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FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y AGRONOMÍA

ESCUELA DE MEDICINA VETERINARIA

REPTILES DE CHILE

Asignatura: Zoología

Autora:
Tatiana Godoy Gonzalez

2019
Índice

Capítulo 1 Introducción..........................................................................1

Capítulo 2 Taxones en Chile……………………………………….………1

Capítulo 3 Distribución en Chile...........................................................2

Capítulo 4 Adaptaciones de Reptiles en Chile....................................2

Capítulo 5 Especies representativas....................................................4

Capítulo 6 Bibliografìa............................................................................7
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1 Introducción

En Chile, los reptiles son uno de los grupos de vertebrados con mayor riqueza de
especies y se distribuyen en casi todos los ecosistemas. Aunque una lista de reptiles es
dificultosa pues las relaciones sistemáticas no son claras en este grupo y la taxonomía
es inestable.

Actualmente para Chile se han señalado 135 especies de reptiles distribuidos en dos
órdenes, 12 familias y 20 géneros. El 71.11 % de las especies pertenecen al género
Liolaemus, por lo que se destaca como el género con mayor riqueza de especies.

2 Taxones en Chile

Los dos órdenes presentes son: testudines (tortugas) y squamata (escamosos).


De los testudines, los principales representantes son las tortugas acuáticas ‘tortuga
laúd’, ‘tortuga verde’, ‘tortuga cabezona’, ‘tortuga carey’, ‘tortuga olivácea’ y la ‘tortuga
de orejas rojas’ (exótica).
Del orden squamata se encuentran las ‘culebras de cola larga’ y ‘culebra cola corta’,
una ‘serpiente de mar’, ‘iguana chilena’; ‘gruñidores’, ‘lagartijas de cuello liso’,
‘matuastos’, ‘corredores’ y ‘gekos’.

CLASE ORDEN FAMILIA GENEROS (Número de


especies)
REPTILIA

Dermochelyidae Dermochelys
(1)
TESTUDINES Cheloniidae Chelonia (1) Eretmochelys
Caretta (1) (1)
Lepidochelys
(1)
Emydidae Trachemys (1)
Dipsadidae Philodryas (3) Tachymenis
(culebras) Pseudalsophis chilensis (3)
(1)
Elapidae Hydrophis (1)
Teiidae (Iguanas) Callopistes (1)
Scincidae Cryptoblepharus (1)
Leiosauridae Diplolaemus
(lagartos (3)
SQUAMATA cabezones y Pristidactylus
gruñidores) (4)
Liolaemidae Liolaemus Phymaturus
(lagartijas de (96) (matuastos) (7)
cuello liso y
matuastos)
2

Tropiduridae Microlophus
(corredores) (5)

Phyllodactylidae Garthia (2) Tarentola (1)


(gekos) Phyllodactylus (africano)
(1)
Gekkonidae Lepidodactylus lugubris (1) (Isla
de Pascua)
3 Distribución en Chile

La distribución en regiones ecológicas se concentra mayoritariamente en las regiones


desértica (alrededor de 30 especies), mediterránea (alrededor de 20 especies),
mediterránea árida (alrededor de 20 especies) y andina (alrededor de 15 especies),
disminuyendo gradualmente en la zona tropical (alrededor de 10 especies),
mediterránea húmeda (alrededor de 10 especies) y oceánica (7 especies).

El género más ampliamente distribuido corresponde a Liolaemus que abarca todo Chile,
desde los 18ºS hasta los 54ºS, mientras que los géneros restantes, presentan una
distribución intermedia que abarca entre 26º y 10º de latitud, a excepción de
Microlophus, Phymaturus y Phyllodactylus que sólo abarcan 7º de latitud.

La distribución anterior, determina que la mayor parte de las especies se encuentra


entre la I y VII regiones, coincidente con los mayores valores de endemismo. En el
extremo sur del país (especialmente desde la X región al sur) se registran muy pocas
especies y escasas especies endémicas, ya que la mayoría se comparten con
Argentina.
En cuanto a distribución altitudinal, la mayor parte se encentra entre 0 y 1.000, msnm,
disminuyendo gradualmente con la altitud, encontrándose un escaso número d
especies sobre los 3.000 msnm.

