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La larga espera para despenalizar el aborto por violación

Isabela Ponce y Sol Borja - La larga espera para despenalizar el aborto por
violación

GK

En el Ecuador si una mujer queda embarazada en una violación y decide


terminar ese embarazo, va presa. Esta semana arrancó el segundo debate de las
reformas al Código Penal que incluye la despenalización del aborto en casos de
violación. Esta discusión, sin embargo, empezó muchos años antes en la
Asamblea y en la sociedad.

El martes 6 de agosto de 2019, a las tres y cuarenta de la tarde, se retomó el


segundo debate sobre las reformas al Código Orgánico Integral Penal (COIP)
en la Asamblea Nacional. Entre ellas, quizá la más polémica, la
despenalización del aborto por violación. En el Ecuador si una mujer queda
embarazada en una violación y decide terminar ese embarazo, va presa.

Cuando arrancó la sesión, la asambleísta Ximena Peña, hablando en nombre


de la comisión que propuso las reformas, pidió que el debate se divida en dos
grandes partes. Las reformas, dijo, abordan temas distintos con “aristas
importantes” —lucha contra la corrupción, comercialización de medicamentos
caducados, delitos sexuales en contra de niños. Una sola jornada no iba a ser
suficiente. Su pedido fue aprobado por mayoría.

Durante tres horas, se habló sobre las reformas hasta el artículo 202. En el 150
se penaliza el aborto, por lo que su reforma es la que se propone. La discusión
sobre ese artículo acaparó gran parte de las 15 intervenciones de los
asambleístas.

Hacía menos de una semana, el 1 de agosto, debía empezar este segundo


debate, pero se suspendió por falta de quórum. Se necesitaban al menos 70
asambleístas. Había solo 59. El número mínimo de asistentes se habría podido
completar si los asambleístas correístas que estaban en el pleno se hubieran
registrado, pero decidieron no hacerlo. “Que el presidente Litardo gobierne
con su mayoría y que esa mayoría gobiernista les dé sus votos”, dijo a los
medios la legisladora correísta Soledad Buendía, a la salida del hemiciclo.

El primer debate de la reforma tuvo tres sesiones: el 3 y el 15 de enero, y el 5


de febrero de 2019. En el Ecuador, no hay una norma que establezca plazos
entre el primero y el segundo debate de una ley. La decisión del bloque
correísta alargó una espera de más de seis meses.

§
Pasadas las tres horas de debate del 6 de agosto de 2019, el presidente de la
Asamblea, César Litardo, suspendió la sesión y dijo que la retomarían el
martes 13 del mismo mes. De acuerdo a la moción de la asambleísta Peña, en
la segunda parte del debate deben abordarse las reformas que van desde el
artículo 217 hasta la disposición final del COIP.

Pero en la última sesión, en la que intervinieron 15 asambleístas, al menos


otros 13 que pidieron no pudieron hablar ese día. No está claro si, en la
continuación del segundo debate, se les dará el tiempo a todos para discutir un
tema (el aborto por violación) que en teoría debió tratarse el primer día.

Los asambleístas que intervinieron fueron 15: Ximena Peña (Alianza País)
Marcela Aguiñaga (Revolución Ciudadana), Henry Cucalón (PSC), Kharla
Chávez (Alianza País), Dallyana Passailaigue (PSC), Rosa Orellana (Alianza
País), Franklin Samaniego (Revolución Ciudadana), Héctor Yépez (CREO),
Sebastián Palacios (SUMA), Wilma Andrade (ID), Viviana Bonilla
(independiente), María Mercedes Cuesta (independiente), Silvia Salgado
(Partido Socialista), César Rohon (PSC), y Mónica Alemán (Revolución
Ciudadana).

Tres (Rohon, Bonilla y Yépez) hablaron en contra de la despenalización.


Nueve (Peña, Aguiñaga, Passailaigue, Palacios, Andrade, Cuesta, Salgado,
Alemán y Samaniego) a favor. Tres (Cucalón, Chávez, Orellana) no
mencionaron el tema. Se enfocaron en otras reformas, como la rebaja de las
penas por robos.

Los doce legisladores que decidieron tocar el tema que ellos mismos
calificaron como delicado, polémico y sensible, lo hicieron desde las
convicciones personales y las cifras. En su intervención, la asambleísta de la
Izquierda Democrática, Wilma Andrade, compartió datos actualizados de la
Fiscalía. “Estoy convencida que cuando ustedes puedan conocer la veracidad
de las cifras puedan tomar una decisión que no venga del dogma”, dijo
Andrade. “Yo tengo el mío pero Ecuador es un estado laico y sobre esa base
tenemos que legislar”. Luego leyó los datos: en los cinco años de vigencia del
COIP son 26.132 las niñas, adolescentes y mujeres que fueron violadas en el
país.

