre, respondiendo a la ideología positivista
54 LA PENA COMO DELIMITACIÓN DEL DERECHO PENAL
HACI,\ UN CONCEPTO NEGATIVO Y AGNÓSTICO DE U\ PENA 55

que trató de disfrazar su carácter. Es inconstitucional por su nes, según las circunstancias, lo que lo hace un fenómeno muy
manifiesta irracionalidad, debida a que (a) excede la medida del complejo. pero ninguna de ellas es solución del delito o garantiza
injusto y de la culpabilidad del acto (ver§ 40), (b) viola el non bis una sociedad "estable".
in ídem y (c) responde a un tipo de autor.
2 Si las teorias positivas que se han fommlado en el campo jmi- Nadie sabe
Las penas para Las llamadas medidas de seguridad para las personas inca - 7 dico ignorando los datos sociales son falsas y, si a partir de éstos se cuáles son las
inimputables paces de delito que protagonizan un conflicto criminalizado -par- funciones
obsenra una complejidad tal que hace imposible enunciar una teo- de la pena
ticularmente cuando se trata de una internación manicomial-, ria. la conclusión es que no se sabe cuál es la función del poder
implican una privación de libertad por tiempo indeterminado, que punitivo . Efectivamente: hay datos parciales, algunas veces sirve
no difiere de una pena más que en su carencia de límite máximo para unas cosas. otras para otras (hace pelear a los excluidos y
y, por ende, por la total desproporción con la magnitud de la le- marginados. con lo cual los mantiene distraidos; pem1ite sacarse
sión jurídica causada. Así lo entendieron los códigos liberales del de encima a algún enemigo poderoso retirándole cobertura en cier-
siglo XIX y, por ello, no las establecían, o bien, cuando lo hacían, to momento; renormaliza situaciones desnom1alizadas a través de
era sólo para suplir lo que hoy, en cualquier caso de dolencia la entrega de diplomas de víctimas; proporciona votos a los políti-
mental grave, debe corresponder al juez civil en función de dispo- cos; es fuente de recursos extrapresupuestarios para las agencias:
siciones de derecho psiquiátrico. La agresividad de un paciente permite subir el precio de lo prohibido cuando se lo encara
mental no depende del azar de la intervención punitiva, sino de empresarialmente; puede ser útil para eliminar disidentes: tran-
características de la enfermedad que debe valorar el juez civil en quiliza a la opinión pública; permite montar industrias de seguri-
cada caso. Dado que la internación de pacientes agresivos se ha- dad; etc.). De cualquier manera la multiplicidad de funciones hace
lla legalmente regulada, no se explica una regulación diferente imposible su definición positiva y, además, como buena parte de
para quienes son objeto del poder críminalizante, como no sea en sus funciones reales (engañar a la población. función latente) no
función de una pena que, como se impone por via de la selectivi- son éticamente positivas (y otras veces son ellas mismas crimina-
dad punitiva, resulta arbitraria. El código penal las establece en les), en caso de alcanzarse esa definición positiva no seria apta
el art. 34 (ver§ 207). para ser incorporada al discurso juridico-penal (no podria el esta-
do asumir como propia una definición según la cual el poder puni-
tivo se caracterizara por su utilidad para eliminar disidentes, neu-
tralizar excluidos y proveer recaudación ilícita).
§ 16. Hacia un concepto negativo y agnóstico de la pena
3 Todo esto nos indica que el concepto de pena útil al derecho Necesidad de
construir un
penal no se puede obtener de modo positivo (es decir, a partir de concepto negativo
No se puede Hasta aquí hemos visto que ninguna de las teorias positivas 1 sus funciones reales, que en buena medida son desconocidas y y agnóstico
construir un las conocidas son altamente complejas y mutables y a veces de- de pena
de la pena. es decir, de las que creen que pueden definir la pena
concepto positivo
sobre las por sus funciones fue verificada en la realidad social. Sin embar- lictivas), sino que la incorporación de estos datos al campo juridi-
funciones go, podrían pensarse todavía otras teorías positivas de la pena, si co-penal nos impone la necesidad de construir un concepto negativo
verificadas por de pena, obtenido por exclusión y, al mismo tiempo, confesando
la ciencia social
se pretendiese definirla a partir de los datos que sobre ella pro-
porcionan las ciencias sociales. No obstante, esta via también es la imposibilidad de agotar el conocimiento de sus funciones, de
intransitable, pues las ciencias sociales nos dicen muchas cosas modo que tendremos un concepto negativo y también agnóstico.
sobre la pena, pero todas parciales. Lo único que queda claro de La expresión agnóstico la usamos aquí metafóricamente, pero
su aporte es la desmentida empírica de las gratuitas afim1aciones con toda intención: la pena y su utilidad no es ni puede ser una
simplistas sobre teorías positivas y la confirmación de que el po- cuestión de Je. La frecuente respuesta yo creo o yo no creo (o no
der punitivo es plurifuncional, o sea que cumple varias funcio- estoy de acuerdo pero no sé por qué) está revelando que el poder
punitivo, en la civilización industrial, ocupó en medida no des-
56 LA PENA COMO DELIMITACIÓN DEL DERECHO PENAL
HACIA UN CONCEPTO NEGA1TVO Y AGNÓST'ICO DE !A PENA 57

preciable el lugar de la religión; la fe en un Dios omnipotente se que somos víctimas de una torpeza entrenada: se enseña a ver
desplazó en parte a fe en la omnipotencia del poder punitivo del mejor algunas cosas y, al mismo tiempo, aprendemos a no ver
estado. Seria posible afirmar que con la inquisición el poder se- otras.
cuestró a Dios y que ese secuestro oculta la aspiración a susti-
tuirlo, lo que hasta cierto punto se ha conseguido. El sectario del 6 Se señaló que las agencias de reproducción ideológica Los efectos de la
(académicas) del sistema penal, son las únicas en el mundo con- inclusión del
poder punitivo se acerca mucho a un fanático religioso en quien poder punitivo
no hacen mella las razones y las verificaciones (no importa si la temporáneo -caracterizado por la competencia voraz entre cor- ignorado
sangre circula o no circula, igual hay que quemar a Servet). poraciones- que se esfuerza por racionalizar la reducción de su
propio ejercicio de poder, en especial mediante los elementos ne-
Definición El concepto negativo de pena se podría construir conforme a 4 gativos del discurso penal (ver § 8.8). El concepto negativo de
negativa todo lo dicho hasta aqui, considerando a la pena como (a) una
de la pena pena acaba con los componentes negativos, pues permite -me-
coerción, (b) que impone una privación de derechos o un dolor, (c) diante sus vínculos con la realidad (ónticas)- poner de manifiesto
que no repara ni restituye y (d) ni tampoco detiene las lesiones en el poder punitivo en toda su dimensión. No cabe duda que la in-
curso ni neutraliza los peligros inminentes. El concepto así enun- corporación de ese poder al discurso del derecho penal (y con ello
ciado se obtiene por e.x:clusión: la pena es un ejercicio de poder al control y reducción jurídicos) será una tarea lenta y dificil, sea
que no tiene función reparadora o restitutiva nrés coacción admi- para declararlos inconstitucionales, para cenarles los espacios
nistrativa directa. Se trata de una coerción que impone privación de abuso del poder que los permiten o para incorporarlos a las
de derechos o dolor, pero que no responde a los otros modelos de decisiones de los jueces. Se trata de un programa de lucha por el
solución o prevención de conflictos (civil o administrativo). Este reforzamiento del poder jurídico de acotamiento o supresión del
concepto de pena es negativo, tanto porque no le asigna ninguna castigo como hecho irracional de la política.
función positiva a la pena como por ser obtenido por exclusión (es
la coacción estatal que no entra en el modelo reparador ni en el 7 Al abarcar el derecho penal los casos de poder punitivo ejercido El concepto
amplio de pena
administrativo directo). Como vimos, es agnóstico en cuanto a su al margen de toda ley y los ejercidos excediendo la habilitación
función, pues parte de su desconocimiento. Mediante esta teoría legal, no excluye del concepto de pena las torturas, los apremios,
negativa y agnóstica de la pena es posible incorporar al horizonte las victimizaciones por el poder penal subtenáneo, los fusilamien-
del derecho penal (hacer materia del mismo) las leyes penales tos o ejecuciones sin proceso, los secuestros, etc., y tampoco los
latentes y eventuales, al tiempo que desautoriza los elementos agravamientos ilícitos de penas lícitas, como las violencias, mal-
discursivos negativos del derecho penal dominante. tratos, riesgos de contagio, de suicidio o de enfermedad fisica o
mental, de lesiones, mutilaciones, violaciones, etc. Sin duda que
El asombro Sin duda que causa asombro descubrir que existen numero- 5 todo este ejercicio del poder punitivo es penal· (son penas), aun-
frente a la sos actos del poder que no responden al modelo reparador ni de
extensión del
que se trate de penas ilícitas. Este concepto importa adoptar una
poder punitivo
coacción directa, pero que privan de derechos o causan dolor, y idea amplia de pena, como categoria que permite al derecho penal
que casi nunca se imagina que puedan considerarse penas. Cabe distinguir entre penas lícitas e ilicitas, pero que le impide ignorar
observar que el poder, no sólo genera saber sino que, con mayor la penalidad de las coacciones ilícitas. lo que tiene consecuencias
celo, nos condiciona a quienes se supone que debemos saber y, prácticas en el momento de imponer una pena para contenerla o
por ende, provoca un entrenamiento jurídico apto para la suprimirla.
interiorización de discursos de poder que ocultaron el carácter de
pena de la mayoría de ellas y que, de ese modo, han conseguido, 8 Esta idea amplia de pena que abarca tanto las penas lícitas El concepto
amplio de pena es
por omisión condicionada de los operadores jurídicos, la legitima- como las ilícitas no es suprajurídica. o sea. no debemos ir a
constitucional
ción de su imposición fuera de cualquier hipótesis delictiva y por buscarla a la ideologia, al derecho natural o a la estratósfera y no prejuridico
especulativa. sino que es legal, es decir. constitucional. En efec- o metajuridico
decisión ajena a los jueces. Desde las agencias de reproducción
ideológica o discursiva se nos ha entrenado para no ver, es decir, to: si la Constitución prohíbe ciertas penas -pena de muerte,
58 LA PENA CO;'vlO DELIMITACIÓN DEL DERECHO PENAL
! ,A PENA COMO FENÓMENO POLÍT'!CO Y NO JURÍDICO 59

azotes, confiscación, etc.- es porque su texto establece que hay concepto político y agregaba: Quien bus-
penas constitucionales (lícitas) e inconstitucionales (ilícitas) que el fundamento jurídico de la pena
-algo así corno si reconociera que hay vacas negras y blancas-. debe buscar también. si es que ya no
Esa clasificación presupone una idea de pena que abarca a am- lo halló, el fundamento jurídico de la
bas, a las licitas y a las ilícitas (algo así corno a ambas clases de guerra. Barreto pudo pensar de ese
vacas: quien quiere comprar sólo vacas blancas, no puede igno- modo porque lo hizo lejos de todas las
rar que las negras también son vacas). Pues bien: esta es presiones académicas europeas, en
justamente la idea de pena que deducirnos, o sea, la idea consti- condiciones de aislamiento intelectual,
tucional de pena, corno categoría general o género que soporta siendo mulato en una sociedad muy
luego todas las especies y subespecies que establece el derecho, racista y viendo cómo se disolvía y
comenzando, por supuesto, con la de penas lícitas e ilícitas (no descalabraba una economía y una
prohibidas y prohibidas). sociedad (la econornia del azúcar del Tobías Barreta
nordeste). Si Barre1.o hubiese vivido
y enseüado en alguna universidad europea, seguramente no hu-
biese podido pensar con semejante amplitud de criterio y vislum-
§ 17. La pena como fenómeno político y no jurídico brar y adelantar esos juicios, que casi un siglo y medio después
aún parecen avanzados.

3 Siguiendo esta linea, el derecho penal puede reconstruirse Derecho penal


La guerra Si no sabemos qué función cumple la pena, no podernos ex- 1 y derecho
y la pena hoy sobre un modelo muy semejante al derecho humanitario,
plicarla, porque la pena no parece ser un hecho racional y, por hUITianitario
partiendo de una teoria negativa de toda función manifiesta del
ende, no es juridico, dado que el principio republicano (art. 1 º
poder punitivo y agnóstica respecto de su función latente: Za pena
constitucional) impone que los actos de gobierno sean racionales.
(y todo el poder punitivo) es un hecho de poder que el poder de los
Y así debe concluirse: el poder punitivo solo muy eventualmente
juristas puede limitar y contener, pero no eliminar, porque no alcan-
es un ejercicio racional de poder y, por ende, debe ser considera-
za para eso. Resulta racional una teoria del derecho penal que lo
do como un fenómeno extrajuridico, meramente político. No es el programe para acotar -y también para reducir- poder punitivo
único fenómeno de esta naturaleza, pues existe otro, tan impor- hasta el límite del poder de las agencias jurídicas, pues se orienta
tante como el poder punitivo en cuanto a la producción de muer- hacia lo único posible dentro de su ámbito decisorio programable.
tes y que también es un hecho politico, no juridico: se trata de la No se pretende legitimar el poder de otros, sino legitimar y ampliar
guerra, qu~' desde la Carta de la Organización de las Naciones el poder jurídico, que es el único cuyo ejercicio puede orienhr,
Unidas es un acto antijuridico (hecho de poder), salvo pocas excep- dado que las agencias juridicas no disponen de otro en forma
ciones. La guerra y el poder punitivo son, pues, hechos políticos; directa.
lo jurídico es el esfuerzo nacional e internacional por su acotamien-
to. contención y reducción. 4 El derecho penal corno programación acatante y contentara Seguridad
del poder punitivo ejercido por agencias no juridicas, cumple una juridica es
seguridad de los
La contribución La idea de que la pena es extrajuridica y tiene semejanza con 2 fundamentalfunción de segurídadjurídica: ésta es siempre segu- bienes de todos
de Tobías Barreto la guerra no es nueva. En América fue sostenida en el siglo XIX los habitantes
ridad de los bienes Jurídicos individuales y colectivos de todos sus
por uno de los penalistas más creativos e intuitivos de ese tiempo: habitantes. y todos estos bienes juridicos se hallarian en gravísimo
el jurista del nordeste brasile110. cabeza visible de la llamada es- peligro si no existiese una acción programada y racional de las
cuela de Recife, Tobías Barreta (1839-1889). Con gran lucidez afir- agencias juridicas (derecho penal) que tienda a acotar el ejercicio
maba que el concepto de pena no es un concepto jurídico sino un del poder punitivo que. de otro modo, avanzaría sin limites hacia
la tortura. el homicidio. la extorsión. el pillaje, etc., destruyendo
60 LA PENA COMO DELIMITACIÓN DEL DERECHO PENAL LA PENA COMO FENÓMENO POLÍTICO Y NO JURiDICO 61

al propio estado de derecho (o al estado a secas, porque el estado siquiera opera), sino de los bienesj•.1rídicosde todos los habitantes,
de policía puro tampoco existe en la realidad, dado que acaba pues de no ejercer su poder jurídh~o de limitación, éstos serían
siendo una ficción en la que se amparan grupos que disputan el fatalmente aniquilados por el poder :.limitado de las agencias del
monopolio de los crimenes más graves). La seguridad juridica es sistema penal que acabarían monopotzando el crimen y consid!=-
seguridad para los bienes básicos de la población, que en la so- rando delito a cualquier intento de resistencia al monopolio. Los
ciedad basada en el conflicto constituyen la mayoría. propios discursos legitimantes que reconocen como función al de-
recho penal la protección de bienes jurídicos deben admitir que
El poder punitivo El derecho penal tutela los bienes jurídicos de todos los habi- 5
no asegura los no se trata de los bienes jurídicos de las víctimas, para lo cual se
tantes en la medida en que neutraliza la amenaza de los elemen-
bienes de las sostienen argumentos complejos, corno que la pena tiene efecto
victimas tos del estado de policía encerrados en el estado de derecho. El
represivo respecto del pasado y preventivo respecto del futuro;
poder punitivo no tutela los bienes jurídicos de las víctimas del
que no se ocupa de la víctima concreta, sino que, mediante la
delito, pues por esencia no se ocupa de eso, sino que, por el con-
estabilización de la norma, se ocupa de las futuras victimas po-
trario, confisca el derecho de la victima: si esa tutela no la pro-
tenciales, que en el homicidio no se afectaría la vida de un hom-
porciona ninguna otra área jurídica, la víctima debe soportar el
bre sino la idea moral de que la vida es valiosa, etc. Todos estos
resultado lesivo de un conflicto que queda sin solución. Las teo-
inconvenientes (que en definitiva debilitan la importancia de los
rías manifiestas de la pena legitiman. junto al poder punitivo. la
bienes jurídicos o los vuelven abstractos) se eluden si se adopta
orfandad de la víctima y el consiguiente derecho del estado a
un criterio de construcción teleológica del derecho penal, que ten-
desproteger/a. La invocación de la victima es discursiva. pero es
ga como meta la protección de bienes jurídicos (seguridad jurídi-
abandonada sin solución. Con una teoria negativa de la pena queda
ca). pero en lugar de caer en la ilusión de que protege los de las
al descubierto su desprotección, se deja en claro que no se tutelan
victimas (o los de eventuales victimas futuras y de momento imagi-
sus derechos, es posible ponerle límites a su orfandad jurídica
narias o inexistentes). que asuma el compromiso real de proteger
(prohibición de doble victimización: programar los elementos
los que son efectivamente amenazados por el crecimiento incontro-
pautadores en forma que no agraven y en lo posible alivien la
lado del poder punitivo.
situación de la víctima), pero no puede eliminar ese desamparo,
porque para hacerlo debiera suprimir el modelo punitivo mismo:· 7 De este modo no es necesario acudir a ninguna teoría positi- La teoría
Los propios discursos que proclaman diferentes fines manifiestos negativa y el
va de la pena ni del poder punitivo para obtener en el derecho
efecto !imitador
de las penas, pretenden paliar la desprotección de la victima con penal elementos pautadores propios del derecho penal liberal, que propio del
algunas pequeñas concesiones, por lo general mezclando la pena profundicen la tradición iluminista y revolucionaria (racionalista) liberalismo
con otros modelos de solución de conflictos. Estas tirnidas tenta- de la segunda mitad del siglo .:\.'VIII y primera del XIX, que fue la
tivas no tienen mucho éxito por la marcada incompatibilidad del del estado moderno. sobre cuya base se elaboró la Constitución y
modelo punitivo con los de solución de conflictos y, además. por- se desarrolló posteriom1ente todo el derecho internacional de los
que no cancelan la confiscación del conflicto, al no poder renun- derechos humanos.
ciar al modelo punitivo, aunque quepa reconocer su importancia
8 Pero además. el concepto negativo de pena tiene la ventaja de Evita la trampa
paliativa. en que cayó el
evitar los componentes legitimantes del viejo liberalismo
viejo liberalismo
La protección El derecho penal basado en la teoría negativa del poder puní- 6 (contractualismo) penal. que contienen en gem1en el autoritaris-
de bienes tivo. queda libre para elaborar elementos pautadores de decisio- :mo. no porque los autores liberales fuesen autoritarios. sino por-
efectivrunente
runenazados nes que refuercen la segurídadjurídica. entendida como tutela de que cayeron en una trampa política. En efecto: no percibieron que
los bienes jurídicos. pero no de los bienes jurídicos de las víctimas cualquier legitimación parcial del poder punitivo es engaüosa.
de delitos. que están iTTemisiblemente corifiscados por la crimina- porque siempre argumenta de modo reversible (se vuelve en con-
lización en los pocos casos en que tiene lugar (y completamente tra). Esto se produce porque el derecho penal liberal y el auto-
abandonados en la inmensa mayoría. en que el sistema penal ni ritario constituyen dos direcciones discursivas incompatibles.
LAS AGENCIAS JURÍDICAS, U\ PENA, Y EL ESTADO DE DERECHO 63
62 LA PENA COMO DELIMITACIÓN DEL DERECHO PENAL

puesto que: (a) el derecho penal liberal trata de reducir el poder con el estado de derecho, la conclusión que en un primer impulso
punitivo; el autoritario trata de ampliarlo; (b) el liberal procura parece imponerse es la siguiente: si es tan negativo, debe desapa-
aumentar el poder de las agencias jurídicas para acrecentar su recer. En otras palabras: ¿por qué no hacerlo desaparecer ya? La
capacidad de decisión reductora; el autoritario intenta ampliar el preocupación debiera ser su eliminación.
poder de las agencias no juridicas; (c) el primero refuerza los com- 3 Es verdad que hay propuestas que se orientan hacia esto, La sociedad no se
ponentes limitadores del estado de derecho; el segundo refuerza como el abolicionismo y el minimalismo penales (ver § 85 y 86) cambia desde el
las pulsiones del estado de policía que pugnan por neutralizar los derecho penal
pero, como veremos, se trata de propuestas que exigen un profundo
anteriores; (d) el primero tutela los bienes juridicos de todos los cambio en la sociedad, o sea que no son propiamente propuestas
habitantes; el segundo reconoce un único bien juridico, que es el de politica criminal, sino proyectos de sociedades diferentes (una
poder del gobernante; (e) el primero acota la tendencia verticalizante sociedad sin poder punitivo no puede tener la estructura de la
ijerárquica y corporativa) de la sociedad y permite la subsistencia sociedad contemporánea). La tarea de producir semejantes cam-
de vínculos horizontales (comunitarios); el segundo procura des- bios sociales es claro que no corresponde a los profesores de dere-
truir los vínculos horizontales (comunitarios) y verticalizar corpo- cho penal ni a los jueces, fiscales y defensores (les puede incumbir
rativamente a la sociedad. como personas y habitantes, pero no en sus roles en las agencias
Por todo ello, en cuanto el derecho penal liberal pretende adop- jurídicas del sistema penal). Quien quiera producir esos cambios
tar algún elemento del segundo, queda totalmente contaminado y deberá hacerlo mediante partidos políticos o movimientos masi-
neutraliza sufunción contentara; a eso obedece e/fracaso de todas vos y, además, es muy dificil que los cambios culturales que de-
las tentativas de combinación ensayadas y, particularmente, las mandan puedan tener lugar en cortos plazos.
del viejo liberalismo penal racionalista. 4 Si esos cambios se producirán, cuándo y cómo llegarán, qué La deslegitimación
discursiva no
nuevas implicancias tendrán, son todas preguntas importantes
hace desaparecer
para varias disciplinas o saberes y para todo ser humano, pero no ningún poder
son las preguntas específicas del saber del derecho penal, al me-
§ 18. Las agencias jurídicas, la pena y el estado de derecho nos enforma inmediata. Por mucho que recepcionemos en el saber
penal la deslegitimación del poder punitivo, éste no desaparece-
rá. del mismo modo que no desaparecieron las guerras por su
El entrenamiento Aunque ya lo hemos expresado, se hace menester expl_icar un 1 ilegitimidad declarada por el derecho internacional público. Los
para no ver es poco más detalladamente la más importante función del derecho
muy fuerte hechos de poder no desaparecen porque los juristas los deslegiti-
penal, porque el entrenamiento al que a este respecto nos somete men en sus discursos técnicos. Pensar lo contrario es una peli-
nuestra civilización y los discursos precedentes es muy intenso. grosa alucinación.
El control social no sólo genera estructuras de poder, sino que
quedamos inmersos en esas estructuras, o sea, que ellas no sólo 5 En modo alguno la deslegitimación del poder punitivo debe La trampa del
llevar como consecuencia desentenderse del derecho penal y pre- autoritarismo:
nos comprimen desde afuera sino que -lo más importante- se el destierro de
meten dentro, nos ahogan en el sentido de que llenan nuestro ocuparse en averiguar cómo se lo hace desaparecer. Esta es, jus- la critica al campo
tamente, la trampa del discurso del estado policial. que sanciona politico estéril
equipo psicológico cotidiano y. cuando algo las conmueve, resulta
que desestructura nuestro andamiaje de presupuestos con los con destierro a todos los que desnudan la irracionalidad del dis-
que caminamos por el mundo. curso legitimante del poder punitivo. Con este simplismo cultivan
la irracionalidad (hacen creer que los cambios sociales son senci-
Una deducción Cuando los argumentos racionales demuestran que es impo- 2 llos y están al alcance de la mano sólo con voluntad) y entregan el
apresurada: si el
poder punitivo
sible legitimar el poder punitivo. al menos con la amplitud con discurso jurídico a quienes sostienen su legitimidad (el resto es
es negativo que se ejerce en este momento. como también que este poder es desterrado a la política). Con el destierro de todos los que susten-
debe desaparecer una manifestación del estado autoritario, siempre en contrapulsión
64 LA PENA COMO DELIMITACIÓN DEL DERECHO PENAL LAS AGENCUS JURiDICAS, U, PENA Y EL ESTADO DE DERECHO 65

ten la deslegitimación del poder punitivo al campo extrajurídico do de derecho. El dique es el derecho penal y el poder juridico de
se los neutraliza, porque no pueden modificar nada en lo jmidico; contención que ejerce. Si el dique no ejerciese ese poder, las aguas
al mismo tiempo, quienes asumen el rol con ingenuidad, tampoco de mayor nivel cubrirían la isla del estado de derecho; pero si el
pueden modificar nada en lo político, porque en rigor no salen del dique no dejase pasar más agua (si el poder juridico quisiese im-
ámbito académico. Es el panorama ideal para mostrar la mayor pedir el ejercicio de cualquier poder punitivo) el agua de mayor
amplitud de criterio y tolerancia y, al mismo tiempo, neutralizar nivel lo rebalsaría o incluso lo haría estallar (el poder lo destruiria
toda dinámica, de forma que nada cambie en los planteas jurídi- o lo reemplazaría por un sistema subtenáneo, como las desapa-
cos, que son los únicos que tienen consecuencias prácticas inme- riciones forzadas en las dictaduras de seguridad nacional). El
diatas, porque orientan decisiones de las agencias juridicas. dique debe filtrar ciertas aguas y contener otras, es decir, debe
seleccionar y dejar pasar una cierta cantidad de agua, la indis-
El destierro En otras palabras: quien deslegitima el poder punitivo y cree 6
pensable para mantener su estabilidad y para evitar que el estado
reserva el derecho que por ello debe dedicarse de allí en adelante nada más que a
penal para los de derecho sea cubierto.
discursos pensar cómo eliminarlo, no sólo deja que todo siga igual, sino que
legitiman tes directamente deja que construyan los sistemas para que los jue-
ces decidan sobre criminalizaciones a quienes legitiman poder
punitivo. Aunque los operadores del sistema penal que no son
partidarios del estado de policía, que no son autoritarios sino po-
líticamente liberales y que quieren impulsar la realización de los
principios constitucionales e internacionales, necesitan sus pro-
pios sistemas de decisiones, pero en la medida en que sólo los
legitimantes del poder punitivo reivindiquen la exclusividad de su
formulación, y sus críticos les hagan el juego aceptando el rol de
desterrados del campo jurídico-penal, seguirán huérfanos de dis-
cursos y nada cambiará.

La neutralización De esta manera. las criticas más radicales al poder punitivo 7


de las criticas han pasado por su lado y no le han hecho mella. porque les han
mediante el
destierro penal escamoteado el único terreno práctico en que pueden ejercer po-
der decisorio. Al mismo tiempo, los operadores políticamente libera-
les se quedaron sin sistemas o con sistemas plagados de fallas,
cuando siempre su problema urgente es saber cómo decidir para
contener y reducir el poder punitivo, y no cómo hacer una socie-
dad sin este poder.
Graficación de la El propio poder punitivo nos entrenó en sus agencias, repro- 8
función del
derecho penal
duciendo cegueras parciales y daltonismo, para no ver o para con-
fundir lo que sucedió prácticamente desde que el poder punitivo
existe. pero más claramente desde que surgió el estado moderno
con los principios políticos liberales. Tratemos de explicarlo aho-
ra gráficamente. Se trata de un dique que separa dos niveles de
aguas: las aguas del nivel más alto son las pulsiones del estado
de policía. La isla que se mantiene en el nivel más bajo es el esta-
66 LA PENA C0:-10 DELIMITACIÓN DEL DERECHO PENAL LAS AGENCIAS JURÍDICAS, LA PENA Y EL ESTADO DE DERECHO 67

La trampa Retengamos esta imagen del dique con suficiente poder para 9 estado a ejercer el poder punitivo y que, como todo derecho sub-
autoritaria filtrar pero con insuficiente poder para impedir el paso de las jetivo, tiene limites. Nunca se encontraron esos límites y jamás
aguas del nivel mayor al menor y de su delicado equilib1io, por- pudo concretarse en una fórmula una limitación material al po-
que es la más gráfica y sobre ella volveremos en varias ocasiones. der punitivo: el estado se metió y penó lo que quiso y, por desgra-
La trampa del pensamiento autoritario consiste en hacer creer a cia, lo sigue haciendo. Es notoria la pobreza de las declaraciones
quienes sostienen la deslegitimación del poder punitivo, que a constitucionales e internacionales en materia de limitación mate-
partir de alli su tarea es comenzar a secar las aguas de mayor rial al poder punitivo del estado (es decir, respecto a lo que puede
nivel y, en tanto, dejar que los interesados en ahogar la isla del y no puede prohibir). Precisamente, ante el fracaso en hallar limi-
estado de derecho manejen el dique. Lo grave es que son muchos tes materiales (no lograron concretar muchas prohibiciones de
los que andan sacando agua con un balde y no son menos los que prohibir). se ha prefe1ido rodearlo de incontables recaudos for-
vienen desde la isla del estado de derecho dispuestos a abrir ale- males y procesales. Esto demuestra que no existe ningún jus
gremente las compuertas del dique. puniendi (derecho subjetivo del estado a punir) con límites razo-
nables, sino una real y verdadera potentia puniendi sin ningún
La imposibilidad Cuando afirmamos que no es posible legitimar una parte del 10
limite razonable y a la que deben imponerse limites formales para
de la legitimación poder punitivo, porque esa legitimación contamina todo el discur-
parcial como tác- que no arrase con todo.
so y acaba por legitimar cualquier extensión de aquel poder, esta-
tica de contención La
mos criticando el error de los padres liberales del derecho penal 12 Esta función de dique salvador del estado de derecho es lo
rejerarquización
contemporáneo, esto es, de los llamados clásicos, y en cierta me- que rejerarquiza al derecho penal. Sin duda que produce una le- del derecho penal
dida del neogarantismo contemporáneo (ver § 85). Estos preten- sión en el narcisismo del penalista saber que no es omnipotente
dieron que cierta cantidad de agua no sólo debia dejarse pasar, para resolver todos los problemas de la sociedad en su discurso
sino que estaba bien que pasase, que era lo debido. Una cosa es (no menor debe haber sido la sufrida por los internacionalistas
constatar que es inevitable que pase, porque lo impone un hecho cuando debieron dejar de teorizar sobre las gueTTasjustas, como
de poder o hecho político, y otra diferente es considerar que lo que si gobiernos y ejércitos se ajustasen a sus escritos). pero también
pasa tiene un valor positivo: hay un abismo entre decir que un es verdad que rescata al derecho penal del pozo en que lo dejó el
porcentaje de personas enfermas de tal padecimiento mueren Y penalismo tradicional: reducido a un discurso racionalizante fal-
afirmar que es bueno que ello suceda. Si es bueno que ello suce- so y perverso. Como hemos dicho, el derecho penal no es una
da, no cabe esforzarse porque no mueran o por disminuir el por- schifosa scienza (ciencia asquerosa) -como lo dijera Carrara hace
centaje. Si es bueno que pase agua. cuando el mayor nivel de casi siglo y medio- (ver§ 1.6), sino un saber digno y humano, que
agua baje y la presión sea menor, habrá que abrir más las puer- cumple la inestimable función de presenrar el estado de derecho.
tas del dique para que no deje de pasar igual cantidad de agua. En este sentido, es un apéndice indispensable del derecho consti-
Este es el error fundamental. que no permite comprender que tucional de todo estado constitucional de derecho. Asumiendo dig-
cuantos menos sean los muertos y menor el caudal de agua quepa- namente la función reductora y contentara del poder punitivo,
se. mejor será. Esto no se deduce cuando se afinna que lo que su- con una teoría negativa de la pena fundada en su experiencia
cede es bueno, sino cuando se acepta que siempre es malo Y que histórica genocida de la que no se salvó ni Jesucristo, limitándo-
lo bueno seria que no sucediese, aunque de momento no poda- nos al aporte apuntalador del estado de derecho, com·o apéndice
mos lograrlo y siempre sabiendo que con el dique no secaremos el indispensable de su derecho constitucional, dejaremos el altillo
nivel mayor de agua. de la vieja mansión de la linajuda familia jurídica y el triste papel
de sus parientes enfermos estigmatizantes, para volver a sentar-
No hay Para afirmar lo contrario. o sea. que cierto nivel de aguas (de 11
nos en la sala.
jus puniendi, poder punitivo) es bueno y sólo el resto es malo. se inventó unjus
sino potentia
puniendi
puniendi del estado. es decir. un pretendido derecho subjetivo del
CAPÍTULO 3
Método, caracteres y fuentes del derecho penal

§ 19. Método y dogmática jurídico-penal

1 Cuando queremos llegar a algún lugar, según su naturaleza, El objeto


elegimos el modo de alcanzarlo, que puede ser por tierra, mar o condiciona el
método
aire. En las ciencias o saberes sucede algo análogo: son los obje-
tos de un saber los que deciden el método (camino) adecuado para
su conocimiento. Si el derecho penal es una rama del saber juri-
dico, su conocimiento debe ser alcanzado por método juridico,
que es básicamente de interpretación de la ley, que se expresa en
palabras (lenguaje escrito). Su saber consiste en análisis, inter-
pretación y comprensión de textos legales.

2 El saber jurídico tiene como objetivo 'orientar las decisiones La insuficiencia


de la exégesis
de la jurisdicción (sentencias) de modo racional y previsible. Para
eso no basta el puro análisis gramatical de las leyes, que sólo
proporciona datos aislados, aunque es correcto que comience por
eso y también recogiendo datos históri-
cos y genealógicos (de dónde proviene
la norma), pero luego debe formular
una construcción explicativa.

3 Desde el siglo XIX se propone para ésto Las reglas del


el llamado método dogmático o dog- método
dogmático
máti.cajuridica: Rudolf von Jhering lo
planteó en el derecho privado y de allí
pasó al :esto del saber jurídico. Se tra-
ta de descomponer el texto legal en
elementos simples (dogmas, porque el
intérprete no debe tocarlos. de allí su
nombre), con los que luego se procede Rudolf von Jhering
70 MÉTODO, CARACTERES Y FUENTES DEL DERECHO PENAL Mt'IODO y DOGM.ÁTICA JURiDJCO-PENAL 71

4 Pero el método dogmático requiere una decisión previa, pre- El método dogmá-
a construir una teoria interpretativa que debe responder a tres
tico reclama una
reglas básicas: metódica, anterior a la selección de. la vía de acceso al conoci- previa decisión
miento. Cuando se escoge un medio para llegar a cierto lugar, la política
a. Completividad lógica, o sea, no ser interiormente contradic- posición del lugar condiciona el medio (no puedo llegar a una isla
toria. No cumple esta regla, por ejemplo, una teoria que considera caminando), pero también lo condiciona el objetivo con que se
una misma circunstancia eximente y atenuante, sin compatibili- quiere alcanzar ese lugar (si bien no puedo ir a la isla caminan-
zar los criterios (precisar en qué casos exime y en cuáles atenúa), do, sino navegando o en avión, no es menos cierto que si se viaja
porque equivale a decir que algo es y no es al mismo tiempo. allí por razones profesionales debo ahorrar tiempo; si quiero li-
b. Compatibilidad legal, o sea que no puede postular decisio- berar a la dama secuestrada debo usar un medio que no me
nes contrarias a la ley. Por tal no debe entenderse servilismo delate; si quiero hacer turismo barato elegiré el medio más eco-
exegético con la letra de la ley penal subordinada: la ley que debe nómico; si está cerca de la costa y quiero hacer deporte puedo ir
tener en cuenta es, ante todo, la Constitución y el derecho inter- nadando; etc.). Si bien el saber juridico pretende orientar las
nacional de los Derechos Humanos; si hay contradicción entre decisiones de la jurisdicción (sentencias) de modo racional y pre-
leyes, s~ debe privilegiar la ley constitucional e internacional. visible, siempre lo hará para que esas decisiones tengan cierto
sentido y objetivo político. Esto es inevitable en el fenómeno jurí-
c. Armoníajwidica, también llamada ley de la estéticajurídi·
dico, porque los actos de los jueces son actos de gobierno y, por
ca, según la cual debe ser simétrica, no artificiosa ni amanerada,
ende, actos políticos.
y mostrar cierta gro.ce du naturel. No es un requisito absoluto co-
mo los anteriores, pero su observancia es altamente conveniente. 5 Es una obviedad que quien pretende ofrecer a las agencias No hay sistema
Una teoria es mejor cuando es transparente, cuando el razona- juridicas un sistema de decisiones, quiere algo más que la simple de decisiones
politicas sin
miento es más natural, cuando parece un edificio sólido y armó- no contradicción de las decisiones, pues si se quedase en eso objetivo politivo
nico, y no cuando ofrece el aspecto de una casa a la que se accede seria sólo un enfermo obsesionado por la simetría. Esas decisio-
por el sótano y tiene corredores ciegos, escaleras cortadas y ven- nes no contradictorias deben dirigirse coherentemente a cierto
tanas que no dan a ninguna. parte. resultado de poder (político), que en nuestro caso la misma ley
El método juridico de interpretación só'tala que es el fortalecimiento del estado constitucional de dere·
de textos existe desde que aparece el cho. La mera coherencia del sistema daria por resultado una se-
saber juridico, con las universidades, y guridad de respuesta o previsibilidad que no debe confundirse
fue desarrollado primero por los glosa- con la segw"idadjuridica (si todas las sentencias impusieran pri-
dores, luego por los posglosadores y los sión perpetua y mutilación, habria seguridad de respuesta y pre-
prácticos, y también por los autores li- visibilidad de las decisiones). La utilidad del método dogmático (o
berales de la primera mitad del siglo XIX. jurídico) y del sistema que con él se construye, para el
Con Jhering adquiere precisión metodo- reforzamiento del estado de derecho, dependerá del objetivo polí-
lógica, se lo formula de modo expreso, tico que lo oriente (de la teleología política del sistema).
se lo enuncia y se fijan sus reglas, pero
6 El método dogmático Quridico) es como ciertas fuerzas de la La neutralidad
ya antes se lo aplicaba, aunque con del método
naturaleza (la electricidad. que puede usarse para iluminar a la
menor rigor y contradicciones. El sa- madre que vela el sueii.o de su bebé o para accionar la silla eléctri-
Bartolo ber juridico penal tiene casi mil años,
ca). o como ciertas entidades espirituales neutras concebidas en
es contemporáneo a la llamada recepción del derecho romano y en
las religiones afroamericanas (Exú, que puede servir para el bien
modo alguno una creación del siglo XIX.
o para el ·mal). Los monumentos del nazismo y del fascismo eran
horripilantes. pero no por ello pierden valor las reglas sobre resis-
tencia de materiales aplicadas en su planeamiento. Sólo que quien
72 Mi::TODO, CARACTERES y FUENTES DEL DERECHO PENAL NECESIDAD DE CONSTRUIR UN S!STEivL.\ 73

maneja la electricidad, trata de mover a Exú o aplica los conoci- 2 Una de las formas más usuales de aplicación perversa del La técnica autori-
taria de confundir
mientos sobre resistencia de materiales. sabe para qué lo hace. método consiste en confundir datos normativos y fácticos. Así se datos normativos
En su lugar, a veces, se pretendió que el método dogmático no era desvirtúa completamente el principio republicano de gobierno (art. y fácticos
teleológico o se minimizó la importancia del objetivo político. 1 º CN), que impone que los actos de gobierno sean racionales. Lue-
go. los legisladores deben ser racionales, pero por alquimia
racionalizante se afirma que los legisladores son racionales (del
debe ser racional se pasó al es racional). Si los legisladores deben
§ 20. Necesidad de construir un sistema ser racionales es porque algunas veces no lo son. Para esos su-
puestos se ordena a los jueces que los corrijan. Pero si los legisla-
dores son racionales, los jueces no deben corregir nada de lo que
La dogmática Pese a todo lo que acabamos de decir, es fácilmente verificable 1 hagan, porque todo será racional. Es la vía más radical para can-
al servicio que la dogmática juridico-penal no siempre sirvió para proveer se- celar el poder de control constitucional de los jueces y vaciar el
del estado principio republicano de gobierno. El estado constitucional de de-
de policía
guridad juridica, sino que en demasiadas oportunidades operó al
servicio del estado de policía u ocultó el objetivo político quedando recho se degrada a estado legal con legisladores omnipotentes.
reducida a una función mercenaria. Estuvo al servicio de las más Nada más peligroso, en este momento, de políticos de la demago-
insólitas racionalizaciones del nazismo. del fascismo, de la seguri- gia vindicativa en los países centrales con imitadores medrosos
dad nacional, de la ideología de difusión penal del uso de tóxicos, en los periféricos.
de la ideología de seguridad urbana, etc. Además, como se enun-
3 Este estado legal fue el marco de las construcciones sistemáti- Sistemas
cian muchos sistemas, los jueces pueden elegir, lo que hace muy clasificatorios y
cas del derecho penal anteriores a la Segunda Guerra, cuando en
poco previsibles sus decisiones. Se trata de empleos perversos del estados legales
Europa no existía el control de constitucionalidad. En efecto: suele
método, al servicio de objetivos políticos que no son los del estado
decirse que los sistemas del derecho penal se dividen en teleológicos
constitucional de derecho. La perversión no es del método sino del
y clasificatorios. Los primeros tendrían un objetivo político declara-
uso que de "él se hace, de para qué se lo emplea (la electricidad
do; los segundos se limitarían a clasificar elementos y recomponer-
usada para matar, las reglas de construcción para hacer salas de
los, sin preguntarse por el objetivo político. En realidad, los clasifi-
tortura, y Exú para maleficios).
catorios también son teleológicos, porque quienes los construyen
¿Significa que todos los que con- parten del presupuesto de que el estado y sus legisladores sancio-
tribuyeron a ellos fueron políticamen- nan leyes que siempre son buenas, por lo cual el objetivo del siste-
te partidarios de estados policiales, ma debe limitarse a clasificar elementos de manera que permitan
autoritarios o totalitarios? Aunque en la toma de decisiones judiciales conforme a estas leyes.
general no fueron políticos activos, al-
gunos fueron partidarios de estas for- 4 Comprobado que no hay sistemas clasificatorios, sino que Estados legales
todos son teleológicos, es claro que detrás de los pretendidos sis- y magistratura
mas de estado (como Edmund Mezger, burocrática
por ejemplo), pero la mayoria no; sólo temas clasificatorios hay un modelo de estado, que es el estado
fueron incoherentes políticos. ¿Cómo legal, o sea, un estado sin una constitución como ley de superior
se explica? Pues porque nunca es- jerarquía. Son estados en que la voluntad política debe ser acata-
tamos muy seguros de todas las co- da por jueces que no tienen poder de revisión ni control sobre
nexiones de lo que pensamos con la ella. Es el modelo de estado que dominó en Europa hasta el final
realidad que vivimos y, además, por- de la Segunda Guerra, con poderes judiciales en forma de buro-
que siempre se entrenó para que sólo cracia piramidal (tipo ejército), que fuera el modelo introducido
Edmund Mezger viésemos una parte pequeña de esa primero en Prusia, y luego extendido a toda Europa continental
realidad. por Napoleón.
74 MtTODO, CAR\CrERES Y FUENTES DEL DERECHO PENAL NECESIDAD DE CONSfRUIR UN SISTEMA 75

,
Los peligros de la Se ha sostenido que son preferibles los sistemas clasificato- 5 7 (d) No faltan quienes afirman que no es posible que el método Siguen las
omisión de la criticas
rios, porque los teleológicos fueron asumidos por estados de poli- que sirvió para legitimar el poder punitivo sirva par·a contenerlo y
función política
cía o totalitarios. Además de que los clasificatorios no dejan de ser reducirlo. Hemos visto que la aplicación perversa del método no
teleológicos, no es verdad que sólo los totalitarismos hicieron ex- puede imputarse a éste, pues es resultado de una decisión política
presos los objetivos políticos que dirigen la construcción del siste- previa. Por otra parte, renunciar al sistema importa invertir el
ma, ni tampoco que siempre lo hayan hecho. Por el contrario, la objetivo de afianzamiento del estado policial de los parúletos de
jurisprudencia nazi dominante siguió haciéndose conforme a un Kiel y postular un voluntarismo político absoluto a favor del esta-
discurso clasificatorio, lo mismo que en la Italia fascista y en la do de derecho, dejando todo librado a una decisión política que
España franquista o en las dictaduras latinoamericanas de segu- sería contradictoria, pues al no tener un sistema que le permita
ridad nacional. Con la omisión de la finalidad política no se hace administrar inteligentemente el poder juridico de contención y
otra cosa que ocultarla, lo que permite prestar con mayor comodi- distribuirlo equitativamente, caería en la arbitrariedad y anularía
dad ideológica servicios políticos aberrantes o, cuando no se tiene al propio estado de derecho. La selectividad punitiva debe ser res-
consciencia de ello, aumentar la incoherencia y con ella los ries- pondida (contenida) por una selección penal que no puede ser
gos de prestarlos sin quererlo. Por otra parte, que un sistema arbitraria, sino que, como el poder de contención de las agencias
refuerce el estado de derecho no dependerá de que sea teleológi- juridicas es limitado, debe repartirlo con equidad y sentido políti-
co, sino del telas de su teleología. co, para lo cual necesita una planificación en forma de sistema.

Las criticas al (a) Dejando de lado las criticas que han perdido vigencia, como 6 8 Si retomamos la graficación del dique que salva al estado de La hipertrofia de
sistema y a la los panfletos de la llamada escuela de Kiel (ver § 78.4), no faltan derecho (ver§ 18.8), será claro que ese dique debe ser construido la teoria jurídica
dogmática del delito
jurídica
quienes critican la construcción del derecho penal como sistema inteligentemente. Se trata de un dique que requiere sistemas de
basados en que el derecho penal anglosajón no construye un sis- compuertas selectivas muy coordinadas; el poder punitivo y el
tema y sin embargo funciona. No es exacto, porque el derecho estado de policía en general son proteicos, mueven enormes inte-
penal inglés está hoy legislado, el derecho común funciona suple- reses corporativos y sectoriales en los planos nacional, regional e
toriamente para algunos principios generales y la sistemática con internacional, su contención con los elementos del estado de dere-
que se entrena a los juristas no difiere sustancialmente de la nues- cho exige optimizar al máximo el uso de los recursos. Un sistema
tra, puesto que tiene un concepto estratificado del delito en base inteligente tiene dos juegos de compuerias para contraseleccionar
a un criterio objetivo/subjetivo, o sea que aunque no lo racionali- poder punitivo: uno sirve para abrir o cerrar totalmente el paso, y
ce, construye un sistema. (b) Otros sostienen que a veces puede es la teoría del delito; el otro funciona cuando el anterior permite
obstaculizar la realización de los objetivos político-criminales, en- el paso de poder punitivo, para responder hasta qué punto debe
tendida como lucha contra el crimen. Dada la escasa eficacia de dejar filtrar ese poder, y es la teoría de la responsabilidad penal
esa lucha (con frecuencia convertida en guen-a) su uso como pre- (es la agencia jurídica que debe responder). No puede criticarse al
texto para eliminar límites al ejercicio del poder punitivo, más
saber penal (sistemático) que haya dedicado mucha atención a la
que un defecto seria una virtud del método. (c) Muchas veces se
teoria del delito, porque ese primer juego de compuertas es fun-
observó que el sistema impide el consenso y se apeló a la tópica,
damental. Es criticable que le haya dedicado poca atención al
como forma de resolver los conflictos por consenso, enunciada
segundo, pero es comprensible dentro de la lógica del discurso
por Aristóteles y a la que hicieran referencia Cicerón y Vico; se
legitimante, porque la teoría de la responsabilidad (usualmente
trata de imaginar todas las posibles soluciones hasta dar con una
llamada de la pena) es muy ardua en cualquier perspectiva
que produzca general consenso. Por definición, esta fom1a de so-
legitimante, porque siempre parte de bases más o menos falsas.
lución no es aplicable al derecho penal, que sólo limita poder pu-
nitivo, es decir, un poder que no resuelve conflictos. En la medida 9 La contención del poder punitivo no puede limitarse a sus La hipertrofia
en que se aplique la tópica, el poder dejará de ser punitivo. teórica del delito
expresiones manifiestas, porque es mucho mayor el campo no
en Latinoamérica
76 MÉTODO, CARACTERES Y FUENTES DEL DERECHO PENAL LA CONSTRUCCIÓN TELEOLÓGICA DEL SISfEMA DEL DERECHO PENAL ACOfANTE O LIMITADOR 77

manifiesto (ver § 7), pero esto resulta más notorio en América lización progresiva, porque el poder punitivo pulsiona al estado
Latina, con sistemas penales muy defectuosos, con altos grados de derecho para perforarlo y hacerlo estallar, pero la resistencia
de corrupción y violencia, fusilamientos sin proceso, escuadrones de éste (que tendencialmente en algunas regiones del planeta lo-
de la muerte, vengadores, participación oficial en crimenes y en gra reduciría), es de realización progresiva. La eficacia reductora
criminalidad organizada, etc. Aquí la hipertrofia de la teoría del derecho penal estará en razón directa con su grado de dina-
del delito puede parecer una exquisitez ajedrecista que distrae de mismo, que le permitirá proponerse nuevas metas más limitado-
las más importantes tareas de contención. Si bien es cierto que ras. Pero ¿Cómo puede ser que un sistema de interpretación de
no debe descuidarse ninguno de los frentes en que ataca el estado leyes sea dinámico? ¿Sólo cambiando las leyes? Sí, \as leyes cam-
de policía mediante su poder punitivo, la circunstancia de que bian con frecuencia, pero no sólo por eso el sistema teleológica-
unos flancos se descuiden no autoriza a derrumbar el cuidado mente construido para reducir poder punitivo debe ser dinámico,
puesto en los otros. No se trata de dejar de hacer esfuerzos en un sino también -y sobre todo- porque cambia el mundo.
sentido, de abandonar frentes, sino de hacerlos también en todos 3 Un sistema de comprensión del derecho penal con estas ca- El sistema
los que sean necesarios. racterísticas se construye tanto en virtud de datos normativos incorpora datos
normativos
como reales. Las leyes fe expresan con palabras, pero lo hacen en y reales
el n_-_mdo, donde tienen lugar fenómenos físicos, sociales, cultu-
rales, económicos, políticos, etc., en permanente cambio, en una
§ 21. La construcción teleológica del sistema realidad que fluye continuamente, protagonizada por personas
del derecho penal acotante o !imitador que interaccionan y se comportan conforme a ciertos contenidos
psicológicos. Todas estas cosas son reales y suceden de este modo
y no de otro y las leyes deben ser interpretadas en ese mundo y no
Es absurdo Después de diez siglos de racionalizaciones legitimantes del 1
despr ciar en otro que no existe. Lo imposible lo es en este mundo, tanto sea
poder punitivo y de acumulación de argumentos racionales e
mil años de por razones sociales como fisicas. Si es imposible caminar sobre
experiencia ilTacionales, en permanente pugna entre quienes quisieron en
el agua, también lo es resocializar al preso.
todos los tiempos reducir el poder punitivo y quienes quisieron
ampliarlo, sería demasiado absurdo que para emprender la tarea 4 El sistema interpreta leyes que son parte del mundo, por lo El autoritario
invento del
de contener juridicamente al poder punitivo, se deje de lado todo tanto los datos del mundo deben fom1ar parte del sistema. Quien mundo
este bagaje de experiencia y elaboración, para caer en un decisio- quiera construir una teoria jurídica debe mantener un vínculo só-
nismo político irracional. Si el poder punitivo es irracional, su lido con los datos de la realidad y observar un mínimo de respeto
contención debe ser racional, pues la suma de dos irracionalidades por lo óntico (lo que es, tal cual es). Es natural que si se inventa un
no es más que una potenciación de éstas. De allí la necesidad de mundo que no existe, el poder punitivo funcionaría de otra manera
construir un sistema de contención, cuya primera característica y podríamos legitimarlo, pero ese mundo no existe. De allí que la
debe ser su teleología.; debe tratarse de un sistema construido dogmática legitimante invente mundos inexistentes donde funcio-
con el objeto de neutralizar las pulsiones del estado de policía bajo nan las diferentes prevenciones (ver§ 21.5). El mundo ine]fistente
lafonna de poder punitivo. Este objetivo político no es el invento se inventa simplemente negándose a introducir datos de la reali-
antojadizo de ningún teórico, sino una clara inferencia de los prin- dad, como la selectividad, cuidadosamente eludida por todos los
cipios limitativos del poder punitivo que están consagrados en los discursos de esa naturaleza. A ello suelen agregarse ficciones juri-
textos fundamentales (CN y tratados internacionales de Derechos dicas, o sea, se da por cierto lo que se sabe que no es cierto. De este
Humanos). modo, puede legitimarse cualquier ley, por disparatada que sea.
El sistema es El sistema concebido conforme a esta teleología no es estático 2 5 No llama la atención que los sistemas usados en estados de El solipsismo
dinámico jurídico
y definitivo, sino dinámico y dialéctico. Los principios son de rea- policía apelen a ficciones e inventen el mundo e incluso califiquen
y dialéctico
78 MÉTODO, CARACI'ERES Y FUENTES DEL DERECHO PENAL CARACTERES DEL DERECHO PENAL 79

la introducción de los datos del mundo como ideologías. Llega a tura real al plano óntico. Así como existe un orden jurídico, tam-
afirmarse que los datos sociales se introducen si el legislador lo bién existe un orden zoológico, y la vaca es la vaca zoológica, el
autoriza, pues de lo contrario los únicos datos que cuentan son lobo es el lobo zoológico, y si se desconocen estas estructuras no
los juridicos. Por esta via se llega a sostener que todos los concep- se logra eficacia. Y tenía razón: muchas veces el derecho negó
tos son jurídicos, porque todo lo que el derecho toca se lo apropia estas estructuras, y en la edad media excomulgar·on a las sangui-
y lo redefine. Es una suerte de solipsismo jurídico (solipsismo es juelas del Sena, pero las sanguijuelas no se dieron por enteradas.
la filosofía que concluye que lo único que existe son los conteni- Bastaron muchos menos años para que apar·ezca como una abe-
dos de mi mente), según el cual fuera del derecho no hay nada y n-ación parecida pretender luchar contra el alcoholismo mediante
si lo hay no se puede conocer, de modo que los datos de la reali- la ley seca. Sólo que Welzel no llegó a tanto, se limitó a llevar su
dad no forman parte del saber juridico porque no es posible acce- teoría de las estructuras lógico/r-.ales aasta la teoría del delito,
der a ellos. Como no hay nada que no sea jurídico, se puede crear pero no entró con ella a la teoría de la pena. Es el paso que faltaba
el mundo a gusto del poder punitivo. para alcanzar la deslegitimación del poder punitivo.
El sistema debe Nada obsta a que el legislador invente concept0s y que afirme 6 s Un sistema penal que pretende tener eficacia acatante, qt.:c Prohibiciones
ser realista metodológicas
que un animal parecido a un perro grande, con colmillos largos, reconozca la dialéctica entre el estado de derecho y el de policía,
que aulla y vive en las estepas, es una vaca, y que llame a eso el la vocación fagocitar·ia e invasora del poder punitivo, su enorme
concepto jurídico de vaca; el pr?blema lo tendrá quien quiera or- capacidad de racionalización encubridora y su temibilidad para el
deñar un lobo. El derecho así concebido no será eficaz, no logrará estado de derecho y los ámbitos de autodeterminación humana,
nunca el objetivo que se propuso, porq_ue quien quiere modificar no puede menos que partir de un axioma metodológico inamovi-
el mundo debe respetar mínimamente sa ser, partir del reconoci- ble y que no acepta excepciones, que es la absoluta prohibición de
miento del mundo real; de lo contrario andar·á ordeñando lobos, incorporar datos falsos de la realidad del mundo y de excluir da-
viajando en par·aguas o nadando en el asfalto. Y quien quiera pro- tos disponibiles del mundo capaces de alterar las conclusiones. Y
ducir algún efecto social deberá respetar· los conocimientos de las el principal dato de realidad del que jamás puede prescindirse,
ciencias sociales. El sistema de un derecho penal acatante o porque aunque no se lo conozca o se lo niegue, siempre está pre-
!imitador del poder punitivo, ante todo debe ser realista, en el sente, es la funcionalidad política de toda construcción teórica.
sentido de que incorpore datos del mundo, pero también debe cui- Ignxarla es como pretender que no nos sigue nuestra sombra.
dar de incorporar datos reales, no falsos, porque su primera con-
dición es la efu::.acia defensiva del estado de derecho, lo que nunca
lograr·á si no incorpora los datos reales sobre las amenazas que
sufre. § 22. Caracteres del derecho penal: carácter público
y su pretendida fragmentación sancionadora
Las estructuras El derecho penal que se aplicó en Alemania antes y durante el 7
lógico/reales nazismo fue idealista y partió de la metodología que seleccionaba
deWelzel
los datos del mundo según la conveniencia o necesidad legitimante,
1 El derecho penal es una parte del saber juridico general y, Los caracteres
debiéndose su construcción más refinada a Edmund Mezger (1885- del saber jurídico
por ende, participa de todos los caracteres del derecho, por mucho y los específicos
1962). Terminada la guerTa se trató de neutralizar su peligro
que la circunstancia de tener por función la contención de un
manifiesto volviéndose al realismo y Hans Welzel (1905-1977)
poder, no puede menos que dotarlo de algunas particular"idades.
enunció su teoría de las estructuras lógico/objetivas o lógico/rea-
El uso equívoco de la expresión (a veces referida al saber jurídico
les (sachlogischen Stmkturen en alemán). ¿Qué quería decir con
penal, otras a la legislación penal y, en algunos casos, al mismo
esto Welzel? Sostenía lo contrario del idealismo anterior: afirma-
poder punitivo) (ver§ 6.1) dio lugar a que la tradición le asignase
ba que cuando el derecho toca un ente, debe respetar· el ser de ese
caracteres también equívocos (ora como caracteres del saber, ora
ente tal como es en la realidad; queda vinculado por una estruc-
80 MÉTODO, CARACI'ERES Y FUENI'ES DEL DERECHO PENAL CAR-\CI'ERES DEL DERECHO PENAL bl

de la legislación, a veces del puro poder punitivo). En un uso más poder punitivo (supuestamente regulado por el derecho penal para
depurado del nombre (referido exclusivamente al saber jurídico- las tesis legitirnantes) cumplía una función indispensable para la
penal), corresponde sostener que el derecho penal es (a) parte del civilización y en él tendria su origen nada menos que la cultura,
derecho público, (b) represivo, (c) continuo y Jragmentadory (d) nor- planteamiento que garantizaba la permanencia del poder puniti-
mativo. En cuanto a las leyes penales manifiestas, puede aflrmar- vo acompañando al humano mientras éste transite sobre el pla-
se que (a) son sancionadoras y que (b) habilitan poder punitivo de neta, porque el ser humano es eminentemente cultural. (b) Desde
modo fragmentado y discontinuo. El poder punitiv".J, por su parte, un derecho penal contentar, donde el poder punitivo tiene análo-
muestra siempre una constante vocación de continuidad. Dado ga categoría que la guerra -y aún mayores efectos letales, confor-
que la tradición de la literatura penal mezcla todos los posibles me a la comprobación histórica-, el signo represivo debe invertirse:
sentidos, es menester (a) replantear la cuestión separando los el poder punitivo aparece como una pulsión primitiva (Trieb), ne-
caracteres según cada uno de los entes señalados por los tres cesitado de represión (Verdréi.ngung) para posibilit':l, la civiliza-
sentidos asignados y (b) revisar su contenido y alcance desde la ción. El derecho penal debe operar como dique para represar ese
perspectiva de un sistema de comprensión basado en la teoria poder. El carácter represivo subsiste pero como contenedor de las
negativa o agnóstica de la pena. pulsiones in-acionales de las personas que operan el poder punitivo
del estado.

(a) derecho público 4 La confusión entre derecho penal (saber o ciencia penal) y su Es continuo y
El derecho principal objeto de interpretación (ley penal), especialmente incu- fragmentador
(b) represivo
penal es
( (c) continuo y fragmentador
(d) normativo.
rriendo en la reducción del último a la ley penal manifiesta (por
considerar el plano del deber ser como del ser), en el marco de un
discurso penal que pretendía regular el ejercicio del poder puniti-
Las leyes
penales
manifiestas son
¡ (a) sancionadoras
(b) habilitan poder punitivo de modo
fragmentado y discontinuo
vo, dio corno resultado que se destacase el carácter .fragmentario
del derecho penal. Con esto se subrayaba el fenómeno de que la
ley penal manifiesta recorta algunas conductas y las criminaliza
en forma discontinua, a diferencia de la ley civil que, por regular
El poder
punitivo { muestra una constante
vocación de continuidad o totalidad
relaciones de la vida de todos los habitantes, se presenta corno un
sistema continuo (sin lagunas). Pero si se renuncia al discurso
omnipotente legitirnante, para enfrentar la tarea de contenerlo y
Es una rama del En principio, el derecho penal es una rama del derecho públi- 2
derecho público reducirlo, la cuestión de la fragmentación se altera en varios sen-
co y, desde la perspectiva contentara este carácter se refuerza, tidos.
pues puede ser considerado como un apéndice del derecho
constitucional y en él hallar sus primeros y más importantes funda- 5 En principio, (a) el derecho penal (saber penal) no es disconti- No es discontinuo
nuo nifragmentario; lo es el ejercicio del poder punitivo habilitado ni fragmentario
mentos (ver§ 49.1). No puede argumentarse en contra esgrimien-
do algunas aisladas concesiones a la voluntad de las víctimas, por las leyes penales manifiestas, porque habiendo una tensión
que no pasan de ser límites elementalísimos a los extremos más permanente entre éste y el derecho penal, y tendiendo estructu-
groseros de la confiscación del conflicto. ralmente el primero a neutralizarlo y a configurarse corno poder
continuo, el esfuerzo del derecho penal lo mantiene fragmentado
Es represivo, pero La tradición repite que el derecho penal tiene carácter repre- 3
de la pulsión del
y la potencia jurídica reductora tiende a acentuar este carácter.
estado de policía sivo. (a) En los discursos legitimantes esta afirmación era funcio- El derecho penal es continuo y Jraginentador en tanto que el poder
nal, porque la represión de las pulsiones, según Freud, está en la punitivo habilitado por las leyes penales manifiestas debe mante-
base de la cultura, es decir, de lo propiamente humano. (La cultu- nerse discontinuo y fragmentario, sabiendo que para ello el dere-
ra nacía con la represión del deseo del incesto.) De este modo el cho penal (poder jurídico) debe contener su estructural tendencia
82 MÉTODO, CARACTERES Y FUEi'HES DEL DERECHO PENAL CARACTERES DEL DERECHO PENAL 83

a la continuidad, pues sin esa contrapulsión el poder punitivo del deber ser y desentenderse del ser, sino, simplemente, porque
dejaria de ser fragmentario para convertirse en continuo o total es '..m saber que tiene por objeto el estudio de normas (porque se
(se desembocaría en el estado totalitario). (b) En otro sentido, el ocupa de normas). Así como la biología se ocupa de los seres vivos
derecho penal tampoco es discontinuo ni fragmentario, porque su y la botánica de las plantas, el derecho se ocupa de las normas.
saber debe abarcar todo el ejercicio del poder público para deter- Pero no podemos entender qué queremos decir con que el derecho
minar cuál es punitivo, dada la existencia de leyes con funciones penal es normativo o que lo es porque se ocupa de las normas, sin
penales latentes y otras eventualmente penales y la circunstancia saber qué son las normas, del mismo modo que sin saber qué son
de que el poder punitivo se defina por exclusión. El derecho penal los seres vivos o las plantas no sabremos qué es la biología o la
debe ser un saber sin fracturas, que abarque en su horizonte toda botánica respectivamente.
la tendencia a la continuidad del poder punitivo, para eliminar el
8 Ante todo, las únicas normas que existen en el mundo como ¿Qué son
que se ejerce sin el presupuesto de un delito, tanto como para \
las normas?
entes reales (del mismo modo que e.<:isten el obelisco o nuestras
contener al que se ejerce en estos casos y, de esa manera. obtener
mesas de trabajo) son las leyes penales. Están escritas, publi-
la fragmentación del ejercicio del pod<:?r punitivo y acentuarla en la
cadas en el Boletín Oficial, son parte del mundo real. De estas
medida del poder de las agencias Judiciales.
normas reales, inferimos normas deducidas como recurso meto-
El carácter Del discurso conforme al cual el derecho penal regularía el 6 dológico, o sea que, del texto del art. 162 CP deducirnos la norma
sancionador es ejercicio del poder punitivo, se ha derivado otro debate sobre si no hurtarás (o prohibido hurtar o prohibido lesionar la propiedad
de la ley penal
tiene carácter sancionador o también es constitutivo. Con ello se ajena). Estas normas deducidas expresan una función dialéctica
quiere averiguar si la criminalización primaria recae sobre accio- (bifronte), que en el momento politico habilita eventual criminaliza-
nes lesivas que ya son antijurídicas (ilícitas) para el derecho en ción secundaria., pero que en el momento Jurídico sirve para limitar
general, dado que lo son para alguna de sus otras ramas, o bien, ese mismo poder. Veamos: (a) Cuando la agencia política sancionó
si puede operar la criminalización respecto de acciones cuya la norma real (ley penal) quiso prohibir algo (nom1a deducida) y
antijuridicidad es creada directamente por la ley penal. La tesis para ello habilitó el ejercicio del poder punitivo. Esta es la función
sancionatoria y no constitutiva se objeta en base a que unas po- de la nom1a deducida en el momento político de la prohibición. (b)
cas conductas criminalizadas no constituirían ilícitos civiles ni de En el momento jurídico, la misma norma deducida nos sirve para
ninguna otra naturaleza, como la omisión de auxilio, el maltrata- decirle a los jueces que no pueden habilitar ningún poder puniti-
miento de animales y las tentativas no calificadas. Aunque esta vo, por más que la acción se halle descripta por la ley (que se haya
afirmación es discutible, no es determinante para negar el carác- apoderado de una cosa mueble total o parcialmente ajena) si con
ter sancionador, porque lo importante es que la ley penal no crea ellono lesionó la propiedad ajena (se apoderó de algo que la per-
bienes jurídicos: los conflictos primariamente criminalizados de- sona había dejado frente a su domicilio para que el recolector de
ben afectar bienes que son siempre jurídicamente valorados en servicios se llevase). La/ norma deducida no es, pues, nada más
otros ámbitos del derecho. Como puede observarse, la pregunta que un instrumento mettódico que evita mayores irracionalidades_
no está referida al derecho penal (concebido desde la perspectiva porque permite precisar el alcance prohibitivo de la ley, pero no
contentora) sino a la legislación penal. Desde esta perspectiva es real, no existe en el mundo fáctico, sino que es un ente o ins-
puede preguntarse si crea los bienes que tutela y que son los de trumento lógico, un ente ideal.
todos los habitantes, amenazados por el avance irrestricto del poder
9 Pero, en definitiva, la norma deducida (el no hurtan ¿Existe o ¿Existe la norma
punitivo, y la misma respuesta negativa se impone, dado que sólo deducida?
no existe? Existe, claro está, pero como ente ideal. Desde los grie-
defiende derechos y bienes consagrados en todo el orden jurídico
gos hasta hoy se sabe que existen tanto los entes reales como los
del estado de derecho.
ideales, pero de diferente manera. El número cinco existe y el
El derecho penal El derecho penal es normativo, como lo es todo el saber jurí- 7 perro también, pero no se puede salir a pasear al número cinco ni
es normativo usar al perro para hacer un cálculo, simplemente porque el cinco
dico, pero no por estar constituído por normas ni por ocuparse sólo
84 METODO, CAR.A.CTERES Y FUENTES DEL DERECHO PENAL BREVE EXCURSUS SOBRE EL DESI1NATARIO DE LA.S NORMAS S5

es un ente ideal y el perro es real. Pero ¿Cómo se puede violar un conocimiento de la ley penal? ¿Dónde están las normas? ¿En otras
ente ideal? ¿Es posible violar un elemento metodológico? La pre- ramas del derecho? ¿En cuáles? ¿Están fuera del derecho? Todos
gunta procede porque cuando se habla de violación a una nonna, los caminos se han recorrido. Se sostuvo que las leyes penales se
no se trata de una norma real (una ley penal), pues como bien se dirigen a los jueces y no a los ciudadanos, porque éstos están
ha señalado desde antiguo (Binding), ésta no se viola sino que se informados de la ilicitud por las otras ramas del derecho. Otros
cumple, porque la conducta descripta (apoderarse de una cosa autores sostienen que las leyes penales se dirigen tanto a los jue-
mueble ajena) se realiza y, en consecuencia se impone la pena ces como a los ciudadanos o bien sólo a estos últimos. Cuando se
establecida en ella. Lo que se violaria es la nonna deducida (el no señala sólo al juez como destinatario se corre el riesgo de debilitar
hurtarás), pero la violación de esta norma es una metáfora que, el fundamento racional del nullum crimen sine lege; pero quienes
por ser gráfica, es bueno emplear, pero que no por ello pierde su sostienen que están dirigidas a los ciudadanos (o a éstos y a los
esencia. La contradicción de una acción humana con una norma jueces) no explican muy claramente cómo pueden dirigirse a quie-
es sólo metajorica, porque corresponden a dos mundos diferen- nes no pueden comprenderlas, como pueden ser algunos enfermos
tes, como son la mesa redonda que tengo frente a mi y la idea de mentales. Desde la perspectiva realista el problema del destinata-
triángulo: sé que la mesa no es triangular, pero no porque haya rio se disuelve, porque las nonnas penales (leyes) están dirigidas a
contradicción ni violación del triángulo, sino mera no correspon- todos los habitantes en el momento político, pero en el momento
dencia de mi idea de triángulo con la realidad redonda. Sólo pue-
juridico están dirigidas a los jueces, para indicarles cómo decidir,
de haber contradicción entre dos normas.
en tanto que las normas deducidas no están dirigidas a nadie, por-
En conclusión De lo dicho puede concluirse que (a) el derecho penal es nor- 10 que son instrumentos para el conocimiento del alcance de la prohi-
mativo porque se ocupa de normas, (b) entendiendo por tales las bición, inferidos por el jurista.
nonnas penales reales o leyes penales, y (c) porque para la deter-
2 La cuestión del destinatario está vinculada a la llamada teo- La teoría de
minación de su alcance se vale de las nonnas deducidas como los imperativos
ría de los imperativos. Se ha distinguido entre normas legales pri-
instrumentos metodológicos.
marias (destinadas por el soberano a los súbditos) y secundarias
(se las ha llamado nonnas relativas a nonnas y estarian dirigidas
a los órganos del estado encargados de la imposición de la pena
en caso de transgresión de las primarias). Sobre las normas pri-
§ 23. Breve excursus sobre el destinatario de las normas
marias se construyó la llamada teoría de los imperativos (Austin
en lengua inglesa y Thon en alemana), que sólo admitía la exis-
¿A quién se No es correcto cerrar la referencia al carácter normativo del 1 tencia de mandatos y prohibiciones, por lo cual no había lugar
dirigen las
derecho penal y la consiguiente precisión respecto de las normas para los permisos. Todas las acciones sociales podían clasificarse
normas?
reales y las deducidas, pasando por alto una larga discusión -en en ordenadas, prohibidas o indiferentes. De este modo desapare-
modo alguno cerrada- que, a partir de una pregunta aparente- cian los derechos subjetivos. Además, pretender que las normas
mente ingenua, atraviesa buena parte de la dogmática juridico- primarias tienen como destinatarios a los ciudadanos implica afir-
penal del último siglo: ¿A quiénes se dirigen las leyes penales? mar que los inimputables no son destinatarios de la norma y, por
Dicho de otra manera: la ley penal se publica oficialmente, como ende, no pueden violarla: un loco que mate a su vecino no violaria
si fuese un edicto o un viejo bando. ¿Pero quién es su destinata- ninguna norma, es decir que actuaria conforme a derecho.
rio? ¿Los jueces? ¿Todos los habitantes? ¿Ambos? ¿Y las normas 3 Para evitar semejante disparate Jhering afümaba que los desti- La separación
deducidas tienen destinatario? ¿Son los mismos? Si la ley penal natarios de la ley penal eran los órganos encargados de su aplica- de las leyes
y las normas
no es constitutiva sino sancionadora, la norma no seria creada ción. Karl Binding por su parte, eludía la insostenible consecuencia
por la ley penaL ¿El conocimiento de la ilicitud no depende del de la teoria de los imperativos separando nítidamente las leyes
86 MÉTODO, CAR.\CTERES Y FUENTES DEL DERECHO PE;s;AL
LA CUESTIÓN DE LAS FUE,V7ES 87

penales y las normas: en tanto que las plimeras están publica- nac10n tradicional de caracteres a uno y otra. también provoca
das oficialmente y son penales. las segundas, las que desde nuestra confusiones cuando se habla de fuentes. Manteniendo la nítida
perspectiva hemos llamado nonnas deducidas, son previas a la distinción entre objeto del saber penal (legislación penal) y sa-
ley penal y se hallan en todo el orden juridico (de eso deducia el ber penal (derecho penal), corresponde sostener una distinción
carácter discontinuo y fragmentalio). Su obra monumental (Las
primaria entre fuentes de una y de otro. La precisión a este
nonnas y su coniTavención) está destinada a buscar las normas en
respecto no es inofensiva.
todo el derecho. Max Emst Mayer renunció a la búsqueda en el
orden juridico. para afümar que se trata de nonnas de cultllia. 2 Si confundiendo derecho penal con legislación penal. se seña- Las confusiones
no son inocuas
lan como fuentes del derecho penal las leyes penales y. por su-
Normas de Además. se distinguió entre nonna de valoración y norma 4
puesto. sólo las leyes penales constitucionales. automáticamente
, valoración y de de detenninación (Binding/Mezger) en forma tal que cuando para
determinación quedan fuera del saber del derecho penal las leyes penales la-
caracterizar lo ilícito se acentúa la violación a la norma de valora-
tentes y eventuales (ver § 7A y ss.) y todo el, poder punitivo no
ción. su esencia es la lesión al bien jurídico; y si se acentúa la
formalizado en leyes penales manifiestas. No podemos olvidar
norma de determinación, su esencia es la violación al deber mis-
que uno de los modos más prácticos de legitimar es ignorar un
mo. En años recientes se busca su esencia en la violación a los
fenómeno. y cuando se recorta el fenómeno del poder punitivo
deberes derivados de roles sociales (Jakobs).
para dejar que la mirada del penalista se apoye sólo sobre lo
Idealismo y realis- Todo esto puede denominarse perspectiva idealista respecto 5 que debe ser el poder punitivo. todo lo que es el poder punitivo
mo en la cuestión de las normas que hemos llamado deducidas, porque se les asig- resulta legitimado por omisión. Si se confunde lo que es con el
de las normas:
cosificación
na existencia real en lugar de admitirlas sólo como un recurso deber ser. el derecho penal nunca podrá compararlos. y sin esa
legitiman te metodológico. Desde una teoria del conocimiento realista esto con- comparación nunca podrá servir para impulsar lo que es hacia
idealista funde el camino del conocimiento con el objeto a conocer. o sea la realización de lo que debe ser (por definición, el deber ser es
que. en cierto sentido el idealismo lleva a generar una discusión un ser que no es o, por lo menos, que aún no es).
como resultado de confundir el perro con el número cinco. La
pretendida existencia real de las normas deducidas oculta la na- 3 Fuentes de conocimiento de la legislación penal son las que Fuentes de la
legislación penal
turaleza del poder punitivo. porque pasa a segundo plano la coac- nos permiten conocerla. en tanto que fuentes de producción son
ción punitiva de las únicas norrnas que realmente existen. Por los órganos de los que emanan o producen las leyes. Es necesalio
otra parte. la cosiflcación de este recurso metódico (hacer de un el conocimiento de las leyes penales para que el derecho penal
elemento deducido, una cosa) se usa para encontrarle a la pena pueda (a) precisar cuáles son las leyes penales constitucionalmente
una pretendida función preventiva intrasistemática: si la norma lícitas (fuentes de conocimiento de las leyes penales consliluciona-
es un ente real, el poder punitivo quiere prevenir su violación. les o lícitas). en tanto que las fuentes de producción serán las
Desde el realismo no podemos menos que observar que este argu- instituciones constitucionalmente habilitadas para intervenir en
mento pretende imponer la pena para asegurar la vigencia de una la sanción de esas leyes (el Congreso de la Nación, el poder ejecu-
deducción que sirve para aclarar el alcance de la prohibición legaL tivo como colegislador, en menor medida las legislaturas provin-
ciales y los municipios) (ver§ 28). De este modo se precisa un tipo
nonnativo de leyes penales formalmente constitucionales (licitas). (b}
Luego deben conocerse todas las leyes en sentido material, cons-
§ 24. La cuestión de las fuentes titucionales e inconstitucionales (licitas e ilícitas) que habiliten
o posibiliten el ejercicio de algún poder punitivo (leyes formales,
decretos nacionales. decretos de necesidad y urgencia. leyes pro-
¿Fuentes de qué? El uso equívoco de la expres1on derecho penal para desig- 1
vinciales. decretos provinciales, decretos de intervenciones fe-
nar tanto el saber penal como la legislación, que confunde la
derales. ordenanzas municipales. resoluciones ministeriales
88 MÉTODO, CAR.\CTERES Y FUE:NTES DEL DERECHO PENAL LAS FUE1ffES DE CONOCIMIENTO DEL DERECHO PENAL 88

nacionales y provinciales, resoluciones policiales, circulares de cosa objeto del.hurto es cosa (si tiene valor pecuniario), si la ex-
entes descentralizados, etc.) y los órganos de que emanen serán presión verbal tiene sentido lesivo en la injuria, si los compases
sus corTespondientes fuentes de producción. (c) En un tercer mo- son de una tradició1:i o de autoría de alguien, etc. Por eso, las
mento, el derecho penal debe comparar el tipo normativo de legis- fuentes del derecho penal no pueden enumerarse taxativamente
lación penal constitucional con la legislación vigente que habilita y muchas corresponden a su interdisciplinariedad con otras dis-
o posibilita el ejercicio de poder punitivo, para programar la decla- ciplinas (ver § 41), que no es una mera cuestión de relaciones,
ración de inconstitucionalidad de la que no resulta adecuada al sino el reconocimiento de que ningún saber o ciencia puede ago-
tipo norn1ativo de leyes penales formalmente constitucionales. tarse en sí mismo, porque todos son recortes artificiales de una
realidad única, necesarios sólo en razón de las limitaciones del
Fuentes del También en el derecho penal cabe distinguir entre (a) sus 4 conocimiento individual.
derecho penal fuentes de conocimiento, que son los datos que debe tomar en
2 Seria muy pobre el derecho penal si pretendiese negar la im- No debe
cuenta para elaborar sus construcciones (Constitución, tratados
empobrecerse al
internacionales, leyes penales formales, leyes penales materiales, portancia de los datos históricos, de los criterios jurisprudenciales, derecho penal
leyes no penales, datos sociales y de otras disciplinas, informa- de la información politica, social y económica, de la ubicación en
ción histórica, derecho comparado, jurisprudencia, filosofia, etc.), la historia de las ideas y en el marco de la dinámica cultural y de
y (b) las fuentes de infonnación del derecho penal, que son las que todo aporte científico que le pueda aclarar el efecto real de la nor-
permiten conocer el estado presente o pasado de este saber (tra- ma en la práctica del sistema penal, contribuir al esclarecimiento
tados, manuales, compendios, cursos, enciclopedias, comenta- y a la critica ideológica de la norma o del entendimiento de su
rios, artículos, revistas especializadas, monografias, ensayos, etc.). función, etcétera.
3 Los autores del siglo XIX (Feuerbach, por ejemplo) considera- La filosofía
como fuente
ban a la filosofia como fuente de conocimiento del derecho penal.
del derecho
Lo hacían porque como no tenían constituciones ni derecho inter- penal
§ 25. Las fuentes de conocimiento del derecho penal nacional que les diese el marco liberal y garantizador, debían de-
ducir sus sistemas de la razón, o sea, de la filosofia. Luego ésta
fue perdiendo prestigio entre los penalistas y hasta llegó a soste-
Los datos El derecho penal abarca en su horizonte de proyección todas 1 nerse que cualquier referencia a ella era perjudicial (Manzini). Lo
que incorpora las leyes que habilitan o posibilitan el ejercicio del poder punitivo cierto es que desde hace muchas décadas no se la menciona como
y, por ende, las decisiones formalizadas de las agencias políticas fuente de conocimiento del derecho penal. Cabe preguntarse si
son parte sustancial de su ámbito de conocimiento. Buena parte esta tradición decimonónica interrumpida en el siglo XX, no debe
de esta habilitación de poder punitivo es inconstitucional y, por ser restaurada.
ende, sólo se incorpora para proyectar decisiones de las agencias
4 El derecho penal -como cualquier saber- se pregunta acerca Ontología
jurídicas que los reduzcan o eliminen. Pero para interpretar las regional
del ser de cierto universo (horizonte) de entes, en tanto que la
leyes penales también son necesarios otros datos del mundo, que
filosofia se interroga sobre el ser de todos los entes (ontología). En
forman parte de la realidad. (a) Para construir el tipo nonnativo de
este sentido, puede afirmarse que las ciencias son una suerte de
leyes penales constitucionalmente admitidas (para decidir la in- ontologías regionales. lo que no debe entenderse como que la on-
constitucionalidad de las restantes) necesita conocimientos del tología se ocupa del ser de cada uno de los entes, sino de lo que
derecho constitucional y del internacional; (b) para interpretar hace que todos los entes sean: ¿Por qué ser? ¿Por qué mejor no
ciertas leyes penales se necesitan datos del derecho administrati- ser? es quizá la mejor formulación de su pregunta pensante. Se
vo, civil, comercial, etc.: (c) no puede proyectar jurisprudencia sin puede afirmar que esta pregunta es un error. que todo ser es
conocer la existente; (d) pero el penalista no es un extragaláctico, siempre ser de algo y negar la ontología. pero la negación de la
pues sin conocimientos no normativos tampoco podrá saber si la ontología es también una concepción ontológica.
90 MÉTODO, CARA.CTERES Y FUEi'ffES DEL DERECHO PENAL LAS FUENfES DE INFORMACIÓN DEL DERECHO PENAL 91

Antropología La pregunta ontológica necesita algún hilo conductor para 5 (c) tampoco es raro que interpretaciones fundadas en la adap-
filosófica
decidir a qué ente interrogar primero, y dado que quien pregunta tación de argumentos sistemáticos construidos a partir de otras
es el ser humano y que la pregunta no puede tener sino forma leyes, provoquen la reforma de la ley local; (d) por último, la com-
humana, el primer capítulo de la ontología (estudio del ser) será paración legislativa pone de maniflesto los anacronismos de la
la antropologiafilosófica (estudio del ser humano). Si el derecho legislación propia.
penal -como cualquier saber u ontología regional- se vincula a la
filosofía (ontología) y ésta comienza por la antropología filosófica,
esto explica la conexión que la historia del derecho penal nos de-
muestra empíricamente: es posible compartir o no las concepcio- § 26. Las fuentes de información del derecho penal
nes de lo humano de cada época, pero es indudable que el dere-
cho penal siempre se ha elaborado presuponiendo alguna:
kantiana, hegeliana, positivista, romántica, etcétera. 1 Son fuentes de injormación del derecho penal las que permiten La bibliografía
conocer el estado del saber jurídico-penal presente (contemporá- juridico-penal
No hay derecho La decisión política que precede y condiciona la construcción 6
penal que no sea neo) o pasado (histórico). En lenguaje más corriente se la denomina
de todo sistema de comprensión del derecho penal, se nutre íntima-
tributario de bíbliogra.fia penal (también literatura penal., aunque con cierto re-
cierta antropo- mente de una antropología o concepción de lo humano, aunque
buscamiento). Su volumen es extraordinario y creciente.
logía filosófica no la confiese y aunque no la conozca. En estas últimas hipótesis
no se carece de base antropológica, sino que ésta es confusa por 2 Su clasificación no difiere de la usual en cualquier rama jurí- La clasificación
usual
agregación. Ocultar la decisión política previa al sistema y la an- dica. (a) Las obras generales que exponen la totalidad de la disci-
tropología que la funda, no tienen el efecto de hacerlas desapare- plina suelen dividirse en tratados, cursos, manuales, estructw-as,
cer, sino de impedir el control de su racionalidad. pero así como síntesis y principios. Si bien entre las obras de la última década
ante la omisión de la función expresa queda la latente. ante la del siglo XIX y las del siglo XX las hay que ofrecen un desarTollo
imprecisión respecto de la antropología fundante queda una an- enciclopédico, algunas colectivas (Pessina, Cogliolo, GrispignO y
tropología también latente. Por ende, no parece posible negar a la otras individuales (Manzini., la emprendida por Jiménez de Asúa)
filosofia (y en especial a la antropología filosófica) el carácter de e incluso alguna de parte especial de iguales caracteres (Quintana
fuente del derecho penal. Ripollés), en las últimas décadas se observa una mar·cada tenden-
cia a privilegiar las obras de parte general y dejar la especial a
El derecho El derecho penal comparado puede ser entendido como com- 7 desarrollos monográficos. El modelo del Lehrbuch o tratado ale-
penal comparado paración de legislación penal o como comparación de doctrinas y mán ha sido siempre de un volumen, en tanto que, en lenguas
sistemas de otros países. Esto último se ha vuelto corriente, pues latinas esa denominación suele reservarse ·para obras de varios
el saber jurídico penal no conoce fronteras en la actualidad, y las volúmenes (casi enciclopédicas). También algunas de estas últi-
bases constructivas tienen el límite común del Derecho Internacio- mas, pese a abarcar varios volúmenes, se denominaron Manuales
nal de los Derechos Humanos. Pero la legislación penal compara- (Pannain, AntoliseO. El modelo de los Lehrbücher alemanes parece
da tampoco es indiferente para la construcción de un sistema: (a) extenderse en las últimas décadas a la producción italiana y es-
porque es necesaria para precisar los caracteres diferenciales de pañola. (b) Una forma de exposición frecuente son los códigos
la propia legislación; (b) cuando una legislación reconoce expre- comentados, que los hay desde los integrados por un volumen de
samente un mayor nivel de realización de alguno de los principios comentarios breves, hasta obras que abarcan varios volúmenes y
limitadores del poder punitivo (ver§ 27), contribuye con ello al avan- que en parte se superponen con las enciclopedias. (c) El resto de
ce realizador en otros sistemas. porque facilita la argumentación la literatura penal se compone de monografías, ensayos (géne-
que permite interpretar más progresivamente las disposiciones ro poco frecuentado) y artículos en revistas especializadas o de
de otras legislaciones e incluso postular su inconstitucionalidad: derecho en general. (d) Existe una tradición de obras colectivas
92 MÉTODO, CAR>\CTERES Y FUENTES DEL DERECHO PENAL LAS FUENTES DE INFORMACIÓN DEL DERECHO PENAL 93

dedicadas a catedráticos, por lo general con motivo de su retiro gentina, que se inició entre la cuarta y quinta décadas del siglo
universitario, que consisten en colecciones de trabajos ofrecidos XX, con una dogmática jurídico-penal inspirada en principio en
por colegas y discípulos (libros homenaje}. von Liszty Beling, adquiriendo progresivamente un marcado acento
neokantiano en versión de Mezger. A esta época neokantiana per-
Bibliografía La tradición juridico-penal latinoamericana proviene de Eu- 3
extranjera en tenece la obra general publicada en Buenos Aires por Luis Jiménez
ropa continental. El método juridico empleado es el dogmático,
Latinoamérica de Asúa. (d) Los autores contemporáneos son los que a partir de
cuyo origen se disputan entre alemanes e italianos. La bibliogra-
los años setenta recibieron la influencia de la dogmática alemana
fía extranjera más influyente en la región proviene de países euro-
posterior al neokantismo. En este periodo pueden distinguirse
peos que siguen más cercanamente este método (Alemania, Italia
dos momentos: la primera etapa, la ocupa el debate entre el
y España; en menor medida, Portugal, Austria y Suiza) y de sus
finalismo y el neokantismo, y en la segunda se desarrollan cami-
desarrollos en América Latina. La bibliografía francesa no tiene
nos abiertos a partir del propio finalismo.
hoy influencia en la región, pese a haber sido notoria su impor-
tancia en el siglo XIX. La bibliografía anglosajona es poco conoci-
da. Varios autores alemanes e italianos fueron traducidos y sus
obras publicadas en la Argentina. En los últimos años las traduc-
ciones españolas de autores alemanes conbibuyen a nutrir la dis
cusión doctrinaria en toda la región,
aunque se traducen pocas obras de
autores italianos.

La bibliografía local es considera - 4


Bibliografía
argentina
ble . .;.,as obras generales pueden
clasificarse en cuatro periodos: (a) Los
primeros autores (Carlos Tejedor, Ma-
nuel Obarrio, Camelio Moyana Gacitúa
y Rodoifo Rivarola) pueden llamarse los
clásicos argentinos, que preceden a los
positivistas o se mantienen relativa-
Sebastián Soler mente inmunes ante el embate de és-
tos. (b) Los autores del positivismo
(Eusebio Gómez. Juan P. Ramos y
Alfredo Molinario) se superponen tem-
poralmente en parte con éstos, debido
a cierta resistencia -más sorda que
abierta- al positivismo ortodoxo, lo que
explica que el código penal de 1921
no haya respondido a esa filiación. (c)
Los primeros autores dogmáticos
(Sebastián Soler. Ricardo C. Nuñez y
Carlos Fontó.n Balestra) fueron los que
inauguraron esta metodología en la Ar-
Ricardo C. Núñez
CAPÍTULO 4
Límites a la construcción impuestos
por su función política

§ 27. La naturaleza de los principios !imitadores


a que debe someterse la construcción

1 La construcción del sistema de comprensión del derecho penal La naturaleza


(saber penal) presupone una decisión política que la condiciona. de los principios
!imitadores
Un arquitecto planifica un edificio a partir de la previa decisión
sobre el destino de la construcción, y será diferente según sea
para un hospital, una escuela, un. club deportivo o una r.t>siden-
cia. Toda la construcción estará condicionada por esa previa deci-
sión acerca de la función que tendrá el edificio.
2 El sistema es un medio y no un fin en sí mismo. Con el méto- El sistema es un
do jurídico se construye el siE:>tema del derecho penal (el saber medio y no un fin
en sí mismo
penal se expresa en fom1a de sistema) para ser aplicado por la
agencia juridica con ciertos objetivos políticos, como el de acotar
y reducir el poder punitivo. Por eso, la coherencia interna del sis-
tema (su no contradicción) es un requisito de racionalidad (regla
metodológica) necesario pero no suficiente, pues la verificación de
la corrección del sistema no dependerá sólo de que no sea contra-
dictorio. Por muy coherente que sea, no será válido si contradice
los principios !imitadores que le impone la previa decisión política
sobre la función que el sistema debe cumplir. El arquitecto debe
respetar reglas de simetría. pero si para ello debe abrir una ven-
tana en medio de la piscina. habilitar aulas en un sótano o abrir el
acceso a la residencia en el baño, deberá modificar su proyecto,
porque éstas son soluciones o caminos prohibidos, debido a su
disfuncionalidad con el objeto de la construcción.

3 Cualquier acto de la vida lo decidimos descartando caminos El criterio para


prohibidos, que son meras posibilidades lógicas. En el derecho seleccionar y des-
cartar los caminos
penal, el criterio para realizar este descarte lo proveen estos prin- prohibidos
96 LiMITES A U\ CONSTRUCCIÓN Ii\lPUESTOS POR SU FUNCIÓN POLÍTICA
LA NATURALEZA DE LOS PRJNCIPIOS LIMITADORES A QUE DEBE SOME'IERSE LA. CONSTRUCCIÓN 97

cipios !imitadores que condicionan la labor de construcción siste-


algunas teorías; pero tampoco es invariablemente una estructura
mática del penalista. Pese a la importancia de esa función, estos
de poder al servicio mecánico de las clases hegemónicas, aunque
principios (a) no son ta"Xativos (no se trata de una lista cerrada e
siempre tiende a convertirse en esto último. El estado histórico,
inamovible) (b) ni tampoco son de realización absoluta (siempre
real, es el producto de la dialéctica entre ambos polos: el estado
se respetan a medias).
de policía siempre responde a la descripción del marxismo (inclu-
No son taxativos En la pugna entre el estado de derecho y el estado de policía, 4 so cuando se lo montó con su pretexto); el estado de derecho siem-
ni están pre pretende convertirse en el estado ideal de igualdad ante la ley;
las agencias juridicas deben empujar para que el estado de dere-
absolutamente
realizados cho avance: para ello, los principios deben aumentar en número y los estados reales se acercarán más a uno u otro extremo en ra-
también subir el nivel de su patrón o standard de realización. La zón de su grado de progreso jurídico alcanzado (que, por supues-
tarea de avance y consolidación del estado de derecho (fortaleci- to, es producto de su general progreso social).
miento del dique, mayor contención de aguas, y disminución de La clasificación
7 Todos los principios !imitadores demandan la legalidad, evitan
las mismas) es un unfinished, algo constante y nunca acabado en de los principios
choques groseros con el derecho internacional de los derechos hu- !imitadores
la perspectiva actual, en una dialéctica que vive en todo estado
manos y, en definitiva, pueden derivarse más o menos directamen-
real, presente o pasado.
te del principio republicano de gobierno. No obstante, algunos pare-
El progreso El número de principios !imitadores que rigen la construc- 5 cen emerger con mayor claridad de uno o de otro de estos aspectos,
jurídico ción del sistema puede aumentar por surgir otros aún no descu- por lo que, por razones de mero orden expositivo y sin ninguna con-
biertos o desprendidos de los conocidos pero no suficientemente secuencia práctica diferente, es posible clasificarlos en principios
desanollados. Así como se enuncian nuevos derechos humanos, que se den.van preferentemente (a) de la legalidad; (b) de la necesi-
o como el propio art. 33 de la CN reconoce los derechos implícitos, dad de evitar violaciones groseras a los derechos humanos y (c) del
también habrá garantías nuevas no explicitadas y otras implíci- principio republicano de gobierno (art. 1° de la CN). Seguimos este
tas no desarrolladas. El número de principios limitadores y su orden en la exposición que hacemos a continuación.
mayor patrón o standard de efectividad en la realidad social seña- A Principios que derivan de la exigencia de legalidad:
la el nivel de progreso jurídico alcanzado, en el plano nacional, en (a) legalidad formal
el regional y mundial. Pero este progreso no es lineal, sino de (b) inetroactividad
(c) máxima taxatividad legal e interpretativa
grandes ciclos, y en los ciclos más reducidos o acotados, es de- (d) respeto histórico al ámbito de Jo prohibido
masiado frecuente hallar retrocesos sensibles y graves. El progre-
so juridico no es una constante ni responde a una ley histórica, B. Principios contra groseras disfuncionalidades con los
derechos humanos:
sino que es resultado del esfuerzo que, cuando se debilita, permi-
(a) Jesividad
te el avance del estado de policía, con el consiguiente retroceso de (b) humanidad
los principios limitadores Y. del respeto a la dignidad humana. (c) trascendencia mínima
(d) prohibición de doble punición
¿Qué es el A estas alturas cabe preguntarse qué es el estado, si sirve 6 (e) buena fe y pro homine
estado?
para algo, si no será verdadera su deslegitimación marxista. La
C. Límites derivados del principio republicano de gobierno:
pregunta es válida. Ante todo, lo desacralizamos al no escribirlo (a) principios de acotamiento material :
con mayúscula (no hay razón para su asimilación ortográfica con (o:) proscripción de grosera inidoneidad de la criminalización
Dios). No aceptamos la racionalización que pretende que la ma- (fJ) Proscripción de la grosera inidoneidad del poder punitivo
{zl limitación máxima de la respuesta contingente
yúscula sólo evita confusiones con su homónimo. Hay muchos (b) principio de superioridad ética del estado
homónimos en todas las lenguas y no por ello se escribe uno con (c) principio de saneamiento genealógico
mayúscula. En segundo ténnino, la historia y la realidad nos de- (d) principio de culpabilidad
(o:) exclusión de la imputación por mera causación
muestra que el estado no es la figura ideal que nos describen
(~) principio de exigibilidad
98 LíMITES A LA. CONSTRUCCIÓN IMPUESTOS POR SU FUNCIÓN POLÍTICA PRJNCIPIOS QUE DERJVAN DE 1A EXIGENCLA. DE LEGALIDAD: (a) LEGALIDAD FORMAL 99

§ 28. Principios que derivan de la exigencia de legalidad: 4 La principal fuente de legislación penal en nuestro sistema Fuentes de legis-
(a) legalidad formal lación penal en
son los órganos del gobierno federal (Congreso de la Nación y po- la manifestación
der ejecutivo en cuanto órgano colegislador), dado que las leyes primaria estatal
penales de mayor importancia son de competencia federal, por-
Legalidad La única ley penal es la ley formal emitida por los órganos 1 que las provincias delegaron en el legislativo federal la competen-
formal
políticos habilitados por la CN (ver § 24.3). En esto consiste el cia legislativa para el Código Penal (art. 75 inc. 12º CN). En fun-
principio de legalidad; su enunciado latino fue obra de Feuerbach ción de esa habilitación, el núcleo más importante de la legisla-
(ver § 67) a comienzos del siglo XIX, pues no lo conocía el derecho ción penal se contiene en: (a) el Código Penal, (b) en las leyes
romano: nullum crimen, nulla poena sine proevia lege penale. Pue- penales especiales (que son leyes penales no codificadas) y (c) en
de decirse que el conjunto de disposiciones de máxima jerarquía las disposiciones penales de leyes no penales (en el fondo, son
normativa que establecen la exigencia de legalidad penal, confi- una subcategoría de las anteriores).
guran el tipo de ley penal lícita. Estas norn1as fundamentales son 5 El gobierno federal es la manifestación primaria del estado, a Fuentes en la
los arts. 18 y 19 CN y (mediante el inc. 22º del art. 75 CN), los manifestación
la que siguen las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos secundaria
arts. 9º de la CADH y 9º del PIDCP. Aires como manifestaciones secundarias. La materia de prensa del estado

La CN -a diferencia de la norteamericana- no prohibía en 2 se la reservaron las manifestaciones secundarias del estado (art.
La fórmula
32 de la CN), que dictan sus propias leyes de prensa. Además,
constitucional forn1a expresa la llamada ley penal retroactiva (ley penal ex post
éstas tienen competencia legislativa en materia contravencional
facto, posterior al hecho). Se ha discutido si el art. 18 CN con-
referida a la violación de normas que no sean de naturaleza fede-
sagraba el principio de legalidad penal o si sólo se refería a la le-
ral ni municipal (ver§ 46). En consecuencia, una segunda fuente
galidad procesal. De sus palabras queda claro que establece la
de producción legislativa formal son los órganos legislativos pre-
legalidad procesal LJuicio previo fundado en ley anterior), pero sub-
vistos en cada constitución provincial y en la de la ciudad de Bue-
sistía cierta duda sobre la penal, porque aquí se apartó del mode-
nos Aires, competentes para legislar penalmente en materia de
lo norteamericano, lo que hizo pensar que se inspiraba en la Carta prensa y contravencional.
Magna inglesa (los ingleses no podían consagrar la legalidad pe-
nal porque sus tribunales creaban ley). Además, en los Estados 6 Pero el estado argentino tiene una forma terciaria de apari- En la forma
estatal terciaria
Unidos se babia discutido la incorporación de la legalidad penal a ción (la de mayor raigambre histórica) que es el municipio. Los
la Constitución, por su obvia consecuencia del principio republi- municipios son entes politicos y no meramente administrativos (a
cano (sería irracional pretender penar a alguien por algo que en el partir de las claras disposiciones de los arts. 1 º, 5º y 123 CN) y en
momento de hacerlo no podía saber que era delito porque no lo sus respectivas competencias puegen sancionar leyes (ordenan-
era al no hallarse tipificado). zas municipales) que establezcan sanciones para la violación de
las normas que son de su competencia y que pueden tener natu-
La situación En definitiva. o bien el principio de legalidad penal estaba en 3 raleza administrativa (faltas) o contravencional. Cuando estas fal-
actual
el art. 18 o. de lo contrario, éste consagraba sólo la legalidad pro- tas tengan naturaleza contravencional deben ser juzgadas por
cesal y la penal se derivaba del art. 1 º CN (principio republicano órganos judiciales del propio municipio que, al efecto, deben go-
de gobierno) y del llamado principio de reserva (art. 19 CN), que zar de todas las garantías de independencia de la jurisdicción.
no es más que su reverso. Esta discusión nunca tuvo mayor sen- Las dificultades
7 No es sencilla esta distribución de competencias legislativas
tido práctico y desapareció por completo con la ratificación de los de la distribución
para legislar penalmente. habiendo muchos puntos discutibles de competencias
tratados inten1acionales de derechos humanos. pues los arts. 9° en sus zonas en disputa, en la que, por desgracia, generalmente
de la CADH y 9º del PIDCP consagran expresamente el principio sale perjudicado el principio federal. No obstante, la distribución
de legalidad penal con jerarquía de norma constitucional. es clara en muchos casos: (a) El homicidio o el robo son sin duda
100 LíMITES A LA CONSTRUCCIÓN IMPUESTOS POR SU FUNCIÓN POLÍTICA
(a)
PRINCIPIOS QUE DERIVAN DE LA EXJGENCU\. DE LEGALIDAD: LEGALIDAD FORMAL 101

materias del código penal y, por ende, deben ser legisladas por el periodos, las dictaduras legislaron en materia penal por actos le-
gobierno federal; la materia electoral nacional debe ser legislada gislativos defacto (primero se llamaron decretos-leyes y se sostu-
por el gobierno federal, por ende, los delitos electorales naciona- vo que debian ser ratificados por el Congreso una vez restablecido
les son de su competencia (delitos federales) y también lo son las el orden constitucional; las dos últimas dictaduras se quisieron
infracciones penales menos graves contra esas normas (contra- arrogar la potestad legislativa y los llamaron leyes; se decidió que
venciones federales). (b) El uso de tangas o el nudismo en playas no necesitaban ratificación posterior). Aunque se siguió la prácti-
y balnearios es una cuestión que debe legislar cada provincia en ca de derogarlos por vía de ley, lo correcto en materia penal hu-
su competencia territorial; por ende, la violación de esas normas biese sido su declaración judicial de nulidad. De toda forma, si
puede tipificarse por la provincia o la ciudad de Buenos Aires hubiese infaustos hechos semejantes en el futuro, estos actos,
como contravenciones provinciales. (c) La ocupación de las aceras como los de todos los que usurpasen funciones constitucionales,
por mesas y sillas o vendedores ambulantes es de competencia serán delictivos y, por ende, no sólo no serán ley sino que serán
municipal; las violaciones a estas normas pueden ser sanciona- violatorios de la ley misma (art. 36 CN).
das como faltas o como contravenciones municipales, según se
siga la vía de la sanción administrativa o de la penal. 10 En nuestro sistema del llamado derecho escrito (por oposi- Usos, costumbres,
ción al de derecho común, formado por la costumbre y la jurispru- doctrina y
Los decretos no El poder ejecutivo .no puede legislar en materia penal, fuera 8 jurisprudencia
dencia), los usos, las costumbres, la doctrina y la jurisprudencia
pueden crear de la función que le incumbe como colegislador (promulga o veta
ley penal no generan ley penal. Sin embargo, son necesarias algunas pre-
las leyes del Congreso y puede enviar proyectos para ser tratados cisiones. (a) En cuanto a los usos y costumbres, debe tenerse
por las Cámaras). En ningún caso puede legislarse penalmente presente que completan la ley penal cuando remite a ellos, como
por decreto ni por esta via puede pretenderse reglamentar una ley
sucede cuando es necesario determinar cuál es el deber de cui-
penal. El inc. 3º del art. 99 de la CN autoriza al poder ejecutivo a
dado en una actividad no reglamentada. o cuál es la práctica
emitir decretos de necesidad y urgencia (debieran llamarse decre-
comercial para distinguirla de una estafa. (b) Por otra parte, la
tos-leyes), pero la materia penal está excluida de estos decretos.
costumbre tampoco deroga la ley penal, pero cuando el sistema
Debe entenderse que esta garantía. como ioda la de legalidad,
penal deje de ponerse en movimiento a su respecto o nunca lo
rige también para la ley procesal penal.
haya hecho, pese a la reiteración de hechos típicos de conoci-
Los Nuestro pais pasó por largos periodos de dictaduras usur- 9 miento público (fenómeno poco frecuente en delitos pero bastante
decretos-leyes padoras (1930-1932; 1943-1946; 1955-1958: 1962-1963; común en contravenciones}, no es posible que de repente lo haga
1966-1973; 1976-1983) y la Corte Suprema de Justicia de la Na- sin ningún aviso previo. La selectividad del sistema penal es un
ción las legitimó en acordadas, invocando la doctrina de facto, hecho que sólo puede admitirse con algunos limites, más allá de
que no es más que el reconocimiento del derecho de quien tiene la los cuales no es tolerable; por ello, no puede operar en forma de
fuerza. La teoría o doctrina de facto es blanco de ataques muy una trampa para el ciudadano, librada al antojo de la agencias
fuertes en el plano internacional por los anticolonialistas y por ejecutivas. (c) La doctrina no puede generar ley penal, pues sólo
quienes reclaman la reparación histórica por genocidios pasados, proyecta jurisprudencia (ver§ 24), y ésta tampoco puede alcanzar
en especial con el irrebatible argumento de que la fuerza y el paso ese carácter, ni siquiera cuando se trata de jurisprudencia de
del tiempo no pueden hacer del genocidio y del pillaje (robo masi- casación ni plenaria (cuando se unifica el criterio de varios tribu-
vo) una fuente de derechos. (¿Con qué legitimidad un derecho nales a través de una sentencia, lo que se pretende obligatorio
puede condenar a un homicida y a un ladrón, si su legitimidad se para 1ocios los tribunales abarcados, aunque en realidad no hay
deriva del homicidio y del robo cometidos masivamente? ¿El tri- en el sistema judicial argentino jurisprudencia obligatoria, por-
bunal del pais colonizador puede condenar? ¿Puede hacerlo el del que el poder judicial no es una corporación: cada juez tiene juris-
estado que hereda al colonizador y que mantiene en la posición de dicción y no hay jerarquías entre ellos. sino sólo diferentes com-
subordinación a la población diezmada por éste?) Durante estos petencias). Lo que puede suceder es que una conducta atipica o
102 LiMJTES A LA. CONSTRUCCIÓN IMPUESTOS POR SU FUNCIÓN POLÍTICA
(b) IRRErROACTIVIDAD 103

no punible según un criterio jurisprudencial, resulte típica según únicas leyes penales en blanco constitucionales son las que remi-
otro criterio. Si el primer criterio (la acción no es delito) es el que ten a leyes emergentes del mismo órgano político.
domina, el tribunal puede cambiar de criterio pero, en tal caso,
no puede penarse al sujeto que ha realizado la acción, porque
incurre en un error invencible de prohibición (ver § 220). De lo
contrario, cada uno de nosotros tendria que abstenerse de todas § 29. b) irretroactividad
las acciones que los tribunales consideran típicas más todas las
que según los criterios jurisprudenciales o doctrinarios más re-
presivos pudieran llegar a considerarse típicas, es decir, que de-
beríamos abstenemos de hacer no sólo lo que el sistema penal 1 Puede considerarse que el principio de irretroactividad de la Relación con
ley penal es una parte del principio de legalidad, que se explica la legalidad
sanciona sino también lo que podría llegar a sancionar.
por separado sólo por claridad expositiva. La ley penal rige para el
Las leyes penales Se llaman leyes penales en blanco a las leyes en que la crimi- 11 futuro, debe ser previa a la comisión del hecho, que es el momen-
en blanco nalización primaria (tipificación) se completa remitiendo a otra to de la acción y no el del resultado, porque una vez realizada la
ley. Si se trata de una ley emanada del mismo órgano (llamada ley conducta, el resultado puede no depender de la voluntad del agente.
penal en blanco impropia). no hay problema alguno (la ley penal Pero la acción tiene un comienzo y un final. ¿Debe ser anterior al
nacional puede remitir al código civil, por ej.). pero si la ley penal comienzo de la acción o al final de ésta? Si un empleado sustrae
nacional remite a un decreto del poder ejecutivo, a una ley pro- una alhaja en un restaurante y la esconde en el baño, para pasar
vincial, a una ordenanza municipal, a una resolución ministerial,
una semana después y llevársela, inicia la acción con el desapo-
etc. (las llamadas leyes penales en blanco propias). resulta confi-
deramiento pero recién la culmina (consuma) con el apoderamiento
gurando ley penal un órgano que no tiene competencia para ha-
(cuando se la lleva). Si una ley penal aumenta la pena del hurto y
cerlo o, lo que es lo mismo, el órgano competente está delegando
entra en vigencia en la semana que la alhaja permanece escondi-
su competencia legislativa, lo que es inadmisible, porque ésta es
da en el baño ¿Le es aplicable al agente? Se ha sostenido que no
indelegable.
hay retroactividad de esa ley, porque se aplica a un tramo de
(a) Se ha sostenido que no hay delegación, sino respeto a la conducta realizado en su vigencia, lo cual es verdad; no obstante,
competencia ajena (no entrar el Congreso Nacional a legislar ma- también es verdad que se aplicaría a un tramo de conducta no
teria propia del ámbito reglamentario del ejecutivo nacional, por realizado en su vigencia. Por ello debe decidirse que no es posible
ejemplo). No es verdad, porque nadie discute que el municipio aplicar la nueva ley a esa conducta.
pueda reglamentar las mesas en las aceras o la venta de melones
en la vía pública, sino su competencia para hacer de la violación 2 Una cuestión que suele debatirse es la retroactividad de la ley La ley procesal
procesal penal. Suele afimiarse que la irretroactividad es un prin- tampoco es
de esas normas una ley penal nacional. (b) También se ha dicho retroactiva
que se trata de legislaciones que son altamente mutables y que cipio limitado a la ley penal y no aplicable a la procesal penal. (a)
carecen de estabilidad; este argumento tampoco es válido, porque Desde un punto de vista lógico es inaceptable: si con la ley proce-
el legislativo debe legislar conforme a las diferentes circunstan- sal vigente al momento del hecho, que tasa el valor de las prue-
cias, no justificándose la delegación por comodidad de los legisla- bas, el sujeto seria absuelto, y con la ley posterior, que libra al
dores. criterio del tribunal el valor de las pruebas, el sujeto seria conde-
nado, no se aprecia cuál es la diferencia práctica con la ley penal
Si bien las leyes penales en blanco nunca fueron constitucio-
que incrimina: lo mismo sucede si una nueva ley procesal arn.plía
nales, durante muchos años se aceptaron en algunas materias
la aplicación de la prisión preventiva al procesado: con una no iría
tradicionales. pero la banalización actual del recurso punitivo
a prisión y con otra sí. (b) Desde la perspectiva constitucional, la
obliga a rever la superficialidad con que fueron consideradas. Las
(b) IRREIROACI1VIDAD 105
104 LiMrTES A LA CONSTRUCCIÓN IMPUEsros POR su FUNCIÓN POLÍTICA

caso; toda ley posterior al agotamiento d~ cualquier efecto de la


duda que pudo generar el art. 18 fue acerca de la prescripción pena impuesta o de la condenación, careceria de materia a la que
expresa de la legalidad penal, pero no de la procesal, que sólo con aplicarse, aunque esto es discutible, si se trata de una cuestión
un entendimiento muy arbitrario de sus palabras puede negarse que afecta el honor del agente.
que se halla en su fórmula (ver§ 28).
6 No cabe duda de que las leyes desincriminatorias son más Leyes desin-
Retroactividad La ley penal es retroactiva cuando es más benigna. Hasta la 3 criminatorias
benignas. Un caso de ley desincriminatoria anómala son las le-
de la ley ratificación de los tratados internacionales de derechos humanos anómalas
más benigna yes de amnistía, que son una especie de reverso de las leyes
esta regla sólo tenía carácter legal (art. 2º del CP), pudiendo ser
temporales. El inc. 20 del art. 75 CN establece que es al Congre-
derogada o excepcionada por otra ley de igual naturaleza. Estas
so a quien corresponde dictar amnistías generales. Que la am-
leyes eran las que la doctrina llama excepcionales y temporarias
nistia sea general implica que no es personal, sino que levanta la
(son leyes que rigen en determinadas circunstancias o en cierto
tipicidad (criminalización primaria) de uno o más hechos identi-
periodo de tiempo señalado de antemano). Se sostenía que en es-
ficados por características objetivas (aunque correspondan a
tos casos no operaba la retroactividad de la ley penal más benig-
personas: huérfanos de guena, viudas, etc.). Amnistía importa
na. La CADH y el PIDCP (inc. 22 del art. 75 de la CN), ya no
(como su etimología lo señala) olvido. Las conductas abarcadas
admiten excepciones.
dejaron de ser delito en el tiempo o respecto de los sujetos que
¿Cuál es la La determinación de la ley más benigna no siempre es clara, 4 cumplen con los requisitos objetivos. De allí los efectos que le
ley penal porque lo que puede ser más benigno para alguien, puede ser señala el CP: (a) extingue la acción penal (art. 59); (b) hace cesar
más benigna?
más gravoso para otro. Así, no se trata sólo de magnitud de pena, la condena y todos sus efectos, con excepción de las indemniza-
sino también si es aplicable una nueva justificación, atenuante, ciones debidas a particulares (art. 61); (c) no se tiene en cuenta
si es viable la prueba, condenación condicional. libertad condi- para la reincidencia, con independencia de la constitucionalidad
cional, etc. Para decidir debe imaginarse la solución del caso de ésta (ver § 299). Las otras consecuencias se derivan de su
conforme a cada una de las leyes; no es permitido mezclar dis- naturaleza: (a) no puede tomarse en cuenta para negar ningún
posiciones de ambas, porque se crearia una tercera inexistente. beneficio; (b) deja atípicas las conductas de cómplices e
La única ley que se aplica por separado es la que regula el cómpu- instigadores; (c) no puede ser rechazada por el beneficiario; (d)
to de la prisión preventiva (arts. 3º y 24 del CP). La ley más opera de pleno derecho y, por ende, de oflcio; (e) opera aunque
benigna se aplica de pleno derecho (art. 2 del CP); no obstante, se haya extinguido por completo la pena.
siempre debe oirse al interesado, cuya opinión no es vinculante
7 No pueden amnistiarse los delitos del art. 29 CN, porque se- Leyes de
(no obliga al juez) pero es sin duda necesaria, en especial en los amnistía
ria un encubrimiento. La ley defacto 22.924 de 1983, emanada
casos dudosos. anómalas
de la dictadura pocas semanas antes de entregar· el gobierno, pre-
Leyes Es ley más benigna la que habilita menor ejercicio de poder 5 tendió amnistiar los crimenes contra la humanidad cometidos en
intermedias punitivo (conforme a las particularidades del caso y del agente). ese régimen. Se trató de una tentativa de encubrimiento con for-
puesta en vigencia después del comienzo de ejecución de la con- ma de ley defacto. El Congreso la anuló por ley 23.040. La ley
ducta típica y antes del agotamiento de los efectos de la pena 23.521 de 1987, conocida como ley de obediencia debida, fue tam-
impuesta. Entre estos momentos pueden sucederse más de dos bién una ley de amnistía encubierta de un modo que viola la CN,
leyes penales: siempre se aplica la más benigna. aunque sea la porque usurpa funciones del poder judicial (los legisladores no
intermedia o una de las intermedias (no vigente al tiempo de la pueden absolver por obediencia debida). Se trata de una ley in-
comisión ni al del agotamiento de los efectos de la condenación o constitucional, por importar lo que los ingleses llaman un Bill oj
de la pena). Toda ley más benigna sancionada antes del comienzo Atteinder, en que el Par-lamento pronuncia una sentencia.
de ejecución no seria retroactiva sino directamente aplicable al
r
(C) MÁXIMA TAXATMDAD LEGAL E INrERPRETAilVA 107
106 LiMITES A Lt; CONSTRUCCIÓN IMPUESTOS POR SU FUNCIÓN POLÍTICA

4 El art. 16 del código civil prescribe que el juez debe integrar Prohibición
§ 30. (e) máxima taxatividad legal e interpretativa de analogía
por analogía la ley civil cuando ésta no resuelva expresamente el
caso, y el art. 15 del mismo cuerpo le prohíbe dejar de juzgar con
ese pretexto; el art. 273 del CP pena al juez que viole la norma del
art. 15 del código civiL Dado que el derecho civil se ocupa de una
Legalidad La ley penal se expresa en palabras y éstas siempre dejan 1
estricta legislación que pretende regular la totalidad de la vida humana,
dudas interpretativas. El derecho penal debe exigir de los legisla-
desde antes del nacimiento hasta después de la muerte, y que
dores el mayor esfuerzo de precisión semántica: el juez debe exi-
gir la máxima ta.xatividad legal, o sea, no la simple legalidad sino debe tener capacidad para resolver todos los conflictos, siendo
la legalidad estricta. Las agencias políticas no siempre cumplen ésta su manera de proveer seguridad jurídica, no puede tolerar
con esta exigencia, de modo que el juez se encuentra con leyes que ningún conflicto quede librado a la fuerza de las partes. Pero
que con demasiada frecuencia violan la exigencia de estricta lega- el derecho penal se ocupa de una legislación que es eminente-
lidad. mente fragmentaria y, por ende, debe ser interpretada estricta-
mente (ver§ 22). De allí que su forma de proveer seguridad jurídi-
Consecuencias Frente a estas situaciones, el juez tiene dos posibilidades (dan- 2 ca sea, precisamente, absteniéndose de integrar analógicamente
de su violación do por supuesto que no opta por aprovechar la oferta del legisla- la ley penal. Por ello, prácticamente todas las naciones consagran
dor irresponsable y proceder a un uso arbitrario de sus fórmulas hoy la prohibición de integración analógica de la ley penal, viola-
nebulosas): (a) declarar la inconstitucionalidad de la ley; o (b) apli- da otrora en la legislación nazista alemana y en la stalinista sovié-
car el principio de máxima ta.xatividad interpretativa y entender tica. En la actualidad prácticamente sólo la admite la República
el texto en la forma más restrictiva de poder punitivo posible. La Popular China, pero sometiendo siempre la sentencia que la apli-
elección de uno u otro camino no es arbitraria. En la jurispruden- ca al tribunal supremo. La competencia residual para crear deli-
cia es corriente el llamado postulado de prudencia, según el cual, tos por los tribunales ingleses, de la que éstos no hacían uso des-
una ley debe ser declarada inconstitucional cuando no exista nin- de muchos años antes, se declaró extinguida en 1972 por la Cá-
guna interpretación que la haga compatible con la CN. Pero en mara de los Lores (corte suprema inglesa).
materia penal este postulado tiene valor relativo, porque los casos
5 No debe confundirse la integración analógica con el uso de la El argumento
de violación de la legalidad estricta son producto de la irrespon- adsimile
sabilidad legislativa y, siendo ésta un vicio, las agencias jurídicas analogía dentro de las palabras de la ley; no seria posible ninguna
deben exigir su corrección. interpretación sin la utilización de los argumentos ad simile. Por
ende, la analogía corno regla de la lógica interpretativa es admisi-
Hipótesis Hay casos en los cuales es posible inclinarse por la interpre- 3
ble y recomendable; lo que está prohibido es hacerle decir a la ley
tación más limitativa del ejercicio del poder punitivo, corno cuan-
lo que ésta no dice en razón de que la situación es análoga a la
do la ley se refiere a la secuela deljuicio (ver§ 275), pero en otros
que la ley resuelve. Así, nadie duda que la violencia del art. 127
no es posible optar por esta solución, porque importa una verda-
del CP es análoga a la del art. 164 del mismo texto; pero no puede
dera consagración de la analogía penal, pues obliga al juez a inte-
considerarse típica del art. 181 la conducta de alterar los planos
grar la ley penal, corno sucedía con el concepto de mujer honesta
que señalan los límites de un fundo, argumentando que es análo-
del hoy derogado tipo de estupro. No obstante, no faltan casos en
go a alterar materialmente los límites.
que es imposible declarar la inconstitucionalidad, porque de ha-
cerlo el ámbito de poder punitivo se ampliaría aún más; tal es el 6 En función del carácter discontinuo y sancionador de la le- El principio de
interpretación
supuesto de la fórmula para la pena del concurso real (ver§ 268), gislación penal (ver § 22) resulta que, en principio, la crimina- restrictiva
que de invalidarse caería en la mera suma matemática de las lización es excepcional, en tanto que la no crirninalización es la
penas, que es la más represiva de todas las soluciones para esa regla; de esto se derivan dos consecuencias: (a) en lo procesal
hipótesis. En tal caso debe integrarse la ley penal hasta hacerla penal, será necesario probar el hecho y que el sujeto es autor y,
compatible con la CN. en caso de duda, debe absolverse: (b) en lo penal, la regla debe ser
108 LíMITES A LA CONSTRUCCIÓN IMPUESTOS POR SU FUNCIÓN POLíTIC,\
PRINCIPIOS Cüi'm<A GROSERI\S D!SFUNCIONAL!DADES CON LOS DERECHOS HUivV\NOS: (a) LESIVIDAD 109

la interpretación más restrictiva de punibilidad dentro de todas


terpretación literal llevarfa hoy a consecuencias absurdas en cuan-
las que admiten las palabras de la ley (el primero -procesal- es el
to a la magnitud de poder punitivo habilitado.
principio in dubio pro reo y el segundo -penal- es el principio de
interpretación estricta o restrictiva de punibilidad). El segundo prin- 2 Se impone de alguna manera que el juez y el intérprete man- Se legisla
tengan el ámbito de lo prohibido dentro de lo abarcado origina- por acción
cipio impone una regla, pero conoce excepciones: éstas tienen
lugar cuando su aplicación deriva en un escándalo por su noto- riamente. La criminalización sólo puede ser obra de legislaturas
ria irracionalidad. Así, la cosa mueble del art. 162 CP puede en- (nacionales, locales, municipales), por acción de éstos, pero nunca
tenderse en sentido juridico civil o en el sentido coniente más por omisión de las mismas; si los parlamentos quedasen impávi-
amplio, debiendo preferirse el segundo porque, de lo contrario, dos frente a un cambio que produce una desmesura prohibitiva,
quedarian impunes los hurtos y robos de inmuebles por accesión estarían criminalizando por omisión.
(arts. 2315 y 2316 del código civil) y por representación (art. 2317),
lo que seria un absurdo inexplicable. De todas,maneras, estas
excepciones siempre operarán dentro de lo que la ley dice (dentro
de sus limites semánticos). Por inacional que sea la exclusión, § 32. Principios contra groseras disfuncionalidades
nada está permitido incluir cuando las palabras de la ley no lo con los derechos humanos: (a) lesividad
toleran.

1 El primer párrafo del art. l 9 CN consagra la limitación a la El primer párrafo


del art. 19 Cl\"
injerencia del poder más definitoria del modelo de estado que re-
§ 31. (d) respeto histórico al ámbito de lo prohibido gula: las acciones que no lesionan a nadie están Juera de toda
injerencia estatal. Esta reserva está referida a todo ejercicio de
poder estatal, aunque interesa principalmente al poder punitivo.
Esto obedece a que es absurdo que se pretenda una coacción
Ley y contexto Toda ley es un discurso que se genera en un contexto cultu- 1 reparadora o restitutiva cuando nada se afectó; o que se quiera
ral y civilizatorio. En ciertos casos el cambio muy profundo del ejercer una coerción administrativa directa cuando nada está en
contexto puede dejar atípica una conducta; piénsese que es hoy peligro. Por eso, el poder más manipulable para penetrar la esfera
dificil concebir la afectación del bien jurídico en la provocación al de intangibilidad moral es el punitivo, que no tiene discurso pro-
duelo del art. 99 CP, porque ha caído en completo desuso y la pio y se racionaliza de muchas maneras.
provocación más que un descrédito para el provocado daría lugar
2 El derecho puede ser personalista o transpersonalista. El prime- El derecho
a una ridiculización del provocador. Pero hay otros casos en que personalista
ro es un instrumento o herramienta al servicio de la persona,
un cambio civilizatorio (como una innovación tecnológica), puede
entendida como ente que, por ser humar10, está dotado de concien-
conferir a un tipo penal un ámbito de prohibición inusitado res-
cia moral (ente autodeterminable capaz de decidir acerca de lo
pecto del imaginado por la agencia política que criminalizó la con-
bueno y lo malo). El segundo está al servicio de un ente que está
ducta. Tal es lo que sucede con el subjuntivo reproduzca en el art.
más allá de la persona (estado, dictadura del proletariado, seguri-
72 de la ley 11. 723 de propiedad intelectuaL En l 933 sólo se
dad nacional, raza superior, cuerpo social), de modo que la perso-
podía reproducir con los mismos medios con que se podía produ-
na se sacrifica a este ídolo; es un derecho que niega a la persona.
cir, o sea, mediante una edición clandestina de la obra con ti-
pografía de plomo; hoy la reproducción es corriente debido a la 3 Por ser el derecho argentino personalista, debe respetar y ga- Derecho moral
introducción de la técnica fotográfica. El ámbito de personas que ranttzar al ámbito moral de todas las personas, lo que implica que e inmoral
todos los días copian páginas de libros o artículos de esta forma no puede imponer una moral sino garantizar el espacio para el mé-
es enorme e imposible de criminalizar. El texto conforme a su in- rito moral. El dei'echo personalista garantiza un espacio de liber-
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110 LiMITES A U,. CONSTRUCCIÓN IMPUESTOS POR SU FUNCIÓN POÜTICA IPJOS CON'IRA GROSERAS DISFUNCIONALIDADES CON LOS DERECHOS HUMANOS: ~'.4:~i,~,~~ 1
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tad para que la persona elija comportarse conforme o contra lo


que su conciencia le indica y, con ello, actúe con mérito o deméri-
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se perfeccionó_ pasando del ~on~ep~o- mas hr_mt~do. d_e dere ~,~CL-r,;·fRAt'"') C:_
subietivo al mas amplio de bien JUndico (el bien Jundico ab ~ a;. ¡·:<¡1
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to moral. virtuosa o pecaminosamente. El derecho transpersona-
lista pretende imponer una moral, con lo cual quiere negar ese
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no sólo los derechos_ su~j-etivos, sino también los presupues:~?'"'---:- ..._
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necesarios para su eJercic10, como puede ser el estado, que bnn-·,~-¿,:;c·"
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espacio y, por ende, la posibilidad del mérito moral; o sea, que es da la seguridad necesaria para ello o que, al menos, se supone
un derecho inmoral. Por eso el derecho no puede reprimir accio- que debe brindarla).
nes que sólo interesan al ámbito moral. Se expresó con toda pre-
6 El principio de lesividad exige que en todo delito haya un La alquimia del
cisión que el derecho es moral.justamente porque es la posibilidad discurso penal
de lo inmoral (Gustav Radbruch). Dicho de otra manera: es inmo- bienjurídíco lesionado. Esta exigencia es una limitación al poder legitiman te
ral el derecho que pretende ejercer poder sobre una conducta que punitivo. Sin embargo, el discurso legitimante de inmediato
no afecta los derechos de otro. De allí que, desde los albores de manipuló el concepto, racionalizando que si ha__ n bien jurídico
nuestra mejor tradición constitucional, se haya sostenido que para lesionado y si por ello hay delito y se impone pena, quiere decir
la doctrina argentina el papel de la potestad social se reduce a que la ley penal protege ese bien jurídico y, con este razona-
proteger derechos (José Manuel Estrada). miento se pasó del bien jurídico lesionado al bíenjurídico tutelado,
que es tanto como convertir al cordero en lobo. Porque de allí se
En otras Expliquemos gráficamente lo expuesto: las relaciones sexua- 4 siguió que si la ley penal tutela bienes jurídicos, donde haya un
palabras les matrimoniales son conforme a la moral dominante. Es contra- bien jurídico importante o en peligro, debe haber una ley penal
rio a la moral dominante que un matrimonio invite a sus vecinos para tutelarlo y -como vivimos- en una sociedad de riesgo en
voyeuristas a tomar el té mientras las practican, pero no puede
que todos los bienes jurídicos están en peligro, debe haber leyes
ser ilícito porque no perjudican a nadie, toda vez que los vecinos
penales infinitas.
van porque quieren y experimentan placer en ello. Pero si el mis-
mo matrimonio mantiene relaciones sexuales dejando abierta la 7 Toda la anterior alquimia discursiva en torno del bien jurídi- Las confusiones
deductivas e
ventana que da al jardín donde el vecino cena con toda su familia co, que logra convertir al cordero en lobo, es producto de la confu- inductivas
e invitados, pueden cometer un acto ilícito, por muy moral que sión de elementos deductivos e inductivos. (a) En principio, y aún
sean las relaciones matrimoniales, porque pueden lesionar el pu- aceptando que hubiese un bien jurídico tutelado, debe convenirse
dor o el sentido estético de quienes no están obligados apresen- que seria diferente del afectado, porque la pena no hace nada
ciar un acto intimo si no lo desean. respecto de esa lesión (no le devuelve la vida al muerto, ni siquie-
ra lo hurtado a la víctima). El bien juridico tutelado seria un con-
Lesividad como El primer párrafo del art. 19 CN consagra el principio del de- 5
expresión del cepto diferente y un tanto espiritualizado (la vida en general, el
recho personalista cuya más importante expresión la tiene en el
principio patrimonio de'todos, etc.), en tanto que el lesionado es concreto y
personalista derecho penal, con el llamado principio de lesividad: mientras no
hay una lesión no hay un conflicto; mientras no hay un conjlicto no
particular. (b) Que la ley penal tutela, es una afirmación que pre-
puede haber un delito y. por ende, sería absurdo que el poder puni- supone que el poder punitivo previene, o sea, una deducción des-
tivo pretenda entrometerse. El principio de lesividad se introdujo de una teoría preventiva del poder punitivo. De no aceptarse una
en la construcción del sistema penal con el concepto de bienjuri- teoría preventiva, la deducción no funciona. (c) Lo único verifica-
dico (mientras no hay lesión a un bien jurídico -sea por lesión ble es que hay un bien jurídico lesionado y que la agencia política
propiamente dicha o por peligro cierto- no hay delito). La idea de que criminaliza dice que lo hace para tutelarlo. Si esta última
un derecho penal que sólo admitía la existencia de delitos como afirmación es verdadera o falsa corresponde verificarlo a la cien-
violaciones a derechos subjetivos fue desarrollada porJohann Paul cia social y no deducirlo de la nada. La ciencia social no lo verifica
Anselm von Feuerbach, autor del código de Baviera de 1813, que y la experiencia cotidiana tampoco; si el bien jurídico está lesio-
fue el modelo del primer código penal argentino (de Carlos Teje- nado es porque no hubo suficiente tutela. La tutela no es algo que
dor) (ver§ 58), en sintonía con nuestro art. 19 CN. Luego la idea se deduce, sino un dato que debe verificarse.
112 LiMITES A 1A CONSTRUCCIÓN IMPUESTOS POR SU FUNCIÓN POLÍTICA
{c) 1RASCENDENC!A MÍNIMA 113

Las distintas
vías ensayadas El derecho penal autoritario trata de desentenderse del bien 8 2 En general, las violaciones al principio de humanidad con Crueldad
para la juridico lesionado (a) reduciendo todos los bienes juridicos a uno en concreto
penas abstractas son cada vez más extrañas en el mundo, salvo
neutralización (el estado, la sociedad, la nación, el sistema); (b) otras veces niega algunos países árabes y el uso de la muerte como propaganda
el concepto mismo, pretendiendo que el delito es pura violación demagógica por los políticos republicanos norteamericanos. Las
del deber, con lo cual también llega a un único bien juridico (el violaciones más frecuentes al principio de humanidad tienen lu-
derecho del estado a la obediencia); (c) en otros casos apela a la ya gar en los casos particulares, cuando penas que abstractamente
mencionada alquimia de transformarlo en bien jurídico tutelado o no lo violan, por caracteristicas del caso concreto, resultan de
protegido; (d) a veces, como la afectación puede ser también por inusitada crueldad. (a) Esto sucede, por ejemplo, cuando el agen-
peligro, inventa el peligro abstracto (peligro de peligro, peligros te ha sufrido una pena natural (cuando el autor del homicidio
remotos, presuncionesJwis et dejure de peligros, inversiones de imprudente ha sufrido lesiones que lo dejan cuadripléjico, o las
la carga de la prueba); (e) valido de los mismos conceptos inventa víctimas son su propia familia, o cuando estalla la bomba en ma-
tipos penales que adelantan la consumación hasta los actos pre- nos del terrorista y pierde ambos brazos o queda ciego, etc.). (b)
paratorios, con lo cual se puede penar cualquier conducta por También sucede cuando la pena en concreto es inadecuada a las
inofensiva que sea, con tal que sea sospechosa para el estado, perspectivas de vida del sujeto (no es lo mismo veinte años de
clonando artificialmente los bienes juridicos; (f) también han in- prisión para quien tiene veinte años que para quien tiene setenta
ventado la universalización de la conducta: la conducta no es lesiva, o para quien sufre una enfermedad crónica y progresiva). (c) Tam-
pero su eventual universalización lo seria (si todos fumamos ma- poco puede convertirse la prisión en una pena de muerte cierta o
rihuana, si todos orinamos en el rio, etc.); no hay ninguna con- probable (si la prisión agrava la enfermedad por depresión, impi-
ducta que si se universalizase y todos la practicásemos continua- de el tratamiento, acelera la muerte o pone en peligro la vida). (d)
mente no destruiria la convivencia. Cuando las condiciones de cumplimiento real de la pena pongan
en peligro la vida o la integridad corporal (la inseguridad en las
prisiones aumenta el riesgo de muerte violenta en diez o veinte
veces respecto de la vida libre).
§ 33. (b) humanidad

§ 34. (e) trascendencia mínima


Punición cruel El principio de humanidad impone la exclusión de toda cruel- 1
en abstracto
dad inusitada. Está consagrado en la CN con la prohibición de los
azotes y el tom1ento (art. 18 CN) y en el Derecho Internacional de
los Derechos Humanos con la prohibición de la tortura y las pe- 1 El terror político siempre piensa que la familia puede vengar La inevitabilidad
nas o tratos crueles, inhumanos o degradantes (art. 5° de la DUDH, al enemigo muerto o que es bueno extender la pena a los parien- dela
7º del PIDCP y 5º de la CADH). Son penas o manifestaciones del trascendencia
tes para incentivar la delación. Estas penas se imponían en fun-
poder punitivo abstractamente crueles, la muerte en cualquiera ción de una supuesta con-upción de la sangre. Nuestra CN recha-
de sus formas, las lapidaciones, las marcas en el cuerpo, las za esta forma aberrante de poder punitivo al definir el delito de
mutilaciones, etc. Son crueles también las penas realmente per- traición, prohibiendo la trascendencia de la pena (art. 119 CN).
petuas, una capiti.s diminutio (marcación o registro imborrable en Para el derecho penal argentino la pena es personal (no puede
la vida de la persona) y mucho más la muerte civil. Vinculado a pasar -trascender- de la persona del agente). La multa penal, por
éstas se halla el deterioro irreversible de la persona, que puede ejemplo, la debe la persona, y si ésta fallece antes de pagarla, la
ser por institucionalización prolongada, por malos tratos perma- obligación no pasa a sus herederos. No obstante, es imposible
nentes, por lesión a la salud, etcétera. que la pena no trascienda del penado (la familia sufre una caída
114 Lirvl!TES A U\ CONSTRUCCIÓN IMPUESTOS POR su FUNCIÓN POLÍTICA (e) BUENA FE Y PRO HOiWINE 115

social; sus dependientes pueden quedar sin trabajo; etc.). Por eso, presión del delito cometido. Dado que las cárceles no son lugares
no se trata de prohibir la trascendencia que, como fenómeno so- seguros, pues la prisionización aumenta las probabilidades de
cial, es inevitable; tan sólo se trata de reducirla al mínimo posi- suicidio, homicidio, enfermedad y lesiones, no son raros los casos
ble. de presos que sufren lesiones graves y gravísimas. Tampoco es
Casos evitables
extraño que en sede judicial se acrediten torturas, pero que no
Son casos de trascendencia de la pena que deben ser resuel- 2 sea posible individualizar a los autores. Todas esas consecuen-
de trascendencia
tos (a) las excesivas medidas de seguridad y abusos que pueden cias -y otras- forman parte de la punición, o sea, que constituyen
sufrir los visitantes de los presos, especialmente si bordean la penas crueles que, si bien están prohibidas, en los hechos se eje-
vejación. (b) Igualmente, la prohibición de relaciones sexuales a cutan por acción u omisión de funcionarios del estado. La agencia
los presos trasciende a su cónyuge o pareja, deviniendo en una judicial debe tomarlas en cuenta para decidir el conflicto, porque
pena no autorizada para el propio penado (la pena de prisión no no puede sostener que lo prohibido no e>.iste ni confundir lo que
conlleva la de destrucción de la pareja). (c) La posibilidad de un debió ser con lo que realmente fue. Si todas esas son penas prohi-
daño patrimonial irreparable que afecte de modo grave a toda la bidas, cuando en la realidad se impusieron y sufrieron, no por
familia o que prive de su fuente de trabajo a dependientes o a prohibidas dejan de ser penas. Se trata de un efectivo dolor puni-
terceros.
tivo que debe descontarse del que se autoriza judicialmente, so
pena de incurrir en doble punición. Para establecer criterios de
compensación pueden ser útiles las propias escalas penales de
los delitos de lesiones.
§ 35. (d) prohibición de doble punición
4 El tercer grupo de casos de doble punición tiene lugar cuan- Penas impuestas
en culturas
do se trata de personas que, por pertenecer a pueblos indígenas indígenas
con culturas diferenciadas, tienen su propio sistema de sanciones
Casos de y de solución de conflictos. Cuando una persona haya sido sancio-
doble punición
No se puede Juzgar (ne bis in ídem) ni tampoco penar dos ve- 1
con y sin doble ces a una persona por el mismo hecho. Cuando la doble punición nada conforme a la cultura indígena a la que pertenece, el estado
proceso importa también un doble juzgamiento, los casos suelen ser evi- no puede imponerle una nueva pena o, al menos, debe computar
dentes. Pero hay supuestos menos claros, en que la doble puni- la pena comunitaria como parte de la pena que pretende impo-
ción opera sin violación del principio procesal, existiendo por lo nerle, a fin de evitar el riesgo de incurrir en doble punición. El
menos tres grupos de casos de esta naturaleza que merecen par- reconocimiento constitucional de la prev.istencia étnica y cultural
ticular atención por su frecuencia. de los pueblos indígenas argentinos (art. 75 inc. 17 CN) obliga a
tomarlas en cuenta, pues no puede afirmarse que el derecho no
Penas con
El primero tiene lugar cuando la administración -y a veces las 2 las reconoce cuando lo hace el mismo texto supremo, dado que
otro nombre
personasjuridicas- imponen penas, tratándose de coerciones que todo sistema de solución de conflictos es cultural.
no tienen carácter reparador o restitutivo ni de coacción directa,
pero que conforme a los elementos negativos del discurso penal
(ver § 8.8) no son consideradas penas. Suele tratarse de multas,
cesantías, exoneraciones e inhabilitaciones, más graves que algu- § 36. (e) buena fe y pro homine
nas penas de la ley manifiestamente punitiva. El remedio adecua-
do es la inconstitucionalidad de toda punición no manifiesta.
Penas ilícitas
El segundo grupo lo constituyen los casos de personas que 3
ejecutadas 1 Con frecuencia el discurso penal -y más aún el politico opor- Los derechos
sufren lesiones, enjermedades o peljuicios patrimoniales por ac- como plexo o
tunista- hacen un uso perverso de las disposiciones de la CN y de
ción u omisión de los agentes del estado en la investigación o re- cuerpo único
los tratados, cuando pretenden exaltar los derechos como bienes
116 LíMITES A U\ CONSTRUCCIÓN IMPUESTOS POR SU FUNCIÓN POLÍTICA Li;\!ITES DERIVADOS DEL PRINCIPIO REPUBLIC,\NO DE GOBIERNO: (a) ACOTAMIENTO lvL.;'.TERL-'IL 1 J7

juridicos para legitimar penas inusuales o crueles con pretexto de imponen que los princ1p10s interpretativos internacionales sean
tutela. Este uso perverso está prohibido en función de los princi- aplicables a los derechos de la misma CN.
pios de buena fe y pro /wmine. (a) El principio de buenafe exige
que los tratados internacionales sean siempre interpretados de
buena fe (art. 31 º de la Convención de Viena, que es la ley inter-
nacional que regula el llamado derecho de los tratados); (b) el prin- § 37. Límites derivados del principio republicano de gobierno:
cipio pro lwmine impone que, en caso de duda, se decida siempre (a) principios de acotamiento material
en el sentido más garantizador del derecho de que se trate. En
rigor, el primero es válido para todo el derecho internacional, en
tanto que er segundo es su expresión particular en los tratados 1 Lamentablemente no se ha profundizado en principios que Casino hay
limites
internacionales de derechos humanos. limiten materialmente al legislador penal (el principal y casi único materiales
es el primer párrafo del art. 19 CN). Predominan netamente los
¿Por qué se Los derechos consagrados en nuestras leyes máximas pro- 2 límites formales. lo que prueba que no hay un derecho penal
aplican también vienen de tres fuentes: (a) textos constitucionales; (b) tratados
a los derechos subjetivo o Jus puniendi del que sea titular el estado, sino una
establecidos con jerarquía de norma constitucional; y (c) tratados con jerar- potentia puniendi que es necesario limitar para que no nos arrastre
enla CN? quía superior a las leyes pero inferior a la Constitución . Acaba- al totalitarismo con cualquier pretexto (ver § 18). El art 29 CN
mos de afirmar que los principios que impiden que los tratados prohibe la cesión de poder al ejecutivo cuando se hace en un único
sean usados perversamente para limitar los que consagran otros acto legislativo; pero por sucesivas criminalizaciones, se van
tratados o las leyes internas, son aplicables también a la interpre- entregando a las agencias ejecutivas mayores áreas de selecti,idad
tación del texto constitucional argentino. Esto es asi, porque en- punitiva arbitraria, configurando una entrega de la suma del poder
tre estas fuentes no hay jerarquía. sino que son interdependientes, público que no puede dejar indiferentes a las agencias jurídicas.
o sea, que deben ser consideradas siempre en conjunto (conglo- Por supuesto que este intento hallará seria resistencia en las
badas), configurando un plexo normativo, construido por las re- agencias políticas y ejecutivas, que volverán a la carga con los
misiones reciprocas existentes entre ellas y que configuran prácti- viejos argumentos nazistas de que los jueces son burócratas que
camente una red de ligaduras. no pueden controlar a las agencias politicas y que tampoco tienen
Las remisiones Las fuentes (b) y (c) están vinculadas porque el derecho inter- 3 origen popular.
recíprocas y la nacional de los derechos humanos prohíbe interpretar un tratado Proscripción de
exclusión de la 2 Por lo menos hay tres principios de limitación material que
de derechos humanos como limitativo de lo dispuesto en otro. por grosera
jerarquización las agencias jurídicas debieran oponer a las políticas. El primero inidoneidad del
lo que ninguno de ellos puede interpretarse sin tener en cuenta puede ser llamado principio de proscripción de la grosera poder punitivo
los otros. Las fuentes (a) y (b) también se ligan porque la CN esta- inidoneidad del poder punitivo. Si bien la intervención del poder
blece que las disposiciones de tratados con jerarquía constitucio- punitivo nunca resuelve ningún conflicto, sino que, en algunos
nal deben entenderse corno complementarias de los derechos y casos seleccionados se limita a suspenderlos (ver § 2.6), hay su-
garantías en ella reconocidos; y los tratados internacionales esta- puestos en que su intervención no sólo es inadecuada sino burda.
blecen que no pueden entenderse como limitativos de derechos Tal sucedería si se pretendiese resolver el problema del alcoholis-
consagrados en la CN (art. 29 CADH; art. 23 de la Convención mo con una nueva ley seca, o prohibir la venta de aceites Y fiam-
sobre la Eliminación de Todas las Fom1as de Discriminación con- bres para evitar la arteriosclerosis, la de distintivos y banderas
tra la Mujer; art. 41 de la Convención sobre los Derechos del Niño: para evitar riñas, la de preservativos para defender los intereses
etc.). Por ello, las aparentes contradicciones entre estas fuentes democrráficos de la nación, etc. La burda inidoneidad de la inter-
se eliminan conforme a las reglas de conexión, que por la comple- º
vención punitiva no puede menos que ser causa de inconstitucio-
mentariedad constitucional y la inseparabilidad de los derechos nalidad.
de fuentes internacionales respecto de los consagrados en la CN,
118 LiMITES A U\ CONSTRUCCIÓN IMPUESTOS POR SU FUNCIÓN POLÍTICA
(e) SA1'EAMIENTO GENEALÓGICO 119

Grosera Otro sería el postulado de proscripción de la grosera 3 § 38. (b) superioridad ética del estado
inidoneidad de la
inidoneidad de la criminalización, para el .caso en que, pese a exis-
criminalización
tir un modelo efectivo de solución del conflicto, se pretende intro-
ducir el modelo punitivo. El inútil reemplazo de un modelo eficaz
de solución por otro que por definición no lo es, tiende sólo a 1 El estado de derecho tiene al menos una aspiración ética: el El estado
reforzar el verticalismo corporativo de la sociedad. A cualquiera de policía no
de policía sólo tiene racionalizaciones de su fuerza. La diferencia tiene ética
se le puede ocurrir criminalizar la falta de pago del servicio telefó- entre el estado de policía y la conflictiYidad criminalizada es sólo
nico, con el argumento de que si todos hiciésemos lo mismo la de fuerzas. A medida que en la dialéctica entre modelos de estado
empresa quebraria y afectarla las comunicaciones, indispensa- va abriéndose camino el del estado policial, el real o histórico se
bles para la defensa nacional, por lo que, aplicando la teoria del degrada y pierde legitimidad. y cuando este deterioro alcanza ni-
bien jurídico tutelado combinada con la universalización de la veles considerables, el propio sistema penal se convierte en crimi-
conducta y la tesis del peligro abstracto, se llegarla a la conclu- nal y va asumiendo el monopolio de algunas fom1as de criminali-
sión de que es necesario un tipo penal que criminalice la falta de dad: el estado pierde toda legitimidad y carece de autoridad ante
pago de ese servicio como delito de peligro contra la defensa na- la opinión pública para exigir comportamientos adecuados al
cional. Este disparate es perfectamente racionalízable con los ar- derecho. En el fondo de todo estado de policía late el riesgo de la
gumentos que acabamos de mencionar y que son corrientes en guerra civil.
los discursos penales legitimantes. 2 Las agencias jurídicas no deben tolerar que el estado se de- La descalificación
jurídica a la
Limitación El tercero sería el principio de limitación mév..ima de la res- 4 grade y pierda cierto grado de superioridad ética. lo que prepara degradación
máxima dela puesta contingente. Es casi inevitable reconocer que la legislación
el camino de la guerra civil. Cuando la ley autoriza formas de estatal
respuesta ejercicio ele poder punitivo realmente inquisitoriales y al margen
contingente penal se mueve con dos velocidades: una viene desde el siglo XI.X,
de toda ética, deben ser descalificadas en función ele su incompa-
con un número más o menos limitado de tipos penales, relativa-
tibilidad con el principio republicano y declaradas inconstitucio-
mente respetado durante la mayor parte del siglo XX, pero desde
nales. Así por ejemplo. las negociaciones con delincuentes para
los años ochenta pasó a funcionar con una segunda velocidad,
que delaten a sus cómplices o coautores: los llamados agentes
impulsada en buena medida por políticos empeñados en hacer
encubiertos, en que los jueces mandan cometer delitos para ha-
clientela y por grupos corporativos interesados en hacer honora-
cer justicia: los agentes provocadores que instigan a cometer deli-
rios. Esta segunda velocidad lleva a una producción inaudita de
tos para descubrirlos: los testigos secretos: etc .. son innovaciones
leyes penales, bajo los efectos de hechos concretos más o menos que reducen el nivel ético del estado al de los propios delincuen-
sonados en los medios masivos. Es función de la agencia juridica
tes.
considerar con otros parámetros el contenido material de estas
leyes improvisadas y producidas por intereses pocas veces
confesables. Ante ellas debe extremarse la aplicación de los prin-
cipios limitadores del poder punitivo. La primera ley penal argen- § 39. (e) saneamiento genealógico
tina contingente y manifiesta fue la ley antianarquista de 1910,
llamada ley de defensa social (ley 7.029), sancionada en forma
caótica (Rodolfo Moreno (h) afirmó que el debate fue un torneo de 1 Los tipos penales surgen en un cierto contexto y los legislado- Ideología
originaria
moreirismo oratorio.) Desde entonces hubo muchos más y la irres- res imaginan dentro de ese marco los efectos de la criminalíza-
ponsabilidad legislativa acelera esta segunda velocidad en forma . ción primaria. Muchas veces se incorporan a los códigos y luego
geométrica. éstos sirven de inspiración a otros legisladores que los adoptan
sin conocimiento alguno del contexto 01iginario, o sea, que se opera
120 LiMII'ES A lA CONSTRUCCIÓN It.lPUESTOS POR SU FUNCIÓN POLÍTICA
(d) PRJNC!PIO DE CULPABILIDAD l'.21

un aJTastre de tipos penales y. al cabo de un tiempo. nadie recuer-


y en estados de inculpabilidad provocados por el propio agente
da el contexto originario ni la imaginación de los legisladores que
(ver§ 162).
los inventaron. En consecuencia, se reiteran tipos con una carga
ideológica originaria totalmente desconocida u olvidada. 2 A nadie puede exigirse que se comporte de conformidad con Principio de
el derecho cuando no dispuso de cierto ámbito de decisión o auto- exigibilidad
Efectos de la La inuestigación genealógica se vale de la legislación penal· 2
genealogía determinación o cuando no podía saber que lo realizado era ilíci-
incompatible
comparada. pero no se agota en ella, porque busca la carga ideo-
to. Esto es exigencia del propio concepto de persona como ente
con el estado lógica originaria para determinar su grado de compatibilidad con
de derecho autodeterminable, y asilo considera la CN y la DUDH. No se con-
los principios del estado de derecho. Cabe desconfiar de los tipos
cibe una democracia si no se presupone que los ciudadanos son
penales cuya genealogía seüala componentes ideológicos antide-
entes autodeterminables a los que se convoca a votar porque tie-
mocráticos. autoritarios. prejuiciosos. racistas, etc. Frente a ellos
nen capacidad de elección. No obstante, en todas las épocas se ha
cabe extremar el cuidado interpretativo y. al menos. el princi-
tratado de negar este principio en el derecho penal, por múltiples
pio de estricta legalidad: así. el origen antisemita del inc. 2º
vias. En las últimas décadas se pretende que es una suerte de fic-
del art. 174; el origen antiobrero del arL 210.
ción que no puede ser verificada, con lo cual se llegaria a la con-
clusión de que todo el sistema político se asienta en una ficción.
Otro camino ha sido normatiuizar de tal manera a la culpabilidad
§ 40. (d) culpabilidad que, en definitiva, termina perdiendo todo contenido de realidad o
dato psicológico o subjetivo, para quedar reducida a una exigen-
cia conforme a una razón de estado. En su momento veremos con
más precisión estos intentos (ver§ 199), pero por ahora lo impor-
Exclusión del El principio de culpabilidad es la expresión más acabada de 1 tante es destacar su raíz constitucional y su vinculación con los
versari in re exigencia de respeto a la persona. Puede subdividirse en dos fundamentos mismos del sistema politico del estado de derecho.
íllícita
principios: (a) exclusión de la imputación de un resultado por
la mera causación de éste: y (b) prohibición de ejercicio del
poder punitivo cuando no es exigible otra conducta adecuada al
derecho. El primero de estos principios reduce la persona a un
objeto causante. No es verdad que sea propio del derecho primi-
tivo y que su exclusión sea producto civilizatorio; en los anti-
guos modelos, cuando funcionaban modelos de solución de con-
flictos. era natural que no se tuviesen en cuenta aspectos sub-
jetivos. pues el fin de la sanción era reparador o restitutivo.
Pero consumada la confiscación de la víctima, mantuvo vigen-
cia la imputación del resultado por la pura causación a través
del principio uersanti in re illicita casus imputatur (quien quiso la
causa quiso el resultado). De esta manera se imputa
penalmente el caso fortuito. o sea que es la manifestación pe-
nal de la llamada responsabilidad objetiua. Su exclusión la im-
pone el propio concepto de persona que vincula al derecho por
imperio constitucional. Subsisten en la jurisprudencia y en la
doctrina algunas manifestaciones del uersari in re illicita, espe-
cialmente en los llamados delitos calificados por el resultado
CAPÍTULO 5
Interdisciplinariedad del derecho penal con otros saberes

§ 41. Características de la interdisciplinariedad

1 Los saberes (o ciencias) abarcan un universo de entes y dejan Lainter·


fuera otros, es decir que todos los seres humanos, por científicos disciplinariedad
que sean, están condenados a ser tontos, porque respecto de los
entes que están fuera de los límites de su saber pueden ser victi-
mas de los mismos prejuicios que cualquier persona. Así, un gran
lingüista puede ahogarse si se cae en una piscina, de modo que
será un sabio en lingüistica y un idiota nadando. Pero en las cien-
cias, esta partición de la realidad única, continua y en permanen-
te cambio, es artificial; se realiza porque la capacidad humana no
puede abarcar la totalidad de lo existente. Para saber no queda
otro remedio que parcelar la r~alidad en saberes o ciencias. Pero
el pedazo de realidad acotado en un saber es parte de la continui-
dad total de la realidad, y los entes encerrados en esos límites no
son autosuficientes; su comprensión requiere también conocimien-
tos acerca de entes que están fuera de ese ámbito. El conocimiento
de un saber (o ciencia) no puede construirse sin el awdlio de otros
saberes con los que se conecta en una red de interdisciplinaríedad.

2 Se trata de interdisciplinariedad constructiva de los saberes No hay


ciencias serviles
y no de meras relaciones (y menos de vínculos de apoderamiento
o de subordinación respecto de otras disciplinas). No hay cien-
cias au.,\.iliares del derecho penal: no lo es la medicina legal, por
ejemplo, porque del mismo modo se podría decir que si la medi-
cina legal es parte de la medicina. el derecho penal es auxiliar de
la medicina (pretendidas relaciones de subordinación). Se trata
de saberes que se superponen parcialmente con el objeto abar-
cado por el saber penal: estos son saberes secantes (imaginemos
124 lNTERDISCIPLIN1\RIEDAD DEL DERECHO PENAL CON OTROS SABERES Ji,rrERDISCIPLINARIEDAD CON SABERES SECA1'iTES NO JURÍDICOS: (a) CON U\ POLÍTICA 125

círculos parcialmente superpuestos); o bien de saberes que § 42. Interdisciplinariedad con saberes secantes
no se superponen con los entes que abarca el derecho penal, no jurídicos: (a) con la política
pero que se tocan de modo necesario para su precisión con-
ceptual, que son los saberes tangentes (imaginemos círculos
que se tocan en un punto). Tanto los saberes secantes como 1 El cruce del derecho penal con la política es enom1e dado La alienación
que, en definitiva, un sistema que programa decisiones del poder politica del
los tangentes pueden ser jurídicos o no jurídicos. Es imposi- penalista
es un programa político y. por ende, cada teoría penal tiene una
ble considerar todos los saberes no jurídicos que el derecho
inevitable lectura política. Surge en un cierto momento histórico
penal puede necesitar como tangentes para la construcción
que implica un marco de poder, respecto del cual resulta funcio-
de sus conocimientos, pues en la determinación conceptual
nal o critica. Analizar el discurso penal ignorando los elementos
de los tipos de la parte especial, casi no hay disciplina que no
de poder que revela el saber político distorsiona su percepción y
aporte algo a su conocimiento. Por ello, nos ocuparemos de
oculta una de sus más importantes dimensiones. Se trata de un
los saberes jurídicos y no jurídicos secantes, y en los saberes
fenómeno de alienación o enajenación política demasiado frecuente.
/:angentes, sólo nos referiremos a los jurídicos.
2 La alienación política del penalista tiene varias causas: (a) a Las causas de
Cuadro general El cuadro general de interdisciplinaríedad del derecho pe- 3 la alienación
de saberes secan- veces se niega a reconocer el honor político que tiene entre ma-
nal sería aproximadamente el siguiente: politica
tes y tangentes nos (no puede admitir que maneje un sistema que termina en el
genocidio); (b) en otras ocasiones no se resigna a admitir que ese
Interdisciplinariedad con saberes secantes: sistema fue creado por buenas personas (como si todos fuésemos
plenamente conscientes de las últimas consecuencias de lo que
(a) No jurídicos: { (a) con la política criminal
conocemos); (c) también por holgazaneria (cuesta meterse en un
(b) con la criminología
campo que no es conocido); (d) o temor (lo desconocido siempre
(a) con el derecho procesal inspira miedo): (e) y. no pocas veces, porque el refugio de lo técni-
(b) con el derecho de ejecución penal co preserva de los accidentes políticos (el yo soy técnico. no tengo
(b) Jurídicos: (c) con el derecho contravencional nada que ver en política). De cualquier manera, todos estos son
(d) con el derecho penal militar mecanismos de fuga, porque en la realidad la enajenación política
(e) con el derecho penal de niños no elimina la dimensión política del discurso del derecho penal,
y adolescentes sino que sólo la oculta.

3 Aunque la enajenación política siga dominando, es imposible La innegable


Interdisciplinariedad con S'lberes tangentes: ignorar el programa racista neocolonialista que anidaba detrás dimensión
política
del positivismo peligrosista (ver§ 74 y ss.), la exaltación del esta-
(a) No jurídicos: { muchísimos
do propia de los tiempos de Bismarck en el normativismo del siglo
XIX (ver § 73). la contención policial corno defensa del incipiente
(a) con el derecho constitucional estado de bienestar del imperio alemán de preguena en el positi-
(b) con el derecho internac~onal público vismo de Liszt (ver § 75). el recurso al refugio técnico de una
(derecho inten1acional penal) burocracia en peligro en el auge del neokantismo (ver § 80), la
(c) con el derecho internacional de los búsqueda de limites éticos al poder punitivo en el ontologismo
(b) Jurídicos: derechos humanos finalista (ver § 81). la prevención especial positiva confiada en la
(d) con el derecho internacional humanitario socialdemocracia alemana de los setenta con el funcionalismo
(e) con el derecho internacional privado sistémico moderado y la legitimación idealista del poder punitivo
(derecho penal internacional) ejercido para calmar a la opinión pública en el funcionalismo sis-
(f) con el derecho administrativo témico radicalizado (ver § 82).
126 lmERDISCJPL!NARIEDAD DEL DERECHO PENAL CON OTROS SABERES (b) CON LA CRIMINOLOGÍA 127

El sustituto Es tan obvio que el derecho penal no puede permanecer separa- 4 2 Los criminólogos discuten su nacimiento: (a) para quienes ¿Cuándo nació
de la política: la la criminología?
política criminal do de la política que, para evitar el escándalo de semejante nega- sustentan una versión que se limita a preguntarse sobre las cau-
ción, se inventó un sustituto que da la impresión de mantener la sas del delito (criminología etiológica), se originó con Cesare Lom-
interdisciplinariedad. Para eso se usó la política criminal.: se apeló broso y el momento positivista (ver§ 74.7); (b) para quienes son
a la ya mencionada confusión entre los planos del ser y del deber partidarios de la función crítica respecto del funcionamiento del
ser, se inventó una sociedad que no existe, se dio por presupues- poder punitivo, su origen está en el iluminismo y el liberalismo de
ta la función preventiva general de la pena y, como resultado de fines del siglo >,._'VIII (ver§ 67). En realidad, ambas posiciones son
eso se alucinó una política que se pretende que funciona como erróneas, porque la criminología acompañó siempre al poder pu-
nada funciona en la práctica. Eso sólo sirve para que los políticos nitivo, desde que nadie nunca afirmó que lo ejercía porque le daba
sancionen leyes con falsos fines manifiestos (pretendiendo que
la gana, sino porque era necesario para evitar un mal. Por ello,
combaten lo que no combaten) y para aumentar el ámbito de arbi-
siempre existió una explicación de ese mal y de cómo el poder
trariedad criminalizante y el de vigilancia policial. Es verdad que
punitivo lo evitaba o lo reducía; eso y no otra cosa fue la
siempre existe una política criminal aunque la ignoren quienes la
criminología, o sea, el saber real (o pretendidamente real) acerca
protagonizan, pero de ninguna manera es la construcción idealis-
de la cuestión criminal.
ta deducida de las leyes por algunos teóricos y explotada por po-
líticos sin escrúpulos, o racionalizada por algún funcionalismo 3 Cuando el estado se ocupaba sólo de matar o no matar, bas- La agencia
radicalizado. madre
taba una única agencia o corporación para ello, porque era una
tarea sencilla. El discurso criminológico en ese momento fue ela-
borado por la inquisición y se plasmó por primera vez en el Malleus
Maleficarum (Martillo de las brujas). que fue su manual oficial (1484,
§ 43. (b) con la criminología reeditado muchas veces). Allí se explica que la causa del mal es el
diablo, que no puede actuar solo, por lo que debe asociarse con
los humanos más débiles, que son las mujeres, y por ende éstas
La ciencia social
se convierten en brujas, de lo que se sigue la necesidad de contro-
Aunque los científicos sociales no lo quieran, cuando tratan 1
legitima o larlas muy estrechamente y asegurar su sometimiento al hom-
deslegitima de explicar toda la realidad social en que se inserta la cuestión
criminal no pueden menos que legitimar o deslegitimar al poder
bre, quemándolas en cuanto se detecta su alianza con el diablo.
punitivo. Si éste no sirvió para detener la sífilis o el alcoholismo, La inferioridad biológica de la mujer construida a partir de una
no tienen más remedio que decirlo y, por ende, deslegitimar el costilla masculina (que determinaba una vida opuesta a la recti-
poder que se ejerció con ese pretexto o con cualquiera de las otras tud del hombre), es causa del mal. El diablo, además, copulaba
emergencias. Los sociólogos no pueden ocultar la selectividad, y con las brujas, asumiendo la forma de un muñeco de aire, pero
con ello arTojan una mancha deslegitimante sobre el poder puni- no tenía semen. Por eso, como podía ser íncubo o súcubo, selec-
tivo. Siempre el estudio de la realidad social sirve de marco al cionaba a quién le sacaba semen y en qué mujer lo ponía y. de ese
poder punitivo y la ley penal cumple una función de legitimación modo producía personas con marcada tendencia a la brujería.
o de deslegitimación. Por ello, hubo un saber más o menos oficial Cuatrocientos años después se les llamaría criminales natos y se
acerca de la realidad que acompañó al poder punitivo desde que les atribuiria la misma etiología biológica. Los autores del Malleus
éste apareció en la edad media: la criminología. Claro que no se la eran dos dominicos inquisidores (Sprenger y Kraemer). La prime-
llamó así hasta tiempos mucho más recientes. pero aún huérfana ra página del Malleus explica quiénes son los mayores herejes y
de bautismo acompañó siempre al derech9 penal, unas veces con- concluye que son quienes niegan la existencia de las brujas; ante
fundida y otras en conflicto con él. cada nueva emergencia en los seiscientos años posteriores se
128 lNTERD!SC!PLINARIEDAD DEL DERECHO PENAL CON OTROS SABERES (b) CON U\ CRlM!NOLOGL.\ 129

dijo lo mismo: los más peligrosos son los que niegan la emergen- superiores con inferiores. La prohibición de estas mezclas se co-
cia (porque niegan la autoridad de los que la explotan: así fueron noció como apartheid. Hubo un apartheid y un racismo criminológi-
denostados como peligrosisimos quienes negaron que la culpa de cos que negaron todos los factores sociales de la cuestión criminal
todo la tuviese la droga, el comunismo internacional, el terroris- y mucho más aún la selectividad y función de poder de las agen-
mo, los subversivos, etc.). cias del sistema penal. Algunos autores progresistas se dieron
cuenta de lo primero y reivindicaron los factores o causas-sociales
La hegemonía Cuando el estado pasó a tener funciones más complicadas, 4 del delito (el más importante fue el holandés Bonger en la primera
de filósofos
y juristas
es decir, asumió la tarea de regular la vida del público (la salud, la década del siglo XX), pero tardaron muchos años en reconocer
economía, la educación públicas, etc.). se dividió en burocracias que la criminología debía estudiar al propio sistema penal y su
(el señor necesitó secretarios especializados) que fueron inven- operatividad selectiva y violenta.
tando sus saberes especializados y también sus dialectos para
iniciados (vocabularios técnicos), y preparando a sus pichones 6 A comienzos del siglo XX la criminología tomó diferentes ca- La
desintegración
para la conservación y reproducción (entrenando a sus operado- minos en Europa y en Estados Unidos. En tanto que en Europa la
servil al
res más jóvenes para recambio). Surgieron las corporaciones Uu- sociología se eclipsó y la criminología quedó en manos de médicos derecho penal
ristas, académicos, médicos, ingenieros, militares. economistas, que enseñaban en las facultades de derecho, en América pasaron
etc.). Manejar un área de política pública es una cuestión de poder a ocuparse de ella los sociólogos. No obstante, ninguno de ambos
y, por lo tanto, hay competencias de poder dentro de cada corpo- se ocupó del sistema penal: por camino factorial o etiológico, pero
dejando fuera el sistema penal, todos trataban de explicar el deli-
ración (por la conducción o liderato de ésta). y también entre las
to. El neokantismo alemán (ver§ 80) resolvía el problema apelan-
corporaciones (por apoderarse de á..rnbitos disputables). La cues- ,.
do a la división de las ciencias: la criminología era la ciencia del
tión criminal siempre fue un ámbito ambicionado y en cuanto
ser y el derecho penal la del deber ser. No podían contaminarse,
comenzó la lucha por el poder de los burgueses (industriales y
pero, de modo poco coherente, el derecho penal le señalaba el
comerciantes) contra la nobleza en el siglo XVIII. rápidamente las
limite epistemológico a la criminología, o sea, que un Parlamento
corporaciones de filósofos y juristas se hicieron cargo de ella. ela-
marcaba los límites de una ciencia natural.
borando un discurso racional tendiente a limitar el poder puniti-
vo (de la nobleza). Este es el segundo momento importante, en 7 Los sociólogos norteamericanos fueron avanzando de modo La hegemonía
de los sociólogos
que el mal es resultado del uso indebido de la libertad y se proce- interesante, enunciando teorías etiológicas dispares. hasta que
de de modo deductivo a explicar el delito. en un momento quedó claro que el sistema penal (poder punitivo)
tenia que ver en la etiología del delito y, más aún, que no podía
La hegemonía La limitación del poder punitivo dejó de ser funcional cuando 5
médico/ policial quedar fuera del campo de la criminología, porque no era para
los burgueses consiguieron el poder y en sus ciudades se concen-
nada neutro sino bien selectivo, violento y corrupto. A partir de
tró la población miserable y la riqueza, inventando la policía. La
este momento, en los años sesenta del siglo XX, comienza a des-
policía se convertía en la agencia más poderosa pero sin discurso.
plazarse el eje del objeto de la criminología del delincuente a la
El discurso se lo proveyó otra corporación con la que la policía se
reacción u operatividad del sistema penal, sin pretensiones de
asoció: los médicos. Desde muchos años antes éstos tenían inte-
teoría general, pero con las revelaciones acerca del poder punitivo
rés en apoderarse de la cuestión criminal, hasta el punto que
que hemos tornado en cuenta en el capítulo introductorio. Esta
disputaban con los jueces parisinos el destino de las cabezas de criminología de la reacción social o criminología liberal no tenía ori-
los guillotinados. De allí surgió el discurso médico-policial del gen marxista, sino fenomenológico e interaccionista simbólico. Más
positivismo criminológico (ver § 74), que era un capítulo del tarde estas observaciones fueron severamente criticadas por
biologismo racista evolucionista de Spencer y otros que categorizó criminólogos más radicalizados, y desde una perspectiva teórica
a las personas en superiores e inferiores. y el crimen era el resul- marxista se trató de encuadrarlas en perspectivas teóricas más
tado de la inferioridad (barbarie) o de la mezcla (mestización) de amplias pero en las que no quedaba mucho espacio para modifi-
r

lNTERDISCIPLINARIEDAD CON SABERES SECAi'ffES JURÍDICOS: (a) CON EL DERECHO PROCESAL 131
130 lNTERDISCIPLINARIEDAD DEL DERECHO PENAL CON OTROS SABERES

car la operatividad de las agencias del sistema penal antes de un admite excepciones: cuanto más irracional es un ejercicio de
pretendido cambio revolucionario total y definitivo, que nunca lle- poder, menor nivel de elaboración debe tener el discurso que lo
legitima. No hay ningún discurso criminológico, científicamente
gó.
aceptable, que pueda legitimar el actual ejercicio del poder puni-
El ocaso de la Esta criminología critica radical perdió predicamento en los 8 tivo. Por ende, la hegemonía académica de la criminología la tie-
criminología últimos años, a causa de su esterilidad para orientar a los ope-
radical
nen los sociólogos, pero la hegemonía social del discurso sobre la
radores progresistas de las agencias del sistema penal. Algo pare- cuestión criminal la tiene el discurso vindicativo irracional de cier-
cido pasó en psiquiatría; en un momento se puso de manifiesto tos medios masivos imitado servilmente por los políticos de éxito.
la tremenda importancia de la dimensión del poder psiquiátrico,
pero luego se radicalizó el discurso hasta llegar a la antipsiquia-
tria. Poco se avanza tratando de explicarle a un esquizofrénico
catatónico que sus males provienen de las contradicciones de § 44. Interdisciplinariedad con saberes secantes jurídicos:
clase. Por mucho que eso sea cierto, algo hay que hacer para (a) con el derecho procesal
aliviarlo. Lo mismo sucede con el poder punitivo: por mucho que
sea selectivo, violento y conupto y que esté deslegitimado, exis-
te, y algo hay que hacer para reducirlo y acotarlo. Es absurdo 1 Suele entenderse que el derecho procesal penal es el derecho Paralelo con el
pretender que debemos quedarnos inmóviles esperando la revo- derecho penal
penal adjetivo, por oposición al sustantivo o material. Esta deno-
lución. minación da idea de que el derecho procesal es un complemento
del penal. A ello se opusieron varios autores que observaron que
Los discursos Las distintas corporaciones que tuvieron los discursos domi- 9
sin hegemonía el derecho penal no le toca ni un pelo al delincuente (Beling), lo que
nantes en la criminología, siempre tuvieron discursos sobre la
enla es cierto. Pero también lo es que el derecho procesal penal sin el
globalización cuestión criminal, sólo que únicamente alcanzaron a dominar el
penal se la pasaría peinando largas cabelleras. El derecho penal y
campo de este saber cuando fueron funcionales a un establish-
el procesal penal son interdependientes y se rigen por principios
ment hegemónico en el momento. Así, en tiempos de la inquisi-
paralelos. (a) Un derecho penal de acto, con garantía de legalidad,
ción existieron discursos médicos sobre el origen del delito,
exige un proceso penal en que se fije el objeto, se debata en equili-
también en tiempos del positivismo existieron discursos socioló-
brio de partes (acusación y defensa), y decida un tercero UurisJic-
gicos importantes, y hoy subsisten discursos médicos biologistas,
ción), todos independientes, o sea, un proceso penal acusatorio.
compitiendo con psicólogos, sociólogos, etc. También operan dis-
(b) Por el contrario, un derecho penal sintomático o de autor (que
cursos deductivos hegelianos y otros, de modo que discursos en
busca al enemigo) no fija ningún objeto y no necesita ningún de-
el campo criminológico hay a montones, y sólo unos suelen ser
bate, sino sólo un órgano único del estado investigando y penan-
hegemónicos. cuando la respectiva corporación logra dominar el
do, o sea, un proceso penal inquisitorio.
campo por su funcionalidad con el ?s'ablishment. Lamentable-
mente, si bien la hegemonía del dis :urso criminológico en el ám- 2 En nuestro sistema constitucional, por princ1p10, la legisla- El problema de
bito académico la tienen los sociólogos. no puede decirse que ello ción procesal es competencia de las provincias y la penal del la competencia
legislativa
tenga que ver con la hegemonía social ni con establishment algu- gobierno federal. Sin embargo, en el código penal hay ciertas dis-
no. porque el poder punitivo se alimenta de materiales muy ende- posiciones que parecen procesales (ejercicio y extinción de las
bles y de discursos irracionales elaborados por algunos medios acciones penales, requisitos de procedibilidad, cuestiones de com-
masivos. No hay criminología hegemónica; la hegemonía la tiene el petencia. conocimiento personal del procesado por el juez). La
discurso irracional de los medios masivos de comunicación social. violación de estas normas da lugar a nulidades, que son las san-
en manos de buscadores de clientes. incitando las peores pulsiones ciones propias del derecho procesal y no del penal (que es la pena).
prejuiciosas de todas las poblaciones del mundo. generalizando el ¿Son disposiciones inconstitucionales?
ejemplo de los Estados Unidos. Eso obedece a una regla que no
132 lNTERDISCIPLINARIEDAD DEL DERECHO PENAL CON OTROS SABERES
(b) CON EL DERECHO DE EJECUCIÓN PENAL 133

El riesgo de la Por otro lado, si los principios del derecho penal y del derecho 3
fractura entre entre los primeros; la legislación nazi y sus defensores entre los
derecho penal procesal penal son paralelos, cuando la legislación penal y la pro- segundos, también algunos italianos especialmente fascistas).
y procesal cesal no coinciden el paralelismo se destruye; una legislación pe-
nal de acto y de legalidad puede desvirtuarse en la práctica por 6 Pero también se abre camino un sustantivismo liberal, que Sustantivismo
admite el carácter de pena para destacar su incompatibilidad con liberal
efecto de un sistema procesal inquisitorio. Además, una ley pro-
cesal que use la prisión preventiva con mayor amplitud que otra el principio de inocencia. Son cada vez más los autores que asu-
lesiona el principio de igualdad: dos personas procesadas por el men esta posición. En realidad, no hay forma de legitimar la pri-
mismo delito serian tratadas de modo diferente (una estarla presa sión preventiva, fuera de los pocos casos y en forma reducida, en
esperando el juicio, la otra en libertad). ¿Todo esto no es inconsti- que constituye una verdadera coerción directa administrativa (se
tucional? la impone para evitar una violencia o un conflicto mayor). Fuera
de estos pocos supuestos, es una pena más deslegitimable que
El principio La clave de la respuesta a estas cuestiones está en el princi- 4
las impuestas formalmente al cabo del proceso. Es bastante claro
federal pio federal de gobierno. La CN prefiere sacrificar cierta medida de
como clave que funciona como pena, que así la manejan los tribunales, y que
igualdad para preservar el principio federal, o sea, el derecho de la mayoría de los presos de nuestro país y de América Latina no
los habitantes a tener sus gobiernos locales. No obstante, este
están condenados. Los esfuerzos por reducirla no siempre son
sacrificio tiene limites y, por complicado que sea, éstos se esta- sanos, porque muchas veces se cae en el juicio sumarísimo,
blecen en algunas reglas procesales de vigencia nacional que se
violando todas las garantías procesales, cuando no importando
hallan en el CP y en la misma legislación procesal penal federal.
verdaderas extorsiones para los más indefensos (se le ofrece la
En efecto: no puede sostenerse que el arbitrio provincial en mate-
posibilidad de optar entre un juicio rápido y aceptar una pena re-
ria legislativa procesal sea absoluto; la legislación procesal penal
ducida o ir a un juicio formal; esta es la forma en que los Estados
federal debe operar como un mínimo de garantías que las provin-
Unidos tienen pocos presos en prisión preventiva: los condenan
cias pueden aumentar pero no disminuir. De lo contrario se permi-
sin juicio). A este respecto, también la legislación procesal federal
tirla que las provincias destruyan la legislación penal cancelando
debe operar como marco mínimo frente a las legislaciones provin-
por vía procesal las garantías que la propia CN impone.
ciales, aunque esto no se respeta y la jurisprudencia es titubean-
La prisión La cuadratura del círculo en la interdisciplinariedad del dere- 5 te. Por lo menos se ha reiterado la jurisprudencia que establece la
preventiva cho penal y el procesal la da la prisión preventiva. El preso preven- inconstitucionalidad de los llamados delitos ínexcarcelables.
tivo (o preso sin condena) sufre una prisionización cuya naturaleza
pf1.ra unos es procesal y para otros penal. (a) Para las teorías
procesalistas, no es pena sino una medida de coerción procesal,
semejante al embargo en el proceso civil. Cabe observar que el § 45. (b) con el derecho de ejecución penal
embargo produce un daño patrimonial reparable en bienes de
igual naturaleza (si el accionante sin derecho debe reparar el per-
juicio causado por el embargo), pero la prisionización no puede
repararse en bienes de igual naturaleza, pues nadie puede resti- 1 No pretendemos filosofar sobre el tiempo, pero todos sabe- El tiempo
lineal
tuirle un pedazo de vida al indebidamente preso. Los argumentos mos que un niñ'o mira a una persona de cuarenta años como un y existencial
usados para legitimarla desde lo procesal (no hay presunción sino viejo, y que el de cuarenta mira así al de ochenta. También nota-
estado de inocencia: la justifica la prohibición constitucional del mos que no es lo mismo esperar diez minutos el colectivo cuando
proceso en rebeldía: etc.) se evidencian de escaso convencimien- llueve que cuando no llueve. Tampoco es lo mismo un viaje de
to. (b) Las teorías sustantivistas admiten que se trata de una ver- tres horas regresando de hacer turismo que el mismo viaje por-
dadera pena anticipada y así han pretendido legitimarla los que un pariente está gravísimo y con la angustia de llegar y saber
positivistas y los nazis (Garófalo, con su grosero autoritarismo qué sucede. Esto obedece a que. por lo menos. hay dos ideas bien
134 lNTERDISCIPLINARJEDAD DEL DERECHO PENAL CON OTROS SABERES (b) CON EL DERECHO DE EJECUCIÓN PENAL 135

diferentes del tiempo: una es el tiempo lineal (el del calendario y nos niegan, asignándole a sus normas naturaleza penal, procesal
del reloj) y otra el tiempo existencial (el de cada uno y sus particu- penal o administrativa. No es ociosa la pregunta, porque si sus
lares circunstancias y necesidades). normas fuesen administrativas no regirían a su respecto los prin-
cipios !imitadores del derecho penal.
La ejecución La ejecución de la sentencia civil no altera la materia de lo 2
de la sentencia resuelto en ella y, por eso, ofrece pocos problemas, pero la de la 5 La ejecución penal no puede desentenderse del objetivo de la Resocializadores
penal altera la y retribuidores
materia de ésta
sentencia penal altera totalmente su materia, porque ésta fija una pena. Si ésta tiene finalidad preventiva especial (resocializadora
pena en tiempo lineal (de calendario y de reloj) .que debe cum- suele decirse). la ejecución debe tender a ello. En genenl, da-
plirse necesariamente en el tiempo existencial del penado que, do que la llamada resocialización es una misión imposible (ver §
además es dinámico, pues se va modificando al compás de las 12) y que no puede negarse razonablemente el efecto deteriorante
circunstancias (el sujeto se .enferma, desaparece un familiar, se y fijador de roles desviados de la prisión, el objetivo de la ejecu-
produce una crisis familiar, se deprime, nace un hijo, etc.). No es ción penal se ha complicado mucho. En el campo ejecutivo exis-
posible que la sentencia prevea el grado de sufrimiento de cada ten hoy (a) quienes insisten en la resocialización a ultranza y (b)
uno de esos momentos tan diferentes según las personas y por quienes postulan que la prisión se reduzca a un depósito
demás dinámicos. Tampoco la ejecución de la sentencia penal deteriorante de personas (posición asumida por las derechas nor-
ofrecía problemas cuando las penas eran corporales, porque no teamericanas). Este panorama desolador es resultado de la asig-
alteraba la materia, pero con la generalización de la pena de pri- nación de funciones preventivas a la pena: para los primeros,
sión esta complicación es inevitable. aunque todo indique lo contrario, debe insistirse en la misión
imposible de la prevención especial positiva; para los segundos,
El derecho de A eso se debe la aparición de una legislación sobre la ejecu- 3
ejecución penal aunque no sea cierto, debe asignársele una función de preven-
ción de las penas (especialmente de la prisión) y de un saber jurí-
ción general negativa y operar la ejecución como mera vengan-
dico a su respecto, que en principio se llamó derecho penitenciario
za. Los primeros se empeñan en ignorar el efecto deteriorante de
y que hoy, más con-ectamente, se llama derecho de ejecución pe-
la prisión; los segundos lo reconocen y se empeñan en profundi-
nal. Es el saber acerca de las leyes que regulan la ejecución penal,
zarlo.
el orden de los establecimientos, los derechos de los presos, los
recursos para hacerlos efectivos, qué derechos son limitados por 6 Desde una teoría agnóstica de la pena, la ejecución penal, Terapia de la
la pena y en qué medida, cómo debe ser el trato a que se somete a vulnerabilidad
simplemente. debe reconocer como realidad la existencia de un
los presos, etc. Todo esto es materia de leyes de ejecución penal número de personas vulnerables prisionizadas a las que debe
que deben guardar armonía con el CP y que han alcanzado desa- deparárseles un trato que, en una institución estructuralmen-
n-ollo internacional (en 1955, en el Congreso de la ONU de Gine- te deteriorante, debe ser lo menos inhumano y dañino posible.
bra, se aprobaron las Reglas mínimas de las Naciones Unidas para Además, desde esta perspectiva se sabe que la prísionización, la
el tratamiento de los reclusos, revisadas en Kyoto en 1970; en To- mayoría de las veces, no obedece a lo que los presos han hecho
kio se aprobaron luego las Reglas minimas para las medidas no sino a su pariicular vulnerabilidad al poder punitivo. pues son
privativas de libertad]. muchos más los que realizan acciones más lesivas pero son me-
nos vulnerables. Dada esta circunstancia. al menos a esa gran
Autonomía teórica Los penitenciaristas tienen tradición y próceres científicos 4
del derecho penal mayoría, el trato debe ofrecer la posibilidad de que la persona
propios, a la cabeza de los cuales se halla John Howard, un filán-
ejecutivo aproveche para aumentar su nivel de invulnerabilidad al poder
tropo del siglo .>,..'VIII que recorrió y describió todas las prisiones
punitivo. El analfabeto que ingresa a una prisión y egresa como
europeas de su tiempo y murió de peste contraída en su huma-
ingeniero electrónico. seguramente cambió la autopercepción y
nitaria tarea. El derecho de ejecución penal tiene una enorme
dejó de presentar los caracteres del estereotipo criminal. Ofrecer-
literatura y cátedras, o sea, goza de autonomía académica. El pro-
le no es lo mismo que imponerle. de modo que el trato no debe ser
blema es saber si tiene verdadera autonomía teórica., lo que algu-
coacfr·o. La idea no es mejorar a las personas con la consigna sed
(c) CON EL DERECHO CONTRA.VENCIONAL 13';
136 [NrERDISCIPLINARJEDAD DEL DERECHO PENAL CON OTROS SABERES

Penitenciaria de la Nación, iniciando una experiencia técnica en


buenos (como se pretende en la resocíalización. aunque se sabe la profesión.
que hay otros peores que no están allí), sino ayudarlas con la
consigna no seais tontos (no pongan la cara al poder punitivo con g Las leyes que en nuestro país son la materia del derecho de La competencia
ejecución penal son la ley nacional 24.660 de 1996 y las leyes de legislativa en
hechos groseros para servir de pretexto).
materia de
ejecución penal de las diferentes provincias argentinas. El art. ejecución
El trato Cuando los partidarios ele la resocialización muestran sus éx:i- 7 228 de esa ley dispone: La Nación y las provincias procederán,
tos. en general exhiben casos ele aumento ele la invulnerabilidad. dentro del plazo de un año a partir de la vigencia de esta ley, a
en que se ha hecho prosa sin saberlo. El trato menos inhumano revisar la legislación y las reglamentaciones penitenciarias e.xisten-
posible en la prisión debe ofrecer una terapia de la vulnerabilidad tes. a efectos de concordarlas con las disposiciones contenidas en
que procure elevar el nivel de invulnerabilidad ele la persona la presente. Cabe preguntarse si la ley de ejecución es competen-
prisionizacla y la regulación ele la ejecución penal debe contem- cia del Congreso Nacional o ele las legislaturas provinciales. En la
plar este objetivo como eje central. De este modo se elude la ficción práctica han legislado la materia las provincias y nunca se ha.
de montar la ejecución penal sobre una tarea que es ele imposible pretendido su inconstitucionalidad. No obstante, está claro que
cumplimiento y ele contenido ideológico autoritario (invasivo de la dos penas que se ejecutan de modo diferente son diferentes, por lo
personalidad) como es la ideología del tratamiento. tanto como el cual se plantea el mismo problema que con la legislación procesal
empeüo en una destrucción sistemática del ser humano en que penal. Por ello, el art. 228 de la ley 24.660 no es inconstitucional
insisten algunas administraciones y políticos norteamericanos. en la medida en que se lo interprete como un marco mínimo de
Este objetivo muestra una peculiaridad ele la ejecución. con una normas ejecutivas, pudiendo las provincias aumentar los dere-
materia diferente ele la regulada en la sentencia. que explica la chos no comprometidos por la ejecución o comprometerlos en
autonomía teórica del derecho de ejecución penal. No obstante. es menor medida, pero nunca limitarlos por debajo del estándar se-
claro que la ejecución regula una materia temporalmente limita- ñalado por la ley 24.660 para el sistema federal.
da por la sentencia y, en algún sentido. es su proyección en tiem-
po existencial. Por ello. debe regirse por los mismos principios
]imitadores del derecho penal y. por ende. no es admisible la
retroactividad de la ley penal ejecutiva ni la analogía in malam § 46. (e) con el derecho contravencional
partem. Del mismo modo, su aplicación requiere decisión y con-
trol de jueces (el desarrollo de este principio ha dado lugar a juz-
gados especializados. llamados de ejecución penaO.
El aporte Pettinato fue director del tristemente 8 1 Los viejos códigos, seguidores del de Napoleón (ver§ 56), divi- Contravenciones
de Pettinato dían las infracciones penales en crímenes, delitos y contravencio- federales,
célebre penal de Ushuaia y fue quien lle- provinciales
para un trato nes. Eran tres clases de infracciones según su gravedad relativa,
más humano vó en mano el decreto de clausura al y municipales
presidente Perón. Su gestión tern1inó con que determinaban diferentes competencias jurisdiccionales
los presos engrillados. con los viajes ele ijuzgadores diferentes). Si bien los códigos penales vigentes al tiem-
éstos dentro de las bodegas de los bu- po de la sanción de la CN respondían a este modelo, la legislación
ques de Marina. con los trajes cebrados penal argentina fundió en una única categoría los crimenes y de-
que sobreviven en las caricaturas pero litos (todos son delitos) y nunca legisló en materia contravencional.
que eran una triste realidad. Él inaugu- Puede afirmarse que se estableció un derecho constitucional con-
ró el sistema ele salidas transitorias y. suetudinario en función del cual el estado federal no tiene el mo-
sobre todo. organizó la Dirección Nacio- nopolio de la legislación contravencional, que mayoritariamente
nal de Institutos Penales y la Escuela coITesponde a las legislaturas locales. Por otra parte, la compe-
Roberto Pettinato
1
1

138 foTERDISCIPL!NARIEDAD DEL DERECHO PENAL CON OTROS SABERES (d) CON EL DERECHO PENAL MILITAR 139

tencia legislativa federal para todas las contravenciones seria con- En realidad, el estado peligroso sin delito (eliminación de moles-
traria al principio federal, porque dejarla sin sanción penal la vio- tos para la policía) nunca fue legislado por el Congreso federal,
lación de las leyes provinciales y municipales. Cabe entender que pero rigió siempre por omisión de éste y de las legislaturas pro-
cada una de las competencias legislativas tiene también la co- vinciales. Desde las viejas leyes de leva (incorporación forzada a
rrespondiente competencia para tipi11car como contravenciones los ejércitos de los vagos y malentretenidos) se pasó a los códigos
las violaciones a las normas que dicta: asi, si el estado federal es rurales, y los jueces de paz y comisarios mandaron a muchos
competente para sancionar ciertas leyes de policía sanitaria ani- Martín Fierro a la frontera en función de estas leyes de peligrosi-
mal. también lo es para criminalizar como contravenciones sus dad. Cuando el control social pasó a la ciudad, desapareció el juez
infracciones; si la materia de caza es propia de las provincias, de paz, y quedó sólo el jefe de policía, en la ciudad de Buenos
corresponde a éstas la tipificación de las chntravenciones de caza: Aires como legislador y juez de contravenciones: legislaba por
y si las condiciones de seguridad de los locales es cuestión de edictos, sentenciaba y también podía indultar, es decir, que ejercía
competencia municipal, corresponde a los municipios la sanción las funciones de los tres poderes. Era un funcionario monárquico
de las infracciones a esta legislación. absoluto, nombrado por el poder ejecutivo, que tiene expresamente
El derecho contravencional tiene enorme importancia confi- vedado por la CN el ejercicio del poder judicial.
La trampa de la 2
minimización guradora en la sociedad: como instrumento de vigilancia, el po- 4 En el segundo gobierno del Gral. Perón las damas de benefi- De la monarquía
de las garantías der punitivo ejercido a través de la legislación contravencional a la república
cencia, pertenecientes a los sectores más elitistas de la ciudad,
o con pretexto de ésta, es mucho más importante que el que se en conflicto con el ejecutivo y con la Fundación Eva Perón, se
ejerce con motivo o pretexto penal. Por eso, desde el punto de reunieron a cantar el Himno Nacional en la calle Florida y fueron
vista del poder politico llega a ser más importante que el código sancionadas con arresto por el edicto de escándalo público. La
penal. No es frecuente que alguien sea privado de libertad por
Corte Suprema de facto estaba en 1956 a punto de declarar· la
sospechoso de terrorismo o de parricidio, pero la mayoría de la
inconstitucionalidad de la potestad policial de legislar la materia
población de la ciudad de Buenos Aires ha vivenciado una priva-
contravencional, cuando para evitar el vacío legislativo el ejecu-
ción arbitraria de libertad por sospecha de contravención o por
tivo de facto emitió el decreto-ley nº 17.189/56, haciendo ley
simple decisión de la autoridad policial de seguridad. Por eso
nacional el texto de esos edictos inconstitucionales. Esta fue la
precisamente, es funcional al poder de vigilancia minimizar las
garantías en las infracciones menores, de modo que tenga más legislación que quedó vigente hasta la autonomía de la ciudad de
garantías el parricida o el terrorista que el contraventor, pues Buenos Aires, guardando gran similitud con las recopilaciones
con ello se obtiene, justamente, lesionar las garantías de todos coloniales, o sea, plagada de inconstitucionalidades y complacien-
y facilitar· la vigilancia y el reparto arbitrario del poder punitivo. temente tolerada por la jurisprudencia de todos los niveles. El art.
El aberrante argumento de que se deben aumentar las garan- 13 de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires consagró
tías conforme a la gravedad de las penas amenazadas, oculta, expresamente la naturaleza penal de las contravenciones y el có-
en el fondo, la facilitación del ejercicio del poder punitivo arbi- dicro contravencional de la ciudad, sancionado en 1998, estable-
trario sobre los sectores más amplios de la población (es mucho cióº el fuero contravencional y enmarcó constitucionalmente esta
más facil y creíble acusar a alguien de una contravención que legislación, con gran resistencia del poder corporativo policial.
de un crimen de terrorismo o de parricidio).
El poder punitivo Aunque ninguna duda cabe, históricamente, acerca de que 3
contravencional las contravenciones son infracciones de naturaleza penal, se
como estado § 47. (d) con el derecho penal militar
peligroso pretendió darles carácter administrativo, especialmente en la Ar-
sin delito gentina, tomando ideas impmtadas de temias producidas en el
imperio alemán y que nada tienen que ver con nuestro orden cons- El derecho
titucional. De ese modo se justificó lo que siempre fue injustifica- 1 El derecho penal militar es una rama especializada del dere-
penal militar es
ble, o sea, que los jefes de policia fuesen jueces contravencionales. cho penal, que tiene por base el Código de Justicia Militar. No derecho penal
140 lNTERDJSCIPLIN.ARJEDAD DEL DERECHO PENAL CON OTROS SABERES (d) CON EL DERECHO PENAL M!Ll'IAR 14]

vale la pena detenerse en todas las incoherencias que se han sos- ellas, como las ejecuciones sin proceso legal llevadas a cabo por
tenido a su respecto, porque son francamente indefendibles. La la dictadura de Uriburu en 1930 y 1931. Los fusilamientos reali-
más grave y reiterada es que se trata de derecho penal adminis- , zados en 1956 por la dictadura militar de ese momento, ni siquie-
trativo. Si así fuese, en la Argentina se podría aplicar la pena de ra invocaron estas normas, pues fueron dispuestos por el poder
muerte por decisión administrativa. Esta tesis se sostiene para ejecutivo desconociendo lo que habían resuelto los propios conse-
defender la legalidad de los consejos de gueITa, que son tiibuna- jos de gueITa, que no habían impuesto penas de muerte.
les militares inconstitucionales, porque están integrados por fun-
cionarios que dependen jerárquicamente del poder ejecutivo y, 4 La coITecta interpretación de las disposiciones de los arts. Coerción
131 a 139 del CJM impone que éstas sean entendidas dentro de administrativa
por ende, no son independientes. En el mundo entero, nadie duda directa y
que el derecho penal militar es derecho penal y lo tratan con el los estrictos limites del estado de necesidad y que sólo se legisle nada más
considerable desaITollo teórico que merece. Por supuesto que el por bando en la zona cuando la ley ordinaria no sea suficiente-
propio CJM contiene disposiciones de derecho militar disciplina- mente precisa, que se decida sólo cuando no sea posible la inter-
rio, que es administrativo, adecuadamente diferenciadas y que, vención de un tribunal del poder judicial. y que no se aplique más
por ende, nada tienen que ver con los delitos militares. La legis- violencia que la estrictan1ente necesaria, o sea, siguiendo los prin-
lación procesal penal militar vigente viola todas las garantías cipios de la coerción administrativa directa. Es muy interesante y
constitucionales, limitando de modo incomprensible el derecho ratifica lo señalado, la disposición sabia del art. 137 del CJM, que
de defensa, en forma tal que el soldado argentino en tiempo de paz sólo autoriza el empleo de armas cuando en el bando se haya
tiene menos garantías de defensa que el prisionero enemigo en advertido sobre la muerte y el saqueador o violador, incendiario,
tiempo de guerra, conforme al derecho de Ginebra: no sólo lo juz- etc., fuese sorprendido en flagrancia y no se entregase al primer
ga un tribunal inconstitucional, compuesto por funcionarios del aviso o hiciese armas contra la autoridad. Esta norma tiene valor
ejecutivo, sino que no tiene derecho a elegir defensor de confianza. general y orientador para todo el derecho argentino sobre el límite
en que el estado puede privar de la vida: si en guerra y en zona de
La pena de El CJM contiene unas cincuenta previsiones respecto de la 2 operaciones, al criminal incendiario, saqueador, violador, etc., sólo
muerte en el CJM pena de muerte. Como ésta es en general inconstitucional (ver § puede dispw:ársele en esas condiciones; eso significa que, con ma-
276.6). cabe preguntarse sobre el sentido de estas normas. Casi yor razón, Juera de ellas, no puede dispararse contra nadie en la
todas las previsiones son alternativas con otra pena. En algunos vida ordinaria. El art. 137 del CJM es, en consecuencia, una regla
casos no se trata de pena de muerte, sino de medidas de coerción de oro que pone límites a cualquier violencia del poder punitivo.
directa inmediata, que se justifican en función del estado de ne-
cesidad. Fuera de estos supuestos, no existe justificación para 5 El vigente CJM fue sancionado en 1951 (ley 14.029) sobre un La ley
proyecto del ejecutivo redactado por Osear Ricardo Sacheri remi- militar vigente
considerarlas constitucionales.
tido en 1949. Dado que la CN de 1949 parecía permitir el someti-
La necesidad Los arts. 131 a 139 del CJM regulan una situación de necesi- 3 miento de civiles a consejos de gueITa, el CJM contenía algunas
terribilísima no dad terribilísima, propia de situación bélica o de desastre, que
es ley marcial previsiones al respecto, aunque muy prudentes. Fueron deroga-
eITónea o perversamente se la ha conocido como ley marcial. No das por la ley 23.049. De cualquier manera cabe advertir que la
se trata de una verdadera ley marcial, pues ésta es inconstitucio- dictadura militar de 1976-1983 sometió a civiles a consejos de
nal en el sistema argentino, que opta por el estado de sitio en la gueITa fuera de todas las previsiones del CJM, que nunca autori-
CN y no por la ley marcial (institución inglesa que la CN no incorpo- zaron semejante creación de un sistema penal paralelo.
ró). Se trata de disposiciones que precisan el alcance muy estricto
de una situación de extrema necesidad, por otra parte bastante
bien definida en la ley. Lamentablemente, estas disposiciones die-
ron pie a toda dase de abusos que poco o nada tienen que ver con
(e) CON EL DERECHO PENAL DE NIÑOS Y ADOLESCENTES 143
142 lNI'ERDISCIPLINARJEDAD DEL DERECHO PENAL CON OTROS SABERES

ducta delictiva. Es muy elemental, pero costó un siglo lograrlo. La


§ 48. (e) con el derecho penal de niños y adolescentes
primera ley continental en este marco fue el Estatuto del niií.o y
:iel adolescente de Brasil, de 1990.

El autoritarismo Respecto de los niños y adolescentes el poder punitivo mues- l 3 El derecho penal argentino de niños y adolescentes se halla La legislación
tutelar tra sus mayores contradicciones, su ineficacia preventiva, su inhu- regulado en la ley de Jacto 22.278, que modificó la ley 14.394 y nacional
inconstitucional
manidad, su violencia, su corrupción; todo surge con meridiana que, a su vez, fue modificada por otras leyes posteriores (22.803;
claridad y, por ende, ha optado por encubrirse bajo el manto tute- 23.264: 23.742), conservando un fuerte acento inquisitivo (tute-
lar y ser allí más autoritario que respecto de los adultos. En oca- lar) incompatible con la CN y con las convenciones incorporadas
siones se quita la máscara y aspira a reprimir la precocidad y a a ella (inc. 22 del art. 75 CN). La ley de facto 21.338 modificó la
sostener que todos los niños infractores son hijos de delincuentes vieja ley 14.394, bajando la edad de diez y seis a catorce años y de
que se reproducen, y se lanza a un sistema penal subterráneo de diez y ocho a diez y seis, respectivamente. Los mismos dictadores
ejecuciones sin proceso y escuadrones de la muerte. Pero duran- se percataron de la aberración y con la llamada ley 22.278 volvie-
te años se ha cubierto con una máscara de piedad y ha pretendi- ron a los límites etarios de siempre. No obstante, ante emergen-
do que los niños y adolescentes debían quedar fuera del derecho cias o casos más o menos sonados, inmediatamente alzan sus
penal, tutelados con medidas educativas y formadoras. En reali- voces los irresponsables habituales proponiendo la vuelta a los
dad, la inquisición y el positivismo triunfaron más ampliamente y límites que la misma dictadura debió rever.
durante muchos más años en el campo de los niños, con este lla-
4 En el sistema vigente en el país los niI1os no son responsa- La
mado derecho del menor de pretendida naturaleza tutelar. Con el inadmisibilidad
pretexto de la tutela (ideología mundial al respecto consagrada bles penalmente hasta los diez y seis años, pero el art. 10 de la
dela
desde comienzos del siglo XX) los niños y adolescentes eran pri- llamada ley 22.278, entendido literalmente, dispone en síntesis arbitrariedad
que el juez puede hacer con el niño lo que quiera, es decir, inter- judicial
sionizados sin proceso ni defensa, por decisiones arbitrarias de
jueces e incluso de autoridades administrativas. Su incapacidad narlo hasta los veintiún años, entregarlo a los padres, o sea,
hacía que no hubiese obligación alguna de escucharlos y menos disponer del menor (expresión que evoca el derecho de propie-
aún de atender sus demandas. Como las medidas eran tomadas dad). Esto es resultado de algo reiterado en la doctrina: los me-
en su favor, no eran necesarias las garantías. nores de diez y seis años son inimputables. Esto no es verdad:
los menores de diez y seis años pueden o no ser inimputables,
Y el niño llega El proceso de rejuridización comenzó en los años sesenta, 2 pero si no lo son, opera en su favor una causa personal de exclu-
a ser persona
con el famoso caso Gault en los Estados Unidos (un niño que sión de pena, que es otra cosa muy diferente. Además, incluso
hacía llamadas para proferir expresiones soeces contra su vecina siendo inimputables, tienen el derecho de ser oídos y de benefi-
fue internado hasta los veintiún años) y culminó en las últimas ciarse con todas las eximentes y atenuantes que operan en favor
décadas del siglo pasado con la Convención Internacional de los de los adultos que hubiesen cometido los mismos hechos, por
Derechos del Niño, las Reglas mínimas de Naciones Unidas para la
imperio de la convención con jerarquía constitucional. Así, si un
Administración de Justicia Juvenil (conocidas como Reglas de
niño de quince años comete un parricidio justificado por la legí-
Be!}ing), las Reglas mínimas de Naciones Unidas parajóvenes pri-
tima defensa de su madre, el juez no puede imponerle una pena
vados de libertad y las Directrices de las Naciones Unidas para la
hasta los veintiún años invocando que la ley lo faculta cuando el
administración de lajusticiajuvenil (conocidas como Directrices de
niño tuviese problemas de conducta. La nebulosa apelación a los
Riad). Con todo este arsenal, los niños y adolescentes entraron
problemas de conducta para permitir la imposición de una pena
nuevamente a ser personas, cuyas garantías debe respetar cual-
de prisión por años, es una cláusula similar a la reforma
quier ejercicio de poder punitivo. La idea central de este aparato
nacionalsocialista de 1933 al código alemán, en cuanto a la in-
normativo es que ningún niño puede estar en peor situación pe-
troducción de la analogía.
nal ni procesal que un adulto que hubiese realizado la misma con-
144 lNTERDISCIPLINARIEDAD DEL DERECHO PENAL CON OTROS SABERES (a) CON EL DERECHO CONSTITUCIONAL 145

El adolescente Los adolescentes entre diez y seis y diez y ocho años, por deli- 5 mentos y los azotes. La prohibición de la llamada pena de muerte
como sujeto
punible tos que no sean de acción privada o muy leves, están sometidos se halla más ampliamente consagrada en la actualidad; los pocos
plenamente a la ley penal y se ejerce sobre ellos poder punitivo al casos que sobreviven son del CJM. El concepto de causa política
igual que respecto del adulto, sólo que el juez puede dictarles está indicando que se trata de una definición subjetiva de delito
sentencia condenatoria después de los diez y ocho años y la pena político (son los delitos que tienen motivación política) y no sólo los
será disminuida conforme a la escala de la tentativa. Esta atenua- objetivamente políticos (delitos contra los poderes del estado). Esto
ción de la pena responde a una menor culpabilidad del adoles- es lógico, porque el privilegio para el delito político abarca al que
cente, que no obedece a menor inteligencia, sino a la inmadurez actúa con motivación política, pero no al mercenario que lo hace
propia de la etapa evolutiva adolescente en nuestra cultura. No se por precio. Las otras prohibiciones están ratificadas por el Derecho
trata de que el adolescente no cJmprende, sino que ejerce menor Internacional de los Derechos Humanos y más genéricamente enun-
juicio critico sobre su compoíi:amiento: si entre adolescentes se ciadas. El art. 1 7 CN establece que la confiscación de bienes queda
arrojan tizas en el aula, se imponen medidas disciplinarias; si lo borrada para siempre del código penal argent.:no; se trata de la
hace un adulto en una reunión oficial se lo vincula a un psiquia- confiscación general y no de la .nedida prevista en el art. 23 CP, ni
tra, porque no parece ser normal. de otras penas pecuniarias.