4 Adaptaciones de reptiles en Chile

Estrategias de alimentación

Dentro de los procesos implicados en la obtención de un ítem alimentario se encuentran


el reconocer, seleccionar y capturar dicho ítem, mientras que su utilización implica
procesos como ingestión, digestión y excreción.

En Chile estarían diferencialmente afectados en sus ambientes, lo que determina


diferencias en sus tácticas de forrajeo, y, por lo tanto, en los ítems de las presas que
consumen.

a) Depredadores activos o “active foragers”, que buscan activamente sus presas (e.g.,
Callopistes maculatus, Microlophus quadrivittatus)
3

b) Depredadores pasivos, de acecho, sedentarios o “sit-andwait”, como lo serían la


mayoría de las especies de Liolaemus.

Tipos de dietas: carnivoría, insectivoría, omnivoría y herbivoría. Estas varían de acuerdo


a factores poblacionales y estacionales.

Por otra parte, la morfología del tracto digestivo señala que el intestino delgado de
herbívoros es significativamente más largo que los de especies omnívoras e
insectívoras, lo que estaría relacionado a una mayor digestión de una dieta rica en
fibras. De hecho, la longitud del intestino delgado está correlacionada con el porcentaje
de material vegetal en los estómagos de omnívoros y herbívoros.

Termorregulación

Son ectodermos, es decir, dependientes de una fuente externa (e.g., radiación solar).
La dependencia de los ectotermos por una fuente térmica externa, ha llevado a plantear
que la temperatura ambiental es un recurso ecológico por el cual estos organismos
competirían.

La temperatura corporal es la variable fisiológica más importante para ectotermos, pues


afecta directamente su adecuación biológica a través del efecto en el desempeño de
distintas variables conductuales y fisiológicas. La mayoría de estos desempeños son
optimizados en un rango estrecho de temperaturas, por lo que la adecuación biológica
de ectotermos está directamente relacionada al tiempo que ellos son capaces de estar
activos a temperaturas corporales óptimas. De hecho, presentan una amplia diversidad
de mecanismos termorregulatorios que les permiten mantener temperaturas corporales
dentro de un rango apropiado, en un ambiente de temperaturas heterogéneas. El
mecanismo más usado es la termorregulación conductual (patrones de actividad, uso
de sustrato y cambios posturales), seguido de la termorregulación fisiológica
(variaciones en el sistema cardiovascular, donde la tasa de transferencia calórica entre
las distintas partes del cuerpo se modifica por cambios en la frecuencia cardíaca, y el
flujo y redistribución de la sangre). Además, ciertas características morfológicas como el
tamaño corporal y los patrones de coloración son factores que per se, afectan el
intercambio calórico y pueden ayudar a una termorregulación efectiva.

Metabolismo

Los reptiles generan calor metabólico el cual, no obstante, es termodinámicamente


insignificante y puede ser incluso inferior al calor perdido por evaporación. No obstante,
aunque los reptiles tuvieran una producción de calor semejante a un endotermo, éste se
perdería rápidamente debido a que carecen de mecanismos de aislamiento térmico
como pelaje, plumas y/o grasa. Sin embargo, a pesar de los bajos valores metabólicos
es claro que los lagartos modifican sus tasas metabólicas en función de sus
requerimientos.
4

Hematología

Las adaptaciones observadas en condiciones de hipoxia (baja disponibilidad de


oxígeno) son variadas, incluyendo aumento del hematocrito (porcentaje del volumen de
la sangre que ocupa la fracción de glóbulos rojos), disminución del tamaño de los
glóbulos rojos o incrementos en las concentraciones de hemoglobina.