Otra asambleísta que mencionó una cifra fue Viviana Bonilla. Dijo que
actualmente había solo una mujer en la cárcel por abortar. “¿ Cuántas
mujeres necesitan estar presas para que despenalicemos?”, preguntó María
Mercedes Cuesta durante su intervención, en respuesta.

El discurso de Cuesta fue, quizás, uno de los más intensos. Recordó su


intervención en el primer debate, hace seis meses, cuando confesó que ella
había sido víctima de violación. Dijo también que entre 2008 y 2018, 2052
niñas habían parido en hospitales del sistema público. “Señoras les dicen
cuando dan a luz. Señora, ya pueden amamantar a su hijo. ¡Carajo! no son
señoras, son niñas y tienen 14 y 12 años” cuestionó con pasión Cuesta. “No
son señoras. Son criaturas que han tenido que dejar el colegio, que están
condenadas a la miseria porque tienen que ser madres”, dijo la asambleísta
independiente.

Si el martes próximo que se retome el debate, se logra concluir todas las


intervenciones, los 137 asambleístas deberán votar las reformas. Según el
procedimiento establecido, las propuestas para las reformas al COIP llegan
primero al Consejo de la Administración Legislativa (CAL). Allí se verifica
que cumplan con requisitos legales y constitucionales. Luego se trasladan a la
comisión competente para tratarlas. En este caso, la Comisión de Justicia, que
fue presidida por Marcela Aguiñaga de Revolución Ciudadana, y que desde
mayo de 2019 está encabezada por Ximena Peña, de Alianza País.

Allí se aprobó un primer informe que fue leído en el pleno en la sesión 656, el
3 de enero de 2019. Como es usual, la sesión fue suspendida cuando la
entonces presidenta Elizabeth Cabezas lo consideró pertinente. Se retomó en
dos otras ocasiones: el 15 de enero y el 5 de febrero, cuando se dio por
concluida el primer debate. Las observaciones, comentarios o correcciones
que se hicieron durante el debate en el pleno son considerados por la
Comisión de Justicia que prepararó un segundo informe. La convocatoria para
el segundo debate es potestad del Presidente, que ya no es Cabezas, sino César
Litardo.

La segunda parte del debate, que según Litardo se retomará el martes 13 de


agosto de 2019, podría durar varios días —tal como ocurrió en el primero.
Dependerá del criterio con que Litardo dé paso a las intervenciones de los
asambleístas que han pedido hablar. La forma de votación será, muy
posiblemente, propuesta por la asambleísta ponente, Ximena Peña y podrá ser,
según se determina en la Ley Orgánica de la Función Legislativa “por títulos,
capítulos, secciones o artículos”. Es decir, los legisladores pueden votar por
todo el paquete de reformas, o por los artículos específicos.

Una vez que se termine el segundo debate, la única persona que podría hacer
cambios o incorporaciones es Peña, por ser la ponente del proyecto. Pero no
es usual que eso ocurra: normalmente existe ya un acuerdo político entre
bancadas para votar el proyecto discutido en el pleno. Después del segundo
debate, se debe votar.

Durante el primer debate de las reformas del COIP, 44 asambleístas


expusieron sus argumentos para justificar su apoyo o rechazo a las reformas.
De ellos, 17 dijeron estar a favor de la despenalización del aborto en casos de
violación. Entre ellos, Sebastián Palacios de SUMA, Gloria Astudillo de
CREO, Liliana Durán de Alianza País, María Mercedes Cuesta de Fuerza
Ecuador en ese entonces y hoy independiente; y Jeannine Cruz de CREO. Las
intervenciones que defendieron la postura contraria, fueron 13. Entre ellos,
Viviana Bonilla de Alianza País, César Rohon del PSC, Noralma Zambrano
de Alianza País y Pedro Curichumbi de CREO.

En esa ocasión también se recibieron en comisiones generales a ciudadanos a


favor y en contra de la despenalización. Entre los que no apoyan la
despenalización estuvieron Pablo Crespo de la Red Vida y Familia como
“testimonio de vida”. Martha Villafuerte de la Red Vida y Familia, quien para
expresar su postura en contra dijo que el gobierno promueve educación
con ideología abortista . El médico Mario Monteverde que dijo que “que
cuando se juntan el óvulo y el espermatozoide estamos frente a un ser
humano ”.