3 (b) Además de la prohibición de estas penas, la CN contiene Delitos constitu-


una serie de disposiciones réferidas a delitos en particular. Se cionalizados,
leyes de prensa y
trata de los llamados delitos constitucionalizados, o figuras pena- juicio por jurados
§ 49. Interdisciplinariedad con saberes jurídicos tangentes: les que han sido expresamente incluidas en la CN. Tales son los
(a) con el derecho constitucional casos de los arts. 15, 22, 29, 36, 119 y 127. (c) El art. 32 CN
prohíbe al Congreso dictar leyes que restrinjan la liberiad de im-
prenta o establezcan sobre ella la competencia federal. Se ha sos-
¿Es tangente La consideración del saber del derecho constitucional como 1
o secante?
tenido una tesis restrictiva en cuanto a esta norma y, por ende, el
tangente del penal es problemática, porque a él pertenecen las CP tipifica delitos que se cometen por medio de la prensa, lo que
normas fundamentales del propio saber del derecho penal. No es de dudosa constitucionalidad. (d) La CN ordenó el estableci-
obstante, se trata de una disciplina completamente autónoma y miento del juicio por jurados. La reforma de 1994 no alteró este
que en definitiva abarca las bases de todas las ramas del saber mandato, con lo cual se entiende que lo ratificó. No obstante, nunca
jurídico. Por ello, con la previa adveriencia de la íntima interdisci- se ha cumplido y tampoco se ha explicado razonablemente la causa.
plinaríedad. preferimos considerarlo tangente del saber penal. Su
vinculación Jonnal con el derecho penal deriva del principio de 4 El art. 16 CN enuncia el principio de igualdad ante la ley. Indemnidades
Empero, hay ciertos actos realizados por algunas personas que e inmunidades
supremacía constitucional (ari. 31 CN); su vinculaciónfuncional o
material radica en la tarea de protección del estado constitucional desempeñan funciones cuyo satisfactorio desempeño requiere
de derecho que corresponde al derecho penal y que lo hace apén- especiales garantías, que quedan fuera del alcance inmediato del
dice del derecho constitucional (ver § 18.12). Esta concreta inter- poder punitivo. Algunos actos quedan excluidos del poder puniti-
disciplinariedad se irá viendo en cada tema puntual. Aquí sólo vo, o sea. que gozan de indemnidad. Otros pueden ser sometidos
cabe subrayar algunas normas concretas de la CN que hacen di- al ejercicio del poder punitivo, pero para ello requieren un proce-
recta referencia a la materia penal, sin perjuicio de insistir en dimiento previo a cargo de un órgano del estado (desafuero, juicio
algunas más adelante. político y destitución); se trata de personas que gozan de inmuni-
dad. Tanto la indemnidad como la inmunidad deben ser estableci-
Penas (a) En principio, la CN prohíbe algunas penas desde su texto 2
prohibidas
das por la CN y por las constituciones provinciales y de la ciudad
originario de 1853/ 1860. El art. 18 CN declara abolidos para siem- de Buenos Aires o por el derecho internacional, pero no pueden
pre la pena de muerte por causas políticas, y toda clase de tor- ser ampliadas por la ley ordinaria. La CN (art. 68) se ocupa de la
146 lNTERD!SCIPLINARJEDAD DEL DERECHO PENAL CON OTROS SABERES
(b) CON EL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO 147

indemnidad de las opiniones parlamentarias. No es un privilegio


personal. sino de sus actos; no se trata de una inmunidad sino § 50. (b) con el derecho internacional público
directamente de :indemnidad. Su naturaleza es la de una at:ipicidad,
es decir que el acto mismo se halla fuera de toda criminalización
primaria. El legislador que en un discurso parlamentario injuria o
calumnia, revela secretos, etc., realiza acciones que no son tipi- 1 El derecho internacional público rige las relaciones entre es- Derecho
tados (lo que cada vez es más complicado en un mundo internacional
cas (no están cr:iminalizadas). El único acto legislativo que es típi- penal
co y punible por expresa disposición constitucional es el del art. globalizado), tratando de controlar el uso indiscriminado de la
29 CN. fuerza en beneficio de los más poderosos. Al dejar la lucha como
forma de resolver los conflictos entre particulares y pasar al ejer-
Inmunidades Las inmunidades parlamentarias surgen en lo federal del art. 5 cicio vertical de poder, o sea, al establecerse el poder punitivo en
parlamentarias 69 CN. El legislador sólo puede ser detenido cuando es sorprendi- la sociedad (corporativ:izarla corno ejército), se formaron los esta-
do en flagrancia cometiendo un delito grave. Las penas que la CN dos nacionales (se superó el feudalismo) y la lucha fue reservada
menciona han desaparecido y nada indica que deban mantenerse a los estados entre sí (lucha entre monarcas o señores). El dere-
esas penas para hacer efectiva esta garantía, porque la CN sólo cho internacional público trata de contener estas luchas, lo que
queria indicar con ellas cierta gravedad del delito y en modo algu- pareciera tender a un gobierno mundial, que se ha ido jalonando
no recomendar semejantes penas. Por ello, debe entenderse que con organismos mundiales (Liga de las Naciones entre las gue-
se trata de delitos por los que no podria imponerse condenación rras; ONU desde mediados del siglo pasado}, pero con escaso po-
condicional ni ningún otro beneficio que le permitiese eludir la der. La costumbre internacional y los tratados (bilaterales y
prisión efectiva. En los restantes casos {cuando es sorprendido multilaterales) son la ley internacional. El derecho internacional
cometiendo delitos de menor gravedad o cuando no sea sorpren- penal surge en este esfuerzo, a partir del final de la primera gue-
dido en flagrancia, cualquiera sea la gravedad del hecho), sólo rra (1914-1918), para ocuparse de la delincuencia entre estados
puede ser sometido al poder punitivo previo desafuero (art. 70 y de la responsabilidad criminal internacional de los gobernan-
CN). El desafuero es indispensable, aunque el legislador quiera tes. Comenzó en el siglo XX con la tentativa fallida de criminalizar
someterse al arresto, porque no es un privilegio renunciable, dado al emperador de Alemania en el Tratado de Versalles, que puso fin
que es funcional, y la decisión es de)a Cámara y no de la persona. a esa guerra. Hubo luego varios proyectos de códigos de delitos
Sin desafuero puede ser sometido a proceso, pero no se puede internacionales, pero la cuestión cobró mucha relevancia a partir
disponer su detención ni su prisión preventiva; la inmunidad es de los juicios de Nuremberg y Tokio, en que se condenó a los
de an-esto y no de proceso, porque éste no amenaza el ejercicio de criminales de la segunda guerra (1939-1945).
la función.
2 Los juicios de Nuremberg y Tokio son muy discutidos. Desde Ninguna teoría
positiva de la
Inmunidades de Se ha entendido que todos los funcionarios cuya destitución 6 la perspectiva del derecho penal liberal, es claro que esos juicios
pena legitima la
funcionarios sólo puede producirse por juicio politico, gozan de inmunidad hasta violaban los principios del juez nombrado por la ley antes del he- punición del
el momento en que el_ Senado decide su remoción. Se entiende cho de la causa (el llamado juez natural) y de legalidad de la pena. genocidio
que en este caso r:o sólo se trata de una inmunidad de arresto Sin embargo, cada vez que se cuestiona al poder punitivo y se lo
sino también de proceso. En rigor, la CN no dispone esto expresa- deslegitirna, se apela al ejemplo de los genocidios para demostrar
mente, sino_que ha sido deducido de algunas normas de la mis- su necesidad. No obstante, la historia nos enseña que sólo fueron
ma. La base constitucional más razonable seria la necesidad de condenados unos pocos genocidas a lo largo de todo·el curso de la
considerar igualitariamente a los poderes del gobierno y de ga- humanidad. Es obvio que han quedado muchos genocidios impu-
rantizar su separación evitando :intromi~tones. nes, antes y después de Nuremberg y Tokio. Si todas las teorías
de la pena fracasan frente al llamado delito común, ante los crí-
menes de guerra y contra la humanidad es mucho más evidente
148 lNTERDISCIPLfNARIEDAD DEL DERECHO PENAL CON OTROS SABERES (b) CON EL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO 149

su incapacidad legitimante: no puede pretenderse que disuada 4 Prueba de lo anterior son los propios hechos que tuvieron La experiencia
histórica italiana
(¿Quién puede disuadir a quien dispone de un poder inmenso?), lugar al finalizar la segunda guerra. En el norte de Italia, los
menos que resocialice (¿Se puede pensar en resocializar a Hitler?), nazistas habían creado la república títere de Salo. Vencida Ale-
ni siquiera que impida la reiteración por parte de los autores (son mania los partisanos ejecutaron, sin proceso alguno, a Mussolini,
juzgados sólo cuando han perdido el poder), y menos aún cual- a su compañera, al hermano de ésta y a los últimos jerarcas del
quier pretensión retributiva (aunque las vidas no se cuentan, por- fascismo cuando trataban de alcanzar la frontera suiza. Estos
que toda vida es un absoluto, no hay pena que pueda retribuir la hechos dieron lugar a un proceso penal que veinte años después
atrocidad del genocidio). Por otra parie, los genocidas se valen del culminó en un sobreseimiento por considerarse que había sido
propio sistema penal que, descontrolado, ejerce un poder puniti- un hecho de guerra, dado que la república de Salo no había firma-
vo ilimitado y comete los peores crímenes, y luego trata de do ningún armisticio con los aliados. En realidad, mal podía fir-
relegitimarse pretendiendo penar a unos pocos criminales cuan- mar un armisticio una república que ya no existía, pues sus
do ya han perdido el poder. Los criminales genocidas cometen jerarcas estaban en fuga. Fue una solución claramente tópica. En
sus atrocidades ejerciendo un poder punitivo que abjura de todo el fondo, la razón verdadera es que el derecho penal carecía de
límite liberal o garantizador, y luego pretende que es útil penando fuerza ética para contener el poder punitivo socializado contra
a unos pocos perdedores violando los mismos principios. Real- esos jerarcas. Nurernberg y Tokio son en sustancia lo mismo; sólo
mente, por este carnina no parece resolverse nada, sino entrar en que tratando de ejercer un poder mínimo de contención, que evitó
un mar de contradicciones sin salida. que fuesen ejecutadas las amantes y los cuñados. El derecho
La legitimación ¿Significa esto que los criminales internacionales deben que- 3 penal no tenía fuerza ética para hacer valer todas las garantías
de la punición dar impunes? No, la legitimidad de Nuremberg y Tokio exige un propias de un modelo liberal, eso es todo. Evitó aberraciones, pero
delgenocio no pudo en tales casos ejercer el mismo poder contentar y reduc-
a través de la sinceramiento del poder punitivo que las teorías positivas de la
tor que en circunstancias menos extraordinarias.
teoría agnóstica pena no pueden satisfacer. Justamente, y aunque parezca una
paradoja frente a los argumentos tradicionales, es a través de la 5 Desde mediados del siglo pasado cobraron fuerza dos ten- Los crímenes
deslegitimación del poder punitivo que surge la legitimidad de las dencias: (a) los tratados que imponen la obligación de sancionar internacionales
y la prescripción
sanciones a genocidas y criminales de guerra. En efecto: la atroci- ciertos crímenes internacionales; y (b) las tentativas de establecer
dad de los crímenes de guerra y contra la humanidad es tal que una jurisdicción penal internacional. El primer texto de posgue-
reduce enom1emente el reproche que pueda formulársele a cual- rra que obliga a penar un crimen internacional es la Convención
quiera que se tome venganza por mano propia. Para cualquier sobre genocidio de las Naciones Unidas del 9 de diciembre de 1948.
juez seria dificil imponer una pena en el caso de una víctima que La obligación de penar crímenes de guerra y de lesa humanidad
tomase venganza contra un jerarca de las SS o del Kmer Rojo que suele plantear un serio problema, que es la cuestión de la pres-
hubiese aniquilado a su familia. Quizá para lo que usualmente se cripción (ver§ 273). En rigor, en un derecho penal de garantías, la
dice (no sentar el precedente) buscaría una pena mínima o inven- ley que establece la prescripción no puede ser derogada con efec-
tase una incapacidad psíquica, pero eso no pasaría de ser una to retroactivo, pese a los argumentos que se usaron para neutra-
solución tópica (primero tomaría la decisión y luego buscaría ra~ lizarla en la República Federal Alemana, para no dejar impunes
cíonalizarla, inventar el argumento) (ver§ 89.3 y ss.). La razón es crímenes del nazismo. En la actualidad rige la Convención sobre
que el criminal contra la humanidad realiza tal esfuerzo para al- la imprescriptibilidad de los crímenes de guen-a y de los crímenes
canzar la vulnerabilidad, que al derecho penal le queda muy poca de lesa humanidad de 1968. ratificada por la Argentina en 1995.
fuerza ética para contener el poder punitivo, que sale de las ma- En rigor no se trata de una· aplicación retroactiva de esta conven-
nos del estado y pasa a toda la sociedad. De hecho se produce ción, sino que la imprescriptibilidad de los crímenes de lesa huma-
una suerte de pérdida de la paz (expulsión de la comunidad), y nidad estaba ya consagrada por el derecho internacional
renace en los hechos esta sanción antigua. consuetudinario, toda vez que en esta rama del derecho la cos-
(b) CON EL DERECHO Il'ffERNACIONAL PÚBLICO 151
150 lNTERDISCIPLINARJEDAD DEL DERECHO PENAL CON OTROS SABERES

8 Se asiste a una dinámica muy particular del poder mundial, Complejidad de


tumbre opera como fuente. La Convención no hace más que con- la jurisdicción y
en que (a) los estados pierden parte de su poder de decisión, el poder punitivo
vertir en ley y precisar lo que antes era constumbre internacional,
sitiados por unos centenares de rnacrocorporaciones transna- internacionalizado
o sea, de cualquier manera, derecho vigente (jus cogens).
cionales que operan con cálculos de rendimiento inmediato; (b)
Gestación de las Las normas internacionales que obligan a perseguir delitos 6 la concentración de riqueza se acentúa y asume características
normas sobre interr1acionales se gestan de diferente manera: (a} una es la pro- estructurales; (c) la distancia entre el centro y la periferia del
crímenes
internacionales
gresiva acumulación de obligaciones internacionales (deber de poder mundial se amplia; (d) el poder se contenta con mercados
reprimir la esclavitud y la trata de mujeres y niños, el tráfico in- que excluyen a sectores cada vez más amplios de las poblaciones;
ternacional de estupefacientes, la piratería, el secuestro de (e) la capacidad de planificación a largo plazo está neutralizada;
aeronaves, el terrorismo, el secuestro de personas que gocen de (f) el discurso penal inquisitorio vuelve arropado en criterios que
protección internacional, etc.). (b) Otra son tratados que no se pretenden pr!'=scindir de ideologías (mal llamados pragmáticos);
desarrollan ni acumulan progresivamente (la convención de la (g) en el plano internacional se asiste a actos de abierta interven-
Unión Postal Universal sobre transporte de material peligroso). (c) ción punitiva y la Corte Suprema de los Esta:ios Unidos, me-
La tercera la constituyen las convenciones referidas directamente diante la consagración del principio male captus bene detentus,
a los estados (la convención sobre genocidio, contra el apartheid legitima la competencia para secuestrar en teni :orio extranjero;
de 1972 y contra la tortura). (h) los organismos internacionales se encuentran en una peligrosa
Hubo muchas tentativas de establecer un código de crímenes 7 situación de fragilidad. En estas condiciones, cabe pensar que
La jurisdicción
internacional internacionales, pero más éxito tuvieron las de establecer una ju- los tribunales penales internacionales serán útiles para limitar lo
risdicción internacional. A partir de 1992 fue preparándose en la que, de otra manera, va configurando el ejercicio de un poder
ONU, por encargo de la Asamblea General, un proyecto de estatuto punitivo internacional sin limite alguno. Sin duda que reproduci-
para una corte penal internacional, que culminó en la redacción rán el enfrentamiento entre poder punitivo y derecho penal, por lo
de una convención internacional en Roma, que completó la ratifi- cual, no faltarán tentativas politicas de mediatización para legiti-
cación del número de países necesarios para cobrar vigencia. El mar lo que hasta el momento son actos unilaterales de interven-
impulso para su establecimiento proviene de la creación del tri- ción de algunos estados. Nunca la justicia penal es aséptica al
bunal ad hoc para la ex-Yugoslavia, al que siguió el de Rwanda, lo poder y menos aún cuando ocupará un lugar tan destacado den-
que había dividido las opiniones entre quienes prefieren que los tro del esquema de poder mundial: serán tribunales destinados a
crímenes internacionales sean juzgados por tribunales ad hoc y decidir cuestiones en las que siempre estará involucrado el poder
quienes defienden la creación de una corte o tribunal penal interna- en tan alta dimensión.
cional de carácter permanente. También se dividen las opiniones 9 Por último, cabe señalar corno tema propio de esta interdisci- Inmunidades
entre los que pretenden reducirlos al juzgamiento de los delitos plinariedad, las inmunidades de los jefes de estado extranjeros, internacionales
establecidos por el derecho internacional y quienes aspiran a ex- de los diplomái.icos y de los cónsules. Se trata de inmunidades
tenderlos a otros delitos, cuando no hubiese competencia nacio- (ver § 272) y no de la vieja ficción de que las embajadas sean
nal (corúlicto negativo) o ésta se negase a juzgarlos. Si bien los territorios extranjeros. Las inmunidades amparan a las personas
tribunales internacionales (permanentes o ad hoc) reproducirán señaladas por la ley internacional, pero los partícipes no se bene-
estructuras punitivas selectivas y, al igual que los tribunales nacio- fician. Benefician a los jefes de estado extranjeros que se hallen
nales, no tendrán otro poder que el de decidir la continuación o en territorio nacional, en función del derecho internacional con-
interrupción de una crirninalización en curso, tendrán también el suetudinario y de la Convención sobre Misiones Especiales del 16
mismo efecto, o sea, el de garantizar un cierto grado de menor de diciembre de 1969; en visita oficial ampara también a su fami-
irracionalidad, en que el derecho penal podrá contener al poder lia y comitiva. También tienen inmunidad los representantes de
punitivo en la medida de su reducido espacio para el caso y, espe- países extranjeros; el estado receptor sólo puede declararlo per-
cialmente, garantizarán que éste no alcance a inocentes.
152 INTERDISCIPLINARIEDAD DEL DERECHO PENAL CON OTROS SABERES
(c) CON EL DERECHO INTERNACIONAL DE WS DERECHOS HU!v!At'lOS 153

sana no grata. Los arts. 116 y 117 de la Constitución establecen


la competencia 01iginaria y exclusiva de la Corte Suprema en las ternacional de los Derechos Humanos, que tiene por objeto ga-
causas que conciernen a embajadores. ministros y cónsules ex- rantizar un mmimo cie derechos a cualquier ser humano, por el mero
hecho de serlo, cualquiera sea su nacionalidad o situación. Pero la
tranjeros, tanto como sujetos activos o pasivos de un delito.
declaración no era un tratado, o sea, no era ley internacional.
Las convenciones En la actualidad la inmunidad diplomática se encuentra re- 10 Se consideró que lo era, por su incorporación a la Carta de la
sobre inmunida- glada por la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, ONU, pero sólo muchos años después. (a) Los instrumentos mun-
des diplomáticas
y consulares del 18 de abril de 1961 (ratificada por nuestro país en 1963). El diales que dan base legal al sistema universal de derechos huma-
art. 29 establece que la persona del agente diplomático es inviola- nos (o sea, las leyes propiamente dichas) son los Pactos Interna-
ble. No puede ser objeto de ningunajorma de detención o arresto. cionales (de Derechos Civiles y Políticos, y de Derechos Económi-
El art. 31 establece que el agente diplomático gozará de inmuni- cos, Sociales y Culturales) vigentes desde 1976. El organismo crea-
dad de jurisdicción penal del Estado receptor. Se extiende a los do por los Pactos es el Comité de Derechos Humanos de la ONU
correos diplomáticos, a la familia del diplomático y, siempre que con sede en Ginebra, que no tiene carácter jurisdiccional. (b) El
no sean nacionales ni residentes pennanentes, al personal técni- primer sistema regional de derechos humanos fue el europeo, ba-
co, administrativo y aun de servicio. El art. 31 párrafo 4 expresa sado en la Convención de Roma de 1950. El sistema americano
que la inmunidad de jurisdicción de un agente diplomático en el se origina en la Declaración Americana de los Derechos y Debe es
Estado receptor no le exime de lajurisdicción del Estado acreditante. del Hombre de 1948, incorporada a la Carta de la Organización
El art. 32 dispone que el Estado acreditante puede renunciar a la de Estados '\w ~ricanos (OEA) y se perfeccionó con la Convención
inmunidad de Jurisdicción de sus agentes diplomáticos y de las Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa
personas que gocen de inmunidad. Como la inmunidad es funcio- Rica de 1969, vigente desde 1978. Los organismos regionales
nal, sólo puede renunciar el estado acreditante y no el diplomáti- americanos son: (a) la Comisión Interamericana de Derechos
co. La situación de los cónsules está regida por la Convención de Humanos (Washington) creada por la OEA y que sirve también
Viena sobre relaciones consulares, del 24 de abril de 1963 (ley de
como comisión prevista en el Pacto de San José; y (b) la Corte
facto 17.081 de 1966). Las inmunidades de los cónsules son más
Interamericana de Derechos Humanos (San José), que es el
limitadas: Losfuncionarios consulares no podrán ser detenidos sino organismo jurisdiccional que opera cuando la comisión consi-
dera que el caso debe ser decidido en esa sede o cuando los esta-
cuando se trate de un delito grave y por decisión de autoridadjudi-
dos someten el caso a consulta.
cial competente (art. 1 º). No obstante, los funcionarios y los em-
pleados consulares no estarán sometidos a la Jurisdicción de las 2 En el Derecho Internacional de los Derechos Humanos no Particularidades
autoridades Judiciales y administrativas del Estado receptor por diferenriales
rige la cláusula rebus sic stantibus (la violación de un tratado
del derecho
los actos ejecutados en el ejercicio de las funciones consulares (art. por una de las partes no desobliga a las otras). También se internacional
43). Al igual que en el caso de los diplomáticos, la inmunidad introduce a la persona en el dc;recho internacional, al recono- común
puede ser renunciada por el Estado acreditante. cerle personeria para denunciar y litigar. Tampoco rige la cláu-
sula rebus sic stantibus entre los estados y sus habitantes, por-
que las violaciones de derechos humanos sólo las cometen los es-
tados y no sus habitantes. que sólo pueden cometer delitos. Lo
§ 51. (c) con el Derecho Internacional de los Derechos Humanos contrario es sostenido por todos los dictadores, que pretenden
que pueden violar los derechos humanos porque sus habitan-
tes lo hacen, razonamiento que importa la supresión de estos.
La gestación del Desde la Declaración Universal de Derechos Humanos (10 de 1 El monismo
Derecho Interna- 3 La Argentina ratificó la Convención Americana en 1984 (ley
diciembre de 1948) se desarrolló con considerable esfuerzo una y el dualismo
cional de los De- 23.054) y los Pactos en 1986 (ley 23.313), por lo que está plena-
rechos Humanos rama particular del derecho internacional, que es el Derecho In- mente integrada en el sistema mundial y en el regional. En el
(d) CON EL DERECHO INTERNACIONAL HUMAJ'l!'IARIO 155
154 lNTERDISCIPLINARIEDAD DEL DERECHO PENAL CON OTROS SABERES

mado Derecho de Ginebra, por estar regido por los Convenios de


derecho internacional se sostuvieron históricamente dos posicio-
Ginebra). Entre sus múltiples conexiones interdisciplinarias con
nes respecto de la vigencia interna de los tratados: (a) para una
el saber penal, cabe destacar tres: (a) la actual perspectiva gene-
(tesis monista o del derecho único) los tratados son también ley
ral deljus in bello que, como se ha visto, es aleccionadora para el
interna: (b) para otra (dualista o del doble derecho) los tratados
penalismo (ver§ 17); (b) las disposiciones de interés penal respec-
obligan a los estados pero no son derecho interno. La tesis dualista,
to de los prisioneros de guerra y (c) respecto de las poblaciones
otrora sostenida por Gran Bretaña para no aplicar la Convención
de Roma a sus colonias, perdió predicamento, pues obliga a los civiles.
jueces a decidir siempre de manera ilicita (si aplican la ley interna 2 El Convenio de Ginebra del 12 de agosto de 1949, relativo al Prisioneros
deguena
contraria al tratado, cometen un ilícito internacional: si hacen lo trato debí.do a los prisioneros de guerra dispone en su capitulo III
contrario cometen un ilícito interno). La tradición monista arcren- las Sanciones penales y disciplinarias (arts. 82 a 108) con una
tina se remonta a Juan Bautista Alben;!_i.
º
verdadera codificación penal y procesal penal que impone el res-
peto a las garantías mínimas en el ejercicio del poder punitivo
La cláusula La jurisprudencia nacional no fue clara, pero en 1992 4
constitucional: sobre éstos (igualdad con los propios militares de la potencia
sorpresivamente la Corte Suprema se pronunció por el monismo
inc. 22 del detentara; no pueden ser penados por delitos propios de prisione-
art. 75 CN (en la famosa causa Ekmekdjian). Como la Corte podía cambiar
ros; se los somete a los mismos tribunales que a los militares
su criterio, en 1994 se incorporó el monismo a la CN, en el inc. 22
detentares y no pueden ser sancionados con otras penas que las
del art. 75. Esa disposición en realidad es redundante, porque la
de éstos; serán beneficiados por no tener deber de lealtad a la de-
ley internacional siempre está por sobre la Constitución (los esta-
tentara; las sanciones disciplinarias no pueden superar los trein-
dos no pueden invocar su derecho interno para violar obligacio-
ta días; la evasión simple no es punible; se les garantiza defensa
nes inten1acionales). pero se incluyó esta norma para prevenir
calificada y de confianza; la sentencia de muerte no se ejecuta
cualquier futuro dislate interpretativo. De este modo, no hay duda
hasta seis meses después de comunicada a la potencia protecto-
que las normas de los tratados de derechos humanos completan
ra; se exige independencia e imparcialidad del tribunal).
las leyes de superior jerarquía que deben aplicarse en la cons-
trucción teórica del derecho penal. 3 El vigente CJM no garantiza a los militares argentinos, ni si- Incompatibilidad
conelCJM
quiera en tiempo de paz, los requisitos mínimos que el Convenio
impone para los prisioneros enemigos en tiempo de guerra (ver §
47). Si bien el Convenio no tiene por objeto proteger los derechos
§ 52. (d) con el derecho internacional humanitario de los militares de las potencias detentaras, la complementarie-
dad del derecho humanitario con los derechos humanos, el desa-
rrollo enorme de este último después del Convenio, la violación de
normas concretas de todos los instrumentos internacionales por
Conceptos de El derecho internacional humanitario es el que se ocupa de las l el CJM, y el expreso reconocimiento constitucional de los dere-
derecho
normas internacionales de origen convencional o consuetudinario chos humanos, además del escándalo del privilegio de los prisio-
internacional
humanitario que están especificamente destinadas a regular los problemas hu- neros frente a los militares argentinos, son razones que llevan a
manitarios directamente derivados de los conflictos armados. inter- concluir que la única solución viable es la inconstitucionalidad
nacionales o no. y que restringen. por razones humanitarias. el
del vigente CJM que, por lo menos, debe garantizar a los militares
derecho de las partes en el conflicto a utilizar los métodos y medios
nacionales los mismos derechos que a los prisioneros de guena.
de su elección. o que protegen a la personas y bienes ofectados por
el coriflícto. De su materia nos interesa en especial lo referido a la 4 En cuanto a "la protección debida a las personas civiles en Poblaciones
civiles
protección a los militares cuando ya no están en condiciones de tiempo de guerra··, los arts. 64 a 78 del Convenía de Ginebra esta-
actuar, a los prisioneros y náufragos y a la población civil (el lla- blecen limites al poder punitivo sobre poblaciones de tenitorio
156 foTERDJSCIPL!NAR!EDAD DEL DERECHO PENAL CON OTROS SABERES (e) CON EL DERECHO li'.TERNACIONAL PRIVADO 157

la ley penal rige en todo el territorio del estado y


ocupado (la legislación penal territorial queda vigente, en limitada Territorialidad en los lugares sometidos a su jurisdicción
medida puede reformarse por el ocupante, garantizando los prin- sin que importe el Jugar del hecho
cipios generales, la irretroactividad legal y la proporcionalidad de
las penas). Se limita la punición por actos contra b potencia ocu- . (a) se aplica la ley penal del país del cual es
pante y se autoriza la pena de muerte sólo para casos graves y Nacionalidad o nacional el autor (personalidad activa)
Personalidad
siempre que ya estuviese prevista en el derecho del ocupado. La
del país del que es nacional el sujeto pasivo
. (b) o
potencia ocupante no puede imponer penas por hechos cometi- (personalidad pasiva)
dos antes de la ocupación ni penar a sus propios nacionales que
hubiesen buscado refugio en el territorio ocupado por actos ante- Real o de la ley aplicable es la del estado titular del bien
riores al comienzo de las hostilidades, salvo poi delitos comunes Defensa juridico lesionado o en el que habita la persona
que hubiesen dado lugar a extradición. Se establecen una serie que es titular del mismo
de garantías procesales (debido proceso, tribunales independien-
Universal o de el estado que aprehende al autor le aplica su ley
tes, defensa, recursos, etc.). Nuevamente se plantea el problema
Justicia sin que importe el Jugar del hecho ni la
de su compatibilidad con el CJM. Es claro que las disposiciones Universal nacionalidad de los sujetos o la pertenencia
del CJM interpretadas perversamente (como ley marciaO no son del bien juridico
compatibles con el Convenio, ·10 que llevaria al absurdo de que los
habitantes del territorio argentino en caso de necesidad tendrian 2 Si bien estos princ1p10s se combinan, ninguna ley púede Por qué tribunales
menos derechos que si fuesen ocupados en caso de guerra inter- europeos juzgan
prescindir iel principio de territorialidad. Los tres restantes son
criminales
nacional. formas ele limitar o extender la aplicación territorial. Como las argentinos
disposiciones de derecho penal internacional son nacionales, cada
país combina los principios mencionados en forma particular y
los conflictos que se producen al respecto no tienen solución. De
§ 53. (e) con el derecho internacional privado este modo, en función del principio de personalidad pasiva, la
justicia europea ha podido conocer casos de delitos cometidos en
la Argentina contra ciudadanos de sus nacionalidades, por he-
chos cometidos bajo la dictadura de 1976-1983.
Principios Suele considerarse esta interdisciplinariedad como ámbitG de 1
validez espacial o validez espa~ial de la ley penal, pero no se trata 3 El CP argentino regula la materia (art. 1 º) en forma poco El principio de
limitante del principio de territorialidad. El concepto de territorio territorialidad
de una materia del derecho penal, sino de un capítulo del derecho en el CP
internacional privado, al que debe remitirse para su completo tra- lo proporciona el derecho internacional público, con la consiguiente
tamiento. Al respecto existen cuatro principios ideales en el dere- problemática respecto del espacio aéreo y del mar territorial. Si
cho comparado, que en la realidad las legislaciones nacionales bien no es admisible actualmente la ficción de que los lugares
(códigos) e internacionales (tratados) combinan en soluciones com- sometidos a la jurisdicción son territorio nacional, se asimilan a
plejas. Por otra parte, tanto pueden emplearse para determinar la éste para estos efectos. Es importante determinar la ley aplicable
ley aplicable (para resolver conflictos de leyes penales) como para cuando la conducta tiene lugar en un ámbito territorial y el resulta-
resolver conflictos de competencia jurisdiccional (qué país debe do en otro (los llamados delitos a distancia). Como no hay solución
juzgar), cuestiones que es necesario distinguir, puesto que es fac- expresa en la ley, debe entenderse que la voz efectos consagra la
tible que un tribunal aplique ley penal extranjera. Los referidos llamada regla de ubicuidad, conforme a la cual rige tanto la ley del
principios son los siguientes: lugar de la acción como la del lugar del resultado. Esta regla tam-
poco resuelve el problema. sino que sólo evita un conflicto negativo
158 lNTERDISCIPLINARIEDAD DEL DERECHO PENAL CON OTROS SABERES
(f) CON EL DERECHO ADMINISTRATNO 159

de competencia que provoque impunidad (cuando la acción se rea-


una ley especial el lugar en que haya de seguirse eljuicio. En fun-
liza en un territorio regido por la ley del resultado y el resultado en
ción de este principio reclamó la justicia española el juzgamiento
uno regido por la ley de la acción). Una razonable reconstrucción
de dictadores latinoamericanos.
dogmática del art. 1º del CP, permite concluir que (a) la ley argen-
tina se aplica, en primer término, a las acciones que se realizan en 7 Claras cuestiones de derecho internacional son la extradición La extradición,
el territorio nacional; (b) en caso de conflicto negativo, también se y el asilo, pero no por ello la exiTadición pierde su carácter de el asilo
y los refugiados
aplica si en el territorio ha tenido efecto el resultado. institución procesal penal, como tampoco ésta excluye su conse-
cuencia material (contenido penoso) ni los presupuestos de dere-
El principio Se ha sostenido que la ley no admite el principio real o de 4
real o de defensa cho penal que requiere. Por ello, no es admisible a su respecto la
defensa. La solución depende del alcance de la palabra efectos del
en el CP tesis de que puede regirse retroactivamente aduciendo que el de-
art. 1 º CP. Creemos que esa voz es demasiado amplia para pre-
recho internacional no prohibe la retroactividad ni tampoco que
tender que se limita a resultados (que sólo abarcarla los delitos a
es admisible por no tener carácter penal material. En cuanto al
distancia), siendo forzado sostener que no comprende las conse-
asilo, tiene una estrecha relación con el derecho internacional de
cuencias jurídicas lesivas para un bien jurídico garantizado
refugiados, que ha adquirido un formidable desarrollo a partir de
territorialmente. Este principio no debe confundirse con el de la
la creación del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para refu-
personalidad pasiva: la ley nacional no alcanza a todos los delitos
giados. El único concepto penal que interesa a estos institutos es
cometidos en el extranjero contra ciudadanos argentinos, sino sólo
el de delito y delincuente político, que excluye la extradición y am-
a los que afectan bienes jurídicos que se hallan en el país, sean
para con el asilo.
sus titulares ciudadanos nacionales o extranjeros (se trata de un
defecto de la ley vigente: el homicida de u~ argentino en el extran-
jero. que no haya sido juzgado en el país del hecho, podría pa-
searse por el nuestro impunemente).
§ 54. (f) con el derecho administrativo
El principio de Mucha menor incidencia tiene el principio de personalidad o 5
personalidad en nacionalidad. Se considera que la no extradición del nacional es
la legislación
nacional una manifestación de este principio. La vigente ley 24. 767 (art.
12) establece que el nacional puede hacer opción para ser juzgado 1 Se define al derecho administrativo como la rama del derecho La tensión
por los tribunales nacionales, en cuyo caso será aplicable la ley constante con
público que estudia el ejercicio de la función administrativa y la
el derecho penal
argentina, siempre que el estado requirente preste conformidad. protección judicial eidstente contra ésta, pero también se reconoce
En caso que un tratado admita la extradición de nacionales, el que esta idea es producto de una evolución, que parte del derecho
nacional puede formular igual opción, pero queda a criterio del administrativo del estado de policía, o sea, de una concepción en
poder ejecutivo decidir al respecto. Cabe preguntarse si la extra- que prácticamente lo regia una única norma básica: el estado
dición de un nacional contra su voluntad, por lo menos en algu- todo lo puede (Gordillo). Como se ha visto, esta dinámica no es
nos casos. no importa una pena de expatriación, no prevista en lineal. sino que el estado de policía siempre permanece enquista-
las leyes. do dentro del estado de derecho. en puja pen11anente con su mode-
El principio El principio universal se consagra en tratados como el de dere- 6 lo. con tendencia constante a abusar ele la coacción directa fuera
universal en cho penal internacional de Montevideo de 1889 y en las convencio- de todo control jurisdiccional y a ejercer poder punitivo y de vigi-
la legislación lancia por cuenta propia. penetrando todos los ámbitos. El dis-
nacional e nes sobre pirateria, torlura, t.rat.a de esclavos, trata de personas y
internacional protección de cables submarinos. Lo admite la CN, cuyo art. 118 curso con que la administración racionaliza el ejercicio del poder
establece que. cuando el delito se cometa fuera de los límites de la punitivo siempre invoca la necesidad y la defensa de un supuesto
Nación, contra el Derecho de Gentes. el Congreso determinará por oryden público que se independiza de la ley para cobrar existencia
supralegal propia. y de este modo permite que funcionarios eje-
160 IrffERDISCIPLINARIEDAD DEL DERECHO PENAL CON OTROS SABERES (f) CON EL DERECHO ADMINISTRATNO 161

cutivos de menor rango impongan penas. Cuando el derecho ad- englobar todas estas sanciones en una planificación legislativa
ministrativo falla en su función protectora judicial frente a la común y coherente, pero siempre que las agencias jurídicas ejer-
administración. la tendencia punitiva del poder administrador zan un control permanente sobre la legislación con función even-
no es contenida y el estado de policía avanza. Un derecho penal tualmente penal, a efectos de evitar violaciones al principio de
de contención, que reclame el principio de judicialidad para cual- judicialidad y a la prohibición del doble juzgamiento y de la doble
quier sanción real o eventualmente penal, se hallará siempre punición. El control de la legislación con función tácita y even-
en tensión con el poder de la administración, cuya esencia tualmente penal (ver § 7) es una de las más importantes funcio-
fagocitaría la impulsa a absorber toda la función punitiva. Esta nes del derecho penal de garantías, pues su omisión fortalece el
difícil relación tiene lugar en múltiples campos (se lo ha visto modelo de estado de policía al ocultar el carácter penal de una
respecto del derecho penal contravencional y del derecho penal sanción.
militar), y existen muchísimos puntos en disputa.
4 Otro aspecto harto conflictivo tiene lugar en tomo del llama- El derecho
Yuxtaposiciones La acelerada producción legislativa da lugar a leyes que 2 do derecho disciplinan.o, que se ocupa de las normas que prescri- disciplinario
sancionatorias amalgaman sanciones de diversa naturaleza en yuxtaposicio- ben sanciones para los integrantes de un cuerpo, administración
nes legislativas de sanciones restitutivas y reparadoras, de u organismo público o paraestatal, que tiene por objeto proveer la
medidas de coacción directa y de penas. Dejando de lado las solución de conflictos necesaria para permitir el buen funciona-
que sólo responden a defectos técnicos o a propósito de impacto miento de la administración o el buen desempeño de sus compo-
en la opinión, las áreas en que las yuxtaposiciones son más nentes o de órganos políticos (parlamentos) o entes de creación
utilizadas son el llamado derecho penal económico (particular-
pública (colegios públicos). En el funcionamiento de una admi-
mente fiscal), el también llamado derecho empresario o de los
nistración o cuerpo pueden surgir conflictos que no tengan solu-
negocios y el derecho ecológico o del medio ambiente. Por tradi-
ción efectiva y, en tal caso, el único camino es la decisión por el
ción las disciplinas jurídicas se delimitan conforme al modo
modelo punitivo. Esto sucede cuando el derecho disciplinario re-
en que sus sanciones procuran resolver o decidir los conflic-
suelve la exclusión de la persona del cuerpo o administración y,
tos. Cuando se renuncia a ese criterio para definir un área
más aún, cuando esa exclusión importa también una interdicción
jurídica, se produce una inevitable yuxtaposición de sancio-
o una inhabilitación para su reingreso a éste o para ese u otro
nes y, por ende, se mezclan las disciplinas jurídicas delimita-
ejercicio profesional. La exclusión y la interdicción, según la na-
das conforme a éstas. Esto sucede cuando se habla de derecho
turaleza del servicio (actividad productiva, transporte, etc.), pue-
nuclear, de derecho del trabajo en sentido total (abarcativo del
derecho contractual laboral y del derecho sindical y de la previ- de ser una sanción laboral. En tal caso el estado no puede erigirse
sión social, de los delitos relacionados, etc.), de derecho del en empleador privilegiado en perjuicio de sus empleados, esgri-
transporte, de derecho electoral, etcétera. miendo el derecho disciplinario corno pretexto. Pero en el caso de
cuerpos profesionales (colegios públicos) y de caneras adminis-
La función Es necesario trazar una cuidadosa distinción entre las san- 3 trativas para servicios propios del estado, la exclusión implica la
contentara de la
ciones coniorrne a su naturaleza: la coacción directa la impone la frustración de todo el proyecto de vida de la persona, es decir, el
jurisdicción y
del derecho penal necesidad de interrumpir una actividad o una omisión (la clau- abandono definitivo de una actividad profesional, lo que pone de
sura para interrumpir un peligro en curso o corno medio coerciti- manifiesto su naturaleza de pena eliminatoria, dado que es una
vo para que se cumpla un deber y hasta que se lo haga); la multa interdicción (de jure o de Jacto).
corno coacción administrativa. o sea. un incentivo que coerciona
al cumplimiento (corno la amenaza de intereses punitorios lo hace 5 Las sanciones que consisten en pequeñas multas o descuen- Sanciones
tos (multas coercitivas para que cumpla el deber de servicio), las disciplinarias,
en el derecho privado), no confundiéndola con la pena de multa ni laborales
con la multa que procura reparar la lesión que ha sufrido el fisco multas reparadoras para la administración (de alguna manera y penales
a causa de la omisión (reparadora). No existe inconveniente en reparan la omisión), son fom1as de multas coercitivas; los aperci-
lNTERDISCIPLINARJEDAD DEL DERECHO PENAL CON OTROS SABERES (f) CON EL DERECHO ADMINISTRATNO 163
162

bimientos y llamados de atención, las suspensiones en plazos disciplinarias de los jueces en los tribunales. En el siglo XIX se
razonables, las suspensiones para impedir la continuación de una atribuyeron facultades de arresto prolongado por violación de pri-
actividad lesiva o para restablecer un servicio interrumpido o de- vilegios, inspirados en la tradición inglesa, donde el poder del
teriorado, son fomias de coacción directa de ejecución instantá- par-lamento es ilimitado.
nea, y todo esto encuadra dentro de lo racional, siempre que la
8 Un tercer ámbito conflictivo y muy poco observado es el de Interdicciones
decisión administrativa sea controlable por parte de la agencia leyes nacionales y provinciales, decretos, reglamentos y resolucio- inconstitucionales
judicial y respete el principio de proporcionalidad. Pero la exclu-
nes ministeriales nacionales y provinciales, ordenanzas munici-
sión (exoneración, cesantía, baja, que no constituya sanción la-
pales, acordadas judiciales y, en general, normativas de cualquier
boral), la interdicción y la inhabilitación, son penas y, como tales,
jerarquía que establecen consecuencias punitivas de las conde-
no las puede decidir otra agencia que no sea judicial.
nas que no están previstas en las leyes penales manifiestas. Tales
Las detenciones Igualmente punitivas son las sanciones privativas de la li- 6 son la interdicción del condenado y muchas veces del procesado
administrativas bertad cuando no se imponen por estricta necesidad de coac- para desempeñar- funciones públicas, trabajar en empresas estata-
ción directa o con objetivos puramente simbólicos. Si bien en les, obtener licencias, ejercer una profesión, etc. (por ej .. el conde-
los servicios militares y de seguridad pueden admitirse con efecto nado por cualquier delito al que se le niega la licencia de taxista.)
simbólico cuando son brevísimas, no pueden tolerarse cuando Todos los habitantes son admisibles en los empleos sin otra con-
su duración excede claramente ese objetivo. Las facultades de dición que la idoneidad (art. 16 CN) y los requisitos, por supues-
disponer detenciones que tienen los jueces y presidentes de to, incluyen que no se encuentren penados con inhabilitación o
cuerpos colegiados, únicamente se justifican en función de coac- interdicción, pero no es requisito de idoneidad que nunca haya
ción directa y no forman parte del derecho disciplinario, porque sido penado ni que no se halle procesado, pues estas interdicciones
éste sólo es aplicable al intraneus, pero no al extraneus, dado que son penas no previstas en la ley penal ni judicialmente decididas,
el ciu-dádano no tiene ningún especial deber de sujeción o fideli- además de que, en cuanto a procesados, violan el principio de
dad al señor. En síntesis, el derecho disciplinario es una legis- inocencia.
lación que tiene fimcíones tñcitas eventualmente penales. Las agencias
jurídicas deben controlarlo para evitar que impongan penas. En
cuanto al resto del poder disciplinario le basta con controlar su
racionalidad, las elementales gar-antías que corresponden a cual-
quier sanción y, además, incumbe al derecho laboral vigilar que
este poder no se convierta en un pretexto par-a que el estado se
erija en un empleador privilegiado.

Los juicios Las únicas exclusiones constitucionalmente admitidas como 7


políticos no aplicables por las agencias jurídicas, son las reservadas al
Congreso de la Nación y las que, en función del principio republi-
cano y federal, las constituciones provinciales y de la ciudad de
Buenos Aires reservan a sus legislaturas. Debe quedar claro que
éstas se refieren únicamente a las personas que la Constitución
menciona y no pueden extenderse a terceros. Las Cámaras le-
gislativas tienen atribuciones para ejercer el poder de coacción
directa respecto de terceros que perturben su actividad. pero no
el de imponer penas, y lo mismo puede decirse de las facultades
162

CAPÍTULO 6
Dinámica histórica de la legislación penal

Lasd
adm' § 55. La confiscación del conflicto y el mercantilismo

1 La historia del poder punitivo se investiga con viejos expe- La historia de la


dientes, con testimonios literarios, revisando archivos, listas de legislación no
es la historia del
detenidos, ejecutados, memorias de personajes históricos, sen- poder punitivo
tencias, correspondencia oficial y privada, etc. Todo esto nos re-
vela cómo se ejercía el poder punitivo en la realidad. Las leyes
penales son sólo un dato que no hace más que reflejar lo que los
legisladores (políticos) de cada época resolvieron y cómo pensa-
ban o imaginaban configurar la realidad a través de la criminaliza -
ción primaria, es decir, como abrian los espacios de arbitrariedad
al ejercicio de ese poder, pero en modo alguno nos proporcionan
datos reales sobre cómo se ejerció en cada época el poder puniti-
vo. Aquí nos ocuparemos sólo de esta programación criminalizante
de los políticos de cada tiempo y lugar (emperadores, principes,
consejeros, parlamentos, dictadores, autoridades democráticas,
etc.). La realidad del poder punitivo en cada uno de esos momen-
tos es tarea para historiadores y, aunque las referencias a ella
son ineludibles, debe advertirse que se trata de una cuestión en
la que hay mucho por investigar, pese a los esfuerzos de las últi-
mas décadas.

2 Es común que la historia de la criminalización primaria: (a) La falsificación


se relate como historia del derecho penal y que se pase por alto del progreso

que no es la historia verdadera del ejercicio del poder punitivo,


sino sólo de una programación politica que siempre se ejerce en
forma selectiva. (b) Además, suele relatarse como un bucólico
cuento de progreso humanitario, que partiria de penas ilimitadas
(venganza privada) seguiria con penas limitadas (venganza públi-
166 DINÁMICA HISTÓRJCA DE LA LEGISLACIÓN PENAL
LA CONFISCACIÓN DEL CONFLICI'O Y EL MERCANTILISMO 167

ca, pasando a otras más limitadas (humanización) para culminar un costo muy alto; por ello, los jefes de ambos clanes se reunían
en la etapa actual, a la que el analista histórico intenta presentar y trataban de evitarla, es decir, de resolver el conflicto, mediante
como el momento más avanzado de la evolución. (c) Por último suele una indemnización (Wertgeld o valor pecuniario) o bien se decidía
destacarse que la incorporación de exigencias subjetivas también es la cuestión por un procedimiento de lucha u ordalía (la prueba de
signo de progreso y raciocinio. Acabamos de ver que la identificación Dios, generalmente un duelo, en donde quien ganaba tenía la ra-
con la historia del derecho penal y del poder punitivo es falsa, vere- zón). Corno es natural, no interesaba mucho el aspecto subjetivo
mos que también lo es la del progreso lineal y que la incorporación de la infracción, porque se apuntaba a reparar la lesión que sufría
de la subjetividad no siempre fue un signo de racionalidad. el clan (corno tampoco es tan decisivo para la responsabilidad
civil en la actualidad). Normalmente se resolvía por la Wertgeld o
Los modelos En realidad, durante siglos hubo una lucha de modelos polí- 3
bien por la verdad establecida mediante lucha (el duelo u ordalía),
políticos: ticos de programación punitiva: (a) uno era el modelo de partes,
de partes y de nada menos que por Dios, que señalaba al vencedor. En este últi-
con la victima presente como persona; (b) el otro era el modelo de
confiscación mo caso, la función del juez consistía en cuidar la igualdad de las
confiscación de la víctima, en que el estado la sustituía y la degra-
partes para que no se impidiese o dificultase el juicio divino, o
daba a una cosa. En rigor, cuando se estudia la legislación penal
sea, que se parecía más a la función de un árbitro deportivo que a
de civilizaciones muy lejanas, se hace referencia a avances del
la de un juez actual. Los únicos casos de penas públicas eran
segundo modelo: quizá la más antigua sea el famoso código babi-
contra los traidores al clan.
lónico del rey Hammurabi del siglo XXIII a. C., pero suelen men-
cionarse también las Leyes de Manú en la India, la Ley Mosaica, 5 A partir de los siglos XII y XIII, los señores europeos comen- El caminoJie
etc. Dejando de lado los detalles de leyes confiscatorias de la víc- zaron a percatarse que era un buen negocio reemplazar a las vic- la confiscación
inquisitoria
tima, tan antiguas y, más aún, de los datos que pueden proporcio- timas; impusieron el modelo de confiscación de la víctima. Corno
nar los antropólogos, cabe sintetizar estos avatares señalando que no tenían leyes ni códigos, comenzaron a aplicar las viejas leyes
los avances de este modelo sobre el de partes fueron contenidos y romanas imperiales y documentos legislativos locales, como los
revertidos por retornos al modelo de partes a lo largo de varios Espejos alemanes, los fueros locales ibéricos, los estatutos italia-
siglos, hasta que en la república romana hubo delitos públicos nos y las costumbres francesas. A medida que cundía el modelo
perseguidos por iniciativa del estado y delitos privados persegui- de confiscación de la victima (o sea, mientras la víctima desapare-
dos sólo por iniciativa de los particulares, pero en el imperio todos cía corno persona) se prohibía el combate judicial y se establecía
terminaron siendo perseguidos por el estado. Este modelo de con- el procedimiento por inquisición (ver§ 61). En Alemania aparecie-
fiscación del conflicto retrocedió nuevamente con la caída del im- ron las Constituciones, primero la de Bamberg en 1507 y luego la
perio romano, y los germanos impusieron su modelo de partes. famosa Constitutio Crimmalis Carolma de Carlos V en 1532, que
El modelo de partes más conocido (por haber sido el que en 4 fue la base del derecho penal común alemán hasta la codificación
¿Cómo funcionaba
el modelo de Europa precedió inmediatamente a la instalación del modelo de del siglo XIX. Al mismo tiempo, el derecho canónico medieval iba
partes?
confiscación de la víctima, vigente en los últimos ocho siglos) fue dando entrada a los aspectos subjetivos del delito, pero esto no
el germano. Cuando un germano lesionaba a otro, se refugiaba en era porque lo humanizaba, sino porque el inquisitorio es un de-
la iglesia (asilo eclesiástico), con lo cual eludía las consecuencias recho de enemigos, ya que no pena para reparar sino para neu-
del primer inevitable impulso vindicativo. Se producía la Faida o tralizar enemigos, y al enemigo se lo individualiza subjetivamente.
enemistad entre los clanes de la victima y del victimario, que obli-
6 Del siglo XII data la tentativa más acabada del derecho penal La legislación
gaba a la venganza a los miembros del clan de la víctima (la lla- foral ibérico, con el Fuero Juzgo o Libro de los jueces (Líber penal confiscato-
mada venganza de la sangre o Blutrache). Pero los clanes eran ria en España
Judiciorum) que, además, asienta la lengua castellana. El avan- y Portugal
unidades económicas y militares, de modo que perder a un ger-
ce más decisivo de la confiscación de la víctima lo representan
mano significaba un perjuicio para la producción y la defensa del
las Siete Partidas de Alfonso el Sabio (1263), cuya partida séptima
clan. La guerra con el otro clan, por su parte, también importaba
168 DINÁMICA HISTÓRJCA DE LA LEGISLACIÓN PENAL DE U, REVOLUCIÓN INDUSTRJAL (SIGLO XVIII) A LA REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA (SIGLO XXJ) 169

codificaba las leyes penales. La legislación española siguió manifestación de su enemistad contra el soberano y, por ende,
recopilándose en las Ordenanzas Reales de Castilla de los Reyes mayor debía ser la pena.
Católicos (1485) completada por las Leyes de Toro de Juana Za 8 El disciplinamiento de la primera etapa de la confiscación de Del mercantilismo
loca (1505). En estas últimas surge la tendencia a reprimir amo- al industrialismo
la victima es el propio de la guerra, con una tecnología bastante
ros y judíos, ajena a la anterior legislación medieval. De 1567 es rudimentaria, pero que dio lugar a los estados nacionales como
la Nueva Recopilación de Felipe II, cuyo libro cuarto estaba dedi- sociedades jerarquizadas. El saber basado en los números de la
cado a leyes penales. Tardíamente, en 1805, aparece la Novísima India, el álgebra, la astronomía y la navegación de los árabes, y el
Recopilación, obra completamente anacrónica. En Portugal, des-
papel, la brújula y la pólvora de los chinos, permitió a Europa
pués de los fueros apareció la primera recopilación en 1447, co- concretar la revolución mercantil (siglo XV), que extendió su poder
nocida como Ordena<;oes Aljonsinas, reemplazadas en 1521 por por todo el planeta con el colonialismo. Pero con este saber los
las Ordenac;oes Manuelinas y finalmente en 1603, Felipe II de Es- países del centro y norte europeos hicieron avanzar la tecnología
paña -en ese momento también rey de Portugal-, sanciona las de producción, de guerra y el saber empírico, dejando atrasados a
Ordenac;oes Filipinas, cuyas disposiciones penales se mantuvie-
España y Portugal, ancladas en la tecnología y el disciplinamiento
ron en vigencia hasta la codificación del siglo XIX. La Nueva Reco- propios de la conquista contra los musu'manes y los indios, mien-
pilación española (1567) y las Ordenac;oes Filipinas (1603) -en el
tras Europa central y del norte se desplazó del mercantilismo al
caso español complementadas por la Recopilación de leyes de In-
mdustrialismo. Cuando a mediados del siglo XV1II el industria-
dias y en el portugués por leyes más inorgánicas-, fueron la legis-
lismo comenzó a provocar transformaciones significativas (la re-
lación penal básica de casi toda nuestra región iberoamericana. volución mdustriaO, España y Portugal perdieron la hegemonía
La pena como Cuando el delito pasó de ser lesión contra la victima a crimen 7 europea y planetaria, y la civilización industrial impuso una nue-
neutralización contra el soberano (de lesión a un ser humano pasó a ser ofensa al va etapa de poder planetario dominada por Gran Bretaña (el neoco-
del enemigo lonialismo).
señor), perdió importancia la lesión y se fue subjetivizando como
enemistad con el soberano. Como la pena no procuraba la repara-
ción sino la neutralización del enemigo, la lesión era un mero
síntoma de enemistad. Lo excepcional en el derecho gern1ánico (la
comunidad accionando contra el traidor) se convirtió en regla: § 56. De la revolución industrial (siglo XVIII)
todo mfractor devino un traidor, un enemigo del soberano. La Igle- a la revolución tecnológica (siglo XXI)
sia (depositaria de la tradición juridica romana imperial, adquiri-
da con su romanización) practicaba la indagación para provocar
la confesión, que era el modo de revertir el estado de pecado, 1 El industrialismo necesitaba previsibilidad, orden, discipli- El industrialismo
y la contención
entendido como dato subjetivo que la infracción no hacía más que na, domesticación para el trabajo fabril, sobriedad, ahorro, es decir del poder punitivo
poner de manifiesto. Como la herejía amenazaba la verticalidad que no buscaba conquistar sino explotar, no buscaba eliminar
eclesiástica. se extendió aquella práctica con la creación de la enemigos sino disciplinar a las masas. Su humanismo fue el aban-
inquisición europea (1215) para perseguirla. Dos siglos más tar- dono de las penas aterradoras y la proyección de penas de do-
de pasaria a centrar su persecución sobre las mujeres (las bru- mesticación, fundamentalmente la prisión. Los señores europeos
jas). Mucho después se creó la inquisición española (por bula de más lúcidos que cayeron en la cuenta de la necesidad de modifi-
Sixto IV en 1478, abolida sólo en 1834). El proceso inquisitorio fue car las cosas, pues de lo contrario la marea los arrastraba (los
la vía lógica de averiguación de la enemistad, y la confesión no ha llamados déspotas ilustrados), promovieron reformas a las leyes
sido más que la confirmación de lo averiguado. La pena neutrali- penales en la segunda mitad del siglo XV1II. En esta línea se ins-
zaba al enemigo del soberano y disciplinaba por el terror. Cuan- cribe la Instrucción de Catalina II de Rusia (1767), y le siguen los
tas más pruebas se reunían contra alguien, más clara era la primeros códigos penales modernos: el de Pedro Leopoldo de Tos-
170 DINÁMICA HISI"ÓRJCA DE L\ LEGISLACIÓN PENAL DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRJAL (SIGLO XVIII) A LA REVOLUCIÓN 'IECNOLóGICA (SIGLO XXI) 171

cana (1786), el de José II de Austria llamado Código Josefino (1787) 1831 (Código Santa Cruz), estando vigente allí hasta 1973. (d) En
y el Landrecht de Prusia, de Federico II (1794). La Revolución 1830 el Impe1io del Brasil sancionó su Código Criminal, inspirado
Francesa sancionó un código (1791) técnicamente muy deficien- en Bentham y Livingstone. Este texto de penas fijas, con aterman-
te, con penas fijas. tes y agravantes matemáticamente tabuladas, estuvo vigente hasta
1890. Fue traducido al francés y al castellano e inspiró en buena
De la enciclopedia El enciclopedismo fue un movimiento del siglo XVIII que trató 2 medida al código español de 1848/50 que, en versión miginal o
a la codificación de sintetizar y organizar todo el saber humano por ramas; cada
penal en la refo1mada de 1870, fue sancionado por gran parte de los
generalizada sección pretendía resumir ordenadamente lo que se sabía de esa países latinoamericanos; estuvo vigente en España hasta 1995, y
materia. Una tendencia paralela se dio en el campo legislativo, 1ige casi textualmente hasta hoy en Chile. (e) En 1825 el político y
con el movimiento codificador. Se distinguen dos conceptos de có- jurista norteamericano Edward Livingstone proyectó para
digo: (a) el tradicional o antiguo, de Justiniano, que denota una Louisiana una legislación penal, procesal y penitenciaria, que más
recopilación de leyes ordenada; y (b) el moderno, hermano del tarde presentó también como proyecto federal para los Estados
enciclopedismo, que trata de resumir y ordenar toda la materia Unidos. Sus temias eran cercanas a las de Bentham y su obra fue
referente a una rama particular del derecho, en una única ley. la primera que dedicó un amplio espacio a la ejecución penal. El
Este es el movimiento que nace a fines del siglo XVIII, iniciado por proyecto no fue adoptado en los Estados Unidos, pero tuvo impor-
Pedro Leopoldo de Toscana en el campo penal en 1786. En el tancia por su influencia posterior, siendo sancionado en Guate-
curso del siglo XX toda Europa y América sancionaron sus códi- mala y en Nicaragua en 1837.
gos penales en el sentido moderno.
4 En la segunda mitad del siglo XIX se produjo una nueva ge- Los códigos de la
Los códigos del a) El primer código importante del nuevo siglo fue el de 3 neración de códigos europeos, siendo de destacar por su poste- segunda mitad
siglo XIX Napoleón de 1810. Estuvo vigente con reformas en Francia hasta del siglo XIX
rior influencia (a) los códigos: belga de 1867 (obra de J. J. Haus) y
1994 y fue modelo del código de Prusia de 1851, adoptado como (b) holandés de 1881 (obra de Modderman). El código belga fue
código del Imperio Alemán después de la unidad en 1870, vigente adoptado como código penal ecuatoriano en 1872 (Código García
allí hasta 1974. Era un código duro, con penas severas, que no Moreno). A la misma generación pertenece el código húngaro de
relevaba el estado de necesidad, de base pragmática y cuya parte 1878. (c) En Italia habían sido sancionados diversos códigos loca-
especial comenzaba con los delitos contra el estado. El orden de les pero con la unidad se generalizó el código sardo hasta que fue
los códigos antiguos seguía al Decálogo, comenzando con las le- reemplazado por el p1imer código sancionado para todo el reino,
yes que penaban los delitos contra la religión. En el código de que fue el de 1888, conocido como codice ZanardellL Se trata de
Napoleón y en todos los que siguieron su modelo, Dios (la religión) un texto construido sobre la admisión expresa del libre albedrío:
es reemplazado por el estado. (b) Con este código confronta otro el agente debía tener conciencia y libertad de sus actos. Perdió
de verdadera inspiración alemana, que fue el de Baviera de 1813, vigencia en 1931, aunque continúa siendo el código penal del
obra de Feuerbach (ver§ 67). Era un código técnicamente muy Estado Vaticano. Estos textos influyeron el proyecto argentino de
superior, de gran precisión conceptual, de base liberal 1891 y el Zanardelli fue modelo del vigente código de Venezuela.
contractualista, cuya parte especial se abría con los delitos con-
tra la vida (el ser humano). Es el texto que inspiró el Código de 5 Los códigos del siglo XIX fueron liberales. Arrastraban las ideas Códigos liberales
y vuelta al
Tejedor en nuestro país. (c) El código de las Dos Sicilias (1819) no de la modernidad y del enom1e esfuerzo intelectual por contener el derecho penal
se alejaba mucho del modelo napoleónico, y junto con éste inspiró poder punitivo del antiguo régimen. Constituyeron la legislación de enemigos
el primer código español (1822), que casi no tuvo vigencia en Es- penal del viejo liberalismo, o sea, de la burguesía europea que pro-
paña, pues fue restaurado el absolutismo y la arcaica Novísima curaba asentarse en el poder. Estas leyes trataron de reforzar la
Recopilación de 1805. No obstante el código de 1822 fue sancio- idea de delito como hecho, de exigir la lesión como requisito inex-
nado en varios países latinoamericanos, entre ellos en El Salva- cusable de la punición y de restaurar el proceso de partes. Se trató
dor en 1826 (primer código penal de América) y en Bolivia en de un momento de limitación del poder de las agencias. Pero en
172 DINÁMICA HISTÓRICA DE U\ LEGISLA.CIÓN PENAL DE LA. REVOLUCIÓN INDUSTRL-\L (SIGLO XVIII) A LA. REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA (SIGLO XXl)

esa segunda mitad del siglo. la burguesia europea, ya asentada elaborarse en 1890. Como proyecto
en el poder, necesitaba facilitar la explotación de las clases subal- influyó en el código peruano de 1924
temas'y para ello reclamaba la remoción de los limites colocados y en alguna medida en nuestro códi-
por los viejos liberales. de modo que dio comienzo a un movimien- go. (d) En la posguerra comenzó a
to regresivo contra los enemigos (no ya del soberano sino de la trabajarse un proyecto de código ale-
sociedad) e indisciplinados. que por lo menos se remonta a la Ca- mán, pero Jos trabajos se demoraron.
rolina con la persecución de los vagabundos. Fruto de esta pugna En 1962 se presentó un proyecto ofi-
entre el semiacusatorio /imitador y retributivo (los viejos liberales) cial de tendencia preventivista gene-
y el inquisitorio disciplinante o eliminatorio (los positivistas y otros ral; en 1966 se presentó otro, llamado
autoritarios) será la heterogénea legislación del siglo XX. alternativo, con tendencia preventivista
especial. Finalmente se sancionó el
Códigos muy Cabe insistir en que los textos legales y el ejercicio del poder 6
diferentes y
código de 1974, que recepta elemen- Karl Stooss
punitivo (la realidad de la criminalización secundaria) son cosas
realidades muy tos de ambos. (e) La larga discusión
semejantes diferentes, a veces abiertamente contrapuestas. La criminaliza-
alemana fue aprovechada en Austria, que el mismo año sancionó
ción primaria del mercantilismo sólo pudo ser llevada a la prácti-
también un nuevo código, obra de Nowakowski. Siguiendo las lí-
ca mínimamente, porque de lo contrario hubiese bastado con la neas de la reforma alemana y austríaca sancionaron nuevos códi-
mera delincuencia sexual para diezmar a las poblaciones notoria- gos penales Portugal (1983) y España (1995). Francia reemplazó
mente reducidas por enfermedades y pestes. De igual modo, la
el viejo código de Napoleón (1994).
contención de ese poder que pretendieron llevar a cabo los códi-
gos del viejo liberalismo fue muy relativa, con predominio de pre- PRIMEROS CÓDIGOS:
sos sin condena y con prisiones altamente deterioran tes y de efectos Código Toscano (Pedro Leopoldo. 1786)
letales. Fueron mucho menores los cambios en el ejercicio del Código Austriaco (José 11, Código Josefino, 1787)
poder punitivo que en su planificación: el discurso penal siempre Código Francés Revolucionario (1791)
cambia mucho más que la práctica criminalizante, justamente por- Landrecht de Prusia (Federico II. 1794)
que en buena medida es sólo un discurso de legitimación.
PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIX
Los códigos (a) El siglo XX se inicia bajo el signo de una ideología médico/ 7 Código Napoleón (1810) Código de Baviera (Feuerbach, 1813)
del siglo XX policial (ver § 7 4) que se fue reflejando en la legislación penal. En Código de las Dos Sicilias (1819) Código Español (1822)
1921 Enrico Ferri elaboró un proyecto italiano sobre la base de la Código Livi.ngstone (1825) Código del Brasil (1830)
neutralización y domesticación de peligrosos. Como los peligrosos
se reconocían empíricamente por la policía, no era necesario es- SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX
perar al delito y, por ello, cundieron leyes de estado peligroso sin Código Belga (Haus, 1867) Código Húngaro (1878)
delito (penas sin delito). Sólo un paso faltaba para hacer un códi- Código Holandés (Modermann. 1881) Código Italiano (Zanardelli, 1888)
go penal sin parte especial; siguiendo esa línea hasta sus últimas
consecuencias lo hizo el proyecto n1so de Krylenko. (b) El fascis- PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX
mo concretó su ideología penal en el código de Rocco (1930) que, Proyecto Italiano (Ferri, 1921) Proyecto Krylenko (1922)
con muchas reformas, sigue vigente en Italia. Combina penas re- Código Italiano (Rocco, 1930) Código Suizo (Stooss, 1937)

tributivas con medidas neutralizantes. Ejerció influencia sobre el


SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX
código umguayo de 1933 (Código de Irureta Goyena) y sobre el
Código Alemán (1974) Código Austriaco (1974)
brasileño de 1940 (Código Vargas). (c) También mezcló penas re-
Código Portugués (1983) Código Francés (1994)
tributivas y medidas neutralizantes el código suizo sancionado en
Código Español (1995)
1937 y vigente desde 1940. Fue obra de Karl Stooss y comenzó a
174 DINÁMICA HISTÓRICA DE LA LEGISLACIÓN PENAL L-\S DUDOSAS TENDENCIAS DE LA CODIFICACIÓN PENAL LATINOAMERICANA 175

La descodificación La actual etapa globalizadora provoca desocupación estruc- 8 se impulsa la codificación regional, como síntoma del desconcier-
globalizadora
tural y equiparación salarial con los niveles más bajos del plane- to y contradicción del momento. Pareciera que la vieja propuesta
ta, en tanto el poder se desplaza de los estados a monopolios u de Radbruch (no un derecho penal mejor, sino algo mejor que el
oligopolios trasnacionales. El estado se reduce a una función derecho penaQ se está invirtiendo en la legislación reciente, aun-
recaudadora, concebida como empresa regida por criterios de efi- que ni siquiera se apela a mejores leyes penales, sino sólo a más
cacia. Las necesidades del poder de este momento son contradic- leyes penales. No es de extrañar que la legislación penal contem-
torias: (a) quiere eliminar todo obstáculo al ejercicio del poder de poránea haya abandonado prácticamente la idea de codificación y
estos oligopolios y disciplinar o eliminar a los excluidos para que se produzcan leyes penales ine.\.plicables. motivadas en todos es-
no perturben, lo que requiere ejercicio arbitrario del poder puniti- tos impulsos que, por contradictorios, son irreductibles a cualquier
vo, que genera inseguridad para los oligopolios. (b) Quiere fomen- racionalidad, incluso a la meramente funcional.
tar una economía de mercado que la comunicación hace crecer en
competencia y complejidad y, por ende, en indisciplina, que el
propio mercado resuelve abriendo espacios a actividades econó-
micas ilícitas organizadas; el combate a estas actividades requie- § 57. Las dudosas tendencias de la codificación penal latinoamericana
re intervencionismo, pero cada intento intervencionista produce
efectos que responden a las propias leyes de mercado, es decir,
potencian la actividad ilícita, provocando la elevación de sus nive- 1 La codificación de América Latina ha seguido tendencias con- La internaciona-
tradictorias. Si se prescinde de los ensayos locales que no tu- lización penal
les de sofisticación, organización, centralización y rentabilidad. del siglo XIX
No es de extrañar que la nota caracteristica de la legislación penal vieron éxito legislativo, como el proyecto de Manuel de Vidaune
sea hoy la contradicción bajo la apariencia de pragmatismo; la emer- para el Perú (1812), en sus orígenes fueron adoptados como mo-
gencia del momento es el crimen organizado y su ideología se tra- delos, el código español de 1822 en El Salvador, México, Ecuador
duce en leyes que se trasnacionalizan sin poder realizarse en cri- y Bolivia, y el código Napoleón en Haití y República Dominicana.
minalización secundaria de alguna relevancia, porque destruiria Bolivia siguió con ese texto hasta 1973, y Haití y Dominicana
el mercado; la represión conforme a la ideología de segundad ur- siguen hasta el presente con el texto francés. En un segundo
momento se extendió el modelo del código español de 1848/1850/
bana (demagogia legislativa) produce leyes que cancelan garan-
1870, salvo Ecuador (que adoptó el código belga) y la Argentina y
tías, conompen a las agencias y acaban en destrucción institu-
Paraguay (siguieron el código bávaro). Con posterioridad llegaron
cional con inseguridad para la inversión; las leyes nacionales e
los códigos europeos de segunda generación: el italiano de
internacionales que prohiben servicios (distribución de tóxicos,
Zanardelli -hasta hoy vigente en Venezuela-y el suizo que impacta
armas, personas, etc.) son útiles para aumentar el precio de éstos
en el código peruano de 1924. Brasil sancionó su código imperial
en mercados de servicios prohibidos, que no pueden desbaratar-
ya mencionado en 1830; en 1890, la República Velha sancionó el
se sin inferir daños imprevisibles al sistema financiero mundial, a
segundo código penal brasileño, que era un código liberal del es-
economías regionales y a sistemas políticos; la corrupción que afecta
tilo de los europeos de segunda generación, injustamente critica-
la seguridad de inversión productiva, no puede controlarse sino
do por la doctrina positivista dominante. El desorden legislativo
mediante el restablecimiento efectivo de instituciones democráti-
posterior determinó que se adoptase sobre su base una
cas, pero éstas necesitan abrir el espacio social a los excluidos del
Consolidm;:éio y luego, a partir de un proyecto oficial, se elaborase
sistema; la impotencia de los operadores políticos que, debido al
el código penal de 1940 (llamado código Vargas), con claro sello
desapoderamiento de los estados no pueden resolver problemas
del código de.Rocco de 1930, que ya había desembarcado en Uru-
con cambios reales, fomenta las respuestas a las demandas de
guay con el código de Irureta Goyena en 1933.
solución mediante leyes penales cada vez más disparatadas. Mien-
tras en los niveles nacionales se produce la descodificación del 2 Desde 1963 se fue elaborando el llamado código penal tipo Un código para
América Latina
derecho penal, en los supranacionales (Unión Europea, Mercosur) latinoamericano como texto redactado sobre base tecnocrática (cuí-
176 DINÁMICA HISTÓRJCA DE LA LEGISLACIÓN PENAL LA CRJMINALIZACIÓN PRJMARJA EN LA ARGENTINA HASTA EL CÓDIGO DE 1886 177

dadas definiciones dogmáticas incorporadas al texto legal) y cu- 4 Existe en toda la región una legislación penal especial que Hacia la
yas penas combinan retribución con r.-:utralización, penas y me- supera ampliamente la materia codificada y que se amontona en decodificación
penal
didas, conforme a la doble vía y al sistema vicariante, todo de un la vieja forma de las recopiladas u ordenadas coloniales, aunque
modo peligroso y muy poco !imitador. El código tipo fue seguido no conserva la pureza de la lengua ni la elegancia de éstas. Se
por varios países centroamericanos y Panamá. También se reco- produce un grave proceso de descodificación de la legislación pe-
noce su huella en el código de Bolivia de 1973 (Código Banzer). Se nal. Entre estas leyes cabe mencionar, por el particular desarrollo
apartaron del mismo, el código colombiano de 1980, la reforma en los últimos lustros, las llamadas leyes antidrogas, con tipos,
brasileña de 1984 (que liberaliza considerablemente el texto de sanciones y normas procesales que ignoran todos los límites cons-
1940), el código peruano de 1991, el paraguayo de 1997 y las titucionales e internacionales.
reformas parciales argentina de 1984 y uruguaya de 1985. Vene-
zuela y Bolivia mantienen leyes de estado peligroso sin delito.
Ecuador reformó su código en 1938, pero mantiene la estructura
del código belga y, por ende, no reconoce las medidas. Algo análo- § 58. La criminalización primaria en la Argentina
go sucede con el código chileno, que sigue al español de 1870. hasta el código de 1886
México sancionó un código propio en el siglo XIX (Código de
Martínez de Castro o Código Juárez) y, después de la Revolución,
puso en vigencia un texto de neto corte positivista (Código Almaraz) 1 La primera tentativa de codificación tuvo lugar en Buenos Ai- El control social
de los gauchos
hasta que en 1931 se sancionó un código que combina elementos res, en la época de Dorrego, que encargó un proyecto a un jurista
del español de 1870, del de Rocco, del argentino y del proyecto francés (Guret de Bellemare). cuyo texto se ha perdido. El control
Ferri, reformado en los años ochenta con sentido más garantiza- social punitivo durante muchos años se ejerció en función de leyes
dor. Cuba se orientó hacia el positivismo con su Código de Defen- especiales contra cuatreros, vagos y malentretenidos, a los que se
sa Social de 1936; después de la Revolución mantuvo su vigencia incorporaba forzosamente al ejército, con una pena de relegación,
con reformas, hasta que en 1979 fue reemplazado por un código pues se los destinaba a la frontera por decisión de los jueces de paz
terriblemente severo, reemplazado en 1987 con contenidos más del lugar, es decir, a la lucha contra el indio, a quien cada vez se le
mesurados. robaban más tierras. Eran penas dirigidas contra los gauchos (mes-
tizos) y por su naturaleza garantizaban que no podían afectar a las
La primacía del Este mosaico de códigos, que refleja la influencia heterogénea 3
estado policial en otras clases sociales. La policia tenía funciones omnímodas en
de textos europeos de diferentes épocas, da lugar a una notoria
América Latina Buenos Aires, porque Rivadavia, al suprimir los cabildos, organizó
disparidad en la planificación de la criminalización secundaria,
la policía, siguiendo el modelo militarizado francés.
pero que no parece tener importancia práctica, porque las posibi-
lidades de realización son limitadísimas. En Latinoamérica el 2 Sancionada la Constitución Nacional (1853) e incorporada la La ley 49
disciplinamiento industrial no tiene mucho sentido y, en la prác- Provincia de Buenos Aires (1860). adviene la guerra del Paraguay
tica, renace la idea de un derecho penal de guerra que busca la y la guerra civil en la región centronorte y Cuyo. Como resultado
supresión del enemigo de modo parecido al mercantilismo de esta última guerra, en 1863 se sancionó la ley 49. Consistía en
preindustrial, llevada a cabo por policías con poder propio un listado de tipos de delitosjederales sin parte general, que jun-
autonomizado que se impone al judicial y al político. Una vieja to con la ley 29 de 1862 y las leyes 48 y 50 (procesal). establecia
tradición política deja la criminalización secundaria de las clases la justicia federal. La parte general y los delitos de competencia
subalternas al arbitrio de agencias policiales deterioradas, a las ordinaria quedaban sometidos a una especie de common law regi-
que les garantiza autonomía de recaudación ilícita, lo que do por las viejas leyes españolas coloniales, en todo lo que no
distorsiona todo el funcionamiento de los sistemas penales de la fuera incompatible con la Constitución Nacional, según jurispru-
región. dencia de la primera Corte Suprema.
178 DINÁ!'v!ICA HISTÓRICA DE L.\ LEGISL.\CIÓN PENAL LA CRIMINALIZACIÓN PRIMARIA DESDE 1886 HASTA EL CÓDIGO DE 1922 179

Los códigos de (a) En 1864, por delegación del Congreso, el poder ejecutivo 3 no podía admitir el enganche forzoso), la creación de los manico-
Tejedor y de
Villegas, Ugarriza encargó la elaboración del proyecto de código penal a Carlos Teje- mios masivos para encerrar la locura (que no podía tolerarse en
y García dor (1817-1903), que era profesor de derecho penal en la Universi- las calles), y las cárceles en las que encerró no sólo a los delin-
dad de Buenos Aires desde 1857, y que en 1860 habia publicado cuentes sino también a los indisciplinados (la mala vida). No es de
su Curso de Derecho Criminal. que fue la primera obra orgánica extrañar que el ejecutivo presionase al Congreso para que sancio-
sobre la materia en la bibliografia argentina. (b) El proyecto de Te- nase un código penal, lo que finalmente se hizo en 1886 por ley
jedor fue publicado en 1868 y el Congreso lo sometió a la revisión 1920, con un texto que tenía por base eJ código de Tejedor con
de una comisión finalmente integrada por Sixto Villegas (1831-1881), reformas bastante incoherentes. Este fue el primer código penal
Andrés Uganiza (1835-1917) y Juan Agustín García (1831-1907), nacional, pero legislaba únicamente delitos de competencia ordi-
que con trece a:i'ios de demora, se expidió en 1881 elevando un naria, pues para los federales siguió vigente la ley 49.
proyecto co:,npletamente diferente al de Tejedor. (c) Ante las dificul-
tades que presentaba una ley penal prácticamente inexistente, el
proyecto de Tejedor fue sancionado por las provincias de La Rioja
(1876), Buenos Aires (1877), Entre Ríos, San Juan, Corrientes, San § 59. La criminalización primaria desde 1886 hasta el código de 1922
Luis y Catamarca (1878), Mmdoza (1879). Santa Fe y Salta (1880)
y Tucumán (1881). En 1830 fue sancionado como código penal de
la República del Paraguay y, en 1881, 1 En 1885 se había sancionado en El proyecto
el Congreso Nacional lo sancionó como Francia la segunda ley de deportación, Rivarola, Piñero
yMatienzo
ley local de la Capital (Orgánica de los cuyo objetivo no eran los delincuentes de 1891
Tribunales de la Capital, Ley 1.144). condenados por delitos graves, sino los
Córdoba fue la única provincia que san- indisciplinados, es decir, los condena-
cionó en 1882 el proyecto Villegas- dos varias veces por pequeños delitos.
Uganiza y García. Santiago del Estero Esta ley fue copiada por el proyecto de
y Jujuy continuaron con la legislación 1891, que mantenía también la pena
colonial. Conforme a estos datos es co- de muerte. Este proyecto fue elabora-
rrecto hablar de código de Tejedor y de do por Rodolfo Rivarola (1857-1943),
código Villegas-UgaTTiza y García, dado Norberto Piñero (1858-1938) y José
que ambos tuvieron vigencia. (d) El có- Nicolás Matienzo (1860-1936). El pro-
digo de Tejedor tomó como modelo al Rodoífo Rivarola
yecto de 1891 fue el primero que pro-
Carlos Tejedor de Baviera de Feuerbach de 1813 a tra- ponía unificar la legislación penal. Pese a serle criticable la incor-
vés de la traducción francesa de Ch. poración de la deportación y el mantenimiento de la pena de muer-
Vatel de 1852, lo que fue un acierto de su autor. El texto de Villegas- te, en general, tuvo la virtud de combinar la racionalidad y el
Uganiza y García no era obra de teóricos, sino de tres magistrados sentido liberal del código de Tejedor con otros textos adelantados
que optaron por el modelo español (1848-1850) en la versión de de su época. Rivarola había sido el más lúcido comentador del
1870. Los numerosos comentarios españoles hacían más accesible código de 1886. En el proyecto abundan las referencias a los en-
este texto que el de Tejedor, dado que el pensamiento de Feuerbach tonces recientes códigos italiano, holandés y húngaro. Introducía
no estaba vertido a ninguna lengua corriente en el pais. la libertad condicional (ver § 281).
El primer Desde 1880, con Roca, se puso en marcha un proyecto de 4 2 (a) Lisandro Segovia (1842-1923) publicó en 1895 un proyec- El proyecto Sego-
código nacional: pais agroexportador, con un programa de transporte masivo de
1886
to privado, sin alejarse sustancialmente del proyecto de 1891. La via; la ley Bermejo;
la reforma policial
poLlación, regido por un orden verticalizante que se manifestó, más importante innovación era la incorporación de la condena- de 1903;
entre otras cosas, en el establecimiento del ejército regular (que ción condicional (ver § 282). (b) En 1895 se sancionó la llamada la ley de 1910
180 DINÁMICA HISTÓRJCA DE LA. LEGISL"i.CIÓN PENAL L\ <RllvllNALIZACIÓN PRllvL"i.RJA DESDE 1886 HASTA EL CÓDIGO DE 1922 18i

ley Bermejo (3335). que fue la primera ley argentina de deportación 4 (a) El diputado Rodolfo Moreno (h) (1878~1953) presentó a la Proyectos de
que establecía que los reincidentes por segunda vez cumplirian su 1916, 1917 y
Cámara en 1916 el proyecto de 1906 con escasas modificaciones. sanción de 1921
condena en el sur, pero no tuvo resultado práctico, porque las con- En 1916 la Cámara de Diputados
denas eran cortas. (c) A instancias de la jefatura de policía de la nombró una comisión presidida por
Capital, en 1903 se reformó el código de 1886 mediante la ley 4. 189, Moreno para estudiar el proyecto. La
que introdujo la deportación en la forma proyectada en 1891 (es Comisión realizó una encuesta a pro-
decir, confom1e a la ley francesa de 1885, con la que se relegó a fesores universitarios y legisladores.
Dreyffus). La reforma de 1903 se enmarca en un general proyecto (b) Batiendo recibido un respetable
represivo del que formaron parte la llamada ley de residencia (4. 144) número de respuestas (la mayoria in-
y l.a ley de juegos de azar. ambas de 1902. La primera autorizaba al teresante. pero algunas disparatadas),
poder ejecutivo a expulsar extranjeros y la segunda al jefe de poli- la comisión produjo despacho presen-
cía a allanar domicilios, en ambos casos sin orden judicial. (d) En tando lo que se conoce como proyecto
191 O, por efecto del atentado en que muriera el jefe de policía y del de 1917. (c) Después de un largo trá-
estallido de un explosivo en el Teatro Colón, se sancionó una ley mite. durante el cual la comisión de la
antianarquista. llan1ada de defensa social (ley 7.029), que fue la Rodolfo Moreno
Cámara de Senadores introdujo algu-
primera manifestación de legislación penal de emergencia en el nas reformas. el 30 de setiembre de 1921 el Congreso Nacional
país. sancionó la ley 11.179, que estableció el código penal vigente; el
El proyecto de 29 de octubre del mismo año, el Presidente Hipólito Yrigoyen lo
En 1904 el poder ejecutivo designó una comisión integrada 3
1906: Rivarola promulgó y casi dos años después, la ley 11.221 declaró auténti-
y Herrera
por seis miembros: tres profesores de derecho penal (Rodolfo
Rivarola, Norberto Piñero y Camelio Moyana Gacitúa). un juez ca la edición oficial, con las correcciones Je de erratas que le in-
(Diego Saavedra), un abogado ex jefe de policía (Francisco Beazley) trodujo. El código penal entró en vigencia seis meses después de
su promulgación, es decir, el 29 de abril de 1922.
y un médico (José Maria Ramos Mejía). El proyecto que elevó la
comisión en 1906 fue remitido al G::on- 5 Sintetizando la evolución legislativa nacional hasta la san- Síntesis
greso, pero no fue tratado. Introducía ción del código vigente, se puede afirmar que el código Tejedor ideológica de
esta dinámica
la condena y la libertad condicionales marcó una linea orientadora, dentro de la que se movió la codifi-
y, al igual que el proyecto de 1891, pro- cación posterior, excepción hecha del proyecto de Villegas, Ugarriza
ponía unificar la legislación penal, si- y García. Los principales momentos de esta evolución lo marcan
guiendo en general su línea y mejo- los proyectos de 1891 y de 1906. El autor a quien cupo la mayor
rándola. El más completo estudio cri- labor en los mismos fue Rodolfo Rivarola. De las criticas d ~ Julio
tico de este proyecto l'o llevó a cabo Herrera al proyecto de 1906 y de la labor coordinadora y del ·- ábil
Julio Herrera (1856-1927), en una impulso legislativo dado por Rodolfo Moreno (h) surgió el proyecto
obra notable para su época (La refor- de 1917 que, con variantes, pasó a ser el código penal de 1921.
ma penal, 1911), que tuvo gran in- Como evaluación general del código vigente puede afirmarse que:
fluencia sobre los posteriores trabajos (a) además de abolir la pena de muerte y de introducir la conde-
Julio Herrera legislativos. Si hasta 1906 la labor de nación y la libertad condicionales, (b) supo escapar a la influencia
proyección del código parece haber positivista del ambiente, siendo escueto y racional. (c) Tiene el
sido orientada en general por Rivarola, se completó luego con las mérito de haber sido el primer código que unificó la legislación
atinadas observaciones de Julio Herrera, magistrado, senador na- penal, antes escindida entre la ley 49 y el código de 1886. (d) Con
cional y l~ego gobernador de su provincia (Catamarca), quien tuvo su sobriedad. el código de 1921 posibilitó el desarrollo de la dog-
el mérito de haber hecho esta tarea sin que nunca hubiese ocupa- mática jurídica. Es de notar que en estos años descollaron en la
do una cátedra universitaria. tarea dos gobernadores de la provincia de Buenos Aires que estu-
182 DINÁMICA HISTÓRJCA DE LA LEGISLA.CIÓN PENAL PROYECTOS Y REFOR.tv!AS POSrERJORES 183

vieron seriamente postulados a la presidencia de la República De Benedetti, profesor de Santa Fe (1909-1991). (f) El proyecto de
(Tejedor y Moreno), un gobernador de Catamarca y senador na- 1953 fue encomendado el año anterior a una comisión de tres
cional (Herrera) y los tres fundadores de la Facultad de Filosofía y miembros, aunque culminó su elaboración Ricardo Levene (h)
Letras de la Universidad de Buenos Aires (Rivarola, Piñero y (1913-2000), dado que los otros integrantes (Francisco Laplaza y
Matienzo), uno de ellos candidato a la vicepresidencia de la Repú- Horacio R. Maldonado) se alejaron de la tarea por diferentes moti-
blica (Matienzo). vos. (g) En esos años tuvieron lugar importantes reformas peni-
tenciarias, entre las cuales debe contarse el cierre del penal de
Ushuaia en 1947. la supresión de los grillos y trajes cebrados, y
la creación de la Dirección Nacional de Institutos Penales, cuyo
§ 60. Proyectos y reformas posteriores titular fue Roberto Pettinato.

2 En 1958 se designó a Sebatián Soler (1900-1980) para redac- Proyecto Soler:


(a) El golpe de estado de setiembre de 1930 sometió a civiles 1 tar un nuevo proyecto, que fue elevado al poder ejecutivo en 1960. 1960
Dictadura de 1930,
estado peligroso, a la ley marcial y fusiló a dos anarquistas italianos, además de Producida la disolución de las Cámaras en 1962, quedó sin tra-
proyectos varias ejecuciones in situ. (b) Prácticamente, desde la sanción de
Coll-Gómez, Peco, tar. Era un texto de linea muy retributiva, fundado en la legisla-
De Benedetti, 1921 se intentó destruir el CP mediante leyes impulsadas por los ción y proyectos europeos de la primera posguerra. Mantenía la
Levene y reformas jefes de la policía de la Capital. A esta tendencia respondieron los relegación y la pena de reclusión y era análogo al que el autor
penitenciarias proyectos de estado peligroso que se prepararon durante la presi- había elaborado para Guatemala unos años antes (en 1954) y que
dencia de Alvear (proyecto de estado peligroso sin delito en 1924 y tampoco fue sancionado.
de estado peligroso posdelictual en 1928). En 1932 el poder ejecu-
tivo remitió al senado un proyecto que reiteraba los de estado 3 El código no sufrió ninguna reforma sustancial en su parte La primera
general hasta les años sesenta. Las más importantes habían sido reforma masiva
peligroso de 1928 y reformaba represivamente varias disposicio- defacto
nes del código penal, que fue debatido por el senado en 1933, las referidas a menores (derogando los arts. 36 a 39, reemplaza-
siendo aprobado por éste que, no conforme, le agregó la pena de dos por la ley 14.394), la modificación de los arts. 50, 52 y 53
muerte por electrocución (silla eléctrica, última adquisición de la (decreto-ley 20.942/44 ratificado por la ley 12.997) y la del art.
tecnología norteamericana de_ la épo- 67 (ley 13.569). En 1962, el gobierno defacto designó una comi-
ca). No fue tratado por la Cámara de sión para proyectar reformas, integrada por José F. Argibay Malina,
Diputados. (c) En 1936 el poder eje- Mario A. Oderigo, Angel E. González Millán y Gerardo Peña
cutivo encomendó a Eusebio Gómez Guzmán; con posterioridad sancionó los decretos leyes 788/63 y
( 1883-1954) y a Jorge Eduardo Coll la 4.778/63, que modificaban más de cien artículos del código pe-
redacción de un proyecto integral de nal. Fue el primer intento de reforma masiva por ley de Jacto.
código penal, que éstos elevaron en
1937, con clara tendencia peligrosista 4 (a) Restablecido el gobierno constitucional en 1963, el Congre- Contrarreforma y
so derogó ambos decretos-leyes y casi toda la legislación penal de segunda reforma
y que no fue considerado. (d) En 1941, defacto
José Peco (1895-1966), profesor de La jacto (ley 16.648). (b) En 1966 un nuevo régimen defacto designó a
Plata y diputado opositor, presentó a Sebastián Soler, Carlos Fontán Balestra y Eduardo Aguirre Obarrio,
la Cámara que integraba, un proyecto quienes proyectaron una reforma que fue sancionada por la ley de
José Peco que había elaborado sin comisión al- facto 17.567 de ese año. Abarcaba muchos artículos y fue critica-
guna y que definía como neopositivista, da tanto por la forma de sanción como por su contenido. Justo es
acompañado de una extensa y documentada exposición. (e) En decir que algunas de las modificaciones que introducía respon-
línea cercana a la del proyecto de 1941 se movieron los proyectos dían a necesidades antes relevadas por la critica doctrinaria. (c)
de 1951 y de 1953. El proyecto de 1951 fue elaborado por Isidoro La ley de facto 18.934 criminalizó la usura (art. 175 bis). (d) Las
184 DINÁMICA HISTÓRICA DE U\ LEGISLACIÓN PENAL
PROYECTOS Y REFORMAS POSTERJORES 185

leyes defacto 18.701 de 1970 y 18.953 de 1971 restablecieron arts. 26 y 27, ampliando la condenación condicional a penas has-
la pena de muerte (con motivo del homicidio de un ex presidente ta tres años de prisión. (b) La ley 23.077 derogó casi todas las
de Jacto) derogada por la ley de facto 20.043 de diciembre de reformas introducidas por el régimen militar y la ley 23.097 in-
1972. corporó reformas en materia de torturas. (e) En 1987 los diputa-
Segunda (a) Restaurado el funcionamiento de las cámaras legislativas 5 dos Néstor Perl y Osear Fappiano presentaron un proyecto de
contrarreforma en 1973, se sancionó la ley 20.509 que derogó toda la legislación parte general que seguía la linea del proyecto de los jueces de
y proyecto 1983.
de 1974/1975 penal de Jacto introducida a partir de 1966, con unas pocas ex-
cepciones. (b) La ley 20.509 también previó la reforma de la legis- 8 (a) Desde 1985 se viene perfilando un embate bajo el signo de Embate
lación penal, en cuyo cumplimiento el poder ejecutivo designó autoritario, leyes
la ideología de la seguridad ciudadana, apoyado por campañas
inconstitucionales
una comisión que integraron Jesús E. Porto, Enrique R Aftalión, publicitarias emprendidas por comunicadores mercenarios y ope- y curiosidades
Enrique Bacigalupo, Carlos Acevedo, Ricardo Levene (h) y Alfredo radores políticos clientelistas. Fruto de este movimiento son las
Massi, que presentó un proyecto de parte general de código penal tentativas de revertir parte de la legislación de 1984 y algunos
que fue parcialmente reelaborado en 1975. Contenía una serie de brotes de sistema penal subterráneo traducido en ejecuciones sin
medidas de seguridad cercanas al modelo alemán de ese año, proceso y legitimación discursiva de torturas y apremios, aumen-
aunque teñidas con marcados ecos positivistas, luego modera- to de muertes en las cárceles, deterioro progresivo de la situación
dos. carcelaria, regresión legislativa procesal, etc. (b) En lo legislativo
Tercera reforma Desde 1974 avanzaron leyes de neto corte policial, como la 6 la ideología de la seguridad urbana o ciudadana se tradujo en la
masiva defacto 20. 771 (estupefacientes)., 20.840 (terrorismo) y la 20.642, que ley 23.737 de 1989 en materia de estupefacientes (gravemente
agravaba algunas penas siguiendo a la ley de Jacto 17.567. La empeorada en forma inconstitucional en 1995 con la introduc-
dictadura establecida en marzo de 1976 sancionó la ley defacto ción del premio al delator, de la autorización judicial para come-
21.338, que restableció casi todas las reformas de la 17.567, con- ter delitos por parte de funcionarios investigadores y de la
siderablemente empeoradas (pena de muerte para ciertos delitos, conspiracy, que es una supuesta forma de participación en la que
menor edad para la responsabilidad, agravantes por elementos puede estar incurso cualquiera aunque no haya hecho nada) y en
subjetivos terroristas, etc.). Este régimen estableció dos sistemas los reiterados proyectos de reducción de la edad de los adolescen-
penales al margen de los jueces: un sistema penal subterráneo tes para ser penados como adultos. (e) Como curiosidad cabe des-
con campos de concentración y ejecuciones sin proceso y desapa- tacar que el único proyecto de refOima integral que obtuvo media
riciones forzadas de personas y un sistema penal paralelo con sanción fue una manifestación carente de toda técnica, presenta-
penas impuestas por el poder ejecutivo, so pretexto de estado de da por el senador Jiménez Montilla. Otra curiosidad fue el pro-
sitio. En 1979 se conoció un proyecto de código penal elaborado yecto del poder ejecutivo de 1990, pudorosamente retirado, que
por una comisión integrada por Sebastián Soler, Eduardo Aguirre proponía restablecer la pena de muerte, apelando a una denuncia
Obarrio, Luis C. Cabral y Luis M. Rizzi, que no innovaba respecto parcial de la Convención Americana de Derechos Humanos.
del proyecto de 1960. 9 En 1991 en el ámbito del ministerio de justicia se proyectó Proyecto
de 1994
Proyecto de los (a) Restablecido el orden constitucional en 1983 se presentó 7 una reforma de la parte general del código penal, que concluyó en
jueces, tercera al Senado un proyecto de reformas a la parte general elaborado un texto que se hallaba en la línea del proyecto de los jueces de
contrarreforma y 1983 y del Perl-Fappiano de 1987. Este proyecto fue remitido con
Proyecto sin encargo oficial por un grupo de jueces de primera instancia de
Perl-Fappiano la Capital, que introducía penas alternativas, procurando redu- algunas reformas al Senado en 1994, sin que fuera tratado. En
cir la privación de libertad a último recurso. Algunas de sus nor- ese mismo año se introdujo muy limitadamente la probation y se
mas fueron tornadas en cuenta en la ley 23.057 que modificó los incorporaron algunas reforn1as al cómputo de la prisión preventi-
arts. 50 al 53, reemplazando la reincidencia ficta por la real, y los va, luego derogadas por efecto de una campaña publicitaria
orquestada por una radiodifusora mercantil de origen poco claro.
186 DINÁMICA HISTÓRICA DE LA. LEGISLt,.CIÓN PENAL

en la línea escandalosa y demagógica copiada a los modelos de la


derecha fascista y del partido republicano de los Estados Unidos.

La legislación En los últimos años se ha producido un agudo brote de legis- 10


autoritaria lación penal autoritaria que desbarata el prudente equilibrio del
reciente
Código Penal Argentino. Impulsado por un discurso único de ca-
rácter publicitario y vindicativo impuesto por los medios de co-
municación masiva (especialmente la televisión), los políticos, atra-
pados entre el miedo y el oportunismo, sancionaron numerosas
leyes de reforma a la legislación penal, algunas abiertamente in-
constitucionales y casi todas irracionales, que introducen un
gravisimo desorden en la legislación penal. El discurso único no
Sección Segunda:
se impone por el poder político a los medios con la manera totali-
taria de entreguerras (ver § 78). sino por los ~nedios masivos al El pensamiento penal:
poder político. Carece de sustento académico y es inútil para pro- pensar y no pensar en el derecho penal
veer seguridad pública, aunque es eficaz para producir inseguri-
dad jurídica. Se trata de un discurso meramente publicitario que
provoca un fenómeno parcialmente nuevo: introduce un autorita-
rismo superficial y televisivo a la moda, que puede caracterizarse
como autoritarismo penal cooL

Las líneas no En rigor, en la planificación de la criminalización secundaria 11


corresponden -o sea, en la criminalización primaria o legislación penal- en la
a partidos
Argentina existió una tendencia que puede considerarse fiel a la
linea iniciada por el código de Tejedor, contra otra, sucesivamente
encabezada por los jefes de policía de Buenos Aires, por los
positivistas, por los dictadores militares y sus asesores, y por al-
gunos comunicadores y políticos demagogos, oportunistas o irres-
ponsables en la actualidad. Para verificar la posición asumida
ante la línea divisoria entre quienes se inclinaron por el estado de
derecho y distinguirlos de los que prefirieron el estado de policía,
poco importa el discurso político general en que se enmarca. Lo
cierto es que de un lado están quienes quisieron fortalecer el po-
der jurídico y debilitar el del estado de policía y, del otro, quienes
muchas veces con el mismo marco ideológico general, quisieron
lo contrario.
CAPÍTULO 7
Genealogía del pensarrliento penal

§ 61. Derecho penal y filosofía

1 Como vimos (ver § 55). hasta la confiscación de la victima la De la lucha


verdad procesal se establecía por lucha (duelo). Las partes nom- al interrogatorio
braban a sus caballeros que, cargados de hierros intentaban atra-
vesarse; Dios decidía quién terminaba atravesando al otro y con
esto señalaba que decía la verdad; era Dios mismo quien asignaba
el triunfo a quien decía la verdad.
Pero esto no sucedía sólo en el derecho, sino que toda la ver-
dad científica se obtenia mediante luchas con las cosas o con la
naturaleza para arrancarles sus secretos: la astrología, la alqui-
mia, la fisionómica y otros saberes semejantes, luchaban contra
la naturaleza. Incluso en filosofía, se cultivaba el arte de
cuestionarse recíprocamente en un duelo entre sabios (las cues-
tiones).
Cuando se confiscó a la víctima y el soberano o señor usurpó
su lugar en el proceso penal, fue innecesario garantizar la impar-
cialidad para que Dios exprese su voluntad, porque no había lu-
cha entre partes, sino lucha entre el bien (en manos del señor) y el
mal (enemigos del señor). No sólo se confiscó a la victima, sino
que se secuestró a Dios, porque a partir de ese momento no podía
estar sino del lado del bien (que, por supuesto, era del señor). El
juez dejó de ser el árbitro de boxeo que cuida sólo que nadie viole
las reglas de la lucha, sino que con la victima confiscada y Dios
secuestrado, pasó a actuar en nombre de Dios y del señor.

Dado que el juez siempre estaba del lado del bien, no podía
imponérsele limitación alguna en su lucha contra el mal. ¿Para
qué limitar al que siempre hacía bien? No eran necesarios
190 GENEALOGÍA DEL PENSAMIENTO PENAL DERECHO PENAL Y FILOSOFÍA 191

acusadores ni defensores. ¿Para qué, si Dios y el señor sólo bus- el que practica una vivisección, quizá no resulte tan difícil com-
caban el bien? ¿De quién había que defender al acusado, si Dios prenderlo. Siempre el interrogador se ubica en un plano superior
y el señor lo tJ.itelan y protegen buscando su bien? respecto del interrogado (lo domina); éste es cosificado (degrada-
do a ente proveedor de datos o información). Por eso el saber de la
El poder En la búsqueda del bien, el poder punitivo (el señor) debía 2 inquisitio es un saber señorial (de dominus). Y cuando el dominus
verticalizador arrancarle la verdad al sospechoso del mal, y era natural que si
de la inquisición pregunta algo al ser humano, la cuestión no cambia, pues lo re-
éste no queria responder usase la violencia (tortura), por su pro- duce a una cosa, porque cualquier ente interrogado es una cosa.
pio bien (trataba de salvarle el alma, aunque le destruyese el cuer-
po, que era lo menos importante frente a la eternidad). 4 La interrogación a los entes siempre es funcional. No se inte- El señor
rroga porque sí, sino para dominar al ente. Saber es poder y, por ejerce poder
Este poder tenía una irnpre~ionante fuerza verticalizadora de preguntando
ende, se quiere saber la verdad para ejercer poder sobre el ente.
la sociedad; la organizaba en forma de ejército disciplinado, por-
Si se interroga a la vaca, no se lo hace por curiosidad, sino para
que daba a la autoridad un poder formidable sobre disidentes y
saber cómo sacarle más leche. Es un saber que es funcional al
enemigos. De allí que no resulte extraño que el Papado, en un poder. La selección de los entes interrogados y de las preguntas
momento de gran disolución (clero corrupto, innumerables sec- siempre tiene una intención para el poder. Por eso el ente es ubi-
tas apelando a la mística directa), la haya asimilado para reforzar
cado en un plano inferior al del interrogador (el señor o sus dele-
su autoridad central, combatiendo las disidencias (herejías). Así
gados).
fue que en 1215 se oficializó la inquisición corno tribunal depen-
diente del Papado, que eliminaba toda otra competencia en mate- Este saber funcional adquirido por preguntas intencionales
rias de fe y ortodoxia. f~~ ~ando lugar a conocimientos técnicos o tecnología (es muy
dificil hoy separar la ciencia de la tecnología). que se fue acumu-
La inquisición Pero este paso de la disputatio o lucha a la inquisitio o interro- 3
lando Y permitiendo grandes transformaciones planetarias. Sus
como método gatorio no se produjo sólo en el campo del poder punitivo, sino éxitos hicieron que muchos la considerasen como la única forma
para conocer la también en todas las formas de establecer la verdad en el conoci-
verdad científica de establecer verdades, y que el único saber era empírico, funda-
miento o ciencia: de la alquimia se pasó a la química, de la astro-
do en respuestas violentamente obtenidas en interrogatorios
logía a la astronomía, de la fisionomía a la antropología física,
intencionales a los entes, mientras que todo lo demás era despre-
etc., o sea que, siempre que se necesitaba saber una verdad, co-
ciable.
menzó a interrogarse a todos los entes de esta misma manera
brutal. 5 Este saber tecnocientífico funciona por acumulación. Sus La idea lineal
del tiempo
cultores viven en un mundo lineal, de progreso continuo y en una
El bien siempre está del lado del interrogador, del investiga-
civilización en que el tiempo es lineal, en forma de flecha. Este
dor, del científico, que para eso se coloca en posición de superio-
saber presupone que el ser humano progresa (va hacia delante,
ridad respecto del ente o cosa a la que interroga. El interrogado es pro gressio) sobre una recta (el tiempo). Por eso la civilización
dominado por el interrogador: cuando se tortura a otro para sa- industrial tiene una idea lineal del tiempo, a diferencia de las
carle la verdad, se lo domina. En otras palabras: el paso de la
ideas circulares o puntuales de otras culturas (aunque la física
disputatio a la inquisitio como procedimiento para saber la ver-
contemporánea se exprese de otro modo, la vivencia cultural es la
dad. fue general, y dio lugar a un saber adquirido a base de
de un tiempo lineal).
interrogatorios violentos que no son sólo policiales o inquisitoriales,
sino propios de todo saber científico. 6 Imaginemos que vamos en un tren. nos quedamos dormidos La venganza es
una consecuencia
Y nos pasamos de la estación en que apearnos. Nos indignamos de la idea lineal
No es fácil comprender que haya similitud entre quienes apli-
con nosotros mismos y bajamos en la siguiente para tomar el tren del tiempo
can la picana eléctrica en un sótano policial y el científico que
de regreso. Pero imaginemos que no hay tren de regreso, queja-
observa en el microscopio, pero si al último lo reemplazamos por
más habrá un tren de regreso, que nunca podremos volver, ni en
DERECHO PEN..\L Y F!LOSOFLA. 193
192 GENEALOGÍA DEL PENSAMIENTO PENAL

tren ni a pie ni de ningún otro modo a nuestra estación perdida. (b) El ente interrogado ignora la intencionalidad del interro-
Nos desesperaríamos, descargaríamos nuestra ira sobre cualquiera gador (la vaca no se entera de que se la interroga sólo para saber
que pensamos que debía despertamos, aunque eso fuese irracio- cómo producir más leche) y. por ende, responde con toda su enti-
nal. Nada muy diferente nos pasa cuando vivimos en un tiempo dad o esencia (su vaquidad, por así decir, o sea. que responde
lineal, pues cada instante es una estación que pasa sin volver mugiendo). El interrogador no está preparado para recibir seme-
jamás. Por eso el tiempo lineal está unido a la venganza. Entre las jante respuesta, porque sólo está dispuesto a escuchar lo que
intuiciones del genio no muy sano de Nietzsche, es certera la que interesa a su intencionalidad (sólo escucha los datos lácteos), el
pone en boca de Zarathustra: este personaje se libera cuando se resto no lo puede digerir (procesar) y ni siquiera lo comprende, no
desprende de la idea lineal del tiempo y con ello de la venganza. sabe oir ni siquiera los gemidos del ente interrogado. Las res-
Porque la venganza es siempre contra el tiempo, contra algo que puestas se acumulan sobre el interrogador y lo van aplastando.
pasó y ya no es posible hacer que no haya pasado, porque la Usualmente se dice que la tecnología domina al ser humano. El
linealidad del tiempo lo impide. (En el tiempo circular vuelve a peso de las respuestas no oídas lo aplasta, lo empuja hacia abajo,
pasar, en el puntual ya pasó y se cerró, en el lineal pasó pero lo s¡_yeta. Eso decimos cuando llamamos sujeto al interrogador
queda abierto, seguimos en el mismo tiempo, en el tren, pero no (subjectus, empujado hacia abajo) y objeto al ente interrogado (ob
jectus. es lo que se yecta o lanza en contra. y la respuesta no oída
podemos hacer nada).
se le arroja en contra). Todo obedece a que laforma de establecer
Es imposible librarse de la venganza mientras se conserve la la verdad no permite oír y menos comprender a la vaca.
idea lineal del tiempo, porque lo que pasó escapó sin remedio. Y la
8 Frente a este fenómeno de generalización de la inquisitio hubo Fanáticos:
pena y todas sus racionalizaciones no pueden ocultar que en el integrados
fondo siempre se halla la venganza. Cuando se dice que se cobra, -como siempre- integrados y apocalípticos. como diría Umberto y apocalípticos
que se retribuye, que paga su culpa, no se dice otra cosa que el Eco. Los integrados se entusiasmaron con la idea de progreso y,
hecho es vengado. El poder punitivo se sostiene en buena medida, por varios caminos veían una evolución lineal. Así, Hegel veía un
porque apela al general sentimiento de venganza, que no puede triádico avance del espíritu de la humanidad, Spencer creía en la
suprimirse sin cancelar la idea lineal del tiempo, que está en la evolución de ésta como un organismo biológico, y Marx un avance
base de la propia civilización industrial, y es parte del equipo psicoló- hacia la historia. o sea, hacia el comunismo como fin de la prehis-
gico con que ésta nos condiciona (no podemos pensar de otra manera toria y comienzo de la historia. En la vereda opuesta se pararon
dentro de nuestra civilización industrial). Ninguna de las respues- los apocalípticos, que sólo veían el desastre: Nietzsche, con tonos
tas legitimantes del poder punitivo logra ocultar la venganza. muy sombríos, advertía metafóricamente que el desierto avanza,
y Spengler (en la tónica pesimista de una Europa destruida por la
La jerarquización La inferiorización del ente interrogado dentro de esta estruc- 7 guerra de 1914) sólo percibía decadencia y ocaso.
yla tura señorial de establecimiento de la verdad, produce dos conse-
autonomización 9 Pero la disputatio no desapareció del todo. En la filosofía se Las preguntas
de la técnica cuencias importantísimas: fundamentales
siguió disputando para establecer la verdad, aunque no se usen siempre vuelven
(a) Cuando el ente es otro humano, impone la jerarquización las fórmulas estrictas de las cuestiones de la escolástica medie-
de seres humanos y, por ende, la discriminación (de género, de val. Las preguntas fundamentales de la filosofía siempre siguie-
edades, de salud, de culturas, de color de piel, de rasgos étnicos, ron formulándose. pese a los detractores. No basta con tener los
de capacidades, de forma física, de elección sexual, de lengua, de datos lácteos de la vaca. Siempre alguien se preguntará qué es lo
clase s.ocial, de cultura. etc.), lo que obedece a que también interro- que hace que la vaca sea. o que yo sea. o que la vaca y yo y todo
ga al humano para saber cómo dominarlo mejor. Por eso nuestra sea. ¿Por qué ser? ¿Por qué no mejor nada? ¿Qué es ser?
civilización desarrolló una formidable imaginación para estable-
cer jerarquías discriminatorias entre los seres humanos y ha pro- La pregunta por el ser no se puede obviar. Esa indagación
tagonizado los genocidios más brutales de la historia. acerca del ser es la ontología. Es la pregunta metafísica por exce-
194 GENEALOGÍA DEL PENS/1.!\l!El':TO PENAL
EL DERECHO PENAL NO SIEMPRE PIENSA: BARTOLISMO,EMERGENCIAS Y DERECHO PENAL PENSANTE 195

lencia, y lo de metafisica no significa que sea algo que esté más


Cualquier saber adquiere contenido pensante en la medida
allá de la fisica, sino que obedece simplemente a que Aristóteles
en que se halla fundado en una ontología y en una antropología.
escribió sobre esas cuestiones en un tratado que, en el orden de
Mal puede un saber ocuparse adecuadamente de un conjunto de
sus obras, sigue al tratado sobre la física.
entes que delimita en su horizonte epistemológico y explicar el ser
Las preguntas La pregunta fundamental por el ser u ontología es la cuestión 10 de esos entes, si no asume una posición frente a la pregunta por el
por el ser central de la filosofía y está vinculada estrechamente a la pregun- ser en general. Todo saber (o ciencia si se prefiere), podria decirse
y por lo humano
ta por lo humano o antropología filosófica. Esto obedece a que la que es una ontología regionat y no puede desarrollarse con cohe-
cuestión ontológica tiene necesariamente forma humana (el ser rencia como tal si no establece puentes con la ontología a secas.
humano se pregunta por el ser con lenguaje humano). También
porque del concepto que se tenga de lo humano dependerá hasta
dónde pueda indagar y esclarecer la cuestión ontológica, dado
que el ser humano es un ente limitado. § 62. El derecho penal no siempre piensa:
bartolismo, emergencias y derecho penal pensante
No se pueden esquivar las preguntas fundamentales de la
filosofía (¿Qué es ser? ¿Qué es lo humano?), es decir, no se puede
eludir la ontología ni la antropología filosófica, porque -corno lo El progreso
1 La regla según la cual el contenido pensante de un saber
explicó Aristóteles-. si bien es posible negar la filosofía, para ha- del pensamiento
depende de su apoyo en las respuestas a preguntas fundamenta- penal no es lineal
cerlo es necesario filosofar, luego, siempre es necesario filosofar.
les (en el pensamiento) es particularmente importante cuando el
La negación de la pregunta ontológica no es más que una teoría
saber está íntimamente vinculado al poder y al control social. Un
ontológica.
discurso jurídico-penal que elude la pregunta antropológica o que
Cuando los positivistas dicen que la pregunta sobre el ser es se asienta en un concepto humano reduccionista (biologista,
un error, porque ser es siempre ser de algo (el ser es el ser de la economicista, convertido en una cosa más entre las cosas, etc.)
vaca), no están negando la ontología, sino formulando una teoría tiene un bajo contenido pensante, que en palabras de Heidegger
ontológica. Por eso, las preguntas fundamentales vuelven una y seria un saber penal que no piensa.
otra vez, y con ellas la disputatio, que nunca desaparece del todo.
Y el derecho penal no siempre pensó. Hubo marchas y retro-
El triunfo de la inquisitio, por ende, siempre es relativo, porque la
cesos a lo largo de los siglos de existencia del saberjurídico penal.
disputatio conserva el campo de las preguntas fundamentales (el
Seria infantil pretender un progreso lineal del pensamiento en di-
campo de la filosofia).
cho saber, si por tal se entiende un continuo ascenso. Si bien
La ciencia La inquisitio y el saber de señores a que da lugar tiende a 11 puede afirmarse que hay una progresión, eso no permite ser gra-
no piensa excluir e ignorar la disputatio que queda arrinconada nada menos tuitamente optimista, porque se da en forma de curva con caídas
que en el campo de la filosofía. Martin Heidegger (1889-1976) fue estrepitosas y en modo alguno estamos a salvo de nuevos retroce-
un curioso caso de linten1a ciega del pensamiento. con potentisima sos de su contenido pensante.
luz sobre lo ontológico y con la más te1Tible tiniebla en lo politico.
2 En rigor, hay tres momentos históricos que inauguraron las Las tres estruc-
En su parte de luz dejó una frase que suele reiterarse, aunque no turas discursivas
estructuras de los discursos penales que luego se reiterarían para básicas:
siempre se comprende bien su sentido: la ciencia no piensa. Efec-
pensar y no pensar. El derecho penal puede no pensar, (a) ya sea bartolistas,
tivamente. el saber seüorial no piensa. Piensa en la medida en emergentistas
eludiendo las preguntas fundamentales o bien, (b) respondiéndo-
que ese saber incoqJora vínculos con las preguntas fundamenta- y críticos
las groseramente, o, por el contrario, (e) puede pensar, con un
les de la füosofia (especialmente de la ontología y de la antropolo-
discurso antropológicamente fundado con seriedad, que inevita-
gía füosóflca).
blemente es critico. Los momentos de aparición de estas tres es-
tructuras pueden señalarse del siguiente modo:
GENEALOGÍA DEL PENSAMIENTO PENAL EL DERECHO PENAL NO SIEMPRE PIENSA'. BARI'OLISMO,EMERGENCL4S Y DERECHO PEilAL PENSANTE 197

particular en los llamados Libris tenibilis del Digesto de Justiniano,


(a) El discurso legitimante que elude las preguntas funda-
que eran las leyes penales de un imperio que había desaparecido
mentales puede decirse que fue fundado por Bártolo de
(la llamada recepción del derecho romano). De inmediato comenzó
Sassoferrato (1313-1357). en los balbuceos del saber penal
el saber penal a constrnir una interpretación de esos textos que,
generado por la última y hasta hoy no revertida confiscación
muchas veces, no era más que una elaboración libre de solucio-
de la victima.
nes a casos particulares. Los primeros cientificos del saber penal
fueron los glosadores, que teorizaban sin sistemática. El histo1ia-
(b) El discurso legitimante de emergencia, que responde
dor Salvioli ha dicho -tal vez un poco exageradamente- que con el
con grosería las preguntas fundamentales, se forma lentamen-
ejercicio metódico de estos instrumentos dialécticos, acompañado
te, pero alcanza su primera expresión altamente orgánica en
por un número infinito de citas de autoridad, invocadas la mayor
1484, con el Malleus maleficarum, de Sprenger y Kraemer.
parte de las veces sin razón y tanto en pro como en contra, se diría
que hacian un verdadero esfuerzo de estudio por arrojar la duda y
(c) La reacción crítica tiene varios exponentes, pero el dis-
la confusión en el pensamiento. Su elaboración no estaba regida
curso donde se prefigura con mayor claridad por vez p1imera
por ningún principio constrnctivo general ni se asentaba en una
la estrnctura reductora y deslegitimante surge de la obra Cautio
posición filosófica: su método pretendía ser deductivo, aunque en
Criminalis, de 1631, de Friedrich Spee von Langenfeld.
la práctica traicionaba con demasiada frecuencia sus premisas
(decían lo que les parecia con el pretexto de deducirlo del texto
Desde esos momentos quedaron configuradas sus estructu- 3
que comentaban).
ras y se mantienen inalteradas hasta la fecha, cambiando sólo los
contenidos. Parece extraña esta afirmación, pero sin embargo, Uno de los más importantes glosadores fue Bártolo, al punto
todo la confirma. La estrnctura de un discurso es algo así como de que suele identificarse a los glosadores también como bartolistas.
un programa de computación; los contenidos son los datos que se El método deductivo aplicado de modo más o menos arbitrario
le insertan. Los últimos cambian, pero el programa se mantiene. continuó durante siglos, por obra de los posglosadores y luego de
Un delirio de persecución, por ejemplo, es un signo patológico los prácticos, que fueron perfeccionando cierta sistemática en el
que mantiene su estrnctura, pero los delirantes cambian los con- análisis del delito, fundamentalmente tendiendo a examinar pri-
tenidos según las épocas: hoy no hay pacientes que se creen mero los aspectos objetivos y luego los subjetivos.
Napoleón y se sienten perseguidos por Nelson, pero los hay que El desdoblamiento
5 A lo largo de los siglos el bartolismo se fue dividiendo entre:
se creen Bush y se sienten perseguidos por los terroristas. de la tradición
{a) bartolistas puros, que elaboran un discurso jurídico-penal bartolista
En derecho penal sucede lo mismo: hay programas para dis-
que pretende ser exclusivamente técnico, ideológicamente asépti-
cursos que no piensan porque ocultan las preguntas fundamen-
co, no contaminado con la política, libre de filosofía, etc., y
tales bajo una enorme información más o menos articulada; hay
otros programas para discursos penales que tampoco piensan, {b) bartolistas sof¡,sticados, que racionalizan (tratan de justifi-
porque las responden en forma grosera y primitiva; y, por último, car y legitimar más o menos filosóficamente) cómo escapar a las
también hay programas para quienes critican y se ven obligados preguntas fundamentales.
a replantear la legitimidad y los limites del poder punitivo, para lo
Los puros, como no explicitan sus respuestas, pueden ser
cual deben pensar.
inorgánicos y combinar ideas incompatibles. Como punto culmi-
El discurso que elude las preguntas fundamentales fue el 4 nante de esta vertiente en el siglo XX quizá pueda señalarse la
primero en aparecer. Cuando los señores confiscaron a la victima obra monumental de Vincenzo Manzini en Italia. Los soj'1Sticados
no tenían leyes penales (siglos X1 y XJI), y por eso buscaron aside- tuvieron varias manifestaciones en el pasado siglo; aunque es di-
ro resucitando la legislación de la última confiscación previa y ficil señalar una cumbre más notoria, quizá pueda identificarse
desaparecida siglos antes. o sea, en la legislación romana y en como tal a Edmund Mezger.
198 GENEALOGÍA DEL PENSAMIENTO PENAL
EL DERECHO PENAL NO SIEMPRE PIENSA: BARTOLISMO,EMERGENCL.\S Y DERECHO PENAL PENSANTE 199

Las emergencias: La segunda estructura discursiva -la de las emergencia.s- no 6 la degeneración de la raza, la corrupción, la pornografía infantil, la
las respuestas tardó en aparecer y en los ocho siglos siguientes hubo múltiples inseguridad urbana, la sinarquía internacional, la herejía, la
groseras que pedofilia, el anarquismo, la subversión, la inmigración ilegal, la
explotan y impulsos del poder represivo so pretexto de males gravísimos que
fomentan el disolución de los valores occidentales, etc.
amenazan la existencia de la especie. Sus discursos se elaboran
pánico social
siempre de la misma manera: Nunca el poder punitivo resolvió ninguna de estas emergen-
cia.s y -como siempre- tampoco le interesó realmente resolverlas.
(a) identifican algo dañoso que produzca miedo a la gente; Unas eran casi exclusivo resultado de los prejuicios y se disolvie-
ron solas, otras las resolvieron otros factores (los antibióticos, por
(b) refuerzan los miedos y los prejuicios a su respecto;
ejemplo), y otras no se solucionaron nunca y siguen .siendo pro-
(c) magnifican el peligro hasta generar pánico social; blemas sociales.

(d) imputan el peligro a grupos vulnerables considerados siem- En los momentos en que el poder punitivo avanza por efecto de
pre inferiores y hasta subhumanos; una emergencia, el contenido pensante de su discurso cae en for-
ma alarmante. Cuanto mayor es su irracionalidad, menor conte-
(e) desautorizan y estigmatizan a quienes niegan sus exagera-
nido pensante tiene el discurso legitimante.
ciones o invenciones;
8 En la medida en que el ejercicio del poder punitivo se legitima La administrativi-
(f) neutralizan los argumentos de autoridad que provienen de zación del dere-
argumentando que está deteniendo un proceso lesivo en curso o
su propia fuente; cho penal en las
inminente, se convierte en coerción directa de tipo administrativo emergencias
(g) presentan al poder punitivo como el único medio para conju- (lo que antes los administrativ:istas llamaban poder de policía) y el
rar el peligro; propio discurso jurídico-penal pasa a tener el carácter de una
legitimación ilimitada del poder de coerción directa frente a una
(h) descalifican también a quienes niegan que con el poder puni-
amenaza descomunal. En una palabra, se administrativiza el de-
tivo pueda resolverse el problema;
recho penal. En síntesis: con las emergencias el poder punitivo
(i) se presentan como inmune$ al mal que pretenden conjurar y carece de limites y el derecho penal se convierte en coerción directa
a cualquier forma de corrupción; del derecho administrativo y reduce su contenido pensante a nive-
les muy bajos.
(j) señalan como enemigos públicos a quienes denuncian su co-
rrupción; Fue demasiado evidente que el poder punitivo no era el medio
más adecuado para luchar contra el diablo, pero sin embargo este
(k) frente a la amenaza de un peligro tan enorme que puede ha- poder explotó la emergencia diabólica casi quinientos años. lo que
cer desaparecer a la especie, muestran como razonable que es muchísimo tiempo comparado con la celeridad con que hoy se
el poder punitivo se ejerza sin límites frente a ella, o sea, que suceden las emergencias, que se arman y olvidan por efecto de la
surge un poder de excepción sólo para estos casos; comunicación masiva.
(1) el último paso es convertir la excepción en regla y cancelar los 9 Cada emergencia es impulsada por una corporación como El discurso
límites para todo el poder punitivo. jurídico-penal
empresaria. Pero hay muchas corporaciones y compiten entre si. pensante o critico
En cierto momento surge una competencia de empresarios mora-
Las múltiples Las emergencias fueron muchísimas a lo largo de los últimos 7 les y otra corporación, que quiere arrebatarle el poder a la pri-
emergencias mera. inventa una nueva emergencia y pone de manifiesto la
que el poder ochocientos años: las brujas. el demonio, la sífilis, el alcoholismo,
punitivo el comunismo internacional. los tóxicos prohibidos (drogas), la irracionalidad de la anterior. Por eso. en cierto momento se abren
nunca resolvió criminalidad nuclear, el terrorismo. la criminalidad organizada, las críticas y:
200 (:i:ENEALOGÍA DEL PENSAMIEl'ffO PENAL EL JYlA.LLEUS MALEFICARUM 201

garon con singular empeño de esta combustión. Se desató un


(a) se atacan los prejuicios y se debilitan los miedos por vía de la
debate entre los demonólogos (cientificos de su tiempo), soste-
razón y del ridículo;
niendo: (a) unos la falsedad del Canon Episcopi., (b) otros que se
(b) se pone de manifiesto la insensatez del pánico social; referia a otra brujería diferente y (c) otros, finalmente, decían que
(c) comienzan a ser escuchados quienes niegan las exageracio-
aunque las brujas no volasen, debían quemarlas porque hacían
nes o invenciones; pacto con el diablo.

(d) se demuestra la incapacidad del poder punitivo para resolver El debate se cerró brutalmente con una bula papal que
el problema; consagró oficialmente un libro como manual inquisitorial con-
tra brujas, afirmando la realidad de los poderes del diablo y de las
(e) se muestra la falsedad de la pretendida inmunidad de quie-
brujas, con un sofisticado desarrollo teórico, extenso y articula-
nes quieren conjurar represivamente el mal;
do. Fue el Malleus Maleficarum o Martillo de las brujas, de 1484,
(f) se reprocha la crueldad increíble del poder punitivo sin lími- escrito por dos inquisidores fanáticos y alucinados: Heinrich
tes; Kraemer y James Sprenger. Este libro no sólo funda el discurso
(g) se exhibe el real objetivo de ese ejercicio de poder, y
legitimante de emergencia, sino también el del propio poder puni-
tivo en la etapa de su consolidación definitiva.
(h) sobre todo, se exhibe su alto nivel de corrupción.
Es la primera gran obra sistemática de derecho penal inte-
Estos planteamientos críticos del poder punitivo dan lugar a grado con la criminología, el procesal penal y la criminalística.
teorizaciones que se replantean más o menos radicalmente la cues- Fuera del interés penal, proporciona una cosmovisión de la edad
tión penal y que, para dar respuestas con cierta racionalidad, no media como contracara de la Divina Comedia. Aunque seria un
tienen otro recurso que consolidar el discurso mediante su afir- escándalo cualquier comparación entre estos torturadores y Dante,
mación en una concepción antropológica, o sea, en la filosofía. lo cierio es que ambas obras son necesarias para obtener una
Por ello, deslegitima la administratización del derecho penal y trata visión cultural completa del medioevo.
de poner límites al poder punitivo. Estos son los momentos de
El Martillo fue un best seller con más de treinta ediciones.
mayor contenido pensante del derecho penal.
Esto significa un éxito editorial para su tiempo, muy superior a lo
que hoy serían las ediciones de las obras de un Premio Nobel de
literatura.
§ 63. La fundación del discurso de emergencia 2 Llama poderosamente la atención el olvido en que posterior- Texto
que responde groserías: el Malleus maleficarum mente cayó el Malleus y la nula atención que le dedicaron los repugnan temente
misógino
penalistas y criminólogos. Esto se explica porque el saber jurídico-
penal moderno -que cubre al poder punitivo con los fines más
La emergencia La primera aparición del discurso de emergencia tuvo lugar 1 excelsos- no podía mostrar como obra fundacional un trabajo que
diabólica contra el diablo. que perdía las almas llevándolas a disentir con la racionaliza crueldades increíbles sustentadas en disparates.
autoridad (herejías). No obstante, sus poderes terrenales se con-
sideraban muy limitados. Un antiguo texto eclesiástico -el Canon Tampoco podía reconocer su origen en un texto de repugnan-
episcopi- afirmaba que los viajes de las brujas eran sólo sueños te misoginia. Como cualquier conocimiento adquirido por la
inspirados por el diablo, que carecía de poder de causar otros inquisitio (saber de dominus) presupone que el inquisidor inferíoríce
males. No obstante, comenzó la inquisición a perseguir brujas y a al ente que interroga, en este caso redujo a las mujeres (mitad de
quemarlas y los dominicos (llamados perros del Señor, o sea, la la especie) a una condición subhumana, lo que explicaba que cons-
corporación de empresarios morales contra las brujas) se encar- pirasen con el diablo.
EL MALLEus JHALEFICARUM 203
202 GENEALOGÍA DEL PENSAM!El'ffO PENAL

(no serían responsables las brujas y el poder diabólico sería supe-


Se trata de una visión policial del saber que luego se converti-
rá en visión policial de la historia, que siempre halla la causa del rior al divino). Por ello, explicaban una complicada etiología del
mal en un grupo inferior o subhumano que conspira. Esta delito, en que el diablo difunde el mal, afectando a personas débi-
les o inferiores (las mujeres), pero actuando con permiso divino
causalidad diabólica se laicizará acabando en los genocidios de
(cuyos designios son siempre inescrutables). Esta compleja arqui-
los siglos posteriores.
tectura intelectual rechaza también que hubiese seres humanos
El Malleus afirmaba que las mu- engendrados por el demonio, pese a la copulación de los diablos
jeres se complotaban con el diablo, (íncubos y súcubos) con las brujas y los brujos. Sostienen enton-
justificando así su control brutal por ces que los diablos pueden transportar semen pero no producirlo,
el hombre. Los actos de brujería (el mal) porque son aire concentrado. De este modo se rechazaba una bru-
se explicaban por la inferioridad jería nata, lo que también hubiese impedido la responsabilidad de
genética en la mujer, atribuida a que las brujas. Se enuncia así la teoría de la degeneración: el diablo,
ésta fue hecha a partir de una costilla con su ciencia, selecciona el semen que recoge y la bruja a quien
que, por curva, se contrapone a la rec- insemina, para gestar personas proclives a sus fines. Cuatrocien-
titud propia del hombre. Esta inferio- tos años más tarde el positivismo biologista sostendrá lo mismo
ridad genética la hacia más débil que (ver§ 74). (e) Descalifica a quienes niegan el mal: los peores here-
el hombre en la fe, lo que se reafirma- jes son quienes ponen en duda el poder de las brujas. (f) Niega los
ba con una falsa etimología dejemina, propios argumentos de autoridad, dado que desconoce el valor
Quema de Brujas derivada de fe y minus. del Canon episcopL (g) No duda que el poder punitivo es el único
medio para conjurar el peligro, erradicando el crimen hediondo.
La misoginia del Malleus parece provenir de que el poder pu-
(h) No se ocupan mucho de desautorizar a quienes negasen la
nitivo percibía en la mujer una amenaza para su consolidación.
anterior premisa, porque practicaban el ideal de toda empresa
La confiscación de la víctima y este control brutal de la m¡_yer c_omo
moral de emergencia: matar a quienes niegan la emergencia y
ser inferior, son contemporáneos. En la baja edad media la cultura
también a quienes niegan la eficacia del poder punitivo. (i) Preten-
pagana sobrevivía en toda Europa. La mujer es la transmisora
den ser inmunes al mal y a cualquier forma de corrupción, con el
generacional de cultura y, por ende, si se queria cortar con la
simple argumento de que Dios no podía permitirlo, o sea, que
cultura anterior e imponer una nueva, el acento controlador de-
eran divinamente inmunes. U) Cualquiera que denunciase la co-
bía ponerse en la mujer.
rrupción y los intereses de los dominicos, los príncipes y los
Las característi- El Malleus muestra con claridad las características estructu- 3 ejecutores, hubiese sido eliminado, de modo que el texto no se
cas estructurales rales del discurso de emergencia y las fija de una vez para todo el ocupa de eso. (k) Suprimen todo límite al poder punitivo, que se
de la emergencia
curso de los siglos posteriores. En (a), (b), (c) -ver cuadro de p. administrativiza totalmente. (1) Por último, si bien se refiere sólo a
196-- se afirma la existencia de las brujas y su poder casi omnímo- sus procesos por brujeria, el método contamina a todo el ejercicio
do, la gravedad del crimen hediondo (sostienen que es más grave del poder punitivo de su tiempo y sirve de modelo general.
que el pecado de Adán) y la necesidad de detenerlo para evitar
4 El derecho penal del Malleus es una versión de autor tán ex- El derecho penal
que sucumba la humanidad. (d) Imputan el peligro a grupos vulne- de autor puro
trema que no distingue entre una teoría del delito y una teoría del
rables considerados siempre inferiores o subhumanos, para lo cual
autor. Responde a la lógica última de todo derecho penal de peli-
inauguran la criminología etiológica plurifactorial, pues para poder
grosidad, que en el siglo XX se reeditará con el proyecto soviético
responsabilizar a las brujas no era posible admitir una explica-
de Krylenko (ver§ 56). Explican detalladamente los procedimien-
ción monocausal; no lo podían atribuir exclusivamente a las bru-
tos de las brujas: cómo se inician, pactan con el maligno, son
jas (se pondría en duda el poder divino), ni a los astros o a las
transportadas, copulan, se valen de los sacramentos, obstaculi-
hierbas (no habría responsabilidad de las brujas), ni sólo al diablo
204 GENEALOGL-'. DEL PENSAMIEi'ffO PENAL LA CAUI10 CRIMINALJS 205

zan la función procreadora, consiguen neutralizar la potencia rios países con el afianzamiento de iglesias separadas (la Refor-
masculina, convierten a los hombres en animales, provocan en- ma) y esa fue la nueva emergencia, que en el siglo XVI dio lugar a
fermedades. epidemias, tormentas, catástrofes, matan niños (en que desde la Europa católica se respondiese con la Contrarrefonna,
especial las parteras) y los ofrecen al diablo. Se trata de una encabezada por los jesuitas contra los protestantes. La inquisi-
parte especial enunciativa, porque como el derecho penal de au- ción romana estaba muy decadente y con la nueva emergencia
tor sólo se ocupa de signos de una inferioridad, su catálogo que- renació copiando el modelo de la inquisición española (que era
da siempre abierto. En el Malleus éste es tan amplio que no que- una policia del rey sumamente eficaz, completamente separada
da ninguna conducta que no sea sospechosa. de la romana). Una nueva corporación era la empresaria moral de
la nueva emergencia. En el siglo XVI hubo una obra muy valiente
El proceso A semejante teoría del autor (o del delito) debe seguir un pro- 5 del médico Johannes Wier (o Weier) (1516-1588), publicada en
inquisitorial
ceso que no requiere acusador y menos defensor, sino únicamen- Basilea en 1563 y traducida al francés en 1570, que sostenía que
te un tribunal que investigue. La tortura es interpretada de modo las brujas eran enfermas; puede consicle,ai-se el intento pionero
que el procesado no tenga escapatoria: si la bruja admitía sus de la cmpomción médica por apoderarse de la cuestión penal, ob-
actos, igualmente había que torturarla para que delatase a sus jetivo que recién logrará con el positivismo 'del siglo XlX. Pero las
cómplices; como su declaración configuraba prueba contra éstos, críticas más severas arreciaron desde el campo jesuita. con Adam
la reproducción de procesos era geométrica. Si pese a la tortura Tanner (1572-1632) en su 'fl1eologia scolastica y Paul Laymann
no confesaba, eso probaba que tenía pacto con el maligno y por (157 4-1635) en su 'fl1eologia moralis. De cualquier manera. era
ello resistía el dolor. La bruja debía identificar a sus enemigos dificil y peligroso hacer estas críticas, pues no pocos inquisidores
mortales con anterioridad al juicio, de modo que cualquier testigo consideraron que había que quemar a Tanner. Pero el espacio de
que no hubiese sido mencionado oportunamente no podía luego critica se iba abriendo como resultado de la sustitución de emer-
ser objetado. Es una constante que un poder punitivo que identi- gencias y de la consiguiente lucha de corporaciones (dominicos y
fica signos, opere con amplísima libertad para buscarlos y que, jesuitas).
en la medida en que más signos encuentre, mayor pena (remedio)
2 El primer libro enteramente dedicado a la critica del Malleus La Cautio
imponga. Entre las mujeres, las más peligrosas eran las viejas criminalis
y de la práctica inquisitorial fue publicado en 1631 con el título de
odiadas por los vecinos, las adúlteras, las fornicadoras y las con-
Cautio criminalis, escrito por Friedrich Spee von Langenfeld (1591-
cubinas. Trataba con ellas de construir un enorme tipo de autor
1635). Si bien la combustión de brujas había decaído en la inqui-
(estereotipo), seleccionar a cualquiera sin que tuviese ningún de-
sición romana, se llevaba a cabo con ensañamiento en la región
recho de defensa. lo que constituye la ambición última de todo
germana centroeuropea. Spee era un jesuita que fue nombrado
ideólogo del estado de policía. De este modo expresa las constan-
confesor de las brujas condenadas a la combustión por inquisidores
tes de cualquier teoría de defensa social ilimitada. alemanes, y la vivencia de esas atrocidades le indignaron y le
decidieron a escribir este libro, que inaugura la estructura del
discurso penal critico.

§ 64. La fundación de la estructura discursiva crítica El libro le trajo problemas incluso dentro su propia orden,
del poder punitivo: la Cautio criminalis pero finalmente fue reivindicado y permaneció en ella hasta su
muerte. producida por haberse contagiado atendiendo enfermos
durante una epidemia. Si bien el libro era funcional a los intere-
El espacio para La crítica al Malleus y a la combustión de mujeres se fue ex- 1 ses de la nueva emergencia, que quería acabar con la anterior, las
la critica: la líneas no estaban aún del todo claras y, además, la critica de Spee
tendiendo en la medida en que la emergencia de las brujas y el
sustitución de
diablo se reemplazaba por otra; la disidencia tomó cuerpo en va- era muy dura y susceptible de extenderse a otros aspectos del
emergencias
poder punitivo, lo que revela un alto grado de valentía y una sin-
206 GENEALOGÍA DEL PENSAJ\1IENTO PENAL
EL SURGIMIENTO DE LA. POLICÍA, LA. PRISIÓN Y EL CONTRACTUALISMO 207

cera indignación, teniendo en cuenta la fácil combustión de su


La obra de Spee parece haber tenido un gran peso sobre
tiempo.
Thomasius. Además, en la Cautio criminalis puede encontrarse la
Las características En la Cautio crimina/is se observa la estructura critica del 3 primera argumentación orgánica contra la tortura y el proceso
criticas del discurso penal con meridiana claridad. En términos estructura- inquisitorio, que desarrollarán luego los autores del iluminismo y
discurso
les, poco se ha agregado al programa originario de Spee. (a) Co- del liberalismo, o sea, el origen mismo de los límites reclamados
mienza señalando que la responsabilidad de los crimenes de la por el pensamiento penal liberal.
inquisición coITespondía en primer lugar al prejuicio y a la igno-
Spee invoca en forma obsesiva la razón, y si bien lo hace des-
rancia, o sea, a la e.\.plotación de una opinión pública Jalsamente
de una perspectiva escolástica, no es menos cierio que en el cam-
injormada. (b) Considera insensatas las creencias en los poderes
po estrictarnente penal las garantías surgen porque había que
de las brujas y del diablo, y falsa la extensión del fenómeno. Ex-
detener un poder formidable, y la primera critica orgánica se for-
plica la pretendida extensión como resultado de considerar prue-
mula en esta obra, cuyo autor no fue un doctrinario, sino un par·-
ba de cargo la mención que de la acusada hiciese otra obligada a
ticipante indignado y valiente.
dar algún nombre por el dolor de la tortura. (c) Cita a los teólogos
jesuitas que se le habían adelantado en sus obras generales a
mostrar la crueldad de la tortura y la condena de inocentes. (d)
Pone de manifiesto la pobreza y vulnerabilidad de las victimas de
§ 65. El surgimiento de la policía, la prisión y el contractualismo
la inquisición y su impotencia frente a ese ejercicio de poder pu-
nitivo arbitrario e irracional. Afirma que si por medios violentos
los políticos (principes) pretenden erradicar todo el mal, sólo con- Las clases
1 El poder planetario comenzó con la revolución mercantil (si-
seguirán convertir sus tierras en un desierto. (e) No admite la peligrosas
glo XV) que, con el colonialismo, posibilitó materias primas y y la policía
inmunidad de los inquisidores, a los que considera responsables
medios de pago (oro y plata), que fueron indispensables para la
de pecados gravisimos. (f) Señala el brutal grado de crueldad de
Revolución Industrial (siglo XVIII). Como consecuencia de la revo-
las torturas de la inquisición y la imposibilidad de resistir el do-
lución industrial se produjo la pérdida de poder de la nobleza y el
lor, que lleva a confesar cualquier cosa y a nombrar a cualquier
ascenso de los industriales.
persona. (g) Demuestra que el poder punitivo de la inquisición, en
definitiva, servia para fortalecer a los autores de discursos oficia- En Europa la quiebra de la relación de servicio/protección
les de la Iglesia (doctrinarios de ese tiempo) y para proveer de entre siervos y nobles y la racionalización de la producción agri-
chivos expiatorios a los principes, que de ese modo podían atribuir cola y ganadera empujó a las ciudades a grandes masas campesi-
todos los males al diablo y a las brujas y eximirse de toda respon- nas empobrecidas, que no podían insertarse laboralmente por su
sabilidad (tres siglos más tarde, los positivistas atribuirán todo a la baja productividad y por la escasez de capital. La oferta de trabajo
biología). (h) Pero lo fundamental, es que Spee puso de manifiesto superaba la demanda y el capital se acumulaba con atraso res-
la com.1.pción de ese poder inquisitorial, revelando que los partici- pecto a la concentración de población. Este descompás creó un
pantes cobraban por bruja quemada y, además, puerta a puerta nuevo problema: apareció la marginalidad urbana como clase
solicitaban contribuciones voluntarias para la inquisición y sus fun- peligrosa, obligada a convivir en el estrecho espacio geográfico
cionarios, extorsión que hoy se denomina venta de protección. urbano.
El origen de los La obra de Spee no tuvo efecto inmediato, pero las ejecucio- 4 Contra ella no fue efectivo el poder punitivo ejemplarizante y
limites liberales
nes por brujería fueron disminuyendo y el golpe de gracia se puso de manifiesto el escasisimo poder negativo del sistema
discursivo más fuerte lo recibirá de Christian Thomasius en 1701, penal, inaugurándose así un periodo de esplendor en la explota-
que en su famosa tesis (Sobre los procesos a brujas) destruye prác- ción de su formidable poder positivo o configurador (de vigilan-
ticamente al Malleus, que desde entonces deja de ser citado. cia), con la creación de las policías, inspiradas básicamente en la
208 GENEALOGL.\ DEL PENSAMIEN'TO PENAL EL SURGIMIENTO DE L.\ POLICÍA, L.\ PRJSIÓN Y EL CONTR.\CTUAL!Sl\10 20'.J

policía borbónica (verticalista, militartzada, centralizada). pues el 4 La idea del contrato social fue el paradigma de la disputa po- El derecho penal
modelo nortearnertcano de policía (descentralizada, municipal, con lítica en el espacio abierto por la revolución industrial. En el campo deja el derecho
administrativo
funcionarios electos) no serviría para esos fines. penal. en tanto que el paradigma organicista había pedido pres- y se vuelca hacia
tado su discurso de legitimación a la coacción directa policial o ad- el derecho civil
Las policías comenzaron a cumplir su cometido enfrentando
ministrativa. el paradigma del contrato se inclinó por pedirlo a la
a las clases peligrosas (que vivían de pequeños delitos) -con las
coacción reparadora (obligación civil que tiene por fuente el contra-
que eventualmente se simbiotizaban- y a los disidentes políticos
to}, en función de una retribución cuya mayor dificultad consistía
(sindicalistas, socialistas y anarquistas).
en que no se imponía en favor de la víctima.
La prisión como Este proceso -que se desarrolló desde la segunda mitad del 2
El sujeto debía reparar (pagar) el daño causado con su viola-
pena única siglo XV1II hasta las postrtmerías del siglo XIX- consagró la prt-
ción al contrato social y, para ello, se le embargaba cierta canti-
sión casi como única pena. Las personas molestas no podían ser dad de trabajo que podía ofrecer en un hipotético mercado labo-
eliminadas por medio de la pena de muerte (no cometían hechos ral, lo que explicá. la reducción de todas las penas a tiempo de
muy graves), las pestes se reducían, la población aumentaba, las privación de libertad.
posibilidades de deportación se limitaban con la pérdida de colo-
nias o con el enrtquecimiento de sus habitantes. 5 Pero dentro del nuevo paradigma contractualista las opinio- Las divisiones
nes se dividieron. En principio. hubo quienes apelaron al contrato dentro del
En este marco se generalizó el uso de la prtsión y del manico- contractualismo
para rechazar toda salida revolucionaria y quienes lo hicieron para
mio, como instituciones fiscales o de secuestro. La prtsión urbana justificarla.
consiguió una convivencia forzada de guardias y presos, con un
acuerdo respetuoso de jerarquías, pero fue causa de alta mortali- (a) La prtmera posición corresponde a quienes consideraron
dad y morbilidad; se llenó de presos preventivos, reforzó su efecto que el estado anterior al contrato social (estado naturaO era de
reproductor y consagró el comercio interno de tóxicos como fuen- guerra y no había derechos, por lo cual éstos son creados por el
te de recursos (en el siglo XIX de tabaco y alcohol). contrato. Su exponente inglés fue Thornas Hobbes (1588-1679) y
puede señalarse a Immanuel Kant (1724-1804) como su conti-
El paradigma El poder punitivo casi ilimitado de los príncipes se explicaba 3 nuador alemán.
del organismo mediante una idea de la sociedad como organismo, que lo ejercía
y el del contrato (b) La segunda la sostuvieron quienes afirmaban que el esta-
en forma natural, así como una función biológica. Nadie discute
las funciones del estómago, por ejemplo, porque Dios nos hizo con do previo al contrato era de paz y de ejercicio natural de los dere-
estómago; igualmente divino era el poder punitivo de los prínci- chos, celebrándose el contrato sólo para reasegurar su ejercicio.
pes, que recibían esa potestad de Dios, que había creado la socie- Es la vertiente liberal del teórtco del parlamentarismo inglés de
dad como un organismo con esas funciones y a cuya cabeza los John Locke (1632-1704), seguido cercanamente por P. A. R. von
Feuerbach (1775-1833) en Alemania.
había puesto.

Pero la clase industrtal en ascenso necesitaba limitar el po- (c) Pero también hubo dentro del contractualismo quien sos-
tuvo que el contrato se había desvirtuado, destruyendo la primiti-
der de la nobleza para controlarla y luego desplazarla. Para ello se
va igualdad, por lo cual se hacía necesarto concertar un nuevo
valió de la idea de sociedad como contrato. A un modelo social
contrato sobre base igualitaria. Tal fue la tesis de Jean Paul-Marat.
natural (organicista) le opuso un modelo artificial (contractualista)
y. por ende, eminentemente modificable. El paradigma del orga- (d) Por último, no faltar·on quienes, observando que el contra-
nismo fue reemplazado por el del contrato, de modo que todos to no había servido para garantizar los derechos antertores al mis-
necesitaron discutir en el marco de ese nuevo paradigma, incluso mo (William Godwin) o que no había servido para superar la gue-
los defensores del absolutismo, pero también los del socialismo y rra (Max Stirner). negaban la conveniencia de un nuevo contrato
del anarquismo. igualitarto y proponían su cancelación anarquista.
210 GENEALOGÍA DEL PENSAMIENTO PENAL
EL CONfRACrüALISMO PENAL LIBERAL: FEUERBACH 211

En sintesis, el contractualismo fue un paradigma en el que 3 Para Kant el estado debia retribuir talionalmente (ojo por ojo La pena es
y diente por diente) para que no quebrara el contrato social y indispensable
transitaron corrientes políticamente muy diferentes: para defender
volver al estado de naturaleza (guerra). Por ende, es falso que la al estado social
(a) el despotismo ilustrado con Hobbes y Kant; teoría de la pena de Kant sea absoluta porque no persiga ninguna
(b) el liberalismo con Locke y Feuerbach; finalidad, porque para Kant la ley penal no es menos dejensísta
social que para los restantes contractualistas: la pena es un deber
(c) el socialismo con Marat; y
del estado civil, al punto de que debe imponerse siempre que se
(d) el anarquismo con Godwin y Stimer. comete un delito; si se resolviese rescindir el pacto, antes de ha-
cerlo debería imponerse la pena al último de los delincuentes,
porque de lo contrario el pacto no se rescindiría, sino que se que-
brantaría por incumplimiento.
§ 66. El contractualisrno penal del despotismo ilustrado: Kant
4 El estado de naturaleza de Kant era muy cercano al de Hobbes: No admitía la
en el estado de naturaleza no había paz, sino que, más bien, era resistencia
a la opresión
La cuestión El debate inglés entre Hobbes (antes del contrato era la gue- 1 un estado de guerra, es decir, de permanente hostilidad. Como
de la razón rra de todos contra todos y no habia derechos para nadie) y Locke consecuencia de esta idea, al igual que Hobbes, no admitía el de-
(antes del contrato había derechos y éste sólo los asegura) pasó al recho de resistencia a la opresión (el derecho a la revolución). La
continente en el siglo XVIII, al que se conoce como siglo de las teoría kantiana de la pena, lejos de ser una teoría absoluta por-
luces o de la ilustración, pero también de la razón. Como el pensa- que ésta sea un fin en sí misma, es la más radical de las teorías de
miento de la revolución industrial confiaba tanto en la razón, era la defensa sociat pues la venganza taliona! es directamente con-
lógico que su momento teórico más alto fuese una profunda re- dición del estado civil, fuera del cual el humano no era respetado
flexión sobre la razón misma. Este punto culminante lo alcanzó como fin en sí mismo.
con Immanuel Kant, cuyas obras fundamentales se llamaron jus-
5 Esta condición era apriorística, o sea que no admitía nin- Kant no aceptaba
tamente criticas (de la razón pura y de la razón práctica), o sea,
investigaciones.
guna prueba empírica en contrario, porque se deducía de que ningún argumento
empírico
justamente para eso se constituyó el estado civil, contra el que
La pena es inmoral Kant partió de la regla de que el humano debía ser considera- 2 no reconocía ningún derecho de resistencia. Pese a que suele
si usa a un ser do como un fin en sí mismo y que su utilización como medio es
humano como
señalarse a Kant como el garante del derecho penal liberal, es
medio contraria a la moral (imperativo categórico), pero cuando abordó la mucho más cercano al despotismo ilustrado, que pretendía in-
cuestión de la pena se halló frente a un problema: la pena, en la troducir las reformas dentro del absolutismo y por autoridad
medida en que quiera tener algún fin que la trascienda, es inmo- de los déspotas (todo por el pueblo, todo para el pueblo, pero sin
ral, porque usa a un humano como medio, incluso en el caso en el pueblo).
que lo sea para su propio mejoramiento. Kant creyó resolver esta
contradicción asignándole a la pena el carácter de un medio que
garantiza el propio imperativo categórico: dedujo que sin la pena
cae directamente la garantía del humano como fin en sí mismo. § 67. El contractualisrno penal liberal: Feuerbach
Kant no sólo se enfrentaba al problema de legitimar la pena
sin usar al ser humano como medio, sino también a la necesidad
de poner un límite o medida a la pena. Este límite lo establecía 1 El seguidor de la línea de Locke en Alemania y, por ende, más Derechos
merecidamente garante del liberalismo penal, fue el filósofo y pe- anteriores al
con el talión (la misma cantidad de dolor), lo que, por otra parte, contrato
era una obsesión de su tiempo (Bentham proyectó una máquina nalista Johann Paul Anselm Ritter van Feuerbach ( 1 775-1833), para
de azotar y los franceses, la guillotina).
212 GENEALOGÍA DEL PENSAM!El'i"W PENAL EL CONTfü\CTUALISi\10 PENAL SOCIALISTA: MARJ\r 213

quien, cualquiera sea la situación ex- 4 La contribución de Feuerbach al derecho penal liberal con- El aporte
de Feuerbach
terna en que un humano se encuen- sistió, precisamente, en la profundización de la distinción entre
tre, ante la razón sigue siendo libre. moral y derecho, que inaugurara Christian 'Ihomasius, y en el per-
Por ello, en la obra en que se separaba feccionamiento de la imagen antropológica en el saber penal. Dada
de Kant y de Hobbes (precisamente lla- la diferencia entre moral y derecho, la pena podía tener un fin
madaAnti-Hobbes, 1797), sostenía que práctico, sin que obstase a esto el imperativo categórico. Por eso
el humano no sólo tiene derechos que construyó su teoría de la pena como coacción psicológica, que es
existen antes de todo contrato, sino la menos feliz y la más divulgada de sus tesis, lo que ha ocultado
que también, mediante su razón, pue- durante muchos años la profundidad y el alto nivel de pensa-
de saber cuáles son los derechos que miento de este autor, especialmente en el mundo penal de lengua
la condición natural no le garantiza, neolatina.
J.P.A. Ritter von Feuerbach pero en su esencia tampoco los afec-
ta.
Razón práctica Kant había distinguido nítidamente entre la razón pura o teó- 2
moral y razón § 68. El contractualismo penal socialista: Marat
rica, que no alcanzaba las cosas en sí, porque todo estaba dado al
práctica
jurídica ser humano en tiempo y espacio, y la razón práctica o de la acción
(ética), siendo esta última la que le permitía conocer el deber mo-
1 El contractualismo fue el paradigma que sirvió a la clase in- El contractualis-
ral (la acción que respondía a un imperativo categórico o no con- mo no es un puro
dicionado, porque la conciencia muestra que eso es lo debido, sin dustrial en el momento de su lucha a~cendente contra la nobleza instrumento
consideración de conveniencia). Dentro de esta razón práctica, hegemónica, pero dentro de ese espa- ideológico de la
cio no siempre se pensó a la medida clase industrial
Feuerbach distinguió entre la razón práctica moral (que permite
reconocer el deber moral) y la razón práctica jurídica (que permite de esos intereses, por lo que también
reconocer el ámbito de derechos, o sea, el espacio inalienable en mostró su potencial peligroso para
el que se pueden incluso realizar acciones no morales). ellos. Uno de esos caminos no coinci-
dentes con los de la clase industrial
Consecuencias Por ende, el humano, mediante su razón, puede reconocer 3 fue el transitado por el revolucionario
de su diferencia cuál es su deber moral, pero también puede reconocer cuál es el francés Jean-Paul Marat (1743-1793)
con Kant
limite de su derecho a actuar de modo diferente a ese deber, con quien, pese a no ser jurista (era médi-
lo que marca mejor la diferencia entre la moral y el derecho. co), en su tiempo de exilio presentó un
Plan de legislación criminal para un
En síntesis, la diferencia entre ambos sería la siguiente:
concurso abierto en Suiza en 1779,
Jean-Paul Marat
(a) Para Kant, cuando mi conciencia práctica moral me indica que no agradó aljurado.
que debo prestarle dinero a un amigo a quien debo favores y lo
2 En su Plan, Marat formulaba una crítica revolucionaria y so- La crítica
necesita, debo hacerlo, pero si para que no me moleste le suelto socialista al
cialista al talión kantiano, pese a admitir que la pena más justa talión kantiano
los perros que lo muerden, como mi conducta lesiona el imperati-
era la taliona!. Admitía la tesis contractualista afirmando que los
vo categórico. el estado me muerde por haberlo hecho.
hombres se reunieron en sociedad para garantizarse su derecho,
(b) En lugar, para Feuerbach, si bien mi conciencia práctica pero observaba que a través de las generaciones, la falta de todo
moral me indica que debo prestarle el dinero, mi concienca prác- freno al aumento de las fortunas hizo que unos se enriqueciesen a
tica jurídica me indica que tengo derecho a no hacerlo, pero tam- costa de los otros y que un pequeño número de familias acumula-
bién que no tengo derecho a soltarle los perros y lesionarlo. se la riqueza, al tiempo que una enorme masa fue quedando en la
.
214 GENEALOGÍA DEL PENSAMIENTO PENAL Los PENALISTAS DEL COl\TRACrLJALISMO 215

indigencia, viviendo en tierra ocupada por los otros y sin poder 3 Entre los segundos: -(b)- hubo quienes, verificando que el No evitó
adueñarse de nada. la guerra
contrato no lograba la superación de la guerra, glorificaron ésta
Se preguntaba si en tal situación, los individuos que sólo ob- en la firme creencia de que llevaria a un estado final de equilibrio.
tenían desventajas de la sociedad estaban obligados a respetar Esta fue la tesis anarquista del alemán Johann Caspar Schmidt.
quien escribió con el pseudónimo de Max Stimer (1806-1856) y
las leyes, y respondía negativamente: No, sin género de duda; si la
sociedad los ,mandona vuelven al estado natural y cuando recla-
publicó en 1843 su libro Der Einzige (El único).
man por la fuerza derechos de que no pudieron prescindir sino
para proporcionarse mayores ventajas, toda autoridad que se opon-
ga a ello es tiránica, y eljuez que los condene a muerte no es más
§ 70. Los penalistas del contractualismo
que un vil asesino.

1 Los penalistas del contractualismo se movieron entre la nece- Entre limitación


y legitimación
sidad contradictoria de legitimar y de limitar el poder punitivo.
§ 69. El contractualismo penal anarquista: Godwin y Stirner del poder punitivo
Pero no fueron sólo los penalistas quienes se ocuparon de la cues-
tión penal en tiempos modernos, sino todos los que pensaron la
política desde la filosofía. lo que demuestra que no la considera-
El contrato Pero la experiencia histórica demostraba que, pese al contra- 1
no sirvió ron una cuestión central del poder político, lo que contrasta mu-
to social, en la realidad: (a) para quienes creían en los derechos
para nada cho con los científicos políticos del siglo XX, que minimizaron el
naturales anteriores al contrato (siguiendo a Locke y a Feuerbach),
tema hasta dejarlo oculto, al tiempo que los penalistas opacaban
éstos no se habían garantizado mucho con el estado social creado
también la dimensión política fundante de sus planteamientos.
por el contrato; (b) por otra parte, para quienes creían en el estado
de guerra como estado de naturaleza (siguiendo a Hobbes y a Los autores iluministas y liberales que dominaron el discur-
Kant), tampoco parecía que éste se hubiese superado demasiado so durante todo el tiempo de ascenso de las clases industriales y
por el contrato. comerciantes. (a) representaron un momento de auténtico pensa-
miento en el saber penal y su aporte, es decir, (b) la versión
No aseguró Entre los primeros: -(a)- hubo quien pensó que el poder poli- 2
los derechos fundacional del derecho penal liberal. les garantizó un lugar de
tico no facilitaba sino que dificultaba el respeto a estos derechos e
preferencia en la historia. (c) Pero el lastre de su pensamiento lo
impedía su reconocimiento racional. Esta fue la tesis anarquista
constituye su teoría de la defensa social: la pena era para ellos
racionalista de William Godwin (1756-1836), expuesta principal-
necesaria por efecto mismo del contrato. Esta supuesta necesi-
mente en su obra Enquiry conceming Political Justice (1793): si
dad establecida por vía del idealismo deductivo, pasó por alto la
existen derechos naturales, éstos no pueden realizarse en una
selectividad estructural. lo que desbarata el aspecto legitimante
sociedad artificial, sino en una natural, en que la educación per-
de su discurso y pone los gérmenes de su propia destrucción.
mita a cada hombre reconocer esos derechos mediante el recurso
a su razón. El anarquismo de Godwin es una suerte de 2 Hubo dos momentos dentro del penalismo racionalista: (a) El momento
político y el
deslegitimación del pacto de Locke y de Feuerbach. Por el camino uno político-criminal y (b) otro propiamente penal. En tanto que juridico-penal
de un racionalismo jusnaturalista transitó también Bakunin: La el primero enunció los principios liberales, el segundo los incor-
libertad del hombre consiste en que obedezca únicamente a las le- poró al derecho penal, usando la sistemática constructiva de los
yes naturales, que él mismo reconoció tales, y no porque le fueran prácticos.
exteriormente impuestas por una voluntad extraña, humana o divi-
El autor más conocido del periodo político-criminal fue Cesare
na, colectiva o individual cualesquiera.
Bonesana. marqués de Beccaria (1738-1794), a quien todos toma-
216 GENEALOGLA. DEL PENSA,\llENTO PENAL Los PENALISL\S DEL COi\TRACTUALISMO

ron como referencia para coincidir o (a) En España fue Manuel de


polemizar. Su obra, De los delitos y de Lardizábal y Uribe (1739-1820), quien
las penas (1764), es un producto de había nacido en México, por lo que bien
juventud que tiene mucho más de dis- puede ser considerado el primer pena-
curso político que de estudio juridico lista de la América española, aunque
o científico, pero fue un libro suma- también lo reivindica como propio el
mente oportuno y sus resultados fue- País Vasco. Fue hombre de la ilustra-
ron extraordinariamente positivos. Su ción y su mejor obra, el Discurso so-
pensamiento pertenece más a la ver- bre las penas ( 1782) responde a esta
tiente revolucionaria que al despotis- corriente. Su formación jurídica era
mo ilustrado. La primera edición del superior a la de Beccaria y su erudi-
Marqués de Beccaria libro fue anónima y Beccaria no volvió ción se manifestó en la presentación Manuel de Lardizábal y
de la edición del Fuero Juzgo de la Real Uribe
a ocuparse de la cuestión penal, sino
de ternas económicos y técnico-financieros. pasando el resto de Academia.
sus días en cargos burocráticos. (b) En Portugal fue Pascual José de Mello Freire dos Reís (1738-
Su pensamiento fue cercano a Rousseau en cuanto al 1798), catedrático de Coimbra desde 1781. Su obra científica con-
contractualisrno y de ello derivaba la necesidad de legalidad del siste en una trilogía: una historia del derecho portugués, unas
delito y de la pena. Consideraba que las penas debían ser propor- instituciones de derecho civil y sus Institutiones Juris Criminalis
cionales al daño social causado y rechazaba duramente la cruel- Lusitani (1789). En 1792 recibió el encargo de proyectar dos códi-
dad inusitada de éstas y de la tortura, que era el medio de prueba gos, uno de derecho público y otro criminal. Su posición, cercana
más usual. Sostenia que debía abolirse la pena de muerte, basa- a la de Beccaria y Filangieri, le acarreó la enemistad de los reviso-
do en que nadie habia cedido en el contrato el derecho a la vida, lo res de sus proyectos y de los censores de sus obras. Su proyecto
que le criticó Kant. Su obra fue rápidamente traducida a varias era extraordinariamente avanzado en relación con la atrasadísirna
lenguas e influyó en todas las reformas penales de los déspotas legislación portuguesa a la sazón vigente (las Ordenac;;oes Filipi-
nas).
ilustrados de su tiempo. El impulso difusor más importante se lo
proporcionó Voltaire, quien le dedicó un importante comentario 4 Mención aparte merece el napoli- Filangieri, Pagano.
consagratorio en Francia. Voltaire -hombre del iluminismo- ha- Romagnosi.
tano Gaetano Filangieri (1752-1788), Hommel
bia asumido la defensa post mortem de un protestante francés suya Scienza della Legislazione reci-
--Juan Calas- acusado de asesinar a su hijo por querer convertir- bió una marcada influencia de Locke
se al catolicismo y condenado al suplicio de la rueda. Dos años y de Beccaria e inspiró a legisladores
después de la ejecución de Calas, Voltaire obtuvo la declaración y proyectistas españoles y portugueses
judicial de su inocencia, con el consiguiente escándalo. En ese y, por ende, a la primera codificación
momento llegó a Francia la obra de Beccaria, y Voltaire no perdió penal latinoamericana. Cabe recordar
la ocasión de difundirla. Como resultado de esta prédica fueron también a otro napolitano, Francesco
desapareciendo las penas atroces de la legislación, al menos for- Mario Pagano ( 17 48-1799), que inten-
malmente. tó la construcción de un sistema, es-
pecialmente en sus Principios del
El iluminismo Si bien el liberalismo fue dernonizado en España y en Portu- 3
penal en la Penín- Código Penal. publicados póstuma-
gal, también hubo en estos países equivalentes de Beccaria. Francesco Mario Pagano
sula Ibérica mente en 1803.
218 GENEALOGÍA DEL PENSAivllENTO PENAL
Los PENALISTAS DEL CONTRACTUALISMO 219

Siempre en Italia. no puede omi-


1832) propuso directamente el reemplazo de delito y pena por
tirse la Génesis del derecho penal de
ofensa y defensa. Su sistema debía derivarlo de la razón porque
Giandomeníco Romagnosí (1761-1835),
la anarquía legislativa italiana y la falta de una constitución o
en que por vez primera se hace expre-
código político garantizador al estilo norteamericano, le obligaban
sa la tesis de la defensa social, soste-
a buscar los límites en la supralegalidad. Desde esta premisa
niendo que la sociedad es un ente di-
deductiva construyó un sistema del derecho penal, erigiéndose
ferente a la suma de sus miembros.
de ese modo en el puente necesario para incorporar al discurso del
En lengua alemana cabe recordar derecho penal los principios liberales expuestos en los trabajos de
también al traductor alemán de política criminal o de critica, como el de Beccaría. Logró vestir con
Beccaria, Karl F'erdinand Hommel técnica dogmática tomada de los prácticos los principios liberales
(1722-1781). quien expuso una inte- y, de ese modo, volverlos útiles para los jueces, objetivo al que
Giandomenico Romagnosi
resante concepción liberal contractua- contribuía su activo ejercicio de la abogacía.
lista basada en el determinismo. En
Francesco Carrara (1805-1888)
Austria no puede omitirse a Josef van Sonnenjels (1733-1817),
fue desde 1848 profesor en Lucca, su
quien impulsó la abolición de la tortura y las refonnas legislativas
ciudad natal, hasta que en 1859 pasó
de principios del siglo XIX.
a la cátedra de Pisa. Siguió ideológica-
Servan, Rossi, En Francia puede decirse que Michel de Servan (1739-1807) 5 mente a Carmignani, enriqueciendo y
Livingstone fue el teórico francés del despotismo ilustrado. Tambien Pellegríno ampliando la construcción de un sis-
Rossi (1787-1848). quien desde el eclecticismo historicista no se tema mucho más desarrollado, que
apartó de la huella liberal generalizada. En la misma corriente expone en su monumental Programrna
puede considerarse al norteamericano Edward Livingstone (1764- del Corso di Diritto Criminale, cuya
1836). quien comenzó su proyecto de legislación par-a Lousiana publicación inició al ocupar la cátedra
siguiendo cercanamente a Bentham, pero que luego dio un mar- de Pisa. Con Carrara la construcción
cado giro al racionalismo. del sistema alcanzó un elevado nivel
Francesco Carrara
técnico, al punto de señalársele en esta
El momento En el segundo momento, las ideas de los anteriores cobraron 6
jurídico: vertiente como la cumbre del derecho penal liberal en su versión
vida jurídica en exposiciones sistemáticas del derecho penal, que
Feuerbach en fundacional. Al extinguirse la vida de Canara ya aparecían los
Alemania y la reconstruyeron el discurso usando la
signos de la decadencia del pensamiento en el derecho penal, es
Escuela Toscana técnica de los prácticos pero con el
en Italia decir, que se había puesto en marcha el franco proceso de demoli-
objetivo político liberal. En lengua ale-
ción de la construcción liberal. Canara no tuvo tiempo de discutir
mana esta tarea la asumió Feuerbach.
directamente con los positivistas, pero lo hizo con los románticos
En Italia floreció la Escuela Toscana.
del idealismo alemán (Roder), intuyendo claramente por dónde
cuyo primer expositor fue Gíovanni
venía el peligro.
Carmígnani (1768-1847), con sus Ele-
mentos de Derecho Criminal. Su prin-
cipal caracteristca era la deducción del
derecho penal de la razón. llegando a
una concepción preventiva de la pena
y. en otra obra posterior (Teoría de las
Gíovanni Carmignani leyes de la seguridad social de 1831- ,
CAPÍTULO 8
La decadencia del pensamiento

§ 71. Los pasos en el proceso de caída del impulso pensante

1 La clase industrial puso limites al poder punitivo durante su La clase


industrial cambia
ascenso como dirección de la sociedad, pero cuando en el siglo su reclamo
XIX logró la hegemonía, al igual que todas, quiso borrar todo limi- cuando llega
te al poder punitivo. Lo que le había sido útil para ascender le al poder

molestaba cuando había llegado al poder. Como consecuencia, el


contenido pensante de los discursos juridicos fue empobrecién-
dose.

La nueva clase en el poder necesitaba legitimar discursiva-


mente un poder punitivo sin límites para ejercer el control disci-
plinante de la creciente población urbana, impedir sus acuerdos
y hacerla trabajar por salarios insignificantes. Esto requeria que
los jueces manejasen un derecho penal policial y vigilante, que se
fue generando a lo largo de un proceso de deterioro pensante.

2 El dogma de la defensa social, sostenido por el derecho penal La colonia


como gran prisión
liberal tanto para limitar como para legitimar el poder punitivo,
o la prisión como
era una racionalización con fuerte pulsión a la quiebra de toda pequeña colonia
barrera.

Comenzó la decadencia del pensamiento en el discurso politi-


co y penal con la identificación del viejo estado de naturaleza
precontractual con el salvajismo o con la barbarie de los coloniza-
dos en la periferia y de los asalariados en los propios países euro-
peos. Los autores contractualistas prepararon la transición ubi-
cando en América a los humanos en estado de naturaleza
precontractual. Unos pusieron aquí un paraíso bucólico y otros
EL f:!EGELIANISMO PENAL 223
222 LA DECADENCIA DEL PENSAMIENI'O

4 Hasta aquí el debate conservaba cierto nivel pensante, pese La culminación


una guerra salvaje, pero en cualquier caso un estado de inferiori- del deterioro
a su tendencia decadente. El paso sucesivo fue la abierta apela-
dad; en la versión bucólica (Locke) era un paraiso del hombre
ción a un discurso reduccionista biologista, jerarquizante de
puro, pero en estado natural, o sea, sin capacidad de pecado, no
seres humanos, racista, o sea, un verdadero apartheid converti-
libre y, por ende, incapaz de moralidad; en la versión salvaje
do en discurso jurídico-penal, por obra de la alianza de una cor-
(Hobbes), la guerra de todos contra todos revelaba inferioridad
poración nueva sin discurso (la policía) y una corporación vieja
~especto de una coexistencia que se consideraba a sí misma como sin poder (médicos). Los médicos ofrecieron su discurso a las
pacífica. policías y éstas pasaron a comandar el sistema penal con la nueva
Casi insensiblemente se pasó a considé:rar al delincuente como bandera del positivismo penal y criminológico. El derecho penal
un ser regresivo, atávico, o sea, un salvqje nacido en medio de una retomó la estructura discursiva inquisitorial y la pena volvió a
civilización superior, que tiende a desordenarla. Las revoluciones administrativizarse, como coerción directa destinada a detener
políticas europeas de 1789, 1830, 1848 pero fundamentalmente la amenaza de la degeneración de la raza. Este discurso era fun-
la Comuna de París (1871) dieron la nota que faltaba, con las cional a las dos exigencias básicas del poder planetario surgido
masas consideradas primitivas y semejantes a los colonizados que de la Revolución Industrial: (a) en los países que se iban
se revelaban. industrializando (centro y norte de Europa) para contener a las
masas miserables que se concentraban en las ciudades y
En definitiva, la prisión para esos salvajes que emergían en disciplinarlas para el trabajo; (b) en los paises periféricos para
los países civilizados no tenía un fundamento muy diferente del sostener la producción de materias primas y medios de pago y
legitimante del neocolonialismo, cuyo punto culminante fue el unas elites dirigentes (oligarquías) que cumpliesen las condi-
arbitrario reparto de África. Dicho más claramente: la colonia era ciones de los países importadores de esos insumos.
una gigantesca institución total (campo de concentración}, de di-
mensiones descomunales, cuya pequeña réplica en los paíse.s cen-
trales era la prisión.

El camino En definitiva, se clasificó a los seres humanos en civilizados y 3 § 72. El hegelianismo penal
del deterioro salvajes. Los civilizados eran los de la clase hegemónica y sus
del pensamiento
aliados, que de vez en cuando cometían delitos y en tal caso de-
bían ser penados con mesura; los salvajes debían ser contenidos 1 Para clasiflcar a los humanos era necesario definir un ser Clasificación
delos
para mantenerlos a raya, es decir que el talión penal sólo se reser- humano modelo o civilizado como opuesto a los salvajes inferiores.
seres humanos
varía para los civilizados, en tanto que los salvajes quedaban fuera Este modelo era el ciudadano de la clase industrial de los países
deljuego, debiendo ser controlados, tutelados o colonizados, pero centrales, por oposición a los asalariados y los colonizados.
no se les podía reconocer la dignidad que presupone la retribu- Los valores de esta clase social se universalizaron y la cul-
ción taliona!, porque eran incapaces de libertad. tura fue sólo la de ellos (etnocentrismo: la única cultura es la
La má.,\.ima elaboración de este racionalismo penal romántico propia y todo lo demás es inferior). Se consagró la gran distin-
fue el pensamiento de Hegel, que provocó una serie de reacciones ción entre la gente como uno (superior) y los salvajes (inferiores)
de rechazo en el campo filosófico. Entre ellas se destacaron como internos (asalariados) y externos (colonizados).
significativas para el saber penal las siguientes: (a) la abiertamente 2 En su megalomanía, este ser humano supe1ior se definió a El ser humano
irracionalista (Nietszche); (b) la que cayó en un rechazo parcial por sí mismo como un ente con potencialidades ilimitadas. El ser
superior se
vuelve ilimitado
la vía de la dialéctica materialista (Marx); y (c) la que se desplazó humano como ente limitado del racionalismo liberal o ilustrado
por el sendero romántico, pero al margen del estado (Krause). (I{ant). fue reemplazado por un ente lanzado a una carrera hacia
224 LA DECADENCIA DEL PENSA,\!IEi'ffO EL HEGELL-\N!SMO PENAL 225

lo infinito. Lafilosofia dejaba de buscar los limites humanos para conciencia de sí mismo (autoconciencia); el objetivo (antítesis), en
pasar a indagar los principios infinitos. Esta fue tarea del roman- que el humano ya libre se relaciona con otros humanos también
ticismo en sentido amplio. libres; y el del espiritu absoluto (sir,:esis), en que el espíritu de la
humanidad se eleva por sobre el mundo.
Este paso al ser humano con posibilidades infinitas lo cum-
plió G.W.F: Hegel (1770-1831), para quien lo infinito era la razón, 5 El derecho pertenece al estadio del espíritu objetivo (relación Los libres
superiores
pero no ya como una forma de conocer, sino como principio activo entre humanos libres). en tanto que al del espíritu absoluto perte- y los no libres
y configurador, o sea, como fuerza propulsora o motora. necen la religión, el arte, etc. Como consecuencia de este pensa- inferiores
miento, el humano que no había superado el estadio subjetivo no
Sean cuales fueren los méritos puramente filosóficos de Hegel. era libre y no podia actuar con relevancia jurídica, lo que permitía
lo cierto es que en el campo penal (el del control social interno) y en
clasificar a los humanos entre quienes pertenecían a la comuni-
el antropológico (el del control planetario) las tesis hegelianas se
dadjuridica o espiritual y quienes no formaban parte de ella.
manipularon con considerable habilidad.
Los que no eran libres podían ser colonizados (para ser libera-
El progreso de Para Hegel la humanidad progresa, es decir, avanza su Geist 3
dos) y no cometían delitos, porque no podían actuar con relevan-
la humanidad (espiritu) en la historia empujado por la razón. La idea del espi-
cia jurídica. Los indios, los negros, los locos y los que con su vida
ritu de la humanidad es orgánica, o sea, que toda la especie es
mostraban que no compartian los valores de la comunidad espiri-
una unidad cuyo espiritu avanza. Este avance es dialéctico, o
tual o jurídica, no eran libres (autoconscientes) y eran s¡_yetos de
sea que la razón va contraponiendo a cada tesis una antítesis, lo
tutela y no dignos de pena.
que da por resultado una síntesis (en que ambas están destrui-
das y conservadas al mismo tiempo) que, a su vez, será una 6 Para el pensamiento penal hegeliano el contrato social no Los no libres
no pueden ser
nueva tesis. abarcaba a toda la especie humana, sino sólo a la parte en que el
penados
espíritu de la humanidad se hallaba más evolucionado, por com-
El avance triádico (dialéctico) del espíritu de la humanidad en
partir la cultura de la clase hegemónica (etnocentrismo). En los
la historia, va dejando al margen del camino a todas las civiliza-
países colonizadores, quienes no daban signos de pertenecer a la
ciones consideradas inferiores: los árabes por fanáticos, decadentes comunidad juridica no merecian la dignidad de la pena retributi-
y sin limite; los judíos, cuya religión les impide alcanzar la liber-
va, lo que permite abandonar la pena propoi:·cional al delito para
tad por sumergirlos en el servicio riguroso; los latinos, que no
reincidentes y habituales, a los que destinan medidas de coerción
supieron alcanzar el espiritu de libertad germánico; etc. Otros, ni
directa indeterminada.
siquiera son alcanzado::; por la historia, como los negros, conside-
rados como apena" superiores al animal y carentes de moral; al- 7 La eticidad se concreta en Hegel en el estado racional, que es El estado racional
y el bien jurídico
gunos asiáticos .::;'.'ilo un poco más avanzados que éstos; y los lati- el único que le quita al castigo el carácter de venganza. Sólo con la único
noamericanos, que aún carecen de historia y sólo tienen futuro. confiscación de la víctima para él la pena pierde su irracionalidad
Hegel se basaba en los enciclopedistas, que pensaban que la in- y pasa a ser ética y el poder del señor (del estado racionaO es el
ferioridad americana era geográfica (continentes de formación más único que puede llevar la pena a la condición de cancelación del
reciente), habia más humedad (lo que aumentaba los animales pe- injusto y de consiguiente reafirmación del derecho. El delito, como
queños pero impedía el desarrollo de los grandes), la humedad pu- negación del derecho, es cancelado con la pena como negación del
dría todo y debilitaba a todos los animales. incluso al humano delito (la negación de la negación es la afirmación) y, por ende,
europeo. como afirmación del derecho, sólo en el estado racional.

Los estadios del El espíritu avanzaba también a través de tres estadios: el sub- 4 El bien juridico se opacó. pues el estado. como garante de la
espíritu de la jetivo (tesis). en que el humano logra la libertad porque alcanza la eticidad, quedaba como único titular de los bienes juridicos. Su
humanidad
226 LA DECADENCIA DEL PENSAi\llE/1,TO Ll\S RESPUESTAS AL HEGELIANISMO 227

idea del estado no es la de una voluntad común, sino de una cientes (no libres) son neutralizados por las medidas; en los ca-
voluntad universal, que lo coloca muy por sobre la persona, como sos dudosos, el juez decide si el sujeto es libre o no libre y, en el
intérprete único del espíritu del mundo. Por eso no impugnaba la último caso, hace que la pena sea reemplazada (vicariada) por la
pena de muerte como lo había hecho Beccaría. medida.

Pero el estado racional de Hegel es una utopía. No se trata de 8 (b) Por otro lado, los hegelianos liberales o de izquierda, afir-
El estado nacional
y el estado real un estado realizado y concreto. En verdad, Hegel fue el primer man que eso es una deformación de su pensamiento y que, en
filósofo que se planteó plenamente el problema de la modernidad, realidad, Hegel abrió la gran disputa en tomo de la construcción
o sea, el de la coexistencia racional, pero interrumpía el avance de del estado racional ético, lo que implica una transformación polí-
la razón en el estado. tica revolucionaria.

Hegel racionalizó como ninguno antes la empresa planetaria


de la civilización industrial y en su centro puso al poder punitivo,
pues veía con claridad que éste es clave para la civilización § 73. Las respuestas al hegelianismo
tecnocientífica, que requiere tener en sus manos el estado y con-
fiscar a la víctima, pero como no puede admitir su ejercicio sin
limites por el estado, la única salida la halla imaginando un esta- 1 El hegelianismo desató varias respuestas. En el campo filosó- La respuesta
do racional, lo que en realidad es un cierre utópico y no explicado fico, quizá la más importante haya sido la de F"riedrích Nietzsche de Nietzsche
del camino de la razón. (1844-1900), que fue un demoledor de ruinas filosóficas, pero la
Hegel es susceptible de muchas interpretaciones, pero al igual 9 oscuridad de muchas de sus expresiones, la aberración 'ie otras y
Hegelianismo
autoritario que los iluministas y liberales se debate en la contradicción entre no pocas tergiversaciones, dieron lugar a arbitrarias lecturas y a
y liberal una burda manipulación nazista de sus textos.
legitimar y limitar, con la particularidad de que el límite lo remite
a la utopía. Por eso los hegelianos se dividieron entre quienes: Nietzsche se dedicó a demoler el tema central de Hegel (el
(a) prefirieron la legitimación, identificando el estado racional estado y la venganza) en su obra de mayor alcance (Así habló
con el estado real (es el hegelianismo autoritario y reaccionaría); Y Za.rathustra). Tanto Hegel como Nietzsche buscaban liberarse de
la venganza, pero el primero lo hacia en su utopía de estado racio-
(b) quienes acentuaron la necesidad de modificar el estado nal y en éste interrumpía el camino de la razón al infinito; su
real. llevándolo hacia el estado racional (es el hegelianismo liberal progreso lineal fue idea común a toda la ilustración y correspon-
y el de izquierda). día a un tiempo que avanza según una idea lineal del tiempo, de
No sería correcto decir que con Hegel decae el pensamiento, 10 la que nace la prisión como pena. Nietzsche retomó el tema y
Divergencias
interpretativas ridiculizó al estado racional hegeliano, señalando que al humano
pero sin duda lo dejó al borde de un abismo.
lo esclaviza la venganza y en lo que Hegel veía la salida, él no veía
(al Por un lado, permitió racionalizar el estado con la burgue- más que una alianza de vengadores, tratando de destruir al que
sía consolidada como oligarquía, dejando fuera del contrato a las pretendiese superar la venganza, es decir a su Übermensch
clases peligrosas y a los colonizados periféricos. (superhumano).
Su traducción penal es el llamado sistema vicaríante de pe- 2 Hemos visto que Nietzsche concluía en que la venganza se Sólo un cambio
nas y medidas de seguridad: los autoconscientes son penados civilizatorio
dirigía contra el tiempo entendido a partir de una concepción li- libera de la
dentro de los límites de la retribución racional. los no autocons- neal en la cual el pasado es irremisible (ver§ 61). Aunque no lo venganza
dice. es sugestivo que cuando el desierto avanza (es decir cae el
L-\S RESPUESTAS AL HEGELIANISMO 229
228 LA DECADENCL-\ DEL PENSAMIENTO

pensamiento}, la pena se convierte en una medida témporolineal, a la naturaleza. La idea del tiempo, en una ética semejante a la
como si se desnudase como venganza. estoica, tampoco era lineal, sino una suerte de movimiento de
expansión y contracción.
En definitiva, hallaba la superación en una diferente concep-
ción del tiempo. no lineal sino circular, retomando la idea estoica Debe destacarse del krausismo su disposición dialogal cós-
del eterno retomo. Esto significa que para Nietzsche Za venganza mica, al punto de enraizar con el pensamiento más actual en
sólo se superaria con un cambio civilizatorio, y sin duda esta ha materia de derechos de los animales. Como todo el movimiento
sido su más importante contiibución, válida hasta el presente. Se idealista en que se insertaba, el racionalismo armónico (así se
trataba de una deslegitimación de la pena como parte esencial de llamaba la doctrina de Krause) también intentaba liberarse de la
la crítica a la civilización industrial, por lo cual, no es raro que no venganza. Lo hacía mediante una actitud fraternal universal que
haya habido penalismo nietzscheano. Nunca pudo sentirse más propugnaba un mejoramiento moral.
huérfano de protección el discurso legitimante del poder punitivo 5 La aplicación de esta filosofía al saber penal dio por resultado El mejoramiento
como objetivo
que en el pensamiento de Nietzsche. Pese a sus exabruptos y os- la concepción de la pena como mejoramiento moral, versión que de la pena
curidades, lo que sin duda cabe rescatar de su pensamiento es la corresponde a Karl David August Roder (1806-1879), autor de la
conexión entre tiempo y venganza, harto esencial para el discurso llamada teoria del m~oramiento (también llamada correccionalista).
penal.
La traducción penal del racionalismo armónico reintroducía
La respuesta Otra respuesta al hegelianismo fue la de Karl Christian 3
de Krause
una confusión entre moral y derecho, justamente porque también
Friedrich Krause (1781-1831/2). Fue tan romántico como su con- olvidó el estado real y concreto. Krause concebía un estado bue-
temporáneo Hegel, pero tuvo mucho menos éxito personal, hasta no, en vías de contracción y final desaparición, que no era el esta-
el punto de pasar casi ignorado en Alemania, aunque su pensa- do prusiano verticalizado d~ su ,tiempo.
miento prendió en España y pasó a América Latina, donde tuvo
seguidores a fines del siglo XIX y comienzos del XX. Krause promovía una profunda revolución subjetiva, que no
puede alucinarse en un marco de poder diferente y que tampoco
Krause partía de la afirmación de que todo es en lo absoluto Y podía legitimar la pena del estado prusiano ni de ninguno hasta el
tiende hacia lo absoluto (era panenteista: todo en Dios, por oposi- presente. En definitiva, Krause deslegitimaba el poder punitivo y
ción al panteísmo, todo es Dios). Como todo está en Dios y tiende lo reemplazaba por un poder ético en vias de extinción por la pro-
hacia Dios, deducía una ética de felicidad que impone marchar gresiva intemalización de su ética fratemaL Pero su empleo en
conforme a la tendencia universal hacia lo absoluto, en un cons- forma legitimante, como lo hizo Roder, si bien fue útil por elimi-
tante movimiento de amor entre los humanos que asume la fom1a nar la pena de muerte y favorecer institutos tales como la libertad
de una gran cofradía. Esta tendencia universal (cósmica) abarca- condicional, podía ser nefasto para las garantías, porque alucinaba
ba para Krause todos los entes y no sólo a los humanos: el dere- el estado bueno que no existía, dado que las clases hegemónicas
cho seria el favorecimiento de esta tendencia. Esta fue la base del tendían a suprimir todo limite al poder punitivo.
jusnaturalismo krausista.
El estado bueno 4 6 El pensamiento krausista es rico y sugestivo, pero el estado El riesgo de
en desaparición El estado se acercaba a una corporación fraternal e iría des- bueno krausista es tan irreal como el estado racional de Hegel. alucinar cambios
apareciendo a medida que los seres humanos fuesen progresan- civilizatorios
Esto se reitera siempre que el pensamiento propone modelos de no realizados
do moralmente por interiorización de su tendencia a lo absoluto. sociedad y alguien alucina la posibilidad de realizar sus aspectos
El krausismo sostenía así una especie de liberalismo ético y liber- penales omitiendo el contexto de total transfom1ación social, con lo
tario, cuya concepción cósmica imponía un respeto considerable
230 LA DECADENCIA DEL PENSAMIENTO
L.\S RESPUESTAS AL HEGELIANISMO 231

cual puede llegarse a resultados aberrantes. Este era el peligro del la lucha de clases terminara, hasta ser innecesarios en una socie-
correcionalismo de Roder, aunque su base filosófica sea generosa dad sin explotadores ni explotados.
y tenga muchos aspectos que cobran actualidad. Con razón Carrara
le discutió su teoría. Para llegar al comunismo, consideraba necesario pasar por
una dictadura del proletariado, es decir, que la lucha de clases
La respuesta Otra reacción al hegelianismo, políticamente la más impor- 7 debería terminar con la toma del poder por la clase proletaria,
de Marx tante, fue la de Karl Marx (1818-1883), quien proporcionó un pen- encargada de configurar una sociedad sin clases. El componente
samiento que enfrentaba la terrible situación de los asalariados romántico de la dictadura como paso previo al comunismo -que
de su tiempo y lo convirtió en bandera de lucha, función que pug- fue su desencuentro más notorio con Bakunin y con todo el anar-
naron por cumplirla el marxismo y el anarquismo. quismo- es peligroso por ser fácilmente manipulable. Su pensa-
miento no se aparta del etnocentrismo hegeliano, al punto de con-
Marx tomó de Hegel el tiempo lineal, la dialéctica y el pro-
siderar que el colonialismo es un fenómeno positivo que incorpo-
greso, la alienación y la idolatría, sólo que el motor de la historia
ra a la historia a los paises colonizados.
no era la abstracción que Hegel llamaba razón, sino la lucha de
10 En rigor, el pensamiento marxista tiene un importante conte-
clases. Sostenía que el hombre nace condicionado por las rela- Méritos y
ciones de producción, pero que puede actuar sobre ellas y modi- nido antropológico, su alienación mejora el concepto hegeliano y dificultades de
la reacción
ficarlas. lo hace más real, la importancia de las relaciones de producción marxista
se hacen evidentes, pero no altera el etnocentrismo hegeliano (base
La dialéctica La alienación hegeliana tenía lugar cuando el hombre dejaba 8 ideológica del dominio neocolonialista). genera el riesgo de suma-
marxista de ser para sí mismo y pasaba a ser para las cosas, en tanto que nipulación autoritaria y corta tan abruptamente como Hegel el
para Marx la alienación la producen las relaciones de producción camino de salida de la venganza: delito y pena son producto de
de la economía capitalista. La dialéctica marxista tenía una visión relaciones de cambio, que desaparecerán en el comunismo, cuando
de la historia cuyo motor -la lucha de clases- iba generando un imperen relaciones de solidaridad.
avance triádico (de la esclavitµd a la servidumbre y de ésta al
capitalismo). La misma dialéctica de la lucha de clases llevaria del La autoconsciencia hegeliana pasó a ser en Marx la conscien-
capitalismo al comunismo, donde a -Marx al igual que a Hegel- se cia de clase proletaria, lo que le permitió introducir una distin-
le cierra la dialéctica. Así como Hegel terminaba en la utopia del ción entre el proletariado consciente y el proletariado sucio
(Lumpenproletariat) que era la marginación (la mala vida) de las
estado racional, Krause en el estado bueno o Nietzsche en el
superhumano, Marx terminaba en el comunismo: a partir de ese
ciudades europeas, a la que consideraba con desprecio por ser
momento el ser humano estaría libre de la alienación y comenza- aliada de la burguesía, definiéndola como la putrefacción de los
estratos méis bajos de la vieja sociedad o el conjunto de sujetos
ría la historia, en una sociedad sin clases; pues lo hasta entonces
depravados de todas las clases.
vivido sería para él una prehistoria.
11 A partir de Marx se genera el manismo, que es un conjunto
La minimización El derecho es, para Marx, una superestructura ideológica 9 Los
del derecho y de teorías que pretenden ser la continuación de su pensamiento o marxismos
la dictadura de dominio de la clase opresora. Ideología tenia en Marx el sen-
de su método. Para el análisis de las múltiples corrientes marxis-
del proletariado tido negativo de una manipulación discursiva que oculta la rea-
tas debe tenerse en cuenta una polarización primaria entre:
lidad. Marx no tomó seriamente en cuenta el poder del discurso.
Su preocupación deslegitimante lo llevó a no considerarlo de gran (a) las que son tributarias del romanticismo maD.ista. que es
significación. El estado no seria más que una estructura necesa- ,, el llamado marxismo ideológico y que, por regla general. han ser-
ria para mantener y repruducir una sociedad de clases, pero vido para que en el marxismo institucionalizado se fortaleciese el
tanto éste como el derecho irían desapareciendo a medida que estado totalitario; y
LA DECADENCIA DEL PENSAMIENTO
EL PENSA1'vl!El\"IO PENAL EN SU LÍi\!ITE MÁS BAJO 233
232

(b) las que insisten en el aspecto metodológico o de análisis cibir la cuestión con un mínimo de claridad. El debate no pudo
marxista. que tienen la virtud de subrayar la necesidad de consi- continuar, porque el espacio se estaba cerrando. El pensamiento
derar a cualquier fenómeno social en una dimensión económica Y sufrió una caída perpendicular y en lo penal alcanzó pronto su
respecto de un cierto sistema de producción. lo cual muestra con- punto más bajo; se degradó a simple racionalización simplista del
flictos que de otro modo no se percibirían con claridad. La impor- vigilantismo. El desierto avanzó.
tancia de tales conflictos en el fenómeno criminal no puede hoy
nec5arse
b
con seriedad . como tampoco el papel que desempeñan en
la ideología penal. El riesgo de algunos análisis marxistas es su
simplismo detenninista. que puede desembocar en un reduccio- § 7 4. El pensamiento penal en su límite más bajo:
nismo economicista. la racionalización del control policial racista
Síntesis de Hegel y sus criticos, por diferentes, incompatibles e insos- 12
las reacciones pechadas vías, descubrieron la centralidad del tema del tiempo,
al hegelianismo 1 En momentos en que la técnica en base a conocimientos La verdad
la venganza y la necesidad de su superación. Esta posición cen- empírica y el
verificables revolucionaban las comunicaciones (ferrocanil, na-
tral la sigue ocupando hasta hoy ese complejo. Según Hegel, la pragmatismo
vegación a vapor, telégrafo, canal de Suez, etc.), todo saber quería deBentham
superación de la venganza se daria con la utopía del estado racio-
disfrazarse de ciencia. No es raro que el discurso penal pretendie-
nal que la eliminaría, fortaleciendo la confiscación de la victima
se también basarse sólo en lo empírico.
como indispensable para aquélla. Nietzsche lograba superarla
con su superhumano que destruiría la coalición de los humanos Jeremy Bentham (1748-1832) intentó esto con su pragma-
que sufrían la esclavitud de la venganza y que querían eternizarla. tismo. Fundaba la pena en un cálculo de felicidad social: la legi-
Krause la disolvía en una tendencia cósmica hacia lo absoluto, timaba en la medida en que ahorraba dolor porque prevenía, y la
puesta de manifiesto en un creciente amor y fraternidad univer- limitaba a la estricta inflicción del mismo dolor que el infractor
sal entre hombres y cosas. Marx la superaba con la disolución había provocado. Estaba tan obsesionado con ese principio que
de las relaciones de cambio capitalistas y el advenimiento del llegó a imaginar una máquina de azotar para evitar el arbitrio
comunismo y sus relaciones de solidaridad. del verdugo (sobre esa idea los franceses inventaron la guilloti-
En Marx y Hegel el tiempo seguía siendo lineal; en Nietzsche na).
y Krause asumía otras formas. Los primeros no tienen otro recur- Como Bentham no distinguía la moral del derecho (no se
so que cortar la historia (Hegel en el estado racional, Marx en el podía penalizar todo lo inmoral sólo por los inconvenientes que
comunismo). La pena medida en tiempo es parte de estas ideolo- acarreaba), concibió a la pena como un entrenamiento para la
gías lineales, que pretendieron darle la respuesta más refinada Y producción industrial e inventó el panóptico, o sea, un edificio
elaborada. radial, con pabellones a partir de un centro común, donde se
La centralidad e.\.]Juesta por estos pensadores es lo que expli- lograse el máximo de control con un mínimo de esfuerzo, porque
ca el enorme potencial simbólico del poder punitivo, por arbitrario e desde el centro, un único guardia podía observar todos los pa-
inncional que resulte. Es el sustrato sobre el que construyen su bellones, sabiendo los presos que en todo momento podian ser
discurso de poder contradictorio y competitivo todas las agencias controlados.. Su similitud con la fábrica de la época era notoria,
del sistema penal. Además, la venganza y su irracional canaliza- aunque los panópticos que se construyeron nunca funcionaron
ción es el sustrato manipulado por todos los autoritarismos. Des- como Bentham lo había imaginado. Pero las tesis de Bentham
de este gran debate interrumpido se pudo explicar la increíble eran limitadas, pues no elaboraba una cosmovisión que permitie-
fascinación de la venganza, que impide a las propias víctimas per- se legitimar el poder político y planetario de su tiempo.
EL PENSAMIENTO PENAL EN SU LÍMITE MÁS BAJO 235
234 LA DECADENClA DEL PENSAiv!IENTO

Gran Bretaña y el resto de Europa debían justificar su im- 2 léctica pasó a ser la lucha, la supervivencia de los más aptos, el
Las ciencias motor de la evolución biológica y el etnocentrismo derivó en racis-
racistas perio colonial, para lo cual el neocolonialismo del siglo XIX optó
por la verdad cientifica, pero excediendo en mucho los limitados mo puro, todo con pretensiones empíricas y científicas.
propósitos de Bentham. Se disfrazaron como verdades empíri- El racismo de Spencer era optimista. La humanidad era un
cas elementos idealistas y se inventaron ciencias encargadas de organismo en evolución que cumplía también la ley de selección
demostrar que había razas superiores y razas inferiores en senti- natural. Su cosmovisión era violentisima, partiendo de que toda
do biológico, como también que los hombres eran superiores a evolución se producía a fuerza de luchas, cataclismos y selección
las mujeres, los adultos a los niños y a los ancianos, los sanos a violenta de los más aptos.
los enfermos, los colonizadores a los colonizados, los lindos a los
feos, los heterosexuales a los homosexuales, los cuerdos a los lo, Sostenía que a medida que avanzaba la civilización se redu-
cos y. por supuesto, los no presos a los presos. Se elaboró un cía el apetito sexual y surgía la moral. Para ello había inventado
catálogo de jerarquización biológica de la especie humana, y se una biología ridícula: según él las células cerebrales y sexuales
patologizó todo lo diferente, incluyendo a los genios díscolos. consumen el mismo alimento; cuanto más se usan las primeras,
menos se usan las segundas y, como la función hace al órgano,
El racismo era muy anterior. El mito germano es de casi 3
Gobineau y el viejo más se desarTolla el cerebro. De allí la diferencia entre la alta
mito germano toda Europa y cuando la lingüística descubrió la raiz indoeuropea,
no servían al
moral victoriana inglesa y la frecuencia amoral de los trópicos
se inventó una raza aria superior, compitiendo entre quienes
nuevo racismo colonizados.
pretendían conservarla más pura en su población. Esta fabula-
ción la desarrolló un conde francés de dudosa nobleza, literato Y En la lucha competitiva se fortalecían los débiles; por ende,
diplomático: Joseph Arthur de Gobineau (1818-1882). Este ra- no debía ayudarse a los pobres, porque se debilitaban. El estado
cismo era pesimista, pues la inferioridad de los colonizados era debía intervenir lo menos posible, para no interferir en su esfuer-
irremisible y la única solución era su eliminación. Además, no zo por fortalecerse.
permitía deslegitimar la esclavitud, que había dejado de conve-
Para Spencer el colonialismo era casi una tutela piadosa de
nir a los ingleses, convertidos en esa época en campeones del
los pueblos menos evolucionados para que alcanzasen el grado de
antiesclavismo.
civilización de los europeos (después de varios milenios de protec-
La nueva potencia neocolonial era Gran Bretaña y necesita- ción orientadora). A diferencia de Gobineau, los colonizados no
ba un discurso que legitimase componentes que no era fácil com- eran degenerados por degradación de una raza superior, sino pri-
patibilizar: el liberalismo económico, el control sin limite de las mitivos que aún no habían evolucionado.
clases peligrosas, el neocolonialismo, las oligarquías en los paí-
5 No es posible verificar que la sociedad o la humanidad es un Quien tiene poder
ses dependientes y, al mismo tiempo. deslegitimar la esclavitud, es superior
y todo a través de la ciencia. No era Gobineau y el viejo mito organismo en evolución. Sólo si se considera que el saber
germano ese discurso, aunque su fábula fue copiada después tecnocientífico es la medida del progreso (es decir, el saber para
por Aljred Rosenberg, considerado el teórico del racismo poder de Bacon). existe un presupuesto objetivo: el que tiene más
poder es más evolucionado. Como el que más poder tiene es más
nacionalsocialista.
evolucionado, tiene derecho a tutelar a los más atrasados. En sín-
El racismo
El arquitecto de una versión racista funcional a la legitima- 4 tesis: por tener poder tiene derecho a dominar.
optimista ción del poder real fue Herbert Spencer (1820-1903), un ingenie-
deSpencer ro de ferrocarriles que, con elementos de Darwin (quien nunca Pese a semejante premisa, como se disfrazaba de ciencia no
sostuvo esas atrocidades) vació de todo pensamiento la versión de podía discutirse lo que se convirtió en una suerte de censura poli-
la historia de Hegel: el espíritu se convirtió en organismo, la dia- cial que eliminó el pensamiento. Esta ideología fue rápidamente
EL .,-
PENSAMIENTO PENAL EN SU LÍMITE l\1AS BAJO 2 ,::, /
236 Ll\ DECADENCL'\ DEL PENSA.M!El'rfO

Con la biologización del delito, la criminología nacía académi-


aceptada por las elites latinoamericanas en los tiempos de las
camente como un saber que se dedicaba a señalar signos y sínto-
repúblicas oligárquicas de fines del siglo XlX y comienzo,s del XX.
mas de una specie generis humarri inferior, como capítulo de la
El
Era natural que el saber penal se adaptase a este marco para 6 antropología física. Su objeto estaba bien delimitado: se trataba
spencerianismo legitimar el poder punitivo. La cuestión penal se replanteó con un del estudio de un grupo humano biológicamente inferior.
penal discurso que tomó el nombre de criminologia (al principio antropo-
8 Pero Lombroso era un gran observador y era verdad que los Lombroso
logía criminaO. La raza humana se consideraba más evolucionada observaba
en Europa, y la criminalidad europea era un accidente biológico presos europeos de su tiempo se parecían a los colonizados. Hoy
bien
sabemos que la selección criminalizante se efectúa conforme a
que hacía que alguien naciese sin alcanzar el estadio de evolución
estereotipos y gracias a Lombroso también sabemos. que los de su
biológica correspondiente a su civilización y, por ende, fuese una
tiempo se nutrían de los caracteres físicos de los colonizados: todo
suerte de salvaje o célula primitiva, en medio del tejido formado
malo era feo como un indio o un africano. La policía seleccionaba
por las células más nobles del género humano.
personas con esos caracteres y las prisonizaba y Lombroso ver(fi.-
Cesare Lombroso
Las ideas de Spencer fueron de- 7 caba que los presos tenían esos caracteres. La conclusión de Lom-
y el sarrolladas orgánicamente en la cues- broso era que esas características eran la causa del delito, cuando
delincuente nato tión criminal por Cesare Lombroso en realidad eran sólo la causa de la prisionización.
(1835-1909), que fue el médico alie-
9 Corno había menos mujeres prisonizadas, se concluía que en Los equivalentes
nista italiano cuyo libro más impor- del delito
tante. publicado en 1878, L'uomo la mujer la prostitución operaba corno un equivalente del delito.
delinquente. se considera la obra Cabe observar que el delito parecía una categoria reservada a los
fundacional de la criminología etioló- hombres como seres biológicamente superiores, en tanto que en
gica, lo que se ha visto que no es co- los inferiores, corno las mujeres, los animales y las plantas, cundían
rrecto, pues ésta se originó con el los equivalentes.
Malleus Maleficarum. Se hallaban caracteres patológicos y atávicos en los delin-
Para Lombroso el delincuente era cuentes políticos -especialmente anarquistas-, en particular los
Cesare L-Ombroso
un ser atávico, un europeo que no cul- que lideraban los delitos de las multitudes, ejemplificando con los
lideres de la Comuna de París.
minaba su desarrollo embriofetal, o sea, un europeo que nacía
mal terminado y por eso se parecía al salvaje colonizado. No tenía 10 La elaboración teórica de este pen- Las elaboraciones
moral. se parecía físicamente al indio o al negro. era insensible al samiento en términos de sociología de Enrico Ferri
dolor, infantil, perverso, etc. El estado de guerra hobbesiano se spenceriana y su traducción jurídica la
había cientifizado y era el de los colonizados y los delincuentes. A llevó a cabo Enrico Ferri (1856-1929),
este delincuente caracterizado como atávico o salvaje, por suge- el expositor más polémico de la llama-
rencia de Feni lo llamó delincuente nato, expresión plagiada a un da escuela positivista. Ferri retomó la
frenólogo español: Cubí y Soler. famosa defensa social donde la había
dejado Romagnosi y concibió a la pena
Por curiosa que pueda parecer hoy su teoría, lo cierto es
como represión necesaria para neutra-
que en su tiempo tenía tal éxito que se le disputaba el primado y,
lizar la peligrosidad. La responsabili-
con razón se le señalan importantes antecedentes en la Jrenolo-
gia de Gall, aunque proviene más directamente de la vieja dad penal era objetiva y se debía sólo a
que el infractor era una célula del or-
fisiognomía.
ganismo social. Enrico Ferri
238 LA DECADENCIA DEL PENSAMIENTO
EL su
PENSA;vl!Ei\ffO PENAL EN LÍMITE wL.\.S BAJO 239

La invención En muchos sentidos Feni fue original, como al tratar de com- 11 conjunto de todos los comportamientos que no respondían a la
de la
patibilizar el socialismo con el spencerianismo. Pero su mayor disciplina vertical policial de la sociedad industrial, traducido
escuela clásica
genialidad fue la invención de una inexistente escuela clásica del en la libre punición del mero portador de los signos del estereo-
derecho penal, supuestamente integrada por todos los autores no tipo. A eso se lo llamó estado peligroso sin delito, pretendiendo
positivistas, fundada por Bcccaria y capitaneada por Carrara, abar- penar a los vagos, mendigos, ebrios, consumidores de tóxicos,
cando iluministas, revolucionarios franceses, idealistas alemanes, prostitutas, homosexuales, jugadores, rufianes, gigolós, adivi-
aristotélicos y tomistas, criticistas y kantianos, hegelianos, nos, magos. curanderos, religiosos no convencionales, etc., sin
krausistas, etcétera. que cometiesen delito, sólo en función de su pretendida peligro-
sidad predelictual.
Semejante escuela, que más parecía un parlamento pluripar-
tidista, nunca existió, sino que a Feni le resultó cómodo ponerle 13 El tercer representante del positivismo italiano fue Rafael El pensamiento
un rótulo común a todos los penalistas que no compartían sus pun- Garófalo (1851-1934). cuya principal obra fue la Criminología. A penal autoritario
tos de vista. No pasa de ser la actitud autoritaria de quien se de Garófalo
diferencia de Ferri -que era un político socialista que terminó como
considera el único poseedor de la verdad científica y caracteriza senador fascista- y de Lombroso -que era un científico de familia
como metafisicos, precientíficos o clásicos a quienes aún no alcan- judía-, Garófalo fue un aristócrata y alto magistrado. No oculta
zaron los niveles de su verdad. Si bien hoy se sigue mencionando su autoritarismo, su índole esencialmente antidemocrática ni la
una escuela clásica como antagónica a la escuela positivista, lo extrema frialdad genocida de su pensamiento. Con Garófalo que-
cierto es que la primera sólo fue una cómoda rotulación autorita- da clara la tesis de la g11eTTa al delincuente y el positivismo italia-
ria de Feni. no alcanza su más ínfimo nivel de contenido pensante.
En realidad, lo que hubo fue un enfrentamiento entre la con- 14 Garófalo representó una clarísima vertiente jusnaturalista El jusnaturalismo
cepción reduccionista biológica del ser humano (positivista) y las pretendiendo llegar a la objetividad valorativa por una vía que reaccionario
distintas concepciones antropógicas sostenidas por sus oposito- presumía de científica, en busca del delito natural.
res, que trataban de darle la dignidad de persona. Pero nada au-
toriza a considerar a todas las posiciones antropológicas que fun- Percibió que no hay conducta que siempre y en todas las cul-
dan la dignidad de la persona como una coniente unitaria, salvo turas haya sido considerada criminal. Como por ese camino no
el positivismo romántico, que creía tocar el infinito con una cien- podía llegar· a su deseado delito natural, se lanzó a su búsqueda
cia fundada en la física newtoniana y en un reduccionismo bioló- apelando al análisis de los sentimientos, o sea, por una vía irra-
gico racista. cional. Abandonó así el camino positivista, en que Haeckel y Lom-
broso habían tratado de hallar el delito natural en los equivalentes
La peligrosidad Dentro de la concepción positivista de Feni, el delito era el 12 entre los animales y las plantas, y emprendió la búsqueda por la
ferriana signo de un mecanismo descompuesto: el delito es síntoma de via de los sentimientos, cayendo en el etnocentrismo más ingenuo
peligrosidad; luego, la medida de la pena estaba dada por la medi- y en el racismo más grosero. Para Garófalo Zas culturas que no
da de la peligrosidad. Es análogo al desperfecto en un artefacto compartían las pautas valorativas europeas eran tribus degenera-
mecánico: cuando funciona mal, el operador lo quita de circula- das que se apartaban de la recta razón de los pueblos superiores y
ción para repararlo (sanción resocializadora) y, si eso es imposi- que eran a la humanidad lo que el delincuente es a la sociedad,
ble, lo tira (sanción eliminatoria). esto es, seres inferiores y degenerados.
Pero puesto que el delito es síntoma, no tiene por qué ser Garófalo sostenía que hay dos sentimientos básicos, que son
único; de allí que postulasen la búsqueda de otros síntomas, los de piedad y de justicia. que van evolucionando y refinándose.
que por la época se llamaron mala vida, que era un confuso Afirmaba que el delito lesiona alguno de ellos en el nivel medio de
LA DECAf)ENCL-\ DEL PENSAMIENTO EL PENSAMIENTO PENAL EN SU LÍl\llTE l'v!ÁS BAJO 241
240

cada sociedad. Por eso, construía una clasificación natural de Su lógica consecuencia fueron las penas eliminatorias (muerte,
los delitos, según el sentimiento que lesionasen. Concluía que deportación) y las de castración y esterilización (de delincuentes y
quienes carecen de estos sentimientos deben ser expulsados de de otros peligrosos, particularmente enfermos mentales). Por su-
la sociedad. No se detenía ante la pena de muerte, que conside- puesto que la responsabilidad en estas penas son de todo el posi-
raba más piadosa que la prisión perpetua para los irrecupera- tivismo y no sólo del italiano, pues la comparte con el
bles. Sostenía la necesidad de una guerra santa cultural contra spencerianismo penal inglés (que inventó la eugenesia con Galton)
la criminalidad, afirmando con singular sinceridad que con una y con los predecesores y continuadores franceses de Gobineau,
matanza en el campo de batalla la Nación se defiende de sus que se remontan a la psiquiatría racista de Benedict August Morel
enemigos exteriores y con una pena capital de sus enemigos inte- (1809-1873). Hubo leyes de esterilización en la mayoría de los
riores. estados norteamericanos, en algún cantón suizo, en Suecia, en
Dinamarca y, mucho más tarde, en la Alemania nazi.
En Garófalo se hallan todos los argumentos que habrian de
16 El positivismo criminológico fue resultado de la iITupción de La alianza
ser usados por los totalitarismos, pues culminaba en un dere-
entre las
cho penal idealista, con una tabla de valores que él conocía por la agencia médica en el sistema penal, que en alianza con las agencias médica
pertenecer a la civilización superior, y que quien desconociese corporaciones policiaíes, impuso su discurso a las agencias jurí- y policial

debía ser aislado o muerto, en caso que no se le pudiese neutra- dicas. La pugna entre las agencias médicas y juridicas se presen-
lizar por otros medios. Según Garófalo la ley segregatoria y eli- tó con caracteres coyunturales diferentes en cada país y puede
minatoria de los delincuentes cumplía en la sociedad la función remontarse a la tentativa de Wier de medicalizar a las brujas en el
que Darwin asignaba a la selección natural. Este platonismo siglo XV1.
burdo fue instrumentado políticamente en Alemania por Nicolai La concentración urbana llevó riqueza y miseria a las ciuda-
en 1933, en su panfleto La teoriajurídica conforme a la ley de las des y fue necesario inventar las policías, primero con ladrones
razas. contratados por el estado y luego con funcionarios empíricos, cuyo
No siempre se ponen de manifiesto las consecuencias prácti- 15 poder fue creciendo de modo tan formidable que pronto superó a
Las brutales
consecuencias las agencias jurídicas y entró en competencia con las políticas,
cas del spencerianismo penal o positivismo criminológico y a ello se
penales del pero que, aun antes de los sucesos de 1848, había detectado que
positivismo debe que continúe vigente el concepto de peligrosidad, como si fue-
las limitaciones liberales le impedían operar con eficacia represi-
se un producto neutro o inojensivo del discurso, cuya genealogía y
va contra las clases peligrosas, que fueron las que luego se abar-
sentido se olvidan. El positivismo peligrosista representa una cla-
carían en el discurso de la mala vida.
ra vuelta al paradigma organicista y, por ende, a la estructura del
Malleus maleficarum, en una versión en la que el mal cósmico que Como las agencias policiales no tenían discurso propio, éste
amenaza a la humanidad es su degeneración, decadencia biológi- fue facilitado por el poder médico y produjeron el vaciamiento
ca o atraso en el proceso evolutivo. pensante del discurso penal, legitimando del ejercicio de su poder
hasta lo insólito, para lo cual archivaron el paradigma del contra-
En la versión spenceriana del racismo, cualquier concesión
to y volvieron al organismo, resurgiendo la total identificación de
que obstaculizaba la crueldad lineal de su planteamiento, impli-
la pena con la coerción policial y la integración del derecho penal
caba un riesgo inadmisible de que los injeriores controlasen y
y procesal penal con la criminología y la criminalistica, en un
destruyesen lo que los superiores habían logrado. En sus versio-
nuevo modelo integrado que reproducía el esquema del 1Walleus,
nes más transparentes. el desorden y la rebelión eran expresión
conforme al cual el derecho penal positivista se lanzaba a la bús-
de inferioridad biológica: eran inferiores biológicos los líderes de
queda libre de los signos del mal (peligrosidad), pasándose a des-
la Comuna de París, los anarquistas y los bolcheviques.
preciar la legalidad como un obstáculo formal; a considerar a la
-----
VERSIONES POSITMSIAS CON TENDENCIA AL PENSAMIENTO 243
242 LA DECADEKCI:\ DEL PENSAMIENTO

del delito y el efecto de las penas; (b) político-criminal: valoraba lo


defensa y a la acusación como colaboradores del tribunal. que
que surgía como resultado de la anterior; y (c) derecho penal (dog-
debían asistirlo para que perciba mejor los signos y síntomas de
mática): ponía límites a la política criminal.
la peligrosidad; a propugnar la prisión preventiva para cualquier
delito. En tanto que para el positivismo italiano había únicamente
una causalidad material o física (monismo), para Liszt había dos
El cii:;curso jurídico-tutelar de los incapaces o inferiores se 17
Inquisición cadenas causales paralelas: una física y otra espiritual (dualis-
y apartheid transfirió a todo el sistema penal. porque, en definitiva, el de-
mo). En el plano teórico, esto le permitía a Liszt disponer de otra
lincuente era también un inferior (identificación del niño, el
causalidad con la cual limitar la imputación.
salvaje y el delincuente). Todo limite al programa policial de
eliminación de la población molesta y diferente fue considera- 2 La mayor originalidad de Liszt consistía en concebir a la dog- La dogmática
do un prejuicio liberal y cualquier razonamiento jurídico una enfrentada al
mática como limitadora de la política criminal. Esta estaba legiti-
poder punitivo
abstrucidad alemana. Toda persona diferente era considerada mada sólo en los límites de la dogmática, que era, en palabras del
peligrosa y debía ser patologizada y eliminada, incluso por su autor, la Carta Magna del delincuente. La pena cumplía una fun-
propio bien. ción de prevención especial, pero siempre dentro de los limites
La sociedad debía disciplinarse y homogeneizarse y el poder dogmáticos. Esta percepción de von Liszt en cuanto a concebir al
punitivo era el encargado de llevar a cabo esta empresa civilizado- poder punitivo enfrentado a la dogmática penal es algo que debe
ra, removiendo los obstáculos que los atávicos y colonizados opo- rescatarse porque conserva plena vigencia.
nían al progreso. La degradación del derecho penal a discurso de Liszt no podía perder de vista que Montesquieu no era un
corrupción policial fue inevitable. Nunca fue tan cierto que la ciencia ingenuo. No obstante, su positivismo le llevaba a elevar a la crimi-
no piensa como en esta vuelta al Malleus. El discurso jurídico- nología al nivel de verdadera ciencia y a degradar al derecho pe-
penal se redujo a una combinación de ideología inquisitorial con nal al de un arte práctico que se imponía por pura necesidad
apartheid. política. El carácter científico de su criminología etiológica legiti-
maba el poder punitivo que en ella se fundaba.