Comunicación

Se sabe que los reptiles dependen para su comunicación intra e interespecífica


principalmente de:

- señales visuales: cabeceos, movimientos de cola asociados a presencia de presas o


predadores; coloración asociada a selección sexual por parte de hembras o a
interacciones agonísticas intrasexuales en los machos,

- químicas: los reptiles son altamente dependientes de las señales químicas, existiendo
tres quimiorreceptores fundamentales: 1- botones gustativos, asociados a la recepción
del gusto, 2- sistema olfativo principal, encargado de la olfacción, y 3- órgano
vomeronasal (OVN) encargado de la vomerolfacción. Las señales químicas se utilizan
como auto-reconocimiento y reconocimiento social. Diversos factores modulan el
reconocimiento químico, como, por ejemplo, la estacionalidad, sexo, edad. La cloaca y
la zona de los poros precloacales, serían una fuente de feromonas.

- señales acústicas: (en menor grado) por lo que en general se ha considerado que los
lagartos no emiten sonidos. Sin embargo, representantes de diferentes familias pueden
producir sonidos a través de la boca y en distintos contextos. Sólo se ha reportado
emisión de sonidos en 13 especies, pertenecientes a los géneros Diplolaemus, Garthia,
Lepidodactylus, Liolaemus, Phyllodactylus, Phymaturus y Pristidactylus. La mayor parte
de estas especies emite sonidos en contextos de depredación, probablemente con la
finalidad de disuadir el ataque de un depredador.

Capítulo 5 Especies representativas

Corredores: Los microlophus, conocidos así por su veloz huida, son lagartos de gran
tamaño, extremidades posteriores muy desarrolladas y potentes. Existen un poco mas
de veinte especies que se distribuyen principalmente en las costas del océano pacifico,
en la zona norte de chile, Perú y ecuador, incluidas las islas Galápagos. En chile se
reconocen cinco especies; de ellas unas pocas se internan en los valles interiores y
quebradas y, también, algunas habitan en cerros y zonas extremadamente áridas en
pleno desierto absoluto. Son omnívoras, es común ver a las especies costeras
alimentándose de algas e invertebrados marinos que quedan expuestos en los
roqueríos cuando la marea se retrae, aunque también, de vez en cuando se alimentan
de carroña, de algunos mamíferos o aves muertos que el mar deja en sus orillas.

Lagartijas de cuello liso: Las Liolaemus corresponden a uno de los géneros de


vertebrados terrestres mas diversos del mundo sumando en la actualidad alrededor de
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250 especies. Dada la exploración de nuevos territorios y el uso de técnicas modernas


para distinguir especies, muchas han sido incluidas en años recientes y es esperable
que siga creciendo. Se distribuyen en gran parte de Sudamérica, en latitudes que
superan los 5.000 msnm. Habitan diversos tipos geomorfológicos tales como planicies
litorales, quebradas, mesetas, valles y cordilleras, incluyendo salares y escoriales
volcánicos; también se encuentran en diversos tipos vegetales como estepa, tundra,
bosque selva y desiertos con o sin presencia de vegetación.

Gruñidores: Los Pristidactylus son conocidos por el sonido nasal que emiten frente a las
amenazas. El género reúne diez especies, todas de Sudamérica, cuatro endémicas de
chile y seis endémicas de argentina. En chile, a excepción de P. volcanensis, las
especies de gruñidores están estrechamente asociadas a los bosques de robles
(Nothofagus); y todas, excepto P. torquatus, tienen una distribución restringida acotada
a los 33º y 34º de latitud sur. En general presentan colores cobrizos, aspecto corpulento
y poderosas mandíbulas con las que trituran insectos; son ovípara y tienen una
temperatura preferencial considerablemente más baja que otras especies de lagartijas.

Gekos: Garthia es un género endémico de la vertiente occidental de la cordillera de los