Entre los ciudadanos que hablaron a favor de la despenalización estuvieron


Bernarda Ordóñez de la organización Mujeres con Voz quien dijo que el
aborto no es un tema controversial sino una dolorosa realidad que se escapa
del Derecho. “En los últimos tres años se han registrado más de 14 mil
violaciones y en la última década más de 20 mil niñas menores de 14 años
parieron, a estas niñas se les robó su niñez”, dijo. Sybel Martínez del Grupo
Rescate Escolar recordó que Ecuador ostenta el índice más alto de embarazo
adolescente en América Latina. “La violación es una muerte anticipada y se
profundiza cuando existe un embarazo no deseado en niñas y adolescentes”,
dijo. El médico César Paz y Miño contó que, en su experiencia como
médico ha evaluado a niñas de entre 9 a 17 años “con embarazos con
problemas malformativos severos catalogados como monstruosidades,
producto de violación”. Dijo además que era difícil concebir que el embrión
fuese una persona. “Para ello es necesario que el nacido pueda existir fuera del
útero de la mujer embarazada”, dijo Paz y Miño. “Esto no puede ocurrir antes
del séptimo mes de embarazo”, dijo.

La discusión social para despenalizar el aborto por violación se reactivó a


mediados de 2018, cuando se anunció el debate de las reformas al COIP.
Había estado en pausa al menos cinco años. En el 2013 hubo un intento de que
se incluya al aborto en casos de violación en el nuevo Código Penal. Cinco
asambleístas de Alianza País — entonces el partido de mayoría— hablaron
categóricamente sobre las razones por las que debía incluirse el tema en el
debate.

Pero ese grupo fue silenciado cuando el presidente Rafael Correa les dijo
que eran desleales , y amenazó con renunciar si, desde la Asamblea, se insistía
con el tema. Luego de la amenaza, fueron sancionadas disciplinariamente por
el Comité de Ética de Alianza País, lo que implicó una suspensión a su rol en
la Asamblea por treinta días.

Los intentos por incluir el tema en el nuevo Código fracasaron. Pero en estos
seis años, la sociedad civil ha intentado posicionar el tema de nuevo en el
debate público y legislativo. La fundación Desafío —que promueve los
derechos sexuales y reproductivos— lanzó la campaña #DéjameDecidir para
mostrar los diferentes argumentos por los que se debería despenalizar el
aborto por violación.

Mostró, por ejemplo, que entre 2004 y 2014 en el país abortaron 431614
mujeres. De ellas, el 85% podría haber abortado en la clandestinidad o
mediante autoinducción. Además, mostraron que las mujeres que más abortan
tienen entre 16 y 25 años y que más de 45 de cada 100 mil mujeres mueren
cada año por un aborto en el Ecuador. Fundación Desafío y otros colectivos
también recordaron las diferentes recomendaciones que el Ecuador ha
recibido de organismos como el Comité de Derechos Humanos, o el Comité
para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, en los que ha
pedido al Estado que garantice que las niñas y las mujeres víctimas de
violencia sexual tengan acceso a abortos seguros.

El 28 de septiembre se organizó la primera marcha en el Ecuador para


conmemorar el Día de acción global por un aborto legal y seguro. Ese mismo
año, se creó Aborto Libre , una plataforma de colectivos y ciudadanas que
buscan despenalizar el aborto en todas las causales. Algunos de los
asambleístas, como Héctor Yépez, han dicho que en realidad la
despenalización del aborto por violación es la puerta para la despenalización
en el resto de causales. “No lo puedo apoyar”, dijo en el segundo debate,
“Forma parte de una agenda para promover la legalización del aborto libre en
el país”, dijo. El aborto en el Ecuador es legal solamente bajo dos causales:
cuando una mujer con discapacidad mental ha sido violada y quedó
embarazada, y cuando la vida o la salud de la mujer embarazada corre un
peligro que no puede ser resuelto por otros medios.

La culminación del segundo debate de estas reformas será histórico: las


irreconciliables posturas de quienes insisten que la viabilidad del producto de
una violación son materia de total protección jurídica y de aquellos que creen
que una mujer embarazada por violación que aborta no debe ir a la cárcel se
resolverán mediante la simple aritmética legislativa. Pero, al día siguiente, el
Ecuador será el mismo país y, al mismo tiempo, radicalmente distinto.

Fuente: http://gk.city/2019/08/08/reforma-aborto-violacion-coip/

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