Vous êtes sur la page 1sur 19

Introducción

Normalmente estamos acostumbrados a relacionar la inteligencia con la capacidad de


razonar con el coeficiente intelectual que determina las habilidades para las ciencias
exactas, la comprensión y capacidad de análisis, sin embargo, en el mundo empresarial
y organizativo se está empezando a tener en cuenta y a valorar más la denominada
"inteligencia emocional", que determina cómo nos manejamos con nosotros mismos y
con los demás, por tal motivo el siguiente es un trabajo de investigación que
profundiza este tema, brindando información acerca de su origen, definición,
características así como los principales autores que han colaborado para su desarrollo.
Inteligencia Emocional

La Inteligencia es una capacidad mental muy general que implica


habilidad para razonar, planificar, resolver problemas, pensar de forma
abstracta, comprender ideas complejas, aprender con rapidez y aprender
de la experiencia.
Las emociones a todas aquellas sensaciones y sentimientos que posee el
ser humano al relacionarse con sus semejantes y con el medio en general.
El término Inteligencia Emocional se refiere a la capacidad humana de
sentir, entender, controlar y modificar estados emocionales en uno mismo
y en los demás. Inteligencia emocional no es ahogar las emociones, sino
dirigirlas y equilibrarlas.
En pocas palabras, tener inteligencia emocional es estar sintonizado con
nuestras propias emociones y el impacto que estas tienen en nosotros y
quienes nos rodean, así como el impacto que las emociones de los demás
tienen en nosotros y las reacciones (empatía) que demostramos a amigos,
familiares y/o colegas cuando estos manifiestan descontento, felicidad,
rabia, aburrimiento, tristeza, etc.
Precursores De La Inteligencia
Emocional

Francis Galton.

En el año 1870 Galton realizo un estudio


sistemático sobre las diferencias
individuales en la capacidad mental de
los individuos, planteando que no solo
las características intelectuales debían
ser estudiadas, sino que se debían
incluir todos los factores que hacen
diferentes a las personas, como por
ejemplo el factor moral.

Edward Thorndike
En 1920, el psicólogo
norteamericano Edward Thorndike,
definió la Inteligencia Social como
la habilidad de comprender y
manejar a los hombres y mujeres
cuya base principal era el sentido
de la empatía, habilidad necesaria
para vivir y sobrevivir en este
mundo individualizado.
Howard Gardner
La Teoría de las Inteligencias
Múltiples fue ideada por el psicólogo
estadounidense Gardner como
contrapeso al paradigma de una
inteligencia única.
Gardner propuso que la vida humana
requiere del desarrollo de varios
tipos de inteligencia. Así pues,
Gardner no entra en contradicción
con la definición científica de la
inteligencia, como la «capacidad de solucionar problemas o elaborar
bienes valiosos».
Howard Gardner y sus colaboradores de la prestigiosa Universidad de
Harvard advirtieron que la inteligencia académica (la obtención de
titulaciones y méritos educativos; el expediente académico) no es un
factor decisivo para conocer la inteligencia de una persona.

Peter Salovey y John D. Mayer


La primera descripción de la inteligencia emocional se desarrolló en 1990,
atribuido a Peter Salovey y John Mayer, que lo definen como la capacidad
de razonar acerca de las emociones, y las emociones para mejorar el
pensamiento, lo que incluye la capacidad para percibir con precisión las
emociones, para acceder y generar emociones con el fin de ayudar a
pensar, de entender las emociones y el conocimiento emocional y para
regular reflexivamente las emociones con el fin de promover el
crecimiento emocional e intelectual (Mayer y Salovey, 1990).
Mayer y Salovey (1997) proponen un modelo de cuatro ramas de las
técnicas aplicadas en la inteligencia emocional, que consistía en la
regulación reflexiva emociones, comprender las emociones, asimilar las
emociones en el pensamiento y la percepción y la expresión de la
emoción.
Daniel Goleman
Daniel Goleman, psicólogo y periodista
americano con una indudable vista
comercial y gran capacidad de seducción y
de sentido común, convirtió estas dos
palabras en un término de moda al publicar
su libro Inteligencia emocional en 1995
(Goleman, 2004)). La tesis primordial de
este libro se resume en que necesitamos
una nueva visión del estudio de la
inteligencia humana más allá de los
aspectos cognitivos e intelectuales que
resalte la importancia del uso y gestión del
mundo emocional y social para comprender el curso de la vida de las
personas.
Goleman (2004) afirmo que existen habilidades más importantes que la
inteligencia académica a la hora de alcanzar un mayor bienestar laboral,
personal, académico y social. Esta idea tuvo una gran resonancia en la
opinión pública y, a juicio de autores como Epstein (1998), parte de la
aceptación social y de la popularidad del término. La inteligencia
emocional está cada vez más de moda y nos habla de la expresión de
nuestros sentimientos y del autoconocimiento y el autocontrol.