3 El principal contradictor de Liszt La critica


de Binding
§ 75. Versiones positivistas con tendencia al pensamiento fue Karl Binding (1841-1920). cuya al peligrosismo
obra más importante fue la monumen-
tal Las normas y su infracción. Binding
El positivismo Hubo discursos que, pese a mo- 1 sostenía la tesis de la pena como re-
de von Liszt verse dentro del paradigma positivis- tribución y se refugiaba en el posWvis-
ta de la época, no cayeron tan bajo en mo jurídico. Su crítica al positivismo
su contenido pensante. Los más im- criminológico era de una claridad ad-
portantes fueron el positivismo alemán mirable: Cuando los sociólogos consi-
en la versión de von Liszt y el positi- deran al delito en su dañosa canse-
vismo español de Dorado Montero. cuencia social, se hallan cerca de
estimarlo como síntoma de la peligrosi- Karl Binding
Franz van Liszt (1851-1919) con-
dad social de su autor. Este aparece, pues, como un incapacitado
cibió una ciencia total del derecho pe-
social, como portador de disposición asocial o antisocial y por ello
nal que se encargaba de tres tareas:
(a) criminológica: indagaba las causas como peligroso para el futuro. Estejuicio de peligro lo dicta la sacie-
Franz van Liszt
244 LA DECADENCU\ DEL PENSAMIENTO L:, CRISIS DEL POSITIVJSMO 245

dad cuidando su futura seguridad: es un juicio de miedo. . . . El un derecho del delincuente a ser mejorado por la sociedad , y , por
llamado culpable se ha cambiado en un peligroso sin culpa. Pero ello, reemplaza al derecho penal por su famoso derecho protector
contra su peligrosidad, la sociedad debe asegurarse, y lo hará con de los criminales.
su intervención policial en lugar de la judicial, aunque señale el
Su coherencia era impecable, pues partiendo de los mismos
mal reputado nombre de la medida policial con la antigua dignidad
P~_stulad~s- positivistas, sólo que sin pretender que la comproba-
de la pena, ocultando así su horror al lego ignorante, la
cion emp1nca de datos indique los valores o desvalores, como as-
reconocibilidad de su quiebra radical con el concepto histórico-jurí- piraba el positivismo italiano, llegaba a un resultado exactamente
dico. ¡Y lo cierto es que el pobre tiene mucho más motivo para ate- inverso a éste. El planteo no podía ser más claro: puesto que el
rrorizarse ante los que luchan contra la peligrosidad que ante los estado quiere prohibir determinadas conductas y hay personas
peligrosos. es decir, ante los «soi-dlsant,, criminales! . . . Una teoría que están determinadas a realizarlas, éstas deben ser educadas
de tamai1a injusti.c'.a e ilimitada arbitrariedad policial. prescindien- para no caer en ellas, no siendo éste un derecho del estado sino
do del presente, no ha encontrado secuaces Juera de los tiempos de quienes viven en sociedad. Por supuesto que estas tesis casi
en que el terror ha dominado. !J:? tener é.Aito esta teoría, desenca- no tuvieron seguidores.
denaría un tempestuoso movim'ento con el fin de lograr un nuevo
reconocimiento de los derechos fundamentales de la personalidad.

El positivismo Pedro García Dorado Montero 4


§ 76. La crisis del positivismo
de (1861-1919) fue profesor en la Univer-
Dorado Montero
sidad de Salamanca y su obra más
difundida es una recopilación titulada
1 ~1- positivismo entró en crisis por acontedimientos politicos y Razones
El derecho protector de los criminales.
tamb1en por razones cientif¡.cas. Los primeros fueron los sicruien- políticas de
Dorado recibió la influencia filosófica la crisis
tes: (a) La primera gran crisis recesiva del capitalismo miderno
del krausismo recién importado a Es-
~n 1890. (b) Japón venció a Rusia y desde 1905 pasó a desempe-
paüa y del positivismo criminológico
nar el papel de potencia. lo que rompía la hegemonía hasta enton-
italiano, a lo que sumó su inclinación
ces europea. (c) La Primera Guerra Mundial (1914-1918) acabó
política al anarquismo con algunos
con el sueüo del progreso continuo. (d) A partir de la Revolución
acentos socialistas y su originaria for-
Mexicana (1910) comenzó la crisis de las repúblicas olicrárquicas
mación católica. Este torbellino de
latinoamericanas. (e) La Segunda Guerra Mundial (19°39-1945)
influencias dio por resultado que Do-
archivó el paradigma racista, formalizado con la Declaración Uni-
Dorado Montero rado fuese el más coherente de los po- versal de Derechos Humanos de 1948.
sitivistas.
2 Las razones científicas fueron las siguientes: (a) La crisis de Razones
No existe Exactamente a la inversa de Garófalo, Dorado negaba que 5 la física mecánica o ne\:vtoniana y la aparición de la física cuántica científicas
delito natural, de la crisis
hubiese delito natural, pues todos los delitos son creaciones del que lo privó de base a su visión cósmica. (b) Los avances de 1~
responsabilidad
ni defensa social estado. Por otro lado, era determinista, por lo que toda persona biología destruyeron sus invenciones racistas. (c) En sociolocria
está determinada a realizar ciertas acciones. Concluía que cuan- aparecieron los conceptos sistémicos por obra de Emile Durkh;m
do el estado decide criminalizar algunas de esas acciones, no tie- (1855-1917), lo que implicaba un importante cambio respecto del
ne ningún derecho a defenderse. sino, cuanto más, a educar al organicismo positivista: ya no se trataba de la imacren de un orcra-
. b b
humano para que no las realice. Allí está el contacto de Dorado msmo que expulsa a células enfermas en forma mecánica. sino
con el correccionalismo: no hay responsabilidad penal. hay sólo que el' delito. visto como fatalidad social desde la totalidad de la
-
46 LA DECADENCIA DEL PENSAMIENT'O

sociedad, al igual que todos los fenómenos sociales, presenta tam- CAPÍTULO 9
bién una función positiva, que consiste en fortalecer la conciencia
colectiva mediante el rechazo que provoca. Aunque con Durkheim
no se abandonaba completamente el paradigma organicista, dado
El impulso pensante y sus obstáculos
que todo funcionalismo sistémico tiende a provocar respuestas
análogas a las organicistas, lo cierto es que se apartaba notoria-
mente del maniqueismo positivista (análogo al del Malleus) y de la
certeza que fundaba su crueldad genocida. (d) El tiempo lineal se
puso en crisis con la relatividad.

§ 77. Modernidad, crítica a la modernidad y estado de derecho

1 El tema del estado de derecho no se abandonó nunca; el posi- El positivismo


como discurso
tivismo peligrosista fue sólo el más poderoso discurso de legiti-
del estado
mación del estado de policía. En la eterna dialéctica entre estado de policía
de derecho y de policía, propia de todo estado real o histórico, el
positivismo operó durante un siglo a favor de las pulsiones del
estado de policía y, como discurso médico-policial disfrazado de
científico, trató de ridiculizar la discusión acerca de los límites del
poder punitivo (o sea, los argumentos del estado de derecho) como
metafisica, espiritista, anticuada, anticientífica, iJTacional etcétera.
2 Cuando el discurso penal se liberó de esa censura autorita- Las reacciones
ria, el problema, que nunca había desaparecido de la teoria poli- frente al
estado racional
tica, volvió al centro del discurso jurídico-penal y fue necesario de Hegel
retomarlo a partir de Hegel, porque fue el pensador que expre'3ó
más acabadamente la cuestión de la modernidad. Por cierto que
Hegel no la inventó, pero la planteó en términos filosófkos, de
modo que su referencia es inevitable. No se trata de aceptar sus
respuestas, sino de analizar los grupos de respuestas a sus pre-
guntas, porque fue quien más claramente las formuló, lo que qui-
zá sea su mayor mérito.

Cuando Hegel imaginó la utopía del estado racional abrió el


camino hacia el estado de derecho y la polémica sobre su realiza-
ción histórica, o sea, planteó la cuestión clave de la modernidad.
que es la coexistencia pacifica. Por eso, es posible esquematizar el
debate posterior, como el enfrentamiento entre antihegelianos y
hegelianos de izquierda y de derecha: (a) para los primeros la
modernidad sería un proyecto irrealizable; (b) para los segundos
-
MODERNIDAD, CRiTICA A L'\ l\lODERNIDAD Y ESTADO DE DERECHO 249
248 EL IMPULSO PENSANTE Y SUS OBSTACULOS

un proyecto aún no realizado; y (c) para los terceros un proyecto que aparentemente acogen el discurso, pero en la realidad desba-
ratan la modernidad y acaban apuntalando estados de policía
ya realizado.
cercanos a los enemigos externos (para alcanzar la coexistencia
Como vimos (ver§ 5 ), el estado de derecho periecto no existe, 3 pacifica es necesario poner a marchar a todos por ese camino, y
La negación
estática del sino a través de una constante tensión entre el estado de derecho los que se resisten deben ser obligados a garrotazos). Los terceros
estado de y el de policía, que siempre queda encerrado en su interior. Si son también enemigos internos, porque en cualquier caso amena-
derecho
bien esta dialéctica es comprensible desde una visión dinámica. zan al estado de derecho real, restándole fuerza para su reforza-
resulta incomprensible desde una perspectiva estática, donde lo miento dialéctico frente a los embates del estado de policía (nadie
único que se verifica es que el estado de derecho (en que todos lucha por realizar lo que está realizado) y, en casos extremos, llegó
están sometidos por igual ante la ley}, tomado al pie de la letm no a funcionar como ficción en el marco de un auténtico estado real
existe. En rigor, esto es una ilusión, porque la realidad es siempre de policía (la coexistencia pacífica es la que existe y quien no lo
dinámica: si se fijase la imagen del corazón en el momento de comprenda debe ser disciplinado también a garrotazos).
sistole, prescindiendo de la dinámica cardíaca, se lo definiría como
músculo contraído; si se viese una vaca echada en el campo y se En síntesis, los garrotazos se justificaron del siguiente modo:
la fijase en ese momento, se la definiría como un mamífero inca- (a) Por quienes entienden que no es posible el estado de dere-
paz de caminar. cho y la única solución es el viejo estado que imponía la voluntad
Pero lo cierto es que frente a esta ilusión se producen reaccio- 4 del que manda a garrotazos (su modelo real fue el estado nazista,
Las reacciones las dictaduras y los estados fascistas; son los estados de policía
frente a la nes dispares:
negación del antimodernos).
estado de derecho (a) Unos constatan que el estado de derecho no existe, que es
irrealizable (en el discurso teórico) o que resulta impotente para (b) Por quienes saben que se puec;l.e realizar y cómo se llega
superar las crisis que él mismo genera (en el discurso politico). más rápido y quieren realizarlo a garrotazos sobre los que no si-
Son los discursos de los estados de policía antimodemos. Niegan guen el camino por ellos indicado (su modelo real fueron los esta-
las tradiciones revolucionarias que provienen de las revoluciones dos stalinistas, o sea. estados de policía revolucionarios).
burguesas (1776, 1789). (c) Los que actúan como si estuviesen realizado o no se pre-
(b) Otros están seguros de que el estado racional ideal es rea- guntan si lo está, aunque en la realidad sólo haya garrotazos del
lizable y del camino para hacerlo; en el enfrentamiento que ello que manda (en esta linea se movieron los discursos del
genera declaran enemigos a los que disienten. Es una paradoja, neokantismo penal, la etización ontologista, los funcionalismos,
pero con discurso revolucionario y para alcanzar el estado racio- la nueva defensa social, el nuevo realismo de derecha norteameri-
nal se edificó (supuestamente en forma provisoria) un estado de cano y algunas corrientes del neocontractualismo liberal, funcio-
policía antimodemo. nales a estados de derecho amenazados y al encubrimiento
discursivo de estados de policía).
(c) Por último, no faltan quienes sin dejar la ilusión estática
pero invirtiéndola, creen que el estado de derecho es el que real- 5 En cualquier caso, siempre se justifican los garrotazos. De El análisis de
las reacciones y
mente existe, o bien, operan partiendo de la ficción de su existen- este modo se desarrollaron los discursos del poder en general y
de la superación
cia de modo perfecto, o se desentienden de todo dato sobre su del punitivo en particular en los estados durante el siglo XX. No de la modernidad
imperfección dialéctica. es raro que estos discursos hayan dado lugar a una crítica de la
modernidad y recientemente a una búsqueda de su superación
Los primeros son enemigos externos de la modernidad, por- (la posmodernidad). De esto nos ocuparemos en la última parte
que combaten directamente su discurso (no se puede alcanzar la de este capitulo.
coexistencia pacífica, la única solución es la violencia extrema
organizada desde arriba). Los segundos son enemigos internos,
EL IMPULSO PENSANTE Y SUS OBSTÁCULOS
ESTADOS DE POLICÍA ANI1MODERNOS 251
!50

En 1935 se eliminó el principio de legalidad con la consagra-


3 78. Estados de policía antimodernos ción legal de la analogía en el artículo 2º del código penal, por el
siguiente texto: Es punible el que comete un acto declarado puni-
El discurso antimodemo puede remontarse a la ideologia de 1 ble por la ley o que, conforme a la idea fundamental de una ley
~a máxima penal y al sano sentimiento del pueblo, merece ser punido. Sí nin-
:xpresión fue la restauración (De Bonald, De Maistre, Donoso Cortés), o sea, del
:lnazismo guna ley penal es directamente aplicable al acto, el acto se pena
periodo europeo¡:'osterior a la caída de Napoleón, pero en el siglo
conforme a la ley en que se aplique más ajustadamente a la idea
XX -aunque en p~ite es reiterativo-, aquel discurso ensaya cami-
fundamental.
nos relativamente nuevos.
3 El sano sentimiento del pueblo garantizó la dictadura de la La dictadura de
La manifestación máxima de antimodemismo fue el estado la costumbre
costumbre, volviendo a la confusión premodema entre delito y
nacionalsocialista alemán, cuyo discurso se nutria de las ideolo-
pecado. Se lo teorizó como criterio para la determinación de la
gias premodemas por un lado y del positivismo racista por otro,
legítima defensa, del estado de necesidad y del error de derecho.
combinando las vertientes más reaccionarias del spencerianismo,
Los tribunales no hicieron uso desmesurado de este pseudocon-
especialmente la del divulgador Haeckel, con las ideas de Gobi-
cepto en cuanto a la tipicidad, pero lo emplearon en otros estratos
neau, renovadas por el ideólogo Alfred Rosenberg, ejecutado como
analíticos del delito, en que la remisión a pautas éticas fue un
criminal de guerra en Nuremberg. También hizo su aporte a ese
fácil expediente.
discurso el pensamiento reaccionario de Carl Schmitt (1888-1985).
con su negación de un derecho que abarcase a todos, en razón de 4 El discurso penal nazi propiamente dicho fue el de la llamada Los panfletos
de la escuela
considerar inevitable la linea de separación de los amigos y los escuela de Kiel, de Friedrich Schaffstein y Georg Dahm, que ape-
de Kiel
enemigos. Fue quien desde esta vertiente explotó al máximo la laban a un intuicionismo totalista del delito, sin categorias dog-
verificación de que el estado de derecho ideal no existe. máticas. Edmund Mezger trató de demostrar en 1938 que sus
construcciones dogmáticas eran más funcionales a la legislación
Elpoder El poder punitivo del nacionalsocialismo, enraizado en el se- 2
nazi.
punitivo del ñalado antimodemismo, llegó a extremos no conocidos por el fas-
nazismo En realidad, la llamada escuela de Kíel produjo unos panfle-
cismo, aunque no se materializó en un código.
tos partidistas sin posible aplicación práctica, pues en los tribuna-
Basadas en la comunidad del pueblo, fundadas sobre la co- les se seguía aplicando el saber penal neokantiano con elementos
munidad de sangre y suelo, las leyes nazis defendían la pureza
autoritarios moralinas.
racial contra la contaminación de genes inferiores. La pena no
tenia contenido preventivo, sino sólo de defensa, pues cualquier 5 El discurso penal nazista se orientó demagógicamente contra La demagogia
la delincuencia común en aumento después de la crisis económi- preventivista
delito era considerado un ataque al pueblo alemán.
ca provocada por la derrota y las exigencias de los vencedores en
Se penó el mero proyecto de algunos delitos; se equipararon los años veinte.
las penas a los atentados a jerarcas del partido y a los funciona-
rios; se criminalizó a quienes mantuviesen bienes fuera del pais; Con la consigna antes, ninguna pena sin ley; ahora. ningún
se penó el sexo y los matrimonios interracíales; se diferenciaron delito sin pena, no se distinguió de lo que propugnan todos los
las penas de muerte: fusilamiento para militares, decapitación discursos a favor del estado de policía: restricciones a la conde-
con hacha para delincuentes comunes y horca (infamante) para nación y a la libertad condicionales. negación de todo derecho
los delitos politicos, que eran juzgados por tribunales especiales personal oponible al estado, derecho penal de peligro abstracto
(el tribunal del pueblo establecido en 1934). En 1933 se introdujo ilimitado (penas a peligros remotos o peligros de peligros de peli-
la esterilización como medida de seguridad y la castración para gros), identificación de penas y medidas. legitimadas como preven-
ción general positiva, pues se asignaba a ambas la función de dar
algunos delitos sexuales.
EL IMPULSO PENSANTE Y SUS OBSTÁCULOS ESIA.DOS DE POLICÍA Al'\i"TIMODERNOS 253
252

confianza al pueblo, porque éste cree que produce miedo en los ideología, se caracterizaba por asignarse la finalidad de proteger
que piensan delinquir, aunque no lo produzca. Quizá fue la más al estado, establecer gravisimas penas para los delitos políticos,
clara conceptuación de la prevención general positiva funcionalista. proteger al partido único y apelar ampliamente a la prevención
policial mediante la intimidación.
Pero la doctrina nacionalsocialista y su manifestación en el de-
recho penal nazi deben tanto al racismo como al sistema de ideas La circunstancia de que la pena se oriente a la protección del
anterior, y más elaborado, que representó el fascismo italiano. estado obedece a que, en esta ideología, es el estado el que lleva
adelante a la nación (inversamente al nazismo). La tutela del esta-
Si bien las raíces ideológicas del fascismo son múltiples, el 6
El neoidealismo do requiere una definición del delito político atendiendo a la motiva-
actual penalismo del estado fascista se nutrió con elementos del positi-
ción, pero no para privilegiarlo (como en el derecho penal liberal)
vismo y del neoidealismo, en especial de Giovanni Gentile (1875-
sino para agravarlo. Se confundían el estado y el gobierno: era
1944). El neoidealismo es una derivación del hegelianismo, que
delito contra la personalidad del estado la injuria al honor O pres-
había entrado a Italia por Nápoles en el siglo XIX, como ideología
~gi~ d~: jefe de gobierno. Estos delitos eran sometidos a una ju-
que reforzaba al estado en la etapa inmediata posterior a la uni-
nsd1cc10n especial (el tribunal especial para la defensa del estado,
dad, en que necesitaba una fuerte legitimación para oponerla a la
creado en 1926).
Iglesia en el largo conflicto con el Vaticano.
9 Se tipificaban delitos que son criminalizados en cualquier Todoslos
Para Gentile toda acción era pensamiento y todo pensamiento delitos son
código, pero con sentido particularmente autoritario, como la vio-
era acción. de modo que no hay acción que en alguna medida no contra el estado
lación considerada delito contra la moralidad pública y las buenas
sea libre, aunque la libertad absoluta sólo sea divina. Los hu-
costumbres y no contra la libertad sexual; la moralidad sexual no
manos, pues, realizan acciones más o menos libres. Ello pemlite
era un sentimiento de recato, sino un elemento de la nacionali-
legitimar las penas retributivas (cuando las acciones son predo-
dad. El aborto no era un delito contra la persona, sino contra la
minantemente libres) y las medidas neutralizantes (cuando éstas
sanidad y la integridad de la estirpe, como bien jurídico de la
son poco libres), reservando para las que quedan entre ambos
nación: pasaba a primer término el interés demográfico del esta-
extremos una suma de penas retributivas y medidas neutralizantes
do y lo tipificaba conjuntamente con la producción de la propia
(doppio binario): se imponía una pena que retribuía la libertad y
impotencia generandi, de la propaganda neo1nalthusiana y del
luego se ejecutaba una medida que neutralizaba la peligrosidad,
contagio venéreo. Algo análogo sucede con los de itos contra la
o sea. que el sujeto cumplía varios años de pena cierta y luego
religión, donde se pena la blasfemia, pero no como lesión al senti-
quedaba preso por una pena incierta bautizada como medida. En
miento religioso, sino como agresión al estado mediante el ataque
definitiva, queda preso por tiempo indeterminado: se le dan ga-
a su religión. al punto de que la pena se disminuye cuando se
rrotazos como retribución y también como neutralización.
comete contra un culto diferente al del estado.
El estado El estado totalitario fascista está caracterizado en la Proluzione 7 10 La irracional
. . ~demás. el Codice Rocco extiende desmesuradamente la pu-
fascista al código penal de 1930, en que se sostiene una concepción represividad
mb1hdad: no distingue entre actos preparatorios y de tentativa;
antropomórfica. que representa todas las generaciones pasadas,
impone medidas de seguridad a los complotados sin que se inicie
presentes y futuras y que, por ende, adquiere una existencia se-
la ejecución del hecho; equipara los autores a los participes. Por
parada del conjunto de sus habitantes. con vida y necesidades
supuesto. establecía la pena de muerte para los delitos contra el
propias. a las que deben sacrificarse las de cualquiera de sus
estado Y para algunos delitos contra las personas. En su momen-
parcialidades. puesto que éstas son transitorias, por oposición a
to fue ponderado por los reaccionarios de toda Europa y despertó
las estatales, que son eternas. admiración en América Latina. El código de Rocco pen11anece vi-
El código El código de 1930 o Codice Rocco fue el gran monumento 8 gente aunque con notorias refomias en las últimas décadas. a
fascista penal del fascismo. El derecho penal fascista, que en él plasmó su impulso de la Corte Constitucional, que fue declarando sus dis-
ESTADOS DE POLICÍA REVOLUCIONARIOS 255
254 EL IMPULSO PENSANTE Y SUS OBSTÁCULOS

sociedad, sacrificaron todo para alcanzar las metas lo antes posi-


posiciones incompatibles con la Constitución de la República. Su ble. Estos discursos visionarios se adaptaron a transformaciones
irracional sistema de penas y medidas fue compensado con la r~pidas del poder; toda revolución o pretensión de revolución adop-
legislación penal ejecutiva que, en la práctica, las reduce notoria- to en definitiva un discurso de certeza absoluta respecto del sen-
mente. tido de la historia. Sin embargo, todos los estados que asumieron
La ideología antimodema siempre vuelve a ser invocada por 11 la forma de dictaduras del proletariado o campesino-proletarias,
La doctrina de la
seguridad algún estado de policía. Una de sus más crueles manifestaciones como formas de transición al socialismo, no pudieron superar en
nacional políticas fue la doctrina de la seguridad nacional, asumida por los hechos y en el discurso (posterior a la revolución) la forma tí-
estados de policía en la periferia del poder mundial. Originaria de pica de un estado de policía.
autores franceses, que la enunciaron con motivo de la guerra ar- 2 El control social punitivo en la Unión Soviética se enmarcó El disfraz marxista
gelina en los años cincuenta, fue difundida en los ejércitos de durante la guerra civil y en la dictadura posterior, con el sello per- del positivismo
América desde la escuela militar de Panamá. Fue una tesis sim- peligrosista
sonal primero de Lenin y luego de Stalin, en el objetivo declarado
plista que alucinaba un estado de guerra permanente que com- de detener la amenza imperialista en el exterior y en la elimina-
prometía a todo el planeta. Los estados policiales se reservaban la ción de los valores no proletarios hacia el interior de la sociedad.
función de determinar quién era en cada caso el enemigo, milita-
El vocabulario del discurso predominante fue marxista, aunque
rizando toda la sociedad y subordinando todos los derechos a la en versión de Engels, acentuadamente positivista, que en algunos
defensa del modelo occidental. momentos derivó en abierto positivismo peligrosista, completa-
Al amparo de esta alucinación surgieron estados de emergen- 12 mente extraño al marxismo, del que sólo tomaba componentes
Los tres sistemas
penales de cia, estatutos de seguridad, organismos y agencias políticas de discursivos autoritarios que cerraban el debate.
seguridad Jacto en reemplazo de los de jure y de la representación popular,
nacional En cierto sentido, a través de la negación del racismo tradi-
tribunales especiales, penas impuestas por la administración, cional, la ideología soviética llegó a un nuevo racismo (racismo
cuerpos y grupos de exterminio. El poder punitivo se ejerció a condicionado). Un dogma stalinista fue el de la transmisión genética
través de tres sistemas penales: (a) el formal; (b) el administrati- de los caracteres adquiridos, sostenida por el biólogo Lyssenko y
vo, mediante prisiones dispuestas por el ejecutivo (en nuestro pais
que hizo perder cosechas enteras. Aplicando ese dogma la socie-
con pretexto del art. 23 constitucional); y (c) el subterráneo, me- dad soviética erradicaría el delito al corregir los caracteres crimi-
diante homicidios, secuestros, torturas, campos de concentración nales heredados de la sociedad capitalista.
y desaparición de personas, al margen de toda legalidad.
3 El control punitivo fue de ferocidad superior al fascismo y La analogía,
Como cualquier delito -y no sólo el político- ponía en peligro el proyecto
comparable al nazismo. En los primeros tiempos los jueces po- Krylenko
la unidad del frente interno en la guerra alucinada, todo delin- dían apelar a su conciencia socialista, sobre la base de unas direc-
cuente era considerado una suerte de traidor a la patria de se- tivas legales muy difusas: se creó la Tchelca (policía y tribunal
gundo grado. político), hasta que en 1922 se sancionó el primer código penal,
que establecía expresamente que la función de la punición era la
defensa del estado durante la transición al comunismo, criterio
que reiteraron todos los códigos posteriores. Siguiendo a Ferri
§ 79. Estados de policía revolucionarios eliminaba la palabra pena y los jueces eran libres para construir
analógicamente los tipos penales confonne a su conciencia socia-
lista. En 1924 se sancionaron nuevos Principios. que prodigaban
El siglo XX conoció desarrollos discursivos de visionarios que, 1
Los la suprema medida de defensa social, eufemismo con el que se
revolucionarios pretendiendo partir de la modernidad, iluminados por la certeza designaba la pena de muerte. Conforme a los Principios se elaboró
iluminados absoluta respecto del camino de la humanidad y el destino de la
a) EL NEOKANTISMO 257
EL IMPULSO PENSAi'tTE Y SUS OBSI'ACULOS
256

nis~10._Lo paradójico es que tanto la doctrina penal soviética como


el código ruso de 1926, cuyo art. 16º establecía que si el acto era
laj~cista ~e nutrieron del positivismo e idealismo. Modernidad y
socialmente peligroso y no estaba tipificado, se penaba conforme
antimodern1dad en sus diferentes desarrollos y orígenes hacen
a los actos previstos de naturaleza más semejante. Por el mismo
causa común cuando necesitan orden y garrotazos.
tiempo se elaboraba el famoso proyecto Krylenko, que directamente
carecía de parte especial y que en buena medida se nutría de las
ideas del proyecto Ferrí de 1921.
Cuando Stalin decidió un retiro táctico del estatismo econó- 4 § 80. Estados de derecho amenazados por ficcionPs
~
Paschukanis
y las purgas mico (vuelta a formas elementales de iniciativa privada) que al- de modernidad consumada: a) el neokantismo
stalinistas canzó su apogeo hacia 1925, requirió un mínimo de garantías de
estabilidad para la pequeña industria, que no proporcionaba el
proyecto de Ivylenko, el cual fue archivado. El pensador más im- Las ficciones
1 Desde el hegelianismo de derecha se abrió paso la tendencia de modernidad
portante de esta época fue Eugeny B. Paschulcanis, quien atribuía a considerar el proyecto de modernidad como alc5 bo rea1·izad o o consumad¡, y
al derecho el carácter de fenómeno propio de la sociedad capita- consumado, es dec.ir, a desconocer la disparidad entre el estado su peligro
lista, determinado por sus relaciones de cambio-valor, que iría de derecho como proyecto y la realidad, lo que equivale a anular la
desapareciendo a medida que predominasen las relaciones de soli- dialéctica propia de todo estado de derecho histórico o real: al can-
daridad socialista. Paschukanis y su desvaloración del derecho celar la tensión entre el estado de policía que permanece en el
chocaron frontalmente con la fuerte centralización de Stalin, cuya interior de todo estado de derecho real y el proyecto de estado de
voz penal fue el fiscal Vysinsldj, encargado de las terribles purgas derecho ideal, se cierra toda posibilidad de apelar a la realización
(asesinatos) de 1936, en las que desapareció el mismo Paschu- progresiva como principio regulativo, al tiempo que desaparece
kanis. d!~ectamente el estado de derecho real, reemplazado por una fic-
Después de 1956 se inició un nuevo periodo en la legislación 5 c10n que, en ocasiones resulta indignante.
La aproximación
al estado penal soviética, inaugurado por los Principios de Legislación Penal Con muy diferentes recursos metódicos, a lo largo del siglo
de derecho de 1958, con los que desaparecieron los tribunales especiales y la XX han proliferado teorías que identificaron el ser con lo que debe
analogía. En 1960 la República Rusa sancionó su código penal, ser, en la mayoría de los casos dándolo por cierto como presu-
que sirvió de modelo a las restantes. En alguna ocasión se aplicó pue~:º (dogma. implícito) o evitando su tratamiento (dogma por
retroactivamente la ley penal, a título de excepción autorizada por elusion). En definitiva, se trata de la negación de los defectos de
el Soviet Supremo. El acercamiento soviético a los principios del los estados de derecho reales y, por ende, de las características
estado de derecho, operado a partir de 1958-1960, fue explicado del poder punitivo en la realidad. De este modo se puede cons-
ideológicamente sosteniendo que la Unión Soviética estaba ma- truir una teoría del derecho penal como si esos defectos no exis-
dura para iniciar la etapa del comunismo, en que comenzaría la tiesen, y como si el estado real fuese análogo al ideal.
paulatina desaparición del estado por haber cesado la lucha de
clases. Esta legislación permaneció vigente hasta la disolución de Sea como fuere. ponen en serio peligro los estados de derecho
la Unión Soviética. reales, p~rq~_e establecen la racionalidad de sus propuestas a partir
de una hcc10n de estado ideal, sea porque lo dan por realizado,
La teoría La teoría soviética del delito no se distinguía mucho de la sos- 6 porque no se plantean su realización o porque, renunciando al
del delito tenida por van Liszt. Su concepto material de delito se fundaba en ideal, dan por ideal lo existente.
la peligrosidad social; la justificación sociológica de la inimputa-
bilidad residía en que el inimputable vivía fuera de las relaciones, 2 El positivismo peligrosista era un refugio seguro para el dis- La crisis del
curso legitimante del poder punitivo, porque cada cosa se hallaba positivismo y e!
no participaba en la lucha de clases. lo que se acercaba al con- neokantismo
cepto de comunidadjuridica y participe del derecho del hegelia- en su lugar en un universo jerarquizado por la biología. Pero cuan-
258 EL IMPULSO PENSANTE Y SUS OBSTACULOS a) EL NEOK:Af';TJSMO 259

do entró en crisis provocó un desconcierto en los discursos pena- La escuela neokantiana que sirvió para proporcionar el dis-
les le6itimantes del poder punitivo, que pronto comprendieron curso penal de mayor éxito fue la de Baden, para la cual la reali-
que s7 la realidad no era como se necesitaba quefuese p~ra legi~i- dad seria una especie de caos al que no se podría penetrar sino
mar la pena, era necesario ignorar los datos de la realidad. En por medio de los valores. De esta manera, el valor no se limita a
otras palabras: el positivismo alucinó una realidad legitimante; agregar un dato a una cosa, sino que permite el acceso a la cosa
cuando la alucinación se volvió insostenible, como lo importante misma, que sin ese valor seria incomprensible.
no era la realidad sino la función legitimante, se optó por negarla
5 Esta característica de cualquier conocimiento en que intervie- Las ciencias de
0 ignorarla, con un discurso que pretendía ser técnico y presenta- la cultura
nen los valores le permitió una división tajante entre las ciencias
ble como ideológicamente aséptico. seleccionan
de la cultura o del espíritu y las ciencias naturales, que sólo aparen- los datos que
La particular
Aunque esta actitud es propia de todos los discursos que pre- 3 temente pueden ocuparse del mismo objeto, porque en realidad no molestan
capacidad del tenden ser meramente técnicos y políticamente asépticos, como una cosa vista a través del valor no seria la misma de las ciencias
neokantismo el tecnicismo jurídico italiano de Arturo Rocco o la monumental naturales. Esto les permitió enfocar al delito natw-almente (positi-
para inventar
el mundo obra de Vincenzo Manzini, el mayor desarrollo de esta tendencia vismo) por medio de la criminología y valorativa o normativamente
tuvo lugar en Alemania, con la adopción del neokantismo, que dio (idealismo) desde el derecho penal, como dos cosas diferentes.
un gran impulso a la elaboración dogmática del derecho penal.
De este modo, el derecho penal como ciencia de la cultura o
su sin6ular
b
éxito se debió a su formidable idoneidad para los del espíritu, excluía de su discurso los datos perturbadores de la
fines buscados: su meticulosa separación entre el universo jurídico realidad. Lo curioso es que la criminología también los excluía
y el real le permitió mantener gran parte del paradigma positivis- {especialmente el sistema penal), porque el derecho penal la limi-
ta criminológico y, al mismo tiempo, desarrollar un positivismo taba al estudio de las causas de lo que éste definía como delito.
legal, haciendo caso omiso de los datos sociales y manteniend~ a Pero esto no evitaba la contradicción interna insalvable: una cien-
la criminología en posición subordinada, neutralizando cualqmer cia natural que estaba delimitada por una ciencia valorativa, o
información social molesta a través de una arbitraria selección de mejor dicho, por la decisión de un legislador. Era el precio que
datos de la realidad: los datos que molestaban eran remitidos a la debía pagar para evitar que la criminología se interrogase sobre la
ciencia natural, en tanto que los que legitimaban se incorporaban naturaleza del poder punitivo; nadie se ocupaba de indagar cómo
al discurso como ciencia jurídica. Toda pretensión de incorporar opera en la realidad el sistema penal y cómo se ejerce el poder
los datos molestos a la ciencia jurídica era estigmatizada como punitivo.
reduccionismo. Los conceptos
6 La arbitraria selección de datos de la realidad permitió al
jurídicos
Retomaba lo peor del idealismo para salvar al positivismo, en neokantismo inventar un mundo inexistente, en el que podía legi- artificiales
una tradición qué conserva vigencia hasta el presente. timar el poder punitivo por medio de la prevención general, de la
especial o de ambas, apelar a penas y medidas, distinguirlas arti-
La escuela de
Para Kant las cosas en sí existen, pero no son accesibles, 4
ficialmente, aceptar la doble vía o el sistema vicariante o ambos,
Baden y el mundo porque no podemos conocer nada fuera del tiempo y del espacio.
etc. Nada impedía a los neokantianos crear nuevos conceptos,
como caos Para los neokantianos las cosas en si, directamente no existen.
cuando eran necesarios, para explicar la ley ni construir concep-
Por ende. el neokantismo fue abiertamente idealista, aunque se
tos jurídicos como falsete de cualquier dato de la realidad, con lo
dividió en escuelas con diferente grado de idealismo. Para la lla-
cual podían cambiar el mundo a la medida de las necesidades
mada escuela de Marburg (en la que puede contarse a Kelsen). el
legitiman tes.
método crea el objeto. con lo que sus construcciones y su metafí-
sica se agotan en lógica metódica. Pero esta escuela no tuvo seria El saber penal pudo construir de este modo un discurso que
repercusión penal. sirvió a la burocracia judicial alemana para pasar sin mayores
problemas por sobre los terribles acontecimientos políticos de su
b) EL ONTOLOGISMO 261
260 EL IMPULSO PENSANTE y SUS OBSTÁCULOS

(d) Estructuras lógico-objetivas son, pues, las que vinculan al


- ca , desde la caída de la monarquía hasta el nazismo y la catás-
epo . legislador con el ser de lo que desvalora, que está relacionado con
trofe, sin inmutarse y sin darse por enterado de los mayores en- él pero que no puede estar alterado.
menes de la historia del siglo XX.
(e) Cuando desconoce una esb:uctura de esta naturaleza, la
legislación es ineficaz, pero no por ello inválida, porque la valora-
ción sigue siendo tal aunque recaiga sobre un objeto diferente. Sólo
que el resultado será diferente y paradojal: quien salga a pasear
§ 81. b) el ontologismo con un yacaré encadenado, posiblemente vaya a dar al manicomio,
especialmente si al ser interrogado dice que se trata de un perro.
1 (f) No obstante, habría un limite en qu_e ese desconocimiento
El retomo En los primeros tiempos de posgue-
aljusnaturalismo rra comenzaron los esfuerzos de re- invalidaría directamente la norma: cuando lo que desconoce es la
construcción de los estados de derecho estructura del ser humano como persona (ente responsable).
europeos y hubo un verdadero renaci- 3 Lo que se extrae de esta teoría es una cierta limitación de la La etización del
miento de tendencias jusnaturalistas en potestad punitiva, pero no se trata de un jusnaturalismo en sen- derecho penal
violaba la estruc-
Alemania, especialmente en la forma de tido estricto, por lo cual se la ha caracterizado -no sin razón- tura lógico-real
pensamiento de la natw-aleza de las co- como un derecho natw·al negativo, que sirve para indicar lo que no
sas, y en Italia dichas tendencias se ma- es derecho, pero en modo alguno pretende definir acabadamente
nifestaron particularmente mediante el cómo debe ser el derecho.
teleologismo de Giuseppe Bettiol. Se tra-
Si bien una posición tan moderada no podría tener significa-
taba de hallar un criterio que pusiese li- Giuseppe Bettiol ción jusnaturalista en sentido idealista, Welzel excedió el marco
mites al poder del legislador. en el uso de la misma, al pretender que el poder punitivo tiene por
En el campo penal, la más importante eA1Jresión de esta tenden- 2 función tutelar una ética social mínima, con lo que enunciaba
Las estructuras
lógico-reales · fue la de Hans Welzel (1905-1977), quien lo hizo en forma •. de una teoría de prevención general positiva etizante.
cia
1
jusnaturalismo mínimo conforme a su teoría de la~ e~tru.cturas ogi~ Con esto Welzel infringía sus propias premisas, pues la aplica-
ca-reales (ver§ 91.9), que puede sintetizarse de la s1gmente manera. ción estricta de la teoria de las estructuras lógico-reales hubiese
obligado a tomar en cuenta la selectividad del poder punitivo, lo
(a) a diferencia del neokantismo, no concibe al mundo como
que implica una severa falta de eticidad en el propio estado y en ese
un caos sino como un conjunto de órdenes (físico, geográfico, zoo-
ejercicio del poder. También hubiese puesto de manifiesto la inevi-
lógico, etc.). El orden jurídico es uno más entre todos ellos. table intencionalidad politica de la propia construcción discursiva.
(b) El objeto desvalorado no es creado por la desvalora~ión, Durante treinta años esta concepción fue la alternativa al de-
sino que es anterior a ella, existe con independencia de la misma recho penal neokantiano, produciendo el famoso debate finalismo-
y pertenece a un orden: el derecho, cuando lo desvalora no lo causalismo, que no fue inútil, porque: (a) hoy se conocen los gra-
crea, pues existe independientemente del desvalor jurídico (de ves riesgos de pretender que lo óntico puede imponemos conceptos
que sea bueno o malo para el derecho). jwidicos, porque éstos inevitablemente se construyen en función
de ciertos objetivos políticos, como parte que son de un discurso
(e) La desvaloración debe respetar la estructura del ente que
político. lo que también es una estructura lógico-real: (b) pero tam-
desvalora. puesto que su desconocimiento la hará recaer sobre bién se sabe que los datos de la realidad son un limite que debe
un objeto distinto o en el vacío. Un perro es un perro Y no ~uede o/Jservarse en la construcción de los conceptos. sin lo cual se cae
inventarse un perTojuridico definiendo como tal a un yacare. en un delirio con alteraciones peligrosas de la sensopercepción, y
262 EL IMPULSO PENSANTE: Y SUS OBSTÁCULOS C) EL FUKCIONALISMO SISTÉMICO 263

cualquier objetivo político se desvirtúa hasta el punto de ignorar el propia del welfare state, equivalente sociológico del keynesianismo
horror. en economía, ambas funcionales al new deal norteamericano.

Modernamente se diferencian del organicismo, y sostienen


que la sociedad no es un organismo, pero que, al igual que éste,
puede analizarse como un sistema: no es un animal pero funcio-
§ 82. e) el funcionalismo sistémico na según las mismas leyes. La misma idea será extremada por el
radicalizado funcionalismo alemán de Luhmann, que biologizó el
planteo mediante la transferencia de la autopoiesis (sostenida
Las concepciones Las concepciones orgánicas de la sociedad son muy antiguas, 1
orgánicas de la por los biólogos chilenos Varela y Maturana) de lo orgánico a lo
incluso las menciona Aristóteles, y algo análogo puede decirse del social.
sociedad
análisis funcional, donde se explica una institución o modelo de
conducta en razón de sus consecuencias para una estructura o 4 Para Parsons la sociedad es un sistema y la socialización del El funcionalismo
para una dominación. En la sociología del siglo XX renacieron las humano tiene lugar por obra de agentes que podriamos llamar norteaniericano
de Parsons
concepciones orgánicas de la sociedad en la forma de funcionalismo normales, como la familia, la escuela, los viejos, las iglesias, etc.,
sistémico, que declaran descender de Durkheim, y el discurso ju- pero cuando estos agentes fallan, entran en juego otros que
ridico-penal de las últimas décadas tomó en préstamo algunos reaseguran la resocialización, como son los del sistema penal o
elementos para su construcción. los de salud mental, llamando control social sólo al ejercido por
estos últimos. Parsons requería siempre una reacción moderada
No hay El derecho penal, que con el neokantismo despreciaba los 2
verificación por parte de la sociedad frente a estos fracasos (desviaciones de
datos de la sociología, estaba al borde del ridículo, por lo cual se
posible conducta), porque de lo contrario se produciría una sobreactuación
intentó cubrir ese vacío. Para ello se apeló a la sociología sistémica,
que tendria un efecto paradoja!: esa misma sobreactuación pro-
aunque no siempre se incorporaron los datos sociales, respecto
ducirla una reafirmación del desviado en su desviacirrr, porque
de los que se mantiene el criterio selectivo neokantiano en forma
estarla indicando que algo cierto habría en su punto de vista. La
tácita.
sanción inflexible, en lugar de debilitar el componente alienativo
En otras palabras: nada permite probar que la sociedad sea del ego, lo reforzarla. pues percibirla que hay algo en alter que
un organismo ni un sistema (concepción sistémica), como tampo- aprueba su tendencia y que se pone de manifiesto en su propia
co que sea sólo un conjunto de grupos en conflicto (concepción ambivalencia, expresada tanto en la exageración de las sanciones
conflictivista), de modo que tanto el concepto sistémico como el como en la equivocidad de la actitud. Como teórico del welfare
conflictivista son válidos en sociología como marcos interpretativos state. su teoria social se compadece perfectamente con un orden
de hechos o datos sociales. Al sistémico le es difícil explicar el que con bondad reparte roles y domestica, reservando el control
cambio social, en tanto que al conflictivista le es difícil explicar los social como red de seguridad que recoge a los pocos que no com-
elementos de permanencia. Pero, en cualquier caso, éstos son los prenden. En general, su pensamiento, con todas sus condicio-
armarios en los que los sociólogos meten sus tazas y platos. El nantes históricas, en:~ democrático. La sociedad se componía de
penalismo sistémico tomó los armarios, pero dejó fuera demasia- humanos y, dado que el estado de bienestar mejoraba las condi-
das tazas y platos. ciones de socialización. los casos de desviación residuales serian
preferentemente causados por razones individuales. lo que lleva-
El pensamiento El acento sobre los datos de estabilidad es lo que le permite a 3
funcionalista ba a una legitimación del poder punitivo por vía preferente de
sistémico en
toda teoria sistémica de la sociedad concebirla como un sistema, prevención especial positiva (resocialización).
sociología muchas veces demasiado cerca de un organismo. Dominaron la
sociología en los años treinta y cuarenta. norteamericanos, cuyo 5 Nildass Luhmann. al recepcionar y radicalizar el funcionalismo El funcionalismo
en Alemania. distinguió entre el sistema y los subsistemas, que alemán de
representante más conocido fue Talcott Parsons (1902-1979). Era Luhmann
seríamos los seres humanos. El sistema debe responder a las
264 EL IMPULSO PENSANTE Y SUS OBSTACULOS
C) EL FUNCIONALISMO SISTÉMICO 265

demandas de los subsistemas, porque si son demasiadas lo


(a) Interrumpe cualquier diálogo, pues pretende que quien
desestabilizan. Al igual que los animales, debe mantenerse equi-
acepta la necesidad de un poder estatal eficaz, no puede discutir
librado y conservar la capacidad de reproducirse (autopoiesis).
su legitimidad, o sea, que el poder punitivo existe o no existe y,
Para eso, debe reducir las demandas, para lo cual tiene que pro-
cuando existe, debe admitirse y legitimarse sin más. Es la máxi-
ducir consenso, que en realidad es ausencia de disenso. Es como
ma expresión de quienes pretenden que el programa moderno
si se tratara de una estación de ferrocarril, en que los pasajeros
está realizado: lo que es. es como debe ser o, dicho de otra mane-
deben optar por contentarse con cuatro trenes programados y no
ra, debe ser porque es. Consiste en una singular interpretación
pedir un quinto, porque de io contrario, se desprogramaria toda
del principio hegeliano fundada en leyes e2>.i:raídas de la biología.
la estación. Para ello debe reforzar los roles sociales, haciendo
previsibles los comportamientos de los subsistemas (humanos). (b) Admite las características estructurales del sistema penal
(selectividad, violencia, corrupción, etc.), pero las considera posi-
Las simplifica- Los humanos actuarían funcionalmente en la medida en que 6
ciones para tivas por su función estabilizante, por lo que se convierte en una
se adapten a roles cuya función es equilibrar el sistema que, a su
pensar menos teoría antiética: el único valor es el sistema y los otros valores son
vez, norma esos roles para sostener su equilibrio. Luhmann afir-
meros instrumentos. Presupone la f.._ción de absoluta racionali-
ma que estas relaciones normativas (simplificadoras) no hacen dad del estado reat pues de lo contrario sería aberrante: por
más que facilitar la elección de los humanos, librándolos del peso reductio ad absurdum, en una sociedad fundamentalista serían
de actuar con consciencia de todo a cada momento, lo que no es funcionales quienes violasen mujeres que no usan velo, porque
lejano a la resignación frente a la invención de la realidad y la reducirían las expectativas de media población y contribuirían a
manipulación. la función autopoiética de reequilibrio del sistema. La quema de
La funcionalidad El único valor seria la funcionalidad para el equilibrio del sis- 7 brujas fue estabilizante para el sistema en la edad media, porque
como valor tema. Por eso, el discurso jurídico no puede tomar en cuenta da- la gente creía que con eso evitaba todos los males. La persecución
supremo
tos de la realidad (como que casi nunca se mueve frente a las de judíos fue estabilizante en el estado nazista, porque la gente
victimizaciones), porque perdería funcionalidad, es decir, que el creía que eran responsables de todos los males.
discurso jurídico penal es verdadero porque es falso. Esta para- Contra esto se argumenta que el funcionalismo no niega los
doja obedece a que no hace depender la legitimidad del valor de problemas de legitimación, sino que los considera previos. Con ello
verdad, sino sólo de la eficacia para el sistema. Por eso, para se erige en una teoría radicalmente positivista, como un nuevo
Luhmann el derecho es sólo una normación generalizada que debe recurso para preservar al derecho penal de toda contaminación
ser aceptada mecánicamente, sin requerir motivación alguna: se critica, dejada en un nebuloso campo previo (político). El estado
legitima sólo porque es aceptado. habría comprado el aparato penal del cual el juez es parte, y de su
Algo parece no convencer en una teoria que sostiene que el empleo perverso sería responsable sólo la política. El derecho pe-
derecho se legitima porque es aceptado, pero no se deslegitima nal seria una suerte de picana eléctrica, que puede ser útil para
porque en la inmensa mayoría de los casos no opera. Lo único arriar ganado, pero también para torturar al vecino; todo depende
importante es que se lo acepte, sin preguntarse por qué ni para de quién lo compre. Puede afirmarse que el derecho penal
qué. La aceptación estabilizante de la normación jurídica se opera funcionalista es un equivalente reelaborado del neokan+,ismo.
por distracción (no pensar en elloL (c) Lleva la ficción de modernidad realizada hasta el límite de
Incompatibilidad La versión más radicalizada del funcionalismo sistémico llega 8 lo antimodemo, llegando a ser antiílustrado: no garantiza al hu-
con el estado a extremos no compatibles con el estado de derecho, al menos en mano un espacio social de decisión y realización, sino todo lo
de derecho contrario, es decir, limita ese espacio con el pretexto de la sobrecar-
las consecuencias que extraen quienes lo llevan al derecho penaL
ga. El fomento de la reducción de expectativas promoviendo un
d) 1A FICCIÓN DE MODERNIDAD ACABADA EN 1A IDEOLOGLt,. DE Lt; SEGURJDAD TOTAL 267
266 EL IMPULSO PENSANTE Y SUS OBSTACULOS

§ 83. d) La ficción de modernidad acabada


actuar sin pensar es expresión de la antropología del pensamien-
en la ideología de la seguridad total
to de la restauración: el humano libre provoca el caos; sólo la
reducción de sus espacios provoca orden.
(d) Este modernismo opera en los límites del antimodemis- 1 En los años cincuenta del siglo pasado y siempre desde la La nueva
ficción del estado racional como realidad acabada, apareció la derecha
mo, al punto de que su mero fomento de la producción de consen- norteamericana
so como mero no disenso y no pensar, quiere homogeneizar la llamada nueva defensa social como corriente patemalista, en al-
población, en forma de igualación que, para el nazismo era la ver- guna medida tributaria del positivismo peligrosista, tratando de
dadera igualdad y que, por definición, se contrapone con el ,dere- equilibrarlo con los derechos humanos, en una versión político-
cho a ser d[ferente, que es el enunciado del derecho a la igualdad criminal que aspiraba a un derecho penal tutelar de rostro bon-
dadoso por obra de Marc Ancel y a una versión cercana a la de
de raigambre liberal.
Dorado Montero por obra de Filippo Gramatica. Pero estas no son
Como la globalización aumenta los conflictos sociales y los 9 las corrientes que predominan hoy en la política criminal.
El llamado
derecho penal
de riesgo
vuelve incontrolables, dando lugar a la llamada sociedad de ries-
go, se pretende ahora crear la sensación de seguridad mediante

En efecto: el derecho penal ~ufre el embate de teorías que
parten de la ficción del estado racional realizado y que renuevan
un derecho penal de riesgo, que desemboca en un estado
las ideas de Garófalo (§ 74.8): si el estado racional está realizado,
preventivlsta, que ahoga al estado de derecho, confundiendo pre-
el poder no tiene elementos criminógenos y todo crimen es pro-
vención policial con represión penal, reemplazando la ofensividad
ducto de una decisión individual que, por lo menos, debe ser
por el peligro y reduciendo los riesgos permitidos. Se convierte a
retribuida.
los delitos de lesión en delitos de peligro, eliminando el in dubio
pro reo cuando no se puede probar la producción del resultado. El Esta tesis, en formulación muy rudimentaria, corresponde a
derecho penal de riesgo alcanzó su desarrollo máximo en la legis- la política criminal que en los años setenta y ochenta se llamó nue-
lación nazista. Se lo legitima ahora aduciendo que cuando la so- va derecha norteamericana, enemiga del derecho penal liberal.
ciedad se alarma es necesario hacer leyes penales, como se hizo
2 Este embate autoritario se monta sobre una nueva emergen- La inseguridad
siempre que se invocó una emergencia. La diferencia radica en cia, que es la inseguridad urbana. La población mundial se ha urbana como
que hoy se lo legitima sabiendo que sólo sirve para calmar a la nueva emergencia
concentrado en ciudades y esto planteó el problema de la seguri-
opinión coyuntural, llegándose a sostener que sería imposible dad urbana, entendida como la seguridad frente al delito. La vio-
volver al bueno y viejo derecho penal liberal como un derecho pe- lencia urbana aumenta en las sociedades que adoptan el modelo
nal mínimo. Se llega a afim1ar que éste era el mero contrapeso de del Jundamentallsmo de mercado, puesto que polariza riqueza,
penas muy graves, pretendiendo deducir de allí que cuando las aumenta la tasa de desempleo, deteriora los servicios sociales,
penas no son tan graves, es menos necesario poner límites al difunde valores culturales egoístas, divulga la tecnología lesiva,
poder punitivo, lo que siempre ha sido el clásico argumento para genera vivencias de exclusión y, en definitiva, potencia toda la
facilitar el control policial de la vida cotidiana. conflictividad social.

El derecho penal El poder punitivo sólo tendría un efecto simbólico, con lo cual 10 3 Lo cierto es que en los Estados Unidos crece el número de Prisionización
como campaña se acaba en un derecho penal de riesgo simbólico, o sea, que no se presos y de personas controladas penalmente, hasta índices in- masiva y racista
publicitaria
fraudulenta
neutralizan los riesgos, sino que se le hace creer a la gente que ya creíbles, en su mayoria condenados con negociaciones extorsivas
no existen, se calma la ansiedad o, más claramente, se miente. El y con alta selección racista. El sistema penal se sobredimensionó
derecho penal seria parte de una enorme campaña publicitária hasta jugar un papel en la tasa de desempleo. Los operadores
promocionante de un producto con falsas calidades, es decir, que politicos se pliegan y disputan clientela electoral prometiendo
se lo degrada a una campaña publicitaria fraudulenta. mayor represión.
268 EL IMPULSO PENSMTE Y SUS OBSTÁCULOS LA. CRÍTICA A L.\ MODERNIDAD Y EL OLVIDO DEL SER 26~)

Un modelo Este modelo no es tradicional en los Estados Unidos, sino pro- 4 mero aplicaria penas y respetaria los principios liberales, en tan-
no tradicional dueto de las últimas décadas y obedece a varios factores: la terceri- to que el segundo irnpondria medidas de contención basadas en
zación económica, la necesidad de crear demanda de servicios, la la peligrosidad. Para ello, sostiene la distinción entre ciudadanos
incapacidad para reducir la conflictividad, la inescrupulosidad po- y enemigos basada en Hobbes y en Kant (ver§ 66), o sea, en la
litica, la demagogia comunicacional, el recorte de programas socia- corriente contractualista no liberal (opuesta a Locke y a Feuerbach).
les, la carga cultural racista, la formidable inversión en represión,
9 La propuesta de Jakobs resulta inadmisible porque: (a) histó- Inviabilidad de
etcétera.
ricamente se verifica que el derecho penal autoritario siempre se la propuesta
La nueva Si bien la seguridad es un problema real, es tornado corno 5 introduce corno excepción y luego se generaliza y ordinariza. (b)
emergencia
pretexto para legitimar una clara tendencia al control total de la No es posible distinguir nítidamente entre la pena que contiene y
y el control total
de la población población, lo que técnicamente es posible por vi.a del control elec- la que se pretende que cumple cualquier otra función. (c) Que
trónico de conducta. La creciente violencia urbana proporciona el cunda en la actualidad una legislación penal autoritaria no signi-
mínimo de realidad necesario para la construcción paranoica de fica que deba legitirnársela y aceptársela sin resistencia juridica.
un nuevo objeto amenazante, tematizada en un discurso de emer- (d) El derecho penal del enemigo tiene una marcada raigambre
gencia que legitima el estado policial. De este modo se desarrolla antiliberal, que entronca con la teorización politica del mejor ju-
una confusa ideología de seguridad total que anuncia una nueva rista del nazismo, Carl Schmitt. (e) En lo penal también evoca la
forma de aparición del totalitarismo.
legislación nazista sobre "extraños a la comunidad", proyectada
La vuelta de
la inquisición Parte de esta ideología es la llamada criminalidad organizada, 6 por Edrnund Mezger que pretendía internar a todos los disidentes
pseudoconcepto útil para introducir institutos inquisitoriales pro- en campos de concentración.
pios de los viejos estados policiales y que son los mismos procedi-
En síntesis, Jakobs trata de construir un derecho penal es-
mientos extraordinarios que siempre se ordinarizaron: penas
pecial (del enemigo) compatible con un estado de derecho, pero no
desproporcionadas; funciones judiciales a las policías; tipos de
autor; analogía; jueces, testigos y fiscales anónimos; procesos lo logra, pues toda teorización en tal sentido es por esencia auto-
ritaria.
inquisitivos; desprecio por los principios liberales; militarización
social; ampliación de ámbitos de corrupción; etcétera.
El síndrome
deWeimar Aunque pensamientos rudimentarios corno los de la nueva 7
derecha norteamericana pudieron ser funcionales a esta tenden- § 84. La crítica a la modernidad y el olvido del ser
cia, lo cierto es que ésta no tiene desarrollo teórico. La ideología
de la seguridad total es un ejercicio de poder que se vale de men-
sajes emocionales simplistas aunque eficaces, mientras los politi- 1 La modernidad está asociada a la idea de progreso y libera- Nietzsche y
cos no perciben el riesgo, ocupados en sus luchas competitivas. ción humanas, seriamente cuestionada desde la destrucción de Heidegger
Antes de la aparición de los estados de policía del siglo XX, los ruinas filosófic2..s por parte de Nietzsche. En el mismo sentido
políticos también fueron complacientes con los discursos in-acio- pensó en el siglo XX Martín Heidegger: consideró que la lucha por
nales: el caso paradigmático lo representó la República de Weirnar. el dominio de la tierra y la explotación de los recursos humanos,
Derecho penal En el año 2003, el profesor de Bonn, Günther Jakobs, ante la 8 en pos de una ilimitada voluntad de poder, expresan una racionali-
del enemigo dad al servicio del cálculo y la técnica, y que únicamente restaurando
notoria legislación penal de "lucha" (el autoritarismo penal cooO,
postuló la conveniencia de separar un derecho penal del ciudada- la filosofía se puede conjurar esta razón instrumental. Sostenía
no y un derecho penal del enemigo, corno medio para evitar que que el idealismo filosófico inició el camino del olvido del ser, por-
este último contamine toda la materia. En tanto que el derecho que produjo un abismo entre el ente aparente aqui abajo y el ente
penal del ciudadano seria el que se ocupa del delincue1:-te común, corno idea, que fue elevado a un lugar suprasensible.
el del enemigo se ocuparia, por ejemplo, de los terroristas. El pri-
270 EL IMPULSO PENSANTE Y SUS OBSTÁCULOS
LAS CRÍTICAS OPTIMISTAS Y PRUDENTES 271

Gramsci Desde la prisión fascista, Gramsci meditó sobre la crisis de la 2


y Weber 5 Toda la crítica a la modernidad y a su idea de progreso, al Criticas
idea de progreso, concluyendo que no era la idea misma la que igual que la crítica al derecho y al poder punitivo, se basan en el progresistas
había naufragado, sino que sus portadores, en la lucha con la na- y reaccionarias
hecho de que, si bien el desanollo de las instituciones sociales
turaleza que la idea impone, desataron fuerzas tan amenazadoras modernas ha creado mayores oportunidades que cualquier otra
que ellos mismos se volvieron naturaleza. La sociología también época para los humanos, es innegable que esa misma moderni-
había advertido sobre el carácter dialéctico de la modernidad, pues dad tiene un lado sombrío, dado por las catástrofes y matanzas
para Max Weber, la forma de organización que tiene por objeto del siglo XX, en que el número de vidas perdidas ha sido notoria-
asegurar la racionalidad con arreglo a fines llevaba a la mente mayor que en los dos siglos precedentes.
burocratización de la sociedad, lo que conducía a la parcelación del
alma y al especialista sin espíritu. Estas criticas fueron reasumidas Pero en el enorme montón de criticas es fácil perderse, por lo
por la llamada escuela de Fran/gurt, especialmente Horkheimer y que deben distinguirse, como mínimo, dos intenciones criticas
bien diferentes: las reaccionarias y 1as progresistas. Para las pri-
Adorno, oponiendo al pesimismo weberiano la utopía de una socie-
meras, siempre se vuelve al pensaniento de la restauración, o
dad no regida por la razón instrumental.
sea, al estado de policía, al proceso iriquisitorio .~ al poder puniti-
Descripción La máxima expresión de la razón instrumental es el funcio- 3 vo ilimitado. Para las criticas progresist'J..S, con todos los matices, la
y valoración
nalismo, pero dentro de éste debe distinguirse entre el (a) simple- modernidad es entendida como un proyecto inacabado, inconclu-
mente descriptivo y (b) el valorativo. so, de realización progresiva, inagotable: un deber ser que todavía
no es, pero que por su carácter dialéctico del ser, nunca será del
Hay funcionalidades que son verificables, o sea, que puede todo como debe ser.
describirse que un tenedor sirve para comer (es una descripción).
Pero cuando de allí se pretende deducir que por eso es bueno
usarlo y su funcionalidad pasa a ser el criterio valorativo acerca
de lo descripto, se da un salto muy peligroso, pasando por alto § 85. Las críticas optimistas y prudentes
que eso dependerá de lo que se coma, que bien puede ser comida
envenenada. Se llega por este camino no pensante a la apoteosis
de la razón instrumental pura. 1 Una critica enunciada desde la sociología general, es la de Teoría de la
Jürgen Habermas, que retomando el camino del hegelianismo de acción
Casi todas las criticas a la modernidad, en definitiva, no ata- comunicativa
izquierda (teoriza sobre el estado de derecho que debe ser pero
can el descubrimiento de las funcionalidades descriptivas, sino el
que aún no es), realiza un notorio esfuerzo para oponer a la razón
salto valorativo. No se niega la técnica, sino la tecnocracia: nunca
instrumental un nuevo concepto, de naturaleza comunicativa (teo-
puede ser la mera funcionalidad lo que indica el valor de una
ria de la acción comunicativa), fundado en el acuerdo intersubjetiva
cosa. Eso implica el olvido del ser, importa no pensar.
sin coacciones. Para este autor, el derecho debería fomentar el
La critica La crítica de la razón instrumental no podía menos que 4 entendimiento y el acuerdo por el diálogo, sustituir la fuerza insti-
criminológica impactar a la cuestión criminal. Eso sucedió en los años sesenta tucional por una organización de liberación social vinculada por
como parte de la la comunicación libre de toda coerción.
critica a la razón y setenta del siglo pasado desde la criminología. Desde la sociolo-
instrumental gía norteamericana el interaccionismo simbólico y la fenomenología Habermas no describe la sociedad contemporánea, sino que
quebraron los mitos de los fines manifiestos de la pena y la asep- construye un modelo ideal al que debe tenderse, de forma que la
sia del sistema penal. La sociología deslegitimó los discursos pena- Constitución siempre seria un proyecto, por lo cual el estado de
les que, para sobrevivir, no tuvieron otro recurso que encenarse derecho nunca está realizado del todo, sino necesitado de perma-
en el idealismo. nente revisión. La misión del control de constitucionalidad sería,
precisamente, asegurar el progreso de este proceso hacia su reali-
zación ideal. Si bien cabe reconocer el acierto de Habermas al con-
272 EL IMPULSO PENSANTE Y SUS OBSTÁCULOS EL PENSAMIENTO POS;'110DERNO: NI SER NI DEBER SER 27:3

cebir al estado de derecho como un proyecto no del todo realizado 4 Como Ferrajoli no distingue entre poder punitivo y derecho Un proyecto de
poder punitivo
(consecuente con su idea de la modernidad como proyecto macaba- penal a estos efectos, un derecho penal mínimo -poder punitivo al servicio del
do), su optimismo parece excesivo, pues aspira a un ideal de co- mínimo- se legitimaria por razones utilitarias, porque serviría para más débil
municación y participación consciente, sin mencionar las contra- prevenir reacciones más violentas contra el delito. Considera que
dicciones de toda sociedad. La razón comunicativa reemplazaría a el derecho penal nace de la sustitución de una relación bilateral
la razón instrumental, pero lo cierto es que ésta no parece desapa- entre la victima y el ofensor, por una trilateral que coloca a la
recer espontáneamente, sino todo lo contrario. El poder punitivo es
autoridad judicial ~n una posición imparcial. Desde este ángulo,
un producto de la razón instrumental, que se difunde y amplia.
propicia un poder punitivo mínimo que propone una doble fun-
Desde el campo de la cuestión cri- 2 ción: la prevención del delito, que indicaría el limite mínimo de la
El minimalismo
de Baratta minal, quizá la más profunda reflexión pena, y la prevención de las reé..cciones desproporcionadas, que
se deba a Alessandro Baratta. quiei1 señalaría su límite máximo. De {.Sta manera, afirma Ferrajoli que
ensayó una línea propia de derecho el poder punitivo siempre estaría del lado del más débil: de la
penal mmimo en que la ley penal respe- victima frente al delincuente y del delincuente ante la venganza.
tase los derechos humanos, asignan- Su derecho penal mmimo seria un programa de ley del más débil.
do a éstos tanto una función negativa La pena se legitimaría siempre como el mal menor, debiendo es-
de límite como una positiva de indica- tablecerse a partir de un cálculo de costos: el costo del poder
ción de posibles objetos de tutela. punitivo frente al de la anarquía punitiva. Su relegitimación del
Baratta clasificó sus principios en mtra poder punitivo en esa sociedad, reducido al minimo, importa la
y extrasistemáticos. Los últimos son los
propuesta de un modelo completamente diferente de ejercicio del
que se refieren a la decisión política y
poder y de estructura social en general. Aunque no haya razones
los subdivide entre los que orientan la
Alessandro Baratta decriminalización y otros, que implican históricas que permitan sostener que el poder punitivo alguna vez
una verdadera liberación de la imagmación sociológica y palmea frente vaya a estar· del lado del más debil, la discusión con el abolicionismo
a una cultura de lo penal que coloniza ampltarnente el modo de percibir se convierte en una disputa sobre un modelo acabado de trans-
y construir los coriflictos y problemas sociales en nuestra sociedad. Dado formación social, pero no se ocupa de la clave teórica para elabo-
que prácticamente no hay orden confüctivo que la imaginación socio- rar· el derecho penal vigente.
lógica no pueda sustraer al sistema penal y hallarle otras soluciones,
cabe pensar que el minimalismo de Baratta se inclina a una contrac-
ción del poder punitivo como signo de progreso social
§ 86. El pensamiento posmoderno: ni ser ni deber ser
El minimalismo Desde el ámbito de lo jurídico-penal. una de las más impar- 3
de Ferrajoli tantes criticas corresponde a Luigi Ferrajoli. Para este autor la
deslegitimación del poder punitivo, sólo alcanza a su actual ejer- 1 La posmodernidad es el movimiento que pretende superar la La crítica a la
cicio, pero no puede abarcar un futuro en que puede ejercerse de modernidad con
modernidad usando las herramientas de ésta, con las que descu-
medios modernos
modo mucho más racional. Por ello, entiende que la única deslegi- bre que modernidad también significó barbar'ie y proyecto de ex-
timación que merece ese nombre, seria la del abolicionismo, o clusión. La gran promesa de un mundo racional, civilizador y
sea, la de quienes sostienen la imposibilidad radical de legitimar humarlista del siglo XVIII se desvaneció en el siglo XX con sus
cualquier sistema penal, presente o futuro, por mínimo que sea. matanzas y genocidios. La historia de las ideas modernas, como
Afirma que en una sociedad mucho más democrática e igualitaria, claves de un proyecto ilustrado, abarcando las que legitiman el
seria necesario un derecho penal mmirno, como único medio de poder punitivo, se hallaría concluída. Pone en crisis los grandes
evitar males mayores (la venganza ilimitada). discursos que ordenaron el proyecto de la modernidad, verficando
que no hay menos guerras ni hambre, ni tampoco menos violen-
cia por mediación del poder punitivo.
w

274 EL IMPULSO PENSAi\iE Y SUS OBSTACULOS SíNIESJS: EL SER QUE NO DEBE SER 275

Deconstrucción La posmodernidad, entendida como agotamiento de la mo- 2 El abolicionismo, como pensamiento desarrollado con lógica
de los grandes ahistórica, lleva a la abolición del poder punitivo como objetivo
discursos
dernidad y, por ende, de su legado institucional, es lógico que
desemboque en una negación y deconstrucción, tanto del discur- estratégico; como táctica, sus pensadores proporcionan algunas
so como de la legitimidad del ejercicio del poder instituído. En la pistas, pero pese a ello, es innegable que el abolicionismo deja a
filosofía, es el discurso de Bataille que retoma de Nietzsche su los operadores del sistema penal bastante huérfanos de indica-
perfil libertario, con predominante rechazo a toda autoridad. No ciones prácticas. Una vez más aparece la similitud entre el poder
muy lejano están Gilles Deleuze y F. Guattari, con su concepción punitivo y la guerra: el abolicionismo se asemeja al pacifismo. Es la
de que las instituciones se basan en el deseo paranoide, por opo- aventura del pensamiento penal que se anima a hacer el máximo
sición al deseo productivo o revolucionario, todo lo cual reconoce esfuerzo pensante para neutralizar el poder, pero de momento es
antecedentes en viejos proyectos utópicos, ya revalorados en los pobre como táctica. Muchas de las críticas corrientes que se le
años sesenta. Aunque muchos de sus partidarios no se reconoz- fommlan se disipan cuando se aclara que el objeto de la abolición
can como posmodernos, la más importante manifestación penal no es el derecho penal, sino el poder punitivo, pero esto no lo
de este movimiento es el abolicionismo, cuyas posiciones no son exime de su deuda táctica.
necesariamente anarquistas.

El abolicionismo El abolicionismo es un movimiento impulsado por autores 3


penal del norte de Europa, con repercusiones en Canadá, Estados Uni-
§ 87. Síntesis: el ser que no debe ser
dos y América Latina. Partiendo de la deslegitimación del poder
punitivo y de su incapacidad para resolver conflictos, postula la
desapa1ición del sistema penal y su reemplazo por modelos de
1 Desde la posguerra, ia sociología parece dividida entre los Parménides
solución de conflictos alternativos, de preferencia informales. Sus y Heráclito
sistémicos y los teóricos del conflicto. Los sistémicos asientan su
mentores parten de diferentes bases ideológicas, pudiendo seña-
percepción de la realidad en la estabilidad, en tanto que los teóri-
larse la fenomenológica de Louk Hulsman, la marxista del primer
cos del conflicto lo hacen en las contradicciones. Estos últimos
'Ihomas Mathiesen, la fenomenológico-histórica de Nils Cfui.stie y,
proponen el abandono de la explicación de la sociedad como un
aunque fom1almente no integró el movimiento, no es aventurado
sistema equilibrado normal (y el conflicto como una desviación
incluir en éste la estructuralista de Michel Foucault (1926-1984).
del mismo), para explicar el conflicto como un componente nor-
Imaginar una Frente a toda concepción negativa del poder punitivo es posi- 4 mal de toda sociedad. Quizá, muy en el fondo, se trate de la ver-
sociedad diferente ble asumir dos posiciones diferentes: sión sociológica del problema ontológico: Parménides o Heráclito.
y verificar las
dificultades de (a) una consistente en poner entre paréntesis todos los datos Es común imputar a los teóricos del conflicto un compromiso
su realización
reales del poder y llevar el pensamiento negativo hasta sus últi- político con el cambio, en tanto que también lo es reprochar a los
mas consecuencias lógicas (imaginar directamente la sociedad sin sistémicos un compromiso con el statu qua. Lo cierto es que no
poder punitivo); hay ninguna prueba empírica que permita afirmar que la socie-
dad es un sistema, al igual que no la había cuando Spencer preten-
(b) la otra importa asumirla, pero reconocer la complejidad
día que era un organismo. No en vano se ha señalado la analogía
del poder en la historia (es difícil construir esa sociedad) y, en
del funcionalismo sistémico con el organicismo social.
especial, la clara consciencia de que eso implica un completo cam-
bio civilizatorio. El poder punitivo se ha legitimado primero por el discurso del
No se trata de actitudes incompatibles, pues con la primera estado de pecado (teocrático) y luego por el estado de peligro
se obtiene el objetivo estratégico; con la segunda, la praxis políti- (cientificista), no siendo menos sospechoso el actual estado de
ca para lograrlo. La primera orienta a la segunda y le impide per- irreductibilidadfuncional al sistema, y que la normalización equi-
derse. valga a la e.>,..piación teocrática y a la neutralización cientificista.
276 EL IMPULSO PENSANTE Y SUS OBSTÁCULOS
SiNTESIS; EL SER QUE NO DEBE SER 277
Los penalistas Además, cabe observar que no parece que los sociólogos fun- 2
no leen bien a
cionalistas sostengan todo lo que sus seguidores penales les atri- to de lo humano). Esta debe respetar· el marco de la antropología
los sociólogos
buyen. Muchos sociólogos funcionalistas rechazarian la lectura jurídica, que está positivizado en el artículo 1º de la Declaración
Universal.
penalista de sus teorias. Aunque los sistémicos no se hayan pre-
ocupado únicamente por la estabilidad, lo cierto es que la lectura Esta opción excluye todo planteo de un derecho penal trans-
que de ellos hacen los penalistas está referida sólo a estos aspec- personalista (que ponga al ser humano como medio pa¡ra el esta-
tos: como se ha dicho, se inclinan a apoderarse de los armarios y do, la raza, la clase o el sistema), lo que sólo es posible mediante
dejan las tazas y los platos. No es posible negar que, incluso des- un poder social orientado conforme al principio del estado de de-
de una teoría sistémica de la sociedad, pueda percibirse como recho, entendido como principio regulativo de las actitudes ante
disfuncional para el sistema el ejercicio del poder punitivo, pero la conflictividad social y el poder de las agencias estatales (del
es claro que esa no es la lectura penalista del funcionalismo. estado real o histórico).
Los conflictivistas Cabe preguntarse por la razón de las preferencias penales 3
son poco útiles
5 La antropología fundamental y el principio regulativo del es- Requisitos de
por las teorías sistémicas. Parece claro que, al menos en su parti- tado de derecho requieren de la teorización jurídico-penal: una teorización
para legitimar
cular lectura penal, son funcionales para la legitimación del po- antropológica-
der punitivo, lo que no sucedería con las teorias conflictivistas, (a) que sea personalista (el fin del derecho penal es la persona mente fundada

que pondrían de manifiesto que el poder punitivo es una válvula y no cualquier ídolo que la trascienda, lo que no hace más que
de escape institucional que desvía el conflicto de su objeto, que encubrir su sometimiento al estado de policía);
sirve para canalizar tensione;, sin resolver los conflictos, que trata
(b) que reconozca en el ser humano la capacidad de determi-
de neutralizar la conflictivic!ad dinámica de la sociedad, que es
narse conforme a sentido (lo contrario importaría negación del
enemigo natural de la idea de estado de derecho, etcétera.
principio democrático);
Esta opción confirma qu,c:: cuando el discurso penal legitimante
(c) que le reconozca su conciencia moral, con la que siempre
del poder punitivo agotó su esfuerzo idealista para evitar todo
chocará el ejercicio del poder punitivo, corno lo exJJresa desde la
contacto con los datos sociales, se aproximó a la sociología a tra-
época clásica la tragedia de Antígona.
vés de una interpretación organicista de la sociedad, incluso ha-
ciendo una lectura arbitraria de los sociólogos o seleccionando a 6 El derecho penal antropológicamente fundado debe asumir tam- Datos de la
los más organicistas de los sistémicos. bién los datos de la realidad social, en que grupos y personas realidad y ética
colisionan conforme a intereses, pretendiendo someter a otros gru-
Pero lo cierto es que, tanto las teorias conflictivistas de la
pos y personas, violentar el principio democrático (negar la auto-
sociedad como las sistémicas tienen vigencia plena en la sociolo-
gía actual, sin que exista ninguna razón válida -como no sea la determinación), violentar la conciencia ajena (cosificación) y, en
funcionalidad política legitimante- para preferir las teorías ocasiones, destruir físicamente al otro o a su grupo (aniquilamien-
sistémicas a las conflictivistas a la hora de tender un puente con to). Aunque estas tendencias no siempre se articulen ideoló-gica-
el derecho penal. De allí que, con perfecta legitimidad científica, mente, el conjunto de antagonismos encierra impulsos negativos
optemos en este desarTollo por la perspectiva conflictivista de la hacia el estado de derecho. Dado que éste no puede legitimar al
sociedad. estado de policía (sería una contradicción escandalosa), el estado
real debe ejercer su poder en forma que lo reduzca y lo controle;
El conflictivismo La opción por el conflictivismo importa una toma de posición 4 será función de las agencias jurídicas exigir del estado real el
y la antropología respecto de la sociedad y, por ende, del ser humano. En otras
jurídica sometimiento al principio regulativo del estado de derecho, lo que
palabras: la opción por el puente conflictivista con las ciencias so- importa una pauta ética del ejercicio de poder, al servicio de la
ciales exige del derecho penal una opción antropológica (un concep- persona (autónom_a y conciente).
278 EL IMPULSO PENSANTE Y SUS OBSTÁCULOS
SiNTESIS: EL SER QUE NO DEBE SER 279

Las tres En lo penal la exigencia ética es triple: 7


exigencias éticas Esta respuesta debe ser siempre adecuada a la concreta peli-
(a) en la construcción discursiva, exige la sinceridad y buena grosidad del poder punitivo para el estado de derecho. La selecti-
fe en la búsqueda de la contención del ejercicio del poder puniti- vidad y la violencia del ejercicio del poder punitivo se verifican
vo; universalmente. pero esto también pone de manifiesto que exis-
ten poderes punitivos que se ejercen en forma más irracional que
(b) en cuanto a las agencias juridicas, exige el agotamiento de
otros, según el grado de realización de cada estado de derecho en
su esfuerzo de contención; y
un momento de su historia. Este grado concreto de irracionalidad
(c) en las otras agencias ·del sistema penal, exige disminuir del poder punitivo es la peligrosidad del sistema penal que, como
constantemente sus niveles de violencia y arbitrariedad selectiva. no puede ser de otro modo, guarda estrecha relación con la res-
ponsabilidad del derecho penal y de las agencias juridicas, pues
La etización del derecho penal se impone como consecuencia el grado de ésta (la exigencia de respuesta por parte de estas agen-
de que el instrumentojurídico de reforzamiento del estado de dere- cias) es directamente proporcional a la peligrosidad del sistema
cho, no puede andar separado de la ética, so pena de perder su penal. La función responsable del derecho penal en este marco es
esencia. Por supuesto que esta etización del derecho penal debe la de e>cpresar teóricamente que lo que es no deber ser, y operar, a
distinguirse con todo cuidado del funcionalismo ético de media- través de las agenciasjuridicas, para que deje de serlo en el menor
dos del siglo X.X, porque la función ética que se le exige es muy tiempo posible.
diferente. Welzel abría su obra con la impactante afirmación de
que la función ético-social del derecho penal es proteger los valo-
res elementales de la vida comunitaria. Seria posible'suscribir
enteramente esa afirmación, a condición de no identificar dere-
cho penal con poder punitivo y de renunciar a la alucinación de
que el poder punitivo se ejerce conforme a lo programado por el
derecho penal. Precisamente, para proteger los valores elementa-
les de la vida comunitaria, el derecho penal debe saber que no
regula el poder punitivo, sino que sólo puede -y debe- contenerlo y
reducirlo, para que no se e>c-tienda aniquilando estos valores.

Reformulación El poder punitivo sin agencias que lo contengan y reduzcan, 8


de la aniquila todos los valores de la vida comunitaria a que se refería
responsabilidad
y dela W elzel. Desde la perspectiva conflictivista lo que se produce es sólo
peligrosidad un desplazamiento del sz.yeto al que se dirige la exigencia ética, que
son las instituciones y agencias del estado real. Este desplazamien-
to conlleva la alteración de otros conceptos subordinados, que fun-
damentalmente son los de (a) responsabilidad y (b) peligrosidad.

La responsabilidad (posibilidad de respuesta) cambia total-


mente su sentido, según el destinatario de la pregunta. Desde
una perspectiva reductora. no es el criminalizado el responsable,
sino la propia agencia judicial, que debe responder ante éste y
ante toda la población, dando cuenta de su actitud respecto del
poder punitivo.
SEGUNDA pARIE

TEORIADELDELITO
"'+'

CAPÍTULO 10
Estructura de la teoría del delito

§ 88. Las funciones de los sistemas teóricos del delito

1 El derecho penal contiene y limita el ejercicio del poder puni- Sistema


inteligente
tivo de diferentes maneras (declaración de inconstitucionalidad de compuertas
de leyes penales manifiestas y latentes, protección de libertades
amenazadas, etc.), pero la más importante función limitativa la
lleva a cabo interpretando las leyes penales manifiestas.

Como se ha expuesto, el saber (o ciencia) del derecho penal


debe operar como dique de contención de las aguas más turbu-
lentas y caóticas del estado de policía, que empujan ese dique
para anegar el estado de derecho.

2 Es su función evitar el rebalsamiento, pero, al mismo tiempo, Selección


y contraselección
evitar que la contención de una masa acuosa tan enmme provo-
que su estallido.

Para eso debe operar selectivamente, filtrando sólo las aguas


menos sucias y reduciendo su turbulencia, valiéndose de un com-
plejo sistema de compuertas, que impidan la perforación de cual-
quiera de ellas y que, para el caso de producirse, dispnngá de
otras que las reaseguren.

Como el poder punitivo ejerce su violencia selectivamente. la


contención reductora que debe oponerle el derecho penal tam-
bién debe ser selectiva.

3 La selectividad del derecho penal debe ser de signo opuesto a Compuertas


penales y
la del poder punitivo, pues desde la perspectiva de éste debe con- procesales
figurar una contraselectividad.
284 EsrRUCTUR-\ DE LA TEORÍA DEL DELITO
NECESIDAD DE UN SISTEMA 285

Como las leyes penales manifiestas que no sean inconstitu-


Este desarrollo también obedece a que la teorfa del delito cum-
cionales son las que menos irracionalidad importan, el derecho
ple una importante función: función práctica, consistente en cla-
penal no puede cerrar completamente el paso al poder punitivo sificar de modo razonable los caracteres para ofrecer un modelo
por ellas habilitado, por lo que debe agotar sus esfuerzos para de análisis que (a) facilite la enseñanza del derecho tanto como (b)
abrirlo sólo cuando éste haya sorteado las compuertas de los su- el planteo y decisión de los casos en los tribunales.
cesivos momentos procesales (las entreabre con el procesamiento
y las abre con la prisión preventiva, decidiendo su duración con
la sentencia). y haya probado legalmente que se da el supuesto en
que la racionalidad del poder está menos comprometida. § 89. Necesidad de un sistema

En este itinerario del poder punitivo a través del juego de


compuertas penales, coinciden la ingenieria del derecho penal con
1 El esquema general de casi todas las teorías del delito es Las criticas
la del derecho procesal penal.
estratificado, o sea, que va del género (conducta, acción o acto) a al esquema
estratificado
Teoría del Al final del camino (o proceso) se llega a la criminalización 4 los caracteres específicos (ti.picidad, antijurídicidad y culpabilidaá),
delito y de la con prelación lógica y sentido práctico. En varias ocasiones se
secundaria formal de una persona (en términos sociológicos), pero
responsabilidad
en términos juridico-penales esto presupone dos grandes divisio- negó la necesidad de construir una teoría del delito con clasifica-
nes de compuertas selectivas: ción de los caracteres en esta forma.

(a) un primer orden de éstas sirve para verificar si están da- (a) Son hoy históricas las criticas de la llamada escuela de
dos los presupuestos para requerir de la agencia judicial una res- Kiel, o sea, de los penalistas del nacionalsocialismo activo o mili-
puesta que habilita el ejercicio del poder punitivo; tante, que en sus panfletos defendían una construcción
irracionalista del delito como totalidad. También lo son las de los
(b) dados esos presupuestos, un segundo sistema pregunta jusfüósofos de las escuela egológica argentina, que no tenían sig-
cómo debe responder la agencia jurídica a ese requerimiento. no político manifiesto, y algunos ensayos intentados sobre la base
de la teoría pum de Kelsen.
Al primer sistema se lo denomina usualmente teoria del deli-
to y al segundo teoría de la pena (que cabe entender más precisa- (b) Más actualidad conserva la critica de quienes interpretan
mente como teoría de la resYJonsabilidad penal o punitiva de la que el derecho penal inglés no adopta una teoria del delito, lo que
agenciajurídica, no del criminalizado, pues quien debe responder demostraría que es :posible el funcionamiento eficaz y garantizador
es la agencia, que debe hacerlo velando porque el poder punitivo de una agencia judicial sin ella. En realidad, la jurisprudencia in-
no sea ejercido sobre el procesado de modo intolerablemente irra- glesa tiene una sistemática del delito estructurada sobre la base
cional). del actus reus y la mens rea, es decir, un sistema clasificatorio
objeti.vo/subjeti.vo, que no difiere mucho de las corrientes europeas
Importancia La teoria del delito. como sistema de filtros que permiten abrir 5
continentales del siglo pasado y aún hoy en Francia existentes.
y función sucesivos interrogantes acerca de una respuesta habilitante de
práctica de la
teoría del delito poder punitivo por parte de las agencias juridicas, constituye la 2 c) Otra critica observa que la teoria del delito puede llevar a Puede contrariar
soluciones contrarias a la política criminal por caer en la aplica- lapolitica
más importante concreción de la función reductora del derecho criminal
penal en cuanto a las leyes penales manifiestas. ción de conceptos excesivamente abstractos. No parece ser éste
un defecto sino una virtud: si por política criminal se entiende el
Por ello, la elaboración dogmático jurídica ha alcanzado en la sentido corriente de políiica eficaz contra el delito. eso no es otra
teoria del delito su desarrollo más fino. quizá a veces cosa que poder punitivo y, en tal caso, su contención es precisa-
sobredimensionado en relación al resto del derecho penal. mente la función que debe cumplir el derecho penal. Desde von
NECESIDAD DE UN SISTEMA 287
ESTRUCfURA DE LA TEORÍA DEL DELITO
286
esfuerzo intelectual y el entrenamiento secular que implica, cuando
Liszt, a fines del siglo XIX. correctamente se le asignaba la fun-
se intenta construir un derecho penal exclusivamente reductor
ción de contener a la política criminal entendida como poder puni-
del poder punitivo, no sólo importaría un desperdicio omnipoten-
tivo. te condenado al fracaso, sino que llevaría a plantear insensateces
(d) Se ha propuesto que en lugar de aplicar una teoría, en 3 intuicionistas condenables por vía del absurdo.
La tópica
cada caso se argumente en pro y en contra acerca de todas las
El derecho penal reductor, construido sin método dogmático,
posibles soluciones, hasta dar con una que provoque general con-
quedaria convertido en un discurso político jurídicamente hueco.
senso, como expresión de la voluntad común. Este método sella-
Si se entiende que su objetivo es la contención y el filtro de la
ma tópica o pensamiento problemático, se remonta a Aristóteles,
irracionalidad y la violencia, las compuertas del dique penal de-
Cicerón y Vico, y fue revalorada por Viehweg en una famosa con- ben funcionar en forma inteligente. No se trata de que pase cual-
ferencia de 1950, a la que invariablemente se hace referencia al quier agua ni en cualquier forma, sino que su cantidad, calidad y
tratar el tema. forma de paso deben ser predeterminadas inteligentemente.
Es natural que el ámbito en que la tópica se discuta con ma- 4 7 Dos
Inviabilidad El poder punitivo es un hecho político y el derecho penal debe
de la tópica en yor empeño sea el del derecho civil, porque presupone un modelo irracionalidades
oponerle una contraselección que debe ser racional para compen- no hacen una
derecho penal efectivo de solución de conflictos por via reparadora para los que sar, hasta donde pueda, la violencia selectiva del poder punitivo, racionalidad
pueden ingresar en el sistema y en beneficio, al menos, para una porque de otra manera, de dos selecciones irracionales sólo po-
de las partes en litigio. Pero su aplicación al derecho penal es dria resultar la suma de sus irracionalidades.
impensable, dado que éste, por su esencia, no resuelve los con-
flictos. No seria imaginable una tópica sin tomar en cuenta el Las compuertas no pueden operar esta selección inteligente
punto de vista de la victima, lo que no corresponde al modelo si no se combinan en forma de sistema, entendido (ante el uso
penal de suspensión del conflicto, en el que prácticamente se pro- equívoco del vocablo) en su significado kantiano, o sea, como la
unidad de diversos conocimientos bajo una idea, en forma que a
duce una opción.
priori se reconozca el ámbito de sus componentes y los lugares de
La objeción que tiene mucha mayor importancia es la que 5 las partes.
Los
cuestionanrientos observa que la dogmática jurídico-penal y, en particular, la teoría
políticos serios del delito, no ha cumplido sus promesas de proveer seguridad Y 8 Para ello es necesario reconocer que si bien es verdad que la No hay
sistemática que
previsibilidad en las decisiones, puesto que puede afirmarse que sistemática del delito a veces fue construida sólo con fin clasifica-
no sea funcional,
(a) la dogmática facilitó la racionalización del poder punitivo y no torio o pragmático, sin ninguna base funcional respecto del poder aunque su a·itor
punitivo, no es menos cierto que también tiene capacidad para lo ignore
cuestionó su función, como también que (b) la pluralidad de teo-
rías que admite en su seno permite sostener soluciones dispares Y asumir y remarcar en forma manifiesta esta funcionalidad reduc-
por ende, proceder enforma arbitraria.
tora y, por ende, para construir un sistema en atención a ella.

Por ello es necesario preguntarse si una metodología que ha Es verdad que según que la sistemática del delito se constru-
permitido la racionalización del poder punitivo puede ser útil para ya en atención al fin de la pena y a la función que cumple respecto
su contención, a la hora de replantear el derecho penal liberal des- del poder, o que, por el contrario, omita toda referencia a la pena
y al poder, se ha hablado de sistemáticas teleológicas y clasifi.cato-
de una teoría agnóstica de la pena.
rias.
Debe aprovecharse
El desarrollo conceptual de la teoría del delito, especialmente 6
la experiencia en lengua alemana. constituye un esfuerzo de razonamiento Y Pero respecto de las puramente clasifi.catorias, cabe advertir
milenaria búsqueda muy particular en el campo juridico. Muestra casi to- que una sistemática del delito que se desentienda de su funciona-
das las posibilidades de construcción sistemática y sus funda- lidad para el poder. sólo es una teoría a medias. Una verdadera
mentos filosóficos. Rechazar esa experiencia, con el consiguiente teoria dogmática nunca puede prescindir de una decisión previa
EsmUCTUR.\ DE L.\ 'TEORi.\ DEL DELITO
ESTRUCTUR.\CJÓN BAS!CA DEL CONCEPTO: LJNEAM!Ei'ffOS 289
288

y extralegal que le da sentido y unidad a la construcción. Cuand_o base teórica para el concepto reductor de delito: cogitationis poenam
no se la explicita, se obtiene un instrumento ideal para convertir nema patitur (no se pena el pensamiento, sentenciaba Ulpiano en
al operador jurídico en un autómata peligroso, puesto que es un el siglo III). Todo pensamiento, sentimiento, disposición, imagina-
programa que oculta su función, porque en la realidad todo pro- ción, etc., que no trasciende al mundo exterior, no puede servir
grama cumple una función, pese a que el programador sea tan de base teórica para el delito. Cuando el pensamiento se mani-
necio que ni siquiera se pregunte para qué sirve. fiesta en el mundo, sin duda que hay acciones. Una injuria es la
expresión de un pensamiento que causa un perjuicio a alguien, al
igual que una critica política; sólo que la primera es punible y la
segunda no lo es por expresa prohibición constitucional.
§ 90. Estructuración básica del concepto: lineamientos
El nullum crimen sine conducta es un requisito reductor míni-
mo, de elementisima racionalidad, por lo cual, dentro del sistema
Los datos sociales enseñan que el poder punitivo selecciona 1 reductor sólo cumple una función grosera (función contraselectiva
Todo delito es,
ante todo, una personas y la conducta es sólo el pretexto con que opera. Para burda). pero se erige en carácter genérico o básico que permite
conducta humana contener este impulso selectivo personal del estado policial, el asentar los tres caracteres filtrantes específicos, que son la
derecho penal debe asegurarse, al menos, que cualquier preten- tipicidad, la antyuridicidad y la culpabilidad. No tendría ningún
sión de ejercicio punitivo se lleve a cabo sobre la base de una sentido preguntarse si puede ser antijurídico lo que no es una
acción. Por otra parte, desde el punto de vista práctico seria absurdo acción hu mana.
preguntarse si algo tiene los caracteres específicos del delito sin 3 Pero tampoco reuniría el mínimo de racionalidad republicana La conflictividad
avertcruar antes si se trata de una conducta humana; equivaldría la pretensión de que el poder punitivo se formalice sin que la lesiva de
b
la acción
a preguntar si un gato es una obra de arte. acción genere un conjlicto, caracterizado porque ella se proyecta
Aunque con esto no se neutraliza la selección por la vulnera- en el mundo afectando por lesión o por peligro y en forma impor-
bilidad de la persona criminalizada, por lo menos se logra asegu- tante un bien jurídico ajeno.
rar que la criminalización no se formalice sin que haya una acción No puede tolerarse que el poder punitivo avance con pretexto
que le otorgue base, requisito sin el cual el poder punitivo caería de conflictos insignificantes o de acciones que no son conflictivas
en un errado intolerable de irTacionalidad discriminatoria. No es o que, claramente, pueden resolverse por otras vías. Pero conflic-
b
tolerable que se pretendaformalizarjuri.dicamente un poder puniti- tos que presentan estas características hay muchos, y las agen-
vo sobre otra cosa que no sea una persona y en razón de una cias políticas criminalizan primariamente sólo algunos, mediante
acción de ésta. instrumentos legales que fijan el supuesto de hecho (traducción
En consecuencia, desde la base misma de la construcción, se literal de Tatbestand) o tipo penal en que se apoya la selección
debe excluir del concepto de delito toda pretensión de ejercicio del criminalizante secundaria (art. 79 para el homicidio, art. 163 para
poder punitivo sobre cosas, animales, personas jurídicas, etc., el hurto, art. 172 para la estafa., etc.).
como también el que quiera ejercerse sobre personas por algo que 4 La presión
A través de estos tipos, el poder punitivo pretende filtrarse en
no sea una acción (es decir, por el color, género, nacionalidad, expansiva del
forma irracional y para ello aspira constantemente a embutir en poder punitivo
condición social, instrucción, salud, edad, elección _sexual. esta-
ellos acciones que no se adecuan a éstos o que no presentan los
do civiL etc.). o por algo que se cause sin relación a la voluntad de
caracteres conflictivos que presuponen (quiere elastizar los tipos
una persona (porque lo empujan, arrastran, arrojan. etc.).
penales): pretende que una manifestación pacifica sea típica del
Nullum crimen Esta es la consagración teórica del nullun crimen sine conduc- 2 art. 194. que el apoderamiento de residuos en la vía pública sea
sine conducta ta. Pero no cualquier acción humana puede ser relevante como hurto, etcétera.
ESTRUCfURACIÓN BÁSICA DEL CONCEPTO: LINEAMIENTOS 291
290 EsrnucrUR"I. DE LA. TEORL"I. DEL DEUTO

rado un corúlicto con relevancia penal, en tanto que el segundo


El análisis de la tipicidad (o sea, de la adecuación de la acción
tiene el fin de descartar toda pretensión punitiva cuando razona-
al tipo) no puede ser puramente descriptivo, sino que debe ser
blemente no se le puede reprochar al agente la producción del
también (y esencialmente) valorativo. Como parte sustancial de la
conflicto. Son dos diferentes momentos de valoración del conteni-
tarea valorativa incumbe al teórico precisar en cada caso si no se
do de irracionalidad de la pretensión del poder punitivo y que
trata de un embutido arbitrario, de una raridad en el entendi-
demandan una relación y prelación lógica: cualquier reproche re-
miento del tipo, de una novedad insólita o inaudita, o del aprove-
quiere un objeto, que debe ser previamente definido.
chamiento de las contradicciones del legislador, como también
rigidizar el tipo tanto como sea posible. 8 Desde el punto de vista de un derecho penal reductor o Se trata de
juegos de
contentar del poder punitivo, el delito no es un concepto que se valoraciones y
La acción Con la pura lesividad corúlictiva de la acción, aún no se sabe si 5
compone sumando elementos, sino un doble juego de valoracio- no de suma de
típica debe hay un objeto que reprocharle a alguien (un ilícito o injusto penal), elementos
ser también nes acerca de una acción humana, que en cada caso la pretensión
antijurídica
porque hasta ese momento analítico la conflictividad sólo aparece a
de ejercicio del poder punitivo debe superar, para que los jueces
la luz de las prohibiciones, cuya averiguación es lógica y política-
puedan habilitar su paso en determinada cantidad y forma.
mente prevía a la de las permisiones. Es posible que esa acción no
se considere jurídicamente corúlictiva, porque una ley autorice su Si fuese menester graficarlo, nunca debería hacérselo en for-
realización en determinada circunstancia. Recién cuando se com- ma de mosaico o rompecabezas, sino como sistema de filtros su-
prueba que no operan permisos para realizar la acción típica se cesivos, con las reservas de inexactitud de cualquier graficación
afirma la existencia del injusto penal (acción típica y antywidica). metafórica.

Si el conflicto está resuelto no puede habilitar poder punitivo. 9 ¿Hasta qué punto las categorías que manejamos en la teoría ¿Son categorías
del todo
Por eso la conflictividad debe ser confirmada mediante la consta- del delito son construcciones puramente jurídicas? Sin duda que inventadas?
tación de que no existe ningún pem1iso en la ley que autorice la lo son. ¿Pero carecen totalmente de base óntica? ¿No hay nada en
conducta, o sea, que la acción no sólo debe ser típica, sino tam- la realidad que permita comprenderlas y que en definitiva les da
bién antijurídica. Esta característica no existe cuando opera una base? En realidad son conceptos que el ser humano maneja
causa de justificación como la legítima defensa, el estado de nece- cotidianamente con mucha menor elaboración, pero con los que
sidad o, genéricamente, el ejercicio regular de cualquier otro de- opera siempre que juzga la conducta de un semejante.
recho. Veamos un ejemplo. Pablo llega al café y comenta en rueda de
El injusto penal Aun cuando exista un injusto o ilícito penal (acción típica y 6 amigos que Alejo le contó a la esposa de Martín que era mentira que
debe serle repro- antijurídica), lesiona cualquier criterio de mínima racionalidad la la noche anterior habían estado juntos en una cena, lo que provocó
chable al agente: un conilicto familiar a Martín y puso a la pareja al borde del divorcio.
culpabilidad pretensión de que el poder punitivo se habilite respecto del agen-
te. cuando no se le pueda reprochar que en el contexto en que (a) Supongamos que en ese momento llega Alejo y es interro-
actuó no haya obrado de otro modo no lesivo o menos lesivo. sea gado, y que responde que no hizo eso, sino que la esposa del
porque actuaba con la conciencia seriamente perturbada, porque amigo lo llamó telefónicamente y cuando estaba a punto de res-
estaba en eITor invencible sobre la antijuridicidad de su conducta ponderle, por efecto de los nervios, se tragó la prótesis dental y
o porque las circunstancias hacían que no sea razonable exigirle casi se ahoga (ausencia de acción).
otra conducta. Este juicio de reproche personalizado se llama cul-
pabilidad. (b) Supongamos que Alejo responda que le dijo que había es-
tado en la cena con el amigo, pero que la esposa no le creyó
Diferencia entre La diferencia entre la antyuridicidad y la culpabilidad resulta 7 (atipicidad objetiva). Si respondiese que el an1igo no le había ad-
antijuridicidad y de dos momentos valorativos de selección: el primero tiene por
culpabilidad vertido nada y que la esposa le preguntó si hacía tiempo que no lo
objeto descartar todo lo que racionalmente no puede ser conside-
292; ·:)' ESTRUCTURA DE LA. TEORÍA DEL DELITO EVOLUCIÓN DE LA. 'IEORÍA DEL DELITO 293
~)

veía, sería un supuesto de error de tipo invencible (ausencia de culpabilidad; y quienes incluyen en el concepto de delito la puni-
tipicidad subjetiva o de dolo). bilidad como quinto componente, pero siempre la discusión gira
(c) Imaginemos que Alejo respondiese que la esposa de Mar- alrededor de las cuatro categorías mencionadas.
tín le preguntó delante de su propia esposa -quien sufría de Mucho más rica en variantes ha sido la discusión sobre el
hipertensión- y que no pudo menos que responder la verdad para contenido de cada una de estas categorías o caracteres y, como
evitar él una crisis mayor: es un supuesto de estado de necesidad consecuencia, de las relaciones entre los mismos. A veces lo que
justificante (causa dejustfficación que excluye la ant[jurídicidad). se quiere señalar con estos caracteres varía tanto de una teoria a
(d) Por último, pensemos que Alejo afirmase que lo hizo porque otra que es más que dudoso que se estén refiriendo a lo mismo,
Dios lo puso sobre la tierra para proteger la santidad de los matri- con lo cual la discusión parece ser un diálogo entre sordos.
monios. en cuyo caso lo más probable es que el grupo se retire en
2 En estas condiciones es explicable el desconcierto y, en oca- El impulso
silencio, con una mezcla de resignación y compasión, porque se
siones, el impulso por liberarse de todas las discusiones y de la simplificador
halla en presencia de un perturbado mental (inculpabilidad).
propia metodología dogmática en la construcción e intentar otros
En definitiva, pues. cualquier ser humano en su vida de rela- caminos. Sin embargo, como vimos (ver § 89) es indispensable
ción, juzga la conducta del prójimo conforme al esquema que he- conservar el método y la teoría estratificada como sistema inteli-
mos señalado: gente de compuertas: (a) para no sumar otra irracionalidad a la
que ya importa el propio poder punitivo que debe contenerse y (b)
Carácter genérico: conducta humana para proporcionar al práctico un criterio o catálogo de interrogantes
Delito para los casos concretos, que siga un orden de prelación lógica.
{ Caracteres especificas: tipicidad-antijuridicidad (injusto)
culpabilidad Para ello es menester armarse de paciencia y penetrar la com-
plejidad teórica. A riesgo de pecar de simplismo, trataremos de
explicar del modo más sencillo posible el cuadro teórico y ubicar
los momentos históricos de cada una de las teorías.
§ 91. Evolución de la teoría del delito
Después de esto, en los capítulos siguientes, se expondrá
nuestra teoria del delito y discutiremos otras propuestas, porque
La desconcertante Se han enunciado múltiples teorías del delito. Es dificil orien- 1 lo .fundamental es manejar una teoría del delito. Cuando se logra
pluralidad de tarse en ellas. El estudiante percibe esto como una complicación este objetivo, las diferencias con las restantes se perciben más
teorías del delito claramente, por lo cual en cada punto discutiremos otras pro-
casi insuperable y el propio especialista con frecuencia se pierde.
puestas.
No obstante. desde hace más de un siglo las categorias ma-
nejadas en todas las teorías no han variado mucho. En general, No obstante, desde ahora es necesario que nos ubiquemos en
siempre han oscilado sobre la problemática de las cuatro catego- el panorama general, porque de lo contrarío no sabremos con quién
rías básicas: (a) acción (conducta. acto). (b) tipicidad. (c) discutimos en cada caso y, lo que es peor, para qué lo hacemos.
antijuridicidad y (d) culpabilidad.
El mapa teórico general es el que muestra el siguiente cuadro:
Hubo quienes negaron la necesidad de la acción antes del
tipo y sólo se interesaron en la acción típica: quienes sostienen 3 Vimos que para Hegel (ver § 72) el espíritu es un principio Hegelianos

que la tipicidad afim1a la antijuridicidad: quienes pretenden que activo que pasa por tres estadios: el subjetivo, el objetivo y el abso-
la capacidad psíquica es un presupuesto separado del resto de la luto. Ubica al derecho en el momento del espíritu objetivo. como
ESTRUCTURA DE LA TEORÍA DEL DELITO
EvoLUCJÓN DE u TEORL'\ DEL DELITO 295
294

la relación entre dos personas que son libres porque al superar el causar el resultado antijurídico) o de culpa (cuando sobrevenía
momento subjetivo alcanzaron la autoconciencia. como consecuencia de negligencia).

Como no puede haber conducta sin relevancia jurídica si no En definitiva, para saber si había un delito debían investigarse
imporia una relación entre libertades, para averiguar si algo es dos nexos causales: uno físico (¿Causó la conducta el resultado?)
delito, lo primero que habrá que hacer será averiguar si el agente y otro psíquico (¿Hay una relación psicológica entre la conducta y
era libre, es decir, si era imputable. el resultado?).

Por eso, la teoría del delito de los hegelianos comenzaba con Como dentro del injusto no se distinguía la tipicidad de la
una investigación acerca del autor para pasar luego al hecho, sólo antijuridicidad. había muchas conductas antijurídicas y culpa-
en caso de verificarse que éste era libre. El criterio sistemático, por bles que no eran delitos. Para evitar esta insuficiente caracteriza-
ende, era el subjetivo/objetivo. ción del delito era necesario agregar otro requisito, que era la
punibilidad.
Esto traía una serie de dificultades sistemáticas, pero sobre
todo no era práctico, porque exigía un dispendio de esfuerzo: quien Desde el punto de vista práctico seguía siendo un esfuerzo
pretendía resolver un caso debía comenzar por averiguar la capa- inútil analizar todos los caracteres del delito y sólo por último
cidad del autor antes de saber si había un conflicto lesivo que preguntarse por su relevancia penal como tal. Es como pintar
toda una casa y esperar hasta llegar a la terraza para averiguar si
imputarle.
es la que se debía pintar.
Los autores hegelianos fueron Kostlin, Abegg, Halscher y
Bemer en Alemania y Enrico Pessina en Italia, todos del siglo XIX. 5 Debido a la dificultad que presentaba esperar hasta la puni- Ernst
bilidad para saber si interesaba el hecho como posible delito, sin vonBeling
Desde ese tiempo esta sistemática fue abandonada. Nunca se la
alterar en nada el esquema objetivo/
sostuvo en América Latina.
subjetivo, Beling enunció en 1906 su
4
Franz von Liszt Siguiendo la primaria clasificación de caracteres que surge teoría del tipo, con la que, dentro del
cada vez que se trata de analizar un fenómeno humano, la mayo- injusto (siempre considerado objetivo)
ría de la doctrina se inclinó por separar lo objetivo de lo subjetivo distinguió entre la tipicidad y la anti-
(criterio objetivo/ subjetivo). Siguiendo esta linea, von Liszt (ver juridicidad.
§ 75) fue el autor de la teoría dominante de fines del siglo XIX y
De este modo la prohibición pasó a ser
comienzos del XX: el delito era un acto antfjwidico (injusto}, culpa-
sólo la de causar el resultado típico,
ble y punible. en tanto que la antijuridicidad era el
El injusto era lo objetivo y la culpabilidad lo subjetivo. Toda la choque de la causación de ese resul-
teoría pretendía ser descriptiva, o sea que descomponía el delito tado con el orden jurídico, que se com-
en caracteristicas verificables en la realidad. probaba mediante la ausencia de todo
Ernst von Beling
penniso para causarlo.
La conducta, acción o acto, era un hacer voluntario porque, a
diferencia del acto reflejo, respondía a una inervación muscular y A partir de esta cesura el delito pasó a ser una conducta (ac-
ponía en marcha una causalidad que mecánicamente producía el ción o acto) típica. antfjuridica (iryusto objetivo) y culpable (algunos
siguieron consen,ando la punibilidad dentro de la teoria del deli-
resultado.
to. pero sin la función que tenia antes de Beling).
El injusto era la causación fisica del resultado socialmente
dañoso y la culpabilidad era la causación psíquica de ese mismo La teoría del delito conforme a esta sistemática así modifica-
resultado, que podía asumir la forma de dolo (cuando se quería da se conoce como sistema de Llszt-Beling. No tiene sostenedores
r
EVOLUCIÓN DE U\ TEORL.\ DEL DELITO 297
296 EsrnucruR.\ DE U\ TEORfa DEL DELITO

Reinhart Franlt, en 1907, optó por el tercer camino, retor-


actuales; en la Argentina fue seguida cercanamente por Sebastiári
nando a la culpabilidad aristotélica y definiéndola como juicio de
Soler (1940).
reproche personalizado (el llamado
Cabe recordar que Beling, en un breve trabajo de 1930, enun- concepto nonnativo de la culpabilidad).
ció una teoria del delito-tipo, en la que modifica puntos de vista
de 1906, con una notoria complejidad y que no tuvo seguidores, (b) Algunos tipos penales exigen
pero que es necesario mencionar para no confundirla con su aporte ultraintenciones (el inc. 7º del art. 80
por ejemplo) y en la tentativa no se
de 1906.
puede determinar su tipicidad si no
Neokantianos En los primeros años del siglo XX se notó que el concepto de 6 se conoce el fln que se propone el su-
conducta del esquema de Liszt-Beling no respondía a la realidad, jeto (un puñal que pasa a centímetros
porque el contenido de la voluntad de la conducta iba a parar a la de la cabeza de alguien no sabemos si
culpabilidad, y una voluntad sin con-
es una imprudencia, una tentativa de
tenido es inimaginable. El neokantis-
lesiones, de homicidio o un acciden-
mo sudoccidental vino en ayuda de
te). Por ello, August Hegler y Max Emst Reinhart Frank
este esquema, afirmando que el con-
Mayer, por caminos separados, intro-
cepto de conducta del derecho penal
dujeron los llamados elementos subjetivos del injusto (en realidad
no era el de la realidad, sino una crea-
de la tipicidad, que seguían entendiendo como predominantemente
ción de éste, que como concepto juri-
objetiva).
dico la elaboraba con una voluntad sin
finalidad, lo que permitía que la finali- 7 Los neok.antianos produjeron dos sistemáticas del delito: la Edmund Mezger
dad siguiese perteneciendo a la cul- de Mezger y la de von Weber. Con Mezger alcanzó su mayor desa-
pabilidad. Fue el aporte de Gustav rrollo la coniente que apuntalaba el esquema objetivo/subjetivo
Gustav Radbruch Radbruch en 1904. con argumentos valorativos. Weber abandonó ese esquema.
No obstante, el esquema objetivo/subjetivo presentaba difi- Para Mezger la conducta era un concepto juridico-penal con
cultades sistemáticas, tanto (a) porque la culpabilidad necesitaba una voluntad sin contenido o finalidad y el delito violaba dos nor-
algunos datos objetivos como (b) porque la tipicidad requeria al- mas: una de prohibición y otra de detenninación. La primera se
gunos subjetivos. dirigía a la generalidad, la segunda era personalizada. El injusto
(a) En algunos delitos no había relación psicológica alguna comprobaba la violación de la norma de prohibición; la culpabili-
entre la conducta y el resultado. Eso sucede en los casos de culpa dad la de la norma de determinación.
inconsciente (ver § 155. 7), en especial en los llamados delitos de El tipo seguía siendo objetivo (aunque emparchado con ele-
olvido. Cuando un sujeto sale de su casa para ir al teatro y olvida mentos subjetivos cuando con los objetivos no alcanzaba para
la llave del gas del calefactor abierta, causando una explosión que verificar la tipicidad).
hiere al vecino, incurre en una conducta penada por el art. 94,
pero no hay ninguna relación psicológica entre la voluntad de ir al El dolo y la culpa (la voluntad de producir el resultado y la
teatro y la lesión al vecino. negligencia) seguían siendo elementos de la culpabilidad, y ésta
era entendida siempre normativamente, aunque al igual que en
Frente a esto había tres posibilidades: desbaratar la teoría
Frank el reproche contenía el objeto reprochado, que era precisa-
admitiendo que hay delitos sin culpabilidad; considerar que en
mente la voluntad de producir el resultado o la negligencia (dolo o
los casos de culpa inconsciente no hay delito, o bien. refonnular
culpa).
el concepto de culpabilidad.
298 ESTRUCfUfü\ DE L'\ TEORÍA DEL DELITO EVOLUCIÓN DE LA TEORÍA DEL DELITO 299

Esta sistemática fue acogida en la Argentina por Jiménez de Para Welzel, el delito tiene un ca-
Asúa y en Brasil por Nelson Hungria. Mantiene vigencia en la rácter genérico que es la conducta,
doctrina alemana en la obra de Jürgen Baumann. acción o acto, y tres caracteres espe-
cíficos, que son: la tipicidad, la
Hellmuth Representa la otra corriente sis- 8
von Weber antijuridicidad y la culpabilidad. La
temática del neokantismo. Percibió que
culpabilidad es normativa e importa
había dificultades en mantener el tipo
el reproche por no haber contenido las
objetivo y el dolo y la culpa en la cul- pulsiones instintivas que lo movían al
pabilidad, por lo cual introdujo el tipo delito.
complejo, con un aspecto objetivo y
otro subjetivo (que comprendía al dolo) Esta teoría fue desarrollada en la
y homogeneizó el concepto de culpa- Argentina en obras generales en los
bilidad, que como reproche se libraba años setenta del siglo pasado por En-
Hans Welzel
de su objeto. rique Bacigalupo y Raúl Zaffa.roni y en
Brasil por Heleno Claudia Fragoso. En la doctrina alemana si-
No se interesaba por el concepto guen hoy en esta posición (el llamado finalismo ortodoxo) Hans
Hellmuth van Weber de conducta pretipico, sino que ponía Joachim Hirsch y su discípulo Georg Küpper.
el acento en la acción típica únicamen-
En la sistemática de Welzel no se resolvían satisfactoriamen-
te y el delito quedaba reducido a dos elementos: injusto y culpabi-
te algunos problemas de tipicidad objetiva. La causalidad no es
lidad. Las causas de justificación o permisos eran causas de
un criterio válido para imputar todos los resultados. Por distintos
atipicidad (la teoria de las causas de justificación como elementos
medios siempre trató de limitarse su relevancia. Toda teoría del
negativos del tipo).
delito se afirmó sobre algún criterio de imputación objetiva, pero
Esta sistemática no fue acogida en obras generales latinoa- siempre quedaron problemas por resolver, y la verdad es que Welzel
mericanas. No obstante, en la doctrina alemana conserva gran no desarrolló este aspecto de.la teoría, aunque inventó una causa
vigencia. Los llamados autores eclécticos la siguen, aunque algu- de atipicidad expresa (la adecuación social de la conducta).
nos incorporan un concepto de conducta pretipico también de 10 Por ello, en los años setenta algunos discípulos de Welzel cre- Desvalor-
naturalezajuridico-penal, y otros le introducen algunas variantes yeron resolver el problema quitando el resultado del tipo y ieján- de acto
menores. Puede decirse que es la sistemática que predomina en dolo reducido a una cuestión de punibilidad sobre la base de con-
la bibliografía alemana última. En esta posición puede señalarse siderarlo mero producto del azar, corriente conocida como del
a Hans-Heinrich Jescheck, a los continuadores del comentario de desvalor áe acto puro, que comenzó enunciándose en los tipos
Schonke-Schroder, a Paul Bockelmann, a Johannes Wessels y al culposos (Armin Kaufmann) e intentó llevarse al tipo doloso (Diethart
continuador de la obra de Mezger, Hermann Blei. Zielinski). La consecuencia era que el concepto general de delito
se identificaría con el delito tentado.
HansWelzel Partiendo de la teoría de las estructuras lógico-reales (ver 9
§ 81), Welzel sostuvo una teoría pretípica de la acción, afirmando Esta corriente dogmática (denominada subjetivismo monista),
que no existía un concepto jurídico penal de acción distinto de la no logró resolver el problema, porque si bien el resultado siempre
realidad, y por ende, afirmó que la acción abarcaba la finalidad y es un producto del azar en alguna medida, no es menos cierto que
así era desvalorada por el tipo y la antijuridicidad. lo mismo sucede con el acto que deja de ser preparatorio y pasa a
ser de tentativa, con lo cual no hizo más que desplazar el problema.
El tipo, al igual que en von Weber, era complejo, objetivo y
subjetivo, conteniendo al dolo. Dolo y culpa, comisión y omisión, La teoría del desvalor de acto puro no tiene seguidores en la
eran diferentes estructuras típicas. doctrina alemana. En la Argentina fue acogida por Marcelo
Sancinetti en su tesis doctoral de 1990.
300 EsmucruRA DE LA TEORÍA DEL DELITO PRESUPUESTOS CONSI'RUCIIVOS PARA UNA SISTEMÁTICA FUNCIONAL REDUCTORA 301

Claus Roxin Roxin elaboró un sistema del delito a lo largo de casi tres 11 Separa el objeto de la culpabilidad y la culpabilidad, sobre la
décadas y lo expuso en obra de conjunto en 1990. Se halla estre- base de que el primero consiste en una imputación objetiva fun-
chamente vinculado al esquema neokantiano de van Weber y a dada en el riesgo desaprobado y en su realización (relativamente),
los eclécticos contemporáneos. que incluye el aspecto cognoscitivo del dolo (lo que el agente debe
Comenzó negando la necesidad de un concepto de acción pre- saber para que pueda decirse que actuó con el fin de realizar el
vio al tipo, pero -ahora sostiene un concepto propio de acción tipo objetivo) y una imputación subjetiva, que es la culpabilidad,
pretípica. Denomina a su sistema funcional o racional conforme a en la que incluye el aspecto conativo del dolo, o sea, el querer la
objetivos (que serian básicamente los fines de la pena). producción del tipo objetivo.

Se hace cargo de las dificultades de la imputación objetiva en Para resolver los problemas de imputación objetiva normativiza
las sistemáticas anteriores e intenta resolverlo en el tipo objetivo la teoría sociológica de los roles: no se puede imputar un resulta-
mediante el reemplazo de la causalidad por la producción de un do que no haya sido producido como consecuencia de la defrau-
riesgo no permitido y sin concreción en el resultado disvalioso den- dación a expectativas del rol.
tro del objetivo protector de la norma. De este modo, la categoría Su concepto de culpabilidad depende exclusivamente de la
científica, natural o lógica de la causalidad, es sustituida por una demanda de prevención general positiva (de reforzamiento de la
regla de trabajo orientada por valores jurídicos. confianza en el derecho) y no toma en cuenta la real posibilidad
Amplía la culpabilidad hasta ser una categoría de responsa- del sujeto de poder hacer algo diferente, no lesivo o menos lesivo.
bilidad, en la que incluye a la culpablidad propiamente dicha como Se ha señalado que su posición implica un sorprendente renaci-
condición de cualquier pena, pero también a la necesidad preven- miento de la teoría de la construcción de conceptos del neolcantiano
tiva (general y especial) de la sanción penal, en forma tal que Laslc, tan vehementemente combatida -y con éxito durante casi cin-
culpabilidad y prevención sean elementos que se limiten recí- co decenios- por Welzel (Bemd Schünemann).
procamente, resultando de su conjunto la responsabilidad.

Günther Jakobs Jakobs recibe la influencia confesa de Luhmann (ver§ 82.5) y 12


no puede negarse que su afirmación de que la pena ratifica la § 92. Presupuestos constructivos para una sistemática
vigencia de la norma y que la pena se justifica en el propio acto de funcional reductora (o funcional conflictivista)
punir tienen origen en Hegel, como tampoco que su normativización
de todos los conceptos recuerda a Kelsen. 1 No es posible desconocer los aportes de los distintos momen- Los aportes de
tos de la evolución teórica sobre el delito: (a) el esquema de Liszt cada momento
Su sistemática radicaliza mucho más profundamente que teórico
Roxin la tendencia a la construcción funcional. Invierte exacta- tuvo la virtud de oponer el derecho penal al poder punitivo, (b) el
mente la premisa de Welzel, al afirmar que ningún concepto jurí- sistema Liszt-Beling fijó las cuatro categorías sobre las que discu-
dico-penal -y no sólo la acción y la culpabilidad- está vinculado a tiría a lo largo del siglo siguiente la teoría del delito, (c) el neolcan·
datos prejuridicos, sino que todos se construyen en función de la tismo significó un duro entrenamiento para la fina construcción
tarea del derecho penal, o sea, que el derecho penal los construye sistemática, (d) elfinalismo aportó su toque de atención en cuanto
a su medida conforme a los fines que se le asignan. Incluso el al respeto por el mundo y sus datos, y (e) eljuncionalismo confie-
concepto mismo del sujeto al que se dirige el derecho se constru- sa con singular sinceridad que los conceptos jurídicos-penales
ye en función de la tarea asignada al derecho penal. son políticamente funcionales.

No sólo niega la teoría de las estructuras lógico-reales, sino 2 La exposición de las cuatro categorías teóricas del delito que Sociología
seguidamente iniciamos no constituye una fractura en la dinámi- conflictivista
que propone exactamente lo contrario, es decir, una radical en lugar de
normativización de toda la dogmática. ca teórica, sino otro desarrollo de ésta. No hacemos otra cosa que sistémica
SiNTESIS DEL MAPA TEÓRICO GENERAL DEL DELITO 303
302 ESTRUCTURA DE U1. TEORíA DEL DELITO

cambiar el puente que el funcionalismo alemán tendió hacia la Síntesis del mapa teórico general del delito
sociología sistémica para tenderlo hacia la sociología conflictivista
(ver§ 87.3) y asociarlo a una teoria agnóstica de la pena (ver§ 16).
Hegelianos (siglo XIX). Siguiendo a Hegel. sólo había delito si
Para ello no renunciamos al método dogmático ni a la estructura
el autor era libre, por lo cual seguía el criterio sistemático: subjeti-
estratificada del concepto de delito. vo/ objetivo. Primero preguntaba por el autor y luego por el injusto.
Teleología En razón de los anteriores presupuestos se impone que la 3 No era un camino práctico para resolver casos.
reductora construcción teórica del delito que se ensaya responda a una
y valorativa Franz von Liszt (1890 y siguientes aii.os). De inspiración po-
teleología contentora y reductora del poder punitivo, con lo cual sitivista. Criterio sistemático objetivo/subjetivo. El ilícito (injusto)
retomamos en buena medida el punto de partida de Franz von era la causación física del resultado socialmente daii.oso. La culpa-
Liszt, aunque libre de su carga positivista y con la advertencia de bilidad era la relación psíquica de la conducta con el resultado. El
que el derecho penal no debe ser la Carta Magna del delincuente delito era la conducta antijurídica, culpable y punible. No tiene
sino del ciudadano. s6stenedores actuales. En Brasil lo siguió su primer traductor,
Galdino Siqueira (1921).
La sistemática conceptual del delito así concebida no puede
menos que ser valorativa, en el sentido de que los caracteres de- Ernst von Beling (1906) enuncia la teoría del tipo objetivo,
ben surgir de la determinación de los criterios para descariar los corno paso en la averiguación del injusto objetivo de Liszt. Deja de
impulsos punitivos intolerables conforme a pautas clar·as y dadas ser necesario llegar hasta la punibilidad para preguntarse por la
en cierto orden de prelación que facilite el camino analítico para relevancia penal del acto. Modifica el sistema de Liszt haciéndolo
la solución de los casos particulares. En este sentido, tiene pre- más práctico para la solución de casos. El sistema asi modificado
sente su función inmediata o práctica, que es la de facilitar la se conoce corno Liszt-Beling. No tiene sostenedores actuales, lo
decisión de las agencias jurídicas tanto como el entrenamiento siguió cercanamente en la Argentina Sebastián Soler (1940).
académico para ese objeto.
Emst von Beling (1930) enuncia poco antes de morir una teo-
Los efectos Una sistemática construida teleológicamente hacia el 4 ría del delito-tipo, en la que modifica puntos de vista de 1906, con
reales de la reforzamiento del estado constitucional de derecho no puede con- una notoria complejidad y que no tuvo seguidores.
habilitación del
poder punitivo tentarse con un mero análisis deductivo, sino que debe tender Neokantismo. La veriiente sudoccidental permite construir
todos los puentes posibles a la realidad que permitan apreciar los conceptos jurídicos para recomponer el esquema de Liszt-Beling
efectos de la habilitación de un hipotético ejercicio de poder puni- que no lograba explicar la culpa inconsciente ni las exigencias sub-
tivo conforme a las particularidades del caso. jetivas en la tipicidad. Radbruch (1904) enuncia la idea de un con-
Si bien el marco de la teoria negativa o agnóstica de la pena cepto jurídico-penal de acción; Frank (1907) la teoria normativa de
impone que cualquier concepto de la teoría del delito deba ser la culpabilidad (culpabilidad corno reproche); Hegler en 1911 y M.
E. Mayer en 1921 los elementos subjetivos del injusto.
necesariamente contentar del ejercicio del poder punitivo (de lo
contrario sería disfuncional y, por ende, estaría mal elaborado), Edmund Mezger (1930 y sucesivos). Es la teoría neokantiana
debe cuidarse de no confundir la teoría del delito como presu- del delito más difundida. Sostiene que el injusto se establece con-
puesto (que sólo habilita la responsabilidad penal o punitiva de forme a una norma de prohibición y la culpabilidad a una norma
las agencias jurídicas), con las preguntas acerca de la asunción de determinación; el primero sigue siendo predominantemente
de esta responsabilidad por parte de las mismas. objetivo y la segunda subjetiva (sigue conteniendo al dolo y a la
culpa, o sea al objeto del reproche junto al juicio de reproche).
Esto permite sistematizar mejor los problemas y evitar que la Conserva actualidad en la obra de Jürgen Baumann y sus
funcionalidad constructiva de la teoría del delito termine configu- actualizadores.
rando una confusión conceptual, como a veces parece suceder en
algunas construcciones funcionalistas.

t
304 ESrRUCTUR\ DE L', TEORÍA DEL DELITO SiNTESIS DEL 1l-',.PA TEÓRJCO GENERAL DEL DELITO 305

Hellmuth von Weber (1929-1936-1946). Es la otra teoría HEGEL 4;---,


neokantiana del delito. Sostiene el tipo complejo (el dolo pertenece 1
al tipo). las causas de justificación eliminan la tipicidad (teoría de t1 \
los elementos negativos del tipo), la acción que interesa es sólo la 1
típica. 1 Hegelianos
1
Hans Welzel (1950-1969). Con fundamento realista. ecos 1 POSITIVISMO
1
aristotélicos. enmarcado en el renacimiento del jusnaturalismo, el 1 F.V. Liszt
1 Beling
ontologismo de Welzel da lugar a la teoria finalista de la acción y a 1
una sistemática con tipo complejo (dolo y culpa son estructuras 1
1906
1
típicas). antijuridicidad como paso posterior a la tipicidad y culpa- 1
bilidad normativa pura Uuicio de reproche libre del dolo y la cul- ! Sistema
1
pa). Actualmente es sostenido por Hirsch y Küpper. 1
Liszt - Beling
1
Eclécticos. Con variantes del esquema de \Veber se desarro- 1
llan las obras de los autores que se suelen considerar eclécticos: 1
\ NEOKANTISMO
Hans-Heirich Jescheck (1970), Paul Bockelmann (1973), Johannes \
Wessels (1970) y Hermann Blei (continuador de la obra de Mezger). \ Marburgo Haden
\
Son obras que se continúan hasta el presente y predominan en la \ íf (Kclsen) Gustav Radbruch
doctrina alemana de uso académico. 1 /
" 1 / Reinhart Frank
1 /
Desvalor de acto (1973). Sostenido por Armin Kaufmann y 1 / Max Ernst Mayer \
1 / August Hegler
L - - - - - - - - . . . . . L_ _ __ _ _
~ -:_
Diether Zielinski, asume el esquema welzeliano. pero renuncia a 1 /
considerar el resultado en el tipo. Estima que es un componente \
\ /
/ {
de azar a tener en cuenta en la punibilidad. El modelo de delito \ /
\ 1 Hellmuth
seria el tentado. No tiene seguidores en la doctrina alemana ac- \ 1
Edmund Mezger
Von Weber
tual. \ 1 (años '30) (1929-1936-1946)
\ 1
Claus Roxin (1966-1990). Asume en buena medida el esque- \ 1
\ 1
ma de los autores eclécticos y recibe influencias del funcionalismo \ 1 FINALISMO
\ \ ECLÉCTICOS
sociológico de Parsons. Perfecciona con la teoría del aumento del

'
\ \ (realismo aristotélico) H.H. Jeschek
riesgo en lugar de la causalidad, para resolver problemas de impu- Hans \Velzel P. Bockelman
tación objetiva en el tipo objetivo. En 1990 se separa más de aqué-
\ \ íf
\ \ / (1950-1969) J. Wessels
llos sosteniendo que existe una acción previa al tipo, y para ello
enuncia su teoría sintomática de la acción o conducta.
\
\ \
\
/
/
-¡ H. Blei
\ \ /
\ \ / SUBJETIVISMO
Günther Jak.obs (1983). Basado en el funcionalismo sistémico \ \ I
\ \ 1 (desvalor de acto)
sociológico de Luhmann, aunque combinado con elementos de Hegel \ \ 1 Armin Kaufmann FINALISMO
y de Kelsen, normativiza todos los conceptos del delito, negando '\ 1 A. Zielinski ÜRTODOXO
bases ónticas en todos ellos; extrema el constructivismo jurídico \ 1 1973 H. J. Hirsch
\ 1
de los neokantianos, minimiza la función del bien jurídico y re- \ 1
suelve los problemas de la imputación objetiva en el tipo objetivo \ 1 FUNCIONALISMO SISTÉMICO SOCIOLÓGICO
conforme a la teoría de los roles. Renueva la terminología teórica
del delito y la culpabilidad pasa a ser la necesidad de prevención
\\ N. Luhmann T. Parsons
\ Versión radical Versión moderada
general positiva. \ Günther Jakobs Claus Roxin
f '
1983 1966-1990
CAPÍTULO 11
La acción como carácter genérico del delito

§ 93. La función política y vinculante


del concepto jurídico-penal de acción

1 No todo hecho que causa un resultado es una conducta hu- Acción como
hecho humano
mana, aunque sea una persona la que 01igine la causalidad que voluntario
desemboca en ese resultado. Hay hechos naturales, como la caída
de un rayo; hay otros humanos, pero entre los hechos humanos
sólo los voluntarios son conductas. Por ende, conducta es, en su
definición más sintética, un hecho humano voluntario. Son he-
chos humanos no voluntarios los movimientos reflej~s con los
que apartamos la mano de algo que nos quema, la respiración o
toda la fisiología que no controlamos, aunque desencadenen
causalidades que produzcan mueries, lesiones, daños en propie-
dad ajena, etcétera.

2 Por ello, en la base del concepto de delito se halla su caracte- El sustantivo


ristica más genérica, a la que llamamos acción, conducta o acto del delito

indistintamente. Es el género o sustantivo del delito, porque la


tipicidad, la antijuridicidad y la culpabilidad son adjetivaciones
de la conducta, o sea que cada una de ellas pueden predicarse
respecto de la conducta. De este modo la conducta vincula todos
los caracteres del delito.

3 La conducta es el género y las tres características particula- Género


y especie
res son las que permiten definir la especie, o sea, el delito. Nadie
se pregunta si una piedra es un canguro, porque el género del
canguro es el animal (carácter más genérico); establecido que nos
hallamos ante un animal, cabrá preguntarse si es un mamifero y
si es un marsupial (caracteres especificos). Tampoco tiene senti-
do preguntarse si algo es un delito si no tiene el carácter genérico
308 LA ACCIÓN COMO CAR;\CTER GENÉRICO DEL DELITO LA ACCIÓN ES UN CONCEPI'O JURíDICO 309

de conducta; establecido ese carácter, recién tiene sentido pre- tar que los tipos prohiban lo que no son acciones. Además, la ac-
guntar por las caracteristicas específicas de la especie delito. ción no es un concepto que pueda derivarse de la tipicidad, por-
que de un adjetivo nunca se deriva el sustantivo (de la blancura
La especie Es cierto que si preguntamos por el canguro presuponemos 4
no define no se deriva el concepto de la leche o de la nieve).
que es un animal y no una piedra, y que tampoco nos interesa otro
al género
animal que el canguro. Pero en ningún caso el que pregunta por el 8 En conclusión, siendo necesario un conceptojuridico-penal de Su base legal
canguro define el género animal desde la especie canguro, lo que debe ser
acción o conducta. que se imponga a los tipos sirviendo para evitar constitucional
llevarla al absurdo de sostener que la vaca, el perro o el humano no o impedir que prohíban lo que no sea conducta, el apoyo legal de
son animales. Nadie condiciona el carácter animal a que se alimen- este concepto funcional reductor debe buscarse en la Constitución
ten a leche ni a que las hembras tengan una bolsa ventral. y en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos cuyas nor-
En todas las ciencias -y no sólo en las naturales- se reclama mas, por ser de mayor jerarquía, prohíben que el legislador ordi-
una necesaria prelación de conceptos que permita ir del género a nario sancione ciertas leyes. Pai·a ello se halla apoyo en el hecho
la especie y nunca a la inversa. No es válido suponer que porque del proceso y de la causa (art. 18 CN) y, más aún, de las acciones
nos hallamos en un saber que no es natural (como la zoología con del art. 19 CN, que a contrario sensu serian acc~ones públicas (o
el canguro) podamos alterar reglas del pensamiento racional. privadas con implicancia pública). pues son las únicas que admi-
ten la intervención estatal. Para mayor claridad, en vaiios textos
Funcionalidad El derecho penal construye sus conceptos pai·a limitar el po- 5
política del del Derecho Internacional de los Derechos Humanos se establece
der punitivo y, por ende, cuando nos preguntamos por la conduc-
concepto que sólo pueden configurar delitos las acciones u omisiones (art.
ta también lo hacemos con ese sentido político, pero eso no nos
11, 2º párrafo de la DIDH; art. 15º párrafo 1 º del PIDCP; art. 9° de
autoriza a inventar el mundo ni a alterar la prelación racional de
la DADH; aii. 40º, párrafo 2º apartado "a" de la Convención sobre
los conceptos, precisamente porque cuando se procede de ese
los Derechos del Niño) todos los cuales tienen jerarquía constitu-
modo nunca se alcanza el objetivo politico.
cional por imperio del art. 75 inc. 22 CN.
Una elemental garantía exige no penar lo que no sean con-
ductas humanas. No es tolerable que Herodes elabore tipos pena- En este sentido, podemos adelantar una defi.niciónjuridico-
les, porque tener los ojos azules, no haber cumplido cierta edad, penal de acción, acto o conducta, diciendo que es una voluntad
ser rubio o moreno, no son datos no delictivos por su atipicidad, humana exteriorizada en el mundo.
sino por algo que, por elemental que sea, debe resolverse antes
del tipo y por razones constitucionales.

Doble función: Por ende, el concepto de conducta como cai·ácter genérico, 6 § 94. La acción es un concepto jurídico
política y fundante o vinculante del delito, debe servir también para reali-
vinculante
zar el principio de que no hay delito sin acción humana (enunciado
como nullum crimen sine conducta y también como nulla injuria Concepto jurídico
1 La acción en el derecho penal es un concepto jurídico y, debi-
sine actione). Se trata de un concepto que debe ser apto para cum- obtenido por
plir una doble función: (a) la función !imitadora o politica del poder do a esta naturaleza, no puede inventar lo que en el mundo no selección de
punitivo (nullum crimen sine conducta) y (b) la función de género existe, sino que debe seleccionar datos de la realidad. Cualquier la realidad

vinculante de los adjetivos que conduzcan a la especie de/to. ciencia que se ocupa de la conducta humana lo hace de la misma
manera, pues no hay un concepto de acción real, sino una reali-
Políticamente Debido a la necesidad politica de excluir del delito desde su 7 dad de la conducta humana, de la que cada saber, confom1e a sus
tampoco puede base genérica todo lo que no sea acción humana, no podemos
construirse intereses, abstrae lo que entiende útil para su concepto de acción
la acción desde construir el concepto penal de la conducta partiendo de los tipos, o conducta: el psicoanálisis pone el acento en las motivaciones
los tipos porque precisamente 7:-ecesitamos un concepto pretípico para ~vi- inconscientes; la reflexología en los componentes manifiestos; la
31 Ü LA ACCIÓN COMO CARÁ.CrER GENÉRICO DEL DELITO LA FINALIDAD COMO ELEiv!EiVTO REDUCTOR 311

sociología en la interacción; etc. El mar es siempre el mar, pero § 95. La finalidad como elemento reductor
quien estudia las algas marinas selecciona algo diferente de lo
que elige quien estudia las mareas. Así, también el derecho penal
debe elaborar su propio concepto de acción según sus intereses
como saber autónomo. Es inevitable, pues, para éste que la ac- 1 Toda voluntad tiene una finalidad, porque siempre que se No hay voluntad
tiene voluntad es de algo. Este es un dato de la realidad (óntico). sin finalidad
ción sea un concepto jurídico construido con datos de la realidad
y no un mero dato de la realidad. Por otra parte, la exigencia constitucional del nullum crimen sine
conducta indica que cuantos más requisitos exija el concepto de
No hay concepto El ser de la conducta humana no impone ningún concepto, 2 acción, menor será el ámbito de entes que se pueden prohibir,
universal de sino que ofrece los elementos con que el derecho penal debe cons-
conducta humana esto es, cuanto más limitado sea el campo abarcado por el con-
truirlo. Pretender proporcionar un concepto de la conducta hu- cepto jurídico penal de acción, menos posibilidades tendrán los
mana que abarque toda su realidad resultando universal o válido tipos de prohibir. En este último sentido, el legislador actual
para la totalidad de saberes, constituiría una omnipotencia insó- puede prohibir menos que el medieval, que penaba también a
lita, porque la acción humana -como expresión de un ser huma- los animales.
no- es de uno de los máximos de complejidad conocidos.
2 Hasta la mitad del siglo pasado se excluía la finalidad del La finalidad
La realidad Pero esto no significa que no haya que atender a la realidad (a 3 esun
no es un
concepto de acción, que sólo refería a una voluntad sin contenido,
lo óntico) de la conducta humana, porque el ser de la conducta componente
concepto sino es decir, a algo que, por un lado no existe (inventaba un dato del limitativo
un límite a su impone límites para la construcción abstractiva de los diferentes
mundo) y, por otro, definía un campo de posible prohibición me-
construcción conceptos científicos, dado que sólo se puede seleccionar lo que
nos amplio que el de la edad media, pero bastante más extenso
existe en el plano de la realidad de la conducta, sin que nada
que el proporcionado cuando se toma en cuenta la finalidad de la
autorice a inventar lo que queda o lo que se abstrae. Se pescan
pedazos del ser, se recortan, pero no puede recortarse lo que no
' conducta. La exigencia de considerar dicho elemento en la acción
reduce la materia de posible prohibición penal, con lo cual garan-
es, como peces con plumas o una voluntad sin finalidad o senti-
tiza más acabadamente el nullum crimen sine conducta. En sínte-
do. No hay, pues, un concepto óntico (real, único) de acción, pero
sis, este criterio es preferible porque (a) respeta en mayor medida
hay límites ónticas a la construcciónjwidico-penal del concepto de
el plano óntico (de la realidad) y (b) al mismo tiempo se muestra
acción.
con mayor aptitud para cumplir con el objetivo político de realizar
Síntesis En síntesis, cabe entender que (a) el concepto de acción es 4 el nullum crimen sine conducta.
jurídico (debe construirse por el derecho penal); (b) el procedimien-
De cualquier manera, como el concepto de conducta debe La inclusión
to constructivo es la abstracción desde la realidad de la conducta, de la finalidad
cumplir también la función de carácter genérico vinculante (de no obstaculiza la
que no impone ningún concepto, sino que limita su construcción
sustantivo para ser adjetivado por los caracteres específicos), no función vinculante
(no se puede abstraer lo que no existe); (c) la base legal no está en
se podría introducir la finalidad en el concepto jurídico-penal de
los tipos, sino en la Constitución y en el derecho internacional (si
acción, si de ello no resultase un concepto apto para ser captado
se dedujese de los tipos no podría garantizar que éstos siempre
por las formas estructurales básicas de los tipos penales (comi-
prohiban conductas); (d) el concepto debe elaborarse atendiendo
sión y omisión; dolosos y culposos). pues ello se impone en el
al general objetivo de contención del poder punitivo, propio de
mismo texto constitucional. Se ha objetado en este sentido que un
todo el saber juridico-penal; y (e) debe ser idóneo para servir de
concepto de acción con finalidad no abarcaría ciertos actos
base y vínculo en cualquiera de las estructuras típicas funda-
automatizados ni algunos tipos amplios (particularmente los olvi-
mentales.
dos) y tampoco las omisiones.
312 LA ACCIÓN COl\10 CARACIER GENÉRICO DEL DELITO L:.. IDONEIDAD V1NCULt\NTE DE Lt\ ACCIÓN REDUCI'Ofü\ 313

§ 96. La idoneidad vinculante de la acción reductora externo es el mismo, pero el cuidado violado puede ser el que
debe observarse al conducir, el de no dejar mecanismos peligro-
sos al alcance de incapaces, el de asegurar vehículos en pendien-
Se objeta la Un concepto jurídico-penal de acción, que considere su com- 1 tes o el de asegurar el no desplazamiento de objetos pesados.
finalidad en ponente final o de sentido, no sólo respeta los límites ónticas de la
los delitos
construcción, sino que también es abarcativo de las formas o 5 A primera vista, los tipos omisivos no definen acciones, dado Las omisiones
culposos son otras
modalidades típicas que se imponen en la Constitución y en el que describen la conducta debida y prohiben sólo su no realiza-
acciones
derecho internacional. En general, no se plantearon objeciones en ción. De es~ modo, antes del tipo no se sabe qué es una omisión.
cuanto a la capacidad de género pretípico de la acción que incor- En realidad, la observación más atenta del tipo omisivo revela que
pora como dato la finalidad en el delito doloso, pero se ha dicho también prohibe acciones, sólo que en lugar de describir la acción
que concebir la acción como conforme a sentido (con finalidad) no prohibida, describe la debida, resultando prohibidas todas las que
brinda una base cierta para los tipos culposos. difieran de ella. Contra esto se argumenta que las acciones dife-
rentes de la debida son inofensivas: mientras alguien se ahoga
Criterios de Los tipos son construcciones legales abstractas, que dibujan 2 practico gimnasia, que seria una acción inofensiva.
individualización
grandes trazos de una acción conflictiva. En algunos casos no
típica ~ Todas las acciones humanas tienen un sentido y se dan en Los tipos
individualizan las acciones por su finalidad, pero no porque esas omisivos son
un contexto social (de interacción) y en modo alguno en el vacío y
acciones no tengan finalidad. Seria lo mismo que creer que por- circunstanciados
sin sentido. El tipo penal omisivo siempre tipifica la acción preci-
que un poeta le canta a los ojos de una mujer, ésta carece de
sando el marco, pues de lo contrario la prohibición carece de sen-
nariz.
tido. Por eso todos los tipos omisivos son circunstanciados (des-
Sin finalidad Pero hay aún más: si no se conoce la finalidad de la conducta 3 criben el contexto en que la acción diferente de la debida tiene
no se puede
establecer
no puede establecerse la tipicidad culposa. Es claro que los tipos lugar). Dado que el tipo omisivo siempre recoge acciones en un
la culpa culposos (como el homicidio del art. 84 CP) no prohíben atendien- contexto, el argumento de que la acción diferente de la debida es
do a la finalidad misma, sino a que la programación de la inocente carece de co-nsistencia, pues deja de serlo bajo la cir-
causalidad es defectuosa, porque viola un deber de cuidado. Cual- cunstancia concreta que el tipo requiere. No es típico tejer, sino
quier actividad requiere cierto cuidado y, al dotar de sentido a tejer frente a un niño que esta pereciendo de hambre y sed; no es
una acción, debe evitarse que esa exteriorización que cambia algo típico hacer gimnasia, sino hacer gimnasia ante una persona que
en el mundo, provoque un conflicto por lesionar a alguien. Sin pide auxilio porque se está ahogando; etcétera.
embargo, la evitabilidad del conflicto no puede determinarse sin
Para ello será necesario -si el tipo omisivo es doloso- averi-
averiguar cuál era el sentido de la acción, porque no hay un deber
guar si el agente jugaba, tejía o hacía gimnasia para configurar el
de cuidado general válido para todas las personas y todas las
mundo dejando andar la causalidad (para que el sujeto pasivo
actividades. Las fórmulas generales (por ej., el buen padre de fa-
muera), con lo cual no puede prescindirse de la finalidad de la
milia) sólo indican la necesidad de precisar reglas concretas. Y,
voluntad del agente.
justamente, no puede establecerse qué deber de cuidado tuvo a su
cargo el agente sin saber qué estaba haciendo (o sea, conociendo 7 Otro de los argumentos que se esgrimen contra la presencia Actos
automatizados
lafi.nalidad de su conducta). del componente final o de sentido del concepto de acción, son los
actos automatizados, como la conducción de un vehículo, en que
Deberes de · Así, un vehículo puede lesionar a un peatón que circula por 4
cuidado según se hacen operar frenos, cambios. pedales. etc., sin una reflexión
una acera, porque su conductor salió del garage sin la debida
la finalidad respecto de cada movimiento. Estos movimientos no constituyen
precaución; pero también porque un niño accionó la llave de con-
una objeción contra la presencia de la finalidad en la acción, salvo
tacto y también porque fue dejado en el garage sin frenos o por-
que se entienda que ésta puede fraccionarse en algo asi como uni-
que un operario quiso levantarlo sin trabar las ruedas. El hecho
dades biológicas de inervación, lo que nadie postula. En la acción
.
314 LA ACCIÓN COl\10 CARÁCTER GENÉRICO DEL DELITO EL PROBLErv1A DEL RESUL'IADO y DE LI\S CIRCUNSTANCIAS 315

de conducir un vehículo o de disparar una ametralladora partici- instrumento. La acción concebida como sentido que se exteriori-
pan movimientos automatizados, pero no por ello dejan de ser accio- za, tiene efectos en el mundo: puede ser que éste cambie en la
nes conforme a un sentido: siempre hay una decisión de conducir forma imaginada por el agente, pero siempre esa exteriorización
o de disparar una ametralladora. No se trata de considerar que sólo tendrá múltiples efectos mundanos (imaginados, imaginables e
es acción la previa a los movimientos automatizados, sino que és- inimaginables) y el agente sabe que disminuye el azar en cuanto a
tos son parte de la acción misma. También caminamos y nadamos ciertos efectos, pero hasta un límite más allá del cual el cruza-
con movimientos automatizados. Si olvidamos esto, pretenderemos miento de efectos es incontrolable.
que todos los tipos abarcan casos de vis compulsiva. Si una perso-
3 Cuando un autor escribe un libro, lo hace para que alguien lo La multiplicidad
na cae sobre otra y la lesiona, porque se desprende el balcón en de efectos
lea, lo que puede o no conseguir, pero también pone en actividad
que se hallaba, la acción no será. por cierio, la caida, sino salir al mundanos
una empresa industrial y comercial, puede que lo lean muchas
balcón, lo que no será temerario por lo general (porque para eso se
personas, que se interesen públicos lejanos, que lo traduzcan a
construyen los balcones), pero que lo es si resultaba notorio o le fue
otras lenguas, que se altere el paradigma de una ciencia o el cur-
advertido que el balcón amenazaba ruina.
so de la literatura, pero también puede ser motivo de la distrac-
ción de un lector que cruza la calzada siendo lesionado por un
vehículo, generar envidias y odios, no venderse y producir un
quebranto a la editora, ser un presente de una novia o novio y
§ 97. El problema del resultado y de las circunstancias
convertirse en testimonio de amor o amistad, o dedicado por un
amante y provocar una catástrofe familiar, entretener los últimos
El tipo debe
días de un moribundo y pasar a ser una reliquia familiar, ser
La doctrina sostiene posiciones muy diferentes respecto de la 1
exigir un quemado por una dictadura, o mal interpretado por un advenedi-
resultado
ubicación del resultado. No se trata de una cuestión de detalle,
zo y empleado perversamente, y muchísimas cosas más.
sino que depende del sentido de la total construcción del delito y
del derecho penal mismo, que además abarca el propio concepto 4 El enjambre de infinitos efectos posibles de una acción exte- Al tipo le interesa
de resultado. riorizada no es abarcable por el conocimiento humano y tampoco sólo algunos
efectos que sean
interesan al tipo penal, según cualquier mínimo de racionalidad. obra del autor
La Constitución exige que los tipos abarquen acciones con-
A la ley penal sólo le interesan algunos de los efectos modificatorios
flictivas (art. 19 CN), o sea, un hacer algo humano que lesione a
del mundo en forma lesiva para alguien, y que puedan vincularse
otro. Es elemental que ese hacer se oriente en el mundo conforme
a la acción como obra del autor. La acción y su obra constituyen
a ciertas representaciones, más allá de cualquier discusión acer-
el conflicto que el tipo capta: cierto conflicto, cierta acción que
ca de si este sentido debe llamarse finalidad o de cualquier otra
reconfigura el mundo de cierta manera conflictiva.
manera, o sea que se haya propuesto provocar el conflicto o lo
haya provocado por violar una pauta de cuidado. Es un sentido 5 Como los tipos no pueden captar acciones privadas, las úni- Los_gr~gias
que necesariamente debe exteriorizarse en el mundo, porque de conflictivos
cas captables como prohibidas son las que manifiestan sus efec-
lo contrario no podria nunca generar un conflicto (lesivo). Esto tos lesivos como obra del agente en el mundo. Los tipos captan
significa que en cualquier concepto jurídico-penal de acción, la pragmas conflictivos, o sea, la acción y su obra. Hay efectos de las
exteriorización de la voluntad es un fenómeno que siempre la acom- acciones que no pueden considerarse obra del agente, como el
paña y que debe tener una ubicación sistemática pretípica. pues peatón lesionado respecto del autor del libro que leía mientras
de lo contrario. el tipo abarcaria un vacío. atravesaba la calle. Por ello, al no ser su obra. no puede constituir
Existe, pero no el pragma típico. Así, no es relevante para el tipo de hurto si la
puede ser analiza-
Sin embargo, es claro que estos efectos no pueden ser ana- 2
víctima tenía más dinero o tuvo que solicitarlo para regresar a su
do pretípicamente !izados en el nivel pretipico. porque la función juridica de defi-
hogar; no es relevante para el homicidio si produjo tristeza o
nición del conflicto sólo es realizable valiéndose del tipo como
316 LA ACCIÓN COMO CARÁCIER GENÉRICO DEL DELITO
LA FUNCIÓN POLÍTICA DE REDUCCIÓN SELECTIVA 317

un shock emocional o indiferencia al cónyuge supérstite; no es sa que sin la referencia típica no puede saberse qué es menester
relevante para la violación si el autor eyaculó o no; etc. Antes del aislar valorativamente en ella. Considerar la acción en el nivel
tipo lo único disponible es una acción y una multiplicidad incon- pretípico y dejar· el análisis valorativo de su contexto y efectos
mensurable de efectos en el mundo. Por eso, en el nivel pretipico para la tipicidad no implica inventar· la realidad, sino todo lo con-
no tendria sentido perderse en un campo inmenso de efectos de trario: el tipo se confronta con la realidad de una acción con todo
una acción, preseleccionando un conjunto -también inmenso- de su contexto y efectos. Al preguntar si hay acción exteriorizada, se
posibles obras. Sólo después de conocer el tipo se sabe qué obras sabe que ésta se exterioriza en el mundo y, por ende, que tiene
interesan al derecho penal como pragma conjlictivo, y apenas en- efectos y que éstos se producen en un contexto. Son datos que
tonces se puede investigar si el efecto producido es una obra que acompañan a la acción como lo hace nuestra sombra. A la hora de
pertenece normativamente al autor. preguntar· por su tipicidad, se interroga no sólo con relación a la
conducta sino también a los efectos y al contexto que interesan al
El contexto Por otra parte, las acciones no pueden comprenderse ni tam- 6
de las acciones tipo. En ningún momento se separa artificialmente el sentido de
poco tienen sentido si no están referidas a determinado lugar o
su exteriorización en el mundo.
paraje del mundo; no hay acciones en todo el mundo. Toda acción
se dota de sentido en un contexto de efectos. El paraje o contexto
de cualquier acción se integra con circunstancias y roles, expec-
tativas y exigencias, costumbres, hábitos, interlocutores, etc. Toda
acción se da en un cierto lugar de significados y significantes. Es § 98. La función política de reducción selectiva
en estos contextos donde se define un efecto como obra. Si los
tipos ignorasen los contextos de las acciones no podrian definir
sus pragmas, aunque a veces los definan precisando estos con- 1 Sintéticamente, el concepto juridico-penal de acción que se ¿ Vale la pena
discutir sobre
textos y, en otras ocasiones los dejen en apariencia indefinidos, postula podría señalarse también como un comportamiento huma- la acción?
dando lugar a una variable más amplia. Los contextos tampoco no (conforme a sentido) que se exterioriza con efectos en cierto con-
pueden averiguarse en el nivel pretipico, porque no se sabe cuá- texto mundano. Suele decirse que todo el esfuerzo por respetar el
les pueden ser relevantes y porque éstos son también inconmen- sentido de la voluntad no tiene efecto práctico, porque las hipóte-
surables en sus posibles variables. sis de ausencia de acto (los casos que son excluidos porque no
constituyen conducta) son los mismos que si no se incluyese la
Cuestiones La cuestión del resultado y su posible planteo pretipico encie- 7
típicas finalidad.
rra una defectuosa comprensión de la función del tipo penal, en
y pretípicas
especial porque se lo considera puramente descriptivo. Atribuir 2 Esta objeción no es válida por varías razones. (a) Siempre es La realidad
un efecto como obra es una cuestión de imputación y, como tal, siempre es una
preferible que el concepto genérico básico del delito, respete la
base más segura
es una cuestión típica. La determinación del efecto que interesa y realidad y no comience por introducir datos inventados (como una
de su contexto, es labor valorativa que únicamente puede cum- voluntad sin finalidad), porque aquélla proporciona una base de
plirse conociendo el tipo. En lo pretípico sólo pueden ubicarse exclusión más segura. No olvidemos que hay tipos que no descri-
una acción con una enorme gama de efectos y contextualizada ben conductas, como los de tenencia (de armas, estupefacientes,
con un inmenso marco mundano, pero antes del tipo no puede etc.). Tener no es ninguna acción en sentido estricto, por lo que
nadie saber qué efectos y qué notas contextuales interesan. será necesario analizar· cuáles son las acciones (concluir. por ejem-
El tipo no El tipo nunca atrapa el vacío, sino que el análisis de los efec- 8 plo, que la acción es la adquisición de la tenencia) o declarar in-
atrapa el vacío tos y del contexto sin la indicación del tipo seria un insensato constitucionales a dichos tipos penales. Tampoco se debe olvidar
rastreo universal. No hay vacío o falta de materia en tomo de que cierta doctrina pretendió que las acciones realizadas por obe-
ninguna acción, sino que, por el contrario, la materia es tan den- diencia debida no son conducta (ver § 234.3). lo que deformaba
318 LA ACCIÓN COMO CARÁCI"ER GENÉRJCO DEL DELITO
LA AUSENCV\ DE ACCIÓN POR INVOLUNT:A.BILIDAD 319

la realidad (se premian acciones realizadas en cumplimiento del


§ 99. La ausencia de acción por involuntabilidad
deber y el derecho penal dice que no son acciones).

función (b) La acción no es un concepto que sirve sólo para señalar 3


vinculante del los casos de ausencia de acto, sino que su función vinculante lo 1 Cada vez que el penalista se enfrenta con alguna perturba- No todos son
concepto ción psíquica del agente trata de embutirla en la inimputabilidad inimputables
de acción proyecta sobre los adjetivos: incluyendo la finalidad, la tipicidad
no podrá prohibir acciones que no tengan la finalidad típica; en como causal de inculpabilidad (ver§ 203.3). Pareciera que la con-
lugar, excluyendo la finalidad, estas acciones aparecerían como signa es todos los locos a la inímputabilidad, o mejor, cada vez que
prohibidas y sólo cuando lleguemos a la culpabilidad las descar- tenemos que vemos con los psiquiatras estamos frente a un pro-
taríamos. Que algo que no tenga la finalidad típica sea considera- blema de imputabilidad. Por cierto, esto es simplista y falso. Los
do como una acción típica y antijurídica, permite que se ejerza padecimientos de esta índole incapacitan de modo diferente y, en
contra el agente la legítima defensa (por considerarlo una agre- cada escalón de la construcción jurídica del delito que reclama un
sión ilegítima) y también en lo procesal es bastante determinante dato subjetivo, debemos preguntar si el agente tuvo capacidad
para someter a proceso a una persona, con toda la carga de pena- psíquica para cumplimentarlo en el momento de la acción.
lidad que el proceso mismo conlleva. 2 De este modo, resulta que hay personas que en el momento Conductas con
del hecho actúan con la consciencia perturbada, como son los consciencia
Excluye las También suele minimizarse la función política del concepto 4 perturbada
lnferencias penal de acción en cuanto a la prohibición de penar el pensa- delirantes, que realizan acciones pero que no pueden someterlas
miento (al principio cogitationis poenan nema patitur), porque como a juicio crítico. Una persona que se siente escuchada constante-
mente, que oye inexistentes insultos y amenazas, carece de capa-
éste se expresa siempre en una acción (una injuria verbal es una
cidad de culpabilidad, pero realiza acciones y sabe lo que está
acción que manifiesta un sentimiento hacía otro) plantea un pro-
haciendo si cree defenderse de quien la amenaza (sabe que lo está
blema de tipicidad. Esto es verdad respecto de los llamados de-
golpeando, por ejemplo). A su respecto sólo puede plantearse una
litos de opinión, cuya constitucionalidad no se cuestiona porq~~
cuestión de reproche (de culpabilidad). Estos son los verdaderos
no haya acción, sino porque ésta no puede ser típica por vulne-
casos de inimputabilidad que luego veremos (ver§ 208).
rar prohibiciones constitucionales que garantizan la libertad de
expresión. Sin embargo, los pensamientos y sentimientos no sólo 3 Hay otras personas que padecen alteraciones de la Acciones sin
se conocen porque se manifiestan en acciones simbólicas con- sensopercepción y se ilusionan (deforman los objetos que perci- saber lo que
se hace
cretas, sino que también pueden ser inferidos. Así, de la totali- ben, -como quien tiene delante a una persona y la percibe como
dad de la vida de una persona, de sus relaciones personales y un árbol) o se alucinan (ven un árbol cuando no tienen nada
económicas, de sus actitudes, del género de reuniones y espec- delante). Allí falta la capacidad psíquica de dolo, porque quien
táculos que frecuente, de las publicaciones que reciba o colec- golpea no tiene la finalidad de golpear a la persona sino a un
cione, de sus actividades y opiniones generales, etc., puede árbol. Se trata de un error de tipo psíquicamente condicionado
inferirse un pensamiento afín o cercano al racismo, pero todo (ver§ 149.5).
eso es una conducta de vida que no puede ser materia de un tipo
4 Por último, existen personas que realizan movimientos o que Involuntabilidad
penal. En tal caso no podría afirmarse la atipicidad respecto de
están paralizadas, pero que no operan con voluntad, sea porque
cualquiera de los tipos de la ley 23.592 (ley antidiscriminatoria),
están inconscientes (carecen de consciencia) o porque no tienen
sino que faltaría la acción misma sobre la cual basar la tipicidad.
control de sus movimientos (los realizan automáticamente). En
La manifestación de un pensamiento o de un sentimiento es una
estos casos hay una incapacidad psíquica de acción o conducta,
acción, pero su inferencia es una acción del que infiere y no de
o más precisamente. una incapacidad psíquica de voluntad (in-
quien piensa o siente. Por ende, no constituye el carácter genéri-
voluntabilidad).
co de ningún delito.
320 LA ..\CCIÓN C0\10 CAR'\CTER GENÉRJCO DEL DELITO LA AUSENCIA DE ACCIÓN POR INVOLUNIABILIDAD 321

La fórmula Nuestro código traia todas estas incapacidades en forma con- 5 (a) Insuficiencia es cualquier situación de disminución ele la
legal conjunta junta. en una fómrnla general de la capacidad psíquica de delito. consciencia, sea nom1al o patológica, pemianente o transitoria: el
que se oscurece porque también incluye al error y la ignorancia. miedo, la ira, los estados crepusculares, las oligofrenias, las de-
Sin perjuicio de volver en su momento sobre esta fórmula, resulta mencias, lesiones neurológicas, etcétera.
necesario referirse a ella y explicar la interpretación de todo el
(b) Alteración morbosa es un estado patológico que produce
inc. 1º del arL 34. pues alli se encuentra la base legal para elabo-
cambios en la función sintetizadora ele la consciencia, que no siem-
rar el concepto de capacidad ele acción o voluntabiliclad.
pre se deben a insuficiencias. pues en ocasiones alteran las fun-
Identificaciones La doctrina más tradicional, siguiendo los antecedentes his- 6 ciones aumentándolas. La ley se refiere a alteración de fa.culta.des
tradicionales del y. aunque ésta siempre se traduce en una disminución de la cons-
tóricos que se remontan a un proyecto ruso zarista de 1881, suele
art. 34 inc. 1 º
considerar que el inc. 1 º del arL 34 (dejando ele lado la cuestión ciencia, frecuentemente algunas de sus funciones se aceleran:
del error y la ignorancia) identifica (a) con insuficiencia de las fq- fuga de ideas, taquipsiquia, hiperactividad, excitación, etcétera.
cultades. las oligofrenias: (b) con alteraciones morbosas. las psico-
(c) Esta.do de inconsciencia. es una privación de la actividad
sis: y (c) con estado de inconsciencia. la embriaguez, intoxicaciones
consciente. No se trata ele una perturbación de consciencia sino
y otros análogos estados pasajeros. Estas son categorías de la
de su cancelación. Se ha intentado entender inconsciencia. como
psiquiatría del siglo XJX que la ley no impone. porque no hace
no conocimiento y, en tal sentido se trató de distinguir entre in-
referencia a ninguna entidad de la nosotaxia psiquiátrica, lo que
consciencia total y parcial, lo que es una contra.dictio ín a.djectio,
pen11ite su reconstrucción en ténninos más modernos.
pues no puede afümarse parcialmente lo que la partícula ín nie-
En el inc. 1 º del En rigor. la fón11ula del inc. 1 º del art. 34 presenta dos aspee- 7 ga.
art. 34 sólo hay
causas y efectos
tos: (a) uno hace a su contenido eííológico y otro (b) a sus efectos. 10 En cuanto a los efectos, las anteriores deben ser causa de no La no dirección
Esto significa que excluye el ejercicio del poder punitivo cuando: comprensión (ver § 207) o ele no dirección de las acciones. Este de las acciones
(a) (contenido etiológico) el agente padece: 1) insuficiencia de las último concepto interesa aqui sólo en cuanto hace referencia a la
facultades: 2) alteración morbosa de las facultades; o 3) estado de capacidad de acto. La expresión legal es el que_no ha.ya podido
inconsciencia: y (b) (efectos) siempre que por cualquiera de las dirigir sus acciones, lo que puede entenderse: (a) como imposibili-
anteriores razones no haya podido: 1) comprender la criminali- dad de dirección a secas (no puede dirigirlas en ningún sentido) y
dad del acto o 2) dirigir sus acciones. (b) como imposibilidad ele dirección conforme a la comprensión
Inconsciencia es Si el estado de inconsciencia es mencionado especialmente. 8 de la criminalidad (que es el que comprende pero no puede ade-
no consciencia las restantes hipótesis deben considerarse como situaciones en cuar su acción a lo que comprende). El primer sentido es, clara-
que hay consciencia. aunque sus niveles de funcionamiento se mente, un supuesto de incapacidad de conducta o acto (involun-
hallen perturbados. Para ello. debe entenderse consciencia en sen- tabilidad).
tido puramente clínico, es decir. como función sintetizadora de 11 En cualquier situación en que una persona se halle priva.da. Inconsciencia:
las actividades mentales específicas (no el sentido de conciencia in hipótesis de
de consciencia. (coma, sueño profundo. crisis epiléptica, descere-
ausencia de acto
como super-yo. como cuando se la emplea en la expresión voz de bración, estados vegetativos. etc.) no hay acciones humanas en
la conciencia: para distinguirlas -aunque en castellano no aparez- sentido jurídico-penal. Es obvio que en estos casos hay una impo-
ca oficialmente autorizado-. llamamos a la primera consciencia y sibilidad de dirigir sus acciones en fon11a absoluta.
a la segunda conciencia: en alemán son dos palabras diferentes).
12 No obstante, puede hallarse otra variedad de la incapacidad 2ª hipótesis de
Las causas en En consecuencia. el aspecto etiológico ele la fónnula de la ca- 9 ausencia de acto
de acción. en que la persona. por cualquiera de las otras causas
este inciso
pacidad psíquica de delito. puede reconstruirse exegéticamente (insuficiencia o alteración morbosa). aunque comp_r:t:ncla la
de la siguiente manera: crimiminalidacl, no pueda adecuar los movimientos a esa com~
322 L, ACCIÓN C01'10 CAR,\CrER GENÉRJCO DEL DELITO
LA INCAPACIDAD DE ACCIÓN DE L.\S PERSONAS JURiDICAS 323

prens10n. Se trata de otra variable de la incapacidad de acción,


2 La disposición del art. 78 del código penal. que incluye en el Violencia no
que puede sustentarse en la misma fórmula del inc. l º del art. 34, es siempre
concepto de violencia los medios hipnóticos o narcóticos, es una
pero también es posible sostenerla a partir del inc. 2º del mismo ausencia de acto
precisión inútil, que suscitó algunas dudas, pero no obliga a con-
articulo, esto es, de la fuerza fisica irresistible (ver § 109), que
siderarlos supuestos de ausencia de acto, porque no hay razón
puede ser externa o interna. Este supuesto defuerzafisica interna
para identificar violencia con Juerzafisica irresistible, sin perjui-
abarca los casos de parálisis histéricas, actos reflejos incontenibles,
cio de que, eventualmente, los medios hipnóticos o narcóticos
movimientos fisiológicos que no controla la corteza, etc. (el que
puedan producir un estado de involuntabilidad.
omite prestar el socorro debido porque se quedó paralizado por eC-
shock. el que causa una lesión con los movimientos realizados
durante la crisis epiléptica de gran mal, etc.).

Todos los casos de incapacidad de acción, sea que se apoyen § 101. La incapacidad de acción de las personas jurídicas
legalmente en el inc. l º del art. 34 o en la fuerza física irresistible
del inc. 2º -cuando es interna- constituyen supuestos en que no
1 Quienes no se consideran limitados por la realidad en la cons- ¿La sociedad
hay acción porque no hay voluntad, y ésta falta por incapacidad anónima es un
trucción de los conceptos penales, consideran que la posibilidad
para la misma, que por esa razón es posible denominarla involun- organismo?
de imponer penas a las personas jurídicas es materia de pura
tabílidad o incapacidad psíquica de acción.
decisión legal. Afirman que la acción -o los sujetos- del derecho
Los casos Existen múltiples supuestos cuya naturaleza es dudosa para 13 penal se construye funcionalmente y, por ende, equipara las deci-
dudosos
la ciencia, como el sueño fisiológico o normal, el sueño hipnótico, siones orgánicas de la persona jurídica con las decisiones huma-
el sonambulismo, los llamados equivalentes epilépticos, etc. No nas, concluyendo que la persona jurídica que decide realiza una
obstante. como la duda debe resolverse siempre a favor del reo, lo acción y existe una culpabilidad por la decisión. El derecho inglés
correcto será considerarlos casos de involuntabilidad. sostiene esta metáfora desde mediados del siglo XIX, llegando a
afirmar que, en muchos aspectos, una compañía puede ser asimi-
lada al cuerpo humano. Tiene un cerebro y un centro nervioso que
controla lo que hace. Tiene también manos que usan las herramien-
§ 100. La fuerza física irresistible tas y cumplen las directivas del centro. Algunas personas de la
compañía son meros servidores y agentes que no son más que ma-
nos para hacer el trabajo y no puede decirse que representan su
Diferencia La fuerza física irresistible es cualquier fuerza que impide a 1 mente o voluntad. Otras son directores y gerentes que representan
nítida con
una persona moverse a voluntad, es decir, la que reduce el cuer- la mente y voluntad dirigente y controlan lo que hace. El estado
la coacción
po a una condición mecánica, sea impulsado por fuerza externa o
mental de estos gerentes es el de la compañia y la ley lo trata como
tal.
interna. En general los casos de fuerza física irresistible externa
son pacificamente admitidos en la doctrina: empellones, caídas, En definitiva, estas posiciones corresponden a las de la vieja
acción de fuerzas naturales o de terceros. Nunca debe confundir- teoría orgánica o de la realidad de las personas jurídicas (Gierke),
se este supuesto con la coacción, que no elimina la acción. Quien por oposición a la teoría de laficción de Savigny.
actúa amenazado de muerte realiza acciones, sólo que con volun-
2 Buena parte de la doctrina considera que no se trata de una La personajuri-
tad no libre, por lo cual planteará un problema de necesidad Qus- dica I10 reali:z_a
cuestión legal, sino que la persona jurídica es incapaz de acción, conductas
tiflcante o exculpan te. según la magnitud de la lesión que cause y
aunque no faltan quienes consideran que ella (el socíetas delinquere humanas
de la que evite). pero no de ausencia de acto.
non potest o universitas delinquere nequit) es sólo incapaz de
tipicidad o de culpabilidad y aun de pena. La tesis de la incapa-
324 LA ACCIÓN CO;\!O CARACfER GENÉRJCO DEL DELITO fa!PORTANCLA. Y CONSECUENC!AS SISTEJ\L.\.T!CAS DE U, AUSENC!A DE ACTO 325

cidad de acción se corresponde con todo concepto de acción que disminuya la selectividad del poder punitivo que, en el caso de las
no invente datos que no existen en la realidad, es decir, que no personas juridicas, se traduciria en una incidencia mucho mayor
pueda reconocer la existencia de una conducta donde falta una sobre las pequeñas y medianas empresas.
substancia psíquica. Esta es la posición correcta desde nuestro
punto de vista. pero no resuelve todos los problemas.

Las "penas" para Las leyes pueden imponer sanciones a las personas juridicas 3 § 102. Importancia y consecuencias sistemáticas
ellas son e incluso pueden llamarlas penas (como lo hace el código penal
sanciones civiles de la ausencia de acto
y administrativas francés de 1984). No obstante, cualquiera sea el nombre que las
leyes quieran darle, no pueden alterar la naturaleza de las cosas.
Cualquier sanción a una persona juridica, siempre será repara- 1 Las más importantes consecuencias sistemáticas de la au- No hay legítima
dora o restitutiva (civil) o administrativa (coerción directa). El defensa contra
sencia de acto son las siguientes: (a) No es admisible la legitima hechos que no
bautismo no cambia la naturaleza de estas sanciones. El poder defensa contra quien no realiza una conducta. En cualquier caso, son acciones
1
estatal no puede hacerle a la persona juridica otra cosa que obli- la defensa seria un supuesto de estado de necesidad y debiera
garla a reparar o a restituir o intervenirla, imponerle multas o mantenerse dentro de sus límites justificantes (no podria inferirle
disolverla. Lo único que las leyes pueden hacer -con el nombre un mal mayor que el que evita, lo que no sucede en la legítima
que quieran los legisladores-, es asignar al juez penal competen- defensa) (ver § 180). Si el autor de la defensa ignorase que la
cia para que en una misma sentencia o proceso decida penas y persona no realiza acción y creyese que opera dentro de los lími-
cuestiones civiles y administrativas e imponga medidas tes de la legitima defensa, se trataria de un error de prohibición
sancionatorias conforme a esos modelos, lo que en principio es indirecto (ver § 224). Lo mismo sucede aunque la persona sea
constitucionalmente admisible, desde que se respete el derecho usada por otra para agredir, porque la legitima defensa sólo pro-
de defensa y las demás garantías procesales. cede contra el agresor y no contra quien no agrede. como ocurre
La punición altera Tras el impulso a las pretendidas penas a las personas juridi- 4 cuando alguien es usado como agente fisico. Contra la persona
el concepto de usada como fuerza física sólo puede actuarse dentro de los lími-
cas. pesan criterios de diferente signo ideológico, como el desa-
conducta
humana sin rrollo del derecho económico, la defensa de la ecología y de los tes del estado de necesidad. Por otra parte, si la persona usada
ningún beneficio consumidores y, fundamentalmente, los criterios de defensa so- sufre lesiones como resultado de la acción repelente del agredido,
cial contra el llamado crimen organiZado (narcotráfico, lavado de quien la usa incurre en injusto doloso o culposo (según el caso).
dinero. mafia y corrupción pública). 2 (b) Quien se valga de una persona que no actúa será siempre Autoria directa
y no participación
Pueden ser Pero estos discursos no pueden ocultar el peligro que impar- 5 autor directo o autor de determinación. sin que quepa fa autoría
sancionadas en ta deformar el concepto de conducta (en detrimento de su función mediata ni la instigación y sin que se comuniquen circunstancias
un único proceso del usado al autor directo o de determinación (ver§ 241 y§ 244).
sin necesidad política limitante) y lesionar el principio de responsabilidad per-
de inventar una sonal en materia penal. Fuera del interés corporativo de los (c) En los tipos de participación necesaria. los movimientos
acción penalistas. tampoco está claro que su aceptación reporte benefi- de quien no realiza acción no pueden considerarse conflgurativos
cios. Se podría sancionar a las personas juridicas confom1e al de la tipicidad: no puede contarse a la persona que no realiza
derecho civil y al administrativo. dentro del mismo proceso penal acción entre las que concurren cuando el tipo requiere dos. tres o
y por el mismo juez penal, con la ventaja de someterlas a un modelo
más personas.
de solución efectiva y menos riguroso en cuanto a garantías, en vez
3 Puede plantearse un problema en los casos dudosos, cuando Doble favor reí
de sujetarlas a una mera suspensión del conflicto. Reconociendo en casos dudosos
que se trata de sanciones de otra naturaleza. posiblemente se en virtud del favor rei una persona sea declarada incapaz de ac-
ción. pero con eso se configure la tipicidad o se agrave la situa-
1

EL CONCEPTO HEGELL;\J'\O DE ACCIÓN 327


326 LA ACCIÓN COMO CARÁCTER GENÉRJCO DEL DELITO

(c) Neokantiano causalista. Edmund Mezger. Años treinta del


ción procesal de otra. Seria tal el caso de quien, ante un ataque de
siglo XX. La acción es un cÓncepto juridico, que consiste en un
una persona hipnotizada, ejerce lo que cree una legitima defensa;
hacer voluntario causal, aunque el contenido de la voluntad se
si el hipnotizado realizaba una acción habria legítima defensa,
analiza recién en la culpabilidad. Es pretipica.
pero si no realizaba acción no la habria. Si el juez considera que el
hipnotizado era involuntable por el favor rel, sin duda que lG be-. (d) Neokantiano de acción típica. Gustav Radbmch, 1930. La
neficia, pero al mismo tiempo perjudica a la víctima de la agre- acción es siempre realizadora del tipo. Lo que interesa es la ac-
sión, que deja de estar amparada por la legítima defensa (sólo la ción típica y ningún concepto pretípico es admisible.
beneficiaria el error de prohibición). En este caso no puede haber (e) Finalista. Hans \Velzel, años cincuenta y sesenta. La ac-
otra solución que consagrar la duda, que beneficia de diversa ción es un hacer voluntario final y su concepto es óntico-ontológico.
manera a ambos. No se puede separar la finalidad de la voluntad. Es pretípica.

(D Sociales. Eberhard Schmidt, Wemer Maihofer. Desde 1930


hasta la actualidad. Acción es sólo la que tiene carácter interactivo.
Se corresponden con los modelos (c) o (d), pudiendo ser o no
Excursus: Los diferentes conceptos de acción
pretípica, dependiendo de los diferentes autores.

(g) Negativo. Herzberg. Behrendt. Años setenta. Sostienen que


§ 103. Panorama la categoría única de acción y omisión es la omisión: la no evita-
ción de un curso evitable. Se condice con el modelo (d): sólo con-
sidera la acción típica.
El concepto Entre los años cincuenta y setenta del siglo pasado, el deba- 1
de acción sigue (h) Funcionalista. Günther Jakobs. Años ochenta. Conducta
discutiéndose te doctrinario más intenso tenía lugar en tomo del concepto de es acción como evitable causación, y omisión como evitable no
acción. En la actualidad se discute más sobre el tipo y la imputa- impedimento de un resultado. Se comporta como el modelo (d) y
ción, pero no por ello el concepto de acción es pacífico. En definitiva, participa del (g).
casi todas las posiciones en la teoria del delito pueden remitirse a
él, porque siempre el concepto de delito descansa sobre su base, (i) Personal. Claus Roxin. 1990. Es lo que produce un ser
aunque un sector doctrinario pretenda ignorarlo o subestimarlo. humano como centro de acción anímico-espiritual o, más breve-
mente, como exteriorización de la personalidad. Es pretípica.
Principales Las principales teorias sobre la acción enunciadas en los si- 2
teorías de la
conducta
glos XIX y XX son las siguientes:

(a) Hegeliano. Abegg, Kostlin, Bemer. Primera mitad del siglo


§ 104. El concepto hegeliano de acción
XIX. Para los hegelianos la acción siempre es voluntaria y libre.
Sin libertad no hay conducta jurídicamente relevante. Se puede
decir que serían pretípicas (no existía el concepto de tipo). 1 Para Hegel la única conducta relevante para el derecho es la Conducta es
sólo la "libre"
(b) Positivista. Franz von Liszt, Emst von Beling. Fines del de un ser humano libre. La pena no podía hacer otra cosa que
siglo XIX y comienzos del XX. La conducta es un acto humano reafim1ar la vigencia del derecho, pero ésta sólo podía ser puesta
en cuestión por una conducta con voluntad libre (ver § 72). En
voluntario que causa un resultado físico. Para que sea voluntario
términos dogmáticos actuales diríamos que la culpabilidad sería
basta que haya inervación muscular. Es pretípica.
un requisito de existencia de la acción. Su esquema de análisis
del delito habria sido subjetivo/ objetivo.
LA TEORiA FINALISTA DE LA ACCIÓN 329
328 LA ACCIÓN COMO CARÁCTER GENÉRICO DEL DELITO

§ 105. La teoría naturalista de von Liszt por ende, adoptó el concepto lisztiano de acción que remite a una
voluntad sinfinalidad, explicándolo más cómodamente que Liszt,
pues no debía justificar nada en el plano de lo natural ni presen-
El concepto El positivismo, como partía de la prevención especial, recha- 1 tarlo como tal.
des;:riptivo zaba el retribucionismo selectivo de Hegel; invirtiendo su esque-
2 El neokantismo concibió la conducta como voluntad de apre- El concepto
ma analizó el delito conforme a un criterio objetivo/subjetivo. Con causal de acción
taT el gatillo, y siguió remitiendo su contenido a la culpabilidad,
este esquema, von Liszt inauguró el llamado concepto causal de reconociendo que esa escisión era artificial, pero aceptándola, como
acción, pretendidamente descriptivo o naturalista, definiéndolo una caracteristica del concepto jurídico, cuya distorsión de lo real
como la realización de una mutación en el mundo exterior atribui- debía asumirse como consecuencia de las premisas constructi-
ble a una voluntad humana. A esta mutación la llamamos resulta- vas. Este concepto causal (o neokantiano) de acción así elaborado,
do. Su realización es atribuible a la voluntad humana cuando re- tenía muchas dificultades teóricas. Por un lado, no lograba brin-
sulta del movimiento corporal de un hombre, querido o, lo que es lo dar una base común para la acción y la omisión, porque la omi-
mismo. arbitrario. De este modo, el concepto de acción se divide en sión (considerada un no hacer) no es causa de ningún resultado
dos partes: de un lado el movimiento corporal y del otr-o el rf:?sulta- típico y, por otro, porque la causalidad no tiene limites y son infi-
do, ambos unidos por la relación de causa y efecto. nitas las acciones que son causa de resultados típicos.
Voluntad sin El propio von Liszt planteaba dificultades que ponían en duda 2
finalidad este carácter: el movimiento corporal arbitrario se realiza median-
positivista
te representaciones, mediante la contracción muscular resultante
de la inervación de los nervios motores. No era, pues, el que re- § 107. La teoría finalista de la acción
sultaba de cualquier inervación, sino de la que estaba regida por
imágenes o representaciones, pero separaba el contenido de la
1 La teoría fmalista de la acción fue enunciada por Welzel en El concepto
imagen y se quedaba con imágenes sin contenido. Al pretender "óntico-
construir de la misma manera la omisión, no lograba explicarla
\¡ 1938 y desarrollada hasta la última edición de su obra en 1969. ontológico"
sin referencia a la antijuridicidad: Omisión es, en general, la no Ensayó un concepto de acción respetuoso de los datos de la reali-
realización de determinado hacer esperado. Omitir es un verbo dad (lo llamó óntico-ontológico), lo que implicaba un choque fron-
transitivo. No significa no hacer, sino no hacer algo. Y por cierto, tal con el concepto causal de Liszt y Mezger. Para el finalismo la
lo que era esperado, debido. De nadie podemos decir que haya representación de Liszt conserva todo su contenido, de modo que
omitido saludamos, visitamos, invitamos. si no teníamos razón el actor parte de ella como la mutación que quiere producir en el
para esperar el saludo, la visita o la invitación. mundo desde esa representación -que es tan1bién anticipación
del resultado-, selecciona los medios para obtenerlo y, en un ter-
cer momento, pone en funcionamiento la causalidad, orientándo-
la a la finalidad representada o imaginada.
§ 106. El neokantismo causalista El concepto final de acción de Welzel se remonta a la ética
El:.ealismo
2
tradicional de cuño aristotélico, para la cual el desvalor no puede
recaer en otra cosa que sobre una acción, que no puede prescin-
Voluntad sin Desde el idealismo neokantiano se elaboró la teoría de la ac- 1 dir de su finalidad. El fundamento último del finalismo es que el
finalidad
ción sin respetar los datos de la realidad, adaptado a las necesi- valor (o el conocimiento) no altera el objeto desvalorado (cuando
idealista
dades de un derecho penal sobre base retributiva y preventivista. digo Juan es bueno, no altero a Juan), punto de vista contrario al
El neokantismo siguió manteniendo las imágenes y representa- idealismo que entiende que el acto de conocimiento es un acto de
ciones que mueven a la voluntad separadas de su contenido y. creación (ver§ 91.6).
EL CONCEPTO NEGATNO DE ACCIÓN 331
330 LA ACCIÓN COMO CARACrER GENÉRICO DEL DELITO

§ 109. La identificación con la acción típica


Valoración Debe distinguirse entre valoración del objeto (me gusta) y ob- 3
y objeto jeto de la valoración (el chocolate). porque la valoración es un pre-
dicado. No hay predicados sin objetos: luego. pretender que el 1 El concepto de acción del neokantismo se construía a la me- Supresión de
predicado crea el objeto, significa inventar objetos que no existen todo concepto
dida de los tipos. Dadas las crecientes dificultades para hallar un pretípico
(el me gusta no inventa el chocolate). La acción -para el finalismo- concepto pretipíco de acción común a todas las tipicidades lega-
no se puede inventar a gusto del derecho penal, pues de ese modo les, pronto se pensó en suprimir la acción de la base del delito y la
el desvalor recaerá sobre algo que no es conducta (empanadas en tipícídad pasó a ocupar su lugar, es decir, que se identificó acción
lugar de chocolate). Por eso Welzel no admitía un concepto penal con acción realizadora del tipo. La idea fue lanzada en 1930 por
de acción desconocedor de datos ónticas. Una acción con voluntad Radbruch. Prácti::amente significa dejar al delito con dos compo-
sin finalidad en el plano jurídico. es una acción sin voluntad en el
nentes: el injusto y la culpabilidad.
plano óntico o de la realidad (porque voluntad sin finalidad no exis-
te), y no es una acción sino un proceso causal, con lo cual el neokan- 2 Si una acción concebida a la medida de los tipos penales tiene No cumple la
función política
tismo habría apelado a un concepto valorativo de acción para hacer el inconveniente de que puede habilitar al legislador penal para de limitación
que el desvalor del injusto no recaiga sobre una acción, sino sobre que disfrace de acciones datos que no son tales, esta dificultad
un proceso causal. En sus últimos escritos Welzel sugería llamar aumenta cuando ni siquiera se construye un concepto pretípico,
a su concepto como acción biocibeméticamente anticipada. sino que directamente se considera que acción es lo que los tipos
individualizan como tal.
3 Por otra parte no se explica qué capta el tipo, dando lugar a Prescinde del
elemento
una suerte de normativizacíón que se agota en si misma -muy
§ 108. Los conceptos sociales de acción vinculante
propia del neokantismo-, pero que no puede calificar de típico a lo
que no definió previamente, deteriorando a la tipícídad a la condi-
Se trata de un conjunto de tentativas de definir la acción en 1 ción de adjetivo sin sustantivo. Se caería en el absurdo de consi-
No hay un con-
cepto unitario sentido social que tienen en común sólo la afirmación de que el derar que los hechos de cosas y anímales serian supuestos de
de acción social atipícidad y, en general, no se sabría sobre qué recae el desvalor
concepto de acción debe abarcar sus efectos sociales. Estas ten-
tativas se originaron con Eberhard Schmídt en los años treinta del injusto y de la culpabilidad. El delito seria un concepto elabo-
del siglo pasado, pero abarcan tanto conceptos causales como rado sin un elemento vinculante.
finales, pretipicos y típicos de acción. Le imputaron al finalísmo
su psicologismo, a lo que Welzel respondia que el único concepto
válido de acción social era el final, porque es imposible asignar a
la acción un sentido social sin saber qué se proponia el autor. § 110. El concepto negativo de acción

La dificultad Mediante estos ensayos se pretendió hallar un concepto pretí- 2


para abarcar
pretípicamente pico de acción abarcativo de la acción y de la omisión, apelando a 1 En los años setenta se intentó construir un concepto típico de La accíón como
su sentido social. Pero como omitir es verbo transitivo y siempre no evitación
la omisión conducta que abarcase la acción y la omisión, pero conforme al
se trata de omitir algo, y como ese algo se halla en el tipo, la acción modelo de la omisión: intentaron considerar a la acción como una
deja de ser una referencia pretipica. El otro camino es imaginar variable de la omisión. La clave común de estos intentos fue la
que ese algo se encuentre en la ética social. Esta alternativa seria caracterización de la acción sobre la base de la evitabilidad: la
un juicio fáctico muy dificil de realizar, porque la ética social no acción en derecho penal es la evitable no evitación en posición de
es unívoca en una sociedad compleja y, por ende, correría el ries-
garante.
go de quedar librado a la arbitrariedad del intérprete.
f
1
332 LA ACCIÓN C0/110 CAR\CfER GENÉRICO DEL DELITO
EL CONCEfYfO PERSONAL DE ACCIÓN 33;

¿De dónde surge La colocación de todos los agentes -especialmente en los ti- 2
la posición § 112. El concepto personal de acción
de garante? pos activos- en posición de garante (ver§ 168) no tiene una expli-
cación satisfactoria. Para alguno de sus defensores existe una
común omisión del contraimpulso psiquico, que pretende enrai- 1 Roxin propone un concepto pretípico al que denomina con- Concepto
zarse en el psicoanálisis, tratándose de la omisión de interferir el pretípico
cepto personal de la acción. definido como lo que se produce por
impulso delictivo. Además también identifica acción con acción un humano como centro de acción anímico-espiritual o. más breve-
típica. mente. como exteriorización de la personalidad. Acciones dolosas y
culposas son exteriorizaciones de la personalidad. al igual que las
omisiones. Causalidad, finalidad, resultado, relevancia social, etc.,
serian cuestiones de injusto y de culpabilidad, pero que presupo-
§ 111. El concepto funcionalista de acción nen una exteriorización de la personalidad. Considera que los otros
conceptos de acción se alejan de la experiencia común, en tanto
que el suyo tendría una base prejuridica penal.
Otra tesis Jakobs construye un concepto tipico de conducta abarcativo I
fundada en la 2 No obstante, Roxin admite que su concepto no siempre es Su concepto
evitabilidad de la acción y de la omisión, mediante la evitabilidad: el concepto neutral, porque en las omisiones siempre se espera algo. Teóri-
no se desprende
del todo del tipo
de acción como evitable causación y el correspondiente concepto de camente se pueden hacer a diario las cosas más raras, como tre-
omisión como evitable no impedimento de un resultado. En sinte- par a un poste de luz, abofetear a transeúntes inofensivos, etc. No
sis: conducta, activa u omisiva, siempre es la evitabilidad de un hacer eso no es ninguna e.xieriorización de la personalidad ni nin-
resultado diferente. guna acción, en tanto nadie lo espera. Por lo general. las esperas
Similitudes que configuran una exteriorización de la personalidad, partiendo
Jakobs dice separase de la concepción negativa de la acción, 2
con la teoría de la posibilidad meramente pensada de no existencia, se fundan
negativa rechazando lo que considera la disolución de los delitos activos en
socialmente y en tales casos es esperable de la valoraciónjuridica
la omisión, pero por momentos no parece lograr la distinción en-
(esto es, del tipo). Su concepto de acción no seria del todo pretipico,
tre acción y omisión, porque la evitabilidad es un dato común a la
so pena de hacer recaer el desvalor en las omisiones sobre la
omisión y a la culpa. Además, el concepto de acción que ensaya
nada.
es típico. Por otra parte, la inevitabilidad elimina la acción y no la
tipicidad: la individualmente no evitable causación de un resulta- 3 Pero el concepto mismo de acción como exteriorización de la ¿Qué es la
"personalidad"?
do no daria lugar a atipicidad sino a ausencia de acto. Creemos personalidad es problemático. Si bien no tiene nada que ver esta
que la evitabilidad tiene importantes funciones en la teoria del idea de personalidad con el derecho penal de autor (ver§ 14), lo
injusto, pero no en el concepto mismo de acción. Cuando no en- cierto es que ei concepto de personalidad es harto equivoco y re-
cuentra la fuente de la posición de garante la deriva de un preten- querir que sea expresión de la actividad anímico-espiritual aclara
dido rol de buen ciudadano. poco. Puede entenderse como la exigencia de que intervenga la
consciencia (excluirla los supuestos que llamarnos de involunta-
La vuelta a Hegel En un paso posterior, Jakobs afirma que todo concepto de 3
y el recurso para bilidad), pero no parece avanzar mucho respecto de la identifica-
evitar la teoría acción previo a la culpabilidad es provisional, pues sólo puede ción con la acción tipica de los autores neokantianos, pues hará
hegeliana afirmarse que hay una acción para el derecho penal una vez afir- depender la finalidad de la acción de la tipicidad (en la dolosa será
de la acción
mada la culpabilidad. De este modo empalma con Hegel, aunque final y en la culposa, causal) y la omisión será conducta en la
procurando evitar las consecuencias sistemáticas a costa de asu- medida en que el tipo la reclame.
mir que, para el derecho penal, las acciones no delictivas no son
4 En cuanto a la función política, la base de este concepto re- Es muy amplio
acciones.
para cumplir la
sulta peligrosamente amplia, por lo indefinido de la e.xierioriza- función política
334 LA ACCIÓN COMO CAfü\CTER GENÉRJCO DEL DELITO

ción de la personalidad y, además, porque metodológicamente la


construcción se hace para satisfacer todas las formas típicas. CAPÍTULO 12
Tampoco se Por último, no puede concebirse ninguna exteriorización de la 5
exterioriza la
personalidad que se dirija al mundo sin un sentido, y este sentido El tipo y la tipicidad en general
personalidad
sin expresar debe orientarse por imágenes o representaciones, es decir, que no
un sentido hay ninguna exteriorización de la personalidad en el mundo que
no trate de hacer algo más o menos concreto en ese mundo, con
independencia de que eso sea típico- o no lo sea, que el tipo requie-
ra que provoque algo específico o se conforme con la alteración
que produce la pura acción, q~e el tipo esté esperando algo dife-
rente, que se haga con el cuidado que se impone para esa clase de
acciones o no se lo haga, etc. Subir a un árbol es siempre una § 113. El tipo penal como dialéctica
acción, se lo haga para recoger fruta en fundo propio, para hurtarla
en fundo ajeno, para ayudar al niño que está en riesgo de caer, o
para contemplar el paisaje que por hacerlo sin el cuidado debido 1 Una conducta pasa a ser considerada como delito cuando El tipo como
medio de
se termina cayendo sobre quien está sentado debajo. una ley la criminaliza (la llamada criminalización primaria). Para criminalización
eso las leyes se valen de fórmulas legales que señalan pragmas primaria
conflictivos (conductas, circunstancias y resultados) que amena-
zan con pena y que se llaman tipos, escritos en la parte especial
del código penal y en leyes penales especiales (no codificadas).

2 Cada vez que el poder crea un nuevo tipo penal, sabe de ante- Todo tipo
amplia el poder
mano que la criminalización secundaria se realizará en ínfima me- configurador
dida, y también que ese nuevo tipo abrirá un espacio más para
vigilar a quien el poder quiera (poder positivo configurador), que
generará mayor número de detenciones, prisiones preventivas,
. '
allanamientos, interrogatorios y extorsiones de inocentes, que será
un nuevo pretexto para entrometerse en la vida privada y, en gene-
ral, que ampliará el ámbito de selectividad del poder punitivo y de
control del total de la población. Aunque resulte curioso, lo cierto es
que el tipo es unajormula te\.1ual de selección de acciones, pero que
en la mayoría de los casos el poder pw1itivo usa para seleccionar,
vigilar y molestar a personas por sus características, aunque nada
tengan que ver con las acciones que esta fórmula criminaliza.

Por ende, cuanto mayor sea el número de tipos penales, mayor


será el número de personas sometidas a vigilancia y a molestias,
o sea, que mayor o más amplio será el arbitrio de las agencias
para el ejercicio de su poder sobre la población en general. Por
consiguiente, el principio regulativo del estado de derecho (la igual-
dad ante la ley) se realiza en proporción inversa al ámbito de selec-
tividad abierto por el conjunto de las tipicidades.
336 EL TIPO Y LA TIPICIDAD EN GENER.\L
TIPO, PRA.GMA, TIPICIDAD Y JUICIO DE TIPICIDAD 337

Si cuanto mayor es el ámbito total de las prohibiciones típicas 3 penal para reducir las hipótesis de pragmas conflictivos y para
El derecho penal
los debe limitar menor es el respeto al principio del estado de derecho, el derecho valorar limitativamente la prohibición penal de las acciones someti-
racionalmente das a decisiónjuridica.
penal deberá limitar aquel ámbito para apuntalar este último. Por
supuesto que esa función interpretativa reductora la debe llevar a 2 (a) Es una fórmula legal porque pertenece a la ley, está expre- Elementos
cabo en forma racional, porque una reducción arbitraria sólo au- definitorios
sada en un te:xio legal.
mentaría la arbitrariedad de la selección personal, conforme al
principio de que dos inacionalidades no se neutralizan sino que se (b) Es necesario al poder punitivo jormal para habilitarse, por-
potencian. Si un juez criminal dejase impunes a genocidas porque que nunca se puede averiguar el carácter delictivo de una con-
comparte su ideología criminal, o un juez psicópata absolviese a ducta sin fijarla antes mediante una prohibición: no tiene sentido
violadores porque el delito le resulta simpático, lejos de fortalecer al preguntarse si actuó justificada o inculpablemente quien aún no
estado de derecho, directamente lo aniquilarían. sabemos si hizo algo prohibido. Por ello el tipo penal es lógica-
mente necesario.
La dialéctica Debido a ello, ::., plano de la tipicidad es un teneno de conjlic- 4
en el tipo: su to en el que colis·:onan el poder punitivo y el derecho penal, pues (c) Su formulación legal es necesaria al derecho penal, porque
bifrontalidad
mientras el primero quiere habilitar mayor ejercicio arbitrario, el sin ella éste no puede llevar a cabo una interpretación reductora
segundo procura su limitación racional, dando lugar a que el tipo del ámbito de lo prohibido, que debe pariir de una limitación se-
sea una moneda de dos caras: (a) en tanto que para el poder pu- mántica. El tipo se expresa en lenguaje y éste jamás es unívoco.
nitivo es un instrumento que habilita su ejercicio, (b) para el dere- Es un error pretender que el tipo fija lo prohibido, cuando en
cho penal es una herramienta para limitarlo. realidad el tipo proporciona un ámbito máximo de prohibición,
que no puede exceder del alcance de las palabras, pero que aun
El poder punitivo no ahorra medios para extender su ámbito así es enorme. Si se considerase prohibido todo lo que cabe en el
de prohibición: excede el alcance de las palabras, aprovecha las sentido literal de los tipos, el poder punitivo resultante seria in-
vaguedades y ambigüedades, inventa lesiones y peligros, etc. El menso, arbitrar'io e insoportable, por perfecta que sea la fornmla-
derecho penal lucha por contenerlo en todos esos frentes. Por eso, ción tipica de cualquier código.
cada tipo constituye una perforación en la racionalidad del poder,
que el estado de policía trata de agrandar y multiplicar y el estado
de derecho -mediante el derecho penal- de reducir y limitar·.

Un funcionario policial asciende a un colectivo y paga con mo- § 115. Tipo, pragma, tipicidad y juicio de tipicidad
nedas de muy pequeño valor. El conductor sé molesta y las arToja
a la calle. El funcionario lo detiene. El oficial instructor se comuni-
1 Este concepto de tipo penal tensionado entre el poder puniti- La doctrina
ca con el juez y le consulta pretendiendo que se procese al conduc- tradicional
tor por ultraje a los símbolos nacionales, porque las monedas llevan vo y el derecho penal, se aparta de la doctrina tradicional, que
el escudo nacional. El juez le instruye que libere inmediatamente suele considerarlo como un guante de suave terciopelo en que el
al conductor. El funcionario se valió de un tipo para ampliar su juez verifica si cabe la mano del procesado. Por ello, son necesa-
poder punitivo; el juez se valió del mismo tipo para contenerlo. rias algunas precisiones que permitan diferenciar· (a) el concepto
mismo de tipo, del (b) Jactum concreto cuya tipicidad se quiere
averiguar, tanto como de (c) la tipicidad como caracteristica que
asume la conducta como resultado del juicio y (d)Juicio mediante
§ 114. Aproximación al concepto de tipo el cual se establece esa tipicidad.
2 Tipo es la traducción aceptada por la doctrina de la palabra El supuesto de
hecho fáctico
Precisión Se puede afirmar que el tipo penal es lafórmula legal necesa- I alemana Tatbestand, que literalmente significa supuesto de hecho y el legal
del concepto ria al poder punitivo para habilitar su ejercicio formal, y al derecho y, por ello, admite en alemán dos claras significaciones: (a) el su-
338 EL TJPO Y LA.. TIPICIDAD EN GENERAL ELEMENTOS INTERPRETA.BLES Y REMISIONES VALORATIVAS 339

puesto de hecho fáctico (el acontecimiento particular y concreto enseñados en las escuelas como catecismo y que los podrían apli-
que se da en la vida y en el mundo, o sea, la conducta concreta car jueces legos elegidos por el pueblo. Esta visión propia de
con que Juan le quitó la billetera a Pedro) y (b) el supuesto de gobelino del siglo A'VIII, considera que el tipo es puramente des-
hecho legal (el modelo general y abstracto que la ley crea para su criptivo, que el juicio de tipicidad fáctico y que la tipicidad como
señalización, o sea, el texto del art. 162 del CP). caracteristica del delito es avalorada. Para ella la función judicial
se agota eri la subsunción como tarea exclusivamente comparati-
Esta tenninología no puede usarse en castellano, porque la va (comprob.:U" si los guantes calzan en las manos). Por otra par-
palabra tipo tiene el sentido de algo ejemplar, o sea, que el tipo te, desde Napoleón todos los estado_Lde policía pretenden que
siempre es abstracto. Tampoco es bueno innovar en terminolo- sus jueces sean máquinas de subsumir. Si bien es verdad que
gías técnicas aceptadas. Por otra parte, seria horrible inventar los tipos penales describen conductas y que es bueno que lo ha-
neologismos absurdos, como supuestosidad de hecho para decir gan con la mayor precisión posible, es un error creer que se
tipicidad. Pero lo cierto es que en cualquier parte del mundo una agotan en eso y considerarlos de naturaleza puramente descripti-
cosa es el supuesto de hecho legal -abstracto- (el art. 162), y otra va. En modo alguno es correcto considerar que el tipo es un mo-
cosa es lo concreto (Juan se apoderó de la cartera de Pedro). delo que basta comparar con la acción concreta realizada en el
El supuesto de La doctrina en general se contenta con decir que lo concreto 3 mundo.
hecho abarca
también todas es la conducta, lo que es una verdad a medias, porque el tipo no 2 El error de este simplismo consiste en olvidar que los tipos Se valora al
las circunstan- abarca sólo acciones, sino acciones con cierto contexto (Juan lo requieren una interpretación técnica, sin la cual el ámbito de lo interpretar el tipo
cias: un pragma hace fuera de una calamidad y lo hace sin violencia, porque de lo y al formular el
prohibido se extenderia de modo inusitado, y que esta tarea no juicio de tipicid:ad
contrario seria hurto calamitoso o seria robo, etc.), en que debe p-....iede ser sino juridica y, por ende, valorativCL La interpretación
lesionar el bien jurídico de Pedro (si Pedro le hubiese permitido de los tipos penales está inextricablemente ligada al juicio por el
tomarla no habría tipicidad) y, además, ser realmente obra de cual se determina si una acción real y concreta es típica, o sea, si
Juan (no lo seria si al perro de Juan se le hubiese ocurrido llevár- constituye materia prohibida, lo que también es un juicio valorativo
sela a su casa y esconderla en su canil). El tipo capta todo ese ijuridico) acerca de una acción y de su obra (un pragma).
supuesto de hecho factico, concreto y particular, dado en el mu_n~
do real. Por eso, preferimos mantener la palabra tipo para la fór- 3 Tampoco debe creerse que los juristas interpretan los tipos Los tipos deben ser
técnicamente y los jueces se limitan a tomar sus interpretaciones continuamente
mula legal abstracta y llamar pragma a lo particular y concreto. El reinterpretados
pragma es la conducta realmente realizada, pero con su resultado y compararlas con. lo particular y concreto del mundo, pues con
y sus circunstancias. ello se habria pasado de la omnipotencia legislativa a la doctrinaria,
cuando tampoco el teórico goza de una infinita sabiduría que le
permita imaginar todas las hipótesis que la realidad puede plan-
tear. Por eso, el derecho penal sólo puede llevar a cabo su cometi-
do de modo circular, admitiendo que las inimaginables variables
concretas de los pragmas lo interrogan con nuevas dudas y situa-
§ 116. El tipo siempre exige un juicio de valor: ciones que exigen perfeccionamientos de la valoración reduc-
sus elementos interpretables y sus remisiones valorativas tora de las hipótesis típicas. De esta manera, la interpretación
.técnica de los tipos y la valoración de una acción como ti pica o
atípica, no son dos etapas sucesivas, sino sólo dos facetas de una
La naturaleza misma actividad valorativa (o juicio de tipicidad).
En la época de la Revolución Francesa se soñó con producir 1
del tipo no es
tipos penales tan acabados y perfectos, tan claros, que cualquier 4 El mismo simplismo que redujo al tipo a mera descripción, La tesis de la
puramente
descripción
"descriptiva" persona pudiese compararlos con la acción realizada, que serian dedujo de ello que la acción típica es valorativamente neutra por- avalorada
"'x:p,

340 EL TJPO Y U1 TIPICIDAD EN GENERAL Omos usos DE L;\ voz TIPO EN EL DERECHO PENAL 341

que el tipo no expresa desvalor y que el juicio de tipicidad es hurtarás, etc. En este sentido la norma es un instrumento de lógi-
meramente fáctico. Pero esta tesis fracasaba ante la exigencia ca jurídica.
expresa de elementos valorativos en algunos tipos (como el
ilegítimamente del t:po del hurto). Primero se consideró que esos
Superada la vieja ficción del legislador siempre racional, debe
tipos eran anormales, pero luego se dio un salto hacia el otro reconocerse como inevitable que la legislación incurra en contra-
extremo, asumiendo el carácter valorativo del tipo y pretendiendo dicciones y que nadie puede imaginar todas las hipótesis que plan-
que, como consecuencia de ese carácter, no tendria sentido man- tea la dinámica dd mundo. Justamente por eso es necesario
tener la clasificación de los elementos de los tipos en descripti- deducir la norma como instrumento de lógica jurídica. Para que
vos y valorativos, porque serian todos valorativos. el juez considere penalmente prohibida una conducta, un mínimo
de racionalidad (impuesto legislativamente en el art. 19 constitu-
Semejante confusión requiere una nueva conceptualiza- cional) requiere que la prohibición penal presuponga la existencia
ción de los elementos del tipo así clasificados. En este sentido de un conflicto de cierta importancia y que ese conflicto lesione
creemos que los tipos contienen (a) elementos interpretables algún ente valioso para la coexistencia (bien jurídico).
y (b) remisiones valorativas del comportamiento.
No se trata de alucinar un legislador histórico que haya par-
Elementos (a) Al realizarse el juicio de tipicidad, aparecen elementos 5
interpretables
tido del bien juridico para construir la norma y llegar al tipo. pero
que se individualizan con el lenguaje común (m¡_yer, por ejemplo). debe agotarse el esfuerzo científico para que haya un juez racional
con el científico (como estupejaciente) o con el jurídico (como que, partiendo del tipo deduzca la norma para llegar al bien y, de
JW1cíonario). Todos ellos son elementos mterpretables que pueden este modo, precisar el ámbito prohibido, para excluir de éste lo
llamarse descriptivos sólo en atención a la tradición. Los que re- que implique una irracionalidad intolerable (lo que aparezca abar-
quieren una precisión jurídica no dejan de ser descriptivos, dado cado literalmente en la fórmula legal pero sin lesionar la norma
que la naturaleza de su contenido no cambia porque para preci- afectando el bien juridico).
sar sus limites deba aludirse al derecho en lugar de hacerlo a la
medicina o a la física. Para responder cuándo termina la vida
debe acudirse al derecho, pero no por eso la vida se convierte en
un concepto jurídico, sino que el derecho sólo precisa los limites § 117. Otros usos de la voz tipo en el derecho penal
de la vida y, por cierto, eso no es lo mismo que crear la vida.
Remisiones (b) Pero a veces los tipos contienen elementos que no son 6
valorativas 1 Cuando se menciona el tipo a secas, se hace referencia al que El tipo
mterpretables, pues remiten a otros órdenes valorativos que obli- "a secas"
gan al juzgador a realizar o a aceptar un juicio sobre un compor- aquí se ha conceptuado y que, desde la perspectiva del derecho
tamiento (en la vieja fórmula del estupro, se exigía la honestidad penal, tiene por función filtrar el poder punitivo en un primer
de la víctima). En realidad son éstos los verdaderos elementos nivel de desvalor (prohibición). Esta aclaración es necesaria por-
valorativos o normativos, aunque para mayor claridad es preferi- que, especialmente en Alemania, se ha usado tipo en diferentes
ble llamarlos remisiones valorativas del comportamiento. Respecto sentidos. Por ende, preferimos llamar tipo, sin aditamento algu-
de estas remisiones o verdaderos elementos valorativos de los ti- no, al que cumple la función Jundamentadora aquí señalada, y
pos, el derecho penal debe agotar sus esfuerzos por reducirlos a agregarle aditamentos sólo en los casos en que sea empleado con
elementos interpretables o descriptivos y, cuando no sea posible, significado diferente.
plantearse seriamente su constitucionalidad. 2 La tipicidad de una acción señala su prohibición penal, es Los llamados
"tipo de injusto"
La norma es un El derecho penal, para reducir las hipótesis, debe valorar 7 decir, su conflictividad penal, a partir de la cual se averigua su y "tipo de
instrumento antijuridicidad y su culpabilidad, que son caracteres de esa ac- culpabilidad"
necesario de acciones como prohibidas o no prohibidas. Para ello, de los tipos
lógica jurídica deduce normas: del art. 79 deduce no matarás, del art. 162 no ción típica y no de otra. con lo cual la tipicidad se proyecta a los
342 EL TIPO Y LA. 'IIPICIDAD EN GENERAL
Los TIPOS DE ACTO Cü:\10 ANTÍTESIS DE LOS TIPOS DE ENEMISTAD AL DERECHO (o DE AUTOR) 343

desvalores sucesivos de la misma acción. En este sentido la anti-


son de acto, todos los tipos judiciales son de autor. Actualmente se
juridicidad y la culpabilidad también son típicas (son desvalores
resucita más matizadamente la idea: se propone distinguir -en
de una acción típica determinada, particular y concreta), pero no
los propios tipos legales- entre los refractarios al derecho (simples
por ello es necesario construir nuevos conceptos de tipo, lo que
confunde todo el planteamiento. En consecuencia, preferimos no infractores) y los enemigos.
emplear conceptos equívocos de tipo que, por cierto, se han mul- 4 Se ha señalado que el poder punitivo siempre es de autor y El derecho penal
tiplicado (tipo de injusto total, tipo de exculpación, tipo de acción, del enemigo
que, por su ineludible estructura, en la gran mayoría de los casos como renuncia
tipo de aplicación, tipo rector, etc.). selecciona confom1e a estereotipos (cfr. supra, § 14). El derecho a la función
limitadora
penal de acto es el esfuerzo del estado de derecho por reducir y
limitar el poder punitivo de autor. Su antónimo -el llamado dere-
cho penal de autor- renuncia a este esfuerzo y su expresión más
§ 118. Los tipos de acto como antítesis de los tipos grosera 1fs el tipo de autor, es decir, la pretensión de que el tipo
de enemistad al derecho (o de autor} legal mismo capte personalidades y no actos, prohiba ser de cierto
modo, en lugar de prohibir la realización de ciertas acciones con-
flictivas (no prohíbe hurtar sino ser ladrón). En consecuencia, la
La necesidad Como no puede averiguarse si algo está prohibido sin partir de I
lógica del tipo racionalización de tipos de autor (o de enemigo) es el signo más
una previa definición de lo prohibido, el tipo penal siempre es lógi-
burdo de la claudicación del derecho penal. o sea. su inversión y
camente necesario. En la actualidad hay muy pocas legislaciones
puesta al servicio del estado de policía. Es la máxima consagra-
autoritarias que pemliten a los jueces construir por analogía ti-
ción del estado de policía: al amigo toc'o, al enemigo nada. Si bien
pos penales -el caso más notorio es China-, pero aun en estos
se habla de derecho penal de autor, cuando éste llega al extremo
sistemas policiales de tipos judiciales, los jueces deben construir
de pretender legitimar tipos de autor, es dudoso que eso pueda
primero el tipo para averiguar luego la tipicidad, porque siempre
merecer el nombre de derecho penal.
deben definir lo prohibido para saber si lo que tienen delante lo
está. 5 El discurso juridico-penal autoritario, que elabora racionali- El derecho penal
del enemigo
zaciones para que el poder punitivo sólo caiga sobre los enemigos
El derecho penal Cuando un poder punitivo autoritario se dirige contra enemi- 2 como alucinación
del enemigo gos del poder (suele llamarlos enemigos de la sociedad, porque del poder (y no le pegue por error a algún amigo), por definición de guerra
alucina una guerra, pasa a primer plano la identificación del ene-
todo estado de policía pretende ser la sociedad), no interesa la
lesión que sufre la victima y pasa a primer plano la enemistad, migo y minimiza la importancia de la lesión y de la víctima. Con
con lo cual la tipicidad tiene valor negativo sólo como signo de ello, en el plano procesal tiende a volver siempre a la inquisición,
enemistad al poder. Asi lo usaron los teóricos del nazismo para porque precisamente nadie lo debe limitar en su guerra contra los
atrapar a quien se hubiese revelado como enemigo en el hecho, en enemigos. Si algún tipo de la legislación argentina vigente, por
algo parecido a éste o en su vida (quienes mantenían relaciones torcida interpretación pudiera entenderse como tipd de autor, por
sexuales con judíos o gitanos, quienes amaban el jazz, las mino- imperio constitucional debe ser siempre entendido como tipo de
rías sexuales, etc.). acto y recalcar la necesidad de la lesión al bien jurídico. El caso
más problemático por su frecuencia es el tipo de tenencia de tóxi-
Todos los tipos Con esta finalidad el derecho penal del estado de policía teo- 3 cos prohibidos para propio consumo (art. 14 de la ley 23.737),
judiciales
son de autor
riza criterios instruyendo al juez para que detecte a los enemigos donde no hay lesión a bienes jurídicos ajenos y se pone de mani-
que el legislador no tuvo en cuenta, o sea que, los tipos legales fiesto como nunca el enorme esfuerzo racionalizan te llevado a cabo
dan paso a los tipos judiciales y los tipos de acto a los tipos de por una lamentable jurisprudencü:l constitucional para vestir de
autor, pudiendo afirmarse que si bien no todos los tipos legales derecho penal de acto a un clarísimo tipo de autor. La más indig-
nante colección de tipos de autor que hubo en la legislación argen-
344 EL TIPO Y LA TIPIC!DAD EN GENER.\L
ESTRUCfURAS TÍPICAS FUNDAMENTALES;. 'I1POS DOLOSOS y CULPOSOS, ACHVOS y OMISIVOS 345

tina estaba contenida en los derogados edictos contravencionales


mente remotos y abstractos) y mediante la minimización del bien
de la Ciudad de Buenos Aires, vigentes casi un siglo -que siempre
jurídico. La legalidad no es, pues, un problema que en el nivel
pujan por volver-, donde abundaban la vagancia, la ociosidad, la
típico pueda agotar el legislador, sino que el derecho penal es el
mendicidad, la prostitución, o verdaderos tipos de sospecha, como
encargado de completarla y traducirla en términos de legalidad
deambular, merodear, etcétera.
estricta. sea mediante una interpretación limitativa de los tipos pe-
nales o a través de la inconstitucionalidad de alguno de ellos.

