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KAREN VÁSQUEZ VILLAMIZAR

2GH
DERECHO LABORAL

LA REMUNERACION DEL CONTRARO DE APRENDIZAJE.


De acuerdo con la Ley 789 de 2002 y el Decreto 1072 de 2015, el contrato de aprendizaje
una forma especial dentro del derecho laboral, sin subordinación, mediante la cual un
estudiante recibe formación teórica en una entidad autorizada y, con el auspicio de una
empresa patrocinadora, en la etapa práctica adquiere formación profesional. Según la
legislación colombiana, la empresa patrocinadora deberá dar al aprendiz un apoyo de
sostenimiento mensual que no constituye salario. Durante la etapa lectiva, este no debe ser
inferior al 50% de un salario mínimo legal mensual vigente (SMLMV). Durante la fase
práctica, deberá ser como mínimo el 75% de un SMLMV. Cuando la tasa de desempleo
nacional sea menor del 10%, en la etapa práctica será equivalente al 100% de un SMLMV.

Referente a esto último, es bien sabido que el desempleo del país está próximo a llegar al
10% de la población, por esto se debe considerar que aun que no ha llegado a ese porcentaje.
La situación económica del país esta en su peor momento, ni siquiera el SMLMV alcanza a
subsanar la canasta familiar y las necesidades de la población de los estratos bajos, siendo
estos últimos en su mayoría los que acceden a este tipo de programas que ofrece el estado,
para alentar sus situaciones. Los mas propicio para manejar esta problemática, seria
establecer que la remuneración mínima fuese de un SMLMV.

Otra obligación importante es que durante la fase lectiva y práctica se debe afiliar al aprendiz
al Sistema de Seguridad Social en Salud sobre la base de un SMLMV. En la etapa práctica,
tendrá que afiliarlo al Sistema de Riesgos Laborales, por medio de una ARL sobre la base de
un SMLMV. No tendrá la obligación de afiliarlo a pensiones.

Además, las actividades que realice el practicante deben estar alineadas con su formación
educativa. Este es uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los practicantes en
las empresas, puesto que los empleadores les ordenan realizar otras tareas diferentes a las que
tienen que ver con su formación académica y sus prácticas. También, les dan un trato menor
al de los empleados de planta, y en algunas ocasiones los ponen a trabajar en condiciones
bajas como, por ejemplo, no les asignan un escritorio o una silla para desarrollar sus
actividades, les retrasan su salario, no los dotan de uniformes, etc. Ante esto el alumno del
SENA o un universitario, puede informar al director del programa o la facultad al que
pertenece. En caso de que la situación sea de mayor gravedad, el estudiante puede acudir a
un inspector del Ministerio del Trabajo con el fin de que la empresa responsable no siga
cometiendo estos abusos y sea multada.

En conclusión, el contrato de aprendizaje es un instrumento que le da la legislación a los


estudiantes del SENA o de las universidades para que adquieran experiencia a partir de lo
aprendido en el aula de clase. Este trabajo les permite una remuneración que
considerablemente debería ser mayor, aunque también tiene sus consecuencias negativa
como encargarles labores que no les competen y que se salen de su limitaciones.

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