La Sede De Las Pasiones


La amígdala cerebral y el hipocampo fueron dos
piezas claves del primitivo “cerebro olfativo” que, a
lo largo de un proceso evolutivo, terminó dando
origen al córtex y, posteriormente al neocórtex. La
corteza o córtex cerebral es la sustancia gris que
cubre la superficie de los hemisferios cerebrales. A la
corteza se le reconocen tres componentes
principales: el arquicórtex, el paleocórtex y el
neocórtex. Es en la corteza cerebral donde ocurren
la percepción, la imaginación, el pensamiento, el juicio y la decisión.
La amígdala tiene forma de almendra. Hay dos de amígdalas, una en cada
hemisferio. La de los seres humanos son más grandes comparadas a la de
los primates. Está especializada en las cuestiones emocionales y se
considera una estructura límbica muy ligada a los procesos del aprendizaje
y la memoria.

Amígdala cerebral resaltada en azul.

Si se separa la amígdala del cerebro no sería posible apreciar el significado


emocional de diversos acontecimientos, a lo cual se conoce como ceguera
afectiva.
Además de la pérdida de afecto y la consecuente pérdida de la memoria,
la amígdala, junto con la circunvolución cingulada, permite la secreción de
lágrimas y funciona como un depósito de la memoria. Por ello, quienes
viven sin amígdala prácticamente pierden la memoria, ya que la misma
guarda aquellos recuerdos que más impacto emocional tuvieron en
nuestra vida, como los momentos más felices o los traumas.
Es la encargada de activar la secreción de dosis masivas de noradrenalina,
una catecolamina con múltiples funciones fisiológicas y homeostáticas que
puede actuar como hormona y como neurotransmisor.
Las catecolaminas son hormonas que se vierten al torrente sanguíneo,
que incluyen la adrenalina, la noradrenalina y la dopamina, sintetizadas a
partir del aminoácido tirosina.
Joseph E. LeDoux, un neurocientífico estadounidense cuya investigación
se centra principalmente en los circuitos de supervivencia, incluidos sus
impactos en emociones como el miedo y la ansiedad, descubrió que la
primera zona cerebral por la que pasan las señales sensoriales
procedentes de los ojos o de los oídos es
el tálamo y, a partir de ahí y a través de
una sola sinapsis, la amígdala. Otra vía
procedente del tálamo lleva la señal hasta
el neocórtex, permitiendo que la
amígdala comience a responder antes de
que el neocórtex haya ponderado la
información.
Según LeDoux: «anatómicamente
hablando, el sistema emocional puede
actuar independientemente del neocórtex. Existen ciertas reacciones y
recuerdos emocionales que tienen lugar sin la menor participación
cognitiva consciente».

Inteligencias Múltiples
La Teoría De Las Inteligencias Múltiples
La teoría de las inteligencias múltiples es un modelo de concepción de la mente
propuesto en 1983 por el psicólogo estadounidense Howard Gardner, profesor de la
Universidad de Harvard, para el que la inteligencia no es un conjunto unitario que
agrupe diferentes capacidades específicas, sino que la inteligencia es como una red de
conjuntos autónomos relacionados entre sí. Gardner propuso que para el desarrollo de
la vida uno necesita o hace uso de más de un tipo de inteligencia. Así pues, Gardner no
entra en contradicción con la definición científica de la inteligencia, como la
«capacidad de solucionar problemas o elaborar bienes valiosos». Para Gardner, la
inteligencia es un potencial biosociológico de procesamiento de información que se
puede activar en uno o más marcos culturales para resolver problemas o crear
productos que tienen valor para dichos marcos. Por tanto, la teoría de las inteligencias
múltiples no duda de la existencia del factor general de la inteligencia g; lo que duda es
la explicación de ella. Gardner, su creador, es neutral en la cuestión de la naturaleza
contra la crianza con respecto a la herencia de ciertas inteligencias.