§ 119. La tensión entre la tipicidad legal y la judicial

§ 120. Estructuras típicas fundamentales:


El tipo no nace tipos dolosos y culposos, activos y omisivos
del principio Conforme a lo dicho, resulta que el tipo penal nace de una 1
de legalidad necesidad lógica y no del principio nullum crimen sine lege. Más
aún: la existencia de tipos legales es un presupuesto necesario
para la vigencia del nullum crimen sine lege, pero no suficiente, 1 La doctrina dominante tiende a considerar que el dolo y la Las estructuras
típicas como dife-
porque puede haber tipos legales defectuosos que lo violen. De culpa y la comisión y la omisión son diferentes modalidades o es- rentes técnicas
allí que el saber del derecho penal, por imperio de la Constitución tructuras típicas. Esto lo hemos adelantado al ocupamos de la de prohibición
y del derecho internacional, deba limitar· los tipos conforme a esa conducta (ver § 94), pero volvemos a insistir brevemente en el
regla, declarando la inconstitucionalidad de cualquier integración tema. Los tipos dolosos individualizan acciones por la incorpora-
analógica e interpretando al resto conforme a estricta legalidad, ción del resultado al programa causal finalmente dominado por el
restrictiva y reductora del contenido prohibido. agente (quiere incendiar, programa la causalidad, lleva combusti-
La lucha contra ble, encendedor, mecha e incendia); en los tipos culposos las ac-
Dado que nunca hay un estado de policía total ni un estado de 2
la tipicidad de ciones se individualizan porque el resultado adviene en razón de
autor y judicial derecho perfecto. la tensión típica entre los tipos legales yjudicia-
sigue en los una falta de cuidado en la programación final del agente (quiere
les es constante y paralela a la selección típica de acto y de autor o
sistemas de
de enemigo. Por mucho que una legislación quiera respetar la
fumar y arroja la colilla sobre material inflamable). Los tipos acti-
tipos legales
legalidad, las limitaciones del lenguaje hacen que la construcción vos individualizan directamente las acciones a las que asocia el

legal de los tipos nunca agote la legalidad estricta, que requiere la poder punitivo (como las anteriores de incendio doloso y culposo),
labor interpretativa de reducción racional de lo prohibido, propia en tanto que en los tipos omisivos las acciones se individualizan
del derecho penal. Aun en un sistema de tipos legales como el porque son dispares respecto de un modelo de acción debida (aliud
argentino, no se prescinde de fórmulas generales en los llamados agere); en un caso el tipo asocia poder punitivo a la acción que
tipos abiertos, del que son paradigmáticos los tipos culposos (ver individualiza, en el otro lo asocia a cualquier acción diferente del
§ 155 Y ss.), todo ello sin contar con otros hiatos de legalidad en modelo típico; en el primero el resultado es causado (nexo de cau-
los tipos dependientes (como la definición de los actos de tentati- sación) por el agente, en el segundo no es evitado (nexo de evita-
va) (ver § 258) o la cuestión de los llamados impropios delitos de ción) por éste (se prohíbe realizar cualquier conducta que sea
omisión, según la doctrina dominante (ver§ 166 y ss.). En todos diferente a la de apagar un incendio que amenaza la vida de una
ámbitos la función reductora del derecho penal se enfrenta persona, si lo puede hacer fácilmente y sin riesgo).
al impulso punitivo del estado de policía.
2 Si se designa Tal tipo, (a) a la finalidad, (b) a la causación. (c) Esquematización
La legalidad de las variables
estricta debe ser Desde lo legislativo. avanza el estado de policía a través de 3 a la evitación y (d) a la forn1a o modo de realizar el fin (violatorio de
usadas para
completada por una enom1e proliferación de tipos abiertos y de peligro (especial- un deber de cuidado), se observa que tales componentes satisfa- prohibir
el derecho penal cen los requerimientos de todas las formas estructurales de con-
)
346 EL TIPO Y LA TIPICIDAD EN GENERAL

Su CAA.\CTER OBJEITVO O COMPLEJO 34 7

ductas o acciones típicas, sólo que los tipos (ley) a veces los rele-
van y a veces no lo hacen, dando lugar con ello a las distintas § 122. Su carácter objetivo o complejo
estructuras típicas. Así, la clasificación fundamental de estas es-
tructuras (dolosas y culposas, activas y omisivas) obedece a que
la ley contiene tipos conforme a las siguientes variables: T (a.b)= 1 El tipo fue concebido por Beling en 1906 como completamen- Las dificultades
te objetivo. Pretendía que la descripción típica abarcara sólo el de la teoría
tipo doloso activo; T (a.e)= tipo doloso omisivo; T (b.d)= tipo culposo objetiva pura
activo; T (c.d)= tipo culposo omisivo. aspecto objetivo (exterior) de la acción humana. En los siguientes
aflos, el extremo objetivismo del tipo derivó en la llamada posición
neoclásica, que sostuvo el mismo concepto, aunque lleno de par-
ches. El neokantismo admitió la presencia de los elementos sub-
jetivos, sosteniendo que en la tentativa el dolo mismo pasaba a
ser elemento subjetivo del tipo. A esta posición le criticaba Welzel
Excursus: La evolución histórica
que una distinción semejante entre delito consumado y tentativa
del concepto de tipo penal
carece de toda razón lógica: según que la víctima muera o sobre-
viva, la voluntad de matar estaria en la culpabilidad o en el tipo.

2 La concepción objetiva del tipo generaba tantas dificultades Al tipo complejo


§ 121. Las prinpipales cuestiones discutidas sistemáticas que pocos aflos después del enunciado de Beling, lo crea el mismo
neokantismo
Hegler:..y Max Emst Mayer negaron su total objetividad, admitien-
do los llamados elementos subjetivos del tipo; por otro lado, la
El tipo como Si bien el uso de la palabra Tatbestand se puede rastrear I incapacidad de la llamada teoría psicológica de la culpabilidad
creación de
vonBeling hasta el derecho procesal medieval, lo que actualmente entende- (infra, § 199. 7) para explicar la culpa inconsciente, condujo a la
en 1906 mos por tipo sistemático, Jundamentador o de prohibición apareció neutralización de la pretendida subjetividad de la culpabilidad.
en la dogmática jurídico penal por obra de Emst von Belind" en Hellmuth von \Veber fue el primero que expuso un concepto de
b
1906 Y desde entonces mucho se ha discutido acerca de su natu- tipo enteramente mixto (objetivo y subjetivo) en 1929, desarro-
raleza y de sus relaciones con los otros niveles o momentos analí- llándolo nuevamente en 1935. Weber observaba que con la teoría
ticos del delito. normativa de la culpabilidad y con los elementos subjetivos del
tipo se había quebrado la base metodológica objetiva/subjetiva,
Cuestiones que
se discutieron a
Básicamente se discutieron las siguientes cuestiones: 2 afirmando que las inconsecuencias metodológicas de estas doc-
partir de 1906 trinas no aportaban a la jurisprudencia lo que ésta demandaba
(a) su naturaleza : unos pretendieron que era objetiva y otros
para sus soluciones, particularmente en materia de error, partici-
que abarcaba datos subjetivos en diferente medida;
pación y tentativa. Para Weber la culpabilidad concernía al poder
(b) su relación con la antijuridicidad: unos pensaron que no y la antijuridicidad al deber, reemplazando la contraposición ob-
tenía ninguna relación, otros que revelaba un indicio de jetivo/ subjetivo por la de deber/poder (Sollen/I\.onnen). Graf zu
antijuricidad y otros que era directamente la ratio essendi de ésta; Dohna expuso en 1936 también un concepto complejo del tipo
penal. En su construcción había un desvalor de carácter mixto: la
(e) su relación con la culpabilidad: unos creen que debe sos- antijuridicidad desvaloraba el tipo objetivo y la culpabilidad el
tenerse un tipo de culpabilidad y otros lo niegan. tipo subjetivo. De este modo, Hellmuth von Weber y Alexander
Graf zu Dohna marcaron el derrotero hasta que en 1935 Welzel
pasó a completar el panorama.

3 La concepción mixta o compleja del tipo, con la consiguiente La polémica: cau-


ubicación del dolo en la tipicidad. fue motivo de escándalo en su salismo / finalismo
a partir de 1950
tiempo, dando lugar a una larga polémica, fundamentalmente con
348 EL TIPO Y L-\ TIP!CIDAD EN GENER.\L LAS RELACIONES CON L.\ Aiff!JURJDIC!DAD 34~J

Edmund Mezger, cuyo pensamiento era claramente autoritario Weber y Schaffstein han postulado la identificación con la antiju-
-fue un nazista convencido-, lo que no le impedía imputarle a ridicidad.
Welzel procurar un concepto autoritario de tipo, porque al incluir
el dolo sostenía que caia en un derecho penal de ánimo o de dispo- 3 La teoría de los elementos negativos del tipo merece varias Consecuencias
en materia
sición interna. Curiosamente, desde el extremo político opuesto, criticas y tiene serias consecuencias sistemáticas. Una de las más
de error
el penalismo alemán comunista le imputaba a \Velzel un notorias se halla en el campo del error: si las causas de justifica-
subjetivismo de carácter burgués. Ambas imputaciones eran in- ción devienen elementos negativos de la tipicidad, hacen que el
fundadas, porque Welzel nunca quiso sustituir los elementos ob- error sobre sus presupuestos fácticos se considere únicamente
jetivos por datos subjetivos, sino completar lo objetivo con lo sub- como errores de tipo (en caso de vencibilidad dan lugar a culpa)
jetivo. En la medida en que se exijan mayores requisitos para afu-- (ver§ 217.4). A partir de este punto de vista, y si se quiere evitar
mar que una acción es típica, lejos de disminuir garantías se las que los errores vencibles sobre supuestos fácticos de prohibición
aumenta. Con los datos subjetivos se reduce el ámbito de lo prohi- se resuelvan como casos de culpa, se hace necesario distinguir
bido, frente a la enorme amplitud que le daba considerar prohibido diferentes conceptos de tipo (tipo garantía, tipo de error, tipo sis-
un puro proceso causal activado por el hombre. temático), como lo hace Roxin. Se trata de una construcción bas-
tante complicada y para nada simétrica.

4 En el viejo neokantismo en versión de Mezger y sus seguido- La teoría del


tipo de injusto
§ 123. Las relaciones con la antijuridicidad res, el error era tratado en forma unitaria, o sea que, cualquiera
sea su naturaleza. si era invencible eiiminaba la culpabilidad y si
era vencible daba lugar a culpa. Para este autor la tipicidad es la
El tipo Para una posición que sostiene la llamada naturaleza avalorada 1 ratio essendi de la antijuridicidad, pese a lo cual, a diferencia de
avalorado la teoría de los elementos negativos del tipo, la tipicidad no cerra-
del tipo penal. y para la que -por ende- la tipicidad nada diría res-
pecto de la antijuridicidad, excepto la de constituir un inevitable ria el juicio de antijuridicidad, pudiendo ser excluida por una causa
paso analítico previo a su averiguación. no existe ningún género de de justificación. Se afirmaba la antijuridicidad de toda conducta
relación entre ambas categorías. Por consiguiente, la tipicidad penal típica diciendo que todo tipo es un tipo de injusto y, en el estadio
no indicaría ningún desvalor. Se sostiene que ésta fue la tesis de von siguiente, se negaba esa afirmación. Este planteamiento no hace
Beling al introducir el concepto de tipo aunque es dudoso. más que dar lugar a un análisis contradictorio, que afirma en un
estrato lo que puede negar en el siguiente. Para eso se dice que la
La teoría de los En el extremo opuesto al de la llamada concepción avalorada. 2
elementos antijuridicidad tiene dos partes. una positiva (con el tipo) y otra
negativos
se identificó tipicidad con antyuridicidad tipificada. en la teoria
negativa (con las causas de justificación). Pero la llamada segun-
del tipo que se suele denominar de los elementos negativos del tipo penal.
da parte no es más que la falta de la primera, es decir, que esa
Para esta tesis el juicio de antijuridicidad de una conducta queda
segunda parte no tiene entidad.
cerrado en forma definitiva con la afirn1ación de la iipicidad. Se-
gún esta teoría, el tipo se compondría de elementos positivos y 5 Entre estas dos posiciones extremas. Max Emst Mayer sos- El carácter
negativos. Los elementos negativos del tipo serían las causas de indiciario de;
tuvo en 1915 la naturaleza indiciaria de an1.ijuridicidad de la tipo penal
justificación. Para sus partidarios. la teoria del delito. en cuanto a tipicidad: ésta seria un indicio de antijuridicidad. comportándose
sus caracteres específicos. es bimembre (delito es injusto culpa- a su respecto. como el humo y e/fuego. Manteniendo separada la
ble). en tanto que para el resto es trimembre (tipicidad. antijuridi- antijuridicidad (como juicio de desvalor) de la tipicidad (como ob-
cidad y culpabilidadL La teoría de los elementos negativos del tipo jeto de ese juicio). se aclara el concepto de delito. siempre que se
fue opuesta a la concepción de Beling en 1913 por Baumgarten. tome en cuenta que la segunda constituye el indicio que pen11ite
Desde el campo de la teoría compleja del tipo penal también von averiguar la primera.
350 EL TIPO Y LA TIPIC!DAD EN GENERAL

§ 124. Relaciones con la culpabilidad


CAPÍTULO 13
El tipo doloso activo: función sisterr1ática del aspecto objetivo
La coordinación La total independencia del tipo respecto de la culpabilidad 1
con la llevó a absurdos, especialmente unida a la concepción objetiva
culpabilidad
del tipo. Es obvio que no se puede cometer una traición a la patria
con dolo de violación. Beling en 1930 rectificó su posición origina-
ria mediante el esbozo de una teoria con la que intentaba coordi-
nar el tipo con la antijuridicidad y con la culpabilidad, en una
construcción muy complicada en la que introducía un nuevo con-
cepto: el Deliktstypus o tipo de delito, que estaría constituido por § 125. La duplicidad de funciones del tipo objetivo
el tipo de garantia, del que se derivaba un tipo de mjusto y un tipo (sistemática y conglobante}
de culpabilidad. Esta tesis no fue seguida en la dogmática penal
alemana posterior, aunque su trabajo fue traducido varias veces
al castellano. 1 La üpicidad penal es una ca2::acteristica de la c9nducta que se El tipo doloso
averigua mediante los tipos. Pero -como se ha visto- la _ley cons- activo como
No vale la pena Al margen de este intento existen usos de la expresión tipo de 2 estructura
referirse a un truye los tipos de diferente modo, habiendo cuatro estructuras · referente para el
culpabilidad, pero sin que se deduzcan del mismo consecuencias
tipo de f~ndamentales, según prohíba individualizando la conducta que examen
culpabilidad dogmáticas de trascendencia práctica ni se le asignen funciones jurídico-penal
quiere prohibir (activa), o bien la que en esa circunstancia debe
sistemáticas. Por ello no tiene mucho sentido sostener ese con-
realizarse, encontrándose prohibidas las conductas diferentes
cepto, que no haría más que subrayar lo que sabemos, o sea, que
(omisiva);y también según que el resultado prohibido exija que
la culpabilidad siempre es de un injusto y que éste importa el
sea querido por el agente (dolosa) o simplemente causado por la
desvalor de una conducta típica, o sea, que debe haber una co-
violación de un deber de cuidado (culposa). La te01ia del tipo pe-
rrespondencia entre tipicidad y culpabilidad, como debe haberla
nal requiere, pues, el análisis de estas estructuras y para ello
entre un edificio y su cúpula.
debe comenzarse por alguna de ellas. A tal efecto es tradicional
comenzar por el análisis del tipo doloso activo y estudiar luego las
características diferenciales de las estructuras restantes.

2 En fa actualidad, superadas las pretensiones de reducir al tipo Se comienza por


a una cáscara externa de la conducta (concepciones objetivas del el tipo objetivo

tipo), hay general coincidencia en que el tipo doloso es complejo,


dividiendo su análisis en un aspecto objetivo y otro subjetivo, lla-
mados usualmente tipo objetivo y tipo subjetivo. Dado que carece
de sentido preguntarse por la voluntad del agente cuando aún se
ignora si su conducta ha generado un conflicto, se impone iniciar
el análisis de la estructura dolosa activa por el tipo objetivo. Bajo
ningún punto de vista el reconocimiento de la naturaleza compleja
del tipo impide reconocer que el aspecto objetivo es el núcleo básico
o primario del tipo. La admisión de aquella naturaleza no implica
ninguna renuncia a las garantías de la exigencia de una tipicidad
objetiva, sino un mayor grado de requerimientos del tipo, que no
LA DUPLICIDAD DE FUNCIONES DEL TIPO OBJETIVO (SISTEMÁTICA Y CONGLOBANTE) 353
352 EL TIPO DOLOSO ACTIVO: FUNCIÓN SISTEMÁTICA DEL ASPECTO OBJETIVO

sólo se conforma con la antigua objetividad tipica del positivismo de ra). (d) Si el tipo exige circunstancias especiales (es un llamado
Liszt o del neokantismo de Mezger (por otra parte muy poco garan- tipo circunstanciado) habrá que comprobar también su presencia
tista), sino que requiere, además de ésta, la subjetividad típica. (si la víctima estaba indefensa para la alevosía, si el medio era el
exigido en el envenenamiento, si había un infortunio en el hurto
Primero debe Cuando nos preguntamos por la tipicidad objetiva de una 3 calamitoso, etc.). A esta primera etapa de comprobación tipica
averiguarse si conducta, es obvio que nadie se pregunta, en condiciones norma-
existe un espacio objetiva (comprobación de la existencia del aspecto objetivo del
problemático
les, si es antinormativa o si lesiona bienes juridicos el beber agua pragma tipico) la llamamos sistemática, y a la parte o conjunto de
o cepillarse los dientes, como ocurre en general respecto de cual-
elementos del tipo objetivo que tomamos en cuenta para su cons-
quier conducta claramente inocua. En el lenguaje común decimos
tatación lo denominamos tipo objetivo sistemático.
que no se pregunta si hay un delito cuando no hay un problema.
Pues bien, eso es lo que queremos decir cuando afirmamos que lo 6 Una vez afirmada la presencia del espacio problemático (me- La tipicidad
conglobante
primero que es necesario averiguar es si existe un espacio__ diante la función sistemática) será necesario determinar si lo abar- establece la
problemático. Los tipos captan pragmas conflictivos, pero antes cado por éste constituye un conflicto (función conglobante). Pero conflictividad
de averiguar si son conflictivos es preciso saber si concurren los para este segundo paso no basta con la consideración aislada del
elementos objetivos de un pragma, porque siempre se preg~nta tipo, sino que debemos valemos de la misma fórmula legal consi-
por el sustantivo antes que por el adjetivo. Cuando queremos un derada ahora como parte de todo un conjunto orgánico normativo
perro guardián, no preguntamos si es guardián antes de ase<Ju- (el orden normativo), es decir, conglobada con todo el resto de
º
ramos que nos estamos refiriendo a un perro. Lo lógico, por ende, normas vigentes. De este modo se averigua la tipicidad objetiva
será preguntarse primero si existe la objetividad de un pragma y conglobante, mediante el tipo conglobante, que es el conjunto de
luego si es conflictivo, porque sólo con la objetividad de un pragma
elementos del tipo objetivo que tomamos en cuenta para afirmar
se abre el espacio problemático que tiene prelación sobre las otras
la conflictividad.
preguntas de la tipicidad objetiva.
7 La conflictividad depende de dos circunstancias: (a) que haya La conflictividad
El tipo sistemá- Este orden de prelación de las preguntas acerca de la tipicidad 4 depende de la
tico y el tipo lesividad, o sea, una lesión (a un derecho o bien juridico ajeno) y lesividad y de
impone: (a) primero, comenzar por el tipo objetivo y, segundo, den- la imputación
conglobante (b) que sea objetivamente imputable al agente como obra propia.
tro de éste, (b) preguntar ante todo si existe el espacio problemático como obra propia
Estas son las dos preguntas a las que debe responder la función
(aspecto objetivo del pragma), y luego, (c) verificar que el mismo
sea conflictivo. El tipo objetivo importa, de este modo, dos momen-
conglobante: si media lesión y si es objetivamente imputable al
tos (b Y c), por lo cual, en su interior, deben distinguirse: (a) una agente (si es obra de éste).
fimción sistemática (que permite afirmar la existencia del espacio Por cierto que no habria corúlicto típico de hurto si el apodera-
problemático, descartando todas las conductas inocuasi. y luego miento de la cosa ajena tuviese lugar por parte de un funcionario
(b) una función conglobante (que permite averiguar la corúlicitividad). que la secuestró por orden judicial, o sea, que quien lo hizo no violó
Las preguntas La tipicidad sistemática, o sea, la existencia del espacio pro- 5 ninguna norma, porque no puede violar una prohibición quien cum-
del tipo objetivo blemático, se establece con el tipo legal aislado, o sea, con la mera ple con su deber jurídico, o sea, que la conducta no sería
sistemático
fórmula que aparece en el texto de la ley: basta simplemente con antinormativa. Tampoco habría corúlicto cuando la lesión al bien
tomar en cuenta el que matare a otro (art. 79), el que instigare a jurídico ajeno resulta insignificante, como ocurre cuando alguien
otro al suicidio (art. 83), el que deshonrare o desacreditare a otro se apodera de una cerilla que pertenece a otro, para encender un
(art. 113), etc. Así, si el agente lesionó a una persona (art. 89), en cigarro.
este primer momento se constata: (a) la conducta (descargar un
No obstante, aunque haya lesividad, tampoco habrá tipicidad
golpe), (b) el resultado (moretones y fractura) v (c) la causalidad
objetiva si falta el conflicto porque el resultado. por mucho que se
(prescindiendo del golpe no existirían los mor¡tones ni la fractu-
r
EXrERIORlZACIÓN DE U,, VOLUNI'AD Y MUTACIÓN FÍSICA 355
354 EL TIPO DOLOSO Acnvo: FUNCIÓN SISTEIYL,l,TICA DEL ,\SPECTO OBJEITVO

-Acción p
lo haya causado, no puede considerarse como obra perteneciente
Función - Resultado R
a un agente. El cónyuge que con su mal carácter le hace la vida A
sistemática (establece - Nexo causal
imposible al otro. es probable que le acelere la muerte en caso que G
(el espacio problemático - Sujeto activo
éste sea cardiaco. pero no por ello püedeconsiderarse autor/au- - Sujeto Pasivo M
de discusión)
tora de conyugicidio. Puede tratarse de una imputación moral, - Otros elementos típicos A
formulada en voz baja por los vecinos o los parientes durante el
velatorio, pero si alguno de ellos fuese tan necio de pretender +
denunciarlo. cabe imaginar el asombro del oficial de policía que
escucha al denunciante y las palabras disuasivas del comisario.
Tipo objetivo c
Y todo ello, pese a que se ha verificado la tipicidad objetiva sistemá- - Insignificancia o
tica: hubo conducta (gritos, peleas, berrinches, silencios carga- - Cumplimiento N
dos de agresividad), hubo causalidad (el estrés le aceleró el infarto a) Lesividad de un deber F
al cónyuge) y hubo resultado (muerte). También hubo lesión al - Consentimiento L
bien jurídico vida, pues el cónyuge murió. Pero el asombro y los - Acciones fomenta- I
consejos del comisario, intuitivamente, están expresando que no Función das por el derecho c
puede considerarse la muerte como obra del cónyuge supérstite
en sentido jurídico-penal, y no por meras razones procesales o de
prueba; incluso suponiendo que el familiar obcecado se hiciese
acompañar por un médico que explicase que el medio familiar
negativo le aceleró la muerte, no haria más que aumentar el asom-
bro de los funcionarios de la ley. Por supuesto, no seria igual el
congloban te
(verifica)

b) Imputación
como
pertenencia
- Dominabilidad del
hecho

- Ap~rt_e no banal d~l


l T
I
V
I
D
A
D
caso de un infartado que muere aterrorizado porque el cónyuge a un sujeto \ part1c1pe secundano
hace estallar cohetes debajo del lecho, algo nos dice, por mero
sentido común, que allí debe considerarse la muerte como obra TIPICIDAD
de quien encendió los cohetes. OBJETIVA

La relación La tipicidad objetiva se ajinna sólo cuando se hayan agotado 8


dialéctica entre ambas funciones del tipo objetivo (la sistemática y la conglobante).
ambas funciones
de la tipicidad La tipicidad objetiva sistemática y la congloban te no son indepen-
§ 126. Exteriorización de la voluntad
objetiva dientes, pues se trata de una consideración diferenciada de ele-
y mutación física
mentos del tipo objetivo que sirven para cumplimentar las dos
funcio1:es que éste debe cumplir para permitir afirmar la tipicidad
objetiva. Ambas tipicidades permanecen vinculadas como conse- No se concibe una conducta típica sin que se exteriorice, o El resultado
1
cuencia de que las Junciones para las que son construidas se man- sea, sin. que dé lugar a una mutación fisica en el mundo, que
tienen ligadas por una necesaria relación dialéctica: la función del suele llamarse resultado. La doctrina de otros tiempos ha preten-
tipo conglobante opera como contrapulsión de contención de la dido distinguir entre el resultado material y el resultado jwi.dico,
pulsión ampliatoria del canal de paso de poder punitivo que im- pero éste último es producto de una confusión. co~~eptual, dado
porta la individualización de la acción a través de la función me- que no es otra cosa que la propia lesión al bienJund1co, o_sea, un
ramente sistemática. requisito del tipo conglobante. Por eso. para ~vi~a~· confus10~es es
preferible no emplear la expresión resultadoJundico, entendiendo
356 EL TIPO DOLOSO ACTIVO: FUNCIÓN SISTE1'!.ATICA DEL ASPECTO OBJETIVO
EL NEXO DE CAUSACIÓN 357

que cada vez que nos referimos al resultado a secas, estamos ha-
concibe que prohíba resultados sin acciones, en el segundo tam-
ciendo mención del resultado material o mutación física, que en
verdad es el único resultado. poco es admisible que prohíba acciones sin resultado; primero,
porque en el mundo no existen resultados sin acciones ni accio-
Tipos de
resultado y de Hay tipos que exigen la producción de determinado resultado 2 nes sin resultado y, en segundo lugar, porque la función política y
mera actividad: (como el homicidio, en que sólo puede ser la muerte) y otros que jurídica de los tipos es la individualización de un pragma que se
no hay delito no lo hacen, o sea. que no precisan el resultado típico (como la integra siempre con la acción y el resultado, como presupuestos
sin resultado
injuria). Cuando no se exige la producción de un resultado deter- necesarios para la existencia de un conflicto.
minado en el tipo objetivo, éste puede ser cualquier mutación del
4 En ocasiones sólo aparentemente el tipo no requiere la pro- Los falsos tipos
mundo. con tal que resulte lesiva del bien jurídico .. Se llamó a los ducción de un resultado determinado, porque a veces la técnica de actividad
primeros, es decir. a aquellos delitos en que el tipo exige un resul- de construcción típica opta por un verbo que incluye la produc-
tado determinado, delitos de resultado, y a los segundos de mera ción del resultado (verbo resultativo), con lo que aparecen los
actividad. Esta terminología puede seguir empleándose, pero a falsos tipos de actividad (como la violación; afirmar que en la
condición de que no sea mal entendida, como en alcrunas cons- violación no hay un resultado es ignorar la opinión de todas las
b
trucciones idealistas que sostienen que los llamados delitos de víctimas). Estos pueden subdividirse enfalsos tipos de actividad
mera actividad son delitos sin resultado. Los tipos son textos lega- iniciada y de actividad completa. Para los primeros el verbo de-
les y, corno cualquier texto, se ocupan de lo que mencionan, pero nota una acción cuyo mero emprendimiento es inseparable del
eso no significa que no exista lo que ellos no tratan: cuando el resultado (declarar falsamente), en tanto que los falsos tipos de
poeta enamorado canta al rubor de las mejillas de su amada, a actividad completa implican que el resultado es inseparable de
nadie se le ocurre que deba entenderse que ésta es calva sólo la acción sólo cuando ésta se ha completado (transportar, que
porque no se ocupa de su cabellera; cuando alguien describe Pa- importa un destino; apoderarse, que importa adquisición de dis-
rís nadie piensa por ello que Roma no existe. Esta lógica realista ponibilidad).
con la que se entiende cualquier texto en ocasiones no se aplicó a
la interpretación de los tipos, porque el idealismo los hizo objeto
de una lectura inaudita en cualquier comprensión de textos. Si
nos mantenemos dentro de las reglas con que todos los días en- § 127. El nexo de causación
tendemos cualquier texto que leemos, es claro que no puede ha-
ber delitos sin resultado. aunque haya tipos que no requieran la
producción de determinado resultado o mutación del mundo físi- 1 L:-i causalidad es un proceso ciego que no tiene principio ni La causalidad
co. Parece bastante claro que cuando en el mundo no sucede nada, permite entender
fin. o sea. que se proyecta desde y hacia el infinito. De allí las el mundo
directamente no hay tipicidad objetiva sistemática, o sea que si múltiples tentativas de limitación ensayadas para establecer el
nada cambia en el mundo real. el espacio problemático no se abre. vínculo de causación entre la acción y el resultado típicos. La no-
La confusión ción de causa/ efecto (el llamado problema de la causalidad) es
idealista Esta curiosa lectura idealista de los tipos confunde la técnica 3
una forma. entre otras, de explicación y comprensión científicas;
legislativa de construcción del tipo con: (a) la realidad (en que
describir la causa de un suceso es decir por qué ocurre. De esta
todo conflicto presupone que algo pasa en el mundo) y (b) con el
manera la búsqueda de causas equivale a la de condiciones sufi-
objetivo mismo del poder punitivo (que individualiza conflictos.
cientes para la producción de un resultado. En este sentido, y
que no pueden existir sin una mutación del mundo físico). El tipo
prescindiendo de mayores especulaciones. causalidad seria la
puede privilegiar para la individualización del pragma el eje del
cadena de causas y efectos que se dan en el mundo y que permite
resultado o el de la acción, pero así como en el primer caso no se
que los hechos sean explicados y, por lo tanto, que aquel sea inte-
ligible.
358 EL TIPO DOLOSO Acrrvo: FUNCIÓN SlSI'El'vL,\rICA DEL ASPECTO OBJE'TIVO EL NEXO DE CAUSACJÓN 359

Causalidad y La causalidad es un hecho del mundo. Su e.\.plicación es un 2


explicación de
se pretendió que la causalidad era un criterio imputativo, cuando
la causalidad fenómeno cultural: la ciencia explica la causalidad de los fenóme- en realidad es sólo un dato que permite afirmar la existencia del
nos del mundo. Y la ciencia puede equivocarse (demasiadas veces espacio problemático, proporcionando una base elemental de im-
lo hace). Más aún: las leyes científicas (conforme a las cuales se putación, o sea, un presupuesto de ésta. Dado que como criterio
explica la causalidad) nunca tienen un valor de verdad verdadero imputativo abarcaba casos en que el sentido común indicaba que
en forma absoluta, pues se basan en conocimientos empíricos, y no podía imputarse el resultado como obra del agente, se trató de
cuantas más veces se reitera la experiencia y se confirma la recrla alterar la noción física de causalidad, para lo cual se habló de
o '
el valor de verdad verdadero de la ley científica es mayor, pero interrupciones o alteraciones del nexo causal, cuando en la reali-
nunca Ilega a ser absoluto, pues basta que una nueva experiencia dad del mundo no puede existir ninguna interrupción de la
no la confirme, para que caiga por un valor de verdad falso que es causalidad, puesto que es inconcebible por definición.
absoluto. No es cierto que la excepción confirma la regla: por el
contrario, la excepción demuele la regla. Siempre la prueba de la 6 Cuando se planteaba el caso del agente que lesiona levemente La pretendida
a una persona y ésta muere en el choque de la ambulancia que la inten'Upción de
causalidad es una prueba de probabilidad, por mucho que ésta la causalidad
pueda ser altísima en la mayoría de los casos, nunca es absoluta, Ileva al hospital o porque éste se incendia, se trató de excluir la
justamente por la naturaleza de los conocimientos científicos acerca causalidad, lo que es imposible, porque sin duda la lesión es causa
del mundo y por sus limitaciones. de la muerte. Esto obedecía a la confusión de dos preguntas: (a)
¿La lesión es causa de la muerte? (cuestión de tipicidad sistemáti-
La conditio sine La causalidad se establece conforme al principio de equiva- 3
qua non de ca) y (b) ¿La muerte puede imputarse al agente de la lesión como
von Buri lencia de las condiciones o de la conditio sine qua non: causa es
obra suya? (cuestión de tipicidad conglobante). Esta confusión pro-
toda condición que no puede ser mentalmente suprimida sin qu~
venía de entender la causalidad como criterio de imputación, den-
con ello desaparezca el resultado (sin los disparos el muerto esta-
tro de una teoría del delito sustentada en la física mecánica del
ria vivo). Esta es la fommlación original de von Buri, según la
positivismo. De allí que para resolver el problema de modo compa-
cual todas las condiciones son causas.
tible con el sentido común se dijese que en ese caso existía lo que
La fórmula Esta primera formulación tuvo que ser corregida, para abar- 4 no puede existir en la realidad: una pretendida interrupción del
corregida de la
conditio sine car los casos en que concurren varias condiciones, pero que sólo nexo causal. La causalidad viene desde y va hacia el infinito, no
qua non conjuntamente pueden producir el resultado: dos personas propor- hay posibilidad lógica de interrupción alguna. Si bien no se sostiene
cionan veneno a un tercero, en dosis que aisladamente no tienen esta teoría en la actualidad. a veces sigue empleándose la expre-
capacidad para matarlo, pero que sumadas resultan mortales. Se sión y sobreviven varias confusiones entre causalidad (tipicidad
enunció de este modo la fórmula corregida: si diversas condicio- sistemática) e imputación (tipicidad conglobante).
nes pueden ser mentalmente suprimidas enforma alternativa, sin
7 Como la tipicidad sistemática y la conglobante no son inde- La causalidad es
que desaparezca el resultado, pero no acumulativamente, cada una sólo un presu-
pendientes, no deja de ser cierto que la causalidad tiene cierta
de ellas es causa del resultado. Otras correcciones son sobre- puesto de la im-
función imputativa, pero es primaria y grosera: si bien en el tipo putación objetiva
abundantes: si Rasputin estaba mortalmente envenenado y, como
doloso activo no se puede imputar como obra propia lo que no se
no morfa, le dispararon en la cabeza varias veces, es claro que la
ha causado, esto no es más que un requisito mínimo elemental de
causa de la muerte fueron los disparos y no el veneno. Si las dos
dosis de veneno que diferentes personas suministran a un sujeto la imputación, porque es también obvio que no se puede imputar
son aisladamente mortales, es claro que ambas conductas de en- como propio todo lo que simplemente se causa. Debido a la confu-
venenamiento son causales de la muerte. sión que durante mucho tiempo ha reinado entre causalidad e
imputación objetiva -corno también por la intensa discusión
La confusión entre Existe una confusión muy seria entre la causalidad y el crite- 5
causalidad e impu- doctrinaria de los últimos treinta años sobre ésta-, en el capítulo
tación del hecho río de atribución del hecho como propio del agente, que forma que sigue trataremos áe mostrar un panorama de la evolución
como obra propia parte del tipo conglobante, debido a que durante mucho tiempo doctrinaria al respecto en el último siglo (ver§ 137).
f"

360 EL TIPO DOLOSO ACTIVO: FUNCIÓN SISTEl'vl,\TICA DEL ASPECI'O OBJETIVO


ELEMENTOS PARilCULARES DE ALGUNOS T1POS OBJEflVOS SISI'EMÁ'I1COS 361

El cuestiona- En las últimas décadas el requerimiento de causalidad ha 8


miento de la mentas normativos, que aparecen cuando los tipos acuden a valo-
causalidad sufrido criticas. Hubo algunos casos muy graves por la enorme raciones jurídicas o éticas. Al ocupamos del carácter valorativo
pluralidad de víctimas y por lo dramático de las consecuencias, de la tipicidad (ver§ 116), vimos que hay elementos mterpretables
en que los cursos causales no pudieron ser explicados en todos en los tipos objetivos, para cuya precisión puede acudirse a cual-
sus detalles, como las malformaciones de los niños nacidos de quier disciplina, incluso al derecho, y cuya naturaleza no cambia
madres que habían consumido'Jhalidomida (el caso Laboratorio porque sea jurídica la fuente de precisión: tan interpretable es el
Contergan) en la década de los años sesenta del siglo pasado, y concepto de río navegable en el tipo de piratería como el dejuncio·
las intoxicaciones del pulverizador de cueros de 1990 -ambos en nario público en múltiples tipos, aunque el primero sea
Alemania- y del aceite de colza en España. Se pensó que podía interpretable apelando a los conocimientos de la geografía y el
reemplazársela por algo parecido al aumento del riesgo o que bas- segundo a los del dei;echo. Junto a ellos también vimos que hay
taba el mero desvalor del acto. En rigor, siempre que se afirma un remisiones valorativas, que serian los verdaderos elementos nor-
proceso causal, por las razones expuestas antes, se está afirmando mativos, que deben ser cuidadosamente analizados y eventual-
una alta probabilidad, de modo que el aumento del riesgo resuelve mente declarados inconstitucionales si implican la apertura a una
poco. En cuanto a prescindir del resultado en el tipo, implica des- verdadera integración analógica.
conocer la necesidad de una conflictividad como requisito de limi-
2 En definitiva, lo que interesa desde el punto de vista del dere- Elementos
te de irracionalidad tolerable que debe oponerse al ejercicio del
rígidos, elásticos
poder punitivo. Además, creemos que no es admisible prescindir cho penal reductor o contentar del poder punitivo, es precisar que y vagos
de la causalidad sólo porque en algunos casos graves no se la en los tipos objetivos pueden distinguirse elementos rígidos, que
puede probar acabadamente, pues en definitiva se trataría de afir- son los de fácil precisión; elementos elásticos, que se colocan en-
marla donde no existe. Si la imposibilidad proviene de limitacio- tre dos límites, quedando en medio una zona gris y en los que
nes cientificas al conocimiento, que impiden acceder a todos los suelen prevalecer los normativos extrajuridicos; y los elementos
detalles, pero que, sin embargo, permiten mantener la regla em- vagos o indeterminados, que suelen ser totalmente normativos,
pírica de que eliminada la causa desaparece el efecto, poco im- fundados en pseudoconceptos de naturaleza emocional. Los últi-
porta conocer los detalles causales; si, por el contrario, existen mos son inconstitucionales; los elásticos no dejan de plantear
dudas sobre si el hecho fue causa del resultado, se trata de un problemas constitucionales y deben ser analizados en cada caso.
problema procesal que no tiene otra solución que el principio m 3 Como se ha incluido entre los elementos normativos tanto los La tesis de que
dubio pro reo. No es posible resolver cuestiones de prueba me- conceptos interpretables que requieren apelar a conocimientos todos los elemen-
diante una manipulación de conceptos penales básicos que haga tos objetivos
jurídicos, como las remisiones valorativas e incluso algunos ade- son normativos
tambalear un limite de irracionalidad infranqueable al poder pu- lantamientos de la antijuridicidad incluidos por defecto legisla-
nitivo.
tivo, y como muchos de los limites de conceptos interpretables
requieren también recurrir a definiciones jurídicas, se ha negado
la posibilidad de distinguir los elementos normativos de los ele-
mentos usualmente llamados descriptivos (Puppe). Para ello se
§ 128. Elementos particulares de algunos tipos objetivos sistemáticos
afirma que como todos los conceptos contenidos en una ley penal
requieren una valoración para su comprensión, debe entenderse
Elementos que el tipo penal comprende sólo elementos norn1ativos. Asi, se
normativos
Los tipos objetivos sistemáticos se integran con elementos I ejemplifica en el homicidio con el caso del nasciturus (si la vida
necesarios y eventuales. Los necesarios son la exteriorización de comienza con el inicio, durante o al finalizar el parto); se afirma
la voluntad y el nexo de causación entre la acción y el resultado. que el error a su respecto seria un error de subsunción. Lo mis-
Los eventuales son de muy diversa naturaleza.· Er~tre estos últ_i- mo cabría decir de la muerte, dado que no todas las células del
mos cabe mencionar. por su problematicidad, los llamados ele- cuerpo mueren al mismo tiempo. Creemos que esta tesis de
.. , 'ºf!CULARES DE ALGUNOS TIPOS OBJETIVOS SIS1EMAT1COS 363
E LEMEN I OS P.-u, ·
362 EL TIPO DOLOSO ACTIVO: FU/\CIÓN S!STEMATICA DEL ASPECTO OBJETIVO

normativos de recorte son expresos. Un claro ejemplo de ~lernen_-


extrema normativización olvida que establecer límites a un con- to normativo de recorte no expreso se encuentra ~n el dano, por-
cepto no es lo mismo que crearlo: si bien el derecho puede delimi- ue no seria razonable sostener que el empresano que demuel_e
tar el concepto de la vda, precisando el momento del nacimiento q razo·n de un contrato de locación de obra de demoh-
una casa en
y de la muerte, por cierto que no crea la vida ni la muerte. Corno ción, lleve a cabo una acción tipica de daño.
en la pintura, las líneas son 'ios límites del color, pero no son el Clasificaciones
6 S" b·en existen múltiples clasifi.caciones secundarias de los secundarias
color mismo.
tipos ~e~ales en razón de caracteristicas del tipo objet~vo, n~ t~- de los tipos
Es casi tradicional la afln11ación que los elementos nonnati- 4 das tienen igual grado de importancia, de consecuencias_ pr~~ti- objetivos
Adelantamientos
sistemáticos
de la vos deben ser distinguidos de las referencias a la antijuridicidad . de obietivos, por lo cual resultan de dificil sistemat12ac10n.
antijuriclicidad cas m J 1 ·f · nes se
que eventualmente fommla la ley, mencionándose como tales las En rigor, puede considerarse que el cuadro de c asi icac10 -
expresiones ilícitamente. indebidamente, ilegalmente. En general cundarias de los tipos penales es mate~a de lo que se ha ~~amad:¡
se afirma que se trata de elementos normativos del tipo cuando la parte general de la parte especial. Asi, por su fonnu'.acion leg
sirven para individualizar conductas o pragrnas, y que son refe- se distingue entre tipos cerrados y abiertos (en los abiertos debe
rencias a la antijuridicidad (que no pertenecen al tipo) cuando acudirse a una norma general para cerrarlos, como en todos los
implican un desvalor definitivo de las acciones. El código penal casos de culpa en que debe individualizarse previamente el de~er
argentino, a diferencia de otros muy antiguos, no suele contener de cuidado); independientes y subordinados o comp'.ementano~
redundancias referidas a la antijuridicidad, que no son más que (según que el concepto se agote en el tipo o deba acud1~se a o_tro),
defectos de técnica legislativa que para nada alteran el concepto de formulación libre o casuística (según el grado o mtens~dad
del tipo. individualizadora, la señalización de medios, etc.); por la e1ecu-
ción de la conducta, se distingue en mstantáneos y permanentes o
Los elementos Lo que hay en el código argentino y en muchos otros son 5
normativos continuos (según su consumación, tienen un momento
expresiones que parecen implicar un juicio de valor definitivo,
de recorte consumativo como el hurto o un estado consumativo como el s~-
pero por regla general no se trata de redundancias que remiten a
cuestro, que se sigue cometiendo mientras la pe~sona permc,~ece
la antijuridicidad, sino que desempeñan la función de elementos
. d de libertad); unisubsistentes y plurisubstStentes (seºu~ la
individualizadores tipicos o, por lo menos, cumplen una doble pnva ª .
posibilidad de fraccionamiento en acc10nes o ac o~ ,
t J· por el su1eto
.
función, pues sirven para completar una definición que
activo, unisubjetivos o plurisubjetivos (según el numero), del~cta
conceptualmente requiere el componente de falta de consentimien-
propria y delicta comunia (según que sólo lo puedan cometer ~1er-
to o acuerdo del sujeto pasivo o una precisa referencia a la
ersonas o cualquiera); por sufomiulación, básicos o califi.ca-
antinormatividad: no se define completamente el hurto como el tas P t b.. e habla
dos v estos últimos en agravados o atenuados ( am ien s
apoderamiento de una cosa ajena, ni la violación de domicilio como
de l;ásicos, califi.cados y privilegiados).
la entrada en un domicilio ajeno, ni el secuestro como el mero
encierro de otro, pues se trata de acciones que particulares y fun-
cionarios realizan a diario en forma habitual, de modo que el tipo
demanda, como elemento normativo, la precisión de una referen-
cia concreta a la antinormatividad o de una falta de acuerdo del
titular. Son estos los que llamamos elementos nonnativos de re-
corte, cuya naturaleza y función los distingue de las referencia~ a
la antijuridicidad. Pertenecen a esta categoria de elementos nor-
mativos de recorte las exigencias de que la acción se lleve a cabo
contra la voluntad del sujeto pasivo, sea porque lo exige expresa-
mente la ley o bien porque no se puede conceptuar el pragma
conflictivo sin este presupuesto, o sea que no todos los elementos
CAPtI'ULO 14
Tipo doloso activo: función conglobante del aspecto objetivo

§ 129. El tipo conglobante como límite a la irracionalidad

1 El estado argentino no puede entrometerse en la vida de na- El art. 19 CN


die si no media un conflicto, en función del principio republicano exige lesión
e imputación
de gobierno (art. 1 º CN) y del principio de lesividad (art. 19 CN).
Se trata de una barrera infranqueable al poder del estado en ge-
neral, y al poder punitivo en parücular. Esta última norma cons-
titucional no sólo exige que haya una lesión, sino que, además,
requiere que ésta sea jurídicamente imputable al agente, confor-
me a criterios que varían en las diferentes ramas del derecho.
Una pretendida responsabilidad objetiva, en sentido estricto, o
sea, por la mera causación, no existe en el derecho vigente, ni
siquiera en el derecho civil. Existen diferentes criterios de impu-
tación y, por supuesto, el derecho penal tiene también los suyos.
El art. 19 CN exige acciones que perjudiquen, lo que está deman-
dando la definición de un criterio de imputación racional, que
nunca puede ser la mera causación del perjuicio.

2 Esta premisa constitucional se traduce, en el ámbito jurídico Los elementos de


la conflictividad
penal, en la exigencia de: (a) la lesión a un bien jurídico (b) que sea
imputable como obra propia de un agente. Estos son los requisitos
para que el pragma, cuya existencia se comprueba con los ele-
mentos requeridos en el tipo objetivo sistemático, resulte conjlic-
tivo. La conflictividad del pragma se comprueba con la existencia
de los elementos contenidos en el tipo conglobante. Este último,
por ende, es necesario para descartar la tipicidad objetiva de una
acción cuar1do no existe conflictividad, sea porque ésta no lesiona
a nadie o porque no es posible considerarla como perteneciente a
alguien.
EL CONCEPTO DE BIEN JURiDICO 367
366 TIPO DOLOSO ACTNO: FUNCIÓN CONGLOBANTE DEL ASPECTO 013.JETNO

. . d un universo de normas que deben inter-


Verificación de La tipicidad objetiva conglobante debe responder tanto a un 3 diéndola como parted e nnativo El principio republicano exige
la Iesividad y de qué como a un a quién. En síntesis: no tiene sentido preguntarse pretarse con10 un or en no . . tr -
la imputación e las sentencias respeten el principio de coherencia o no con a
por la imputación objetiva de un pragma que no es lesivo, pero un
~~cción y para ello, deben elaborar el material legal corno un or-
pragma lesivo que no sea imputable a alguien como agente no será
to~o coherente. en el quejuegan otras normas ~ena1es _Y no
conflictivo sino accidental. Por tanto, la conflictividad exige que haya den o t tb'én las normas constitucionales e imemacwna-
lesión y s¡_yeto imputable. Una acción y un resultado no lesivo sólo
constituyen un pragma juridicamente indiferente, y una acción y
un resultado lesivo pero no imputable objetivamente a alguien,
~:~::~1:
penal~s. c~:~oi:r 1~ nom1a deducida en el orden n~m1_au:70_ es
d;terrninar si el pr~gma típico afecta un bien JUnd1co,
esto es, si es o no antinorrnativo.
sólo constituyen un accidente. Lesividad e imputación son los ejes Casos de
problemáticos de la tipicidad objetiva congloban te y, por ende, las La elemental racionalidad de cualquier decisión judicial exi!~ irracionalidad
2 intolerable
exigencias básicas del tipo conglobante. 1 íba una acción que no lesiona a otro; tampoco es r
que no se pro 1 dena o fo-
(a) La lesividad se comprueba constatando la afectación (por cional la prohibición de un~. acci~~aq~:éo~:c~t::ªu~: situación
daño o por peligro cierto) del bien jurídico en forma significativa, menta. Más ~lá de que ~: i;o~;irrnando la irracionalidad absolu-
pero también constatando que se trata de un bien jurídico, o sea, concreta, los Juece~ est.~~n lo harían de interierir en las decisiones
que su afectación está prohibida por la norma, lo que no sucede ~: ~~~pc~~~:dc=~ r:pecto de sus derechos, pues con el ?rete~t~
cuando otras normas recortan o limitan el alcance prohibitivo de "an coartando su ejercicio: no tutela nn prop1e
de tutelarlos es t an . der
la norma deducida del tipo aislado. . . ·de usarla Tampoco seria tolerable eJercer po
dad qmen me unpi · · d activida-
punitivo con motivo de los riesgos que, por ser propios :. .
(b) La imputación se verifica con la comprobación de que el
des admitidas o fomentadas -como la circ~l~ción o el tr ico aereo-
agente, sifue autor. tuvo la dominabilidad del hecho y, si fue par-
deben considerarse como riesgos no proh1b1dos.
tícipe, hizo un aporte causal no banal ni inocuo. Exclusión de
se deduce del la ofensividad
La consideración conglobada de 1a norma que .
La tipicidad El tipo conglobante no presupone ninguna legitimación del po- 4 3 ¡; • • de las otras normas del universo u
conglobante no der punitivo, sino sólo la necesidad de reducir su irracionalidad, tip o limita su alcance
d 1
en J uncion . .
r. rma parte excluyendo 1a 1estvidad cuan-
legitima al
poder punitivo por lo cual no se basa en ninguna función preventiva o cualquier orden nonnativo e q~~ Jo . . id~o o ésta no sea significativa;
do· (a) no haya afectacwn del btenJW ad b" ti a-
otra positiva de la pena: siendo inaceptable la irracionalidad que . la exteriorización de 1a conducta del agente encu . re o '!Je v_ .
importaría pretender penar una acción que no lesiona bienes juri-
:ente en lo que tenía el deberjurídico de hacer en esa c~c~i;:v:
dicos, tanto como la producción de un resultado por mero acciden- (c) la exteriorización de 1a conducta del agente encua r d.
te (no dominable), se impone la exclusión de toda habilitación de t 1 modelo de acciones que el derecho fomenta; (d) me te
poder punitivo en función de los arts. l º y 19 de la CN. men e :n7ento o una asunción del riesgo por parte del sujeto pasi-
consen , d 1a realización de un
vo; o (e) el resultado no exceda e 1 marco e
riesgo no prohibido.

§ 130. La lesión al bien jurídico

La necesidad Sólo la soberbia puede hacer que alguien crea que sabiendo 1 § 131. El concepto de bien jurídico
de conglobar de memoria los tipos penales pueda concluir la tipicidad de una
la norma
conducta. El juicio de tipicidad es mucho más complejo que la El bien jurídico
d otras ramas del está tutelado por
función que puede cumplir una máquina o un loro. En una pri- 1 Los bienes jurídicos están tutela os por
mera operación. del tipo legal se deduce la norma prohibitiva, derecho: la vida, el honor, la libertad, la salud, e~ estad~, etc., s~~ todo el derecho

pero el alcance prohibitivo de esa nmma se establece sólo enten- . .d. forme al derecho constituc10nal, mtemac10
bienes JUD 1cos con
368 TIPO DOLOSO ACTNO: FUNCIÓN CONGLOI3ANTE DEL ASPECTO OBJETIVO
EL CONCEPTO DE BIEN JURÍDICO 369

nal, civil, administrativo, etc. La ley penal se limita a seleccionar 4 Esta constatación, por supuesto, no significa que haya que El bien jurídico
algunas conductas que los lesionan y a tipificarlas. En modo al-. abandonar el concepto de bien jurídico limitante o liberal (el de es un concepto
guno con ello los protege o tutela. Aunque la ley penal no existie- · lógicamente
bien jurídico lesionado) y con ello acabar con el principio de necesario
se, los bienes juridicos seguirian siendo tales. El concepto de bien ofensividad (ver§ 32): lo que por legitimarfalsamente no sirve como
Jurídico tutelado por el poder punitivo es falso. En la mayoria de regla para el legislador, no signifi.ca que, libre de toda pretensión
los casos el poder punitivo, en el plano de la realidad, poco O nada legitim.ante, no sirva como instrwnento de contención para eljuez. El
tutela a los bienes juridicos y, en el plano juridico, tampoco los bien juridico es un concepto lógicamente necesario, del que no se
crea. Por ello, la idea penal de bienJurídico tutelado es incompati- puede prescindir, pues con su renuncia desaparece todo sentido
ble con el carácter fragmentario de la legislación penal y con su en la prohibición: se prohíbe porque se prohibe. Cuando se preten-
carácter sancionador (ver § 22). de su supresión, en :realidad se oculta otro bien juridico y otro
El mito de la
titular: o es el estado, la voluntad general o la mera vigencia de las
tutela penal La tutela penal del bien jurídico, en la realidad y en lo jurídico, 2 normas, es decir que, nunca se suprime el bienjurídico, sino que se
del bien jurídico es un mito, producto de una alquimiajuridico-penal que del con- reducen todos los bienes jurídicos a uno, que es el poder.
cepto de bien jurídico lesionado salta sin escalas al de bienjurídico
5 Bienjurídico lesionado y bienjurídico tutelado son polos opues- Bien jurídico
tutelado. Una cosa es exigir como límite al poder punitivo, que no lesionado y
tos en la dialéctica entre estado de derecho y estado de policía,
s~ considere tipica una acción que no lesiona un bien juridico tutelado:
' aJeno, Y otra, por entero diferente, deducir de ello que ese bien
entre derecho penal liberal y autoritario. La idea de tutela sirvió polos dialécticos
para legitimar la confiscación de la víctima y nació con el propio
juridico está tutelado o protegido por el poder punitivo. Por cierto asentamiento del poder punitivo (siglos XJI y XJII). La limitación
que un bien juridico tiene protección o tutela juridica, pero eso no del poder punitivo mediante el requisito de ofensivídad es propia
es más que una redundancia, porque si no la tuviera no seria un de la Ilustración y, por ende, del siglo XVIII. Puede :reconocerse el
bien jurídico. Claro que esa protección o tutela es anterior e inde- concepto de bien jurídico tutelado en el Malleus (ver § 63), en
pendiente de la ley penal: ella no crea bienes juridicos, sólo exicre tanto que el concepto limitativo tiene su claro origen en Feuerbach
su lesión como requisito para la habilitación del ejercicio del p~- (ver§ 67), aunque no había acuñado aún el nombre (lo identifica-
der punitivo. Si la ley penal no fundamenta los bienes juridicos, ba con derechos subjetivos), que aparece con Birnbaum (1834) y
por ende, no decide la tutela. penetra en la dogmática del siglo XX como elemento que permite
Alquimia conocer el fin que persigue la ley, en la teoría de von Liszt.
jurídica El concepto de bien jurídico con sentido limitativo y liberal, 3
6 Para elaborar el concepto de bien jurídico funcional a la limi- La escena del
emerge de la CN (art. 19) para exigir como presupuesto del poder bien jurídico es
punitivo la afectación de un bien juridicamente tutelado. Luego tación del poder punitivo, debe partirse de la concepción liberal la disponibilidad
se lo pervirtió mediante la citada alquimia jurídica, transforman- originaria. Desde esta perspectiva el bien jurídico es la relación de
disponibilidad de un sujeto con un objeto. Si bien por lo común se
do la exigencia de bien jurídico lesionado en jurídico-penalmente
mencionan los bienes juridicos conforme a los objetos (patrimo-
tutelado, lo que invierte totalmente el planteo: el limitativo dice
nio, libertad, etc.), su esencia consiste en la relación de disponibi-
donde hay un delito debe haber una lesión, el legitimante de bien
lidad del sujeto con estos objetos y no en los objetos mismos.
tutelado tiende a decir donde hay una lesión debe haber un delito.
Somos nosotros los que podemos hacer uso de nuestra salud, de
De este modo, el mito del bienjurídicopenalmente tutelado abre el nuestra libertad, de nuestro honor, de nuestra propiedad, etc., y
camino para una criminalización ilimitada. Un concepto elabora- justamente lo que se ofende en un pragma conflictivo es esa posi-
do para que el juez limite el ejercicio del poder punitivo se ha bilidad de disponer en la que nadie debe interferir.
pen,ertido convirtiéndose en un concepto que sirve para legitimar
la reproducción de tipos penales. 7 Se suele afirmar que hay bienes jurídicos disponibles e indis- Disponibilidad es
posibilidad de uso
ponibles. Si existiesen bienes jurídicos indisponibles, la anterior
definición seria falsa. Pero los llamados bienes jurídicos indispo-
370 Tiro DOLOSO ACrrvo: FUil:CIÓN COi\GLOBANTE DEL ASPECTO OBJETIVO
FALSAS OFENSAS A BIENES JURÍDICOS 371

nibles provienen de una confusión consistente en identificar dis- 2 La ofensa al bien jurídico puede consistir en una lesión en El pretendido
posición con destrucción. La destrucción es un limite -poco usual- sentido estricto o en un peligro. En las últimas décadas, con el peligro abstracto
de la disponibilidad, pero en un estado social y democrático de pretexto de que vivimos en una socíeclacl ele riesgo, se multiplican
derecho, la fonna ordinaria de disponibilidad es el uso del objeto en el mundo los tipos de peligro que adelantan el momento
de la relación. En este sentido, es claro que la vida es el bien consumativo a etapas muy previas a la lesión. Es corriente la
juridico más disponible. pues a cada instante se dispone del tiempo clasificación de los tipos penales en tipos ele lesión y tipos ele peli-
de vida, que siempre es limitado. Cuando se pretende negar el gro, subdividiendo estos últimos en delitos de peligro concreto y
concepto de bien jurídico como disponibilidad suele apelarse a la delitos ele peligro abstracto. Los de peligro abstracto, (a) para unos,
vicla y al estado. Cabe observar que son dos supuestos en que el consisten en tipos en los que el peligro se presumejuris et ele jure;
sujeto pierde de una vez y para siempre todos los bienes jurídi- (b) para otros basta en esos tipos que haya un peligro de peligro (o
cos. porque en el primer caso desaparece el suJ·eto v en el secrun- riesgo de riesgo). Ninguno de ambos criterios es constitucional-
" b
do la protección jurídica. De allí que. en el caso de la vida, se exija mente aceptable. En el derecho penal no se admiten presuncio-
el recaudo de que sólo sea atípica la destrucción directa por el nes juris et ele jure que, por definición, sirven para dar por cierto
propio sujeto. En el caso del estado, se trata de un bien juridico lo que es falso, o sea, para considerar que hay ofensa cuando no
de sujeto múltiple y. por ende, no puede disponerse en forma la hay. En cuanto al peligro ele peligro, basta pensar en el caso de
destructiva por un sujeto aislado, lo que es caracteristica común tentativa: serian supuestos de triplicación de peligros o riesgos
a todos los bienes juridicos de sujeto múltiple. Pero es poco dis- (riesgo de riesgo de riesgo), o sea, de clara tipicidad sin lesividad.
cutible que usamos al estado, o sea, que usamos de la seguridad Por consiguiente, el análisis de los tipos penales en el ordena-
que nos proporciona, de sus servicios, de su protección interna- miento vigente. y por imperativo constitucional, debe partir de la
cional, etcétera. premisa de que sólo hay tipos ele lesión y tipos ele peligro, y que,
en estos últimos, siempre clebe haber existido una situación ele
riesgo ele lesión en el munclo real .

§ 132. Falsas ofensas a bienes jurídicos 3 La creación de peligros y por ende, de ofensas artificiales, no Invención y
clonación de
sólo pretende presumir ofensas inexistentes, sino que inventa y bienes jurídicos
clona bienes juridicos: (a) se inventan bienes juridicos cada vez
Los tipos Como consecuencia del principio de ofensividad, el estado no 1 que se menciona la seguridad, la paz general, el bien público,
paternalistas etc., que son el resultado del aseguramiento de todos los bienes
puede imponer una moral individual, por imperio del art. 19 cons-
titucional (ver§ 32), en función del cual no es admisible la moral juridicos; (b) se clonan bienes jurídicos creando supuestos bienes
como bien Jurídico; por el contrarío, el ámbito ele autonomía moral juridicos intermedios (cuya afectación es lesiva sólo por poner en
es, sin clucla, un bienjuríclico protegido constitucional e internacio- peligro otros bienes jurídicos, como la falsedad documental), o
nalmente. En la legislación penal comparada se observa la des- sea que se tipifica un acto preparatorio de otra tipicidad y, para
aparición de tipos penales con contenidos morales como preten- colmo, se habilita el poder punitivo también con la tentativa, con
didos bienes juridicos. La punición del suicidio con la nulidad del lo cual pretende tipificarse la tentativa de un acto previo a la ten-
testamento ha desaparecido y la autolesión sólo es punible en el tativa (preparatorio). Estas artimañas autoritarias, por un lado
ámbito penal militar cuando se la causa para eludir los deberes ocultan una violación al art. 19 constitucional y, por otra, al dejar
del servicio (art 820 CJM), caso en que el bien jurídico no es la en un cono de sombra la detemlinación de la existencia del peli-
integridad física propia sino la defensa nacional. Un caso notorio gro como requisito típico, violan el principio que exige el máximo
de inconstitucionalidad lo constituye el tipo de tenencia de tóxi- de precisión posible respecto de cualquier límite de prohibición
cos para propio consumo, que da lugar a un extenso y curioso -principio de máxima taxatividad- (ver § 30). En definitiva, en
debate. cada situación concreta debe establecerse si hubo o no peligro
T
L:.. AFECTACIÓN INSIGNIFICAJ,TE DEL BIEN ,JURÍDICO
372 TIPO DOLOSO ACrrvo: FUi\CIÓN CONGLOBA.t'\TE DEL ASPECTO OBJETIVO

insignificantes. Lo mismo cabe decir de los tipos de peligro, por


para un bien jurídico y, en caso negativo, no es admisible la
tipicidad objetiva. ser éste un concepto eminentemente graduable.
La dificultad
2 Se ha pretendido rechazar este principio con el argumento valorativa no
La pretendida Otro de los recursos inventados para considerar típicas con- 4
lesión por perverso de que no hay un limite claro entre la insigniflcancia Y la puede anular
ductas que no ofenden ningún bien jurídico es el de la pretendida principios
universalización significación de la lesión. Siempre que nos enfrentamos a la nece-
de conductas lesión acumulativa o por universalización hipotética de la conduc- racionales
sidad de traducir un valor (o desvalor) tendremos un espectro que
ta: se comprueba que una conducta (fumar marihuana u orinar
va del blanco al negro, con infinitas gamas de gris en medio. Es
en un río) no lesiona un bien jurídico ajeno (el que fuma marihua-
absurdo pretender que porque hay zonas grises, todo debe ser
na podrá poner en peligro la propia salud; el que orina en el Río de
negro. Bastaría al ideólogo del derecho penal autoritario radicalizar
la Plata no lo contamina), pero se argumenta que se lesionaría si
las dudas sobre cualquier límite para llegar a los mismos resulta-
todo el mundo fumase marihuana todo el día o si toda la pobla-
dos del derecho penal totalitario: se penarían todos los actos pre-
ción fuese a orinar en el río. Se trata de un viejo argumento ridículo:
paratorios, toda participación seria autoría, toda omisión seria
hace doscientos años, cuando Feuerbach necesitó racionalizar la
contravención de sodomía, dijo que si todos la practicasen se pon- punible, toda culpa consciente seria dolo, etcétera.
La escasa
dría en peligro la subsistencia de la humanidad. No hay ninguna 3 Como los bienes jmidicos no se distribuyen igualitariamente importancia para
conducta, por inofensiva que sea, que universalizada no cause un en ninguna sociedad, podría sostenerse el criterio de que la insig- el sujeto no es
caos: si todos pasásemos el día practicando gimnasia, se parali- nificancia siempre debe valorarse en relación con las condiciones insignificancia
zaría la producción, de donde no puede deducirse que la práctica personales del titular. No obstante, una lesión escasa sigue sien-
de gimnasia constituya un peligro para la economía. do tal para quien la sufre, aunque su existencia no se altere por
ello. Se trata de un criterio válido para graduar la penalidad, pero
no para determinar la insignificancia. Así, el hurto de cien pesos
a una anciana pensionada es una lesión más grave que el de cien
§ 133. La afectación insignificante del bien jurídico dólares a un multimillonario, pero este último sigue siendo hurto.
También una lesión usualmente insignificante, puede ser significa-
tiva para el sujeto pasivo concreto en razón de alguna circunstan-
La lesión El viejo princ1p10 mmuna non curat Praetor es la base del I cia particular de éste o de su situación (v.gr. un vaso de gaseosa
insignificante enunciado moderno del llamado principio de insignificancia o de
no es típica en el desierto no es lo mismo que en un café de París; un sand-
bagatela, según el cual las aiectaciones insignificantes de bienes ,vich en un café no es lo mismo que en una casa donde sus habi-
juridicos no constituyen una ofensa relevante a los fines de la tantes están en límite de miseria).
tipicidad objetiva. El análisis conjunto (conglobado) de las nor- Bienes jurídicos
mas que se deducen de los tipos penales muestra que prohiben 4 Varios casos que se han querido resolver como problemas casi extinguidos
acciones que provocan conflictos de cierta gravedad. Juegan en de imputación objetiva, en realidad son supuestos de insignifi-
este sentido el principio de ultima ratio y el propio principio republi- cancia. Se trata de hipótesis en las que el bien jurídico casi ha
cano, del que se deriva la exigencia de cierta relación (proporcio- desaparecido porque queda sólo un resto de disponibilidad: la
nalidad) entre la lesión y la punición: no es racional que arrancar destrucción de un sembrado tres minutos antes de una fuerte
un cabello sea una lesión, apoderarse de una cerilla ajena para granizada, la muerte de un animal infectado que de inmediato
encender el cigarrillo sea un hurto, llevar un pasajero hasta la sería sacrificado por la policía sanitaria, la detención de una
parada siguiente a cien metros sea una privación de libertad, la persona dos minutos antes de que lo haga la policía, etc. Son
propina al cariero constituy,a una dádiva, eludir a una persona supuestos en que ya no podria disponerse, o sea, que estaban
sea una injuria, etc. En todos los tipos en que los bienes jurídicos reducidos a restos de bienes jurídicos por carecer de su carácter
admitan lesiones graduables, es posible concebir actos que sean esencial de disponibilidad. El caso no es análogo, cuando se tra-
374 TIPO DOLOSO Acrrvo: FUNCIÓN CONGLOBA.!'\'TE DEL ASPECro OBJETIVO
CUMPLIMIENTO DE UN DEBER JURÍDICO 375

ta del apoderamiento de la billetera perdida, argumentando que


cía que detiene al delincuente flagrante no comete una privación
de cualquier modo se la apoderaría otro: al respecto existe una
regulación legal en la ley civil. Tampoco puede afirmarse lo mis- ilegal de libertad, el soldado que mata en la guerra no comete un
homicidio, etc., porque en cualquier caso. si la autoridad, el ofi-
mo respecto de la vida humana: los médicos no pueden matar a
cial de justicia, el policía o el soldado no lo hiciesen, incurrirían,
los pacientes terminales, porque dado que es el bien juridico de
como mínimo, en un delito de incumplimiento de sus deberes
cuya existencia dependen todos los restantes, su disponibilidad
opera hasta el último instante. funcionales. Esto no tiene nada que ver con la justificación, es
decir. con el juego armónico de una norma prohibitiva y un
precepto permisivo que proviene de cualquier parte del orden ju-
rídico: es un problema que debe resolverse entre las normas pro-
§ 134. Cumplimiento de un deber jurídico hibitivas.

4 Es errónea la equiparación que suele hacer la doctrina entre No puede


el cumplimiento de un deber jurídico y el ejercicio de un derecho. confundirse con
No puede haber el ejercicio de
colisión de
En un estado de derecho, los habitantes deben tener en cada 1 Este último es la fórmula general de la justificación, o sea, de los un derecho
deberes circunstancia la posibilidad de saber qué es lo que deben hacer· preceptos permisivos que pueden emerger de cualquier parte del
conforme a derecho, o sea, saber qué es lo debido y qué lo prohi- orden jurídico. Quien tiene un permiso, puede o no hacer uso del
bido. También es necesario que en cualquier situación, el habi- mismo: puedo defenderme legítimamente o no hacerlo y soporiar
tante tenga la posibilidad jurídica de actuar· conforme al derecho. la agresión. Pero quien tiene un deber jurídico debe cumplirlo
Nada de esto sucede cuando se admite que puede haber colisión porque de lo contrario es penado. El problema del aparente cho-
de deberes, o sea, que alguien pueda encontrarse ante dos debe- que de deberes jurídicos es una cuestión que debe resolverse to-
res jurídicos simultáneos y contrapuestos, porque la opción por mando en cuenta sólo normas prohibitivas derivadas de los tipos
alguno lo hará incunir en violación de una norma. Cabe pensar penales; la justificación, por el contrario, hace entrar en juego los
que de admitirse esa situación, no se hallaría el habitante en una preceptos permisivos (ver§ 173).
república sino en un estado de policía demencial.
5 Por !é=llO la antinormatividad no se comprueba con el mero La antinormati-
Siempre un Para evitar· esta irracionalidad es necesario considerar que 2 vidad se verifica
deber debe choque de la acción con la norma deducida del tipo, sino que
con la congloba-
prevalecer cuando una norma prohíbe hacer lo que otra prohíbe omitir (~l requiere la consideración conglobada de esa norma con las dedu- ción de la norma
médico que debe denunciar una enfem1edad infecciosa y al mis- cidas de los otros tipos penales. Los jueces no pueden admitir que
mo tiempo guardar el secreto profesional), existe una aparente los legisladores sean ciegos en una pinacoteca -aunque de hecho
contradicción que debe resolverse mediante la interpretación lo sean-y, por ende, deben reducir racionalmente cualquier con-
adecuada de ambas normas para establecer cuál prevalece. Es tradicción que surja entre normas prohibitivas, en forma que és-
función de los jueces compatibilizar las normas deducidas de los tas aparezcan en un cierio orden normativo. A la luz de ese orden
tipos penales y establecer cómo una recoria o prevalece sobre la normativo se establece la antinormatividad y, recién entonces,
otra, o bien, deben declarar· la inconstitucionalidad de una de queda libre el camino lógico para analizar en un paso posterior la
ellas. Si el legislador real no es racional, eljuez siempre tiene el antijuridicidad, o sea, la ausencia de preceptos permisivos.
deber constitucional de serlo y de eliminar las contradicciones del
legislador. 6 No es racional que se pretenda que en estos casos existe una Todas las coli-
llamada colisión de deberes. En definitiva. en un estado de dere- siones de deberes
El deber son aparentes
El cumplimiento de un deber jurídico tiene lugar cuando un 3 cho todas las colisiones de deberes que puedan plantearse son
jurídico es pura
cuestión de mandato recorta una norma prohibitiva, prevaleciendo sobre ella: jalsas o aparentes. Siempre que aparecen dos deberes en juego,
normatividad la autoridad que allana no incurre en una violación de domicilio, uno de ellos debe ser preferido al otro, de modo que en ese plano
el oflcial de justicia que secuestra no incurre en un hurio, el poli- no hay conflictos ni colisiones, porque siempre debe haber un de-
376 TIPO DOWSO ACIWO: FUNCIÓN CONGLOBANrE DEL ASPECTO OBJE:IWO
AQU!ESCEN C !A.· ACUERDO
. v' CONSENT!MlEi'flO DEL TITUL'\R DEL BIEN JURÍDICO 377

ber que prevalezca. Algo distinto es que el agente pueda o no


reconocerlo: si en algunos casos establecer cuál es la norma f tal pero le causa una menor; o el médico que en una emer~encia
que prevalece es materia de dificil discusión jurídica, lo lógico
ª
extrae . . y sa1va la vida , pero el paciente muere al tiempo
un organo vitar
será considerar que en tales casos complejos, si el agente yerra t
con mo 1v . o de la ablación-· son supuestos en los que, para e · 1
a su respecto, incmrirá en un invencible error de prohibición "derarlos típicos aunque justificados, se intenta exc1mr a
que elimina la culpabilidad (ver § 222). ~t7:i~ad argumentando que no hay imputación objeti\'.~ porque
e! todos ellos se disminuiria el riesgo o faltaria la creac10n de un
La doctrina
tradicional y sus Aunque la doctrina dominante también reconoce un deber 7 riesgo prohibido.
contradicciones prevaleciente, lo toma como un supuesto de justificación si los
bienes no son equivalentes, y como un caso de inculpabilidad si
los bienes son equivalentes, en particular cuando se trata de la
vida humana. Esta última explicación es insuficiente, porque no § 135. Aquiescencia: acuerdo y consentimiento
se puede explicar cómo el derecho puede consagrar como deber del titular del bien jurídico
jurídico la comisión de un injusto, dado que cualquiera de ambas
conductas seria un injusto.
La cuestión de 1 La eficacia eximente de la aquiescencia tiene b~se _c~nstitu- Volenti non
las vidas En el fondo, estas contradicciones de la doctrina dominante 8 fit injuria
humanas cional: no hay lesividad cuando el titular de ~n bien JUnd1co c~n:
provienen de cierta repugnancia a aceptar que en un momento
siente acciones que pueden ser lesivas o peligrosas. ~u enun_ci_a -
una persona puede elegir entre las vidas de sus semejantes: el
do se remonta al derecho romano republicano: Volenti nonfi.t mJu
padre que sólo puede sacar a uno de sus dos hijos de un incendio;
el capitán que sólo puede recoger a la mitad de los náufragos; los
ria. Si conforme a los principios del derecho penal liberal con- s:.
sidera que la esencia del bien juridico es la_ de una relac10n_ d~
médicos que en el nazismo eligieron a algunos pacientes muy gra-
disponibilidad, es imposible negar el valor eximente de la aqmes
ves para evitar que los asesinos matasen a todos; el comandante
cencia.
militar que desvia el ataque nocturno sobre un barrio con menor
densidad de población; el escalador que arToja el cuchillo para La intervención punitiva alcanza un grado intoler~bl_e ~e i~a-
que el que está arriba pueda cortar la cuerda y salvarse sacrifi- cionalidad cuando pretende que el titular use el ~ienJund1co solo
cando al que está debajo; el guardavías que para evitar una catás- en determinada forma, pues desconoce la idea misma de persona,
trofe desvía el tren hacia una via muerta causando la muerte de de autonomía de la conciencia, y subordina al ser -h~mano a me-
dos operarios; etc. No se trata de situaciones de inculpabilidad, tas trascen d en t es de Su humanidad ' es decir, idolatncas (la raza,
d ·d
sino de atipicidad por cumplimiento de un deber jurídico: el pa- la nación, la clase. la dictadura, el régimen, etc.). La pr~ten 1 a
dre debía sacar a un hijo y si hubiese sacado al perro seria pena- tutela de un bien jurídico más allá de la voluntad de su titular es
do, hizo lo único que podía hacer y no se le puede imponer el un pretexto para penar un pragma no conflictivo y, por ende, _es
deber de hacer lo imposible; el capitán del buque lo mismo, al violatoria del art. 19 constitucional.
igual que los médicos de tiempos nazistas, el comandante militar,
el escalador o el guardavías. Si no hubiesen hecho lo debido 2 .
La doctnna ~ 1 º
t ra dº1c1·onal dist'n,·ue entre un consentimiento
. . Atipicidad obje-
e:<cluyente de la tipicidad y otro justifi.C'.J.nte. Segun esta tesis e 1 tiva sistemática
serian penados como autores de conductas típicas; como lo hi- y congloban te
cieron, sus conductas no son típicas. .rimero excluiria la tipicidad en los tipos que re~~iere~ la ~~tua-
Casos cwn contra -lavo
P_. . 1un tad del titular (hurto, violac10n.
. v1olac10n de_
discutidos La consideración del deber juridico como jusfilicación ha crea- 9 domicilio, etc.) ~r el segundo ijustificante) operan.a c~ando ~nc~:s
do sertas diflcultades a la doctrina, que hizo grandes esfuerzos . ·co no se intecrra
cep t o t 1p1 º con ese elemento (por . eJemplo. ¡ - -
para resolver algunos casos como atipicidad: así, se dice que el lesiones). Creemos que siempre debe ser relevaoa como ~xc uyen
bombero que desvía una viga y salva a la victima de una lesión te de tipicidad, estribando la diferencia en que. en los tipos que
presuponen 1a voluntad contraria de su titular el acuerdo provoca
378 TrPO DOLOSO Acnvo: FU .
' NC!ON CONGLOBA,YIE DEL .:;SPECIO OBJETIVO
AQU!ESCENCL:;: ACUERDO Y CONSENT!M!El'HO DEL T!TUL.\R DEL BIEN JURÍDICO 379

una atipicidad objetiva sistemática " en los q l .


, t 1 ·J ue no a requieren
concep ua mente una atipicidad ob·~e t·rva conglobante. del hecho, aunque no puede excluirse la posibilidad de que sea
Aquiescencia: otorgada durante el acto, en los casos en que la afectación hasta
acuerdo y . _Por :stas razones, preferimos llamar aquiescencia al D'énero r 3 ese momento haya sido insignificante.
consentimiento dr~t~ngurr: (a) el acuerdo, que elimina la tipicidad objeti~a sist;
I~atrca, (b) del _consentimiento, que elimina la tipicidad ob·etiva 7 La voluntad de quien acuerda o consiente no debe estar vi- Libertad de
ciada, es decir, que se requiere en la persona una completa ca- quien la presta
co~~lobante. Asr, es incuestionable que hay tipos objetivos ~iste-
1~atrcos que reconocen elementos normativos de recorte por ue pacidad de comprensión de la situación y que no haya engaño,
sm esos elementos no se puede conceptuar la acción misrna:qen violencia, coacción o error. En cuanto a la madurez psíquica o
tanto ~ue una amputación es una lesión, haya o no aquiescencia emocional de la persona, no siempre se requiere la mayoría de
una copula no es una violación, si no se ha realizado contra 1~ edad civil ni la capacidad penal, como en las relaciones sexuales
voluntad del titular del bien juridico. consentidas. También podrá prestarlo el curador o el tutor del
El acuerdo como incapaz, siempre que corresponda a los bienes respecto de los
elemento norma- _En el caso en que el ac~erdo haga operar un elemento nor- 4 que se halla en posición de garante.
tivo de recorte matrvo de recorte, es una causa de atipicidad objetiva sistemática
e_n _t~nto que en los restantes casos, el consentimiento exclu e l~ 8 Dada la definición legal de las lesiones (art. 89 CP), es claro Lesiones
consentidas
npicidad objetiva conglobante: el error sobre el pn·me . y que son típicas en sentido objetivo sistemático las practicadas
d ti ro es un en-or
e po porque elimina el dolo, en tanto que el error sobre el se- con objetivos muy diferentes: las perforaciones de lóbulos de
~undo. es un enm· de prohibición. Cuando un tipo requiere como oreja o de pechos p~ra aros, los tatuajes, las escoriaciones en el
;ngredrent~ est_r:-ictural inseparable la ausencia de acuerdo (el curso de relaciones ·sexuales, las intervenciones estéticas y cos-
1urto, la vrolacron, etc.), está señalando que quien actúa ere en- méticas, la circuncisión en el marco del ritual religioso, las leves
do que _cuen~a con acuerdo del otro, inevitablemente debe Zr·eer recíprocas en el curso de una riña en que ambos consintieron en
que esta haciendo algo diferente y por end participar, el corte de cabello, etc. Cabe entender que en todos
dolo. , e, no puede actuar con
estos casos el consentimiento es relevante corno atipicidad obje-
No es necesario tiva conglobante en función del propio art. 19 constitucional: en
que el agente No seesaneces_ario que el agente conozca la aquiescencia del 5 el caso de la circuncisión, la libertad de cultos cubre esa lesión; en
conozca la titular, que t
es a opere corno acuerdo (atipicidad sistemática) los otros casos, se trata de actos privados que no afectan a terce-
aquiescencia
~ corno consentimiento (atipicidad conglobante). Quienes consi-
e:r:n que el consentimiento da lugar a una causa de justificación
ºen que el agente deba conocerlo, porque la doctrina dom·
ros y que, por ende, están fuera del alcance de la ley penal por
expresa disposición constitucional.
te exio'e el emen t os subjetivos de J·ustific · - rnan- Otro problema plantea el llamado consentimiento presunto que,
. º 9 Acuerdo
acron, que por nuestra presunto
pan e rechazarnos (ver § 1 7"7). en la terminología aquí empleada, seria acuerdo presunto. Sólo
F'ormay puede darse cuando es imposible obtener el acuerdo real o efecti-
momento de la Existen diferentes posiciones respecto de la forma de 1 .
vo, en supuestos en que se supone que el titular del bien, de
cen · 1 a aqures- 6
aquiescencia t era: a mayo~- parte de la doctrina sostiene que puede rnanifes-. conocer la circunstancia o de estar en condiciones de expresarse,
a~se en cualquier fomia, pero hubo una antigua posición que la lo hubiese prestado. Si se trata de una situación de estado de
SUJetaba a las fom1as de los negocios jurídicos. Partiendo del su- necesidad, el acuerdo no se requiere. siendo el derecho el que
pues~o ~e- que basta que la aquiescencia exista, se trata de un presume el acuerdo del titular del bien que habria sufrido el mal
acto md1v1dual del titular y no es necesario en o'e11eral ue .·
ta · · i · o · q revrs- mayor evitado, de modo que la cuestión se resuelve por los princi-
1 nm~una o~rna ni que lo reconozca el agente. La revocación de pios de esta causa de justificación (ver§ t90).
a aqur~scencra. en l~gar, debe ser expresa, en forrna tal que deba
conocerla el agente. En cuanto al momento de la aquiesc . El verdadero problema se plantea cuando no lwy estado de
D'eneral cabe t d encra. en necesidad y. no obstante. el agente tiene razones objetivas para
º en en er 4ue debe· ser prestada antes del comienzo.
creer que el titular estará de acuerdo. Si su presunción se confir-
f'
1
j
¡

380 TIPO DOLOSO ACTIVO: FUNCIÓN CO!l:GLOBAI\TE DEL ASPECTO OBJETIVO


ACCIONES FOMEi'HADAS POR EL DERECHO 381

ma en l.os. hechos no habrá tipicidad, por lo cual el inteTTogante posas. Los propios reglamentos prevén medidas para asistir a los
queda lumtado a los casos en que el agente, fuera del estado de lesionados en fom1a urgente. La exclusión de la responsabilidad
necesidad, haya presumido eTTóneamente el acuerdo del titular. El penal en estos casos se intentó por varios caminos que remiten a
~u~ usa un automóvil o una bicicleta ajena, porque la amistad la aquiescencia del propio pmiicipante, entendida por unos como
mtima con el titular y anteriores préstamos habituales le hacen atipicidad y por otros como justificación. No es razonable apelar a
presumir que, de poder comunicarse con éste, lo hubiese hecho la justiflcación cuando claramente se trata de un problema que
una vez más; la secretaria que habitualmente abre la corres- debe resolverse en el plano de la normatividad.
pondencia Y lo hace también el día que el empleador estaba
ag~ardando una carta privada, son supuestos de eTTores de tipo, 3 El limite de tipicidad lo marca el reglamento deportivo. Violado La violación
el reglamento, la conducta será típica, pudiendo ser dolosa o culposa, del reglamento
~orq~e rec~en sobre elementos normativos de recorte del tipo ol~e- deportivo
two sistematico, dado que no hay dolo de hurto por parte de quien según el caso. La violación del reglamento no debe confundirse con
cree que tor_na prestado ni hay violación de correspondencia por la lesión en si, pues puede haber una violación intencional de las
parte de quren cree cumplir con su obligación laboral. nom1as de juego, con resultado culposo de lesión. La violación del
reglamento importa cuanto menos, una violación del deber de cui-
dado. pues el reglamento es el limite del riesgo asumido mediante
el consentimiento. En el caso del boxeo el problema es diferente,
§ 136. Acciones fomentadas por el derecho pues la actividad deportiva reglamentaria es típica de lesiones
leves dolosas, con las que se debe dejar en inferioridad física por
más de diez segundos. Por ello, cuando en el boxeo medie una
Las actividades violación del reglamento y resulte de la conducta violatoria de
fomentadas Existen múltiples actividades que se hallan fomentadas por l
éste una lesión más grave o la muerte, el hecho encuadra en la
el derecho Y que son materia de politicas de estado en las que
figura compleja de preterintención (ari. 81, inc. 1 º, b, CP) y no en
t~dos los sectores de la opinión coinciden; las actividades educa-
la puramente culposa (art. 84 CP). Las reglas precedentes son
tivas, sanitarias. deportivas, científicas, productivas, etc. La Cons-
aplicables tanto en competencias oficiales como no oficiales.
titución N.acional y las constituciones provinciales se ocupan de
ell~s.. Y ~~ste una amplí~ima legislación de fomento, promoción y 4 En cuanto a la actividad quirúrgica que se ejerce con fin tera- ~ráctica
facih:ac10n a su respecto. Así como no es racional que el estado péutico. es fomentada e incluso sostenida por el estado. Debe médica
prohib~ lo que ordena, tampoco lo es que prohiba lo que fomenta. distinguirse de la que no tiene esa finalidad, como la que persigue
e~ decrr, que ~or .un lado sancione una nutridisima legislación un objetivo estético o de extracción de órganos respecto del do-
-mcluso constrtuc10nal- impulsora de estas actividades y. por otra nante. Las que carecen defin terapéutico no pueden considerarse
parte, las considere típicas. Nos ocuparemos aquí de los proble- fomentadas y. por ende, su atipicidad resulta del consentimiento
mas que plantean dos de estas actividades, que han sido las más de la persona y se rige por las reglas de éste. en tanto que las
di:c~tidas en la doctrina: la actividad deportiva y la actividad fomentadas quedan exclusivamente por esta circunstancia exclui-
medica terapéutica o curativa. das de la antinormatividad. Si bien en las fomentadas también se
Deporte exige el consentimiento del paciente. lafalta de consentimiento no
. . ~a actividad deportiva está claramente fomentada en el orden 2 les morga tipicidad penal de lesiones. El médico que opera a un
Jundico por varias leyes vigentes. En el transcurso de esa activi- paciente para curarlo contra su voluntad. puede ser imputado
~ad pueden resultar lesiones e incluso la muerte, toda vez que por un delito contra la libertad. pero no por lesiones. pues éstas
importan conductas riesgosas para la integridad física. De no son objetivamente atípicas por falta de tipicidad conglobante.
medi~r esta legislación que fomenta el deporte, en el caso del boxeo
5 La consideración ,:onglobada de la norma perrnite resolver el Intervenciones
habna casos de tipicidad dolosa de lesiones leves y en los restan-
quirúrgicas con y
tes deportes, más o menos violentos. supuestos de tipicidades cul- problema de las intervenciones quirúrgicas confin terapéutico con- sin fin terapéutico
siderándolas atipicas. cualquiera sea el resultado -fausto o infaus-
382 TIPO DOLOSO ACTIVO: FUNCIÓN CONGLOBANTE DEL ASPECrü 0BJE11VO
HISTORLA DE LA PREGUN"IA POR LA IMPUTACIÓN COl\10 PERTENENCIA AL AGENTE 383

to-,.
siempre que haya procedido conforme a las recrlas
b
del arte ciente y haya peligro para su vida, el médico tiene el deber juridi-
medico. La violación de las reglas del arte médico con resultado co de intervenir y salvar la vida. Si quien interviene para salvar la
negativo dará lugar a lesiones culposas. La práctica de una inter- vida o para evitar una lesión mayor no es médico, la cuestión se
vención quirúrgica sinfin terapéutico, esto es, meramente cosmé- resuelve conforme al estado de necesidad justificante (ver§ 190).
tica o estética o de extracción de órganos, sin consentimiento del
paciente, es una típica lesión dolosa. El médico que extrae un
órgano contra la voluntad incurre en lesiones graves dolosas; si
además, violando las reglas del arte causa la muerte, su conducta § 137. Historia de la pregunta por la imputación
encuadra en la figura compleja de la preterintención (art. 81, inc. como pertenencia al agente
1 º '"b" CP).

Resultado
positivo
Por resultado positivo debe entenderse la obtención_del res- 6
tablecimiento de la salud. de su conservación, de la peTT11anencia 1 Corno hemos dicho reiteradamente, la tipicidad objetiva Los problemas
conglobante debe verificar la conflictividad del pragma, que no de imputación
del estado precario en que se halla, del alivio de las consecuen- objetiva
cias de ese estado o de la neutralización o postergación de males sólo depende de la ofensividad (lesión o puesta en peligro de un
mayores, siempre que esto fuese lo que era dable esperar de las bien jurídico ajeno), sino también de que esa lesión pueda
posibilidades brindadas por el conocimiento cientifico y los me- imputarse al agente como obra propia. Hemos visto que aunque
dios disponibles en la emergencia. Así, las intervenciones muti- hubiese tipicidad objetiva sistemática e incluso lesividad, en el
lantes y de ablación pueden tener resultado positivo. Lo mismo caso del cónyuge que le daba mala vida al otro, el sentido común
puede decirse de las intervenciones preventivas menores, como indicaba que no podía atribuírsele su muerte (ver§ 125.8). Pode-
las vacunaciones o tomas de muestras para diagnosticar. Por mos imaginar otros casos donde la intuición nos indica que tam-
otro lado, corresponde precisar las reglas del arte médico, que se poco se puede atribuir el resultado: pensemos en un marido que
traducen por el indicado y adecuado procedimiento diagnóstico quiere deshacerse de su esposa y sabe que un embarazo pone en
y en la aplicación de los conocimientos técnicos ordinarios con serio peligro la vida de ésta y la embaraza con la esperanza de
los cuidados que sean del caso. producirle la muerte. En caso de nacer el niño y seguir con vida la
Deber de mujer, nadie en su sano juicio pensaría en inculpar al marido por
De cualquier modo, el médico tiene a su cargo un deber de 7
explicación tentativa de homicidio.
del médico explicación que, en las intervenciones no terapéuticas, debe ser
amplio y detallado, incluyendo todos los posibles riesgos. En las Estos problemas se han planteado siempre, de modo que to-
intervenciones terapéuticas se alega que las propias reglas del das las teorias del delito les han dado una respuesta, según los
arte médico indican que en ocasiones este deber de explicación puntos de vista teóricos de cada etapa científica, o sea, que en
debe ser limitado, aunque ahora tiende a imponerse el criterio todos los tiempos se han planteado las cuestiones que hoy la doc-
contrario en la misma opinión médica, con lo cual ésta se aproxi- trina llama de imputación objetiva. Corno la doctrina contemporá-
ma a lo que parece ser más conveniente desde la perspectiva del nea ha hecho de ella el tema más debatido de los úlUmos años,
respeto a la persona del paciente. antes de explicar nuestra posición al respecto conviene echar una
Forma del mirada sobre las respuestas que se han intentado frente a la mis-
consentimiento
La ley 17.132 exige el acuerdo por escrito del paciente sólo en 8
intervenciones mutilantes. Si se violara esta regla, sólo tendría ma pregunta.
consecuencias administrativas. pero no convierte en lesión dolosa 2 Dejando de lado antecedentes más lejanos, en la dogmática La causalidad
la intervención. En todos los demás casos bastará con que el del siglo XX. que se abre con von Liszt, la pregunta por la imputa- como criterio
imputativo en
paciente haya otorgado el consentimiento por cualquier medio sim- ción objetiva se confundía con la cuestión de la causalidad (ver § el positivismo
bólico. Cuando no sea posible obtener el consentimiento del pa- 127), porque ésta fue .considerada durante muchos años como
HISTORIA DE L-\ PREGUl'ffA POR L"> IMPUL\CIÓN COMO PEITTENENCIA AL AGENI'E 385
384 TIPO DOLOSO ACfNO: FUNCIÓN CONGLOBANTE DEL ASPECTO OBJE'I1VO

el eje central que proporcionaba la respuesta a esta pregunta. En (al En 1927, Karl Larenz apeló a Hegel para replantear el pro-
este sentido es posible afirmar que la más antigua teoria dogmá- blema como imputación, distinguiendo entre imputación objetiva
tica de la imputación objetiva es la teoria de la causalidad. Era y mero accidente, retomando el principio hegeliano de que la pri-
natural que en tiempos positivistas la causalidad agotase la im- mera sólo puede afirmarse como la voluntad que permite la atri-
putación objetiva en el ilícito considerado como causación física bución de un acto como propio, para lo cual se valía del promedio
del resultado. Por ello, para esta temia los problemas de imputa- del hombre prudente y remitía las caracteristicas c_oncretas del
ción objetiva se planteaban pretipicamente, como cuestiones de autor a la culpabilidad.
causalidad y de acción. Pero esta respuesta se invalidaba por via
(b) En 1930, Richard Honig, por un camino vinculado al ante-
del absurdo: se ironizaba diciendo que debía considerarse típica
rior aunque libre de su marco filosófico hegeliano, sostuvo que la
de adulterio la conducta del carpintero que había construido la
imputación depende de la existencia de la posibilidad objetiva de
cama o que todos los delitos se podían imputar a Adán y a Eva.
fijarse un fin, lo que lo llevaba a rechazar la imputación en su-
El concepto penal Para evitar el absurdo se intentó crear un concepto Jwidico- 3 puestos que llamaba de cursos causales inadecuados.
de causalidad penal de causalidad, que permitiese privilegiar unas causas res-
adecuada (c) En 1936, Hellmuth Mayer, conforme a pautas autoritarias
pecto de otras y, de este modo, distinguir entre curso causal e
de su tiempo, cambió la ofensividad concreta a bienes juridicos
interrupciones de éste. Como la única teoria de la causalidad que
por una abstracta lesión al orden establecido mediante la protec-
respeta la realidad es la de la equivalencia de las condiciones que,
ción de éstos, con lo cual minimizaba la importancia de la
mediante la conditio sine qua non, renuncia a distinguir entre cau-
sas o a privilegiar unas sobre otras -aunque presenta la desven- causalidad y subjetivizaba el injusto, cuya esencia hacía radicar
taja de no poder dejar fuera de la tipicidad al carpintero-, se apeló en la voluntad malvada del agente.
a la teoría individualizadora de la causalidad adecuada de von 6 El finalismo de Welzel hizo un considerable esfuerzo por re- La adecuación
social como
Kries: la única causalidad que podía considerarse fuente de im- solver la cuestión, creando el concepto de adecuación social de la atipicidad
putación, era sólo la adecuada al tipo, atendiendo al verbo típico conducta como causa de atipicidad. Este concepto limitativo de la
(el carpintero no realizaba la acción del verbo del adulterio). Pero tipicidad objetiva nunca fue claramente definido, pues incluía casos
la teoria de la causalidad adecuada inventaba una causalidad de afectación ínfima o insignificante y de lesiones ca-penadas junto
propia del derecho penal, renunciando al naturalismo positivista a verdaderos problemas de imputación objetiva, como el famoso
y haciendo tambalear la propia construcción del delito del esque-
ejemplo de Honig, del sobrino que manda al tío rico al monte en
ma originario de Liszt-Beling.
medio de una tormenta con la esperanza de que le mate un rayo,
El neokantismo: Con el neokantismo el problema recibió una ubicación más 4 o le aconseja viajar en ferrocarril o en avión con la esperanza de
la adecuación cmrecta, al distinguir entre la causalidad como dato y s.u relevan::_ que muera en un accidente. La teoria de la adecuación social de
como relevancia
jurídica de ciajurídica o típica como criterio valorativo, con lo cual la adecua- la conducta es el antecedente más inmediato de las actuales teo-
la causalidad ción dejó de ser una teoría de la causalidad para convertirse en un rias que tratan de responder a la cuestión de la imputación obje-
criterio valorativo de su relevancia para la prohibición penal. Se tiva.
reubicó la pregunta de modo correcto: no se inventaba una La supresión
7 La teoría del desvalor de acto (Armin Kaufmann, Diethart
causalidad penal. sino que se preguntaba por la relevancia juridi- del resultado: el
Zielinski) sostiene que el tipo pretende impedir finalidades pro- desvalor de acto
co penal de la causalidad. No obstante. la correcta ubicación de la
hibidas. Esto los lleva a romper el termómetro, es decir, a re-
pregunta no garantizaba la certeza de la respuesta. que Mezger
libraba a la incierta interpretación de los tipos. nunciar a todo criterio de imputación objetiva, resolviendo la
cuestión en función del dolo, convirtiendo a la tentativa en mo-
Propuestas En forma paralela al neokantismo, aunque sin que la doctrina 5 delo de ilícito penal. En síntesis, sostuvieron que es suficiente
originales de su tiempo reparase en ello. hubieron tres opiniones originales y
poco atendidas para la imputación con que el agente actúe con voluntad de pro-
dignas de mencionarse, porque anuncian desarrollos posteriores. ducir el resultado prohibido. Lo decisivo era el dolo, aunque se
386 TIPO DOLOSO ACITVO: FUNCIÓN CONGLOBANI'S DEL ASPECI'O OBJE:TTVO LAS RESPUESTAS ACI'UALES A LA. PREGUNTA POR LA IMPUTACIÓN OBJE:TTVA 387

basase en una creencia infundada o incluso cuando se tratase de imputación cuando el alcance del tipo no abarca la evitación de los
una tentativa supersticiosa, y aunque los elementos del tipo fue- riesgos y sus repercusiones. Se trata de casos de incitación o co-
sen imaginarios, lo que les permitía prescindir de la causalidad operación a una autopuesta en peligro que los tipos no tienden a
en el injusto o relevar acciones en que la causalidad no estuviese evitar (quien aconseja a otro a cruzar a nado un río).
probada (o lo estuviese sin suficiente nivel de certeza), pue.s el
4 De estas reglas básicas, este autor deduce las reglas genera- Las reglas
resultado (como componente de azar o suerte) pasaba a ser una generales
les para excluir la imputación objetiva. No habrá riesgo prohibido
mera condición de mayor punibilidad. deducidas
cuando el autor modifique un curso causal y provoque un resul-
tado lesivo pero disminuyendo el peligro existente para la victima:
quien desvía el ladrillo que va a golpear la cabeza y hace que lo
lesione en el hombro.
§ 138. Las respuestas actuales a la pregunta
por la imputación objetiva 5 La regla de que no basta con la creación de un riesgo prohibi- La realización
del riesgo
do, si el resultado no es la realización de aquél, resolvería el caso
del herido que muere en el incendio del hospital. Si muere por un
Ensayos para En las últimas décadas se hicieron esfuerzos por hallar una I error diagnóstico, seria necesario determinar si el error fue moti-
encontrar un
nuevo criterio respuesta que reemplace la causalidad del esquema Liszt-Beling vado por la urgencia debida a la gravedad de la lesión o si no lo
único por un nuevo concepto objetivo que cumpla la misma función fue (en este último caso no seria imputable al agente de la lesión).
imputativa común para todas lasjormas típicas, dando lugar a las Conforme a esta regla tampoco imputa al fabricante que proveyó
llamadas teorías de la imputación objetiva. a sus empleadas pinceles infectados con el bacilo de carbunco,
sin aplicarles los desinfectantes reglamentarios, comprobándose
Por nuestra parte creemos que estas tentativas fracasan, que
luego que éstos no eliminaban dicho bacilo (caso de los pelos de
no hay una respuesta válida para todas las formas típicas, sino
cabra).
que éstas deben ser diferentes, de acuerdo con la estructura de
que se trate. Nos ocuparemos de las dos principales respuestas 6 Si bien Roxin sostiene que con la producción de un riesgo El fin de
de esta naturaleza: la del profesor de Munich, Claus Rmin, y la protección del
prohibido y con el resultado como su realización se da por regla la
tipo penal
del profesor de Bonn, Günther Jakobs. imputación al tipo objetivo, aun así admite que ello puede fraca-
El aumento sar cuando el fin de protección del tipo penal no abarca resultados
Para Roxin el criterio general para determinar la imputación 2
del riesgo: Roxin de la clase de los producidos, es decir, cuando el tipo no está
objetiva es el aumento del riesgo. Las reglas con que concreta esta
destinado a impedir tales sucesos. Esta problemática tiene im-
fórmula son básicamente tres: Un resultado causado por el agente
portancia preferente en los delitos culposos, y aunque presenten
sólo se puede imputar: al tipo objetivo (a) si la conducta del autor ha
todos como denominador común la aquiescencia. los diferencia
creado un peligro para el bien jurídico. no cubierto por un riesgo per-
en: (a) la incitación o cooperación en acciones peligrosas de otros
mitido, y (b) si ese peligro se ha realizado en el resultado concreto. En
(por ejemplo, competencias de motos estando ebrios ambos con-
este esquema, no sólo no hay imputación cuando no se creó un
ductores); (b) la puesta en peligro de un tercero aceptada por éste
peligro que excede el riesgo pennitido sino tampoco cuando, pese a
(el acompañante que conmina al conductor a que vaya a una velo-
haberse creado, el resultado no es realización de ese riesgo: no ha-
cidad excesiva; relaciones sexuales con riesgo de contag:o); (c) las
bría peligro prohibido en el caso del pariente enviado a la tormenta,
acciones salvadoras voluntarias que produjesen muerte o lesio-
Y en el del herido de bala que muere por el incendio del hospital, la
nes, donde éstas son resultado de una autopuesta en peligro vo-
muerte no seria realización del peligro creado por el disparo.
luntario (el que se arroja al agua para salvar al que se está
La regla ahogando): y (d) tampoco el fin de protección del tipo abarcaría
(O-Pero como estas reglas parecen insuficientes, Roxin cons- 3
complementaria
truye una tercera regla correctiva. conforme a la cual no habría aquellos resultados cuya evitación cae dentro de la esfera
388 TJPO DOLOSO ACTJVO: FUNCJÓN CONGLOBAi'.TE DEL ASPECfO OBJETJVO
LAS RESPUESTAS ACTUALES A LA. PREGUl'ffA POR LA. !MPULA.CIÓN OBJETJVA 38[J

de responsabilidad de otro, pues quien introduce un riesgo prohi-


ble la existencia de una posición de garante respecto de la vida
bido responde por esto hasta que el control de la situación cae
ajena, más allá de la impuesta por la norma preceptiva que se
bajo la esfera de responsabilidad de otro (la policia o el equipo de
deduce del tipo de omisión de alLxilio y que, justamente por ello,
salvamento o de demoliciones que se hace cargo de la situación,
no es una posición de garante sino una pauta general de solidari-
por ejemplo).
dad social.
La dificultad Si bien la mayoria de las soluciones que proporciona Roxin 7
de hallar una 10 Los roles en sociología se definen como los comportamientos Falso concepto
fórmula general pueden compartirse, resulta muy dificil reconducir todas ellas a sociológico de rol
esperados de una persona que adquiere un status particular, es
la formula general del aumento del riesgo. La pluralidad de reglas
decir. según la posición de esa persona en un grupo o de un grupo
y correcciones indica cierto casuismo en el cual prevalece el sen-
en relación con otros. Los roles en sociología son dinámicos: a lo
tido común, pero es problemático pretender que esto sea un con-
larcro
b
del día muchas veces cambiamos de rol (las telenovelas se
cepto o respuesta única a la pregunta por la imputación objetiva.
nutren de ese material). Además, no sólo hay roles lícitos, sino
La defraudación Para Jakobs la respuesta está dada por la defraudación de las 8 también ilicítos, como el del vendedor de tóxicos prohibidos, el
de las expecta- pasador de juego, etc. Pero esta tesis no recoge los roles de la
tivas del rol: e."l.pectativas derivadas de un rol. La persona es un ente poriador de
Jakobs roles (papeles sociales: maestro, médico, padre, carnicero, etc.). El sociología, sino que los toma como estáticos y, además, no toma
poder punitivo garantizaria para este autor la seguridad de las ex- en cuenta los roles prohibidos. Ello le impide ver que quien mata
pectativas conforme a estos roles: o sea, que el maestro no corrom- a otro no defrauda el rol de buen ciudadano, sino que asume el
pa a los niflos. que el médico no mate a sus pacientes, que el padre rol de homicida. Juridizar todos los roles lícitos no es más que
no abandone a sus hijos, que el can1icero no venda carne podrida, confundir roles con deberes jurídicos, con lo cual se desvirtúa el
etc. Cualquier resultado lesivo que se produzca sin violar las ex- concepto de rol y al mismo tiempo se pretende meter toda la cos-
pectativas correspondientes al rol no serian imputables objetiva- tumbre dentro del derecho penal.
mente a los agentes. Ejemplos
11 Para ejemplificar, acude al caso del camarero que, siendo bió-
problemáticos
La posición de Jakobs normativiza el rol (papel social) y, por ende, en todos 9 logo, se percata que la fruta que sirve es venenosa y, sin embargo,
garante en los no se abstiene de servirla, sosteniendo que no puede imputárselo
tipos activos los casos considera que el autor se halla en posición de garante_
respecto del bien juridico. La posición de garante es un criterio de en razón de que no viola su rol de camarero, pues el conocimiento
imputación propio de las omisiones (ver§ 168), porque los tipos especial de que dispone es irrelevante por no pertenecer a este
omisivos no imputan objetivamente todo lo que no impedimos, rol. Al ingeniero civil subempleado como capataz de una obra,
sino sólo lo que no impedirnos cuando tenernos el especial deber que se percata que el material que usa provocará un derrumbe
de hacerlo. derivado de que estarnos en esa particular posición de catastrófico y, no obstante. sigue dirigiendo la cuadrilla y aplican-
garante (el médico tratante. el funcionario encargado de vigilar do el material hasta provocar la catástrofe y sepultar a todos los
presos. el guardavidas en la playa. etc.). Con la normativización obreros, ella no le seria imputable porque no habria defraudado
de los roles. Jakobs lleva la posición de garante a los tipos acti- su rol de capataz. Más curioso aún es el ejemplo de Jakobs refe-
vos. o sea que extiende el criterio de imputación de los tipos rido al buen vecino que, advertido de que los terroristas han pre-
omisivos a los activos. parado una máquina infernal que volará la casa lindante cuando
abra la puerta de su propia casa, no obstante la abre y causa la
Este es el aspecto de la teoría que aparece como más artificio- explosión. Considera que abrir la puerta de la propia casa es un
so en el ámbito del tipo doloso: la realidad queda destrozada cuando rol banal y. por tanto. entiende que no puede ser imputado objeti-
se afirma que el rol de buen ciudadano impone el deber de evitar vamente el cráter que queda junto a ella.
la comisión de delitos y que quien dispara repetidamente sobre
otro para matarlo y lo mata. viola ese rol porque no evita cometer 12 Las extrañas soluciones a estos casos obedecen. precisamen- El congelamiento
te, al congelamiento que hace este autor de los roles sociales, con de los roles
el homicidio que comete. En el plano jurídico tampoco es sosteni-
lo cual tern1ina manejando un concepto de rol estático. que no es
LAS RESPUESTAS ACTUALES A Li\ PREGUNTA POR LO,. IMPUTACIÓN OBJETIVA 391
390 TIPO DOLOSO ACTNO: FUNCIÓN CONGLOBA!YrE DEL ASPECTO OBJETIVO

pero venderlo a las SS o a una banda terrorista no es para nada


el de la sociologia y, por ende, el del mundo real. Aplicando estric-
banal porque, por cierto, son dos roles diferentes.
tamente la temia S')Ciológica de los roles (siempre dinámicos) re-
sulta que el rol banal del buen vecino que enciende la luz del En el caso del camarero biólogo, este autor imputa objetiva-
frente de su casa para evitar que sus vecinos tropiecen o sean mente si el camarero biólogo elige al destinatario del plato enve-
asaltados, deja de ser banal cuando la enciende para iluminar a nenado. En realidad, es la misma diferencia que media entre quien
su vecino escondido en la sombra y hacer un aporte causal indis- dispara a una persona previamente individualizada y quien lo hace
pensable a la banda de asesinos que lo persigue para matarlo. El sobre un grupo de personas. Al amparo de semejante distinción
rol banal del buen funcionario que cumple con su deber de dete- quedarían los funcionarios que, conscientes de que con un recor-
ner personas por orden de la autoridad competente (o de averi- te presupuestario causan la muerte de un número de personas
guar y proporcionar la información necesaria para su detención). (supresión de medicamentos oncológicos). se limitan a cumplir
deja de ser banal en cuanto sabe que esas personas no serán su rol de recortadores de gastos; sólo seria objetivamente imputa-
sometidas a un proceso legal, sino ejecutadas ilegalmente. Esto do el comportamiento de quien le niega el medicamento oncológico
es así porque los roles son banales en abstracto, pero siempre se
a un enfermo en particular.
asumen en circunstancias concretas y en éstas pueden no ser
inocuos. Pero lo que sustancialmente pasa por alto esta tesis es 14 El aumento del riesgo como el quebrantamiento de los roles Son derivaciones
de teorías
que cuando el agente asume el dominio del hecho de un injusto son criterios que parten de teorias que legitiman la pena por vía legitimantes
penal. cambia su rol. Los roles de buen camarero, de buen capa- de la prevención (ver§ 9 y ss.). Se trata de dos diferentes modos preventivas
taz, de buen vecino o de buen policia, saltan en pedazos· cuando, de derivar consecuencias para el tipo objetivo a partir de estas
por efecto de asumir el dominio del hecho, el agente asume el rol teorias de la pena. La diferencia política más notoria estriba en
de homicida o de terrorista. 'El error fundamental de esta teoría es que Roxín, aunque reformula la norma deducida del tipo (no ma-
que no llega a reconocer que en esos casos los roles banales no tarás pasa a ser no aumentarás el peligro para la vida), sigue te-
son más que disfraces que ocultan los roles reales de homicida o niendo como base el bien jurídico afectado; pero con Jakobs -al
terrorista. igual que en los partidarios de la teoria del desvalor de acto- el
bien juridico casi desaparece: el particular concepto de rol conge-
No es un planteo En apariencia, el criterio limitativo en función de los roles es 13
racionalmente lado, entendido como deber jurídico, convierte a todos los tipos en
reductor del poder punitivo. Pero no cualquier reducción del po-
reductor del infracciones de deber, o a considerar que la confianza de los demás
poder punitivo der punitivo es racional (ver§ 89. 7), y la pretensión de que todo el
que actúa conforme a su rol, realiza comportamientos que no son en cuanto al cumplimiento del deber es el único bien jurídico; la
objetivamente imputables, es irracionalmente reductora del po- función preventiva se limitaria a reafirmar los roles mediante la
der punitivo, pues es altamente reforzadora de su violencia y se- pena. Todo ello sin contar con que, al transferir la estructura
lectividad, porque se traducirá en una impunidad casi reservada omisiva a la tipicidad activa, provoca una generalización del cono-
a los funcionarios estatales que ejercen las peores violencias, en cido fenómeno de mayor amplitud semántica de la prohibición
particular cuando por limitarse a sus roles formales en circuns- cuando se invierte el enunciado en preceptivo (no es lo mismo no
tancias cambiantes, asumen roles ilícitos. No puede ignorarse que matarás que respetarás la vida de tu prójimo). por lo que se ve en
la violencia estatal masiva del siglo XIX se ejercia en forma la necesidad de ensayar un complicado y casuístico arsenal de
personalizada, pero la actual se lleva a cabo mediante cuidadosos limitaciones, entre ellos, la creación de una posición de garante
repartos de roles. llegándose al extremo en que ninguno ve a los para cada situación, lo cual no parece del todo coherente, pues
muertos, que se limitan a cifras, hasta medirse por su número los emplea una fórmula general válida para la omisión propia como
avances en una guerra. Las mayores violencias se ejercen hoy límite para la impropia tipicidad omisiva, pero en el ámbito de la
mediante reparto de roles en abstracto inocuos y en concreto tipicidad activa. De allí que, en un momento, se refiera a omisio-
homicidas y genocidas. Vender gas para fumigar es un rol banal, nes propias cometidas activamente.
392 TIPO DOLOSO ACTIVO: FUNCIÓN CONGLOGANTE DEL ASPECTO OBJETfVO
LA DOMfNABILIDAD COMO CRITERIO DE IMPUTACIÓN 393

§ 139. La dominabilidad como criterio


El domínus del hecho opera conforme a un programa o plan
de imputación
racional (plan concreto del hecho). Conforme a cada plan concreto
se establece quién o quiénes son los señores del hecho. No se
puede establecer en base a la fórmula esquemática legal (tipo)
No existe una No es posible negar la existencia de serios problemas de im- I
respuesta única que necesariamente es abstracta, porque en la vida no hay accio-
para todos tJutación que son problemas de tipicidad objetiva que no tienen nes abstractas de homicidio o de robo, sino que el tipo sirve para
los tipos solución univoca. Pero reconocer la existencia de los problemas de captar acciones concretas de matar o de apoderarse, que siempre
imputación ol:ijetiva no sign(fica plegarse a ninguna teoría de la se realizan de cierto modo particular y conforme a planes deter-
imputación ol:ijetiva. si por tal se entiende el ensayo de hallar un minados: se puede matar con veneno, con un automóvil, con un
criterio único que aspire a resolverlos todos y en todas las formas arma, etc., se puede robar <:On armas, con fuerza, mediante un
típicas (dolosas y culposas. activas y omisivas). En realidad, lo que mono, etc. Esos son los planes concretos y el dominio del hecho
se discute en la actualidad es si los criterios para detenninar que se establece en función de cada uno de ellos.
un hecho es objetivamente imputable a un agente como obra pro-
La posibilidad
pia. varían según las estructuras típicas fundamentales (dolosa y 3 El dominio del hecho presupone ciertas condiciones obje- objetiva de
culposa. activa y omisiva). o si hay un criterio único -como era tivas: no tiene sentido preguntarse quién dominó los desastres dominar el hecho
la vieja causalidad de Liszt- que proporcione una respuesta causados por una tormenta, cuando se trata de un fenómeno no
válida para todos los tipos penales. Como acabamos de ver, los dominable por nadie (salvo que se crea en las brujas). En la autoria
ensayos de respuesta única no parecen satisfactorios hasta el no tiene sentido indagar sobre la tipicidad subjetiva cuando no
momento. Por ello, a continuación nos ocupamos de proporcio- existió la posibilidad objetiva de dominio del hecho: en tal caso
nar una respuesta válida para los tipos objetivos activos dolosos. corresponde descartar sin más la tipicidad objetiva. La dominabí-
El autor lídad, como dato exigido por el tipo objetivo conglobante, es el
El autor, en el tipo doloso. es quien es serfor (dominus) del 2
y el cómplice presupuesto objetivo del dominio, y es el criterio conforme al cual
primario hecho, o sea, quien tiene el dominio del hecho. Tiene el dominio
se le imputa objetivamente el hecho a su autor.
del hecho quien dispone sus condiciones, su si. su cuándo, su
cuánto, su cómo, su dónde, etc. Es quien decide si el hecho se 4 La tipicidad objetiva exige la existencia de un sujeto con la Dominabilidad:
realiza. sigue, se detiene. Sin embargo, existen al menos dos su- posibilidad objetiva de dominar el hecho (dominabilidadJ. (a) La primera regla
puestos claros en los cuales, pese a que el sujeto tiene el dominio primera regla que surge de este principio es que los cursos causales
del hecho, no es considerado autor sino cómplice a quien en doc- que, en el actual estado de la ciencia y de la técnica, no pueden ser
trina se denomina partícipe primario (ver§ 245). Se trata de los dominados por nadie, no eliminan el dolo, sino que ni siquiera tie-
casos de delitos de propio medio y de delicta propria. En los pri- ne sentido preguntarse por el dolo, dado que en el tipo objetivo no
meros sólo puede ser autor quien realiza personalmente la acción aparece un curso causal capaz de ser dirigido en medida humana.
descripta por el verbo típico (el sujeto que en una violación sujeta Se trata de casos en que la causalidad es explicable ex post, como
a la victima para que le sea posible a otro accederla carnalmente. resultado de conocimientos disponibles, pero que una causalidad
realiza una cooperación necesaria que domina el hecho pese sea explicable no implica que sea dominable.
a lo cual no puede ser autor por no haber realizado la acción
típica). 5 El caso del pariente enviado al monte con la esperanza de que Casos en que
lo mate un rayo no se debe resolver por ausencia de dolo, sino por nadie puede
Del mismo modo. tampoco puede asumir 1a calidad de autor dominare!
ausencia de tipicidad objetiva, dado que no existe una causalidad curso causal
de un delito especial propio. el agente que no reúne los requisitos dominable como requisito básico del tipo objetivo y ningún obser-
exigidos por el tipo penal (no puede cometer prevaricato quien no vador tercero podria decir ex: ante que deduce un plan de matar.
es juez aun cuando realice un aporte indispensable para la con-
Por ende, falta el presupuesto indispensable para una auto-
creción de ese delito).
ría dolosa, puesto que nadie puede aspirar a dominar el hecho. Lo
394 f
TIPO DOLOSO ACT!VO: FUNCIÓN CONGLOBANTE DEL ASPECTO OBJETIVO 'l. LA DOM!NABILIDAD COMO CRITERIO DE IMPUTACIÓN 395
1
!
mismo debe decirse del sujeto que, sin experiencia en armas, dis- í miento especiales necesarias para poder asumir el dominio del
para con voluntad homicida contra otro desde una distancia e ia hecho.
que un tirador muy experto no podria acertar, no obstante lo cu:i
~a bala mata al sujeto (es el llamado caso Thyrén, sumamente Es tradición afirmar que estos conocimientos o entrenamien-
mvocado por la doctrina). Cuando un sujeto dispara a trescientos tos especiales forman parte de la tipicidad subjetiva y no de la
metros de distancia con un rifle con caño torcido , en t erreno es- objetiva. Esto se basa en la confusión entre las calidades
.
carpado, con fuerte viento y en movimiento y lo hace hacia un objetivables que habilitan la posibilidad de dominio (dominabili·
blanco también en movimiento, pone en curso una causalidad dad) de un curso causal, y el uso efectivo que de esas calidades
q~e nad_ie pue~e dominar. pues no existe técnica disponible para haya hecho el autor. La condición de ingeniero electrónico es tan
d1spara1 con cierto margen de certeza en esas condiciones. En objetivable como la de persona analfabeta, y para el primero pue-
estos
. casos, el resultado se produce por efecto del azar, qu e no es de afirmarse en el tipo objetivo la posibilidad de dominar un cur-
mas que imposibilidad de dominio de la causalidad O icrnorancia so causal (dominabilidad) que tuvo lugar mediante la operación
~onocimiento i~suficiente de ella. Análogamente, tam;oco pued: de una computadora, en tanto que para la segunda sería tan ab-
imputarse al director de un diario la muerte del periodista al surdo como preguntarse por el dolo en el caso del pariente en la
.· que
ern,1a ~ una zona de guerra con deseo de que muera. Tampoco tormenta, sin perjuicio de que sea posible que el ingeniero, en
puede imputarse al autor de las lesiones dolosas la muerte de la lugar de ejercer el dominio de que es capaz, haya accionado el
victima por el incendio del hospital o por la acción dolosa O impru- mecanismo con un movimiento brusco para evitar que se derra-
dente de un tercero. Sobre el caso de errores y omisiones médicas me café sobre la máquina, cuestión que habrá de ser analizada en
que terminan en la muerte del lesionado dolosamente, parece ra- la tipicidad subjetiva.
zonable afirmar que la imputación tiene lugar cuando los errores
7 La circunstancia de que alguien haya sido informado acerca Datos
u_ omisiones médicos son producto de la propia situación de nece- objetivos
de un posible curso causal -al pariente le hubiesen informado
sidad generada por la emergencia provocada por la misma acción
que había una bomba en el avión- es tan objetiva como que tenga
dolosa. Por ~l c_ontrario, cabe pensar que la imputación se excluye
los ojos azules, y nada dice sobre lo subjetivo, salvo su mera posi-
cu~do la v1ctrma se niega al tratamiento, cuando contrae otra
bilidad de dolo de autor. Para establecer si el hecho objetivamente
enfermedad, cuando es víctima de otro atentado doloso cuand
1 'd ' o típico es también subjetivamente imputable como doloso al autor,
e me ico .incurre en una omisión o en un error no bcrenerado en la
será necesario analizar en el tipo subjetivo si éste creyó seriamen-
emergenc1a o urgencia provocada por la acción lesiva. Igualmen.
te el aviso que se le daba, si lo registró en su memoria y si lo
te, no habría imputación si la victima del secuestro muere por
actualizó en el momento de actuar, que son las cuestiones real-
efect~ de un accidente de tránsito mientras era trasladada; no mente subjetivas.
habna homicidio si se embaraza a la mujer tuberculosa para que
~u~ra; ~~ abandono del hogar conyugal no podría imputarse como 8 (c) Una tercera rggJa afirma que tampoco hay posibilidad de Tercera regla:
mstigac10n al suicidio, etcétera. dominar el hecho cuando la acción resulta irracional a la luz de medios
notoriamente
Segunda regla:
un juicio de congruencia entre medios y fines, o sea, quenCJ hay inadecuados
entrenamientos (b) La segunda regla deducible del principio creneral de domi- 6 domínabilidad cuando los medios son notoriamente inadecuados
o conocimientos nabilidad. está referida a los cursos causales que s~n humanamen- para la obtención de los fines. No se trata de una causalidad que
especiales te dominables. Estos cursos causales deben distinguirse entre no sea dominable por nadie ni que sólo sea dominable por exper-
los que son dominables por cualquiera y que, por ende, no ofre- tos o entrenados, sino que se trata de una falta de dominabilidad
cen problema, y los que sólo son dominables por quien tiene conoci- provocada por la elección de medios que son groseramente
miento o entrenamiento especial: el curso causal es dominable inidóneos. Se ha visto que una acción humana es comprensible
cuando el agente reúne las condiciones de conocimiento O
entrena- porque los humanos suelen actuar racionalmente. Son sus creen-
cias las que pueden confundir acerca de lo que es posible o impo-
E.\.IGENCL>\ DE APORTE NO BANAL DEL PARTÍCIPE SECUNDARIO 39;-
396 TIPO DOLOSO ACTIVO: FUí':CIÓí': CONGLOBANTE DEL ASPECTO OBJETIVO

sible hacer. Lo que se llamafisica popular permite a los humanos nabilidad como criterio limitador imputativo en la tipicidad obje-
medios saber que no se puede caminar sobre el agua. Parte de la tiva. Careciendo de este criterio imputativo cuando no se trata de
física popular es innata, pero otra es necesario aprenderla. La autores o cómplices primarios, cualquier aporte causal, por banal
dorninabilidad siempre está condicionada por estas creencias, que que sea. limitado sólo en el tipo subjetivo por el dolo de cooperar
configuran una suerte de valoración paralela en la esfera del pro- o facilitar, sería imputado como complicidad. Para evitar esta con-
fano referida al mundo físico. No se puede imputar corno propio el secuencia Jakobs acude a la exclusión de los aportes realizados
resultado de muerte por aplicar alfileres a un muñeco, aunque el en función de roles banales o roles cotidianos inocuos. El criterio
sujeto al enterarse haya muerto por miedo. Se trata de las llama- que no resulta convincente en la autoría, donde el dominio del
das tentativas aparentes con resultado, que no sólo son las tenta- hecho determina un can1bio de rol, sin embargo parece satisfac-
tivas mágicas o supersticiosas, sino todos los casos de enores torio en la complicidad secundaria, a condición de devolver a los
gruesos sobre la causalidad: el sujeto cree que domina una
roles su característica dinámica, porque alli se clama por un limi-
causalidad cuando carece de todo presupuesto objetivo para ello.
te objetivo y no puede apelarse al dominio del hecho.
El que endosa un cheque ajeno a la orden y cruzado y lo deposita
en su cuenta, siendo acreditado por un eITor en cadena de todos 2 Admitida por razones funcionales reductoras la tesis del rol El rol banal
es dinámico
los controles bancarios, desde la ventanilla hasta el clearing, en en el campo de la tipicidad objetiva de esta clase de participación
ningún momento ha dominado el hecho, simplemente porque delictiva, resulta necesario precisar la distinción entre roles banales
nunca fue dominable, y el resultado sólo se produce por azar. y no banales. El rol no será banal siempre que implique peligros de
Otros casos más raros pueden plantearse cuando el sujeto alucina .los que se deriven deberes de abstención o de cuidado para la
dominar un plan diferente e imposible: el que proporciona azúcar evitación de lesiones del género de las producidas por la causalidad
al diabético, sin saber que es diabético, pero pensando que lo a la que se aporta. Por otra parte. el rol banal deja de ser tal cuan-
lesionará por efecto de un espíritu maligno.
do las circunstancias objetivas concretas y presentes alteran noto-
Cuarta regla: (d) La cuarta regla establece que cuando no hay dominabilidad 9 riamente la originaria banalidad del rol.
la posibilidad de no es posible únputar objetivamente en el delito doloso, pero dado
tipicidad culposa 3 El buen panadero no abandona su rol ni lo violenta cuando Diferentes
que este criterio únputativo está reducido al tipo doloso, nada ex- deberes
cluye la posibilidad de tipicidad culposa de la acción. No obstante,
vende pañ, aunque el cliente le explique que lo usará para enve- de cuidado
cabe precisar que en la tipicidad culposa también puede haber nenar a toda su familia. El feITetero se halla en la misma situa-
dorninabilidad del hecho, porque en muchos casos un tercero ción cuando vende cubiertos para comer, pese a que el cliente le
observador ex ante aseveraría la existencia de un plan criminal y diga que los usará para asaltar. Pero cuando el boticario vende
el aporte de una causa necesaria para su realización por parte del veneno, la situación es diferente, porque sabe el peligro que ello
agente, sólo que esto no se confirma en el tipo subjetivo, porque el importa y éste le impone cuidados tendientes a evitar que con el
agente no asumió efectivamente el dominio. Serian los casos de veneno se mate o lesione a las personas. El mismo caso seria el
culpa temeraria, únicos en los que puede discutirse si se trata de del vendedor de armas, que tiene a su cargo deberes de cuidado
ésta o del dolo llamado eventual. que no tiene el panadero. En otro orden, el proveedor de alambre
de púa no puede ser considerado cómplice en el genocidio de
Auschwitz, pero no puede decirse lo mismo del proveedor de ve-
neno ni del fabricante de las cámaras de gas. La banalidad del rol
§ 140. Exigencia de aporte no banal del partícipe secundario no se determina nunca en razón de deberes administrativos, pues
éstos pueden infringirse sin que el rol pierda banalidad, en los
Necesidad de casos en que el resultado no pertenece a la clase de riesgos pro-
Respecto del partícipe secundario es claro que, por definí- 1
señalar un crite- pios del rol (el panadero vende al cliente homicida pan en mal
rio diferente ción, carece del dominio del hecho (ver § 253) y, por ende, en el
estado); inversamente, sin mediar infracción administrativa el rol
para el partícipe aspecto objetivo de su tipicidad dolosa no puede operar la domi-
f
398 TIPO DOLOSO Acrrvo: FUNCIÓN CONGLOBANTE DEL ASPECTO OBJE:ffVO

puede no ser banal (el armero que vende el arma al homicida


habilitado para portarla o el proveedor de gas ;enenoso a CAPÍTULO 15
Auschwitz, habilitado para producirlo o distribuirlo, cumplidor
de todas las medidas de seguridad en el transporte). No puede Tipo doloso activo: aspecto subjetivo
compararse el suministro de gas a Auschwitz con el de vino a un
prostíbulo, como participación en la prostitución (lo consideró ti-
pico el viejo tribunal del Reich), pues no hay forma de vincular el
cuidado en la venta de vino con la libertad sexual de las personas.
El transporte público de un terrorista o el deudor que paga sa-
biendo que el acreedor comprará un arma para matar, son tam-
bién ejemplos de aportes banales por no tener relación el cuidado
debido en esos senricios o acciones con las lesiones. § 141. El dolo como núcleo reductor subjetivo de la tipicidad
Las alteraciones La exclusión de la imputación en la tipicidad objetiva 4
de rol
conglobante en función de la banalidad del rol en la complicidad
1 El tipo activo doloso tiene un aspecto objetivo y otro subjetivo. Concepto
secundaria es válida en la medida en que las circunstancias obje-
El tipo subjetivo tiene como núcleo central al dolo. Dolo es lavo-
tivas concretas y presentes no alteren la banalidad del rol. El fe-
luntad realizadora del tipo, guiada por el conocimiento de los ele-
rretero que vende un cuchillo de mesa o un martillo no hace nin-
mentos del tipo ol:zjetivo necesarios para su configuración. En el
gún aporte objetivo de complicidad en el homicidio que se cometa
dolo. este conocimiento es siempre efectivo (no es una posibilidad
con alguno de esos elementos, pero el fenetero pasa a desempe-
de conocimiento sino un conocimiento real) y recae sobre los ele-
ñar un rol no banal cuando vende cuchillos y martillos a los que
mentos del tipo objetivo sistemático (incluyendo los elementos nor-
participan de una enorme gresca delante de su comercio.
mativos de recorte), como también sobre los imputativos del tipo
conglobante (pues no exige el conocimiento de los componentes
que hacen a la ofensividad).

Elementos del tipo objetivo sistemático (inclu-


yendo los elementos normativos de recorte).
Conocimiento efectivo
(nunca potencial) Elementos imputativos del tipo conglobante
(salvo el conocimiento de los componentes que
hacen a la ofensividad).

2 No hay una definición del dolo en el CP. La base legal más Base legal para
su construcción
sintética para construir dogmáticamente el concepto es elfin de
dogmática
cometer un delito del art. 42. La doctrina nacional tradicional lo
construyó sobre la base del inc. l º del art. 34, pero en ese inciso
no sólo está el dolo sino que contiene la exigencia de todos los
momentos subjetivos del delito, de modo que no es posible distin-
guirlo. Atendiendo al fin de cometer un delito (art. 42) se sabe qué
elementos del inc. l º del art. 34 son necesarios para configurarlo
y, por ende, cuáles de ellos pertenecen al dolo.
400 TIPO ACTIVO DOLOSO: ASPECTO SUBJETIVO
ASPECTO VOLI'ITVO O CONATIVO DEL DOLO 401

El dolo El dolo es un concepto que cumple su función reductora al 3


como concepto
Por ende, no admite el llamado conocimiento potencial, que es un
reductor impedir la responsabilidad meramente objetiva o por el resultado, no conocimiento, que no puede orientar ninguna finalidad, porque
exigiendo ciertas finalidades como condición para su relevancia sólo es una posibilidad de conocimiento que no existió. El dolo no
típica, en tanto que la culpa opera como la otra alternativa, com- se organiza sobre la base del debía haber sabido, sino del sabía.
pletando la limitación con la exigencia de una particular forma de
realización de la finalidad. 4 El conocimienio (como contenido efectivo de la consciencia) La actualización
es actualizable, pero no siempre es actual: se lo actualiza cuando del
Mayor gravedad conocimiento
de los tipos Los tipos dolosos se penan más gravemente que los culposos. 4 se piensa en ello. Sé qué almorcé hoy: es un conocimiento efecti-
dolosos Esto se explica porque, por lo regular, resulta más objetable la vo, pero sólo lo actualizo cuando lo rescato de mi memoria y lo
acción de quien genera un conflicto intencional que la de quien tengo presente en el momento de actuar. El dolo siempre requiere
sólo lo genera como resultado de la forma defectuosa de realiza- alguna actualización del conocimiento (cierto pensar en ello o dar-
ción de una acción diferente.
se cuenta), porque si no se actualizan ciertos contenidos de la
consciencia en el momento de actuar, no puede configurarse la
finalidad de la acción: cuando cierro una pueria sin actualizar
que tengo un dedo en el marco, el dolor me hace actualizar un
§ 142. Aspecto cognoscitivo (intelectual) del dolo
conocimiento efectivo, pero que, por no haberlo actualizado antes
del acto no rigió mi finalidad hacía machucarme el dedo. Por ello,
El dolo como en cada caso el agente debe tener el grado de actualización de
saber y querer En su forma más simple, la doctrina dominante coincide con I conocimientos necesario para configurar la fmalidad típica.
la caracterización del dolo como saber y querer, es decir, que el
dolo tiene un aspecto de conocimiento (o intelectual) y otro de vo- 5 Algunos conocimientos no necesitan un pensar en ello en el Lo copensado
luntad (volitivo o conativo), toda vez que para querer realizar algo momento de la acción, pues son inseparables de otros conocimien-
siempre es necesario poseer ciertos conocimientos. Los actos de tos (durante el coito no se piensa en la edad de la otra persona) y,
conocimiento y de resolución son anteriores a los actos de acción, por ende, hay un copensar en ellos, o sea, una coconsciencía de los
pues éstos presuponen un conocimiento que permita tomar una mismos: no se requiere pensar en la condición de policía de la vícti-
resolución determinada. Dado que el dolo es lafmalidad tipificada, ma cuando el agente está viendo el uniforme mientras lo golpea.
ésta es lo que da sentido a la unidad del conocimiento. Sin cono-
cimiento no hay finalidad, aunque puede haber conocimiento sin
finalidad.
La vieja teoría de § 143. Aspecto volitivo o conativo del dolo
la representación Esta posición es mayoritaria en la doctrina y hasta hace po- 2
cos años era unánime. En los últimos lustros un sector del fun-
cionalismo sostiene que en el dolo eventual -que de inmediato
1 Según su aspecto volitivo (o conativo) el dolo se distingue tra- Dolo directo
veremos qué es- no hay voluntad, por lo cual pretende que el dolo de primer y de
dicionalmente en (a) dolo directo de primer grado; (b) dolo directo
en general es sólo conocimiento. Con esto resucita una viejísima segundo grado
de segundo grado y (c) dolo eventual.
polémica sobre la naturaleza del dolo, en cuyo curso, con razón se
había observado que no era admisible la reducción del dolo a co- En el dolo directo de primer grado la voluntad abarca la pro-
nocimiento, porque todas las personas conocen lo mismo que cual- ducción del resultado típico como fln en sí; de allí que también
quier homicida. sea gráfica su denominación como dolo inmediato (disparar seis
El conocimiento balazos contra una persona para matarla).
en el dolo El conocimiento en el dolo siempre es efectivo, es decir, que 3
es efectivo debe referirse a contenidos reales existentes en la consciencia En el dolo directo de segundo grado o mediato, el resultado
(como qué almorcé hoy, el nombre de mi abuela o de mi tía; etc.). típico es una consecuencia necesaria de los medios elegidos. que
402 Tiro ACT"JVO DOLOSO: ASPECfO SUBJETIVO
LAS CRÍTICAS AL DOLO EVEJ\.'TUAL 403

deben ser abarcados por la voluntad tanto como el fin mismo: el


La doctrina lo considera un caso de dolo directo, aunque difieren
ejemplo clásico es la bomba colocada en un avión para matar a un
las soluciones concretas, en razón de que la más correcta pasa
pasajero y cobrar su seguro, respecto de las muertes de los otros
por el dolo directo y la aberratío ictus (ver§ 152), sobre lo cual la
pasajeros y de la tripulación. De allí que también se lo haya lla-
mado dolo de consecuencias necesarias. doctrina no es unívoca.

Dolo eventual 5 En conclusión, habrá dolo eventual cuando, según el plan Síntesis del
Distinto es el caso en que. pese a querer los medios, el resul- 2 dolo eventual
concreto del agente, la realización de un tipo es reconocida como
tado sólo sea tomado en cuenta como posible: esta hipótesis es la
posible, sin que esa conclusión sea tomada como referencia para la
que da lugar al dolo indirecto, eventual o condicionado. Actúa con
renuncia al proyecto de acción. Se trata de una resolución en la
dolo eventual el conductor que por una apuesta pasa una esquina
que se acepta seriamente la posibilidad de producción del resulta-
con semáforo en rojo con los ojos cerrados: la prostituta que sa-
do. Esta posibilidad (la de colisionar con otro vehículo, la de con-
biéndose con sífilis en periodo de contagio mantiene relaciones
tao"iar la sífilis al cliente). considerada por el agente como parte
sexuales; etc. En general, es la voluntad que se expresa siempre
de~ plan, distingue el dolo eventual de la imprudencia consciente.
que el agente se dice si sucede. que se fastidie o que se lo aguante
o mala suerte. El dolo eventual es una de las cuestiones más de~ 6 El agente no obra con dolo eventual cuando confía en que La confianza
batidas en el saber penal, sobre todo en cuanto a su delimitación puede eVitar el resultado (el conductor imprudente que cree que en evitar
el resultado
de la culpa consciente o con representación, sin contar con que lo evitará, confiado en su experiencia y en la potencia de sus fre-
hay tipos dolosos que no admiten el dolo eventual. nos). Sin embargo, la mera apelación al azar no lo excluye: si el
Fin y resultado conductor que pasa el semáforo con los ojos cerrados se dice vaya,
Es necesario a su respecto distinguir (a) elfiny (b) los resulta- 3
concomitantes no va a pasar nada, no por eso deja de haber dolo eventual. Por
dos concomitantes que quedan abarcados en la voluntad realizado-
ende, la confianza en la evitación debe basarse en datos objetivos.
ra como posibles. Cuando se persigue el fin, aunque no se tenga la
cerieza de alcanzarlo, el dolo continúa siendo directo; en ocasión, 7 El mero deseo de que la afectación no ocurra no excluye el No importa si el
los resultados concomitantes son los que deVienen de los medios agente no desea
dolo eventual, dado que en éste el sujeto no acepta el resultado el resultado
elegidos y pueden dar lugar a casos· de dolo directo (consecuencia sino la posibilidad de producción del resultado. Este concepto se
necesaria del medio, cuando su probabilidad de producción es aclara por lo general apelando al caso de los llamados mendigos
muy alta). dolo eventual (consecuencia posible del medio incluida rusos: los mendigos mutilaban niños para excitar la compasión,
en la voluntad realizadora) o culpa con representación (consecuencia pero algunos niños morian como consecuencia de las mutilaciones;
posible del medio no incluida en la voluntad realizadora). por supuesto que de haberlo sabido, no hubiesen mutilado a los
Dolo directo de niños que morian, pues muerios no les servían, o sea, que ellos
Los límites entre el dolo directo de segundo grado o dolo de 4
segundo grado no aceptaban el resultado, pero mutilaban pese a saber que un
y eventual consecuencias necesarias y el dolo eventual o indirecto, son teóri-
porcentaje de niños morían, con lo cual aceptaban la posibilidad
camente claros: en el primero el resultado se representa como
de producción del resultado.
necesario, en tanto que en el segundo sólo como posible. No obs-
tante, en los casos concretos pueden generarse dudas, dado que
igualmente existe dolo directo cuando la probabilidad de que no
se produzca el resultado se reduce a una mera esperanza, lo que
siempre pone de manifiesto la doctrina apelando al llamado caso
§ 144. Las críticas al dolo eventual
7homas: en 1875 Thomas preparó un aparato de relojería en un
tonel para cargarlo en un buque y hacerlo estallar en ocho días
1 Cabe advertir que la teoria del dolo eventual mereció fuertes El dolo eventual
provocando el naufragio y cobrar un seguro. Al manipular el tonel como elemento
criticas en los últimos lustros. Se recuerda que fue un concepto del ánimo
en el puerto, se deslizó y estalló causando más de cien muertos.
usado en Alemania para perseguir a los socialdemócratas (Bustos
EL DOLO (TIPO SUBJETIVO) i\O ABARCA L\ cmIPRENSIÓN DE L.\ AJ'\'TJJURJDICDAD (CULPABILIDAD) 40:-5
404 TIPO ACI'NO DOLOSO: ASPECTO SUBJE:I'!VO

necesidad de enviar el mensaje), es decir, con un dolo sin datos


Rarnírez). Todas las críticas observan que aceptar o rechazar la
p.::icolC,gicos (dolo que no es dolo).
posibilidad de producción del resultado se acerca mucho a una
disposición interna o elemento de ánimo que, de ser tal, no puede 3 Claro que de este modo se puede condenar corno autor doloso El no dolo
como dolo
convertir a la culpa en dolo. al que no quiso la realización del tipo1 pero esta doctrina justific'1
esos accidentes, afirmando que si los ciudadanos quieren protec-
Sólo la culpa Ninguna de las muchas teorías que tratan de distinguir entre 2 ción estatal, deben contar con que ésta es irrealizable sin una cier-
consciente teme- el dolo eventual y la culpa con representación pueden responder
raria presenta ta renuncia a la pretensión de no ser nunca condenados incluso
problemas de po- del todo a esta objeción. No obstante, al menos puede seüalarse cuando no se hubiera cometido efectivamente un delito, al punto
sible confusión que no todo el ámbito de la culpa permite generar la duda acerca de que se ha llegado a calificar este error judicial corno riesgo per-
de un posible dolo eventual. En principio -por definición- no lo mitido. Este argumento es demasiado cercano a la triste afirma-
permite la llamada culpa inconsciente, puesto que no hay repre- ción genocida de que en toda guerra mueren inocentes, actualizada
sentación de la posibilidad del resultado, pero tampoco puede en esta época bajo la denominación de "daüos colaterales".
confundirse todo el campo de la culpa consciente con representa-
ción de la posibilidad de producción del resultado (ver § 155).
Para que haya dolo debe haber tipicidad objetiva conglobante, es
decir, dorninabilidad, o sea que si un tercero observador no dijera § 146. El dolo (tipo subjetivo) no abarca la comprensión
en el caso que e.'-iste un plan dirigido a producir el resultado típico, de la aíltijuridicidad (culpabilidad)
no es admisible plantear la duda en el tipo subjetivo. Los supues-
tos en que, pese a haber dorninabilidad no hay dolo, son los que
1 La posibilidad de comprensión del carácter ilicito de la con- Son conocimien-
llamarnos culpa consciente temeraria (ver§ 161) y éstos serían los tos diferentes
únicos casos en que puede lindar la culpa con el dolo eventual. ducta, otrora llamada comprensión o consciencia de la antijuridici-
j dad, no es necesariamente un conocimiento. En su momento nos
ocuparemos de ello con más detalle (ver§ 217), no obstante, bue-
no es destacar que es algo que corresponde a la culpabilidad.
§ 145. El dolo no puede presumirse {a) En primer término, son dos conocimientos netamente di-
ferentes el de saber qué hago y el de saber que lo que hago es
contrario al derecho: una cosa es saber que propino un golpe Y
El in dubio prn reo El dolo nunca puede presumirse, pues sólo su presencia efec- I otra que lo hago en legítima defensa. (b) En segundo lugar, el
como obstáculo
tiva permite habilitar poder punitivo. Sin embargo, se ha observa- conocimiento de que lo que hago es contrario al derecho no se
al autoritarismo
do que siempre que el poder cree necesario enviar mensqjes (es actualiza en la conducta, es decir, que no pienso en el código
decir, tranquilizar a la población), el in dubio pro reo se erige en penal mientras me apodero de algo ajeno, lo sé corno sé lo que
un obstáculo liberal. Como nadie se anima a derogarlo expresa- comí ayer por la noche o el Padrenuestro, pero nada más. {c) Pero,
mente, se opta por un recurso dogmático: se presume el dolo. además y fundamentalmente, su naturaleza es completamente di-
ferente de los conocimientos ejectivos que corresponden al dolo:
Dolo normativo Se argumenta que los datos psicológicos del dolo presentan 2 puede ser que el agente no haya comprendido la antijuridicidad Y
o ficción de dolo dificultades de prueba y, para superarlas, se rompe el termóme- que igualmente haya culpabilidad, porque para ésta basta la posi-
tro y se reemplaza al dolo por una ficción de dolo, afirmando que bilidad e;>..igible de comprensión y en modo alguno se demanda
habrá dolo cuando así lo indique su inequivoco sentido social (es esta comprensión efectiva {ver§ 214 y ss.).
decir, cuando así lo entienda el juez). Vuelve la vieja presunción Las teorias
2 Respecto de la llamada consciencia de la antijwidicidad hu-
de dolo, borrada hace mucho de todos los códigos, ahora disfraza- del dolo y de
bieron dos posiciones que se debatieron largamente: unos creían la culpabilidad
da de concepto normativo de dolo (inventado por el poder según su
iff

ERROR DE TIPO Y DE PROHIBICIÓN 407


406 TIPO ACff\/0 DOLOSO: ASPECfO SUBJETf\/0

que formaba parte del dolo y otros de la culpabilidad -llamadas lesionarlo o de matarlo. Por ende, la explicación de este tipo -en
teorías del dolo y de la culpabilidad respectivamente- (ver§ 217). armonía con el antecedente histórico del art. 42 en este aspecto-
Durante el viejo debate entre causalismo y finalismo de los años se obtiene considerando que se trata de casos de dolo de ímpetu
cincuenta y sesenta del siglo pasado, ésta era una de las discu- excluidos de la tentativa.
siones más intensas. Casi toda la doctrina contemporánea se in- No hay dolo
3 El momento del dolo debe coincidir con el de la realización de antecedente
clina por la teoría de la culpabilidad. La teoría del dolo, también
la acción: no hay dolo anterior al comienzo de ejecución (llamado ni subsecuente
llamada del dolo malo, al exigir el conocimiento efectivo de la
dolo antecedente) ni dolo posterior a la realización del tipo objeti-
antijuridicidad excluía el dolo en muchos casos en que no parecía
vo (llamado dolo subsecuente). Ambos son disposiciones interio-
razonable. Esto llevó a Mezger a sostener que había equivalentes
del dolo en esos casos, los llamó ceguera al derecho y enemistad al res irrelevantes.
derecho; desafortunadamente definidos como aquellos casos en
que el contenido ilícito era indicado por el sano sentimiento del
pueblo alemán (fómmla nazi de la analogía legis) y a ejemplificar
con la sodomía y con las relaciones sexuales de judíos con arios. § 148. Error de tipo y de prohibición

Error de hecho
1 Durante muchos años se distinguió entre el errnr de hecho yde derecho
(factü y error de derecho LJuris), afirmando que el primero eximia
§ 147. Dolo de ímpetu y momento del dolo
de culpabilidad y el segundo era irrelevante, lo que se enunciaba
con el llamado principio error juris nocet. Desde la edad media
este principio significaba que no se relevaban los errores de dere-
El dolo Una clase de dolo de la que hoy no se ocupa la doctrina es el I
de ímpetu cho natural, o sea, en los casos en que el hombre debiese entender
llamado dolo de ímpetu, que es el que se manifiesta en una con-
naturalmente que mal era (Las Partidas, ley 20, tit. I. part. 1ª),
ducta agresiva armada contra la integridad fzsica de una persona
pero con el estado bonapartista se radicalizó en la jurisprudencia,
y que, a causa de la continuidad y parcial superposición de la reso-
negando relevancia a cualquier error de derecho, aunque la criti-
lución y la acción, abarca una voluntad realizadora de cualquier
resultado o de varios resultados conjuntamente. El fin está claro: có siempre casi toda la doctrina.
Error de
se quiere dañar el cuerpo, pero sin determinar la medida que se 2 Para obviar las notorias injusticias del error juris nocet, se derecho penal
quiere alcanzar'. No es dolo alternativo (no se quiere matar o al procuró la asimilación del error de derecho extrapenal con el error y extrapenal
menos lesionar); no es dolo eventual (no se quiere lesionar acep- de hecho, negando relevancia sólo al error de derecho penal. Con
tando la posibilidad de un resultado letal). Es un dolo de ímpetu posterioridad esta clasificación del error fue reemplazada por la
en que se quiere dañar en la medida en que sea y que no debe ye error de tipo y de prohibición, según recaiga sobre los elemen-
confundirse con la cuestiones de culpabilidad que plantea la emo- tos del tipo objetivo (el conocimiento de lo que se hace) o sobre la
ción violenta (ver§ 213). prohibición y antijuridicidad de la acción (el conocimiento de la
ilicitud de lo que se hace). si bien restaron algunas discusiones,
El fin determi- La palabra determinado del art. 42 se introdujo para ex- 2
nado del art. 42 entre las que se destaca por su notoriedad la que versa acerca de
cluir el dolo de ímpetu en el curso de la elaboración del códicro
b
la ubicación del error sobre las circunstancias objetivas de una
italiano de Zanardelli, que fue el antecedente de la fórmula ar-
gentina. Además, si no se considerase que el dolo de ímpetu está causa de justificación (ver § 224).
Criticas doctrina-
excluido de la fórmula de la tentativa, seria inexplicable el art. 3 La vieja distinción entre error Jacti y error juris, nunca fue rias a la vieja
104 CP: si alguien dispara contra otro o lo agrede con cualquier clara, porque el error Juris es siempre un error sobre el hecho de clasificación
arma, no puede concebirse que lo haga con un fin distinto del de la vigencia o sanción de una ley. La pretendida distinción entre el
408 TIPO ACTIVO DOLOSO: ASPECI'O SUBJE:I'IVO
EL ERROR DE TIPO COl\10 CAR.\ NEG,\TIVA DEL DOLO 409

error de derecho penal y extrapenal fue severamente criticada § 149. El error de tipo como cara negativa del dolo
por Binding, en razón de que, dado el carácter sancionador del
primero, el principal error de derecho criminal siempre tiene un
objeto extrapenal. Debido al carácter fragmentario del derecho 1 Corno (a) el error de tipo recae sobre elementos del tipo objeti- Error de tipo
penal, la subclasiflcación del error juris resulta imposible tanto vo, en todos los casos elimina el dolo, restando sólo la posibilidad y de prohibición

lógica como prácticamente. La pretensión de restar relevancia a de considerar una eventual tipicidad culposa si se trata de un ~~or
la nueva clasificación pretendiendo su identificación con la anti- vencible -y siempre que se encuentre prevista la estructura tip:c~
gua no tiene asidero, pues tanto el error de tipo como el de pro- para el delito de que se trate...J en tanto que, (b) el e':,or _d~ prohibi-
hibición pueden ser facti o juris. Por otra parte, aún atenuada ción recae sobre la naturaleza antinormativa y antiJund1ca de la
por la subclasificación, la ordenación en error de hecho y de acción, por lo que se lo puede subclasificar en error de pr~~~bición
en sentido estricto (de antinormatividad) y error de pem11s10n (so-
derecho, reconoce su correspondencia lógica e histórica con el
bre la justificación). En cualquier caso el erro~: de proh~bición in-
error juris nocet, hoy rechazado por toda la doctrina corno
vencible elimina la culpabilidad del injusto, por lo que, siendo ven-
violatorio del principio de culpabilidad.
cible sólo puede tener el efecto de atenuar el grado de culpabilidad
La ley argentina:
En la ley nacional se pretendió defender el error juris nocet 4 del mismo injusto doloso, pero que en ningún caso afecta al dolo,
el código civil que queda afiimado siempre en el nivel del tipo subjetivo. Por con-
con varios argumentos legales, aunque básicamente se apeló al
sio-uiente, el error que aquí interesa es el de tipo, pues el error de
art. 20 del código civil y a la expresión error o ignorancia de hecho
p;hibición es materia propia de la teoria de la culpabilidad.
del inc. 1 º del art. 34 del CP. (a) El art. 20 del CC no se refiere a la
ley penal. El título primero del CC rige para toda la legislación,
Conducta.
pero siempre que sea compatible con la rama de que se trate; es
claro que el art. 16 que prescribe la analogía no puede aplicarse a { objet;n
la ley penal. No hay, por ende, razón para entender al art. 20 Tipicidad
subjetiva / Dolo. Error de No sabe lo
corno referido a la misma, especialmente cuando en la nota Vélez Culpa tipo que hace.
Sarsfield cita las disposiciones de las Partidas, pero no las refe-
rentes a la ley penal. Antijuridicidad 1

La expresión Colpob;I;d/ comprensión . Errorde Sabe lo que ha-


de hecho en el
(b) En cuanto a la expresión de hecho del inc. 1 º del art. 34 5 de la prohibición ce pero cree que
inc. lº del CP, corresponde distinguir entre en-or e ignorancia: el primero es antijuridicidad. (en sentido es- no está prohi-
art. 34CP tricto y error bido o que está
un conocimiento falso, la segunda es una ausencia de conoci- de permisión) permitido
miento. La expresión de hecho puede entenderse referida al error
y a la ignorancia (considerando que "o" es inclusivo, o sea "y/o") o
2 El error de tipo no es más que la falta de representación re- Error de tipo
bien sólo a la ignorancia (considerando que "o" es exclusivo: uno querida por el dolo, que para nada ha menester del c_on~cimiento vencible
u otra). La interpretación más restrictiva de punibilidad es la últi- e invencible
de la antinormatividad ni de la antijuridicidad, que solo mteresan
ma, que se impone por ello y tanúién por su compatibilidad con a los efectos del error de prohibición como exclusión de la culpa-
la Constitución y con el derecho internacional. En tal caso, de bilidad. El error de tipo será vencible cuando el sujeto, aplicando
hecho es una e:\presión meramente aclaratoria, porque la ignoran- el cuidado debido, pueda salir del error en que se hallaba y, por
cia del derecho es siempre un error de derecho. dado que éste ende, no realizar el tipo objetiv~. _En tal sup~e~~o, si exire tip~
opera con un sistema binario (prohibido o no prohibido) y, por culposo y se dan los demás reqms1tos de esa tip1c1dad. la conduc
ende, ignorar que algo está prohibido importa automáticamente ta será típica por imprudencia. pero nunca por dolo. Cu~ndo el
creer falsamente que no está prohibido. agente. aplicando el cuidado debido. tampoco hubies~ po_d~do sa-
lir del enor en que se hallaba. la acción no sólo sera atip1ca del
n;s

Los ELEMEl'ffOS DEL TIPO OBJETIVO SOBRE LOS QUE PUEDE RECAER EL ERROR 411
410 TIPO ACrIVO DOLOSO: ,\SPECfú SUBJETIVO

tipo doloso sino también de su eventual tipicidad culposa. En sín- no puede reconocer los elementos del tipo objetivo que son nece-
tesis: (a) el eTTor de tipo excluye siempre la tipicidad dolosa (sea sarios para configurar el dolo, nos hallarnos ante un error de tipo
vencible o invencible); (b) siendo vencible puede haber tipicidad psiquica.rnente condicionado: el autista que no reconoce que tiene
culposa (si existe tipo legal y si se dan los demás requisitos de esta
a una persona delante, el alucinado que percibe un árbol donde
estructura típica); y (c) cuando sea invencible elimina también toda hay una persona.
eventual tipicidad culposa. Distinción con
6 Estas situaciones no deben confundirse con las alteraciones casos de
de la sensopercepción que dan lugar a ilusionar o alucinar cir- inimputabilidad
cunstancias objetivas de justificación, o con las del juicio critico
Puede dar lugar a que llevan a interpretar errónea.mente hechos reales, como suele
Elimina siempre el { Vencible { tipicidad culposa.
Error dolo y, por ende, suceder en delirios paranoides y persecutorios en general. Estos
son eTTores de prohibición indirectos patológicamente condiciona-
de tipo la tipicidad dolosa
{ de la conducta. Invencible { Elimina también la
posibilidad de la tipicidad
culposa.
dos y, por ende, dan lugar a la inimputabilidad (inculpabilidad).
Una cosa es que un sujeto perciba un mar donde hay una vidriera
y se arroje a través de ella (sin duda no puede tener fin de cometer
La construcción Conforme a la interpretación restrictiva de la fórmula del error 3 un daño) y otra que rompa la vidriera porque oye voces y cree que
en la ley del inc. 1º del art. 34 CP, éste no distingue entre diferentes clases de
argentina el dueño del comercio lo insulta.
error. La diferencia del error de tipo y de prohibición en la ley penal
nacional halla fundamento en la combinación de ese dispositivo con el
art. 42, o sea, con la base constructiva legal del dolo: (a) cuando el
eTTor recae sobre elementos cuyo conocimiento es indispensable pora § 150. Los~ementos del tipo objetivo sobre los
elabomr el plan (fmalidad típica) habrá eTTor de tipo; (b) cuando se trata que puede recaer el error
de componentes cognoscitivos que hm::en a cierto aspecto de la anti-
nonnatividad (ojensívidad) o a la antjjuridicidad de la acción, el eTTor
El tipo de error
será de prohibición El error de tipo es el error del inc. 1º del a.rt. 34 CP 1 El eTTor de tipo puede recaer sobre cualquiera de los elementos
cuando tiene por efecto que el sujeto no sepa que realiza la concreta del tipo objetivo abarcados por el conocimiento del dolo, por lo cual
acción típica (que mata, que hurta, etc.), en tanto que el enor de es menester recordar que el aspecto cognoscitivo de éste no abar-
prohibición es también un error del mismo inciso, pero cuyos efectos ca la totalidad del tipo objetivo, pues excluye: de su ámbito los
son que el sujeto --conociendo que realiza la acción descripta por el aspectos de la tipicidad conglobante que hac'?n al establecimiento
tipo-, no sepa que está prohibida o crea que está permitida. de la ojensividad. El conjunto de los elementos del tipo objetivo
que deben ser abarcados por el conocimiento del dolo (son todos
Todo error impide Dado que el error del inc. 1 º del art. 34, para eximir debe haber 4 con exclusión de los que hacen a la ofensividad) constituyen un
la comprensión impedido comprender la criminalidad del acto, podría objetarse que
de la criminalidad tipo de eTTor.
se trata de un error que afecta a la culpabilidad únicamente. No • Los elementos del tipo objelirn (interpretables, nor-
seria exacto, porque la fórmula está empleada de modo sintético; mativos. remisiones valorativas)
todos los errores relevantes impiden la comprensión de la crirrrinali- • Pre,isión de la causalidad: la averratiu ictus. el error
dad: quien no sabe que está hurtando, tendrá aun menores posi- en el objeto y el dolus generalis.
El error de tipo puede • La calidad requerida en el clelícta propia.
bilidades de comprender que su acción es criminal respecto de quien
• La calidad requerida en el sujeto pasivo.
sabe que está hurta.r1do y cree que en el caso le está pem1itido. recaer sobre
• La dominabilidad (el falso conocimiento o la ignoran-
cia sobre la dominabilidad)
El error de tipo El error de tipo puede estar determinado por incapacidad 5
psíquicamente • La banalidad del aporte en la participación secunda-
psíquica pem1anente o transitoria. Cuando por razones patológi- ria (no actúa con dolo de partcipación el que ignora la
condicionado
cas o por cualquier otra al~eración grave de la consciencia el agente no banalidad de su aporte].

'
412 TIPO ACHVO DOLOSO: ASPECI'O SUBJETIVO
EL ERROR SOBRE LOS ELEl\lEi'ffOS CONCEPTUALES JURiDICOS DEL TIPO Of3.JE.:nvo 4L3

Error de
dominabilidad Como el dolo presupone el conocimiento de la dominabilidad 2 El error sobre estos elementos conceptuales jurídicos del tipo
el falso conocimiento o la ignorancia de la dominabilidad se tra~ es un error de tipo, porque excluye el dolo, al igual que el error
~uce en. en-ores de dominabilidad que eliminan el dolo, sea por sobre los elementos llamados descriptivos. No hay ninguna razón
ignorancia de la dominabilidad o bien por falsa suposición de ésta. para tratar en forma diferenciada este error de tipo.
Error sobre
la banalidad También constituye un en-or de tipo el que tiene lugar sobre la 3 3 No obstante, debe advertirse que en el último tiempo se hace Esfuerzo por
del aporte banalidad del aporte en la participación secundaria: quien cree cierto esfuerzo doctrinario para reducir el ámbito del error de tipo, desviarlos a
al hecho la culpabilidad
estar haciendo un aporte banal al hecho cuando en realidad hace trasladando en diferente medida el conocimiento de estos elemen-
un aporte no banal, no actúa con dolo de participación. En el caso tos a la culpabilidad. Es bastante claro que este esfuerzo se co-
inverso, quien imagina hacer un aporte no banal y sólo realiza un rresponde con la llamada administrati.vización o banalización del
apo~e banal, actúa atípicamente, pues la no banalidad de su aporte derecho penal: la propia riqueza de elementos normativos de es-
es solo un componente imaginario de su acción que, conforme a tos tipos penales generosamente multiplicados, obsta a la exten-
su naturaleza, no puede alterar la tipicidad objetiva. sión del poder punitivo que pretende el tinte autoritario a que
responden, en la medida en que su conocimiento efectivo sea re-
querido en el tipo subjetivo (dolo). Como nadie sabe cómo hacer
una declaración impositiva, es lógico que si se equivoca no haya
~ 1_5~. El erro~ sobre los elementos conceptuales dolo. Por ende, se procura sortear doctrinaria.mente esta dificul-
Jund1cos del tipo objetivo tad. atribuyendo su conocimiento potencial (no conocimiento) a la
culpabilidad.
Elementos 4 No puede pasarse por alto, en la política penal respecto del La política penal
conceptuales Observamos que con el nombre de elementos normativos se 1 del error como
han designado diferentes clases de elementos del tipo objetivo error, la marcada tendencia a privilegiar al estado. Si por ligereza
juridicos privilegio autori-
del tipo me equivoco al hacer mi declaración impositiva, me consideran tario del estado
(ver§ 116). Si nos limitamos a aquellos cuyo concepto se precisa
autor doloso, pero si también por ligereza el funcionario me cobra
mediante conocimientos jurídicos (elementos conceptuales jurídi-
cos del tipo objetivo), vimos que no tienen una naturaleza diferen-
más de lo debido, su conducta queda atípica, y si cuando termino
te de los que se precisan con los conocimientos de otras ciencias de depositar lo indebido un policía me confunde con un asaltante
Y que se suelen llamar descriptivos. El concepto de funcionario al banco y me mata, lo consideran autor culposo. Veamos: (a) Por
público, en definitiva, es tan descriptivo como el de elementos des- un lado, considerar al error de tipo sobre elementos conceptual-
tinados afals!ficar, aunque para averiguar el primero deba acudirse
mente jurídicos como un error de prohibición, hace que en caso
al art. 77 del código penal y el segundo a conocimientos tipográfi- de vencibilidad el administrado sea penado como autor doloso
cos. (cuando me equivoco en la declaración impositiva por error venci-
ble). (b) Por otro lado, el paralelo y antiguo esfuerzo por resolver
/
Conocimiento
efectivo y En ambos casos se exige un conocimiento efectivo, sólo que 2 como error de tipo el que recae sobre los supuestos fácticos de
valoración basta con el conocimiento jurídico del común de las personas. lo una causa de justificación (entre las que se incluye el deber jurí-
paralela que, con variantes menores, se ha dado en denominar valoración dico) permitiría que siempre se ampare, en la ausencia de dolo. el
paralela en la esfera del autor, del lego o del profano. En otros funcionario que obra por error vencible: el inspector impositivo
elementos también con frecuencia se requieren conocimientos que. por error \"encible. cometiese una exacción ilegal cobrando
~01:1':ativos para su delimitación aunque no se trate de conceptos impuestos que no corresponden. incurriría en una conducta
JUnd1cos, sobre los que también debe exigirse una apreciación culposa atípica y no en el art 266 CP. pues sólo contempla la
pa~·alela similar a la demandada para los elementos jurídicos: forn1a dolosa: el policía sería condenado por homicidio culposo,
cuando comienza o tennina la vida, por ejemplo. etc .. En síntesis. ambos esfuerzos doctrinarios coinciden en am-
pliar el poder punitivo en perjuicio del administrado en caso de
414 TIPO ACITVO DOLOSO: ASPECTO SUBJEfNO PROBLE1'L.\S DE DISPARIDAD ENTRE EL PU\N Y EL RESULTADO 415

vencibilidad y reducirlo en beneficio de los agentes del administra- desbocó, cuando echó por tierra al jinete o cuando no lo obedeció
dor en el mismo supuesto. Esta combinación de esfuerzos y se fue a pastar a la cuadra llevando al jinete, por mucho que
doctrinarios permite configurar un poder punitivo estricto para el éste haya querido manejarlo.
contribuyente y benigno para el homicidio estatal. La indiferencia
3 Si bien no existe capacidad humana de previsión de un curso
depende del plan
Debe reafirmarse En la posición correcta y limitativa del poder punitivo, se 5 causal en todos sus detalles, el plan concreto abarca más o me- concreto
que son hallan los autores que, salvo los casos de claras y redundantes nos precisiones, según los casos y las circunstancias que depen-
conocimientos
referencias a la antijuridicidad, consideran que los errores sobre den de la voluntad particular del autor. Quien desea dar muerte a
pertenecientes
al dolo todas las referencias nom1ativas del tipo son errores de tipo. En un miembro de la banda enemiga que tiene frente a sí, siéndole
esta categoría se incluyen los elementos nomiativos de recorte indiferente la persona. de cualquier manera debe apuntar a al-
(ver § 128.5). abarcando los que permiten completar los tipos in- guien; el que quiere robar en un domicilio penetra en éste en
completos o abiertos. busca de cosas de valor, siéndole indiferente su naturaleza; por el
contrario. para quien planea matar a su cónyuge no le es indife-
El conocimiento de los elementos normativos del tipo y el error rente matar a su cuñado; para el coleccionista que quiere apode-
a su respecto, se oscurecieron en cierta forma con la apelación a rarse de un cuadro determinado, no le es indiferente haberse
la categoría del llamado error de subsunción, expresión equivoca y apoderado de una reproducción.
de dificil manejo, que es preferible no utilizar.
Desde esta perspectiva, la esencialidad o inesencialidad de la La vieja tesis
4 moralizante del
discordia de lo sucedido respecto de lo planeado, siempre debe dolo general
establecerse conforme al. plan concreto del hecho, o sea, según el
§ 152. Problemas de disparidad entre el plan y el resultado grado de concreción del dolo en el plan. Una vieja posición -que se
remonta a Farinaccio y hoy rechaza la doctrina dominante- niega
radicalmente la necesidad de buscar este limite, porque imputa
Discordancias Siempre ha planteado problemas a la doctrina un conjunto 1 cualquier mutación siempre que se la haya querido causar o cau-
esenciales no homogéneo de supuestos en los que la causalidad real se des- sar una equivalente. aunque no guarde relación alguna con lo
e inesenciales planeado: se trata de la tesis etizante del dolo general (dolus
vía de lo planeado por el agente al ponerla en movimiento. Puede
existir dominabilidad (tipicidad objetiva) y el agente asumir el domi- generalis). que no releva la concreción (el dolo particular y concre-
nio obrando dolosamente, pero la pregunta es hasta qué punto to): quería matar a un ser humano y mató a un ser humano, que-
puede imputarse subjetivamente (al dolo) una mutación en el mun- ria hurtar un cuadro y hurtó un cuadro, etcétera.
do no exactamente coincidente con el plan del autor. Con mayor La mayor discusión se produjo siempre alrededor de la lla- Ele~nel
5 golpe o
precisión, se puede decir que en estos supuestos se plantea la mada aberratio ictus o erTor en el golpe: el que dirige el ataque aberratio íctus
cuestión de la esencialidad o inesencialidad de la discordancia en- contra un objeto y alcanza a otro equivalente (dispara contra Juan
tre lo planeado por el agente y lo realmente sucedido en el mundo. y mata a Pedro). La doctrina se divide desde muy antiguo y fue en
En el tipo objeti- En la tipicidad dolosa objetiva, la dominabilidad es como un 2 este campo donde se hizo valer de preferencia la máxima de
vo se afirma la caballo. Cuando se trata de un curso causal ,que nadie puede Farinaccio, traducida al caso como quiso matar a un hombre y
existencia del mató a un hombre. La mayor parte de la doctrina rechaza hoy la
caballo, en el dominar, no hay caballo; cuando se trata de un curso causal que
subjetivo la del sólo puede dominar alguien con conocimientos especiales. es un tesis medieval del dolo general y considera que existe una tentati-
jinete
caballo bravo que sólo un jinete experto puede manejar. Algo dife- va de homicidio en concurso ideal con un homicidio culposo.
rente es lo que se averigua en la tipicidad dolosa subjetiva, donde 6 Confom1e a la tesis de la concreción del dolo, la solución para La concreción
del dolo
se pregunta si se montó o no al caballo, o sea, si el autor doloso la llamada aberratio ictus dependerá de que lo realmente sucedido
dominó o no la causalidad. lo que no sucede cuando el caballo se sea o no indiferente para el plan concreto: el que quiere matar a
416 TIPO ACTIVO DOLOSO: ASPECIO SUBJETIVO ERRORES SOBRE AGRW!u'..TES Y ATENUANTES 417

alguien de un grupo, concreta el dolo en su plan hasta ese límite incurrirá en una tentativa de homicidio y eventualmente en un
y, si efectivamente logra matar a alguien del grupo, habrá obteni- homicidio culposo en concurso reaL
do el resultado propuesto. Por el contrario, el que desea matar a
(c) La cuestión de esencialidad o inesencialidad de la dispari-
una persona determinada y no lo logra, no puede ser imputado
dad entre lo planeado y lo sucedido, se plantearán sólo en la últi-
más que por tentativa en concurso con el homicidio culposo real-
ma categoria, o sea, cuando hay una única resolución (matar y
mente cometido, siempre que ese resultado no lo haya incorpora-
arrojar al mar) y la mutación se produce al menos en la etapa de
do a su voluntad realizadora conforme a las reglas que rigen el
tentativa. A este respecto valen las mismas reglas de concreción
dolo eventual. En caso que el resultado sea inesencial para el plan
del dolo señaladas para la aberratio ictus : por lo general será
concreto, corno quien se defiende legítimamente de un grupo de
indiferente el adelantamiento o el atraso, o sea, que se tratará de
personas todas agresoras, disparando sobre una y matando a otra
del grupo, no existe contradicción en admitir la naturaleza dolosa una discordancia inesencial.
del homicidio cometido; pero si el muerio fuere ajeno a la agre- g El llamado error en la persona o en el objeto de la acción, da El error en
el objeto
sión, el resultado no habrá sido indiferente para el plan defensivo lugar a supuestos de ausencia de tipicidad objetiva o de error de
del agente y, por ende, no será admisible el dolo de homicidio tipo cuando se trate de objetos no equivalentes: el que golpea a un
consumado (salvo, por supuesto, que hubiese dolo eventual). maniquí creyendo que es una persona. el que dispara contra una
persona creyendo que es un animal, etc. La equivalencia no es
El adelantamien- El dolus genera/is, o sea, la misma pretensión etizante con 7
to o atraso del material sino jurídica, siendo posible que la no equivalencia eli-
que se sostiene la inesencialidad del yerro en el golpe (aberratio
resultado mine la tipicidad objetiva, como en el caso del que se apodera de
ictus) en caso de equivalencia de objetos alcanzados, se procura
emplear para resolver los supuestos en que el resultado se atrasa la cosa propia creyendo que era ajena.
o adelanta respecto de lo planeado por el agente, considerando 10 Las dudas se han planteado cuando los objetos son equiva- Objetos
equivalentes
que son todos casos de disparidades inesenciales que no afectan lentes: quiere dar muerte a una persona que individualiza mal;
al dolo. Los ejemplos de adelantamiento son los de quien mata a quiere apoderarse de un cuadro que cree original y se trata de
golpes a la víctima, que sólo queria atontar para matarla luego o una reproducción. En estos supuestos el sujeto elabora todo su
de la pistola que se dispara mientras se apunta; los atrasos se plan, lo pone en marcha con referencia a un objeto y obtiene el
ejemplifican con el caso de quien cree que ha dado muerte a la resultado querido respecto del mismo, sólo que en la elaboración
víctima y la arroja al mar, donde en realidad muere ahogada. de su plan identificó erróneamente al objeto. Salvo los supuestos
de errores sobre atenuantes y agravantes, esta identificación erró-
Diversos En estos casos deben distinguirse tres supuestos: (a) En los 8
supuestos nea no tiene relevancia excluyente del dolo. Esta solución no es
de adelantamiento en que el resultado se produce antes del co-
contradictoria con la concreción del dolo como determinante de la
mienzo de ejecución, no es posible imputar más que por culpa.
esencialidad o inesencialidad de la discordancia con el plan, por-
En el caso del que narcotiza a otro para después arrojarlo al paso
que en las hipótesis planteadas el plan ha sido llevado a cabo y
de un tren y simular un suicidio, provocándole la muerte con el
agotado conforme a sus designios y la causalidad no se ha separado
narcótico, no hubo comienzo de ejecución del homicidio, sino un
de lo planeado, tratándose de un puro error en la motivación.
acto preparatorio típico de lesiones dolosas con resultado de muerte
(homicidio preterintencional); pero cuando existe comienzo de eje-
cución, el adelantamiento del resultado da lugar a imputación
por tentativa.
§ 153. Errores sobre agravantes y atenuantes
(b) En los de atraso en que hay dos acciones, porque hubieron
dos resoluciones diferentes, no puede haber otra solución que el
concurso real (ver § 268.2) : quien decide matar y, cuando cree que 1 En razón de contenidos injustos del hecho. mayores o meno- Siempre juega
el tipo básico
ya lo ha hecho. decide arrojar el supuesto cadáver al mar. res. la ley distingue a veces entre tipos: (a) básicos. (b) calificados
418 TIPO ACTfVO DOLOSO: ASPECTO SUBJETfVO ELEMEN"I'OS SUBJETTVOS DEL TIPO D!S'I1NTOS DEL DOLO 419

o agravados y (c) privilegiados o atenuados. En el aspecto subjeti- cir el ejercicio del poder punitivo como pauta de imputación subjeti-
vo de los tipos calificados o privilegiados, dado que no se trata de va, excluyendo toda forma de responsabilidad objetiva o versari in
tipos independientes, el error sobre agravantes o atenuantes no re illicita. Conforme a la tesis de que en la falsa suposición de
elimina la tipicidad, sino que siempre debe jugar el tipo básico, atenuantes el dolo es el del tipo básico, se imputaiian subjetiva-
por ser la definición genérica de la acción, en la cual, formalmen- mente al~él.::;cirC}J[l,Stagciás d~l tipo básico no queridas por
te, estaiia incurso tanto objetiva como subjetivamente. (fáisificación de moneda de curso legal, extorsión con amena-
Diferentes No obstante, esto juega de diferente manera, según las hipó- 2 za contra la vida) y, por ende, se caeiia en responsabilidad objeti-
supuestos tesis. va respecto de éstas. El dolo así entendido resultaiia disfuncional
para la reducción subjetiva de la imputación y, por ende, seiia un
(a) En los supuestos de falsa suposición de agravantes : el que concepto jurídico mal elaborado.
cree matar al padre pero mata a una persona que en realidad no
era su padre, no comete parricidio (art. 80 CP), pero de toda for-
ma comete un homicidio (art. 79 C:P).

(b) En los casos de ignorancia de atenuantes e>dstentes en la § 154. Elementos subjetivos del tipo distintos del dolo
tipicidad objetiva: cuando el sujeto cree que falsifica moneda de
curso legal y en realidad sólo falsifica moneda extranjera, sólo
1 Hay tipos penales que tienen una estructura más o menos Tipos simétricos
puede ser penado por falsificación de moneda extranjera, porque y asimétricos
el curso legal es imaginario. simétrica, o sea, en los que basta que la voluntad o el querer
(aspecto conativo) del dolo abarque la producción de la mutación
(c) En los supuestos de ignorancia de las circunstancias del mundo señalada por el tipo objetivo, es decir, que el aspecto
calificantes de la tipicidad objetiva: quien mata a alguien sin saber conativo del tipo subjetivo coincide con el tipo objetivo. En otros
que es su padre, comete un homicidio simple porque no tiene dolo tipos hay una hipertrofia del tipo subjetivo, o sea, que requiere
de parricidio. algo más que el querer el resultado típico (art, 80, inc. 7°: homici-
El problema se presenta en el caso de error sobre atenuantes 3 dio para preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito). Como el
La falsa
suposición en la forma de falsa suposición de atenuantes: el agente cree que querer del dolo se agota en este querer (apoderarse de la cosa
de atenuantes ajena, enviar una carta injuiiosa, confeccionar un documento fal-
extorsiona con una amenaza contra el honor, cuando en realidad
lo hace con una amenaza contra la vida; cree que falsifica moneda so, etc.), todo requerimiento del tipo subjetivo diferente del dolo,
extranjera y falsifica moneda de curso legal en el país. Aquí pare- en estos tipos asimétricos, es un elemento subjetivo del tipo dis-
ciera que el dolo abarca los elementos del tipo objetivo básico tinto del dolo. En algún momento se han llamado elementos sub-
jetivos del injusto y dieron lugar a largas y complicadas discusio-
(extorsionar, falsificar moneda) y que la suposición de caracteiis-
ticas atenuantes no puede alterar la tipicidad objetiva básica ni nes antes de aceptarse la estructura compleja del tipo.
negar la existencia de una voluntad de extorsionar o de falsificar,
con lo cual esa tipicidad básica estaiia completa, tanto objetiva
como subjetivamente. Esta consecuencia es en general rechazada
por la doctrina, que apela a la llamada subjetivización de las ate-
nuantes, consagrada incluso legalmente por el código alemán, pero Tipo Tipo
Subjetivo Objetivo
sin explicar con claridad su razón teórica.

El concepto En la Argentina se la sostiene, fundada por aplicación 4


funcional analógica in bonam partem del art. 47. No obstante, es menester
reductor del dolo
recordar que el dolo es un concepto jurídico construido para redu- TIPO CON CONGRUENCIA ASIMETRICA
TIPO CON CONGRUENCIA SIMETRICA
ELEMEi'ffOS SUBJETIVOS DEL TIPO D!ST!!'ffOS DEL DOLO 421
420 TIPO ACTIVO DOLOSO: ASPECTO SUBJETIVO

5 Los elementos subjetivos del tipo distintos del dolo que asu- Los elementos
Clases de Los elementos subjetivos distintos del dolo son de dos clases: 2 del ánimo
elementos (al Unos so1: claras ultrajinalidades, es decir, tipos en los que se men la forma de elementos del ánimo dan lugar a los llamados
subjetivos delitos de tendencia, caracterizados porque la voluntad de la ac-
distintos exige que la finalidad tenga una particular dirección que exceda
del dolo el tipo objetivo. Son los tipos que exigen un para, con elfin de, con ción asume una modalidad particular, que no se exterioriza en
el propósito de, etc. (b) Otros son los elementos del ánimo, o sea, forma completa. Con la pura exteriorización de la voluntad no
actitudes o expectativas del agente que acc.mpañan su acción y puede saberse si asume o no esa modalidad, sino que únicamen-
que se manifiestan objetivamente de alguna manera o que. al te, en algunos casos, puede descartarse ésta. Es el caso de la
menos, son incompatibles con la ausencia de ciertos datos objeti- alevosía, la indefensión de la victima es necesaria para que la
vos: la alevosía (art. 80 inc. 2°) seria incompatible con la víctima haya, pero sin el árlitno de aprovecharse de la indefensión no existe
en plena capacidad de defensa; el aprovechamiento del hurto ca- alevosía; el homicidio piadoso no es un homicidio alevoso, pese a
lamitoso (art. 163 inc. 2º) seria inconcebible sin la calamidad o el la indefensión de la víctima.

Distinción con
la culpabilidad
infortunio; etcétera.

Existieron algunas dudas doctrinarias en cuanto a la distin- 3


ción entre los elementos subjetivos del tipo distintos del dolo y
elementos de la figura legal respecto de la culpabilidad, especial- Tipos
que se integran únicamente con el dolo

que requiere
ultrafinalidad;
(tipos de tendencia
interna
¡
delitos incompletos
de dos actos

subjetivos también un ele- trascendente) cortados delitos


mente cuando se reparó en las disposiciones internas, tales como mento subjetivo de resultado
la crueldad. la malicia y otras, lo que dio lugar a que se llegase a distinto del dolo
pensar en un derecho penal de disposición interna. Todos los re- tipos de tendencia interna peculiar
querimientos legales que hacen referencia a la motivación perte- elementos del ánimo
necen a la culpabilidad, todos los que hacen a la. dirección de la 6 Los elementos del ánimo deben ser cuidadosamente analiza- Elementos del
conducta (sea por su ultrailnalidad o por el ánimo con que se la dos para excluir inconstitucionalidades, pues sobre la base de ellos ánimo autoritarios
y !imitadores
conduce) son elementos subjetivos del tipo. En general, los pri- puede caerse en una moralización de los tipos, como también en un
meros siempre responden a un adónde y los segundos a un de derecho penal de autor y aun peor, en derecho penal del enemigo (el
dónde: ánimos y ultra.finalidades son direcciones de la voluntad; que pone una bomba matando a diez personas es diversamente con-
móviles y motivaciones son causas de la voluntad. Si bien toda siderado según que lo haya hecho en un centro anarquista o si es
voluntad con cierta dirección tiene una causa o móvil (codicia, un anarquista que pone una bomba en un tribunal).
por ej.), una misma dirección puede reconocer diferentes móviles
7 En la legislación argentina por lo general no son usados para Elementos del
(puede hurtarse por mera codicia o por venganza) y un motivo ánimo en la
puede ser móvil de muy diferentes acciones (por codicia se puede ampliar el ejercicio del poder punitivo, sino para limitar1o. Así, tan- ley argentina
robar. estafar. falsificar, etc.). to en la alevosía como en el hurto calamitoso, si no se encontrasen
estos elementos, cualquier homicidio cometido sobre un indefen-
· Las Los elementos subjetivos que consisten en ultrajinalidades 4 so y cualquier hurto cometido sobre la victima de un infortunio,
ultrafinalidades dan lugar a tipos que se han llamado delitos de intención (o de serian respectivamente homicidio y hurto calificados. Incluso cuan-
tendencia interna trascendente o sobrante). Se ha distinguido se- do estos elementos son fundantes, el efecto es el mismo: la usura
gún que: (a) el agente tenga la ultrafinalidad que después de con- no podría ser defrnida como pactar intereses o ventajas pecunia-
sumado el delito se produzca cierto hecho sin su intervención (los rias evidentemente desproporcionadas, porque seria inconstitu-
llamados delitos cortados de resultado) (como en el cohecho activo
..__. ·~/=-··· ...... - . ~ cional por la desmesura del poder punitivo planeado en el tipo (art .
del art. 258 CP). o bien (b) la ultrafinalidad sea la resJización de 175 bis). Más amplio aún seria un tipo que dijese sólo matar anima-
una segunda acción por el propio agente (los llamados delitos in- les, por lo cual se agrega el elemento de ánimo sólo por espíritu. de
complews ele dos actos) (como el homicidio para facilitar otro deli- perversidad (inc. 7º del art. 3° de la ley 14.346).
to del art. 80 inc. 7º).
422 · TIPO ACí1VO DOLOSO: ASPECW SUBJETNO

Elementos que
agravan o fundan
Hay otros elementos de ánimo del sujeto que agravan o fun- 8 CAPÍTULO 16
un injusto dan un injusto, pero en realidad lo limitan: son los tipos que exi-
gen habitualidad o profesionalidad, como el curanderismo (art.
208). la usura calificada (art. 175 bis) o el encubrimiento por
Tipo activo culposo
receptación calificado (art. 278). aunque se los vincula más
lejanamente con este grupo. En estos tipos una parte de la doctri-
na requiere una pluralidad o reiteración de hechos. No obstante,
esta reiteración no pasa de ser un indicio del ánimo, que bien
puede no existir pese a ésta. Si fuese posible probar el ánimo en el
primer hecho, no sería necesaria la reiteración para tenerlo por
consumado. Considerar· que la reiteración es un requisito tipico
necesario lleva a problemas que no tienen solución, entre los cua- § 155. La estructura fundamental del tipo culposo
les no será el menor saber cuándo hay consumación y cuándo
tentativa. Es claro que, con uno o varios hechos, no habrá tipicidad
1 Todas las acciones que tipifican los tipos dolosos son Sólo son típicas
si falta el elemento del ánimo en que consiste la habitualidad o
algunas
profesionalidad del emprendimiento. concebibles en la comisión por negligencia, pero sólo algunas es- imprudencias
tán tipificadas. La comisión culposa del hurto, del robo, de la
violación, de la estafa, etc., son atipicas. Las viejas legislaciones
tipificaban el llamado crimen culpae, penando la comisión culposa
de cualquier delito; hoy casi todas las legislaciones siguen el mis-
mo criterio de la ley ar·gentina, o sea. el del número cerrado (nú-
mero clausus) de tipos culposos.

2 El idealismo, así como hizo una lectura absurda de los tipos La acción culposa
tiene finalidad
que no individualizan el resultado, afirmando que hay delitos sin
resultado (ver § 126). también leyó contra toda racionalidad el
texto de los tipos culposos, afirmando que hay acciones sin finali-
dad o, con más prudencia pero igual error, que la finalidad es
irrelevante en el tipo culposo. Volvemos con ello al absurdo de
entender que el poeta enamorado que canta a los ojos de su ama-
da, lo hace porque ésta es calva. Además, acciones sin finalidad
no son acciones. Por último, tampoco es cierto que en los tipos
culposos no sea relevante la finalidad, porque si bien no se
individualiza la conducta por la finalidad, es necesario conocer
ésta para poder determinar la tipicidad imprudente.

3 En tanto que el tipo doloso individualiza la acción prohibida La acción se


individualiza por
por el fin perseguido por ella, el tipo culposo lo hace en razón de su defecto de
que la programación de la causalidad, por violar un deber de cui- programación
dado, produce el resultado típico. Esto no significa que la acción
imprudente no tenga finalidad: simplemente, no individualiza la
conducta prohibida en razón de esa finalidad, sino en razón de
o<
',.,..·.

ti

424 TIPO ACTIVO CULPOSO LA ESTRUCruR.\ FUNDAMENTAL DEL TIPO CULPOSO 425

la falta de cuidado con que se la persigue. No se pena la acción en que la realización de un~ acción puede violar un deber de cui-
final de conducir un vehículo, sino hacerlo a exceso de velocidad, dado y crear un peligro. El tipo culposo impone, por ende, un
o sea, programando la causalidad en forma que genere un peligro avance en dos momentos para cerrar el juicio de tipicidad: en el
mayor que el creado por la circulación vehicular y que se concrete primero se averigua, conforme a la acción realizada, cuál es el
en una lesión. deber de cuidado; en el segundo se averigua si la acción lo viola.

6 No hay definición de culpa en la parte general del código pe- Concepto legal
DEBER nal. Su construcción debe basarse en las disposiciones de la par-
DE CUIDADO

/
-- 2 SELECCION
.................
...... ,
' Flli
te especial, en particular en el art. 84 (homicidio culposo). que
proviene del Codice ZanardellL Aunque aparentemente enuncia
como fonnas la imprudencia, la negligencia y la impericia, se trata
/ '
illl/·---..-------1---------'·~
de las formas clásicas del derecho romano que, en rigor, pueden
.. reconducirse a las dos primeras, sosteniendo algunos autores que
..... ambas son también reconducibles recíprocamente y optando, no
......... sin cierta arbitrariedad, por una u otra como denominación gené-
' ' 3 rica. Dado que la cuestión terminológica no es determinante, se
'' emplean aquí como sinónimos culpa, negligencia e imprudencia.

}7f RESULTADO 7 Se suele clasificar la culpa en culpa consciente o con represen-


tación y culpa inconsciente o sin representación: (a) en la primera
el agente se representa la posibilidad de producción del resultado
(o, lo que es lo mismo, tiene consciencia de que el resultado tipico
Culpa consciente
e inconsciente

En el tipo doloso la conducta se prohíbe porque está prohibido el fin que se


puede sobrevenir a partir de la creación del peligro por él genera-
propone el autor (1). la selección mental de los medios y la causalidad que da); (b) en la segunda, pese a tener los conocimientos que le per-
se pone en funcionamiento (2 y 3) para la obtención del fin prohibido. mitirían representarse esa posibilidad de producción del resulta-
En el tipo culposo el fin no cuenta por sí mismo (aunque resulta esencial
para saber cuál es el deber de cuidado infringido) (1). porque la prohibición do, no los actualiza (no piensa en ellos) y, por ende, no se la repre-
se funda en que. la selección mental de los medios (2) viola un deber de senta o, lo que es lo mismo, no tiene consciencia de la creación
cuidado y la cadena causal (3) termina en un resultado que. de no haberse del peligro (que siempre es de un resultado). En cualquier caso,
\iolado el deber de cuidado, no se hubiera producido.
para la tipicidad culposa basta con el conocimiento actualizable,
es decir, que no es necesaria la actualización (el pensar en ello o

~--
Sin la finalidad
no se puede
conocer el deber
La finalidad es indispensable para averiguar cuál era el deber 4
de cuidado que incumbía al agente, porque no hay un cuidado 8
la consciencia de la creación del peligro).

Estas clases de culpa no señalan grados de la misma: no es Culpa temeraria"'


de cuidado debido único para todas las acciones, sino uno para conducir, cierto que la culpa consciente sea más grave que la inconsciente, y no temeraria
otro para cortar árboles, otro para cuidar animales peligrosos. pues muchas veces es mayor el contenido injusto de la acción de
otro para tener armas, etc. Si no sabemos qué acción realizaba el quien ni siquiera se representa la creación de un peligro con alti-
agente, no podemos preguntarnos por el deber de cuidado que sima probabilidad de concreción. En cuanto al contenido injusto,
debe violar la acción. la gravedad de la culpa la señala su temeridad, que tiene lugar
Tipos abiertos Esto obedece a que los tipos culposos son tipos abiertos. es 5 cuando hay dominabilidad (ver§ 139). La clasificación de la culpa
decir, que necesitan una norma de cuidado que los complete o en temeraria y no temeraria. tiene viejos antecedentes legislativos
cierre, lo que no se explica por efecto de mera arbitrariedad legis- y doctrinarios, y vuelve a ser adoptada por las legislaciones con-
lativa, sino porque es imposible prever las innumerables formas temporáneas.
426 TIPO ACTIVO CULPOSO TIPICIDAD CONGLOBAl'\JTE: CULPA NO TEMERi\RIA Y PREVISIBILIDAD 427

La culpa no es Desde antiguo se intentó explicar la naturaleza de la culpa en 9 3 En la tipicidad culposa el resultado es un componente de azar, El resultado
una omisión como compo-
forma cercana a la omisión e incluso como un caso de omisión; lo pero del que no se puede prescindir. Puedo realizar la misma ac- nente de azar
cierto es que deben distinguirse. Si bien en la culpa siempre hay ción imprudente todos los días durante diez años, pero sólo será
un momento omisivo (no se pone diligencia. no se observa el cui- típica cuando lesione a alguien, aunque esto se produzca en la
da90), no puede confundirse, porque el tipo culposo activo prohíbe reiteración número 3.651. Pero de esto no puede deducirse la
una acción: no ordena que un ciego conduzca con cuidado, que indiferencia del resultado en el tipo culposo, porque sin el resul-
un inexperto pilotee un avión correctamente, que un sujeto sin tado -que en toda tipicidad tiene un cierto componente azaroso-
calificación técnica intervenga quirúrgicamente conforme a las no hay pragma típico. Desde el punto de vista de la conflictividad
reglas del arte médico. sino que les prohibe hacerlo. Identificar la social, no pueden equipararse las situaciones de quien viola el
culpa con la omisión seria -en buen número de casos- un manda- deber de cuidado sin producir ningún resultado y de quien lo
to de hacer lo imposible. hace con producción de múltiples muertes. No es lo mismo que el
piloto viole el deber de cuidado desoyendo las instrucciones de la
Tampoco es un Tampoco debe identificarse la culpa con el error de tipo ven- 10 torre de control y logre aterrizar sin novedad, a que lo haga y
error vencible
cible. Si bien muchos supuestos de tipicidad culposa resultan de aterrice causando cincuenta muertos.
estos errores vencibles, otros casos nada tienen que ver con ese
4 Por otra parte, prescindir del resultado en el tipo culposo, im- Insólita
supuesto: quien conduce a contramano no incurre en ningún error ampliación de
de tipo vencible. En todos los casos en que no hay dominabilidad porta ampliar el ámbito de lo penalmente prohibido hasta límites lo prohibido
no puede haber error de tipo vencible, porque, desde la perspec- increíbles, pues abarcarla todas las violaciones reglamentarias
tiva del tipo activo doloso, no hay tipicidad objetiva. que aumentasen el riesgo de cualquier actividad. Prácticamente
buena parte del derecho administrativo pasarla a configurar in-
justos penales.

§ 156. Tipo objetivo sistemático


§ 157. Tipicidad conglobante: culpa no temeraria y previsibilidad
La cuestión del El tipo objetivo sistemático en la culpa es muy reducido. Lo 1
resultado
único que ha planteado debates es lajunción del resultado. Se ha
1 En la culpa temeraria, el observador tercero percibe la crea- Culpa
exagerado la importancia del resultado dentro de la tipicidad temeraria
culposa, al punto que por momentos se olvidó que siempre se ción de un peligro prohibido en forma tan clara que la exterioridad
del comportamiento le muestra un plan dirigido a la producción
trata de la prohibición de una conducta y que el desvalor de ésta
del resultado, que -por supuesto- no debe confirmarse con su
radica en la violación del deber de cuidado en la programaciórr'de
existencia subjetiva. Cuando el observador tercero percibe un au-
la causalidad: no se prohíbe el programa por su finalidad, sino
tomóvil a contramano en una autopista de alta velocidad, deduce
por su defecto.
un plan dirigido a suicidarse matando también a otras personas.
No se puede Si bien el tipo objetivo culposo no puede explicarse desde el 2 En el tipo objetivo conglobante hay dominabilidad.
prescindir del
resultado
resultado, tampoco es correcta la posición opuesta extrema ora- Dominabilidad
2 Sin embargo, si se trata de alguien tan necio que confiaba en
dical, que pretende eliminar el resultado, considerándolo fuera sin dominio
su extraordinaria capacidad de maniobra para evitar el resultado
del tipo, como condición objetiva de punibilidad. Se olvida con
o. incluso más. si la necedad llegaba al limite de no darse cuenta
ello que el resultado es decisivo para distinguir un injusto admi-
de que ingresaba en una autopista a contramano, queda excluido
nistrativo (conducir a contramano) de un delito de lesiones
el dolo (directo y eventual) y la conducta será típicamente culposa,
culposas.
pese a la existencia de dominabilidad en el tipo objetivo. Será un
428 TIPO ACTIVO CULPOSO DE'TER.\llNACIÓN DE L\ \'10L.\CIÓN DEL DEBER DE CUIDADO

caso evidente de culpa temeraria: existe dominabilidad, pero no nicipales. En principio, el art. 84 no es una ley penal en blanco y,
existió dominio. sino imprudencia poco menos que increíble por además, no puede violar el principio de igualdad ante la ley. Las
su gravedad. violaciones reglamentarías son indicios de violación del deber de
cuidado y siempre a condición de que se hallen vigentes, lo que no
Culpa temeraria Cuando en el tipo culposo objetivo conglobante no exista domi- 3 es una cuestiónjomwl sino material (un límite de velocidad esta-
esla única que nabilidad. lo único que se descarta es la culpa temeraria, pero
debe delimitarse blecido por reglamento no estaría vigente si la misma autoridad
del dolo eventual subsiste la posibilidad de culpa no temeraria. La función reducto- regula la seüalización luminosa para circular a una velocidad
ra de poder punitivo del concepto de culpa temeraria se agota al superior). Igual criterio se impone si la violación reglamenta1ia no
reducir el número de casos de posible duda con el dolo eventual, tiene relación con el resultado producido: el que conduce con li-
porque cuando en el tipo objetivo no hay dominabilidad, no puede cencia vencida, pero su vista y oído son normales y su pericia no
haber tipicidad subjetiva dolosa. Por esta razón, la culpa no teme- está disminuida, no viola ningún deber de cuidado.
raria nunca plantea problemas de limite con el dolo eventual. Tam-
poco ofrece muchas dificultades respecto de la violación del deber
de cuidado, pues ésta es palmaria, al punto de que un observador
tercero deduce la exterioridad de un programa dirigido a producir § 158. ¿La violación del deber de cuidado se determina
el resultado. Por ello, es mucho más problemática la determina- conforme a la capacidad standard o a la individual?
ción de la violación del cuidado en la culpa no temeraria.

Insuficiencia Durante mucho tiempo -como herencia del derecho civil- se 4


de !amera caracterizó a la culpa mediante la causalidad y la previsibilidad, 1 Por muy reglamentada que esté una actividad en una ley for- El hombre normal
previsibilidad o la capacidad
pero toda la doctrina considera insuficiente y hasta primitiva esa mal, no puede prever todos los supuestos. Por ello, con frecuen- individual
caracterización. No marca ningún límite la previsibilidad (posibi- cia no existe otra alternativa que dejar la cuestión librada a los
lidad de prever el resultado) a secas, porque hay muchas cosas patrones sociales de prudencia. En este punto puede pensarse
que podemos prever todos los días. Todos tuvimos tías y abuelas que el límite típico remite a la vieja fórmula civilista del buen pa-
más o menos depresivas que preveían las mayores desgracias, dre de familia que, mutatis mutandi., es el hombre previsor y pru-
por fortuna casi nunca producidas. Por ello, el tipo debe determi- dente, el homunculus normalis o el reasonable man anglosajón.
nar qué previsibilidad es típicamente relevante, o sea, que debe Esto obliga a resolver cuál es el parámetro de capacidad de preví-
haber un limite objetivo para ello, que está dado por la creación de sión para decidir si se violó el deber de cuidado: la cuestión a
un peligro prohibido por violación del deber de cuidado. decidir en esto es: (!) si la violación al deber de cuidado se esta-
~ blece conforme a los criterios standard de normalidad o bien, (b)
El indicio de la A veces se reconocerá como creación de un peligro suficiente 5
violación
si en cada caso habrá que tener en cuenta la capacidad de preví-
la infracción a normas jurídicas que persiguen la evitación del
reglamentaria sión personal del agente.
resultado como realización de ese peligro: el limite de velocidad,
el sentido o dirección del tránsito, la prohibición de fumar en de- Para los que sostienen la primera tesis, todo el que se com-
pósitos con productos inflamables, etc. A esto se refiere el texto porta dentro del standard aceptado no puede ser imputado por
legal cuando menciona la inobservancia de los deberes o regla- imprudencia, pero quien crea un peligro mayor a éste debe ser
mentos. Pero esto resuelve muy poco, porque existen múltiples imputado por culpa. Desde la otra perspectiva, se discute en qué
actividades no reglamentadas y, además, porque no cualquier in- medida deben tomarse en cuenta las capacidades especiales del
fracción reglamentaria implica una violación al deber de cuidado. agente para determinar su culpa.