andes, en el centro y norte de chile. En la actualidad, se conocen dos especies y es
considerado el único genero de reptiles endémico de chile. Corresponde a pequeños
gekos o salamanquejas de distribución principalmente costera entre las regiones de
Antofagasta y Valparaíso, aunque también se encuentran en valles interiores y sectores
precordilleranos. Poseen hábitos crepusculares y nocturnos, se alimentan de pequeños
insectos y poseen reproducción ovípara. Las salamanquejas del género Phyllodactylus,
son también animales de dimensiones reducidas distribuidas en toda América,
exceptuando los extremos norte y sur. En chile se reconoce una especie compartida
con Perú, que habita principalmente zonas costeras de las regiones de Arica, Tarapacá
y Antofagasta, aunque existen algunas en localidades a gran altitud. También es
insectívora y ovípara, se refugia bajo piedras y al ser tomada emite sonidos agudos. Por
su parte, el género Lepidodactylus está ampliamente distribuido en todo el mundo; en
Chile se conoce una sola especie que, aunque cosmopolita, solo la podemos encontrar
en isla de pascua. Además, existe una especie exótica del género Tarentola que desde
hace pocos años se sabe que habita las instalaciones del metro de Santiago.

Matuastos: Phymaturus es un género endémico del cono Sur de Sudamérica.


Distribuidos en argentina y chile. Se caracterizan por un tamaño grande, cuerpo
notoriamente deprimido, aspecto muy rechoncho y una cola con escamas prominentes
de apariencia espinosa. Se reconocen un poco más de cuarenta especies y en chile se
encuentran cinco distribuidas entre la región de coquimbo y Biobío. Todas son
exclusivas de la cordillera de los andes y por lo general habitan grandes rocas o
roqueríos asociados a humedales altoandinos, entre 1.000 y 4.000 msnm, siendo más
frecuentes a los 3.000 msnm. Son básicamente herbívoras, de reproducción vivípara y
gregarias; conforman grupos familiares en que un macho puede mantener un harén
compuesto por varias hembras y juveniles.

Serpientes y culebras: En el mundo se reconocen cerca de 3.400 especies de culebras


y serpientes. En chile hay muy pocas, tan solo se han registrado siete especies y de
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estas solo cuatro son vistas con relativa frecuencia. Sobre las otras tres especies
existen muy pocos registros. De los cuatro géneros solo dos son representativos:
Philodryas, también llamadas ‘’culebras de cola larga’’ y Tachymenis o ‘’culebras de cola
corta’’. Entre las culebras de cola larga existe una especie endémica de la zona norte,
centro y sur del país; es una vivaz cazadora de roedores, lagartos, sapos, huevos y
aves. Se le puede ver trepar árboles y esperar que alguna ave llegue a posarse,
aunque es más frecuente la caza al asecho, desplazándose con agilidad entre los
matorrales y pastizales a la siga de sus presas.

Tortugas: Pertenecen a uno de los géneros vivos más antiguos. Se estima que se
originan hace aproximadamente 200 millones de años y, sin embargo, es muy poco lo
que ha cambiado su forma. En el mundo actualmente se reconocen alrededor de 340
especies, la gran mayoría terrestres o de agua dulce y solo siete habitan los mares. En
chile no existen especies terrestres o de agua dulce, salvo una especie introducida. En
el extenso territorio marino es posible encontrar cinco especies de tortugas marinas;
son excelentes nadadora y pueden viajar miles de kilómetros todos los años entre
lugares de alimentación y las playas donde se reproducen.
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Capítulo 6 Bibliografía

 Mella, J. 2005. Guía de Campo Reptiles de Chile: Zona Central. Peñaloza APG,
Novoa F & M Contreras (Eds.) Ediciones del Centro de Ecología Aplicada Ltda.
147 p.

 Vidal, M y Labra, A. 2008. Herpetología de Chile. Marcela A. Vidal Maldonado y


Antonieta Labra Lillo, editoras. Primera Edición. Santiago, Chile. 579 p.

 Reyes-Olivares, C y Labra, A. Emisión de sonidos en lagartos nativos de Chile: el


estado del arte. 2017.
https://www.researchgate.net/publication/322006513_Emision_de_sonidos_en_la
gartos_nativos_de_Chile_el_estado_del_arte

 Demangel, D. Reptiles en Chile. 2016. http://www.reptilesenchile.cl/index.html

 Ruiz de gamboa, M. Lista actualizada de los Reptiles de Chile. 2016.


https://www.researchgate.net/publication/319944021_Lista_actualizada_de_los_r
eptiles_de_Chile

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