Tipos de inteligencias múltiples:


Inteligencia lógico-matemática: Es la habilidad que poseemos para resolver
problemas tanto lógicos como matemáticos. Comprende las capacidades
que necesitamos para manejar operaciones matemáticas y razonar
correctamente. Es la más semejante a la inteligencia que miden los test de
inteligencia normales.

– Inteligencia lingüística-verbal: Es la fluidez que posee una persona en el


uso de la palabra. Destreza en la utilización del lenguaje, haciendo hincapié
en el significado de las palabras, su orden sintáctico, sus sonidos.

– Inteligencia visual-espacial: Es la habilidad de crear un modelo mental de


formas, colores y texturas. Está ligada a la imaginación. Una persona con
alta inteligencia visual está capacitada para transformar lo que crea en su
mente en imágenes, tal como se expresa en el arte gráfico. Esta inteligencia
nos capacita para crear diseños, cuadros, diagramas y construir cosas.

– Inteligencia corporal-cinestésica o corporal-kinestésica: Es la habilidad


para controlar los movimientos de todo el cuerpo para realizar actividades
físicas. Se usa para efectuar actividades como deportes, que requieren
coordinación y un ritmo controlado, ballet, etc.
– Inteligencia musical: Es la habilidad que nos permite crear sonidos, ritmos
y melodías. Nos sirve para crear sonidos nuevos para expresar emociones y
sentimientos a través de la música.

– Inteligencia interpersonal: Consiste en relacionarse y comprender a otras


personas. Incluye las habilidades para mostrar expresiones faciales,
controlar la voz y expresar gestos en determinadas ocasiones. También
abarca la capacidad para percibir las emociones en otras personas.

– Inteligencia intrapersonal: Es nuestra capacidad de relacionarnos con


nosotros mismos, entender lo que hacemos y valorar nuestras propias
acciones.

– Inteligencia naturalista: Consiste en el entendimiento del entorno natural


y la observación científica de la naturaleza como la biología, geología o
astronomía.

Lo importante en la vida es saber en qué somos buenos, cuáles son nuestras


fortalezas para desarrollarlas y aprovecharlas al máximo.

Los 5 Pilares Básicos De La Inteligencia


Emocional:
La autoestima
Este pilar se basa en la aceptación y
valoración positiva de nuestras
virtudes y defectos. Es decir, la
autoestima consiste en estar
consciente de nuestras fortalezas y
faltas, y a partir de ello saber cuáles
son nuestras capacidades. Sirve para
estar más seguros y confiados de
nosotros mismos ante situaciones
que podrían representar retos en
nuestro día a día.
La autoestima es muy importante al momento de establecer una relación
interpersonal con cualquier otra persona, porque de eso depende el papel que
jugamos en dicha interacción.
Los seres humanos que poseen una baja autoestima o carecen de ella difícilmente
pueden relacionarse de manera exitosa con los demás que lo rodean, pues siempre
van a tender a sentirse insuficientes o inferiores a los otros, lo que podría generar
vínculos tóxicos en donde los demás abusen de él.
Para trabajar en nuestra autoestima podemos hacer una lista de nuestros defectos,
cómo podemos mejorarlos y nuestras virtudes. Después de concientizar en qué somos
buenos, tenemos que tratar de potenciar esas fortalezas y a partir de ellas mejorar
nuestros defectos. También es necesario saber que cada persona es única y capaz de
lograr todo lo que se proponga.
Si tenemos una buena autoestima o valoración de nosotros mismos podremos atender
nuestros defectos y asumir nuestros errores para mejorar como persona.