No todas las viola- Dada la organización federal (art. 1 º CN) y la garantía del 6 2 El hombre medio, razonable, normal. o sea, el buen padre de El buen padre
ciones reglamenta- régimen municipal (art. 5° CN), se vuelve inaceptable que la defamilia.
familia, es una construcción artificial que no existe en la realidad, no existe
rias infringen
deberes de cuidado tipicidad de una misma acción dependa sólo de ordenanzas mu- pues es inconcebible un imaginario ser humano prudente que sea
430 TIPO ACTIVO CULPOSO DETERMINACIÓN DE U\ VJOU,CIÓN DEL DEBER DE CUIDADO 431

profesional de todas las artes y las ciencias, conocedor de todos les: el rol. en ambos casos, es el de cooperador solidario, por lo
los mecanismos y practicante de todos los deportes. Se trata de que el médico no estaría obligado a quedarse en el hospital de la
una figura de imaginación manipulable a voluntad del intérprete zona para intervenir al herido aplicando sus conocimientos de
y, por ende, sin capacidad para proveer limites ciertos a la tipicidad. especialista, del mismo modo que el mecánico no está obligado a
El único dato de la realidad verificable -y que no puede confun- reparar el vehículo conforme a los suyos. sino sólo a aplicar sus
dirse con éste- es la existencia de un standard mínimo de previsi- respectivos deberes ':le cuidado en lo que hagan mientras coope-
bilidad, compartido por casi todos los integrantes de una cultura: ran solidariamente. Igual criterio debe emplearse con el biólogo
en tanto que el standard medio es imaginario, el mínimo es real y que oficia de camarero: no tiene el deber de cuidar la calidad de lo
verificable. No sé cuál es el standard medio de conocimientos de que sirve, pero, si al servir entra en sospecha acerca del carácter
electricidad, pero sé que minimamente todos sabemos que no venenoso del producto, esta sospecha (y no su rol) es lo que deter-
debemos tocar y menos juntar cables pelados. Este standard mí- mina el deber de cuidado que le impone advertirlo o dejar de ser-
nimo verificable cumple una importante función procesal. pues virlo. Corno se ha dicho, los roles son din~icos en la r_ealidad y,
hace poco creíble el alegato de desconocimientos groseros. por ende, si bien es cierto que el rol de camarero no impone el
La dinámica Por otra parte, el standard medio responde a una teoría está- 3 deber de analizar u observar, el mismo rol de camarero impone el
de los roles deber de no servir alimentos que sospecha que están envenena-
tica de los roles, incompatible con la realidad: quien puede evitar
dos: la sospecha impone deberes de rol, siempre que éste sea
un accidente por su pericia de conductor de rally viola un deber
considerado en forma dinámica. No puede negarse que es una
de cuidado si no lo hace, porque ese rol es acomodable a toda
circunstancia en que se lo involucre como conductor. imprudencia, aunque el camarero no fuese biólogo, que haga caso
omiso a una advertencia que le formule un biólogo presente en la
Las posibles Dadas estas dificultades, es preferible optar decididamente 4 fiesta.
objeciones a la por la capacidad individual de previsión como indicador de la me·
capacidad 6 (b) Por lo que hace a la función reductora del derecho penal, No extiende el
individual dida de la tipicidad. Este criterio individual podria ser objetado poder punitivo
sobre la base: (a) del principio de igualdad y (b) de la regla de que no es posible afirmar que de la capacidad individual de previsión
resulte un ámbito de prohibición mayor que el indicado por el
el derecho penal debe cumplir una función reductora del ejercicio
inexistente buen padre dejamilia, pues corno éste carece de base
del poder punitivo.
empírica, no es posible saber qué ámbito de prohibición surge de
No afecta la (a) En cuanto al principio de igualdad, la objeción podría fun- 5 su aplicación. Por otra parte, se acabaría considerando típico el
igualdad darse en que quien tiene conocimientos o entrenamientos espe- desconocimiento de los contenidos del standard medio. Si carezco
ciales estaría sometido a mayor prohibición que quien no los tiene: de las más elementales nociones de mecánica, y cuando el auto-
el médico especializado frente al no especializado, el conductor móvil se detiene toco cables y produzco un incendio. mi conducta
profesional frente al no profesional, etc. Casi todos tenemos cono- no es típica porque no sé mecánica. sino porque no debo meter la
cimientos o entrenamientos especiales en alguna materia, que mano en un mecanismo que desconozco.
nos permiten, en ese ámbito, una mayor previsibilidad que a otros. Hipótesis
7 La capacidad individual de previsibilidad no puede confun-
En tanto que los deberes de cuidado se repartan por igual en excluidas
dirse con otras hipótesis en las que media imputación culposa: (a)
razón de esos conocimientos o entrenamientos, la igualdad no se
incurre _e11 imprudencia por emprendimiento el que comienza el
lesiona. El médico turista que ayuda a recoger a un mecánico
desarrollo de una actividad sabiendo que tiene sus facultades dis-
herido en la ruta, tiene a su cargo, en su actividad de socorrista,
minuidas, porque en ese caso tiene capacidad de previsión y pue-
un deber de cuidado acorde con sus conocimientos, del mismo
de calcular que introduce un peligro. como el miope que sale a
modo que lo tiene el mecánico turista que ayuda a reparar el au-
cazar con rifle y sin anteojos. La acción es culposa, porque el
tomóvil del médico detenido en el mismo lugar. Sería inadmisible
deber de cuidado le impone abstenerse de la conducta. (b) De
pretender limitar estos deberes en función de la teoría de los ro-
igual modo, incurre en imprudencia el que actúa sin informarse
432 TIPO ACTIVO CULPOSO TIPICJDAD CONGLOBAKrE: PRINCIPIO DE CONFIANZA Y NEXO DE DEíERiv!INACIÓN

debidamente: el médico que interviene sin los análisis previos por la violación normativa, o sea, si media una conexión o nexo de
aconsejados por su arte no carece de previsibilidad, sino que viola determinación entre la antinormatividad y el resultado, también
su deber de cuidado que le imponía informarse. En ambos casos llamado por la doctrina conexión de antyuridicidad, expresión que
es posible ver claramente la distinción entre la tipicidad y otros no denota claramente su sentido.
niveles del delito culposo: el que pese a saber que tiene sus facul-
tades disminuidas emprende la conducción de un vehículo para 3 La averiguación de la relación de determinación del resulta- Doble juicio
hipotético para
llevar a una persona al hospital, actúa típicamente, pero el delito __do por la creación del peligro prohibido obliga a realizar un do- verificar
se excluye por justificación, del mismo modo que el médico que ble juicio hipotético, en concreto y en abstracto, este último como el nexo
interviene sin los estudios previos por razones de urgencia. correctivo del primero. En concreto, se imagina la conducta del
autor dentro del marco normativo, es decir, sin violar el deber de
cuidado. No habrá determinación cuando la acción así imagina=
da hubiese producido igualmente el resultado. Se ha denomina-
§ 159. Tipicidad conglobante: principio de confianza do a esta hipótesis como exclusión de la imputación por falta de
y nexo de determinación la realización del riesgo no permitido, pues impide que se sancio-
ne el incumplimiento de deberes inútiles. De esta manera se
resolvería el famoso ejemplo de los pelos de cabra: el empleador
El principio Frecuentemente se plantean problemas complejos cuando se 1
de confianza que no desinfectó la lana que manipulaban sus empleadas que
trata de acciones que forman parte de una actividad compartida,
contrajeron carbunco, probándose posteriormente que los
como puede ser una intervención quirúrgica o el tránsito. Toda vez
que se trata de actividades en las que rige una división del trabqjo detergentes reglamentarios no hubiesen evitado el carbunco. Se
o de la tarea, el criterio que se aplica para determinar la medida de resuelven de igual modo los casos del que pasa un semáforo en
la creación de un peligro prohibido es, en estos casos, el principio rojo y arrolla a un suicida cien metros más adelante; y el de la
de confwnza. según el cual no viola el deber de cuidado la acción novocaína (un médico inyecta cocaína en lugar de novocaína y la
del que confin en que el otro se comportará correctamente. mientras paciente muere. comprobándose luego que también hubiese
no tenga razón suficiente para dudar o creer lo contrario. El limite muerto de habérsele inyectado novocaína). En todos estos ca-
del principio de confianza se halla, en primer lugar, en el propio sos, si bien se introduce un riesgo no permitido, el resultado no
deber de observación: es violatorio del deber de cuidado mantener es realización de ese riesgo.
la confianza cuando, en el propio ámbito de observación, han en-
4 Se ha preguntado¡mál es la solución cuando sólo existe la La certeza o
trado indicios de que el otro no se comportaba conforme a lo espe- probabilidad de
rado: el cirujano que observa cómo el instrumentista quirúrgico le probabilidad de que la conducta alternativa confom1e al cuidado evitación es una
pasa un bisturí que no se encuentra en debido estado de asepsia, debido hubiese evitado el resultado. Con argumentos preventivistas cuestión procesal
no puede ampararse luego en el principio de confianza frente a la se ha pretendido que sólo se excluye el nexo de determinación
lesión que se produce por el uso de dicho elemento. cuando la acción alternativa hubiese evitado con seguridad el re-
sultado. Esta solución lesiona el principio in dubio pro reo y, en
Pero también se excluye la confianza cuando el agente obtie-
rigor, borraría también el propio requisito del nexo de determina-
ne los indicios fuera de su propia incumbencia de observación,
sea por accidente, por características obsesivas de su comporta- ción, porque nunca existe certeza absoluta en un curso hipotéti-
miento o por conocimientos o entrenamientos especiales. Por otro co.
lado, es claro que no rige el principio de confianza cuando el de- 5 No obstante, no en todos los casos de concreción del peligro Tampoco hay
ber del agente es vigilar las acciones de los otros. en el resultado corresponde la imputación culposa, pues aunque
tipicidad cuando
la norma no tiene
El nexo de Con la afirmación de la causalidad y de la violación del deber 2 se supere el juicio en concreto. es posible pensar que la norrna de el fin de evitar
determinación cuidado no tenga por fin la evitación del peligro de esos resulta- esos peligros
de cuidado, no se está aún en condiciones de afirmar la tipicidad
culposa. porque resta averiguar si el resultado está determinado dos. De allí que sea necesario llevar a cabo un segundo juicio en
434 TIPO ACTNO CULPOSO T!PJCJDAD CONGLOBAL'-TE 435

abstracto. como correctivo del primero. El que estaciona el automó- 3 De cualquier manera, en cuanto a límites del peligro prohibi- No pueden crear
vil en lugar prohibido, no puede ser imputado por las heridas del do, no es admisible que se considere que existe un deber jurídico peligros para
terceros
motociclista que colisiona con el vehiculo. Sin duda que hay de actuar con culpa temeraria respecto de terceros no sometidos a
causalidad, creación de un peligro y realización en el resultado, peligro o que no tienen el deber de soportarlo o ni lo hayan siquiera
pero la norma de cuidado violada no tiene el fin de evitar colisio- asumido (el conductor de la ambulancia puede circular con exce-
nes sino el de facilitar la circulación. Análogo es el caso de los dos so de velocidad en una ruta sin tránsito, aun a costa de un serio
ciclistas que avanzan en fila sin luces; el primero colisiona con peligro para la vida del paciente en trance de muerte y del médico
otro que viene de frente; no se puede imputar al segundo ciclista de auxilio, pero no puede hacerlo eh un perímetro urbano con el
en razón de que si hubiese circulado con luces no se hubiese mismo peligro respecto de peatones y conductores).
producido el choque, porque el fin de la norma es evitar las pro-
pias colisiones y no las ajenas. 4 Se ha visto que la aquiescencia en el tipo doloso púede asu- El
mir la forma de acuerdo o de consentimiento, eliminando el pri- consentimiento

mero la tipicidad sistemática y el segundo la conglobante (ver §


135). El consentimiento en la tipicidad culposa plantea distintas
§ 160. Tipicidad conglobante: insignificancia, fomento, hipótesis, que veremos a continuación.
cumplimiento de un deber jurídico, consentimiento
5 (a) En cuanto a la contribución a acciones peligrosas de otro, Acciones
peligrosas
no hay razones válidas para rechazar la eficacia del consentimiento:
de otro
La culpa insig- En la tipicidad culposa, la cuestión de la insignificancia res- 1 el que entrega heroina a otro incurre en suministro de tóxico pro-
nificante elimina hibido, pero no responde por culpa por la muerte del tenedor que,
el nexo de pecto del resultado no altera lo dicho respecto del tipo doloso. Sin
determinación embargo, la-insignificancia en cuanto a la violación del deber de con consciencia del peligro, se la inyectó; el que vende ilicitamente
cuidado excluye la tipicidad, pero no en función del principio de un arma, no responde de las lesiones que sufre el comprador por
insignificancia, sino porque en general excluye el nexo de deter- el torpe manejo de ésta; el que acepta viajar en el automóvil cuyo
minación: cuando se excede el limite de velocidad máxima en sólo conductor está claramente ebrio, habiéndole sido posible impedir
un kilómetro horario, la hipotética conducta de conducir a la ve- que el ebrio conduzca o pudiendo abstenerse de viajar, también
locidad reglamentaria no hace desaparecer el resultado. asume el riesgo. Es la propia temeridad y no la de un tercero lo que
hace típica una acción.
Acciones Existen acciones que son impuestas por el orden juridico y 2
peligrosas
que generan peligros susceptibles de concretarse en resultados 6 (b) Las acciones salvadoras no institucionales. en que la vícti- Acciones
ordenadas salvadoras no
lesivos. Esto sucede en actividades como las de bomberos, poli- ma se coloca voluntariamente en peligro, deben resolverse con análo- institucionales
cías, conductores de ambulancias, etc. Las acciones correspon- go criterib: al bañista imprudente no puede imputarse la muerte
dientes a estas actividades se consideran como productoras de de quien se arrojó voluntariamente al mar para salvarle; a quien
peligros no prohibidos, siempre que: (a) se atengan a los limites provoca una agresión ilegítima, no pueden imputarle las lesiones
reglamentarios, (b) observen las reglas del arte, oficio, función o que el agresor infiere al tercero que intenta su defensa.
profesión y, (c) fundamentalmente, como esos deberes se imponen
7 (c) En cuanto a las lesiones que derivan de acciones determi- Acciones
en atención a la necesidad, se encuentren dentro de los limites de determinadas
las causas de justificación para terceros en análogas circunstan- nadas por la propia víctima, no puede imputarse culpa al barque- por la victima
cias, recordando que, los que son pern1isos para los no obligados, ro por la muerte de quien lo instigó con dinero a que le cruce en
se transforman en deberes para los obligados (el tercero puede medio de una tempestad. La conducta de quien con conocimiento
romper una ventana para salvar a una persona en peligro en un del riesgo lo produce a través de otro, no puede ser base
incendio y está justificado por estado de necesidad; el bombero configuradora de la tipicidad de la acción de quien opera por él
debe hacerlo en cumplimiento de un deber jurídico). determinado.
436 TIPO ACTIVO CULPOSO
FIGUR'\S CO?l!PLEJAS Y EXCLUS!Ói'J DE L"i. RESPONSABILIDAD OBJETJV."i. (VERSAR/ IN RE ILUCI1A)

Asunción del (d) Cuando otro asume voluntaria o institucionalmente el con- 8


control por otro § 162. Figuras complejas y exclusión de la
trol de la situación de riesgo, como cuando un equipo municipal
responsabilidad objetiva {versari in re illicita)
se hace cargo de una obra que amenaza ruina, cesa la imputa-
ción por culpa al primitivo generador del peligro (el propietario
que omitió demoler). Los casos en que esta limitación no opera
1 El principio de culpabilidad (desde la vertiente de exclusión de El choque de la
están expresamente tipificados en la ley (por ej., el art. 189 para culpabilidad
la imputación por la mera causación de un resultado) en el plano
el incendio), lo que indica que los restantes supuestos son con el ver-sari
de la tipicidad significa que no hay conducta típica que no sea dolosa
atípicos.
o -al menos- culposa. Este principio lo viola el llamado versan in re
illicita (quien quiso la causa, quiso el resultado). La dogmática con-
temporánea trata de excluirlo, no sólo mediante la tipicidad subje-
tiva, sino en la propia tipicidad objetiva: todos los esfuerzos de
desarrollo de la tipicidad conglob¡¡mte se enmarcan en esta empre-
§ 161. Tipo subjetivo en la culpa consciente y temeraria
sa. El estado de policía intenta filtrar el versan a través de dos
brechas: los llamados delitos calificados por el resultado y los esta-
dos de inculpabilidad provocados por el propio agente. Este último
embate del versan se tratará en la culpabilidad (ver§ 212).
El problemático Es muy discutida la existencia de un tipo culposo subjetivo. 1
tipo subjetivo
culposo
E;_n la culpa inconsciente es imposible concebirlo, porque no hay 2 Algunas disposiciones legales abarcan una solución particu- Las figuras
• representación del riesgo sino sólo un deber de representarse. Se lar para casos que, de no existir la previsión expresa, seriar1 re- complejas como
excepciones
podria hablar de un tipo subjetivo culposo sólo en la culpa conscien- sueltos por las reglas del concurso ideal, como són las llamadas al concurso idéal
te y temeraria, porque es necesario para posibilitar su distinción figuras preterintencionales en la tradición italiana. El concepto de
respecto del dolo eventual. No obstante, este tipo no se asemeja al preterintención generó una formidable confusión que llevó a sos-
tipo subjetivo doloso, dado que no se concibe el error de tipo corno tener abiertas soluciones de responsabilidad objetiva. No menor
su negación, pues los supuestos que podrian considerarse tales fue la que introdujo, para ciertas calificantes, el concepto de deli-
eliminan directamente la tipicidad objetiva (conglobante). Cuan- to calificado por el resultado.
do el agente entra a contramano en una autopista de alta veloci-
3 Para evitar la increíble confusión generada en tomo de estas Preterintención
dad, porque un tercero alteró dolosamente los carteles indicadores, y calificación
figuras y sus gravisimas consecuencias, en homenaje a la clari-
no está en un error de tipo sino que falta el tipo objetivo culposo por el resultado
dad es preferible optar por reconocer que existen figuras comple-
(falta la previsibilidad).
jas entre las cuales: (a) algunas combinan tipicidades dolosas y
Enla culpa Cuando la culpa es temeraria (objetivamente hay dorninabi- 2 culposas, (b) otras califican tipos dolosos en razón de resultados
consciente y
lidad), aceptar la existencia de un tipo culposo subjetivo es una dolosos más graves y, por último, (c) otras califican tipos culposos
temeraria
cuestión terminológica, pero no significa confundir la represen- por resultados culposos más graves. Es regla básica que en ningu-
tación del peligro con la estructura del tipo subjetivo doloso. na hipótesis puede admitirse una pena más grave en razón de un
Esto lo hace el sector doctrinario que considera que éstos son resultado que no haya sido causado por dolo o culpa, porque vio-
tipos dolosos de peligro y, por ende, se acepta la tentativa culposa. laria el principio de culpabilidad, consagrando una inadmisible
Para quienes considerarnos que el dolo no es sólo representa- responsabilidad objetiva.
ción o conocimiento, sino conocimiento y voluntad (ver§ 142), el
No obstante, e.,tablecida esta regla de garantía mínima, fren-
resultado no es abarcado por el fin de la conducta en el tipo
te a cada figura se hace necesario determinar de cuál de las tres
culposo y, por ende, la tentativa culposa sigue siendo un mons-
hipótesis se trata. En ocasiones ello es senciUo, como en el llama-
truo lógico.
do homicidio preterintencional (art. 81, inc. 1º "b"), en que media
438 TIPO ACI1VO CULPOSO

una lesión dolosa en concurso ideal con un homicidio culposo,


pero en otras no se encuentran pautas interpretativas claras. CAPÍTULO 17
El máximo de Dado que en todos los casos se trata de supuestos en lós que, 4
pena no puede de no existir la figura compleja, debieran resolverse conforme a
Tipos omisivos
exceder la suma
delas penas las reglas del concurso ideal (ver § 268), está claro que se trata de
excepciones a lo dispuesto por el art. 54, que aplica al delito re-
sultante la regla de la absorción: la pena más grave absorbe las
menores. Si se quieren establecer excepciones de mayor gravedad
a algunos concursos ideales, el máximo no puede exceder la suma
de todas las penas sin caer en irracionalidad. De este p1incipio
puede deducirse, en cada caso, si lo que se suman son penas de
delitos dolosos o culposos. Así, en el caso del delito de descarrila- § 163. La omisión típica
miento con resultado de muerte del inc. 4º del art. 191, la pena de
diez a veinticinco años está indicando que el resultado debe ha-
Identidad
berse producido dolosamente, puesto que de lo contrario no po- 1 En tanto que en la estructura típica activa la tipicidad se v~ri- y diferencia
dría exceder el máximo de la pena del descarrilamiento simple fica mediante la identidad de la conducta realizada con la del tipo
más el máximo de la pena del homicidio culposo. legal, en el tipo omisivo surge de la diferencia entre l_a s__o_ndu<:_t~
realizada y la descripta. Se trata de dos técnicas legislativas di-
La tipicidad con- En los casos en que la figura compleja excepcione el art. 54 5
globante excluye versas para individualizar conductas prohibidas.
combinando una tipicidad dolosa con otra culposa, es fundamen-
otras hipótesis Enunciados
del versan tal cuidar que esta excepción no se convierta en Ún pretexto para 2 Las normas que se deducen de los tipos siempre son prohibiti- normativos
el versan. Ello sucede cuando se pretenden imputar al hecho do- vas en el sentido de que prohíben algo. pero toda norma prohibitiva
loso todas las consecuencias que deben ser excluidas de la tipicidad puede enunciarse en forma propiamente prohibitiv~ ~ en forma
objetiva en función de la tipicidad conglobante: nunca puede imperativa. La diferencia entre el tipo activo y el omisivo se halla
imputarse al autor del robo la mue1te del coautor en enfrenta- en la forma de enunciar la norma. En tanto que la norma que se
miento con la policía, porque asumió voluntariamente el riesgo; deduce de un tipo activo asume un enunciado prohibitivo, la de-
ni al captor la muerte del rehén causada por disparos de la poli- ducida de un tipo omisivo asume enunciado imperativo. En f~~-
cía, porque es otro quien se hace cargo de la situación; ni al que ción de este enunciado, la norma imperativa prohíbe toda acc10n
huye, las lesiones que sufre el policía que se lesiona en una coli- diferente de la prescripta en ese mandato, o sea, que resulta típi-
sión al perseguirlo, porque no puede imputarse al causante la co el aliud agere ~ otro hacer, tesis que fue expuesta en el siglo
imprudencia del preventor o de un tercero. XIX por Luden.
Casos en que el Aunque haya tipicidad culposa, no siempre ésta abre la posi- 6 No se pueden
3 Esto no sionifica que puedan trasvasarse libremente los enun- trasvasar
resultado no bilidad de excepcionar· la regla del art. 54 por aplicación de una
proviene de la ciados, pues ;uando una norma enunciada prohibitiv~ente se libremente
actividad típica figura compleja; pues si el resultado lesivo río es producto de la transforma en un enunciado imperativo, cobra una amplitud mayor
actividad típica misma, sino de una acción negligente que puede · ·tada que . sin duda , expande el alcance
y a veces inusi · . prohibitivo.
. _,
cometerse en la interacción no típica, no es de aplicación la figura Esto obedece a una ineludible limitación de lenguaJe (no mataras
compleja: el caso del ladrón que olvida cerrar la puerta del sótano no es idéntico a cuidarás la vida del prójimo) que no puede ignorarse
al salir, dando lugar a que al día siguiente el dependiente que entra frente al principio de reserva o de clausura. La segunda parte del
caiga y se lesione, debe resolverse conforme al art. 54, del mismo
art. 19 CN se ocupa primero de la precisión legal en los man~a~o_s
modo que la muerte del secuestrado provocada por intoxicación,
(imperativos) y en segundo término de los enunciad~s. ~rohibiti-
por comida comprada por el secuestrador en un restaurante.
vos, lo que indica que privilegia el enunciado prohibitivo de la
440 TIPOS OMISIVOS EL TIFO 013-JE:I'NO SISTEivt\TICO 441

norma deducida del tipo. y sólo por excepción admite el imperati- mas reactivas. En el tipo omisivo esa situación constelacional siem-
vo. Es bastante claro que no seria compatible con el principio de pre se precisa, la conducta debe tener lugar en ella y no en otra
reserva una parte especial integrada en su totalidad o amplia- cualquiera, porque es sólo en ese contexto que se desvalora la
mente dominada por tipos omisivos. acción efectivamente realizada. No hay acciones ojensivas o in-
ofensivas en sí mismas: disparar un arma puede ser una acción
Las tentativas de asimilar la estructura omisiva a la activa
inofensiva (en un campeonato de tiro), y jugar con terrones de
(neokantismo) o la activa a la omisiva (tesis de Jakobs), pasan por
azúcar puede no serlo, si el que lo hace es quien heredaría a la tía
alto la limitación de lenguaje señalada.
rica que está a su lado con una crisis hipoglucémica. Nadie puede
decir que la pretendidamente ridiculizada conducta de la madre
de tejer es inofensiva, cuando el niño está muriendo de sed.
§ 164. Inexistencia de la omisión pretípica

§ 165. El tipo objetivo sistemático


La omisión es En el plano pretípico no existen omisiones, sino sólo accio- I
una técnica legal nes, debido a que la omisión no es el puro y simple no hacer (omi-
de prohibir
acciones sión no es ausencia de acción). Como la omisión no es una mera
1 El tipo omisivo -al igual que el activo- presenta un aspecto Los tipos
no acción, sino un no hacer algo (no hay omisión de nada). siem- omisivos son
objetivo y otro subjetivo, ambos con características particulares
pre habrá que tener una instancia de comparación valorativa, por circunstanciados
debidas a la peculiaridad de su estructura. El tipo omisivo objeti-
lo cual el concepto de omisión es necesariamente normativo. Cuan -
vo sistemático. por su naturaleza, debe captar, ante todo, una si-
do se establece la adecuada distinción entre pragma y tipo. se
tuación objetiva que se da en llamar situación típica. La situación
advierte que la omisión es unaforma típica de prohibir acciones.
típica en el art. 108 es encontrarse frente a una persona amenaza-
En síntesis: (a) en el plano pretipico sólo existen acciones o da por un peligro cualquiera. La acción indicada debe realizarse
conductas; en tanto que (b) en el plano típico pueden existir dos sólo en esa situación tipica. dado que todos los tipos omisivos son
estructuras: (a) una que prohibe las conducta que describe (acti- circunstanciados. Como de esas particularidades depende la pro-
va) y (~) otra que prohibe las conductas distintas de las que des- hibición, el análisis de las circunstancias de la situación típica es
cribe (omisiva). de importancia primordial.
Fracaso de la Los intentos de construir la omisión pretípicamente fueron in- 2 2 El núcleo del tipo objetivo es la e_xi:eriorización de una con- Núcleo típico
construcción
pretípica de
útiles y crearon serias dificultades en la dogmática. El positivismo ducta distinta de la ordenada. Se demanda la existencia de una
la omisión (Liszt-Beling) llegó a sostener que era una distensión muscular~ el conducta que no se dirija al fin ordenado (en tanto que en el tipo
neokantismo se dividió: unos coronaron la cuestión suprimiendo activo se individualiza la que se dirige al fin prohibido). Es indife-
todo concepto pretipico de acción (ver§ 109); otros intentaron cons- rente que el fin se logre, pues si existe una conducta con el fin
truir un coi1cepto pretipico sobre la base de una a~ción esperada, ordenado (la evitación de la producción de la afectación al bien
sin explicar quién la esperaba y sin advertir que el derecho no espe- jurídico) no habrá omisión dolosa. pudiendo haberla quizá culposa.
ra, sino que prohibe u ordena.
3 El sujeto activo debe tener la ejectiva posibilidad de realizar Ausencia
de acto
El aliud agere Se ha criticado la tesis del aliud agere sosteniendo que la 3 la conducta ordenada, pues de lo contrario, su conducta distinta
no es inofensivo conducta diferente de la debida puede ser totalmente ajustada a de la ordenada (aliud agere) será atípica. Los casos de atipicidad
derecho e inofensiva. Tal argumento es fácilmente rebatible: el por imposibilidad de realizar la acción ordenada y los de ausencia
tipo nunca se limita a captar una conducta aislada, sino en cierta de conducta se distinguen porque en los últimos no sólo no existe
constelación situacional, en que la omisión seria una de las far- posibilidad de realizar la acción ordenada sino de realizar cual-
CLAS1F!CAC!ÓN DE LOS TIPOS OMISJVOS 443
442 TIPOS OMIS!VOS

quier acción (piyrde la consciencia, está sometido a fuerza física § 166. Clasificación de los tipos omisivos
irresistible porque lo han amordazado y maniatado), o sea, que no
hay un aliud agere cuya tipicidad deba averiguarse.
1 Conforme al criterio dominante hay tipos (muy pocos) en que Propios
delitos de
Incapacidad Cuando el sujeto no pudo realizar la acción ordenada por fal- 4 la estructura omisiva no se corresponde con una estructura acti- omisión
para realizar la ta de capacidad, como cuando alguien no salva al que se ahoga va, o sea, que sólo aparecen en forma que la norma deducida
acción ordenada
porque no sabe nadar, la conducta, diferente de la ordenada es siempre es imperativa. Se trata de tipos en los que cualquiera que
atípica. Esta·atipicidad resulta del viejo principio que no impide se halle en la situación típica puede ser autor, pues la obligación
exigir lo imposible: ultra posse nema obligatur. de actuar en esa situación deviene de la mera condición de habi-
tante y no por particulares relaciones jurídicas. Son los usual-
Ineficacia de la Pero también ese viejo principio se pone en juego fuera del 5 mente llamados propios delitos de omisión (art. 108 del código
acción ordenada
tipo objetivo sistemático: cuando el agente sabe nadar y no lo penal), excepcionales en la ley.
hace porque entiende que no llegaría a tiempo, o sea, se plantea
2 A diferencia de éstos, la doctrina denomina impropios delitos Impropios
un juicio hipotético sobre la ineficacia de la acción y, por ende, es 1
delitos de
una cuestión que debe resolverse en el tipo objetivo conglobante. de omisión a los que tienen una estructura que se corresponde omisión
con otra activa con la que se equipara. Como consecuencia de que
Causalidad en Quizás el problema que más confusiones ha provocado ha 6 la estructura omisiva es aquí equiparada a una estructura activa,
la omisión sido el de la causalidad en la omisión. En la tipicidad omisiva no requiere que el bien jurídico se afecte de la misma forma que en el
existe un nexo de causación, justamente porque debe existir un caso de la estructura activa. Sus autores son siempre calificados,
nexo de evitación. El resultado típico siempre se produce por efec- porque la ley, debido a la mayor amplitud prohibitiva de esaformu-
to de una causa, pero ésta no es puesta por el agente. La tipicidad lación, limita el circulo de autores a quienes se hallan en una parti-
objetiva sistemática omisiva requiere que el agente no haya inter- cular relaciónjuridica que se considera fuente de la obligación de
puesto la acción que hubiese interrumpido la causalidad que pro- actuar en la situación típica.
vocó el resultado. La relevancia típica de la causalidad en el tipo 3 Si bien ésta es la clasificación dominante de los tipos omisivos, La asimilación
objetivo omisivo no se produce a través del nexo de causación, de los tipos
no siempre se definió a los impropios de esta manera. Una de las impropios
sino del nexo de evitación. definiciones más corrientes hasta hace unas décadas, pretendía con los activos
que los tipos impropios no eran más que delitos activos en que la
Nexo de
evitación
Por definición, en el tipo objetivo sistemático activo falta el 7
nexo de causación, precisamente porque es reemplazado por el
nexo de evitación, pero ambos se basan en la causalidad: uno se
omisión era sólo el medio de cometerlos, pcrr: lo cual se los llama-
ba delitos de comisión p9r (o mediante) omisión. Sostenía que la
\
norma violada era prohibitiva y asimilaba su estructura con la del
determina comprobando que con la hipotética supr:.e_s..i,Qn de la
tipo activo (de allí la denominación de comisión -o acción- por -o
conducta prohibida-desaparece el resultado (causación), en tanto
mediante- omisión).
que el otro se determina comprobando que con la hipotética in-
4 La nota diferencial de los impropios delitos de omisión con- Los tipos
terposición de la conducta debida, desaparece el resultado~(evita::-
impropios son
cíón). El nexo de evitación funciona en la tipicidad omisiva como siste en que, al tener una estructura equiparable o paralela a la delicta propria
el equivalente típico del nexo de causación, siendo ambos formas activa, sus autores no son indiferenciados, sino que se hallan,
típicas de relevar la causalidad a efectos de individualizar la con- respecto del bien jurídico, en lo que la doctrina llama posición de
ducta prohibida. La acción no será tipica cuando, imagin_fil!do la garante, o sea que se trata de delicta propria.
conducta debida en lugar de la realizada, igualmente se hubiera 5 En la actualidad los impropios delitos de omisión son trata- Siendo omisiones
requieren tipos
producido el resultado. - dos conjuntamente con los delitos omisivos, como una categoría
delictiva estructural independiente, introduciendo la distinción
444 TIPOS OMISIVOS LA POSICIÓN DE GAR\.NTE 445

entre las omisiones de cualquiera (delitos propios de omisión) y las criterios (el sano sentimiento del .pueblo, la dictadura del proleta-
omisiones de los garantes (impropios delitos de omisión). La dife- riado, etc.). No es con la habilitación de la analogía que se satisfa-
rencia con la doctrina que consideraba que los impropios delitos ce la legalidad.
de omisión eran formas de cometer delitos activos, no es una cues-
En el código argentino no existe ninguna de estas cláusulas,
tión meramente especulativa, porque si los impropios no fuesen
pero se ha venido sosteniendo en la doctrina una construcción
más que medios comisivos de los tipos activos, no seria necesario
análoga, fundada en la supuesta necesidad derivada de conside-
que estuviesen legalmente tipificados, porque la legalidad estaría
rar inadmisible o escandalosa la imaginada impunidad de los
satisfecha con el tipo activo.
impropios delitos de omisión no escritos.

§ 167. La inconstitucionalidad de los tipos omisivos


§ 168. La posición, de garante
impropios no escritos

1 Para la construcción analógica de los tipos omisivos impro- Fuentes de


La analogía Aunque hoy sea minoritaria la tesis de que la llamada omisión 1 !aposición
pios suele reconocerse como fuente de la obligación de actuar la
impropia es una forma de comisión de los tipos activos, se insiste de garante
posición de garante, emergente de la ley, del contrato y de la con-
en que sólo algunos de los tipos impropios de omisión están escri-
ducta anterior o precedente del sujeto. Se trata de una posición
tos, pero que aun cuando no lo estén, detrás de cada tipo activo
especial de garantía, pues si bien todo garante tiene el deber de
hay un tipo omisivo no escrito, que debe construirlo el juez, si-
actuar, no todo el que tiene el deber de actuar es garante: no
guiendo el modelo de los impropios delitos de omisión legalmente
tengo el deber de omitir pagar una deuda, aunque sepa que mi
tipificados. Esta es la opinión dominante en la doctrina, aunque
acreedor comprar·á con el dinero un arma para matar, porque no
se trate de analogía expresamente prohibida en la Constitución.
estoy en posición de garante respecto de la vida del posible sujeto
Sanción legal Este criterio se ha introducido en los códigos más recientes, a 2 pasivo.
de la analogía partir del artículo 13 del código alemán, que sirvió de ·modelo a
2 Según .las tesis más corrientes en cuanto a la posición de Deber de cuidado
los restantes (códigos austriaco, español, portugués·, brasileño). de una persona
garante como base limitadora de la construcción analógica, se
En esta corriente legislativa -de la que hace excepción el código
sostiene que el deber de actuar derivado de la ley misma se erige
francés de 1994- además de criterios generales para sustituir las
en deber de garantía: (a) cuando imponga el cuidado de una perso-
faltantes definiciones de posición de garante: suele establecerse
na. como es el padre para los hijos; pero no cuando se trate de un
una equivalencia de la omisión con la acción, con lo cual, por un
deber legal general como es el de ayuda. En el famoso caso del
lado, se crea una cláusula de equivalencia, pero por otro, también
jardinero despedido que ve ahogarse al niño en la piscina y no lo
se introduce una cláusula de correspondencia, que permite dis-
salva. como el jardinero no estaba más obligado que cualquier
minuir la pena cuando la conducta diferente de la ordenada no
otro habitante, no podria ser más que autor de un delito de omi-
tenga igual contenido ilícito que el de la que causa el resultado
sión propia. Lo mismo valdría para quien encuentra a su enemigo
(activa).
herido y no le presta asistencia.
Habilitar la Estas disposiciones no salvan la inconstitucionalidad, por- 3
analogía viola 3 (b) El deber legal suele sostenerse que se erige también en Responsabilidad
que no son más que indicaciones habilitantes de la propia cons- por un ámbito
la legalidad deber de garante cuando el sujeto es legalmente responsable de
trucción analógica de tipos penales. La analogía no deja de ser tal de la realidad
un determinado ámbito o sector de la realidad. Tal seria el caso del
porque la ley la habilite y señale criterios para su ejercicio, por-
médico de guardia respecto de la asistencia de un paciente. por-
que toda analogía legal siempre fue habilitada y se le señalaron
446 TIPOS OMISIVOS LA INNECESARIEDAD DE U CONSTRUCCIÓN ANALÓGICA 447

que tiene a su cargo un ámbito concreto, pero no sucederia lo ha acarreado a los expositores de la doctrina: el de las relaciones
mismo respecto de cualquier médico que pasase por el lugar del en la sociedad o en la vida. Así, en relaciones de familia, no basta-
accidente o se hallase frente al accidentado. ría con lo formal si no fuesen reales: una prolongada separación
de hecho excluirla la posición de garante. También se afirma que,
Poder especial (c) Un tercer grupo de deberes legales de garante se presenta- 4 si bien abstenerse de impedir un suicidio configura una omisión
de protección ria cuando el sujeto activo tuviese un especial poder respecto de la de auxilio (art. 108 CP), la no evitación del suicidio de un incapaz
protección o vigilancia para los bienes juridicos de terceros, como constituirla un homicidio cuando exista un especial deber de cui-
es el caso de los empleados de fuerzas de seguridad. Algunos dado por parte del autor. Las dudas se acrecientan en otro tipo de
incluyen aquí el deber de vigilancia de los padres respecto de los relaciones, sembrando mayor inseguridad: se duda que el paren-
hijos menores, llamado a veces dominio material de vigilancia so- tesco extramatrimonial pueda ser fuente de posición de garante;
bre personas menores. En el caso de los niños el particularmente se la acepta de abuelos a nietos, pero se duda en cuanto al paren-
obligado seria el padre, pero no terceros. tesco por afinidad; se la niega en las relaciones de amantes o de
Relación con una (d) Por último, se señala el deber legal que emerge de la rela- 5 concubinato.
fuente de peligro
ción del sujeto con unajuente de peligro, como puede ser el que g Si bien la posición de garante presenta notorias ventajas frente El complemento
tiene un automóvil en cuanto a la seguridad del tránsito, o el que de la
al mero enunciado del deber de actuar, pues reduce el círculo de correspondencia
tiene una fiera respecto de su vigilancia. autores, nunca pudo ofrecer la certeza que prometía y, de cual-
La posición de Otra de las fuentes clásicas de la llamada posición de garante 6 quier modo, no deja de ser un criterio difuso para la construcción
garante emergen- para la construcción analógica de los tipos es el contrato, pero analógica de tipos penales. Dada esta inseguridad se ha exigido la
te del contrato mencionada correspondencia de la omisión impropia con la acción,
tampoco cualquier deber emergente de contrato se considera fuente
de posición de garante. Sólo puede serlo cuando de la confianza o sea, la exigencia de que el injusto omisivo presente similar gra-
depositada emerja un particular deber de cuidado, vigilancia o vedad que el activo. No obstante, tampoco esto ha aportado ma-
protección, como es el caso de la enfermera, del guía de montaña yor seguridad, dada la disparidad de criterios para establecerla.
o del instructor de vuelo, de conducción o de natación, y los en-
cargados de establecimientos de educación y de casas de salud.

Conducta La conducta precedente o el hacer anterior es la tercera de las 7 § 169. La innecesariedad de la construcción analógica
precedente fuentes clásicas del deber de actuar del siglo pasado. Suele recono-
cerse el principio de que las conductas peligrosas que realizamos
pueden obligarnos, dentro de determinados limites, a apartar el 1 El pensamiento penal en materia de omisión se remonta al El origen
peligro que hemos creado. No obstante, nunca se ha logrado una preiluminista de
viejo canonismo y a los glosadores, que afirmaban qui peut et la construcción
formulación del todo satisfactoria a este respecto, especialmente n'empéche, peche (quien puede y no impide, peca). Sostenían que analógica
en cuanto al deber de evitación de conductas de terceros, materia quien no evitaba el crimen, estando obligado a ello por su estado
en que la jurisprudencia alemana ha llegado a limites inacepta- y teniendo d poder de hacerlo, era responsable. Incorporaban
bles, afim1ándola en el caso de un individuo que había omitido también la regla de la correspondencia, considerando que siem-
impedir que su amante cometiese un falso testimonio: la conducta pre la pena debía ser menor, pues siempre reputaban más grave
precedente seria la relación adulterina. Con razón se comentó iró- la culpa en la acción que en la omisión. Este principio de la glosa
nicamente que el deber de impedir el falso testimonio no depende fue adoptado en toda su extensión por el código italiano de 1930
de que la relación amorosa sea contraria al deber (Stratenwerth). (art. 40), en el que se consagró que no impedir un resultado que
Relaciones en Se sostiene un cuarto grupo de fuentes del deber de actuar, 8 se tenía el deber de evitar, equivalia a causarlo, pero eliminando
la sociedad que es el más indefinido y, por ende, el que mayores problemas' la atenu3.nte de los posglosadores.
r
448 TIPOS OMISIVOS LA INNECESARJEDAD DE U\ CONSTRUCCIÓN ANALÓGICA 449

La limitación Posteriormente, se apeló a la posición de garante para limitar 2 que habilita la construcción analógica de los tipos no esc1itos y,
por la posición la extensión del deber jurídico a toda la antijuridicidad. Final- de existir, ella misma seria inconstitucional frente a la general
de garante
mente, algunos códigos introdujeron la posibilidad de atenuar las prohibición de la analogía in malam partem. En la parte especial
penas en función de un menor contenido injusto, pese a la posi- existen numerosos tipos de impropios delitos de omisión, parale-
ción de garante, es decir, volvieron a la norma de los posglosadores. los a los tipos activos correspondientes y con su circulo de auto-
Esta dinámica muestra que los tipos de los impropios delitos res delimitado (en posición de garante).
de omisión no esc1itos, se originaron en una teoría preiluminista 6 Los ejemplos que usualmente se esgrimen para argumentar La pretendida
a la que se procura poner limites, porque a nadie le pasa por alto la necesidad de construir analógicamente otros tipos, apelan a impunidad
escandalosa
la lesión a la legalidad que importa y que no se salva con cláusu- una supuesta impunidad escandalosa a que llevaría la posición
las generales: nunca la legislación penal autoritaria consagró la correcta desde la perspectiva constitucional. El ejemplo siempre
analogía libremente, sino conforme a pautas que señalaba el propio recurrido, es el de la madre que deja de alimentar al niño para
legislador. que_m_Jc!_~_ta. Esta afirmación es dudosa incluso en los textos que
Habiendo tipos omisivos impropios escritos. no se e,'-plica la 3 contienen la cláusula de equivalencia, cuando se reconoce que
Inconsistencia
argumental razón por la cual deba existir una fórmula general para elaborar dejar morir tiene un contenido injusto menor que matar. En con-
analógicamente los que no han sido escritos. No es válido afirmar secuencia, tanto desde la intuición como desde la valoración jurí-
que el legislador no podria prever todos los casos de omisión que dica, no puede afirmarse que sea exactamente lo mismo dejar
merezcan ser punible, porque es el mismo argumento que usaron morir que ahogar a la criatura.
para justificar la analogía en tipos activos todos los totalitarismos 7 En la ley vigente, el caso encuadra en el tipo del art. 106, La solución
que lo hicieron. Menos sostenible es el curioso argumento de que calificado por el parentesco conforme al art. 107. Esto significa legal no es
el código cobraría una extensión desmesurada, frente a la actual escandalosa
que el delito está conminado con pena máxima de veinte años,
banalización irresponsable de la ley penal. En síntesis, la luz ver- según la reforma de la ley 24.41 O del 1 º de febrero de 1995. Dada
de para la construcción analógica de tipos penales en esta mate- la escala penal prevista, la solución sería idéntica en los códigos
ria, no tiene otra explicación que una pretendida etización que que establecen la cláusula de equivalencia con el corTectivo de co-
retrocede en varios siglos, a la confusión entre moral y derecho: rrespondencia, con la ventaja de que en el texto argentino no se
quipeut et n'empéche, peche, sí, es verdad, quien pudiendo impe- viola la legalidad.
dir no impide, peca, pero en un derecho penal liberal no delinque,
salvo que un tipo penal debidamente escrito lo establezca. 8 En cuanto a los delitos contra los poderes públicos y el orden No se observan
constitucional, también en el código existen disposiciones expre- lagunas
Es inadmisible que se pretenda salvar la legalidad penal con 4 escandalosas
Los deberes sas en forma de tipos de impropios delitos de omisión escritos: se
civiles no el deber que emerge de otras leyes, como puede ser la civil, y nada
son penales
sanciona a los que continuaren enjunciones en caso de usurpa-
autoriza a convertirlo en penal en ausencia de un tipo escrito; ción del poder (art. 227) y a los que no hubieren resistido una
igualmente, la violación a un deber impuesto por el derecho de
rebelión o sedición por todos los medios a su alcance (art. 235, 2º
familia tiene sus sanciones reguladas en ese mismo derecho y, en
párrafo). En los delitos contra la administración, igualmente se
ausencia de tipo legal, no es admisible la construcción judicial de
prevé la omisión de un acto propio del oficio (art. 249), la de las
un tipo para imponer una pena. cuando lo único legal sea un
acciones debidamente ordenadas por una autoridad (art. 239), y
divorcio por injuria o la exclusión hereditaria.
la de prestación de un atLxilio debido a la autoridad civil compe-
El rechazo de la
analogía en
No en vano la existencia de estos tipos no escritos ha sido 5/ tente (art. 259). En cuanto a la tortura, se pena al funciona1io que
rechazada por toda la tradición francesa y en la anglosajona fue omitiese evitarla (art. 144, cuarto). Esto p1ueba que. al menos en
otras tradiciones
harto discutida y se la acepta con mucha dificultad. En la ley los delitos que afectan a alguno de los dos bienes jurídicos de
argentina no existe ni siquiera la fórmula general de equivalencia cuya existencia depende la de los restantes bienes jurídicos, esto
450 TIPOS OMIS!VOS EL TIPO SUBJETNO 451

es, la vida de las personas y el estado, no se presentan lagunas no existiria la situación típica. Pero aún existiendo esta situación
escandalosas, pues éstas se evitan con la mera aplicación de los -porque el monte siempre es un lugar peligroso para un incapaz-,
tipos escritos. su conducta sería objetivamente típica (tipicidad sistemática) por-
Respecto de esta aplicación, cabe preguntarse si la dificil cons- 9 que existiria el nexo de. evitación, toda vez que la acción debida
El concepto de
posición de trucción teórica acerca de la posición de garante resulta irrele- (impedir que el tío incapaz vaya al monte) hubiese hecho desapa-
garante es útil vante cuando ella está legislada y sólo se relevan los tipos omisivos recer el resultado. No obstante, aquí, al igual que en el tipo activo,
sin la analogía
escritos. Es claro que la teoría pierde gran parte de su significado, no podría afirmarse la dominabilidad del hecho, porque no exis-
toda vez que ya no está incumbida en la inadmisible tarea de tiria en el caso poder humano que permita dominarlo hacia la
poner coto a la analogía constructiva de tipos. No obstante, ese producción de ese resultado: el observador tercero jamás podria
esfuerzo doctrinario conserva valor para el análisis de los límites considerar que se halla ante un plan criminal dirigido a no inter-
de las posiciones de garante legisladas. como materia propia de la ferir el curso causal que desemboca en la muerte del tío, por no
parte especial, función que en ningún momento debe subestimarse. ser dominable.
En cuanto a las pretendidas situaciones escandalosas de im- 10 2 En los tipos omisivos también cuando un curso causal no pue- No se altera en
El legislador otros aspectos
debe resolver punidad, además de que no existen, es necesario subrayar que de ser dominado en el actual estado de la ciencia y de la técnica,
las lagunas incluso si se presentasen, se trataría de omisiones del legislador aunque pueda ser explicado, se excluye la tipicidad cong~obante,
escandalosas
que los jueces no están autorizados a colmar por vía de la analogía, pese a que exista el nexo de evitación verificado en el tipo objetivo
y que no seria dificil resolver por legisladores responsables. La sistemático. En cuanto a los cursos causales que son humana-
irresponsabilidad legislativa no autoriza la violación de la Constitu- mente dominables, la información o el entrenamiento del agente
ción por parte de los jueces y. menos aún, la instigación a ella por debe tomarse en cuenta, puesto que la ponderación de una si-
parte de la doctrina. tuación típica y la posibilidad de realización de una acción que
efectivamente interrumpa el curso causal, depende en muchos

§ 170. El tipo objetivo conglobante


'
En general. todo lo dicho para los tipos activos en cuanto a la 1
supuestos de estos datos que, objetivados, permiten desde una
observación neutra, advertir o no la exterioridad de la conducta
como un plan criminal que opta por obtener su objetivo mediante
la realización de una acción no interTUptiva de la causalidad.

La dominabilidad
en los tipos tipicidad conglobante, es válido para los tipos omisivos. Como
omisivos particularidad de la tipicidad conglobante que merece destacar-
§ 171. El tipo subjetivo
se, cabe señalar que en estos tipos la posibilidad física de realiza-
ción de la acción ordenada no es más que un presupuesto mínimo
de la objetividad típica que, además, requiere que con la conducta
ordenada se haya tenido la posibilidad cierta de inte¡Jerir la cau-
1 El principal interrogante que en las última décadas se plan- El dolo
teó en la doctrina acerca de la naturaleza del dolo en la omisión, en la omisión
salidad. evitando el resultado. Esta posibilidad debe constituir
una probabilidad en limite con la seguridad. Esta es la caracteris- puso en duda que éste tenga las mismas caracteristicas que en la
tica particular que presenta la dominabilidad en la estructura tí- estructura típica activa. sosteniéndose por un sector doctrinario
pica omisiva. Se trata de la posibilidad objetiva de dominio del que es tan diferente de éste que en realidad. se trataria de un cua-
curso causal por parte del agente dentro de esta estructura. Pue- si dolo. De admitirse esta última perspectiva, el dolo en la omisión
de pensarse que el sobrino que es curador del tío y no le impide ir carecería de aspecto conativo. En cuanto al aspecto cognoscitivo.
al monte donde lo mata un rayo. actuaría atípicamente. porque las diferencia~ han sido consideradas siempre menores.
EL TIPO SUBJETIVO 45:3
452 TIPOS 01'!IS!VOS

En el aspecto cognoscitivo del dolo típico de omisión. siempre 2 se que quiere omitir. Ante este problema, se han ens::i.yado dife~
El aspecto
cognoscitivo es indispensable que el autor conozca la situación típica. Todos los rentes soluciones, siendo una de ellas la que sostiene que hay
tipos objetivos ornisivos son circunstanciados y, por ende, el agente omisión dolosa sólo cuando media una decisión de permanecer
debe estar en conocimiento de esas circunstancias para que co- inactivo. En rigor, en el tipo omisivo no se necesita una específica
bre vigencia el mandato de actuar, con todos los componentes decisión de omitir.
descriptivos y normativos requeridos en cada caso. También debe
5 Es necesario comenzar recordando que la esencia pretípica También en la
estar en condiciones de prever el curso causal. Hasta aquí el dolo omisión ~l dolo
de la omisión es la conducta efectivamente realizada: ésta es pre-
en la omisión, en su aspecto cognoscitivo, no difiere del dolo en la se monta sobre
cisamente la acción final que el sujeto realiza y, en la situación la causalidad
estructura activa, pero hay un aspecto potencial, una posibilidad
típica, esa misma finalidad está prohibida, por no ser la finalidad
de conocimiento que se requiere en el tipo subjetivo ornisivo: debe
debida. Esta finalidad también existe en la omisión culposa, de
~erle posible al sujeto representarse la realización de la conducta
modo que se impone distinguir entre ambas y. para ello, si bien
debida, y cuando hay resultado típico relevante, la vía por la cual
es necesario el conocimiento efectivo de la situación típica y de
pueda evitarlo.
una posibilidad de representación de la vía de realización de la
Errores sobre En los tipos de impropios delitos de om1s10n, el circulo de 3 acción ordenada, no es suficiente, porque en la típicidad omisiva
la posición autores es limitado, tratándose de delicta propria. definiéndose dolosa, el agente realiza la acción diferente de la ordenada. preci-
de garante
por la posición de garante, que surge sólo en la situación típica. samente porque se representa la causalidad que provocará el re-
Es discutida la posición que debe ocupar el conocimiento de la sultado y. por ende, sabe que debe dejarla andar para que éste
posición de garante. En general. parece razonable distinguir en- advenga y que debe realizar la acción diferente para no interferir
tre: (a) el error que recae sobre el deber mismo de actuar que emerge el _curso causal y, de este modo, dirigir esa causalidad hacia el
de la posición de garante y que sería un error de prohibición. usual- re;¡pltado. En el tipo activo tampoco el agente se monta sobre la
mente llamado error de mandato, (el error del padre respecto de causalidad real, sino sobre su representación, porque siempre se
sus deberes de actuar) y (b) el que recae sobre la situación o esta- trata de un curso causal futuro: por eso el dolo, tanto en el tipo
do que funda la posición de garante (el que ignora su condición de 2.ctivo corno en el omisivo, se monta sobre una futura causalidad
padre) y que no puede menos que pertenecer al tipo objetivo. Con- imaginada, sólo que para obtener el resultado en el tipo omisivo
fom1e a ello, las características que hacen a la posición de garante sabe que no debe interferirla y, para eso, debe realizar una con-
en particular (saber que es el padre) pertenecen al tipo objetivo,
ducta diferente de la debida.
pero no así el deber de evitar el resultado de ella emergente (el
conocimiento de los deberes que surgen de la condición de pa- 6 No se puede prescindir del elemento final en el dolo típico de En la omisión
también ha,·
dre). que como tal pertenece a la antijuridicidad. En consecuencia, omisión. porque el puro conocimiento también existe en la culpa. finalidad
el primero será un error de tipo que. como tal. eliminará la tipicidad No se trata aquí de finalidad potencial ni de una conducta poten-
dolosa de la conducta, sin perjuicio de que, en el supuesto de ser cial. sino que hay una conducta real y efectiva, que el sujeto lleva
vencible, pueda dar lugar a la tipicidad culposa de ésta. Por el a cabo para no realizar la debida y dejar andar a la causalidad
contrario. el error que recaiga sobre el deber que emerge de la para que se produzca el resultado. El aliud agere. que tiene una es-
posición de garante (los deberes que le incumben como padre) tructura final. que no se agota en la mera producción de la calceta
será un error de prohibición (error de mandato) que. en el su- en el caso de la madre. sino en la muerte del niño. para lo cual la
puesto de ser invencible. eliminará la culpabilidad (reprochabili- madre teje la calceta. porque sabe que debe hacer precisamente
dad) de la conducta. eso como acción diferente de la debida, que hubiese interrumpido
La dificultad de1ivada del querer de la omisión (el llamado dolo 4 la causalidad. Tejiendo calceta domina la causalidad hacia el re-
El fin en
la omisión de omitir) ha creado serias dudas. El que frente a un accidente no
sultado letal para el niño. El fin de que se produzca el resultado
se representa la posibilidad de actuar ayudando. no puede decir- que se debía evitar no es una motivación que. como tal. debe ir a
454 TIPOS OM!SIVOS

la culpabilidad: la madre no teje porque quiere que el niño muera, CAPÍTULO 18


sino para que el niño muera.
Antijuridicidad

§ 172. Las omisiones culposas

Supuestos de Se señalan cuatro instancias en que puede surgir la culpa 1


violación por falta al deber de cuidado: (a) en la apreciación de la situación
al deber típica (el policía que oye los gritos pidiendo socorro y faltando al
de cuidado § 173. Antijuridicidad, antinorrnatividad y ejercicio de derechos
deber de cuidado, cree superficialmente que es una broma); (b)
falta de cuidado al ejecutar el mandato (el que en la premura por
apagar el fuego arroja gasolina en lugar de agua); (c) falta de cui- Deducción
1 Hemos visto que la teoría del delito es un sistema de filtros o
dado al apreciar la posibilidad física de ejecución (el que supone compuertas inteligentes que sirven para contener las pulsiones de normas
que no podrá salvar al niño porque con superficialidad juzga que prohibitivas y
del poder punitivo. El juego de pulsiones de éste y de las preceptos
el agua es profunda); (d) falta de cuidado en apreciar las circuns- contrapulsiones del derecho penal determina una dialéctica, que permisivos
tancias que fundan su posición de garante (el médico que por se reitera en todos los niveles analíticos. Con la tipicidad de la
error vencible cree que no se halla de guardia esa noche). La hipó- acción se afirma su antinormatividad, o sea, la contradicción de
tesis (b), en rigor, lleva a una tipicidad culposa activa. ésta con la norma deducida del tipo, considerada aisladamente
(tipo sistemático) y conjugada con las otras normas prohibitivas
deducidas de toda la legislación (tipicidad conglobante). Pero las
leyes no sólo contienen normas prohibitiva.s. porque a veces se
hace necesario reconocer que la realización de la acción antinor-
mativa es, precisamente, un derecho que no puede negarse al
agente como parte de su ejercicio de libertad social que disuelve
el conflicto o, al menos, la pretensión de injerencia punitiva. De
alli que de la leqislación no sólo !>e deduzcan normas prohibitivas,
sino también preceptos permisivos: la interpretación no contradicto-
ria de las primeras es el orden normativo: la interpretación no con-
tradictoria del orden normativo con los preceptos permisivos, es el
orden jurídico.

2 Estos preceptos permisivos se llaman causas de Justificación Causas de


o de licitud, y la tensión entre tipicidad y causas de justificación justificación
o de licitud
es un nuevo capitulo dialéctico dentro de la teoría del injusto,
impuesto por la inevitable necesidad legislativa de circunstanciar
lo antinormativo para evitar que se convierta en p~hibición afec-
tándose la libertad de modo irracional. Mediante las causas de
justificación el estado de derecho refuerza la exclusión de las ma-
nifestaciones más irracionales del poder punitivo.
456 .ANTIJURlDICJDAD ANTIJURlDICIDAD, ANTINORMATMDAD Y EJERCICIO DE DERECHOS 457

No son excep- Debe quedar claro que no se trata de un juego de reglas y 3 tracción del tipo le hace pasar por alto circunstancias que deter-
ciones ni excepciones, pues eso es una cuestión numérica, sin contar con minan que en algunos casos la acción típica sea precisamente un
particularidades
que el precepto permisivo, al preservar el espacio de general li- ejercicio de esos derechos. En estos casos, cuando la acción típica
bertad humana garantizado por la Const~ción, es confirmatorio está amparada por una causa de justificación, en razón del propio
de una regla; simplemente, la norma y el precepto encajan como principio de reserva, la negación de la negación (el permiso niega
engranajes en un mecanismo indispensable para evitar que la la prohibición) es la afirmación (del derecho que se ejerce). Esto
norma, derivada de un instrumento necesariamente abstracto, no significa que la norma coloca una prohibición que el precepto
lleve al campo de lo antijurídico conductas que la violan, para destruye, sino que Za antijuridicidad de la acción tipica es una sin-
ejercer derechos que no pueden negarse sin incurrir en grosera tesis de la presencia de la norma con la ausencia de precepto per-
irracionalidad. Tampoco se trata de una relación entre lo general misivo, en tanto que lajustifi.cación de la acción típica es la sintesis
y lo particular, porque tan general es la norma como el precepto de la norma con la presencia de dicho precepto.
permisivo. Además, la libertad que confmna el segundo, es lo ge-
neral por excelencia. 7 La doctrina que no percibe que la relación entre antinormati- No quitan ni
vidad y justificación es una dialéctica que reafirma el ámbito de recortan la
prohibición, sino
Deben ser más La mayor particularización de las causas de justificación obe- 4 libertad social, reduce la relación a una cuestión lógica. Para ello, que la niegan en
particularizadas dece a que éstas trabajan en los límites del ámbito de restricción una síntesis
que las
parte de una afirmación verdadera: la justificación presupone una
prohibiciones de la libertad social, donde pese a la existencia de una conflictividad prohibición, o sea, una tipicidad. Pero como no reconoce la esen-
lesiva, ésta no resulta contraria al derecho, o sea que, en definiti- cia reafirmatoria de los espacios de libertad social, concluye en
va, la causa de justificación expresa una antinomatividad circuns- que la antinormatividad afirma algo que luego es negado por la
tanciada que el legislador politico reconoce como ejercicio de un justificación, como si se pusiese y quitase pan de una bolsa, dan-
derecho. do lugar a la llamada teoría del tipo de injusto, o bien a una mera
Antijuridicidad es Por ello, de un lado, injusto penal no es cualquier conducta 5 operación lógica de recorte, como sucede en la teoría de los ele-
la característica antijurídica (no pagar, que es incumplimiento de obligación civil, mentos negativos del tipo (ver§ 123). Si bien es cierto que no ten-
del injusto o dría sentido establecer un permiso sin una previa prohibición,
del ilícito por ejemplo), sino sólo la que es penalmente típica (apoderarse
indebidamente, hurto); pero, por otra parte, tampoco es injusto esto advierte que el tipo siempre es la ratio legis de la justificación
una conducta meramente típica, sino sólo cuando ésta es tam- (pues ésta no tiene sentido sin un tipo prohibitivo) y, precisamen-
bién antijurídica (no es hurto famélico). En consecuencia, se de- te por ello, la tipicidad sólo es ratio cognoscendi de la anti.juridicidad
nomina injusto penal a la acción que es tipica y antijurídica. En (todo intérprete, antes de concluir en una limitación a la libertad
tanto que la ant/juridicidad es la característica que resulta del -~ social debe indagar sobre la ausencia de justificación). No se trata
juicio negativo de valor que recae sobre la conducta humana, in- de un análisis en el que se pone y se quita, ni en el que se afirma y
justo es la misma conducta humana desvalorada. Es algo similar se recorta, sino de una dialéctica en que se afirma, se niega y se
a un caballo blanco: la blancura (antijuridicidad) es la caracterís- sintetiza.
tica, pero el caballo blanco (injusto) es el objeto que la presenta.
8 La célebre afirmación de que no es lo mismo matar a un hu- Requiere más
El injusto penal es una acción prohibida por el derecho penal, atención que la
pero respecto de la cual ninguna ley penal o no penal le reconoce mano en legitima defensa que matar a un mosquito, es equivoca. muerte de un
el carácter de ejercicio de un derecho. Si bien ambas acciones comparten la misma naturaleza esencial, mosquito
porque dan lugar a hechos lícitos y forman parte del mismo
La negación de Los derechos cuyo ejercicio se reconoce mediante los precep- 6 substrato de libertad, también es racional que se exija una aten-
la prohibición se tos permisivos son los mismos que garantiza el principio de reser- ción particular y una síntesis ulterior a la luz de un precepto
sintetiza en la
reafirmación de
va (art. 19 in.fine CN). Esta misma garantía de reserva exige que circunstanciante, cuando el ejercicio de un derecho consiste pre-
la libertad se analicen en dos momentos diferentes, porque la inevitable abs- cisamente en la realización de una acción típica.
458 ANT!JURIDICIDAD .Ai,1T!JURIDICIDAD Y UNIDAD DEL ORDEN JURÍDICO 459

La antinonnativi- Por ello, la antinorrnatividad (tipicidad) no pasa de ser un 9 causas de justificación no crean derechos, sino que reconocen el
dad como indicio indicio de antijuridicidad, puesto que sólo con el juicio de antiju- ámbito de lo permitido o licito, establecido a partir de la reserva
de antijuridicidad
ridicidad se veriflca definitivamente la limitación al espacio social constitucional. El carácter fragmentario y sancionador (ver § 22)
de libertad. Toda vez que los preceptos pem1isivos (causas de jus- obliga a reconocer que las causas de justificación se limitan a
tificación o de licitud) capaces de neutralizar el indicio de antijuri- precisar los derechos reconocidos por la Constitución y por el
dicidad que proporciona la antinormatividad no proceden sólo del Derecho Internacional de los Derechos Humanos en situaciones
campo penal, sino de cualquier parte del ordenamiento juridico, donde es dificil reconocerlos.
la antijuridi_cidad está dada por el choque de la conducta con la
totalidad del orden jurídico funcionando como tal (corno orden).

La garantía La Constitución enuncia derechos y garantías, que pueden 10


constitucional de § 17 4. Antijuridicidad y unidad del orden jurídico
entenderse como promesas de no interferencia por parte del le-
no intervención
gislador, mediante los cuales fija ámbitos de libertad de actos en
relación con la vida, la integridad física, la propiedad, la expre-
1 Adoptar el criterio de la antyuridicidad como juicio definitivo La justificación
sión de ideas, la participación política, etc. (arts. 14, 14 bis, 15, no necesariamen-
acerca de la prohibición de una conducta, presup Jne considerar al
16, 17, 18 y 20; arts. 1 a 27 de la DUDH, y derechos contenidos te exime de otras
orden juridico corno un todo unitario, para cuya totalidad la con- responsabilidades
en el resto de declaraciones, convenciones y pactos incluidos en
ducta es licita o ilicita, lo que es generalmente admitido en la
el inc. 22 del art. 75, como parte de los derechos y garantías
doctrina. Pese a esta casi general coincidencia doctrinaria, es
enumerados por el arL 33, CN), los que a la vez deben ser leídos
menester precisar· qué se pretende exl2!esar con esta afirmación.
corno límites al poder de interferencia del estado.
Corno se ha dicho, la jurisdicción debe proceder de modo no con-
La no interven- Por ello, en un estado constitucional de derecho, la regla es la 11 tradictorio y, por ende, no puede dar lugar a escándalo jurídico,
ción es la regla; libertad social y la excepción su limitación. Desde la perspectiva esto es, a afirmar y negar algo al mismo tiempo. En este sentido,
lo prohibido, la
excepción reductora, la antijuridicidad ijuicio acabado de prohibición o de una conducta lícita en un ámbito del derecho, no puede ser ilícita
mandato) es el reverso de la libertad social, derivada del propio en otro. No obstante, naqa impide que una acción considerada
principio de reserva. La antijuridicidad no interroga sobre la au- licita por una rama_clel derecho, no pueda generar obligaciones en
sencia de un permiso, frente a un indicio de prohibición, sino otra, sobre la base de diferentes fundamentos de responsabilidad:
que, por el contrario, e/juicio de antyuridicidad pregunta si el per- toda vez que estos fundamentos son diferentes, el escándalo juri~
miso constitucional se mantiene a través de un permiso legal que, dico no se produce y la unidad o no contradicción del ordenjurídico
~e afirmarse, deja a la acción inmune a cualquier interferencia de , se mantiene. Por supuesto que, con mayor razón, no puede
la norma de coerción (por prohibición o mandato) e impide que se pretenderse ninguna contradicción cuando se trate de valorar
habilite ejercicio de poder punitivo sobre el agente. De este modo comportamientos diferentes, como puede ser la ilicitud adminis-
la antijuridicidad cobra mayor sentido y contenido: prácticamen- trativa de la presencia del agente en el lugar del hecho justificado
te, deviene el nivel analítico más estrechamente vinculado con la (el agente policial que se defiende legítimamente frente a una agre-
idea del estado de derecho. sión en un prostíbulo, pero que en ese momento estaba
incumpliendo su deber de servicio en otro lugar).
Las causas de En el derecho positivo argentino puede afirmarse que la ley 12
justificación son ordinaria es compatible y armónica con la ley constitucional e 2 Un entendimiento errado de la unidad de la antijuridicidad Lo importante
ejercicios de es la no
internacional, considerando que el ejercicio de un derecho del art. lleva a negar la posibilidad de cualquier consecuencia sancionatoria contradicción del
derechos, pero no
crean derechos 34. inc. 4º, CP, es lafórmulageneral de las causas de justificación. o responsable para toda conducta típica y justificada. Este con- orden jurídico
Todos los supuestos de justificación o tipos permisivos represen- cepto de ü.nida9, al pasar por alto los diferentes fundamentos de
tan casos particulares de justificación. Cabe insistir en que las la responsabilidad en las respectivas ramas jurídicas, lleva a con-
460 &'ff!JURID!CIDAD
A"iT!JURID!CIDAD MATERIAL Y FOTu'vL,\L 461

secuencias que también son inadmisibles: el que salva su vida a objetivismo valorativo del positivismo sociológico imponía esta so-
costa de la propiedad de otro, completamente ajeno al conflicto lución, aunque von Liszt no la llevaba hasta sus últimas conse-
y al que deja en situación de desamparo, aunque posea una for- cuencias lesivas de la seguridad jurídica, dado que no aceptaba
midable fortuna, no estaría obligado a reparar; la necesidad de que, en caso de discrepancia. el juez se alejase de la ley guiado
anestesiar a un preso para salvarle la vida, legitimaría la prueba sólo por la antijuridicidad material, pues respetaba escrupulosa-
obtenida por declaraciones involuntarias hechas bajo el efecto mente la legalidad.
de la droga suministrada; etc. Estas consecuencias no resultan
,
2 El cuidadoso respeto de von Liszt por la ley penal fue rápida- La rápida utiliza-
de la admisión de la unidad de la antijuridicidad, sino sólo de la ción antiliberal
mente abandonado por el penalismo autoritario, pues semejante del concepto
errada traducción de ésta en la regla de que el ejercicio regular de
objetivismo valorativo no podía tolerar por mucho tiempo la valla material
un derecho, afinnado en sede penal, no podría traer ninguna con·
secuencia en ningún ámbito.
legal, prestamente motejada como prejuicio burgués o liberal. Fue
así que el positivismo criminológico italiano (ver § 7 j) se refirió al
Los diferentes El error del planteamiento parte del desconocimiento de la 3 daño público, el nazismo proporcionó su versión volkisch como
criterios de res-
ponsabilidad
existencia de muchas conductas que, si bien importan ejercicios dañosidad al pueblo, y un empleo parecido tuvo lugar en el stali-
de derechos, sin embargo generan responsabilidad civil o admi- nismo como peligro para la sociedad socialista..
nistrativa. Acto ilícito para el derecho civil es todo acto contrario a Las justificaciones
la ley, que abarca los actos personales del responsable, pero que 3 Las consecuencias prácticas de la separación de la antijuridi- y los injustos
cidad en material y formal son las siguientes: (a) si una conducta supralegales
se extiende a los actos ocasionados por sus dependientes, a las
cosas que son de su propiedad o de las que se sirve, incluso llega es formalmente antijurídica, pero no lo es materialmente, se ape-
hasta los actos de personas vinculadas con el principal por una la a una llamada causa supralegal dejustificación y (b) cuando
especial relación de autoridad o de cuidado. Se trata de formas de una conducta no es formalmente antijurídica, pero lo es material-
culpa extrañas al derecho penal, que en éste serian inadmisibles mente, se construye un injusto supralegal. La aceptación de una
por ser responsabilidad objetiva, pero que se introdujeron en el lleva a la otra, porque de la aceptación de la justificación supralegal
derecho civil para ampliar los márgenes de reparación, con la no falta más que un paso para revertir el argumento y sostener
consigna de que ningún. daño puede quedar sin indemnizar. que hay un injusto supralegal en los casos en que la antijuridici-
dad material abarca lo que no és formalmente antijurídico. Esto
último fue discutido en la posguerra ante la necesidad de juzgar
los crímenes del nacionalsocialismo, cometidos conforme a la le-
§ 175. Antijuridicidad material y formal galidad formal de esa dictadura genocida.

4 La más elemental seguridad jurídica rechaza la introducción Los injustos su-


pralegales no son
La antijuridicidad A fines del siglo XIX, von Liszt enfrentó el positivismo juridi- 1 indiscriminada de cualquier criterio pretendidamente sociológico
necesarios en el
material como un co sostenido por Binding (para el cual antijurídico era todo lo para crear o eliminar antijuridicidad arbitrariamente o en función derecho vigente
hecho verificable
que la ley reputaba como tal), oponiéndole desde el positivismo de valoraciones subjetivas del juzgador. Con esos conceptos tanto
sociológico, el concepto de antjjurídicidad material entendido como es posible criminalizar a inocentes como a asesinos, pero también
dañosidad social de la conducta. Afirmaba que una acción es criminalizar a los primeros y fundar la impunidad de los segun-
fonnalmente antijurídica como contravención a una norma esta- dos. Por cierto que en el derecho positivo hoy vigente no pueden
tal, en tanto que sería materialmente antijurídica la acción como plantearse los problemas que el vacío legal generó al término de la
conducta socialmente dañosa (antisocial o también asocial). Esta Segunda Guerra Mundial, dado el desarrollo del derecho interna-
antijuridicidad material no era para von Listz algo creado por el cional en las décadas siguientes. En el orden interno argentino, la
legislador sino que pretendía verificarla en la realidad social. El incorporación de convenciones, declaraciones y pactos como de-
462 ANTIJURID!CIDAD Ai,TIJURIDICIDAD OBJETIVA E INJUSTO PERSONAL 463

rechos y garantías constitucionales (arts. 75, inc. 22 y 33, CN), ceptos de antijuridicidad, pues ésta siempre es material, enlei
permite resolver esas cuestiones dentro del derecho positivo, sin sentido de que implica una efectiva afectación del bien jurídico,
necesidad de apelar a la construcción jusnaturalista de un injus- para cuya detenninación a veces no tiene el legislador otro cami-
to supralegal. no que remitirse a pautas sociales de conducta. Pero la antijuridi-
Queda en pie el interrogante acerca de la necesidad de acudir 5 cidad también siempre es formal, porque su fundamento (a veces
Las justificaciones
supralegales a un concepto material o supralegal para restringir la antijuridici- no toda su detern1inación) no puede partir más que del texto le-
tampoco son gal. Como consecuencia de lo anterior. tampoco existe un injusto
necesarias dad, o sea, para encontrar causas de justificación supralegales.
Aunque más adelante se analizarán los supuestos por lo general legal y otro supralegal. sino que todos los injustos son legales con
esgrimidos, cabe adelantar que en nuestro derecho pueden ser un contenido material de lesividad. De la negación de un injusto
resueltos en el marco positivo vigente. Los preceptos permisivos supralegal se deriva la inexistencia de causas supralegales de jus-
son claramente deducibles del mismo orden jurídico y la enun- tificación: que ocasionalmente para la determinación de los lími-
ciación genérica del inc. 4° del art. 34 del CP (obrar en legítimo tes de los permisos (contenido del ejercicio de un derecho) la ley
ejercicio de un derecho) les otorga carta de ciudadanía penal. necesite completarse con la remisión a pautas sociales, no signi-
fica que éstas sean causas supralegales de justificación, pues si-
No debe confun- Dado lo peligroso del concepto de antijuridicidad material, el 6 guen siendo legales. precisamente en virtud' de la remisión.
dirse la antijuri- uso autoritario del mismo, su liberación a valoraciones subjetivas
dicidad material
con la exigencia y en general, su innecesariedad práctica en el derecho penal de
de lesividad un estado constitucional de derecho y en el marco del derecho
internacional contemporáneo, es claramente preferible archivarlo § 176. Antijuridicidad objetiva e injusto personal
como una curiosidad histórica y casi un mal recuerdo. Por ello,
debe diferenciarse muy cuidadosamente de la o.igencia de lesividad
(ver § 32), ·r::'.::-n la que a veces erróneamente se confunde. 1 Hace varias décadas se desarrollaba el debate conocido como Confusiones
del pasado
Tampoco con la Tampoco debe confundirse el nebuloso concepto de antijuri- 7 causalismo/finalismo (ver § 122.3), discutiendo la ubicación del
remisión limitativa dicidad material con la circunstancia de que, algunas veces, el es- dolo (para unos en la culpabilidad, para otros en el tipo) y, por
a pautas sociales ende, la naturaleza objetiva o subjetiva del injusto, lo que llevó a
tablecimiento de los limites de una causa de justificación puede
requerir la referencia a pautas sociales de conducta no reflejadas que algunas veces se creyese discutir si la antijuridicidad era ob-
en el orden jurídico, aunque -por supuesto- tampoco contraria- jetiva o subjetiva. Esto produjo gran confusión, (a) primero, por-
das por éste. Es posible pensar en las dificultades que en ocasio- que se confundía injusto o ilícito con antijuridicidad y (b) segundo,
nes presenta la individualización del mal menor en el estado de porque no se sabía qué se quería decir con el carácter objetivo de
necesidad. Si bien hay criterios en la propia legislación penal y la antijuridicidad.
muchos más en el orden jurídico general, no cabe descartar la 2 Está hoy bastante claro que el injusto, o sea, la acción ti pica y El injusto es
posibilidad de un raro caso en que se imponga complementar complejo: objetivo
antijurídica, tiene aspectos objetivos y subjetivos, no pudiendo y subjetivo
estas pautas con las sociales. Pero, de cualquier manera, queda prescindirse de ninguno de ellos, aunque se los requiera con dife-
claro que esto no implica que la antijuridicidad dependa de la rentes extensiones en las varias corrientes de la teoría del delito.
dañosidad social. de la lesión a normas de cultura ni de ningún También está claro que la antijuridicidad es la característica del
otro vago concepto que remita -so pretexto de sociología- a obje- injusto penal y no el injusto en sí~El injusto es el objeto desvalo-
tivaciones valorativas preconcebidas. Tampoco aquí vale la pena rado, la antijuridicidad es la característica que presenta ese obje-
emplear una expresión que traería más dificultades que claridad. to como resultado de la desvaloración. Reiteremos el ejemplo del
Síntesis En síntesis, si dentro de este contexto se prefiere hacer una 8 caballo blanco: el caballo es el objeto valorado como "blanco" y la
referencia a la materialidad, cabe advertir que no existen do~ con- "blancura" es la característica del caballo, pero el caballo sigue
464 ANTIJURIDIC!DAD
LA. JUSTlFJCACIÓN NO EXlGE ELEMENTOS SUBJETIVOS 465

siendo un ente del mundo real (corno lo es la acc10n típica y § 177. La justificación no exige elementos subjetivos
antijurídica) y su "blancura" sólo una característica que le atri-
buirnos a ese objeto (como lo es la antijuridicidad del injusto), En
este sentido la primera confusión que generaba esa discusión está 1 Se sostiene que es necesario que el agente que opera Los pretendidos
despejada. justificadamente tenga conocimiento de las circunstancias objeti- ele~entos
subjetivos de
Sentidos de la vas en que actúa: sepa que está siendo agredido, que le amenaza la justificación
En cuanto a la antijuridicidad (reconocida como característi- 3
objetividad en la un mal mayor, etc. Estos conocimientos constituyen los pretendi-
antijuridicidad ca), ésta es objetiva en dos sentidos: (a) en principio, la antijuridi-
cidad de una conducta concreta se detemina conforme a un juicio dos elementos subjetivos de lajustif¡.cación. Quienes los requieren
sostienen que no es necesario que abarquen la comprensión de la
predominantemente fáctico y no valorativo: el juicio subjetivo
juridicidad de la acción, sino sólo de las circunstancias objetivas
(valorativo) viene hecho por la ley (en cuyo concepto, por supues-
del permiso correspondiente. Si lo vemos desde la perspectiva del
to, se abarca la Constitución), que se limita a concretarlo con la
tipo sistemático, se trataria de una ultraflnalidad, pues el agente
derogación de un ámbito de libertad constitucional y la consi-
actuaria dolosamente (dirigiría su acción a la obtención del resul-
guiente afirmación definitiva de la prohibición por la ausencia de
tado típico) para obtener otro resultado (detener o evitar la agre-
un permiso legal que mantenga ese originario status normativo.
sión, salvar el bien mayor, etc.).
De este modo, el juez realiza un juicio objetivo (con predominio
fáctico); el legislador realizó un previo juicio subjetivo (valorativo). 2 Aunque se ha señalado que estos elementos no pueden ser No se desprenden
(b) En otro sentido, la antijuridicidad es objetiva porque no toma requeridos por los partidarios del viejo injusto objetivo y que son de ninguna
concepción del
en cuenta la posibilidad exigible al sujeto de realizar otra conduc- ineludibles para los que sustentan la tesis del injusto personal o injusto
ta motivándose en la norma, es decir, lo que pertenece a la culpa- complejo (objetivo y subjetivo), ello no es cierto. Históricamente
bilidad. hubo autores objetivistas que los han requerido, lo que demues-
No es antijuridica tra que se trata de una tendencia que tiende a complementar la
En los señalados sentidos, la antfjundicidad es objetiva. No 4
toda causa de un justificación con requerimientos éticos extraños al derecho (etización
resultado típico obstante, también hubo un tercer sentido en el cual no es admisi-
de la justificante} y cuyo origen es anterior e independiente de la
ble. En tiempos en que regía la sistemática derivada de von Liszt
concepción compleja del injusto. Esta conclusión, además de ser
(injusto objetivo y culpabilidad subjetiva), el injusto era causación
una comprobación histórica, se impone por vía lógica: no e.xiste
física del resultado, con lo cual toda acción que era causa del
razón para sostener que el concepto complejo del injusto obliga a
resultado era antijurídica, es decir, que lo antijurídico era la
admitir los elementos suqjetivos de lajustificación.
causación del resultado. Así, por ejemplo, si un sujeto le dice a un
policía que quien cmre delante le robó la cartera y el policía lo 3 Cuando se construye el concepto de antijuridicidad como jui- Constituyen un
requisito etizante
persigue y detiene, siendo falsa la acusación, no sólo habría ac- cio que verifica que un precepto permisivo confirma la vigencia de que refuerza la
tuado antijuridicamente quien denunció el hecho inexistente, sino un ámbito de licitud o libertad, la exigencia de cualquier elemento pretensión de
también el policía, y la víctima podría defenderse legítimamente subjetivo en lajustificación aparece como totalmente innecesaria obediencia diri-
gida al súbdito
también contra el policía. A esto se le llamó injusto objetivo y tam- e incluso aberrante en un estado de derecho: nadie tiene por qué
bién -más confusamente aún- antfjundicidad objetiva, por oposi- conocer en qué circunstancias actúa cuando está ejerciendo un
ción al llamado injusto personal, conforme al cual el que actúa derecho, pues el ejercicio de los derechos no depende de que el
antijuridicamente sólo es el falso denunciante, mientras que el titular sepa o no sepa lo que está haciendo. En rigor, el que se
policía se limita a cumplir con su deber de detener a sospechosos. imagina estar cometiendo un injusto cuando en realidad está ejer-
Cuando el injusto pasó a ser complejo (objetivo y subjetivo), la ciendo un derecho, sólo incurre en un delito en su imaginación,
lógica consecuencia fue que deviniese personal, y que por ende.este porque no habrá nunca un injusto en el mundo real. La impuni-
sentido de objetividad se abandonase junto al criterio sistemático dad del delito putativo o imaginario no es discutible y, por ende,
que le había dado origen (injusto objetivo/culpabilidad subjetiva). no puede pensarse en excluir la justificación cuando ésta existe.
466 AvnJURIDIC!DAD Lti. JUSTIFICACIÓN \ lj;XIGE ELEMENTOS SUI3JETNOS 467

Los elementos subjetivos de la justificación son un intento de hacer cen que no hay un resultado antijurídico y pretenden que su au-
recaer el desvalor de 1a antijuridicidad sobre el animus desobe- sencia da lugar a tentativa, para algunos inidónea. Otros preten-
diente a la voluntad del estado: por esta vía se llega a la conclusión den que se trata de un delito consumado y algunos reconocen que
de que sólo existe un bien jurídico, que es la voluntad estatal o. lo opera una atenuación. Además, cabe observar que los elementos
que es lo mismo, el consiguiente derecho a e.'-igir obediencia del subjetivos de la justificación son una creación de la etización pe-
súbdito, pero es insostenible cuando lo que se pretende es reafir- nal alemana de los años treinta, luego generalizada en los autores
mar con la justificación el ámbito de libertad del ciudadano. alemanes y que se sostiene casi únicamente en su ámbito de in-
fluencia. Su rechazo en Italia es casi total, al igual que en Holan-
Resultan de El tema se ha complicado por un afán de simetría mal enten- 4 da y Francia.
armarlos dida, porque parte de la tradicional construcción de la justifica-
permisos desde
las prohibiciones ción como derogación de una prohibición. Cuando se adopta este ¡ 7 A todo lo dicho cabe agregar que la exigencia de elementos Dificultades
dogmáticas
punto de partida, la justificación se elabora a partir de la prohibí- subjetivos de la justificación presenta serias dificultades sistemá-
ción· y, por ende, resulta lógico el razonamiento por simetría: si la ticas no resueltas por sus partidarios. Así, seria necesario renun-
prohibición abarca algo subjetivo, el permiso debe ser un tipo ciar a la accesoriedad de la participación (ver § 24 7), porque de lo
permisivo (o contratipo) también con algo subjetivo. Pero si se lo contrario se presentarían casos de solución absolutamente
concibe como confirmación de la libertad social y se lo estructura aberrantes. En principio actuaria antijuridicamente el partícipe
según esta perspectiva, esta relación no se impone. En realidad. que conoce la situación desconocida por el autor. Además, podria
armar los permisos desde las prohibiciones es una verdadera actuarse justificadamente contra el que está objetivamente obrando
inversión del planteamiento. Cuando desde la no prohibición se en defensa de un tercero sin saberlo. Ejemplos: A quiere matar a
reconoce que lo justificado no difiere en su naturaleza de lo no su enemigo B, que esta agachado detrás del dintel de una venta-
prohibido, no puede admitirse que las conductas justificadas na. El dintel le impide ver que en ese momento B está estrangu-
sean antijurídicas cuando los autores no sabían lo que hacían, lando a una anciana. Ces el hijo de la anciana y sabe que B está
pues con idéntico criterio cabría restarle a una persona el dere- ahorcando a su madre, por eso le alcanza el arma a A, quien dis-
cho a profesar libremente su culto, cuando crea que está ha- para contra By salva a la anciar1a. Como A actuó antijuridicamente
ciendo otra cosa. y la complicidad es accesoria de un injusto principal, C sería cóm-
plice de A y no le ampararía ninguna causa de justificación. Ade-
La posición En la doctrina nacional se destaca por su claridad la opinión 5
correcta
más, como A está actuando antijuridicamente, puede aparecer el
de Nino: el estado de necesidad, la legítima defensa, y cualquiec_ hermano de By disparar contra A en legítima defensa de B.
otro ejercicio de derecho, justifican la respectiva acción con inde;;._
pendencia de motivos. intenciones y creencias del agente. Esta con- 8 Se ha sostenido que en nuestra legislación estos elementos No son elementos
requeridos
clusión está impuesta por la concepción liberal. según la cual el son necesarios en base al texto del art. 34 CP, a partir de las por la ley
derecho penal no va dirigido a prevenir actitudes subjetivas indig- expresiones en defensa (inc. 6º) y por evitar (inc. 3º). En principio,
nas que puedan implicar una autodegradacíón moral del agente, cabe recordar que la ley no puede violar la Constitución y, si bien
sino situaciones socialmente indeseables. El que previene sin so.- las citadas expresiones del código pueden ser equívocas, dentro
berlo un mal mayor o repele sin querer una agresión, no da lugar a de su resistencia semántica cabe un sentido que no implica nin-
una situación indeseable que el derecho trate de prevenir, cual- guna referencia a elementos subjetivos o de ánimo en la justifica-
quiera sea el efecto que su acción produzca sobre el valor de su ción. Sin violentar las reglas del sano entendimiento del idioma,
carácter moral. es posible afirmar que la expresión legal en defensa no indica
ninguna subjetividad o ánimo, del mismo modo que no la indica
No hay acuerdo Por otra parte, quienes sostienen la exigencia de estos ele- 6
acerca de sus en cumplimiento de un deber o en legítimo ejercicio de un derecho,
consecuencias mentas subjetivos en la justificación tampoco se ponen de acuerdo sino que la preposición en estarla indicando dentro de un ámbito,
prácticas respecto de las consecuencias de su ausencia. Algunos recono- espacio, tiempo y modo, señalado por la ley. La expresión por
468 ANTIJURIDICIDAD ¿Los ELEMENTOS SUBJE'TIVOS DE U JUSTIFICACIÓN DEBEN USARSE IN BONAM P.4.RTEM? 46\J

evitar otro mayor del inc. 3º del art. 34, tiene el mismo sentido que frido todo el mal (por no haber logrado el result~do neutralizante),
en respecto de la defensa: se trata de un sinónimo de la expresión un elemento del ánimo que no se requiere para quien logró evitar-
usada para la legitima defensa y no indica ninguna subjetividad, lo.
pues uno de los sentidos de la preposición por es. justamente, a
Javor o en deJensa. 4 De toda forma, cabe advertir que en los casos en que la situa- Dificultades
ción de justificación exista, pero se valore la necesidad con cierto cuando se trata
de medir la
grado de inexactitud comprensible, no se envía automáticamente intensidad de
el problema a la culpabilidad, lo que parece afirmarse hasta ahora la necesidad

§ 178. ¿Los elementos subjetivos de la justificación sobre la base de razones de equidad, pero que no han sido dogmá-
deben usarse in bonam partem? ticamente precisadas. La regla pareciera ser que la inexistencia de
una situación de justificación no puede suplirse con la imagina-
ción del agente o de terceros observadores, pero que no cabe igual
Su requerimiento Los pretendidos elementos subjetivos de la justificación son 1 solución cuando la situación existe y la imaginación sólo opera
para la justifica- componentes de ánimo que, como tales, no pueden ser utilizados sobre la intensidad de la situación misma. Es obvio que esta regla
ción frustrada requiere matices y precisiones sobre los que no hay hasta el pre-
para limitar el alcance de una causa de justificación, pero cabe
preguntarse si pueden servir para ampliar su alcance meramente sente conclusiones más o menos unánimes ni definitivas.
objetivo. Para justificar su uso en este sentido amplificador de los
límites objetivos, se apeló a la distinción entre justificación exitosa
y frustrada. La última se daría en los casos en que el sujeto no
logra neutralizar la agresión en la legítima defensa o evitar el mal
mayor en el estado de necesidad, etc. Esta distinción carece de
relevancia, porque basta con que objetivamente se perciba por
cualquier observador la situación de defensa o de necesidad y la
acción que tiende a neutralizarla. Toda otra sujetivización no hace
más que confundir planos y momentos de análisis.

Introducen una En efecto: cuando se dice que la situación de justificación (si 2


confusión de hay necesidad, por ejemplo) debe establecerse ex ante, se corre
antijuridicidad
con culpabilidad el riesgo de confundir casos de error invencible de prohibición
(ver § 216) con supuestos de justificación, o sea, de borrar los
límites entre la justificación y la inculpabilidad. Para evitar este
cataclismo sistemático, es preferible mantener la objetividad de
la justificación (si no hubo situación objetiva de justificación,
ésta no existió) y remitir todos los restantes casos al campo de la
culpabilidad.
No existe En rigor no hay diferencia cualitativa entre la justificación 3
diferencia entre exitosa y la frustrada, salvo la necesidad de valorar ex post si la
la justificación
exitosa y la acción realizada era idónea para alcanzar el resultado de la jus-
frustrada tificante que corresponda. De lo contrario, si se exigiese en la
justificante frustrada el ánimo correspondiente, se caería en la
contradicción de exigirle al agente que por lo general habría su-
CAPÍTULO 19
Causas de justificación

§ 179. El debate ideológico de la legítima defensa

1 La legítima defensa (incs. 6º y 7º del art. 34 CP) y el estado de La necesidad


como elemento
necesidad justificante (inc. 3º del art. 34 del CP) son dos tipos común
permisivos que tienen en común el elemento necesidad. Del texto
de la ley surge que la primera presupone una agresión ilegítima,
lo que en el segundo no sucede. Por ello en el caso de este último
se ponderan los bienes jurídicos en conflicto y se justifica causar
el mal menor. Respecto de la legítima defensa cabe preguntarse si
la circunstancia de que medie una agresión ilegítima elimina por
completo la ponderación de los bienes (o males) en conflicto, o
bien si, por el contrario, debe tomarse en cuenta y, en tal caso, en
qué medida.

2 La respuesta a esta última pregunta ha dividido a la doctrina Objetivistas


y subjetivistas
entre objetivistas y subjetivistas. (a) Para los objetivistas su fun-
ción es la defensa del orden jurídico (derecho objetivo). (b) Para
los subjetivistas es la defensa del derecho subjetivo injustamente
agredido. El objetivismo que se remonta a Hegel, exige una pon-
deración de bienes y el subjetivismo la rechaza. Desde esta pers-
pectiva, la función de la legítima defensa se acerca a la que el
pensamiento hegeliano asigna a la pena (ver§ 72) y, como defien-
de el orden juridico, la aproxima al cumplimiento de un deber
jurídico. El subjetivismo, por su parte, tiene origen contractua-
lista, y afirma que cuando el estado no puede acudir en defensa
de los derechos naturales del individuo, cesa el deber de obedien-
cia respecto del estado, porque si no puede tutelarlo tampoco puede
exigirle obediencia. Por ello, desde este subjetivismo radicalmen-
te individualista no importará la magnitud del daño que se infiera
472 CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN
L'\. R'\.CIONALIDAD DE L'\. DEFENSA LEGÍTI1\1A 473

en la defensa, que sólo estará dado por una necesidad que no § 1so. La racionalidad de la defensa legítima
conoce ley.

El fundamento La doctrina más extendida supera este debate limitándose a 3 1 La racionalidad es una caracteristica del derecho de toda re- Las lesiones
por la vía del fundar, la legítima defensa en el principio de que el derecho no inusitadamente
principio de que pública (art. 1º de la CN) y en la legítima defensa sólo se trata de desproporcio-
nadie está obli- tiene por qué soportar lo iryusto, partiendo del reconocimiento del averiguar cómo se manifiesta. El requisito de racionalidad signifi· nadas
gado a soportar caráct.er subsidiario de la legítima defensa, es decir, de que la ca que se excluyen de la legítima defensa los casos de lesiones
lo injusto
defensa sólo puede ser legitima cuando no es posible apelar a los inusitada o aberrantemente desproporcionadas. Con esto no se
órganos o medíos establecidos jurídicamente. Este fundamento renuncia al fundamento subjetivista, pues todo derecho tiene limi-
supera el debate, porque quien no tiene el deber de soportar lo tes en la coe,\.istencia, sin que ello signifique asignarles el carácter
injusto es porque tiene el derecho de rechazarlo o hacerlo cesar, de de una concesión graciosa ní negarles su naturaleza derivándolos
modo que no sólo no seria incompatible con la naturaleza de ejer- de sufuncionalidad para el orden jurídico.
cicio de derecho de la legítima defensa, sino que confirmarla ese La ponderación
2 La diferencia con el estado de necesidad es notoria. En el
carácter. en el estado de
estado de necesidad el orden juridico acepta la producción del necesidad y la
mal menor y, por ello, el límite de la justificaci<?_n está dado por la racionalidad en la
Naturaleza sub- La legítima defensa n<? tiene ninguna analogía con la pena. Si 4
legítima defensa
sidiaria y efecto cumple una función preventiva es por su semejanza con la coer- determinación de éste. En la legítima defensa no existen límites
preventivo
ción directa: si alguien se abstiene de robar en presencia del due- que provienen de la ponderación de males propios del estado de
ño es porque teme la reacción defensiva de éste, como teme a la necesidad, sino los que le impone la racionalidad como ausencia
coerción que puede ejercer sobre él un policía, pero no por temor de disparidad escandalosa. En el estado de necesidad se pesan
a la pena. Su fundamento no es otro que el derecho del ciudadano los males cuidadosamente; en la legítima defensa sólo se cuida
a ejercer la coerción directa cuando el estado no puede proporcio- que la balanza no tenga cargado sólo un platillo y salte por com-
narla con eficacia. Si cada vez que un sujeto es agredido aparecie- pleto hacia un lado.
se un policía para protegerle, no tendria razón de ser la legítima La necesidad
3 Este límite no implica renunciar al fundamento subjetivista,
no racional
defensa. sino reconocer que no existe ningún ordenjutidico que admita un
individualismo tal que lleve la defensa de los derechos hasta el
La racionalidad Como todo derecho, el ejercicio de la legítima defensa tiene 5
como limite de
extremo de hacer insostenible la coexistencia, convirtiendo la vida
límites, de modo que aquí la necesidad conoce una ley que la
la necesidad social en una selva, porque tal extremo no seria otra cosa que su
limita, que es la racionalidad. Limitar racionalmente un derecho
propia negación. Así, el clásico y reiterado ejemplo del empleo de
no significa privarlo de su naturaleza. A diferencia de la tradición una escopeta por parte de un paralítico que tiene sólo esta arma
legislativa germana -que se refiere a la defensa necesaria-, la ar- al alcance de su mano, no disponiendo de ningún otro recurso
gentina se ha referido siempre a la defensa legitima, con lo que para impedir que un niño se apodere de una manzana, será
expresa que la necesidad es un requisito, pero que el límite en antijurídico, pero no porque el bienjuridico vida sea de superior
definitiva es juridico (valorativo) y está dado por la racionalidad: jerarquía al bienjutidico propiedad, sino porque el orden jurídico
la defensa necesaria es legitima siempre que sea también racionaL no puede considerar conforme a derecho que para evitar una le-
Toda defensa racional es necesaria, pero no toda defensa necesa- sión de tan pequeña magnitud, se acuda a un medio que -aunque
ria es racional. Como se verá de inmediato, esta racionalidad necesario por ser el único disponible- sea tan enormemente lesi-
acotante no se deriva de ningún fundamento objetivista, ni de la vo como un disparo mortal de arma de fuego. En éste y otros
consiguiente pretendida analogía con la pena o proximidad con el casos análogos. la acción de disparar es necesaria. porque no e,\.iS-
estado de necesidad. te otra menos lesiva para evitar el resultado. pero no cumple el
requisito de racionalidad.
474 CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN CASOS DE DUDOSA NECESIDAD RACIONAL 475

No es el único Los casos de necesidad irracional son excepciones en que se 4 nalidad de instrumentos, sino la ausencia de desproporción abe-
caso de deber impone el deber de soportar lo injusto. No son los únicos casos en rrante entre las conductas lesiva y dejensiva, precisamente en sus
de soportar
lo injusto que esto suc<:'de en el derecho en circunstancias excepcionales, respectivas lesividades. Así, no será irracional la defensa del que
pues también tiene lugar en el pago de contribuciones extraordi- siendo atacado a puñaladas se defiende con un arma de fuego,
narias o el cumplimiento de sentencias injustas, e incluso en otras porque no existe una aberrante desproporción lesiva entre an1bas
no excepcionales, como los impuestos al consumidor o la no eje- conductas, aunque objetivamente sea más dañoso un revólver que
cución de sentencias justas contra el estado. un cuchillo. Tampoco lo será la de quien emplea un arma blanca
o de fuego frente a quien le agrede a golpes de puño, si la superio-
El agresor tam- Tampoco es intolerabk que ddJa reconocérsele algún dere- 5
poco pierde todos ridad fisica del agresor le impide detenerle con igual medio.
cho al agresor, pues la negación de todo derecho a éste llevaria al
sus derechos
absurdo: no seria posible sostener que el niño pierde todos los
derechos por querer apoderarse de una manzana, lo que no suce-
de ni siquiera con la más severa pena estatal impuesta por el más
grave de los delitos. Incluso quien pierde el derecho a la libertad, § 181. Casos de dudosa necesidad racional
como condenado conserva el resto de sus derechos.

Aunque nolo Por otra parte, la relevancia justificante de la necesidad, por 6 1 No debe confündirse la racionalidad con la necesidad misma. Innecesariedad
dijese la ley, imperio constitucional derivado del principio republicano, siem- y necesidad no
La racionalidad es el límite de la necesidad justificante, pero si racional son
la necesidad
siempre debe pre debe limitarse mediante la racionalidad, lo diga o no la ley ésta no existe carece de sentido plantear la cuestión de la racio- cosas diferentes
limitarse (con más razón cuando específicamente lo requiere. como en nues- nalidad. Si el paralítico podía evitar que el niño tomase la manza-
mediante la tro CP). No puede olvidarse que la necesidad ha sido la Celestina
racionalidad na avisando a su criado, directamente no habria necesidad de
de todas las dictaduras, que siempre invocan la defensa en razón dispararle y no tendria sentido plantear la cuestión de la raciona-
de la necesidad: se cometieron genocidios en defensa de una su- lidad del disparo. La necesidad que la racionalidad limita consiste
puesta raza; se mató y torturó en defensa de una clase; se secues- en que el agente no pueda llevar a cabo otra acción menos lesiva o
tró y suprimió en defensa de la nación; se esclavizó en defensa de inocua para neutralizar la agresión que sufre. No actuará justifica-
la civilización, etc. Bastan estos ejemplos para demostrar qu:~. damente quien para defenderse de los puñetazos inciertos de un
cuando de justificar se trata, la necesidad siempre debe ser limita- borracho le propina un golpe que le fractura varios huesos; se
da por la racionalidad. excluye la legitimidad de la defensa, porque la conducta realizada
Cuando se defiende en forma necesaria pero no racional, falta 7 no era necesaria para neutralizar la agresión: al borracho basta
La necesidad
no racional no es uno de los requisitos para que la defensa sea legítima Uustificada). con darle un empellón.
uri-éaso de exceso
y por tanto nos hallamos fuera de los límites del permiso (ejercicio 2 Lo dicho es válido también para las conductas que disponen Para los medios
del derecho de defensa). De allí que la defensa necesaria pero irracio- mecánicos rigen
medios mecánicos, que van desde los llamados ojfendicula (los los mismos
nal no sea una fom1a de ejercicio abusivo o un exceso en la legitima ___ vidrios puestos sobre los muros divisorios) hasta una máquina principios
defensa: el paralitico que mata al niño no abusa del derecho ni se infernal que dispara un fusil a quemarropa cuando alguien abre
excede en el ejercicio del derecho de legitima defensa, sino que la puerta del gallinero o la electrificación del cerco para evitar que
actúa antijuridicamente. fuera del campo de su derecho. por falta le hurten flores. Aplicando el mismo principio, será necesario el
de un requisito esencial de éste. Seria absurdo pretender penar al medio menos lesivo de que se dispone. Así los ojfendicula serán
paralítico según el art. 35 CP. con la pena del homicidio culposo. necesarios para la defensa puesto que no se dispone de otro me-
La necesidad Cuando la ley dice necesidad racional del medio empleado, no 8 dio menos lesivo; no lo será la máquina infernal ni la electrifica-
racional está
se está refiriendo al instrumento, sino a la conducta con que se ción del cerco, porque la defensa de la propiedad de las gallinas y
referida a la
líeva a cabo la defensa. La ley no exige equiparación ni proporcio- de las flores puede llevarse a cabo por medios menos lesivos.
acción defensiva
476 CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN LA AGRESIÓN ILEGÍTI1vt\ 47,

El caso del Debe advertirse que la legítima defensa no constituye un ejer- 3 racionalidad en la medida en que la lesión a la propiedad compro-
funcionario que cicio de derechos para quien tiene el deber jurídico de defender, mete o va acompañada con la de otros bienesjuridicos (integridad
debe defender
como sucede con el policía o el militar en las circunstancias en física, cuando a la victima del robo se la amenaza con un arma;
que la ley se lo impone. En tales casos operará la atipicidad por subsistencia de la persona o salud, cuando de lo que se hurta o
cumplimiento del deber jurídico y no la causa de justificación. roba depende la alimentación o medicación y tratamiento; liber-
tad, cuando se trata de un secuestro extorsivo; etc).

§ 182. Objetos legítimamente defendibles

§ 183. La agresión ilegítima


Todos los bienes En la actualidad es casi unánime la opinión de que todo bien 1
jurídicos son
jurídico es legítimamente defendible, aunque su lesión no sea re~
legítimamente
defendibles levada por el derecho penal. Desde el punto de vista de un derecho 1 La agreswn ilegítima demanda tres requisitos: (a) debe ser Condiciones
penal liberal y reductor. no se concibe que haya ningún bienjuridi- conducta humana. (b) agresiva y (c) antijurídica. Conforme a la de la agresión
ilegítima
co radicalmente excluido de toda forma de defensa legítima, pues primera de ellas, no hay agresión ilegitima cuando no hay conduc-
en tal caso no seria un bienjuridico. Esto está claro en la ley vigen- ta o, lo que es lo mismo, no se admite legítima defensa contra lo
te, al expresar ésta que la defensa puede ser propia, de sus dere- que no sea una acción humana.
chos, de la persona o de los derechos de otro (arts. 34, incs. 6º y
7º). 2 Por consiguiente, no es admisible la legitima defensa contra Defensa contra
animales, sino sólo el estado de necesidad. Se afirma que cuan- animales
La determinación Una cuestión totalmente diferente y problemática es determi- 2 do sean usados como instrumentos por un ser humano la defen-
de la racionalidad nar en cada caso, confom1e a la jerarquía del bien y a la intensi-
en los casos
sa no será contra los animales. sino contra el que se vale de ellos
concretos dad de la lesión amenazada, la necesidad racional de la acción y siempre que pertenezcan a quien los emplea o los facilita para
defensiva. Un borracho molesto, no puede ser alejado con dispa- la agresión, puesto que si son libres o pertenecen a un tercero
ros de armas de fuego para defender el derecho a la tranquilidad ajeno a ésta, no pueden ser jurídicamente afectados más allá del
nocturna, porque se dispone de medios menos lesivos y, por ende, estado de necesidad justificante. Esta tesis no es correcta, pues
la defensa no es necesaria y, en caso de no disponerse de esos legalmente los animales tienen derecho a la vida y, por ende,
medios, el uso de un arn1a de fuego no seria racional, por el es- aunque sean usados por su propietario para agredir correspon-
cándalo jurídico que implica la enonne disparidad entre la lesión de considerar que, a su respecto, también funciona el estado de
que se evita y la que se causa. necesidad. Hay quienes directamente sostienen que procede la
legítima defensa contra animales, fundados en que no podría
Legítima defensa Respecto de la admisibilidad de la legitima defensa de la pro- 3
de la propiedad hallarse en mejor posición quien es atacado por una persona
piedad a costa de la vida del agresor, en nuestro derecho vigente
a costa de la vida que quien 1.(1 es por un animal. toda vez que el primero no está
es expresa la prohibición de privación arbitraria de la vida (art. 4
limitado más que por la racionalidad de su acción, en tanto que
párrafo 1 infine de la Convención Americana). Esta disposición
la legitimidad de la acción del segundo se remite a la pondera-
importa la exclusión de los casos de manifiesta irracionalidad, la
ción de males. No resulta totalmente cierto, porque si bien el
que no depende de una consideración abstracta de los bienes ju-
atacado por un animal está limitado por la ponderación de ma-
rídicos, sino de la magnitud concreta de las lesiones, que no pue-
les, la vida del ser humano siempre será más importante que la
den separarse de modo escandaloso. Por ello, no cabe afirmar la
del animal. Por otra parte, para admitir la legitima defensa con-
exclusión total del derecho de defensa de la propiedad a costa de
tra animales habría que suponer que éstos pueden violar el or-
la vida del agresor. En rigor, pareciera que nunca es racio_nal la
den jurídico.
muerte del agresor para defender sólo la propiedad. pero cobraria
478 CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN LA AGRESIÓN ILEGÍTli\L,\ 479

Defensa contra Tampoco puede haber legitima defensa -sino sólo estado de 3 carse que alguien, para proteger el jardín del estropicio que el
involuntables,
necesidad- contra la amenaza proveniente de un involuntable, animal desbocado puede causarle, dispare sobre el caballo. En
niños e
inimputables de quien se halla bajo el efecto de una fuerza física irresistible o de consecuencia, no es una agresión la conducta del que actúa por
un acto meramente reflejo o automático. En lugar, puede haber error vencible o invencible, que excluya la dirección lesiva de la
legitima defensa contra conductas de niños y de inirnputables, conducta.
aunque, dado el requisito de la racionalidad corno limitativo de la
7 Por supuesto que tampoco puede admitirse la legítima de- Q_<!_sos forruitos
necesidad, el ámbito del permiso se estrecha en estos casos. tampoco son
fensa contra quien actúa compelido por una fuerza desencadena-
agresión
Agresividad de La co11ducta debe ser agresiva, lo que indica la necesidad de 4 da por un caso fortuito: a un automóvil se le quiebra la barra de
la conducta dirección y asciende a la acera; un vehículo comienza a despla-
una dirección de la voluntad hacia la producción de una lesión: en
castellano agredir es acometer a alguno para matarlo, herirlo o ha- zarse solo por una pendiente y obliga a quien está a su paso a
cerle cualquier daño. La agresión ilegitima no requiere ser típica y, saltar bruscamente en forma de golpear a otro; etcétera.
por ende, no cabe hablar de dolo cuando no hay tipicidad, por lo 8 Todos estos casos podrán dar lugar a conductas defensivas La defensa es
cual es correcto requerir meramente una voluntad lesiva y excluir por parte de quienes ven amenazados sus bienes jurídicos, pero en siempre posible,
del ámbito de la agresión las conductas que sólo son impruden- pero como
los límites de la necesidadjustificante o exculpante, según las cir- estado de
tes. En una interpretación de estricta legalidad del texto argenti- cunstancias. necesidad
no, si el sujeto no se ha percatado del peligro que causa con su
acción imprudente, no mediará agresión (por falta de voluntad 9 Suele admitirse la posibilidad de agresión mediante omisión. La omisión puede
Tal seria el caso del sujeto que no paga a su empleado colocándo- seruna agresión
lesiva) y, por ende, sólo cabe obrar contra él~r1 los límites del
estado de necesidad; por el contrario, si lo sabe, se le ha advertido lo en una situación de miseria, que le lleva a apoderarse de algo
de su empleador para asistir a su hijo enfermo o pagar el alimento
o se ha percatado y, no obstante, continúa con su conducta, ésta
de la familia, puesto que la acción resarcitoria llegaría cuando el
deviene agresiva, porque está voluntariamente dirigida a afectar
daño al sujeto y a su familia fuese irreversible. Igualmente debe
otros bienes jurídicos defendibles, corno es la tranquilidad o la
considerarse que hay agresión cuando un sujeto que puede pres-
libertad de la persona agredida.
tar auxilio no lo presta, como el que hallando un herido en el
Agresión Quien conduce peligrosamente violando normas de tránsito, 5 camino se niega a transportarlo en su vehículo hasta donde se lo
intencional a la pueda atender; la conducta del tercero o del propio herido que
seguridad y a la
pero es advertido por su acompañante y persiste en su forma de
libertad conducción haciendo caso omiso al pedido de detenerse, agrede amenace con un arma al que se niega a la conducta debida, está
la libertad y la seguridad del acompañante en forma intencional justificada por legítima defensa.
y, por consiguiente, estará justificada por legitima defensa la con- 10 La conducta agresiva debe ser, además, ilegitima, lo que es La ilegitimidad
ducta de éste si amenaza con un arma al conductor para que sinónimo de antyuridica, es decir toda conducta que afecta bienes de la agresión
detenga el vehículo para apearse. jurídicos (lesiva) sin derecho. Por ello se sostiene que no puede
Procesos Cuando el sujeto no puede contener los acontecimientos que 6 defenderse legítimamente quien es víctima de una tentativa
incontenibles desencadenó por imprudencia, tampoco cabe la legitima defensa. inidónea, dado que esa acción no afecta bienes juridicos. Si bien
desencadenados esto último es verdad -y sin perjuicio de considerar que las llan1a-
por imprudencia Contra quien sin saber jinetear monta a caballo y se le desboca el
das tentativas inidóneas constituyen supuestos de ausencia de
no constituyen animal, sin que lo pueda controlar, no es posible la legitimade-
agresión tipicidad, por resultar sólo en apariencia tentativas. ya que de lo
fensa. pues por más que se le advierta el peligro no puede hacer
contrario serian inconstitucionales (ver § 262)-, de ello no se de-
nada para evitarlo. En este supuesto no puede hablarse de agre-
duce que no se admita la legítima defensa contra esas acciones. al
sión, dado que no puede ser tal un curso causal que está fuera del
menos en forma absoluta. Muchas veces cabe la legítima defensa
control del sujeto imprudente. Por otra parte, es razonable que
contra lo que el derecho penal llama tentativa inidónea e incluso
aquí juegue el limite del estado de necesidad: no podría justifi-
contra el llamado delito putativo o imaginario.
LiMITES DE LA ACCIÓN DEFENSIVA 481
480 CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN

Afectación de Si no hay razón para considerarlo tal, no desde la perspectiva de


Ello se debe a que los bienes jurídicos o derechos que deben 11
bienes jurídicos la victima sino normativamente, será un ejercicio arbitrario de la
que están fuera tenerse en cuenta no son únicamente aquellos que releva el dere-
función pública y -por ende- antijurídica.
de los tipos cho penal, sino que abarca todos los derechos reconocidos y cuya
penales afectación no se traduce en un tipo penal. Son derechos cuya
lesión no fue convertida en prohibición penal, dado el carácter
fragmentario de esta legislación. Por ello, en muchos casos de
§ 184. Límites de la acción defensiva
tentativas aparentes y de delitos putativos o imaginarios, es posi-
ble que se hallen afectados otros derechos: nadie está obligado a
soportar que su vecino quiera matarlo, aunque sea con agua des-
I La conducta defensiva es legítima sólo cuando se dirige con- La legítima
tilada, porque constituye una molestia que perturba su derecho a defensa sólo
tra el agresor. Por consiguiente, no lo es cuando afecta a terceros,
la tranquilidad, pese a que no afecta su derecho a la vida. En tal puede ejercerse
como la que se dirige contra el involuntable de quien se vale el contra el agresor
caso, para hacer cesar la conducta, no le será necesaria la misma
agresor. Los terceros extraños a la agresión que sufran efectos de
acción defensiva que en el supuesto de la tentativa idónea, ni.
ia conducta defensiva (y que no obedezcan a un estado de necesi-
tampoco podría darle muerte aunque fuese necesario por no dis-
dad justificante del que se defiende respecto de los bienes de los
poner de otro medio menos lesivo para cesar la agresión, pues no
terceros), podrán defenderse legítimamente de la conducta, por
sería racional por redundar en una desmesura aberrante entre el
cuanto el autor actuará antijmidicamente (aunque en general
mal amenazado y el causado.
inculpablemente) respecto de ellos. Si no hay agresión, no puede
No hay legítima Debido a que la acción agresiva debe ser antijurídica, resulta 12 haber defensa, y quien no ha realizado ninguna conducta
defensa contra inadmisible la legítima defensa contra cualquier conducta que sea antijurídica no puede ser lesionado en razón de la que haya reali-
conductas con-
forme a derecho conforme al deber jurídico o que tenga lugar dentro del ámbito de zado un tercero, más allá de lo que al afectado le resulte necesario
la juridicidad. Por ello no cabe la legítima defensa contra el quJ: para evitar· el mal mayor.
actúa en legítima defensa ni contra el que actúa en estado de nece-
2 Es inconcebible que el orden jurídico le impida a un tercero El tercero no
sidad justificante, ni frente a quien ejerce un derecho o cumple un agresor puede
defenderse legítimamente de una agresión porque ésta, a su vez,
deber. En lugar, debe admitirse la legítima defensa contra cual- defenderse de la
forme parte de la defensa contra otra agresión que él no ha reali- acción de quien se
quier conducta antijurídica aunque no sea típica, puesto que la ili- defiende de otro
zado ni tomado parte en forma alguna: así, el policía que cumple
citud puede surgir de cualquier ámbito del ordenamiento jurídico.
una orden ilegal impartida por un magistrado competente y cuya
La legitimidad Se ha sostenido que la antijuridicidad de la conducta de los 13 ilegalidad desconoce, puede defenderse legítimamente si la victi-
de.l~~cta .de funcionarios se determina desde el punto de vista del afectado, lo ma le infiere un mal fuera de los límites dd estado de necesidad.
los funcionarios
es nonnativa que fue con razón criticado. El funcionario es funcionario de la Pero si la victima realiza una acción defensiva en el marco de la
Constitución o de la ley, y siempre que actúe en el marco de sus proporcionalidad del estado de necesidad, no procede la legítima
Jacultades o en cumplimiento de sus deberes, que incluyen la obliga- defensa del policía. El policía que cumple la orden ilegítima cuyo
ción de no obedecer órdenes manifiestamente ilegales, su conduc- contenido no pudo conocer, actúa antijuridicamente (aunque en
ta no puede ser considerada antijurídica, no pudiendo constituir error de prohibición) cuando, en la convicción de que se defiende
una agresión ilegítima. Las afectaciones de derechos que even- legítimamente, actúa contra la victima que se defiende con un
tualmente sufren los particulares. se encuentran dentro del mar- mal-menor que la privación de libertad (dentro de los límites del
co de las restricciones al ejercicio de los derechos que el orden estado de necesidad).
jurídico establece y que emergen de las leyes que reglamentan su 3 Es claro que puede darse el caso en que la legítima defensa Posibilidad de
ejercicio. Así, si un policía detiene a un sospechoso cuando hay que se ejerza contra el agresor quede también justificada respecto
justificación res-
pecto del tercero
motivos reales y razonables, su conducta no será antijurídica. de los daüos que para un tercero puedan resultar, pero ello será no agresor
como lo seria en ausencia de esos motivos (detención arbitraria).
482 CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN LíMITES DE U\ ACCIÓN DEFENSNA 483

por efecto de un fenómeno de concurrencia de causas de justifi- haber afectado bienes jurídicos, una acc10n contraria puede
cación, o sea, cuando la acción justificada por legítima defensa aún neutralizar en todo o en parte los efectos de la conducta
respecto del agresor también lo sea respecto de un tercero, por lesiva.
efecto de un estado de necesidad justificante. Cuando un sujeto
7 En cuánto a la legítima defensa contra actos preparatorios, La llamada defen-
se defiende legítimamente de una agresión que pone en peligro su sa a_nticipada
vida o su salud aiTancando para ello una madera de una cerca, el que se ha llamado erróneamente legítima defensa anticipada, el
daüo en la propiedad ajena estará justificado por el estado de texto de la ley argentina se refiere a impedir o repeler la agresión;
necesidad pero no por legítima defensa, y por lo tanto no habilita contando con que sólo se puede impedir lo que no se ha produci-
la legítima defensa del propietario del cerco frente al que se de- do, se tr_ata de supuestos que están abarcados por la fórmula
fiende (porque a su respecto lo hace en los límites del mal menor legal. Cabe concluir que la legítima defensa es posible desde que
del estado de necesidad y por ende no media agresión ilegítima el adresor
b
hace manifiesta su voluntad de agredir y tiene a su
que repeler). No sucedería lo mismo si pretendiese usar el cuerpo disposición los medios idóneos para hacerlo, o sea que puede ha-
del propietario como escudo para evitar la agresión. cerlo en cualquier momento, provocando así un peligro inmediato
para los bienes jurídicos.
El principio es De todos modos, debe quedar claro que quien repele una agre- 4
que la lesión al sión a balazos, dentro de los limites de la legítima defensa contra ¿Anticipación
8 Estas condiciones importan por sí mismas una lesión a la
tercero ajeno a o lesión actual?
la agresión no el agresor, no actúa justificadamente respecto del tercero ajeno a tranquilidad de la persona y, por ende, desde otro punto de vista
está justificada la agresión que es alcanzado por un disparo. Muy probablemente puede pensarse en una agresión actual. El discutido caso de los
se trate de un estado de necesidad exculpante, pero es absurdo r edistros de imádenes o sonidos tomados subrepticiamente con el
b b
que sea conforme a derecho la conducta de herir o matar a un propósito de extorsionar, no es ninguna legítima defensa antici-
tercero ajeno a la agresión. pada, al menos en la ley argentina, por lo cual si la futura víctima
Límites En cuanto a los límites temporales de la acción defensiva. cabe 5 se apodera del registro o de.3truye el aparato cuando aún la extor-
temporales señalar que ésta puede realizarse mientras exista una situación sión no se ha intentado, actuará en legítima defensa.
de defensa, que se extiende desde que surge una amenaza inme- g Aunque la doctrina requiere la inminencia de la agresión, el Inminencia no
diata al bienjuridico, hasta que haya cesado la actividad lesiva o La es inmediatez
texto legal no la demanda expresamente. Es correcto exigirla si
posibilidad de retrotraer o neutralizar sus efectos. Si bien la agre-
con este término se designa el requerimiento de un inmediato
sión no necesariamente es típica, cuando lo sea, no deben identi-
signo de peligro para el bien jurídico. Pero no sería correcto iden-
ficarse estos momentos con la tentativa y la consumación, porque
tificar la inmÍ]1encia con la inmediatez en el tiempo cronológico
puede haber legítima defensa contra actos preparatorios, como
entre agresión y defensa. La agresión es inminente cuando es sus-
también puede haberla después de la consumación.
ceptible de percibirse como amenaza manifiesta, dependiendo su
Defensa después Defiende legítimamente su patrimonio el propietario de un 6 realización sólo de la voluntad del agresor: cuando un sujeto ex-
ife la automóvil que lo recupera por la fuerza de quien se lo hurtó dos
consumación
trae un arma, poco importa que demore dos segundos o una hora
días antes, si lo halla casualmente y no puede acudir a otro medio en disparar, como tampoco el momento en que el agresor decida
para recuperarlo, circunstancia que es reconocida generalmente comenzar a extorsionar, cuando con manifiesta intención se ha
como justificada, aunque la doctrina se esfuerce por hacerlo por provisto subrepticiamente de un instrumento inequívocamente
vía independiente de la legitima defensa, sea como forma de una idóneo para hacerlo: la existencia del agredido se ve amenazada
llamada actuación pro magistratu, denominada también derecho desde que el agresor dispone del medio y hace manifiesta su vo-
a autotutela o ejercicio de potestad delegada. Ello obedece a que la luntad. En estos casos hay una correcta comprensión de la agre-
legítima defensa no persigue evitar delitos sino proteger derechos
sión como inminente, aunque no sea inmediata.
y bienes, siendo obvio que la agresión subsiste cuando a pesar de
484 CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN
LA PROVOCACIÓN SUFICIENTE 485

§ 185. La provocación suficiente


fomenta el innecesario y gratuito aumento de conjlictividad y. por
ende, reconoce el derecho de legitima defensa en la medida en que
No es igual a
el agente no haya caído en esa práctica.
El apartado c) del inc. 6º del art. 34 CP contiene el requisito 1
la agresión
ilegítima
negativo de falta de provocación suficiente por parte del que se 5 Si la conducta provocadora excluye la legítima defensa por ser Carácter
defiende. Un sector de la doctrina entiende que la provocación juridicamente desvalorada como contraria a principios elementa- provocador
suficiente equivale a la agresión ilegítima. Como no puede haber les de coexistencia (innecesariamente conflictiva), de allí pueden
legítima defensa contra la legítima defensa, es obvio que esta equi- deducirse los caracteres que debe presentar para considerarse tal.
paración la excluye. Cabe rechazar este criterio, porque si así fue- Ante todo, la conducta debe ser provocadora, lo que significa que
se el requisito seria redundante. debe operar como motivo determinante para la conducta agresiva
antijurídica. Si el agresor hubiese ignorado la previa provocación
La tesis del Por ello, otro sector consideró que se trataría de un exceso en 2
exceso en la causa del agredido, éste permanecerá en el ámbito de la legítima defensa,
la causa y, por ende, si la provocación suficiente fuese intencio-
pues no habrá provocado (determinado) la agresión ilegítima.
nal, o sea, producida para desencadenar la agresión, quedaría
fuera de la legítima defensa, pero si fuese imprudente, o sea, que 6 Además, no basta el carácter provocador de la acción para Suficiencia
desencadenase la agresión sólo por violación al deber de cuidado excluir la justificación, sino que es menester que ésta sea sufi-
(de no desencadenar agresiones), debería resolverse conforme al ciente. Su suficiencia dependerá de dos caracteres, uno positivo y
art. 35 como delito culposo (defensa imperiecta). otro negativo. (a) El primero es la previsibilidad de que la conduc-
ta se convierta en motivadora de la agresión en forma determi-
Critica Esta tesis presenta tres aspectos criticables. (a) En primer lu- 3
nante. Esta previsibilidad debe estar dada de modo tal q1;-e_ la más
gar, el art. 35 no prevé conductas culposas ni convierte en culposas
elemental prudencia aconseje la evitación de la conduct~. (b) Por
las dolosas, sino que se limita a aplicar la pena del delito culposo
otra parte, en el cálculo de previsibilidad anterior no deben compu-
(ver§ 195). (b) En segundo término, la expresión exceso en la causa
tarse las características personales del agresor negativas, para la
encierra un contrasentido. La ley requiere que se hayan excedido coexistencia, como matonismo, agresividad, hábitos pendencie-
los limites, y nadie puede exceder los limites de un ámbito dentro ros, irascibilidad, etc. Estos caracteres no deberán tomarse en
del que nunca ha estado. (c) Por último, como esta interpretación cuenta cuando la provocación constituya una lesión al sentimien-
deja fuera de la defensa al provocador intencional, no puede menos to de piedad, como por ejemplo el caso del que se dedica a moles-
que considerar que también actúa antijuridicamente cualquiera tar sistemáticamente a un débil mental, a un anciano o a un
que le defienda o participe de su defensa. Esto contradice la letra discapacitado, matar animales por mera crueldad, etcétera.
del art. 34 inc. 7º, porque la provocación sólo perjudica al provoca-
dor y no al tercero que lo defiende sin provocar. 7 En síntesis, puede decirse que la provocación es la conducta Síntesis
anterior del que se defiende, que da motivo a la agresión y que se
Provocación La tarea interpretativa prioritaria consiste en determinar el 4 desvalorajurídicamente como suficiente cuando la hace previsible,
como conducta concepto de provocación y el criterio de suficiencia dentro del tex-
desvalorada por sin que a este efecto puedan tomarse en cuenta las características
innecesariamente to del propio inc. 6º del art. 34. (a) Ante todo debe considerarse que personales del agresor contrarias a los principios elementales de
conflictiva la provocación es una conducta anterior a la agresión y que ella coexistencia, salvo que la agresión que se funde en esas caracterís-
misma no puede configurar una agresión. (b) Además, esa con- ticas sea desencadenada por una conducta lesiva al sentimiento
ducta debe ser jurídicamente desvalorada en tal forma que haga de p_iedad.
caer el principio de que nadie está obligado a soportar lo-injusto,
lo que sucede cuando la conducta del propio agredido lo hubi(;se 8 El que provoca suficientemente crea la situación de necesi- La provocación
dad de defensa, lo que no debe identificarse con el mero situarse suficiente excluye
determinado. Se reconoce el derecho a la legítima defensa cuando la justificación y
no se puede deparar protección al agredido, pero el derecho no en esa necesidad: crear la situación es crear el estado de cosas queda antijurídica
que lleva a la necesidad. No crea la situación de necesidad el que, la tipicidad dolosa
486 CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN DEFENSA DE TERCEROS 487

sin ser agredido, ayuda a otro a defenderse (inc. 7º del art. 34), do. Incluso en este supuesto, únicamente podria discutirse la
pese a que voluntariamente se coloca en estado de necesidad de tipicidad culposa.
defensa. La conducta defensiva en una situación provocada es 11 La doctrina ha distinguido la provocación dolosa y la culposa. No cabe
antijuridica, y la lesión al bien juridico que con ella se causa es Dado que la provocación no tiene por qué ser típica, no cabe la distinguir!'ntre
incuestionablemente dolosa. No cabe duda que quien mata en provoca, '.ón
calificación de dolosa o culposa. En cuanto a la llamada dolosa y culpnsa
legítima defensa quiere matar. y cuando falta la justificación el preordenación (provocar para que el otro agreda), no es requisito
juicio de antijuridicidad recae sobre una conducta dolosa. Por suficiente de la provocación, porque nadie puede afirmar
ende, siempre que la provocación suficiente excluya el derecho, juiciosamente que no la hay cuando alguien injuria de la peor
habrá un injusto doloso perfecto. Eventualmente el problema po- manera a otro, aunque no tenga ninguna intención de que el otro
drá trasladarse a la culpabilidad y presentarse un supuesto de le agreda. Tampoco cabe excluir del concepto de provocación su-
exculpación. basado en que a nadie puede exigírsele, por ejemplo, ficiente la conducta culposa: la conducta culposa de lesiones u
que se deje matar. homicidio es más que suficiente para desencadenar inmediata-
mente una agresión por parie del cónyuge de la victima. Tampoco
No procede la Pero no siempre quien provoca una situación de justificación 9 falta la provocación suficiente cuando se utilizan expresiones su-
exculpación queda incurso en una causa de exculpación, porque los requisi-
automática del mamente equívocas con tal grado de imprudencia que ni siquiera
provocador tos de la exculpación no son los mismos que los de la legítima se piense en su posible interpretación injuriosa. En definitiva, el
defensa. Así, no actuará justificadamente el amante de la mujer efecto práctico más inmediato de la cuestión es saber si al agredi-
sorprendido en adulterio en el lecho conyugal, cuando, pudiendo do se le impone el deber de huir cuando tiene la posibilidad de
evitar la agresión con la huida, prefiera lesionar o matar al mari- hacerlo o si se le reconoce el derecho a defenderse aunque tenga
do, sino que además de actuar antijuridicamente (en razón de que la posibilidad de huir: en los señalados ejemplos no parece admi-
la provocación excluye la justificación), actuará también culpa- sible esta última solución.
blemente, puesto que le era exigible otra co1!ducta no lesiva con la
que podía eludir la agresión. El estado de necesidad exculpante
sólo lo amparará cuando no le quede otra alternativa que matar o
morir (última parte del inc. 2º del art. 34). § 186. Defensa de terceros

No se resuelve Puesto que se trata de una situación o estado de inculpabili- 10


por la teoría de dad provocado por el mismo autor, vuelve a plantearse la preten-
la a.l.i.c.
sión de resolverlo por vía de la teoría de la actio libera in causa. 1 La regulación legal expresa de la defensa de terceros es el Injusto
Como se fia visto, dado que la provocación suficiente no es típica, argumento más contundente para postular la naturaleza personal pe::sonal
o por lo menos no es típica del delito que luego se realiza (el adul- del injusto en el derecho argentino: en tanto que el provocador
terio no es típico de homicidio, la injuria no es típica de lesiones), que se defiende incurre en un injusto, el tercero ajeno a la provo-
la a.l.Lc. resulta violatoria del principio de legalidad penal. De cación que le defiende actúa conforme a derecho. Es correcta la
cualquier manera, puesto que la conducta de provocar suficiente- doctrina nacional en cuanto entiende que el mero conocimiento
mente es causa del resultado típico, eventualmente puede ser al- de la provocación no importa participación en ella, sino que ésta
canzado por la tipicidad culposa, sin perjuicio de que, siendo ella requiere participación en el hecho provocativo.
misma típica, pueda dar lugar a un concurso ideal (injurias y 2 Es claro que no todo el que con su conducta causa el resulta- Rechazo legal de
lesiones culposas). Por lo expuesto al criticar la teoria de la actio la antijuridicidad
do actúa antijurídicamente, pues con los mismos medios racional- por causación
liberae in causa (ver§ 212) nunca podrá sostenerse la responsabi- mente necesarios y en la misma situación de defensa, la conducta del resultado
lidad dolosa de la conducta del amante que se ve obligado a dar defensiva de quien ha provocado será antijurídica, en tanto que
muerie al marido, aun cuando lo hubiese planeado de ese mo-
488 CAUSAS DE JUST1FICACIÓN PRESUNCIONES JURIS 1'A1VTUM DE LEGÍTIMA DEFENSA 489

llevada a cabo por quien no ha participado en ella -aunque tuviere 4 La defensa del orden institucional y del. sistema democrático Elorden
tampoco es admisible en cualquier medida. Por ello, la propia institucional sólo
plena consciencia de la provocación- será conforme a derecho.
es defendible en
Constitución se ocupa de acotar los actos frente a los cuales pue- los casos previs-
de ejercerse el derecho de resistencia: es admisible sólo frente a tos porlaCN
actos de fuerza encaminados a interrumpir la observancia de la
§ 187. La defensa del estado Constitución y, con mayor razón, cuando logren esa interrupción
(art. 36 CN).
5 De este modo, la Constitución repudia la tesis formal que pos- Rechazo de la
El estado es un Es legitirnamente defendible cualquier bien, porque traduce 1 teoría defacto
bien jurídico una cÍereñsa de la liberiad general, sea corno ejercicio de un dere-
tula que la inten-upción de la observancia de la Constitución por
defendible actos de fuerza genera un nuevo ordenjuridico y hace cesar todo
cho personal o corno un derecho que se ejerce a través de una
personajuridica. En este sentido, es claro que no hay razón algu-
derecho de resistencia, al establecer claramente que, pese a esa
na para excluir al estado del ámbito de los bienes juridicamente circunstancia, la Constitución mantendrá su imperio. Con ello
defendibles. El estado es una persona juridica y, por ende, puede consagra el derecho de resistencia a la opresión, de clarísima rai-
ser defendido por un tercero: nadie duda de la posiqi_li9ad de de- gambre liberal.
fender los bienes del estado. Tampoco puede plantear muchas
dudas la legitima defensa de la existencia misma del estado ante
la inminente amenaza externa a ésta, corno por ejemplo, frente a
una invasión. § 188. Presunciones juris tantum de legítima defensa

El problema del Estas hipótesis deben distinguirse nítidamente de la defensa 2


orden jurídico del estado corno orden juridico, cuya legitimidad es negada por Hipótesis
como bien 1 El inc. 6º del art. 34 establece dos supuestos particulares
defendible quienes sostienen que la defensa del orden juridico sólo puede de legítima defensa, que han dado lugar a diferentes interpreta-
ser ejercida por los órganos del estado y no por los particulares. ciones: (a) Se entenderá que concwTen estas circunstancias res-
Es razonable este rechazo en la medida en que una admisión pecto de aquel que durante la noche rechazare el escalamiento o
irrestricta de la legítima defensa del orden juridico terminarla por fractura de los cercados, paredes o entradas de su casa, o depar-
desarticularlo, pues impulsa la generación de vengadores, justi- tamento habitado o de sus dependencias, cualquiera que sea el
cieros y guardianes del orden. Pero esto no significa rechazarlo en daño ocasionado al agresor. (b) Igualmente respecto de aquel que
todos los casos. encontrare a un extraño dentro de su hogar, siempre que haya
Sólo cuandojm- Desde el subjetivismo, no hay razón para negar la legítima 3 resistencia.
porta afectación defensa del orden juridico, sino para acotarla racionalmente: eL 2 Se trata de disposiciones que se remontan al Digesto y a las Presunción
de otros bienes juris tantum
ordenjur[dico es dejendible cuando su lesión importa simultánea- Partidas, pero que en la codificación se escinden entre los textos
mente la ajectación de derechos de los habitantes. Desde esta pers- que siguieron el sistema de la declaración o presunciónjuris et de
pectiva es admisible la defensa del orden jurídico frente al que jure (Código Napoleón) y el de la presunciónJuris tantum o de in-
conduce embriagado y está a punto de provocar un accidente, versión de la carga de la prueba (Código Imperial del Brasil de
porque pone en peligro la vida, pero no es posible defenderlo fren- 1830). La doctrina dominante entiende con razón que se trata
te al simple infractor de tránsito que no crea ningún peligro. Ad- de dos supuestos de presunción juris tantum en beneficio del
mitir la legitima defensa del orden juridico en este último caso agredido. No sólo es la interpretación acorde con todos los an-
implicarla cancelar los órganos estatales y sustituirlos por parti- tecedentes legislativos, sino también la que no violenta el prin-
culares: en rigor, se tratarla de casos en los que no hay agresión, cipio de que las presunciones jurís et de Jure no tienen espacio
sino sólo una infracción a la voluntad estatal. en el derecho penal.
490 CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN EL ESIADO DE NECESIDAD JUSTIFICA.N'IE Y EL EXCULPAi\fIE 491

No altera las Por lo demás, en ambos casos son de aplicación las reglas 3 2 La escueta disposición del CP ahorra en nuestra doctrina una Discusiones
reglas generales extranjeras
generales de la legitima defensa: la expresión cualquiera sea el enorme discusión desarrollada en otros paises (especialmente en
daño ocasionado al agresor no puede entenderse como priuilegio Alemania y Francia), donde se ha considerado que todos los esta-
que abdica del límite de la racionalidad, sino como una ratifica- dos de necesidad son justificantes, o bien. que la colisión de bie-
ción de la general exclusión de la ponderación de males del esta- nes iguales provoca una no prohibición, o se ha distinguido entre
do de necesidad. un estado de necesidad agresivo y otro defensivo, etcétera.
Aparente El texto contiene una aparente contradicción: literalmente 4 3 En la ley argentina el inc. 3° del art 34 establece clar·amente La necesidad
contradicción el estado de necesidad justificante. Las dificultades yacen en ~l exculpante
entendida la presunción beneficia al que rechaza a quien aún no
ha penetrado en el domicilio aunque no oponga resistencia algu- estado de necesidad exculpante, ejemplificado con la consabida
na, en tanto que, una vez que ha logrado penetrar en éste. sólo tabula unius capax o tabla de Cameades (un náufrago le quita a
beneficia al defensor cuando el intruso opusiere resistencia. La otro la tabla que sólo alcanza par-a mantener a flote a uno), pues
contradicción se salva si se cqnsidera que la primera hipótesis algunos autores consideraron que la acción coacta de la segunda
~barca al que rechaza al escalador o efractor nocturno, aunque parte del inc. 2º del mismo art. 34 sólo contempla supuestos pro-
este haya logrado su propósito de penetrar en la casa; en tanto venientes de una fuerza humana. En realidad, el inc. 2º abarca
que la segunda hipótesis se limita al que encuentra al extraño en también supuestos no provenientes de acciones humanas y, por
el hogar, sin los requisitos de la primera (escalamiento o efracción), ende, debe resolverse como inculpabilidad (ver§ 227).
pero oponiendo resistencia.
Tanto el estado de necesidad justificante como el exculpante Fuentes humana
4
pueden provenir de una conducta humana o de una fuerza de la y natural
naturaleza. La coacción (última parte del inc. 2º del art. 34 CP) pue-
de ser estado de necesidad justificante o exculpante. Si se amenaza
§ 189. El estado de necesidad justificante y el exculpante
de muerte a un sujeto para que cometa un delito contra la propie-
dad, aquella será justificante de la conducta del amenazado que
afectó dicho bien juridico. En lugar, cuando se amenaza de muerte
Diferentes La necesidad juega un papel central en la legitima defensa, en 1
efectos de la para obligar a matar, el coaccionado sólo actúa inculpablemente
necesidad el estado de necesidad justificante y en la exclusión de la culpabi- respecto del homicidio por él perpetrado.
lidad. En los tres casos el concepto no varia: se entiende que media 5 La coacción
necesidad cuando el agente no dispone de otro medio menos ofensi- La posibilidad de que la coacción configure un estado de ne- como necesidad
vo para evitar la lesión No obstante, los efectos son diferentes: (a) cesidad justificante es una consecuencia de la tesis del injusto justificante y el
personal. La posición contraria, que pretende encuadrar siempre injusto personal
en la legitima defensa la necesidad justifica, salvo que la lesión que
se causa sea aberrante en relación a la que se evita; (b) en el estado la coacción en las causas de inculpabilidad, desconociendo su
de necesidad se justifica sólo la lesión menor que la que se evita: (c) naturaleza justificante cuando el coaccionado actúa para evitar·
en el estado de necesidad exculpante (ver§ 227 y ss.) la conducta un mal mayor para él o para otró, puede par-tir del concepto obje-
sigue siento antijurídica (la necesidad no justifica), el mal que se tivo del injusto o bien, de argumentaciones menos comprensibles
causa es igual o mayor que el que se evita y sólo exculpa c1.1ando ño o poco explicitas por ideológicamente inaceptables: se ha sosteni-
es exigible una conducta menos lesiva. Conforme a este esquema, do que no debe admitirse, al menos en caso de delitos graves,
el inc. 3º del art. 34 limita el estado de necesidad justiJlcante al ca- para no afectar la amplitud del derecho de defensa del agredido
(Roxin). Esto es inadmisible, porque desvirtúa tanto la legítima
so en que se causa é!l mal menor para evitar el mayor, distincruien-
do nitidamente esta justificación-de-Í~ legítima defensa y t~bién defensa (que no puede ejercerse contra un inocente) como el esta-
do de necesidad (sacrifica el bien mayor).
del estado de necesidad exculpante. Esto hace que el homicidio
nunca pueda justificarse por estado de nece;idad, desde que no 6 Aunque esta aberración es rechazada por gran parte de la La vida de
cabe jerarquizar vidas humanas. los rehenes
doctrina, en ocasiones se introducen distinciones no menos in-
492 CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN CONDICIONES Y LÍ:VllTES DE L-\. NECESIDAD JUST!FICAtYfE

comprensibles en favor del estado: se exceptúa el caso de toma de privados sólo mediando su consentimiento (actos de coerción per-
rehenes para la fuga de delincuentes. Se argumenta que tratán- sonal del proceso. extracción de líquidos del cuerpo y otros proce-
dose de delitos graves, la muerte de los rehenes es un mal equiva- dimientos que causen lesión o dolor aunque sean insignificantes,
lente a la liberación del delincuente. Con ello se equipara un ries- extracción de órganos): (c) bienes de los que el individuo puede
go no creado y que no se sabe si se producirá (posible comisión de ser privado a condición de compensar su pérdida (propiedad. in-
un nuevo delito por el prófugo), con el peligro de muerte inminen- timidad, la libertad en alguna medida -detención-): y (d) bienes
te y cierta del rehén inocente. En el estado de derecho el primer de los que el individuo puede ser privado sin su consentimiento ni
deber de todo funcionario es salvar la vida de los habitantes y, por compensación (pena privativa de la libertad por sentencia, conde-
ende, la acción u omisión que lleve a la muerte de rehenes, lejos nas civiles). Sólo las categorías (c) y (d) pueden afectarse por esta-
de estar justificada, constituye un delito que casi nunca será do de necesidad. Conforme a este criterio, tampoco pod:iia invocarse
inculpable porque se tenia la posibilidad de permitir la fuga. Por la necesidad justificante si, en lugar de un riñón, se tratase de
otra parte, no hay argumento que pueda equiparar el grado de una extracción forzosa de sangre, lo que se funda en que la digni-
mal de un resultado irreparable (muerte del rehén) con el de un dad humana y la autonomía de la persona son imponderables.
resultado perfectamente reversible (fuga de un delincuente que
3 La situación de necesidad puede provenir de propias funcio- Necesidades
puede ser capturado), ni la vida humana con el prestigio preventi-
que no son
vo del estado. nes fisiológicas como hambre, sed, movimiento, reposo, evacua- justificación
ción. etc .. incluso si tienen su origen en una enfermedad, como
puede ser un sindrome de adicción. Cabe observar que si estas
necesidades fisiológicas alcanzan un extremo de intolerancia que
§ 190. Condiciones y límites de la necesidad justificante supera la capacidad de control del sujeto, desplazan el estado de
necesidad por un supuesto de ausencia de acto por fuerza física
irresistible proveniente del propio organismo. El hambre o la mi-
Exclusión de Por mal debe entenderse la lesión o peligro para un bienjuridi- I seria pueden crear una situación de necesidad, pero no necesa-
ciertos bienes y co, siendo todos ellos susceJlt!bles de ser salvados mediante una riamente lo son. El código se refiere a la misma como atenuante
circunstancias -o sea cuando no haya llegado a ser una situación de necesidad-,
· acción justificada por estado de necesidad. No obstante la ampli-
tud de bienes jurídicos salvables por necesidad, corresponde re- en el art. 41, pero si se dan los extremos del art. 34 inc. 3º, será
conocer a su respecto las mismas limitaciones que se establecen una necesidad justificante.
para los legitimamente defendibles, en los casos en que el mal sea 4 El mal puede hallarse en curso o bien puede haber un peligro La inminencia
una mera afectación al orden jurídico. A su vez, aquella amplitud del mal
de producción del mismo. que debe ser inminente. Este peligro
requiere algunas precisiones para excluir ciertos bienes en deter- debe ser real, porque de no serlo el autor incurriría en un error de
minadas circunstancias. Se advirtió a este respecto que no seria prohibición. En cuanto a la inminencia del mal son válidas las
admisible la extracción de un riñon por la fuerza para salvar la mismas reglas de la legítima defensa: la inminencia es indepen-
vida de un familiar, ante su inminente muerte por insuficiencia diente de todo criterio cronológico; es inminente un mal a cuya
renal y la no disponibilidad de dadores voluntarios para el merced se encuentra el sujeto. También debe considerarse inmi-
transplante que le salvaría la vida. nente el mal que tiene continuidad por su reiteración muy fre-
Teoría de los Este problema suele resolverse apelando a una teoria general 2 cuente, como una inundación que se produce cada vez que llueve
bienes de los bienes personales, que distingue: (a) bienes de los cuales en zona de alta precipitación.
personales
los individuos nunca pueden ser privados, ni aun mediando con- 5 La inevitabilidad del mal _por otro medio menos lesivo es un La inevitabilidad
sentimiento del titular (torturas, vejaciones, libertad -reducción a del mal
requisito de la necesidad, sin que sea menester que la ley lo re-
servidumbre-; vida); (b) bienes de que los individuos pueden ser quiera expresamente. Por ello se excluyen del ámbito del estado
494 CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN LA ACTUACIÓi\: OFICL.\L Y U, CORRECCIÓN C01'!0 PRETENDIDOS EJERCICIOS DE DERECHOS 495

de necesidad los supuestos en que existen regulaciones legales de cuidado en la conservación de una fuente de energía nuclear
para resolverlo o repararlo, como es el caso de la falencia comer- no puede justificarse por la necesidad de evitar una lesión leve.
cial, que no autoriza la apropiación de dinero ajeno, pues dispone En materia de estados de necesidad que justifican tipicidades
del procedimiento de quiebra, sin perjuicio de que pueda haber culposas, cuanto mayor sea el peligro de lesión para terceros, tanto
situaciones de exculpación. Por supuesto que el mal tampoco será más restringido será el permiso con que cuenta el autor para vio-
necesario cuando no sea el medio adecuado para evitar otro, esto lar el deber de cuidado.
es, cuando igualmente el otro se producirh.
9 Para la ponderación de los males, no debe confundirse la apre- Circunstancias
ciación de las circunstancias subjetivas con la apreciación subjeti- subjetivas
El mal menor El límite del estado de necesidad justificante está dado por la 6
producción de un mal menor que el evitado. Para la individualiza- va. Conforme al primer criterio deben tomarse en consideración
ción del mal menor debe seguirse un criterio que no puede aten- _ las circunstancias del necesitado, en tanto que, conforme al se-
der sólo a la jerarquía abstracta de bienes juridicos y del que debe gundo, es éste quien decide sobre el valor relativo de los bienes y
excluirse la valoración subjetiva del peligro amenazado, aunque de los males. En tanto que lo último es inaceptable, lo primero es
no la consideración objetiva de las circunstancias personales. correcto, pero a condición de que también se tomen en considera-
ción las circunstancias de quien sufre la lesión. Por ende, no ac-
Criterio El código argentino no indica como criterio la ponderación 7
tuará justificadamente (aunque sí inculpablemente) el ganadero
abstracta de los bienes jurídicos, sino que requiere una pondera-
que para salvar diez animales de una infección, sacrifica la vaca
ción concreta de males. Si un bienjuridico es la relación de dispo-
de su vecino, cuando es el único bien que éste tiene en su patri-
nibilidad del titular con un ente, maljuridico es la afectación de
monio. Se trata de una colisión de bienes de igual jerarquía abs-
esa relación. Pero no todos los males jurídicos son iguales, aun
tracta (propic;dad de ganado) y, concretamente, se produce un
cuando se trate de conductas que correspondan al mismo tipo. El
daño menos extenso que el evitado (se mata uno para salvar diez),
art. 41 CP reconoce grados de males cuando se refiere a la exten-
pero conforme a las circunstancias personales, uno de los titula-
sión del daño y del peligro causados. Como criterios generales
res evita la pérdida de una pequeña parte de su contenido patri-
para la ponderación de los males, pueden señalarse los siguien-
monial a costa de dejar vacío el magro patrimonio del otro. Por
tes: (a) la jerarquía abstracta del bien jurídico, (b) la intensidad
supuesto que también en este caso entra en juego otro bien, como
concreta de la afectación, sea por lesión o por peligro, (c) el grn~Lo
es la supervivencia del lesionado y de los suyos.
de proximidad del peligro del mal que se evita o se puede evitar,
(d) la intensidad de la afectación en consideración a las circuns-
tancias personales de los respectivos titulares.

Acciones culpo- La proximidad del peligro del mal que se evita o se puede 8 § 191. La actuación oficial y la corrección como
sas y proximidad evitar y la del que se puede causar es en especial importante pretendidos ejercicios de derechos
del peligro
cuando la conducta que se quiere justificar sea culposa. Siem-
pre una lesión inminente e inevitable de otro modo, es decir,
incuestionablemente próxima, constituye un mal mayor que el 1 Como el inc. 4º del art. 34 menciona conjuntamente el legítimo El ejercicio de la
autoridad es
riesgo lejano de una lesión de igual o mayor entidad: el médico ejercicio de su derecho, autoridad o cargo, se entendió que el funcio- un deber
que habiendo observado que no viene ningún vehículo en sentido nario que ejerce su autoridad está ejerciendo un derecho, cuando
contrario, corta una curva para llegar al hospital con un enfer- en realidad está cumpliendo un deber. Que en el cumplimiento de
mo en estado desesperante, actúa en estado de necesidad justifi- ese deber tenga un ámbito de potestad decisoria no implica que
cante. De cualquier maneta, la menor proximidad de lesión no esto sea un derecho. El funcionario, al decidir dentro de sus atri-
configura un mal menor cuando la eventual lesión sería mucho buciones, cumple con su deber y es válido a su respecto resolverlo
mayor que la próxima que se quiere evitar: la violación del deber como ausencia de tipicidad objetiva conglobante (ver§ 134).
496 CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN LEGÍTIMO EJERCICIO DE DERECHOS 49¡

El derecho El pretendido derecho de corrección y el consiguiente castigo 2 se le quiera afectar. Pero los casos más dudosos son los de error,
de corrección físico con fines pedagógicos en el ámbito familiar y de enseñanza en los que se ha pretendido fijar un límite a la posibilidad de
pública y privada, debe rechazarse como justificación, por cuanto r defensa, apelando a teorias con cierto tinte §lutoritario provenien-
su reconocimiento como permiso afecta de forma aberrante los tes del derecho administrativo, donde se sostuvo la idea de que
derechos establecidos por la Convención de los Derechos del Niño, debe reconocerse al funcionario un cierto derecho al error o privi-
que dispone que el maltrato de un menor permite su separación legio a eTTar. No hay razón que explique por qué el error convierte
de los padres (ari. 9), que prohíbe las injerencias ilegales o arbi- en lícito un ilícito y, por ende, por qué el habitante debe soportar
trarias, y que impone al estado el deber de proteger al niño contra el error del funcionario. Se sostiene que seria condición previa
toda forma de perjuicio o abuso físico o mental y contra los malos que el particular advierta al funcionario acerca del error, lo que
tratos (arts. 16 y 19). I sobreabunda, pues no es más que un requisito general de la legí-
tima defensa: si para evitar la agresión basta con advertir sobre el
error, es porque falta el requislto de la necesidad de defensa. Por
supuesto que no pueden confundirse los casos de error en cuanto
§ 192. Legítima defensa y estado de necesidad contra al deber con los deberes de obrar frente a indicios, .en que el error
actuación oficial ilícita es irrelevante porque su margen está abarcado por el deber fun-
cional. El policía tiene el deber de detener al sospechoso en
flagrancia, no al culpable; de lo contrario no podria detenerlo has-
Deberes En los supuestos en que la autoridad estatal ejerce coerción 1 ta después de la sentencia.
jurídicos de los directa sobre las personas o los bienes (detenciones, allanamientos,
funcionarios
secuestros de cosas, etc.), su intervención legal será atípica por
cumplimiento de un deberjuridico. El juez que ordena una deten- -
\
ción o el funcionario que priva de libertad en flagrancia criminal § 193. Legítimo 'tjercicio de derechos
(a diferencia del particular que detiene en flagrancia, que ejerce la
legítima defensa propia o de tercero), tienen el deber de hacerlo,
sin que la ley les acuerde la posibilidad contraria. l Si bien es claro que cuando el funcionario actúa ilícitamente El ejercicio de
y con dolo, no hay más problemas que los que plantea la legítima un derecho corno
La injerencia Como el funcionario que cumple con un deber jurídico lo hace 2 remisión a otras
ilícita del atipicamente (porque su conducta no es antinormativa), quien sufre defensa en general, existen límites controvertidos respecto de ramas juridic as
funcionario ciertos deberes de injerencia, cuya solución depende de la amplitud
como agresión la coerción no puede resistirse ni defende'rse legítimamente. Sólo
se justifica la resistencia del habitante cuando la conducta del que se le reconozca a derechos fundamentales, como la integridad
funcionario sea contraria a su deber, porque actuando ilícitamente física, la libertad ambulatoria, la intimidad, la reserva, etc. Por
incurriría en una agresión ilegítima. Si el juez dispone dolosamente ello, es preferible tratar estos supuestos como ejercicios del
la prisión preventiva por delito no reprimido con pena privativa de respectivo derecho, abarcando tanto los casos en que la agresión
la libertad, el imputado puede resistir la detención defendiendo ilegítima proviene de un funcionario, como también otros que no
legítimamente contra el juez su derecho a la libertad ambulatoria, presuponen ninguna actuación oficial contraria al deber, como
toda vez que la decisión seria contraria a lo que expresamente por ejemplo el derecho al aborto terapéutico. Esta enunciación
establece el ari:. 312, inc. 1 º del CPPN. No puede hacerlo contra el demuestra que su análisis particularizado corresponde a cada
policía que cumple la orden judicial (sólo puede actuar en el lími- uno de los respectivos ámbitos del saber jurídico al que incumbe
te del estado de necesidad frente a éste). su análisis (derecho constitucional, procesal, administrativo, etc.),
y que la pretensión de resolverlos en sede penal importaría un
No existe el deber Cuando el funcionario actúa dolosamente, es pacífica la opi- 3 avance indebido sobre éstos. De allí que el CP se refiera en general
desoportar el-error
del funcionario nión de que el particular puede defender cualquier derecho que al legítimo ejercicio de su derecho (art. 34 inc. 4°) como una re-
498 CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN CONCURRENCIA DE CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN 499

m1s10n a todo el resto del orden juridico. Si bien la naturaleza hipótesis constituyen casos particulares de este supuesto: es in-
última de toda causa de justificación es el ejercicio de un dere- cuestionable que llevar adelante un embarazo proveniente de una
cho, la específica mención de este género cumple con la sana fun- violación es susceptible de lesionar o agravar la salud psíquica de
ción de vincular la justificación a todo el orden jurídico. la embarazada; lo mismo sucede con el embarazo d<?spués de ad-
vertir gravisimas malformaciones en el feto. En este sentido, cabe
El derecho La libertad de movimientos sólo puede ser restringida en los 2
a la libertad de casos en que proceda la coerción directa administrativa o frente a observar que la ley vigente, pese a que no se la quiere compren-
movimientos der, es mucho más clara que otras y evita los problemas que han
una condena penal privativa de la libertad (art. 18, CN). Cuando
el derecho a la libertad ambulatoria se cancela fuera de estos planteado textos menos inteligentes que, en definitiva, han debi-
casos, el acto del funcionario es una agresión ilegitima que justi- do desembocar en la famosa indicación médica, que no es otra
fica una salvaguarda de ese derecho en los límites de la defensa cosa que el enunciado genérico del art. 86.
legítima, que puede justificar conductas típicas de evasión (art.
5 Del derecho a la libertad de conciencia y de cultos deriva la Libertad
280), resistencia (arts. 237 y 239), lesiones leves (art. 89), etc. De de conciencia
posibilidad de objetar deberes, aun cuando esta decisión pueda
igual forma también estará justificada la acción lesiva en los limi-
afectar un bien jurídico, como en el caso del testigo de Jehová que
tes de la legítima defensa de quien salvaguarda su derecho cons-
se niegue a cumplir con deberes de solidaridad impuestos por un
titucional de opción de salir del país en caso de estado de sitio
tipo penal, o cuando no se cumple con la obligación impositiva
(art. 23 constitucional).
por razones·de objeción de conciencia. El ejercicio de los derechos
Integridad El derecho a la integridadfisica se afecta cuando el empleo de 3 que se derivan de la libertad de conciencia sólo se pueden justifi-
física fuerza o violencia contra el sospechoso de la comisión de un delito- car cuando configuran expresiones criticas no violentas contra
o contra la persona cuya conducta es necesario interrumpir, su- leyes o actos injustos para los manifestantes que, a la vez, pueden
pere los límites de la racionalidad en el ejercicio del deber de coac- ejercer el derecho de reunión (CADH, art. 15).
ción directa. El funcionario actuará violando su deber y, por ende,
6 Respecto del derecho a la privacidad, como en el caso de te- Privacidad
se legitimará la defensa contra él cuando aplique fuerza innecesa-
ria, lo arrastre de los cabellos, lo golpee cuando ya no pueda ofre- nencia de estupefacientes para uso personal, la impunidad está
cer resistencia o lo haga en la cabeza cuando dentro de lo estric- dada por el impedimento de imputación al tipo objetivo por apli-
tamente necesario puede afectar una parte no vital. Con mayor cación de la ~eserva constitucional y no por ningún derecho que
razón configura una agresión ilegitima el uso indebido del arma la justifique. pues la autonomía personal que consagra el art. 19
reglamentaria. Más allá de cualquier disposición reglamentaria, constitucional cancela la posibilidad de que un tipo penal abar-
es una agresión ilegitima el uso de un arma con poder letal sólo que conductas que no afectan a terceros.
para detener a quien se fuga sin ejercer violencia o habiendo ce-
sado en ella.

Aborto Lajustif¡.cación del aborto debe abarcarse dentro del ejercicio 4


del derecho a la integridadfisica o mental, no sólo en el caso del § 194. Concurrencia de causas de justificación
aborto terapéutico, sino también en el del llamado sentimental o
ético y del eugenésico. Conforme a nuestra ley, la hipótesis gené-
1 En general, no es admisible la concurrencia contraria de cau- Concurrencia
rica está contenida en el inc. 1 º del segundo párrafo del art. 86: si contraria
se ha hecho con elfin de evitar un peligro para la vida o la salud de sas de justificación, o sea, que a una conducta justificada se le
la madre y si esté peligro no puede ser evitado por otros medios. oponga otra también justificada. Se trataría de un caso de apa-
Dado que la ley, con todo acierto, exige peligro para la salud, abar- rente contradicción preceptiva, pero en realidad uno de los pre-
cando la salud psíquica (toda vez que no distingue), el resto de las ceptos no sería válido, pues no es admisible que una persona esté
500 CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN EL !l!ENOR COi\TENlDO INJUSTO EN EL ARf. 35 CP 501

autorizada a realizar una conducta que otra persona está autori- una vez cesada la situación objetiva de justificación) e intensivo
zada a evitar o impedir. (cuando la conducta lesiona más de lo racionalmente necesario).
Dentro de esta variante hay quienes (1) afirman que el art. 35
Concurrencia La concurrencia positiva, es decir, el supuesto en que dos o 2 comprende ambas hipótesis, (2) otros que afirman que sólo abar-
positiva
más causas de justificación abarcan una única conducta típica ca el exceso extensivo y (3) otros para quienes sólo abarca el in-
del agente es posible, como concurso de preceptos pennisivos. En tensivo; (h) por último, existen opiniones dispares respecto de los
este último supuesto no cabe excluir ninguna de las justificacio- supuestos del arL 34 al que se refiere el art. 35. Esta enumera-
nes, aun cuando una de ellas sea suficiente para justificar la ac- ción de discrepancias pone de manifiesto la enorme dificultad que
ción típica, en razón de que no hay jerarquía entre las causas de ofrece el texto, muy poco recomendable desde la perspectiva de
justificación. lege jerenda.

Especialidad y No obstante, cabe advertir que existe la posibilidad de que 3 2 Los antecedentes legislativos de esta disposición son también La inutilidad de
subsidiaridad entre éstas pueda darse una aplicación del principio de especiali- la interpretación
complicados, porque hacen imposible acudir a la genealogía del
dad (ver § 268.3) por el que sean incompatibles los objetivos per- genealógica
dispositivo para aclarar su alcance, dado que contenían requisi-
seguidos por los respectivos preceptos permisivos, es decir, que tos que fueron desapareciendo en el proceso de elaboración legis-
medie una incompatibilidad teleológica de los preceptos. La pre- lativa y, en definitiva. no responde a ningún modelo de su tiempo.
tensión de aplicar el principio de subsidiaridad (ver§ 268.3) no es
viable, porque importaria consagrar una jerarquización de las 3 Ante la disparidad de interpretaciones, cabe partir del enten- No existen otros
dimiento más respetuoso de la propia letra de la ley. Por ende, sin requisitos que
causas de justificación. los legales
agregar requisitos que la ley no menciona, parece que lo más co-
rrecto es entender que se trata de la previsión de una hipótesis de
menor contenido injusto, toda vez que es menos antijmidica la
acción que comienza siendo justificada. Es la única interpreta-
§ 195. El menor contenido injusto en el art. 35 CP f
ción que evita atribuir la atenuación a un error vencible o a otra
causa que disminuya la culpabilidad, lo que no exige en ningún
Las múltiples
momento la ley.
El art. 35 establece una disminución de pena para el que 1
interpretaciones
del art. 35 CP
hubiere excedido los límites impuestos por la ley, por la autoridad o 4 El fundamento es claro sin salir del plano del injusto: existe El menor conte-
por la necesidad. La pena aplicable en ese supuesto es lafyada una mayor carga de antywidicidad en la conducta que se inicia y nido antijurídico

para el delito por culpa o imprudencia. Pocas disposiciones ofrecie- agota como antyuridica que en otra que tiene comienzo al amparo
ron interpretaciones tan dispares como este articulo. (a) Para algu- de una causa de justificación y sólo se agota antyuridicamente. El
nos el art. 35 abarca sólo conductas culposas; (b) otros entienden requisito de que se inicie justificadamente se desprende de que
que se trata de conducta dolosas; (c) hay quienes opinan que las nadie puede exceder el límite de un ámbito en el que nunca ha
acciones allí previstas registran una atenuación que se funda en estado. (a) Esto no significa excluir totalmente del art. 35 el lla-
un error de hecho vencible que las hace culposas; (d) para otro mado exceso intensivo, sino sólo cuando éste se opera ab initio: no
sector, registran un menor grado de culpabilidad por miedo o emo- habrá exceso en la legitima defensa cuando alguien agrede a pu-
ción; (e) según otros la menor culpabilidad responde a un error ñetazos y es repelido con un cañonazo. (b) Habrá menor conteni-
vencible de prohibición; (f) algunos combinan posibilidades, sos- do injusto cuando la conducta que comienza siendo justificada se
teniendo que la atenuación responde a un menor contenido injus- continúa fuera del permiso, como cuando la conducta que co-
to tanto como a una simultánea reducción de la culpabilidad por menzó siendo defensiva, se sigue realizando una vez cesada la
error vencible o por imputabilidad disminuida (turbación); g) sue- agresión o su amenaza (exceso extensivo): habrá exceso cuando
le distinguirse el exceso extensivo (cuando la conducta continúa quien repele la agresión a puñetazos, continúa propinándolos una
502 CAUSAS DE JUS'rIFICACIÓN

vez que el otro ha cesado de hacerlo. (e) También lo habrá cuando


el agresor sigue agrediendo, pero con un medio menos lesivo, y CAPÍTULO 20
quien se defiende lo sigue haciendo con el mismo medio que em-
pleara antes (exceso intensivo): el que agredió con disparos de Concepto, ubicación y elementos positivos
arma lo sigue haciendo con los puños, y el que se defendió con
otra arma de fuego sigue disparando.
de la culpabilidad
Hipótesis Como el texto no precisa a qué incisos del art. 34 se refiere, 5
que abarca se han planteado dudas acerca de la posible inclusión de la coac-
ción. Siempre se excluyó del art. 35 el supuesto del inc. 1° del art.
34, y en tiempos de la sanción del CP (1921) se sostuvo que abar-
caba el exceso de cualquier supuesto de los incs. 2° a 7° del art.
34, lo que parece inadmisible, puesto que siempre se tratará de § 196. Necesidad de la culpabilidad como reproche
un problema que debe resolverse en el plano del injusto y en el personal del injusto basado en la autodeterminación
cual su mayor campo será, indudablemente, la legítima defensa y
el estado de necesidad. En cuanto al cumplimiento de un deber
1 La culpabilidad es el tercer carácter específico del delito, Concepto
jurídico, en principio, siendo una causa de atipicidad y no de jus- de culpabilidad
tificación, es inadmisible; no obstante, cabe atender la posibili- consistente en un juicio que permite vincular en forma
dad de un menor grado de antinormatividad y, en consecuencia, personalizada el injusto a su autor y, de este modo, operar como
de un injusto atenuado, particularmente en los casos en que el el principal indicador que, desde la teoría del delito, condiciona el
exceso tenga lugar en conductas defensivas que se realizan en paso y la magnitud de poder punitivo que puede ejercerse sobre
cumplimiento de deberes jurídicos. Creemos que pueden plan- éste, es decir, si puede reprocharse el injusto al autor y, por
tearse hipótesis de exceso en los casos de legítima defensa y de ende, si puede imponerse pena y hasta qué medida según el
estado de necesidad justificante. La coacción queda abarcada sólo grado de ese reproche.
cuando configura un estado de necesidad justificante. 2 De este puente entre injusto y pena no puede prescindirse Necesidad de
este carácter
porque no es admisible el criterio de graduar la pena mecánica-
mente conforme al mayor o menor contenido injusto. Eso sólo
sería racional si todos los humanos fuésemos iguales e inmuta- J
bles (es decir, si no fuésemos humanos). f
Por suerte, tenemos personalidades, entrenamientos, fortu-
na, sexo, fuerza, instrucción, habilidades, edades y capacidades
muy diferentes entre nosotros; también por fortuna cambiamos
constantemente, porque nos vamos haciendo a nosotros mismos
en el curso de nuestra existencia y reaccionamos de modo dife-
rente según las circunstancias de la constelación situacional en
que actuamos.
3 Justamente por eso es necesaria la personalización a la hora Necesidad de
personalización
de proporcionar una respuesta jurídica basada en un reproche al
agente. Por ende, un criterio racional que pretenda ser mínima-
mente equitativo en el reparto del poder juridico de contención / ./
504 CONCEPTO, UBICACIÓN Y ELEMENI'OS POSITIVOS DE U\ CULPABILIDAD JNSUFICIENC!A DE ESE REPROCHE PARA. INDICAR CRITERIOS DE CONTENCIÓN DEL PODER PUNITIVO 505

del poder punitivo, requiere un puente también minimamente cribir, tampoco puede verificar que estoy determinado a escribir,
personalizado entre el injusto y la responsabilidad. y menos a hacerlo sobre la culpabilidad.
)
Reproche según La culpabilidad se entiende como un juicio personalizado que 4 (b) Es científicamente verificable que en la interacción social
el ámbito de au- le reprocha al autor su injusto, considerando el ámbito de auto- los humanos nos comportamos como si tuviésemos ámbitos de
todeterminación
determinación con que actuó. De ello se sigue que el principio de autodeterminación y nos formulamos reproches o nos felicitamos,
que a nadie puede cargársele con un injusto si no ha sido resultado nos insultamos o nos abrazamos, nos consideramos amigos o
de su libre determinación y que no puede hacérselo en medida que enemigos, todo conforme a este criterio. En tal sentido, todos so-
supere su ámbito de autodeterminación, sea un mínimo requisito mos metafisicos, incluso el científico más determinista cuando deja
de racionalidad. su laboratorio y en la esquina choca su vehículo.
No presupone el Esta cuestión no se vincula al concepto idealista o romántico 5 (c) Por otra parte, la psicología prueba que cada uno de noso-
"libre albedrío" de libre albedrío, entendido como ficción según la cual todos los hu-
idealista tros, según nuestra personalidad y la situación vivencial concreta,
manos son igualmente libres. En tal caso la culpabilidad resulta- tenemos cierto catálogo limitado de conductas posibles. El valiente
ría innecesaria porque para ser todos igualmente libres en cualquier en la guerra puede padecer una fobia a las cucarachas; el extrover-
circunstancia, seria necesario que fuésemos iguales e inmutables. tido reacciona de modo diferente al introvertido, el timido al osado;
Precisamente por tener diferentes ámbitos de autodeterminación etc. Esto es perfectamente verificable tanto intuitiva como científica-
se hace necesario precisar cuál fue el que, en concreto, tuvo la
mente y, por ende, señala magnitudes cuantificables o estimables.
persona en el momento de realizar· el acto, teniendo en cuenta sus
condiciones personales generales, las modificaciones que sufría (d) De igual modo es verificable que quien dispone de expe-
en esa coyuntura y las circunstancias en que se hallaba en con- riencia y entrenamiento puede enfrentar algunas circunstancias
creto. con más opciones de comportamiento que otro, lo cual también
permite señalar magnitudes.
Además, si sobre la base de una antropologia romántica se ad-
mitiese la libertad de decisión como absoluta, ilimitada e (e) Además, la posibilidad de optar es un atributo de la noción
incondicionada, se caeria en la paradoja de permitir en cualquier caso de persona en el sentido del derecho internacional de los derechos
concluir, con igual facilidad, en la responsabilidad tanto como en la humanos (ver § 40) y del propio derecho constitucional. ¿En qué
irresponsabilidad. Un ser absolutamente libre puede ser considerado quedaría la soberanía popular sin este componente? ¿Qué valor ten-
absolutamente responsable, pero también debe reconocérsele la posi- drían las elecciones si no se admitiese que las personas son capaces
bilidad de destruirse y rehacerse en forma igualmente absoluta, o de elegir? Hay una antropología (un concepto del ser humano)
sea. de suprimir su identidad y construir permanentemente otra. jushurnanista (de derecho internacional de los derechos humanos) y
¿La autodeter- Todos nos movemos con cierto ámbito de decisión que no es 6 una antropología constitucional que presuponen la capacidad de ele-
minación es infinito ni idéntico en todas las circunstancias. No obstante, hay gir y optar· en las personas, sin la cual perdería dicho atributo.
una ilusión
metafísica? quienes afirman que esto es (o puede ser) una ilusión, dado que la
autodeterminación no es verificable empíricamente y, por ello,
seria imposible fundar cientif¡.camente un juicio de reproche per-
sonalizado. Agregan que esa ilusión es una concepto metafisico y, § 197. Insuficiencia de ese reproche para indicar
por ende, no mensurable, por lo que seria imposible que indique criterios de contención del poder punitivo
un quantum
Es imposible Contra este argumento cabe observar: 7 La referencia a
descartar la auto- 1 Por supuesto que el reproche personalizado al autor de un
la culpabilidad
determinación (a) Que tampoco el determinismo es verificable empíricamen- injusto es un reproche del acto. o sea. que se le reprocha lo que de acto
te. Si bien nadie puede verificar que en este momento decido es- hizo (la acción típica y antijurídica) y no lo que es. Desde el punto
506 CONCEPTO. UBICACIÓN Y ELEMENTOS POSITIVOS DE U\ CULPABILIDAD INSUFICIENCLA. DE ESE REPROCHE PARA INDICAR CRlTERlOS DE CONTENCIÓN DEL PODER PUNITIVO 507

de vista del derecho constitucional (art. 19 CN) se debe mantener cho por la autoridad ejercida sobre él por un jefe o cabecilla, para
estrictamente el derecho penal de acto (ver supra, § 14). recha- la culpabilidad de acto será menos reprochable que si hubiese
zando todas las pulsiones del derecho penal ele autor. La aclan1- tenido una personalidad fuerte y nada sugestionable. Para la cul-
ción es necesaria porque en este carácter es donde con mayo_r pabilidad de autor será más reprochable porque el hecho cometi-
fuerza proyecta sus tintes autoritarios el derecho penal de autor. do y cualquier otro son más compatibles con su personalidad dé-
bil y pueden repetirse siempre que se encuentre con otro cabeci-
El injusto es el Dentro del derecho penal políticamente liberal, el injusto no 2
objeto del lla que la sugestione.
es un síntoma de la personalidad (el carácter, la vida, etc.) del
reproche y no
síntoma de nada autor, sino el objeto mismo del reproche. que es muy diferente. En el caso de la reincidencia, si se prueba que la anterior
intervención del sistema penal fue fijadora de roles desviados,
Los funcionarios del estado no son maestros primitivos que
que el sujeto fue vejado y condicionado por una prisionización en
avergüenzan a los niños con bonetes de burro en los rincones,
condiciones degradantes, que esa intervención le dificultó su
sino personas iguales a todos, habilitadas especialmente para
reinserción laboral y familiar, que le estrechó sus posibilidades
reprocharle a otras personas sus conductas configuradoras de
de desenvolvimiento normal en la sociedad, que lo dejó estigmati-
conflictos tipificados, personalizando el reproche en razón de los
zado y subjetivamente deteriorado, es claro que su ámbito de au-
particulares ámbitos (más estrechos o más amplios) de autode-
todeterminación se hallará realmente reducido y, por ende, su
terminación de que hayan dispuesto para decidirlas.
culpabilidad deberá ser reducida. Para la culpabilidad de autor,
La personalidad Esto no signiflca que para establecer el juicio de reproche 3 como el sujeto será más proclive al acto realizado, en razón de su
condiciona el personalizado no deba tomarse en cuenta la personalidad del agen- personalidad configurada por esas vivencias, ésta le será repro-
ámbito de auto-
determinación te. pues forma parte de la circunstancia en que actuó. Pero la chada y, por ende, su culpabilidad será mayor.
personalidad juega un papel muy diferente, según se la tome en
cuenta en una culpabilidad de acto (liberal y constitucional) o en En definitiva, la culpabilidad de autor no es otra cosa que una
una culpabilidad de autor (de carácter, de personalidad, de con- espiritualización grosera de la vieja peligrosidad positivista, como
. ducción de vida o como quiera llamársele), es decir, dentro de un veremos luego (ver § 199.6).
esquema autoritario e inconstitucional. El juicio de
5 En el entendimiento de que siempre nos estamos refiriendo a
reproche del acto
(a) En la culpabilidad de acto la personalidad sirve para seña- un derecho penal ele acto (constitucional y políticamente liberal), no es ético
lar el catálogo de posibles conductas que el sujeto tenía a su dis- cabe preguntarse si el reproche del injusto formulado sólo sobre
posición. el menú del que pudo servirse a la hora de elegir. No se la base del ámbito de autodeterminación es realmente adecuado
le reprocha la personalidad misma, sino el ámbito de decisión que para la cuantificación de la culpabilidad y si realmente es un jui-
su personalidad contribuía a configurar. En función de la perso- cio ético.
nalidad se le reprocha lo que hizo. Sin duda que este reproche del acto responde a una forma
(b) En la culpabilidad de autor no importa el catálogo de posi- que está inspirada en la ética tradicional (Aristóteles, Tomás de
bles conductas, sino que se le reprocha la personalidad misma, el Aquino, Kant, Hegel), aunque sólo en lajorma, porque eljuicio en
injusto sólo sirve como síntoma que permite al funcionario repro- si no es ético, dado que no toma en cuenta la selectividad del
charle al agente su ser. Enfunción del injusto se le reprocha lo que sistema penal. Cualquier persona a la que se le reproche un in-
es. justo penal -desde el ladronzuelo o ratero hasta el genocida-, puede
argumentar que se la ha seleccionado con cierta arbitrariedad y
Consecuencias de Las consecuencias de una u otra perspectiva son muy dife- 4
la consideración
reclamar: ¿Por qué a mi'? ¿Por qué no a los otros?
rentes en la práctica: si tomamos el caso de una persona que
de la personalidad
en la culpabilidad tiene una personalidad muy débil y sugestionable y que ha parti- Sabemos que los procesos a los criminales nazis fueron re-
de acto y de autor cipado en un robo con violencia porque ha sido arrastrada al he- ducidos considerablemente cuando comenzó la guerrajria. Pocos
508 CONCEPTO, UBICACIÓN Y ELEMEN'IOS POSITIVOS DE LA. CULPABILIDAD JNSUFICIENCl.t\ DE ESE REPROCHE PARA INDICAR CRITERIOS DE CONTENCIÓN DEL PODER PUNITNO 509

criminales latinoamericanos contra la humanidad fueron someti- 7 No es novedoso el cuestionamiento a la pura culpabilidad de La co-culpabilidad

dos ajuicio, y en esos pocos casos no se aplicaron las reglas de la acto corno base ética del reproche en ninguna sociedad, pues to- como correctivo

participación criminal, pues no fueron enjuiciados los ministros, das son estratificadas y conceden espacios sociales diferentes a
las personas según su status. Corno no existe el estado de dere-
los jueces complacientes, los consejeros, etc. Muchos rateros son
cho ideal ni la sociedad con movilidad vertical ilimitada, hay per-
penados, pero no lo son estafadores de gran vuelo. Nuestros paí-
sonas a las que se les concede un espacio social amplio y otras
ses han perdido muchos miles de millones por administraciones
que quedan en límites de subsistencia, y es claro que esto tiene
infieles de sus áreas económicas y ningún ministro de economía
influencia en el ámbito de autodeterminación de cada uno.
ha sido procesado por eso. Los países periféricos pagan deudas
con intereses usurarios y nadie ha procesado a los acreedores ni Fue Jean Paul Marat (ver§ 68) quien primero llamó la aten-
a quienes los han comprometido abusivamente. Los recortes pre- ción sobre esto en el contractualismo. Cien años más tarde el
supuestarios en el área de dispensarios causan la muerte de mi- buen juez Magnaud en Francia escandalizó a sus colegas
les de niños por diarrea estival en toda la región y nadie procesa a bonapartistas y burócratas y se hizo famoso en toda Europa, lle-
los responsables. Se procesa a los médicos por mala praxis, pero gando a ser elogiado por Tolstoi y sus sentencias traducidas a
varias lenguas, cuando en definitiva no hacía más que considerar
no a los responsables del área que no los proveen de los elemen-
a la miseria un estado de necesidad justificante o inculpan te, se-
tos necesarios para diagnosticar y tratar adecuadamente. Se pro-
gún el caso.
cesa a los conductores de vehículos colectivos por homicidios
culposos, pero no a las empresas que les imponen o permiten El codificador argentino citó expresamente a Magnaud cuan-
cargas horarias insólitas. Y así podríamos seguir casi al infinito, y do agregó en la fórmula del art. 41 CP especialmente la miseria o
todo ello es perfectamente verificable. la dificultad de ganarse el sustento propio necesario y el de los
suyos. Con mucha posterioridad, en algunos países del llamado
No se legitima el Dado que el juicio de reproche es selectivo y discriminatorio, 6 socialismo real se agregó una fórmula que relevaba el espacio so-
poder punitivo no es ético. Como no es ético, no legitima el ejercicio del poder
sino su conten- cial a los efectos del reproche o de la pena. Se llamó a esto co-
ción jurídica punitivo. culpabilidad.

Pero la culpabilidad es un juicio de reproche que no tiene por Se decía que había una ca-culpabilidad de la sociedad cuando
objeto legitimar el ejercicio del poder punitivo, sino señalar un fil- no le había brindado al sujeto un espacio social adecuado para su
tro, o sea, proporcionar un criterio racional de limitación del ejerci- desarrollo y que había que descargársela al agente en el momento
cio de ese poder. No convierte al poder punitivo en racional, sino de cuantificar el reproche y la pena.
que sólo dota de racionalidad a la actividad de contención. 8 Sin embargo, la idea de co-culpabilidad, pese a significar· un Insuficiencia
conceptual de la
Reiteramos que las agencias jurídicas disponen de un limita- notorio progreso, era insuficiente en varios sentidos. ca-culpabilidad
do poder de contención del ejercicio del poder punitivo, que deben (a) En principio, evoca el prejuicio de que la pobreza es la
administrar racionalmente. El poder punitivo no se vuelve racio- causa del delito, ignorando que desde Sutherland (y aún mucho
nal por ello, sino que lo racional es la distribución equitativa que la antes) sabemos que el delito permea todas las capas sociales. Se
agenciajuridica hace de su limitado poder. Es como si hubiese que trata de una tesis tributaria de la vieja criminología etiológica de
decidir la prioridad para recoger a los náufragos, cuando se dis- cuño socialista de comienzos del siglo pasado, como la de Bonger,
pone de un limitado poder de rescate, y se decide atender primero que si bien tuvo el mérito de señalar las causas económicas del
a los inocentes que cayeron al mar, luego a quienes voluntaria- delito, ponía el acento en la pobreza y sólo en la delincuencia
mente se pusieron en riesgo y, por último. a quienes hundieron la crirninalizada o prisionizada.
nave. sin perjuicio de que a veces, por razones de humanidad. se (b) Si se corrigiese el error anterior. la consecuencia lógica de
atenúe este orden. la ca-culpabilidad consistiría en menor poder punitivo para los
510 CONCEPTO, UBICACIÓN Y ELEMENTOS POSI'ITVOS DE LA CULPABILIDAD L.A. CULPABILIDAD PENAL COMO SÍNTESIS 511

pobres y más para los ricos. Esto termina en lo que hoy algunos der punitivo, lo que no consigue la pura culpabilidad de acto,
llaman derecho penal a dos velocidades: más garantias (más porque no lo toma en cuenta.
contención del poder punitivo) para el delito común y menores
(menos contención del poder punitivo) para el delito organizado, La culpabilidad de acto marca el máximo de reproche que
empresarial, etc. (según la fijación que aqueje a cada autor). La pem1ite habilitar poder punitivo. Se trata del máximo esfuerzo del
experiencia histórica demuestra que la excepcional habilita- poder punitivo admisible en el marco de un derecho penal de acto
ción del poder punitivo siempre termina ordinarizándose. Por (constitucional), al que se opone el dato de la selección criminali-
eso el derecho penal no tiene dos velocidades, sino caja auto- zante.
mática: avance y retroceso, y toda derogación de limitaciones al En este nivel analítico de la teoria del delito también se pro-
poder punitivo es una marcha atrás hacia la inquisición. duce la tensión entre las pulsiones del estado de polfcia y el de
(c) En tercer lugar, la ca-culpabilidad sigue ignorando el derecho. El estado de policía pugna por la culpabilidad de autor o
problema de la selectividad del poder punitivo. Sea quien fuere por cualquier otro concepto que -con ese u otro nombre- constru-
el seleccionado, como lo señalamos, puede objetar la arbitra- ya el puente entre el injusto y la pena habilitando poder punitivo
riedad selectiva, de la que no se hace cargo este concepto. Se sobre la base del reproche de lo que el agente es y reduciendo el
trató de una rectificación interesante, pero que siguió operan- injusto a un mero síntoma.
do con la ficción de que el poder punitivo se reparte Cuando el estado de policia debe abdicar al derecho penal de
igualitariamente, cuando sabemos cientificamente que lo hace
autor frente a la banera del art. 19 constitucional, no por ello
con altísima selectividad criminalizante.
deja de presionar para filtrar poder punitivo, sino que, perdida
La pura culpabi- En conclusión, incluso considerando el conectivo de la co- g una batalla, se repliega a la culpabilidad de acto pura, preten-
lidad de acto no culpabilidad, la culpabilidad de acto no es un juicio ético porque diendo legitimar el poder punitivo desde esa posición.
es un juicio
ético ni racional no puede responder a la objeción de que habilita un poder que se Un nuevo
2 Si bien hay un avance del estado de derecho cuando obliga
ejerce discriminatoriamente sobre la población. momento
al de policía a replegarse hasta la culpabilidad del acto y a des- pulsional: la
No puede ser ético un juicio que habilita un poder que cartar la consabida razón de estado, la dialéctica pulsional entre selectividad
prisioniza según la vulnerabilidad de las personas, o sea, que se ambos principios no cesa, porque la ética mínima y la racionali- como antítesis
de la culpabili-
reparte como si fuese una epidemia, representando un peligro dad de los actos de gobierno que deben regir al estado de dere- dad de acto
para los que socialmente están más expuestos por estar más lejos cho exigen que se tome en cuenta el dato de la selectividad del
del poder. Pero no sólo no es ético, sino que tampoco es racional, poder punitivo.
porque no lo es proponer a las agencias jurídicas que agoten su
Surge así un nuevo momento pulsional dialéctico entre la
potencial de contención del poder punitivo ignorando por completo
culpabilidad del acto pura y la consideración de la selectividad
sufalla ética más notoria.
criminalizante. La culpabilidad penal del estado de derecho no
puede ser la simple culpabilidad por el acto, sino que debe surgir
de la síntesis de ésta (como límite máximo del reproche) y otro
§ 198. La culpabilidad penal como síntesis de la culpabilidad concepto de culpabilidad que incorpore el dato real de la selectivi-
por el acto y por la vulnerabilidad dad. Sólo de este modo resulta ético y racional el reparto del
poder jurídico para contener el poder punitivo (para recoger náu-
fragos). Para elaborar este principio que contrastará con la culpa-
El estado de po- Tanto la ética como la racionalidad exigen a las agencias juri- 1 bilidad por el acto y que en definitiva se sintetizará en la culpabi-
licía se repliega lidad penal, deben tomarse en cuenta los datos reales de la se-
a la culpabilidad
dicas que agoten su poder de contención neutralizando hasta don-
de acto pura de les sea posible el fenómeno estructural de la selectividad del po- lectividad.
512 CONCEPTO, UBICACIÓN Y ELEMENTOS POSrm1os DE U\ CULPABILIDAD
LA CULPABILIDAD PENAL COMO SÍNTESIS 513

Los criminaliza- Sabemos que la selección criminalizante se lleva a cabo prin- 3 es el mero status o estado de vulnerabilidad lo que decide la selec-
dos por cipalmente en razón de estereotipos y recae sobre criminalidad
estereotipo ción criminalizante.
grosera o burda practicada por personas de las clases más subal-
ternas, sin entrenamiento para cometer hechos más sofisticados 6 Efectivamente: la selección se produce en razón de una situa- La actividad de
los seleccionados
y, por ende, de más dificil captación por el sistema penal. ción de vulnerabilidad, en la que sin duda juega un importantísimo
papel el estado de vulnerabilidad, pero no la agota. La peligrosi-
Por otra parte, aun así, se captan de preferencia a las perso- dad del poder punitivo se concreta en una situación particular, o
nas que presentan las caracteristicas externas atribuidas a los sea, que algo suele hacer la persona para alcanzar esa situación
autores de esas obras delincuenciales groseras, y que se reprodu- concreta de vulnerabilidad.
cen por efecto de la fijación y asunción del rol desviado, impulsa-
da por el mismo poder punitivo. Y es verdad, siempre media un esfuerzo o contribución per-
sonal que hace que una persona, partiendo de cierto estado de
Esto demuestra que la mayoria de los crtminalizados no lo vulnerabilidad, alcance la situación particular en que se concreta
son tanto por lo que hicieron sino porque lo hacen groseramente y el peligro del poder punitivo. A esto llamamos el esfuerzo personal
ello ios coloca al alcance del sistema penal. por alcanzar la situación concreta de vulnerabilidad.
La peligrosidad Esto muestra que el sistema penal presenta diferentes grados 4 7 A nadie se le puede reprochar razonablemente su estado de El estado de
del sistema de peligrosidad, según caracteristicas personales y status social vulnerabilidad no
penal vulnerabilidad, sino sólo el esfuerzo personal por alcanzar la si- es reprochable
de los habitantes: la peligrosidad del poder punitivo es mayor para tuación en que el poder punitivo se concreta. Y, en efecto, este es-
los hombres, los adolescentes y jóvenes, los desocupados y sin fuerzo es muy diferente según los casos.
inserción estudiantil, los inmigrantes de países vecinos, los me-
nos inteligentes, los que se parecen más a la imagen negativa del (a) Excepcionalmente, hay personas que parten de un estado
delincuente proyectada por los medios masivos, quienes están de vulnerabilidad muy bajo y realizan un esfuerzo formidable hasta
peor vestidos o se muestran más desaliñados, quienes viven en que alcanzan la situación concreta, como sucede en el caso de los
barrios con baja rentabilidad, quienes forman parte de minorías genocidas, de grandes delincuentes económicos, etc. Por lo gene-
estigmatizadas, etcétera. ral se trata de casos de retiro de cobertura por efecto de luchas de
poder.
Por el contrario, es menor para las mujeres, los más adultos
y los viejos, los que tienen trabajo o inserción estudiantil, los na- También hay otros supuestos en que desde un bajo estado de
cionales, los más hábiles, quienes tienen aspecto de ciudadanos vulnerabilidad se realizan injustos brutales y con ellos se alcanza
de clase media, quienes visten mejor y con elegancia, quienes la situación concreta, como son los homicidios múltiples, etcétera.
viven en barrios de mayor rentabilidad, quienes no se identifican
(b) Hay otros supuestos de personas que partiendo de un ele-
con ninguna minoría estigmatizada, etc. Todo esto se verifica cuan-
vado estado de vulnerabilidad y pese a que el esfuerzo que hubie-
do se piden identificaciones en la vía pública o cuando se selec-
sen necesitado para alcanzar la situación concreta hubiese sido
cionan personas en las rnzzias policiales.
muy reducido, no obstante llevan a cabo también esfuerzos for-
La mayoría de la Pero no sólo son muchas las personas que se hallan en esta- 5 midables para ponerse en esa situación. Tales son homicidios
población está do de preferente vulnerabilidad al poder punitivo, sino que, dado brutales, agresiones sexuales despiadadas, supuestos que bor-
en peligro
el deterioro de las condiciones sociales en toda la región, puede dean la psicopatía. etcétera.
afirmarse que la mayoria de la población se halla en estado de
(c) Pero el g1ueso de los criminalizados no realiza grandes
vulnerabilidad, o sea. que el poder punitivo presenta un alto gra-
esfuerzos por alcanzar la situación concreta de vulnerabilidad.
do de peligrosidad para la mayo1ia de la población. No obstante,
pues parten de un estado bastante elevado y les basta muy poco
la criminalización sólo recae sobre unos pocos. Esto indica que no
para que se concrete en ellos la peligrosidad del poder punitivo,
LA CULPABILIDAD PENAL COMO SÍNTESIS 515
514 CONCEPTO, UBICACIÓN Y ELEMENTOS POSITIVOS DE LA CULPABILIDAD

puede negarse invocando ejemplos de presión política o de co-


porque lo más sencillo es seleccionar a quien camina por la calle
rrupción, pues demuestran que el sujeto no ha perdido el bajo
vestido de ladrón, casi tanto como individualizar carteros, albañi-
nivel del estado de vulnerabilidad originario; se supone que nos
les u operarios fabriles. Les basta un esfuerzo pequeño para que
referimos a supuestos en que las agencias jurídicas deben resol-
el poder punitivo concrete su peligrosidad en ellos.
ver fuera de esas interferencias, o sea, cuando el agente ha sufri-
Por supuesto que hay momentos especiales en que la vulne- do la pérdida de cobertura.
rabilidad puede variar por otros factores, como puede ser la insis-
g La culpabilidad por la vulnerabilidad no es un con-ectivo de la La <:_1:llJ)~l:>gidad
tencia en la selección politica, que tiene lugar en los regímenes por el acto no
culpabilidad por el acto, sino su contracara dialéctica, de la que pued;se~
autoritarios. No obstante, las reglas no cambian mucho, pues sólo
surge la culpabilidad penal como síntesis. Dado que la culpabili- sobrepasada en
se modifican los estereotipos: se cambia el del ratero por el del la síntesis
dad por la vulnerabilidad opera como antítesis reductora, nunca
disidente.
puede la culpabilidad penal resultante de la síntesis superar el
La distribución Distribuir el poder juridico de contención del poder punitivo 8 reproche de la culpabilidad por el acto.
del poder conten-
según la magnitud del esfuerzo personal por alcanzar la situación No importa si es
tar según el esfuer- 10 Puede discutirse si la culpabilidad por la vulnerabilidad es
zo personal por al- concreta de vulnerabilidad es (a) racional y (b) posible.
culpabilidad de autor, aunque no hay razones para creerlo, dado de autor o de acto,
porque siempre es
canzar la situación
concreta de (a) Como las agencias jurídicas cuentan con limitado poder de que se trata de componentes del hecho mismo, pero aun conclu- "in bonam partem"
vulnerabilidad contención de las pulsiones del poder punitivo, es razonable que yendo que lo sea, no tiene importancia, dado que en el peor de los
dediquen sus mayores empeños para los que poco han hecho para casos sólo podría resultar en la síntesis un reproche equivalente
ser alcanzados por éste, o sea, a quienes el alto estado de vulnera- al de la culpabilidad por el acto. Es algo similar a la analogía in
bilidad del que partieron fue determinante de su críminalización y, bonam partem, que no viola el requisito de legalidad precisamente
por el contrario, que no descuiden pero tampoco agoten un poder porque no se la usa para extender el poder punitivo sino para
muy limitado en quienes se han empeñado en un esfuerzo conside- reducirlo; en este caso, la culpabilidad por la vulnerabilidad sólo
rable por llegar a la situación concreta de vulnerabilidad. Es la podría reducir el ejercicio del poder punitivo o, en la peor hipóte-
lógica de la preferencia en la salvación de los náufragos. sis, no afectar lo indicado por la culpabilidad por el acto.

Teniendo en cuenta que el esfuerzo jurídico colisiona cons- 11 Cabe preguntarse si hay supuestos en que, verificada la cul- Excepcionalmente
neutraliza la
tantemente con las fuerzas del estado de policía que le ponen pabilidad por el acto, la culpabilidad por la vulnerabilidad es tan culpabilidad
sitio, resulta legítimo que el derecho penal reproche el esfuerzo ínfima o negativa que cancela ésta y determina que no haya cul- por el acto
personal por alcanzar la situación de vulnerabilidad, porque esa pabilidad penal. Son casos excepcionales, pero no por ello dejan
es la medida del esfuerzo que la persona realiza conspirando con- de existir. En especial, se trata de supuestos en que media pro-
tra el propio derecho penal. en cuanto a su cometido pacificador y vocación oficial (agente provocador) y sin embargo el injusto no
reductor de violencia. En otras palabras: el esfuerzo por la vulne- deja d~ ser tal, por no tratarse de un delito experimental o de
rabilidad es la contribución personal del sujeto a las pretensiones imposible consumación. Más adelante nos referiremos a estos
légitimantes del poder punitivo y, por ende, contrario al esfuerzo supuestos (ver§ 250).
reductor y pacijicante del derecho penal. 12 En síntesis, puede afirmarse que la culpabilidad por la vulne- Síntesís
conceptual
(b) Por otra parte, es en general verificable que las agencias rabilidad no es una alternativa a la culpabilidad como reproche
jurídicas disponen de mayor espacio de contención también cuando formalmente ético. sino un paso _;,Jperador de ésta. que -como todo
el esfuerzo por alcanzar la situación concreta de vulnerabilidad proceso dialéctico- la conserva en su síntesis. Afirmada la culpabi-
por parte del sujeto ha sido menor y viceversa. Escaso poder de lidad formalmente ética como culpal..1ilidad pura por el hecho, con-
contención tienen frente a un genocida, a un delincuente econó- forme al ámbito de autodeterminación con que el sujeto pudo deli-
mico de alto vuelo o a un homicida múltiple. Esta verificación no berar y señalando conjorme a ella un cierto grado de reproche, la

'
516 CONCEPTO, UBICACIÓN Y ELEMENTOS POSITIVOS DE L·\ CULPAJ3!LIDAD DEL FUNDAMENTO ÉTICO A U\ RAZÓN DE ESTADO 51 ',

culpabilidad por el esfuerzo del sujeto para alcanzar la situación poder punitivo (con la pena en la terminología tradicional), pero
concreta de vulnerabilidad se le opone, para contrarrestar su des- los caminos para construirlo han sido muy diferentes. La enorme
consideración de la selectividad y. en la medida que corresponda, disparidad constructiva se explica porque se trata del nivel teóri-
se sintetiza en una culpabilidad normativa penal que puede reducir co más específicamente penal (el más alejado del derecho civil y
el reproche por el acto pero nunca ampliarlo. La culpabilidad penal del derecho administrativo) y, por ende, en él se manifiesta mejor
resultante de esta sintesis traduce el esfuerzo (ético y legítimo) del la disparidad tan enorme entre los puntos de partida, esto es,
saber jurídico-penal por reducir (hasta donde su poder alcance) el entre las funciones asignadas al poder punitivo que se colocan
resultado de la culpabilidad .formalmente ética. como cimientos de construcciones teóricas que rematan en cúpu-
El concepto de culpabilidad penal que podemos proporcionar las completamente diferentes. Mientras se construyen los cimien-
después de haber transitado este análisis es más completo: seria tos, las diferencias no son notables, pero a medida que la estructura
eljuicio necesario para vincular enjorma personalizada el injusto a se va perfeccionando éstas alcanzan disparidades formidables.
su autor y, en su caso, operar como principal indicador del má.,\.imo Ordenación de
3 Algunas de estas variables sólo merecen mencionarse como los criterios de
de la magnitud de poder punitivo que puede ejercerse sobre éste.
curiosidades históricas. Para evitar confusiones es mejor obviar construcción que
Este juicio resulta de la síntesis de unjuicio de reproche basado en se han seguido
detalles y limitarse a tener en cuenta los criterios clasificatorios
el ámbito de autodeterminación de la persona en el momento del
que permiten ubicarse frente a cualquier enunciado. La confu-
hecho (formulado conjorme a elementos formales proporcionados
sión proviene de que las construcciones teóricas se elaboran con
por la ética tradicional) con el juicio de reproche por el esfuerzo del
una opción doble, que opera como dos ejes entrelazados en espi-
agente para alcanzar la situación de vulnerabilidad en que el siste-
ral.
ma penal ha concretado su peligrosidad, descontando del mismo el
correspondiente a su mero estado de vulnerabilidad. Todo depende de que se opte por: (a) un derecho penal de acto
o de autor, y, además, (b) un derecho personalista o transpersona-
lista. Combinando ambas opciones surgen todas las variables cons-
tructivas del puente entre injusto y pena.
ExcURsus: Las diferentes posiciones doctrinarias
(a) Como se ha visto, el derecho penal de acto desvalora lo
que el agente hizo y el derecho penal de autor lo que el agente es.
§ 199. Del fundamento ético a la razón de estado El primero desvalora la acción y el segundo a la persona.

(b) En cuanto al concepto general del derecho, unos optan


por ponerlo al servicio de la persona (derecho personalista o in-
Ubicación de la Hemos desarrollado el concepto de culpabilidad sin hacer refe- 1 trascendente) y otros al de algún ídolo transpersonal (nación, es-
cuestión
rencias a otras construcciones teóricas a su respecto, por razones tado, sociedad, clase, raza, cultura, etc.). Algunos ídolos no lo son
de claridad expositiva. La enorme disparidad de criterios respecto en tanto se consideren bienes de las personas, pero pasan a serlo
del elemento conectante entre el injusto y la pena es tal, que es cuando se invierte la cuestión (el estado se convierte en ídolo cuan-
imposible comenzar con su exposición sin correr el riesgo de con- do se considera que las personas están a su servicio). En estos
fundir a quien se está introduciendo en el tema. Por tal razón, una casos, el poder punitivo se habilita (se imponen penas) sólo por
vez expuesto el criterio que se sustenta, pasan1os a ver las varia- supuestas necesidades del ídolo al que se sacrifica la persona.
bles doctrinarias desde comienzos del siglo XX hasta la actualidad. Esas necesidades idolátricas son siempre una vieja conocida: la
razón de estado (se racionaliza el sacrificio de la persona al esta-
El inevitable puente No existe sistema o teoria del delito sin un puente con la res- 2 do, que se convierte en una ficción que oculta el interés del que
entre injusto Y pena ponsabilidad de la agencia jurídica en cuanto a la habilitación de manda).
518 CONCEPTO, UBICACIÓN Y ELEMENTOS POSITIVOS DE U\ CULPABILIDAD
DEL FUNDAME!'\TO ÉTICO A U\ R.\ZÓN DE ESTADO 519

La versión más La combinación de razón de estado con derecho penal de au- 4 policial de la peligrosidad, no es de extraüar la tendencia a cons-
autoritaria: la tor es la mezcla más peligrosa en la construcción del elemento
peligrosidad truir el concepto de culpabilidad como un equivalente funcional
policial vinculante entre injusto y pena. La expresión más abierta y durade- de la peligrosidad.
ra de esta combinación fue la llamada peligrosidad del positivis-
mo de comienzos del siglo pasado (ver§ 74.6 y ss.). No se trataba 7 En los comienzos de la dogmática jurídico-penal del siglo X,'{ Liszt llamaba
suele explicarse que regía la llamada teoría psicológica de la culpa- "culpabilidad" a
más que de un concepto policial administrativo que aspiraba a cap- los datos de
bilidad, propia de Franz von Liszt. La culpabilidad era el nexo la imputación
tar todos los estereotipos negativos y aumentar la habilitación de
poder punitivo sólo por cargar con ellos. Era absolutamente in-
psicológico entre la acción y el resultado, así corno el injusto era subjetiva
el nexo causal entre ambos términos.
compatible con los principios y con la antropología constituciona-
les, pero servia corno pocos conceptos al estado de policía, porque Más allá de que esta teoria psicológica de la culpabilidad no
su potencial legitirnante era formidable. podía explicar la culpa inconsciente (donde no hay nexo psicológi-
co alguno entre la voluntad del autor y el resultado), pretendía ser
La culpabilidad Superado este momento de terrible decadencia del pensamien- 5
como deuda un concepto descriptivo que no admitía grados (sólo reconocía
to penal, se volvió a la culpabilidad. La diferencia entre injusto y
dolo y culpa) y por eso no se proyectaba sobre la pena (porque
culpabilidad proviene del derecho privado y se perfeccionó en el
ésta se determinaba según la peligrosidad, dado que Liszt era la
siglo XIX por obra de Rudolf von Jhering. Culpabilidad es una
versión alemana del positivismo). Pero tampoco era en definitiva
expresión que en alemán significa también deuda {schuld}, dupli-
un juicio de culpabilidad, sino sólo lo que hoy llamamos tipo sub-
cidad que se conserva en castellano, aunque haya caído en desu-
jetivo. Por ende, Liszt (y toda la teoría psicológica de la culpabili-
so (la antigua versión del Padrenuestro usaba deudas por culpas). dad) no había hecho más que dar ese nombre a los requisitos de la
La idea de culpabilidad, por ende, presupone un juicio, un repro- imputación subjetiva.
che. una exigencia.
8 En 1907 Reinhart Frank recuperó el concepto de culpabilidad La vuelta a la
La culpabilidad Cuando el poder punitivo perdió su discurso legitiman te máxi- 6 normativa, retomando la idea de la ética tradicional (Aristóteles, forma ética con
como peligrosidad rno de la peligrosidad, no tuvo más recurso que jugar sus pulsiones Frank, 1907
espiritualizada Santo Tomás, Kant. Hegel). No es más que la superación del posi-
dentro del concepto de culpabilidad, para lo cual se llevaron a tivismo y la vuelta a los conceptos anteriores a esa decadencia,
cabo incontables esfuerzos para hacer de la culpabilidad un equi- con una formulación más elaborada. Desde Frank no se pretende
valente funcional de la vieja peligrosidad, o sea, para construir que la culpabilidad sea un concepto descriptivo (un dato psicoló-
una peligrosidad espiritualizada. gico como en von Liszt) y pasó a ser un juicio de reproche, basado
Esto explica las muchas apelaciones al derecho penal de au.: en la fomia de la ética tradicional.
tor y la consiguiente elaboración de culpabilidades de autor, y Pero en la versión de Frank la culpabilidad abarcaba elemen-
también la disparidad de ubicaciones del concepto que sirve de tos heterogéneos, porque incorporaba el dolo y/ o la culpa (que
puente entre el injusto y la teoria de la responsabilidad: (a) unos era en lo que se agotaban los datos psicológicos para von Liszt) y
lo colocan en la propia teoria del delito (la culpabilidad del delito también el reproche. Frank agregó el reproche a la culpabilidad
se proyecta sobre el poder punitivo); (b) otros lo apoyan en dos descriptiva de von Liszt. Con esto, se caía en la dificultad de que
patas, una en la teoria del delito y otra en la de la pena (quienes la culpabilidad abarcaba al mismo tiempo los datos psicológicos y
pretendieron que hay una culpabilidad para el delito y otra para el reproche de éstos. Varios autores trataron de resolver esta he-
la pena); (c) sin que falten otros que construyeron un tertiumpoco terogeneidad, especialmente James Goldschmidt (1913) y Berthold
claro. que llaman teoría del autor. Freudenthal (1922), aunque sin mayor éxito. Este último sostuvo
que la esencia de la culpabilidad radica en el reproche porque el
De cualquier manera, corno con la culpabilidad por el acto se
autor pudo y debió realizar otra conducta o porque la representa-
llega a soluciones por lo general opuestas a las del juicio médico-
ción del resultado debió y pudo ser un contramotivo. De este modo
520 CONCEPTO, UBICACIÓN Y ELEMENTOS POSITIVOS DE LA. CULPABILIDAD
DEL FUND,'u'v!Ei'HO Éí1CO A U RA.ZÓN DE ESTADO 521

la culpabilidad es concebida con un elemento ético que se tradu- dad ni de reserva. Pero en el campo penal, eso implica el reproche
ce en e.\."igibilidady con otro, de índole psíquica, constituido por el de acciones atípicas y ni siquiera antijurídicas, o sea, una culpabi-
dolo y la culpa. lidad sin injusto, e incluso importa prohibiciones irracionales, es
decir, prohibiciones de lo que no puede cumplirse porque no pue-
La culpabilidad Edmund Mezger en los años treinta hizo las tentativas más g de ser violado ni respetado, como son las prohibiciones de ser de
de autor: fuertes para hacer de la culpabilidad un equivalente de la peligro-
Mezger, 1938
alguna manera.
sidad, tratando de legitimar por medio de la culpabilidad la ma-
yor pena al habitual, al reincidente, al profesional, al malvado, etc. 12 Las acciones de vida anteriores al delito (si fumaba marihua- Inconstitucio-
na o si bebía alcohol o no trabajaba) no son típicas ni antijurídicas, nalidad
Conforme a la culpabilidad de acto pura, la habitualidad puede
resultar un supuesto de menor culpabilidad, lo que es inacepta- o no configuran la tipicidad del injusto que se reprocha en con-
ble para cualquier construcción legitimante del poder punitivo. creto. Reprochando lo que el sujeto haya hecho antes de la con-
ducta típica se viola el principio de reserva puesto que el juicio de
El dilema que esto planteó a las teorias legitimantes, trató de culpabilidad se proyectaria sobre acciones que pueden ser inmo-
resolverse apelando a una culpabilidad que reproche algo más rales, pero no típicas. En definitiva se trataria de un ar·did para
que el acto y, por ende, recayendo en una degradación sintomática quebrar la barrera del art. 19 constitucional.
del delito, que volvia a ser el signo de ese algo más que se repro-
chaba. Ese es el marco de las versiones del normativismo como 13 Es insólito, pero cualquier posición que hace de la culpabili- El más cercano
dad un juicio moral sobre el grado de corrupción del autor y reduce a la inculpabi-
culpabilidad de autor, en cualquiera de sus variables -culpabili- lidad es el más
dad del carácter, de personalidad, de conducción de la vida o de el delito a síntoma de ese grado, no puede evitar concluir que cuan- culpable
decisión de la vida- o en sus expresiones contemporáneas. to más cerca de la inculpabilidad por inimputabilidad se halle un
s¡_yeto, más culpable sea, es decir, que cuanto más condicionado se
La culpabilidad En las versiones más puramente éticas, el problema de la 10 encuentre en razón de sus car·acteristicas personales y, por ende,
por la conduc- culpabilidad de autor se conecta íntimamente con el de la res- más reducido sea su ámbito de autodeterminación, mayor será la
ción de la vida
ponsabilidad moral. Salvo en las construcciones que crearon el culpabilidad que hallarán los partidarios de estas corrientes, pre-
puente entre injusto y pena a través de la razón de estado, el cisamente porque le reprochan algo diferente del acto mismo.
derecho penal nunca dejó enteramente de lado el esquema
aristotélico, apoyado sobre la idea fundamental de que el ser 14 Mezger explicó claramente esta tesis en pleno régimen nazista Diferentes modos
(1938), aunque escondiendo su pertenencia al derecho penal de de disfrazar la
humano es un ente capaz de elección. Esta presuposición es el culpabilidad
tronco común entre la culpabilidad y la ética en el sentido autor mediante el recurso a una pretendida combinación de la de autor
aristotélico. culpabilidad de acto con la de autor, lo que no pasaba de ser una
fórmula que permite reprochar el acto puro a los amigos y la per-
Para Aristóteles, la personalidad que se apartaba de la virtud sonalidad a los enemigos.
se elegía, porque la persona iba cayendo por una pendiente, y en
cierto momento ya no era libre para ser virtuosa, porque con sus Otra forma de disimular la culpabilidad de autor es preten-
actos anteriores daba lugar a una situación semejante a la del der que no se puede distinguir entre ésta y la de acto, o también
que arroja una piedra y luego es impotente para recuperarla. Por postulando una culpabilidad de acto en el delito y otra de autor
ello, en derecho penal se inventó una culpabilidad de autor como en la teoría de la pena, etc. Son todas variables del mismo esfuer-
culpabilidad por la conducción de la vida, que claramente se re- zo por hacer de la culpabilidad el equivalente funcional de la vieja
monta a este pensamiento. peligrosidad médico-policial.
15 En las décadas siguientes se atendió poco a la inconstitucio- La atención
Aristóteles no es Pero atribuir la culpabilidad de autor a Aristóteles es injusto 11
el garante de la nal inco11Joración de la culpabilidad de autor, pues la atención se se desvía hacia
y falso, porque el planteo aristotélico era ético y no juridico-penal. cuestiones
culpabilidad desplazó hacia las cuestiones sistemáticas. La discusión sistemáticas, 1950
de autor ya que Aristóteles no debía respetar ningún principio de legali-
522 CONCEPTO, UBICA(;IÓN Y ELEi\!Ei'ffOS POSITIVOS DE L\ CULPABILIDAD DEL FUNDAMENTO ÉTICO A LA RAZÓN DE ESTADO 523

se centró en la ubicación de la llamada consciencia de la antfjuri- Roxin es el más claro expositor de esta corriente. Para Roxin
dicidad, que en la versión originaria de Frank pertenecía a la cul- la culpabilidad es el merecimiento de pena, toda vez que cuando
pabilidad y no al dolo (teoria de la culpabilidad), en tanto que en la alguien, por cualquier razón, no puede evitar el injusto típico que ha
de Mezger pertenecía al dolo (teoria del dolo) (ver§ 149 y§ 217). realizado, no tiene objeto castigarlo, lo que parece incuestionable,
Cuando el finalismo llevó el dolo y la culpa al tipo. los autores aún toda vez que en cualquier teoría de la pena no puede pretenderse
cercanos al psicologismo le imputaron un vaciamiento de la culpa- castigar una culpabilidad ine.xistente.
bilidad, pero en realidad se homogeneizaba su contenido, que 18 Pero este criterio oscurece los límites entre la culpabilidad y Confusión entre
dejaba de contener los datos psicológicos y su reproche en el mis- culpabilidad
la punibilidad. Roxin trata de mantenerlos afirmando que las con- y punibilidad
mo estadio analítico. sideraciones político-penales acerca del fln de la pena determina-
Puede decirse que el gran debate de mediados del siglo XX, o rían la culpabilidad, en tanto que la punibilidad dependería de
sea, de los años de disputa entre finalismo y causalismo, se zanjó consideraciones político-sociales extrañas a la teoría del fin de la
con la ubicación generalizada del dolo y la culpa en el injusto, lo pena.
que homogeneizó el contenido de la culpabilidad, pero en cuanto Roxin traduce sistemáticamente la presencia de ambos crite-
a la naturaleza de ésta no se modificó mucho en los planteos. rios o principios, distinguiendo entre culpabilidad y necesidad de
prevención: sobre la base de ambos construye el concepto más
Bases diferentes A medida que se fue negando la cadena conceptual autodeter- 16
de la responsabi- amplio de responsabilidad. Así, afirma que en el estado de necesi-
minación-reproche-retribución como coordenadas capaces de cons-
lidad individual dad exculpante el sujeto está disponible a la llamada de la norma
truir el puente entre injusto y pena, éste se fue construyendo
según su estado mental y anímico, por lo que hay culpabilidad,
sobre bases distintas a la culpabilidad, aunque conservando su
pero por razones político criminales el legislador renuncia a la
denominación, quizá por su antiguo prestigio. Con ese u otro nom-
pena (no media necesidad preventiva) y, por ende, no existe res-
bre, por vi.as que cada vez tienen menor vínculo con la idea de
ponsabilidad, pese a existir culpabilidad.
responsabilidad por la decisión individual, el lazo entre injusto y
pena se fue construyendo en dependencia de supuestas necesi- 19 La falla central de esta tesis es su punto de partida. Si la Principal critica
a esta
dades sociales (en realidad estatales) derivadas de las teorías de capacidad de elección del ser humano es una suerte de ficción, construcción
los fines de la pena. un limite artificial creado por el derecho en la forma de principio
regulativo o ficción necesaria, lo cierto es que una ficción no puede
La tendencia a convertir a la culpabilidad en un concepto
tener más límite que el impuesto por ella misma, porque como no
jurídico con contenido juridicamente dado por otro principio de
abarca una realidad y carece de otro contenido que ella misma,
igual naturaleza, se propuso por consideraciones de prevención
quedaría autosostenido. Además, no es posible medir una ficción,
general y también por el dogma de la prevención especial. Según
porque se trata de una no realidad.
esta corriente, la libre voluntad no seria una realidad sino un
principio juridico regulativo, es decir, algo así como una ficción. Por otro lado, parece contradictoria la tentativa de asentar la
pena sobre la prevención especial (que es tan dogmática como la
La capacidad La Constitución y el derecho en general, al considerar al hu- 17 general). de cuño determinista, para luego limitarla en función de
de decidir
mano capaz de elección, no tomarían partido en la cuestión
como ficción una ficción indeterminista.
antropológica, sino que se limitarian a consagrar un principio re-
gulativo o ficción necesaria. Por ende, las intervenciones punitivas Esta corriente objeta a la concepción tradicional de la culpa-
sólo se justificarian político-criminalmente, o sea, en función de bilidad que cae en un pretendido círculo vicioso que se establece-
una simple necesidad preventiva, donde la medida de la culpabi- ría entre exigibilidad y reprochabilidad, pues como el criterio de
lidad sólo serviría como límite, no siendo necesario que la pena reprochabilidad lo da el grado de exigibilidad, éste quedaría total-
alcance siempre ese límite. mente difuso. Se trata de una objeción sólo formal, porque la exigi-
DEL FUi':D:\:YIEi\TO tnco A L.-\ R:\ZÓÍ\ DE EST:\00 525
524 CONCEPTO, UBICACIÓN Y ELEMEi'ffOS POSITIVOS DE L\ CULPABILIDAD

La inconstitu-
bilidad, como todo criterio que depende de un contenido real, no 21 Este sustitutivo ele la culpabilidad es inconstitucional en cionalidad del
se puede definir de antemano como una disyuntiva entre blanco y Ja propia Alemania. porque el parágrafo 46 del código alemán sustitutivo
negro, sino que es eminentemente graduable. exige la culpabilidad corno rncclicla ele la pena. y éste es un con-
cepto que puede debatirse para precisarse. pero que no es lici-
Pero por sobre todas estas criticas, se impone la observación to reemplazar por otro por completo diferente ele su sentido
de que considerar la libertad y la responsabilidad del humano como semántico (y ele cualquiera ele los que tiene para muchas otras
una ficción. implica afirmar que todo el plano jurídico constitucional disciplinas) para construirlo sólo sobre la base ele la deducción
y politico está asentado sobre esaficción y, más aún, que la con-
ele necesidades del estado o del sistema.
cienciajuridíca universal que sustenta esa antropología es un pro-
ducto ficticio. Es grave considerar que la dignidad del ser humano Este sustiiutirn ele la culpabilidad sólo se ocupa del reforza-
como persona y, por ende, como ente responsable por su elección y miento ele la confianza en el derecho por parte del público. Es una
dotado de conciencia, consagrada en las constituciones y en los construcción ju1iclica que no toma en cuenta más dato ele reali-
documentos universales y regionales de Derechos Humanos, es una dad que una pretendida necesidad de autoestabilización ele los
mera ficción y no la vivencia de responsabilidad real y efectiva. La ciudadanos (lo necesario para que éstos se calmen). toda vez que
democracia seria resultado de una ficción y su diferencia con el el derecho penal no acepta ninguna culpabilidad antes ele él. sino
totalitarismo se reduciría también a una.ficción, que ésta aceptaría que la construye. según la propia afinnación ele Jakobs.
como un mero principio jurídico regulativo. en tanto que el segundo, 22 Al igual que la peligrosidad positivista. este sustitutivo mira Concepto
más realista, la rechazaría. transpersonalista
hacia el futuro. o sea. al efecto que la pena producirá en la gene- y no mensurable
Culpabilidad La construcción funcionalista fue radicalizada por Jakobs al 20 ralidad al reforzarle su confianza en el derecho. Con ello privilegia
que no es construir directamente un sustitutivo de la culpabilidad equiva- el sistema social y. por ende. da lugar a un derecho pem1.l trans-
culpabilidad
lente a la vieja peligrosidad positivista, aunque con mayor capaci- personalista.
dad legitirnante y menor nivel ético.
Además. al igual que en la peligrosidad. tampoco hay quien
Si bien lo sigue llamando culpabilidad para no violentar la pueda medir esta hipotética necesidad de autoestabilización. que
fórmula legal alemana, en este sustitutivo no puede reconocerse se convierte en otro dogma que abre paso a la arbitrariedad judi-
ninguno de los caracteres de ésta, pues se trata de un mero crite- cial.
rio de prevención general positiva.
Cuando se observa que este sustitutivo viola la ética al usar
Para Jakobs la función de la pena tiene por fin mantener la a una persona para calmar al resto. Jakobs responde que sólo se
vigencia de la norma; de allí deduce-hegelianamente que es nece- trata ele una constatación ele la realidad. que hace expresa una
sario replicarle al infractor porque cuestiona esa vigencia. Por eso función latente. Dado que es un elato ele realidad social y el sujeto
afirma que la pena halla su fundamento en el propio acto de penar no puede salir ele la sociedad. no tiene otro remedio que aceptar
y en esa medida deba imponerse para ejercitar la fidelidad al de- la pena conforme a las necesidades de prevención del estado. J_n
recho. otras palabras. el sujeto debe sufrir la pena porque vive en socie-
dad.
Corno ésta es una pura respuesta a demandas del sistema (el
estado o sus gobernantes), al igual que el positivismo, legitima un
mayor poder punitivo en los casos de habitualidad y reincidencia,
• 23 Este sustitutivo de la culpabilidad y la peligrosidad ele Feni
tienen en común que ambos hallan la base de la responsabilidad
La peligrosidad
positivista
era menos
simplemente porque apodícticamente afirma que no se puede to- en la pe11enencia e¡ la sociedad. No obstante. la vieja peligrosidad legitiman te

lerar que se remunere con indulgencia a la delincuencia reiterada o tenia a su favor que. en la groseria ingenua del planteo positivis-
porque sólo se debe tomar en cuenta el déficit de fidelidad al dere- ta. se creia seriamente que con el poder punitivo se prevenían
cho. delitos. pero en el nuevo sustitutivo sistémico sólo interesa refor-
ESPACIO DE AUTODETERMINACIÓN Y CULPABILIDAD DE ACTO 527
526 CONCEPTO, UBICACIÓN Y ELEMENTOS POSITNOS DE U\ CULPABILIDAD

(e) Por último, incurren en un salto lógico que altera el orden


zar la opinión pública o el prejuicio en beneficio del estado, sin
secuencial de la cadena conceptual delito-pena. al derivarse el an-
que importe si protege de algún mal a la gente.
tecedente del consecuente, reformulando el principio no hay pena
Se elabora un sustitutivo que es funcional para prevenir un sin culpa en la forma siendo necesaria la pena, debe haber culpa.
único mal, que seria el que podria producir la desconfianza de la
opinión pública hacia la eficacia del estado. No importa que el
estado sea eficaz, sino que la opinión pública no deje de creer que
lo es. Si en lugar del sistema penal se tratase de una empresa § 200. Espacio de autodeterminación y culpabilidad de acto
estatal de aeronavegación, lo importante no seria la seguridad de
los vuelos, sino que la gente creyese en ella para seguir compran-
1 En el plano de la culpabilidad en sentido estricto, el principio No hay pena sin
do billetes y volando en sus aviones, aunque en la realidad sufran reprochabilidad
frecuentísimos accidentes. de culpabilidad puede enunciarse sintéticamente con la fórmula
no hay pena sin reprochabilidad, es decir, no hay delito cuan90 el
Síntesis de En síntesis, en las corrientes funcionales preventivistas pue- 24 autor no haya tenido en el momento de la acción ..m cierto margen
observaciones
críticas a las te-
den reconocerse dos modelos en cuanto a la construcción de la de decisión o, si se prefiere, de libertad para decidir. Por ende, el
sis funcionalistas culpabilidad: (a) un rr:iodelo complementario (Roxin) en que la cul- principio de culpabilidad presupone la autodeterminación de la
pabilidad constituye un límite a la prevención y (b) un modelo de voluntad humana. Cualquier concepción de lo humano sin capaci-
reemplazo (Jakobs) en que directamente se prescinde de la culpa-· dad de decisión elimina la responsabilidad y, con ella el concepto
bilidad, toda vez que la prevención se limita a sí misma. mismo de persona y, por consiguiente, el de ciudadano.

