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PENÍNSULA: Tierra cercada por el agua, y que solo por una parte relativamente estrecha está
unida y tiene comunicación con otra tierra de extensión mayor.
ISTMO: Lengua de tierra que une dos continentes o una península con un continente.
Físicas:
Las propiedades físicas del agua del mar se pueden dividir en: térmicas, mecánicas, eléctricas,
acústicas, ópticas y radiactivas.
Propiedades térmicas:
El agua de mar depende del calor que absorbe de las radiaciones energéticas
que recibe del Sol, así como de la cantidad de calor que posteriormente el mar
regresa a la atmósfera. La absorción de energía varía según las diferentes
latitudes donde se encuentran los cuerpos en el planeta: es mayor la absorción de
calor en bajas latitudes y mayor la pérdida en las altas.
Propiedades mecánicas:
La densidad del agua del mar consiste en su peso derivado de la cantidad de
masa de sales por unidad de volumen de agua, por lo que es directamente
proporcional a su salinidad.
Propiedades ópticas:
El agua del mar presenta cierta transparencia, es decir, la posibilidad de dejar
pasar la luz, transparencia que cambia conforme aumenta la profundidad, debido
a que esta luz sufre fenómenos de reflexión y refracción.
Propiedades radioactivas:
Esta propiedad presenta mayor existencia en la masa líquida encontrada en los
sedimentos marinos, sobre todo en los de las cuencas oceánicas. Se cree que
estas cuencas pueden ser grandes yacimientos de materiales radiactivos, ya que
uno de los elementos más abundantes en sus sedimentos es el torio.
Químicas:
Las principales propiedades químicas del agua de mar son la salinidad, la clorinidad y el pH.
Salinidad:
Esta propiedad resulta de la combinación de las diferentes sales que se
encuentran disueltas en el agua oceánica, siendo las principales los cloruros,
carbonatos y sulfatos. Se puede decir que básicamente el mar es una solución
acuosa de sales. El cloruro de sodio, conocido como sal común, destaca por su
cantidad, ya que constituye por sí sola el 80 por ciento de las sales. El restante 20
por ciento corresponde a los otros componentes.
Clorinidad:
La clorinidad se define como: "La cantidad total de gramos de cloro contenida en
un kilogramo de agua del mar, admitiendo que el yodo y el bromo han sido
sustituidos por el cloro."
La salinidad interviene directamente sobre las características fisicoquímicas del
agua del mar relacionándose con la temperatura, la densidad y el pH; caracteriza
las masas de agua oceánicas e influye en la distribución de los seres vivos, ya
que sus estructuras y funcionamiento están íntimamente ligados a las variaciones
de la salinidad.
pH:
El agua oceánica es ligeramente alcalina, y el valor de su pH está entre 7.5 y 8.4
y varía en función de la temperatura; si ésta aumenta, el pH disminuye y tiende a
la acidez; también puede variar en función de la salinidad, de la presión o
profundidad y de la actividad vital de los organismos marinos.
ARCHIPIÉLAGO: Conjunto de islas próximas entre sí, y generalmente con un origen geológico
común.
COSTA: Tierra que bordea la orilla del mar y, en algunos casos, la de grandes ríos o lagos.
PLAYA: Extensión casi plana de arena o piedras en la orilla del mar, de un río o de un lago.
ACANTILADO: Gran pendiente o inclinación casi vertical en un terreno rocoso producida por
fenómenos geológicos como la erosión o la aparición de fallas; en especial la que se forma en
la costa, sobre el plano de las aguas.
CORDÓN LITORAL: Tipo de flecha litoral. Son barras de arena que prolongan una costa
rectilínea y arenosa hacia el interior de una bahía. Se forman por el transporte de la arena de la
costa hacia el interior de la bahía. Si la flecha llega a cerrar el frente de la bahía, se denomina
cordón litoral.
FLECHA LITORAL: Se llama así a la acumulación de arena delante de la costa, a veces estos
depósitos se apoyan en cabos o promontorios. Las flechas pueden aislar lagunas en un antiguo
golfo formando cordones litorales.
CABO: Es un accidente geográfico constituido por una porción de tierra o península pequeña
que se extiende desde la costa hacia el interior del mar, especialmente si su influencia sobre
las corrientes marítimas es lo demasiado importante como para provocar dificultades en la
navegación.