La automotivación
Es el pilar de la inteligencia emocional que permite encontrar energías y ánimos para
seguir adelante a pesar de las adversidades que estemos atravesando. La
automotivación tiene cuatro fuentes fundamentales, nosotros mismos; nuestros
amigos comprensivos, familiares y colegas; un mentor emocional y nuestro entorno
laboral.
En el caso de nosotros mismos se influyen las experiencias anteriores, la autoestima y
la seguridad en nosotros mismos y en el caso del “mentor emocional” consiste en una
persona viva o fallecida, real o ficticia que sea una especia de inspiración y nos
proporcione ánimo para continuar. Recuerda no necesitas a alguien que te esté
impulsando ni pongas tu felicidad en bolsillos de otra persona, simplemente sigue
adelante contigo mismo como principal motor y motivador de tu vida.
La automotivación funciona desde la confianza, el optimismo, la tenacidad y la
resistencia. Debemos tener la certeza de que somos capaces de hacer todo lo que nos
propongamos al mismo tiempo que sintamos que el resultado será positivo. Asimismo,
con tenacidad podremos mantenernos enfocados en nuestra meta y podremos resistir
todos los obstáculos que se presenten.
En cuanto a encontrar motivación en nuestro entorno laboral, debemos convertir
nuestro lugar de trabajo en el espacio más agradable posible. Un sitio en el que nos
sintamos a gusto y que nos permita trabajar en total armonía. La recomendación más
común es rodearnos de objetos motivadores y organizarlos de manera en que
beneficien nuestro flujo de ideas.
También debemos conocer las distintas etapas por las que pasamos cuando nos
encontramos desmotivados o en un mal momento emocional. Después de aceptar que
nos encontramos ante una situación que nos tiene deprimido o desesperanzado,
podremos hacer algo al respecto y motivarnos nuevamente.
El autoconocimiento
También conocido como la
“autoevaluación”, se considera el
pilar principal de la inteligencia
emocional. A partir de él es que se
desarrollan los demás. De hecho,
el autoconocimiento o
autoevaluación es la aptitud más
importante entre las habilidades
gerenciales.
Para poder gozar de esta habilidad
es necesario que podamos identificar nuestras emociones y cuáles situaciones pueden
provocarlas, examinar nuestros juicios y cómo valoramos las cosas, sintonizar con
nuestros sentidos, conectar con nuestros sentimientos, precisar cuáles son nuestras
intenciones y prestarle atención a nuestros actos.
Para un estudio más a fondo del autoconocimiento, se puede llevar un cuaderno que
haga de “diario de sentimientos”, en donde se escriban las emociones que vamos
experimentando, en pocas palabras escriba todo lo que siente incluyendo las
emociones, lo que las genera y cuáles se repiten con más frecuencia. Esa información
nos va a permitir saber hacia qué sensaciones nos inclinamos más y las situaciones que
las producen. Todo esto nos llevará a saber de qué manera podemos abordarlas y
modificarlas, de ser negativas.
Para auto conocernos también es necesario saber cuáles son nuestras actitudes,
fortalezas y debilidades y a partir de ello fortalecer o mejorar lo que necesitemos.
Debemos estar conscientes de las decisiones que tomamos y los resultados que éstas
nos han generado para tenerlos en cuenta para posibles situaciones parecidas en el
futuro.

Las habilidades sociales


El conjunto de destrezas que permiten relacionarnos de manera exitosa con otras
personas es lo que llamamos habilidades sociales. Las más populares son la capacidad
para liderar a otras personas, para motivar a un grupo, para escuchar y entender a los
demás, para persuadir a los demás a que logren las tareas asignadas, para conciliar,
negociar o mediar en procesos de conflictos y para agradar, cautivar o seducir a otras
personas.
Las habilidades sociales se utilizan tanto en la vida profesional como en nuestro día a
día. Son necesarias para poder relacionarnos con los demás y poder enfocar nuestras
relaciones interpersonales hacia nuestros objetivos, sueños, deseos y metas.
Estas capacidades pueden ser aprendidas a lo largo de nuestra vida y ese es uno de los
propósitos y pilares de la inteligencia emocional. Nuestras actitudes, comportamientos
y herramientas de interacción se pueden re-educar y enfocarlos hacia tener mejores
relaciones sociales.