Ambos planteas han sido criticados y cabe esquematizar al- 2 La culpabilidad de acto asentada sobre la autodeterminación Sin autodeter-
minación no
gunas de las contradicciones observadas del siguiente modo: como ámbito o catálogo de posibles conductas de una persona en hay persona
una situación constelacional dada. no pretende que la ley o el juez
(a) Corresponde reconocer que estos modelos preventivistas
penetren el ámbito de libertad decisoria de un individuo, lo que es
operan con meras suposiciones en cuanto a los fines de la pena,
imposible, como procuran quienes han sostenido que, como no
cuando no con inferencias deductivas, cuyo respaldo es más o
puede probarse la autodeterminación, se invierte el principio de
menos débil, sin perjuicio de la critica que la propia doctrina
inocencia (Hassemer) o que por el beneficio de la duda se impon-
legitimante pueda merecer.
dria la absolución de todos (Roxin).
(b) Es dable advertir que se parte del duro ataque a la preten-
No invierte el principio de inocencia dar por presupuesto que
dida falta de prueba de la capacidad de elección humana, pero se
toda persona tiene un ámbito de autodeterminación en cada cir-
adopta sin discusión el concepto de prevención.
cunstancia, porque eso no es más que una condición indispensa-
(c) Estas construcciones dogmáticas caen en una definición ble para ser persona. Corresponderá a la acusación probar que
circular: fundamentan la pena en la culpabilidad y la culpabili- fue más amplio y a la defensa que fue más estrecho, pero el ámbi-
dad en la pena; de lo que resulta que de la culpabilidad como to en sí mismo nadie tiene que probarlo, pues sin éste no podria
medida de la pena se pasa a la pena como medida de la culpabi- haber proceso por falta de sujetos procesales.
lidad, cuando no, a la pena como la medida de la pena. 3 Tampoco se trata de imaginar lo que hubiera hecho un terce- No se trata de
lo que hubiera
(d) Se duplica el juicio valorativo sobre la base de supuestos ro o la generalidad ni cualquier otra ficción, porque con eso se hecho otro
fines de prevención que resultan -cuanto menos- difíciles de pre- sustituye el reproche personal. Se trata de averiguar cuál fue el
cisar en los casos concretos y que, por ende, terminan transfor- ámbito autodeterminable del propio autor en esa circunstancia y
mándose en un dogma que abre el camino a la arbitrariedad. no el que hubiera tenido otro que no fue el autor.
528 CONCEPTO, UBICACIÓN Y ELEMENTOS POSITIVOS DE L\ CULPABILIDAD CUADRO DE U,S CAUSAS DE EXCULPACIÓN O DE IOCULPABIL!DAD 529

Para valorarlo se apelará a comparaciones y experiencias con cabe afirmar que el carácter y las demás circunstancias persona-
otros seres humanos y con el mismo sujeto valorante, pues esto les y biográficas de la persona son relevantes a los efectos del
es lo corriente en las ciencias de la conducta, donde existe una reproche de culpabilidad, pero con la advertencia de que en ésta
analogía de objeto entre observador y observado, pero la inevita- son datos que no se reprochan -como lo hace la culpabilidad de
ble incorporación de la experiencia humana en la determinación autor- sino que se computan para determinar la magnitud del ám-
del ámbito autodeterminable de otra persona en una circunstan- bito de autodeterminación concreto.
cia concreta, no implica•sustituir a la persona por otro, sino consi-
derar a esa persona -y no a otra- en esa particular circunstancia.

Los bajos um- Los ámbitos de autodeterminación pueden ser sumamente 4 § 201. Cuadro de las causas de exculpación o de inculpabilidad
brales cancelan
amplios, en cuyo caso corresponde una reprochabilidad mayor, y
la culpabilidad
pueden llegar hasta grados o umbrales mínimos en que, aún cuan-
do no estuvieran ni se pudiera asegurar que fuesen cancelados, 1 La inexigibilidad por reducción grave o cancelación del ámbi- Los dos reduc-
tores de la auto-
la reprochabilidad desaparece porque todo indica que el agente to de autodeterminación que da lugar a exculpación o inculpabi- determinación
debía haber realizado un esfuerzo que no le era juridicamente lidad reconoce varios supuestos, que son las llamadas causas de
exigible (en este último caso se trata de ámbitos de autodetermi- exculpación o de inculpabilidad. Aunque sean tratados en los ca-
nación tan reducidos que son juridicamente irrelevantes). pítulos siguientes en particular, conviene mostrar desde ahora su
cuadro general.
No puede negarse que cualquiera, en una circunstancia deter-
minada, tiene la posibilidad de convertirse en héroe, pero tampoco Los supuestos o causas de inculpabilidad pueden obedecer a
puede exigirsele juridicamente que lo sea y, por ende, no podrá que:
reprochársele juridicamente que no lo haya sido. Así como no es (Al al sujeto no pueda exigirsele la comprensión de la antiju-
cierto que estos ámbitos no sean cuantificables empíricamente, tam- ridicidad de su injusto o,
poco lo es que se cae en una esfera de arbitrariedad, porque si bien
siempre es materia de apreciación, el mismo orden juridico emite (B) pese a que esa comprensión le sea exigible, exista una
pautas para establecer los umbrales mínimos, por debajo de los constelación gravemente conflictiva que reduzca considerablemen-
cuales la autodeterminación remanente no es relevante. te sus posibilidades de decisión.

2 Los casos de inexigibilidad de comprens10n de la antiju- Inexigibilidad


La inexigibilidad Cada vez que el ámbito de autodeterminación no alcance un 5 de comprensión
es el género ridicidad (A) están previstos en el inc. 1 º del art. 34 del CP y
común delas
umbral mínimo, no se le podrá exigir juridicamente al agente una
tienen lugar cuando el agente opera en una situación:
causas de conducta diferente de la efectivamente realizada. Por ello, todas
exculpación o las causas de inculpabilidad son supuestos de inexigibiliaacíde (a) de incapacidad psíquica de comprensión de la antijuridici-
de inculpabilidad
o_tra conducta adecuada al derecho, o sea que la inexigibilidad no dad de su conducta o
es una causa de inculpabilidad, sino el común denominar, género
(b) de error de prohibición invencible.
o naturaleza última de todas las causas de inculpabilidad.
3 Los casos de inexigibilidad provenientes de una constelación Inexigibilidad
La personalidad Dado que el ámbito autodetem1inable siempre existe, por el 6 por situación
y la biografía situacional gravemente reductora de la autodeterminación (B) tie- reductora
condicionan la
mero hecho de que se trata de una persona, y que se valora con-
nen lugar en:
autodetermina- forme a la experiencia técnica y corriente, es incuestionable que
ción las caracteristicas personales -el carácter y la personalidad, la (a) el estado de necesidad exculpante (inc. 2º del art. 34 del
vida y las experiencias anteriores de la persona- también forman CP: el que obrare violentado por amenazas de sufrir un mal grave e
parte de las circunstancias que lo condicionan. En este aspecto inminente) y en
530 CONCEPTO, UBICACIÓN Y ELE;'vlEi'ffOS POSITIVOS DE U\ CULPABILID.-ill
POSIBILIDAD EXJGIBLE DE COMPRENSIÓN DE U\ A1'fflJURIDICID.-ill 531

(b) la incapacidad psíquica para adecuar la conducta a la com-


esos valores, no los hizo parte de su equipo psicológico de con-
prensión ·de 1~ antijuridicidad (inc. 1 º del art. 34 CP~el que ~o
ducta, es decir, no los comprendió.
haya podido en el momento del hecho. ya sea por insuficiencia de
susjacultades. por alteraciones morbosa de las mismas... dirigir sus\ De allí que la comprensión no sea el mero conocimiento de un
acciones). dato de la realidad, sino una instancia superior de incorporación.
1 Incluso semánticamente, comprender significa entender, alcanzar,
Tanto las situaciones que afectan la comprensión de la anti- \ penetrar, pero también contener, incluir en sí alguna cosa, como
juridicidad (A) como las que sin afectarla reducen el ámbito de que deriva de la raíz indoeuropea ghend (literalmente coger, aga-
autodeterminación por su conflictividad (B), son abarcadas por_<:l rrar), lo que confirma el sentido filosófico y jurídico-penal, que no
carácter genérico de inexigibilidad, común a todas las causas que se conforma con el mero conocimiento o posibilidad de conoci-
excluyen la culpabilidad. Por tanto no se hallan en una relación miento.
de prioridad, lo que posibilita una eventual concurrencia de cau-
sas de inculpabilidad. Esta posibilidad implica que si concune 3 Si comprender un valor (o desvalor) significa incorporarlo (co- No puede com-
gerlo, agarrarlo), quien no sea capaz de vivenciar su condición de prender quien
alguna causa de inculpabilidad que, no obstante, habilita alguna no se reconoce
forma de coacción sobre la persona (inc. 1 º del art. 34, medida de persona no podrá comprender un desvalor jurídico en el marco de como persona
internación) con otra que no la habilita, no es admisible esa coac- una comunidad de individuos. Quien no distingue el Yo del Tú, no
ción en el caso. puede tener realmente un Yo, porque permanece sin saber que
hay un mundo en el que puede ser de alguna forma, lo que para él
será inalcanzable.

4 Pero con ese reconocimiento no es suficiente, porque requie- También requiere


§ 202. Posibilidad exigible de comprensión de la antijuridicidad compartir la
re también una comprensión del mundo a través de la cual se comprensión
comprende a si mismo. El ser humano se halla lanzado a un mundo del mundo
de significaciones, que son los para qué de cada cosa, que es su
Los valores se La antijuridicidad es una valoración: el derecho señala una .1 cultura, lo que le permite la cotídianeídad que le posibilita la au-
conocen y se
comprenden acción como mala. Para comprender una valoración no basta con/ tenticidad.
conocerla. Puedo conocer un desvalor y no comprenderlo por no
El humano está lanzado a ese universo de significaciones, en
compartirlo: para otro una acción puede ser mala y para mí bue-
forma tal que la comprensión del mundo del polinesio, del esqui-
na. Se supone que el ladrón no comprendió el desvalor de su acto
mal, del legislador que tipificaba el concubinato o la brujería, son
lesivo de la propiedad ajena, porque de lo contrario no lo hubiese
distintas. Estas diferencias enormes de comprensión del mundo
cometido.
pueden, en situaciones extremas, hacer jurídicamente inexigible
El conocimiento El antropólogo cultural en su trabajo de campo conoce los 2 la comprensión de la antijuridicidad, porque no se le puede exigir
no garantiza a nadie que haga parte de sus propias pautas de conducta, otras
la comprensión valores de la cultura que estudia, pero no por ello los comprende.
Sabe el alcance que tienen en la sociedad o en la ley que los con- que responden a una concepción del mundo y de sí mismo por
sagra, se abstiene de violarlos porque quiere seguir investigando entero diferente.
y no quiere que lo expulsen de la sociedad que observa, pero en Pese a conocer el desvalor jurídico y a comprender a los de-
cuanto termina su labor profesional sigue comportándose confor- más y a si mismo como persona, no puede exigírsele en estos
me a los valores de su propia cultura. No vuelve a su universidad casos que incorpore ese valor como pauta propia de conducta.
y monta una tienda ni le exige a su cuñado encargarse de la crianza
5 Entendiendo comprensión en este sentido filosófico, semántico La efectiva com-
del hijo de su hermana ni le ofrece a sus huésp~d~s su mujer
prensión evita
perfumada con orines. No lo hace porque no intemalizó o introyectó y etimológico, por regla general el autor de un injusto casi nunca la comisión
habrá comprendido bien la antijuridicidad, porque de haberlo he- del injusto
532 CONCEPTO, UBICACIÓN Y ELEMENTOS POSITIVOS DE U, CULPABlLIDAD
l
¡
POSIBILIDAD EXIGIBLE DE Cü:IIPRENSIÓN DE U\ Al'fflJURIDICIDAD 533

cho no hubiese cometido el injusto. Si la ley exigiese la compren- dencia en que basta el conocimiento del profano, técnicamente
sión efectiva de la antijuridicidad, sería menester concluir en una llamado conocimiento pcu alelo en la esfera del lego, análogo al exi-
inculpabilidad general. De allí que la ley penal disponga que para gido para los llamados elementos normativos del tipo objetivo.
la culpabilidad es suficiente con la posibilidad e,\.igible de compren- \ 9 Como se ha visto. debido a la confusión entre la consciencia Discusiones sobre
sión de la antjjuridicidad y, a contrario sensu, que sólo es inculpa- de la antijuridicidad como presupuesto de su posibilidad exigible la ubicación de
la consciencia
ble aquél al que no se le pueda oi.gir razonablemente la compren- de comprensión y esta misma posibilidad, se discutió su ubica- de la ilicitud
sión de la antyuridicidad. ción: los partidarios de la teoría del dolo la consideraron requisito
de éste. dividiéndose entre quienes la exigían estrictamente y quie-
La exigibilidad de En principio, no parece irracional exigirle al habitante que 6
la comprensión nes le inventaron un sustitutivo (ceguera para el derecho, enemis-
es graduable
realice un esfuerzo por comprender, por lo que en cada caso debe
tad al derecho) (Mezger). para considerar que había dolo cuando
preguntarse si el agente no lo ha hecho porque no le era exigible.
no lo había. Los partidarios de la teoría de la culpabilidad, hoy
Cuanto mayor sea el esfuerzo que la comprensión le demande, menor
ampliamente aceptada. también se dividieron entre quienes la
será la reprochabilidad del iryusto (menor culpabilidad), y vicever-
colocaban en la culpabilidad (teoría estricta) y quienes la ubica-
sa, estableciéndose de este modo una relación inversa entre el
ron entre el dolo y la culpabilidad (teoría limitada).
esfuerzo que el s¡_yeto deba realizar para comprender la antyuridi-
cidad de su conducta y la exigibilidadjurídica de la comprensión (a 10 Es necesario precisar que para el código argentino, dado que En el código
no basta el
mayor esfuerzo menor culpabilidad). exige la posibilidad de comprensión de la criminalidad, no se con- conocimiento de
forma con el presupuesto del conocimiento de la contrariedad del la antijuridicidad
Por ello, podemos encontramos con la necesidad de un grado acto con el derecho, sino que se requiere que el agente también
tal de esfuerzo de comprensión que no sea jurídicamente exigible. haya podido conocer que esa contrariedad está tipificada
O sea que la llamada posibilidad de comprensión de la antijuridici- penalmente, es decir, que se trata de antywidicidad con relevancia
dad no es más que un grado de e.\.igibilidad de la posibilidad hipo- penal. \
tética de la comprensión del injusto del hecho y, por ende, se
En Alemania se cita el caso de un estudiante que tomó un
tratará siempre de un presupuesto de la culpabilidad dado en
libro de una librería para usarlo y luego devolverlo, porque creía
cierta medida, o sea, eminentemente graduable.
'(
que el hurto de uso no era delito; el tribunal lo condenó porque
La exigibilidad de Cabe precisar que la posibilidad exigible de la comprensión 7 conociendo que era un ilícito civil podía comprender la antijuridi-
la comprensión cidad. En la Argentina la solución hubiese sido absolutoria, por-
de la antijuridicidad, siendo un paso superior al mero conoci-
presupone el
conocintlento miento del desvalor, no puede menos que presuponer el conoci- que había conocido la antijuridicidad pero no la criminalidad (art.
miento del referido desvalor o consciencia de la antyuridicidad o \ 34 inc. 1 º) y, por ende, no le era exigible la comprensión de ésta.
de la ilicitud (no puede exigírsele la comprensión de la antijuridi- En otras palabras: el código argentino no se conforma con que
cidad de su injusto de delito cambiario al que no pudo conocerlo, como presupuesto de la posibilidad de comprensión de la
antijuridicidad se exija la consciencia de ésta, sino que requiere
porque recién llegaba al aeropuerto y aceptó negociar con el pri-
que presuponga una consciencia de la criminalidad, o sea, de que
mero que le ofreció comprar los dólares). No debe confundirse
la antijuridicidad de esa conducta es penalmente relevante.
este conocimiento (consciencia de la antyuridicidadJ con la posibi-
lidad de comprensión de la antijuridicidad, de la que sólo es su 11 Tampoco cuando se emplea consciencia de la antijuridicidad "Consciencia" y
"conciencia"
presupuesto. puede confundirse conciencia como sinónimo de conciencia moral.
Una cosa es decir tengo conciencia de dónde estoy y otra, muy
Conocintlento Pero ese conocimiento presupuesto a la posibilidad de com- 8 distinta, mi conciencia me impide hacer eso. En la primera se en-
paralelo en la prensión no es el conocimiento formal de la ley, que muchas ve- tiende consciencia como suma de representaciones y en la segun-
esfera del lego
ces ni siquiera lo tenemos los especialistas. Hay general coinci- da como conocimiento interior del bien y del mal, en sentido pare-
534 CONCEPTO, UBICACIÓN Y ELEMEl'ffOS POSITIVOS DE L\ CULPABILIDAD

cido al super yo psicoanalítico o a la voz de la conciencia del lenguaje


corrte1;;te. Corno en alemán se usan dos palabras diferentes, para CAPÍTULO 21
evitar confusiones de traducción -y aunque no sea admitido en la
ortodoxia de la lengua- se ensayó traducir corno consciencia (to\ La inexigibilidad de comprensión de la
mando la se de inconsciencia) la primera y reservar conciencia
para la conciencia moral. antijuridicidad por incapacidad psíquica
Por ello cuando hablarnos de consciencia de la antijuridicidad
no nos referirnos a la conciencia moral a su respecto, porque está
fuera de duda que, en general, la validez del orden juridico no
puede depender de la conciencia moral (de la ética individual) y
que la llamada consciencia de la antijuridicidad no puede identifi-
carse con el concepto de conciencia moral. Todo ello, sin perjuicio § 203. Concepto, ubicación y delimitación de la inimputabihdad
de reconocer que eventualmente algunos de estos problemas de
conciencia individual disidente afectan la exigibilidad de la
comprensión de la antijuridicidad, particularmente en el caso de 1 La imputabilidad penal ha sido definida de muy diferentes Concepto de
imputabilidad e
condicionamientos culturales diferenciados que pueden conside- maneras y, en consecuencia, también se le asignaron ubicaciones
inimputabilidad
rarse verdaderos errores (ver§ 223). dispares dentro de la teoría del delito y aun fuera de ella. Corno
veremos, para los hegelianos (a) era la total capacidad psiquica de
delito y la ubicaban antes <¡le la conducta; (b) en el extremo opues-
to, positivistas e idealistas creían que el inirnputable cometía real-
mente un delito y que la imputabilidad servía sólo para decidir si se
aplicaba una pena o una medida de seguridad, ubicándola en la
teoría de la pena (en lenguaje tradicional). En medio hubo quienes
la consideraron sólo corno capacidad psíquica de culpabilidad, pero
ubicándola; (c) unos corno presupuesto de ésta (Goldschrnidt); (d)
otros corno parte de la misma (Mezger); (e) tampoco faltaron quie-
nes, a la división tripartita tradicional del derecho penal (teoría de
la ley, del delito y de la pena). agregaron una cuarta (teoría del
autor), donde ubicaban a la imputabilidad.

Semejante desconcierto ha determinado que Frank la califi-


cara -con toda razón- corno un Jantasma errante.

2 En un sentido amplísimo, se usa imputabilidad como posibili- Aclaración: no se


la usa en sentido
dad de cargar a alguien con algo (de ponerle a cargo). Así la emplea
amplísimo
el título 5° del código penal, abarcando todas las eximentes del
art. 34, pero jamás se la usa técnicamente en este sentido amplí-
simo. El uso que se hace en el derecho penal es técnico y difiere
del arnplisirno: ~gnifica sólo capacidad psíquica de culpabilidad.

3 Reiterarnos que seria posible hacer un corte longitudinal de Imputabilidad


y capacidad
la teoria del delito y hablar de una capacidad psíquica de delito, psÍ$,_.ÍÍca de delito
536 LA INEXIGIBILIDAD DE COMPRENSIÓN DE L'\ ANTIJURJDICIDAD POR INCAPACIDAD PSÍQUICA
CONCEPTO, UBICACIÓN Y DELIMIT'.A.CIÓN DE U INIMPUT:ABILIDAD 537

que abarcase todas las capacidades necesarias para cumplimen-


permitido adecuar su conducta confonne a esa comprensión de la
tar los requisitos subjetivos que demande cada uno de los niveles
antijuridicidad.
analíticos del concepto de delito, porque siempre que se requiere
algo subjetivo es lógico que se presuponga la capacidad para cum- (a) Quien tiene muy limitada o anulada la posibilidad de com-
plimentarlo. prender la antijmidicidad de su conducta, no puede ser repro-
chado: quien padece una psicosis delirante que le lleva a creer
Así, hemos visto que para que haya conducta, es necesario '4 que el vecino lo está matando con polvos venenosos, cuando en
que el sujeto activo tenga capacidad de voluntad (voluntabilidad) realidad el pobre hombre está persiguiendo hormigas en su jar-
(ver§ 99). Igualmente, si la persona no puede conocer los elemen- dín, no puede ser reprochado porque no puede ex:igírsele que com-
tos del tipo objetivo, habrá un error de tipo psíquicamente condi- prenda la antijuridicidad de su conducta.
cionado que elimina la tipicidad (ver§ 149.5). Lo que falta ahora
(b) Por otra parte, quien comprenda la antijuridicidad de su
es saber qué capacidad psíquica necesita un autor para que haya
conducta, pero no tenga capacidad para adecuarla a esa com-
culpabilidad, es decir, cuál debe ser la capacidad psíquica de cul-
prensión, tampoco puede ser reprochado por su injusto: quien
pabilidad. padece una severa fobia a los insectos, sabe que es injusto empu-
Dicho en otras palabras: para reprocharle una conducta típica jar ancianas por la calle, pero si ha visto una cucaracha y eso le
y antijurídica (un injusto o ilícito penal) a un autor es menester que desencadena un pánico irresistible, no podrá adecuar su conduc-
éste haya tenido cierto grado de capacidad psíquica, que le hubiera ta a la comprensión de la antijmidicidad, por mucho que razo-
permitido disponer de un ámbito de autodeterminación. nando se percate de que su miedo no tiene causa real y de que
empujar a una anciana en esa circunstancia es un acto deplora-
La capacidad psíquica de culpabilidad (imputabilidad) es, ble y malvado.
pues, sólo un capitulo del concepto longitudinal de capacidad Efectos de
6 De allí que la imputabilidad -entendida corno capacidad de
psíquica de delito. ambas
culpabilidad- tenga dos niveles: uno que debe ser considerado corno capacidades
La imputabilidad En el lenguaje corriente y aun en el técnico, con frecuencia se 4 la capacidad de comprender la antijuridicidad, y otro que consiste
es una habla de autores imputables e inimputables, lo que -con la debida en la capacidad de adecuar la conducta a la comprensión de ésta.
característica
advertencia- no es incorrecto si sólo se quieren evitar precisiones Cuando el sujeto carezca de la primera capacidad, no habrá culpa-
del acto
terminológicas que no siempre result-an imprescindibles, pero debe bilidad por ausencia de la posibilidad exigible de comprensión de
quedar claro que en estricto sentido t§cnico, la imputabilidad es la antijuridicidad; cuando lo que falte sea la segunda capacidad, se
una característica del acto aunque provenga de una capacidad del trata de un estrechamiento del ámbito de autodeterminación del
sujeto. sujeto, por una circunstancia que proviene de su propia incapaci-
dad psíquica (a diierencia del estado de necesidad exculpante, en
No hay una clasificación de las personas en imputables e que proviene de un factor externo) (ver§ 228).
inimputables, sino injustos que son imputables y los que no lo son
Nos ocuparemos aquí del primer caso y dejaremos el segundo
por razones de capacidad psíquica del autor. Esto tiene conse-
para los supuestos de estrechamiento del ámbito de autodetermi-
cuencias prácticas claras: a una persona puede serle imputable un
nación.
injusto pero no otro distinto. Un débil mental puede tener capaci-
dad de pensamiento concreto y no mucha de pensamiento abstrac- incapacidad de com- Elimina la culpabilidad porque can-
to; la primera le puede permitir comprender el contenido injusto de prensión de la anti- cela la posibilidad exigible de com-
( prensión de la antijuridicidad

Capacidad de
comprensión y
un homicidio o de un robo, pero no el de un delito cambiario.

La capacidad psíquica requerida para reprocharle a un suje- 5


to un injusto es la necesaria para que le haya sido posible com-
Inimputa-
bilidad
por
juridicidad

incapacidad para auto-


determinarse conforme
a la comprensión
¡Elimina la culpabilidad porque es-
trecha el ámbito de autodetermi-
nación del sujeto.
de adecuación
prender la naturaleza antijurídica de lo que hacía y que le hubiese de la antijuridicidad /
538 LA INEXIGIBILIDAD DE COl\lPREi\S!ÓN DE L<\ ANrIJURJDICIDAD POR INCAPACIDAD PSÍQUICA CONCEPTO FUi\CIONALISIA DE IMPU1AJ3ILIDAD 539

§ 204. Enunciación de los conceptos históricos de la imputabilidad la responsabilidad o respuesta penal (que ellos llamaban sanción
penal). Tenia la ventaja de que relevaba el llamado dolo del loco
(que para esta teoría era un problema sin solución) y permitía
La razón de la Eijantasma de Frank no era gratuitamente eTTante; sus razo- 1 explicar que el loco pudiese cometer tentativas, lo que no resulta-
disparidad nes tenia para no hallar paz. El concepto de imputabilidad, aun ba muy claro dentro de ese esquema teórico (si no se sabia si el
teórica
dejando de lado su sentido amplisimo, dista mucho de ser pacifico, inimputable actuaba con dolo, no podía determinarse si había
dadas las diferentes sistemáticas del delito pasadas y presentes. incurrido en una tentativa).
En las teorias con vigencia actual hay cierto grado de coinciden-
Es curioso que algunos idealistas invirtiendo la premisa
cia, al menos sobre su ubicación sistemática como problema de
hegeliana, sostenían que siempre que había acción había algo de
culpabilidad, pero las diferencias fueron mucho mayores a lo lar-
autodeterminación (Antolisei); la solución era la misma de
go de la evolución de la teoria del delito. Pese a que muchas de
Lilienthal: si siempre había autodeterminación, la imputabilidad
estas posiciones no son sostenidas hoy en la doctrina, siempre es
sólo podía ser una cuestión de punibilidad.
bueno recordarlas y mencionar sus inconvenientes, porque en
derecho penal con demasiada frecuencia se descubren conceptos Es lógico que en teorias extremas -sea que se considere que
perimidos. nunca hay autodeterminación (positivismo de Lilienthal) o que
siempre la hay (idealismo de Antolisei)-, la imputabilidad no inci-
Hegelianos Para los hegelianos (ver § 91.3), cuya sistemática iba de lo 2
da para la existencia de un delito.
subjetivo a lo objetivo (del autor al acto) la imputabilidad era el
p1imer componente de la teoría del delito. El loco no podía actuar 4 Dentro de la teoría compleja de la culpabilidad normativa (ver Normativismo
complejo
con relevancia penal y la imputabilidad se confundía con la total § 199.8) se abrieron dos corrientes: (a) la mayoritaria consideraba
capacidad psíquica de delito. Según esta teoría, el loco no podía que la imputabilidad era capacidad y elemento de la culpabilidad
defenderse legítimamente, por ejemplo. (Mezger); (b) la minoritaria -pero que fue la más extendida en
cierto período en la Argentina- consideraba a la imputabilidad
Psicologistas Para los partidarios de la teoria psicológica de la culpabilidad 3
e idealistas
como un presupuesto de la culpabilidad, lo que ofrecía los mis-
(von Liszt) (ver§ 199.7), la imputabilidad era un presupuesto de
mos inconvenientes que la teo1ia psicológica.
la culpabilidad y la definían como la capacidad de motivación nor-
mal. Sin ella no podía tener relevancia penal la relación psíquica
entre la conducta y el resultado y, como el dolo y la culpa eran
formas de su culpabilidad descriptiva, no podía saberse por el § 205. Concepto funcionalista de imputabilidad
injusto de qué delito imponían una medida de seguridad a un
inimputable.

Para algunos psicologistas más coherentes (Lilienthal, discí- 1 Ninguna de las ideas históricas acerca de la imputabilidad La desconfianza
hacia el concepto
pulo de von Liszt), cuyas teorías no tuvieron ecos importantes en satisfacía los requerimientos de una sana teoria del delito, lo cual
de imputabilidad
Latinoamérica, la ubicación de la imputabilidad como presupues- generó una gran desconfianza a su respecto y, lo que es más gra-
to de la culpabilidad era una impronta valorativa que rompía la ve, ésta fue transmitida a los tribunales.
unidad descriptiva de la teoria. En realidad, como la teoría psico- Hubo primero un rechazo de los conceptos psiquiátricos en
lógica de la culpabilidad llamaba culpabilidad a lo que realmente los ámbitos forenses. porque condenaron penalmente a personas
es el aspecto subjetivo del tipo, resultaba coherente que la im- sin duda incapaces. lo que puede ser considerada una descon-
putabilidad se hallase fuera y después de lo que ellos llamaban fianza regresiva. pero hoy se discute también una desconfianza
culpabilidad. Pero como en esa construcción la teoría del delito se progreslsta o critica. Ambas desconfianzas se plasman en concep-
terminaba allí, no quedaba más remedio que llevarla a la teoria de tos más recientes de imputabilidad. polarizándose las posiciones
540 LA JNEXJGIBILIDAD DE COMPRENSIÓN DE L.\ ANTIJURJDICIDAD POR INCAPACIDAD PSÍQUICA CONCEPTO FUNCIONALISIA DE IMPUTABILIDAD 541

entre un concepto pretendidamente nonnativo puro (Jakobs) y otro -por más loco que esté- no es considerado de ese modo por la
politico puro (Bustos Ramírez). gente, la vigencia de la norma (en este sentido) se debilita cuando
aquél la infringe. De allí que debiera concluirse que inculpable no
El concepto El funcionalismo de Jakobs, al sostener un concepto de culpa- 2 es el incapaz psíquico, sino el que la gente reconoce como tal.
normativo puro bilidad sin datos psicológicos, reducido a la necesidad de preven-
ción general positiva (ver§ 199.20 y ss.), deduce que las ciencias 4 Un delirio bien sistematizado no es percibido facilmente como Casos de incapa-
psicológicas y sociales no pueden aportar nada al concepto de un signo de psicosis. Una psicopatía, en que el sujeto aparece cidad con difícil
percepción
culpabilidad y que la inimputabilidad no es más que la falta de como un malvado, difícilmente se pueda percibir por el común de pública
competencia para cuestionar ta validez de la nonna. las personas como una carencia muy grave e incapacitante. Y
muchos otros cuadros de indudable incapacidad psíquica, no son
Dicho de manera más clara: si el poder punitivo sólo sirve para
percibidos como tales por el lego y son incluso discutibles entre
calmar a la gente que se alaima cuando se comete un delito procu-
rando restaurar la confianza en el sistema, cuando un Zoco mata a los mismos peritos.
alguien la gente no se alarma, porque por ser loco, no pone en tela de En todos estos casos, como la población no percibe la incapa-
juicio la validez de la norma, que se supone dirigida a los cuerdos. cidad, se alarma por la violación de la norma y-desde el funciona-
Aunque no lo dice, desde esta perspectiva pod1ia sostenerse lismo- debe considerarse que la vigencia de esta norma se debili-
que la imposición de medidas de seguridad seria una forma por la ta. Las absoluciones fundadas en esa incapacidad, cabe entender
cual el sistema penal refuerza la confianza supliendo el defecto que alarman mucho más a la gente.
evidenciado por el sistema psiquiátiico, que no supo evitai· que el Seria necesario
5 Por lo dicho, esta opinión debiera aceptar que corresponde
loco matai·a a alguien. condenara
pasar por alto la verdadera incapacidad y condenar al sujeto, por- incapaces
No se trata de De esta manera, el funcionalismo extremo excluye los conoci- 3 que es necesario para reafirmar la vigencia de la norma en la
una incapacidad mientos de las ciencias de la conducta, encerrándose en un población, dado que para la mayoría se1ia competente para cues-
real, sino de la
percepción nom1ativismo cuyas consecuencias no son claras, pero al tratar- tionar la validez de aquélla.
pública se de castigo, esa poca claridad constituye una fuente de peligro.
Pero también, inversamente, habrá que concluir: cuando un
No se trataria de saber si la persona dispuso de un ámbito de sujeto es percibido como loco por la opinión pública, habrá que consi-
autodeterminación de cierta relevancia o si careció de él en razón derarlo inimputable, porque todo poder punitivo será innecesario
de su incapacidad psíquica, sino de averiguar si puso en crisis la en ese caso para ratificar la validez de la norma. Aunque tampoco
confiariza en el sistema, o sea, si pudo menoscabar la confianza se lo dice, cabe entender que el reforzamiento de la confiariza en
pública en el respeto a la norma. el sistema demandará en ese caso el control psiquiátrico de quien
Es claro que esta es una solución análoga a la del hegelianismo, no es incapaz. Esto llevaría directamente a la psiquiatrización de
que descalifica directamente al incapaz psíquico y ni siquiera lo disidentes.
considera capaz de acción o conducta, pero es menos transparen- Estas consecuencias (condenar a incapaces, absolver a capa-
te. El hegelianismo operaba deductivamente, pero el funciona- ces y psiquiatrizar a estos últimos por disidentes) serian no sólo
lismo hace depender su juicio de la pérdida de confianza en la
de evidente injusticia y de grave riesgo para todas las garantías,
validez de la norma, lo que es un dato real.
sino también de inusitada crueldad, pero es la consecuencia últi-
Esta perspectiva desarrollada coherentemente debiera con- ma de esta posición: si el objetivo del poder punitivo es reforzar en
cluir en que la inculpabilidad no depende de la incapacidad, sino la gente la confianza en el sistema y reafirmar la validez de la
de que la gente perciba como incapaz a alguien. norma. se impondria su ejercicio cuando la opinión pública lega
considera que no se trata de un Zoco y es innecesario cuando con-
Esta consecuencia es inevitable para una culpabilidad enten-
sidera que es un Zoco.
dida como necesidad de prevención general positiva: si alguien
542 L..;_ !NEXIG!l3ILIDAD DE CO:\!PRENSIÓN DE u\ ANT!,JURID!CIDAD POR INCAPACIDAD PSÍQUICA
EL CONCEPTO POLÍTICO DE I:\l,lPl7fAB!LID,\D 543

§ 206. El concepto político de imputabilidad


nas en las cuales una dolencia permanente les provoque sólo
una imputabilidad disminuida. con lo cual aumenta el riesgo
para las garantías.
El control social Es innegable que el control psiquiátrico encierra iguales o 1
represivo mayores riesgos que el punitivo: son conocidos los casos de
psiquiátrico
Esto implica que la declaración de inimputabilidad puede
manicomialización de disidentes del viejo régimen soviético. los significar una privación de libertad mayor a la propia pena de
de pacifistas en la Primera Guerra Mundial o la de homosexuales prisión perpetua. Aunque no cabe interpretar así el texto legal
en varios países autoritarios. Estos ejemplos son hoy mucho más argentino (ver § 276.11 y ss.). muchas veces ha sido ésta la
dramáticos. particularmente porque se cuenta con medios quími- interpretación judicial. lo que habla por sí mismo del tremendo
cos para controlar la conducta. En nuestra época, pocas dudas potencial habilitador de poder punitivo de cualquier manipula-
caben de que Jesucristo, Buda. San Francisco o Santa Teresa. ción del concepto de imputabilidad.
se1ian psiquiatrizados y se les trataría con psicofánnacos.
3 Por los años sesenta del siglo pasado. ante el innegable La critica radical
a la psiquiatría:
El psiquiatrizado es tradicionalmente excluido o inferiorizado. poder punitivo ejercido por el sistema psiquiátrico, hubo un la antipsiquiatria
Su situación es de mayor indefensión que la del propio penado, movimiento que denunció la politización de los conceptos de
en especial cuando se asocia a su condición el discurso tutelar. esa disciplina. llegando a una radical negación de la psiquia-
El psiquiat1izado -y más el manicomializado- pasa a ser un in- llia tradicional. que fue la cm1ipsiquiatria. Sus autores llegaron
capaz jurídico. deja de ser un ciudadano para convertirse en a aconsejar a los jóvenes esquizofrénicos acerca de cómo disi-
tutelado. tal como lo fueron en su momento las mujeres, los es- mular sus síntomas para liberarse del manicomio.
clavos y los indios. y en gran medida lo siguen siendo los niños
y adolescentes pese al derecho internacionaL El loco es menos No es necesario caer en semejante extremo para afirmar
escuchado que el preso. que el derecho penal no puede dejar de valorar los conceptos
manejados por los pe1itos. no sólo para determinar si hay cul-
Tampoco puede negarse que cierta psiquiatría arrastra pre- pabilidad (la que, obviamente. es un concepto jurídico y no psi-
juicios y conceptos a veces provenientes del viejo biologisrno ra- quiátrico). sino también desde el punto de vista ideológico y de
cista, presentándose a los jueces como discurso científico. lo cual las garantías y derechos. pues con ello no hace más que reser-
es muy peligroso en razón del total desconocimiento de la materia varse la potestad de depurar el discurso que recibe de los elemen-
revelado en muchas decisiones judiciales. tos de comrol social represivo que arrastra. o sea. de operar del
mismo modo critico en que debe hacerlo con su propio discurso.
El poder punitivo La inimputabilidad tiene consecuencias diferentes respecto 2
ejercido sobre de las restantes eximentes. Lejos de lo que suele creerse por la
inimputables 4 Desde una perspectiva que puede considerarse diame- La perspectiva
opinión lega. la inirnputabilidad puede acarrear privaciones de política de
tralmente opuesta a la del funcionalismo. se considera a la inimputabilidad
libertad (con nombí;e de medidas de seguridad) más extensas y inimputabilidad corno algo diferente de una incapacidad. o sea.
deteriorantes que las de la propia pena fonnal (ver § 15). y sin como una disidencia ualoratiua grupal o criterio poliUco (Bustos
guardar ninguna proporción con la gravedad del injusto cometi- Ramírez). Esta posición se funda en la crítica a la psiquiatría
do. tradicional. sosteniendo el mero carácter político del limite
Para la ley vigente tornada literalmente, el inimputable en- de imputabilidad.
fenno mental debiera pern1anecer manicornializado el resto de 5 La oposición entre el concepto funcionalista seiialado an- La oposición de
su vida. cualquiera sea el injusto en que hubiera incunido (ver ambas tesi 1
tes y esté! úllima tesis es clara:
el segundo párrafo del inc. 1 º del art. 34 del CP). Algunos códigos
(el brasileño. por ejemplo) prevén análogas medidas para las perso-
544 LA INEXIGIBIL!DAD DE COMPRENSIÓN DE LA ANTIJURIDICIDAD POR INCAPACIDAD PSÍQUICA EL CONCEPTO POLÍTICO DE INIMPUTABIL!DAD 545

no para ser tratados como disidentes, sino para tratar· a los disi-
El funcionalismo norrnativista El concepto político puro
dentes como locos.
(a) se encierra en su norrnativismo (a) reconoce el carácter político
para excluir cualquier posibilidad del límite de imputabilidad
El concepto político puro es altamente generoso y orientador
de discusión con las ciencias de la para la reforma social, pero pasa por alto que el actual poder
conducta punitivo pervierte cualquier discurso, pues opera en una socie-
dad muy estratificada y se ejerce en forma muy selectiva, reca-
(b) parece temer a las ciencias de (b) las descarta por represivas
yendo sobre los más vulnerables y sobre algunos disidentes.
la conducta por discursivamente
contaminantes 8 Por mucho que sea verdad que el discurso psiquiátrico con- La psicopatología
tiene conceptos politicos represivos, no puede ignorarse que la existe y los
(c) asigna al inimputable el trato de (c) pretende que sea tratado enfermos sufren
un objeto como un ciudadano disidente psicopatologia existe. Nadie puede dudar de la realidad de una
oligofrenia o de una demencia. Algo debe hacerse frente al psicótico
(d) extrema la desconfianza (d) puede considerarse una
que sufre porque escucha voces que lo amenazan y siente pánico
regresiva tendencia critica que se hace
porque lo quieren matar·. No puede permanecerse indiferente ante
cargo de la desconfianza
progresista la angustia terrible del alucinado que ve insectos que lo circun-
dan. No es humano dejar al catatónico inmóvil o al histérico ciego
Los conceptos Es posible que en una sociedad futura, sin poder punitivo 6 o mudo. Y tampoco se puede ignorar que éstos se hallan en un
se elaboran para ejercido bajo el manto de la psiquiatria y con un grado de espacio extremo de vulnerabilidad al poder punitivo, que prácticamente
esta sociedad se le ofrecen por efecto de su propia incapacidad.
social o de pluralismo mucho mayor que el actual, sea posible
reubicar a la imputabilidad en la punibilidad, con un sentido por 9 Es cierto que Louis Althuser, después de dar muerte a su La necesidad
completo diferente del que tuvo en su época con el positivismo y mujer en un brote psicótico, escribió un libro (El porvenir es largo) subjetiva de
el neoidealismo. expiación no
donde se quejaba amargamente de que el sistema penal, al decla- legitima el
No obstante, el discurso jurídico-penal (derecho penal) debe rarlo inimputable, le había privado de su derecho a expiar· su poder punitivo

ser construido como un instrumento de reducción del poder pu- culpa.


nitivo para uso de las agencias jurídicas en esta sociedad y con Por muy respetable que sea el deseo de alguien por participar
los hechos de poder en lajorma en que en ella se presentan real- en un ritual de reincorporación y por hallar cauce a la expiación
mente. de su culpa real o inconsciente, no se puede asignar· esa función
La inversión de Sabemos por larga experiencia que la extrema perversión del 7 al sistema penal que, de ese modo, adquiriría un discurso de legi-
conceptos discurso punitivo manipula alquímicamente los conceptos invir- timación ya ensayado, sino reconocer que ese objetivo debería ser
humanitarios alcanzado mediante una adecuada terapia respetuosa de la digni-
tiendo su sentido. Así, la descriminalización puede usarse para
aumentar la arbitrariedad punitiva, el concepto !imitador de bien dad, que le permita sublimar o canalizar en forma constructiva
jurídico se usa para legitimar mayor poder punitivo, o la preten- estas pulsiones.
sión de tratar a los niños infractores igual que a los carenciados Además, no todos los pacientes son filósofos y, por lo general, \
sirve para tratar a los carenciados como infractores. son pobres personas que sufren enormemente, abandonados por
Pues bien, esta alquimia haria que una teoria puramente po- todos y sin ser oídos, en instituciones totales más deteriorantes
lítica de la imputabilidad, con la actual estructura de poder, tu- que las prisiones. Y en esta sociedad y con esta estructura del
viese casi los mismos resultados prácticos a que debiera llegar la poder punitivo, éste debe ser acotado y reducido, sea que se ejer-
teoria funcionalista desarrollada coherentemente hasta sus con- za por agencias policiales y en prisiones, o por médicos en mani-
secuencias últimas. Los Zocos serian considerados disidentes. pero comios.
546 LA INEXIGIBILIDAD DE COMPRENSIÓN DE L\ Al'ffIJURJDICIDAD POR INCAPACIDAD PSÍQUICA LA INCAPACIDAD PSÍQUICA DE COMPRENSIÓN DE U\. ANTIJURlDICIDAD EN EL DERECHO VIGENTE 547

La construcción Para ello, el concepto de imputabilidad, si bien es político, 10 nerables que al resto y, por ende, debe preservárselos hasta don-
del concepto como todo concepto jurídico-penal debe ser construido sin pres- de sea posible de un poder punitivo que los aniquilaría, sin que
jurídico también
es política cindir del límite óntico que le impone la existencia innegable de la esto implique someterlos a otro ilimitado o peor, o ejercer sobre
psicopatología y la peligrosidad del poder punitivo para la perso- ellos tutela alguna.
na con un padecimiento psíquico, como realidades del mundo. El
(g) Los pacientes psiquiátricos deben ser ampliamente escu-
concepto politico de imputabilidad, pues, debe ser construido con
chados por los jueces en el proceso penal y posteriormente, en
respeto del dato óntico de la patología y de las alteraciones no pa-
especial cada vez que sea necesario discutir su capacidad jurídi-
tológicas de la comprensión y del comportamiento, aunque para ello ca.
deba hacerse cargo de la dificultad crítica que importa reconocer y
depurar los elementos represivos y controladores o punitivos del
propio discurso de las ciencias de la conducta.

Algunas reglas Esto no es simple, especialmente en los casos dudosos y fron- 11 § 207. La incapacidad psíquica de comprensión de la
básicas terizos, pero algunas reglas elementales permiten orientar esta antijuridicidad en el derecho vigente
tarea, teniendo en cuenta que:

(a) el poder punitivo no se ejerce sólo por las agencias del sis- 1 La inimputabilidad por incapacidad psíquica para compren- La inimputabi-
tema penal, pero cualquiera sea la forma que asuma, el derecho der la añ.tijuridicidad, la que es producida por la incapacidad psí- lidad requiere
no puede habilitarlo ilimitadamente ni fuera de las pautas de mini- perturbación de
quica para adecuar la conducta a esa comprensión será tratada la consciencia
ma racionalidad en ningún caso, sea la persona capaz o incapaz. en su acápite (ver § 235) siempre tiene como base una perturba-
(b) Existen situaciones en que las condiciones psíquicas de la ción de la consciencia. No debe tratarse de un caso de inconscien-
persona hacen que nadie pueda reprocharle razonablemente que cia porque, como vimos, la privación de la consciencia es una
no se haya comportado conforme al derecho. incapacidad de conducta (ver§ 99). También vimos que cuando la
consciencia funciona perturbada puede haber una incapacidad
(c) Esas situaciones se esclarecen con elementos proporcio- para percibir los elementos del tipo objetivo, en cuyo caso se tra-
nados por las ciencias de la conducta, pudiendo estar cargados tará de una atipicidad de la conducta, pero si no impide este reco-
de componentes represivos, que el derecho penal debe depurar al nocimiento, el problema es de imputabilidad, o sea, de capacidad
incorporarlos, del mismo modo en que depura su propio discur- psíquica de culpabilidad.
so.
2 No es sencillo definir la consciencia, porque es un concepto La consciencia es
(d) El derecho penal debe contener tanto el poder punitivo de clínico sintetizador que resulta del funcionamiento armónico de una formulación
las agencias del sistema penal como el que ejercen las agencias clínica
todo el psiquismo. Es un concepto psiquiátrico de orden práctico,
de la salud, incorporando las mismas reglas de minima racionali- quizá no definible en una fórmula general, pero eficaz en la labor
dad a cualquier manifestación punitiva. diagnóstica, pudiendo afirmarse que no se halla perturbada cuando
(e) No se puede tolerar el ejercicio del poder punitivo para el sujeto responde al interrogatorio mostrando un cuadro de com-
señalar que al estado no le gusta que la gente consuma ciertos portamiento donde los aspectos intelectuales como afectivos de
tóxicos o que se suicide o autolesione, pero tampoco para simular su psiquismo se hallan armónicamente dispuestos, con un ade-
que los pacientes psiquiátricos son ciudadanos, manicomializando cuado contacto y adaptación al mundo objetivo.
a los disidentes o masacrando psicóticos en las prisiones. A todo el complejo funcional que desemboca en la consciencia
(f) Existe una realidad de poder que hace que una cantidad de se lo llama sensorium, pero por mucho que se repasen los trata-
personas asuma comportamientos que los hacen mucho más vul- dos de psiquiatria de todas las épocas, no se encuentra una defl-
548 LA INEXJGJBILIDAD DE COMPRENSIÓN DE LA. ANTIJURIDIC!DAD POR INCAPACIDAD PSÍQUICA LA INCAPACIDAD PSÍQUICA DE COMPRENSIÓN DE LA. A'fflJURJDICIDAD EN EL DERECHO VJGENTE 549

nición satisfactoria, expresando un conocido autor clásico que si tico puede ayudar a comprender y cuantificar la m2.gnitud del
bien es un concepto claro, no se lo puede definir bien (Bleuler). En S:sfuerzo y la posibilidad de su realización, pero por sí mismo dice
efecto: no es definible porque se trata de una impresión clínica muy poco, porque las más graves enfermedades mentales, como
más que de un concepto abstracto disponible. la demencia por ejemplo (que implica un deterioro progresivo e
irreversible del psiquismo, anátomo-patológicamente reconocible),
El tiempo y el Para determinar su perturbación se toman en cuenta funda- 3
espacio psíquicos en sus primeros síntomas puede ser que aún no implique una
mentalmente la ubicación en el tiempo y el espacio psíquicos.
incapacidad psíquica de culpabilidad, al menos en algunos deli-
Cuando el psiquiatra entabla diálogo con el paciente, hace su diag-
tos que no exigen mayor memoria ni atención.
nóstico, y si no tiene trato anterior, las primeras preguntas
introductorias siempre se refieren a su situación témporoespacial, 6 No debe olvidarse que la imputabilidad es una caracteristica La imputabilidad
para descartar las perturbaciones más severas de la consciencia. de la conducta que depende de un estado del sujeto. Por ende, la debe determinarse
para cada hecho
A medida que el diálogo avanza, la indagación debe volverse más capacidad de culpabilidad debe establecerse para cada delito con-
fina. hasta abarcar el mayor número de relaciones posibles de la creto. Hay algunos estados patológicos en los cuales cabe presu-
vida del paciente. mir que generan una incapacidad que se transforma en inculpa-
bilidad en cualquier delito, como puede ser un brote esquizofrénico
No interesa Para la imputabilidad lo que interesa es sólo el grado de 4
la distinción o un delirio bien sistematizado, porque en esos casos no se trata
esfuerzo que la persona debe haber realizado para comprender
entre lo normal de una disminución del nivel de consciencia, sino de una verda-
y lo patológico la antijuridicidad de su conducta. sin importar si ésta es normal
dera quiebra de la relación con el mundo objetivo.
o patológica. La diferencia entre lo normal y lo patológico es muy
discutible y, en definitiva, es un problema psiquiátrico, sin con- Pero hay otros padecimientos, como el ya mencionado caso
tar con que el concepto de nonnalidad se halla muy despres- de la oligofrenia, que en su grado superficial (debilidad mental)
tigiado, hasta el punto de que algunos psiquiatras prefieren puede generar una incapacidad psíquica para ciertos delitos que
hablar de una norma corresponsiva, o sea, habría una norma ex::ige una considerable dosis de pensamiento abstracto, pero no
para cada quien, sin que pueda establecerse una general (Kolle). para otros en que el pensamiento predominantemente concreto
basta para permitir la comprensión de la antijuridicidad.
Por ende, sin que importe si desde el punto de vista psiquiá-
trico es normal o anormal, lo que el perito debe infomiar son las 7 Cualquiera sea el padecimiento y aunque se trate de un esta- Lo que
caracteristicas psíquicas de la persona que le facilitaron o dificul- do psíquico no patológico, lo que en definitiva interesa es que verdaderamente
interesa
taron la comprensión de la antijuridicidad en el momento de la haya una perturbación de la consciencia, producida por insufi-
conducta típica y antijuridica. Cuanto mayor sea la perturbación ciencia o por alteración morbosa de las Jacultades.
de la consciencia observada por el juez con ayuda del perito, ma-
yor debió ser el esfuerzo del sujeto para comprender la antijuridi-
cidad y, consecuentemente, menor debe ser la reprochabilidad. insuficiencia de imposibilidad de comprender la
El objetivo del peritaje psiquiátrico es, justamente, ayudar al tri- Perturbación { las facultades antijuridicidad de la conducta o
(
de la cons- (efecto)
bunal a comprender la magnitud de ese esfuerzo, que es lo que el
juez debe valorar para determinar si excede el marco de lo jurídi- ciencia (causa) alteración de imposibilidad de dirigir las accio-
las facultades nes conforme a esa comprensión
camente exigible y, por ende, reprochable. ( (ver§ 99) (efecto)
No se trata de que el psiquiatra haga un diagnóstico ubican-
No basta un do una dolencia dentro de la nosotaxia psiquiátrica, por lo general 5
simple complicada y discutida entre los mismos técnicos. Ese diagnós-
diagnóstico
l
550 LA INEXIGIBILIDAD DE COMPRENSIÓN DE U\. ANrIJURJDICIDAD POR INCAPACIDAD PSÍQUICA
LA INSUFICIENCIA Y LA AUERACIÓN MORBOSA DE U\.S FACUI.:T'ADES 551

· § 208. La insuficiencia y la alteración morbosa de las facultades


ducen en una insuficiencia. De cualquier modo, la expresi~n usa-
da por separado no deja lugar a dudas acerca de la amplitud de
los fenómenos psíquicos que la ley admite como fuente de pertur-
La insuficiencia La insuficiencia de las facultades no requiere tener origen 1
no necesita morboso. Así, una disminución de la atención proveniente de fal- bación de la consciencia, capaz de generar una incapacidad de
' ser morbosa comprensión de la antijuridicidad.
ta de sueño o agotamiento, es normal, pero puede dar lugar a
inimputabilidad. Lo mismo cabe decir de ciertos estados cre- 4 Existe una interpretación tradicional de la fórmula del inc. La
pusculares, entre dormido y despierto, que todos atravesamos a l º del art. 34 CP, según la cual el estado de inconsciencia debe interpretación
diario, habiendo personas y circunstancias en que éstos se pro- alienista
identificarse con el trastorno mental transitorio, sea o no patoló-
longan un poco más, sin carácter morboso. gico; la insuficiencia de las facultades correspondería a las
oligofrenias y la alteración morbosa se identificaria con las psico-
Es criteriosa la ley cuando menciona por separado la insufi-
sis. Aparte de que la inconsciencia no es un supuesto de inimpu-
ciencia de las facultades y la alteración morbosa, porque de este
tabilidad, esta interpretación es objetable también porque, en sen-
/
modo da entrada a la insuficiencia no patológica sin necesidad de
forzar los conceptos, como sucede en otros textos, donde la estre- tido semántico (a) la alteración morbosa de las jacultades no es
sinónimo de alienación mental y (b) la insuficiencia de éstas no se
chez de la fórmula hizo que se debieran construir conceptos jmi-
agota con las oligofrenias.
dicos de demencia o alienación, diferentes de los psiquiátricos,
para permitir la entrada de los trastornos pasajeros de la cons- De ninguna manera el texto argentino obliga a esta identifi-
ciencia (ver§ 210). cación. La interpretación tradicional de la fórmula argentina
¿Qué abarca la Dentro de la insuficiencia de las facultades caben todas las 2 desperdicia la amplitud de la fórmula legal, porque al asimilar
insuficiencia? oligofrenias (tradicionalmente clasificadas en idiocia, imbecilidad alteración morbosa con alienación (tesis alienista) y limitar la in-
y debilidad mental, según el grado de edad mental alcanzado por suficiencia a las oligofrenias, deja los trastornos pasajero a la in-
la persona), es decir, los casos en que hay una falta de inteligen-
consciencia, violentando la letra de la ley.
cia congénita o producida por algún padecimiento (incluso social La identificación de la alteración morbosa con la alienación
como la insuflciente alimentación en los primeros años de vida) mental es conocida con el nombre de tesis alienista y proviene de
que impidió el desarrollo de ésta, a condición de que no sea de un discurso médico que clasificaba a las personas en inimputables
grado tal que provoque una incapacidad psíquica más profunda e imputables, según fuesen o no alienados mentales, asimilando
(de conducta o un error de tipo psíquicamente condicionado). Pero sólo la oligofrenia a la alienación, lo que en la actualidad ha perdi-
télllbién hay insuficiencia de las facultades en los casos de de- do todo prestigio en la psiquiatría.
mencia y en las psicosis endógenas (esquizofrenia) o en la psico-
sis maniaco-melancólica, como también en las exógenas (tóxicas, 5 Si, como pretendía esta tesis, alteración morbosa de las fa- Consecuencias
cultades significase únicamente alienación mental, se limitarla de la tesis
traumáticas o provenientes de enfermedades orgánicas). alieni___st.f!
el concepto a la esfera intelectual y, automáticamente, pasarían
La alteración Debe quedar claro que las alteraciones morbosas de las fa- 3 a ser imputables todos los psicópatas, los posencefalíticos y
morbosa provoca cultades son, en definitiva, un supuesto más de insuficiencia, pero
insuficiencia postraumatizados craneanos, los esquizofrénicos residuales, los
es conveniente que se lo precise por separado, porque algunas toxicómanos, los débiles mentales, los afásicos y los preseniles,
afecciones provocan aumento de ciertas funciones, como por cualquiera sea la gravedad de su trastorno, el tratamiento re-
ejemplo la taquipsiquia (aceleración de la ideación), tanto que la querido y la auto o heteroagresividad que presentaran.
persona no llega a completar las ideas que expresa. Pero estas
aceleraciones invariablemente resultan en detrimento del funcio- Conforme a la psiquiatria moderna, toda alteración morbosa
namiento armónico del psiquismo, de modo que siempre se tra- es una enfermedad mental, pero no toda enfermedad mental es
un caso de alienación.

j
ALGUNOS CASOS PAR11CULA.RES 553
552 LA !NEXJGIB!LIDAD DE COMPRENSIÓN DE LA. ANTIJURIDICIDAD POR INCAPACIDAD PSÍQUICA

§ 209. Algunos casos particulares


El origen de la La tesis tradicional en la doctrina nacional responde al pen- 6
tesis alienista samiento positivista que definía la eniermedad mental como alie-
nación, exigiendo una base orgánica reconocible. Consideraba
1 Hemos visto que la incapacidad psíquica par·a comprender la El perito ilustra
signo de alienación exclusivamente la pérdida de la razón de ca- y el juez valora
antijurídicidad de una conducta no se determina con el etiqueta-
rácter instrumental. Pero lo cierto es que un neurótico grave, un
miento de una persona dentro de una entidad nosotáxica, sino
toxicómano, un alcohólico o un psicópata en sentido estricto, fue-
que se establece según el esfuerzo que la persona haya debido
ra de todo prejuicio doctrinario, tiene tanto derecho a ser conside-
realizar· para comprender la antijuridicidad, tarea que incumbe al
rado un enfermo mental como un delirante, un maníaco o un
juez y sobre la que el perito sólo debe ilustrar, siendo el diagnós-
esquizofrénico, y le cabe el mismo género de trato y asistencia tico un simple dato informativo. \
especializada.
Una pésima práctica tribunalicia, heredada de la tesis alie-
Esto obedece a que es totalmente arbitrario restringir el con- nista, permite que los peritajes concluyan afirmando o negando la
cepto de alteración o insuficiencia al sólo ámbito del aspecto inte- comprensión de la criminalidad del acto. Pese a que muchas ve-
lectual de la actividad psíquica, descartando toda insuficiencia o ces los propios jueces formulan esa pregunta, lo cierto es que
alteración de la emotividad y de la afectividad por grave que sea, usurpa la función judicial, por tratarse de una cuestión de culpa-
sin contar que semejante escisión es discutible y muchas veces bilidad jurídico-penal y no de una mera comprobación técnico-
imposible, dado que la consciencia es una totalidad armónica. médica.
Cabe observar que esta tesis, al pretender identificar siempre 2 Algunos padecimientos proyectan serias dudas en lo que hace La vieja
la alteración morbosa con una alienación, excluye la valoración a la capacidad psíquica de delito en general y de culpabilidad en parcialización
de la consciencia
necesaria para concluir en el juicio de culpabilidad, porque el particular. El que desde más antiguo ha llamado la atención es el en el delirio
diagnóstico pericial de alienación impondría mecánicamente al delirio, que los psiquiatras del siglo XIX llamaban locura razonante.
juez la exclusión de la culpabilidad, limitándolo al papel de convi- Se debe a que el paciente en apariencia está lúcido y guarda una
dado de piedra en el proceso. relación normal con el mundo objetivo, salvo en cuanto a la temá-
tica delirante.
Síntesis Al contrario de la tesis tradicional, cuando el código se refiere 7
a la insuficiencia de las facultades y a la alteración morbosa, no 3 Pero lo cierto es que el delirante padece una tremenda alte- La tesis contraria
hoy unánime
significa con ello entidades o grupos de entidades nosotáxicas ración de toda su relación con el mundo, puesto que su centrali-
que sean fuente de la inimputabilidad, sino que precisa sus efec- zación ideativa tiñe todo lo que ve a través de su interpretación
tos psíquicos, de origen morboso o no morboso, que pueden arbitraria del mundo. En el siglo XIX se explicaba el delirio por una
sintetizarse en perturbación de la consciencia, puesto que ninguna par"Cialización de la consciencia, que llevaba a afirmar que si un
insuficiencia o alteración dejará de producir una perturbación de eniermo creía que tenía una pierna de vidrio y lesionaba a quien
este tipo, como tampoco se la observará a la que no provenga de intentaba golpearle la pierna, era inimputable, pero si libraba un
alguna insuficiencia o alteración. cheque sin fondos, era imputable. Hoy se coincide en que la cons-
ciencia es un todo y semejante alteración no es más que la mani-
A partir de que el concepto de enfermedad mental se liberó de festación de que todo el sensorium está muy perturbado.
su limitación a lo orgánicamente reconocible, la misma se diag-
nostica por observación de signos de comportamiento y de sínto- Esto no debe confundirse con la explicación dada respecto de
mas que surgen de manifestaciones del paciente, que señalan la algunas oligofrenias, que pueden hacer al sujeto inimputable para
presencia de una alteración o de una insuficiencia y el nivel o ciertos delitos y no para otros: la oligofrenia opera como una limi-
grado de perturbación de la consciencia como función sintetiza- tación en un largavistas, que impide al paciente ver objetos leja-
dora. nos y pequeños, pero no los cercanos y mayores, pero el delirio es
554 LA INEXIGIBILIDAD DE COMPRENSIÓN DE LA A1VflJURJDICIDAD POR INCAPACIDAD PSÍQUICA
ALGUNOS CASOS PARTICULARES 555

un largavistas que puede ser muy potente, pero cuyos vidrios de


les reiteradas por mucho tiempo, en el sometimiento a vejaciones
color, tiñen todo lo que observa.
y humillaciones permanentes, etcétera
La actual discu- Aunque nadie sostiene hoy la parcialización de la esfera inte- 4
sión sobre la 8 Además, fuera del campo patológico, situaciones meramente El miedo
parcialización
lectual de la consciencia, se sigue fragmentando el psiquismo al incapacitan te
vivenciales pueden generar una incapacidad de comprensión de
y la psicopatía pretender -como vimos- distinguir tajantemente entre las esferas
la antijuridicidad por insuficiencia de las facultades. Eso sucede
intelectual y afectiva, como si fuesen absolutamente independien-
en circunstancias amenazadoras, que provocan miedo no patológi-
tes.
co, porque responde a un objeto amenazante existente en el mun-
Los psicópatas En psiquiatría se emplea la palabra psicópata y personalidad 5 do real y capaz de infundirlo. El miedo disminuye la capacidad de
propiamente comprensión, pudiendo quedar por debajo del nivel de exigibilidad
dichos psicopática en sentidos muy diferentes; por lo tanto, cuando se
pregunta si el psicópata es inimputable no sabemos qué respon- y consiguiente reprochabilidad. Incluso niveles superiores de miedo
der, porque ignoramos de qué se trata. pueden provocar parálisis (incapacidad de conducta), llegando
también en algunos casos a causar la muerte de la persona.
Pero hay algunos casos, pocos por suerte, de personas que
9 Hay personas que tienen un especial entrenamiento que le Las personas
sufren una gravísima incapacidad de intemalización de pautas; alas que se
permite conocer mejor el peligro y las formas de evitarlo (bombe-
esos son los psicópatas propiamente dichos. Tienen la esfera afectiva exige afrontar
ros, policías, soldados, médicos), pero si se comprueba que en el el riesgo
completamente atrofiada y pueden cometer los hechos más crue-
caso concreto no ha evitado la perturbación de la consciencia en
les. No tienen moral, pero no sólo la moral burguesa, tradicional,
razón del miedo, caben sanciones administrativas por incompe-
revolucionaria, criminal, mafiosa o la que fuere, sino directamente
tencia, pero la inimputabilidad no se puede excluir, pues de lo
ninguna, porque no pueden tenerla. No se trata en estos casos del
contrario se caerfa en un reproche de culpabilidad fundado en
sello de psicópata que se reparte a cualquiera en una nosotaxia
una ficción.
confusa, sino del sujeto que no puede tener moraL
10 Desde siempre se supo que las personas actuando en grupo La influencia de
La tesis Para los alienistas, que reducen el concepto de consciencia a 6 las multitudes
alienista y, en especial, integradas en multitudes, modifican considerable-
la esfera intelectual, los psicópatas propiamente dichos no son mente su conducta, al punto que el derecho canónico lo conside-
incapaces. Para quienes sostienen también aqui la unidad de la '
i.·.·r·

raba atenuante, salvo para los instigadores. En circunstancias


consciencia, se trata de verdaderos inimputables. El problema extraordinarias y especialmente cuando ese efecto potencia algu-
radica en que la psicopatia propiamente dicha se presenta como no de los cuadros descriptos -que fuera de ellas serian irTelevan-
irreversible. tes-, el efecto de la multitud puede disminuir la culpabilidad y
Las Las neurosis (que algunos llaman enjermar por causa psíqui- 7 aún provocar U:n verdaderc;i estado de incapacidad psíquica. De
neurosis
, ca y otros no las consideran enfermedades) por lo general no pro- todos modos, tales circunstancias deben ser consideradas en cada
I
caso, sin que pueda afün1arse que por el hecho de actuar en grupo /
vocan inimputabilidad. No obstante, toda neurosis tiene un nú-
o masa, automáticamente opere una atenuante o una eximente.
cleo problemático y provoca una alteración de la personalidad,
pudiendo, en determinadas situaciones constelacionales que to- 11 Menos aún pueden suscribirse las tesis reaccionarias (la más La estigmatización
reaccionaria de las
can directamente a este núcleo, dar lugar a un estado del sujeto conocida es la de Le Bon) que desde el siglo XIX, una vez asentada multitudes
en que se haga sumamente dificil comprender la antijuridicidad la burguesía europea en el poder, desarrolló un verdadero delirio
de su conducta. Esto debe manejarse con mucho cuidado y tener respecto de las multitudes o masas, en que prácticamente todas
en cuenta la potenciación de ciertas situaciones tensionales pro- las masas eran criminales en potencia, para lo cual no tenían em-
longadas, como suele suceder en la forzada convivencia familiar pacho alguno en postular· la psiquiatrización de líderes e ideólogos
en que median permanentes malos tratos, en situaciones labora- de movimientos políticos, desde la Revolución Francesa hasta la
Comuna de París, pasando por el anarquismo y el socialismo.
L'i.S DEPENDENCL.\S TÓXICAS 557
556 LA INEXJGIBILIDAD DE COMPRENSIÓN DE L'\ ArH'JJURJDICIDAD POR INCAPACIDAD PSÍQUICA

§ 210. El momento de la inimputabilidad: el llamado sin valorar la resistencia individual al tóxico, que depende de una
trastorno mental transitorio gran variedad de factores (acostumbramiento, ingesta de medica-
mentos, patología, emociones, etc.). Tampoco debe descartarse la
embriaguez patológica, producida por una pequeña ingesta de al-
La ley requiere la capacidad de comprensión de la antijuridi- 1 cohol y que suele obedecer a una patología previa, como en los
La capacidad
debe existir cidad en el momento del hecho, de modo que poco importa que enfermos alcohólicos o neurológicos. Uno de los criterios para
al momento cuantificar la perturbación de la consciencia es la memoria; sien-
del hecho ésta sea anterior o que subsista después del hecho. La regla de
apreciación en el momento implica que debe valorarse la capaci- do muy pormenorizada no se compadece con la embriaguez com-
dad psíquica del agente al tiempo de realizar la conducta, sin que pleta, aunque es compatible con el recuerdo detallado de algunas
interese la capacidad al tiempo del resultado ni en el momento de las circunstancias más esenciales del hecho, puesto que la
previo a la acción. memoria parcial es relativamente frecuente en casos de incues-
tionable embriaguez completa.
El llamado No obstante, se ha discutido como aspecto particular el lla- 2
trastorno mental 5 En caso que la embriaguez haya sido provocada por el propio Tipicidad dolosa
mado trastorno mental transitorio, que por razones patológicas o de la conducta
transitorio agente, o sea, que se haya intoxicado voluntariamente con cual-
no, tiene lugar en el momento de la acción y luego desaparece, o del ebrio
sea, que no responde a un padecimiento permanente o éste sólo quier sustancia. debe analizarse la posible tipicidad culposa de la
circunstancialmente provoca esa incapacidad. provocación o, en los casos en que la mera conducta de intoxicar-
se configure por sí misma una tentativa, la posible tipicidad dolosa.
En rigor, no merece consideración especial dentro de la dog- Esto último sucede especialmente en tipos penales omisivos (el
mática, puesto que no pasa de ser un supuesto más de inimputabi- médico que una vez abierta la herida quirúrgica, se embriaga para
lidad. Los interrogantes que se plantean a su respecto, responden no suturar y matar el paciente, el operador de un aeropuerto o el
a cuestiones probatmias o bien a sus eventuales conexiones con piloto de avión que se embriaga en pleno vuelo para causar una
patologías permanentes. Se trata de problemas c01respondientes catástrofe).
más al derecho procesal penal y a la psiquiatria forense que a la
6 La tipicidad culposa (el que bebe antes de conducir) queda Posible
dogmática. tipicidad
excluida en todos los casos en que: (a) no haya tipo culposo (el culposa
Los casos de Entre las perturbaciones graves y transitorias de la conscien- 3 que ebrio hurta, por ejemplo), (b) como también cuando la intoxi-
intoxicación cía (o trastornos mentales transitorios) que dan lugar a inimputa-
aguda cación aguda sea un episodio dentro de un cuadro general de
bilidad, suelen mencionarse los episodios de intoxicación aguda toxicofrenia o intoxicación crónica, en especial de dependencia
siempre que no lleguen al coma (con insistencia en los provoca-
fisicopsiquica a la sustancia.
dos por alcohol u otras sustancias psicotrópicas), la llamada ebrie-
dad del sueño, ciertos estados oníricos y crepusculares, la psico-
I
sis postparto, y las alteraciones emocionales que, dependiendo de
su intensidad, pueden perturbar la consciencia hasta provocarla
§ 211. Las dependencias tóxicas
inimputabilidad (entre las que, quizá, el miedo sea la más impor-
tante).
Uso, abuso y
La embriaguez En los casos de intoxicación aguda es determinante el grado 4 1 Hay tóxicos prohibidos y no prohibidos. La prohibición suele
dependencia
alcohólica de perturbación de la consciencia, que debe ser grave, lo cual en el ser arbitraria: el Islam prohibió el café en cierta época; en los de tóxicos
caso de la embriaguez alcohólica se conoce como embriaguez com- EE.UU. ocurrió lo mismo con el alcohol en los años veinte, al igual
pleta. Según la concentración de alcohol en sangre, se determina que fue prohibida la marihuana antes que el opio, etc. Muchos
la posibilidad o la certeza de la embriaguez completa. De cual- tóxicos son también medicamentos y en ocasiones su uso medici-
quier forma no pueden tomarse esos índices comu determinantes nal produce acostumbramiento. También afectan la salud, pero
EL MOMENTO DE L\ INil\!PUTABILIDAD: LA. TEORiA DE LA.S ACIIONES LJBERAE IN CAUSA 559
558 LA INEXJGIBILIDAD DE COMPRENSIÓN DE 1A AN'TlJURIDICIDAD POR INCAPACIDAD PSÍQUICA

dencia muy fuerte) le causa graves sufrimientos y hasta la muer-


no todos lo hacen con la misma intensidad ni son igualmente
te. Es claro que quien padeciendo una tóxicodependencia se en-
criminógenos. El tóxico criminógeno, sin duda, es el alcohol, que
cuentra en un episodio agudo de intoxicación (el comúnmente
provoca graves hechos de sangre y muertes en el tránsito. Todos
llamado borracho) no se intoxica voluntariamente sino porque no /
somos usuarios de tóxicos, y algunos lo son de tóxicos prohibi-
puede hacer nada por evitarlo.
dos. Muy pocos consumidores de sustancias tóxicas abusan de
ellas (beben de más, fuman demasiado, etc.). Muy pocos 4 En casos de dependencias fuertes (como la del alcohol y la Hechos cometidos
para proveerse
abusadores de tóxicos se convierten en dependientes, esto es, en heroína) y no de las más débiles (como el tabaco o la marihuana), algunos tóxicos
consumidores compulsivos de tóxicos, que producen un grave daño se presenta un grave problema respecto de los injustos cometidos
a su salud y que no pueden abandonar su uso sin ayuda terapéu- fuera de los episodios agudos, pero con el fin de procurarse el
tica. Para ello se necesita una personalidad obsesivo-compulsiva tóxico. No obstante esta problemática no está referida a la com-
y otros factores determinantes (frustraciones, pérdidas, etc.), que prensión de la antijuridicidad, sino al estado de necesidad que la
no todas las personas los presentan. abstinencia provoca en el sujeto (y que, como decimos, puede
Tampoco todos los adictos tienen el mismo grado de dependen- llegar a provocarle la muerte) o a la capacidad de ajustar la con-
cia tóxica, ni la abstinencia (privación del tóxico) les produce el ducta a esa comprensión, en razón de la compulsión a que está
mismo efecto. Hay unos pocos tóxicos cuya abstinencia es grave, sometido.
porque la dependencia no sólo es psíquica sino también fuerte-
mente orgánica o física (alcohol, derivados del opio como la mor-
fina y la heroína).
§ 212. El momento de la inimputabilidad: la teoría de las
La punición La ley 23.737 tipifica una serie de conductas referidas a tóxi- 2 actiones liberae in causa
del enfermo cos prohibidos. Su art. 14 pena la mera tenencia, incluso cuando
sea para uso personal del tenedor, aunque atenúa la pena en ese
caso. El art. 18 establece que si la tenencia es para consumo 1 Toda época tuvo sus emergencias y sus escándalos. Los tóxi- El alcohol como
propio , cuando el tenedor fuese dependiente, se le someterá a un emergencia
cos siempre fueron motivo de alarma y fuente de los peores pre-
tratamiento y, si dentro de los dos años éste estuviese curado, se juicios, sin desmedro de la real capacidad de lesión a la salud,
extinguirá la acción penal. En caso contrario, o sea, si el mismo que nunca fue lo que más interesó al poder punitivo, como sucede
siguiese siendo un enfermo, se le aplicará la pena. Semejante dis- siempre, sino sólo el pretexto para ejercerlo.
parate constitucional no requiere mayores reflexiones: la ley
2 El tóxico que mayor alarma causaba en el siglo XIX era el La solución a la
argentina pena a un enfem10 -que padece una enfermedad que
embriaguez
puede ser mortal- porque no ha podido curarse. alcohol, materia predilecta de la moralina literaria de esos años. mediante el
Por cierto que causaba muchos muertos por su potencial "versru;i''._
El tóxicode- Las tóxicodependencias son enfermedades. El tóxicode- 3
pendiente no se criminógeno y, más aún, por su dañosidad para la salud. El dis-
pendiente no es un vicioso, sino un enfermo, que padece una
intoxica porque curso penal, con argumentos médico-policiales, aunque invocan-
quiere dolencia que en muchos casos es mortal, porque no es de fácil
do un poco claro pasaje de Aristóteles, consagró el versan in re
tratamiento. Es posible desintoxicar compulsivamente a una
illicita. Sostuvo que cuando el agente se embriagaba voluntaria-
persona, pero no curarle su dependencia, lo que depende de mu-
mente, por completa que sea su embriaguez, ésta era irrelevante.
chos factores. La experiencia mundial enseña que los tratamien-
tos compulsivos no obtienen resultados positivos. Se consideró que como el estado de inculpabilidad causaba la
conducta típica y, conforme al versan in re illicita, quien quiso la
La enfermedad del tóxicodependiente radica, justamente, en
causa quiso el efecto (ver§ 40 y§ 162). debía reprocharse el resul-
que no tiene manejo del tóxico, siente la necesidad irrefrenable
tado del injusto inculpable. Consideraba que el agente era respon-
(compulsiva) de consumirlo y su privación (en casos de depen-
560 LA INEXJGIBILIDAD DE COMPRENSIÓN DE U\ ANT!JURIDICIDAD POR INCAPACIDAD PSÍQUICA EL MOMENTO DE U\ IN!MPUTABIL!DAD: U\ TEORÍA DE LA.S ACI10NES UBERAE IN CAUSA 561

sable del delito cometido en estado de inculpabilidad por incapa- (tentativa). Este se concreta sólo cuando llega el rival que seduce a
cidad psíquica, siempre como autor doloso. su pareja y el sujeto que bebe para lesionarfo comienza a hacerlo.

Según el versari m re illicita, quien en estado de embriaguez El problema insuperable es que en el momento en que el su-
hurtaba, robaba o lesionaba, debía ser penado como si no hubie- jeto comienza a lesionar· al rival no es imputable; en el momento
se estado ebrio, aunque al recuperarse de su intoxicación no tu- en el cual bebe lo es, pero no hay tipicidad. No se puede con dos
viese el menor recuerdo de lo sucedido y pese a que no hubiera conductas diferentes armar un delito, tomando la pretendida cul-
tenido ninguna posibilidad razonable de preverlo. Este modelo de pabilidad de una acción atípica (beber) y completándola con la
violación flagrante al principio de culpabilidad dominó en la juris- tipicidad de un injusto inculpable (lesionar).
prudencia nacional hasta los años sesenta.
No puede sostenerse que el ánimo convierta el acto de beber
Las tesis de las Desde el siglo XIX se sostuvo también otra tesis, ensayada 3 en una tentativa de homicidio. Si el sujeto cae al piso y no hace
"actiones liberae
por la doctrina italiana medieval, especialmente por Farinaccio, nada, no podría hablarse de un desistimiento voluntario de la
in causa"
que apelaba a la teoría de las actiones liberae in causa o ad tentativa (ver § 263) y, sin embar·go, nadie sostendría su tipicidad
libertatem relatae (a.l.i.c.), también buscando como garante a de tentativa.
Aristóteles, con las mismas citas.
5 En rigor, esta tesis es una aplicación particular de la culpabi- Es una versión
de la culpabilidad
Esta tesis parte de la premisa de que la acción del ebrio o de lidad de autor (ver§ 199.9 y§ 10). pues la culpabilidad de autor de autor
cualquier inimputable voluntario es una actio liberae m causa, es por la conducción de la vida no es más que una generalización de
decir, no es libre en el momento del hecho, pero lo es en su causa, la teoria de las actiones liberae m causa. Por otra parte, la ley es
por lo que la culpabilidad se traslada a ese momento previo, esto clara al exigir la capacidad en el momento del hecho (inc. 1 º del
es, a la conducta realizada para colocarse en el estado o situación art. 34 CP) y no antes o después.
de inculpabilidad para cometer el delito y a la voluntad que existe
6 Se ha querido defender la tesis con argumentos mecánicos: el Casos en que
en ese momento. realmente hay
sujeto que bebe para lesionar seria asimilable al de quien coloca tipicidad dolosa
Así, (a) si el sujeto se incapacitó accidentalmente, no hay cul- una bomba con reloj. Esto es falso, porque nadie puede saber en
pabilidad; (b) si lo hizo por el puro gusto de hacerlo, pero sin estado sobrio lo que hará en' una intoxicación completa: el sujeto
poder prever el resultado, tampoco; (c) pero si pudo preverlo, la,_ puede ser que experimente una liberación de su par·eja y abrace
responsabilidad será culposa; y (d) si lo hizo para causar el resul- al rival y lo felicite.
tado, la responsabilidad será dolosa.
Los argumentos mecánicos son válidos sólo en algunos ca-
Esta es la tesis en la jurisprudencia nacional que reemplazó a sos, especialmente omisivos, en que la precisión de movimientos
la anterior a partir de los años sesenta, especialmente con el ple- requerida para realizar la acción debida se impide con la intoxica-
nario de la Cámara de la Capital cuyo primer voto correspondió al ción y, por ende, el comienzo de la incapacitación ya es típico de
Prof. Jorge Frías Caballero. tentativa (ya mencionamos al médico que se embriaga par·a no
¿Cómo fabricar
terminar la intervención, el operador de un aeropuerto o el piloto
Si bien representa un inmenso progreso respecto de la ante- 4
un delito de de avión que hace lo mismo en pleno vuelo, para provocar una
dos acciones rior, no cabe duda que tampoco es seriamente sostenible. El áni-
catástrofe). Pero en estos casos no se alteran los principios gene-
diferentes? mo con que un sujeto bebe es sólo ánimo, pero no dolo, porque no
rales, pues se trata de una acción típica de tentativa, que se rea-
hay tipo objetivo. Si hay dos sujetos bebiendo en una barra, y uno
liza con plena culpabilidad.
lo hace para olvidar y otro para agredir a quien le disputa el amor
de su pareja, ambos hacen exactamente lo mismo y no hay ningu- 7 Tampoco es necesario manejar la teoría de las actiones liberae Tampoco es
necesaria para
na objetividad típica de homicidio, ningún comienzo de ejecución in causa para considerar típicamente culposas algunas conduc- la forma culposa
562 LA INEXIGIBILIDAD DE COMPRENSIÓN DE L'\ A,YrIJURJDICIDAD POR INCAPACIDAD PSÍQUICA

tas: nadie puede dudar que quien se embriaga sabiendo que debe
conducir un vehículo viola un deber de cuidado. CAPÍTULO 22
La inexigibilidad de comprensión de la crirninalidad
§ 213. Imputabilidad disminuida proveniente de error (errores exculpantes)

La culpabilidad Entre la capacidad y la incapacidad psíquicas no hay una I


disminuida
diferencia tajante. Tratándose de medir un esfuerzo, se plantea
una cuestión de grado. Por ello, muchos códigos modernos con-
tienen previsiones para ciertos casos en que el reproche no se
§ 214. Fundamento de los errores exculpantes
excluye, pero es sensiblemente menor. Estos supuestos se suelen
llamar de imputabilidad disminuida, aunque en realidad son ca-
sos de menor culpabilidad, por menor reprochabilidad de la con-
1 Quien no puede saber que la acción que realiza está penada, No se puede
ducta. reprochara
no puede comprender su carácter criminal y, por ende, no puede
quien no sabe
El positivismo peligrosista discutió mucho la conveniencia de ser reprochado juridicamente sin violar reglas elementales de ra-
estas previsiones, sosteniendo que los semiimputables eran más cionalidad. La exigencia de ley penal previa tiene por objeto que
peligrosos que los imputables (cabe aclarar que también conside- los ciudadanos puedan conocer y comprender la conminación penal
raban semiimputables a los mestizos y mulatos), pero archivados de su conducta antes de su realización. Por tanto, el principio de
semejantes desatinos racistas, estas fórmulas están hoy acepta- culpabilidad, como necesaria consecuencia de la legalidad, impi-
das en la legislación comparada. de el ejercicio del poder punitivo cuando esa comprensión fuese
La culpabilidad En nuestro CP no hay una fórmula general de la imputabili- 2 imposible.
disminuida
en el CP dad ni de la culpabilidad disminuida. No obstante, hay claros Durante mucho tiempo se sostuvo que el error de derecho no
casos de culpabilidad disminuida, como la emoción violenta del excusa (en latín: error juris nocet) (ver§ 148), en abierta violación
inc. 1 º del art. 81 y las circunstancias extraordinarias de atenua- al principio de culpabilidad. Hoy se lo rechaza y se sostiene que el
ción en el caso del parricidio, del art. 80. La emoción violenta no principio mencionado debe respetar-se en todos los casos. Por ende,
debe considerarse limitada al homicidio y a las lesiones, porque se admiten plenamente los errores que excluyen la culpabilidad o
conduciría a soluciones aberrantes. Como vimos, por vía de ana-
errores exculpantes.
logía in bonam partem, debe considerarse que es aplicable a cual-
quier delito en que sea admisible. Existe una contradicción entre 2 El principio de culpabilidad y su violación mediante la regla Dialéctica en la
culpabilidad
el mínimo de la pena del parricidio con culpabilidad disminuida errorjuris nocet expresan la dialéctica entre estado de derecho y
prevista en el art. 82 (parricidio en emoción violenta, diez años estado de policía en la teoria del error. A favor de la regla error
como pena mínima) y el del último párrafo del art. 80 (parricidio juris nocet se argumentaba que las prohibiciones penales eran
con circunstancias extraordinarias de atenuación, ocho años como obvias para todos. Esto no es sostenible frente a la actual legisla-
mínimo), cuando la emoción violenta importa menor culpabilidad ción penal, que ya no es un limitado catálogo de conductas más o
que las circunstancias extraordinarias. Cabe entender que el mí- menos conocidas por todos, sino un abigarrado conjunto de dis-
nimo del art. 82 no puede ser tampoco superior a ocho años. posiciones sin transparencia. De la vieja ilusión iluminista de una
ley penal tan clara que cualquiera pudiese conocerla, se ha pasa-
do a una situación en que la ley no es conocida por casi nadie
564 LA INEXJGIBILIDAD DE COMPRENSIÓN DE L\ CRIMINALIDAD PROVENIENTE DE ERROR
-
VENCIBILIDAD E INVENCIBILIDAD DE ERRORES EXCULPAi'ffES 565

e incluso quienes la interpretan técnicamente tienen grandes difi- pueden generar tipicidad culposa. En tanto que el error de tipo
cultades. vencible puede dar lugar a tipicidad culposa, el exculpante vencí.-
ble nunca puede convertir en culposo el injusto doloso. El error
El ocultamiento El ocultamiento normativo es una técnica autoritaria que per- 3
como técnica exculpante sólo afecta la reprochabilidad del injusto, pero no lo
mite ejercer poder mediante el ocultamiento de sus modos de ope-
autoritaria altera.
rar, lo que confirma que el poder se forialece escondiendo sus
mecanismos (Foucault). Esto revela que una teoría del error fuer- 4 El único efecto de un error exculpante vencible (o imputable) El error excul-
temente respetuosa del principio de culpabilidad debe ser la valla es el de producir un menor reproche (menor grado de culpabili- pante vencible
disminuye el
infranqueable que oponga el derecho penal al constante esfuerzo dad), lo que se traduce en la pena aplicable, sea en los límites del reproche
del poder punitivo por hacer inextricable la normación legislativa. art. 41 CP, o bien, si el mínimo de la escala legal fuese excesivo en
relación al grado de culpabilidad del caso, por debajo de ese míni-
mo, por imperativo constitucional (ver§ 287).

§ 215. Delimitación con el error de tipo

§ 216. Vencibilidad e invencibilidad de errores exculpantes


Ignorar lo que se Los errores exculpantes se diferencian del error de tipo en 1
hace e ignorar que, en este último, el agente cree estar realizando una acción
que eso es ilícito La vencibilidad
diferente (cree llevar a cabo un acto de caza de un oso, pero está I El error imputable o vencible (también llamado ~vitable) no
del error es
disparando sobre un ser humano; cree que se lleva su abrigo y se elimina el reproche. Suele decirse que el error es vencible cuando un limite
lleva el ajeno), o sea, piensa estar realizando otra conducta (cazar, al autor le era exigible evitarlo. Con esto sólo se dice que el error de culpabilidad
recoger su abrigo). vencible es reprochable, lo que no constituye ninguna regla prác-
tica para individualizarlo.
Es claro que Por cierto que quien cree estar haciendo otra cosa tampoco 2
quien no sabe lo 2 Para ello, en los últimos tiempos se sostuvo que en el error No existe un
puede comprender la prohibición o la punibilidad, pero porque no deber de infor-
que hace tampoco vencible se violaria un pretendido deber de informaciónjurídica.
sabe que es ilícito hay tipicidad (dolosa), lo que hace innecesario analizar la culpabi- mación jurídica
lidad. No tiene sentido preguntarse si podía comprender la ilicitud Pero lo cierio es que este deber general no existe y, si existiese,
del homicidio quien no sabía que causaba una muerte. seria menester preguntarse qué sucede cuando se ignora ese de-
ber, lo que llevaría a un regressus ad infinitum, sin contar con
Pero la distinción respecto del error de tipo tiene otras conse- otras dificultades: se volveria a la teoría de las actiones liberae in
cuencias importantes. En principio, este error excluye directa- causa, se penaría la violación de ese pretendido deber y no el
mente el injusto (al menos el injusto doloso): el que dispara para delito cometido, se exigiría una consciencia efectiva y actual de la
cazar no incurre en tipicidad dolosa, aunque su conducta pueda antijuridicidad, etcétera.
configurar tipicidad culposa (arts. 84 o 94); quien se lleva el abri-
go ajeno no actúa típicamente, pues por negligente que haya sido 3 En realidad, la vencibilidad o evitabilidad del error de prohi- El único deber que
existe es el de no
su conducta (se lleva un abrigo negro y el suyo es verde), no hay bición es un límite de culpabilidad, es decir un límite de e.xigibilidad cometer delitos
y consiguiente reprochabilidad. No puede inventarse ningún de-
tipo culposo de hurto.
ber de información jurídica que obligue al ciudadano como tal; el
Diferentes En los errores exculpantes las consecuencias son diferentes: 3 único deber que tienen los ciudadanos -sin lugar a dudas- es el
consecuencias eliminan la culpabilidad cuando son invencibles o no imputables de no cometer delitos, que les es exigible en la medida en que
respecto del
error de tipo (como dice la ley, art. 34 inc. 1 º), pero no tienen nada que ver con dispongan efectivamente de la correlativa posibilidad de compren-
la tipicidad, de modo que aunque sean imputables o vencibles no der la naturaleza o la punibilidad de tales injustos, sin que impar-
566 LA INEXlGIBIL!DAD DE COMPRENSIÓN DE U\ CRJMINALIDAD PROVENIENTE DE ERROR VENCIBILIDAD E INVENCIBILIDAD DE ERRORES EXCULPAKIES 567

te si hicieron uso de esa posibilidad de comprensión. Si realmente psiquicas, sea imposible exigirles, en la concreta circunstancia
podian comprender, aunque no lo hubiesen hecho, igualmente del hecho, que hayan vencido o evitado el error.
serán culpables.
7 Un problema que aumenta con la confusión legislativa, es el La jurisprudencia
La evitabilidad error que se origina en una interpretación de la ley sostenida por como fuente
C~mo todo limite de culpabilidad, la evitabilidad de la no com- 4 de error
del error debe una comente de opinión amplia y reconocida por los tribunales.
valorarse prensión de la criminalidad de la conducta debe valorarse sie11F
respecto del pre en relación al sujeto en concreto y a sus circunstancias, lo que En países con control difuso de constitucionalidad -como la AJ:-
sujeto concreto permite afirmar que ésta presenta, por lo menos, tres aspectos gentina- y donde no existe jurisprudencia obligatoria a nivel na-
que deben ser analizados para su corTecta valoración: cional, ésta puede variar entre el orden federal y dos docenas de
competencias ordinari::is, e incluso dentro de cada una de ellas.
(a) si le fue posible acudir a ::..l~ún medio idóneo de informa- La disparidad de interpretaciones es la regla y no la excepción.
ción;
Pero incluso en la propia jurisprudencia de casación y constitu-
(b) si la urgencia de la toma de decisión le impidió informarse cional suprema, existen diferentes criterios según la integración
o reflexionar, y de los tribunales.

(c) si le era exigible que imaginase la criminalidad de su con- 8 Se ha señalado que media un enor invencible cuando cambia Los cambios de
una jurisprudencia casatoria o incluso invariable a lo largo de criterios
_ducta, lo que no sucede cuando, conforme a su capacidad intelec- jurisprudenciales
tual, a su instrucción o entrenamiento y con un standard mínimo muchos años, que consideraba que una acción no es punible: es
de prudencia, no hubiera tenido motivos para presumirla. imposible que el agente conozca la conminación penal de una ac-
ción que hasta ese momento había sido pacíficamente considera-
No puede Como cualquier límite de culpabilidad o reproche, la 5
medirse respecto
da impune. Por lo menos en todas las conductas realizadas hasta
de un humano vencibilidad del error debe deternlinarse conforme a las condicio- la publicación de la nueva jurisprudencia, debe considerarse que
imaginado nes personales del agente y nunca en función de una pretendida median enores invencibles.
objetividad que acuda a una figura de imaginación (un homúnculo
juridico u hombre normaQ. Siempre se reprocha a una persona Seria sano que la jurisprudencia constitucional suprema que
concreta, en situación y circunstancias también concretas. declara inconstitucional una ley penal, no pueda regresar a ese
estado, lo que excluiria toda posibilidad de error a su respecto,
Hay personas que Si bien el código argentino no contiene una fórmula o-eneral 6
tienen menos ca-
pero como no es éste el criterio imperante, también estas oscila-
pacidad psíquica de la imputabilidad o culpabilidad disminuida, no signif~a que ciones supremas originan errores invencibles.
que otras para no reconozca grados de reprochabilidad conforme a la capacidad
comprender
psiquica de la persona. Se trata de un dato de realidad que la ley 9 Pero también cuando la jurisprudencia duda dando lugar a La disparidad
diferentes interpretaciones simultáneas dentro de una misma de criterios
no puede desconocer ni alterar. La capacidad de imaginación, el jurisprudenciales
juicio critico, el nivel de pensamiento abstracto, de atención, de competencia, el ciudadano no puede saber cómo se valorará su
fijación mnémica, de sensopercepción, etc., son funciones que acto. No es razonable exigirle que se abstenga de realizar la ac-
pueden estar disminuidas de modo que hagan inexigible que el ción que es punible según la jurisprudencia más represiva, ante
agente_ i~_agine la criminalidad de su acción, que la deduzca por el riesgo de resultar sometido a la competencia de ese tribunal,
un anál1s1s reflexivo de los datos disponibles, que comprenda su pues subordinarla su destino a un sorteo. Importarla consagrar
lesividad, etc. Por ello, el enor exculpante y la imputabilidad no siempre el criterio más represivo en función de una extorsión en
son conceplos que deban separarse completamente, sino que el forma de ruleta rusa penal. En todos estos casos debe considerar-
grado de capacidad psíquica de culpabilidad puede incidir en la se también un error exculpan te. No se trata de supuestos de duda
invencibilidad del error. En otras palabras: es posible que haya del agente, sino de duda del derecho mismo. No son dudas del
personas que no sean incapaces psiquicos de culpabilidad res- sujeto sino de susjueces. La regla de que quien actúa en la duda

pecto de ese injusto en concreto, pero que, por sus caracteristicas es culpable, no rige cuando quien vacila no es el agente sino las
568 LA INEXIGIB!LIDAD DE COMPRENSIÓN DE !.A CRIMINALIDAD PROVENIENI'E DE ERROR .•• EL ERROR EXCULPANTE VENCIBLE PAR\ !.A TEORiA DEL DOLO Y PAR>\ 1A TEORiA DE L>\ CULPABILIDAD 569

agencias del estado encargadas de precisar la ilicitud, mediante antijuridicidad, como la ceguera ante el derecho o la enemistad
decisiones contradictorias e incompatibles. con el derecho, puestos de manifiesto por los que desconocían la
antijuridicidad indicada por el sano sentimiento del pueblo ale-
mán (es decir, por la ideología nazista) lo que era una ficción de
consciencia de la antijuridicidad. De este modo, se pretendió cons-
§ 217. El error exculpante vencible para la teoría del dolo truir una llamada teoria limitada del dolo, por oposición a la teoría
y para la teoría de la culpabilidad estricta de éste.
4 La teoría de la culpabilidad también se bifurcó entre una teo- Teorías estricta
y limitada de
El error para la ría estricta y la llamada teoría limitada. Esto obedece a que, para la culpabilidad
Desde la perspectiva de la culpabilidad, estamos ahora en 1
teoría del dolo
mejores condiciones para comprender las consecuencias negati- quienes sostienen que la tipicidad es ratio essendi de la antijuri-
vas de la vieja teoría del dolo (o sea, de la tesis que sostenía que la dicidad (ver § 123.4), las circunstancias objetivas de una situa-
llamada consciencia de la antyuridicidad pertenecía al dolo). ción de justificación (que el sujeto crea que lo están agrediendo,
etc.) formarían parte del tipo objetivo, debiendo ser captadas por
Para esta tesis, todo error eliminaba el dolo y, siendo ven- el dolo y, por ende, cuando se las supone falsamente, ese error
cible, podía dar lugar a un caso de culpa. Era la vieja teoría seria de tipo y no de prohibición. Por lo tanto, estiman que la
única o unitaria del error. llamada Justificación putativa vencible da lugar a un delito cul-
poso. En cambio, para la teoria estricta de la culpabilidad -que es
Sus consecuen- La teoria unitaria del error (derivada de 19- teoria del dolo) 2
cias inaceptables la aqui postulada- no es posible sostener que la justificación putati-
tiene dos consecuencias insalvables: una de carácter sistemático
va elimine el dolo, puesto que éste queda afirmado en el nivel de
y otra de orden político-penal.
la tipicidad; de modo que cualquier error que recaiga sobre el ca-
(a) Como para ella todo error elimina el dolo y el vencible da rácter o entidad del injusto del acto producirá sus efectos en el
lugar a culpa, la consecuencia más notoria es que debe admitir la estrato analitico de la culpabilidad.
tentativa culposa, lo cual es un verdadero monstruo lógico. Ade- Inconvenientes
5 La llamada teoría limitada de la culpabilidad tiene casi las
más, es difícil explicar cómo puede haber culpa o negligencia en de la teoría
mismas consecuencias sistemáticas y politico-penales que la teo- limitada de
los casos en que el agente quiso el resultado que produjo. la culpabilidad
ria unitaria del error: debe admitir la tentativa culposa Y deja
(b) La consecuencia politico-penal de la teoria unitaria es tam- impunes los errores vencibles de esa naturaleza cuando no existe
bién desoladora. En primer lugar, cualquier desconocimiento de tipo culposo. El esfuerzo por quitar el error vencible sobre la si-
la antijuridicidad eliminaría el dolo. Por otra parte, se penaría la tuación de justificación del ámbito del error exculpante (para con-
culpa de no informarse y quedaría con total irrelevancia jurídica siderarlo error vencible de tipo, al igual que la teoria unitaria del
la voluntad que produjo el resultado lesivo. Esto significa que los error), choca con el inconveniente de que no puede negar la vo-
que cumplieron órdenes nazistas por creerlas licitas (error ven- luntad dirigida a la producción del resultado (es dificil considerar
cible), habrían incurrido en tipicidad culposa, pero no frente a las culposa la conducta dirigida a lesionar). Por ello, no faltan quie-
normas que prohíben matar a miles de personas, sino frente a nes admiten que se trata de tipicidad dolosa, sosteniendo que
una supuesta norma que obliga a informarse sobre la legalidad. sólo por razones político-criminales es aplicable la pena del delito
culposo.
La teoría limi- En la propia época nazi se pretendió evitar que con este argu - 3
tada del dolo 6 Pero quienes pueden beneficiarse con estas razones politico- Las pretendidas
mento quedaran impunes disidentes y para ello se pretendió razones político-
(Mezger) que había equivalentes de la llamada consciencia de la crimínales son, por regla general. los agentes del propio estado. criminales
Mientras el ciudadano contribuyente que yerra en su declaración
CUADRO GENERA.L DE LOS ERRORES EXCULPAL'\"fES 571
570 LA INEXIGIBIL!DAD DE COMPRENSIÓN DE U CRJMINALIDAD PROVEK!Ei\TE DE ERROR

§ 219. Cuadro general de los errores exculpantes


impositiva por error vencible estaria incurso en delito doloso, el
funcionario estatal que incurriera en exacción ilegal cobrándole
sumas indebidas, en caso de vencibilidad, sólo responderia por Errores
1 El cuadro general de los erTores exculpantes se configura
exculpantes
culpa. con:

§ 218. El error exculpante vencible en el código penal (A) el error de prohibición, que comprende:
(a) el error de conocimiento de la prohibición (falsa suposi-
ción de que la conducta no viola ninguna norma prohibi-
El error vencible
Como acabamos de ver, el error invencible sobre la criminali- 1 tiva: el sujeto que llega al pais e ignora las prohibiciones
sólo puede
atenuarla dad da lugar a inculpabilidad. Las dificultades doctrinarias sur- cambiarias penalmente conminadas).
culpabilidad gieron en cuanto al error exculpante vencible. Si ubicamos la
posibilidad de comprensión de la criminalidad en la culpabilidad (b) los errores de alcance de la prohibición, que son falsas
(siguiendo la llamada teoría estncta de la culpabilidacl), en ningún suposiciones de:
caso este error vencible puede convertir en culposo un injusto (o:) cumplimiento de un deber juridico,
doloso, porque lo referente a la compresión de la criminalidad
sólo responde la pregunta sobre si el injusto es o no reprochable (~) consentimiento,
al autor y, en caso de serlo, en qué grado.
(x) fomento por el derecho, y
En general, casi siempre que haya un error exculpante venci- (8) riesgos no prohibidos,
ble, particularmente cuando hizo actuar al agente sin conocimiento
del contenido injusto del hecho, la culpabilidad será de menor (c) el error de comprensión de la prohibición (el indio que
intensidad, porque la comprensión tuvo dificultades que no le son conoce la prohibición de sepultar· difuntos en la casa, pero
imputables totalmente al agente. que no puede comprenderla porque su cultura le impone
hacerlo),
La propuesta del Como el código no contiene una fórmula general de la 2
art. 35 y la del culpabilidad disminuida o atenuada, se plantea la dificultad de (d) el error indirecto de prohibición por falsa suposición de
art. 41 la existencia legal de una causa de justificación, cuyas
establecer las escalas penales en los errores vencibles sobre la
criminalidad que determinen un menor grado de culpabilidad. reglas se aplican también al error sobre el alcance de una
causa de justificación existente (falsa suposición de que
Para ello se propuso aplicar el art. 35, que señala la pena del la acción está amparada por alguna de las causas de jus-
delito culposo (Bacigalupo). Pero este artículo no presupone un tificación legales y cree que tiene un derecho de reten-
~rror (ver § 195), por lo que no corresponde su aplicación. Por ción que en realidad no existe); y
ende, la única solución es hacer uso de los criterios del art. 41,
sin perjuicio de que, en los supuestos en que los mínimos legales (e) el error indirecto de prohibición por falsa suposición de
resulten desproporcionados respecto del grado de culpabilidad, un supuesto fáctico de justificación (cree que es agredido
se imponga una pena por debajo de ellos, que siempre se han de y se defiende); y
considerar indicativos, acatando las leyes de mayor jerarquía (cons- (B} los errores exculpantes especiales, que son:
titucional e internacional) que imponen la adecuación de las pe-
nas al grado de culpabilidad. · (a) el error sobre la situación objetiva de necesidad exculpante
(falsa suposición de estar actuando al amparo de una
exculpante}, y
ERRORES DIRECTOS E INDIRECTOS DE PROHIBICIÓN 573
572 LA INEXIGIBIL!DAD DE COMPRENSIÓN DE LA. CRJMINALIDAD PROVENIENTE DE ERROR

(b) el error sobre causas que excluyen la punibilidad (falsa (c) se distingue del error sobre la punibilidad (el que cree que
suposición de un supuesto de exclusión de la punibilidad). le hurta al padre y lo hace a un tercero) en que éste, al igual que
el anterior. también elimina la culpabilidad y tampoco impide la
Delito El error puede ser inverso, o sea, llevar al agente a creer que 2 comprensión de la antijuridicidad, pero sólo afecta al conocimien-
putativo comete una acción típica y antijuridica. cuando la conducta no to de la conminación penal de la conducta.
tiene ese carácter (delito putativo o únaginario), Existe general acuer- Error de
do en que estas acciones no son punibles, porque la imaginación 2 En primer término. dentro del error de prohibición, debe dis- conocimiento y
del autor no crea la antijuridicidad. tinguirse el error de conocimiento y el de simple comprensión. En de comprensión
el primer caso, se trata de errores de conocimiento del carácter
La única dificultad que se plantea es su eventual distinción antijurídico en sí mismo. Como la comprensión presupone el co-
con la tentativa inidónea o delito imposible (ver § 262). sobre lo nocimiento, cuando falta éste la comprensión es imposible. Estos
c~_al ~uele decirse que el delito imaginario es un error de prohibi- deben distinguirse del error de prohibición que no es de mero
cwn invertido, en tanto que la tentativa inidónea es un error de conocimiento, sino de comprensión (ver§ 223). Un error de cono-
tipo invertido. cimiento lo padece el turista que compra divisas en la calle en un
país donde eso está penado. Un error de comprensión lo sufre el
El doble error El delito imaginario no se puede relevar. ni siquiera cuando en 3
indio que ancestralmente entierra sus muertos en la casa y. pese
un error de prohibición invertido, por efecto del error sobre la situa-
a que sabe que está prohibido, no puede intemalizarlo, por efecto
ción objetiva, resultare que en realidad se comete una acción típica
(el ll~ado doble error). Se pone como ejemplo quien imagina que de su carga cultural.
Error directo e
el ratones un animal cuya caza está vedada y dispara sobre uno de 3 El error de conocimiento de la prohibición que impide la com- indirecto de
ellos, creyendo que su conducta es antijurídica. En realidad actúa prensión del carácter antijurídico del acto, puede ser un error prohibición
ant:jmidicamente porque confundió a una comadreja -cu;a caza directo o un error indirecto de prohibición.
esta verdaderamente prohibida- con un ratón.
Error directo de prohibición es el que recae sobre la norma
misma, es decir, sobre la representación de la valoraciónjuridica
del acto cor..fom1e a la norma prohibitiva (el del turista menciona-

§ 220. Errores directos e indirectos de prohibición do).


El erTor indirecto de prohibición consiste en la falsa creencia
acerca de la operatividad de un precepto permisivo en el caso
Diferencias Se denomina error de prohibición al que impide exclusiva- 1 concreto. Dicho más sencillamente. el error indirecto de prohibi-
respecto de mente la compresión del carácter y entidad de injusto del acto. Debe
otros errores ción es el que determina la falsa convicción de que opera en el caso
distinguirse de otros errores: una causa de justificación.
(a) Se asemeja al error de tipo en que este último también Este error puede obedecer a que el agente cree falsamente
impide esa comprensión, pero se distingue de él en que no afecta que la ley reconoce una causa de justificación que no existe, o
para nada a la tipicidad; bien, puede darse porque el sujeto cree que se halla en un su-
puesto previsto por la ley como justificante. pero que no existe en
.. (b) se par~ce al error sobre una situación objetiva de inculpa-
~1hdad_ (el que empuja a otro para salir antes de un supuesto la realidad.
mcend10 ~ue no es tal) en que también elimina la culpabilidad,
p~r_o este ~ltimo lo hace sin impedir la compresión de la antijuri-
d1c1dad, smo porque limita el ámbito de autodetenninación: y
574 LA !NEXIGIBILIDAD DE COMPRENSIÓN DE U\ CRJMINALIDAD PROVENIENTE DE ERROR ERRORES DIRECTOS DE PROHIBICIÓN SOBRE EL ALCAI'iCE DE U\. NORi'vlA 575

§ 221. Error directo por desconocimiento § 222. Errores directos de prohibición sobre el alcance de la norma
de la prohibición

Sus distintas Este error reconoce distintas modalidades, pero todas tienen 1 1 Se ha señalado que los eITores sobre la tipicidad conglobante Errores sobre
variables la tipicidad
idéntica consecuencia. El desconocimiento de la norma no se li- constituyen por regla errores de prohibición y sólo excepcional- conglobante
mita a la hipótesis en que el agente desconoce su existencia legal, mente errores de tipo, siendo estos últimos los casos de errores
sino también al supuesto en el cual el autor la conoce, pero no sobre la dominabilidad y la naturaleza no banal del aporte del parti-
sabe que su conducta choca con ella en razón de un error en la cipe secundario (ver § 139 y§ 140). Como los aspectos de la tipicidad
interpretación de la norma, sea porque la entienda mal (lo que conglobante que hacen sólo a la antinormatividad no están abarcados
algunos autores llaman error de subsunción), o porque crea que por el dolo, el error a su respecto será de prohibición. Se trata de
ésta no es válida, por ser contraria a otra norma de superior jerar- conocimientos actualizables pero no actuales -como los del dolo-, lo
quía, o porque supone que está en un ámbito espacial diferente o que los distingue claramente de los que son necesarios para éste y
que ha sido derogada o ha perdido vigencia (hipótesis que la doc- cuya ausencia, por ende, da lugar a eITores de tipo.
trina suele llamar error de validez). Ignorancia
2 Un caso lo configura la ignorancia del agente acerca del deber
del deber
Desconocimiento Otra forma que puede asumir es la de error limitado a la 2 Jwidico que le incumbe, siempre que éste no se derive del desco-
de la relevancia relevancia penal o típica de la antijuridicidad, lo que tiene lugar
penal
nocimiento de alguno de los elementos requeridos por el tipo ob-
cuando el agente conoce la antijuridicidad de su acción, pero cree jetivo (cuando el sujeto ignora la calidad de la que emerge el deber
que ésta sólo acarrea sanciones civiles o administrativas. Este en cualquiera de los delicta propria: ignora que es pariente, fun-
error afecta el conocimiento de la relevancia penal de la antijuri- cionario, depositario, etc.), en cuyo caso se trata de un eITor de
dicidad, que es requisito implicito en la exigencia de posibilidad tipo. Se trata de supuestos harto posibles en los casos de los lla-
de comprensión de la criminalidad requerida por la ley. mados conjlictos de normas o deberes en que la jurisprudencia o
la doctrina vacilan acerca del deber que debe preponderar (obli-
En cualquiera de estas hipótesis se trata de claros casos de
gación de denunciar por parte del médico y deber de guardar el
error de prohibición directo, por desconocimiento de la norma,
secreto médico) y en todos los casos en que el agente obra en
pues el eITor en cuanto a la interpretación no es más que un
cumplimiento de órdenes cuya ilegalidad no puede conocer ni
conocimiento insuficiente acerca de ella (es decir, en definitiva,
controlar (el allanamiento con una orden formalmente válida del
también un desconocimiento), en tanto que el erTor de validez
juez, pero materialmente ilícita), como en todas las situaciones en
importa análoga insuficiencia, pero de la norma encuadrada den-
que se producen eITores acerca de la situación fáctica que presu-
tro del orden normativo.
pone el respectivo deber juridico.
Pueden ser El eITor directo que recae sobre el conocimiento de la prohibi- 3
3 También configura un eITor directo de prohibición la ~ Error sobre el
errores de hecho
o de derecho
ción misma puede ser tanto error Jacti como error Juris, sin que consentimiento
suposición de un consentimiento ine.\.istente, o sea, los errores acer-
ello sea mayormente importante. En el caso del error de validez,
ca de la aquiescencia cuya ausencia no sea elemento configurador
por ejemplo, bien puede consistir en la falsa creencia de que la
del tipo objetivo. Se trata de supuestos en los que el agente supo-
norma es inconstitucional, pero también puede estar referido a
ne que el sujeto pasivo ha aceptado. por ejemplo, conductas de
circunstancias fácticas, como sucede en el error del sujeto, sobre
riesgo que en realidad no había consentido porque desconocía el
el tiempo o el espacio (cuando el sujeto ignora que la norma pro-
peligro o quien supone que el sujeto pasivo ha consentido un ta-
hibitiva alcanza a su conducta porque cree que está en otro terri-
tuaje que en realidad no ha admitido.
torio o porque cree que aún no está vigente).
4 Error de prohibición directo sobre el alcance de la norma es Otros errores
sobre el alcance
también el de quien cree erróneamente estar realizando una con- de la norma
l

576 LA INEXJGIBILIDAD DE COMPRENSIÓN DE LA CRJMINALIDAD PROVENIEl'ffE DE ERROR ERRORES DIRECTOS DE COMPRENSIÓN Y CONCfüNCIA DISIDENTE 577

ducta que es fomentada por· el derecho, como puede ser la prác- conciencia, conforme a un sistema cerrado de valoraciones y con-
tica de una cirugia con finalidad terapéutica, pero que en reali- siguientes pautas, distinto deljuridico. El agente en esa situación
dad se ignora que no es necesaria. Igualmente lo es el de quien debe realizar un esfuerzo mucho mayor para evitar el injusto, que
cree estar generando un riesgo no prohibido cuando en realidad el que lo comete sin experimentar esa vivencia dolorosa. Por ende,
genera uno que lo está: el exportador de armas de gran poder la conciencia disidente o autoria por conciencia será siempre, al
-d·estructivo que las vende a un país que luego, en lugar de em- menos, una causa de disminución de la culpabilidad.
plearlas en su defensa, lo hace en una guerra de agresión.
3 No obstante, ¡::uede haber casos en que tenga el efecto de Casos de
Delitos omisivos En los delitos omisivos es necesario distinguir entre el error 5 exculpación
excluir la culpabilidad. Tal sucede cuando el esfuerzo que hubie-
que recae sobre la situación objetiva de la que se deriva la posi- se debido realizar el autor fuese de magnitud tal que surja clara-
ción de garante (padre, cónyuge, médico de guardia, etc.), cuyo mente su inexigibilidad juridica y, por ende, quede excluida la
desconocímiento dará lugar a un error de tipo, y el relativo al reprochabilidad, o sea, cuando el error de comprensión sea un
desconocimiento del deber de cuidado que de esa posición se de- invencible error de prohibición.
riva, cuya ignorancia debe ser tratada como error de prohibición
directo. Este supuesto tiene lugar, principalmente, cuando la dificul-
tad para la comprensión está condicionada culturalmente: cuan-
do el sujeto conoce la norma prohibitiva, pero no la puede
internalizar por razones culturales; por regla general no se le pue-
§ 223. Errores directos de comprensión y conciencia disidente de reprochar esa falta de internalización (comprensión).

4 El error de comprensión permite eludir la absurda teoria de Es error y no


Error puro de El error de prohibición directo no se presenta sólo como des- 1 necesidad ni
comprensión
que los indígenas son inimputables, la apelación a una genérica y inexigibilidad
conocímiento de la prohibición o de su alcance, sino que también supralegal inexigibilidad de otra conducta o la artificiosa cons- supralegal
abarca el caso en el cual, pese a ese conocimiento, no puede exigir~e trucción de un estado de necesidad. El matrimonio indígena a
la compresión: es el llamado puro error de compresión. Son los temprana edad no es delito símplemente porque los pertenecien-
casos en que el sujeto conoce la norma prohibitiva, pero no puede tes a esa cultura no pueden comprender que lo sea, y no por
exigírsele su introyección o intemalización como parte de su equipo inexigibilidad ni por estado de necesidad.
valorativo. Son supuestos frecuentes cuando el agente pertenece
a una cultura o subcultura diferenciada, donde internalizó valo- En el derecho nacional es necesario tener en cuenta que la
res diferentes e incompatibles con los legales. Constitución prescribe reconocer la preexistencia étnica y cultural
de los pueblos indígenas argentinos y garantizar el respeto a su
La conciencia El tema se superpone en parte con la llamada conciencia. disi- 2 identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural (art.
disidente
dente o autoria por conciencia, que tiene lugar cuando l~_valore5-_ 75 inc. 17). En función de esta disposición, cuando éstos hayan
persona.les del agente no coinciden con los de la ley y éste experi- aplicado sanciones a ilícitos cometidos por sus miembros, el esta-
menta el apariamiento de sus valores como un sufrimiento de do r:0 puede imponer otra pena sin violar el principio de prohibi-
conciencia. Si bien resulta obvio que no es posible dejar· la exi- ción de la doble punición, por lo menos cuando la primera haya
gencia del derecho librada a la conciencia individual, este princi- sido grave.
pio tiene limites que no es sencillo establecer, pues la libertad de
conciencia constitucional debe balancearse adecuadamente con
ella, especialmente en todo lo derivado de la libertad de cultos.

Un verdadero autor por conciencia disidente es quien expe-


rimenta la realización del injusto como un verdadero deber de
573 L.:; INEXJGIBILIDAD DE COMPRENSIÓN DE L-'1. CRJMJNALIDAD PROVENIENTE DE ERROR ERRORES EXCULPANTES ESPECIALES 579

§ 224. Error indirecto de prohibición ción de una situación objetiva de necesidad exculpante) y (b) los
referidos a causas personales de exclusión de la punibilidad (fal-
sa suposición de causas de exclusión de pena). El error sobre la
- El error indirecto de prohibición es el que recae sobre la jus- situación objetiva de necesidad exculpánte, será considerado
1
tificación de la conducta típica, o sea, cuando el sujeto conoce la en el capítulo siguiente, porque su íntima vinculación con la ne-
tipicidad prohibiti;'ª· pero cree que su conducta está justificada. cesidad exculpante permite una mejor comprensión mediante su
Este error puede asumir dos formas: tratamiento conjunto. Nos ocuparemos aquí del segundo, llama-
do también errnr sobre la punibilidad.
(a) la falsa suposición de que existe una causa de justifica-
ción que la ley no reconoce (falsa creencia en la existencia de un 2 La expresión criminalidad del inc. 1º del art. 34 debe enten- Error de
derse abarcando la posibilidad de pena o punibilidad, derivada de punibilidad
precepto permisivo), y
la inexistencia de causas coetáneas a la acción que obsten legal-
(b) la falsa suposición de circunstancias que hacen a una si- mente a ella (ver§ 270.2). Debe quedar claro que por erTor sobre
tuación objetiva de justificación (la corrientemente llamada justi- la punibilidad se entiende aquí el error sobre causas personales
ficación putativa).
de exclusión de ésta, que la doctrina tradicional llama error sobre
Falsa suposición En la primera de estas variantes el autor cree que le ampara 2 las excusas absolutorias, es decir, la falsa suposición de una cau-
de justificante una causa de justificación que la ley no reconoce, y presenta las sa personal de exclusión de la punibilidad, sea porque el sujeto
no legal
mismas modalidades que el error directo de prohibición por desco- cree que están dados los supuestos facticos o jmidicos de una de
nocimiento de la norma misma, es decir, puede consistir en una ellas, o porque suponga que lo ampara una causa personal de ex-
falsa suposición de la norma, pero también en un error de validez clusión de la punibilidad que no está prevista en la ley (o porque
de ésta y, por ende, asumir la forma de un errorjuri.s o de un error entiende una prevista en la ley con alcance diferente y más am-
Jacti, caso este último que tendría lugar cuando el agente creyese plio que el realmente establecido). Al igual que en otros casos,
estar en un ámbito territorial diferente o estar en otra fecha. Las poco importa que se trate de un errorjuri.s o de un errorJacti, pues
mismas reglas son aplicables a los supuestos en que el error del es igualmente relevante el error invencible de derecho que le hace
agente se limita al alcance del permiso legalmente reconocido. suponer a alguien que existe una causa de exclusión de la punibi-
Las mal llamadas La otra variante del error indirecto de prohibición tiene lugar 3 lidad que la ley no reconoce o que no lo hace con la amplitud que
justificaciones el agente cree que tiene, o el error de hecho que hace que el agen-
cuando el autor supone falsamente una necesidad o una situa-
putativas
ción de justificación que no existe. Suelen llamarse justificaciones te suponga que se halla en otro territorio o que aún no cumplió los
p1JJativas, denominación no correcta, porque no son casos de jus- diez y seis años de edad o que el sujeto pasivo es su ascendiente.
tificación sino de inculpabilidad. Esta clase de error indirecto de
3 El error de punibilidad es relevante sólo cuando recae sobre No exime el error
prohibición es la que más dificultades ha causado, porque -como sobre causas
las causas que la excluyen y en ningún caso sobre las que la
vimos- un buen sector doctrinario pretende que en caso de que cancelan
cancelan, porque las primeras son coetáneas a la realización de la la punibilidad
vencibilidad debe resolverse como el error de tipo (culpa), sea por-
que se pliega a la llamada teoria limitada de la culpabilidad (ver § conducta típica y antijurídica, en tanto que las cancelantes sobre-
217.4) o bien, por pretendida..; razones político-criminales (ver vienen con posterioridad. Quien supone falsamente una causa de
§ 217.6), cancelación de la punibilidad que lo beneficiaría en el futuro, no
ignora la criminalidad en el momento de la acción, sino que sólo
espera cancelarla más adelante. No sería relevante el error de
§ 225. Errores exculpantes especiales quien creyese que pudiendo casarse con la ofendida por lesiones
graves se extinguiiia la acción penal.
Manifestaciones Los errores exculpantes especiales son dos: (a) los que recaen 1
sobre la situación objetiva de necesidad exculpante (falsa suposi-
CAPÍTULO 23
La inexigibilidad de otra conducta por la
situación reductora de la autodeterminación

§ 226. Las exculpantes distintas del error

1 Todas las causas de inculpabilidad son supuestos en que no Inculpabilidad


con comprensión
puede exigírsele al autor una conducta distinta al injusto. Por
ende. la ine.xigibilidad de otra conducta no es una exculpante, sino
la esencia última de toda inculpabilidad. En efecto, la inculpabili-
dad puede proceder de la no exigencia de: (a) la comprensión de la
antijuridicidad. o (b) de la adecuación de la conducta a esa com-
prensión. Vistas las causas de inculpabilidad basadas en la
inexigibilidad de la comprensión de la antijuridicidad, restan los
casos en que siendo ésta jurídicamente exigible -e incluso even-
tualmente efectiva- no obstante, no hay exigibilidad de una con-
ducta diferente, lo que tiene lugar cuando opera una situación
que reduce notoriamente la autodeterminación del sujeto en el
momento de la acción.

2 En el derecho positivo hay dos supuestos de inexigibilidad de Supuestos


legales
otra conducta provenientes de la situación reductora de la auto-
determinación: (a) el estado de necesidad exculpante; y (b) la in-
capacidad psíquica para adecuar la conducta a la comprensión
de la antijuridicidad. El primero halla fundamento en el inc. 2º
del art. 34 del CP: el que obrare violentado por amenazas de sufrir
un mal grave e inminente. La incapacidad psíquica para adecuar
la conducta a la comprensión de la antijuridicidad encuentra base
legal en el inc. l º del art. 34. que establece que no es imputable la
acción de quien no haya podido en el momento del hecho, ya sea
por insuficiencia de sus ja.cultades, por alteraciones morbosas de
las mismas. dirigir sus acciones. La capacidad psíquica para diri-
gir las acciones conforme a la comprensión de la antijuridicidad,
582 LA !NEXIGIBILIDAD DE arRA CONDUCLI\ POR LI\ Sl'IUACIÓN REDUCI'ORA DE LI\ AUTODEI'ERMINACIÓN F'UNDAMEtffO DE LI\ NECESIDAD EXCULPl\J,TE 583

que presupone la capacidad para comprender lq antijuridicidad, § 228. Fundamento de la necesidad exculpante
configura con esta última, la imputabilidad o capacidad psíquica
de culpabilidad.
1 El estado de necesidad exculpante tiene lugar cuando entran Reducción de la
Concurrencia Cuando concurren dos o más causas de inculpabilidad, debe 3
de causas en conflicto males equivalentes o cuando se sacrifica el bien ma- autodeterminación
primar la que importe menor injerencia en los bienes jurídicos del
yor (inc. 2° del art. 34). En esto coincide casi toda la doctrina,
agente. Así, cuando concurra la inexigibilidad de comprensión de
menos una opinión minoritaria que prefiere sostener que todos
la antijuridicidad por incapacidad psíquica con un estado de ne- los estados de necesidad son justificantes. El fundamento del es-
cesidad exculpante, no podrá imponerse la medida de derecho tado de necesidad exculpante es la notoria reducción del ámbito
psiquiátrico del inc. 1 º del art. 34, sino la del derecho psiquiátrico de autodeterminación del sujeto en la situación constelacional en
civil u ordinario, si fuese procedente. Cuando la concurTencia sea que realiza la acción, lo que neutraliza la posibilidad de reproche.
de causas de inculpabilidad que tienen los mismos efectos jurídi-
cos, no prima ninguna de ellas. 2 Se ha sostenido que invariablemente en el estado de necesi- A veces el
dad exculpante hay un injusto menor. porque aunque el mal que injusto es menor

se causa no sea menor, siempre se salva un bien. Se ha extrema-


do esta tesis, hasta pretender considerar unitariamente a todo el
estado de necesidad como justificante. No es cierio que siempre
§ 227. Necesidad exculpante y coacción haya un injusto menor, al menos en los casos en que la salvación
no se logra (salvamento fallido). El menor injusto es, pues, sólo
eventual. Lo que sucede es que siempre la culpabilidad es el re-
proche personalizado de un injusto penal y, el contenido injusto
Mal proveniente El estado de necesidad exculpante tiene lugar cuando el mal 1
de conducta del hecho es variable. Así. en los casos de los policías, bomberos
que se evita no es mayor que el que se causa, pues de lo contrario,
humana y de la y militares, existe el deber de afrontar ciertos riesgos y, por ende,
naturaleza nos hallariamos ante una necesidad justificante (inc. 3° del art.
el mismo hecho cometido por ellos, dado que en su caso incorpo-
34 CP). El mal puede provenir de un acto humano tanto como de ra el dato injusto de violación al deber que les incumbe, tiene un
acontecimientos naturales. Se ha pretendido interpretar este dis- mayor contenido injusto.
positivo como limitado a una acción humana (coacción). Para ello
3 Así como en la vida de relación la lluvia puede justificar la La exculpación
se ha tomado la palabra amenazas en el sentido literal indicador debe valorarse
de un actuar humano .. Pero junto al sentido estricto, el verbo omisión de ciertas obligaciones ligeras (como no asistir a clase) en relación
amenazar también tiene un sentido figurado, que es el de presa- pero no la de otras muy especiales (como no ir al registro civil el al injusto

giar un daño. En este segundo sentido, la amenaza puede ser una día del matrimonio), del mismo modo en la culpabilidad juridico-
vivencia y el daño provenir de un peligro generado por otro o por penal, la misma reducción del ámbito de autodeterminación que
neutraliza el reproche de un injusto menor (el cometido por el que
la naturaleza.
no tiene el deber especial) no puede neutralizar el de un injusto
Coacción sólo La coacción (situación de necesidad creada por una conducta 2 mayor (el cometido por quien ,iola el deber especial). La e,\.igencia
como un humana), es sólo uno de los supuestos del estado de necesidad de abstenerse del injusto más grave siempre es mayor que la de
supuesto
exculpante, y ello siempre que ésta no genere un estado de nece- abstenerse del más leve y. por ende. se necesitan causas más po-
sidad justificante. Cuando el mal amenazado es mayor que el cau- derosamente limitativas de la autodeterminación para excluir el re-
sado, el coacto se encuentra en estado de necesidad justificante, proche del injusto más grave. Esto -por supuesto- no excluye que
y por tanto dicho supuesto no es abarcado por el inc. 2º, sino por pueda haber una reducción aún mayor que también impida el
el inc. 3º del art. 34. reproche del injusto de más gravedad cometido por quien tiene el
deber especial: el deber de afrontar o soportar riesgos tiene lími-
REQUISITOS DEL ESTADO DE NECESIDAD EXCULPANTE 585
584 LA !NEXJGIB!LIDAD DE OTR.\ CONDUCTA POR L4 SITUACIÓN REDUCTOR.\ DE L.\ AUiüDETERiVI!NAC!óN

3 Que no haya bienes jurídicos que no sean salvables por el La gravedad


tes y nunca puede llegar al extremo de obligarle a soportar la del mal
estado de necesidad exculpante no es contradictorio con el reque-
muerte. amenazado
rimiento de gravedad del mal, pues no sólo pueden ser graves los
Otros datos Para ponderar la eficacia exculpante de la situación de nece- 4 peligros para la vida, la salud o la libertad sexual, sino también
que hacen al sidad, no sólo cuenta si al agente le incumbía el especial deber de los que pueden afectar la propiedad, la libertad e incluso bienes
contenido injusto
afrontar el riesgo, sino también la magnitud y proximidad del mal jurídicos colectivos, o los que indirectamente pueden afectar la
amenazado y si el peligro era preexistente o fue introducido en libertad individual, como los que protegen el sistema democrático
alguna medida por la acción del agente. de gobierno. Cualquiera de estos bienes puede ser afectado en
forma grave o leve, pues la gravedad del mal no sólo deriva del
No se exige El inc. 2º del art. 34 es suficientemente amplio y·lo único que 5
ponderación requerimiento expreso de la ley, sino también de que sin grave-
requiere es la gravedad e inminencia del mal amenazado. Tampoco
de males dad el sujeto no puede hallarse violentado. puesto que nadie es
exige la exacta equivalencia de males para amparar al sujeto, lo
violentado por la amenaza de un mal in.fimo.
cual indica que el criterio es la magnitud de la reducción de la
.
autodeterminación que, como siempre, debe valorarse en relación
con el injusto de que se trate. De allí que una mujer pueda defen-
4 El conocido caso de la cigüeña, que resolvió el Tribunal de El caso de
la cigüeña
Reich y que Freudenthal comentó, debe ser resuelto en el derecho
der inculpablemente su libertad sexual frente a un sujeto que no argentino como una real y efectiva reducción del ámbito de auto-
realiza conducta incluso a costa de la vida de éste (en algún caso de determinación del trabajador. Se trataba de una empresa minera
hipnosis, por ej.), si es el único camino que tiene para evitar el mal. que concedía franco al padre y con percepción integra del salario
el día que naciese su hijo. Los mineros cuyos niños nacían en
domingo amenazaban a la comadrona con no requerir sus servi-
cios si no accedía a denunciar los nacimientos en un día hábil. La
§ 229. Requisitos del estado de necesidad exculpante mujer ante la perspectiva de quedar sin trabajo cometió una serie
de falsedades en las inscripciones.

No limita Para que opere la necesidad exculpante debe haber un peli- 1 5 En la ley argentina tiene efecto exculpante la necesidad crea- La amenaza
bienes jurídicos de pérdida
gro para un bien jurídico. La ley no limita los bienes jurídicos que da por la amenaza de pérdida del único medio de subsistencia, del empleo
amenazados
pueden estar en peligro para que tenga lugar la inculpabilidad, que sin duda es un mal grave e inminente. Esto no deja de provo-
como ocurre en otras legislaciones. El mal grave e inminente pue- car serios problemas de difícil solución, pues en las situaciones
de provenir de cualquier fuente y amenazar a cualquier bien jurí- de desempleo se multiplican las posibilidades de extorsión a tra-
dico. El código opta por limitar el material salvable atendiendo a bajadores, muchas veces con consecuencias más graves que en el
la gravedad del mal y no a los bienes jurídicos en particular, por caso alemán, como puede ser el resultado de cargas horarias de
lo cual establece que el mal debe ser grave, porque resultaría irra- trabajo en el transporte, en la seguridad o en la salud. Hay quie-
cional exculpar injustos contra inocentes para evitar males me- nes sostienen que cuando una situación de necesidad se genera-
nores aunque no sean insignificantes. liza deja de eximir de culpabilidad, lo que no es cierto en todos los
casos, pues en las crisis lo que se generaliza son las oportunida-
Los ejemplos El ejemplo clásico -y siempre reiterado- de necesidad 2
clásicos des de coaccionar y. por ende, no es racional penar a la victimas
exculpante es el de la tabla de Cameades: el náufrago que quita a
cuando aumenta la frecuencia de los delitos de coacción.
otro la tabla que sólo alcanza para mantener a flote a una perso-
na. Se mencionan otros ejemplos del siglo XIX, como el del 6 Tampoco exige el código que el mal que se quiere evitar deba Bienes jurídicos
Mignonette, juzgado en Inglaterra, en que los náufragos dieron ajenos
recaer directamente sobre bienes jurídicos del necesitado, sino
muerte a un grumete para alimentarse, o el incendio del Bazar de sólo que constituya para él un mal grave e inminente. Es lo que
Caridad de París, en que se empujó a algunas personas para con- sucede cuando la afectación directa recaería sobre bienes juridi-
seguir alejarse del fuego.
586 LA INEXJGJBILIDAD DE OTR\ CONDUCTA POR LA. SITUACIÓN REDUCTORA DE L'\ AUTODE:I'ERMINACIÓN LA FALSA SUPOSICIÓN DE LA. SITUACIÓN DE NECESIDAD 587

cos de personas estrechamente vinculadas al sujeto, lo que el dad exculpante. La necesidad de la conducta implica el requeri-
mismo código reconoce al establecer taxativamente la inculpabili- miento de que la misma sea objetivamente idónea y adecuada,
dad en el caso de encubrimiento personal cometido en favor del pues sin esas condiciones no es necesaria para apartar el peligro.
cónyuge. de un pariente cuyo vínculo no excediere del cuarto grado
de consanguinidad o segundo de afinidad, o de un amigo íntimo o
persona a la que se debiese especial gratitud (art. 277, inc. 4º CP).
§ 230. La falsa suposición de la situación de necesidad
Inminencia, El código penal exige que el mal amenazado, además de grave 7
provocación sea inminente, para lo cual valen las reglas señaladas para el es-
del mal
tado de necesidad justificante (ver§ 189). Un particular problema
1 Cuando el agente supone falsamente la existencia de una si- El error sobre
doctrinario tiene lugar respecto del caso en que la situación de la situación de
tuación de necesidad exculpante (la llamada necesidad exculpante
necesidad es provocada por el propio sujeto. Un gran sector de la inculpabilidad
putativa) el error excluye la culpabilidad. En la falsa suposición el
doctrina niega que en ese caso opere el estado de necesidad
autor sufre una coacción psíquica idéntica a la que corresponde-
exculpante. El art. 34 inc. 2º exceptúa a quien provocó la situa-
ría a la existencia real de la situación de inculpabilidad. Real o
ción de necesidad, lo que debe destacarse, particulannente te-
falsa la situación, su autodetenninación se halla comprometida
niendo en cuenta que la ley consigna la referencia excluyente para
psíquicamente con motivo del error invencible sobre las circuns-
el estado de necesidad justificante. Por consiguiente no hay base
tancias. En caso de vencibilidad del error sobre la situación de
legal alguna para excluir del estado de necesidad exculpante a
necesidad, no desaparece la exigibilidad, debiéndose tener en
quien provocó la situación.
cuenta a los efectos de la pena para considerarlo un supuesto
El mal provocado Sin embargo, es verdad que la provocación de la situación de 8 menor de culpabilidad. No se trata de un error de prohibición, pero
como injusto necesidad da lugar a un injusto de mayor entidad y, por ende,
mayor
se resuelve conforme a sus reglas.
exige una mayor reducción de la autodeterminación para excul-
2 La falsa suposición de una situación de necesidad exculpante Simultáneo
par. Esta seria la única cuestión que válidamente puede plantear- error sobre la
muchas veces no es sólo un puro error sobre la culpabilidad, sino magnitud del
se, porque pretender que quien provoca la situación nunca puede
que eventualmente, puede ser un supuesto de simultáneo error injusto
ser exculpado por necesidad, implica afirmar la existencia de un
sobre ésta y sobre la magnitud del injusto (prohibición). Quien
deber que a nadie se le exige, como en ocasiones puede ser el de
cree actuar para salvar un bien jurídico, sólo podrá comprender
someterse a una muerte segura, o muWaciones u otros males de
la antijuridicidad de un injusto menor que el realmente come-
similar entidad.
tido.
Tipicidad En el derecho positivo argentino la única solución para estos 9
culposa 3 La necesidad exculpante putativa tampoco es necesariamen- Puede ser error
supuestos, cualquiera haya sido la intención del sujeto al provocar de hecho o de
la situación de necesidad, es la tipicidad culposa de la conducta, te un error factL Corno ejemplo de lo que conforme a la vieja clasi- \
derecho
como ya se observara al rechazar la teoría de la actio libera in causa ficación seria error juris, se da el caso de la viuda que amenazada
(ver§ 212.3). No se trata de convertir el dolo en imprudencia, sino por un acreedor con una inminente ejecución de su vivienda, que
que se considera típica, antijurídica y culpable la conducta que es su único bien, libra un cheque sin provisión de fondos para
provoca la situación de necesidad que causa la muerte. obtener dinero y pagar la deuda, pero ignora que su casa es
inembargable porque está sujeta al régimen de bien de familia,
La necesidad Cabe tener en cuenta que el estado de necesidad exculpante 10 circunstancia ocultada por su letrado en connivencia con el acree-
de la conducta presupone, al igual que el justificante, la necesidad de la conduc· dor.
ta para apartar el peligro del mal amenazado. Teniendo el sujeto
4 El fundamento legal de la inculpabilidad en caso de error in- Fundamento
la posibilidad de realizar otra conducta no lesiva (o de menor conte- legal
nido injusto}, y siendo exigible ésta, queda descartada la necesi- vencible acerca de la necesidad exculpante, se halla en el inc. 1 º
EL ERROR QUE PERJUDICA: EL DESCONOCJ?vl!Ei'."I'O DE LA NECESIDAD EXCULPA1YrE 589
588 LA JNEXIGIBILIDAD DE OTfo\ CONDUCTA POR L.ti. SITUACIÓN REDUCI'ORti. DE L..\ AUTODETER\IINAClóN

del art. 34. Puede entenderse que está abarcado por la fórmula el por ende, debe ser tratado como un supuesto más de esa clase de
que no haya podido en el momento del hecho, por eTTor o ignoran- error (ver§ 225.2). Quien por error invencible cree que es exculpa-
cia de hecho no imputable, comprender la criminalidad del acto, do ocultar a la justicia al hijo de su primo, porque cree que ese
pues dentro de la criminalidad debe entenderse incluida la culpa- grado de parentesco se halla comprendido en el art. 279, está en
bilidad, es decir, ~a comprensión de que se dispone de un ámbito un error invencible acerca de la punibilidad de su injusto y. por
de autodeterminación. ende, debe ser exculpado, pero por enor invencible de punibilidad.

§ 231. Los casos del llamado error de culpabilidad § 232. El error que perjudica: el desconocimiento
de la necesidad exculpante

Se resuelve El desconocimiento del carácter particular del error que de- 1 El caso
como error de 1 El caso exactamente inverso al de la falsa suposición de una
termina la falsa suposición de una situación de necesidad inverso al error
prohibición, situación reductora de la autodetemlinación es el de la existencia
pero no lo es exculpante, puede llevar a considerarlo un verdadero error de de culpabilidad
prohibición y, por ende, a imaginar que también pueden plan- real de esa situación, pero ignorada por el agente. Se trata de una
necesidad exculpante putativa invertida. Suele negársele toda re-
tearse en la culpabilidad las otras dos modalidades del error
levancia, exigiendo que la exculpación sólo funcione cuando exis-
indirecto de prohibición: el caso del error invencible que lleva al
ta el conocimiento de la situación objetiva de necesidad exculpante.
agente a suponer que existe una causa legal de exculpación que
Como máximo se admite que no es necesario el fin de salvar el
la ley no reconoce o a errar sobre los limites de una causa de
bien en peligro, pero siempre que el agente conozca la situación
inculpabilidad legalmente reconocida. Es el caso de quien supone
de necesidad. La coherencia de esta tesis radicaría en la total
que es inculpable el encubrimiento de un pariente en grado que
subjetivización de la necesidad exculpante: la reducción de la
la ley no contempla.
autodetemlinación sería una vivencia del agente en el momento
Una particular Esta deducción no tiene en cuenta que la necesidad exculpante 2 del acto. Pareciera que esta tesis es siempre verdadera, porque la
categoría putativa, aunque se resuelva conforme a las reglas del error de culpabilidad sólo opera en función de un ámbito psíquico de re-
de error
prohibición, no es un error de tal tipo, sino una particular catego- proche, que cuando no está reducido no puede tener efecto
ría de error y, por ende, no corresponde reproducir a su respecto exculpante. De io contrario se correría el riesgo de confundir el
la relevancia de todas las modalidades del error indirecto de pro- injusto con su culpabilidad.
hibición. Si bien es imaginable que alguien crea que existe una Complejidad
2 No obstante, cabe tener en cuenta que la culpabilidad es un
causa de exculpación que la ley no reconoce o que yerTe sobre los no advertida
reproche jurídico formulado por el estado confom1e al principio
límites de una inculpabilidad reconocida por la ley, estos eTTores no
republicano y, por ende, no puede ser completamente inacional.
son relevantes como errores de culpabllidad construidos por analo-
Si bien en principio es verdadera la conclusión anterior, cuando
gía con el error de prohibición.
pasamos a los ejemplos, la mera intuición del sentido común pa-
Puede derivar Esto no significa que el enor invencible que detennine la fal- 3 rece indicar que algo no está claro, indicando que en la cuestión
un error de sa suposición de una causa de inculpabilidad que la ley no reco- hay un nivel de complejidad que no se ha observado suficiente-
punibilidad
noce (o de que los limites de una reconocida por la ley no abarcan mente.
su injusto). sea un error que no tenga relevancia penal alguna. Lo En el ejemplo
3 Imaginando el caso de un sujeto que arroja a otro al mar
que sucede es que su importancia no deriva de una construcción clásico es correcto
desde una lancha para heredarlo, vuelve de inmediato al embar- no relevarlo
paralela a la del error de prohibición indirecto, sino que semejan-
cadero y a los treinta segundos se produce un tifón, comprobán-
te ertor se traduce necesariamente en un error de punibilidad y,
l

590 LA JNEXJGIBILIDAD DE OTRA CONDUCTA POR LA SITUACIÓN REDUCTORA DE LA AUTODETERMINACIÓN


LA NECESIDAD EXCULPANTE EN LOS DELITOS CULPOSOS 591

dose luego que la lancha no podria haber llegado a tiempo a la la al borde del absurdo. La regla a seguir a este respecto debe
costa con ambos pasajeros y que la muerte del otro salvó la vida derivarse de la naturaleza misma de este error. Se trata de un
del homicida, parece razonable que esto no pueda traducirse ni error al revés, pues es un error que peTjudica o un error in malam
siquiera en un menor reproche del homicidio. partem. Así como al que beneficia se le otorga un tratamiento dife-
rencial según su vencibilidad, alguna disc1iminación debe efec-
Hay otros en los Pero no faltan los ejemplos que, de resolverse con el mismo 4 tuarse en los casos de un error que pe1judica. Si en el que bene-
que parece que criterio, harian que los tribunales cayesen en el 1idículo, como el
se pena la ficia, el error invencible exime de culpabilidad y el vencible sólo
necedad caso de un sujeto tan atolondrado que crea que es parte de una pu~de atenuarla, en el que perjudica cabe invertir la regla y admitir
escenificación el humo de un incendio y para hacer una payasada que el error vencible es exculpante y el invencible sólo permite ate-
salga derribando personas; o el famoso amante sorprendido en nuar la culpabilidad.
adulterio por el marido, si fuese tan extremadamente necio que
7 En efecto: cuanto más vencible es el error que hace que el agente Cuanto más
creyese que éste le dispara con balas de fogueo para asustarlo y le vencible más
desconozca la situación de necesidad en que se halla, más irracio-
diese muerte para sacarlo del medio; o un piloto tan torpe e inex- favorece
nal será el reproche de culpabilidad, pues más reducido quedará a
perto que aterriza diez kilómetros antes de la pista por creer que
simple reproche de la necedad. Inversamente, cuanto más invenci-
se hallaba sobre ella, provocando la muerte de un pasajero y le-
ble sea el error que le lleva a ese desconocimiento. menos irracional
siones a él mismo, sin darse cuenta del incendio de un motor
. . ) será el reproche de culpabilidad, hasta llegar al máximo de
advertido por el pasaJero y de la necesidad del aterrizaje inminen-
invencibilidad o caso fortuito, tmposible de conocer por cualquiera,
te para salvar la vida de ambos.
por hallarse más allá de los límites de la ciencia disponible, en don-
La vencibilidad Es verdad que en ninguno de los cuatro casos los agentes se 5 de ni siquiera atenuará la cuÍpabilidad.
opera a favor habrian motivado en la necesidad objetivamente existente y ha-
8 En cualquier caso debe tenerse en cuenta que si en el caso Hay un injusto
brian actuado como si su autodeterminación no sufriese ninguna menor
concreto se ha salvado un bien juridico valioso, el injusto será
limitación, pero en tanto que en el del que arroja al otro al mar, el
menor, porque el mal no puede subjetivizarse, so pena de caer en
agente opera con un desconocimiento que es insuperable, los tres
un injusto parcialmente imaginario (error de prohibición al revés
últimos lo hacen obedeciendo a increíble torpeza, necedad e in-
sobre la magnitud del injusto).
sensatez. El reproche de culpabilidad es un juicio juridico por el
que se recrimina un injusto en razón de que fue cometido en un
ámbito de autodeterminación de cierta magnitud y vivenciado como
tal, pero en modo alguno puede desaprobarse una vivencia que
§ 233. La necesidad exculpante en los delitos culposos
sólo es fruto de la insensatez, porque la culpabilidad sería -por
carácter transitivo- un reproche de la insensatez. La culpabilidad
no puede ser el reproche de la condición de insensato que le lleva Ambito
1 En los delitos culposos la necesidad exculpante ofrece un
a un sujeto a no caer en la cuenta de lo que todos los otros están importante
campo de aplicación quizá mayor que en los dolosos. Hay una
viendo. En definitiva se trata del mismo fundamento con que la
serie de circunstancias, tales como el cansancio físico y psíquico
doctrina dominante que admite la tentativa inidónea rechaza. la
y el sometimiento a una actividad sobreexigente, que provocan
supersticiosa.
agotamiento del cuerpo y de la mente, que sin duda se traducen
La regla de un Lo anterior demuestra que, si bien en principio y por regla 6 en claras violaciones al deber de cuidado y que, frecuentemente,
error invertido general, el que actúa en necesidad exculpante debe conocer la son supuestos de inculpabilidad, particula1mente en época de
situación, su desconocimiento no es irrelevante en la medida en vértigo por preservar la fuente de trabajo. Desde el punto de vista
que convierte a la culpabilidad en un reproche de la insensatez, político-criminal tiene gran importancia la comprens5.ón de la ver-
que viola1ia la racionalidad republicana hasta el limite de colocar- dadera naturaleza de la autoría y de la coautoria culposa,
LA OBEDIENCIA DEBIDA: SU DISOLUCIÓN DOGi'vLií.TICA 593
592 LA INEXIGIBILIDAD DE OTfü\ CONDUCTA POR U SITUACIÓN REDUCTORA. DE LA. AUTODE:rERMINACIÓN

2 Ante todo, el código no establece la clase de obediencia a la Obediencia


Casos El ejemplo clásico de necesidad exculpan te en el delito culposo 2 jerárquica
es el caso del cochero al que su empleador obliga, bajo coacción que se refiere. La doctrina coincide en forma unánime en que se
de perder el empleo, a atar un caballo que tiene un defecto, des- trata de la obediencia que se debe al superior jerárquico adminis-
bocándose luego el animal y produciendo lesiones a una persona; trativo, aunque no cabe descartar ciertos casos de obediencia
también se consideraron casos tales como el del padre que omitió doméstica o laboral, si configuran situaciones de necesidad
la oportuna internación de su hijo gravemente enfermo, ante las exculpan te.
súplicas del propio niño y de la promesa hecha a la madre, muer- 3 La doctrina se ha desconcertado tanto respecto de esta fórmu- Deambula por
toda la teoría
ta poco antes en la misma clínica en que debía internar al niño; la la, que la ha considerado como caso de ausencia de conducta, como del delito
maniobra brusca para evitar el choque, pese a que la misma lleve causa de justificación y como causa de inculpabilidad y, dentro de
a tomar la calle a contramano; o el conductor de transporte públi- algunas sistemáticas, podría ser tratada como supuesto de causa
co de pasajeros, que es obligado a conducir el doble de horas de personal de exclusión de la punibilidad. Esto demuestra que
su tumo y, agotado, causa lesiones. deambula por toda la teoría del delito. El único punto en que pare-
La proximidad En tales casos no tiene lugar, muchas veces, una equivalen- 3 ciera haber acuerdo es que el problema de la obediencia debida se
del peligro cia de males, pues se trata de enfrentar peligros patrimoniales plantea cuando el contenido de la orden es antijuridico. Cuando la
creado orden es licita se admite que elimina el injusto, lo que casi todos
con peligros para la integridad física o la vida o incluso, para la
hacen por la vía de la justificación, aunque para nosotros seria
vida ajena. No obstante, en los delitos culposos, hay que tener en
cuenta para cuantificar los males y ponderarlos, el grado de prmci- atipicidad por cumplimiento de un deber juridico (ver§ 134).
midad del peligro como criterio general para establecer la distin- 4 Los problemas que ha causado a la doctrina la orden formal- Las más dispares
respuestas
ción entre justificación e inculpabilidad en estos casos. Será mayor mente válida, pero de contenido ilícito, son enormes. Unos auto- doctrinarias
el mal cuanto más próximo sea el peligro, por cuanto mayor será res consideraron que había que distinguir según que el inferior
el grado de probabilidad de que sobrevenga la lesión. Por supues- tuviese poder para revisar el contenido de la orden del superior, o
to que el grado de proximidad no puede valorarse libremente por que no lo tuviese. En el primer caso actuaria antijuridicamente Y
el autor, sino que debe responder a las pautas de un observador en el segundo su conducta seria justificada. Como se movían con
objetivo. el concepto de injusto llamado objetivo (era injusta la causación
del resultado), no podían admitir que el inferior obrase
justificadamente cuando no tenia poder de revisión . Por ello sos-
tuvieron que actuaba sólo inculpablemente, pero que su conduc-
§ 234. La obediencia debida: su disolución dogmática ta era antijurídica. Pero esto tenía el inconveniente de permitir
que el sujeto pasivo se defendiese legítimamente contra el infe-
rior, causándole un mal que podía ser muy superior al de la le-
Una fórmula El inc. 5º del art. 34 prevé la obediencia debida como eximen- 1 sión que el sujeto pasivo evitaba. Sin duda que un sujeto puede
problemática te. Esta fórmula, que nos llega de España y que no existe en otros defender legítimamente su libertad incluso a costa de la vida de
códigos, siempre ha presentado dificultades en cuanto a su alcance su secuestrador, pero no podía admitirse la misma amplitud con-
y naturaleza. Debido a que es demasiado escueta, cobra una mag- tra el policía que cumplía la orden antijuridica de un juez. Había
nitud peligrosamente desmesurada, que la doctrina y la jurispru- que ponerle, por lo menos, el límite del estado de necesidad justi-
dencia debieron limitar, con cierto esfuerzo para no comprometer ficante, y para ello la doctrina no tuvo empacho en sostener que el
la legalidad. De lege ferenda seria preferible que desapareciese inferior no realizaba conducta, lo que deforma totalmente los da-
del te:>,..i:o para evitar dudas, aunque éstas se hallan un tanto cla- tos del mundo y la misma coherencia del orden juridico, que pre-
rificadas como resultado de más de un siglo de esfuerzos mia y castiga las acciones del inferior, que el derecho penal le
doctrinarios. niega nada menos que el carácter de conducta humana.
596 L-'1 INEXIGIBILIDAD DE OTR"I CONDUCTA POR Lt\ SITUACIÓN REDUCI'OAA DE Lt\ AUTODETERMINACIÓN
LA TÓXICODEPENDENCL"I 597

del autor en cuadros que -con frecuencia- presentan dificultades tipo de conducta que el sujeto se ve obligado a realizar por acción
de diagnóstico.
de una exigencia interna cuyo incumplimiento genera angustia,
la que, en los casos extremos, puede llevar a la despersonalización.
Si bien la etiología de este género de conductas y el diagnóstico
preciso del padecimiento tienen importancia para el pronóstico y
§ 236. Las conductas impulsivas
para la prueba -pues permiten inferir el grado de limitación de la
autodeterminación del sujeto-, desde el punto de vista puramen-
te penal no reviste gran importancia, dado que, aunque deiive de
Casos de La impulsividad tiene una gama de matices que van desde el I
impulsividad una neurosis obsesiva, de un cuadro postencefalítico o de una
automatismo y descontrol casi total, hasta la irrupción en el pen- psicosis, lo decisivo será siempre determinar la intensidad de la
samiento del paciente: vgr. en el síndrome postencefálico común, impulsión o la presencia de la compulsión.
las tendencias impulsivas son bien manifiestas y pueden revestir
carácter autoagresivo o heteroagresivo, que también suele estar
vinculado a impulsividad en la esfera sexual. No obstante, las
conductas pueden descontrolarse parcialmente en otros padeci- § 237. La tóxicodependencia
mientos no tan graves, tales como algunas neurosis fóbicas. El
fóbico tiende a am1ar toda su conducta defensiva frente al objeto
o a la situación temida, que le es muy dificil evitar. En general, si 1 El hecho que tiene lugar en el curso de un episodio agudo de El injusto y
bien donde se plantean con mayor dramatismo las dificultades la abstinencia
intoxicación llamada completa o plena, es un supuesto de incapa-
penales de las tendencias impulsivas es en el ámbito de los deli- cidad psíquica de delito. No obstante, con ello no se agotan los
tos graves contra las personas y en los delitos sexuales, lo cierto problemas que presenta la dependencia de tóxicos -prohibidos o
es que la impulsividad como inimputabilidad tiene gran impor- no- en particular cuando un dependiente comete un injusto para
tancia, pues se presenta también en delitos menos graves como procurárselo.
las injuiias: la impulsividad se traduce en risas inmotivadas, ex-
plosión de carcajadas, necesidad de huir del lugar sin explicación 2 La dependencia tóxica, cualquiera sea su ortgen independien- Dependencia
temente de la sustancia (prohibida o legal), se caracteriza por mo- orgánica
aparente, etcétera. Debe pensarse también en el papel, que las
fobias pueden desempeñar en las omisiones de auxilio, abandono dificaciones del comportamiento, que pasan del abuso grave a la
de personas, etcétera, particularmente las fobias a los lugares compulsión irreprimible. a un consumo continuo o periódico a fin
vacíos (agorafobia), al encierro (claustrofobia), a animales, armas, de expeiimentar sus efectos psíquicos y de evitar malestares pro-
etcétera. ducidos por su piivación (llamado síndrome de abstinencia).
Las Las impulsiones son tentaciones fuertes a realizar algo, dis- 2 3 No cabe duda que el dependiente de un tóxico, fuera de los La compulsión
compulsiones de la
tinguiéndose de las compulsiones, que son impulsos hechos reali- episodios de intoxicación aguda -que producen la otra forma de abstinencia
dad. La compulsión, a diferencia de la impulsión, no se concibe inimputabilidad y que pueden llevarlo a la muerte según el tóxico
sin el correspondiente acto. Es obvio que cuando hay una com- de que se trate- tiene la posibilidad de comprender la criminali-
pulsión, la culpabilidad queda eliminada, en tanto que las dad de su conducta. Pero mediando un cuadro de dependencia
impulsiones presentan grados, que es necesaiio mensurar y valo- física es claro que el sujeto carece de suficiente capacidad para
rar. De toda forma, siempre que haya impulsividad al menos ha- actuar conforme a esa comprensión si se presenta un síndrome
brá una disminución de la culpabilidad, según el grado de limita- de abstinencia. Este síndrome no tiene la misma intensidad en
ción de la autodeterminación del sujeto. En cambio la compulsión todos los cuadros de dependencia tóxica pero, de cualquier ma-
conlleva siempre la inimputabilidad, pues ésta se define como un nera, siempre se traduce en un fuerte malestar físico que, según
sea la sustancia, puede ir acompañado de síntomas como sudo-
LA TÓXJCODEPErmENCL.\ 599
598 LA INEXJGIBILIDAD DE OTRA. CONDUCL.\ POR 1A SITUACIÓN REDUCI'ORA DE 1A AUTODETERMINACIÓN

ración, hipotensión, vómitos, convulsiones, delirios, pérdida de respecto de otras. Del mis:rin modo, en las dependencias, se lo
conocimiento, etc. Cuar,do el cuadro presenta esta gravedad, no hace en cuanto a las conductas dirigidas a procurarse el objeto de
es ex.igible la adecuación de la acción del sujeto a la comprensión ella o el alivio de la abstinencia, es decir a la supresión del males-
de la antijuridicidad y, por ende, debe concluirse en la inimputa- tar provocado por la privación en forma directa y no a otras.
bilidad de la conducta.

Argumentos Nadie ha pretendido seriamente en la doctrina negar esta con- 4


absurdos secuencia apelando a la teoria de la actio libera in causa, ya que
implicaria el disparate de hacer típico el curso de una enferme-
dad: cualquiera que descuide su salud y enfermase, seria impu-
table de todas las consecuencias lesivas para terceros causadas
por su propia enfermedad. Tampoco es argumento válido preten-
der que el dependiente siempre tiene la alternativa de someterse
a tratamiento antes de cometer un injusto, pues esta afümación
pasa por alto que éste es un enfermo -con toda su patología- y no
un sujeto sano en estado de necesidad, confusión que ha sido
causa de muchas dificultades terapéuticas.

Sólo en Sin embargo, el síndrome de abstinencia y la consiguiente 5


algunas dependencia física no tiene lugar respecto de todas las demás,
dependencias
pues son muchas las que sólo dan lugar a una dependencia psí-
quica. Desde el punto de vista terapéutico, la conducta a seguir
en uno y otro caso es diferente. No es posible afirmar que en los
supuestos de dependencia psíquica haya siempre inimputabili-
dad respecto de las conductas que tienen por objeto obtener el
tóx.ico o, al menos, no seria correcto indicarlo con igual fuerza que
en los casos en que ésta es física. En la actualidad está superada
la tesis constitucional de la etiología de la tóx.icodependencia y se
reconoce que es compleja, al par que cada adicto presenta rasgos
psicológicos propios, es decir, que la patología varia según el su-
jeto y el grado de dependencia física o psíquica. Pero no debe
pensarse que la falta de la primera hace siempre menos grave el
pronóstico. Esto suele ser verdad en ciertos pacientes y respecto
de ciertas sustancias como la cannabis sativa, pero tampoco es
invariable, porque a la dependencia puede sumársele un cuadro
patológico previo, lo que puede alcanzar un grado importante de
limitación de la autodeterminación del sujeto.
Sólo algunas Es indiscutible que cuando se trata la compulsión y la 6
conductas
impulsividad como causas que restringen el ámbito de autodeter-
minación de un sujeto, se quiere señalar la limitación de ese ám-
bito en cuanto a evitar las conductas a que lleva la impulsión y no
CAPÍTULO 24
El concurso de personas en el delito

§ 238. Reconocimiento legal de las diferentes formas -----------


de intervención-

1 No siempre el delito es un emprendimiento individual, sino Participación:


--- sentido amplio
que con frecuencia concurren dos o m~s personas,_con similares
y limitado
o diferentes roles. Esta situación de pluralidad de agentes es lo
que se denomina participación, concurrencia o concurso de perso-
nas en el delito. Para evi~~usi~~cabeprecisar que la. pa-
laora-parlicipa-;;ión tiene dos sentidos diferentes en derecho penal:
(a) en sentido amplio, que es el que usa el CP en la rúbrica del
título 7°. participación es lo que acabamos de señalar, o sea, una
pluralidad de ___pITSo_nas Joma[l:dO parte en ~1- delito. como partici-
pg_ntes_.eu_.cl_c;u:ácts:Lque_fuere, es decir, como autores, cómplices

---
o instigadores; (b) en sentido limitado, se dice que hay participa-
ción cuando una o más personas toman parte en el delito ajeno,
siendo participes sólo los__C:Q[11J)lice§ y lQs instigadores, con exclu-
sión de los auto~:;;~ E; lo sucesivo usaremos la p.3.l~bra para refe-
rimos a este segundo sentido limitado.

Autores
Concurso de personas
Instigadores
en el delito Partícipes
Cómplices

2 Como en casi todos los temas penales, también en éste se La base óntica
pregunta si los conceptos que se m~_ejg_gJautor, instigador, cóm- de los conceptos

plice) son j.]J.tidico&o_pertenecen a la realidad del mundq. Por


supuesto se trata de CO.E5s!.ptosjurídicos, en el sentido que el de-
recho penal los precisa y delimita bastante finamente, pero en su
esencia son también conceptos que provienen del mundo, o sea,
tienen base óntica que, en definitiva, el derecho penal no puede
602 EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DELITO L'\S FIGURAS COMO PARÁMETRO DE LA PENA 603

ignorar cuando cumple su tarea de precisión delimit3:dora. Más § 239. Las figuras como parámetro de la pena
gráficamente dicho: son co.11ceptos Jwidicamente precisados, pero
no inventados por el derecho penal.
1 Acabamos de ver que el CP no sólo rechaza la,J_esis dtl autor Figuras para
Conceptos Efectivamente. cuando leemos un libro sabemos quién es el 3 la fijación
cotidianos úEico, según la cual todos los que concurren en el delito son au-
autor o los autores. En el prólogo éstos suelen agradecer a quie- de las penas
tores, sino que, por el contrario, respe!?:_. la ba~_t:_<Sntica ele los
nes los h~i¿sJado y. a veces, también a quienes les han suge- corü::epto::¿ de autor, cómplice e instigador, o sea, recoge de la rea-
rido el tema y los decidieron con su consejo y apoyo a escribir la lidad la distinción que viene impuesta por la naturaleza de las
obra. Para nada de esto necesitamos leer el CP. Si el libro fuese cosas. Pero el CP adopta un criterio especial riar~Ti' fijación de las
una novela pornográfica donde los personajes fuesen reconocibles penas.!.-introduciendo una distinción entre los CÓn]Jlli<2é:~,_ según
y se les atribuyesen comportamientos infamantes, habria un de- qÚ~ éstos sean simple§__f.QJDRlis:~s_ (llamados cómplices secunda-
lito de injurias y, por ende, quien lo escribió sería el autor, quien rios por la doctrina_g9roinante) y los llamados 0.!IPJ.ic:es,):_rima-
colaboró seria el cómplice. y quien decidió al autor a escribirlo rios, que presf~-;;i hecho una_ cooperación iqlprescins}iblt:_P.§irª.
sería elJ.!2.®~a,dor. surealización conforme.al plan concreto, pero que no pueden ser
c~~do·s autores porque carecen de los requisi!CJ_s_tipicos_¡;>~~
La tentativa Es verdad que el derecho penal puede tener la pretensión de 4
de negarla serlo. En tanto que los secundarios tienen una pena atenuada,
borrar todas estas disti~~io!"les .deL.II1l.l.J1do y aplicar a todos la
base óntica
---
misma.._________,,_,
pena que __- - al autor. Esta es la solución de algunos códi-
gos, como el italiano de 1930, pero con ello no logran convertir a 2
los primarios tienen la misma que el autor.

Por otra parte, impone 1a pena del autor al que se vale _c:i_~ Autor de la
determinación
todos en autores (la llamada teoria del autor únic_q). sino que sólo quien n~iJ:l.ª-~U:1ecb.o, que a ve.ces es autor (autoría m.é:..c!i~tal)
se limita a aplic:9-.7:__9:!:J~9:rJif_i_[)_fJCl:_l2t?na del autoc,, que no es lo peroque en otras no puede serlo, ¡;>orquele faltan los ca1·.a~tt:!"~S
m~o. llegándose al extremo máximo de irracionalidad cuando ~~?S!g!d_(J§J:grn..~ste (y tampoco püe~e ser considerado insti-
se quiere considerar autor del delito de autoaborto al farmacéu- gador, porque su concl_ucta!1(). e;:;.. ~c<;sg_oa). Para este último_~aso
tiGQ.Q.JJ_s:_propCJrciona el abortivo a la mujer, o autor de violación crea una figura especial de auto1~e q~nnipación al delito. )
al que sólo golpea o amedrenta a la víctima. 3 Este sistema se asemeja a un baile de club de barrio, donde a Las figuras para
------- -
la pena no se
El sistema veces pagan más los hombres que las mujeres, pero también hay identifican con
El CP argentino opta por respetar la base óntica, porque 5
delCP tarifas diferentes para los socios y los no socios. El CP establece la las formas de
claramente se refiere a c~cidad y cómpbicé en-·;l art. 47; concurrencia
tarifa sólo según sean socios o no lo sean, pero éstos seguirán sien-
indicando que es cómplice quie~oope;;:-con elayto1:,.. es decir;-·
do hombres y mujeres. A efectos de fijar las penas, el CP se limita
cómplice _!?_~el que. cooperq en·er delito ajeno. La instigación no
(arts. 45 y 46) a establecer que la pena del delito se aplica a los
está definida e~l§l_p_arte ..generaL11L_t_'ª'-rgpoco se la menciona
Ejecutores, determinadores y cooperadores necesarios, en tanto que
e~~IlleDJe en ella. ~,concepto está reconocido en la parte la escala reducida se aplica a los coopemclgrgs no .nece/59-f!OS.
especial, dqnde el art.(~::l,pena al que instis:J_C1[€! 9:gtr9..aLsuicidig,
y el art. .§39 al que instigare a otro a provocar__ g_Q_qceE(C1[__1!:!:._. Ejecutores, determinadores y cooperadores (nec_esarios y no
duelo. De estos tipos -y de los arts. 148. v 2.ü9- resulta claro 4 necesarios) son figuras que crea la ley para individualizar las pe- Esas figuras
no niegan la
que el código argentino no cae en el absurdo de alterar el senti- nas, ·pero que no niegan la distinción d~9_;:is_e_óntic-ª.~I1!I"<c:-a.utqr, distinción óntica
do semántico d-e la instigación, entendido como i!JJÍJJCiLQJ]JgLLil:?J2_ instigador y cómplice, sino que es tarea de~q~c.l:!.9~-ª1.ªveri-
al1gs:.~,:_gJgo. Así. los 'coi1cep-tos des;.ómplice.y de-.instigador son - g;ar en cada supuesto cuáles de <:_S3l.S figuras corresp_ci~ a los
concep~cteEa;; óntica,. La.tarifa para la entrada (pena) se cobra
receptados...por._eLcódigo argentino respetando sin alteracio.11~_§
su_ base óntica. segúñ sean socios o no, y quien quiera saber cuáles son hombres
y cuáles mujeres deberá tomarse la molestia de observarlos y con-
604 EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DELrIO DELlMITACIÓN CONCEP1UAL ENTRE AUiúRLA. Y PARflCIPAC!óN: EL DOMINIO DEL HECHO 605

tarlos. Es tarea del derecho penal. pues, desmenuzar cada una de 4 Dadas las dificultades insalvables que provocaba el concepto Teoría
extensivo de autor._ la doctrina se inclinó a buscar la delimitación subjetiva
e~figuras ..para.aye_riguar, confonne a los datos que confi-
gg.[_q_11_l~base;;.ón1ica conceptt1al, cuáles de ellos son los autores, conceptual entre autores y partícipes por el camino de losubj!::,ti-
cu_§:~~-lmi. insJigªQores y . cuáles los__CÓI1lplices. vo. Ciertamente, dicho intento partía de la tesis de la equiva1encia
de- las condiciones.-per:0.--1,:aJ:.acterizaba al .autor mediante un ele-
Ejecutores autores rn.lñlo.~e.Lc3,ni.IJ;lo (subjetivo); así, sería ¡~t~r ;uien quiere el hecbo
¿Quiénes de
Determinad ores instigadores como propio.en razón del animus auctori;, con que opera (a dife-
éstos son?
Cooperadores cómplices rencia del animus socii que configuraría un rasgo propio del partí-
cipe).

5 Este concepto extensivo de__a_!:!Jor y la consiguiente distinción Inconvenientes


subjetiva_ tie.nen:nrios inconvenientes sistemáticos:·--~.-~ (~fEn princi- sistemáticos
§ 240. Delimitación conceptual entre autoría y participación:
pio, no se explica cómo pueden ser autores los que no reúnen los
el dominio del hecho
requisitos_t,ípi~ospara serlo (el farmacéutico que no está embara-
zaao respecto de la comisión del delito de autoaborto). (b) En se-
Debe distinguirse
entre autor y
partícipe
Ni siquiera la llamada teoria del autor único logró obviar la 1
distinción entre autc:~r:.s:_pm~ticipe. porque la propia doctrina de los
paises que la adoptaron debieron recurrir a ella para evitar ab-
- gundo lugar, conforme a nuestra ley, los cómplices primarios o
coopera~ores ~ecesarios no tienen ni~:i;;~~~giG), de modo que
no habna razor::_J:'.<:ra no considen;,!;!os autores_J,..(c) 'En tercer lu-
gar, no queda claro qué es el animus..auctoris. por cuanto, frecuen-
surdos. Con ello queda demostrado que esta teoría, lo único que
temente, se acude al interés que el agente tengª· en el resultado,
consigue, es imponer a todos los concurrentes la pena del autor y
lo que lleva a soluciones __muy poco convinZe11tes. · ·· ·
nada más. Con más razón se impone la distinción entre autor )' '',,A '_,,,,,,_,,,,«~',', - · • - • ' • ' '"-0' ,,,,,,,, ,,,,- -~ J

partícipe cuando el mismo CP la adopta. 6 En efecto: la jurisprudencia alemana ha resuelto, conforme a Casos
esta tesi~tensiva y subjetiva, algunos casos de un modo que no conocidos
Criterios Para establecer la diferencia entre el autor y el partícipe se 2
doctrinarios parece satisfactorio. Así, se ha dicho que un sicario entrenado en un
enunciaron ~~teri():§. ~mo es de esperar, los dos primeros
diferenciales: pais :extre!l.jern'. al cual se enviaba par§:_1}1.§l!.~__<:~1:.:1.~Ei~t.9la d~_gas
teoría formal fueron el ~iJ¿c;)y et_s1:bjetivd. Para el primero, es decir, la llama-
a_a,silados croatas, no era el autor sino cómplice de los homicidios
objetiva da teQLÍaJm:ma.Lobjetiva,...;.utor es quien
cometidos, porque no quería el resuÍtado como suyo, sino que el
Resulta absurdamente estrecho, porque si dos personas asaltan
imeres perienecía a la potencia que le enviaba. Se ha afmnad; ~"n_
a__1:!;.n-tercer0-y, mientras u11.a lo amenaza con un arma otra le
otra sentencia que lahérmar{ade )apartu~___.9.!:l~J2.0r jndjcación
despoj_él ge sus pertenencias, la primera habri; ~o~;tido un deli-
de ésta -postrada y carente de fuerzas-:- al1oga al recién nacido en
to d~fQ.accíí'n2~a seg:un_<:tél. JJD-º. c:l_~J1Jc!rJo y ninguna seria autor
una bañera, no era autora, sino cómplic~,_porque no quería el hecho
del,rnbo'. También quedarian fuera de 1a: autoría todos los casos
co~uyQ...uLt~a int_<:r:és_~r:i <:~_1,llta_@ p.ar:a sLI1lisma. Parecen
de lailamada a~na--n-iediata, porque quien cambia las balas de
ser posiciones insostenibles__.a. la.más .. ligera observación.
fogueo de una representación teatral_pgrJ~~l_§.~_c:le_pJprno, no rea-
lizafa acción de matar. 7 La renuncia a la vieja dicotomía -quepaI:e.cía dar en un calle- Teoría final
objetiva del
jón sin salida-=-fue,promovida por elJinali~l}l;~ quien.en~ayó su dominio
Teoría material La llamada tef?!}Cl material objetiva. procura establecer una 3
objetiva teoría Jinal objetiva' sobre la base def:c:Jominio del hecho:' y que del hecho
diferencia cuantitativa entre el aporte del autor y el del partícipe
puede c·onsiderarse seguida por la doctrina mayo!itaria, siendo
en_e_Lplanp_de causalidad (diferenciando causa¡;; deter:rninanJes
hasta hoy la má.s fructífera en cuanto ª· soluciones razonables.
Y c_Qél_c:lyuval}!~_s._e,11:tre .Q!ras). Sin embargo. el fracaso de todos los
Según ella, autor=-eSC}Uien domina el hecho, retiene e.n sus manos
ens~~- de distinción lim}tativa de la causalidad (ver§ 167) q:m-
el Curso causal, pi::iede deriqiJ:§_Obr~ et~tJ'..~.l cómo O -~;i~ breve-
dujo al archivo de estos intentos.
606 EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DELITO ' AuroRíA DIRECTA y MEDIATA 607

mente dicho-, quien puede decidir la_configuración central (JelgcQll: 10 Modernamente aparecen nuevas. tendencias de la tesis ex- Renacimiento
t~irniento. De varios concurTentes en un hecho, es autor quien tensiva o amplia de autor. Desde el funcionalismo (ver § 91.12). sistémico de la
teoría extensiva
actúa CCJIL.!-!!!RPlt'!nitud de poder tal que es comparal::>!t'!r.Qp-la del Jakobs renuncia a la categoría del dominio del hecho para distin-
auto~-individual.
--._,-,.~-
-,-,,,~.,.,
Con tod;,· coITesponde recordar el reco~t~d~ guir autoria_de participación. En tanto que para la vieja teoria del
orden objetivo derivado de la función conglobante de .!a,t~J2!.cidad _ autor amplio, todo causante era autor y la participación era una
mediante la posibilidad de que ..u11a obra seq.imputggg,.~aL@ente .• Jormg !Je ciutoria atenuada, para la teoría Jurn:¡ionalista del autor
-·····--·····-· .• - . . :"\
' ,,,

corJ1gyrgpia, a través de la hipótesis de la ds>mir,tg}Jilida1iJver §


' ' '

amplio, todo causante que viola roles és


Í1utor, y sólo en base a los
139). En efecto, autor y hecho son términos de un juicio analitico diversos niveles de deberes ~ comportamiento y de grados de
y no sintético, pues sin dominio del he.cho no hay autc¿¡ja_~ apc~mio se procura una distinción. con lo.C:.t:1?.Lse.r:egresa a la id.ea
pero toda vez que sin la .eosibjlidgd obje.tiva de dorrii[1(Q .ele{ l~c:11!!__.> de que la pariicipación es una allltoria privilegiada.')
es sobreabund3.:nt~ jJ:1tep..:9garse acerca de la e.>.istencia real y.ejec::c
11 La negación del dominio del hecho, la ig;:oran5ia del principjo El nuevo con-
tiva·d; d~minio, resulta que la dominabilidad. es el _pre§.UPlJ.?5-1.Q__
----- -·
,_,, ' ' •"' '
d~ lesividad (ver § 32) y la asunción_2<:_J)9siclorr~s_r-.ªdicalmente . cepto extensivo
objeti¡¿o del domin/o. quiere penar las
idealistas, lleva a la reconstrucción de~ yiejo concepto . extensivo tentativas de
Antecedentes La tesis del dominio del hecho tiene antecedentes muy claros 8 de autor, que los partidarios del injusto objetivo elaboraban, sol::n:e participación
argentinos en la doctrina no germana, debi!:ndo recordarse que en la Argen- la base de la. cciusación física, remendada luego con el idealisn:io
remotos
ti11g,,_ ~n.~113.iglq XIX,
Adán Quiroga enunciaba un criterio q~;-es neokantiar10. Pero los intentos contemporáneos en este sentido
exactamente el que hoy maneja la dogmática: los que ejecutan el incluso va°:E:1ª-S-ªllá de esJªy:i~ja !,esi_s, porque con ello adelantan
{eJ:i!CJJJ_<Jr s11 flecho y los que torriariy conduce.n a la víctima, los que la punición del pariícipe aJ momentoc:it'! .su propia acci9n y no al
hciri CQ,rrte(iclg 1Jjg,[1¿QciCL efl.la persong <:leJ.Q.S dueños.de casa; en fin, de1comieru;o de ejecución deÍ autor, lo cual no sólo es inadmisible
hasta los crtados que abren las puertas,.siempre .que.ese.acto haya_. en la ley vig;e'ñte en la Argentina y en ca,srtodo el mundo, sino que
sido indispensable para el delito, son autores del rapto; pero no también es insostenible de. lege Jerenda.' En efecto -al igual que
su¿;delcJ'mismo con los que vigJ!En la casa, los 'qile prestan los en la omisión y en la tentativa- aquellos intentos parecen tender a
in~trymen~g_~ q_u_g_pueden fácilmente suplirse, los que bormn los ceITar cualquier laguna de impunidad mediante el.expediente de,
rqstros del deLit.Q, etc, porque su participaciónes indirectqy__acces.o- normalizar lo excepcional, es decir, de invertir lo que siempre fue
ria. El concepto de domin.i.0-deLhecho.s~siJ~_nJ:a sobre l~)ln~J~ regla estructural del derecho penal; con ellocoñsíguerr·q"üe" las
d_e_iq,J:;ondw;t.a, que lo aproxima ~ o . del que debe distinguir- fórmulas que por excepción extienden la prohibición pasen a ~er
~t'!.,..íoda vez que con dolo. tarribién actúªn los partkip.es-que, por la regla, y las limitaciones sean sólo excepcionales. Las pretensio-
·~·" ' ,, ' ',,_ ,, 'e

d!1:inición, no tienen e(!!CJ_rninio del hecho) nes de normalización de las excepciones no sólo son contra leg1;m
sino que su recomendación de lege Jerenda es claramente am-
Dominio de la El dominio d~l hecho no puede ser concebido desde una ca- 9 pli;toria-de punibilidad y, por ~nde, de marcado tinte represivo.
acción, del hecho rªctetización amplia. del fenómeno, lo que obedece a que siempre
y de la voluntad
el dominio del hechOE;<'! presenta en forma concreta, que puede
ser la de d[Lrrtir1io.d§! la acs:ión, la de.dominio JuncionaLdeLhecho o
la de dominio de la vol1¿11tad. (a) El dominio de la acción es el que § 241. Autoría directa y mediata
tiene el autor que realiza el tipo de propia m¡no; (b) el dominio
funcional del hecho es la idea centritrae"Ia-éQ§:lltori~. cuando se
presenta en la forma de una división de la tarea en la etapa ejecu- 1 No cabe duda que hay dominio del hecho cuando un sµjeto Domina el hecho
tiv3.; y (c) el dominio de la volwy.tad es la idea decisiva de la autoría r~§.li,:a_pt'!r:sonalmente la totalidad de la conducta descripta en el quien realiza
personalmente
rh~cliata, y tiene lugar cuando se domina la voluntad de otro, sea tipo. No debe confundirse esta afirmación con lo sostenido por la la acción típica
por necesidad o por eITor. vie.i3!Je.oría formal objetiva (ver § 240.2). pues para esta bastaba
con que el sujeto realizase la parte externa, objetiva de la con-
608 EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DELITO AuroRiA DIRECTA y MEDIATA 609

ducta, ya que se enmarcaba en una teoría taml:üén....~twa-del--== 4 La autoria mediata no siempre presupone una autoria direc- Autoría mediata
ta por :!_]arte del interpuesto, porque en el caso del que actúa sin no presupone
tipo (ver § 122). En la teoria del dominio del hecho, el autor debe autoría directa
cumplimentar el tipo no sqlo objetiva, sino ~bié~-subjetivamente. dolo (el actor con. las balas de plomo).no puede ser auter dolos.o
~ - - · - - -..-·-,,-- -~---~ ·- •"'"•'"·~·=•< .•~,~--" --- <,;;.,'.::,,' __ , ' ,;

del delito (como_máxirno-podrá_~r culpos;Ji. La expresión ~ a


El autor Cuando el agente cumple~~SJJ.bjelivamenJeJ;;Qnl~ 2 mediata indica autoria mediante determiri.ación de otro, pero no
directo co~_gJJ_CtéLtípica_enforma directa, no hay duda acerca de que tiene un autor mediante otro autor. po1~que como acabamos de señalar-
en s~~cursn_deLdev:enir central del hes:_ho. También lo, con frecuencia el;interpuesto'no es autor.
puede suceder que se valga de alguier1_ que no realizaf()gslycta
como mero instrumento, o sea, como una masa mecár1ica (empu- 5 Suele decirse que hay autoria mediata también cuando el El determinador
del inculpable
ja_ª_otro pai:a.hacercaer a un tercero que_seJastim 9). En tal agente se vale de otro que actúa inculpablemente, es decir, de
S.!;Q!:!é:~-~- daJg 1;rüsmo_que.utilice-un cuer¡:i_g hµr_11_a,pQ_o.1.u1-,L1?,ie- otro que comete un inju~to inculpable, ~""sea:
que es(~g.~121:;!a}?le_".~1
dra, de modo que también 9erá autor directo~ se halla en error de prohibición o en una situación de necesidad
e~~te. Por nuestra parte, no creemos que este supuesto con-
El autor A esta forma de autoria, se contrapone la autoría mediata o 3 figure aut9.9§l. mediata en todos los casos, por entender que la
mediato indirecta, que aparece cuando el agente se vale de otro que actúa falta de reprochabilidad _de la acción del interpuesto no siempre
pero no comete injusto, sea porque actúa sin_tiplct.ct.ad. .oJJj~tüJJJ. sin proporcionaal determinad9r. el dominio del hecho. -- -- ..
do~tjflcacjgmeQte. (a) Quien se vale del agente de policía de-
nu:2stand<?~Cl!!<J_g1:1~ <::_9ne como. autoLdelbw::to..de.i:m p..or1~_lJ~, 6 En efecto, no requiere mayores demostraciones la afi1mación Los casos de
dominio
comete una privación ilegal de libertad valiéndose de un.funciom1- de que el determinador tiene el dominio del hecho cuando es au- del hecho
1io que actúa a típicamente porque cu'i:'nple con su déber, y que está tQr dir~ct_oporquese vale de quien no realiza_unaconducta. Tam-
coercionado jurídicamente a ello, porque si no lo hace sabe que su bién tiene el dominio del hecho el que se vale de otro que se halla
omisión estruia conminada con pena. (b) El que pru·a cometer un en e1Tor de tipo, porque el interpuesto no tiene la dirección de l::1
homicidio se vale del actor mediante el reemplazo de balas de fogueo a~11.Jli1cia.elxesultado-(elacto;r:_no Qi§pa_r~pé1ra. Inatarj_. Tam-
por otras de plomo, indiscutiblemente tiene.en_ sus manos el domi- bién tiene el dominio del hech_o quien se sirve del que cumple con
nio del hecho, pues el actor no,sabe lo que ha¿eJenor de tipo, un deber juridico, porgi:;e el det~rminado. es-t~~conminado.por el
ausencia de dolo). (c) El que ame~~ade~u-;;rt~ ;·otro colocándole o~1:~dj~o a~~~i!!2:.éli: }.a conducta y ¿ dete1min_élclor. c_r:e_a, la
una ametralladora en la sien para que. escriba una carta injuri?Dte ciJ:CJJ.I1stancia en .qU€---esa-conminación opera. Quien se vale del
ayn_ ter<::__ero, tiene el domini-2._delhecho respecto del delito de.tr1ju- que actúa justificadamente, también domina el hecho al colocar o
1ias, porque si bien quien escribe actúa con dolo, el que tiene la usár la sitµa~ión del otro, que el derecho ~para· con un permiso
~trallado:"~~Clll"!:.__ina el hecho ~ crearía situació.n _el.e Jle.cesidad y ce_.~e suponer que hará u~o detmi§_JJlQ_ªnte_~l qt,1:~)9.
p_ru·a __el Qtro, colocándolo en yr1a pg_sic:iór1 en lét_<;:.i¿_aLeLderech(). le amenaza.
permite l§...conducta@JJrronnatiya. En otras palabras: tiene el do-
7 Pero los casos en que lo único que hay es una mera ausen- Con el inculpable
minio del hed:t_o porque se está valiendo del permis.o_J~__gue tiepe sólo hay una
cia de reprochabilidad del injusto, no siempre dan al determinador
el o~3: raiz__c:le la situación en que él le ha colocado) probabilidad
el dorniri.-i;:i deCííechg, porque el determinador sólo cµe11.ta alli
con una p_rob.abilid(]_d°"de que el interpuesto cometa el injusto.
quien realiza personalmente la conducta tipica
Autor directo aunque utilice como instrumento fisico a otro que Quien le · dice al inimputable con delirio persecutorio que su
no realiza conducta. vecino es el autor de todos sus males, no tiene el dominio del
hecho, porque no puede controlar preponderantemente el curso
- actúa sin tipicidad objetiva
quien se d_e los acontecimientos, ya que no sabe ni tiene motivos para
Autor mediato vale de un - actúa sin dolo creer más que en una probabilidad, pues la decisión al hecho la
tercero que ( conserva el inimputable.
- actúa justificadamente
610 EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DEUTO AuroRiA DIRECTA y MEDIATA 611

Son dos Puede argumentarse que tarr1p~~né!_~Ldominio del hecho 8 los casos en que el interpuesto es inculpable serán supuestos de
situaciones quien se vale .Qs!LqD.e-Curnple.cQ~e~_r.(ª.tlgicidª~etiva) o instigación y no de autoría y, por ende, la tentativa comenzará
diferentes
deqüien actúa en esta_gg•.de 11ecesidadjustificante Qustiflcación), sólo cuando_ _el. il]Je1·puesto comienza la ejecución del hecho, a
pero en estos casos hay un fundamento jurídico serio para presu- diferencia de los verdaderos casos de autoría mediata, en que el
mir que el interpuesto actuará en cumplimiento del deber o en comienzo ctéTa determinación es el comienzo mismo de la ejeEu-
uso del permiso. Esto no sucede en los casos donde el derecho lo zéión. del delitó.
único que prevé es que ~~d~.reprocharleJa conduQª-~CLuien El dominio
12 Roxin elaboró la tesis de que existe otra forma de autoria donde
actúa en su contra, salvo gue ha_yª·ele.111entos de.J!~ch.Q_que lle~;ri del hecho por
a presumir en el caso que el interpuesto actuará conforme a los el dominio del hecho se da PC?J:..ÍLf.f!gQ...df: un apqr:ato organizado de aparato organi-
PE.cJ.er, sosteniéndose que los conceptos usuales no son aplicables zado de poder
designios del determinador.
cuando se trata de crímenes de estado, de gg~r:ra y organización,
Se las distingue Esto resulta más claro cuando lo analizamos a la luz de la 9 en que el determinador y el determinado cometen el mismo delito,
mejor desde
la perspectiva
tipicida~_en el caso de la tentativa: hay comienzo de ejecución siendo decisivo el carácter fungible del último, que puede ser cam-
de la tentativa (art.t2 CP) y, por ende, acto ,~,Le~utivo o d_e .te.riiativa, cuando el bi:3.do ªyo.luntad como si se tratara de un artefacto mecánico. La
determinadQccon
--·----,---- dominio del hecho inicia la detenn.inación- ,
del regla q..1:1.e. establece que un sujeto que se encuentra más alejado
i~<':IIJ.U<:~~o. aunque no logre determinarlo, puesto que alli co- de fa victima y de la conducta homicida. tiene menor dominio del
mienza la configuración del hecho, en tanto no puede decirse lo hecho, en los casos de aparato organizado de poder sufre una
mismo en e.l <::a,so en que el interpuesto sólo sea inculpable. Si el fnvérsión,pues cuanto más alejado el ejecutor está de las vícti-
ag_ent~.pplicjªl se percata de la falsedad de la de11t1nc.tª, si el actor m~¿s.<::_erca.se e11cuentra delos órganos ejecutivos d.e pocier,
re~e.lª.s.bala.s de plomo y 110 dispar:a..o..sU~Lf.<2_~cionado se
niega a escribir la cartª, habrá tentativa de privación Uegal, de
loq;;~ l~ propo;"Cio~a may.QI dorginiq d~l h~. Se trata de situa-
ciones de excepción, donde el estado ~~r:ror conflgunt Joda Ja
lil?ertad, de homicidio o de injurias. Pero no hay tentativa de ho- organización del.poder p11riitiv9 nacional. Esta tesis se discutió en
micidio si el delirante, en lugar de agredir al veci11Q,kLabraza y}o nuestroi)aís-c~n motivo del juzgamiento de las Juntas de la dicta-
Q..~s.a. dura de 1976-1983 y no fue acogida por la Corte Suprema.
La determinación La determinación del inculpable por lo general es instiga- 10 Problemas
del inculpable 13 Si bien no habria dificultad para compatibilizar esta tesis con
ciórLp~ no auto[ia. y esto se confirma cuªpdo se tipificala. de esta tesis
configura en el texto le~.rnfntino, puesto-quenocabe duda que elcomitepte
general una instigación al suicidio y se lo•:1ace precisamente como insti.ga-
es ~lTiliIIB.dor y su posición es bastante distinta. la diferen-
instigación cJón, porque si la determinación del inculpable fuese autoría, la
ci~-~~tribaria en qt1e si se lo considera auto.r mediato, habrá ten-
gr:<:tn mayprí§J:cieJos casos de instigación al suicidio seríanhorgi-
cidios.
ª
tat~de~c!~-.9.1::~--c_o.mienza dªr:Ia orden, en tanto si se lo consi-
dera instigador, recién será punible cuando el. ejecutor final co-
El dominio del Por lo anterior, la existencia del dominio del hecho en caso 11 mience su conducta. En rigor, no se observan las ventajas de esta
~-""""'""""'~,
hecho en el de inculpabilidad del interpuesto no puede presumirse, sino que complicada construcción, entre otras cosas porque es una cues-
inculpable debe
probarse deberá probarse en cada caso, cuando haya especiales razones tión de hecho determinar si se mantuvo o no el dominio del he-
para presumir que el interpuesto operará conforme a los des_em;· cho, en cuyo caso no cabria descartar la coautoria o la participa-
del determinador: así, cuando el determinadQr del delirante es ciórtnecesaria. La fungibilidad de los ejecutores no indica nunca
su médico. tratante, que conoce los detalles de su patología des- su aporte no sea necesario, incluso sin apetar a esta tesis.
de mucho tiempo; o cuando el mal amenazado en el estado de Además, es menester evitar el riesgo de devaluar la intervención
necesidad exculpante sea de muy grave entidad (pérdida de la de los ejecutores y facilitar ciertas soluciones políticas poco de-
vida, de la vista, de la vida de la familia, etc.). La generalidad de seables.
612 EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DELITO AuroRiA DOWSA y CULPOSA 613

§ 242. La coautoría necesario para la realización del hecho conforme al plan concreto,
río habrá coª_uJoría,,J,~ino complicidad necesaria }ter § 245). Se
trata de una limitación legal al principiÓ.deldominio del hecho.
Autoría Pueden concurrir varios autores en un delito. Si cada uno de 1
concomitante ellos realiza la totalidad de la conducta típica, habrá una autoría 5 Desde el punto de vista legal, el art. 45 CP comienza diciendo Los coautores
y coautoría en el CP
concomitante, pues cada uno tendrá el dominio del hecho. Pero que los que tomasen parte en la ejecución del hecho . .. tendrán la
funcional
también pueden desarrollarse los hechos de otra manera, donde pena establecida para el delito. Ajortiori, los que ejecutan el hecho
haya una división de las tareas, 19 cual puede provocar confusio- tienen la pena del delito. ¿Y quiénes sonJ.os qg<:Soman parte en la
nes entre coautoria y participació:ri:'\Así, si alguien se apodera del ejecución? No ¡:iueden ser otros que losJ~áuí;;~Por end~. la
dinero en m:1.. banco mientrªs otro mantiene a todo eLIJ.t:.r~o,nal flgura del ejecutor del art. 45 abarca t§llltO a q1:1:i~ll:. ejecuta como a
co3tra la P.3.Led con un arma, no_ es que uno esté cometie.udo un quien toma parte en la.ejecución, es decir, al autor y al coautor~
,~llrto\(art. 162) y el otro .coacciones (art. 149 bis 2° párrafo), sino que
-------
6 La figura del determinador, que erróneamente quiere limitar- Ubicación legal
ambos COITleten un delito de robo a mano armada (art. 166 inc. 2º). del autor mediato
se al instigador, encierraverdacleros ca~os_.ci_E!~.:tJtOr!a junto a su-
y del interpuesto
El dominio Estos casos de re¡:iarto de tareas se resuelven ¡:ior el llamado 2 ¡:iuest():3 c:le instigación: el que determina a otro puede ser autor que no realiza
funciónal del

-¿ .
dominio funcional del hecho, que tiene lugar cuando el aporte que rne~cJ.tQ.,_.P<:[OJ;ambién dete!"!Ilinª-ª· Qtro quien se vaje .<teLqlle:: no conducta
hecho
cada. uno .r.eaJj_za al hecho es de tal naturaleza que, conforme al - realiza conducta (involuntable o sometido a fuerza física irresisti-
pl9-n concreto,sin ese aporte el hecho no podría haberse llevado a. ble), que es la manera más tajante y radical de determinax. Las
--f••••·.ec ·•• ••·••. ···-
C<l12.ü_ según dicho plan. En este caso tenemos un su¡:iuesto de flguraS del autgr ITlediato y.d<=Lqt1e::_i::;~y§le c:le. quien no.reª1iz.a
coautoría y no de participación. Como debe tenerse en cuenta el coric:!1:_cta se:: encuentran. pues, en la última parte del ari. 45 CP:
¡:ilan concreto}iel hecho, ésta es una cuestión que debe decidirse los que hubiesen determinado directamente a otro acometerlo:
en cada caso conforme a las características de éste. Así, no puede
decirse apriorfE.i.elJlamado campana es coauton(autor) o pélrtíci-.
¡:>~~ sino-fr~te al plan concreto del hecho: si el campana ~ólo
fa;<::ilita.la consumación, de modo que ésta pueda Js:igrnrn~-!Ilás- § 243. Autoría dolosa y culposa
rápidamente, será un participe, pero cuando sin el campana el
hecho no podria haberse cometido, será un coautor.

Supuestos El chofer del automóvil será coautor cuando se trate de un 3 1 En tanto que la autoria dolosa se collf!gura sobre la base del La autoría
culposa se basa
robo en que se o¡:iera ¡:ior sor¡:iresa y es menester desaparecer ante§. dominio del hecho, el fundamento de la autoría~1;1Iposa es com-
en la causación
de qu_<: m1ecla darse la alarma, o cuando se hurta algo que no es pletamente distinto, puesto que se basa sólo en la causación. Í\u-
¡:iosible transportar a mano, o bien cuando el transporte de otra tor culposo es el que causa un resulta<:lo· determinado por una
m~er'.1 hllbiese llamado la atención y alertado sobre .el robo. El acción violatoria de un deber de cuidado (ver§ 155). no pudiéndo-
chofer del transporte de ganado hurtado es coautor si, d.t~Aabér~elo s~~r:-ªq.t:Ií de .9gminio del_ hecho, que es un concepto pro¡:iio
arriado: hubiese ¡:iermitido seguir de inmediato la huella y det<:I1er del dolo de autor.
a los autores. En lugar, el chofer será un mero ¡:iartícipe si sólo La teoría
2 El concepto subjetivo de autor (ver§ 240.4) no hacía más que
acude' por comodidad del autor, si se limita afacilitrirle !~empresa subjetiva
eq):1i¡:>arar la autoría dolosa y la culposa, o mejor, extendía el cam- no distingue
delictiva que bien ¡:iodría desarrollarse sin su cooperación.
po de_Ia autoría culposa a la dolosa, siendo la única diferencia un
Limitación legal Naturalmente que en la coautoría, cada uno de los coautores 4 ~imus':;en la última. Conforme a nuestro punto de vista la dife-
~"'"<""'·-·=''"~~;;,"'"-
al principio del de,Qf reunjdos requisitos típicos exigidos para ser autor. Cuando renda es com¡:ileta, puesto que la autoría dol<:>_S.3::3-~ basa en el
dominio del hecho
éstos falten, mucho que medie división del trabajo y un aporte dominio del hecho y la culposa en la causación del resultado.
614 EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DEUTO TIPO DE AUI'ORÍA DE DETERMINACIÓN 615

Participación Esta diferencia tiene claras consecuencias en el campo de la 3 el autoaboriCJ,. En todos estos casos, es inad-
sólo en delitos
dolosos
participación, que queda limitada únicamente a los delitos do[Q§OS. misible tanto la autoría mediata como la autoría directa cuando el
Sólo se puede participar en la autoría dolosa, porque en la culposa, agente se vale de quien no realiza conducta:
todo el t~·-1e pone una causa para un resultado es autor. No es posi-
b~e JEzJJicipación <:ulposa e13:.ci,elifgdolQ;;QJ1.iJCJ. particip(J.CÍQTL.dolo.~
2 No deben confundirse los supuestos anteriores con los delicta No son autores
los no calificados
en delito culposo. La única participación posible es la dolosa ,en prqpríQ.QAc<:!l(tos.pr.op(os, en los que el autor debe presentar cier-
""'-- '"'" "'~-4-;::r/%
en delitos propios
del.Itoaóloso. Unos ejemplos servirán para aclarar estos concepto$, tos~,~L8:~t~J~S ~ll~~stárLexigidos en el tipo objetivo, por oposición
a los (delicta comunicÍ;, en que el autor puede ser cuaÍquier~. Así,
,, ±,::::------~,-
Participación No hay participación culposa en delito do.loso. Cuando alguien 4
culposa en no puede cometer cohecho pasivo el que no es.funcionario, ni
delito doloso
prestª un arma.a.su vecino, quien le argumenta que deheregr:e- charlatanismo quien no es médico, tampoco J>,::<;V.:i.~:a\'o)Iuien no
sar 1ª1:c:!e y tem~lln asalto, no comete ninguna complicid;:3,l:fsulpo~ es juez ni abogado, ni panicidio el que no e§._Q_ar:Le11te, ni conceder
si el vecino usa el arma para convertirse en'uxorícida;)sin perjuicio
fac1:1ltadesextraorg},I1~as al PoderEjecutivo los que no sean miem-
de que pueda haber de su parte una autoria culposa, si se diesen
bros .ctel C_ongreso, etcétera. En estos delitos no cabe la autoría
los requisitos típicos de ésta (el sujeto sllpiese de un conflicto
mediata por palie de quienes no tienen esos caracteres.
gr;;;ect~i':;ecfoocon la esposa, lesion~s 1~ noche anterior, et~.).
No hay participación dolosa en delito culposo. Si un sujeto le 5 3 Cabe pensar que en todos estos casos, los determinadores Tampoco son
Participación participes
dolosa en indica a un miope que sólo ve un bulto que dispare sobre éste serian P8:!1íf.iQe.~LYEº autores, pero la participación -como vere-
delito culposo mos más adelante (ver§ 247)- tiene carácter accesorio .de un in-
porque se trata de un jabalí, es absurdo pretender que media una
instigación dolosa al delito de homicidio culposo, porque se trata j~j,:en muchos casos, éste no exi.ste1 de modo que tratándose
de una autoría mediata del delito de homicidio doloso. .
'
de .~ciones que claramente el CP sanciona, quedarían sin expli-
c~oi,.faautoría (no.Preserltan los caracteres delautor).ni
Participación No hay participación culposa en delito culposo. Cuando quien 6 por la participación (no son accesorias de un injusto principal).
culposa en va junto al chofer y le convence de que viole una norma de tránsi e
delito culposo
to y con ello produce lesiones a una persona, al convencerle ha 4 Pensamos en el caso de una mujer que se valga de alguien Exclusión de
la autoría y de
puesto una causa y, por tanto, resulta autor culposo y no partíci- que- ·no - -realiza conducta (unlgpnotizadot para rometer
, - - .... -··-·
,· ,, ~,
una.Já,ola-
-'""'-~ la instigación
pe. Cuando un sujeto quiere jugar a otro una broma y le convence ci~l!..1:Q.de pm12tam;:3,Uo). Como el hipnotizado e s ~ ~ ! ? ~
de que no hay profundidad en las aguas en que nada, sabiendo no hay injusto en que la mujer pueda pariicipar; como la mujer
que el otro no sabe nadar, y un tercero desde la costa dice lo no ~Y~:C:~()!1.ª.lrnentela acción tarr1poco p()clrfa.. ~t:!rªllt()ra. En
mismo y decide al sujeto a an-ojarse al agua, el que está en la los casos en que falta .la autoría mediata porque el determinador
costa es tan autor como el que está en el agua, porque ambos han no presenta los caracteres típicosJdeUtos propios) tampoco puede
sido causantes del resultado. Todas éstas son consecuencias de invocarseTa-insi:igación: ctado.. que e1 que actúa ~; ~~~~ de tipo no
la diferencia de que el autor doloso es quien tiene el dominio del ~o:;et,e un\J~j;sto:'como tampoco el funcionario que cumple con
hecho y el culposo es el causante del resultado. su deber ni ef que actúa justificadamente en el supuesto de coac-
<:;iQI,l, Tampoco puede ser autor, por tratarse de un delito pr:opio1
el que sin serlo se vale de un funcionario paré3. cometer un cohe-
0

cho, cuando el funcionario actúa en;error de tip hlporque cree que


§ 244. Tipo de autoría de determinación
lo que se le entrega no t!.eQe . \l'ajOL ~oñómico (supone que sy-/le
regala una lámina de valor ínfimo y se trata de un cuadro de
En delitos de Se llaman defjt<J§._d~JJ_r912ia manolos que .el tipo e."1(ige que sólo 1 firma), p~ro tampoco puede ser considerado,instigaqor, porque el
propia mano el funcionario actúa atipicamente y, por ende, falta el injusto ,del
determinador pyedan ser cometidos por el autor realizando personalmente la
no es autor acción típica. Se consideran delitos de propia mano: la violación, que Ii'.qnstigacióh debe ser accesoria.
616 EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DELITO EL CÓMPLICE PRIMARIO 617

Estos huecos que se producen entre la aut<xia y la participa- § 245. El cómplice primario
ción obedecen a que t~2to los delitos de. propia mang_~omo los
~os, son limitaciones de carácter legal al P_~ncipio_.del domi-
nio del hecho C()§<:> .caracterización de la autona) 1 Hemos dicho que la coautoría funcional se distingue de la La fórmula
participación porque hay una división del trabajo que implica µn, legal
El CP los pena Los casos que hemos planteado no son atipif9s ni irnp11n~~~~n 5 apor~ce)iª-DO para la realización del hecho (dominio funcional
aunque no el CP argentino. El art. 45 CP dispone claramente: En la misma
sean autoría ni delhecho) conforme al plan concreto de éste. Sin embar·go, el art.
pena incurrirán los q¡__¡g .hubiesen determinado directamente a etrog,
participación 45'establece que los que prestasen al autor o autores un auxilio o
c;~terlo. f;-tc:;d~s los casos mencionados, sin duda que hay de-
cooperación sin los cuales no habría podido cometerse, tendrán la
temiir1ación directa. Esta existe en los casos de autoría directa por pena establecida para el delito. Esta fórmula fue entendida en al-
~edio de quien no realiza conducta, como en los de autoría me- gún momento como excluyendo de nuestra ley el criterio de la
diata y enlas:cte instigªcJgn.., pero también en los de quienes deter- división funcional del trabajo criminal como distintivo de la autoría.
minan sin ser auton::s.ni in§tjg.agq¡:.ej'\. Es incyestionable que estos
,->;;,,,.__.,,,,_;, , ,,, -.-=,,',-- , ,,,, , , r='-"·~ \ No obstante, cre<"!mo,s que precisamente esta disposición nos con-
supuestos caben dentro de la fórmula d(;J_c.P. ¿Cómo se explica vence de lo contrarid.
--·"<",,''.:"'' '
esto? Parece claro que el CP en esa fórmula también crea u~d~.
autor de determinación. Los determínadores que no son autores ni 2 El CP se refiere a los que prestaren al autor o autores un auxi- Prevé los casos
lio o coop(:!_r.ación sin los cuales no habría pedid9 9prneterse, es. de- de limitación
cól!lPHº--e~ son penados como p.utoreJ, pero no del <j.eli,t,q, sino de la legal al principio
'<{;terminación de otr:o a la preducción de uriresultado típico. cir que si ese auxilio o cooperación debe prestarse al autor o auto- del dominio
res, esto significa que quienes.lo prestan no son los autores;i¿Quié- del hecho
Tipo de autoría No se trata de una interpretación extensiva de la ley pen?l.Qi 6 nes son los que prestan un auxilio indispensable a los autores sin
de determinación mucho..-····.
menos. La ley claramente abarca estos supuestos, dado
de otro al delito .. .. <-·-···'\ serlo? Pues sólo quienes pese a hacer un aporte indispensable, no
que no se refiere en e.l ~.~5 :i=l instigagores y a11tgr~~.m.e,c:Ile,tos, pueden ser autores por Jrntarse ~~e,li1:0;?PJOP!~s o de delitos de
sino a.quien d€,t(:!_rminaJ Porende, siempre que hay determinación propiamar10. El que ejerce fuerza inmovilizando a una mujer rrilen-
debe imponerse la pena del delito y la única explicación que esto tras otro lª_viola, no es coªt1tpr et~ laviQlªción, porque se trata de
tiene es que la propia l~y cp11struye un tipo de autoda.de dEder:mJ- u~dclit-; de propiª-J:nano,pes~aque hace un aporte indispensa-
nación. Se trata de un tipo especial, que está en la parie general,
bl; según el plan concreto <:le! hecho~Tampoco es autor de par'Ii-
p;r-;-·que bien podría estar en la especial del CP, pues nada tiene 0

cidio qi:iierÍ p~está~nauxilio indispensable.al pariente, porque se


que ver con la ig.§.tigación ni con la autori§l propiamente dichas. trata de un delito propio que sólo puede cometerlo el pariente.
Por ello, el concepto de determinador no se agota en la in.13.ti_~~ción Tanto el que ejerce fuerzasobre la mujer corno el que prestct ~uxi-
y .en la autor.fa ·mecliafu.~sino que incluY,e una tercera varjabl~. lio indispensable al pariente no pueden-ser.autpr~sJ por limitacio-
que es fa del tipo de autor de determinación, lo que implica una nes legales al principio del dominio del hecho como configurador
prohibicJón legal de ser autor de la determinación ~i~~a de otro de la autoría, pero sin duda que son cómplices que, por tener el
a la materialización de una mutación típica del mundo. do.minio del.hecho, Jª ley sanciona con, la misII1a perni. q1J.eal au~
Síntesis sobre Estamos ahora en condiciones de ver un poco más claramen- 7 tor del delito. Aparte de estos dos casos (del'tos p;opios y delitos
----,-,,~-----~---",,=.~""'''
~ - - ~,---,,,o,«',C,,"-', ,, ' - - ._....~,.1 h µ "' ,, ' µ ~

los supuestos te.la figura del detenninador del art. 45 que encien-a los casos de: deQropLa rr@:iQ) hay un tercer caso de lir:litación legal al principio
de la figura del
determinador (~)\ autoría directa de quien se vale de otro que no realiza conduc- del dom~r:i:~9..Q~Lh~clllL.c_o_mo_coilfigurador de la auto_ná:. Se trata
ta; (b) los de autoría mediata (de quien se vale de otro que no del caso de quien presta un auxilio o cooperación necesario en un
realiza injusto); (c) los de instigación (que no es autoria sino par- • acto preparatorio, -~te:rior al comier12:o de ejecución o tentativa
ticipación); y (d) los de quienes determinan sin ser autores ni (ver§ 258), supuesto en que, pese a tener también el dominio del
instigadores, a los que pena como autores de la determinación de hecho, no puede ser consideradc:("f;'.;tcir, porque el ageQte no toma
otro a provocar una mutación típica del mundo. part.e en la ejecución, tal como lo ;~qú'ü'~te el art. 45 CP)Dentro de
REsUMEN PROVISORIO DE 1A CONCURRENCIA DE PERSONAS EN EL DELITO 619
618 EL CONCURSO DE PERSO;',;AS EN EL DELITO

este ámbito cabe incluir aJ llamado que facilita toda la 5. No hay coautoria funcional cuando el que hace el aporte
infom1ación necesario no presenta las características típicas del autor en los
. . . ... necesaria para un plan de También
'\
se trata de
una complicidad necesaria y no de una coautoría.l delitos propios: no es funcionario, no es pariente, etc. En este
caso es cómpli~e primario o necesario.
Sintetizando todo el planteamiento. vemos ahora que.
6. No hay coautoria funcional en los delitos de propia mano:
(a) Los ejecwores son autores el que tiene a la mujer par·a que el otro la viole no es coautor. Se
trata de un cómplice primario o necesario.
Autores - Directos (se \'alen de quien no
realiza conducta) 7. No hay coautoria funcional cuando el aporte necesario se
Mediatos (se valen de quien no
(b) Los detem1inadores realiza injusto) hace en la etapa prepar·atoría sin que el agente participe en la
pueden ser De determinación (incluye los dos ejecución del hecho. Se tata de un cómplice prin1ario o necesario.
supuestos anteriores p~ro refe1i·
dos a delitos ele 8. El determinador puede ser autor directo cuando se vale de
lo~ denominados "'"""'·"~·":,J,'.;."'~;·'
alguien que no realiza conducta: el que empuja a otro contra una
2. Partícipes (Instigadores) vidriera.
- Primarios (realizan un aporte indispen· 9. El deterrninador puede ser un autor mediato, cuando se
sable al hecho. según el plan concreto)
(e) Los aLL,iliadores \\~
vale de alguien que actúa en erTor de i.ipo: el que le cambia al
o cooperadores actor las balas de fogueo por balas de .iJlomo.
son cómplices { - Secundarios (realizan un aporte no
?ieffsario) 10. El determinador puede ser autor mediato cuando se vale de
aiguien que cumple un deber jurídico: el policía que detiene a un
sospechoso falsamente denunciado por una pretendida victima.
§ 246. Resumen provisorio de la concurrencia de personas en el delito
11. El deterrninador puede ser autor mediato cuando se vale
de alguien que actúa justificadamente: el que coacciona a otro
con un revólver para que escriba una carta injuriosa.
Supuestos 1. El ejecutor (autor directo) actúa como autor individual cuar1- 1
do ejecuta personalmente la acción tipica: el que hace cinco dis- 12. El determinador no puede ser autor mediato cuando no
paros contra otro para matarlo y lo mata. presente los caracteres típicos del autor en los delitos propios: el
que amenaza de muerte a un funcionario público para que come-
2. El autor directo. actuando como autor individual. debe pre-
ta un cohecho, no puede ser autor mediato de cohecho, pues no
sentar los caracteres requeridos en el tipo objetivo en los llama- es funcionario público. En este caso es autor de la determinación
dos delitos propios: quien no es pariente no puede ser autor de del otro a la realización del resultado típico.
parricidio.
13. El deterrninador no puede ser autor mediato en los deli-
3. La autoría directa puede darse en la forma de autoría con- tos de propia mano: no es autor mediato de violación el que hace
comitante, cuando varios realizan la acción tipica: dos o más per- incurrir en enor a otro para que tenga acceso carnal con una
sonas ejercen violencia sobre la victima y la despojan. mujer. haciéndole creer que ésta prestó su acuerdo cuar1do en
4. La autoría directa puede asumir la forma de coautoría por realidad está nar·cotizada. En este caso también es autor de deter-
reparto funcional de las tareas. cuando entre los concunentes se minación.
reparten el trabajo criminal. haciendo cada uno un aporte sin el 14. El determinador no es autor mediato -por regla general es
cual el plan concreto del hecho no podria realizarse: uno apunta a instigador, salvo que se pruebe que tiene dominio del hecho- cuar1-
la victima para intimidarla, mientras el otro la despoja. do se vale sólo de alguien que está amparado por una causa de
CONCEPTO Y NA:TURALEZA DE IA PARTICIPACIÓN 621
620 EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DELITO

inculpabilidad: el que convence a otro de que tiene derecho a vio- movimientos de quien no ¡~a,liza CSJ!l~uc::ta, quien lo hace en la
lentar la puerta de una casa y ocuparla, cuando carece de este conducta atípica ajena o.en la acción.illelJ.E-j..1:1.~!if~da, no puede
derecho. ser participe (sin perjuicio de que en algunos casos pueda ser
autor, conforme a los principios qt¿_~se_l:1ª1Lt;1}l,1I1.Ciado resp1;cJo
15. El determinador no puede ser autor directo cuando deter- dela autoría.). -.
mina a otro que no realiza conducta y se trata de delito de propia
mano: no es autor directo el que hipnotiza a otro para que en tal 3 Hay opiniones que sostienen que la pariicipación no es acce- La tesis del tipo
independiente
estado viole a una mujer. En tal caso es autor de la determinación soria, afirmando que se trat"tde delitos independientes, es decir, de participación
de otro a la realización del resultado típico. de una au/oría de participación, que opera con un desvalor propio,
en forma independiente del desvalor de la conducta en que se
16. El determinador no es autor directo cuando determina a
participa. Esta teoria es contraria a n~~str_~ ley po_s2.1!~\
otro que no realiza conducta y se trata de un delito propio, del que
no presenta los caracteres típicos: el que hipnotiza a un funciona- 4 Si la.participación consistiese en tipos independientes de com- Es la pretensión
rio para que en tal estado acepte una dádiva. Es autor de determi- de penar la
plicidad e instigación, se admitiria la tipiQJEctcLdela tenj:ativa de tentativa de
nación. iristigci.cion. es decir que sería punible la mera proposición a co- participación
meter und~lit() (tentativa de instigación) o que alguien prestase a
otro un cuchillo filoso para que mate a su mujer (tentativa de
C?_E:!llii.f!!:lª9.J. aunque el prestatari?J~-~se sólo para cortar un
§ 247. Concepto y naturaleza de la participación :QOllo. De la última parte del ari. ~4 7 _cp surge que la pena del
==::e:-, ?i0;:•0P"'''

c{n11plice, en caso de que el autor haya intentad.o el delito si.n


consumarlo, se determina confon::e a,Jgs prjJ;J.CiI2!Q§_q~ lR.tentati-
Participación es La participación es el. aporte dqto§.Q.a un.mjusto dolosq gjg;o, 1
un concepto váf de la paii:icipación, lo que indica claramente que la participa-
hecho en la forma de i~tiga¿ión o de complicidad. Expres~do en
referenciado ciª_11 . es ~c~esoria del hecho principal, es decir, que si el hecho
siempre con otro forma negativa, puede· decirse que el partJEJpe.es quien eSjJJ.carga-
penal se intenta, el partícipe será.p.e11éJ.qQ QQJlÍQD!l.e.~l§l.t;§.Calª_cl.el
do_ppda_pena 'SITT ser a.Utm:. La propia expresión participación nos
delito en grnc:Ig_de tentªtiva y con la propia de la participación
e;tá indicando q°iie-nos hallamos ante un concepto referenciado, ""N--'-"""- 'd - ,, ' ''"' ~wd-,,,--,_s;;,>'_ _/,h~0'',=w~,,,,/.,,,,,µ,

(puede ser la pena igual a la del autor o una pena reducida en


es _decir, ante un concepto que necesita de otro, porque P9:-rticjp.!3-
caso de complicidad secundaria). Si el autor se queda en la etapa
cíón, en sí. misma, no expresa nada sin una referencia al :ertQu,éJ,e
p~ipa. Inevitablemente, indica una relación, porque "sie~p;e_, pr<':paratmia, o sea, si no intenta elJ1~cJ::io, lat1;11tªtiy_c1 c:i~ corI1pli-
que se participa se lo hace en algo: un baile, una obra de teatro, cidad será atipicay, por ende, no habrá manera de penarla.
un libro, una fiesta o un delito. Este carácter referencial o relativo 5 Con lo expuesto queda afirrnac!o el c 9.rácter accesorio de la Tesis acerca de
(relacionado con algo, necesitado de_¡:t].go) es lo que confiere a la la accesoriedad
participación, pero dentro de esta posición existen diferentes co-
participación su :Q(Ji:IJ...I.aleza accesoria. ",
z " ~~""''·~·-,-,,,
rrfér1ies,0 que hace muchos años fueron dasificadas de la siguieri-
Naturaleza Cuando comenzarnos diciendo que la participación es el aporte 2 t;;;·forma: (a) la participación es accesoria de upaconducta tjpic:¡t
accesoria de la doloso que se hace al injusto doloso de otro, hemos asentad9 nues- (teoría de la m;__c;e.§.Qríedadmíníma); (b) es accesoria de una. acción
participación
tra posición y respuesta respecto de la na!_11i:al~ª aJ:{::~§Qii..§1; de la típica
- y antij~dica""-''','
'
(un injust6Í (teoría de la accesoríedad limita-
,,,

participación y también de la naturalezª· ele_ a_quello de lo cual la <;ta); y (c) es accesoria de una conquQta típi.<:<;1-.:,-~J:jjurídjca ycul-
pa~_é;!:~!<Sri es accesoria: afirrnamoE>_ gt1_e la participación_dcl?e pable (un delito) (teoría de la aec;esoríedad extrenuif", La elección
ser siempre accesoria d~:tininjusto doloso ajen<?. No puede haber d~ una u otra de estas teorias depende en gran medida de la
participación criminal (instigación o éoniplicidad) en la conducta sistemática del delito que se adopte y del fundamento que quiera
de otro, si ést3:..no es típica y antijuiidica. Quien coopera en los darse a la punición de la participación.
622 EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DELITO ESTRUCTURA DE LA PARTICIPACIÓN 623

La Tanto la accesoriedad extrema como la mini.rrla parecen vincu- 6 denominación que genera confusiones. Tiene lugar cuando el pro-
accesoriedad pio t.i.pó penaírequiere una coautoría, de modo que no se trata de
extrema larse a la sistemática Qbjetivo/subjetivo del delito;: Dentro de ésta
algunos autores trataban de fundar la participación en el hecho casos de participación, sino de coautoria o de autoría plural nece-
d-~~~so, y como ubicaban al dolo en la culpabilidad, n~,p;dl:an saria (el robo en banda, por ejemplo). Hay otros supuestos en que
menos que hacerla participar en la culpabilidad ajena. Es una el tipo requiere comportamientos de la propia victima, como la
tesis que no acepta nuestra ley positiva, pues eLart. 48 CP esta- estafa o la usura, sin cuyas acciones el delito quedaria en grado
blece que las relaciones, circunstancias y calidades personales cuyo de tentativa. En otros casos el tipo demanda la concurTencia de
terceras personas que deben realizar conductas atípicas, pero sin
o
efecto sea excluú· o disminuú· la penalidad, no tendrán influencia
sino respecto del autor o cómplice a quienes correspondarJ. - las cuales el hecl10 no configurari8: el tipo perial correspo11cliente,
como ~s la intervención de los padrinos en el duelo (art. 97 CP).
La Frente a esta dificultad no quedaba otra alternativa que fundar- 7 Todos estos casos no tienen nada que ver con el concepto de par-
accesoriedad
mínima
la en lo objetivo, por lo que se caía en la accesoriedad mínima: la ticipación en sentido estricto. --
Q.,;;micipaeión era accesoria de una conducta· ~é~ente típica, por-
2 Otro de los problemas no siempre bien resuelto es el deslinde Encubrimiento
que la tipicidad era entendida como la causación típica de un resul-
tado, según la concepción meramente ob,letiva del tipo. La con~e- entre p_articiI)ació[l y encubrimiento. En los antiguos códigos pe-
cuencia de esta tesis objetivista es la teoria extensiva de la autoria nales el encubrimiento estaba legislado en la parte general, junto
(ver§ 240), porque la J?~!icipación en el curso causal no permite a la participación criminal. En razón de que éste tiene lugar cuan-
distil}guirentreésta y la autoría, por lo que debieron acudir al ~le- d·o ya se .ha consumado el delito, no puede considerarse una par-
me~!_~9e ágimo (anÚTUlS auctoris) para establececesta giferencia. ticipación en el delito, sino una cooperación poste_rior al autor, lo
que hizo que la doctrina primero y la legislación después le reco-
La En general, estas dificultades desaparecen con el concepto com- s
accesoriedad nocieran el carácter de un tipo independiente, como delito contra
limitada piejo del tipo, hoy doctrinariamente dominante, y que permite soste- la administración pública en la forma de administración de justi-
yelCP ner la tesis de la accesoriedad limitada, o sea, que la participación cia.,,
es el aporte doloso al injusto doloso ajeno. El art. 4 7 CP obliga a
acoger esta tesis: si el acusado de __C<Jf7!JJUcidadno .quiso c:_QQJ2?[(1r 3 No siempre es sencillo establecer cuándo termina la ejecu- Consumación y
ción y, por ende, ya no es posible la participación, pudiendo darse agotamiento
S~~n 1!!1-, rlf=Cho menos grave que-el cometido por e[ autor, la pena
~i:C~.Cl[!ficada al céJmplice solamente en razón del hechoque.Pf.QmeJió sólo una accion típica de encubrimienfo~' En los delitos perma-
ejecutar:' La gravedad del hecho no puede ser otra que la gravedad ri~ntes, como el secgestro'. será en el momento en que la persona
para el ordenjuridico, es decir, el peso del hecho para éste, o sea, re~upera.su libertad o muere. Pero en los delitos no permanentes,
su magnitud de injusto penal. El querer cooperar denota el requeri- también puede darse la separación entre la con:;;umación y el ago.-
miento de, dolo por parte del cómplice. Todo esto descarta cual- tamiento, como se verá en el capítulo siguiente (ver § 257). En
quier pretensión de fundamentar en nuestra ley la punición de la tales casos la participación es posible hasta que se opera el agota-
participación en la mera contribución a la causación del resultado. miento del delito.

§ 248. Delimitación del concepto § 249. Estructura de la participación

La llamada 1 Dado que la participación lo es en un irjusto dolo~~:Jextema La tipicidad depen-


Hemos visto el deslinde de la autoría y la participación en los I de del comienzo
participación u objetivamente requiere que el hecho princ~:pal se halle en una
necesaria párrafos anteriores. No obstante, algunas cuestiones merecen ser de ejecución del
precisadas. Al respecto, la llamada participación necesaria es una etapa ejecutiva para que la participación sea punible, es decir, hecho principal
624 EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DELITO

62~
EsrRUCTURA D E LA PARI1CIPACIÓN 625
que por Jo menos el injusto se_]!_aya intentado. Mientras no media
La
ac1
un acto de tenlativa por parie de¡ "áutor·deÜwusto, la conducta
ue solamen te prestareti al
er del partí~ii,e en los actos preparatorios es atfp1c,,) Si alguien paga z prerisa a las personas .q, matena . l n ecesaria para
.
d
cometklos po, a abado lú cooperacwn . . . e de las U>junas
unasuma d~ dinero a otro para que mate a un fa,nwar y el su. l escrito o gr .. . .. .. . no es particip . y
puesto sica,fo la emplea en pagar el alquiler de su casa y no mata autor e ifi .• n o oenta. As,, . los propletanos
su publicaciónJ,d, us.;:lta que vende el periód;°t°-'cnico que lo arma,
a.nadie, no hay tipícidad alguna de instigación, salvo la de posible r la prensa el cam lo distribuye,
po
rnpleados de la empresa que . e e ..
estafa del supuesto sfcano, El que facilita una ganzúa a otro para
que vaya a roba,·""ª noche, no realiza una acción típica si el.qu.e_
la recibe decide pasar·ranoche bebiendo. El art. 20g no tipifica la 6
:1 diagramador, etcétera. . tondas particulares de
Error en la
tentOtÍva de instigación, sino la autona de instigación pública,

CP \dispone.. Si de las circuris id.ad no qu is· o cooperar participación
El art.4 7 l acusado de comp ic l utor la pena
que lesiona el bien jurídico tranquilidad Pública. Tampoco debe · ue e graoe que el come tid
la musa resul';:;;e:eno.s porhechn
ónºdel e a gueprome-
· ··
confundirse la tentativa de instigación con la instigacfón en I• sino en lun hec , lice so~amente en raz I articipación sea,
tentativa, que es precisamente cuando la participacifü¡ comienza . da al comp ,. . ·to de que a p d 1 1
será ap ica . Ita el reqmsi d"da de su oº·¡
a tió ejecutar. De aqm resu rticipe se le pene en la me i .
4.7ser típica,
último que esdelel CP.
pán-afo supuesto
· expresamente prevJsto en el ,rt__ 1
Participación siémpre do os a y. al pa .. tanto por e en·or venci-
heficaz 7 --- . ...... . t·ci·pac10n cesa . 1·o' n culpo s. a. Error de tipo
d d la par i rticipaci en el partícipe
Hay también tentativa atípica de Participación, cuando ésta 2 La tipicida e "bl dado que no hay pa , . que el autor,
es ineficaz, cuando alguien quiere instigar a quien ya está decid¡. . el invenci e, ero ignora ... ...... . ·.
ble. co.rno por · re coop . erar
. . . en un hu.rto, · · 1p pue rt.a. del.lugar,
... olJJe-
do, cuando alguien quiere cooperar aportando un elemento. inútil Así, quien qme . . eración, rompm a . en las cosas,
Participación (una infonnación de la que ya dispone el autor), etcétera. "bir su coop b con fuerza
en cadena antes de rm do en un ro o · . "'l que quiere
tá cooperan . d un hurtQ .. iü
t"vamente es · 0 'cómplice e .- · hiJ. de la
La participación puede darse en fonna eslabonada, es decir, 3 ' · enado com ue este es e .
pero sólo sera p h icida, pero ignora q . .d. o pero 1 sólo 0 sera
la llamada Participación en cadena, que tiene lugar cuando se
cooperar con . .un . · n un P"'T'~'
oro cooperara,":--:·
amente ' ' estos e~sos
···e En todos
instiga a instigar, se induce a la complicidad, se es cómplice en la
instigación o se es cómplice del cómplice. Asi, hay Participación victima, ob3etivómp 1·ice del homicid10 1SJJI1pl . 1 d"li·gencia
orrna i hubiese
en cadena cuando se decide a alguien p_ara que convenza a otro penado
.. _ corno c ,
si el comp lice ' poniendo a n d
a1idad e hiJ·o del homicida,
. s
no Interesa d la puerta o 1a.e . -cunsU,Uc,a e
de que elimine a su enemigo, cuando se mueve a otro a que co-
. idoallano
conoc fractura e .
hab er participacio ., n culposa esa cn . . .
o_pere en el asalto a un banco que cometerá un tercero, cuando se
po_rque . ero
ayude a otro a convencer a un tercero para que defraude a la
empresa en la que traba¡a, o cuando se le repara el anna que otro Irrelevante. a de la complic,dad, p.
8 Extensión del
va ·á entregar al que ejecutara un homicidio. En todos estos casos, del art. 4 7 se ocup . la instigac10n, art. 47 ala
La primera part'.' uno en extendeda a modo algu·
la tlpicidad de todas las Participaciones dadas en cadena dePen· no vemo s inconvemente alg
ata de principios gene rales del error y en instigación

derá de que el autor al menos CO,nlence a eyecutar~.i,!Jµsto y~ de porque se tr. d punibilidad. . ortanciO del
Concurrencia que el oh-o Participe intente la P'1rtlclp~ci"",¡ no es extens,va e magnitud e ,mp n
de Errores sobre
Participaciones , r recae sobre la sólo cooperando, e el dominio
Es posible que concurran diferentes fonnas de participación, 4 9 Cuando el erro ndo quien c,·ee estar . el plan con-
del hecho
el que instiga también puede cooperar
·---,~ en la ejecución del hecho.
,_ -,
aporte, como sucedc:~:buctón U>díspen~ab\:~eu:i dominio del
En tales supuestos, las _f~nnas n,ás gr.¡ves de Participación ab- rOalidad hace una ue quien en realidad . debe decidirse
soJ:berán.a.Jas másleves, la instigación y la complicidad Primarta h ho o sea, q cómplice, )
Excepción a la a~§Q!:!;>~rána_la.<=:ompHcidad secundana; h
creto del ec ' . lo ignora y cree que es . . nuantéS)(ver § 15 . .
Participación echo coautor) . . . del error sobre ,ate . ólo facilita
3
rincip1os yendo que s
conforme 1a los q p duce el vehículo ere intervención es
El art. 49 CP establece una excepción a los principios genera. 5
les de la pa,tlcipaclan, No se conskferan Pwticipes de los delitos Por ejemp o. uien con cuando en re alidad su " rme a un p 1an
--~---- -._ ·-~---- --~----
la tarea·ad epara
·los ladrones,
, tos consumen e1 hecho,.cor.19
que es
necesan que aque·1 desconoce.
COf!Creto .
626
EL CONCURSO DE PERS
ONAS EN EL DELITO

622 COMUNICABILIDAD DE LAS CIRCUNSTANCIAS 627


§ 250. El g
a ente provocador
La 3 De cualquier manera, la atipicidad o la justificación sólo se- Laimag~n
acc Esun rán Viables cuand9__I?,. importancia de la. lesión que se evita o el ética: del estado
ext
. Se llama agente provocad .
instigador
peligro que se neutraliza sean de inminencia y magnitud tal que
delito con fines d . . or al que instiga a otro
debe ca "d e, Investigación policial C . a cometer un l la imagen ética del estado no sufra desmedro. No se trata de casos
La ley ns1 erarse que el agente provo~adº~º pr:ncipio general, merárnenfe destinados a descubrir y sancionar, sino de medidas
. . pena. a quien determina or actua típicamente que tienen por objeto evitar ~ interrumpir procesos lesivos ir1qli-
::t~:gtr s~_s: trata de un delito ~:::~oa cometer un delito, ;i~ nentes o en curso, respecto de bienes juridicos fµndamentales y
apo ic1a tienen la obli .. o consumado. Los a en- ap_en_az¡3..dos en concreto. No puede alegarse esto respecto del
do~, y no la de suscitar, m<f1:t:1on de perseguir delit;s perp!ra- policía que se disfraza de expendedor para detener personas que
delictuosas con fines p t . menos malignamente . - ... quieren comprar marihuana . En tanto que en este caso sufre un
L Casos de .. . re end1damente lícitos (Bettiol). , accior¡es desmedro.ético la imagen del estado, la conducta del que intenta
a necesidad Se aíuma que la e
n ta nor un onducta del agente detener a J ack la exalta.
'··
=--~sJado.de neces·d d provocador está cub· 2
so para d 1 a en caso de 1er-
... esc.ubrir un delito que no haya otro rec
consentimiento d 1 . o por la atipicidad cua d . -._l!f-
de plano, pero ta:pSUJeto pasivo. Esta tesis no se pu:/ meqiª.•el
opere u oco puede sostenerse e rechazar § 251. Comunicabilidad de las circunstancias
(a) En n_a c_a~sa de justificación respecto que en todos los casos
1 pnnc1p10, quedan fuera de . del agente provocador
~~a ~sdno se persigue el fin de des:~nbs1_der~ción los hechos en lo~ l El art. 48 CP establece que las. relaciones. circunstancias y Se llama así a las
, n1 e imped· nr mngún d 1· c<:l~ades Qersonales, cuyo efecto sea disminuir o excluir la penali- consecuencias
Ir uno inminent . e 1to ya comet·-
que el age t e. en tales cas · .1 de la accesorie-
recorre fa
. ne .
provocador incu .
rre en un in· t
os es incuestionable dad,-~ teridrán influencia sino respecto al autor o cómplice a quie- dad limitada
nnac1as insistiendo ~us o,. El policía q nes correspondan. Tampoco tendrán influencia aquéllas cuyo efec-
droga sin receta,.no está para que el encargado le vend ue to sea_ggi-avár la penalidad, salvo. el .caso en que fueren cpnocidqs
cación (b) , · amparado por · ·· a .Una
·.... . En segundo ténn. . ninguna causa de justm. por el partícipe. Sobre la base de este texto la doctrina nacional ha
pasivo pu d h ino, s1 media u .... - .. . . I-
delito , e_ e aber una atipicidad pu n acuerdo del SUjeto llamado ,.comunicabilidad de las circunstancias"'a las consecuen-
expen.mental, que es un . '. es se tratana .del..famos cias de la accesoriedad de la participJ:i('.~I}SAeLprtr1c_ipio de la.
sea con expresión de t t delito in~Xistente: la victim ·- o individualización personal de la culpabilidª~Li aplicado a la inter-
dor y Vigilad on o aguardando la rea .. - a sepa- pretación del art. 48. El código adopta el criterio de la accesoridad
l·nte. rrump1r
. a por agentes policiales ( ) p
· e or u1t·
- Pat1c10n dete1:>tafa-
·
d 1· una serie de delitos 1 . imo, si se trata de del injusto, porque en el estado de necesidad justif!c:ar:ite y en la
e 1to, estando afectad . o a continuación de u . leg1tírrÍ.{ defensa justifica la conducta del que coopera con quie~
la V1·d a o la libert d os o en peligro . b.ienes jurid" n mismo .....
a sexual sin icos tales como es'fi' amparado en la justificación\ En consecuencia, el art. 48
a la provocación de una . que reste otra solución qu~ d" debe se,r interpretado de conformidad con las reglas que surgen
trata d e una situac· - nueva
-:--- tentat·
. -· .. 1va -idónea o . "d - acu Ir
del principio de accesoriedad limitada puesto que, en caso con-
t . Ion analoga a la . . in1 onea- se
ª-'-Y quien lo realiza est - que habilita la coerció~ d. , trario -es decir, entendido literalmente-, haría t~as el intento de
cooperando co . ara cumpliendo con un . . 1res:- construcción 'racional de la participación en el derecho penal:
.t-· :-. n quienes lo cumpl d . deber JUndico o
es araJustiB d en, e modo 1
ica a por el estado d . que a conducta no 2 El art. 48 CP contiene una regla general y luego formula una La regla general
por cump,1,_, -- . . e neces1dad ·
·····- .. l.U.Uuento de un ¿·b· , sino que será ti . excepción. Corresponde iniciar el análisis por la regla general y. del art. 48 CP
tido <;tue e er jurídico El a p1ca
-·· ····· 13.e pasea parad t . agente policial t por ende, detemlinar ante todo cuáles son las relaciones~.circuns-
g911.c.1_elito, o .. . . . e ener a Jack de Londr raves-
- ...___ JLtqtJ.~c.umple.. c es no cometen· tancias y calidades personales que disminuyen o excluyen la pena-
on su de. berJ·u n·d·ICO. in-
lidad y que, conforme a la ley, sólo tienen influencia respecto del
1
628 EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DELITO INSTIGACIÓN 629

autor o cómplice a quienes correspondan. Conforme al principio de taría también de una correcta interpretación del art. 41. La ley
accesoriedad son todas las que no corresponden al jnjusto. Por dice claramente que tienen influencia, lo que, por cierto, no es
ende, debe concluirse que se trata de todas las relaciones, circuns- comunicar y menos extenderse) sino sólo producir algún ej'ecto so-
tancias y calidar!es personales quf! están referifi:~ ~ la culpgl¿iliQ.ad bre' la penalidad del partícipe. Esto significa que los implicados en
y a fa exclusión y cancelación de b penaltdad. Por consiguiente, los delitos cuya pena no se aumenta o califica por mayor conteni~
todas las circunstancias de inculpabilidad y de menor culpabili- do injusto, sino por circunstancias de mayor culpabilidªcj (como
da j, sean estas últimas especialmenterelevadas --como en el caso pueden ser particulares motivaciones), no pueden ser penados
de la_ em<:>ción violenta:- o relevadas en general (a través de la fór- más que como partícipes en los injustos del autor, pero dentro de
mula d_elart. 41), no tienen influencia más que para ei"concurren- la escala penal del correspondiente cielito d~e s~:_!omc1_9_cu:p
te en el cual se presenten, al igual que cualquier circunstancia cuenta su conocimiento de las motivaciones aberrantes del ª'-!!2r
que ·yxclu_ya la punibilidad o que la cancele; para graduarles lagena, en la medida que constituyan razones de
La excepción La dificultad pareciera plantearla la excepción: Tampoco ten- 3 ;iiayor~eprnchabilidad de SUS respectiV§.S acciones_de I)ilrl:icipa-
del art. 48 CP drán influencia aquéllas cuyo efecto sea agravar la penalidad, sal- CiÓn.
vo el caso en que fueren conocidas por el partícipe. Dicho de otro
modo: tien~ influencia en la pena del partícipe las relaciones,
circunstancias y calidades personales que agravan la penalidad
del autor. Partícipe en este contexto son los cómplices e instiga- § 252. Instigación
dores, es decir, partícipe en sentido estricto.
Se trata de Existen dos clases de relaciones, circunstancias y calidades 4 1 La instigación es una forma de determinaci<?}1 en la que el El instigador
grados de· hace decidir
culpabilidad
personales que agrg_~Cin lapenalidad del autor, fuera del injusto, y determinador no tiene el dominio del hecho;:determinar significa
del autor que tienen influencia sobre los participes: (a) unas son las com- aquí hacer surgir en el autor la decisión al hecho; es decir, provo-
prendidas .en una mayor culpabilidad dentro del marco-deLart, car que el autor se decida. El dolo del inductor debe estar dirigido
41; (b) otras son las especialmente relevadas por la ley, tales como a un determinado hecho y, por lo que 'la inducción desaparece
los homicidios califlcados por la motivación. En ambos casos la cuando no puede individualizarse la persona a quien se dirige la
ley establece que estas ci~cunstancias tienen injl;eric:f2A pero en instigación o da lugar a otra tipicidad cuando es pública e inde-
modo alguno transfieren la culpabilidad del auJor al partícipe,
terrrüñacla. De igual modo, debe estar referido a la ejecución de
como_ no podría ser de otro modo: conocer la motiv.ación del autor
un hecho definido en sus elementos esenciales o rasg9s funda-
puede tener influencia sobre la culpabilidad del participe, pero no
mentales. De lo expuesto surge claramente que no pueciy ser ob-
puede nunca ser la motivación del partícipe cuando en realidad Qº
jet;;idóneo .d.e lainstigación el que ya está decidido al hecJ:io. Por
!o sea. El autor y el partícipe tendrán en cada caso las motivacio-
supuesto que no lo está quien duda sobre si cometerá o no el
nes que los hayan llevado a la realización de sus respectivas ac-
injusto. No es necesario que el instigador haga surgir la idea mis-
ciones_ y .éstas no pueden ser inventadas por la ley ni por~ sus
inté..!J)~tes: el conocimiento de las motivaciones más aberrantes
Ill; en el autor, sino que ésta puede estar instalada en el autor,
siempre y cuando .el instigador sea el que lo decida a ejecutarla)
del autor puede ser importante para aumentar el reproche de la
acción del partícipe, pero nunca para sustituir sus propias moti- 2 No puede haber instigación cuando un sujeto ya se decidió al No se puede
vacíones. instigar al
hecho, aunque el reforz~iento de_ la decisión ya tomada pueda decidido
Tener influencia Es menester tener en cuenta que se trata de un reflejo de la 5 constituir una complicidad intelectual en la forma de un aporte
no es transferir psíquico al acto, que queqa tipicamenteabarcado por la coopera-
mayor rep_r~~11.c1bilidad del autor en!ª reprochabilidad del partíci-
ni comunicar ctón prestada de cualquier otro modo a la ejecución del hecho, en
p_e':=queaebe ser valorado en cada caso y que, en definitiva, resul-
630 EL CONCURSO DE PERSONAS E~ EL DELITO COMPLICIDAD SECUNDARJA 631

el caso que consista en un consejo técnico o en la promesa de ción entre autor y cómplice hacia.la obtención del res_ultado típico.
ofrecer a~c!~ cles12ués del hecho. Como la determinación sólo pue- El conocimknto de la ayuda y su aceptación por parte del autor,
de ser 8:_9.ert()_j:ipo_c:le delitº, la. decisión que se hace surgir en el son presupuestos objetivos de la tipicidad .de la participación se-
autor también debe ser a ese delito determinado, pero cuando se cundaria. Si ei autor no se entera de la ayuda que se le presta -o si
le disuade de cometer el injusto del tipo agravado para que incu- enterado la rechaza- no puede haber complicidad secundaria. No
rra en el simple, o bien de que cometa el simple para que realice es necesario que sepa coucretamente de quién procede la ayuda, ni
el atenuado, no habrá inst_igación, toda vez que la decisión ya tampoco cumplir ninguna formalidad para aceptar-la. Nunca pue-
estªba tomada. El problema inverso que tiene lugar en la hipóte- de ser cómplice secundario quien dispone las cosas en forma tal
sis donde al sujeto se le disl'ac:le de la comisión del.inj_lJst_C>,q~e que el autor resulte engañado y crea que es un efecto de la natura-
tenía decidido para que cometa otro agravado (se disuade del leza o del azar. En cuanto a la forma de la complicidad, nada obsta
hurto para que realice un robo) es bastante discutido, pero con- para que ésta pueda. tener lugar por e misión, como el fun~Jon~o
sideramos que sólo debe responder por la instigación a. la pgrte que deja de cumplir con su deber de y:gnancia p~·a permitir que
gue no tenía _c!~c:idida, siempre que configure un injusto ·ªlltóno- otro cometa un delito (las llamadas zorias liberadas).
~ -,,,,~-~""",,-" ,,.,d'

mo. Cooperación
2 Par·a que haya complicidad secundaria, la cooperación no debe
no necesaria
La instigación En cuanto al medio por el que es susceptible de cometerse 3 ser necesaria para la comisión del hecho, pues en tal caso el agente
debe ser directa: una instigación, la discusión es más formal que de fondo. En rea- tiene el dominio del hecho y será autor, o bien, si la ley limita la
no basta con la
ocasión lidad, siempre la instigación se lleva a cabo por un medio psíqui- vigencia de este principio, será cómplice necesario o primario (ver§
co,_ intelectual. o espiritual, desde que debe influirse el psiquismo 245). Entre los cómplices simples, es decir, entre quienes cooperan
ajeno para que el autor tome la decisión. Por consiguiente, para de modo no necesario a la comisión del hecho, la ley no distingue
que haya instigación siempre debe haber un contacto psíquico entre categorías, aplicando a todos la escala reducida y remitiendo al art.
el instigador y el autor. En realidad, el problema se confunde en ~l CP.para sus consecuencias en cuanto a la importancia del apor-
parte con la admisión de las tentaciones y medios similares. La te, en donde expresamente se ,_señala qúe para individualizar fa
mayor parte de la doctrina se expresa en el sentido de que la mera pena debe tomarse en cuenta lapartís:ipación que haya tomado en
creación de la ocasión favorable no configura instigación. En el el hecho. De esta forma, el código vigente distingue entre los auto-
derechg__argentino la solución parece proporcionarla la misma fór- r~s y los cómplices en cuanto a sus consecuencias penales.
mula legal que, para cualquier caso de detemünasi<'>n, _e~ge que Debe ser
3 Es requisito necesario que el aporte que hace el cómplice sea
sea-hecha directamente, expresión qu~ no ti~ne el sentido de. ex~ causal del
causal para el resultado. La mediación de una relación causal resultado
cluir la instigación en cadena, sino los medios indirectos, esto es,
entre el aporte y el resultado es requisito de cualquier forma de
las incitaciones sutiles, tales como las tentaciones o !§c!LS}dg~~p- participación y, por consiguiente, también de la complicidad, sea
cias veladas y ambiguas. --
que ésta_ asuma la forma de una participación por cooperación
fí~ica o psíquica con el autor. La cooperación física es la acción
que facilita la conducta del autor. En cuanto a la psíquica o inte-
lectt_i-aI se pueden distinguir dos formas: el s:onsej9_1~c:11ic()_y_e,L
§ 253. Complicidad secundaria
reforzamiento de la decisión del autor.ÍLa primerél. es la que pro-
por:cio~~ qµJen da indicaciones que facilitan el hecho, sea que
és.tas lleguen·;;_-;;~-conocimiento por vía de su experiencia, su
Caracteres La complicidad secundaria consiste en una cogperación dolosa 1 esp~cia_l capacitac_i<'>g pers.onal o profesional o sus indagaciones
generales que s~_presta al autor de un injusto penal doloso. La cooperación previas. En este sentido, el llamado ~ntr~g@iQ.C-~1,__c:_ómplic:e psí-
es lct ayuda_ qµe el autor acepta, en forma tácita o expresa, es quicoointelec:tual, como también lo es el.planificadof\(en tanto
decir, que la misma sJempre requiere una cierta coordina- ninguno de ambos asuman el papel de instigador). La otra fom1a
632 EL CONCURSO DE PERSONAS EN EL DELITO

de cooperación psíquica debe ser manejada con cuidado, pues la


única forma de participación por fortalecimiento de la decisión del CAPÍTULO 25
autor que hay en nuestra ley es la prof!!:E?~a arit<:!rior_CJ.lg_E!Ji/gy_f¿~t(l.-
sometida a la condición de ser cumplida con posterioridacf. Esta
exéEpción -especialmente regulada en forma tan prudente y meti-
Las etapas del delito
culosa- revela la inadmisibilidad de la tipicidad por com~!~~dad
psíquica o intelectual de cualquier otra forma de fortalecimiento
de 1act~cisió~~-ii~-~t~~s palabras: es cómplice quien prometeª al
facfi·ó_r1 qt1ele_o~J,1l1:ará en su casa, pero no será punible si luego no
lo oculta, o sea que el incumplimiento de la promesa es una causst
de cancelación de la penalidad. :Pero no será complicidad la con-
ducta de quien aprueba entusiastamente la decisión ya tomada
por el autor de cometer el delito.
§ 254. Límites a la anticipación de la punibilidad

La promesa Dado que la naturaleza de las cosas impide la posibilidad de 4


anterior Delito
participar en un h~cho pasado, las promesas deben ser anterio- 1 El arL 42 del CP consagra un dispositivo legal amplificador
incompleto
n~s y la ayuda posterior al mismp; esto significa que la promesa de la tipicidad. que permite abarcar un d_elito incompleto, porque
puede formularse durante la ejecución y mientras la misma se retrocede en el tiempo a partir del delito consumado y convierte
mantenga, debe cumplirse con posterioridad a la ejecuciór_i y no en típica una conducta que no se ha desarrollado por completo en
durante el curso de la misma,' caso en el cual seria_ un aporte su aspecto objetivo y subjetivo:
material. No se requiere identidad en forma absoluta con la pro-
2 No es verdad que la tentativa sea un tipo objetivamente in· No es un tipo
mesa, bastando que sea de la naturaleza e identidad de lo.prome- objetivo ni
completo y subjetivamente completo. porque en ella no se des- subjetivamente
tido en líneas generales.
pliega totalmente la causalidad (por lo menos no se. produce el completo
Actos Una característica generé..l de la complicidad secundaria es 5 resultado tipico) y por eso tampoco se desarrolla completam_<:n}e
preparatorios que ésta puede tener lugar tanto en lo~_a_ctos preparatorio.s como el f:lolo que. montado sobre la causalidad, no llega a término pues
en los ejecutivos y aun después de la consumación, con tal que ésta se interrumpe; el dolo queda sin cabalgadura.
sea antes del agotamiento.\ Esto implica que es perfectamente
3 Hay tipos (a) que exigen lesiones par~Qi~nesjuridicos fdeli- Tipificaciones
posible la complicidad sucesiva, o en otros términos, que el cóm- del peligro
plice pueda intervenir en distintas etap_as del desarrollo del deli- tos~ de lesión) y (b) otros que, ani_i~Jpj,D1c:l_ü)cJ,_tir2i.~ig§JL<lJ:D2!llfJl10s
ant~;:iorrs a la lesión, se ccmfor:rpan con exigir sólo eLpeligro para
to.
el .bien jurídico (delitos de peligr~f La tentativa es una forma es-
pecífica de estos uTtimos: [ci tentativa de delito sintetiza unafórmu·
la general con la que se cri~ináliza en razón del peligro de lesión. o
sea. peligro de las conJ7.ictiviclades lesiv~1§ en que el resultado se
releva en el tipo como requerimiento ineludible! La tentativa. desde
la perspectiva del b(~n.juríµico. no se identifica pero tampoco di-
fiere mucho de un cielito doloso de peligro y. por encle.~!empre su
contenido injusto es menor que en un delito de lesión. 1

4 En síntesis. la tentativa de cielito es la más general de todas Anticipación


punitiva general
las anticipaciones punitivas. pero como a la vez seii.ala el límite
que el poder punii_ivo no puede exceder, su ámbito prohibido que-
634 L\S ETAP:\S DEL DELITO f'U1'DA~1Ei\:TO DE L". PUi\:ICIÓN DE u, TENTATIVA 635'

da circunsc1ipto por aquellas etapas del delito que conllevan el (art. 229) y la usurpación de mando o seducción ele tropas para la
c~_:=nzo 9.el peligro de lesión .Y llegan hasta el momento anterior rebelión o ,:;edición (art. 234). y sus penalidades son interferidas
------~·-' --
a la consumación. en que se produce la efectiva lesión. en el supuesto de tentativa o consumación de los delitos respecU:
vos. en función del piincipio de subsidiaiidad por unidad de ley
Iter cd.minis Desde la .decisión como producto de la imaginación del autor 5
(ver § 268,3).
hasta el ~}:.::!2.i<:111? de la ejecución c;ld.dclito. tiene lugar un
proceso tempem:rl~sólo parcialmente exteriorizado- que se deno- 9 Las anticipaciones punitivas para estos casos son las únicas Anticipaciones
mina camino del crimen o 4er cnm11rlS. son 10s sucesivos momen- punitivas
admisibles en el derecho argentino como ex.cep.ciones al principio admisibles
tos cronológicos en la dinámica del delito: concepción. decisión,, general establecido en el art. 42Cf)sin que puedan extenderse a
preparación. comienzo de Ejecución. culrninación ele la acción típi- otras hipótesis. Esto se explica porque en el caso de los tipos que
ca .. aCOll[ecer del resuTtado lípico y agotamiento clel heclio. exigen le_sión a las instituciones republicanas y democrática.s. por
lo general toda la tipicidad sufre un adelantamiento que obedece
Reglas generales Como reglas orientadoras generales puede decirse que: 6
a que el agotamiento del delito importaría una imposibilidad de
(a) las etapas que c:gITesponden <11(~1e1:o iIJte:xrrn d_eJ. s1:1J.~!CJ no intervención, al menos temporal Oc! rebelión punible es la fraca-
pueden ser alcanzadas por la tipicidacl. acorde al elemental p1in- s,ada). De alli que los propios delitos consumados seanónticamente
cipio de Ulpiano cogiwtionis poenam nema pmitur: y a·ctos de tentativa (cuyo agotamiento es un dato coyuntural), lo
--~ -
que explica que el peligro se adelante a algunos actos preparato-
(b) pese a que trascienda al mundo objeli\·o. tampoco es pu-
rios:-
nible la parte de la conducta inmediatamente precedente a !~eje-
cución misma. es decir. la prepamcióm Un sujeto parado delante 10 Pero esta originalísima y particular característica no se ex- Dudosa
de una puerta con una ganzúa en el bolsillo. no incurre en una constitucionali-
tiende a otras anticipaciones que se convierten en tipicidades
dad de otras
tentativa de robo. independientes -como por ejemplo. la tenencia de mateiiales ejes-
tinados a falsificar (arL 224) o la §iSOciación ilícita (art. 210)- y
Actos Se ha entendido que la prohibición de penar actos preparato- 7
prepara torios son de constitucionalidad dudosa. pues revelan una ampliación
rios ad~1its;excepc:iones. aunque menos de las que usualm.ente se
punibles del ámbito de la prohibición que no puede sortearse sino en viola-
aceptan. Para penar actos preparatorios se siguen dos caminos
ción al piincipio de lesividad.
diferentes:

El primero consiste en ext~nder lo prohibido hastª ab3:,r-


car una parte de la actividad preparatoria. extendiendo la fónnu-
la general del arL 42. Este grupo de casos se compone de elclitos § 255. Fundamento de la punición de la tentativa
incompletos más amplios que la 1ematlua y no la admiten.

(b) El otro es la tipificación inelcpenelientc ele cierws acws pre- Teorías según
1 Las opiniones acerca del fundamento de la punición de la
paratorios. pero que al mismo licmpo implican oims lesiuic1aclc:_, que la legitimación
tentativa se dividieron conforme a las perspectivas legitii:nante_s de la pena
e.'::ceelcn.las del cleliw 1emaclo. lo que da lugar a una Upicidad que.
del poder punitivo ele los diferentes autores. dando lugar a tres
según los casos. puede admitir la tentativa. Este último supuesto
,iariables: (a) se sostuvo una teoría ol~jetiua. (b) otra subjetiva y (c)
no presenta problemas ele constúüciónaliclád. porque siempre hay
una tercera denominada teoría ele la impresión¡
un· bien jurídico afectado.
2 Según la teoría objetiva. muy difundida entre autores anti- Teoria
Casos En tal sentido. configurarian ampliaciones de la prohibición 8 objetiva
guos. la ley pena la te1Jtativa porque implica un peligro pam.elbien
del primer caso la conspi~UJ)at:ª-c:m1:igte:r_traición (arL 216). y
juridico. Para esta posición es atípica toda acción qu('.)1QJmbtera
por el art. 233 del CP. para cometer rebelión (arL 226) o sedición
determinado qlle el bien j~irídico en <;:oncreto haya corrido algún
.,,
1

636 L-\S ET.-\P:\S DEL DELITO f\;c:D.-\~iE:\TO DE L-\ PLJi\ICIÓN DE L:\ TENT:\TIV.-\ 637

p_eligro: quien penetrase en una habitación en la que no hubiese mativo y el sentimiento de la seguridad jurídica en los que tengan
nada que _h1:1rtar. no cometeria tentati\·a de hurto. Consecuencia conocimiento de la misma.
necesaria del punto de \·ista obJetivist.a es que la pena tenta-
6 Se trata ele una teoría que presupone la aceptación ele la lun- Impresión y
tiva sea inferior a la del delito consumado. porque el peligro siem- función preventiva
ción preventiva de la pena. Es muy antigua. pues se remonta a los
pre impor~<:1__1:1DJnJ1::1sto menor que la lesión. Es la tesis que respe- de la pena
prácticos (\·er § 62.4). y en los últimos ai'ios la sostiene el funciona-
ta en mayor medida el principio de lesi\·idad. además de ser la
lismo:·afu·mando que existe una suerte de elereclw a la segurJelael
más clara.
X((;:¡;_¡¡¿a_ Por ello. la tentativa clai'iaría un bicrÍjmidico diferente al
Teoría subjetiva En el e:x1:remo opuesto se halla la llamada teoria suljetiva. que 3 del delito consumado: en tanto que si la bala del homicida produ-
funda la punibilidad de la tentativa en la voluntad del autor contra- ce la muerte se lesionaría la vida. si no acierta o si la victima
1ia-ál derecho. Sostiene que con la tentativa se quiere reprimir sobrevive, se produciría una lesión a este derecho a la seguridad
voluntad cr~111inal. desentendiéndose del problema del peligro pa- jurídica. que seria un bien jurídico público: El tipo del arL 42 CP
ra el bien jmidico y equiparando a aquélla con el delito consumado sería un delito independiente, es decir, que habria un elelito ele
-pcir tratarse de idéntica voluntad criminal- con la consecuente tentaUua en lugar de una tentattya de delito. Además de crear un
paridad d~penas o. como má.'\:imo. con atenuación facultati\·a de la bien jurídico estatal. subestimando la afectacióri _d_e los bien~s
pena de la tentativa. El subjetivismo tuvo grai1 número de adeptos jurídicos individuales. en el plano procesal. la victjma _11_0 _podría
en Alemania luego de la refon11a penal ele 1939. cuando la atenua- ser admitida como querellante en ninguna tentativa./
ción penal de la tentati\·a pasó a ser sólo facu]Jati\·a. renovándose ¿Impresión es la
7 La teoría de la impresión convierte a la tentali\·a en un delito
en las dos últimas décadas ele! siglo X:.CX~on la subjetivización del que provoca la
de. l_t::sión. pues exige una afectación al sentimiento de confianza. comunicación?
injusto y el funcionalismo. Fundan la equiparación ele la tentativa
Para saber si este sentimiento está lesionado no basta con ningu-
y el delito consumado en que no puede estar en mejor posición la
na característica del hecho. sino que debe apelarse a lo que real-
FHQla L'Qluntael fracasada que la exitosa'.
mente sucede· e11·ra confianza pública¡ La impresión del hecho en
Derecho penal Es in~~l?l<: la tendencia de la teoría subjetiva a a 4 el público se produce a través de la inforn1ación en las socied 0 des
de ánimo la punición del ánimo y a extender el ámbito punible a los actos actuales. En el actual estado de las disciplinas de la comunica-
preparatorios. Desconoce el aspecto objetivo del injusto. aproxi- ción y ante el conocimiento de la dinámica perversa de las lla111.a-
m311d.Qse.a-ur1-derecho penal de enemigos. sólo centrado en el das campafi.as ele ley y arelen. esto se traduce en la pretensión de
d~~yalor, de una voluntad que se revele hostil y contril~ia al orden insinuar un derecho penal que nommlice la opinión distorsionada
que el poder quiere establecer Es cierto que se intenta revertir el por esas campaüas. En otras palabras ¿Cómo no causará impre·
argumento afin11ando que, conforme a sus consecuencias, todos sión que un sujeto esté mirando una puerta si tiene una ganzúa
losdelitos debieran penarse confor111e a la escala reducida de la en el bolsillo. ame el número cr~ciente ele robos que se prodLifen?
te:ntati\·a. Históricamente su consecuencia fue siempre frí,Jersa y ¿Cómo el juez va a absolver a un individuo que sigue a una mujer
ele lege lcgg e_s insostenible en nuestro derecl10. si se producen violaciones todos Tos días? ¿No se sentirá lesioña-
do el derecho a la seguridad si se considera atípica la conducta de
Teoría de Como fundamentación n:.ªl:f:;.!11-ªl. entre ambas teorias se ubi- 5 comprar veneno ante los casos ele envenenamiento cono.ciclos?
la impresión
ca la llamada tes~Jr¿ir_13pre_sión Como la teoría subjetiva impli-
ca la a~1§~~-~0.od0Jirnite. pues no permite distinguir los actos 8 Existe otra forma de afirmar la lesión a la confianza pública. ¿Es la impresión
del juez?
preparatorios de los de tentati\·a. se trató de buscarle un límite prescindie_nclo de todo dato real acerca de ésta: sería librarlo a la
objeti\·o. para lo cual se ensayó la mencionada tesis ele la impre· imaginación del juez, a cómo éste imagina que reacciona la opi-
sion.·Según ésta la punibili~lacl de la tentativa sólo es admisible nión pública . En síntesis: dicha lesión puede definirse: (a) con-
ClléU1do la actuación de la ·\·oluntad enemiga ele! derecho sea ade- forme a la construcción de la realidad de los medios masivos. y
cuada parasonmm·er la confianza en la vigencia ele! orden nor- dentro de éstos habría que elegir cuáles (diarios ele grancircula-
638 LAS E:lr\P.-\S DLL DELITO
1 L\ Dl:\LÉCTIC ..\ Ei\ EL ITE/i CFJ;\1/.\'IS: LA TEi\TilTIVA ES L\ i\EG ..\CIÓN DE L.\ COi\SUlllAClói\ 639

ción. televisión abierta. dia1ios sensacionalistas. etcétera) o (b) to del tipo Qbjetivo sistemático (v. gr. disparar sobre un cadáver
conforme a crite1iot:, subjetivos e intuitivos deJos jueJ::~ que en que se cree persona). por cumplimiento de un deber cuando la
d<:!}~D:!Y_3:_1:_r~ducir,ª!U~dos su_§ prejuicig~ y_g_rgoi:_~s .. Ninguno de obligación es frustrada por un tercero que la impide (v. gr. al po-
an1bos. rs1minos pro:v:ee seguridad jurídica. licía que le frustran dolosamente cumplir con la orden de detep-
ción). por la insignificancia del peligro en los mismos casos en
La impresión La teoría de la impresión en formulación funcionalista pre- 9
lleva a la tesis
que la consuma_ción resulta1ia insignificante, por el consentimiento.
tende fundar la paridad de gravedad de la tentativa con la consu-
subjetivista así como también puede hallarse amparada por cualquier causa
niación en el dolo: si este es ex ante racional en la imaginación del
de justificación o de exculpación. lo cual no se deriva de que -la
autor. no habría diferencia con el dolo del delito consumado. aun-
tentativa sea una fracción objetiva incompleta de un delito consu-
que el resultado fuese imposible. Exceptúa sólo el dolo irraci<;;nal.
mado cuyo aspecto subjetivo se encuentra completo. sino porque
o sea, la pretensión de matar con un grano de sal o con un terrón
sé trata de una programación criminalizante anticipada a la de
de azúcar. En rigor. tampoco se justifica esta excepción. salvo
dicho deliio y de fommlación general. cuya naturaleza es equiva-
porque la propia teoría quiere e\"itar caer en el ridículo, puesto
lente a cualquier otra tipicidad de peligro ele lesión.
que en la imaginación del autor también lo supuso idóneo. por
irracional que sea desde el punto de vista de un tercero. 3 La tentati\·a no puede justificar la punición sólo en lo subjeti- Sin tipo objetivo
vo. en el dolo. porque si no se toma en cuenta la tipicidad objetiva. no hay dolo
Irracionalidad de Equiparar el peligro de la tentativa y el que generan los actos 10 sino anirnus
la equiparación no habrá dolo _sino sólo animu...s . Es como pretender construir un
preparatorios. importa consecuencias poco racionales: el peligro
de la ejecución monumento ecuestre sin caballo. Imaginemos un intendente loco.
con la que implica la compra del arma asesina para la vida del sujeto
que pronuncie un discurso pretendiendo inaugurar un monumento
preparación pasivo, es conceptualmente idéni.ico al que sufriera Si. después
ecuestre. pero que en realidad sea sólo el prócer. No hay jinete.
del atentado. se salvara sólo por la pericia y celeridad del ciruja-
sino sólo un hombre con las piernas abiertas.
1?~-Por este camino es imposible que la doctrina y los jueces pue-
dan poner algún limite a las anticipaciones criminalizantes del 4 El injusto siempre es complejo. y el dolo es un dato más que El tipo objetivo
legislador político. se le 'agrega al aspecto objetivo. El dolo cumple la función de re- es la cabalgadura
del dolo
ducir lo abarcado por el aspecto objetivo del iJ1j1LsJo v nunca de
ampliarlo. No basta con una causalidad lesiva si falia la voluntad
realizadora, Claro que el dolo funda el injusto. pero siempre para
§ 256. La dialéctica en el iter criminis: la tentativa ello presupone una objetividad típica. pues si ésta falia no hay
es la negación de la consumación dolo. sino animus (hombre con las piernas abiertas y no jineté).
No hay dolo sin cierta causaliclacl en el mundo real que ponga en
peligro un bien jurídico. pues falta el caballo. controlado o desbó-
La tentativa es La tentativa de un delito de lesión -que son los únicos en que 1 caclo,
una cuestión de se concibe una anticipación punible respetuosa de la lesividad-
tipicidad 5 La pretensión de fundar la tentativa en el animus rebautizado Derecho penal
representa und tipicidad diferente aunque de formulación general. sintomático
como dolo. supliendo a la lesión o al peligro típicos. en el campo
cuya sanción pend sólo es posible en razón de la proximidad de la
de la tentativa. lleva a extender el ejercicio ele! poder punilivo a
co;1dl/cta con el resultado (peligro de lesión). De este modo valen.
acciones no peligrosas por sistemáticamente atípicas (tentativas
respecto de la tentativa. todas las limitaciones acatantes impues-
inidóneas por ausencia de tipo) (matar al muerto) o conglo!Jan-
.~.~~....J..-1-
tas por la tipicidad sistemática y conglobante. como las seüaladas '="~

temenle atípicas (por ausencia de dominabilidad) (el envío del tío


por la justificación y la culpabilidad.
al monte con la esperanza de que lo mate un rayo). En definiti\·a.
Eximentes Con ello se quiere significar que corno general tipicidad de 2 lo que se hace no es fundar la tentativa en el dolo. sino transfor-
peligro. la tentativa puede ser atípica por ausencia de un elemen- mar el cmimus en síntoma de desviación de una media non11ativi-
640 LAS ElAPAS DEL DELITO L'\ CONSüilHCIÓN COMO LÍMITE DE LA TENT,Wl\'A 641

zada que perturba exten1amente. con lo que se recae en un dere- 9 La tradición liberal. ignorada por completo en los tiempos de Las dificultades
cho penal de autor sintomático. Es volver a la peligrosidad positi- emergencia que conen. construyó su dogmática penal luchando para los concep-
vista de un modo complicado y espiritualizado. tos objetivos
contra un poder punitivo que operaba sobre creencias e intenci_o- del tipo
Distinto grado No queda otra solución basada en limites al poder punitivo 6 nes. Por eso no podía prescindir de la tipicidad objetiva ni del
de conflictividad que reconocer que lo que decide una consideración diferente de la peligro para el bien jurídico. Pero la pura objetividad típica no
tentativa respecto del hecho consumado es la diversa naturaleza alcanzaba para definir a la tentativa. por lo cual el causalismo
del conflictC>_que exp.resan. No puede dudarse que lo externo neokantiano que postulaba un tipo objetivo y colocaba al dolo en
(conflictividad lesiva) que perturba, no es igual para el autor (y la culpabilidad, pasó a considerar al dolo del delito consumado
con más razón para la victima) en un caso u otro. pero tampoco se ~-;- un elemento subjetivo del injusto de tentativa. Dependía
puede dudar que lo subjetivo es por entero diferente también. en que la bala diese en el blanco o no, para que el dolo se quedase en
ambos casos .. si quiere evitarse incurrir en elementales errores la culpabilidad o bajase al tipo vestido de elemento subjetivo de
lógicos y ontológicos. ~_ste. Ante esta contradicción y sin intentar construir el tipo comple-
jo. la vieja esc;:_t1~l-ª_ªustiiaca lanzó la insólita tesis que la tentativa
No hay La tentativa se contrapone al delito consumado. pero tanto en 7 d;h.ía-:;~t~nderse como_un supuesto de culpabilidad sin tipicidad.
equivalencia
lo objetivo como en lo subjetivo. Así como una moneda de cin-
10 Para evitar estas inconsecuencias, el finalismo welzeliano apeló La corrección
cuenta centavos es algo distinto a la de un geso. y nadie se ani- finalista y sus
maría a afirmar que la primera es la mitad de la segunda. tampo- al tipo complejo. pero creyó que el mismo dolo se hallaba por entero limitaciones
co un suceso típico completo es equivalente a una frac:-ciénr deJ tanto en la tentativa como en el delito consumado. En realidad, con
mismo en su aspecto objetivo ni subjetivo, de la misma manera ello se pasó por alto que la tentativa es un delito incompleto. pero no
que un lienzo en blanco con los primeros trazos no es igual a la en el.sentido de que le falte un aspecto objetivo únicamente. sino en el
pintura terminada. de que es un ser que aún no Uegó a ser completamente. es decir. que
se trata de una tipicidad que es diferente tanto objetiva como
El defecto de En el fondo de esta confusión, yace un problema filosófico. que 8 subjetivamente.
entenderla es interpretar el dogma de identidad en fonna estátic:a. A es igual a
identidad en
forma estática A en un mundo estático. pero no lo es en uno dinámico. como es el
mundo enque.todos:vivimos. La idea del dolo siempre idéntico (el
doTó en la tentativa y en el delito consumado) e inmutable. no per- § 257. La consumación como límite de la tentativa
mite que se conciba su alteración en el curso de un proceso en que
aún no· es lo que tiende a ser. Pero la conducta humana en tanto

-----~----
temporal es eminentemente dinámica y, por ende. cambiaJ:::Q!:l[I2P-
tánclose identidad y diferencia. Lo mismo ocurTe con todas las co-
1 En tanto que la tentativa es la conducta punible que se halla
entre la preparación no punible y la consumación del delito, esta
Consumación y
agotamiento

sas: una planta. un animal o una célula son en cada momento última supone la completa realización del tipo penal. No obstante,
idénticos a si mismos y están al mismo tiempo volviéndose distin- surgen algunos problemas. porque no siempre la consumación
tos: así como el fruto está determinado por la evolución de-1:;ma agota la ejecución del delito. pues con frecuencia la consumación
semilla. pero a la vez es su negaciÜn, lo mismo acune en la acción Jomwl se distancia del agotamiento naturaC dando lugar a un pe-
11umana: entre una lesión _a Ia integridad física y la ten ta uva del ríodo en que el delito está consumado pero no agotado. Es claro
mismo delito, la única identidad s_ubjetiva que puede establecerse que en el delito continuo o permanente, la ejecución permanece
está dada por la razón necesaria y suficiente que mienta el desa- rpientras se mantiene el estado consumativo. y recién cuando éste
rrollo. como fuerza que tiene que llegar a ser. pero ésta es otra cesa puede afim1arse que el delito se halla agotado (el secuestro
subjetividad producto de una idealización que no puede confundir- se consuma cori la privación de liber.tad. pero se agota recién cuan-
se con el dolo ni con las intenciones en general. do ésta cesa).
L.; TIPICIDAD OBJETIVA.: EL COMIENZO DE EJECUCIÓN 643
642 LAS E'TAPAS DEL DELITO

2 No faltan quienes niegan la posibilidad ele distinguir entre Teorías que


Casos típicos Pero no es éste el único caso en que el agotamiento se separa 2 niegan la
actos preparatolios y ejecutivos y. por ende. pretenden penar to-
cronológicamente de la consumación. Esto también pasa cuando distinción entre
dos los actos preparatolios. Fue lo que ratificaron la legislación preparación y
se trata de tipos que anticipan la criminalización al estado previo
romana imperial y los prácticos para los c1imenes atroces y .ele ejecución
al comienzo de lesión (el secuestro se consuma con la p1ivación
lesa majestad. Los positivistas sostuvieron que no debían ser im-
deJa_libertad, allnque no se obtenga el rescate). Lo mismo sucede
punes los actos preparatolios revelaclore_s.de la. peligrqs_iclad del
en los casos ele habitualidad. en donde la reiteración forma parte
autor, o sea, molestos para la policía, Por el mismo camino circu-
del agotamiento (el curanderismo, por ejemplo), En todos estos
lan las teorías que pretenden que no es posible distinguirlos. Se
casos el mismo tipo admite o requiere que la consumación se
trata de teorías subjetivistas. que procµranJa_puniciónAc; toc:lqs
separe del agotamiento.
los actos preparatorios. Se podría invertir las consecuencias y
Casos no Puede presentarse la separación ele la consumación y del ago- 3 afirmar que, como no es posible distinguir entre preparación y
expresados tamiento en tipos que no la requieren. Esto es lo que sucede cuando ejecución, en la eluda habría ele considerarse que j:Qclos los actos
en los tipos
alguien hurta una cantidad de sillas, por ejemplo. y las lleva en ele tentativa son preparatorios y. por lo tanto,{!tp!~ Semejante
distintos viajes. El delito está consumado con el apoderamiento solución no fue sostenida por nadie, pero__seJrnta.deuo disparate
ele la plimera carga ele sillas. pero no se agota hasta que se lleva- análogo a la pretensión ele penar cualquier acto_preparat2.rt~~ sólQ
ron las últimas. Se pensó que podía ser una construcción analógica que Ínvirtienclo las consecuencias.
mmalam partem. pero en nuestro derecho las consecuencias nunca Teoría formal
3 Pasando a las teorías positivas. o sea, a las que admiten la
tienen ese efecto. objetiva
posibilidad de esta distinción, aparece una primera teoría conoci-
Consecuencias La separación del agotamiento re~pecto de la co.nsumación 4 da como (a)Jormal objetiva, la cual exige que el autor haya realiza-

-
tiene consecuencias en tres aspectos: ({;))en cuanto a la participa-
c10n. quien interviene antes del agotamiento sería participe y no
encubridor: (b) en orden a la presclipción. porque comenzaría a
do en forma efectiva una parte ele la propia conducta típica. pene-
trando así el núcleo del tipo. Indica como comienzo de ejecución el
inicio ele realización del respectivo verbo tipic9. lo que no tendría
córrer desde el último acto ele' agotamie;{t;~ y (e) en punto a la lugar cuando el autor sólo está extrayendo el arma o el ladrón
realización de circunstancias agravantes introducidas con postelio- aún no ha extendido la mano hacia el objeto. que parece más bien
ridad a la consumación. que darían lugar a una tipicidad califica.~ un acto que se encuentra en zona neutra inmediata aL tipo.__
da (el primer apoderamiento ele sillas se realiza sin escalamiento,
4 Se le ha cliticaclo por demasiado estrecha, pues deja fuera de Teoría material
pero t~lr1_c:La siguiente se obtiene penetrando mediante escala~ objetiva
la prohibición los actos inmediatamente anteriores a. la realiza-
miento o fracturando una puerta},.
ción de la conducta típica, por lo que se buscó_ampliar1ª cqn (b)
otra denominada material objetiva. la cual apela al uso del len-
guaje. Parte de un principio -se11tado por Frank- que incluye en la
tentativa las acciones qLLe. por su vinculac_ión necesaria con la pc-
§ 258. La tipicidad objetiva: el comienzo de ejecución
~ión tipica. aparecen como parte integrante de ella, según una natu-
ral concepción. Como toda apelación al uso del lenguaje, es algo
intuitiva y sumamente impreciso. Para esta tesis. extraer un am1a
La fórmula La disiinción entre actos preparatorios -excepcionalmente pu- 1
legal seria comenzar a matar; lo que no parece correcto en su significa-
nibles~ y actos de t~ntau,,a. es uno ele los problemas más_arcluos
ción naturaL
de la dogmática Y. con segu1iclad, ,el más difícil ele la tentativa. La
formula ~legal d;l C~n1ieT;;O lte Cj;CUCÍÓn napol;ÓnÍCO- 5 Cabe aclarar que una de .las más antiguas tentativas limita- Teoría de la
es un indicador generaique se hace menester precisar atendien- inequivocidad
doras objetivas se ensayó por vía procesal, estando consagrada
do a su conexión con el tipo ele lesión. es decir con el Upo legal que en el código italiano de 1930. que señala la inequivocidad o no
anticipa.
•.
'::
,

644 LAS E:L\PAS DEL DELITO L\ lll'ICIDAD OBJETIVA: EL C01'11ENZO DE EJECUCIÓN 645

equivocidad de los actos de tentativa. enunciada por Cannignani anterior en la particular forma (el cómo) por la .9.1:-1e había optado
y seguida en algún momento por Carrara y otros autores. Dejan- para su Si alguien cree que está comenzando a enga-
do de lado que hay actos de tentati~n que la inequivocidad sólo üar a quien no entiende lo que dice porque no comprende la len-
puede provenir de lo subjetivo. por lo cual no puede considerársela gua en que le habla. sólo en su imaginación comienza a estafar:
una ver:dadera teoría objetiva. adolece de un error básico: no se inversamente. si antes ele comenzar a engaüarlo entabla una con-
refiere a una determinación pen<3.l sino procesal. fundada en una versación banal y el otro comienza a imaginarse lo que aún no le
cuestión probatoria. elijo. tampoco habrá tentativa. pese al peligro real, porque en la
representación ele! autor y confonne a su plan no comenzó a esta-
Teoría objetiva No se n!Clta. opodera. engaña, siempre de la misma manera. 6
far. No se trata ele escoger entre un criterio objetivo y otro subje-
individual sino de infinitas fonnas_ difere_ntes. Si de lo que se trata es de
tivo. sino ele n;:le,var típicamente la conducta en la .Pl_~cl.icla eri que
abarcar en el comienzo de ejecución la acción inmediatam~!1te
ambos coincidan y. por ende. no cargar al agente con un peligro
anterior a la del verbo típico en sí mismo, es decir. la que no
ünaginario ni con uno real que desconozca, sino sól.o_ C:()11 .e.! r:eªl y
presenta posibilidad alguna de interposición de otra acción que
pgr él conocido.
no sea la de la teoría fonnal objetiva, esto no puede hacerse en
abstracto. sino en concreto. es decir, tomando ~1 s:;_1,Jer1ta el c_c5n:ig 9 La teoría ol-?jetiuo con el correctivo ele] plan concreto del autor Ventajas del
criterio objetivo
de la realización del verbo típico en cada c,asq. Este cómo es el (teoría objetiva individual) tiene la ventaja de introducir un ele-
individual
plan concreto del autor. Cuando en ese plan concreto la acción sea mento individualizaclor de la relevancia ele] peligro. que es un elato
la inmediatamente ante1ior a la de comenzar a matar. a apoderar- subjetivo. pero que no sul-?jetiviza el peligro, porque su naturaleza
se. a engaüar. etc .. se tratará de un acto ejecutivo. Cuando en ese es susceptible ele ser valorada por un tercero en cuanto a la deter-
plan deban realizarse aún otras acciones intermedias a la del ver- minación ele la pro:,.imidacl inmediata a la realización típica. Así
bo típico. se tratará de un acto preparatorio. Esta es la llamada cuando una persona quiere envenenar a otra con una comida y
teoría o.bjetivª individ_ual. una de las más difundidas en la do.ctri- coloca en ella el veneno y la guarda en la heladera. dependerá ele!
n;;J. actual. plan concreto si se la debe senir a la victima o si ésta se la ha ele
ser;ir directamente. para que haya en el primer caso aún un acto
¿Qué decide? Siempre que un delito queda tentado es porque falló el plan 7
¿La realidad o la
preparatorio y en el segundo una tentativa. Es decir que la refe-
concreto del autor. o sea. que éste erró en la programación de la
representación? rencia al plan ele] autor es un elato subjetivo que restringe la ex-
causalidad. Dicho error en la programación de la causalidad re-
tensión de otro objetivo. pero en ningú1i caso puede operar en
cqnoce que van desde el error casi inevitable hasta la
forma independiente al requerimiento de objetiviclacl claclo por la
grosería desopilante. ¿Qué se toma e11 cuenta para valorar el plan
proximidad a la consumación. sino que debe complementarlo.
concreto? ¿La realidad o la representación del autor? Desde la
teoría del dolo como representación (ver § 142.2). renO\·ada hoy 10 De cualquier manera. no debe ocultarse que el criterio objeti- No resuelve
todo
por eÍ funcionalismo. se sostiene que debe decidirse conforme a la vo indi\idual tampoco proporciona una regla del todo cierta para
representación del autor, lo que lleva a la punición de todas las seüalar el limite preciso entre los actos preparatorios y los ele
tentativas inidóneas. tentat.in1. Con todo. en tanto la dogmática penal no disponga de
bases más certeras. en los casos en que la duela aparezca insalva-
El peligro Conforme al fundamento que hemos dado para la punición 8
debe ser real bl~. lo correcto es apelar a la interpretación restrictiva ele la ley.
de la tentatiya. si lo determinante es el peligro para el bien jurídi-
co y se busca un signo exterior. éste no puede indicar la medida 11 En conclusión. puede oJirmarse que: (a) el comienzo ele ejecu- Conclusión
ele· un peligro imaginario sino real. que sólo puede darse conforme ción del cielito no es estricwmente el comienzo ele ejecución ele la
al criterio ele lo que realmente hacía el autor y también se repre- acción se11alada o/Jjetívomente por él uerbo típico. (b) sino que tam-
sentaba correctamente como tal, es decir. si realmente era la ac- bién abZii·ca los actos que. c011forme al plan elel autor (el modo ele
ción con que daba comienzo al verbo típico o era la inmediata realización concreto ele la acción típica escogido por el aw01J son
646 LAS ETAPAS DEL DELITO
Los Li~l!TES DE L\ TENTAT!\'A El\ CIERros TIPOS DE DELITOS 647

inmediatamente anteriores al comienzo de la Ejecución de la acción


típica e importan objetivamente un peligro para el bien jurídico, bien minado significa que la ley ha optado poLexcllliLdf:JaJ:C2rrnula del
entendido que (c) un acto parcial será inmediatamente precedente art. 42 y de sus consecuencias~ las tentativas de delitos
de la realización de la acción típica cuando entre ésta y aquél· no contra L<LYill-ª.l'.JaJutegridad física cometidas C011 dolo de_impetµ.
haya otro acto parcial en el plan concreto del autor. Este es el que responde a una~º-c:Ló.n_siJbita. yoco _plcmificada
(ver § 147), como quien reaccigna
~-,-,-------- furiosan1.e11J:e c.ontr;3. alguien
---~-- -- d--------~~--------
golpeándolo con un objeto pesado. poniendo de manifiesto una
g e ~ n t i 3 . d .de agredir, lo que nonnalmente coincide con
§ 259. La tipicidad subjetiva de la tentativa situaciones de em.ociótLviolenta. supuesto que queda abarc;ªdo
por el art,:.104 del CP (d'isparo de amrn y agresión con toda arma).

4 No debe confundirse el problema deLdol.9. eventuªl con el re- Siempre se


El dolo en la La tentativa - c o m o ~ a d - supone un aspecto subje- 1 requiere que
tentativa es un ql!~[i.rniento de una decisión cierta y procesalmente probada de haya decisión
~PJ-O--CQn-elat9-de..:;u..asp_e_G!Q_.Ql:lj~.!!\T9 (que exige un principio
dolo abortado ob-tef..e-i=--erresultado o abarcativa de su producción. porque sin de cometer
o incompleto de~uc:.ió.~y-1cma-falta·de c0nsumacjónJ,..Eri lo subjetivo requie- el hecho
ella.sürectamente--110 existe dolo, como en el supuesto donde el
re e{.fin .de cometer un delito, es decir. ·eLdolo. La expresión delito
se reserva la resolución para la oca_sión en que se presente
d ~ e g a l (art. 42 CP) no puede entenderse de otro modo que
~~ir_CJJ.n.stancia. Por el contrario. hay decisión -y por consi-
co.QJ.Q_I:ealizacián de la tipicid_iaQ_Ql:Jj~ No.:__hav un d ~ -
guiente dolo- cuando un sujeto ya ha tomado la resolución y sólo
tiv,a_pero el ~~ ~ es decir. mirado en el
momento del co~{U:is?_cw;:JQn. sólo puede llegar a equipa- deja la ejecución condicionada a cierto requisito (como puede ser
sí se niega lo mato). En consecuencia. existe decisión en los si-
rar_~-~-~~-~l_gQ!.Q_JkLdelito_que.jmagin_a.y_o¡j~l}_ta L1I1A-.C.aus.alL9ad
eri-eLtr:amo-t.empornl que.media entre el comienzo-de-ejecueióB y guientes casos: cuando se esconden divisas en el guardabarTos
lª-CDJJSumación, pero cua11do el curso lesivo se interrumpe en cual- del automóvil. en caso de que en la frontera no las dejen sacar
quiera de los momentos de esa dinámica, el dolo de la tentativa es legalmente: cuando el médico inspecciona a la embarazada para
distinto al de la consumación o·la frustración, simplemente porque saber si el aborto no es peligroso, pero con la decisión de hacerlo
t§:ptu..enlo..subj.etivQ..CQITlO..en..lo_obje-tivo iLdcllto queda ab_QrtqQ.O.. o en el caso de que no lo sea (no la habrá si posterga la decisión
.igg:l.mpleto. ···· ···· - - para después del reconocimiento): cuando se da comida envene-
nada al perro condicionando el robo a que la coma.
Hay dolo en la El dolo que ve el juez al juzg.<;lrj.a tcrl.J:.~iva es distinto al del 2
tentativa pero cielitcLqu.e-se-queria.conswnar. Se trata del dol;-d~l-delito consu-
no dolo de
, "N~~y-~0.C _ , _ _ , - - - -

tentativa mé::c:!_O~()_er1__.p.9Jen.cia. lo cual da lugar a que s.ea11. tan-distintos


como lo es un niño res e to d_el.adulto..que~_!':~~lMuro, pese § 260. Los límites de la tentativa en delitos calificados,
a que ambos sonJª-ulisma-pe®na. Esto no tiene nada que ver con en los de pura actividad, en los habituales
el pretendido dolo de tentativg,, que seria el que ~lleg<;lr_a la
y en la autoría mediata
c01~ción. No puede hablarse de dolo de tentativa en el mismo
sep.t.iclo; tampoco puede deg~_que.la-persona_q11e trata de cruzar
el1 ~Q.Ji~~eJ...fu:!sl~.ª1lQgªi-.§e_ªri:t~--de l ~ t r a 1 Tratándose de delitos calificados puede ocurrir que haya una Conducta califi-
o12}la: Una estructura de acción sem~e ss;_rjatanJrr~mo cante posterior y
conducta calificante posterior al comienzo de ejecución del tipo
aquéllas que no reconocen la finalidad como contenido. precedente al
~------- -------.. básico: el que desapodera de una cosa a otro y ejerce violencia comienzo de
Puede haber Por otra parte. ~ e - t e n e r : J . u g a r - . e . o ~ e n - 3 sobre éste para que no lo persiga. Es opinión dominante que la ejecución
tentativa con tual. La referencia al d.elitEJ-.dcte-FffiiAado__del art. 42 del CP no ex- tentativa del robo comienza cuando se inicia la ejecución de la
dolo eventual: se
excluye sólo el c~p.osibil:i<lad-cle-1:1na ..t e B . t a t i . : \ i : a . c Q I 1 . ~ conducta calificada. En el supuesto inverso, cuando la conduc-
dolo de ímpetu zones históricas como dogmáticas indican que la palabra ctcter- ción calificante precede a la del tipo fundamental. cabe entender
·1
1
CULPABILIDAD Y TENTA:TIVA 649 !
648 LAS ETAPAS DEL DELITO

va de usura calificada la que realiza quien..e.§t?._E<?,:1~ertando el


que la tentativa se inicia con el comienzo de ejecución de la con-
otorga.m-iento de urr-prtmer crédito- usurario en el marco de· 1a
ducta calificante precedente. Asi. por ejemplo, hay tentativa de
flamante empresa dedicada a ello.
robo cuando se comienza a hacer fuerza sobre las cosas para en-
trar al lugar a robar: hay tentativa de hurto con escalamiento
cuando comienza la ejecución del escalamiento. Sin embargo, tam-
bién se ha sostenido que cuando la conducta calificante precede
al tipo básico. no habrá tentativa hasta que no comience la ejecu- § 261. Culpabilidad y tentativa
ción de este último. con el argumento de que la tentativa no pre-
supone el comienzo de ejecución de la conducta calificante. sino
de la totalidad del injusto. 1 La culpabilidad, corno todos los limites y filtros del delito. Toda etapa
no culpable
debe acompañar a la acción desde el comienzo de ejecución y no puede
Tentativa en los Respecto de los llamados delitos de pum actividad, cabe insistir 2
llamados delitos
de pura actividad
-
en que admiten tent_ªtiYay_que ésta sólo es inadmisible _Qarn_,qgienes
sostienen la teoria-formaLobJetiva. Vale recordar que éstos no son
delifos donde no hay resultado. sino que se trata de tipos en que la
mu~n del munggJ1o_e~tá.determinagaen laJey (ver§ 126.2). Lo
mantenerse hasta la consumación. Cualquier etapa del desarro-
llo del delito, que no presuponga una culpabilidad coetánea. no
pu~.c:Le. s_e.r r.eprochada al autor. Desde el momento en que tiene
lugar el primer acto de ejecución hasta que se consuma el hecho.
reprocharse

megJ.a.J,.1u.JntervB.lo que bien puede. .se.r to.té!.! o pé1.rcialrr1e_nj:e c.u-


mismo cabe predicar respecto de los denominados t";3.lsos JipQ§ dt:
a~ijad (ver§ 126.4), pues con toda razón se ha observado que no bierto
.,-"" ~"
por .l~µlQªl:lfüdé!.d: puede suceder que a quien no se le
--"---,-- -
es necesario qu~ualid~,..de..un acceso carriJ).1:\-i~lento..§e Ji:.adllz.- pueda-reprochar el c;_om!~nzo deja_ej~cución. continúe su acción
ca tp_el-Gontacto eA'temo de los órganos sexuales. sino que concu- y l_ª-C()IJ§llm_e cuando cesaron las circuri.stél.riCJé!.s g_11_e fl!ndal:l.an
I]:.~_11do el propósito de violación. re§ultan suficientes otros daJos inculpabilidad. En ese caso la conducta será delictiva sólo a
signillcativos de la ejecución de esa finalidad. por ejemplo derribar a partir de l.ct etapa de desarrollo que al sujeto le es reprochable.
la victima y colocarse en una posición para ese fin/ Asi. por ejemplo, q_uien e._n estado de embriaguez total rompe una
P)::1.<:r!~_p_c1ra _entra. a.robar y una vez dentro de la casa se queda
Tentativa con En la autoría mediata, hay tentativa cuando se determina al 3 dor:midCJ y cuando despierta, carga las cosas y se las . lleva, es
autoría mediata su~terpuesto par:a_qye_c.ometa el hecho (comienzo de ejecu- responsable de hurto (quizá calamitoso} pero no de robo.
ción), y no cuando se determina a cíT:roqueactúa en forma mera-
mente
~inculpable:
-,- habrá tentativa de homicidio cuando el autor 2 También es posible que quien comienza una ejecución con un Inculpabilidad
co~J:.i_alas verdaderªs__en_el _al]Ila que ut.ilizaFá-eJ....br.omista..o. el sobreviniente
int~.~o_r::.e12rn.c::.r1ªl:lle.,.lQ._,s:_9ntinlie. hasta. su. consumació.u _en.. cir-
~tor. y tentativa de hurto cuarg:lo _se.amenaza.de.m,1ierte-a .otro cu.D§_tancias..9.11~_r1.o 11acen censurable_la conqucta. Sólo es puni-
para que lo c:gmeta. En lugar, es por regla tentativa de instigación ble como tenlé1tiva la conducta de quien después de comenzar un
a.tipica-=ésdecir, acto preparatorio- el d~r:so que se-le dirig_sal I:2._bo, rompiendo l? puerta y penetrando en el recinto donde está
psic~-9-~conv.encerj_Q._d~g1:1e su ve_ci_110 Jg_per:sigue. la.cesa, se int9xica con los gases que hay en el lugar y sufre una
Se ha sostenido que los delitos que exigen habitualidad no 4 perturbación grave de la consciencia mientras toma la cosa y se
Tentativa en tipos
que exigen admiten la tentativa. lo cual sólo es correcto desde la perspectiva la lleva.
habitualidad
de considerar que esos tipos demandan una pluralidad de accio- 3 Si se piensa que la tipicidad acompaüa el desarrollo del delito Opera el principio
nes. La solución no puede sostenerse si se entiende que la a través de sus distintas etapas y a ello se le agrega que la tipicidad de subsidiariedad
habitualidad es L1J1j;l.emento_sje.ti3iG--deJ_t_ipo d i s t i n ~ y de la etapa posterior aparta la de la etapa anterior. pareciera una
la repetición de "'á:cciones fonna parte de la misma t.ipicidad. Des-
contradicción sostener que ésta última pueda resurgir como típi-
de esta última perspectiva puede decirse que el tipo que exige
ca (la dialéctica la habria vuelto irreal) cuando no~~ sea culpable o
h~itualidad·-demanda .una as:;ción.. ª.<:.?~E':1:~~~-~:_l~~~ón n9-sea punible.la etapa posterior. Debe aclararse que en el caso
de sy ITIJ.<;'.!ii;.ión_babiiual. de modo que mientras ese elemento
justamente se aparta la ti¡:iicidad de la etapa precedente en fun-
su:§i:tivo ªC.Q.@pc1_ñe a la ten~c1t~.'..<l: tc:'ct.a.s.eJ:AtiPl.fétr Asi. es tentati-
650 LAS ETAPAS DEL DELITO
TENTATIVAS APARENTES Y DELITO IMPOSIBLE 651

ción~EI1JJCipi°".de~ubsidiai:tedad.,;1 no del principio de consun-


ción ni de especialidad (ver§ 268.3). Subsidiario es lo que puede rar típicas, acciones que no ponen en peligro eLJ2!e¡t,j~<;lJco. Si-
sus~~ª.JQ_Q[incipal. q_c;:_rriodo gue_i::1ie~~as lo __erincip<ü esté guiendo la regla de que la inS211;,titt1c;Jq11alidad e::;_u,nJ~CfilS()-~X-
OJJ.~LélJldüJc_lo__SJlbSidjªriO queda relegado Ointerferido (así por ej. trerno, debe indagarse ~~o existe interpr:etación. deliexto.del
la_tipicidad de la tentativa es subsidiaria del hecho consu!nado). ú!limo párrafoBelarU'.A-4 que permita su entendimiento en forma
~·-----~-=--~-
Por eso cuando la tipicidad posterior resulta punible. la ~nterior compatible CO[l lQS principios constitucig_n<l,les.
se mantiene in_t~r:!:~19<?:: pero c;gm:1do la tipicidad poe;;J~IjoLQ_!';S· Tentativa
3 Un análisis más preciso de la cuestión nos permitiría distin-
ae_~~--º se hace 9_<?__ J;Lu.nJl;ile por.cualquieccircunsta¡;1.cia. la aparente, delito
tipicidad anterior la subsidia o reemplaza. guir tres nivelt:~. o sit11aciones diferentes de iriidoneidag de Ja ac, imposible
ción para consumar que dan lugar respectivamente a la y tentativa
La interferencia Cualquiera sea la circunstancia por la que desaparezca la 4 común
tentativa aparente. al drJitojI11pgsig]e y a la teQJ~J!Yª común:
y su supresión punibilidacl de la etapa posterior, ésta hará desaparecer el obstáculo """-'-ª_...,.,---- -------

que interfiere la operatividad de la etapa anterior y. por consiguien-


te. surgirá con toda su magnitud y en acto. Esto sucede también
cuando lª_eta.12.a..ppste[iQL§_s:a.atípica (v. gr. comienzo de ejecución
de una usurpación en la que . antes de consumarse el autor..hereda
la !?Eopiedad. ignorando esta circunstancia) . Lo propio sucederá si (b) una acción que. ex ante, observada por cualquier tercero,
la etapa'j5ostertor re§ufu!.J\!Stificada (el comienzo de ejecución de es idóne; ?rJ.~ligrosa, pero ex post se verifica una imposibilidad
u_I2J~9,rr1ic,idio se convierte en justificación. por legítima defensa), es totaly-absoluta de consumación del delito, que sería el d{::füO iT;n-
decir habrá sólo..tentativa: Análoga será la situación cuando la eta- postble del último párTafo del art. 44 CP; y
pa posterior sea inculpable y también cuando sea meramente no
(c) por último, cuando el medio e,\'., .. gnú~Jue _idópeo y hubo
punible por operar una causa que impide la pena.
peligro, y ex po:¿J 110 §e comprueba ninguna imposibilidad absolu-
ta _de consumarlo, existe la tentatt:_a cuya punición se rige por los ''
tres:prirneros párrafos del art.r44. ·,
§ 262. Tentativas¡a~enj:es_y delit9 imposibleJ 4 Se trata de casos en que ab initio faltan elementos del tipo Tentativa
aparente por
objetivo. como puede ser la vida h~rnaIJª_en-eLhomicidio) la cosa ausencia de tipo
Siempre que un delito queda en grado de te_ntativa e,s~porque 1 aes~n-eJ_hu,.!}º· o cuando faltabaJ-ª..m~~~~L<:::!1tig.1;10 y
La inadecuación la acción ejecutiva no fue la a0ecuaqa·(iao·ne8:)para coñsumarlo. de_§JJrestigiado tipo de adulte1io (la mujer era propia, como en el
de la acción cu~~to de Bocacciol. la calidad el sujeto activo (el agente se cree
reconoce grados
Esto plantea otro problema dejt]picidicL obJ~!.iS:a: si bien hubo
a~~!3__eJrc;)..ltivos .. no puede decirse que cualquier acción dirigida funcionario público). la del otro en)a participación necesaria (quie-
atresultado sea típica ele tentativa. pues a veces la inadecuación re ~bomara . quien no es testigo). la del sujeto pasivo (inscribe
PIJG.Qe.ser totalmente disparatada. Esto obliga a distinguir grados corno gijo propio al que es propio y cree ajeno). En estos supuestos
de idoneidad (o de inidoneidad) ele las conductas de tentativa. la tenta_tiva es incuestional:Jlemer1_t~11-12m·ente, JJOrque lo~_elernen-
Cuando la acción es un dislate no hay peligro.pi:l.ra el bienjuridico tos j~Ltipo obj;ti\'o sólo existen en la, imaginación del auto;·.
y. por otro lado. el estado no puede caer en el absurdo o en el Es un supuesto
ridículo habilit.ar poder punitivo porque alguien clava alfüeres 5 En el delito llamado putativo o imaginario, el agente cree que análogo al del
en un muñeco o en una fotografía1 lo g_u<= hace es.tá pr:ohibi<;tCl___POr:JaJey, es un error de prohibieión al delito imaginario
r¡v"és. y en el caso de tentativa _?J)a,rt:nte _pgr agsencia de tipo,
Tentativa Reina a este respecto una considerable arbitrariedad termi- 2 existe. un error: de tipo al reyé§, pues los elementos del tipo objeti-
inidónea no es nológica. Por lo general se identifica la llamada tentativa inidónea
igual a delito vo sólo existen en su imaginación. Hay una tendencia alemana a
imposible CQ[L~ldeliw imposible del último páD"afo del art.(A4·d~l qP. E¡t~··
co~p;:i:ñibl~s ~orno tentativas inid~1_1~as los casos de au-
interpretación obliga a considerar inconstitucional ese pánafo.
sencia de tipo, en a una concepción radicalmentesubje_tiyista.
pues viola el art. ) 9 constitucional, porque pretende1ia conside-
~t~sis es insostenible en nuestro derecho positivo (en función
r

652 L\S ETAPAS DEL DELITO


TE\'TATl\.,\S :\P,\RE1'TES Y DELITO !:\!POSIBLE 653

del art. 19 CN) y. además. desarrollada con coherencia, lleva al


pleado realmente no es el que había ~ o : una escoba no es
absurdo: toc:!_si_JTl_~errng alucinad9 _e_stélr:ia _comettend_oJnjustos
una d¡:.ser:..un.anna.cle
in~~bl~S.JJ?r vía de tentativas inidóneas: el médico qu~-~~~1i-
ruego. la sal_ nQ es_;,:eneno.. un despert;3..dor no es . una..,bomba. una
nistrase pastillas o apliéase inyecciones al:Jonivas_a untravestista
carrocería no es un auton101.or.. una empuúadrn·a noes.,unaespada.
seria autor de tentativa inidónea de aborto. Algo análogo-~u~;de
· con la llamada iTJfs:lon.eidcid deLauwrJsuposición errónea de debe-
~;1 n~a.~iQ.nO es un puúal. El sujeto quiere comenzar la ejecución.
pero no lo hac_e, porque sólo tiene la Hu~ión d~,-~staL~llll2Jeando.e.l
res especiales). puesto que si un sujeto comienza a ejecutar lo
medio elegido según ?lJ. particularCcórnó. No puede considerar-
que cree que es fl-el+to. pero que no lo es pqrque el_tipo _req,_u_i_ere
se que.ha}'ª un comienzo de I2Q!:Q.L\e nadie puedep.i;e-
cierta calic:l_acl en el autor que fl cree falsamente que posee:·~-~
tender que otro comienza.a.. rnatar con un medio capaz de causar
está comenzando la ej;,:c1Jción ele ningún cielito: luego, no repre-
grar1eies estragos. cuando deja un despertador junto a una puerta.
se.:_1ta c?mienzo de tentativa la omisión ele auxilio ele quien se cree
padre del necesitado. lo que se considera tentativa en la doctrina s Se da también la atipícidad en el supuesto inverso al anterior. Tentativa apa-
alemana. En síntesis. cualquier interpretación que admita que la 0 sea. cuando en la realidad existe el medfo que el autor eligió rante por falta
ten!atiy_é\._puede abarcar una carencia de tipo por ausencia c:Le.1:.1n del medio idóneo
c¿nfon11e a su plan concreto. pero es absurdamente incapaz ele
re~;,:r~mi<:11t9_sistemático significará subsumir como tent_aUva un p¡~ducir el resultado lesivo. Tampoco hay un comienzo de ejecu-
hecho c¡ue no es comienzo de ejecución. lo que resultaría inco;1~t,i- cÍón. porque nadie comienza a rnatar a una persona agujereando
tucional tanto por violar el principio de legalidad (la tentativa es el con alfileres una fotografía ni un muüeco. CQ•.b':!2~ie!l9.9.l'.;;: crueldad
comienzo de ejecución de un delito y no de lo que no puede serlo) d~1a;lcara urrinofensiv0 sapo. enceITarÍ.do unacruz e_n una botella
como el ele Le_?iviclad (esa construcción abarcaría conductas que y arr<:ljánc:l.ola al mar, etcétera . Son los supuestos de tentativas su-
no_ponen en peligro ningún bien jurídico). persticiQ5-ª~ o de grctyj§.iI!}()S errores so12_1~ la causalidad real (ten-
Tentativa 1:aÚ\;as ir¡-ecJJes). en que el medio ~.S!:.1..~t€::Carece en absoluto de
aparente por Toda tentativa se lleva a cabo conforme a un plan concreto 6
falta de medio cualquier id~r~eidad para consumar el hecho (atipicidad porfalta
q~m12Jica__~t~1I2le9 ele l!n medio concreto. Cuando el agente
de -~ic:ióneo). Falta la tipicidad objetiva, porque tampoco el
cree pon~1.~_en prá_cUca su plan por aplicación del medio y éste en
agente está comenzando la ejecución de algún delito. dado que eli-
1~.r<:alidacl no existe. tampoco existe ningún comienzo de ejecu-
óió un un medio absolutamente inadecuado para producir el resulta-
c;ión o, mejor dicho, no hay un co_mienzo de ejecución conforme al ºdo. En el viejo derec/19,penaLde vo[LU1tad. de raigambre claramente
plan trazado, por lo cual la ti;:ntativa también es meramente apa-
autoritaria, en que lo único relevante era la voluntad contraria a la
rente. ·se trata de los casos de tentativas aparentes por falta del
norma. estas tentativas aparentes eran punibles.\
iñeaio. El alucinado que cree atacar a su enemigo con una ame-
tr~laclora y tiene una escoba en la mar¡o: el que en estado emo- 9 La doctrina nacional se cl_esconcertó ante la novedad legislativa El desconcierto
cional quiere matar con un revólver sin tambor; el que pretende del último párrafo c::ieLar1.f~14.Gl que no tiene antecedentes nacio- de la doctrina
nacional
arrollar a alguien con un automóvil sin motor; el que cree poner nales, y po~ ello co~sideró que comprendía los casos de tentativa
veneno en la comida y pone sal; el que quiere clej'ªL_gna_bomba de ªE.a.rente. Se llegó a sostener qu~~L(1Jn.darueoto~c::ie l.a p~~ición.só~o
tiempo y sólo coloca un despertador; el que quiere blandir una se hallabaen la peligrosidad clel_ªgente. lo que es clansrmamente
espada o un cuchillo y no percibe que perdió la hoja. vi¿latorio del principio cié ofensiyidad"{ver § 32). Dado que esto no
No hay comienzo lo impone la ley. sino que es una interpretación d9ctrinaria, puede
de ejecución En todos estos casos el agente no comienza a ejecutar nfü;la 7
ser dejado de lacio y partir de la premisa de que el último párrafo
porq1!_e_e_!1 realidad hace algo completamente diferente de lo planea-
dela:rt. 4i del CP debe interpretarse. al igual que toda la restante
do: una pantomima con una escoba, la exhibición ele un pedazo
ley penal. de conformidad con el art. 19 CN.
ele revólver, sentarse en una carroceria que no se mueve, sazonar
la ~co~~ida, desprenderse de un despertador, mostrar una em-
puñadura o un mango. La atipicidad obedece a que el medio em-
LA i\ATURALEZ.-'> Y COC-:DICIOi\ES DEL DESISTI~!IEC-:TO VOLUi\TARJO 655
654 LAS ETAPAS DEL DELITO

§ 263. La naturaleza y condiciones del desistimiento voluntario


El delito El art. 19 constitucional impone como condición elemental 10
imposible pacg_lªhªbilitación deLeje.rs:iQi!L.delpgg~r:pµ.nitivo. que ex ante el
~-sid.@idóneo_y, por ende, haya existjd().J?e~_y~erda-_ 1 Según el art. 42 CP. incurre en tentativa el que con eljin de La tentativa
dero co~}l~./L.de .ej~<::.!Jción. Partiendo de estos requisitos desistida no
cometer un cielito determinado comienza su ejecución. pero no lo es tentativa
constitucionales. sin los cuales no puede haber conflicto y, en consuma ¡zg,:_cir:cw1Stancias cyeCT©...ª.2.UJ.'Ql.llDJQ<f Por en~e. cuan-
consecuencia. tan].!2QCO .JiPi<::idad. gel:>e .concluirse ...q1.J.e.J;:l.1\lJiP10 do ~consuma po~~8:_:':~lQQ.:.. 9JJeda... e~du1clo de la
p~afo_deLarL4.4-trata de casos en lo~~-~Yªle_s, pese a que ex ante fóm1Ula ampliatoria de la tipicidad y. lógicamente. su conducta
eu:necUü.ha.ya_sidQ_jcl<Sne_o y el observadoctercero plleda..haber serXafípfca. consonancÚ1-con esto. el arL 43 establece que el
cr~J9_o_que existia un peligro par:a. el bien jur:ídico, el delito haya autorde-tentativa .'!º estará sujeto a pena cuando des.istiere volr,,m-
sido imposible, o se{]., .l<1.<;;9.n~1JJJlQQQJLO-per:JeccwnamJenJ;Q.deLdelj- tari~;1~~-; de(delil;, El desanollo dialéctico del iter criminis -que
to haya sido imp_osible. Se deduce de ello que el último párrafo del hace~f.Q.Il§JJJJJación niegue la tentativa y se prese.nt~ f~ente
art. 44 impone una distigc::ión ex:p<J_st, referida al grado de proba- a ella como hecho diferf11Je-. también hace que el des1stim1ento
bili_d_ª_d_cl~_~§iQJJ. aLbien jurídtc_o_, en consonancia con la J-2rtE;_~sión volunt;ri~: ~~Il;~ ~cho posterior al comienzo ele ejecución. apa~
del daií.o del peligro c_ausados.. a que. se. r~_fü:rf_(:!U:l ªIi:...±D rezca c~n10 negación de la tipicidad precedente.
El delito El código indica que existe un injusto de menor entidad ~n la 11 El razonamiento
2 Se objeta que el desistimiento no puede borrar una tipici- que ignora
imposible tentativa cuando -pese al peligro ex ante- ex post se verifica que.la
y el art. 41 CP dad que ya existía. Esta objeción se debe a que no se percibe que la perspectiva
consumación del delito _era imposible. Esta distinción se vincula el acto de desistimiento voluntario es una411oclilicación del hecho, dialéctica
al ·arL 41 del CP que. al referirse a la extensión del daño y del p 11~s la reyocación cancela el peligro de lesión que oc~rr_e porque
pe_ligr~o;ausados, se está refiriendo a un pg!igro que no sólQ es el.E_lan_(é:!}lJll.8..etapa posterior sufre una evolución ~i~le_ctica_e~t~e-
juzgado ex ante. sino también ex post (plles cle lo cootr:arja.r:¡,o ma:'~ aJJ.t_o_r_ds:ct.de. anular voluntariamente una tip1e1dad mrc1~-
s~ria causado). Considerando, pues, qlle la formula del delito im- da ..El pensamiento que objeta la atipicidad parte de la equiparacion
posible es una ten!~~i\Ta ªtenuada o privilegiada porel nulo pe)i- d~Ld.ill.Q.ru:1.d~]Jta.consumado con el del delito tentado. no obser-
grg ex post o peligro causado. puede considerarse qlle no hubo ;ando que es un dolo que se interrumpe por si mismo. En la dia-
posibilidad alguna de consumar el delito Cllando el medio se ll_s.ó léctica del iter criminis. siemprela etapa posterior cancela a la
de modo absurdamente inadecuado, tenía un defecto muy grave. anterior, y cuando lo posterior es un desistimiento. la cancelación
el objeto se volvió invulnerable por un accidente o por una neu- s ~ atipicidad cleJa.ao_tertor ..e.inexistencia de la pos_te-
tralización previa del peligro.
~
Casos de delitos (a) La consumación es imposible por la forma muy inadecua- 12 El desistimiento
3 Quienes objetélJLla..atipicidad de la tentativa.desistida, se ven

--
imposibles como cuestión
da en que..s.e.. usó.el rnedio. cuando alguien pretende cometer un obligadQ~Lª e.,xphca.r]a _irppi,midad dentro o fuera de la teoría del de culpabilidad
delito electrónico sin saber operar una computadora. (b) Por un delito. y de punibilidad

--
gra-;e-ckfecto del medio empleado, seria el caso del arma inidónea
para disparar y c9n la_s balªs J1úme_clas. (c) Por un accidente del
···-··-· ... ---
objeto el delito es de imposible consumación cuando. la cosa que
se queria hurtar se cambió a una caja de seguridad inexpug11able
(a) Las que la explican dentro, lo hacen sosteniendo que desa-
pa~ce la culpabilidad. En las teorías funcionalistas del ~elito. en
qu~_ _f_\111),.a.bilidad se f:'.Onstruye deduciénd~la de ~os_ fmes pre-
ventivos de la pena, la punición de la tentativa desistida no ten-
c~'ñ-los medios que tenía el agente. (d) Por urta previa neutraliza-
dri; ·sentido, _porque el fin preventivo habría sido alcanzado sin
ción del peligro. como es el caso de .los delitos e;x:perirrlentales con
control JJolicial o, simplemente. cuando la _tn:1ma había_ sJqg~~s- ~~d~de ~j;r¿~r~l poder punitivo.
cubierta y. sin que el agente lo supiese, se hubieran .tomada1ª.§_ (b) Quienes la explican fuera de la teoría del delito. consid~-
medidas para impedir su consumación. ran que se trata de una causa personal de cancelación de la pum-
656 LAS ETAPAS DEL DELITO LA i':ATURALEZA Y CONDICIOi':ES DEL DESISTIMIENTO VOLUNTARIO 657

bilidad. La más grave consecuencia de esta tesis es que los partí- voluntariedad a motivaciones morales o éticas que -en último caso-
cipes de un hecho desistido por el autor, es decir de un plan que puedeñ-cafíficar la cond~cta: p~;¿
nunca cancelar su voluntarie-
fue revocado y por ende no peligroso. no pueden beneficiarse de dad.
la decisión del_ITiiS11JQ,,,eonl:LcQllsecuencia que resultarían pena-
6 Son revocaciones voluntarias las que no son impuestas por la Voluntariedad
dos por un aporte a un cursg_ d e _ i i i ~ ~ o
por el desistimiento. La única razón para la pena del partícipe voluntad de un tercero o por la autoridad o por)ainefjca.cia (objeti-
va) ae1-p1an verificada ex 1;ost! Pür effo ñodesiste voluntariamente
vendría dada por una d~:isión _d_:~~'ª-I1.Q__m1a, pauta
quien ·11~ga hasta la bóv~da del banco pero fracasa en hallar la
insuficiente para el derecho arger'itinoJ>9Ldlsposición
- de la
- '"-,------- -. ~
reser-
''-,,-,,'

va constitucional (principio de lesividad).


' ' ' '
combinación, o porque suena una alarma o interviene un guar-
dia. Pero si cualquiera de estas circunstancias fuese sólo imagi-
Teorías Ambas posiciones contrarias a la atipicidad de la tentativa 4 ";-;_da por el agente, motivándolo a abandonar el hecho, lo hará
preven tivistas desistida responden a ieorias preventivistas de la pena y, por ende,
y concepción
aiípicaITI~J.<:c_Pues sólo en su imaginación están los motivos de la
premial asign~esi13limien_!g_una naturaleza premia!: se ha entendido r~~·ocación de la tipicidad\ Lo contrario llevaría a exigir -en contra
q~~idad_c_oxLslJtµye un estim.ubpermanente. q_l1~.n:pn- d;-i; ·1;;_ una revocación del hecho donde la voluntariedad sea a
tieg~,leyhacia el autor para que desista, tendiéndole un puente la vez ~n síntoma de pureza ~.n.las motivaciones, es decir, que la
~rg, tesis que se remonta a Feuerbach. Por esta razón se ha voluntad sea expresiva de un valor de ac,ción (ético) como calidad
pensado que el fundamento se hallaría más bien en una gracia m9ral del impulso a desistir.
concedid.a. aLautor con carácter de pren1io por su desistimiento,
7 El desistimiento voluntario puede estar fundado en un puro No es relevante
considerando que si la voll.lntad cqns1,1mativa es .una carga, su la motivación
renuncia merece un premio. temor aJa pena. en un c_aj.c.1Jlº-. esps:J:JJ.latt.v9 (porque cambió de
interé,s aun cuando sea éste también delic!ivo), o en un imprevis-
El desistimiento La tentativa de delito puede desistirse mientras objetivamen- 5 toqge se adopte como una 1.11ala s,<:_ñaL por ejemplo si se le rompe
cesa cuando te no exista para el autor una imposibilidad de consumación. Cuan-
existe una ~~~ ganzúa o se atra:viesa ungci,tp rn;gro. desistiendo aun
imposibilidad real do la consumación se ha v:uelto imposible, el desistimiento no es c~'affé:fo el mécúo sea igualmente idón~o para abrir la puerta. En
de consumación \~UJ.éll.:i<?· En consecuencia. cuando el agente se representa un síntesis. el presupuesto del desistimiento dependerá siempre de la
fr~~§-Cl.Jne;,Jstent.e 1m_puede neg8:fse la posibilidad del desi5Ji- inexistencia de condiciones obje.tiuas qµe impidan o dificulten gra·
nliento, pues -cualquiera sea su motivación- el autor renuncia
vemente la consumación. sin que sea relevante de la
vo1unJa11ªmente a con1jr1uar con el _hecho, Si la ley no exige una
voluntad. ni lo errore.s. que la pud,if!rqn condicionar m{eritras el de-
motivación especial, nada autoriza a considerar no voluntario)o
si;timiento como hecho pueda ser imputado como obra pertenecien-
que es voluntario. Así. quien abandona la conducta de apodera-
te <:LL autor.
m~!;Q.poi:qu.efr:e,e__c:~~?1.1e~1I1ente-qut= la_billetera no tiene diner:o,
8 La imputación del desistimiento como hecho voluntario del agen- No debe fundarse
de:3iste SÍ_§lJJte~Lcle adqtürir la disponibilidad de la billeten1 la.pone
en una acción
nuevamente en su luga/(tentativa inacabád~J. Igualmente desis- te tiene lugar cuando no está fundado en la 2E/tratilJ.i<}!;!};Í::c,de una especial del
tirá el autor que desactiva la bomba por cre.e1:f3-:Lséln1ente que no acc:;(Óll espes:;i<:Ll de cualquier parte del sistema punítívo. ni está coac· sistema punitivo
estc1llará por un desperfecto (teñtativa acabada). Pretender reta- ¡:;¡mqdo por LLn ter..c¿e.rc¿ Se reputa por sistema punitivo a todo el
cear la posibilidad de desistir cuando el autor cree erróneamente cornpJ.ejo_-ictministrativo de criminalización secundaria, del que
fracasada la tentativa, importa .condicionar la voluntad _para el p;rticipan los 3:gen.te.s de seguridad y funcionarios públicos. pero
desistimiento a una motivación que la ley no exige y que la doctri- también lo so-n el sujeto pasivo. los paüiculares. les-aparatos ele
na deduce de la pretendida naturaleza premia!. Si se niega la po- defensa omecánicos. que puedan servir para delatar la ejecuci~n
sibilidad de desistir a quien abandona el hecho porque creyó ; interrumpirla~Po~ acción especial, se entiende una detenninada
equivocadamente que la víctima de la estafa advirtió la maniobra rélación del accionar del sistema con la conducta de tentativa. en
cuando en realidad estaba por entregar el dinero, se condiciona la el sentido de que no basta para descartar la voluntariedad del
658 LAS ETAPAS DEL DELITO
L.;, NATURALEZA Y CONDICIONES DEL DESISI"!MIENTO VOLUNTARIO 659

desistimiento la mera repres_s"_ntación de la amenaza de


t~1or genérico ~e[_fl~scu biert~----... ---····· dono cuando el autor ha perdido sus alternativas de conducta,
pues si la víctima sale ctefillitivamente cle¡~1~~~cteGI1[e'.--~Táu-
L-Os problemas La llamada ~ l dC!iAe§.í§{irr]i§T.l.fcQ ha llevado a planteas 9 tor n~<;~i§.te.del homicidio, sino quesimpler12~r1_te ng_p_LI_e<:1.~~.Q.P-
de la etización rea~preocupan_!es: se ha sostenido que debe ser producto sumarlo.
de un acJg_de LJc¿lor;:1:_1_ción. llegándose a afirmar que sólo era válido
12 El caso varia completamente cuando se trata de una tentati- Desistimiento
cuando
---···· era.autónomo.
......•
casi como una decisión de conciencia del
agente. Siguiendo este camino se postula que el desistimiento es
-·· va acabada, en que ya se ha realizado todo en la tentativa
acabada
penckcfé'h 110 inte1:yención futura Cfé parte-~·-·--a~u-t·-o·r··-.--.....
vo~1tario cuando no es razonable para
------="'-'" ',',,,_ la lógica
----- ' del-, delincuente,
,,,~, ,,,, ' ,, se requiere que el des§timiento se manifieste! en.la[_Q_DTl§l_.Q.Lldllª
sie21d()J!l.~°-.luntario cuando es aceptado por la forma propia g~
raz~ªcdel delincuente: según esto se afirma que no es volunta- actividad, porque sólosl":_p_11e.dl": r::ey9c::3-r medJ.an!e.J:l:. r.s:lo.ues q_e _evi-
tación. como si lo que re.s.t:;tparalacon.s.umaciónestu'{i<:_s~~r::1:~-
rio el desistimiento de qtLi~n deja a su víctima porque ve avanzar
do _R.QI.]:I[Ja.estructura típica omisiva, dado que si el autor realizó
a otra má§_1:ica (RoxinL Otros afirman que no puede reconocerse
todo lo ne_cesario par:3:_gue el resultado-se-produzca. su inactivi-
su eficacia cuando responde a motivos contrarios _a.J__der.echo
da_d no indicª__un desistimiento_sino todo lo contrarig, es decir que
(Bockelmann). De este modo concluye que quien abandona el bo-
e;g~resa la existencia.de su v9lu_ntad.realizadqra. Es claro que
tín__poi:._s.9D§iderarlo insignificante. da pruebas de ser un ladrón
quién envía una bomba porc_orreo no desiste de la tentativa con
p~r. con lo que just,L[icaJa negación de la voluntariedad del de-
só).Qf;t~clm:.s1rlo...Labstenerse de ulterior activic:lad, aun cuando el
sisti!:)~i_ento. Estas tesis se acercan a los tipos de autor por vía de
mecanism_o haya f~lado. Eñ lugar desiste q1Jien da aviso a la po-
una exigencia ética en los motivos. que la ley no reclama.
_ _ _, , , _ 0

licía después del envio, el que lleva al envenenado al hospital en


Tentativas El arL 43 CP no distingue entre inacabada v acaba- 10
' '' '~'<>? p_-;'
ti<;.ffiI20 ..0p0Ltuno.para que lo salven, o quien le aplica el antídoto
ª
72-•,, ',;.,,:,,,

acabadas e cla, regulando todas en una .ref(:r:e_ncia_ ]éL tentªtiva, aun- adecuado.
inacabadas
que sin embargo sea necesario es.tª-121~_<:er una difer:e1:1<::iJ:tpoJ;Jas
13 Si el resultado igualmente sobreviene habrá que considerar El curso de la
consecuen~§en materia de desistimiento en una y otra hip~te- acción de
si el c1.1rsq __de acción c.on fin...de.evitación era seguro
Es. La pr~;isión del artículo de ref~-~l}fia_abél,[.C:ª-..Q8:[ª e.l desisti-
-
desistimiento
(éyüabilidad segura), toda vez que, de no ser así, éste no podrá
miento tod9.s los .casos donde el autor no consuma el delito, pero
......__•.•.....
dentro de ellos corr~3Jo1:1c1e cli§tinguir el supues(Qer1qu1:;.s.e inte- serle imputado ..aLc1.1:1tor: el q1::1e..º-ºD flolo.homtcida .Le.siorni. leve-
mente gl_autor.desiste de este del!!Q.cJ,1:lnq1.1e la:víctimamuera en
n-umpe La~-ei~Lljiµa_(tel]tatipCI inacabada) de aquél en el cual
el hospitaLpor un fallo médico o porque rechace el auxilio. Debe
se realiza~cjQJg._gc:_ció.n__<:?J!:?_Cutiua sirt que sea_ n<:?c<:?s_g_TiilJ2(':guna
entenderse que hay desistimiento cuando la víctima evita
post<:?rior ivternención del autor para consumar el resultado (tenta-
intencionalmente el efect~~ptivo ctéf des'i;timiento (desiste
tiua acabada).
v~ntariamente quien. luego d~~;locar un ~rt(:facto explosivo,
Desistimiento La determinación de la naturaleza acabadª-.() inacabacict.ctj,e la 11 da aviso a policía y la acompaña al lugar para indicar la forma
en la tentativa tentativa ~~-E<;:aHza sien~pre ctpelando al plan. concreto delaJ¿!()r: de desactivarlo, pero el artefacto estalla por una imprudencia grave
inacabada
(c~SÍ.Qll..9l::ü.eJ:ivQ:iQdividual}: toda vez que sin esa inform~= de los funcionarios o por un accidente). No importa que el
ción no eS.J?.9§.LQ~~t_ª]:üecer . cuándo depe _teri_erse por ~e_a.liza~a la autor h~ya-evffado resultado mediárite.. el au)dlio de un te:~ero.
totalidad de la conducta necesaria para la consumació,n. En la pues, no e_~_JJ.e....C.é!.S~Lrio.que.Ja-acdón segur.a el.e salvamento deba
tentativa inacabada es imprescindible que _el d_esistimiento
~"--·--"-''"~,~--- ' ' '·-=,
realizarla personªlmente, pudiendo de un tercero, como
interrumpe la acción. ejecuUva impida la consumación del delito, puede ser el médico, el policía o el propio suj_eto pasivo.
----µ"-"'""'-
º que sólo se consume por una desviació.n esencial del curso _ceu-
14 Debe tenerse en cuenta. además, que no siempre el descubri- El descubrimiento
sal respecto de lo Tiñaginaéfo por el autor, de naturaleza tal que del hecho no
miento del hecho por parte del sujeto pasivo o de la policía de siempre impide
impida;t;ibuirle el resultado. Debe quedar claro que no hay aban-
seguridad impide éi desistimiento de la tentativa acabada. Al igual el desistimiento
660 L.\S E.í/\P:\S DEL DELITO EL DESISTI~IIG:TO Y L·\ COI\CURRE:iCl\ DE PERSONAS 661

que en la tentativa inacabada. lo decisivo es el carácter voluntario 2 Se requieren algunas precisiones cuando el que desiste es el Es atípica la
cl<Le~g__g~c,ic,1üJ1iento. lo cual será de h<:112.!~Ese pélrtíc~pe En p1incipio. en el -~pdigo argentino es 3:t,jpica,_g_tenta- tentativa de
participación
cle_~ubierto .el plan. lo que impon~ decidir se.gún que :,c,,s•..' ..~:;:;:::..::.:c'..•• tiva ele participación. ele modo que no tiene a su respecto senti,clo
tancias objetivas permitan un curso salvador a cargo aÍguno.pÍantear ~l problema del desistimiento. Para que haya par-
siempre que no.sea coaccionado para ello. Asi. cuando se ata a ti¿iI;~;Íón. ésiadebe 11aGerse hecho efeg,.tJyc1, e_;;_decir debe haber-
u12_a~:persona ..un ariefacto expJgsi,·o que no puede se consumado. La única participación que puede clesisUrse es la
est_allar. salvo mediante un 111.ecanismo electrónico c'ontribución a 1a temauva c1e1 autor.\ r:J; cabe considerar que 1a
po.LeLautor: si bien el hecho es c91..1}?.<:-Jclo_por eL§li.is:.i.(LJLc:tsivo y por parTicJpación no puede desistirse en razón . ele que .~sta no uene
l<l.JJOÜ_cía. la intervención no coaccionacla ..cle!Aut.m:_9..~.de.sª.Q~':_'~ consumación propia por ser acces01ia del hech9 principc1.I. porque
el mecanismo debe ser conside1:ada como un rele- lo que interesa es que se retire oportunamente el aporte al he_c,I1,o
------·---· ·-· -
antes ele. la c_onsumación. Por consiguiente. el partícipe puede
desistir cle.su._él;J?Qrte: _c1cc~§9l°J9. aLlnjusto del at1tor. siempre que
Desistimiento Se llama tentativa.cal!fi.c;cidci_<;Lla que. llene lugaLahgr_cando 15 no se hava consumado¡ No obstante. ele esto surgirá que el desis-
en la tentativa ..., ,.-·"'"' '

simul~~r2e<m1E?nt;Té{··~;n~umaci6n de otro cle/i{o. CWJCt Upicicl<.~ijn- timiento de la participación deberá tener generalmente gran analo-
calificada
te.z;fiecs?. pgr.prCJgresión (el que dispara sobre otro para matarlo. gía con el desistimiento de la.ientaLiva acab.ada,, puesto que se
-
pero sólo lo hiere: la tipiciclacl ele lesiones. queda interferida PºI. la
tipiciclacl ele la tentativa ele homicidio). En estos casos. el desisti-
tratará ele desistir ele un aporte del cual
totalidad de la conductc1,
se ha realizado la

miento voluntario la tipicicléld .ele. la tentativa. pero.


desparecida ésta. deja ele estar interferida la tipiciclacl del delito 3 Esto será inevitable tratándose del c;lE?sisfimiento de la instiga- Desistin1iento de

consumado en el curso ele la tentativa y. por ende. el agente debe


responder ese delito (c¡ueda atípica la te.n.tati\'.ct de homicidio,
---
ción.. El instigador sólo puede desistir mientras el autor no haya
·-····~
c_~r1,5um<1cl..Q._<:I cielito. y siempre que su cl,esistimiento tome la for-
la instigación

ma de una intervención activa para impedir el resultado. sea que


pe!'o~Lagente resp.0J1cle por las lesion~s). Sólo cuando lo que que-
logre o no la interrupción ele la actividad ejecutiva del autor mien-
de .subsistente sea un cielito de peligro como figura que anticip§l
tras se trate ele un curso salvador segu1:o, o que logre o no evitar
una lesión, éste queda impune. pues faltará el requerimiento de
elresultaclo cuando la tentativa del autor sea a<;agacla. siendo
1-;;:~1idacl impuesto por la tipiciclacl conglobante, que habrá que-
ta~giru_JgdisRensable -QQI.J2_arte .c:.J~ljnst!gaclos=.ll-IlJ:;ur1iQ...~ ac-
claclc_:i consu!11idQJJOr la tent<3:tiva desistida. porque entre la tipicidacl
ele la tentativa y la del cielito ele peligro anticipa torio no mecliélyna ~·"-
ción conJa mismc1seguriclacl.
·--·~'""'- -·-· ''''""-
•-a

relación ele subsicliarieclad, sino ele consunción. Así. quien desis- 4 Algo diferente puede suceder con la complicidad e incluso en ¡;_.·--·~7'1"$;''),40!'/• "' ')
Desistimiento de
la complicidad
ta,.d.e una falsificación también dejará atípica la tenencia de_in_s- el caso del llamado c9mpUcE? gctmafio, que es el cómplice que, por necesaria
trumentos claramente destinados a falsificar. efecto de una limitación al.pi:incipio . del dominio ..del hecbo, no
puede ser considerado coautor. Frecuentemente la intervención
del cómplie,e primario puede seguir en el tiempo y llegar a ser una
intervención activa en el momento mismo de la consumación. En
§ 264. El desistimiento y la concurrencia de personas este caso. basta con que aquél retire su aporte. puesto que con
el~o desbarata el plan concreto del autor. Así. quien ejerce la vio-
lencia sobre la víctima para que otro la viole. puede desistir con
Efectos del Considerando que el desistimiento es una causa de atipicidas:f 1 sólo retirar la fuerza antes de que el otro haya consumado el cieli-
desistimiento ele la tentativa, el desistimiento voluntario, del razó n d~l
0
to. Ello obedece a que en este casoJ;:1.JJ§J:i:icipación 119 e_stá Acaba-
del autor ~ ' ~y•orOA•

da. En los restantes casos en que se limita el dominio del hecho.


pI'incipio ele accesoriedctcl limit.ada de la participación, deja atípica,s
perg la participación está acabada, rigen los principios generales
las conductas ele los partícipes.
conforme a los cuales el desistimiento sólo puede tener
TEi\:TATIVA EN L\ ESTRUCTlJR.\ TÍPICA Ol\l!SIV:\ 663
662 LAS E.-rAPAS DEL DELITO

cuidar o mantener al niño pueden resultar autCJras de un abando-


lugar mediante la,é:~CJÓJ} clel resultac:lg. En cualquier caso. si el
' no con dolo_l}o_micicla (art. 106, párrafo 3º); sólo quien encuentra
autor consumase el deJito conforme a un plan. distintQ d~.?s111éJ
a una persona herida o amenazada puede cometer omisión de
doE:19.eJmbiese tomado parte el participe que desisie, debe consi-
auxilio (art. 108). Fommlacla esta aclaración. el deber de actuar
deran:;e que evitó la consumación. porque ésta no se habrá pro-
para el autor se inicia cuando se encuentra en la situación típica
ducido conforme aJJilan original, que es lo .determi11ar1t.~.
(el juez frente al detenido que debe dejar en libertad; el funciona-
Desistimiento de En el caso del cómplic~CQ.!J1_Lin o no necesario, para desistir le 5 rio policial ante el sospechoso que está siendo torturado), pues es
la complicidad la situación concreta la que define el comienzo del peligro para los
bastacon.r:etirar: su ap;;rte, sin necesidad de impedirel resultado...
común
o dtslJª'r:atar.el plan. La situación no se altera cuando se trata de bienes jurídicos de que se trate, de modo que mientras no exi_sta
un aporte psíquico al hecho, pero tratándose de la promesa de peligro de lesión no habrá situación típica ni autor a quien le
una ayuda posterior al mismo, el cómplice que.omite el cumpli- incumba el deber ele actuaL
miento de su promesa no desiste. sino que queda impune por No hay tentativa
3 En este sentido. es correcta la tesis que sostiene que ya existe
expre.s,1 disposición legal. sin peligro
tentativa con el p5:irner hacer distinto al debido. precisamente
Desistimiento En el caso de los cc;:i<:1.ut.9res, valen las mismas reglas que para 6 porque el sujeto_deb.e ª'S:~.1;1ar razón ele que hay peligro de lesi_ón
del coautor los autores. debiendo aclararse también a su respect_o que es ne- para la vida. la libertad. eic. Esta limitación impide el acle-
cesario de su parte un curso de acción seguro tendiente a la evi- l;ntiiñ_lento a incumplimientos anteriores que son irrelevantes
tadóii-del resultado, aunque si el delito se consumase en forma en cuanto al riesgo. Por aplicación ele este criterio, el guardia que
distint3:_.9ela_ planeada. debe entenderse que el clesistiwiento es egc_11entra a un ebrio tendido sobre las vias del fenocanil y deci-
ig';:iá:imente relevante porque habrá hecho f;acasar el emprendi- de moverlo más tarde. porque cuenta con toda la noche dado que
míerito conforme a cuyo plan concreto tenia el dominio del hecho. el próximo tren pasará a la mañana del dia siguiente, no es autor
ele tentativa de abandono. Es obvio que la situación típica aparece
sólo cuando se aproxima el horario del tren, como también que
recién en ese momento el guardia tiene el deber de actuar en
§ 265. Tentativa en la estructura típica omisiva función de hallarse en una posición de garante que impone el
mismo-tipo penal (art. 106. 3er párrafo).

4 'En la estructura típica 9rnisiva de lesión, la tentativa puede Tentativa acabada


Las mismas La tentativa es pos~bl~U_anto en los propios como en-1.os J!n- 1 e inacabada
dificultades de resultar tanto acabada corno inacabada, con la consiguiente posi- en la omisión
p_ropios delitos de-omí;:;ión. Por supuesto que, respecto de estos
los tipos activos bilidad de.desistimiento de la no evitación según las mismas re-
~!i2.1:1:~~· sólo en los casos en que se haller:i tipificados, pues de lo
glas c11:1e rigen para los delitos de actividad. sin que se requiera la
contrario se incurriría en una construcción analógica. En la
evitación exitosa de la lesión, sino sólo el empleo óptimo (seguro)
tipicidad omisiva se reiteran las dificultades de la tipicidad activa
de un esfuerzo por revocar, lo que puede ocunir hasta el instante
para distI_i-iguir los actos preparatorios de los ejecutivos, aunque
en que la tentativa no esté objetivamente fracasada.
coñmÓdalidades
----~- diferentes.
. -
5 El deber de evitar surge con el inicio del peligro, lo que sólo La situación
Límites Como hay un momento en que comienza el deber de actuar y 2 típica comienza
temporales en la
puede ocurrir en la situación tipica: no hay situación típica sin con el peligro
ot~o en que éste se ha violado en fonna segura, por ser el último
tipicidad omisiva peligro. aunque el autor crea lo contrario. No sería razonable sos-
dor:1oc eS_l:JDSible la intervención que evitaría el resultado, se ha
tener que todas las aeronaves en vuelo o gue todos los lactantes
sostenido que todo este período está abarcado por Ja ten.tativ:a...-
estén en peligro. sino que el peligro lo introduce el piloto que aban-
Los·únJ_~_()S obl_i~ados a la evitación de un peligro o una lesió.D al
dona su puesto o la madre que abandona alimentariamente al
bien jurídico son quienes se encuentran en la situación tipic_;:1
niño. Así es que. tratándose de una actividad compleja y que re-
prevista en la ley. Asi. sólo las personas que están obligadas a
664 LAS E:Ti\Pi\S DEL DELITO

quiere conocimientos especiales y precisión de movimientos -como


puede ocurrir en el aterrizaje en un aeropuerto o en la sutura de CAPÍTULO 26
una herida quirúrgica-. el peligro se introduce recién cuando el
a,gente se incapacita para poder cumplirer1 e! momentJ)_op_or,:tuno
su deber de garante o cuando ya aparece lesionado cQn sµ CQp-
Unidad y pluralidad de delitos
ducta incapacitan te. El jefe de un·a torre de control o el médico·
que se embriagan para provocar una catástrofe o parª que ..e)ya-
. c~je_rnuera. desangrado, al comenzar a embriagarse ya están
realizando.actos.detentativa. Para ellos, la tentativa será acabada
re5:~~~ c~¡ndo logren el estado de embriaguezincapaci@_nte, pero
desde que comienzan a beber hasta que logran la incapacidad,
~""'l>.
media una inctcabatj_a)
§ 266. Consideración legal y unidad de acción
Desistimiento En cuanto al desistimiento. es perfectamente posible tanto en 6
la tentativa acabada como en la inacabada. debiendo tratarse en
ambos casos de una conducta que tiern;laa evitar el resultado, es ¿Por qué es
1 De acuerdo con un derecho penal --:--::-~~:c•.::~~.;;:A?;...c.;;,.~"--..·"--·=-·
d_t"._c:i..r:.glle ..eldesistimiento opera en forma equivalerite.a corno_Jo distinta la pena
sujeto COI!!~Je.up d<::ljt<J ha~r~ lug3:r.~J~.aJ¿~if;;8:Sl:2!:1~~~}:1Eª J)~:1:~; en el concurso
hace en la estructura activa.
si~~ete~.arios_d_eliJillL.Uili:Í.rtn:uigJj~ªL~le V~J:1.§:.§.~EJ.clS'.) y ello por real y en el
Admite delito cuanto de mediar una conducta habrá un delito, y cuando haya concurso ideal?
En cuanto a la tentativa aparente. cabe aclarar que es incon- 7 ~~~-----··-==,-~..,,..,··~ . '"""-~
imposible pero varias conductas.habrá varJos cieJJtQ§.
no tentativa cebible en la omisión, pues de no existir peligro no hay situación ' ' .. ~ . . . .. En consecuencia, a una
" '

aparente típica alguna, porque éste fonna parte de la situación conste- conducta corresponde un_d_e_.1i_·t_o-"···""'·-··-·-··=-·······"' ..
lacL()_11aJ en la que surge el deber de actuar. Se excluye por la
imposibilidad de una Upicidad que surja antes del peligro. Por
Cuando hay un sólo movimiento sólo puede haber una conducta
ello, la sola imaginacióp del mismo permanece en la esfera inter- 1

na del autor y el no hacer no se traducirá en un hacer diferente si hay un plan común


del que es debido. porque no existe en esa circunstancia un hacer Cuando hay varios habrá una ([actor final)
de\;ido. La ~--·-
tipificación de la tentativa aparente en la omisión no movimientos conducta sólo y si hay una unidad
podría ser otra cosa que la prohibición de cualquier otra conducta de sentido para la
acompañada del ánimo de que se produzca un resultado típico. prohibición (factor
nonnativo)
En lugar. el delito imposible es concebible, cuando ex post se ve-
rifique la absoluta imposibilidad de obtener el resultado por via La solución
2 Ahora. si una condLICt(i encuadra en más dJ'.JJDJipo pc:nJ;i.l. no
de la no interferencia en la causalidad.\ legislativa
por. ellQ.pasª .a,. ser 1ná1s:J.~u1r1 c,Lc:ll12,. en tanto que cuando hay
varias. conduda.s. qt1e .c::aC;11_. dent1~9.,clC;l-rnisme:..-º };ljfe.r.ent.e.~1.1P,os
penales. b,al:irá varios delitos. Conforme a estos principios. el CP
distingue claramente la solución que corresponde p~~~§,..sasos
en que haya que penar varios delitos (varl~n~Lt1ctas). lo que se
da.é11Ílamar concurso real (porqueconcu:i:re1J.Ycélfict§ clc:!ltg§ e1111n
mismo pronuncfa.míe11.fojudicial). y la que corresponde al caso en
que uria'conducta (un c!_~EJD)d:.Ssulta típic::-a,.Qe.Y3:I(Qs.Jj_Qo::LQ~~.8--
les ..9.lc1~~Ícu~iicteaL)porc¡ue concurren varios tipos en
una misma conducta).
DE.TER:.l!NAC!ÓN DE LA UNIDAD DE CONDCCfA 66í
666 UNIDAD Y PLCR:\LIDAD DE DELITOS

resultado. con base en antecedentes históri~os y gramaticales .


Para el caso de esta últimaJ:ljJ)Ótt:sis. o sea el concursk~l
De acuerdo al punto ele partida realista adoptado. sostener que
. C~ adopta el prin~~pio de lc/:}fb~~cu<:1-ndo ur; hecho c a ~ o
un disparo ele fusil que mata a dos personas da lugar a dos he-
~-~~ _11,r1<;LSf1T1ClQZJ penal. se apTicara sglgm~~~g que fijare peng) .
chos. es partir ele una tesis idealista extrema en donde el delito no
_Tzlayor:,art. 54). mientras que para el concurr9rt. 55) se apar-
seria una acción sino su tipiciclad. Saber si hay un delito o varios
ta del denominado principi<:>~umulativo o de suma de penas, para
asumir el principio d \aspersi<fr puesto que en el concurso real los·. delitos. atendie~clo a la cantidad ele resultados, es algo que rompe
la. rúas ·eTémeniaí vinculación con lo óntico: quien hace un sólo
que C()nCUITen SQn varic:is'Ife 1 OS en una ITlÍSI;D.3... Si:JJ.J<:I:!5,h:V se for-
mo,,irrííento (cümo arrojar una grnnacla. desviar un vehículo, cor-
ma una escala penal que parte del mínJ.:r!Q rnayor pe todaqJil;;i~~a-
tar cuerda-q~e sostiene un bote lleno de náufrago.s) cometería
la§ . y llega a un máximo (LU.e es GJresuH.ado de la su111cU:JEJ:f;1cLo.s=Jos
@~'\.irnos. pero que nunca podrá exceder los 50 años de prisión. un delito si causa una muerte y vario.s.. delitos .si .causa varias

Las consecuencias en orden a la punibilidad serán analiza-


das posteriom1ente (ver § 291 y ss.). mientras que para la teoria
del'delito e! problema fundamental.consiste en determinar
"'"/--,· p'<" '' ',,,,,, '~•'"'
cuán-
·--~-w,,-"'""'"'"'---
--~""'=,.&,>-,~-m,'• ,,,_,,,, • '''' -,->"'/,,~, •""-""•
-----
m~;tes.E:siriComprensible que un sólo movimiento, una sola
inervación muscular, pueda ser más ele un delito, porque no pue-
de ser más que una conducta. Además, no puede dejar ele recono-
cerse que el código emplea la voz flecho un sentido gené1ico
do media~d~iJo y_<::_u_:¡i,11do..uoa pJuralidas:Lclex:lelitos. En otras para dejar que la doctrina y la jurisprudencia precisen qué es lo
pa1a15ras: lo decisivo es establecer cuándo debe .valorarse lo ac- que quiere decir en cada caso. y según aparece en otros artículos
tuado..comg UIJa única. conducta, y ~uándo.como uoa pli¿,r~ad del texto, se podrían deducir consecuencias totalmente contra-
de conductas. ._ . ..-
rias a la sostenida .
Las visiones Desde la perspectivé(realista)n que nos hemos colocado a lo 3
realista e largo de todo el planteaihfen1oteórico. la circunstancia de que
idealista
\·arios tipos penales le asignen a una misma conducta la calidad
de vari~e.s.pr.Q_hibida. es decir. varias veces desvalorada. no § 267. Determinación de la unidad de conducta
tiene la efi~i.§:_9.e ~\J.!~ip}i.<::élr la conduc_ta. porque no es el tipo el
que crea la condu~ta. sinoetque simplemente revela el desvalor:
Toda vez que el art. 54 CP dice cuanclo'"un hecho)cayere bajo "Unidad del
el derecho no crea la conducta. 1
hecho" es "unidad

Desde un punto de vista Gi


la cosa es diferente. porque
puede llegar a sostenerse que los tipos crean las conductas y que
más ele u_!!-~an.cJpn, el problema es determinár cuándo hay un
h~~ánclo son varios. Conforme ~l punto ele vista adoptado,
unels~onducta [una acción).
de la conducta"

en el concurso ideal hay varias conductas y varios delitos. Siendo


ello asi. no se justifica la diferente solución de ambos supuestos. 2 Es ev~ente que ~ u n mínimo de unidad ele conducta, es ¿Cuándo hay una
y cuándo varias
Esta solución idealista oh·ida que no son las calidades ele un obje- decir. al o que no puede s niás 11e 11.Q'ª~onclucta, y es ~ w}i=> conductas?
to_!~s CJ::~mulUpli.cª11.r} objeto . Con toda razón se ha dicho que da iol , i fisiológica: un ólo.movirnieg.t l una sola inervación
un caballo blanco y ele carrera no son dos caballos. sino un sólo mí.iscular. no pue_cJ.~ ser sino ~ólg una conducta. Pero ese criterio
caballo que tiene dos calidades (Mezger). Esta teoría lleva además fisiológico no _p_uecle servimos para sabersuándo hay unacon-
a insostenibles consecuencias procesales. por vía del desconoci- ducta y cuando varias, porque .resul_tarfa i:ri.fi,mtil creer que cada
miento al principio ne bis in idenL movimiento es una conducta.

La pluralidad Tampoco el criterio para establecer si hay un delito o una 4 Es evidente que hay tipos quE"_ré:.quieren una gran pluralidad
de resultados no pluralidad ele delitos puede consistir en el número ele resultados. ele movimientos. corrw la estafa por:J;je111pl0Jart. 172 CP). Si bien
multiplica la-:-::--~-<~_,::::::.,:-~,
uniclaclfisiológis:;.§l (un sólo.mo.Yln:iiento) no puede ser más.que
los delitos puesto que también en el concurso ideal existen multiplicidad ele , ' ,___ -.,,,.~=-,.

resultados 1 No obstante, un sector ele la doctrina nacional se em- l.Uia:::touducta~.}r.arios nJQvimJen.ta&J;ambién·pueden serlo. Ello es
peii.a en identificar el hecho ele los arts. 54 y 55 como unidad ele consecuencia de que podemos considerar una conducta a un perío-
668 UNIDAD Y PLUR\LID.-\.D DE DELITOS
DETERMIN,\CIÓN DE U, CNID.-\.D DE CONDUCTA 669

do más o g1t:¡19_sJargo d e . l a . c v . W ~ a ~ m o , a
a) Integran una conducta típica que eventualmen-
unos pocos movimientos o a una gran multiplicidad de movimien- te puede escindirse en varios mo\imientos (ho-
tos. Así. se dice ... su conducta de vida fue ejemplar ... o .. su acción micidio. por ejemplo).
de gobierno fue positiva ... y con ello se está señalando un conjun- b) Integran una conducta típica que necesariamente.
to muy grande de movimientos a.un s.eni:ido final. Pero Hay unidad de abarca varios mmimientos (extorsión. estafa).
también se puede señalar con un verbo una condu_cta ;;mpt1esta conducta
c) Integran dos tipicidades. en que la primera con-
de unos pocos mo\·irnientos conforme a sentido: el apoderarse. el cuando hay un
tfene a la segunda como elemento subjetivo (rap-
plan común en
tener acceso carnal. no necesitan muchos movimientos. to y violaciónl.
la realización de
varios el) Integran dos tipicidades en qlle la segunda es
Consecuentemente. cuando hay un sólo movimiento hav una
movimientos una fom1a usual de y¡gotamiento de la primera
conducta: elqu_~ arroja una bomba aunque hiera o mate a v~rios, voluntarios (falsificación y estafa).
realiza sólo una: el que ]-J_TLPUñetazo también rea.liza una (factor final) y
e) Constituyen la tipicidad de un delito pennanen-
además se· da
te (secuestro).
el Jactar
El problema surge cuando -en la mavoria de los casos- hav nonnmiL•o í) Cor~tit_Liyen una unidad simbólica en tipos que
v~~2?~i2:::~os__e_)<CJ~iores vo]u - "· ara que esos rnm;- porque deben o pueden llenarse por medios simbólicos
(instigación. injurias).
mientos puedan ser .con_~iderado corno ung.,l:onducta única. re-
<ci._feren necesariamente gue haya 1111 plan común~--d~ci;.~-una g) Configuran un delito continuado .
U{l_idad de resolución::)No~sbnte. esta unidacl-.~l P1:'l~~;;0~-~
Incumbe ahora ave1iguar cuándo los movimientos unidos por
..es necesario para que s_e cgnsidere a todos los movimientos vo-
el factor final Uenen un sentido unitario para la prohibiciór~
ll~n!~rfos,. co1110 cond~ct.:1) pero no es.s.1Jficiente. Un ~~j~to decir. indagar cuándo se da eljactor nonnátiuo. ,. ____ _
puede resolver.simultáneamente asaltar diez come.reíos diferen-
igs~e1:Ldiez meses sucesivos y ·-·· ~01;-;;;t~d;¡y1~~icidios. 3 a) Hay unidad ele conducta en los casos de movimientos vo- Distintos casos
J,4-~~
de consideración
sin ue por ello deba considerarse todo corno una coñctucta. luntarios que responden a un plan común (factor final) y que son
típica unitaria
plan cornúr~ constituye actor{uyy¡ pdispensable par~ ;onside- ~ . u n u,;o gue admite una pluralidad~e-De"i1umr~n-_ de la pluralidad
~Lª una pluralidad de movimientosyoluntarios como una coi _ tos. Hay conductas. como la homicida. que pueden configurarse de movimientos
voluntarios con
_ du_cta. pero no es suficiente. Se trata apenas de~r1-dan1e"ntarv· '~1 un- sólo movin2iento (arrojar una granada). pero también con plan común
primario dato óntico. que tiene que complementarse con el facto-r una pluralidad ele ellos. a veces muy complicados.
jurídico.
b) Con mucha rnayor razón habrá una unidad de conducta
Para que consideremos que var· virnientos son una con- cuando el tipo requiera expresamente la pluralidad de rnoyirnien-
"'"'-"- -- - '<-1

ducta. es necesario que haya ur . Oi¿._~tor fina •que les dé senticlo (el tos. como sucede en hit_violación propia. en que el sujeto debe
plan unitario) pero también es ne -~~-~ que haya un [aqor~wr- violentar o intimidar v t~ner acceso -~;ma¡j (art. 119 CP). Habrá
matiuo (jurídico) que la com·ierta er'J. una unidad cl~esvaloL E-~~ 'pt;~;. una unidad de ;onÍ:Jucta cuando se t;ate de .!JJJOS
-- -ele plLy-a-
---,~·~
fáZtor normatirn se extraüe la consideración· típic~ p~r,~:ia ele liclad necesaria ele nwuímiemos.
inte~Jretación. Los movimientos que sigu:n ~mj)lap ~omún (fac- c) Cuando la realización ele otro delito aparece con1Q.e[g111enw
,,,- ' ~7_'."--1--;;::::,-,,_ • - -~~~-
tor Juwl) necesitan ser abarcadgs_ por un sentido unitario a los subietivo det LiQQ~cZel.p[imer:o} esto s1gm1Ica que la ley desvalora
efectos ele la prohibic~ón (factor normaLivo). que sólo puede dárse- :na conducta subje*a"n{~11te encaminada a consumar ambos y
lo el tipo penal. . que no pasa ele la etapa preparatoria del segundo. El que mata
para robar y luego consuma el robo (arts. 80 inc. 7º y 164 CP)
realiza una sola conducta doblemente típica: el que torna parte en
670 UNIDAD Y PLURALIDAD DE DELITOS
DsrER\l!NACIÓN DE U\ UNIDAD DE CONDUCTA 671

una asociación ilícita y luegQ_J::QllS].l.m~o...osari.us delitos (arL


i) La misma unidad de acción se da en la llamada realización /
21 O del CP) cometerá una conducta rpúltiplemente,_des.val-Or-ada o
progresiva del tipo penajjcuando en la intensificación del injust~
prohibida: etcétera. • ..z:;:;x=:-
~,)'.$ti,_=~~' ·-- .:..;:;:: '" o
ti~f~J¿_~I: ~i-~tl11t()}:, _§t_<=:_t.9.:3 __qye _se _d;:cu1rn.!~L~_g_<~.Jc1!IB..JLrogr:s=-
o se cumple como una forma de agota- delictiva has té,_ s_u .com~un1ac_Lón.J
miento del primero, porque si bien no se exige en e upo a u 1-
j) Un supuesto especial que da lugar a unidad de acción aun
d'acLde. .re?Ji.zar_el segundo. se presume..su_r:ciB.laBt@-pGSi&iliaad o
cuando supone rJ:it@Fa~e conducta. aunque sin reiteración
peligro pgr__sLQ_p.or..oti;Q... Eso es lo que sucede en el caso de la
---~
falsificª_ción y ulterior circulación. de.billetes, de la adulteración
d~-ª2~:r:1-_eptos y de la estafa posterior con su t1tiliza-sión, de la 4
d~--~l~inua~
,,,.,____ __ ,-~.---,--
Existen algunos ~ s penales en los cuales la repeticióg de El delito
continuado
tenencia d~IJll8-J)J::ohibida-y-de,_.la.conseGu€-Bte--utilizac--iéB-,de las conductasJ:!.12.!.Cas.JJ.~ª uríc'oné:urso reall sino un mayor
ella en la comisión de undelito.\
- - - .,-"·'' " ' ,f
choque de la conducta tipica_c.o..ntJ:3=el derecho. es decir, un ma-
yor contenido de injus;o de !a c.onducta. Esto se deduce de que la
e) En e l _ ~ o continuo. todos los actos que tie-
interpretación de los mismos. en el sentido de que la repetición da
nen por 09-j.e..t9_IJJ_anrener eLe.s1a.do....consl.lDlativo pres_c:ptan una
lugar aun ~oncurso re.al, lleva a resultados absurdos :y,.a.laimpD-
u~-~-_c:3:r:iducta. Todos los~s...realizadoJ;;pacam,m- sición de penas alJ.erraut.eE¡. Piénsese que quien durante seis me-
ten~~-pri\rad.9__.9_e.lib_ertéicLaL secu_estrnd.o,_~on 1maJ.1nida_d de con-
sessusi:;a~ una :u.equeüa cantidad.de. . diner:o.diariarnente~.c.o.ru:l
ducta.
-~-,.-·~ 12ropósito .ele a p9.derar:se.de.m1a.suma totaLque.no..puede..S1J.strª-er
en una única - oportunidad
~ "
J2.or91Le""'"'"""--m-·---,,-
sería descubierto. conforme a
o~eri<;>_!!:!1.e.cpccta:üYD..cometería.ciento..o.chentahurtos. Y1-S•ºn-
forme a la regla del art. 55 CP podría ser penado con aplicación de
. -·-
la acumulación de penas,. Algo análogo sucedería con quien falsi-
puede instigarse mediante cualquier acto que en el contexto
situacionaldado.- t e n g ~ o ; simbólico {i.i~a mi;~da, un grito, fica papel moneda durante och_gJJoras <:liarías: cometería tantas
un disp_ª!:.Q ªLatr.e ...una_paJ?_Q[§l, etc.). Puede f a ~ ~ injuriarsecon falsificaciC)~-~iiici~I~°i:(c;!ª§kpapelJalso...termine .• Desde el pun-
un ~emán....p_ero.cuandQJa_insligaclóRse ~~iza to de vista de la norma que da origen al ti_po. no cabe duda que lo
---------u__n_____a__ c,__ony~r§ación o un discurso, o _la injt1ri3:rnediante lln r ~ = ~ - = - a s o s ~ ~ e r ~ E..9-!c!L~e.agraYa el.injusto y
e~"'-e~t@tQ~Jos mismos guai;deFH,,Fliaad~QJjca, es de- no que hay un c_9D.e.ursQJ:_eaL
'Cir. que no seaQJ;J_iezas sueltas o incoherentes, por extensos que Por supuesto que esta interpretación racional de los tipos que
fueren. deben ser considerados como una unidad. ELgt1~_<::s5pbe impide caer en el absurdo. sólo puede operar a partir del análisis
una novela extensa en que ridiculiza en forma injurian te a varias de cada tipo penal y, particulam1ente .. sólo en los casos en que la
"'-::-----,~-'"_,,, "-------,
.-,._,.,;,.,,-,-,"~""
pers9nas, comete una sola conducta injuriante. forma de afectación
' ' " ,,

juridico'admite grados>Cuando el
g) En a O n. la unidad de conducta se verifica cuando el contenido deJnjusto .ctel l:ieciio,es,único, como sucede en el homi-
cidio. en que la afectación im_E!!_~a la destrucción del de la
~ e omite -----= _ con~~er:_de
r~i_Qll.en..q_1..¡e_dJJien_c:2!2.~iste. esta interpretación no puede ha-
~w~
ce.r~_y_...eILtales..SJJp.ue§J.Qtu:i.ecesariame_rrt.e_r:1:2~hallare~ante
h) En la tipicidad culposa la unidad de acc10n tiene lugar una re_p.9.Lción.deconductas.que daluga-ra-HB Goncurso-real.
~WJf: §gbreveogaii.unª.muli.ipli~idaci de respltadQs y aun cuando
to.9o~_ell.os.proye11gªn de una_multiplicidadde infracciones a cui- Nuestro CP. en su art. 63. cuando se refiere a la E_re~cripción
da<;los debidos, sie!npre a condicjón__<je quet()~ resultaci~s se d~;i- de ~~r1al,_füc~ ~qq_eJa prescripción de la acción empezará
ven simultáneamente. a, correr cieEiiteJa.. medlar1Q<;.l1g_ df?.l día en que 3e cometió_eL c;Ielito o,
,, s,CésCe fuere continuo. en que cesó Suele enten-
derse que aquí el CP quiso referirse al y lo
,
!

672 UNIDAD Y PLURALIDAD DE DELITOS Los COKCURSOS IDEAL Y REAL 673

hizo con el nombre de '·delito continuo". Sea cierto o no, entende- ~~~~wct~,'"ª-~~ste
mos que la continuación de la conducta surge claramente de la úJ.tlmo-~.uisi:to..,,es.....~aHv&, pues puede ..9.§:rg. . rnutiDJJ.idad....con
sola necesidad de interpretación racional de algunos tieos pena- Ugos c:alifi~osy básicos~\el q u ~ : 1 ~ § ~ uga_JlayeJalsa
l§,. ' para apoder_ar§t:..dtl.ci~JP (art. 163 inc. 3º CP) y otros en que la
~

Dado que el delito continuado no está legalmente regulado, puerta está La continuidad temporal y
sino ~§JJ.rge_jm:ispi:udencial-y.doctrinariamente (justo es reco- es_p~~s-tamt2arn_µru:.eqgJ.§i!Q.JD~~b~4eL.deliio....@nti-
nocer que en mayor medida_contrj!Jt.1y[ut..él la.jur:i.spi:ucfoncia an-
tes que lc1. doctrina). no han faltado doctrinarios que sostuviesen
-
nuado. p_ero puede §_~r ul:~irj_i::Iic~c[¿}ii;.Q.Utinui~ Tampoco se
.-:_-:;

re~~-!l.1:.i.9~111~.~LQ.irpJuridico. salvo en ciertos


----- t ~ . Se dice que en los tipos e-n que el delito continuado requiere
que ·no existe porque carece de base legal de sustentación, olvi-
dando que ésta se halla precisamente en cada tipo penal y que la la identid~c:i ~Ltiiul~~J?ienj1gídi~ trata de bienes jurí.di-
racionalidad_g_e..Ja-caDsfniCGiéFrs~hace--evide&te~-Pensa- c_9~::P..~r..s.9n'ª'lísimo.§'.:_~..:alta.nÍelll.f'.... .P ~ ~ - Este concepto no
mos~_ntad.dela le,yyen.sff-ªLq~~il pesos esg_mlly...claro doctrinariamente. Por nuestra parte entendemos
en _skgJ:~.9.s:-fien ~§Q!:Lcon..cin.i:::uenta.añ.o_s_ó~:cisiful.-y al que la i.dg_gg_dad del titular del bienjurídico se requiere en los
que lo hurta de 11ua.sala~ezcon.da.s•.i:lDQSj CáSOS en qu~~~l Úpo imJ2l~a)nl~[epéÍgCn &~[SOna misma
del titular Y - 1 1 ~ : J H a y una continuidad de la
Factor final Dejando de lado las posiciones cómodas, que prefieren incli- 5
narse por negar el problema ante la falJél,_ci_e.una..dis.pQ§!Ción c~_cta ~ld!D s,!djeto -~Lg2;1.,.5:_j~I]c!,~~olpes a la misrmt:perso11a, o si
expresa de la ley que lo previese, y tratélndo .de cai:aJ::~.ar Jos q_llien J.i.t:r:i..~ ..rr1~r1,!_c:l~~d~_.sl-llJ.lª p:11..1jfr,,-s..llldeJ~-de .ejercer..J~1XiQ!~11-
elementos-'-.._,,e,-•<"-·•-~-
que .reqll~.la. J;:g;g.Jipuidad .de la ,G.ondu.ctél_~Q estos cic1.7. tiene dos o más accesos can1ales con ella, pero no puede
'' ' ,,,,, ' -

ca¿~s.aigam sue ante todo se.requier~Q,Omo~ cual9..uier,otro hablars.e d~ cqnt!_nuidad cªS()S._§i lasyíctimas.son-Oistin-
supuesto. U ' J t i d ~ ~ el factor psicológico o Jactar ta§, A todo ellQS,abe agregar una advertencia que ya formulamos:
s~~misfüle-lacoriH-nuidacLdeLdelttg_cµando~l bienjurídico
.J!..~·es dec·i·r·, u n ~. ~ ~. :-10 .º.-~res..oJucio.· n, una resol.·u···ción
o.d,QJ.a.;w;;¡,tt;grjo: si ~~cli.actamente.una,,.pequeñacantjdad admite ser afectél.dOJ?Qr..grados.
de ...dinern.no1o hace con una decisión única, como por ejemplo.
"--···-··-··· del dinero que necesita para pagar una det12_a.,.9_p_fila
coi;riprar un mueble, sino que repite la decisión diariamente por-
que se. siente. tentado en la misma circunstancia. no hagrá . . una § 268. Los concursos ideal y real
C::QI1Jtnuiclé1cl <:l~Lél conducta, sino .tantas conductas como des::Jsto-
Hay autores que sostienen lo contrario y dicen que la
unidad la da~la -- culpabilidad,
~ ~ = l . por la unidad de circunstancias. 1 En todos los casos en que hemos establecido que hay una Concurso ideal
Creemos que ello no es cierto, porque la unidad de circunstancias y unidad de
uD_idad_de c o ~ a hay só~o-~~pero .......,_,c,,,.y~~~-,1~""~-~'..Y conducta
a tomarse en cuenta en la culpabilidad no pLiede dar. por res.JJlLa- En los
do una aJos efec:tos d~l desvalor tí]).i<::o, que es un estrato
anterior del ai;¡,á]isis.-.d{3t.delito. Esto debe ser dicho sin perjuicio
de que en el co~11~-a};--eR-1:11::üdad de circunstancias...1111~ru1-
f~gu~él.n_J..111~L.Unic:l;:id c ! ~ J ~ no se le puecl_é1JCpe_tJr.s:Lre-
p1:.,~--ilC c:t1lpélb,iHdé1,cl .al a1..1tocen cada pena qµe se grac!lde (de perjuicio de esos supuestos en que la concurrencia de tipos en
allí que las reglas del concurso real para la graduación de la pena
una conducta se opera por definición. bien puede suceder que
implican una acumulación pero :l9 J.lna sumª ar(tr:ri.~0_c~).
en el supuesto f) por ejemplo. la unidad simbólica resulle
Identidad de Además d 1 factor final)o d Ql:J...€el-ae-P.e.citco su bj e ti - 6 pluralmente típica. como si en la novela que escribe el difama-
bienes jurídicos
bien jurídico fecta- dor también se \"iolaren secretos.
674 UNIDAD Y PLURALIDAD DE DELITOS Los CONCURSOS IDEAL Y RE..\L 675

Sin perjuicio de ello. conductas configuradas por una unidad


fisiológica. es decir. por un sólo movimiento. también pueden ser
pl uralmen te tí picas: el~-~Qj.a.lllla.gramtda-puede daFlugaL~ª
3
--
Hay supuestos en los que parece que concurren varios tipos
penales, pero que un examen más ~yjdado.so no;;;.-JLennite
.----==' -
p~mps__ _g_]d_e el fenómeno es fü.lc':lrepte, porque en la inter:pre-
_El llamac!Q
"concurso
~"

homicidio v d~3';-el que dispara sobre otro y lesiona a un terce- tación adecuada de los tipos la concun-encia resu.ltadc:sc::artªdª,
ro puede ser autor de homicidio doloso y lesiones culpo§§:~· etcé- ,d~ttfttr--E:ie-lG-LtipDs~.excluv~aL.otm o a los otros. Suele
te~-; llamarse a estos casos "co11currencj§: i!l1propia", "concurso apa-
r ~ t i p o s oJeyes", Q ·~unidad.de ~v'",Jo g,ue denota que no hay
Deb~~ner en cuenta que l~;~fS?_j)_ªra,_g_,1;:1e haya un co~uueru;ia.de leyes. Existen tres principios que son utilizados
concurs~es que exista una w-iidad _<:!,e_ c?n~;!~jtco~n~- para de~cartar la aplicación deJipos.penales en-1os_casos de c911cu-
'""~~~-"-,--.--,,,::_,-,~-·--·-,--
pluralidad de tipos. pero el concurso ideal no requiere una §imul- , ,,_-,

rrencia aparente y que la doctrina admite pacíficamente, aunque


taneidad ni ella es decisiva para determi11._a:1·lo. El que en el curso
hay autores que aumentan e ero Se
-ci~ -un robo cte_~(ie matar a la víctima si!l_!1i_!1guna relación con el tráta de los P.rinci ios de speci9:.¡ida' __
ro..!22, sino porque en ese momento descubrióque era un ariJiguo .. - .=, -~--
Algunos autores agregan el principio de alternatividad, pero, en
enemigo. no incurre en ningún concurso ideal. porque falta la
---- -~~~~-·-·--A realidad, la altematividad es la resultante de la aplicación de los
~ñidad de la El concurso ideal presupone la unidad de
anteriores.
l; conducta, que ~ la§_nonna;;; __ªJJj;_epJ.1,estas a_difer:ente_s_~s
p ~ s . Debe tratarse de tipos diferentes (concurso ideal Uno de los más sensacionales desatinos que alguna vez se
heterogéneo). PQI.f11!.e_ el _ llamado cg_r1~11r:_s9_.i.deill1QJllQ,_g_é.neo. es haya escrito en sentencias nacionales es que el concurso aparen-
decir. la conducta que viola varias veces la misma nonr1_él: incu- te de tipos\no está reconocido en la le~J;J,~nQ_Q§:J, lo que equiva-
rriendo en el mismo tipo no tiene releV§:I1_~i_a_pr:ácttc_aal~ le a afirmar un absurdo c9IT1parable_cop negar la existenci9-_de la
s.ifJlis_ªnte la.ausencia de. p_mi_fili!]Jl_l Lo que la ley argentina no
Concurso real En el concursGÍ.1ay una ~ - d e conducta~ 2
prevé son las hipótesis ~.c:>yarente __de ti_p9s, cosa que,
y pluralidad concurren en una rmsma sentencia judicial, De allí que también
de conductas si bien hacen algunas leyes extranjeras, carece de mayor impar-
se lo denomine concurso rr[ateria"/:¡ por op~-.\ · · concurso for- ~-,----,

porqu~u<;._la ley na_da diga, a nadie puede ocurrirsele


mal (como suele llamarse aTiclec1.l). En;¡ c~!~:'.2::E§,~_eaf cgt}_ _
que hay~~~Q_Ilcunencia ::como no sea meramente aparente-
leves (también se lo llama en una conducta. en
entre la tentativa la qel delito, sin ir más lejos eul~
~cii¿e_e[(~~ cCJnc_i¿rren conduct~~-n una ?ntenci?-;
en el concur~ricum~nJeyes
--,,_,.,,,,v~~,~h
para caUJiccl,i;:~h!rªlrn-..<:nte

e) ~ 2
,-,-v,

un mismo .delito. en tanto que en el m_cl._~~%?ª1 concurre11_deli~: a 4 a) El principio de;i?specialidad responde a la anti<1ua y conoci- Especialidad
los que debe dict.arse una única\sentencia)y u n a ~ _ . ; L a da regla según la cu~ la ley !~~ Confor-
per{ae;única en ambos casos; pero la -del concurso ideal se for- me a este principio, ~q.JJ~D~,--ªd.emás..deJos cara<::!eres
ma mediante la absorción --~C1_!1:iavor hace__de.lasmenores. en de otro"' aj_g11.no_§_____m.ás ::como acontece con los tipos caliikados
tanto que en el concurso material se forma mediante la a~1::!a- re~Jlfft~UJ.~g~Jipo&cbásieos {parricidio y homicidio. simple, por
ción de todas. con los límites (ver § 291 y ss.). ej{ITlplQLQ~~ t!pos alterados respecto de tipos no alterados (robo
y llw:t~!'j__ernplo)- deviene especial respecto del que tiene menor
Para que opere el concurso ideal debe presuponerse que hay
número de características, al q_ue excb:¿ye_p_or general. También
una única conduct.a. y para que opere el real debe haberse des-
resulta desplazante -por especial- el tipo del injusto rrí.~e.
la unidad de la conducta._
-----~---"- cUando el injusto menor es excluido por una cláusula especial
El concurso real. a diferencia del ideal. puede ser homogéneo 'igeneralmente dice la ley "s_i no~;_-r~1:nLctiiL~s_evera-
(\·arios delitos típicos del mismo tipo pepa]) o heterogéneo (varios
~-,,,,,,_,,,,-, ,,,,,,,_,,
mente penado"). La especialidad es un fenómeno que tiene lugar
deli.tos con ti¡-:iicidades difer:entesL en razón de un encerramiento conceptual que un tipo hace del
'7'.

676 UNID,\D Y PLCR,\LID,\D DE DELITOS

otro y que presupone una relación de subordinación conceptual


entre ellos.
Consunción b) En función del principio d consunciór un tipo descarta a 5
otro porque consume o agota su conlem o prohibitivo. es decir.
Í)orque hay un encerramiento material. Es un caso de ~sunción
el del hécho ~!.f!i9L~_re:s:r-1JJª_co11S.11n:1iQJU::i.or el delit··º"-¿·-~-
como en el supuesto en que la --.....:. retención
. . . ..
indebida
• .···7 ···~·--
(art. 173 inc.
2 º) tiene l_t1g_aJ.:._Les_ps:_cto de. la cosa obtemda hlediant~ un ar_did
(estafa. arL 172): en tal supuesto la tipicjdad de la
172) descarta Ja_retención indebida. Otra hipótesis es la del he-
8art.
cho copenado o hecho típico acompaii.ante. que es el que tiene
lugar cuando un resulta_do eventual y,_a _está abarcado R()_r:__~L TERCERA pARfE
desvalor que de la conducta hace otro"tiµo ..legal. como en el caso
de las\lesiones]exes que resultan ele 1_(1 viol.~ncia e}m:cidaen.accio-
(
nes c¡cya 1ipi.cidad requiere la YioleiJCía (roba vio]s3,eióo, e!L). Otro
- ~, •. ~"~ . " . , . - . •A TEORIADELA
supuesto tiene lugar cuando l.!1;9: lipicidacl va acom12aii.ada de .}ln
(;:pen¡ual r:esJ.LLLado...que es insiqni(kame fre_ntt::_ a .. la.magnitud clci
RESPONSABILIDAD PUNITIVA
injusto.principal:
¡
tal es el caso del claii.o que sufren las ropas de~
las víctimas en un homicidio o que sufre el vino que fue envene-
nado.
Subsidiariedad c) El tercer prin · · e produce el descarte ele uno de los 6
tipos es el de uJsicliariedacl. que tiene luo-ar cuando hay una
¡~sión en la coi · 1ca~ que la punibilidad de la etapá
más
= avanzada mantiene interferida la tipicidad de las.zjapas an-
..-e-·- ." - -- , . _ _ , .• - - - -
teriores. Es el fenómeno ele la intérferencia por progresiór1,-'que se
produce cuando la tentath·a queda interferida por la consuma-
ción punible;_. o cuando el acto preparatorio even_tuctlmente típico
·-·=,,,-':>.. ~~"""'-'"'""'··~~~~-" ~·-·_.;c.

(art 233. por ej.) _queda interferido QQr _el .acto ele tentativa. o el
cielito consumado en el curso_cle Ja tentativa de l111_fl.í"'lili:u1:i_~
~ queda inter[erido_por ésta,lgs lesiones y la ten..!:_ativa. s_e
homicidio). El mecanismo que rige a la subsidiarteaad es la inter-
]~ieñcTéi. lo que debe tenerse presente. pues es lo que explica la
razón por la cual es punible el cielito consumado en el curso de
una tentativa cal_ificada cuando por desistimiento ne-resulta pu-
nibleJa tentativ~e trata ele un fenómeno ele interferencia y, des-
aparecido el mecanismo interferente al desaparecer la punibiliclacl
ele la etapa posterior. resurge la tipiciclacl punible ele la anterior.
CAPÍTULO 27
Obstáculos a la respuesta punitiva

§ 269. La responsabilidad punitiva

1 Cuando la agencia judicial declara la comisión de un delito Delitos


puede creerse que ello es suficiente para habilitar el ejercicio de sin pena

cierta cantidad de poder punitivo sobre la persona identificada


como sujeto activo. Sin embargo frente al delito, la agencia judi-
cial no está obligada a responder como si se tratara de un acto
reflejo de estímulo y respuesta. Al contrario, ésta puede estar
facultada para habilitar poder punitivo o carecer de esa facultad.
Se llama teoría de la responsabilidad a la posibilidad que tiene la
agencia de responder con pena: frente a la posibilidad de respon-
der con la habilitación de poder punitivo la agencia judicial no
sólo se hace responsable de la criminalización (secundaria) del
sujeto elegido sino que le incumbe el análisis de los supuestos
legales de exclusión y de cancelación de la punibilidad. Aunque
este capitulo está dedicado a la cancelación o exclusión de pena,
debe indicarse que la teoría de la responsabilidad también alcan-
za a las normas constitucionales u otros principios legales que
determinan un uso mínimo de poder punitivo e incluso -por im-
perio constitucional- para habilitarlo sólo por debajo de los míni-
mos legales previstos en los tipos, situaciones, ambas. que serán
objeto de análisis en los capítulos siguientes. En síntesis, de la
declaración de comisión de un delito no se sigue necesariamente
una pena, porque es e\·idente. desde lo óntico y desde lo jurídico,
que hay casos, generalmente extraordinarios, en que no todo lo
que es merecedor de pena debe recibir castigo.

2 Una opinión doctrinaria insiste en que las nom1as que orde- Un error muy
extendido
nan al juez cancelar o excluir la pena constituyen una condición o
presupuesto para que un hecho sea delito. al que definen como
680 ÜBSTACULOS A L\ RESPUESTA PUK!TfV:\ ÜBSIACULOS PENALES EN PARTICUL'\R 681

una conducta típica. antijurídica. culpable y punible. Ello resulta insuficiente para cualquier denominación que pretenda facilitar
de no poder distinguir el concepto de delito de la posición funcio- la comprensión de su contenido. En los supuestos en que el obs-
nal de la agencia judicial. es decir de lo que declara como delito y táculo penal impide la iniciación de un proceso, la denominación
de lo que hace con ello. de excusa absolutaria es directamente errónea, porque en este
supuesto, no hay siquiera posibilidad de absolución.
Incluso se han llegado a confundir particulares elementos del
tipo. de la antijuridicidad o de la culpabilidad con pretendidas 2 Se llama exclusión de la respuesta a la imposibilidad de ejer- Causas anteriores
cer poder punitivo cuando la hipótesis contemplada en la ley exis- y causas
condiciones objetivas de punibilidad. que al no ser abarcados por
posteriores
los límites subjetivos de cada uno de esos elementos del delito se ta con anterioridad al delito (algunos delitos contra la propiedad
convierten en supuestos aberrantes de responsabilidad objetiva. cometidos entre parientes, por ej. hurto: la minoridad cuando no
Por ejemplo. la exigencia de comunicación mediante aviso banca- se trata de inimputablidad; la impunidad de la mujer que intenta
rio del art. 302 CP excluye la tipicidad. la exceptio veritatis según su propio aborto; la impunidad en las injurias recíprocas, cuando
el caso. la tipicidad o la antijuridicidad. la colisión de deberes, no hay legítima defensa: la injurias vertidas en juicio. no dadas a
puede excluir la tipicidad o la culpabilidad, el encubrimiento en- publicidad). En cambio, las causas que cancelan la punibilidad
tre íntimos solamente puede excluir la culpabilidad. En un dere- son sobrevinientes al delito y, como en el caso del advenimiento
cho de culpabilidad no puede aceptarse que haya condiciones en algunos delitos contra la libertad sexual, pueden tener efectos
objetivas de punibilidad. aun sobre una sentencia condenatoria firme. Hay otros obstácu-
los particulares en la parte especial del código penal: la retracta-
Clasificación Cometido un delito. la respuesta penal opera siempre que 3
ción en la calumnias e injurias. la revelación de infom1ación en el
haya ciertas condiciones, las que sólo parcialmente pertenecen al
delito de traición, etcétera.
derecho penal. puesto que buena parte de ellas corresponden al
derecho procesal penal. Las penales tienen lugar cuando existen 3 Las muy diferentes razones que explican la existencia de la ¿Qué es la
prescripción?
causas que excluyen o cancelan la punición; son siempre perso- prescripción de la pena son las mismas que explican la prescrip-
nales, concomitantes o anteriores las que excluyen (por ej., el hurto ción de la acción, porque ambas tienen en común el transcurso
entre parientes arL 185. CP) y posteriores las que cancelan (pres- del tiempo. que es en lo único sobre lo cual hay pleno acuerdo.
cripción, art. 65, el indulto. arL 68, el perdón, art. 69 y otros Pero principalmente porque ambas prescripciones constituyen un
casos singulares de la parte especial del código). Las condiciones obstáculo al poder punitivo, por eso resulta indiferente que las
procesales son condiciones de perseguibilidad y abarcan el su- regulen normas procesales o penales. Para unos el fundamento
puesto de la prescripción de la acción penal como las modalida- de la prescripción es el tiempo que borra las pruebas del delito,
des fom1ales del proceso de criminalización secundaria según se para otros lo que se borra es el recuerdo del hecho. También es-
trate de delitos privados o dependientes de instancia privada. tán los que sostienen que la prescripción se justifica porque el
estado. por el transcurso del tiempo. pierde interés en perseguir o
penar. o por la misma razón se autosanciona inhibiéndose de per-
seguir o penar. Pero aparte de que estas razones pueden contener
§ 270. Obstáculos penales en particular algo de cierto. lo detenninante de la prescripción es lo determi-
nante para la pena. es decir su naturaleza irracional. sea de la
pena como conminación o de la pena impuesta. Con ello se quiere
Un nombre La doctrina argentina denomina excusas absolutorias a los 1 decir que la prescripción evita que un fenómeno de por sí nunca
equivocado obstáculos que excluyen o cancelan la punibilidad. Es una desig- del todo racional se vuelva, con motivo del transcurso del tiempo.
nación poco conveniente porque la idea de absolución sólo está en un hecho de mayor irracionalidad. Si la pena nunca resuelve el
relacionada con la naturaleza de los obstáculos penales nada más conflicto que el delito causa y lo único que produce es la suspen-
que por las consecuencias que produce procesalmente. y eso es sión de éste hasta que el tiempo lo disuelva. cuanto más extraña-
682 OBSTÁCULOS :\ L\ RESPUESTA PUNITIVA
OBSTÁCULOS PENALES EN PARI1CULAR 683

de su no pago y para la inhabilitación desde la medianoche del


miento de los protagonistas con el conflicto por el paso del tiem-
po. más irracional se hace el castigo. Sin duda que esta conclu- día de la abstención de su cumplimiento.
sión no puede generalizarse por las diferentes formas subjetivas 7 El único caso en que la prescripción de la pena se suspende Suspensión e
de vivenciar un conflicto, pero ello no impide fijar un principio interrupción
es el de la condena condicional, porque la misma modalidad de
general que evita desiguales tratamientos en perjuicio de la segu- condena impide que corra el plazo de prescripción. En este caso
ridad jurídica. Sólo hay excepciones que por su altísima grave- los efectos de la prescripción sólo aparecen con la revocación de
dad. crímenes de guerra y de lesa humanidad (por ejemplo el la condicionalidad por la comisión de un nuevo delito o por el
genocidio}. constituyen tragedias históricas que ni el tiempo pue- último párrafo del art. 27 bis.
de suspender. aun con el paso de los siglos. Estos supuestos son
imprescriptibles tanto en la persecución como en la pena (Con- No iniciada la ejecución de la pena, o iniciada y quebrantada,
vención de 1968, ratificada por ley 24.584). el cumplimiento parcial posterior tiene el efecto de interrumpir la
prescripción, cayendo todo el tiempo transcurrido, debiendo co-
Todas las penas Conforme a lo establecido en el art 65 del CP. todas las pe- 4 rrer el plazo completo en caso de producirse un nuevo quebranta-
prescriben nas pueden prescribirse en el derecho argentino, salvo los casos
menos una miento.
previstos en la Convención sobre la imprescriptibilidad de los crí-
8 Para la prescripción de la pena debe tomarse en cuenta la Lo que debe
menes de guerra y de lesa humanidad. que tampoco permite la tomarse
prescripción de las acciones por esos crímenes. Por supuesto que cuantía efectivamente exigible de la misma, es decir, que debe en cuenta
también caduca la pena de inhabilitación. ya que de admitir la descontarse lo que se haya disminuido por conmutación o por
omisión legal se estaría aceptando un rigor inadecuado y una si- cómputo de la prisión preventiva. En los casos de concurso y uni-
tuación desigual frente a penas más graves. En tal sentido debe ficación debe tomarse la pena total (ver§ 294). Si no hubiera uni-
aplicarse analógicamente el inc. 5º del art. 62, es decir la disposi- ficación, las penas prescriben en forma paralela, sean o no de la
ción que rige para la prescripción de la acción por un delito pena- misma naturaleza. Cuando se trate de la conversión de una multa
do con inhabilitación temporal. en prisión por falta de pago, el plazo de prescripción no será el
que corresponda a la prisión sustitutiva, sino a la multa, pues la
El límite de Los restantes plazos de prescripción son de veinte años para 5 conversión no cambia la naturaleza de la pena.
veinte años la prisión y la reclusión perpetuas, un tiempo igual al de la conde-
na en la prisión temporal y dos años para la pena de multa, pero Aun cuando el código omita la prescripción de las medidas
debe corregirse el error legal por el cual las penas perpetuas pue- del inc. 1º del art 34, la situación no puede quedar sin resolver,
den prescribir antes que las temporales: a los veinte años en el porque aunque las mismas correspondan al derecho psiquiátrico,
primer caso y cinco años después en el segundo. Por tal motivo, el sobre ellas también rigen los principios generales de proporciona-
límite de prescripción para las perpetuas (20 años) en ningún lidad mínima y de humanidad, de manera que por extensión
caso puede ser superado. analógica de estos principios in bonam partem deben aplicarse
sobre las medidas la prescripción prevista para las penas confor-
Sentencia El art. 66 establece que la prescripción de la pena empezará a 6 me a los mínimos de las escalas penales de los delitos cuya tipicidad
firme y correr desde la medianoche en que se notificare al condenado -en
quebrantamiento objetiva se hubiese probado en el juicio que determinó la interna-
su defecto al abogado- la sentencia firme; si ello no fuese posible ción o el tratamiento.
-por cualquier razón- desde la fecha de la misma sentencia para
evitar que una circunstancia no imputable al penado impida la Finalmente, debe señalarse que siendo la prescripción de la
operatividad de la prescripción. Si la pena hubiera comenzado a pena una causa personal de cancelación de la respuesta punitiva,
la prescripción corre. se suspende o se interrumpe separadamente
cumplirse, desde la medianoche del día de su quebrantamiento.
para cada uno de los partícipes del delito (párrafo 5º del art. 67).
Para la multa, la prescripción de la pena corre desde el momento
684 Ül3STACULOS :\ L-'. RESPUEST:\ PCi\lTf\':\ EL 11\DLLTO. L-\ COMlUTACIO>i Y EL PERDÓN DEL OFENDIDO 685

§ 271. El indulto, la conmutación y el perdón del ofendido debidas a los particulares. porque siendo modos de cancelación
ele pena usados por la autoridad política en interés de los dere-
chos indi\·icluales de la población. no hay razón para que sus efec-
Ni indulto ni El indulto es una de las causas que cancelan la posibilidad de 1 tos priven derechos legítimos ele las victimas, :V además porque el
conmutación penaL El inc. 6º del art. 86 constitucional establece el indulto o la
para genocidas indulto hace desaparecer la pena pero no el delito. Por ello. la
conmutación. como la facultad otorgada a otros poderes no judi- condena sigue operando sobre la posibilidad ele impedir una nue-
ciales para extinguir la pena o disminuirla por razones de oportu- \·a condenación condicional En los casos ele conmutación. la par-
nidad política. a modo de medio extraordinario para supuestos en te conmutada debe descontarse de la pena impuesta en la sentencia
que la pena resulte drástica o anacrónica, aunque son razones a los efectos de calcular el plazo para la concesión de la libertad
clientelares o electoralistas las que con mayor frecuencia han de- condicional. Como el indulto no puede acordarse retroactivamen-
terminado la aplicación ele estas medidas.
te no puede exigirse la devolución de la multa o ele la parte de la
El único requisito constiiucional contemplado para el indulto multa pagada.
y la conmutación de penas por delitos conocidos por la justicia El derecho a la
3 Pero uno de los aspectos del indulto que plantea mayores
federal es el infonne previo del ,tribunal sobre los datos de las verdad y el
problemas de interpretación es la oportunidad en que puede ser indulto
causas. Sin embargo, no puede descartarse una situación extre-
concedido: en la doctrina prevalece la idea de que debe limitarse a
ma que habilite el control de constitucionalidad de un indulto o
los condenados: la idea más amplia, que extiende el indulto a los
de una conmutación. como sería el caso en que utilizar esta fa-
cultad implicara una grave lesión al funcionamiento democrático procesados. aparece en la jurisprudencia de la Corte Suprema en
de los poderes como resultaria si los beneficiarios fueran aquéllos oportunidad de los cambios de opinión siempre pendulares. En
que impusieron poderes absolutos y genocidas sobre la pobla- verdad, la Constitución no distingue entre pena impuesta o pena
ción. En este sentido. la reforma constitucional ele 1994 impide conminada. exigiendo que haya sólo proceso, es decir. un tribu-
indultar o conmutar penas a quienes quebranten el orden consti- nal para infonnaL Sin embargo hay una objeción de peso contra
tucional. La otra limitación proviene del derecho internacional pues la tesis amplia: se la acusa de afectar el derecho a un pronuncia-
tampoco puede indultarse ni conmutarse penas por delitos que el miento de absolución, es decir a la defensa en juicio. La critica
estado argentino tenga el deber de perseguir y sancionar, como pierde toda sustancia cuando, como es en el caso argentino, se
son el genocidio, los crimenes ele guerra y los crímenes contra la reconoce el derecho a la verdad. Por ello cabe sostener que el
humanidad. indulto siempre extingue el poder punitivo. pero cuando el proce-
sado reclama su derecho a la verdad no extingue la acción en la
Por ello. el princ1p10 de que el indulto no es revisable
medida necesaria para la obtención de este objetivo.
jurisdiccionalmente se halla limitado como cualquier otro acto de
gobierno al control de sus motivaciones, porque resultaría abe- 4 El perdón del ofendido es otra de las causas personales que El perdón del
ofendido en los
rrante para el fundamento democrático del ejercicio del poder que cancelan la respuesta punitiva en los casos de delitos de acción delitos de acción
existan actos de gobierno más intocables que una ley. Por ello, el privada (art. 69), perdón que la ley. para evitar arbitrariedades o privada
indulto es susceptible de control judicial cuando: a) recae sobre extorsiones, extiende a cualquiera de los que participaron en el
penas no indultables, ni conmutables. por ejemplo delitos de lesa hecho. Esta decisión del ofendido debe hacerse valer ante el mis-
humanidad, b) afecta el derecho de defensa o el derecho a la ver-
mo tribunal de juicio de ejecución y debe ser dado en forma ex-
dad reclamado por el procesado, y c) no tiene motivación alguna.
presa.
es decir, cuando no hay razones para el acto ele gobierno.
Las víctimas El art. 68 del código establece que el indulto del reo extingue 2
no pueden
la pena y sus efectos. con excepción ele las indemnizaciones
ser afectadas
686 ÜBSTÁCULOS A LA RESPUESTA PUNITIVA PRESCRJPCIÓN DE L". ACCIÓN Y DUR\CIÓN DE UN PROCESO 687

§ 272. Obstáculos a la perseguibilidad 3 Existe otro grupo de delitos respecto de los cuales no es sufi- Delitos
de acción
ciente que la victima manifieste su interés en la persecución pe- privada
nal. sino que la ley requiere que el proceso lo lleve adelante la
La inmunidad Erróneamente se ha creído que la inmunidad constitucional 1 parte ofendida. como si se tratara de un juicio de derecho priva-
de los funcio- de ciertos funcionarios, como ocurre. por ej., con el presidente, do. Esta función se llama querella donde la persecución y acusa-
narios no es
una inmunidad los jueces y los legisladores, impide el ejercicio de la acción penal ción privada reemplazan a la pública. Los delitos son: calumnias.
contra el en una causa hasta tanto un antejuicio o desafuero lo permita injurias. violación de secretos -algunos casos-. la concurrencia
ejercicio de la
según su resultado. Lo que la inmunidad hace prevalecer es la desleal prevista en el art. 159. y el incumplimiento de los deberes
acción penal
libertad del funcionario por sobre la acusación para evitar perse- de asistencia familiar cuando la víctima fuera el cónyuge.
cuciones políticas encubiertas, de forma que lo único que impide
4 El más cuestionado de los impedimentos es la extinción de la La extinción de
es la detención preventiva o la imposición de la pena, pero esa la acción por pago
acción por el pago mínimo de la multa en los delitos reprimidos
inmunidad no cancela el ejercicio de la acción penal, ni la posibi-
(únicamente) con esta pena, antes de iniciado el juicio. o con el
lidad de admitir el comparendo del imputado a los actos relevan-
máximo de la misma con posterioridad (arL 64). Cuando se paga
tes del proceso.
la multa y esta pena es alternativa a la de prisión. no queda otra
Delitos Verdaderos obstáculos a la perseguibilidad se presentan en 2 posibilidad que admitir la imposibilidad de imponer una pena de
dependientes algunos delitos cuya :persecución punitiva depende de que la víc- prisión. No basta el pago para extinguir la acción penal. sino que
de instancia
privada tima formule una denuncia con la expresa mención de su interés la misma nom1a exige la reparación del daño civil; además impo-
en habilitar un proceso de naturaleza punitiva contra los ne a favor del estado los objetos que presumiblemente resultarían
intervinientes en el delito. Esta última aclaración vale hacerla para decomisados en caso de que recayera condena. F~nalmente la
evitar los malos entendidos de consecuencias graves cuando la nonna establece que no puede haber una segunda extinción de la
denuncia se formula con otros fines (por ej. cuando se la pide acción por pago. en tanto no transcurran ocho años desde la fina-
para realizar un trámite en la compañía de seguro, etcétera). In- lización del proceso. Cabe agregar que el art. 16 de la ley 24.769
cluso como su fundamento, que es el mismo que opera en las establece la extinción de la acción penal por el pago del total de la
acciones privadas, radica en el exclusivo interés personal de la deuda antes del requerimiento ele elevación ajuicio. El análisis de
victima (evitar la doble victim!zación que se produce con el proce- los problemas de interpretación que estas nomias generan cabe
so) la acción puede ser revocada en cualquier momento antes de hacerlo al derecho penal especial, debiéndose advertir únicamen-
la sentencia firme. Abarca los delitos previstos en los arts. 119, te aquí que el estado debe recaudar, tanto como debe preservar
120 y 130 cuando no resultare la muerte de la persona ofendida o que sus normas no se conviertan en una fuente de extorsión.
lesiones de las mencionadas en el art. 91; en la lesiones leves,
sean dolosas o culposas, y en estas últimas con la única excep-
ción de que hubiere razones de seguridad o interés público en
perseguir el delito. También en los casos de impedimento de con- § 273. Prescripción de la acción y duración del proceso
tacto de los hijos menores con sus padres no convivientes. Pero
en todo los casos se procederá de oficio cuando cualquiera de
estos delitos sea cometido contra un menor que no tenga padre, 1 El más importante obstáculo de perseguibilidad penal es la Los plazos de
prescripción se
tutor ni guardador, o cuando fuera cometido por alguno de éstos. prescripción de la acción. Los plazos de la misma se establecen alteran si violan
Si en un juicio o durante la instrucción se modifica la significa- en el art. 62 CP: 1 º A los quince ar10s cuando se trate de delitos el plazo razonable
constitucional
ción juridica del hecho hacia un delito dependiente de instancia cuya pena fuere de reclusión perpetua; 2º Después de transcuni-
privada, para continuar con el ejercicio de la acción penal se debe dos el má.\."imo de duración de la pena serí.alada para el delito, si se
contar con la decisión expresa del ofendido. tratare de hechos reprimidos con reclusión o prisión. no pudiendo
W'
l
688 ÜBSIACULOS ;\ L". RESPUESTA PUNITIVA PRESCRIPCIÓN DE L.\ ACCIÓN PENAL EN EL CÓDIGO PEN:\L 689

en ningún caso. el ténnino de la prescripción exceder de doce años máximo de posibilidad de perseguir punitivamente, pero la pres-
ni ·bajar de dos ar1.0s: 3º A los cinco años cuando se tratare de un cripción de la acción puede operar antes si en la hipótesis concreta
hecho reprimido únicamente con inhabilitación perpetua: 4º Al año el tiempo del proceso excedió el marco de razonabilidad estableci-
cuando se tratare de w1 hecho reprimido únicamente con inhabili- do por la Constitución y el derecho internacional.
tación temporal: 5º A los dos mi.os cuando se tratare de hechos
3 Cuando el ejercicio de la acción penal.. en el orden federal, no ¿Cuándo se
reprimidos con multa. Estas disposiciones procesales contenidas aplican las
pueda continuar por razones no atribuibles al imputado (lo serían
en el código penal se justifican porque corresponde al estado fe- normas
la rebeldía, fuga). la etapa preliminar d~ instrucción que supere el procesales?
deral garantizar en todo el territorio de la república un conjunto
plazo del art. 207 CPPN y la prórroga que se estableée a contar del
de limitaciones temporales máximas que impidan una persecu-
día de la indagatoria, podrá ser cancelada con la solución del so-
ción punitiva gravemente irracional. de modo que cada provincia
breseimiento al afectarse la garantía constitucional del plazo ra-
tiene libertad de alterar esos plazos en los respectivos códigos
zonable. Es decir. una vez formulada una imputación penal en el
procesales a través de normas que regulan la duración de los
acto de la declaración indagatoria, la agencia judicial cuenta con
procesos.
el plazo del art. 207 y su prórroga, y vencidos también los térmi-
El plazo La Constitución quiere evitar uno de los casos más notorios 2 nos para la citación a juicio y para la fijación de la audiencia de
razonable
de irracionalidad del poder punitivo que ocurre cuando la dura- debate, opera un impedimento de perseguibilidad en la misma ley
ción de los juicios penales se vincula con el problema de los pre- procesal. siempre que con anterioridad no hayan operado los pla-
sos sin condena causando una situación (muy claramente en zos de prescripción del art. 62 CP, a contar desde la fecha de
América Latina) de rasgos genocidas. Una de las formas político- comisión del delito imputado. Esto último confirma que los plazos
jurídicas más importantes para prevenir un ap:ravamiento de ese máximos establecidos para la prescripción funcionan como límite
trato inhumano es la exigencia defpiazo razonabl°J para la dura- en los supuestos de rebeldía y fuga. y también como límite frente
ción de los procesos. Por esta razón la Constitución en el art. 75. a investigaciones preparatorias que no han logrado fundar una
inc. 22 prescribe que la realización de un juicio debe realizarse en imputación que mereciera un grado tal de sospecha que permita
tiempo razonable (art. 7.5 CADH). es decir el derecho de toda per- la declaración indagatoria. De tal suerte los plazos del art. 62 son
sona a ser juzgada en un plazo razonable (o a ser puesta en liber- excepcionales (umbral máximo de perseguibilidad). pero la pres-
tad sin perjuicio de que continúe el proceso). Es increible que la cripción de la acción penal puede operar antes si. una vez afian-
norma infraconstitucional (ley 24.390 y su modificatoria 25.430) zada la imputación precisa (y luego de la declaración indagatoria)
que debe cuantificar el concepto de plazo razonable fije un límite vencen los plazos que la ley procedimental fijó como términos
a la persecución punitiva que resulta aberrante al desnaturalizar razonables para la duración de los procesos. Estos términos pue-
el concepto constitucional. De alli que los jueces deben alterar den ser modificados por las legislaciones procesales locales. pero
ese limite construyendo el concepto constitucional de plazo razo- nunca podrán exceder los topes máximos fijados por el código
nable. a partir de los antecedentes históricos más cercanos. como penal a través del art. 62, que es el marco de referencia en que
el art. 379. inc. 6° del código de Obanio, pero fundamentalmente opera la perseguibilidad penal.
a lo establecido en el art. 207 del código procesal penal de la
nación vigente. Ninguna de estas dos fuentes permite un proceso
penal de más de dos años como tampoco ninguna detención su-
perior a ese plazo si el proceso no concluyó. En conclusión: a) la § 27 4. Prescripción de la acción penal en el código penal
amenaza penal no puede quedar suspendida ilimitadamente, ya
que la prescripción es el instrumento realizador de otro derecho
fundamental que es el de la definición de un proceso penal en un 1 La prescripción comienza a correr desde la medianoche del Particularidades
tiempo razonable. y b) los plazos del código penal son el marco día en que se cometió el delito, y si éste fuere continuo, desde que
690 ÜBSTACULOS A L.\ RESPUESTA PUNITIVA Lo, INTERRUPCIÓN DE L<\ PRESCRIPCIÓN POR ACTOS PROCESALES 691

deja de cometerse. Cuando un delito tuviera penas conjuntas o gún la cual cualquier acto procesal interrumpe la prescripción.
alternativas se tendrá en cuenta la de más larga duración (art. Carrara advertía que para la posición autoritaria, nadie podía con-
62). Más problemas causó. en cambio, detenninar cómo prescribir siderarse seguro de no ser perseguido, mientras al perseguidor le
las acciones en caso de concurso. En el ideal. por tratarse de un quedase una gota de tinta en su tintero.
·solo delito, la prescripción debe regirse por la pena mayor que es la
única aplicable. En el concurso real una amplia doctrina entiende
2 El CP de 1921 adoptó la posición liberal y, por ende, la pres- La posición
que la prescripción es paralela. es decir corre independientemente liberal del
cripción de la acción, en su visión originaria. sólo se interrumpía
para cada delito. en tanto otro criterio sostiene que los térn1inos de Código Penal
por la comisión de un nuevo delito. El proyecto positivista de Gómez de 1921
prescripción de las acciones se suman hasta el má'<lmo de 12 aüos
y Coll de 1937 proponía agregarle que también se interrumpierq.
del art. 62. pero esto último. la suma de los máximos, es una inter-
por la "secuela del juicio", expresión enigmática y carente de toda
pretación analógica in malam partem con las regla del art. 55.
tradición legislativa nacional y comparada.
Suspensión La prescripción puede suspenderse (art. 67 CP) por cuestiones 2
e interrupción 3 Por presión policial e iniciando la costumbre legislativa de es- La secuela
previas o prejudiciales (deiern1inar judicialmente la propiedad de del juicio
tropear el CP. en 1949 se resolvió reformar el art. 67 del CP y
la cosa supuestamente hurtada, por ejemplo). la pern1anencia de
agregar la enigmática propuesta de Coll y Gómez. Como era de
los funcionarios públicos en el poder en delitos cometidos en el
esperarse, dado que nadie sabía qué era la "secuela del juicio", la
ejercicio de la función pública y, en los casos de los delitos previs-
doctrina discutió su alcance durante cincuenta y cinco años, sin
tos en los arts. 256 a 272. y arts. 226 y 227 bis hasta el restable-
desentrañar el misterio. Por supuesto que esa fórmula era lesiva
cimiento del orden constitucional. El mismo texto determina como
del principio de legalidad, pues equivalía a decir: "algo que el juez
causas de interrupción. que se diferencian de las primeras por-
considere interruptivo". De hecho, la arbitrariedad judicial fue
que provocan la pérdida de la totalidad del plazo corrido y son la
total. La interpretación literal del texto, única posible en el ámbito
comisión de un nuevo delito y una serie de actos procesales enu-
penal, nunca se respetó: "secuela" es algo que queda después de
merados en los apartados (b) a (e) del mismo párrafo cuarto del
un proceso y no durante éste. La "secuela" de una enfermedad es
art. 67.
lo que al paciente le queda una vez pasada la enfermedad. Si una
Comisión de un En cuanto a la comisión de un nuevo delito. la expresión legal 3 persona queda coja después de un accidente, su cojera será la
nuevo delito del art. 67 debe interpretarse en su sentido técnico, es decir, como "secuela" del accidente, pero el accidente mismo no es "secuela".
conducta típica, antijurídica y culpable. pero también requiere "Secuela" es "consecuencia", proviene del latín, sequens. Contra
que no opere otra causa que impida la respuesta punitiva, todo toda lógica, se interpretó que casi todos los actos procesales inte-
ello declarado en una sentencia firme. ITUmpen la prescripción, con el más amplio método de integra-
ción analógica.

Conforme a la interpretación literal, "secuela del juicio" es lo


que queda después de un juicio, es decir, una sentencia. Por ende,
§ 275. La interrupción de la prescripción por actos procesales
en una interpretación respetuosa de la legalidad -que nunca se
hizo- debía considerarse que la prescripción de la acción se inte-
Posición liberal rrumpía también por la sentencia condenatoria. aunque no estu-
Con respecto a la prescripción de la acción penal existen dos 1
y autoritaria viese firme.
corrientes en la legislación comparada: (a) una liberal. según la
cual la prescripcón se interrumpe sólo por la comisión de un nue- 4 La ley 25.990, sancionada en diciembre de 2004 y promulga- La ley 25.990
vo delito o por la sentencia condenatoria. Fue la defendida da en enero de 2005, vino a despejar cualquier duda: si desde
ardientemente por Carrara, quien criticaba ácidamente la tesis 1949 se podía dudar de que el código había abandonado ::,m línea
contraria (b). autoritaria. proveniente del Código de Napoleón. se-
l

692 ÜBSTACULOS :\ 1--\ RESPUJ:;_ST.-\ Pl.Ji':líTVA

originaria liberal. con la ley 25.990 queda claro que la abando- CAPÍTULO 28
na y se afilia abiertamente al modelo autoritario bonapartista.
En efecto. el texw del párrafo cuarto del art. 67 CP tiene hoy la
siguiente redacción:
Manifestaciones formales del poder punitivo
"La prescripción se interrumpe solamente por: a) La comi-
sión de otro delito: b) El primer llamado eJectuado a una persona.
en el marco de un proceso judicial. con el objeto de recibirle de-
claración indagatoria por el delito investigado: e) El requerimiento
acusatorio ele apertura o elevación a juicio, efectuado en la forma
que lo establezca la legislación procesal corrrespondient.e: el) El
auto ele citación a juicio o acto procesal equivalente: y e) El dicta- § 276. Las penas lícitas e ilícitas en la ley argentina
do de sentencia condenatoria. aunque la misma no se encuentre
firme.
1 Si por pena drc::finimos a la coerción estatal que importa ww Las penas
Inconstitucionalidad Conforme a la i:edacción vigente. en un hurto simple. la ac- 5 privación de derechos o irifligir un dolor. que no persigue un _fin legales
del texto vigente ción penal puede extenderse hasta diez años. en un robo simple reparador ni de neutralización de un dm10 en curso o ele un peligro
hasta treinta años y en una tentativa de homicidio hasta sesenta irm1ú1ente, existen: (a) penas que se imponen ele hecho. al margen
años. pues basta que entre un acto procesal y otro no haya pasa- de tocia legalidad. (b) otras que lo son al amparo de leyes puniti-
do un tiempo mayor que el máximo ele la pena. En la práctica vas latentes o eventuales, y finalmente, (e) aquéllas que lo son en
significa que para el CP no se prescribe ningún delito. o sea. que función de leyes penales manifiestas. Estas últimas son las úni-
el CP renuncia a poner en marco general al "plazo razonable" de cas que puede habilitar el poder punitivo de acuerdo al art. 5 del
duración ele los procesos. que queda librado por entero a los códi- CP. el cual establece como penas principales la reclusión, la pri-
gos procesales. La lesión al derecho de defensa por una ley que sión, la multa y la inhabilitación.
posibilita que un proceso pueda prolongarse sesenta años. es in-
calificable. Seguramente el legislador ha pensado en un juicio oral 2 Pero este marco legal no se corresponde con el cientifico, 9ue Marco legal
y científico
curioso, en el que en lugar ele oír a testigos. se proceda a la lectu- debe construirse mediante la verificación de tocias las consecuen-
ra de sus memorias y a que sus nietos cuenten lo que de niños les cias que, estando previstas en leyes penales manifiestas, encua-
relataba el abuelo. Actualizando la sentencia de Carrara, en la dran en nuestro concepto jurídico de pena, con lo cual resulta
República nadie podrá estar seguro de no ser perseguido. mien- que: (a) aunque buena parte ele los autores y la jurisprudencia la
tras a su perseguidor le quede un cartucho en su impresora. siguen considerando vigente, debe tenerse por desaparecida del
derecho penal positivo la vieja pena de reclusión. y (b) pese a no
ser usualmente consideradas penas. también lo son las llamadas
medidas, previstas para incapaces psíquicos de delito en el inciso
1º del art. 34 CP. en tanto excedan el marco de la coacción directa
del derecho psiquiátrico. caso en el cual. por importar penas sin
cielito, son inconstitucionales.