Pensamientos positivos
Por último, los pensamientos positivos son otro
de los pilares esenciales de la inteligencia
emocional y la vida social saludable. A partir de
ellos podemos enfrentar situaciones fuertes de
adversidad u obstáculos que se nos presenten en
el camino.
Pensamiento-positivo-quinto-pilar El poder de la
mente y su capacidad de atracción es una de las
cosas que más tenemos que tener en cuenta al
momento de comenzar a cosechar pensamientos
alrededor de alguna situación. Por ello se
recomienda siempre intentar ver el vaso medio
lleno, en lugar de medio vacío y algunos simplemente ven el vaso por la mitad,
también es válido. Pero también es un ejercicio de siempre verle el lado bueno a las
situaciones por más oscuras que parezcan.
No obstante, la inteligencia emocional es posible si se combinan sus cinco pilares
fundamentales y se canalizan de manera que ésta pueda lograrse. Es decir, sólo tener
pensamientos positivos no ayudará ante una situación negativa, también debe existir
un trabajo de autoconocimiento, autoestima, automotivación y habilidades sociales.
De manera que, si buscamos mantener una estabilidad emocional que nos haga tener
una buena relación tanto con nosotros mismos como con los demás, es menester que
trabajemos en estos cinco elementos que lo hagan posible. Parece una tarea bastante
compleja, pero en cuanto comenzamos a ser verdaderamente conscientes de nuestros
procesos, el trayecto resulta cada vez más fácil de transitar que te lo digo yo, por
experiencia propia.
Beneficios De La Inteligencia Emocional

1. Mejora el autoconocimiento y la toma de decisiones


El autoconocimiento tiene un efecto positivo sobre la autoestima y sobre la
confianza en uno mismo en distintas situaciones cotidianas. También permite
que las personas evalúen su sistema de valores y sus creencias, ayuda a
detectar los puntos fuertes y débiles para poder mejorar y es necesario para
tomar mejores decisiones en la vida.
Un aspecto que forma parte de la inteligencia emocional es el
autoconocimiento. Por tanto, mejorar la inteligencia emocional es mejorar
en autoconocimiento.

2. Mejora el rendimiento laboral


La inteligencia emocional aplicada al trabajo es sumamente útil en distintos
aspectos. Por ejemplo, mejora la productividad de los empleados, mejora la
salud laboral, mejora el servicio de atención al cliente, etc.
 Si quieres saber más sobre los beneficios de la inteligencia emocional
en el trabajo, puedes leer nuestro artículo: “Los beneficios de la
inteligencia emocional en el trabajo”
3. Protege y evita el estrés
La correcta gestión emocional es tan importante para proteger el estrés
como para no provocarlo. Imagina una situación laboral en la que la falta de
empatía y la mala regulación de las propias emociones provoca discusiones
continuas con tu jefe o un compañero de trabajo. A la larga estas discusiones
pueden generar un mal ambiente de trabajo, y, como consecuencia, un
entorno estresante.
Ahora imagina que tú eres el jefe, y que la mala gestión emocional te
convierte en una persona poco tolerante. Está claro que tus subordinados
van a sufrir por tu descontrol emocional, lo que puede convertirse en un
estresor para los trabajadores que diriges. Por eso es importante gozar de un
entorno con inteligencia emocional, para protegernos del desgaste del día a
día laboral.

4. Mejora las relaciones interpersonales


Volviendo al punto anterior, el ejemplo muestra que la inteligencia
emocional es determinante para mantener unas relaciones interpersonales
sanas. Conocer y entender tus propias emociones y la de las demás te ayuda
a llevar mejor los conflictos, algo que puede ser inevitable cuando
convivimos con otras personas.
Además, recuerda que las relaciones de pareja suelen ser una negociación
constante, y mantener el equilibrio emocional en esas situaciones que
fácilmente pueden irse de las manos suele evitar mucho dolor y malos
entendidos.

5. Favorece el desarrollo personal


La inteligencia emocional y el desarrollo personal van de la mano. De hecho,
los coachs, es decir los expertos en desarrollo personal, aportan
herramientas de inteligencia emocional a los coachees, pues el desarrollo
personal de un individuo no puede entenderse sin el correcto
autoconocimiento y la gestión de las propias emociones.

6. Otorga capacidad de influencia y liderazgo


La inteligencia emocional es una competencia imprescindible de los líderes.
El propio autocontrol emocional del líder o el saber entender a los demás son
una buena demostración de las habilidades de liderazgo.
De hecho muchos líderes carismáticos, los que poseen una inteligencia
emocional elevada, como por ejemplo el líder transformacional, han
demostrado ser los líderes más eficientes en muchas investigaciones, pues
motivan y aumentan la productividad y la eficiencia del grupo.