3 Dentro de las penas principales. la de prisión es privativa de Clasificación


de las penas
la libertad. en tanto que la multa es pecuniaria y la inhabilitación principales
es privativa ele otros derechos. Todas estas penas están conmina-
das en la parte especial en forma separada o exclusiva (cuando se
694 MANIFESTACIONES FORMALES DEL PODER PUNJTNO
LAS PENAS LÍCITAS E ILÍCITAS E!\ LA LEY ARGENTIN:\ 695

conmina una sola de ellas, sea de prisión, art. 83; de multa, art.
de 1853. la prohibe por causas politicas (art. 18). La dinámica
99, inc. 1º; o de inhabilitación, art. 273), alternativa (una entre
cultural hizo que incluso su texto se tornase contradictorio si era
una pluralidad conminatoria y puede ser paralela: cuando cam-
interpretado literalmente. pues es dudoso que hoy la muerte sea
bia únicamente la calidad de pena, que solía darse entre la vieja
una pena, dado que es más adecuado considerarla una fom1a de
reclusión alternando con la prisión. art. 80, o no paralela: cambia
tormento. La CADH con rango constitucional, sanciona en el de-
la calidad y la pena, como la prisión o multa del art. 245) o coryun-
recho interno la cláusula de abolición progresiva e irreversible, por
ta (pluralidad de penas, de prisión e inhabilitación. art. 257). Exis-
la cual no es posible establecerla para los casos en que no se
te una conminación conjunta prevista en forma genérica de pena
hallaba vigente al tiempo de la ratificación. como tampoco resta-
de inhabilitación (art. 20 bis) y de pena de multa (art. 22 bis).
blecerla en los supuestos para los cuales posteriorn1ente se la
Aunque en el código aparece también como pena accesoria la pri-
hubiese derogado. De m'ado que se trata de una pena prohibida
vación de ciertos derechos civiles para los condenados a prisión
en la legislación argentina. salvo los supuestos especificados en
por más de tres aüos (última parte del art. 12), sólo resulta cons-
el Código de Justicia Militar que. correctamente entendido, tam-
titucionalmente admisible como pena conjunta.
poco son de pena de muerte. sino de necesidad exculpante en
Las penas Además de las mencionadas penas principales, el código pe- 4 situaciones de excepción terribilísima (ver § 4 7).
accesorias
nal contiene penas accesorias, las que siguen a las principales,
7 La llamada pena de muerte siempre tuvo en contra a la abru- La pena de
sin que sea permitido imponer aquéllas sin éstas. Penas acceso- muerte enla
madora mayoría de la doctrina nacional. que se manifiesta abier-
rias son: la inhabilitación del art. 12 del código penal; el decomiso legislación
tamente abolicionista, al igual que la magistratura, en un todo de nacional
del art. 24 de dicho código; la destrucción de sustancias estupe-
acuerdo con la tendencia internacional. Estuvo conminada en la
facientes del art. 30 de la ley 23. 737 (según ley 24.112); el deco-
ley 49, y el código de Tejedor y el de 1886 la mantuvieron sin
miso de las mercaderías en infracción del art. 24 y la incautación
establecer el medio de ejecutarla, motivo por el que cayó en desu-
de beneficios económicos del art. 30 in fine de la misma ley; la
so. Se ejecutó por única vez en el siglo pasado con motivo de un
pérdida del beneficio y de la posibilidad de obtener y utilizar be-
homicidio ocurrido en Buenos Aires en 1914. pero hacia veinte
neficios fiscales del art. 5 de la ley 24. 769; la clausura de esta-
aüos que no se la aplicaba, y el hecho motivó severos juicios de la
dios deportivos, prevista en el art. 11 de la ley 24.192, etcétera.
prensa y la opinión pública. Se eliminó en el proyecto de 1917 y
La pena accesoria más grave que contempla el código penal y
así se sancionó en el código de 1921. Para entonces el presidente
con la cual. pese a ser inconstitucional, se completa el cuadro de
Yrigoyen había conmutado todas las que se dictaron. Los proyec-
las penas o manifestaciones punitivas previstas en leyes pena-
tos de reforma posteriores la rechazaron, salvo la frustrada refor-
les manifiestas, es la relegación o reclusión por tiempo indetermi-
ma del senado de 1933. La dictadura de 1930 emitió un bando
nado como accesoria de la última condena del art. 52.
que arrasaba con la garantía del debido proceso legal e imponía la
La divisibilidad Además de esta clasificación, suele distinguirse entre penas 5 muerte por delitos de ínfima importancia. A esto le siguió la modi-
como regla divisibles e indivisibles, caracterizándose las primeras por la fija- ficación del código por decreto y el sometimiento de civiles a la
ción legal de un mínimo y un máximo, lo que permite la cuantifica- justicia castrense. Oficialmente se practicaron cinco ejecuciones,
ción judicial. De este modo, la mayoria de las penas están previstas entre ellas, el sonado caso de los anarquistas Di Giovanni y Scarfó.
en la ley en forma relativamente indeterminada, configurando un Es tan penoso corrio necesario recordar que en 1932 la Academia
sistema que se opone al de penas fijas -propio de algunos códigos Nacional de Derecho recomendó su implantación. En 1960 el po-
antiguos-, porque fija un mínimo y un máximo y deja en manos del der ejecutivo remitió un proyecto que la reimplantaba para ciertos
juez la determinación en concreto de la cuantía. delitos contra la seguridad pública seguidos de muerte o lesiones
graves y gravisimas, pero el Congreso rechazó su restablecimiento.
Las penas La pena de muerte era la más radical de la viejas penas cor- 6 El 2 de junio de 1970 el régimen militar de Onganía sorpresiva-
ilícitas porales o aflictivas. La Constitución, desde su versión originaria mente la implantó mediante la ley defacto 18.701, siendo formal-
696 J\1ANIFEST1\CIONES FOR\IALES DEL PODER l'UNITfVO LAS PENAS LÍCITAS E ILÍCITAS EN)_.\ LEY ARGENTINA 697

mente incorporada al código penal por la ley de Jacto 18.953 del Suprema. con mayoria fon11ada por los jueces nombrados por el
17 de marzo de 1971. que la agregó al art. 5º. Cabe advertir que tristemente célebre presidente Nixon, cambió de criterio por siete
en la ley de Jacto 18.953. la muerte fue establecida en forma al- votos contra dos. Al revisarse la declaración de inconstitucionali-
ternativa con la de reclusión perpetua, a diferencia de la ley 18.701, dad, los condenados que se enfrentaban a una posible ejecución
que la habia establecido como pena única. Esta refom1a fue dero- eran 582, cifra compuesta por 300 negros, 260 blancos, 13
gada en diciembre de 1972, por otra disposición ele Jacto. La dic- chicanos. 8 indios y un portorriqueño, lo que confirmaba la afir-
tadura de 1976 restableció la muerte formal mediante la ley de mación de Douglas de 1972.
facto 21.338 del 25 de junio de 1976. aunque nunca la aplicó
g Como la confiscación general de bienes proscripta expresa- Tormento y otras
pues -como es sabido- se valió del terrorismo de estado mediante prohibiciones
homicidios y la desaparición forzada de personas. mente por el arL 17 CN, el art. 18 prohíbe en forma expresa las expresas
penas que asumen el carácter de tormento y la pena de azotes.
El pensamiento Desde antiguo la llamada pena de muerte ha dado lugar a los 8 También. en función del inc. 22 del art. 75 está expresamente
patibulario
más enconados debates en tomo de su legitimidad y convenien- prohibida la tortura. no sólo en sentido estricto -impuesta para
cia. Fue Becca1ia quien llevó la c1itica al extremo, aunque la ad- obtener información- sino en el sentido amplio. o sea, cuando
mitía cuando el sujeto aún preso tuviese suficiente poder para importe una pena. dado que se le define internacionalmente corno
hacer peligrar al gobierno constituido, es decir que -paradojal- un acto que injlya intencionalmente a una persona dolores o sufri-
mente- sólo la aceptaba por causas políticas. Durante la moder- mientos graves, ya seanfisicos o mentales. con elfin ele castigarla
nidad los argumentos en su contra fueron renovándose y existe por un acto que haya cometido o se sospeche que haya cometido
una tendencia a su supresión en el mundo: está eliminada por (art. 1 de la Convención contra la tortura). Por aplicación de la
completo en treinta y cinco países, pero no la aplican desde hace DADH q~edan prohibidas las penas infamantes o inusitadas (art.
años otros veintisiete. siendo cien los que aún la mantienen y la 26), por lo cual debe considerarse prohibida toda pena que ten-
hacen efectiva. En los EE.UU., donde en lo federal y en varios ga por objeto o importe agregar más descrédito público que el
estados aún se conserYa, luego de más de dos décadas de absten- provocado por la comisión del delito. En función de la DUDH
ción -entre 1960 y 1980- las ejecuciones se han incrementado en también debe considerarse ilícita la pena de destierro (arL 9).
fom1a genocida. con marcado acento racista y habiendo merecido
10 Pero además de las penas expresamente prohibidas. hay otras Las prohibiciones
condena de la OEA. Cabe recordar que el 29 de junio de 1972, la implícitas
Corte Suprema de los Estados Unidos declaró inconstitucional que lo están implícitamente. lo que también emerge del análisis
la pena de muerte, y en febrero del mismo año lo había hecho la de los principios constitucionales e internacionales. En modo al-
Corte de California, considerándola contraria a la enmienda octa- guno puede creerse que el principio republicano de gobierno (art.
1 º. CN), así como los de legalidad, humanidad (art. 18 CN) y per-
va de la Constitución, que prohibe las penas crueles e inusitadas.
El juez Douglas -magistrado decano que procedia de los tiempos sonalidad o trascendencia mínima. deban ser interpretados como
de Roosevelt- expresó en su voto de modo terminante el carácter meras declaraciones o prohibiciones limitadas al sentido estricto
selectivo y por ello genocida en la administración de esta pena, de su enunciado y caer en un entendimiento absurdo. como sería
afirmando que seria tan rechazable como "una ley que prescribie- suponer que la prohibición constitucional del tom1ento y de los
se la exclusión de la pena de muerte para los ciudadanos que azotes no impide otras penas tan o más crueles o irracionales.
gozasen de una entrada anual superior a 50.000 dólares. pues en como una prisión realmente perpetua o la reclusión por tiempo
la práctica resenra la pena de muerte para los negros. los que no indetenninado, o incluso la misma privación temporal de la liber-
han superado el quinto año de escolaridad, los que no ganan más tad ambulatoria cuando las condiciones materiales del encierro
de 3.000 dólares por año. o los que son relegados sociales y men- produzcan un cambio cualitativo de pena. por implicar la priva-
talmente retardados". Desde 1968 hasta 1976 cesaron por com- ción de otros derechos no contenidos en la sentencia ni en la ley.
pleto las ejecuciones. Posterionnente. en junio de 1976, la Corte como la vida o la salud (v. gr. pena de prisión com·ertida en pena
corporal o de muerte). Por ello el marco general de las penas cons-
698 MANIFESTACIONES FOR'.\!ALES DEL PODER PUNITIVO LAS PENAS LÍCITAS E ILÍCITAS EN U LEY ARGENTINA 699
'

titucionalmente prohibidas lo proporciona la prohibición de las pe- metido con la generación de ilusiones de seguridad- es puesto en
nas y tratos crueles. inhumanos o degradantes (arL 7 PIDCP; art. crisis por la absolución de un incapaz psíquico. Desde un rigido
5. 2 CADH) y, en consecuencia, los principios constitucionales no planteo sistémico deberia concluirse que la imposición de penas a
sólo tienen relevancia para establecer los límites cuantitativos de incapaces psíquicos bajo el nombre de medidas es un recurso
las penas constitucionales y previstas en la ley vigente, sean los para reforzar la confianza del público en el sistema, por lo que no
legales o abstractos tanto como los concretamente fijados por la llama la atención que dentro de este marco se les asigne funcio-
agencia judicial, sino también -y antes- para saber si nes de prevención general (Jakobs).
cualitativamente la propia manifestación de la coerción penal es Conclusión
13 Frente a ello cabe afirmar que: (a) no existen razones para
constitucional.
suponer que un enfermo mental tiene mayor probabilidad de de-
Las penas Otra de las consecuencias de una interpretación constitucional 11 linquir que quien no lo es, siempre que se trate de un juicio de
para incapaces en orden a la consecuente prohibición de las penas perpetuas, probabilidad y no de un requerimiento de coacción directa im-
psíquicos
como también en cuanto a la mínima irracionalidad y. en espe- puesto por condiciones actuales constatables; (b) existen múlti-
cial. a la dignidad de la persona -que impide acordarle un valor ples medios para tratar a los enfermos mentales de modo que
instrumental o de medio-. al nullwn crimen sine conducta. al nullum puedan llevar una vida de relación aceptable fuera del ámbito
crimen sine culpa. al principio de igualdad y a la genealogia in- manicomial, es decir, con tratamientos ambulatorios: (c) se sabe
compatible con la Constitución. es la inconstitucionalidad de las que la circunstancia de que un enfermo mental caiga bajo el po-
penas de reclusión que bajo la denominación de medidas de segu- der punitivo es resultado de un azar y nada dice respecto de la
ridad establecen los párrafos segundo y tercero del inc. 1 º del arL auto o heteroagresividad del enfem10: (d) existe una legislación
34 para incapaces psíquicos de delito. Se trata de la única pena psiquiátrica que señala los pasos para disponer la internación
re?-lmente perpetua que existe en el código. pues su término no voluntaria o compulsiva de un paciente psiquiátrico y establece la
depende de nada que pueda hacer la persona para ponerle fln. La judicialidad de estas medidas (arts. 482 y ccds. CC y ley 22.914);
idea rectora es que el enfermo mental requiere internación (e) la internación psiquiátiica es un extremo dentro del curso de
manicomial mientras sea peligroso y. siendo peligroso porque es un tratamiento actual, reservado para períodos agudos; (f) la le-
enfem10. deberá pem1anecer en reclusión mientras continúe la gislación psiquiátrica vigente tiene en cuenta los criterios de auto
enfermedad. y heteroagresividad, sin mencionar en absoluto la circunstancia
fortuita de que la persona haya pasado por un juzgado penal.
Peligrosidad Cabe recordar que los viejos códigos liberales no contenian 12
y prejuicio 14 Por fin, si se trata de penas, cabe observar que no sólo son La vía del
disposiciones análogas. porque no preveian ningún tratamiento
derecho
diferencial entre los enfermos mentales que habían sido absuel- penas sin culpabilidad (para inimputables), sino que pueden ser psiquiátrico
tos por la justicia penal y los que nunca habían pasado por el también para quienes han actuado atipicamente (por falta de dolo)
poder de ésta. Cuando establecian alguna previsión -como el arL e incluso para quienes no han realizado ninguna conducta (por
147 del código Tejedor- lo hacian en ausencia o para suplir defi- incapacidad psíquica de acción). En resumen, cabria concluir que
ciencias de la legislación psiquiátrica o civil. o como mera medida el segundo párrafo del inc. 1º del art. 34 prevé una pena de reclu-
de coacción administrativa directa. La incorporación de estas pre- sión, incluso para quien no ha hecho más que causar -en el !llás
visiones reconoce su origen en la idea de peligrosidad positivista. puro sentido físico- un resultado típico, es decir, llega a prever un
la cual no hacía otra cosa que otorgar rango científico al prejuicio castigo para un mero hecho humano, que ni siquiera reviste el
que identifica al loco -y a todo diferente- como peligroso. Esta idea carácter de acto. Establecer una pena para quien no ha realizado
completamente superada en la psiquiatria actual se conserva en conducta, o para quien ha realizado una conducta atípica o un
disposiciones originadas en tiempos de la psiquiatría ordenadora injusto inculpable. sólo por el azar. es desde todo punto de vista
o policial. porque el prejuicio no ha desaparecido en la opinión inconstitucional. Por consiguiente, es correcto en el marco consti-
pública y. por tanto. el poder punitivo -pem1anentemente compro- tucional que el juez penal renuncie a toda pena para incapaces
700 iVI,\NlfEST.\CIO!\"ES FOR,\L\LES DEL PODER PUNITIVO M.;;,JFES'L.\CIONES PRl\'ATl\'AS DE LIBERTAD AN!BUL'\TORI:\ 701

psíquicos y. en los casos de absolución por enajenación mental. c1on pública. del serv1c10 y trabajo forzado útiles al estado y. a
cuando observe la necesidad de internación u otra medida de tra- partir de una transformación social y en su medida. del secuestro
tamiento. deba dar intervención al juez ci\·il competente para que de la capacidad ele producción y renta. Paradojalmente. en las
se pongan en funcionamiento las normas del derecho psiquiátrico primeras décadas del siglo XlX las penaliclacles adoptadas por las
(arts. 482 y ccds. CC). El mismo criterio es válido para la hipóte- sociedades industrializadas fueron enteramente diferentes a este
sis del tercer párrafo del inc. 1 º del art. 34, que está también proyecto: la deportación desapareció rápidamente (por la inde-
suficientemente cubierta por la disposición del art. 144 del código pendencia ele las colonias o por las clificultacles que acarreaba).
civil. las penas humillantes no tenían mayor eficacia, y el trabajo forza-
do tuvo carácter más bien simbólico (especialmente a partir de la
La práctica No es el criterio anterior el que se sigue en los tribunales, que 15 tecnificación de los ejércitos y de la aparición de la máquina de
es selectiva
informen estas penas para incapaces en pocos casos y seleccio- vapor). de manera que estos mecanismos fueron reemplazados
nados en fomrn bastante arbitraria. Por lo general. estas penas por otro muy marginal: la prisión: en rigor, se trataba de la única
cesan por reclamo ele las propias instituciones psiquiátricas o se posibilidad punitiva que subsistia. Desde entonces. las cárceles
eternizan en razón ele! deterioro del enfermo. Se1ia más correcto se convirtieron en lugares ele altisima mortalidad y morbilidad,
que. ele admitirse estas penas. la jurisprudencia les previese un indeseables aunque necesarios. toda vez que no se disponía de
limite má.ximo. que nunca excediese el mínimo ele la pena del otro medio. El discurso la legitimó invocando una pretendida fun-
delito ele que se trate y. en caso que pen11aneciesc la enfen11edacl. ción ele control y reforma psicológica y moral de los individuos.
superado ese tiempo máximo se derive al enfermo a la vía ele la que alcanzarla su má:-;:ima teorización con la idea ele peligrosiclacL
legislación psiquiátrica vigente. De esta manera se configuró una nueva forma ele ejercicio ele la
soberanía política. caracterizada por su aspecto disciplinario y de
vigilancia. diferente del estrictamente punitivo ele la época clási-
ca, en la que dominaba la pena corporal y el encierro sólo operaba
§ 277. Manifestaciones privativas de libertad ambulatoria preventivamente o para deudores. Esta estrategia tenía la \'irtud
de facilitar una medida lineal del castigo sobre un único patrón:
el tiempo de secuestro confiscado. ·
La institución La más grave limitación a la libertad ambulatoria tiene lugar 1 La imposible
total o de 3 Todas las reformas intentadas sobre la cárcel fueron un fracaso
cuando se somete a una persona a una inslitución total o de secues- reforma
secuestro y muy pronto se constató que cualquier prisión lejos de transfor-
tro. en cuyo ámbito cerrado realiza la totalidad o la parte más
mar a los criminales en gente honmda. está dotada ele un efecto
importante de su actividad cotidiana (pcrnoctación, alimentación.
reproductor. Pero al mismo tiempo se descubrieron los beneficios
trabajo. estudio. recreación. etc.). Esta institucionalización opera
políticos de comprender que los delincuentes pueden ser útiles
como eje o columna vertebral del sistema de penas. lo que se asu-
para fracturar la sociedad y. por tanto. para justificar un mayor
me como natural u orclinario cuando en 1igor se remonta a sólo dos
control y vigilancia sobre la totalidad ele la población. Por ello.
siglos de antigüedad. que le valieron para evidenciar los más se-
pese a que hoy resulte incuestionable que la prisión constituye
veros cuestionamientos y su permanente y consust~ncial crisis.
un notable factor criminógeno. sigue siendo el eje punitivo central
Dinámica El poder punitivo como obra de la cor~(i.scación ele la victima y 2 ele todos los sistemas penales . Las primeras en ser criticadas fue-
histórica de la ron las penas cortas pri\·ati\·as ele libertad desde el primer con-
del secues1ro de Dios. dio lugar a diversas manifestaciones de so-
pena privativa
de la libertad beranía política como derecho del príncipe de hacer m01ir o dejar greso penitenciario internacional ele Londres ele 1872. en el cual
uiL·ir. El sistema de penalidades estLffO caracterizado por las mo- se destacaba ya su inutilidad. desatando una ciitica que fue casi
dalidades del castigo físico. ele la exclusión material a través de la unánime a lo largo de todo el siglo X){. Su efecto se agravó con el
deportación. de la exclusión moral por la \·crgücnza y la humilla- fenómeno de la inversión clel sistema penirenciario. que lleva a que
702 MANIFESTACIONES FORMALES DEL PODER PUNITNO MANIFESfACIONES PRIVATIVAS DE LIBERTAD Alv!BUL/\TORIA 703

predomine el número de presos sin condena sobre el de condena- sino porque es la única opcwn a la política demagógica de
dos. que desemboca en una seguidilla de motines y represiones. prisionización masiva divulgada desde los Estados Unidos a la bru-
En el segundo congreso de Naciones Unidas para la prevención talidad extenninadora de América wtina. Se trata de una teorización
del delito y tratamiento del delincuente (Londres, 1960) se reco- falsa -y por añadidura de cuño autoritario-, frente a una política
mendaron los llamados sustitutivos (condena condicional, genocida, sin otro discurso que la manipulación del miedo y del
probation, multa, prestación de trabajo libre) y, en definitiva, su odio.
aplicación como último recurso.
7 La crisis es sólo discursiva, porque si el penitenciarismo de- El penitenciaris-
El genocidio de A lo largo de las dos últimas décadas se ha insistido en todo 4 cidiese asumir la realidad de los datos de las ciencias sociales, no mo realista y
la prisionización realizable
el mundo en aumentar la frecuencia de la prisión, pero muy espe- hallaría inconveniente alguno para la elaboración de un discurso
cialmente en los Estados Unidos, donde la tasa de prisionización diferente y mucho más realista. La práctica revela que en todos
creció hasta alcanzar la increíble cifra de seiscientos cada cien los países donde siguen una política razonable en la materia, existe
mil habitantes (sólo superada por Rusia con 690): la población una masa de presos que sufren las consecuencias deteriorantes
total controlada penalmente en EE.UU. fue en 1999 de más de como producto estructural de la naturaleza de la institución en
seis millones de personas, y los prisioneros son dos millones. Las que se hallan. En estas condiciones, imaginar cualquier empresa
políticas decididas por agencias que nada tenían que ver con la re deviene absurdo. Respecto del grueso de la población penal
penitenciaria provocaron toda clase de problemas en las prisio- -nutrida de infractores groseros contra la propiedad y de peque-
nes: superpoblación, violencia, carencias elementales, inseguri- ños traficantes de tóxicos prohibidos- es mucho más realista asu-
dad, etcétera. El deterioro de las cárceles y su efecto reproductor mir estos datos, reconociendo la imposibilidad de cualquier objetivo
fueron manipulados por predicadores morales quienes aprove- re y proponiéndose objetivos realizables y realistas: (a) en princi-
charon para volver a la prisión de mera seguridad o contención, pio, admitido que la prisión tiene efecto deteriorante pero que al-
militarizada como fortaleza. gún trato es menester deparar a quienes están presos, es lógico
plantearse que éste procure disminuir hasta donde sea posible
La prisión Ante el fracaso de las ideologías de la resocialización y de todo 5
como depósito esta caracteristica estructural de la vida carcelaria. (b) En segun-
el conjunto de teorías preventivas especiales positivas (o ideologías
do lugar, dado que se conoce que la selección de la gran masa de
re), que coincide con la crisis del estado providente, resulta que en
presos se produce en razón de su alto estado de vulnerabilidad al
la realidad la prisión se convierte en un mero local de depósito de
poder punitivo, es menester que en la prisión se les ofrezca (no se
seres humanos deteriorados. Se trata de una tendencia genocida
les imponga) la posibili<:lad de prepararse para egresar con los
que, en definitiva, se afilia a la prevención especial negativa, es
elementos que correspondan a un mayor nivel de invulnerabili-
decir, a la idea de la prisión como una eventual pena de muerte. No
dad (v. gr. modificar su autoestima. procurar salir del estereotipo.
obstante, todo parece indicar la probabilídad que en pocas décadas
intentar que comprendan el papel asignado al reclamarles roles
la frecuencia de la prisionización disminuya debido al desarrollo
conforme a estereotipos. tratar de modificar su autopercepción.
tecnológico del control electrónico de conducta.
etc.). En síntesis: el trato penitenciario debe abarcar el ofreci-
Falsa antinomia: Las ideologías re tienen un sustrato autoritario, desde que 6 miento de un tratamiento de la vulnerabilidad.
autoritarismo pretenden modificar las elecciones de las personas. Pese a que es
o exterminio 8 De este modo. el eje del discurso penitenciario saldría del La Constitución
por todos sabido que la prisión tiene efecto deteriorante y y los objetivos
tratamiento para pasar al trato: el penitenciarismo debe enfrentar-
criminógeno (reproductor de clientela carcelaria, fijador y de la pena
se a una masa de personas que están institucionalizadas en con- de prisión
potenciador de roles desviados y condicionante de desviaciones
diciones estructuralmente deteriorantes. El primer requisito del
secundarias más graves que la primaria que motiva la
trato es su humanidad (trato humano). y significa garantizar su
prisionización). el discurso preventivista especial sigue dominan-
supervivencia y seguridad. tanto como la integridad física y psi-
do el penitenciarismo latinoamericano. no porque sea verdadero.
704 MANIFESfACl01'ES FORMALES DEL PODER PUNITIVO MANIFESTACIONES PRIVATIVAS DE LIBERTAD Aiv!BUL'\TORlA 705

quica de la persona. Al trato humano corresponde también extre- 1994. la CN seria contradictoria. pues por un lado impondría la
mar los esfuerzos para que la prisión -que mientras exista no subsistencia de una pena infamante y. por otro. la prohibiria.
dejará nunca de ser tal y. por ende. de ser deteriorante- resulte
en cada caso lo menos deteriorante posible. El tratamiento sólo 10 El carácter infamante de la reclusión era manifiesto en la La derogación
posibilidad de trabajos públicos. lo que implicaba un sometimiento de la reclusión
seria una oferta del trato. o sea. seria parte del trato humano el
qfrecímiento de un tratamiento de la vulnerabilidad que motiva la del sujeto a la vergüenza pública. Su diferencia conceptual se ha-
prisionización de la persona. para que ésta tenga la posibilidad de llaba en la ejecución, desde que una pena es diferente si se ejecuta
egresar sin responder al estereotipo criminal y con una de modo distinto: la pena de reclusión era más gravosa en su ejecu-
autopercepción que le permita asumir roles diferentes de los que ción. al punto que incluso se excluía de ella a los hombres débiles y
se le reclamaban conforme a estereotipo. El eje del tratamiento de mayores de sesenta años. Es contrario a toda lógica sostener que
la vulnerabilidad no pasa por la atención al delito cometido -que hay una pena diferente pero que se ejecuta igual a otra: es tanto
en definitiva no es la verdadera causa de la selección criminalizan- como afirmar que existe un fusilamiento por lapidación o por ahor-
te- sino por operar sobre la asunción de rol propio del estereotipo camiento. En realidad la pena de reclusión nunca existió en vigen-
negativo introyectado. Todas las ideologias re se proponian mejo- cia del código de 1921. pues la disposición de su art. 9, que dis-
rar a la persona (y por ende. interferir en su conciencia): el ponia que la pena de prisión perpetua o temporal se cumplirá con
tratamiento de la vulnerabilidad no pretendería mejorar sus valo- trabajo obligatorio en establecimientos distintos de los destino.dos
raciones -que quizá no sean peores que las de los no criminaliza- a los recluidos nunca se cumplió, y jamás se distinguió en la prác-
dos- sino enseñarle a hacer lo que hace la inmensa mayoria de la tica la ejecución penal para reclusos y prisioneros. como tampoco
población: abstenerse de un ofrecimiento grosero a la trampa del se los alojó en oportunidad alguna en establecimientos separa-
poder punitivo. De este modo. dado el quiebre del pensamiento re, dos. salvo un decreto del poder ejecutivo de 1922 que dispuso
corresponde entender el texto constitucional y el derecho interna- que la pena de reclusión se cumpliria en la cárcel de Ushuaia, en.
cional (art 1O PIDCP y 5 CADH) conforme a criterios de interpre- tanto que la de prisión lo sería en la Penitenciaria Nacional de
tación progresiva. Buenos Aires, lo que fue revocado dos años más tarde.

La reclusión La historia legislativa argentina conoc10 una pluralidad de 9 11 En consecuencia, los tribunales estuvieron imponiendo una Tratamiento
como pena penas privativas de libertad (presidio. penitenciaria, prisión y arres- pena que no se ejecutaba, o mejor dicho, se ejecutaba como otra: equivalente a la
prohibida pena de prisión
to). que en el código de 1921 quedaron reducidas a dos: reclusión si la distinción con la prisión es su ejecución más gravosa e infa-
y prisión. La reclusión cargaba con el resabio de la pena infaman- mante, una pena de reclusión que se ejecuta como pena de prisión,
te. hoy e,,presamente prohibida en la Constitución (inc. 22 del art. · es una pena de prisión. Si bien esto fue siempre así, el proceso de
75. art. X:XV1 DADH). Es dable observar que la pluralidad de pe- unificación se oficializó con la derogación formal de la pena de
nas privativas de la libertad tiende a desaparecer en la legislación reclusión. al establecerse su ejecución indiferenciada (ni más gra-
comparada, lo que reconoce antecedentes muy lejanos (primer vosa ni infamante, sino igual a la de prisión) en la antigua ley
congreso penitenciario de Londres de 1872). En la Argentina. la penitenciaria de 1958. que mantiene la vigente ley de ejecución
distinción entre prisión y reclusión fue suprimida en todos los de la pena privativa de libertad (ley 24.660), que inclusive reempla-
proyectos posteriores a 1921. salvo en los de 1960, 1973, 1980. a zó las califlcaciones de recluso y preso_ por la de intemo. disponiendo
partir de la interpretación constitucional de Soler. que es poco
que el trabajo obligatorio no será aflictivo. denigrante. infamante
convincente: el art. 69 CN no impone la distinción entre prisión y
ni forzado (art. 107). lo que constituye la partida de defunción
reclusión. puesto que. de ser ello conecto. también habria que
legal de la reclusión como pena. Si por esas disposiciones es claro
deducir de la misma disposición que no se podria suprimir la
que quedan derogados los arts. 6, 7 v 9 del CP. con ellos desapa-
pena de muerte ni la distinción entre crimenes y delitos. ni entre
reció la pena de reclusión. por lo cual corresponde considerar
penas aflictivas y no aflictivas. Además. después de la reforn1a de
derogadas todas las disposiciones que hacen referencia a ella en
706 MAi,IFESTACIONES FOR\!ALES DEL PODER PUNIT[VO
M,,N!FESTACIONES PRJVATfVAS DE LIBERT'AD AMBUL.\TORIA 707

el resto del código. y todos los efectos que se referían: (a) al arres-
lo que es lo mismo, a la O hora del día 15. Igual criterio debe seguir-
to domiciliario previsto en el art. 10 del código penal, derogado.
se en una hipótesis de interrupción: debe considerarse que ésta se
por los arts. 32 y 33 de la ley 24.660. que establecen un conteni-
produce a las 24 horas del día en que tiene lugar, y cesa a la O hora
do de mayor alcance para la prisión domiciliaria: (b) a la libertad ·
del día en que el sujeto vuelve a perder su libertad: si la pena se
condicional al año para los casos de condenas a tres años o me-
hubiese interrumpido el 1º de febrero de 2004 y hubiera cesado su
nos: (c) al impedimento de la condenación condicional (art. 26);
interrupción el 13 de marzo de ese año, se considerará que estuvo
(d) a la discriminación para el cómputo de le: tentativa en los ca-
interrumpida desde las O hora del día 2 de febrero hasta la O hora
sos de encontrarse la pena conminada con reclusión perpetua,
del 13 de marzo, es decir que fue interrumpida por un mes y once
unificándose ambas hipótesis en la previsión dispuesta para la
días. La ley dejacto21.931 agregó en el art. 77, a continuación de
pena de prisión perpetua. es decir de diez a quince años, y con el
la disposición según la cual los plazos se cuentan conforme al có-
mismo alcance debe valer para el cómplice (art. 46); y (e) al cóm-
digo civil que, sin embargo, la liberación de los condenados a penas
puto de prisión preventiva del art. 24.
privativas de libertad se efectuará al mediodía del día correspon-
Los plazos de El art. 77 establece que los plazos señalados en el código penal 12 diente, como una salida anticipada y obligatoria de doce horas.
la pena privativa se cuentan con arreglo a las disposiciones del código civiL El art.
de libertad 13 Por aplicación de la regla del art. 24, la prisión preventiva se El cómputo de
23 de este último dispone que los dias. meses y años se cuentan la prisión
computa de la misma manera, pues en ambos casos se trata de
para todos los efectos legales, por el calendario gregoriano. El arL preventiva
ejecución material de pena. Por tal motivo el término comienza a
24 del código civil dice que el día es el intervalo entero que corre de
coner desde la O hora del día en que el sujeto fue privado de su
medianoche a mediai10che: y los plazos de días no se contarán de libertad. sin tener relevancia alguna el momento en que el tribu-
momento a momento. ni por horas. sino desde la medianoche en nal tome conocimiento de esa privación de libertad o cuando dis-
que termina el dia de su fecha . Asi. un plazo que principie el 15 de ponga su anotación y, menos aún. la ocasión en que ésta se hace
un mes, terminará el 15 del mes correspondiente. cualquiera sea el efectiva. Dado que la pena de reclusión debe considerarse dero-
número de días que tengan los meses o el año. Confom1e a esta gada por la ley de ejecución penal y prohibida constitucionalmen-
disposición. en una condena que estableciese una pena de diez te, cada día de prisión preventiva se computa como un día de
años y hubiese comenzado a cumplirse el 15 de enero de 2004. prisión. aunque ésta sea impuesta con el nombre de reclusión.
porque el imputado fue detenido a las 13 horas de ese día. la pena No obstante, debe quedar establecido que la prisión preventiva
se cumplirá el 15 de enero del aüo 2014 o. lo que es lo mismo. a la que se computa en la pena conforme al art. 24. es la legal o cons-
O hora del día 16 de ese mes y ai10. Tal sería el cómputo aplicando titucional, es decir, la privación de libertad que el sujeto haya
a la letra la forma conecta de contar los plazos civiles. en la que sufrido con motivo del proceso por el delito cometido, pero dentro
nunca se cuenta el día en que el plazo comienza a coner. Sin em- de los limites de la coacción directa (ver§ 44.5 y§ 6). pues cuando
bargo. el criterio general del código ci\il no puede aplicarse al cál- excede su marco no es legítima, y constituye una simple pena
culo de la pena. puesto que de ser así. en el ejemplo dado. las horas sin condena. Frente a ello. la agencia judicial no está atada a la
que el sujeto ha pern1anecido cumpliendo pena el día 15 de enero regla del art. 24 ni al cómputo del dos por uno que fijaba la ley
de 2004. entre las 13 y las 24 horas. constituirian una verdadera 24.390 (derogada por la ley 25.430 en prueba de la retórica facilista
prolongación de su pena. Ello obliga a rectificar parcialmente el y demagógica de las agencias políticas) más que como un míni-
criterio ci,·iL aplicai1do los principios penales, que impiden cual- mo, porque el sufrimiento ilegítimo de prisión preventiva no es
quier prolongación real de la pena judicialmente impuesta. lo cual sólo computable sino también compensable. en ejercicio de la fun-
hace que deba computarse el dia de comienzo de ejecución como ción judicial de individualización o cuantiflcación de la pena.
día completo. Por consiguiente. en el ejemplo dado. la pena deberá Procesos
14 Cuando el sujeto sea procesado simultáneamente por dos
considerarse cumplida a las 24 hs. del dia 14 de enero de 2014 o. paralelos
o más delitos. por el mismo o por diferentes tribunales, y resul-
708 1\1.-\!,IFESTAC!Oi\ES FOR\L-\LES DEL PODER Pl'NITl\'O L:,s PRETEí'\DlD:\S PEN:\S FIJAS 709

condenado por uno o unos y absuelto del o de los restantes. el deriva su incompatibilidad con el arL 18 constitucional. en cuan-
tiempo de prisión preventiva sufrida por todos o por alguno o al- to a que pueden asimilarse con el ton11ento psíquico -art. 1 º de la
gunos de ellos. debe computarse en la pena impuesta. incluso Convención comra la Toriura y Ocros Tratos o Penas Crueles. Inhu-
cuando haya sufrido la prisión preventiva por un delito del que manos o Degmdames- y más específicamente, por imperio del
resultase absuelto. ya que no puede admitirse que la absolución arL 1 º de la ley 24.660. al tener en cuenta que cuanto más larga
pueda perjudicar al procesado. ni que en el concurso real una sea la duración de una pena. tanto más dificil será la reinserción.
única condenación. que debe materializarse en una única senten- Sería inadmisible su imposición en condiciones que ese efecto sea
cia condenatoria. pueda volverse contra el procesado. absolutamente ine\·ersible. pues en tal caso se trataria de un su-
puesto de pena ilegal (incapacitación).
Igualmente. en la pena debe contarse todo el tiempo que el
condenado haya pennanecido privado de libertad. aunque la ejecu- 3 Como consecuencia de los principios de irracionalidad míni- La Constitución
ma y de humanidad de las penas. y vinculado a la misma antro- impone un
ción se hubiere intenumpido por una prisión preventiva cumpli- límite temporal
da en otro lugar o jurisdicción. por un delito del que en definiti- pología constitucional. debe considerarse que cualquier humano
va resultare absuelto o sobreseído. En sentido análogo. en los tiene conciencia autónoma e intangible que le pem1ite decidir. lo
supuestos de enfennedad mental sobreviniente del condenado. que también exige el reconocimiento de la igualdad jurídica. En
el art. 25 del código penal establece que si durante la condena el tal sentido, un límite temporal -deri\·ado asimismo del sistema
penado se volviere loco. el tiempo de locura se computará para republicano-. impide que de un delito emerja una consecuencia
el cumplimiento de la pena. con la aclaración de que la referencia juridica negativa imbonable para toda la vida del sujeto. De acep-
de esa norma al apartado 3º del inc. l º del art. 34 es un error tarse lo contrario. la ley estaría creando una capitis disminutio o la
material del legislador. debiéndose entender como remisión al apar- muerte civil. con la consecuencia de que ello daría lugar a una
tado 2º. categoría de ciudadanos degradados. marcados a perpetuidad.
estigmatizados por vida. para los cuales la posibilidad de rehabi-
litarse civilmente sería imposible.

4 También resulta claro que la prisión perpetua. en el código La perpetuidad


§ 278. Las pretendidas penas fijas argentino no es tal. pues todo penado goza de la libertad condicio- tampoco es legal

nal a los veinte años. plazo elevado para los condenados a esa
pena por cielitos cometidos a partir del año 2004, a treinta y cinco
La incons- El principio de irracionalidad mínima de la respuesta punitiva 1 años. en función de una reciente reforma del CP que alteró el
titucionalidad de requiere que la pena guarde proporción con la magnitud del deli-
las penas fijas plazo vigente desde 1921. Esta reforma es de dudosa constitucio-
to. lo que demanda cierta flexibilidad que posibilite su adecua- nalidad. pues convierte a la llamada "prisión perpetua" en una
ción a cada caso concreto en el juicio de deten11inación. De no ser pena cruel. pero de cualquier manera es innecesario ocuparse
así. obligaría a decisiones inicuas. que equipararían injustamen- ahora ele una cuestión que no se planteará antes del año 2024. La
te situaciones que sólo son iguales en cuanto a los elementos invocación de razones ele seguridad y prevención actuales para
rele\·ados por la ley. pero diversas en los rasgos particulares y efectos que se deberán discutir después del año 2024 pone de
específicos de un conflicto. Este es uno ele los \·arios argumentos manifiesto la irracionalidad ele la refonna. claramente encuadra-
que suele indicar la inconstitucionalidad de las penas fijas en da en la reciente tendencia al autoritarismo penal cool y responde
general. pero también de las perpetuas. a sus características de superficialidad efectista y publicitaria.
La llamada También debe considerarse que la pena privativa de libertad 2 De toda forma. con el limite de veinte años o con el inconsti-
"prisión
realmente perpetua lesiona la intangibilidad de la persona huma- tucional ele treinta y cinco. la pena no es legalmente perpetua. sin
perpetua"
na. en razón de que genera graves trastornos de personalidad. contar con que. además. al condenado a la llamada '"prisión per-
como toda pena pri\·aU\·a de libenad de larga duración. De allí petua". le corresponde el régimen de salidas transitorias y de se-
BENEFICIOS 711
710 MANIFESTACIONES FORMALES DEL PODER PUNlTJVO

milibertad de la ley 24.660, que puede obtenerse a los quince ley de relegación francesa), pocas dudas pueden dejar acerca de
años. El principio general según el cual siempre debe quedar abier- su inconstitucionalidad.
ta la posibilidad de rehabilitación jurídica plena, exige que a falta 3 La detención domiciliarta opera en las siguientes hipótesis: (a) La detención
de indicación concreta o de posibilidad de deducir una solución para penas de hasw seis meses, a las mujeres honestas, a los mayo- domiciliaria
diferente, deba atenderse a un límite máximo de encierro total res de sesenta ai'tos y a las personas valetudinarias. y {b) para pe-
previsto por el art. 13 (o de 15 años según el régimen de semi- nas superiores a seis meses, a los mayores de setenta años y a los
libertad previsto en la ley 24.660), y del mismo plazo para cance- enfermos terminales. La prisión domiciliaria para penas no supe-
lar cualquier efecto de una pena que surge del plazo máximo de Iiores a los seis meses. abarca sólo a las mujeres honestas y a las
prescrtpción para las penas más graves (art. 65, 1º CP). personas mayores de sesenta años o valetudinarias establecida por
el art. 10 CP. Por su parte. el art. 33 de la ley 24.660 amplió sus
previsiones disponiendo que el condenado mayor de setenta años o
el que padezca una enfem1edad incurable en periodo terminal, po-
§ 279. La pena de i:elegación drá cumplir la pena impuesta en detención domiciliaría, por resolu-
ción del juez competente. cuando mediare pedido de un fa.miliar,
persona o institución responsable que asuma su cuidado, previo
La inconstitu- Aunque bajo el piadoso nombre de medida, el art. 52 CP esta- 1 infom1e médico. psicológico y social que fundadamente lo justifi-
cionalidad de la blece la aplicación de una pena de reclusión por tiempo indeter-
pena de relegación que. Si lo estimare conveniente, el juez podrá disponer una super-
o reclusión minado como accesoria de la última condena, en particulares visión adecuada en la forma prevista por el art. 32 (patronato de
accesoria por supuestos de multirreincidencia, que enumera taxativamente. Esta liberados o servicio social calificado de no existir éste, pero en nin-
tiempo pena de reclusión accesoria termina por vía de la libertad condicio-
indeterminado gún caso a cargo de organismos policiales o de seguridad).
nal a los cinco años de cumplida la condena, y definitivamente, a
los cinco años siguientes a la libertad concedida. La particulart-
dad de esta pena finca en la indeterminación, puesto que su dura-
ción no es fija, aL!nque en cualquier caso debe ser considerada § 280. Beneficios
supertor a los cinco años, puesto que antes de ese término no es
admisible la libertad condicional. La inconstitucionalidad de la
reincidencia (ver § 299) acarrea también la de esta pena acceso-
1 La categoría de persona mayor de sesenta ar1os del art. 10 y Vejez y
ria, que no guarda ninguna relación con el contenido injusto ni con enfermedad
de setenta del art. 33 de la ley 24.660. no ofrece las dificultades
la culpabilidad del delito a cuya pena se acompaña como accesoria.
interpretativas de la expresión mujer honesta. que debe enten-
Además, su indeterminación es lesiva de la legalidad de las pe-
derse como un vestigio de antiquísima tradición legislativa (análoga
nas. al derogado art. 120 CP), la cual no puede sostenerse razonable-
El tenebroso Además de su incompatibilidad con la antropología constitu- 2 mente. sin contar con que también es inconstitucional por aten-
penal de Ushuaia der a una cuestión moral reservada al ámbito de privacidad (art.
cional. por su genealogía antirrepublicana no es más que una
síntesis de las viejas penas de deportación y de relegación. Este 19 CN). La persona valetudinaria en el sentido del art. 10 CP es
castigo segregatorio fue el complemento legal necesario para la aquella enfermiza o delicada. que no requiere que la enfennedad
erección del más vergonzoso monumento de relegación y campo no le pennita soportar la privación de libertad en prisión, sino que
de concentración que tuvo el penitenciarisrno argentino en un basta con que el encierro sea susceptible de empeorar la enfenne-
paraje de los territorios del sur (o fin del mundo): la cárcel de dad fisica o psíquica que padece. concepto que es válido para las
Ushuaia. Sus objeciones. sumadas a sus antecedentes autorita- disposiciones de la ley 24.660. Por otro lado, una adecuada inter-
rios e incluso bochornosos (su -redacción ortginaria es copia de la pretación constitucional no puede admitir que la pena de deten-
BENEFICIOS 713
712 MANIFESTACIONES FOfüv!ALES DEL PODER PUNIIIVO

ción domiciliaria sea sustituta de la de prisión sólo en los casos penal. (e) si revocare la libertad condicional dispuesta en el art.
de muerte segura. cuando el condenado se hall<: afectado por una 15, cuando el condenado violase la obligación de residencia y (f) la
enfermedad incurable e irreversible pues, por vía de principio, pena privativa de libertad al momento de la sentencia definitiva
trato humano al condenado no es sólo desplazar su cuerpo para no sea superior a los seis meses por cómputo de prisión preventi-
que muera en el domicilio. lo que seria bien poco y desnaturaliza- va. La prisión discontinua se cumplirá mediante la permanencia
ria el sentido del instituto como alten1ativa a la prisión. La Consti- del condenado en una institución basada en la autodisciplina,
tución y el derecho internacional indican claramente que la respues- por fracciones no menores de treinta y seis horas, procurando
ta punitiva tiene como límite cualquier peligro para la salud o la que ese periodo coincida con los días no laborables del condena-
integridad física o psíquica que provenga de la ejecución penal. ya do. El juez de intenrención podrá autorizar al condenado a no
que de lo contrario la pena privativa de libertad se convierte en una presentarse en la institución donde cumple la prisión discontinua
pena privativa de salud o corporal. constitucionalmente prohibida. por un lapso de veinticuatro horas cada _dos meses (art. 37) y se
Además del contexto de disposiciones de la propia ley debe con- computará un dia de pena privativa de libertad por cada noche de
cluirse que cuando exista riesgo de agravamiento de una enfenne- permanencia del condenado en la institución. La semidetención
dad o peligro para terceros en el ámbito del encierro carcelario. el constituye la permanencia ininterrumpida del condenado en una
juez de la condena o de la ejecución puede disponer su detención institución basada en la autodisciplina, durante la fracción del
domiciliaria o su internación en una institución médica pública o pri- día no destinada al cumplimiento. en la medida de lo posible. de
vada. en último caso a cargo del condenado. y sólo podrá revocar sus obligaciones familiares. laborales o educativas. Sus modali-
este derecho, cuando exista seguridad de que el condenado, en pri- dades podrán ser la prisión diurna (entre las ocho y las diecisiete
sión. no agravará sus condiciones de salud. De igual modo debe horas) y la prisión nocturna (entre las veintiuna y las seis horas
entenderse que esa previsión es aplicable a la penas anticipadas del día siguiente) (arts. 41 y 42); se computará un día de pena
sin condenas (prisiones preventivas), pues seria contrario a toda privativa de libertad por cada jornada de permanencia del conde-
lógica que el derecho a la salud se le negase a los que están favore- nado en la institución. Sólo en la hipótesis de incumplimiento
cidos por el principio de inocencia. grave o reiterado, la revocación acarrea el cumplimiento de la pena
en establecimiento semiabierto o cerrado. Cabe aclarar que, toda
Revocación La ley 24.660 establece una previsión -no contenida en la 2
vez que no existen los centros de reinserción social basados en el
vieja disposición del art. 10 del código penal- referida a la re-
principio de la autodisciplina y destinados a la recepción de con-
vocación, cuando el condenado quebrantare la obligación de
denados que se encuentren en semilibertad, prisión discontinua
permanecer en su domicilio o los resultados de la supervisión
y semidetención, puede plantearse una duda acerca de la posibi-
prevista en el art. 32 así lo aconsejaren. Según ella, el quebran-
lidad de aplicación de las referidas disposiciones; habida cuenta
tamiento no implica automáticamente que el tribunal se vea
que se trata de falencias de la administración, en modo alguno
obligado a hacer cesar la sustitución. En caso de revocación por
imputables a los condenados, los jueces deben disponerlas cuan-
quebrantamiento o porque no resulte ya necesaria, contempla la
do se presenten los supuestos legalmente previstos.
posibilidad de la prisión discontinua y la semidetención.
4 Con ajuste en la más estricta huella de los discursos re, la Deterioro
La prisión Por la ley 24.660, a pedido o con el consentimiento del conde- 3 psicofisico
discontinua y la ley 24.660 mantiene el criterio de "progresividad", que culmina
nado. podrá disponerse por el juez la ejecución de la pena me- y soltura
semi detención con el periodo de prueba (art. 15). comprensivo no sólo de la in- anticipada
diante la prisión discontinua y semidetención (art. 35): (a) si
corporación del condenado a un establecimiento abierto o sección
revocare la detención domiciliaria prevista en el art. 10 del código
independiente de éste. basado en la autodisciplina. sino también
penal. (b) la detención del arL 33 de la ley 24.660, (c) si convierte
de la posibilidad de obtener salidas transitorias y la incorpora-
la pena de multa en prisión conforme al art. 21 del código penal.
ción a un régimen de semilibertad como anticipación de la soltura
(d) si revocare la condenación condicional por incumplimiento de
mediante la libertad condicional. En rigor, atendiendo a su fun-
las reglas de conducta establecidas por el arL 27 bis del código
LIBERTAD CONDICIONAL 715
714 MA!'\J!FESTACIONES FORivL'I.LES DEL PODER PUN!TfVO

§ 281. Libertad condicional


ción latente o real de la cárcel, las salidas transitorias. la
semilibertad y la libertad condicional persiguen la misma finalidad:
reducir los efectos negativos de encien-os prolongados.
1 Los arts. 13 a 17 y 53 del código penal (y la ley 24.660) regu- La libertad
Salidas Las salidas transitorias pueden concederse con duración de 5 lan la posibilidad de que el condenado a una pena privativa de condicional
transitorias y doce hasta . setenta y dos horas (art. 16. L a, b y c) y con el objeto 1
libertad, pueda recuperarla condicionalmente por decisión judi-
semilibertad '
de afianzar y mejorar los lazos familiares y sociales, realizar cur- cial y después de haber cumplido una parte determinada de ella
sos y estudios, y participar en programas específicos de prelibertad en encierro. El arL 13 establece que los condenados que hubie-
ante la inminencia del egreso por libertad condicional, asistida o ran cumplido cierto periodo de la pena en encierro, observando
por agotamiento de la condena. Cabe aclarar que la libertad asis- con regularidad los reglamentos carcelarios, podrán obtener la
tida (art. 54). que opera respecto de quienes no procede la liber- libertad por resolución judicial, previo informe de la dirección del
tad condicional. permite al condenado su egreso anticipado y su establecimiento. sometiéndose al cumplimiento de ciertas condi-
reintegro al medio libre seis meses antes del agotamiento de la ciones. Se trata de una suspensión parcial de la privación de li-
pena temporal. Las salidas transitorias. según el nivel de confian- bertad -es decir, del encierro- que tiene lugar durante un periodo
za, pueden disponerse con acompañamiento por un empleado de prueba que, resultando favorable, determina la extinción defi-
-en ningún caso uniformado- o bajo palabra de honor. La semi- nitiva del resto de la pena privativa de libertad que le quedaba por
libertad (arL 23) pennite al condenado trabajar fuera del estable- cumplir al condenado.
cimiento sin supenisión continua. en iguales condiciones a las
2 La naturaleza de la libertad condicional fue materia de las Naturaleza
de la vida libre. incluso salario y seguridad social, regresando
más encontradas opiniones, aunque en la doctrina nacional y ex-
luego de cada jornada laboral a una institución regida por el prin-
tranjera el criterio dominante se inclina por considerarla una for-
cipio de la autodisciplina (art. 24). La incorporación a la
ma de cumplimiento de la pena, y se funda en que tiene lugar
semilibertad incluirá una salida transitoria semanal (art. 26).
después de un encierro parcial y no se trata de una suspensión
Requisitos Para el otorgamiento de las salidas transitorias o la incorpo- 6 total, toda vez que el condenado queda sometido a una serie de
de concesión ración al régimen de semilibertad, el art. 17 exige que en los ca- restricciones, como la limitación de residencia, que incluso es una
sos de pena privativa de libertad temporal. se haya cumplido la pena en la legislación comparada. Así, el último tramo de la eje-
mitad de la condena, y quince años en las perpetuas. Además. cución -aunque tenga lugar sin encierro- está sometido a una
constituyen exigencias no tener causa abierta donde interese su restricción ambulatoria. que no puede dejar de considerarse pena.
detención u otra condena pendiente, poseer conducta ejemplar o En este sentido, la libertad condicional no implica una modifica-
el grado máximo susceptible de ser alcanzado según el tiempo de ción de la condena. sino una forma de cumplimiento de ésta. Lue-
internación y merecer del organismo técnico-criminológico y del go, si la libertad condicional es una forma de cumplimiento de la
consejo correccional del establecimiento, concepto favorable res- pena. el juez que la revoca nunca puede negar que se haya cum-
pecto de su evolución y sobre el efecto beneficioso que las salidas plido lo que se cumplió y, por ende, en alguna medida prudente y
o el régimen de semilibertad puedan tener para el futuro perso- equitativa el tiempo de libertad condicional con efectivo cumplimiento
nal, familiar y social del condenado. Cabe señalar que los infor- de las condiciones debe ser computado como cumplimiento de la
mes que no concuerden con estos requisitos no cancelan pena, cualquiera sea la razón por la que se imponga la revoca-
automáticamente los beneficios, pues la concesión del mismo es ción. Lamentablemente, este no es el criterio con que funciona la
facultad de la agencia judicial y no de la administrativa. libertad condicional en la práctica judicial.

3 Si bien la libertad condicional es un beneficio, no por ello pue- Es un derecho


del preso
de ser considerada un acto graciable ni discrecional. Cuando están
reunidos sus requisitos formales y materiales. el condenado tiene
l

716 MANIFESTACIONES FOR\lALES DEL PODER PLlNIT!\·o LIGERTAD CONDICIONAL 717

derecho a recl':marla y el tiibunal tiene el deber de acordarla. Lo una vez cumplido en pns10n preventiva el tém1ino que corres-
contrario implicaria sacar la libertad condicional del ámbito de los ponda al mínimo de pena prevista para el delito o el concurso.
actos judiciales y remitirla a la categoría de acto politico. en que la
cesación del encierro quedaria supeditada a una pretendida neu- 6 El segundo requisito ele obseruancia con regularidad de los La pretendida
reglamentos carcelmios es el precepto más criticado de la ley vi- cábala
tralización de peligrosidad. es decir. librada a organismos técnicos judicial
criminológicos de la administración y a sus c1iterios siempre dis- gente. Por tales. deben entenderse las pautas que determina la
cutibles y bastante arbitrarios. La expresión podrán del arL 13 no ley de ejecución para la disciplina carcelaria (arts. 79 a 99). En tal
puede entenderse en el sentido ele que el tribunal la puede negar sentido la valoración es exclusivamente jurisdiccional. es decir.
pese a estar reunidos los requisitos legales, sino que se refiere al que los organismos administrativos informan e ilustran con sus
condenado. quien por cierto puede solicitarla. infonnes (an. 28 ele la ley 24.660). pero quien valora la gravedad
de las infracciones es únicamente el tribunal: los criterios que se
·Transcurso del El primer y más importante requisito para la obtención de la 4
tiempo de toman en cuenta para la progresiuidad. confonne a la ley peniten-
encierro libertad condicional consiste en que el condenado haya cumplido
ciaria. poco tienen que ver con este cumplimiento y. menos aún.
una parte de su pena en encierro carcelario. Este período es: (a) ele
el pronóstico que hagan los organismos especializados. cuando
veinte años (treinta y cinco para los delitos que se cometan desde
para el código penal lo único necesario es que éste haya cumplido
el año 2004, si se considerase en su momento constitucional este
el encierro sinfaltas de disciplina ele inusitada gravedad. El códi-
plazo)_ para las penas privativas de libertad perpetuas. (b) dos ter-
go, inteligentemente. se atiene a un criterio objetivo y rechaza
cios para las penas privativas de libertad temporales mayores de
-confom1e a la Constitución- tocia posibilidad ele cercenar un de-
tres años. y (c) ocho meses para las penas de tres años o menos
recho con base en cualquier versión renovada de cábalajudicial.
(el periodo ele un año para la reclusión perdió vigencia al unificarse
las penas privativas de libertad en la ele prisión). Sin embargo. la Con todo. en los casos en que hubiese serias duelas sobre la regu-
hipótesis de los ocho meses requiere más precisión. ya que no se laridad del cumplimiento ele los reglamentos. el tribunal puede
explica la razón por la que un condenado a ocho meses debe cum- apelar a la prueba del condenado en régimen de salidas transito-
plir el 66%, el que supera en un día ese límite debe cumplir más rias y de semidetención. pues si éste está previsto para la revoca-
del 99%, que desciende cuanto más grave sea la pena hasta llegar ción de la libertad condicional (ap. "e" del art. 35 ele la ley 24.660).
al sólo 22% si alcanza los tres años. La única solución correcta es con mayor razón podrá echar mano del mismo cuando sólo exis-
aceptar el olvido del legislador y extender la regla del 22% para las tan dudas acerca del cumplimiento de las condiciones. El reque-
penas de tres años a todas las inferiores a ese tiempo. rimiento negativo (art. 14) debe considerarse cancelado. dada la
Extensión
inconstitucionalidad de la reincidencia que privaría del derecho a
La ley ele ejecución de pena privativa de libertad canceló toda 5
a favor de un condenado en razón de un hecho por el que ha sido juzgado.
procesados eluda acerca de la aplicación del beneficio a imputados presos sin
condena, de modo que lo que es aplicable a los penados debe 7 El art. 1 7 dispone que ningún penado cuya libertad condicio- Revocación y
nal haya sido revocada podrá obtenerla nuevamente. Esta disposi- nueva concesión
extenderse a los que cumplan pena sin condena, pues el encierro
-en ambos casos- no sólo es equivalente en términos materiales ción significa que no puede volver a alcanzarla para el cumplimiento
(pena), sino que su identidad deriva del reconocimiento normati- de esa pena, sin que obste para cualquier otra en el futuro, hipó-
vo (art. 11), por el cual se conceden al imputado los beneficios del tesis que el propio código prevé para la inconstitucional pena de
condenado (salidas transitorias. semilibertad, libertad condicio- relegación, considerada más grave (la libertad condicional del art.
nal. prisión domiciliaria, prisión discontinua o semidetención). en 53 presumiría la incapacidad de obtenerla conforme al art. 14T.
resguardo del principio de inocencia. Si el imputado se Viera pri- Incluso tampoco es del todo correcta la afirmación de que no pue-
vado del beneficio, cuando la demora de la instrucción impida de obtenerse nuevamente la libertad condicional por el mismo
conocer la pena que requerirá el Ministerio Público Fiscal o que delito. pues existen supuestos que no son de reuocación. sino de
impondrá el tribunal. la única solución es admitir la procedencia reL'isión: en caso que la libertad se revisase en razón de unifica-
718 MANIFESTACIONES FORi\1ALES DEL PODER PUNITIVO
COKDENACIÓN CONDICIONAL 719

ción de condenas o de penas. porque el tiempo de encierre rto sea


excluye la condena por delito culposo como impedimento para
suficiente para obtenerla por la pena unificada o por la condena
una segunda condenación condicional. sin perjuicio de toda otra
única, nada obsta a su derecho una vez cumplido el plazo de ésta.
hipótesis en que el cumplimiento se traduzca en una crueldad.
Reparación El último requisito a que puede quedar sometida la concesión 8 Además, sólo puede tenerse por cometido un delito cuando haya
del daño de la libertad condicional debe ser cumplido por el tribunal en el recaído sentencia condenatoria. (e) El inc. 5º del art. 13 instituye
momento de concederla. consistiendo en la fijación ju"dicial de la la obliO"ación
b
del liberado de someterse al cuidado de un patronato
parte de los salarios que el condenado debe destinar a la repara- indicado por las autoridades competentes. Cuando no exista pa-
ción del daño. La exigencia consiste únicamente en la fijación de tronato de liberados en el lugar de soltura o de residencia del
la fracción que debe destinar a ese efecto, pero que en modo algu- penado, debe acudirse por analogía in bonam partem a la nom1a
no queda subordinada la libertad condicional al pago, puesto que del art. 53. el cual establece que el contralor para estos casos
éste no es requisito para concederla ni su falta constituye causal puede realizarlo el patronato. institución o persona digna de con-
de revocación. .fianza a cuyo cargo estará el control de la actividad del liberado.

Condiciones La libertad del penado queda condicionada al cumplimiento 9 10 Estas cinco condiciones son las que rigen el cumplimiento de Extinción
de la libertad de los cinco recaudos establecidos por el mismo art. 13 en sus la pena durante la última etapa de su ejecución, hasta el venci-
respectivos incisos de la parte final del primer párrafo. (a) La pri- miento de los términos de las penas temporales. y en las perpe-
mera condición es residir en el lugar que detennine el auto de sol- tuas hasta cinco años más a contar desde el día de la libertad
tura. Tiene por objeto posibilitar la mejor vigilancia del condena- condicional. El vencimiento de los términos tiene el efecto de ex-
do. (b) El inciso 2º -de redacción más defectuosa-, dice: observar tinguir la pen_a, conforme al art. 16 el cual dispone que transcurri-
las reglas de inspección que fije el mismo auto, especialmente la do el ténnino de la condena o el plazo de cinco m10s señalado en el
obligación de abstenerse de bebidas alcohólicas. Las reglas de ins- art 13. sin que la libertad condicional haya sido revocada. la pena
pección son las que debe observar el condenado para controlar su quedará extinguida, lo mismo que la inhabilitación absoluta del art.
conducta en libertad, pero la obligación de abstenerse de bebidas 12. La violación de las condiciones a que queda sometida la liber-
alcohólicas no es una regla de inspección; inspeccionar equivale a tad condicional (art. 15 CP) no tiene siempre el mismo efecto jurí-
vigilar o supervisar, por consiguiente reglas de inspección son re- dico. La revocación de la libertad opera únicamente en caso de
glas de vigilancia y no reglas de conducta. La única regla de con- violación de las condiciones impuestas por los incs. 1 º y 4º, aun-
ducta que aparece en este inciso es la abstención de bebidas alco- que el primer caso puede dar lugar al régimen de semidetención o
hólicas. que sólo es razonable cuando el abuso de alcohol está prisión discontinua. En los casos de los incs. 2°, 3º y 5º, las viola-
vinculado a la naturaleza del delito por el cual se condenó. (c) El ciones pueden aparejar una prolongación del tiempo de la
inc. 3º dispone la obligación de adoptar en el plazo que el auto
condicionalidad.
detennine, oficio, arte, industria o profesión, si no tuviera medios
propios de subsistencia. Esta norma, además de violar la regla
constitucional de igualdad, traduce el prejuicio positivista y disci-
plinante de asociar el crimen a la condición natural de rebeldía
§ 282. Condenación condicional
hacia el trabajo y su disciplina por parte de las clases subordina-
das. (d) El inc. 4° prescribe la obligación de no cometer nuevos
delitos, cuya exclusión se aconsejó en el curso de la elaboración Origen
1 La condenación condicional se funda en el reconocimiento de
legislativa, ante la terminante disposición del primer párrafo del
la naturaleza deteriorante de la prisionización, como también en
art. 15. Al respecto, seria válida la solución jurisprudencia! que
la necesidad de su evitación. En el derecho comparado se conocie-
ron dos sistemas, bajo la denominación de anglosajón y continen-
720 MA,,IFESTACIONES FOR\'IALES DEL PODER PUNITIVO CONDENACIÓN CONDICIONAL 721

tal. que con el tiempo fueron combinados y sufrieron varian- multa o inhabilitación. Es posible que en casos particulares re-
tes. pero siguen constituyendo los modelos tipo. En el anglo- sulte cruel la imposición de una inhabilitación efectiva en
sajón o probation se suspende la condena o el juicio, en tanto supuestos de condenación condicional. pero esto no puede re-
que en el francés o continental se condena condicionalmente; solverse admitiendo la condenación condicional a pena de in-
este último fue el que adoptó el código en su versión origina- habilitación. sino adaptando la cuantía de la inhabilitación a
ria, aunque no puede afirmarse que sea superior. pues en la los márgenes constitucionales para el caso.
práctica no evita la prisión preventiva. la cual tiene los mis-
5 El art. 26 CP establece que la decisión se fundar·á en la perso- Las condiciones
mos o peores inconvenientes que las penas cortas. lo que pue- materiales del
nalidad moral del condenado, la naturaleza del delito y las circuns-
de evitarse sólo a través de la probation. pronunciamiento
tancias que lo han rodeado en cuanto puedan servir para aprecin.r
Naturaleza La condenación condicional implica una condena sometida 2 esa personalidad. El problema de los requisitos materiales de la
a condición resolutoria. que suspende la pena durante el tiempo condicionalidad ha sido equivocadamente planteado, llegando a
de prueba y que. cumplida la condición, no sólo hace desapare- sostenerse que ésta no es un derecho del condenado. Es claro
cer la pena. sino también la condena. Lo que desaparece. con- que cumplimentados los extremos formales y materiales reque-
fonne al arL 27. es la condenación a la pena privativa de liber- ridos por la ley. hay un derecho del procesado a la condicionalidad.
tad con todas sus consecuencias. pero no la sentencia en sí puesto que lo contrario implicaria confundir la función valoradora
misma, pues eso sería tan imposible como pretender que lo del juez con una potestad arbitraria.
que fue no haya sido. Por consiguiente. en nada modifica el 6 La expresión personalidad moral parece inadecuada, si se la La personalidad
contenido de la condenación condicional que permanezcan sus entiende como una exigencia puesta en las virtudes morales del moral
efectos obstando a una segunda condenación condicional du- condenado, lo que obviamente resultaria contrario al art. 19 cons-
rante cierto período de tiempo. titucional. El correcto entendimiento de esta fórmula debe ser
que para la condenación condicional basta con un pronóstico ne-
Requisitos La condenación que puede pronunciarse condicionalmente 3
gativo, que indique que el encierro agravará más la personalidad
debe ser a una pena de prisión privativa de libertad que no exceda
moral del condenado, juicio donde incidirán los demás requisitos.
de tres años y debe tratarse de la primera condena. La expresión
como la naturaleza del delito o los motivos que lo impulsaron a delin-
primera condena del art. 26, debe entenderse como la que se
quir. que permiten valorar el real estado de vulnerabilidad que
pronuncie transcurridos los plazos previstos en el art. 27 res-
determinó su criminalización, tanto como los efectos desociali-
pecto de otra anterior. aunque haya sido de cumplimiento efec-
zadores de un posible encierro. que en palabras del propio art. 27
tivo. pues no puede negarse este beneficio a quien por un deli-
alcanza a todas las demás cirCLmstancias que demuestren la incon-
to anterior cumplió efectivamente la pena de prisión y conce-
veniencia de aplicar efectivamente la privación de libertad.
dérsela nuevamente a quien fue probado y. pese a ello. come-
tió un nuevo delito. A pesar de que la ley no distingue entre 7 La principal condición a que queda sometida la condenación El plazo de
la condición
delitos dolosos y culposos. un sector de la doctrina y la a pena de prisión de hasta tres años -sin perjuicio de las que
jurisprudencia entienden que cabe condena condicional cuando pretenden fundarse en el art. 27 bis- es que el condenado se
el primer delito ha sido doloso y el segundo culposo o viceversa. abstenga de cometer un nuevo delito durante el término de cua-
tro años a partir de la fecha en que la sentencia que impone esta
Condenación La antigua y larga controversia doctrinaria y jurisprudencia! 4 condena condicional haya quedado finne. Transcunido ese plazo
condicional en tomo a las penas de inhabilitación especial que se aplican en
y multa e sin que el condenado cometa un nuevo delito, la condenación se
inhabilidación forma conjunta con las de prisión, parece haber quedado resuelta tendrá como no pronuncin.da. quedando sólo como obstáculo para
por la ley vigente. dada la disposición del párrafo tercero del art. una nueva condenación condicional. hasta transcurridos los pla-
26: no procederá la condenación condicional para las penas de zos previstos en los párrafos segundo y tercero del art. 27. Pero. si
CONDENACIÓN CONDICIONAL 723
722 MANIFESTACIONES FORiv!ALES DEL PODER PUNITIVO

condenado. sino impuesta imperativamente por el tribunal-


dentro de esos cuatro años cometiere un nuevo delito. sufrirá la no tuvo en cuenta la prohibición de imponer doble pena por el
pena impuesta en la primera condenación y la que le correspon- mismo hecho. Por lo demás, de los patrones constitucionales y
diere por el segundo delito. conforme a lo dispuesto sobre acumu- generales de construcción de la respuesta punitiva, se deri-
lación de penas. En tal caso la revocación de la condicionalidad se van también la prohibición de reglas ilegales por su contenido
opera en la sentencia que condena por el segundo delito, que es infamante o humillante, como las que no guarden relación di-
donde corresponde unificar las penas. recta con el conflicto. Por fin, el art. 28 dispone tenninante-
mente que la suspensión de la pena no comprenderá la repa-
Las reglas Con la incorporación de la probation se agravó el régimen ge- 8
de conducta ración de los daños causados por el delito y el pago de los gastos
neral de la condena en suspenso. ya que el art. 27 bis prevé que al
del juicio.
suspender condicionalmente la ejecución de la pena. el íríbunal
deberá disponer que. durante un plazo que fijará entre dos y cua- 9 El plazo y los efectos del incumplimiento de las reglas, en Plazos
tro años seg Cm la gravedad del delito. el condenado cumpla todas o base a coordenadas de proporcionalidad indicadas por la ley, se
alguna de las siguientes reglas de conducta, en tanto resulten ade- establece en un período de entre dos y cuatro años según la
cuadas para prevenir la comisión de nuevos delitos. Con indepen- gravedad del delito, sin perjuicio -conforme lo antedicho- de su
dencia del sentido paternalista que tacharía la constitucionalidad disminución de aéuerdo a las pautas generales de determina-
de algunas de ellas, en orden a las reglas de residencia y patrona- ción, y de su eventual prórroga en supuesto de incumplimien-
to (inc. 1). abstención de abusar de bebidas alcohólicas -con el to por parte del beneficiario.
agregado de estupefacientes- (inc. 3). y adopción de trabajo ade- 1O Todo imputado de delito que pueda ser condenado condicional- La suspensión
cuado a su capacidad (inc. 7). el régimen guarda afinidad con las mente tiene derecho a requerir la suspensión del juicio a prueba del juicio
previsiones del código en materia de libertad condicional. por lo aprueba
(probation). Más allá de disputas doctrinarias o jurisprudenciales,
que resulta válido defender su carácter de meras condiciones para el correcto entendimiento del art. 76 bis CP permite neutralizar
la habilitación de los institutos de los artículos 26 y 76 bis. del los efectos nocivos de la prisionización, como también no violar el
CP. pero las restantes reglas, por su carácter de segregación (de plazo razonable constitucional para la duración de los procesos.
lugares o personas, inc. 3). de formación (escolaridad primaria y
estudios o prácticas de capacitación laboral o profesional, incs. 4 11 Además del requisito material de posibilidad de condena_ción Requisitos de
procedencia
y 5). de curación (tratamiento médico o psicológico, inc. 6) y de. condicional, la ley establece otras condiciones positivas y negati-
trabajos comunitarios (inc. 8), revelan un contenido penoso en su vas. Entre las primeras figura el ofrecimiento de reparación a la
naturaleza. por comprometer seriamente la libertad y otros dere- víctima, que no debe entenderse como la indemnización prevista
chos de la persona. La necesaria exigencia de la fundamentación en el art. 29 del código penal, sino según las posibilidades del
imputado. En caso que el delito esté conminado con pena de mul-
para su establecimiento, como también la impronta internacional
ta conjunta o alternativa con la de prisión, el imputado deberá
(Reglas de Tokyo) en orden al respeto de la dignidad de los sujetos
pagar el mínimo de la multa. También deberá abandonar en favor
sometidos a estos dispositivos. parecen indicar que constituyen
del estado los bienes que presumiblemente resultarían decomisa-
penas de naturaleza accesoria en el supuesto de condenación con-
dos en caso de recaer condena. Son condiciones negativas el su-
dicional o, lisa y llanamente, penas privativas de derechos distin-
puesto de Jw1cíonario público que en el ejercicio de sus jimciones,
tas de las originarias (v. gr. arts. 5, 23 y otros) frente a la hipótesis
hubiese participado en el delito, y la hipótesis de los delitos
de suspensión de juicio a prueba. con un alcance equivalente al
reprimidos con pena de inhabilitación, que debe ser interpretado
del art. 64 del CP. es decir, de penas que son aceptadas y cumpli- teleológicamente para resguardar la vigencia del instituto y posi-
das por el interesado, sin que medie sentencia condenatoria, para bilitar su aplicación en delitos leves. El cuarto párrafo del art. 76
cancelar la acción penal o la condenación. Aquí. el consabido des- bis, en tanto dispone el consentimiento del j'IScal, es de dudosa
cuido del legislador de los últimos años pone en crisis el instituto. constitucionalidad con ajuste al principio federal y de judicialidad
pues en los casos de condenación condicional -no elegida por el
l

724 l\1ANIFEST:\CIONES FOR\HLES DEL PODER PUi\lTIVO i:Vl:\l\:IFEST.'\CIONES PRIVAffV.-\S DE omos DERECHOS 725

de la medida. y sólo puede entenderse interpretando que el dicta- (b) En el sistema del tiempo o plazo de multa.. el juez
men del fiscal es vinculante cuando solicita la suspensión del individualiza en cada cas9 concreto la cuantía conesponcliente a
juicio. pero no a la inversa. cada tipo o porción. teniendo en cuenta la capacidad patrimonial
del penado. ele manera que -ele sus ganancias- le quede la canti-
Condiciones En cuanto a las condiciones a que queda sometida la probation. 12
y revocación dad mínima necesaria para sus obligaciones elementales. La multa
la ley reenvía a las previsiones del art. 27 bis. modificando el
no se paga ele una \·ez. sino a lo largo ele cierto tiempo. en plazos
término. que puede extenderse de uno a tres aüos. y establecien-
fijos según los ingresos. ele modo que se prolonga en relación pro-
do otras consecuencias: (a) se suspende el plazo de prescripción
gresiva o regresiva según los mismos. cuyo límite má..;;.imo está
de la acción penal: (b) si durante el término de prueba el imputa-
dado por la presen·ación ele lo necesario para la satisfacción ele
do no comete un nuevo delito y cumple con las reglas de conducta
fijadas por el tribunal en función ele! art. 27 bis. se extinguirá la las necesidades básicas.
acción penal: y (c) una nue\'a suspensión clel juicio procederá si el (c) En el sistema ele los días multa o días ele multa. se determi-
nuevo delito fuese cometido después de transcurridos ocho años na la importancia o gravedad ele la multa no por una suma de
a partir del momento en que venció el ténnino fijado para la prue- dinero. sino por un número de días. según la gravedad del cielito.
ba del proceso anterior. contados desde el día en que fue concedi- Cada día equivale a una concreta cantidad de dinero. según la
da la suspensión. La revocación del beneficio puede ocurrir por la posición económica del condenado. La ley debe fijar el número ele
comisión de un delito durante el ténnino fijado para la prueba, días de multa que se imponen como pena a cada cielito. según la
pero al igual que para la libertad condicional o la condenación gravedad de éste. Establecerá un número proporcionalmente igual
condicional, se requiere una sentencia condenatoria fim1e. por lo al de días que le correspondería ele privación ele libertad si se le
que ni siquiera puede revocarla la situación fáctica de prisión pre- aplicase esa pena.
ventiva. aunque de hecho la prueba se haya interrumpido.
Es indiscutible que ele los tres sistemas cuya conveniencia se
discute en la legislación comparada, tiende a predominar el siste-
ma brasileño del día de multa -injustamente difundido en el dere-
§ 283. Manifestaciones privativas de otros derechos cho comparado como sistema nórdico-. confonne al cual el número
ele días debe fijarse atendiendo a la magnitud del delito y en espe-
cial ele la culpabilidad.
La pena La multa penal es una pena prevista en el art. 5º del código 1 3 En el código argentino rige el método más tradicional que es El régimen
de multa del código
que opera sobre el patrimonio del condenado, con el límite consti- el de la multa total, aun cuando sus defectos -particularmente
tucional de la prohibición de confiscación. pero que no reconoce los que atañen a ·1a desigualdad- fueron advertidos desde anti-
el objetivo reparador que caracteriza a la multa administrativa. guo. El art. 21 CP establece que la multa obligará al reo a pagar la
Para resolver los problemas derivados de las criticas esgrimidas cantidad de dinero que determine la sentencia. teniendo en cuen-
en tomo al principio de igualdad. existen en la legislación compa- ta, además de las causas generales del art. 41, la situación econó-
rada diferentes sistemas de regulación de la multa. que pueden mica del penado.
sintetizarse en tres: el de la suma total. el del tiempo o plazo de
4 Confonne al arL 5º. la multa tiene el carácter de pena princi- Formas de
multa y el del día multa. imposición
pal. de modo que: (a) puede ser impuesta corno pena única (como
Regulaciones (a) El de la suma total es el tradicional. según el cual el juez 2 sucede en los arts. 99. 1º; 103. segunda parte; 175; 136 1.ercera
legales
condena a una cantidad concreta. o sea. un monto global que parte. etcétera.): (b) en mayor número el código la conmina en
resulta de conjugar dos coordenadas: gravedad del delito y situa- forma conjunta con la prisión (como por ejemplo en el art. 110):
ción económica del condenado. (c) también aparece conminada conjuntamente con la inhabilita-
726 MANIFESTACIONES FOfü'\,lJ\LES DE~ PODER PUNITIVO
lNHABILITACIONES 727

ción absoluta (a:rt. 270) y con la pena de inhabilitación especial


tiva, la parte proporcional del tiempo ele detención que hubiere
(art. 242); (d) otras veces en forma alternativa con la pena privati-
sufrido, lo cual da idea ele que la regla del art. 24 siempre ha de
va de libertad (a:rt. 94); y (e) finalmente, en los casos de delitos con
tener un cierto carácter indicativo. Esta equivalencia y las posibi-
ánimo de lucro, aparece su conminación conjunta por efecto del
lidades tan amplias que el art. 21 otorga al tribunal. indican que
art. 22 bis, cuya imposición queda a criterio del tribunal.
en el código argentino prácticamente éste puede elegir entre cual-
Formas de Como la importancia de la multa deriva de servir de sustituto 5 quiera de los tres sistemas l]LLe la legislación comparada discute.
cwnplimiento a la pena privativa de libertad, el supuesto de incumplimiento en el
8 El art. 22 bis dispone que si el hecho ha sido cometido con Animo de lucro
pago constituye una vía indirecta para reint:roducir lo que intenta ánimo ele lucro. podrá agregarse a la pena privativa ele libertad y multa
evitar. No obstante, es claro que antes de proceder al encierro total acumulativa
una multa. aun cuando no estuviese especialmente prevista o lo
-que nunca excederá de un año y medio (art. 21) y que sólo opera estuviese sólo en forma alternativa con aquélla. Se trata ele una
como último :recurso frente al incumplimiento-- la sustitución pue- verclacle:ra pena acumulativa y en modo alguno de una pena acce-
de presentarse en la forma de prisión discontinua o semidetención, soria, por lo que su aplicación demanda todos los requisitos que
pero incluso antes de esta consecuencia, el propio art. 21, 2º prevé presupone la de cualquier pena, incluyendo la requisitoria fiscal.
-en el caso de que el reo no pagare la multa en el término que fije la En cuanto a los presupuestos materiales, la ley exige el ánimo de
sentencia- una serie de posibilidades que tienen por fin, reducir al lucro y la resolución judicial fundada. pues no es de aplicación
mínimo la sustitución a cualquier forma de cumplimiento que im- automática. Ánimo de lucro no puede ser otra cosa que un ele-
porte privación de libertad. Para ello, la norma proporciona tres mento subjetivo del tipo distinto del dolo, pero que no consiste en
alternativas: (a) el tribunal, antes de transformar la multa en pri- una ultraflnalidad, sino en una especial disposición de la volun-
sión, procurará la satisfacción de la prin1era, haciéndola efectiva tad acompañada por el interés patrimonial. que puede o no lograrse
sobre los bienes. sueldos u otros ingresos del condenado; (b) cuan- v ser inmediata o diferida, sin que necesariamente deba reducir-
do no fuese posible, puede sustituir esta clase de pena por trabajo ~e al interés de quien participa en la conducta. Asimismo, la de-
libre, siempre que se presente ocasión para ello, y (c) puede autori- manda de resolución fundada, que se exige para toda pena, en
zar el pago de la multa en cuotas, en los montos y fechas adecua- este caso particular viene impuesta por la misma norma, desde
dos a la condición económica del condenado. que el art. 22 bis establece que podrá agregarse y no meramente
que se agregará. Ello significa que este capítulo crea una calificante
El caso de total En el supuesto de incapacidad total del penado, se impone la 6
incapacidad de agravación para cualquier tipo que no tenga prevista pena de
postergación del cumplimiento de la pena hasta que la persona
de pago multa o que la tenga prevista únicamente en forma alternativa.
recupere su capacidad para cumplirla. Si ello sucede con las pe-
que será otra de las variables para la individualización de la pena.
nas privativas de libertad, como en el supuesto de la enfermedad
mental sobreviniente. con más razón corresponderá igual criterio
tratándose de una pena de multa . En cualquier caso debe regir el
principio de que el derecho no puede obligar a lo imposible.
§ 284. Inhabilitaciones
La conversión Cuando la voluntad reprochable del penado diese lugar a que 7
en privación la multa se convierta en pena privativa de libertad, el tribunal
de libertad Las penas de
procederá convirtiéndola al régimen de semidetención o prisión 1 La inhabilitación consiste en la pérdida o suspensión de uno
inhabilitación
discontinua, que no excederá de un año y medio (art. 21, 2º pá- o más derechos de modo diferente al que comprometen las penas
rrafo).· Para esa regulación el código no fija ningún equivalente de prisión y la multa. En el código vigente se halla prevista en la
entre la pena de multa y la de prisión. Sin embargo, el art. 22 forma de inhabilitación absoluta y de inhabilitación especial. Am-
dispone que del importe de la multa se descontará, de acuerdo bas formas de pena inhabilitante provienen del código Tejedor
con las reglas establecidas para el cómputo de la prisión preven- (art. 118 y 119). que las abarcaba dentro de un conjunto más
vasto, bajo el título de penas privativas del honor y humillantes.
....,

728 MANIFESfACIONES FOR\1ALES DEL PODER PUNl1IVO lNHAI3ILITAC!ONES 729

La inhabilitación Los efectos de la pena de inhabilitación absoluta están previs- 2 monto de las indemnizaciones fyadas. Las críticas a esta previsión
absoluta
tos en el art. 19 del código penal y tienen una extensión limitada, provienen de lejos. pues se consideró que las jubilaciones y pensio-
lo que de otra manera resultaría inconstitucional por producir la nes constituían una propiedad que debía respetarse y su afecta-
muerte civil del condenado. inadmisible en el derecho contempo- ción, con motivo de una inhabilitación. constituye lisa y llanamente
ráneo. No se trata más que de la privación de un número limitado una confiscación prohibida. Finalmente el inc. 2º suspende el
de derechos que están expresamente previstos en la ley. No es derec.!_i:o electora) por el tiempo de inhabilitación, privación que
una pena que se diferencie sólo cuantitativamente de la inhabili- sóla'puede alcanzar a los condenados por sentencia firme, tal como
tación especial: la inhabilitación absoluta se aplica porque la na- lo dispone el art. 75 inc. 22 constitucional (art. 23.2 de la CADH),
turaleza de la conducta hace incompatible con ella el ejercicio de de modo que toda norma que interfiera sobre el derecho electoral
los derechos de que se priva. de una persona no condenada es inconstitucional.
Contenidos de la El inciso 1º del art. 19 establece que la inhabilitación absolu- 3 4 La inhabilitación absoluta puede aplicarse como pena princi- La inhabilitación
inhabilitación
absoluta
ta importa la pnvación del empleo o cargo público que ejercía el pal o como pena accesoria. Se aplica como pena accesoria en el absoluta
penado, aunqueprovenga de elección popular~ de modo que la pena
del preso
supuesto del art. 12, cuando acompaii.a a la pena privativa de
surte el efecto de privar de los derechos desde que la condenación libertad mayor a tres aii.os, que lleva como inherente la inhabilita-
queda firme, por lo que en ese caso la inhabilitación importará la ción absoluta por el tiempo de la condena. la que podrá durar
pérdida del empleo o cargo público que el autor haya adquirido hasta tres aii.os más si así lo resuelve el tribunal. de acuerdo con
con anterioridad a la sentencia, aunque fuere con posterioridad al la índole del delito.
delito. El inciso 3º del art. 19 prevé que esa inhabilitación impor-
tará la inca_IL~idad_ para obtener cargos., fmpleos y comisiones 5 Aunque el antecedente sea la vieja muerte civil -constitucio- El problema
de su
pública_s~ lo que hace que el autor, además de perder los que ha- nalmente inadmisible-. no todo el contenido de la norrna resulta
constitucionalidad
bía adquirido, quede interdicto para adquirirlos en el futuro. Por inconstitucional. En relación con la suspensión de las pensiones
comisión pública debe entenderse un cargo obtenido por elección y jubilaciones. éstas no pueden ser afectadas tampoco por la pre-
popular. Ese inciso no puede referirse a otro tipo de comisiones, visión del art. 12 y. por ende. vale a su respecto la critica anterior.
tales como jurado y otras funciones transitorias, porque además En cuanto a la privación del derecho electoral. debe advertirse
de resultar redundante -puesto que entrarían en el concepto de que también en este supuesto de accesoriedad, la inhabilitación
función o empleo que deriva del art. 7'7- surgiría una incoheren- sólo alcanza a los condenados a encierros mayores de tres aii.os y
cia insoslayable entre los incisos 1º y 3º del art. 19. puesto que el puede extenderse a tres aüos más mediante sentencia fundada.
primero no privaria al condenado de las funciones públicas aludi- Las restantes privaciones de derechos vinculados a los cargos o
das -toda vez que no las menciona- ni el 3º le incapacitaría para empleos públicos no presentan dificultades para su aplicación,
cargos por elección popular, pues no formula la aclaración que en salvo en lo que se refiere al carácter facultativo de la extensión de
forma expresa hace el inc. 1º. En cambio, el inciso 4º del art. 19, la inhabilitación. La duración de la inhabilitación accesoria más
proveniente del código espaii.ol. es inconstitucional por su carác- allá del tiempo de la pena privativa de libertad. que era obligatoria
ter confiscatorio y por la trascendencia de la pena a terceros; en él en los códigos anteriores, pasó a ser facultativa en el código vi-
se dispone la s~ISpensión. del goce de toda Jubilación. pensión o gente. según el cual. la extensión la podrá disponer el tribunal de
retiro, civil o militar, cuyo importe será percibido por los panentes acuerdo con la índole del delito. Conforme a la ley, el criterio para
que tengan derecho a la pensión;. El tnbunal podrá disponer, por que el tribl),nal p~prolQngar la inhabilitación no es el del art.
razones de carácter asistencial, Jue la victima o los deudos que 41. sino la~le del c!_e_!.a9; lo que significa que sólo~r~lcmga-
estaban a su cargo concurran hasta la mitad de dicho importe. o ción estará autoriza_ti<1_cuando el goce de esÓsd~~cJ:1_0_,; sea in-
que lo perciban en su totalidad. cuando el penado no tuviere pa- compatible con la naturaleza_ del delito (una condena por delito
Tientes con derecho a la pensión. en ambos casos hasta integrar el cometido en el ejercicio de una función pública).
..,
730 MANIFESTACIONES FOR."vl".LES DEL PODER PUNITIVO
INHABILITACIONES 731

Cese k,_a, inhabilij;_ació_E_acc~§QD_a del art. 12 cesa cual}_clo se agota 6


únicamente a prqfesión o derecho. Dentro del concepto de dere-
la pena imQl-!~sta y. en caso de libertad condicional. tampoco se
cho, pueden abarcarse los derechos a ejercer ciertas actividades,
'aTteran l;s principios generales. puesto que la pena accesoria si- aunque no se encuentren reglamentadas.
gue la suerte de la principal cuando ésta termina de cumplirse en
libertad condicionaL Por otro lado. asi lo dispone el art. 16, al 9 La duración de esta pena es la que se establece en cada caso, Duración
precisar que si transcurren los plazos del arL 13 sin que se revo- pero el plazo se cuenta desde el momento de la condena, aunque
que la libertad condicional. la pena quedará extinguida. lo mismo la disposición del pánafo 4 º del art. 20 ter pueda dar lugar a
que la inhabilitación absoluta del art. 12. Cuando se disponga dudas en los casos en que la inhabilitación sea impuesta conjun-
por sentencia fundada la prolongación del plazo, no puede inter- tamente con una pena privativa de libertad de cumplimiento efec-
pretarse al art. 16 como una rehabilitación, pues cabe entender tivo, y considerar que comienza en el momento en que el penado
q1;:1~~nJ_'._<1bilitación accesoria absoluta no cesa con la extinción recupera la libertad; sin embargo. el párrafo 4º, cuando menciona
de la --¡:iena privativa de libertad, sino que seguirá vigente hasta el todos lo efectos alude únicamente a los efectos que hacen a la
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del se11alado la sentencia. rehabilitación, que es el tema de la norma. Por otra parte. si así
no fuese. no tendría sentido que en todas las conminaciones con-
La inhabilitación L ~ s i e m p r e ~ ~ ~ _ _ p ~ n a ])_!fa- 7 juntas del código la inhabilitación supere siempre el tiempo i:le la
especial
cipal. pudiendo ser temporal o per1Jetua. La circunstancia de que pena privativa de libertad.
e ~ l i d a d de los casos se impor{ga en forma conjunta no
10 El segundo párrafo del art. 20 está referido a los derechos Derechos
debe confundirse con la accesoriedad. puesto que ello no le resta políticos
políticos y, por consiguiente, no puede extenderse más allá del
su carácter de pena principal. Se distingue de la absoluta porque
alcance que esa privación tiene en la inhabilitación absoluta, es
se limi!:c1__ a los.derechos que guardan una par~ular relación con
decir, como privación de los derechos electorales y de elegibili-
el delito cometido; en este sentido tiene un mayor grado de impre-
dad. y también de postulación. Esta privación no puede alcanzar
que inhabilitación absoluta en cuanto a su deternlina-
a los derechos que tiene todo habitante sin ser ciudadano, por la
ción legal: de alli que para la imposición de la pena del art. 19.
mera condición de integrante de la población, esto es, a los dere-
basta en general con la identificación legal. en tanto que la aplica-
chos civiles.
ción de la inhabilitación especial requiere una determinación ju-
dicial precisa; por effffe. en moao alguno es sufi~t; que en la 11 La inhabilitación especial conjunta prevista en el art. 20 bis Inhabilitación
-cuya fuente es el proyecto de 1960- establece una pena de seis especial
sentencia se imponga a secas una pena de inhabilitación espe-
conjunta
cial, sin precisar de qué se trata y del alcance que tiene (por ejem- meses a diez años, que puede imponerse aunque esta pena no
plo: la inhabilitación que se impone en delito culposo cometido en estuviese expresamente prevista para el delito, pero presuponiendo
la conducción de \'ehículo de transporte público de pasajeros. no que el injusto tenga origen en: (a) incompetencia o abuso en el
tiene por qué extenderse a todo tipo de vehículo automotor. cuan- ejercicio de un empleo o cargo público; (b) abuso en el ejercicio de
do la \'iolación del deber de cuidado lo fuese respecto de reglas la patria potestad, adopción, tutela o curatela o (e) incompetencia
específicas que no rigen para otros vehículos). o abuso en el desempeño de una profesión o actividad cuyo ejerci-
cio dependa de una autorización, licencia o habilitación del poder
Efectos El arL 20 dispone que la inhabilitación especial producirá la 8 público. Es un sistema de inhabilitación particular. pues mien-
privación del empleo. cargo. prqfesión o derecho sobre que recayere tras en el sistema tradicional del código la inhabilitación está pre-
y la incapacidad para obtener otro del mismo género durante la vista en cada caso en la parte especial, en el del art. 20 bis no se
condena. El segundo párrafo agrega que la inhabilitación especial requiere su previsión en la parte especial y sólo puede ser im-
para derechos políticos producirá la incapacidad de ejercer duran- puesta como pena conjunta.
te la condena. aquéllos sobre que recayere. Los empleos o cargos
deben ser públicos. puesto que en el ámbito privado se refiere Por incompetencia debe entenderse una incapacidad de orden
intelectuai o técnico. pero no una incompatibilidad ética. que no
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INHABILITACIONES 733
732 MANIFESTACIONES FOR'.\l:\LES DEL PODER l'U1'I'T1V0

es ninguna incompetencia. Por abuso se interpreta tanto el exce- mas cargos. Finalmente. la última parte de la norma dispone que,
so en las facultades corno el uso arbitrario de las mismas. Para para todos los efectos. en los plazos de inhabilitación no se com-
que pueda imponerse la inhabilitación del art. 20 bis es necesario ¡rntará el tiempo en que el inhabilitado haya estado prófugo, in-
que la conducta típica importe (lleve en si) una incompetencia o ternado o pri\·ado de su libertad.
abuso en el ejercicio o desempeño de la actividad de que se trate. 13 La pena de inhabilitación absoluta como accesoria de una La incapacidad
La ley dice poelrá imponerse. es decir que su imposición no resulta civil del penado
pena privativa de libertad mayor de tres años no se aplica aisla-
obligatoria para el tribunal en todos los casos en que se dan los damente sino que va acompañada de una incapacidad civil del
presupuestos objetivos de la misma. Por ello. tratándose de una penado. que fom1a parte de un cuadro inhabilitante general que
pena complementaria que sólo puede imponerse en delitos no abarca: (a) la inhabilitación absoluta del art. 19 y. (b) la inhabili-
conminados con inhabilitación en la parte especial. debe funda- tación de derechos civiles. prevista en la segunda parte del art.
mentarse su imposición. sin que sea necesario que el tribunal 12: importan o.d(:!más la privación. mientras dure la pena. de la
exponga las razones por las que no la impone. patria potes10.d. ele la administración de los bienes y del derecho
ele disponer ele ellos por actos entre vivos. El penaelo queelará sLye-
Rehabilitación El ari. 20 ter en su primer párrafo pre\·é la rehabilitación del 12
w a la cumtela esta/Jlecida en el Cóeligo Civil para los incapaces.
condenado a la pena de inhabilitación absoluta impuesta como
pena principal. Pueele ser restituielo al uso y goce ele los derechos y La incapacielacl ciL'il (art. 12. segunda parte) tiene el carácter
capacicfocles ele que fue privado. si se lw comportado con-ecwmen- de pena accesoria y no el de una mera consecuencia accesoria de
te clumme la mitad del plclZo de aquélla. o durante diez años cuan- la pena. porque la privación efectiva de la libertad no necesaria-
do la pena fuera perpewa. y ha reparado los da(ws en la medida mente la implica. es decir el penado no está fácticamente imposi-
de lo posible. bilitado de ejercer los derechos que el art 12 cancela. Su alcance
debe ser interpretado rest.1ictivamente para no afectar el princi-
En el segundo párrafo del mismo articulo se prevé la rehabi-
pio de proporcionalidad mínima entre injusto y pena. por lo que
litación para la pena de inhabilitación especial. También en este esta incapacidad debe operar solamente en los casos en que a la
caso se toma en cuenta la mitad del plazo y se reduce a cinco años inhabilitación puede vinculársela con la naturaleza del hecho (por
si la pena fuese perpetua. Las condiciones que impone son el co- ej .. delitos cometidos por los padres contra los hijos menores).
necto comportamiento -que debe entenderse en el sentido indi- Otra interpretación baria que esta pena lesionase la prohibición
cado-. que haya remediado su incompetencia o no sea de temer de trascendencia a los hijos del penado, ni su carácter de pena
que incurra en nuevos abusos -según que una u otros hayan cruel fuera de los supuestos considerados.
dado fundamento a la pena- y que haya reparado el da110 en la
14 La inhabilitación para la administración de los bienes es la Supervivencia de
medida de lo posible. la muerte civil
más marcada vigencia de la muerte civil. Ninguna duda cabe de
La nom1a exige además -para ambas formas de inhabilita- que Ja privación de este derecho -al igual que la suspensión de la
ción- que el penado repare el clo.110 en lo. meelido. de sus posibilida- patria potestad- no resultan de la restricción ambulatoria que
eles. lo que no quiere significar una reparación integral de todo el importa el encierro. Sin duda. esta pena accesoria lesiona el p1in-
daño y pe1juicio ocasionado por el cielito. sino sólo en la medida cipio ele mínima irracionalidad. lo que indica que la ley debe ser
de la capacidad patrimonial del inhabilitado. pues para el efecto interpretada muy restrictivamente. para evitar decisiones incons-
cancelatorio de la inhabilitación basta con que el penado demues- titucionales.
tre voluntad efectiva de resarcir en la medida de su posibilidad. El
tercer párrafo del art. 20 ter previene que cuando la inhabilita-
ción importó la pérdida de un cargo público o de una tutela o
curatela. la rehabilitación no comportará la reposición en los mis-
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734 MANIFESfACIONES FOR~1ALES DEL PODER PUNITIVO ÜECOl>!ISO. OTR\S PEN,\S ACCESORIAS Y REPAR\CIÓN DEL DA1'iO 735

§ 285. Decomiso, otras penas accesorias y reparación del daño (art. 34) de las mercaderías en supuestos de comisión de algunos
de los ilícitos previstos por ella. El código aduanero dispone el
comiso de la mercadería, de los medios de transporte y demás
Decomiso instrumentos empleados para la comisión de los ilícitos previstos
El art. 23 del código penal dispone que la condena importa la 1
pérdida de los instrumentos del delito, los que, con los efectos por los arts. 863. 864, 865. 866. 871, 873 y 874; en los mismos
provenientes del mismo, serán decomisados a no ser que casos también el inc. 1º del art. 876 establece la pérdida de las
pertenecieren a un tercero no responsable. Los instrumentos de-- concesiones, regímenes especiales, privilegios y prerrogativas como
comisados no podrán venderse, debiendo destruirse, salvo el caso el retiro de la personería jurídica. En algunos de los delitos
en que puedan ser regularmente aprovechados por los gobiernos tipificados en la ley 23.737, el comiso (art. 30) de las ganancias y
de la nación o de las provincias. Iguales disposiciones se encuen- de los bienes e instrumentos empleados para la comisión de algu-
tran en leyes penales especiales. El decomiso es una pena acceso- nos de ellos. presenta la particularidad de que pueden ser vendi-
ria, puesto que se distingue de ciertas medidas de coacción dos para ingresar los fondos a una cuenta especial del presupuesto
administrativa directa de carácter policial preventivo (secuestro de la Nación (art. 39, según ley 24:061). El régimen penal para la
de armas, explosivos, medicamentos, obras de arie, dinero, etcé- represión de la violencia en espectáculos deportivos (ley 24.192)
tera) Y porque tiene lugar siempre que haya condena: Dado su establece como pena accesmia la clausura del estadio por un tér-
carácter pecuniario debe ser cuidadosamente distinguida de la mino de sesenta dias. La misma ley erróneamente califica de pe-
confiscación prohibida constitucionalmente, esencialmente a partir nas accesorias a inhabilitaciones especiales (art. 10 incs. a, by c).
del carácter general de esta última, a diferencia de la especifici- El régimen penal tributario prevé la pérdida del beneficio y de la
dad propia del decomiso, que siempre debe recaer sobre cosas en posibilidad de obtener o de utilizar beneficios fiscales de cual-
particular. quier tipo por el plazo de diez años. Estas son sólo algunas de las
penas accesorias establecidas por leyes especiales que. por su
Objeto del La pena se limita al decomiso de los instrumentos del delito y 2
decomiso forma inorgánica. nunca han sido materia de una adecuada criti-
al de los efectos provenientes del mismo. Los primeros son los que ca constitucional.
el autor utilizó dolosamente para cometer el delito. Efectos del
delito son cualquier mercancía (legal o ilegal en cuanto a su te- 4 La suma de la reparación civil a la pena desvirtúa el modelo La reparación
de solución no punitiva del conflicto. degradándolo a la privación del daño
nencia Y circulación) obtenida mediante el injusto. sea que se
encuentre en el mismo estado o en otro diferente (como valor de de un derecho patrimonial al convertirlo en una pena accesoria,
uso o de cambio), o sea, que la mercancía se convieria en dinero u lo que lo opaca como medio racional de solución. El código esta-
otro valor, o que con el dinero se adquiera mercancía u otro valor. blece que el juez penal ~~º_120"1ª--Pºr lo~s:l:a.I'.<2_que
Los instrumentos decomisados no pueden venderse, debiendo no16fi1tapar1é-clela pena. Si el código sostuviese la tesis
destruirse, a excepción de los que puedan ser aprovechados en apropiadora por parte del poder punitivo. el juez debería siempre
modo debido por los gobiernos de la nación o de las provincias. disponerla, incluso sin que mediare pedido de parte o aunque
Penas accesorias
ésta la hubiese renunciado.
de leyes
En algunas de las leyes penales especiales se han establecido 3
otras penas accesorias. El inc. e) del art. 2º de la lev de ré<1imen 5 Sin perjuicio de la naturaleza civil de la reparación. cabe pun- Concurrencia
especiales , b de normas
penal cambiario, establece la suspensión de hasta diez años 0 tualizar algunas cuestiones. como la aparente contradicción en-
civiles y penales
cancelación de la autorización para operar o intermediar en cam- tre el art. 1096 del código civil y el 29 del código penal: ninguno
bios. El capitulo II del código electoral nacional (ley 19.945) esta- de ambos resuelve cuestiones de competencia: ni el civil cuando
blece la pena accesoria de privación de los derechos políticos por dispone que la acción civil debe ser independiente de la penal. ni
el término de uno a diez años (art. 145) en caso de comisión de el penal cuando dispone que el juez penal puede imponer la repa-
algunos de los delitos electorales previstos en él. La ley de marcas ración. porque se trata de cuestiones que hacen a la organización
Y designaciones (ley 22.362) prevé el comiso. venta o ·destrucción de la justicia y. por ende. son materia reservada a la legislación
:q

736 MANIFES1ACI0NES Fú~\1ALES DEL PODER PUNITNO

provincial. Dichas disposiciones deben interpretarse constitu- CAPÍTULO 29


cionalmente, es decir, en el sentido de que el articulo 1096 ce
impide que una ley procesal desvirtúe la naturaleza civil de la
acción. en tanto que el art. 29 del código penal posibilita que un
El marco legal de la respuesta punitiva
juez penal decida la cuestión civil. cuando ello sea posible confor-
me a la legislación procesal respectiva. De acuerdo a lo dispuesto
por el art. 11 O1 del CC no puede haber condenación en juicio civil
mientras estuvj_~re pendiente la acción criminal. salvo los casos
en que el acusado hubiese muerto o estuviese ausente. es decir,
ele imposibilidad de avance de la causa penal. El art.~del CC
evita la contifill.icción entre sentericiªs civile~y~enales~idiendo
~..I.QC:t:..§Q ctvil. 5_t:~cuestione la_.existencia d;l hecho y-la § 286. La normativa vigente para la cuantificación de la pena
~.i~idad penal declarada en esa sede •..¡En sentido análogo. el
( 1193,,dispone que n~i¿~_de _alegarse en juicio civil el hecho de
q·ue se hubiese absuelto en s~cle ~riminal~ Esto último está limita- I La cantidad de pena que el juez debe permitir que se ejerza en El último
cada caso de condena es lo que se llama cuantificación de la pena esfuerzo jurídico
do a lo declarado en el juicio criminal. ~in perjuicio de que sea
viable la acció1:}5ivil sob~e__dis~nta base ~put.ativa. -sentencing, en inglés- y constituye la coronación del esfuerzo del
/. derecho penal por contener el poder punitivo. Es un momento esen-
f
cial donde la agencia judicial agota su capacidad juridica para man-
tener dentro de limites más tolerables los impulsos expansionistas
de la selectividad de la criminalización secundruia.

2
Pero el juez no decide la pena sin interferencias, sino en el con- La propaganda
texto de un conjunto de presiones de distinto tipo. Quizás la más política contraria
importante, y que afecta gravemente la función lirnitante de la res-
puesta punitiva sea la pulsión que ejercen las agencias políticas al
elevar los rninimos penales a niveles que dificultan grandemente la
tarea de cuantificación. La política aumenta las penas para tranqui-
lizar una opinión pública alterada por campañas mediáticas que
alucinan el castigo como solución al conflicto penal y a casi todos los
conflictos sociales en general, como expresión del actual autoritaris-
mo cool o publicitario del discurso único de medios masivos. De este
modo se establecen aumentos irracionales y escalas penales de igual
naturaleza que determinan un enfrentruniento entre el ámbito políti-
co y el judicial. Esto es a la vez fuente de inseguridad para la pobla-
ción, porque parte de la jurisprudencia se pliega a las demandas
políticas y policiales y otra parte las resiste. Este es el motivo por el
cual la jurisprudencia, al tener mayor contacto con la pena y su
medida, pierde más rigor sistemático en favor de la arbitrariedad.

3 Sin embargo debe señalarse que la cuantificación penal no se La cuantificación


es un juicio
agota con una respuesta limitante en el marco de una escala pe-
abierto
nal que fija legislativamente la política, pues otro problema de la in bonam partem
738 EL MARCO LEGAL DE LA RESPUESTA PUNITNA LíMI1ES PENALES, PENAS NATURALES Y PENAS ILÍCITAS 739

cuantificación se origina en que este control acatante tampoco cipación. Por último, c) el código establece soluciones expresas,
concluye con la pena impuesta eh la sentencia. La razón deriva de con limites diferer.'.:es, en los casos en que se hace necesaiio uni-
que la cuantificación no puede ignorar las modificaciones y alte- ficar condenaciones o penas.
raciones de la pena en perjuicio del cond~nado durante su ejecu-
ción (por ej. apremios ilegales). La cuantificación de la pena no
termina en la sentencia formal sino en el ae:io ce penar, es decir,
culmina con el agotamiento de la pena. § 287. Límites penales, penas naturales y penas ilícitas
Cantidad y El término cuantifzcación, en su aspecto literal, indica c2nti- 4
calidad dad entre un mínimo y máxir.10 de pena; en su aspecto concep-
1 Se pretende explicar los limites mínimos de las escalas pena- Los mínimos
tual establece una tarea jurídica acatante de pena incluso por penales constitu-
les con recursos de prevención general negativa. Por ello se afir- yen otra ficción
debajo de los mínimo legales en determinadas circunstancias, como
ma que los montos mínimos disuaden del delito, por cuanto el
luego veremos. Pero .>ara que la cuantificación sea posible se re-
agente piensa que los costos serán mayores que la ganancia. Pero
quiere de un momento previo que suele denominarse determina-
esta creencia tiene los mismos defectos que la justificación pre-
ción (de la clase, de pena, en el cual la agencia judicial selecciona
ventiva de la pena: como' no hay ningún dato de la realidad que
una dentro de la pluralidad de posibilidades legalmente previstas
permita generalizar la función disuasmia de la pena, tampoco los
(por ejemplo, prisión o multa).
habrá para fijar un límite mínimo a esa función de prevención
La ley no puede Si históricamente la política se ha encargado de sostener el 5 intimidatoria. Es otro caso donde la ley inventa ei ~1.ui.do.
convertir al juez mito de la pena, no es raro que el legisládor histórico haya procu-
en una máquina 2 Hace más de un siglo, los redactores del Proyecto de 1891 Un momento
de castigar rado fijarle al juez una tabla legal cuyo seguimiento determina de cordura
señalaban que sin salir de lo sancionado por legislaciones tan reco-
una pena exacta para el caso. Aquí la ley pretende medir -con la
mendables como los códigos alemán, holandés'. y otros, se habría
exactitud de un mecanismo de precisión- la cantidad de dolor o
podido suprimir en general el límite mínimum y establecer sólo el
de p1ivación que corresponde a un injusto culpable. Semejante
máximum de duración o de cantidad hasta donde podría llegar el
aspiración legislativa no hace más que agravar la iITacionalidad
magistrado. De este modo se le hcrb. ía dado mayor latitud de juicio,
del fenómeno punitivo al imponerle al juez una tarea inhumana.
y habría quedado en mejor sit 1ación pwn determinar la pena con-
Lo irracional Se llama derecho de cuantificación penal a la parte del dere- 6 veniente. Esta opinión re~ulta inatacable para valorar la escala
también tiene cho penal que determina el poder punitivo que se habilita para inferior como mínimo meramente indicativo, por cuanto de otra
excepciones
cada hipótesis dentro de los limites legales establecidos para cada manera, los jueces no podrían resolver los casos bien claros de
tipo. Sin embargo estos limites no dejan de ser una regla general inconstitucionalidad de los mínimos legales frente a la llamada
que admite precisiones y, también, numerosas excepciones. En pena natural o frente a la pena ilícita.
principio: a) los mínimos de las escalas penales señalan un límite La pena
3 Se llama pena natural al mal grave que se autoinflinge el au-:
al poder cuantificador de los jueces, pero siempre que otras fuen- natural
tor con motivo del delito, o que sea impuesto por terceros por la
tes del derecho de cuantificación penal de mayor jerarquía no
misma razón. No puede ser indiferente al juez que el autor de un
obliguen a otra solución. Por ello, puede afirmarse que los míni-
robo haya perdido la mano por la explosión del arma o haya sido
mos legales son provisionales hasta que una norma constitucio-
gravemente herido durante un hecho policial de prevención direc-
nal señale lo contra1io. Además, b) existen reducciones de esos
ta, como tampoco si el autor de un homicidio culposo sufre la
límites en razón del menor contenido injusto, especialmente en lo
pérdida de un hijo o de toda su familia. No hay razón tampoco
casos previstos en el art. 35 del CP (por ej. situaciones cercanas a
para limitar los pe1juicios del autor a los de naturaleza física o
un estado de necesidad), al igual que en la tentativa y en la parti-
corporal, pudiendo abarcar los de naturaleza económica o de otro
740 EL MARCO LEGAL DE LA RESPUESTA PUNITIVA Ornas CASOS DE MÍNIMOS PR0BLEMÁ11COS 741

tipo con tal que lo sea con motivo del delito y siempre que estén en general. Incluso se llegaría a situaciones de intolerable irraciona-
juego los principios constitucionales de minima iITacionalidad y de lidad porque si el autor del ejemplo llegara a matar a su víctima,
humanidad. Legalmente esta solución está comprendida en el art. en ambos casos la pena resultaría igual: de 3 a 6 años para cada
41 del CP que impone al juez la obligación de tomar conocimiento de delito (art. 149, ter y 81 inc. 1 º), e incluso puede llegarse al colmo
las demás circW1Stancias de hecfw en la medida requerida para cada de penar más un robo que un homicidio si el mismo autor en
caso, lo que por supuesto, abarca el caso de las penas naturales. idéntica circunstancia decide llevarse una computadora para cau-
sar un daño a la empresa. Por lo tanto todo caso de culpabilidad
Las penas Cuando un procesado o condenado es víctima de un delito 4 disminuida deberá resolverse en forma analógica in bonam partem
ilícitas son penas cometido por un funcionario o en el ámbito público de custodia, al homicidio y lesiones cometidos en situaciones de emoción vio-
es decir, cuando el sujeto activo se vuelve por acción u omisión lenta, o sea que los otros casos deben sufrir una reducción pro-
del estado, sujeto pasivo de tortura, malos tratos, penas crueles, porcional porque esta forma particular de la culpabilidad es un
inhumanas o degradantes (prohibidas por el art. 18 de la CN y el dato de la realidad que puede estar presente en una pluralidad de
art. 5.2 de la CADH). el juez que cuantifica la pena o que la revísa conflictos, pero fundamentalmente porque la reducción no puede
debe compensar ese perjuicio, aunque para ello los mínimos de- estar prevista para el conflicto más grave de todos (el homicidio) y
ban ceder o deba modificarse una pena legalmente impuesta. De negarse a otros menos graves e incluso leves. No es este el criterio
otro modo una persona sufriría una pena prohibida por leyes de que impera en la jurisprudencia, pero es el que impone el princi-
mayor jerarquía y ello sin perjuicio de la condena a los responsa- pio republicano de gobierno y la jerarquía de bienes jurídicos.
bles (penar al torturador si se lo individualiza, no exime de com- Mínimos altos
2 Pero los mínimos no sólo pueden resultar problemát!cos por
pensar la pena al condenado). La respuesta punitiva a la pena para injustos
razones estrictas de la culpabilidad, sino que tambi¿n pueden leves
ilegal, como cualquier pena no tiene capacidad para resolver nin-
resultar excesivos en atención a lo que constituye el soporte de la
gún conflicto y el juez no puede ser obligado a lo imposible, sin
culpabilidad, es decir, al injusto, por cuanto éste -sin que sea
embargo las normas constituciones señaladas si obligan al juez a
insignificante- puede resultar inferior a la entidad que demanda
realizar todo esfuerzo cuando éste es posible al poder compensar-
una pena corúorme al mínimo de la escala.
se el daño y evitar que la pena agravada por el hecho ilegal se
vuelva cruel e inhumana. Los casos pueden resultar tan graves 3 Otro caso de miniinos que pueden resultar excesivos se presen- Trascendencia
minima
que hasta puede darse por compurgada una pena que se está ta cuando la pena inevitablemente trasciende a la fanillia del penado
ejecutando o reducirla a un mínimo simbólico si la pena ilegal y a otras personas. Para esta hipótesis el mismo código dispone en el
ocurre antes de la sentencia. art. 11 inc. 2º que el producto del trabajo del condenado se aplique
a la prestación de alimentos. También cuando el art. 41 se refiere al
sustento necesario para los suyos, y es especialmente grave cuando
en la práctica la pena resulte en el riesgo de muerte para un tercero
§ 288. Otros casos de mínimos problemáticos o en un daño tal para sus negocios que cause una situación grave de
desampar·o, etcétera. Esta trascendencia de la pena a terceros es
intolerable cuando afecta especialmente a la propia víctima del deli-
La emoción Si la fórmula,d~ la emocic;'m violenta que el código penal con- 1 to. En definitiva, el principio constitucional de intrascendencia (o de
violenta
sagra como atenuante para el homicidio y las lesiones es un claro personalidad) de la pena debe primar· cuando el minimo de la escala
supuesto de culpabilidad disminuida, no hay razón para que esta no alcance para impedirlo siendo necesario, en consecuencia, su
especial circunstancia de la culpabilidad penal sea ignorada en reducción para evitar una pena inconstitucional.
otros delitos, por ejemplo cuando el cliente enfurecido amenaza Peligro de
4 La Constitución al garantizar la no interferencia de la autori-
doble punición
con un arma la restitución de un servicio esencial que fue cortado dad estatal en la cultura de los pueblos indígenas argentinos (art.
por falta de pago en una situación de crisis personal y económica 75 inc. 17) obliga a reconocer el hecho de que existen sanciones
LA ESCALA PENAL EN 1A TEN1A1IVA 743
742 EL .MARCO LEGAL DE 1A RESPUESTA PUNITNA

2 Todos los antecedentes legislativos, incluso una parte de la Se reduce de un


penales que se imponen y ejecutan dentro de estos pueblos y, por tercio a la mitad
ende, pueden derivar en situaciones de doble punición que no es doctrina (Soler) indicarían que el tribunal debe fijar la pena pai·a de la pena que
posible ignorar. Por lo tanto, en una situación de este tipo se im- el delito según la escala prevista para el consumado, y luego re- corresponde
ducir esa pena entre un tercio y la mitad según las pautas del art. al delito
pone descontar a la pena estatal la que se impuso según las leyes consumado
particulares de la comunidad respectiva. 41 del CP.

Cuidado con la Además de los casos citados, que por cierto no agotan el catá- 5 3 La opinión anterior fue objeto de muchas criticas, entre ellas La postura
que reduce la
legislación logo de situaciones fácticas en que puede presentarse un mínimo la imposibilidad de imaginarse algo que no existió y fijarle una
irracional mitad del mínimo
irracional, los jueces están obligados a apartarse cuando para un pena. La interpretación dominante posterior -que se impuso en yun tercio
la jurisprudencia- concluyó con la reducción de la mitad del mí- del máximo
caso concreto el mínimo previsto sea irracional en abstracto, como
de la escala
ocurre en una época en que la legislación política de un país se nimo legal y de dos tercios del máximo, dando lugar a una escala prevista
ciñe exclusivamente a los problemas de seguridad. El caso más reducida con mínimo y máximo. Pero esto también es objeto de
notorio -y que motivó una sentencia que la declaró inconstitucio- una crítica insalvable: el máximo de la tentativa de cualquier
nal- fue la ley que penaba el robo de un automóvil con aimas con delito penado con pena de hasta 25 años de prisión, que es de 16
un monto mínimo de prisión más alto que el previsto para el ho- años y 8 meses, es superior a la pena de una tentativa para la
micidio. Esto equivale a decir que el juez debe también cumplir en prisión perpetua, que es de 15 años. Por otra parte, las escalas
el momento de la cuantificación un control de los montos míni- penales en todo el texto del código enuncian primero el mínimo y
mos de los delitos para evitai· que la legislación penal se convierta luego el máximo, por lo que no habria razón para interpretar que
en una fuente de creencias inhumanas. lo que primero enuncia el art. 44 en referencia a la escala sea lo
último y lo que enuncia último sea lo primero. No obstante, sue-
le sostenerse que esta interpretación es más favorable pai·a eva-
luar la prisión preventiva que se rige por reglas taxativas de ex-
§ 289. La escala penal en la tentativa carcelación y que fijan hasta tres años el mínimo de la escala
penal que permitiría la libertad durante el proceso. Pero el con-
trol constitucional sobre la prisión preventiva no se hace alte-
La tentativa es La más importante reducción de límites o escala penal por el 1 rando el significado dogmático del párrafo primero del art. 44
menos grave que
menor contenido injusto es la señalada por el art. 35, que estable- sino atendiendo a los supuestos de coacción directa que permi-
la consumación
ce la pena que corresponde para el delito culposo (y si éste no ten distinguir la pena de una prisión preventiva que no tiene esa
existe no hay delito ni pena). cuyas particulaiidades fueron seña- naturaleza (ver§ 44.6).
ladas en otro apartado (ver § 195). A esta reducción le sigue en
4 Conforme a los criterios de cuantificación penal del art. 41 La postura que
importancia otra que es la prevista en el ait. 44, que establece las reduce un
penas para la tentativa. El segundo párrafo prevé que si el delito del CP la pena para la tentativa en los delitos que tienen penas tercio del mínimo
consumado tiene como pena la reclusión perpetua, la tentativa divisibles es la que, respecto del delito consumado, reduce un y la mitad del
tercio del mínimo y la mitad del máximo. Parece la más restrictiva máximo
será penada con reclusión de 15 a 20 años. Considerando deroga- de la escala
da la pena de reclusión por su inconstitucionalidad, esta disposi- de la punibilidad, lo que es incuestionable respecto de los máxi- prevista
ción pierde vigencia. El tercer párrafo establece que si la pena es mos aunque no en relación con los mínimos.
de prisión perpetua la reducción será de 10 a 15 años, disposi- 5 No falta tampoco en este conjunto de opiniones aquella que La postura más
ción que no presenta problema interpretativo alguno. Los proble- limitativa
sostiene que lo que debe reducirse del mínimo son dos tercios de aunque sin apoyo
mas más serios se presentan con las penas temporales, es decir pena y del máximo la mitad, pero la resistencia semántica de la en el texto legal
sobre la interpretación del primer párrafo que dice que la pena
expresión se disminuirá de no soporta la conclusión de que al
que correspondería al agente que hubiese consumado el delito se
mínimo legal deba sacársele dos tercios de pena. Tampoco por las
disminuirá de un tercio a la mitad.
744 EL MARCO LEGAL DE 1A RESPUESTA PUNIT1VA EL PRINCIPIO DE UNIDAD DE 1A RESPUESTA PUNITNA 745

mismas razones podria interpretarse que lo que se descuenta en impone in bonam partem es la que se establece para la prisión
la tentativa es la mitad del mínimo y dos tercios del máximo. perpetua que la reduce a una escala entre 10 y 15 años.
La opción Como señalamos, toda la tradición legislativa argentina des- 6
correcta de Tejedor hasta el código de 1921 señala que la pena para el
delito tentado debe fijarse entre la mitad y los dos tercios de la
que le hubiera correspondido al agente por el delito consumado, § 290. Los límites penales en la complicidad
es decir se disminuirá en un tercio a la mitad. Sin embargo, esta
interpretación histórica y literal del texto no puede tener como
1 El art. 16 establece una escala penal reducida para los que La complicidad
consecuencia una pena superior a la mitad del máximo que se secundaria se
prevé para el delito consumado, porque de lo contrario la solución cooperan de cualquier modo a la ejecución del hecho y los que pres-
reduce igual
afectaría lo previsto para la tentativa en el párrafo tercero del mis- ten una ayuda posterior cumpliendo promesas anteriores al mismo, que la tentativa
mo articulo: una tentativa de homicidio calificado que castiga con es decir para los cómplices no necesarios o simples. El inc. 2º del
prisión perpetua no puede recibir una pena mayor a los 15 años; art. 41, por su parte, menciona especialmente como criterio
en cambio un tentativa de homicidio simple con pena de hasta 25 cuantificador la participación que haya tomado en el hecho el au-
años puede recibir una castigo de hasta más de 16 años, lo que tor o autores. Como la fórmula reductora es igual a la de la tenta-
no puede admitirse. Es decir, si la pena para la tentativa de deli- tiva se procede como si se fijare la pena para un autor y se la
tos penados con prisión perpetua no puede pasar de quince años, reduce de un tercio hasta la mitad, pero también sin superar la
según el párrafo tercero, cobra racionalidad que la pena para la mitad del máximo en función del límite implícito y abstracto de
tentativa de delito con m~mo de prisión temporal no pueda ex- esta fórmula, para no caer en las mismas situaciones irracionales
ceder los doce años y seis meses, lo que no puede considerarse que mencionamos para la tentativa.
un privilegio para delitos graves, sino una limitación abstracta 2 En los casos de complicidad en una tentativa de delito que Doble reducción:
general. Tampoco la crítica a la imposibilidad de representarse la tiene castigo temporal o perpetuo, debe seguirse el criterio según
la complicidad
en la tentativa
consumación es válida para apartarse de la tradición legislativa, el cual la pena que corresponde es aquella que se disminuye de
porque nunca se puede cuantificar la tentativa sin considerar hasta un tercio a la mitad o la que fija la ley para las perpetuas, pero su
dónde podria haber llegado el hecho del autor en perjuicio de la
máximo no puede pasar de un cuarto del máximo de la escala del
víctima. Como no se puede valorar una parte de algo sin imaginar
delito que se trate o la mitad de la escala máxima que fija la ley
el todo que le da sentido, no es posible valorar una tentativa des-
(doble reducción del límite abstracto general, art. 47). Esto último
de la cuantificación penal sino a través de una imagen de lo que
se impone porque no podria beneficiarse al autor de una tentativa
podria haber resultado conforme al plan del autor y a las circuns-
de delito frente al cómplice del mismo delito que cornete un injus-
tancias objetivas de su evitación. El daño es la consumación del
to doblemente menor. ni al cómplice de una tentativa que fija una
peligro, pero cuando sólo existe el peligro (tentativa) siempre lo es
pena perpetua frente al cómplice de un tentativa que prevé pena
de un daño, es decir de una consumación que deberá represen-
temporal.
tarse el juez para proceder a la cuantificación reductora del pá-
rrafo primero.
La inhabilitación En cuanto a la inhabilitación perpetua, la ley nada dice en 7
perpetua también caso de tentativa. No obstante, esta omisión legislativa debe co- § 291. El principio de unidad de la respuesta punitiva
se reduce
rregirse porque constituiría una arbitrariedad intolerable que no
se redujese la pena de inhabilitación perpetua en caso de tentati-
va, cuando en el mismo supuesto se reducen las penas de inhabi- 1 Cualquiera sea el número de penas impuestas que deban eje- Para una persona,
una sola pena
litaciones temporales. De modo que la solución analógica que se cutarse sobre la misma persona, siempre deberá observarse el
....

746 EL MARCO LEGAL DE LA RESPUESIA PUNITNA EL PRINCIPIO DE UNIDAD DE LA RESPUESIA PUNITNA 747

principio republicano que establece un mínimo de racionalidad 4 En los casos de penas alternativas deberán reducirse ambas Pena mayor
a la de naturaleza más grave según las reglas de conversión del entre alternati-
de todo acto de gobierno y que hace necesario, por eso mismo, vas distintas
unificar el trato punitivo conforme a las particularidades individua- art. 24 y constatar cuál es la que tiene mayor duración, siendo
les y_ de vulnerabilidad del sujeto concreto. De allí que no puede ésta la decisiva. Reducidas todas las penas a la más grave de las
haLa penas que superen el tiempo existencial de una persona. conminadas, la mayor será la que tenga un término medio más
Este principio de unidaJ en la respuesta punitiva debe seguirse alto según se explicó en el punto anterior.
cuando:
5 Cuando se conminan penas conjuntas privativas de la liber- Penas alternati-
vas y conjuntas
a) exista una única acción pluralmente típica y una sola con- tad y de multa o de inhabilitación, éstas deberán reducirse a su
dena en un sólo proceso, equivalente de prisión y sumarse a la pena privativa de libertad
que se conmina conjuritamente. Las penas accesorias sólo decidi-
b) exista una pluralidad de injustos que deben ser condena-
rían cuando las penas principales resultasen iguales.
dos simultáneamente, porque ninguno de los delitos es anterior a
un resto de pena no cumplido, y 6 El principio de unidad, como se dijo, también alcanza a los La unidad
casos en que a varios delitos les con-esponde una variedad de pe- también abarca
c) cuando exista una pluralidad de condenas o restos de ellas a la pluralidad
nas por tratarse de una pluralidad de conductas. En tales casos de conductas
que deban ejecutarse sobre la misma persona al cometerse un delictivas
existiría un conjunto de respuestas punitivas que habría que im-
nuevo delito (o una pluralidad de ellos) durante el tiempo de una
poner en una única pena. Sabemos que la suma es un camino
pena no cumplida en su totalidad.
prohibido porque llega al absurdo y a lo completamente iffacional.
Para una acción El primero de los supuestos aparece con una acción que tiene 2 Otros, propusieron la solución del concurso ideal, es decir, la ab-
con pluralidad efectos sobre más de una figura típica, por ejea,plo el disparo que sorción, pero es cierto que si esta regla alcanza a una pluralidad de
típica, la
pena mayor mata dolosamente y que al mismo tiempo lesiona a un tercero. conductas típicas podría objetarse que con ello se beneficia al au-
Aquí funciona el principio de absorción que establece-la imposi- tor de varios delitos, tratándolo como si hubiese cometido uno sólo.
ción de la pena mayor. Saber cuál es la pena mayor no es fácil y Esta regla de la suma fue norma en el derecho imperial romano y
ha sido motivo de serias disputas. No hay acuerdo sobre si la se extendió hasta el derecho feudal del ancien regimen, contra la
pena mayor es la más grave (la prisión es más gravosa que la que reaccionó el código burgués de 1791 estableciendo un princi-
multa) o la de más larga duración (la prisión en un caso tiene un pio de absorción para la pluralidad delictiva. Sin embar·go, otros
máximo más alto que en otro). códigos posteriores más conservadores volvieron sobre criterios arit-
¿Qué es una Sin embargo, un criterio basado en la misma idea de absor- 3 méticos pero con limites que evitaban las penas absurdas.
pena mayor? ción indica que la pena mayor es la que afecta más gravemente la 7 Sin embargo, no se salió de la lógica de la suma hasta que se La aspersión
vida (derechos individuales) del penado. Pena mayor no es ni la introdujo el sistema de la aspersión tomado del código holandés,
más grave ni la de más duración, sino la que afecta más bienes del italiano y del alemán imperial. Este es nuestro sistema legal
jurídicos del penado. De modo que ésta será la que resulte de un
que consiste en formar una escala tomando como mínimo el mini -
juicio de gravedad concreta y no de su gravedad relativa abstrac-
rno mayor de todas las escalas, y estableciendo un máximo que es
ta, sin perjuicio de reconocer su valor para determinar lo ante-
resultado de la suma aritmética de todos los máximos, pero que
rior. No obstante, para los casos en que la gravedad abstracta sea
/ no podrá exceder de veinticinco años de prisión o reclusión.
igual (cuando las penas sean de igual naturaleza, de prisión por
ej., pero con diferentes escalas de mínimo y máximo), la pena s Esta forma de fijar una escala distinta, de todas las que inte- Una única
condena para la
mayor será la de término medio más alto (que se obtiene dividien- gran la pluralidad delictiva y que resulta abarcativa del contenido pluralidad
do por dos la diferencia entre el máxirrÍo y mír.·mo, y sumándola penoso de cada una de ellas se conoce, como ya sabemos, con el delictiva
al mí11imo o restándoselo al máximo).
CONCURSO REAL EN UN ÚNICO PROCESO 749
748 EL MARCO LEGAL DE LA RESPUESTA PUN!TfVA

nombre de concurso real (ver§ 268.2). Evidentemente su sentido § 292. Concurso real en un único proceso
práctico era facilitar una fórmula de cálculo para imponer una
sola pena por varios delitos que tienen cada uno su respectivo
1 Cuando concunieren varios hechos independientes reprimidos La pena total
castigo. La aspersión era el modo en que una nueva escala con- en este supuesto
con una misma especie de pena, la pena aplicable al reo tendrá se construye con
tendría la gravedad relativa de todas y resolveria la diferencia
como mmimo, el minimo mayor y como máximo, la suma aritmética la regla del art. 55
buscada con el supuesto del concurso ideal. E:::te procedimiento,
de las penas má:dmas correspondientes a los diversos hechos. En
en la mayoría de las legislaciones se aplicaba para el caso de con-
su versión originaria de 1921, el CP precisa que, sin embargo,
curso real de delitos juzgados en el mismo proceso, en los que el
esta suma no podrá exceder el máximo de la especie de pena de
juez, si condenaba, cuantificaba la pena con la nueva escala que
que se trate. Esta dis1 osición pone un límite a la pulsión irracio-
le proporcionaba la fórmula. Sin embargo, el código argentino (si-
nal de sumar penas como si se tratara de cosas que se cargan
guiendo al de Zanardelli) va más lejos y establece una mayor ex-
sobre el condenado una arriba de otra. Las especies constitucio-
tensión de la regla del concurso real (aris. 55, 56 y 57 del CP) con
nales de penas del art. 5 son: prisión, inhabilitación y multa, y
el resultado de una verdadera norma que establece el principio
sus máximos legales están en los delitos de la parte especial del
regulativo de la pena total, es decir, del principio de unidad para código, de modo que si lo que está en juego son penas de pris:fn
los casos de pluralidad de conductas delictivas (ari. 58). Según temporal la pena total, en ningún caso, podría superar los veinti-
esta norma, un juez puede imponer una pena total por delitos y
cinco años de prisión.
condenas resueltas en otros tribunales con anterioridad a la sen-
tencia condenatoria que impone la pena total, pero siempre y cuan- 2 Se ha pretendido que estos límites fueron alterados en las El máximo de la
prisión temporal
do las condenas anteriores sigan vigentes en sus efectos o exista escalas de los arts. 227 ter y 235 tercer párrafo, considerándolos se mantiene en
un remanente de pena al momento de comisión del o los delitos casos de máximos de prisión superiores a los 25 años. Esto no es veinticinco años
que motivaron la causa en la que se dictará la pena total. cierto, no sólo porque ninguno de esos delitos tiene en su escala
una pena máxima de 25 años, como por ejemplo la tiene el homi-
Pluralidad El principio también abarca al sujeto que haya cometido va- 9 cidio del art. 79, sino que, al contrario tienen penas máximas
de condenas ríos delitos, ninguno de los cuales sea anterior a una condena
anteriores menores. Por otra parte, no puede sostenerse que estos delitos,
vigentes vigente, pero que se juzgan simultánearnente en distintos tribu- que son el resultado de un conjunto de limites con los que la
nales. En esta hipótesis, la cosa juzgada cede en cada caso y el política penal liberal intentó poner freno a la pulsión siempre re-
juez que condena en último término o, cuando éste no lo haya currente de poder absoluto, en lugar de una prevención contra lo
hecho, el que haya impuesto la pena más grave, fija una pena irracional, sean ahora una fuente de donde improvisadamente y
total aplicando las reglas del concurso real. A esto se llama unifi- sin responsabilidad, se extraiga la supresión de un límite históri-
cación de condenas y está prevista en uno de los casos del art. 58 co, que ni la dictadura llegó a desconocer en el ejercicio punitivo
CP. formal. Todo esto sin mencionar cuestiones no menores, como la
alteración de toda la armonía de las disposiciones sobre libertad
Los delitos que La última hipótesis se plantea en los casos en que el sujeto 10
se cometen cum- condicional, prescripción, tentativa, participación, etcétera.
comete un delito después de la sentencia firme que le impuso
pliendo pena
pena y que está cumpliendo, por lo que la condenación no puede 3 Sin embargo, el límite histórico de los veinticinco años a se- Veinticinco años
no soluciona
desaparecer como en el caso anterior. Aquí el juez que condena cas, también es ilegal por irTacional. Prestemos atención a lo si- el problema
en último término o el que impone la pena más grave también fija guiente: aun bajo una constante pulsión punitiva, nadie en su
una pena total con las reglas del concurso real, pero teniendo en sano juicio podría consentir que una mechera sea condenada a una
cuenta un resto de pena que no se cumplió. Esto recibe el nombre pena de 25 años a causa de una pluralidad de hurtos en tiendas y
de unificación de penas y constituye el segundo caso previsto por negocios, o que un joven pendenciero sea condenado a la misma
el art. 58 CP. pena por romper vidrios un dia tras otro hasta ser detenido. Salvo
~
1

750 EL MARCO LEGAL DE 1A RESPUESI'A PUNITNA CONCCRSO RE.,>J, EN EL ÚNICO PROCESO 751

en sistemas punitivamente desquiciados, es decir en estados po- cional aún. pues en muchos casos se excedería la posibilidad de
liciales y genocidas. en que la alucinación impide fo1mular dife- vida del condenado. cayendo en el absurdo. como sucede con al-
rencias y matices vitales, nunca se negó que el homicidio debía gunas legislaciones que incurren en lo ridículo al imponer penas
ser penado más severamente que la reiteración de hmtos o da- ele siglos.
ños, u otros delitos menores. Especialmente, desde la segunda
mitad del siglo pasado en el que las legislaciones nacionales de- 6 Dado que el are 55. en su interpretación literal. es inconsti- El recurso a la
bieron arreglar el trato punitivo a las condiciones que fijaron nor- interpretación
tucional. pero que esa inconstitucionalidad no es \iable, so pena histórica
mas de derechos humanos elementales como también al clima de ele incurrir en otra violación mayor a la propia Constitución. se
repudio frente al abuso intolerable de poder punitivo. impone integrar ele alguna manera la ley vigente. haciéndola com-
La reforma de El sistema de penas flexibles. o sea, cuantificables entre un 4 patible con la ley m::'i.xima. Para ello resulta útil tener en cuenta
la ley 25.928 mínimo y un máximo. no lesiona la legalidad, siempre que respe- que el legislador de 1921 simplificó las normas de sus modelos
te un mínimo de racionalidad republicana. Pero la escala tradi- extranjeros -italiano y holandés-. pero dejó en el camino un limite
cional del art. 55 excede cualquier límite de irracionalidad, pues que agregaba al consagrado art. 57 del código holandés. En efec-
ante un concurso real de trece hurtos simples le otorga al juez to: este código. además del má'\.imo que establece el nuestro. agre-
una amplitud punitiva que va de seis meses a veinticinco años, es gaba que tampoco podía superar el má'\..imo mayor más un tercio.
decir, mucho mayor que la del homicidio, que es una de las más El le<sislador argentino. con el estilo sobrio de redacción que
b <..-

amplias. Una pena que puede elegirse entre seis meses y veinti- caracteriza al código. sólo dejó como seúal de esa inspiración Y
cinco años no responde a ninguna escala, sino a una habilitación fuente la limitación del máximo legal de la prisión, pero no
legal de la más completa arbitrariedad. En consecuencia, el art. transcribió la primera y más importante regla con la que se limi-
55 CP es lesivo del principio de legalidad estricta y, entendido taba el sistema ele aspersión que se adoptaba: que la suma de los
literalmente, sería inconstitucional. La ley 25.928 de 2004 supe- má'\.imos no podía superar en un tercio el má--;:imo más alto. Si el
ró en mucho el defecto que el CP arrastra desde 1921, porque
el lecrislador
"'
arcreniino no hubiese querido limitar la pena que co-
b
elevó el límite de la pena total a cincuenta años. de modo que para rresponcle para una pluralidad delictiva no se hLibiera tomado el
veintiséis hurtos simples (el caso de la mechera de tienda) esta- esfuerzo ele fijar ninguna regla o hubiese seguido la reglas absur-
blece una pretendida wescala" que va de seis meses a cincuenta das de la suma aritmética. Por ende. si el legislador adoptó como
años. Hasta la grosería tiene límites y la in-esponsabilidad tam- fuente un norma cuva orientación es la única compatible con el
bién. Además de que una pena de cincuenta años es inconstitu- principio constituci;nal ele prohibición ele penas crueles, debe
cional porqu~ es de imposible cumplimiento, dado que en casi entenderse que el art. 55 lleva en su interpretación histórica Y
todos los casos supera la media de vida de la población del país, constitucional la regla cuya transcripción se omitió. quizás en
lleva la lesión a la legalidad estricta hasta un límite que ni la más busca ele una simplificación en el uso del lenguaje. Por ello, para
pura legislación autoritaria de entre guerras hubiese imaginado. e\itar una interpretación de la que se siga una pena cruel, debe
Por su burda violación a la Constitución es preferible tenerla por adoptarse el crite1io que establece (la regla tácita del a1t. 55) que
no escrita y seguir ateniéndonos al venerable límite de veinticinco la suma de los máximos en juego no pueden superar un tercio del
años, que durante más de ochenta años a nadie se le ocmTió
máximo mayoL
tocar.
Como de esta operac10n resulta una escala y como la
No es viable La escala penal del art. 55 del CP lesiona el principio de lega- 5 cuantificación es de una pena total. además de seguirse las pau-
la inconstitucio-
lidad, por lo cual es inconstitucional. Pero si se declarase su tas establecidas en el arL 41 que se explicarán en el capítulo
nalidad del
art. 55 CP inconstitucionalidad, se caeria lisa y llanamente en la sumatoria siguiente. deberá observarse para su determinación que el fin de
de todas las penas, o sea, en una irracionalidad más inconstitu- la pena total es evitar la acumulación de cada una de ellas. como
...
752 EL MARCO LEGAL DE 1A RESPUESTA PUNITIVA LA UNIFICACIÓN DE PENAS 753

Como hay concurso real siempre que exista una pluralidad La pena cumplida
predican los que, en un rapto de omnipotencia creen haber en- 2
también
contrado la. regla aritmética para cuantificar una aflicción que delictiva sin que haya condena anterior para ningún hecho, la se unifica
puede abarcar todos los aspectos de la vida del penado. pena total en la uniflcación de condenas abarca también el caso
de unificación de una condena cuya pena se declaró compurgada
Sistema de Parn aquellos casos en que, no sólo están en juego penas de 7
combinación por la prisión preventiva sufrida o que se está cumpliendo. Por
de penas
prisión, sino también la de multa e inhabilitación, éstas se combi-
ello resultaría ilegal ignorar en la pena total la que se cumplió
nan con la de prisión pero sin someterse a las reglas de la reduc-
en prisión preventiva o la que se cumple por condena cuando no
ción, pues ellas se aplican en forma conjunta (art. 56).
es anterior a ninguno de los otros delitos.

3 El tribunal que condena en último tém1ino. o el de la pena Individualización


más grave si el anterior no lo hizo. no está obligado a individuali- de la pena total

§ 293. La pena total en la unificación de condenas zar el monto de la pena que corresponde al delito que le tocó juz-
gar. bastando para cumplir con los arts. 55. 56 y 57. que
.individualice la pena total con auxilio de la escala y los limites (el
Una norma La primera norma señalada por el art. 58 CP dice que las 1 expreso y el tácito) que estas nonnas determinan.
poco clara reglas precedentes se aplicarán también en el caso en que después
4 También debe aclararse, aunque resulte más que obvio, que Las condenas
de una condena pronunciada por sentenciafmne, se deba juzgar a anteriores
la pena total por unificación de condenas. hace desaparecer la
la misma persona que esté cumpliendo pena por otro hecho distin- desaparecen
forma y los efectos de las condenaciones anteriores: cesan la con- con sus efectos
to. Es una norma que lo único claro que tiene en su famélica
dena y la libertad condicional, sin perjuicio de que podrían
redacción es la aclaración de que para los demás supuestos de
obtenerse nuevamente si la condenación única lo permitiera.
pena total rige lo dispuesto en el art. 55. Las interpretaciones que
se ensayaron en la doctrina fueron dispares e incoherentes; sin
embargo, sólo hay dos hipótesis que pueden presentarse, inde-
pendientemente de la imprecisión del lenguaje legal. La primera
§ 294. La unificación de penas
se presenta cuando ningún delito es posterior a una condena (no
hay condena anterior en ningún delito), es decir, cuando las con-
denas se siguen unas a otras, pero los delitos que las motivan se
1 La segunda hipótesis de pena total del art. 58 se presenta Se unifica lo que
cometieron sin condenas anteriores; esta hipótesis se denomina resta con la pena
cuando el agente comete uno o varios delitos mientras cumple que falta
unificación de condenas y lleva como presupuesto que el princi-
pena por una condenación anterior. Sin embargo. como la conde-
pio de cosa juzgada cede a favor de la pena total como evitación de
na anterior no desaparece (ní tampoco la pena que contiene). por-
una pena cru~l. De esto se sigue que el tribunal de la pena total
que no fue pronunciada en violación a las reglas de la unificación
(el que condena último, o el de la pena más grave) puede aplicar
del art. 58 (como ocurre en los casos de unificación de condenas).
su propio criterio dentro de la escala que se obtiene del concur-
lo que se unifica no son las condenas sino las penas: la del nuevo
so real, incluso sin quedar obligado a respetar los montos
delito con el resto de la anterior que no cumplió en prisión. En
de las condenas anteriores, porque pese a su valor indicativo, otras
este caso no se revisa la condenación ante1ior. de ella lo único que
razones fundadas en las previsiones legales para la individualiza-
se toma para la pena total es la parte de pena que no se cumplió.
ción de la pena prevista por el art. 41 pueden resultar determinan-
Esto detemnna que la pena total por unificación nunca pueda ser
tes para fljar una pena total más benigna que alguna de las que se
inferior a la parte de pena que falta cumplir. Esta limitación no es
impusieron en las condenas anteriores, incluso en la forma de su
legal sino impuesta por una realidad que el juez no puede alterar.
cumplimiento (la pena total puede ser de cumplimiento condicio-
Debe quedar claro entonces que lo que se unifica no puede ser
nal aunque exista una anterior de cumplimiento efectivo).
..,
'

COMPETENCIA PARA UNIFICAR PENAS 755


754 EL MARCO LEGAL DE LA. RESPUESfA PUNITIVA

§ 295. CÓmpetencia para unificar penas


nunca una pena que se cumplió en su totalidad o en parie porque
ello también implicaría una alteración grosera del sentido de la
realidad.
1 El art. 58 consagra el principio de la pena total o prohibición El que castiga
De lo anterior se concluye que la escala penal para la pena 2 de coexistencia de penas independientes, disponiendo que en cual- último o el que
Una escala
castiga más
con limites total en casos de delitos cometidos bajo las anteriores circunstan- quier caso procede la unificación de condenas o de penas confor-
particulares
cias, deba estar determinada por el mínimo de la escala del se- me a las reglas precedentes, que son las de los arts. 55, 56 y 57.
gundo delito o por la cuantía del resto de pena que falta cumplir La unificación de las condenas y de las penas debe hacerla el
(según cuál sea la mayor). El máximo se obtiene con el monto de tribunal que pronuncia la última sentencia, correspondiendo que
la pena sin cumplir más el que razonablemente le correspondería lo haga de oficio. Si esto no se hace y para evitar una violación a la
por el segundo delito. No obstante por la regla implícita del art. 55 pena total, el mismo art. 58 establece la solución: corresponderá
nunca el máximo podría superar en un tercio la escala mayor del al juez que haya aplicado la pena mayor dictar, a pedido de parte,
segundo delito o la pena máxima del primero (si resulta mayor) su única sentencia, sin alterar las declaraciones de hechos conteni-
reducido al porcentaje de la pena no cumplida e incrementada en das en las otras. Si las penas son ·cruales, el juez natural para la
un tercio (por ejemplo, quien cumplió la mitad de una pena de unificación será el que recibió el reclamo.
diez años por homicidio simple, tendrá un máximo de 12 años y 6
2 Así como se admite -únicamente en beneficio de la persona- Un caso extraño
meses aumentado en un tercio: 16 años y 8 meses). Por supuesto, de revisión de
la revisión de una condena firme en situaciones extraordinarias
tampoco esta aspersión podrá superar el límite expreso de los 25 condena firme
para evitar un agravio intolerable (el penado no fue el autor del
años.
homicidio, por ej.) a través del recurso de revisión que cancela la
La excepción a Se trata del caso de un sujeto que comete una nueva falta 3 cosa juzgada, lo mismo ocurre para evitar otra consecuencia into-
la unificación pero registra con anterioridad una condena impuesta en los tér- lerable: la acumulación absurda de penas. El principio de la pena
de pena
minos del art. 27 del CP, es decir comete un nuevo delito con total requiere en ocasión de la unificación de condenas (excepcio-
posterioridad a una condena condicional sin que entre la fecha de nalmente en la de penas), la suspensión de la cosa juzgada para
esta condena y la comisión del nuevo delito hubieran pasado los permitir la construcción de una pena que sea síntesis del conjunto
cuatro años que establece aquella norma para que a la piimera punitivo y no simplemente suma aritmética. Si en estas hipótesis
condenación se la considere no pronunciada. Cuando ello ocurre, la cosa juzgada no cede, la garantía se convierte, automáticamen-
el sujeto deberá cumplir la pena impuesta en la primera condena te, en un grave obstáculo a la prohibición constitucional de penas
con la que corresponda por la segunda. Esta pena total es una crueles. Por ello, lo único que debe respetar el juez natural de la
excepción a la unificación de pena por cuanto en estos casos no unificación son las declaraciones de hechos contenidos en las otras,
hay restos de castigo que unificar; lo que se unifica con la pena es decir, las conclusiones acerca del delito en lo factico y su valo-
que corresponde al segundo delito es una pena cuyo cumplimienato ración jurídica. Finalmente, tampoco un eventual conflicto de com-
fue dejado en suspenso por el juez o el tribunal que condenó en petencias entre la justicia ordinaria y federal puede convertirse
primer término. Como excepción y como en los casos de unifica- en impedimento para la unificación. El último párrafo del art. 58
ción de condenas, el juez tiene un margen mayor de liberiad para dispone que en esos casos unifica la justicia federal; y si por cual-
la construcción de la pena total que llega incluso a la facultad de quier razón no se puede aplicar esta regla, decide la justicia ordi-
imponer un castigo inferior al impuesto por el primer delito, aun- naria.
que su modo de ejecución siempre será de cumplimiento efectivo
por aplicación del art. 27.
....

CAPÍTULO 30
La construcción de la respuesta punitiva

§ 296. Los fundamentos constructivos

1 En el último capítulo, lo abstracto de la teoria se hace concreto Eljuez


y real, es decir, lo abstractojuri.dico se vuelve concreto penitenciario, y la pena

la idea de pena pierde toda mistificación y un concepto cobra vida


en una cantidad de dolor o privación. Cuando se trata del castigo
en acto todo se pone a prueba. Por esta razón, la construcción de
una pena que sea lo menos irracional posible en relación con un
injusto culpable, requiere la firmeza de los puntos de partida con-
ceptuales de la teoría de la pena y de la sistemática elaboración de
filtros dogmáticos en la teoría del delito.

2 No hay otro momento comparable donde la razón humana se ¿En qué piensa
un juez cuando
exhiba tan débil frente a la irracionalidad absoluta, como en aquél
castiga?
en que un hombre investido de autoridad decide un monto de
dolor y privación, porque se cree que resulta un bien para alguien
o para la sociedad. Pero nunca el fracaso de la razón resulta tan
aberrante como en los casos donde estas creencias fallan, cuando
aquella finalidad pierde todo sentido y el uso del dolor se convier-
te en sacrificio ritual para que la población crea lo que de otro
modo jamás creería. ¿Hay alguna diferencia para la sociedad en-
tre una pena de diez años de prisión impuesta porque aún existen
jueces que creen en su función positiva, de otras que no están
motivadas más que en el interés por la conservación del cargo o
en fortalecer una imagen pública de "lucha contra el delito"? Claro
que las hay y muy importantes, tanto como las que separan las
buenas intenciones de las malas. Pero ni la hipocresía ni las falsas
creencias son herramientas apropiadas cuando se tiene por fin el
bienestar de la población. ¿Habrá diferencia con el supuesto en el
758 LA CONSI'RUCCIÓN DEI.A RESPUESTA PUNITNA
Los FUNDAMENTOS CONS1RUCIWOS 759

que el juez asume como función jurídica reducir hasta donde le


sea posible las más graves notas de irracionalidad que posee el 4 La función política reductora o mínimo de irracionalidad del Cómo limitar
derecho penal se consuma en la pena cuando su cuantía se fija hacia lo menos
acto de penar? Este es uno de los problemas más importantes irracional posible
que enfrenta la reconstrucción del saber juridico-penal contem- por efectc; de una doble valoración: (a) la reprochabilidad por el
poráneo, que se expresa en toda su dimensión en el momento de acto y (b) la reprochabilidad del esfuerzo por alcanzar una situa-
la elaboración estatal de una pena en concreto para una persona ción concreta de , ii:nerabilidad al poder punitivo. No hay mate-
también concreta. mática penal ni razones de estado a las que se pueda apelar para
reemplazar la culpaL:idad normativa (síntesis del doble juicio de
La propaganda En la teoría de la pena se puso de manifiesto que el castigo 3
punitiva que
reproche) como recurso para eliminar las manifestaciones más
intranquiliza estatal es un daño sin sentido a la vida humanal; que el poder groseras del proceso de criminalización secundaria que el poder
al juez punitivo es una amenaza para la existencia misma de una socie- punitivo somete a decisión de los jueces.
dad cuando la pena adquiere la forma de la guerra, y que el
pro~ama político que organiza la violencia estatal requiere. por Cuando a la cuantía de la pena se la hace depender de una
eso mismo, una necesaria contención --como mínimo- desde otro suma de valoraciones ajenas a la teoría del delito o a considera-
poder (el jurídico), más concretamente desde la agencia judicial. ciones de una pretendida necesidad estatal de pena. el estado de
También se señaló que en este programa provisto por el saber derecho se declara impotente ante el estado de policía, o el dere-
jurídico a los jueces, nunca podrian faltar para su elaboración los cho frente a la política y la política frente a la publicidad.
datos de la selectividad penal y de la falsedad de los discursos 5 No existe en la teoría de la responsabilidad ningún reductor Los reductores de
legitimantes del castigo estatal. operante en la función contentiva del momento de la cuantiflcación la teoría de la
responsabilidad
Sin embargo, también es dato de la realidad la influencia de penal. que no sea una proyección de los filtros de la teoría del son los de la
delito. y por lo tanto. tampoco existe una culpabilidad de teoría del delito
las ilusiones penales en la población, en los funcionarios y toda-
vía en el mundo académico. Esto tampoco debe ser motivo para el cuantificación penal distinta de la culpabilidad normativa del de-
desaliento y el escepticismo. En sociedades donde el conflicto re- lito. La culpabilidad de cuantificación penal es. en esencia, la
sulta estructural y el delito se proyecta como violencia de huma- misma del delito. sólo que en la teoría de la responsabilidad es
nos socialmente desfavorecidos (vulnerables). es inevitable que considerada desde un punto de vista diferente al de la perspecti-
consignas como la pena previene el delito. el castigo es la conse- va que se toma en cuenta para la teoría del delito. En esta última,
cuencia de una infracción penal, el aumento de pena disuade la el delito se presenta como un acontecimiento estático y. por ende,
comisión de delitos graves, al delito hay que combatirlo con dureza, se trata de un artificio analítico: la tipicidad penal procede de un
se tomen por lo único real y posible. La general privación de bien- segmento temporal, el pragma, y fija ese momento mediante la
estar, y por lógica consecuencia la falta de seguridad, toman po- comparación con la figura legal. en tanto los restantes caracteres
sibles estas creencias. Entonces. ¿Cómo reducir esta presión que o filtros del delito deben referirse necesariamente a esa imagen
opera sobre las agencias judiciales en el momento de imponer - contenida. Pero el conflicto que el tipo legal fija y atrapa es diná-
una pena? ¿Cómo contener desde el discurso juridico la apología mico porque es social, y la sociedad humana tiene esa naturaleza.
política del castigo estatal y el peligro que ello encierra para los Por ello. en la construcción de la respuesta punitiva se retoma el
habitantes? ¿Cómo construir una pena concreta para un injusto carácter dinámico del hecho en su confictividad lesiva. De allí que
culpable sin que el discurso supersticioso de la "razón de estado" el injusto mismo pueda alterarse, por ejemplo cuando el conflicto
meta la cola como el diablo? Estas preguntas del saber juridico pudo resolverse parcial o totalmente con posterioridad al hecho
sólo pueden hallar respuesta en la teoría del delito, especialmente (mediante reparación de la lesión). en los casos en que las condi-
en todo lo que la idea de culpabilidad puede dar de sí para cum- ciones del agente y del medio pueden haber cambiado de modo
plir su función jurídica de contener el poder punitivo irracional sustancial (enfermedad grave, perdón de la victima, modificación
hasta donde sea posible. en la valoración social o pública del hecho, paso del tiempo), etcé-
tera.
1
Los FUNDAMENTOS CONSIRUCTNOS 761
760 LA CONSTRUCCIÓN DE IA RESPUESI:A PUNI11VA

Por lo tanto, la medida de la pena debe _er la medida de la culpa- 6 de tradición liberal al exigir que el cumplimiento de un deber debe
Insuficiencia de
la culpabilidad bilidad en perspectiva dinámica. La culpabilid· _d por el acto señala el
presuponer un espacio mínimo de autodeterminación humana,
de acto no puede mantenerse la estabilidad del princ,pio de autoridad
limite máximo de la pena en concreto, porc, ue e · el máximo de repro-
che, a lo que debe descontarse, de ser posible y hasta donde lo sea, absoluta.
lo que no es imputable a su esfuerzo por la selección por el poder 8 En este otro sentido liberal, se ha entendido que merece valo- La autodetermi-
punitivo, es decir su estado de vulnerabilidad. Por ende, la medida ración radicalmente distinta el que mata en una situación de ne- nación mínima
que permite la
de la culpabilidad debe sólo responder al esfuerzo personal del suje- cesidad terribilísima para salvar su vida del que lo hace porque culpabilidad
to por alcanzar la situación concreta de vulnerabilidad. considera una amenaza las ideas políticas de la víctima. Lo mis- de acto
mo ocune para el autor de robo motivado en la abstinencia y el
La culpabilidad ¿Cuál es el contenido del reproche de culpabilidad por el acto 7
desaparece dueño de un banco que fraudulentamente lo quiebra. Estas parti-
y por la vulnerabilidad? En el primero operan las motivaciones,
frente al culares situaciones personales y sociales constituyen los datos de
orden extremo porque son las razones para la acción formadas por un entrama- realidad sobre los que se construye la culpabilidad por el acto. En
do personal de creencias, ideas y afectos que no pueden pensarse conclusión, en el juicio de culpabilidad por el acto no puede faltar
sino en relación con un medio histórico y social siempre restricti- un mínimo de autodeterminación. Sin embargo, esta posibilidad
vo para la existencia, en mayor o en menor medida. Las motiva- no agota la culpabilidad normativa porque todavía no se sabe nada
ciones responden a la pregunta ¿Por qué lo hizo? en cuya res- acerca de la mayor o menor amplitud de la misma en relación con
puesta nunca podría faltar una compresión de aquella personal y la selt':ctividad penal.
social situación frente al hecho concreto. Esto último, que para
las ciencias sociales y para la psicología constituye el estudio mis- La amplitud o menor grado del ámbito de decisión se intentó
mo del comportamiento humano, para la filosofía moral represen- fijar con muchas fórmulas; la más difundida fue la que exigía una
ta lo que se ha denominado ámbito de autodeterminación del hu- posibilidad de actuar de otro modo; pero nunca resolvió si era una
mano (o ámbito de determinación, según se lo mire). Con dicho solución verificable o meramente normativa y por ende puro acto
aspecto debe tenerse precaución. En este campo ideal de la mo- de poder; otros, frente a la dificultad, optaron por negar el mismo
ral, toda tensión entre el conjunto de necesidades para la vida concepto de autodeterminación, vaciando la culpabilidad de todo
contenido humano y social, convirtiéndola en recipiente donde la
humana y la realidad para satisfacerlas puede ser eliminada, y en
autoridad coloca sus necesidades permanentes y coyunturales de
su lugar montarse un juicio valorativo de conducta tan severo
que lo único que importe sea el cumplimiento del mandato sin pena.
consideración de otro aspecto relevante del problema. De allí que 9 Al reproche por el acto, que permite a la pulsión de pena Tampoco hay
culpabilidad
las racionalizaciones de la culpabilidad en los estados de policía ubicarse en los umbrales de una escala para extenderse en toda cuando se ignora
(fascismo, dictaduras) o con tendencia (situaciones de emergen- su extensión, se contrapone una resta (que siempre es posible la selectividad
cia punitiva bajo régimen democrático) eleven irracionalmente los porque el poder punitivo opera selectivamente en su mayor medi- penal
requerimientos de fidelidad y supriman del discurso jurídico y en da sobre el estereotipo de inferioridad social e individual) o la
la práctica la función de la culpabilidad en la construcción de la imposibilidad de ella (situación excepcional para el poder puniti-
pena. Esto siempre ha servido para fomentar la distinción moral vo) que toma en cuenta el estado de vulnerabilidad del agente
entre aquellos que a pesar de su pobreza y demás privaciones (que no debe ser nulo porque se requiere un mínimo de autode-
obedecen la ley, de los que, por el contrario, demuestran con su terrninación) en relación con el esfuerzo personal que el agente
crimen una falta de lealtad tal a la superioridad del estado que pone para alcanzar la situación concreta de vulnerabilidad (para
transforman su culpabilidad de acto en enemistad declarada a la resultar criminalizado). A esta situación se llega fácilmente cuan-
ley. Cuando se pretende que la esencia del delito finca en una do se parte de un alto estado de vulnerabilidad, de modo que la
violación a la fidelidad normativa no hay lugar para la culpabili- pulsión de pena. cualquiera sea el origen, quede contenida hacia
dad por el acto, porque de reconocerla, como hace la filosofía moral el mínimo o, incluso, por debajo del mínimo legal; y viceversa,
762 LA CONSTRUCCIÓN DE IA RESPUESTA PUNITfVA
LA BASE NORMATfVA PARA IA CONSTRUCCIÓN DE IA PENA ESIATAL 763

cuando desde un bajo o bajísimo nivel de vulnerabilidad se realiza


argentino. Es un texto que, bastante alterado y confundido, como
un esfuerzo enorme por alcanzar una situación de vulnerabilidad
también injertado con elementos extraños y antagónicos, se remon-
frente al poder punitivo (criminalización por retiro de cobertura),
ta al Código de Baviera de 1813 de penas muy severas como las de
se reduce la posibilidad de filtrar aquella presión hacia mayor
la época, pero flexibles --con minimos y máximos-, con criterios ob-
contenido de pena.
jetivos generales en cuanto a la magnitud del injusto, y atenuantes y
Las formas de Los extremos más altos del estado l~e vulnerabilidad corres- 10 agravantes con relación a lo subjetivo. El origen de esta técnica obe-
la selectividad ponden a caracteristicas del estereotipo crimi~al; los más bajos decía a la necesidad de las revoluciones burguesas de reducir el
penal
operan en los supuestos de criminalización secundaria por retiro margen de arbitrariedad en las decisiones de una magistratura que
de cobertura, respecto de personas con escasísimo estado de vul- todavia no se había disciplinado del todo al nuevo régimen político.
nerabilidad. Aunque cabe advertir que también existe poca o nula
El principal problema que plantea el art. 41 CP para cual-
capacidad del poder jurídico para reducir presión de poder puni-
quier reconstrucción dogmática de su desordenado contenido, es
tivo dentro de una escala penal en los supuestos en que, partien-
do de un alto grado de vulnerabilidad exista, a la vez, un esfuerzo la inclusión del concepto positivista de peligrosidad del siglo XIX.
también elevado por alcanzar una situación concreta de vulnera- antojadizamente injertado en el texto, que resulta insostenible en
bilidad (por ej. un homicida serial). la actualidad por su incompatibilidad con la Constitución y el
derecho internacional de los derechos humanos.
A diferencia de lo que ocurre en la generalidad de los casos,
en que el poder juridico puede agotar su capacidad limitante de- 2 Peligrosidad se llama al síntoma de inferioridad moral y bioló- La peligrosidad
es el pretexto
clarando una vulnerabilidad no imputable al agente, en los su- gica de la persona, que es tomado en cuenta por el poder punitivo
de la selectividad
puestos en que el esfuerzo por alcanzar una situación concreta de para ejercer su selectividad penal. Toda persona reducida a simple penal
vulnerabilidad es elevado, la agenciajuridica tiene capacidad muy mecanismo amenazante con probabilidad de saltar el "cordón sa-
limitada para contener la presión de poder punitivo hacia la esca- nitario" de la ley penal es objeto, por eso mismo, de una cantidad
la penal en toda su extensión, como ocurre frente al genocidio. de privación y sufrimiento que se estima sobre la base de aquel
pronóstico. Pero es inaceptable que una pena funde su cuantía por
Injusto y Por último, debe señalarse que en los presupuestos de la cul- 11 considerar al agente uh "subhumano" y someterlo a una cábala
vulnerabilidad
pabilidad por el esfuerzo, de ningún modo se olvida considerar la judicial a través del cálculo inverificable de probabilidades.
situación del injusto penal para construir la pena. Es decir, lejos
de apartarnos de la magnitud de la conflictividad lesiva, ésta consti- 3 Por ende, cualquier interpretación constitucional de la peligro- Peligro. idad es
la del poder
tuye el material mismo para pensar una culpabilidad normativa. sidad del art. 41 impone descartar que se refiera a una cualidad
"'punitivo
El esfuerzo por alcanzar una situación de vulnerabilidad concreta personal que denote inferioridad y que opere sobre un pronóstico
al poder punitivo (criminalización secundaria), siempre será me- de futuro.
dido atendiendo al tipo de conflictividád lesiva de que se trate y a
El único sentido de la idea de peligrosidad que puede seguir
la magnitud de su afectación.
una interpretación constitucional deriva de la función política que
se le asigna al derecho penal: la de contener poder punitivo en los
límites de mi9-ima irracionalidad. Peligrosidad, entonce~. será la
calidad de toda conducta (injusto valorado ex ante) que pueda
§ 297. La base normativa para la construcción de la pena estatal
afectar esta función y eso ocurre en los casos, siempre excepcio-
nales, en donde un elevado esfuerzo por alcanzar una situación
concreta de vulnerabilidad agota cualquier posibilidad de reducir
El concepto de El art. 41 del código penal constituye la )ase legal infracons- 1
peligrosidad la tensión que presiona sobre los filtros constructivos de una pena
titucional más importante del derecho de cuantificación penal
del art. 41 estatal. El máximo de peligrosidad está dado por el genocidio, que
764 Li\ CO!\STRUCCIÓ'\ DE L·\ RESf'CEST,\ f'CNITIVA 1 ",. BASE NORJ\1ATNA PARA 1A CONSTRUCCIÓN DE 1A PENA ESTATAL 765

casi elimina la capacidad de contención jurídica del derecho pe- conforme al plan asumido, en razón de que se trata del momento
nal. Todo crimen contra la humanidad pone en peligro la función ele concretar el grado de participación ele modo más preciso, que
reductora del derecho penal. porque virtualmente la neutraliza. el requerido para la definición del papel de autor o partícipe.
El mínimo de El último párrafo del art. 41 CP establece que el Juez eleberá 4 6 Alcanza con mencionar los siguientes: a) el delito continuado Supuestos
inmediación y la
wmar conocimienw elirect.o y ele L'isu clel Sl!jeto. la victima y ele las como negación del concurso real de delitos y afirmación de un particulares
prohibición de valoración
de doble circunswncias del hecho en la meeliela requerida pwn caela caso. mayor contenido de confictividad lesiva de un único hecho; b) del injusto
desvaloración Esta disposición posee una doble función. de naturaleza material y algo análogo sucede en el caso del concurso ideal, porque aunque
procesal. (al En primer tém1ino obliga al juez a tomar conocimiento trate un único delito, las lesiones son plurales, y por ende, se
de la proyección o dinámica del conflicto en el momento de cuan- impone ponderar la totalidad de afectaciones para la cuantificación
tificar la pena en la sentencia. no sólo tomando en consideración el penal. Ambos casos son hipótesis específicas del criterio de la
momento que cristaliza la tipicidad penal sino que. fundamen- e>-."tensión elel elaño o ele/ peligro; c) el que surge de criterios que
talmente. deberá considerar la perspectiva del conflicto desde la con frecuencia la propia ley emplea para agravar o atenuar tipos
posición de la víctima. (b) En lo procesal. garantiza que el imputado penales y que señalan constantes valorativas que en la construc-
tenga la última palabra en el juicio. y además impone el necesario ción de pena, llegado el caso, no pueden eludirse en la interpreta-
contacto personal entre éste y el juez. cualquiera sea la fomm que ción del art. 41. Así. es incuestionable que el contenido de injusto
asuman los procesos penales en las distintas jurisdicciones. aumenta en razón directa de la des protección del bien jmidico no
Aunque no está expresamente consagrada en la legislación imputable a su titular, tanto en lo que hace a la indefensión de
argentina. es una cuestión de lógica jurídica y ex-presión del non sus bienes como a su vulnerabilidad como victima; d) las e>..imen-
bis in ielem el principio por el cual. si una circunstancia está con- tes mcompletas ele las que el ari. 41 sólo hace referencia a la mise-
templada en el tipo legal. no debe ser tomada en consideración ria cuando no llegue a configurar un estado de necesidad, pero
para la cuantificación de la pena. como es el caso de reciente san- que aun así tiene por efecto que la construcción de la pena puede
ción (an. 41 bis. CP) que agrava penas para delitos que se cometan contenerse sobre el mínimo legal o por debajo de él. Esta referen-
con an11as. que nunca seria aplicable cuando el uso del arma sea cia explicita al estado de necesidad incompleto no niega que el
requerimiento objetivo del tipo específico. Esta regla elemental im- mismo efecto sobre la pena se extienda al resto de las eximentes
pide que una circunstancia. cuando fon11a parte de la descripción no mencionadas: legítima defensa o cualquier ejercicio de dere-
típica en su determinación básica o calificada, pueda ser conside- chos; e) en los injustos culposos también es claro que debe to-
rada entre los crite1ios que agraven la pena. pues ya integra el marse el grado de violación al deber de cuidado: una culpa simple
desvalor del injusto sobre el que se apoya la culpabilidad. es menos grave que una acción temeraria. Por otra parte, en esta
valoración, no puede ser indiferente tampoco la autopuesta en
La magnitud El art. 41 CP señala que se tendrán en cuenta para la deter- 5 peligro de una victima, que no ;;:¡.lcanza como consentimiento; f)
del injusto en
el art. 41
rninación de la pena la naturaleza de la acción y ele los meelios los supuestos formales o informales de composición (patrimonial,
empleaelos para ~jecutarla y la extensión ele/ elw'io y elel peligro cau- moral, recomposición de vinculas, etcétera) de la victima, deben
sados. Sin embargo. las referencias al injusto no se agotan en el ser considerados por el juez como hechos posteriores que limitan
inc 1 º. pues en el inc. 2º se menciona la participación que haya dinámicamente la extensién d~l ¿año considerado estáticamente
wmaelo en el hecho. que es otro claro indicador de magnitud del por la tipicidad penal; g) como eLderecho a la verdad resulta am-
injusto. Esta referencia abar-ca a los autores. coautores y partíci- pliamente reconocido en el derecho internacional. se impone to-
pes. debiéndose determinar en forma precisa y conforme a las mar en consideración para la cuantificación, el comportamiento
particularidades del hecho. cuál es la contribución concreta del posterior del agente que contribuya efectivamente a la satisfac-
agente al conflicto. Así. si fue planificador. si inició el proyecto ción ele este derecho ele las victimas o ele sus deudos.
criminal o se plegó posteriormente. si cumplió todo su cometido
766 LA CONSTRUCCIÓN DE LA. RESPUE~;IA PUNITIVA LA BASE NORJvL.\TlVA PAR.\ L.\ CONSTRUCCIÓN DE U, PENA ESTi\L\L 767

La magnitud por La culpabilidad por el injusto penal se manifiesta en la pena 7 de evaluar esa personalidad en el contexto situacional del he-
la culpabilidad porque se le reconoce al agente un mínimo de autodetem1inación cho, para lo cual sirven las pautas del art. 41 relativos a la edad,
de acto
o, lo que es lo mismo, una motivación dentro de un espacio de la educación. las costumbres y la conducta precedente del sujeto,
decisión en la situación concreta del hecho. Esta culpabilidad por o la ancianidad del art. 10 CP. También los vinculas personales a
el acto es la base de toda cuantificación penal y, corno su fun- que hace referencia la ley son, en principio, los que unen al au-
damento radica en la valoración de ese ámbito de amplitud tor con el sujeto pasivo por razones de parentesco o especial
motivacional, no hay cuantificación posible sin un mínimo de confianza lo que, a la vez, está relacionado a la calidad de las
autodeterminación. Por eso la cuantificación mediante la culpabi- personas.
lidad es incompatible con cualquier idea preventiva de la pena,
10 La especial mención de la miseria o la dificultad de ganarse el Un momento
pues la necesidad estatal de intimidación, de integración, de esta- racional en la
bilización normativa, de consenso u obediencia, etcétera, cancela sustento propio necesario y el de los suyos, es la más importante historia de la
toda referencia a lo social y humano de todo hecho en la situación de las expresiones del art. 41, porque el estado no puede formular legislación penal
reproche jurídico ignorando las privaciones que entraña una so- argentina
concreta.
ciedad basada en la desigualdad. En una de las páginas más bri-
Tampoco la cuantificación penal puede absorber considera- llantes de la historia penal a-rgentina, la comisión del Senado que
ciones de prevención especial ya que, al resulta-r necesario en ella trató esta fórmula (Joaquín V. González, E. del Valle Iberlucea y
un pronóstico de peligrosidad, la culpabilidad pierde toda refe- P. A. Garro) se remontó al pensamiento de Marat y a su evidente
rencia al injusto, es decir, al objeto del reproche: la probabilidad razón según la cual, no es justa la retribución en una sociedad
sobre el futuro del agente liquida el mismo concepto de culpabili- injusta. Esta idea fue recuperada por el juez Magnaud a fines del
dad de acto.
siglo XIX y comienzos del XX, cuando se negaba a condenar por
La culpabilidad Cuando no se trate de motivos que por su gravedad situacional 8 vagancia a los desocupados (cuando la vagancia era considerada
en situaciones un delito grave), a encerrar en casas de corrección -a las que
resultan libres de reproche (supuestos de inirnputabilidad, esta-
limites
do de necesidad exculpante, error de prohibición invencible, etcé- consideraba escuelas de vicios y corrupción- por delitos insignifi-
tera). la referencia del art. 41 a la calidad de los motivos que lo cantes o absolvía a los que hurtaban por miseria e imponía penas
determinan a delinquir impone una consideración que permite extremadamente benignas a los que lo hacían por necesidad. En
reducir poder punitivo en los casos de errores de prohibición su tiempo fue el juez más famoso de Francia, como también el
vencibles (siempre que no haya manifiesta indiferencia) y en cual- más injuriado y difamado por la burocracia y los políticos reaccio-
quier otra hipótesis cercana a la inculpabilidad, es decir que de- na.ríos herederos del imperio de Napoleón II .,La comisión del Se-
note un mínimo espacio de autodeterminación. nado argentino no sólo lo citó expresanien'"~. sino que tampoco
olvidó otras referencias de la época (Alirnena, Colajanni, Marx,
El espacio de decisión resultará más o menos amplio en la {

medida en que la vivencia del agente en el momento del hecho Turati, Engels, Loria, Vaccaro, Max.,vell) pa-ra refutar la tesis de
haya estado más lejana o más próxima a una causa de exculpa- Ga-rófalo, que siempre utiliza la reacción política, según la cual la
ción, como puede ser el miedo, la coacción, la necesidad, o la manera como la riqueza está distribuida no es una de las causas
incapacidad de comprensión o de adecuación de la acción a ella. de la delincuencia, y sobre ella no ejerce ninguna acción la situa-
De allí que, en este orden, deban tomarse en cuenta no sólo los ción económica del proletariado. En síntesis, ésta ha sido la forma
aspectos sociales y externos al sujeto, sino también los que son brillante y valiente en que la cuestión social entró en la legislación
claramente reveladores de su personalidad. penal, aunque apenas haya reparado en ello la doctrina, y lo que
es peor, la jurisprudencia.
La relevancia Cuando de culpabilidad de acto se trata, la personalidad es 9
de la biografía 11 Cuando el art. 41 se refiere genéricamente a los demás ante- Culpabilidad por
personal
uno de los datos indicadores del ámbito de autodeterminación del
la vulnerabilidad
autor. No se trata de formular un reproche a la personalidad, sino cedentes y condiciones personales, alude a las particularidades
LA CUESTIÓN DE LA. REINC!DENClA 769
768 L\ CONSTRUCCJÓN DE L\ RESPUESTA PUN!Tf\'A

de una persona. A partir de la comprobación de la selectividad § 298. La cuestión de la reincidencia


penal se ha observado que ella está determinada por particula-
res características personales: la selección. en la mayoría de Una institución
1 E,1 art. 41 se refiere a las reincidencias en que hubiera incurri-
los casos, opera en razón de que el agente es portador de una para el olvido
do el agente. Por regla general el único punto de acuerdo sobre la
imagen negativa. que es el estereotipo criminal y que contiene
reincidencia es el que la vincula con una agravación de la pena en
prejuicios sociales de la más distinta naturaleza, nunca positi-
razón de anteriores delitos; pero allí se terminan las coinciden-
vos. por cierto.
., cias, porque suelen exigirse distintos presupuestos. Se la asocia
La coincidencia de una persona con el estereotipo negativo - ~ con :¡;ituaciones próximas a la multireincidencia, habitua[idad,
una suerte de tipicidad social de autor-. configura un estado de profesionalidad o tendencia, hasta incluso se la ha equiparado
alto nivel de vulnerabilidad que le es propio, y que lo expone a la con la simple reiteración. No hay coincidencia sobre los requisitos
selección criminalizant.e como pem1anente sospechoso. Quien ineludibles y mucho menos sobre sus fundamentos justificantes,
encuadra en un estereotipo positivo no está expuesto en forma que abarcan una lista en la que no faltan la lisa y llana idea de la
regular a la selecti\idad punitiva, incluso cuando realiza conduc- neutralización racista del positivismo, hasta la creencia de esta-
tas de igual o mayor contenido injusto (delitos de cuello blanco). bilización sin fisuras de la imagen pública del sistema punitivo en
Justamente. el que no presenta las características del estereoti- su funcionamiento, la apelación a la alarma social, una lesividad
po criminal tiene mayores posibilidades de cometer delitos con política, la violación de una norma penal distinta a la del tipo
mucho menor riesgo de criminalización. en tanto que la tipicidad penal y que tendería a la prevención de otros delitos futuros, etcé-
tera. Ninguna de ellas logró salvar la objeción de que el plus de
social negativa lo aumenta. hasta el extremo de poner en movi-
poder punitivo que habilita la reincidencia se funda en razón de un
miento procesos de crirninalización sin delito. sólo por el aspecto
delito que ya fue juzgado o penado, por lo que importaría una vio-
exterior.
lación constitucional al non bis in idem. De este modo, la idea tradi-
El esfuerzo Pero como la culpabilidad por ser vulnerable cobra sentido 12 cional de reincidencia como inevitable causa de habilitación de ma-
personal únicamente frente a la selectividad criminalizante. por más gravó-: yor pena deviene en inconstitucional.
que sea un estado de vulnerabilidad. no hay pena ni construcción La reincidencia
2 Teniendo en cuenta los datos de la realidad producto de la
de pena sin que exista delito. es decir, sin esfuerzo personal (lo oculta el fracaso
experiencia criminológica y judicial, suele resultar que las ideas dela pena
que el agente pone de sí con un mínimo de autodetenninación)
sobre reincidencia que denotan mayor daüo político del segun-
por alcanzar una situación concreta de vulnerabilidad, que será
do hecho, mayor perversidad del autor, mayor probabilidad de
más pequeüo si este estado es elevado y mayor en el caso contra- nuevos delitos. etcétera. están basadas en la valoración de una
rio. aunque esto no significa que siempre quienes parten de un persona deteriorada, en gran medida, por la misma intervención
alto grado lleguen a situaciones concretas por un esfuerzo reduci- 1Junitiva anterior. La prisión agrava el estado de vulnerabilidad
do (sadismo. gran indefensión de la victima. etcétera). Esto úl- deteriorando a una persona en un sentido físico y psicológico;
timo no sólo aumenta el contenido injusto. sino que neutraliza luego. cuando ese deterioro se expresa en una situación concreta
y agota el poder reductor de los jueces: pero en lo que se refiere de vulnerabilidad, la "razón de estado"' quiere imputarla a una
a la selectividad más corriente y usual (alto estado de vulnera- nueva pena, desligándose de toda responsabilidad productora.
bilidad y bajo esfuerzo) nunca el poder jurídico tuvo mejor opor-
3 En lugar de una mayor consciencia de la antijuridicidad. en La reincidencia
tunidad para cumplir su papel reductor acotando la pulsión de agravala
pena sobre los mínimos legales o por debajo de ellos. la reincidencia habría -por lo general- una menor culpabilidad en vulnerabilidad
virtud del aumento del nivel del estado de vulnerabilidad, genera-
do por un alil.terior ejercicio de poder punitivo. siempre estigma-
tizante. lo que obliga en términos de teoría de la responsabilidad
770 LA CONSTRUCCIÓN DE U RESPUESTA PUNITJVA
LA VÍCTIMA 771

a acotar el marco de la respuesta frente al delito; si el efecto más


reincidentes la pena de relegación llamada accesoria por tiempo
trascendente de la prisionización es la reincidencia -siendo sor-
indetenninado en dos hipótesis: cuando el condenado registre
prendente que no sean mayores sus índices-, el estado no puede
cuatro penas privativas de la libertad, siendo una de ellas may&
agravar la pena del segundo delito que ha contribuido a causar.
de tres años, y cuando existieren cinco condenas a penas priva-
La respuesta de La pregunta acerca de si se puede aplicar una pena más seve- 4 tivas de libertad iguales o menores a aquel máximo (art. 52). Se
la tradición
liberal ra que la que corresponde a la clase de delito de que se es culpable, adopta el sistema de la reincidencia real (que requiere efectivo
si han cometido un primer delito por el que fueron penados, cumplimiento de pena) y el de reincidencia genérica (que no re-
injlingirles una nueva pena por ese crimen ¿no será violar abierta- quiere identidad o similitud de delitos) y ello con la previsión de
mente a su respecto el "ne bis in idem", que es una de las bases que la suspensión puede ser acordada por única vez (último pá-
fundamentales de toda legislación en materia criminal?, se i:·epite y rrafo).
desde hace doscientos años es respondida afirmativamente por
los defensores de un estricto derecho penal liberal o de garantías. Todas estas disposiciones son inconstitucionales: a) por vio-
La doctrina del párrafo 57 del código criminal Toscano de 1786 lar el máximo de irracionalidad al imponer una pena que excede
(agotada la pena, no podrán ser considerados cdmo infames para el marco de la culpabilidad por el acto; b) por afectar la prohibi-
ningún efecto, ni nadie podrá jamás reprocharle su pasado delito, ción de doble desvaloración; c) por lesionar el principio de doble
que deberá considerarse plenamente purgado y e>..piado con la que punición; y d) en el caso del art. 52, por imponer una pena que
han sufrido), como la opinión de Pagano, Mittermaier, Tissot, no guarda absolutamente ninguna proporción con el delito co-
Cannignani y otros liberales contrarios a la reincidencia, nunca metido.
.Ue respondida sino a través del prejuicio y la indolencia que hi-
c,eron de la práctica francesa de Guyana o de la tristemente céle-
ure experiencia argentina del penal. de Usual1ia (cuya fórmula le-
gal había copiado textualmente) verdaderos crimenes contra la § 299. La víctima
humanidad. En estos casos. y en otros basados en la idea de la
reincidencia, cientos de miles de seres humanos sufrieron en cam-
pos de concentración castigos siempre más graves que sus cul- La perspectiva
1 El art. 41 CP menciona a un personaje olvidado por el poder
pas, lo que revela que la histmia de la reincidencia no es menos de la victima
punitivo: la víctima. La victima no es una construcción mediática
cruel que la de la tortura. el campo de concentración o el gulag.
para sostener el autoritarismo cool, sino el ser humano concreto
La reincidencia es No cabe duda que esta institución no sólo es incompatible 5, que rara vez conocen los medios y cuyo interés debe ser priviligiado
inconstitucional
con la Constitución. sino también con la civilización. No obstante. a la hora de resolver la pena. Contra lo que usualmente pretende
no por ello habrá que tenerse por no escrita su referencia en el el discurso único, la victima, pasado el primer momento de indig-
art. 41. puesto que. como se ha observado desde antiguo. puede nación, y especialmente en delitos contra la propiedad y en los
tener el efecto de disminuir el ámbito de autodeterminación de la cometidos en ámbito familiar, dista mucho de responder al este-
persona en cuanto a la culpabilidad de acto. En cuanto a la culpa- reotipo degradado de un ser sediento de venganza e insaciable en
bilidad por la vulnerabilidad. la reincidencia puede aumentar este su exigencia de reparación. La victima puede ser cualquier habi-
estado por efecto de un anterior ejercicio de poder punitivo tante, tan o más racional y razonable que los jueces y los
prisionizante, que pro,·oca esUgmatización. rechazo social. des- doctrinarios, al que le asiste, ante todo, un derecho a la repara-
empleo, al tiempo que confirma el estereotipo y fija el rol desviado ción, que la pena nunca debe obstaculizar sino, por el contrario,
conforme al mismo . debe facilitar.
Disposiciones La ley argentina agrava la pena para el reincidente en cuanto 6 2 Cuando se devuelve la cosa hurtada y se compensan las mo- La verdadera
inconstitucionales paz social
impide la libertad condicional, pero también destina a los multi- lestias causadas, cuando se excluye del domicilio al golpeador y
772 LA CONSTRUCCIÓN DE LA. RESPUESTA. PUNJTNA.

se convienen los alimentos, cuando se repara el daño causado en


la propiedad ajena y se piden disculpas, el conflicto queda resuel-
to y la verdadera paz restablecida, se "consolida la paz interior" en
forma auténtica. Para ello el ari:. 41 ordena al juez tomar conoci-
miento directo de la víctima. Aunque el poder punitivo haya con-
fiscado a la víctima y ésta sea su característica estructural, el
juez no puede extremarla hasta el absurdo, sino, por el contrario,
debe agotar el esfuerzo jurídico por minimizarla hasta donde sea
posible.

§ 300. Consecuencias procesales del dinamismo


de la responsabilidad

Tiempo lineal, La pena se calcula en tiempo lineal pero se cumple en tiempo I


tiempo
existencial
existencial, de modo que en su curso se alteran muchísimas cir-
cunstancias personales y sociales. Por esta razón, las limitacio-
nes que establecen los códigos procesales a la revisión de las sen-
tencias no deben operar cuando se trata de la cuantificación d,e la
pena. La pena impuesta en el marco de una construcción lo me-
nos irracional posible, puede salirse de este marco en el curso del
tiempo y por la propia dinámica de la existencia y de la sociedad,
como en los casos en que la pena de prisión se convierte en ame-
naza de pena de muerte (el sujeto se enferma y la permanencia en
prisión importa alta probabilidad de muerte), la temporal deviene
perpetua (los años de vida o las expectativas de vida son menores
que los años de prisión impuestos), la privación de libertad se
hace confiscación (provoca la ruina total de los bienes del penado
y lo hunde en la miseria), etcétera. Ignorar· estas circunstancias
es admitir, contra la misma legalidad constitucional, que
se ejecuten penas crueles e inhumanas. La prohibición de penas
crueles e inhumanas no fue conquistada para que el juez la tenga
en cuenta al momento de la construcción de la pena y para que se se terminó de imprimir en el mes de mayo de 2005
olvide de ella en el tiempo de su ejecución. Corresponde, enton- en los Talleres Gráficos Nuevo Offset
Viel 1444, Capital Federal
ces, a las agencias judiciales Quez de ejecución penal, o cualquier Tirada: 2.000 ejemplares
otro juez) abrir el camino de la revisión o el amparo (habeas cor-
pus) pc1ra evitar que el poder punitivo resulte cruel e inhumano,
incluso luego de la sentencia definitiva.
ESQUEMAGENERAL DE LA CONCURRENCIA DE PERSONAS EN EL DELITO
¡' ¡'
Autor individual: cuando ejecuta la
conducta descripta en el tipo. (1) Debe reunir los caracteres requeridos por el tipo en
!-EJECUTOR AUTOR DIRECTO
Coautor: '
cuando varios realizan para- los delicia propia. (2)
pudiendo actuar como: ~ lelamente la conducta típica. (3)
El que ejecuta el hecho o el Debe reunir los caracteres típicos en los delicta propia
que toma parte en la ejecu- Cuando entre varios se reparten la
(5), y no se admite en los delitos de propia mano. (6)
ción -art. 45, primera parte- tarea, y cada uno hace un aporte in-
y es: dispensable al hecho. (4)
\. '-
,..
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C•1

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AUTOR DIRECTO
cuando se vale
de otro que: { no realiza conducta. (7)
Debe presentar siempre los caracteres típicos en los
delicta propia (11) y no se admite en los delitos de pro-
e
e--3
o
:::::
VJ
r.:
;-
V',
t.)

22 actúa sin tipicidad objetiva. (8) 'S

{
~~ AUTOR MEDIA TO pia mano. (12) t,l'.j ;:;·
o
II - DETERMINADOR
~E
<. Cl
pJ
cuando se vale
de otro que:
actúa sin dolo. (9)
actúa justificadamente. (10)
e,:,
-.-.
t.)

"O
r.:
'- '- ::t.)
..,..
El que determina a otro a .......
_,
cometer el hecho -art. 45,
última parte-, pudiendo ser:
AUTOR DE DETERMINACIÓN
no realiza conducta. (13)
y el determinador no presenta los caracteres típicos en
-
o..
t.)
Es el autor de un tipo indepen- "O
realiza una conducta atípica. (14) los delicta propia o no realiza personalmente la acción ¡:;
diente. No es autor del delito. ""l
t.)
sino de la determinación de otro realiza una conducta típica pero justifica- del verbo típico en los delitos de propia mano.
::::.
a provocar una mutación típica da. (15) o..
del mundo, cuando el otro: §:
' .....
o

.
r
PARTÍCIPE MEDIANTE· \

DETERMINACIÓN comete un injusto (conducta típica y antijurídica). (16)


(INSTIGADOR)

Ill-AUXILIADOR O
Es el que determina al
hecho a otro que: l comete un delito(condu:.'.ta típica, antijurídica y culpable). (15)

COMPLICES NECESARIOS Los que prestan una cooperación o au- no tienen los caracteres típicos del autor en los delicia pro-
COOPERADOR O PRilvlARJOS
xilio sin el cual el hecho no hubiera po- 1 pía. (18)
(art. 45) dido cometerse, pero no pueden ser
(Partícipe mediante auxilio o no realizan el verbo típico en los delitos de propia mano. (19)
cooperación)
que son: autores porque:
l no toman parte en la ejecución sino sólo en la preparación (20)

{
Los que prestan al autor o COMPLICES SECUNDARIOS Los que cooperan de cualquier otro modo en la ejecución del hecho. (21)
autores auxilio, ayuda o coo- (art. 46)
peración (art. 45 y 46), y
que pueden ser: los que prestan una ayuda posterior al hecho cumpliendo promesas anteriores al mismo. (22)
pueden ser:
CAUSAS DE JUSTIFICACION
I
Propia (art. 34, inc. 6º):
Puede defenderse cualquier bien jurídico.
Debe mediar agresión ilegítima (conducta antijurídica del que agrede).
No debe mediar provocación suficiente por parte del que se defiende.
Provocación suficiente es la conducta anterior del titular del bien agredido que da motivo a la agresión y que es suficiente cuando la agre-
sión es previsible sin que para ello deban tomarse en cuenta los caracteres personales antisociales del autor de la agresión.

LEGITIMA DEFENSA Debe ser racionalmente necesaria.


El mal que se amenaza no puede ser ínfimo en relación con el que se causa, en forma tal que la defensa lesione más al orden de la coexis-
tencia que la agresión misma (ej.: el caso del paralítico),

De terceros (art. 34, inc. 7º):


Tiene los mismos requisitos que la defensa propia, diferenciándose sólo en que si el defendido ha provocado la agresión, el ter-
cero que le defiende no debe haber participado en la misma, aunque la conozca. Es la más acabada prueba del carácter personal
del injusto en nuestro derecho penal.
\

r
Se debe evitar el mal mayor para el bien jurídico de un tercero o del que actúa, incluso del mismo afectado. Para establecer el mal
menor se toma en cuenta: la jerarquía de los bienes jurídicos; la magnitud de la lesión amenazada, y el grado de proximidad del
peligro.
ESTADO DE NECESIDAD Cuando colisionan vidas humanas no hay mal mayor ni menor, incluso cualquiera sea el número.
(artículo 34, inciso 3º)
El autor debe ser ajeno al mal amenazado, es decir que la amenaza no la haya provocado el autor con la conducta que al menos
haga previsible la producción de la misma.

El autor no debe estar obligado a soportar el mal.


'-

LEGITIMO EJERCICIO
DE UN DERECHO r Se refiere a los casos en que media una prohibición, porque en las restantes basta con el principio de reserva de la Constitución Na-

l
cional. Son las causas de justificación que emergen de cualquier otra parte del orden jurídico (ej.: el derecho de retención).
(artículo 34, inciso 4º)
ANTIJURIDICIDAD

CONCEPTO

Es la contradicción de la conducta con el orden jurídico. La conducta penalmente típica es antinormativa, pero no es antijurídica aún, porque puede estar amparada por un precepto per-
misivo (causa de justificación), que puede provepir de cualquier parte del orden jurídico. Cuando la conducta típica no está amparada por ninguna causa de justificación, ya no sólo es anti-
normativa, sino también antijurídica.
La antijuridicidad no está dada por el derecho penal, sino por todo el orden jurídico.
Cuando se construye el concepto de antijuridicidad como juicio que verifica que un precepto permisivo confirma la vigencia de un ámbito de licitud o libertad, la exigencia de cualquier
elemento subjetivo en la justificación aparece como totalmente innecesaria e incluso aben-ante en un estado de derecho: nadie tiene por qué conocer en qué circunstancias actúa cuando está
ejerciendo un derecho, pues el ejercicio de los derechos no depende de que el titular sepa o ne, sepa lo que está haciendo. En rigor, el que se irnagina estar cometiendo un injusto cuando en
realidad está ejerciendo un derecho, sólo incurre en un delito en su imaginación. porque no h2brá nunca un injusto en el mundo real.

Artículo 35 del Código Penal


Disminuye la antijuridicidad y el injusto.
Se trata de conductas que comiénzan siendo justificadas o realizadas en cumplimiento de un deber jurídico y que pasan luego a ser antijurídicas.
No exige error ni disminución de la culpabilidad.
Son conductas dolosas, sólo que se aplica la pena de los delitos culposos. Si no hay tipo culposo no se aplica pena.
CULPABILIDAD

CONCEPTO

Es el juicio necesario para vincular en forma personalizada el injusto a su autor y, en su caso, operar como principal indicador del máximo de la magnitud de poder punitivo que puede
ejercerse sobre éste. Este juicio resulta de la síntesis de un juicio de reproche basado en el ámbito de autodeterminación de la persona en el momento del hecho (formulado conforme a ele-
mentos formales proporcionados por la ética tradicional) con el juicio de reproche por el esfuerzo del agente para alcanzar la situación de vulnerabilidad en que el sistema penal ha concre-
tado su peligrosidad, descontando del mismo el correspondiente a su mero estado de vulnerabilidad.

Requiere la posibilidad exigible de comprensión de la antijuridicidad:


Comprender la antijuridicidad significa internalizarla.
La culpabilidad se conforma con la posibilidad exigible de comprensión de la antijuridicidad. no requiriéndose una efectiva comprensión del injusto. que en la mayoría de los casos no existe
o es imperfecta.
El grado de esfuerzo que el sujeto debía haber realizado para intemalizar los valores jurídicos y motivarse en ellos, es inverso al grado de exigibilidad y, en consecuencia, al de reprochabilidad
(culpabilidad).

Requiere un cierto ámbito de autodeterminación.


Esta exigencia remite a los casos en que, a pesar de resultar exigible -e incluso eventualmente efectiva- la comprensión de la antijuridicidad, no se le puede imponer al sujeto la ejecución de una
conducta diferente a la concretamente realizada, debido a que opera sobre él una situación que reduce notoriamente el ámbito de su autodeterminación al momento de actuar.
A) INEXIGIBILIDAD DE
COMPRENSIÓN DE LA
ANTUURIDICIDAD {
r
Perturbación
dela
consciencia { r
- Insuficiencia

- Alteración morbosa
:> de las facultades mentales

r· - Recae sobre el conocimiento de la prohibición. Ej.: el sujeto que llega al país e ignora las prohibiciones cambiarías penal-
mente conminadas.
- Recae sobre el alcance de la prohibición, que son falsas suposiciones de:
• Cumplimiento de un deber jurídico.
Directo • Consentimiento.
l. Error de • Acciones fomentadas por el derecho.
~ prohibición • Riesgos no prohibidos.

< B) INEXIGIBILIDAD DE ,
- Recae sobre la comprensión de la prohibición que se conoce. Ej.: el indio que conoce la prohibición de sepultar difuntos
en la casa, pero que no puede intemalizarla (comprenderla) porque su cultura se lo impide.
~ COMPRENSIÓN DE LA

{
CRIMINALIDAD - Falsa suposición de un permiso que la ley no otorga. Ej.: el que cree que tiene permiso para sacarle los muebles a la calle
~ al inquilino moroso.
(ERRORES EXCULPANTES) Indirecto
-Falsa suposició11 de un supuesto fáctico de una causa de justificación. Ej.: quien cree que es agredido ilegítimamente
~ cuando sólo está siendo objeto de una broma.
~ ,..'
- Error sobre la situación objetiva de necesidad exculpante (falsa suposición de la situación de necesidad). Ej.: la viuda que amenazada por un
~ II. Errores acreedor con una inminente ejecución de su vivienda -que es su único bien- libra un cheque sin fondos para pagar la deuda pero ignora que
su casa es inembargable porque está sujeta al régimen de bien de familia.
exculpan tes
< especiales - Error que recae sobre causas que excluyen la punibilidad (falsa suposición de una causa personal que excluye la pena). Ej.: quien cree que
está exculpado ocultar a !ajusticia al hijo de su primo, porque cree que ese grado de parentesco se halla comprendido en el art. 279.
~
~ Cuando los errores exculpantes son invencibles o no imputables (art. 34, inc. 1°) eliminan la culpabilidad. El único efecto de 1111 error exculpante vencible es el de
producir un menor reproche (menor culpabilidad), lo que se traduce en la pena aplicable de acuerdo con las pautas del art. 41, que incluso puede fijarse por debajo
~ del mínimo legal previsto en caso que fuese excesivo con relación al grado de culpabilidad del caso (por imperativo constitucional). ·

u
z /

Estado de
necesidad
- Proveniente de un acto humano (coacción). Ej.: cuando se amenaza de muerte a un sujeto para obligarlo a matar a otro.
'1,

~ - Proveniente de una fuerza de la naturaleza. Er: el náufrago que le quita la tabla a otro porque sólo puede mantener a flote a uno, ·
exculpante
C) INEXIGIBILIDAD DE
OTRA CONDUCTA POR '-

LA SITUACIÓN -<
REDUCTORA DE LA
AUTODETERMINACIÓN
Incapacidad El sujeto es capaz de comprender la ,mtijuricidad de su conducta pero, no obstante, padece una incapacidad psíquica que le impide adecuar su
Psíquica conducta a esta comprensión. Ej.: parálisis histérica, ciertas fobias, etc.
1
CUADRO SINOPTICO DE LA 'I'EORÍA DEL DELITO
ASPECTO POSITIVO ASPECTO NEGATIVO

CONDUCTA AUSENCIA DE CONDUCTA

Se trata de un concepto jurídico limitado por datos ónticos. Es un hacer voluntario fi-
I - FUERZA FÍSICA IRRESISTIBLE
nal. Tiene un aspecto interno (proposición del fin y selección de los medios), y un aspecto (art. 34, inciso 2º, primera parte)
externo (puesta en marcha de la causalidad).
El sujeto opera como una masa mecánica.
Conducta es sinónimo de "acción" y de "acto". La omisión no existe como forma de ac- J. Puede prol'enir de un tercero, y en tal caso es el tercero el que reali-:;a la acción (ej.: el
ción o de conducta, sino que antes del tipo todas son acciones. Sin el tipo no se distinguen que es empujado contra la i•idriera).
las omisiones del no hacer.
2. Puede provenir de una fuerza de la naturaleza (ej.: el que es arrastrado por el viento
El nexo causal y el resultado son fenómenos físicos que la acompañan. o por el agua)
El que se somete a una fuerza de la naturaleza irresistible realiza una conducta, que es la de
La conducta con el nexo causal y el resultado forman el "pragma".
someterse a la fuerza.
Conducta no es sinónimo de hecho. Los hechos pueden ser: No debe confundirse la fuerza física con la coacción ni con el estado de necesidad (art 34,
incisos 2º. última parte y 3º).
Voluntarios (conductas)
Humanos
II- INVOLUNTABILIDAD
{ Involuntarios
Es la incapacidad psíquica de voluntad. (Incapacidad psíquica de conducta).
De la naturaleza
l. Puede ser por inconsciencia: art. 34, inc. 1° (ej.: el epiléptico durante la crisis; el sueíio
Conducta es el carácter genérico del delito. Tipicidad, cmtijuridicidad y culpabilidad son los fisiológico, el hipnotismo).
caracteres específicos del delito.
Inconsciencia es la ausencia de consciencia entendida como función sintetizadora de las
La conducta típica y antijurídica es un injusto penal. restantes funciones mentales. No debe confundirse con la inimputabilidad por perturbación ele la
consciencia.

2. Puede provenir de la incapacidad para dirigir acciones: art. 34, inc. 1º (ej.: el que
padece una afección neurológica que le impide el control de sus movimientos).
No debe confundirse con la inculpabilidad por la incapacidad para dirigir las acciones con-
forme a la comprensión de la antijuridicidad (ej.: fobias, compulsiones).
1
Elementos interpretables (descriptivos). Se indi\'idualizan en el lenguaje común. científico o jurídico. Ej : mujer. estupefacientes. o funcionario público. No exigen
valoración para su indi\·idualización
Remisiones valorativas (elementos normativos). Acuden a valoraciones éticas o jurídicas. Ej.: mujer honesta. Son de problemática constirncionalidad.
Elementos normativos de recorte. Hacen referencia a la antinormarividad. Aluden a las exigencias de que la acción se lleve a cabo contra la voluntad del sujeto pasivo. Ej :
FUNCIÓN SISTEi\LÁTICA apoderamiento ilegítimo en el hurto.
(verifica la existencia de Resultado o mutación física. Cambio en el mundo exterior Nexo de causalidad: conforme a la equivalencia de las condiciones \co11dÍ!io sine qua 11011) Lo que aquí
un espacio problemático interesa es la forma en que el tipo los releva a los efecws de la prohibición.
de discusión) Sujeto activo. Cuando puede ser cualquiera se llama delicw comunia (art 79): cuando sólo puede serlo quien tiene cie11os caracteres. de/icta propia (art 256). Son tipos
-PRAGMA- unisubjetivos los que no exigen una pluralidad de sujetos (ans 79. 162. 172). y plurisubjetivos cuando la exigen (arts. 95. 97, 115).

Sujeto pasivo (titular del bien jurídico afectado). Si puede serlo cualquiera se llama simple (m1. 162): si debe reunir cie11as condiciones es calificado (art. SO, inc. l ºJ.

Lesividad. Verifica la afectación (por daño o peligro concreto) de un bien jurídico en forma significativa. y el alcance de la norma no debe estar limitado por otras de igual
o superior jerarquía. {
FUNCIÓN CONGLOBANTE Do111i11abilulad· p1esupuesto objetivo del dominio Criterio conforme al cual un hecho puede ser objeti\arnente imputable al
., . agente como obra propia.
(verifica la c011flictil'idad Imputacwn como pertenencia a un agente -
del pragma) E.üge11cw izo banal del aporte del pwtícipe secundario: pa11e de la distinción entre roles banales y no banales, la cual de-
pendetia de las circunstancias objetirns concretas presentes en el momento de la acción

Dolo. Es el querer la realización del tipo objeti~o guiado por el conocimiento.


ASPECTO COGNITIVO: requiere el conocimiento efectivo y en cierta medida actual de los siguientes aspectos: elementos descriptivos: elementos normativos: previ-
sión de la causalidad; previsión del resultado.
ASPECTO CONATIVO.
Dolo directo: de primer grado (el sujeto quiere directamente el resultado): de segundo grado (el resultado es consecuencia necesaria de los medios elegidos).
Ej . : una bomba en un avión para matar un pasajero.
Dolo eventual: cuando el sujeto se representa la posibilidad del resultado concomitante y la incluye dentro de la voluntad realizadora de la conducta t::!~gida.
ASPECTO SUBJETIVO Ej.: el caso de los mendigos rusos. .·:·'.·· -- -.>.
(tipo subjetivo)
Elementos subjetivos del tipo, distintos del dolo (no todos los tipos requieren), pudiendo ser:
ULTRAINTENCIONES: Tipos de tendencia interna trascendente, que pueden ser:
,.
Delitos incompletos de dos actos: art. SO, inc. 7º. 'l

Cortados delitos de resultados: art. 258..


DISPOSICIONES INTERNAS: arts. SO, inc. 2º; 208, inc. lº.
Hay figuras complejas que abarca11 casos de co11d11ctas que son a la ,·e~ típicas de 1111 tipo doloso.,· de 1111 ripo culposo (casos de concl/rso ideal resueltos en forma
figuras preterintencionales . Ej.: art. 82.

Violación del deber de cuidado. Ej.: violación del cuidado en el tránsito. Resulta indispensable averiguar cuál era el deber de cuidado que incumbe al
agente. Su violación se determina conforme a un estándar mínimo de previsibilidad compartido por todos los integrantes de una cultura, más las ca-
Función pacidades individuales.
sistemática
Resultado. Su función es decisiva para distinguir un injusto administrativo de un delito culposo. Sin el resultado no hay pragma típico (que importa una
conflictividad social). Ej.: muerte de una persona.
ASPECTO OBJETIVO
Causalidad. Igual que en el tipo doloso.
( tipo objetivo)

j Nexo de determinación. Obliga a realizar un doble juicio hipotético: en concreto y en abstracto. En concreto se imagina la conducta del autor sin violar el
Función
conglobante í deber de cuidado. No habrá determinación cuando la acción así imaginada hubiese producido igualmente el resultado. En abstracto es un juicio co-
rrectivo del anterior y tiene en cuenta el ámbito de lo prohibido por la norma.

Previsibilidad. La imputación conforme a la c 1pacidad individual de previsión es la que determina el límite de la culpa.
r
l
'- '-.
/"

u ASPECTO SUBJETIVO
Voluntad de realizar la conducta en la forma elegida. Ej · conducir el \ehículo a 120 km. por hora cuando el máximo permitido es 80 km. por hora.
Aspecto cognitivo. Para la tipicidad culposa basta con el conocimiento actualizable. es decir. 110 es necesaria la consciencia del peligro (el pensar en él).

Actualización del conocimiento del peligro. Conduce a la clasificación de la culpa en:


(tipo subjetivo)
Culpa consciente. El sujeto se representó el peligro que entrañaba la acción pern rechazó la posibilidad de que aquél se concrete en el resultado ("no, no va a pasar nada .. )
Culpa inconsciellle. El sujeto pudo representarse la posibilidad del resultado disvalioso pero no lo hizo (no actualizó el conocimiento)
'-

Desde el punto de vista del injusto, la gravedad de la culpa esta señalada por su temeridad, que tiene lugar cuando hay dominabilidad. En consecuencia, la culpa se clasifica en te-
meraria y no temeraria. La primera puede confundirse con el dolo eventual cuando es consciente. Ésta es la única razón por la que es necesario mantener en el injusto la distinción
con la culpa inconsciente.
CUADRO DE DIFERENCIAS Presupone dominabilidad Representación de la posibilidad del resultado Aceptación del resultado
Culpa no temeraria inconsciente NO NO NO
Culpa no temeraria consciente NO SI NO
Culpa temeraria inconsciente SI NO NO
Culpa temeraria consciente SI SI NO'
Dolo eventual SI SI se
• El autor consciente del peligro piensa que no pasará nada.
•• Al autor no le importa que el resultado se produzca.

Existen figuras complejas entre las cuales cabe distinguir: a) las que combinan tipicidades dolosas y culposas; b) las que califican tipos dolosos en razón de resultados dolosos más
graves y c) las que califican tipos culposos por resultados culposos mas graves. Es regla básica que en ninguna hipótesis puede admitirse una pena más grave en razón de un resulta-
do que no haya sido causado por dolo o culpa, porque violaría el principio de culpabilidad, consagrando una inadmisible responsabilidad objetiva.
,.
r En la omisión propia (cualquiera puede ser autor):
SITUACIÓN TÍPICA. Ej.: encontrarse frente a alguien en peligro, (art. 108).
EXTERIORIZACIÓN DE UNA CONDUCTA DISTINTA DE LA DEBIDA. Ej.: marcharse en lugar de auxiliar.
Función POSIBILIDAD FÍSICA DE REALIZAR LA COi'DUCTA DEBIDA. Ej.: carece de esta posibilidad aquel que no puede auxiliar al que se ahoga porque no sabe nadar.
Sistemática NEXO DE EVITACIÓN. Se determina comprobando que con la hipotética interposición de la conducta debida desaparece, (se evita) el resultado.
ASPECTO OBJEIB'O
(tipo objetivo) En la omisión impropia (el autor se halla en la posición de garante). Incluye los elementos típicos anteriores pero requiere además la concurrencia de una
característica especial que convierte al tipo en delicta propia y al autor en garante . Ej.: art 106. La posición de garante siempre debe entrar tipificada y
'- cualquier pretensión de construirla por analogía in malam partem, sería inconstitucionalidad.

Función Posibilidad cierta de interferir la causalidad, evitando el resultado (característica especial de la dominabilidad en la estructura típica omisiva).
Congloban- { En general, vale todo lo dicho para los tipos activos.
\.

{
ASPECTO SUBJEIB'O Aspecto cognoscitivo. Conocimiento de las circunstancias del tipo objetivo: situación típica, posibilidad de realizar la acción debida, previsión de la causalidad y evitación . En los
DE LA OMISIÓN
supuestos de omisión impropia el sujeto debe conocer la calidad objetiva que lo convierte en garante.
DOLOSA
(tipo subjetivo) Aspecto conativo. Similar al del tipo doloso activo

Nota: El concepto de omisión es necesariamente normativo. Por ello, en el plano pretípico no existen omisiones penalmente relevantes sino sólo acciones. En consecuencia la omisión
es una forma típica de prohibir acciones (estructura ornisiva)
r I
No se produce el resultado típico. Ej.: la muerte. en homicidio; podrá haber tentativa, pero no delito consumado.
No hay nexo de causalidad entre la conducta y el resultado. Sucede cuando imaginamos la hipótesis en que se hubiese suprimido mentalmente la
conducta y en la misma también se hubiese producido el resultado: ej..: el herido muere como resultado de un tumor
Falta la calidad requerida en el sujeto actirn en los delicia propia. Ej.: el que acepta la dádiva en el art. 256 no es funcionario público conforme al art. 77.
Falta la calidad requerida en el sujeto pasivo cuando sea calificado. Ej.: el muerto no es ascendiente, descendiente o cónyuge, en el art 80, inc. 1º.
Falta de referencias.
Sistemática DE TIEMPO. Ej.: cesó el estado de sitio, en el art . 28 l ter.
DE LUGAR. Ej.: el apoderamiento no se produce en el campo, en el art. 163, inc. lº.
DE MEDIOS, en los tipos de formulación casuística. Ej.: el medio no puede crear el peligro común, en el art. 80, inc. 5º.
DE MODO. Ej.: el empleo de veneno no es insidioso en el art. 80, inc. 2º.
DE OCASIÓN. Ej.: no hay estrago ni infortunio, en el art. 163, inc. 3º.
Falta de elementos particulares. Ej.: no hay valor económico en el art. 162.
Un caso especial lo configuran los elementos non11ati1·os de recorte (exigencia de que la acción se lleve a cabo contra la voluntad del sujeto pasivo). Ej.:
hurto, violación de domicilio, etc.; un sujeto que entra a la casa de su vecino con acuerdo de este último no viola su domicilio.
Por'°ausencia de
TIPICIDAD OBJETIVA - La afectación al bien jurídico es insignificante. Ej.: arrancar un cabello no es lesión.
- Cumplimiento de un deber jurídico. Ej.: la autoridad que allana no incurre en una violación de domicilio .
Falta de lesividad
- Acciones fomentadas por el derecho. Ej.: el caso del boxeo respecto del tipo de lesión.
{
,.. - Consentimiento del titular del bien jurídico. Ej.: las perforaciones de lóbulos de orejas para aros, los tatuajes, etc.
- Los cursos causales que, en el actual estado de la ciencia y de la técnica, no pueden ser dominados por nadie. Ej.: caso
del pariente rico enviado al monte con la esperanza de que lo mate un rayo.
Falta de dominabilidad - Los cursos causales que sólo son dominables por sujetos que tienen conocimientos o entrenamientos especiales. Ej.: enviar
Conglobante -< en el autor o en el a alguien a viajar en un avión en el que, se sabe, existe una bomba que estallará en pleno vuelo.
partícipe primario - No hay dominabilidad cuando los medios son notoriamente inadecuados para la obtención de los fines. Ej.: el que
endosa un cheque ajeno a la orden y cruzado y lo deposita en su cuenta, siendo acreditado por error.
- Cuando no hay dominabilidad, subsiste la posibilidad de imputar una tipicidad culposa.
'-
El rol no será banal siempre que implique peligros de los que se deriven deberes de abstención o de cuidado para la evita-
ción de lesiones del género de las producidas por la causalidad a la que se aporta. De todos modos, el rol deja de ser
Aporte banal del banal cuando las circunstancias objetivas concretas y presentes alteran notoriamente la originaria banalidad del rol.
partícipe secundario Ej.: el ferretero que vende un cuchillo de mesa no hace ningún aporte objetivo de complicidad en el homicidio que se
{
\ cometa con tal elemento, salvo cuando le vende a los que participan de una enorme gresca delante de su comercio.
'
/' Hay error de tipo, que puede recaer sobre:
Los ELEMENTOS DESCRIPTIVOS. Ej.: cree que dispara sobre un oso y lo hace sobre un hombre.
Los ELEMENTOS PARTICULARES. Ej.: cree que el que participa accidentalmente de la función pública no es funcionario.
LA PREVISIÓN DE LA CAUSALIDAD, cuyos casos más problemáticos son la aberratio ictus; el error en el objeto, y el dolus genera/is.
La calidad requerida en la delicia propia. Ej.: el que ignora que es funcionario público y recibe una dádiva.
Por ausencia de ,. La calidad requerida en el sujeto pasivo. Ej.: el que ignora que la víctima es el pariente.
TIPICIDAD SUBJETIVA
La dominabilidad (falso conocimiento o la ignorancia sobre la dominabilidad).
La banalidad del aporte en la participación secundaria (no actúa con dolo de participación el que ignora el carácter no banal de su aporte.
El error de tipo, sea vencible o im·encible, elimina el dolo: si es ve11cible p11ede dar lugar a tipicidad c11lposa.
Faltan los elementos subjetivos del tipo distintos del dolo. Ej.: en el art. 81, inc. 2º, cuando falta el propósito de ocultar la deshonra.
Puede haber 11n error de tipo psíq11ica111e111e co11dicio11ado, cuando el s11jeto no tiene capacidad para conocer los elemell/os req11eridos en el tipo obje1ivo.: E].: el esq11izofrénico que cree
\. estar delanle de un árbol y está de/ame de un haozbre. l
,........,
1

{
No se violó el deber de cuidado. Ej . : se respetó el reglamento de tránsito

u Sistemática Falta de relación de causalidad. Se comprueba de la misma manera que en la tipicidad dolosa.
Falta de resultado. Ej . : no hubo lesiones, en el art. 94; no se produjo la muerte, en el arL 84 (supóngase el caso de quien arrolla un cadáver).
~

~ r Principio de confianza. No viola el deber de cuidado, la acción del que confía que el otro se comportará correctamente, mientras no tenga razón sufi-
ciente para creer lo contrario.
~
Nexo de determinación entre la antinormatividad y el resultado. Se establece mediante un doble juicio hipotético: en concre10 (no lo habrá, si imagi-
~ nada la acción correcta, el resultado igualmente se hubiese producido) y en abstracto (verifica si la norma de cuidado tiene por fin evitar la clase
de peligros que se concretan en el resultado producido). Este último juicio es correctivo del primero.

< ~
rJ'1
Por ausencia de
TIP!ClDAD OBJEll\lA
i
Insignificancia. En cuanto al resultado, vale lo dicho para el tipo doloso. Respecto de la insignificante violación del deber de cuidado, se advierte que la
tipicidad objetiva queda excluida porque no habría nexo de determinación. Esta última no debe confundirse con aquélla.
o Congloban te
Acciones peligrosas ordenadas. Se consideran productoras de peligros no prohibidos, siempre que:
~ a) Se atengan a los límites reglamentarios.
;-:¡
o b) Observen la Lex Artis.

u c) Se encuentren dentro de los límites de las causas de justificación para terceros en análogas circunstancias.
Consentimiento. Plantea distintas hipótesis:
a) Contribución a acciones peligrosas de otros.
b) Acciones salvadoras no institucionales, en que la víctima se coloca voluntariamente en peligro.
c) Lesiones que derivan de acciones determinadas por la propia víctima.
\. d) Cuando otro asume voluntaria o institucionalmente el control de la situación de riesgo.

Por ausencia de
11P!ClDAD SUBJEI1\IA
{ Es posible hablar de un tipo subjetivo culposo sólo en la culpa consciente y temeraria (hay dominabilidad y representación del riesgo). La importancia de este tipo subjetivo
radica en que posibilita distinguir la culpa temeraria consciente del dolo eventual, pero su estructura no debe confundirse con la del tipo subjetivo doloso.

r En la omisión propia:
FALTA DE SITUACIÓN TÍPICA. Ej.: no hay peligro, en el art. 108.
REALIZACIÓN DE LA CONDUCTA DEBIDA. Ej.: auxiliar en el art. 108. \

Sistemática
IMPOSIBILIDAD FÍSICA DE LA CONDUCTA DEBIDA. Ej.: no puede auxiliar al que se ahoga porque no sabe nadar, en el art. 108.
Por ausencia de FALTA DE NEXO DE EVITACIÓN. Ej.: si hubiese avisado a la autoridad igual se hubiese ahogado, en el art. 108.
~ <
TIP!ClDAD OBJETJ\IA
>
~
'- En la omisión impropia. Cuando el autor no se encuentra en posición garante.
rJ'1
~
Conglobante { E" ''"'ral todo lo dicho parn los tipos actí,os ,al, tesp~to d, est, estrnctorn típica.
~
o \.

{
En la omisión propia. Error sobre la situación típica, la posibilidad física y el nexo de evitación.
Por ausencia de
En la omisión impropia. Se suma el error acerca de la calidad que lo ubica en la posición de garante. Ej.: el que ignora que es el padre, el esposo, etc.
T!P!ClDAD SUBJET!\IA
En cuanto a la dominabilidad y a la banalidad del aporte de partícipe secundario, vale lo dicho al tratar el tipo activo doloso.

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