7. Favorece el bienestar psicológico


En los últimos años está creciendo el interés por la inteligencia emocional
gracias a los beneficios que aporta para el bienestar psicológico. Muchas
patologías de la actualidad tienen que ver con la correcta gestión emocional,
y por eso, se aplica como método terapéutico.
Ahora bien, no solamente se emplea con las personas adultas, sino que en
muchos colegios se educa con inteligencia emocional, pues los centros
educativos cada vez son más conscientes de la importancia que la IE tiene
para la salud emocional de los alumnos.

8. Reduce la ansiedad y ayuda a superar la depresión


Muchas personas padecen ansiedad por culpa de una evaluación negativa de
la realidad o por un control incorrecto de las emociones, y la inteligencia
emocional puede ayudar a prevenir los síntomas ansiosos.
Diversas investigaciones han demostrado que puntuaciones altas del
cuestionario Trait Meta-Mood Scale (TMMS), desarrollado por Salovey en
1995, que incluye tres dimensiones, (1) atención a los sentimientos, (2)
claridad emocional y (3) la reparación emocional, se asocian a niveles más
altos de satisfacción vital y menores niveles de ansiedad.

9. Aumenta la motivación y ayuda a alcanzar las metas


Varios estudios han demostrado que la inteligencia emocional es sumamente
importante a la hora de conseguir nuestros objetivos, y, de hecho, los coachs
lo utilizan para motivar a sus clientes.
La inteligencia emocional nos protege en situaciones difíciles, porque el
autoconocimiento nos puede mantener a flote incluso cuando queremos
abandonar o tirar la toalla. Por ejemplo, si detectamos y sabemos que los
sentimientos de frustración son parte de la vida, es posible que sigamos
adelante, aunque no todo haya salido como deseábamos.

10. Ayuda a dormir mejor


La mejora del bienestar y el equilibrio emocional es positiva para poder
conciliar el sueño. Es habitual que la mala gestión de las emociones nos
provoque ansiedad y nos genere problemas para el día a día. Todo esto es
negativo para nuestra salud psíquica y física, e influye en nuestro sueño.
Gestionando nuestras emociones de la manera adecuada, aceptando
nuestras emociones negativas, entendiendo las emociones de los demás y
regulando nuestro comportamiento, es clave para tener un sueño plácido y
una vida sin grandes altibajos.
Conclusión

Se llega a la conclusión que hoy en día, mucha gente ha comenzado a darse cuenta de
la importancia de la inteligencia emocional a partir de la educación de la infancia de
una persona hasta que entra en el entorno de trabajo, o hasta que uno envejece, esta
capacidad parece ser un elemento obligatorio el cual si no se posee puede ser
aprendido, con el fin de obtener una mejor calidad de vida. Sin embargo, la idea de
tomar en serio esta habilidad para mejorar aspectos importantes de la vida parece
estar todavía en un nivel moderado. Debe de existir más información con el fin de
demostrar la seriedad de este tipo de habilidad porque afecta la vida de cada uno de
nosotros, nos ayuda a desarrollar un mejor desempeño y eficiencia en nuestras
actividades y relaciones con los demás
. La importancia de la Inteligencia emocional tiene que ver con saber controlar las
emociones para nuestro propio bienestar. Conseguir dicha Inteligencia emocional es lo
que nos va a permitir realmente vivir una vida con mayor confianza y seguridad. Tener
inteligencia emocional es tener el correcto balance para sopesar adecuadamente
éxitos y fracasos y poder ubicarse en el punto de equilibrio, punto justo donde siempre
debe estar una persona serena, sensata y feliz.
Bibliografía

https://comunicacionorganizacional2013.files.wordpress.com/2013/04/grupo-1-inteligencia-
emocional.pdf

https://www.elmundodelsuperdotado.com/inteligencias-multiples/

https://psicologiaymente.com/inteligencia/inteligencia-emocional

https://psicologiaymente.com/inteligencia/inteligencia-emocional

https://psicologiaymente.com/psicologia/beneficios-inteligencia-emocional

Vous aimerez peut-être aussi