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Universidad de la República del Uruguay

Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación

Análisis del texto de Jesualdo Sosa


Los fundamentos de la Nueva Pedagogía

Autores:
Macarena Noguera
Valeria de Souza
Lucía Silva
Santiago Arias
Texto seleccionado: Los Fundamentos de la Nueva Pedagogía
Justificación
Atendiendo a la dimensión que nuestro equipo ha abordado en el primer trabajo,
que se refiere a la biografía de Jesualdo desde 1936 hasta 1959, decidimos trabajar el
texto Los Fundamentos de la Nueva Pedagogía, editado por vez primera en 1943 por
Americalee, Buenos Aires. Para el presente trabajo pudimos acceder a la segunda
edición, que corresponde a Ediciones de la Biblioteca Universidad Central de Venezuela.
Dicho ejemplar fue obtenido en la biblioteca de la Facultad de Información y
Comunicación de la Universidad de la República. A su vez, compañeras de licenciatura
nos facilitaron un ejemplar del mismo en formato digital.
Consideramos relevante abordar este texto de modo grupal, por los aportes que
ofrece este libro, en cuanto realiza un amplio recorrido histórico-evolutivo de la
pedagogía, que va desde sus orígenes en Grecia hasta mediados del siglo XX.
Esta obra, a su vez, busca fundamentar una nueva propuesta pedagógica, basada en la
indagación teórica y ejemplos prácticos de distintas realidades educativas y culturales,
que posibilitan la reflexión en torno a alternativas innovadoras.
La complejidad expuesta en este texto nos resultó desafiante por el análisis
exhaustivo realizado por el autor, el cual permite visualizar la dimensión de su abordaje
de estudio en el campo de la educación.

Contexto de la obra en el pensamiento y praxis de Jesualdo


En el año que es publicada esta obra se edita Problemas de la educación y la
cultura en América, por Claudio García y CIA Editores en Montevideo, premiada a
nivel nacional como ensayo del Ministerio de Instrucción Pública, como también sirvió
de base para el 1er. Congreso Americano de Maestros, realizado en Santiago de Chile
en diciembre de 1943. También colaboró con el 1er. Congreso Nacional de maestros de
Uruguay, ganó el concurso de obra pedagógica del Consejo Nacional de Enseñanza
Primaria y Normal con el ensayo sobre literatura infantil “Del mito primitivo a la
sinfonía tonta” y el 1er. premio de obras teatrales con Los conquistadores, obra inédita
(Taller Barradas, 2005: 245).
La segunda edición (1968) incorpora información relevada a partir de viajes y
experiencias vividas por el autor en varias partes del mundo en contacto con diversas
realidades socio-culturales con énfasis en países que se identificaban con una ideología
dialéctico-materialista.

1
Justificación de los capítulos seleccionados.
Los Fundamentos de la Nueva Pedagogía se divide en 8 capítulos:
I. Planteo del fundamento de la Nueva Pedagogía
II. Evolución del fundamento pedagógico hasta Rousseau
III. Origen y enunciado de la Nueva Pedagogía desde Rousseau en adelante
IV. Fundamento de la pedagogía genética, funcional y social de nuestro tiempo
V. La escuela del trabajo, síntesis del proceso genético, funcional y social de la
educación
VI. Los problemas generales de la Nueva Pedagogía
VII. Los métodos de la Nueva Pedagogía
VIII. Síntesis de las prácticas escolares más importantes de la Nueva Pedagogía

Dada la extensión del texto abordado, resolvimos seleccionar algunos capítulos


de la obra que consideramos más relevantes para abarcar una visión más cabal de las
perspectivas histórica, política, social y pedagógica del autor.
Santiago Arias: Decide tomar el Capítulo I, con el motivo de conocer y poder
esclarecer la delimitación del objeto de estudio propuesto en esta obra. Así también,
poder hacer visible: su fundamentación acerca de la nueva propuesta pedagógica,
entender en qué principales conceptos está basada, y las perspectivas de análisis teórico
por la cual transcurre la obra aquí seleccionada.
Lucía Silva: Elije el Capítulo V por el concepto trabajado en él: La escuela del
trabajo. Los problemas de la nueva pedagogía son abordados de diversas maneras, pero
en este capítulo las propuestas metodológicas se enfocan en la formación para el trabajo,
valorándolo como forma de transformación social de la vida y para la vida en sociedad
propiciada por la escuela soviética.
Macarena Noguera: Aborda el Capítulo VI en la búsqueda de profundizar en los
problemas que se presentan a la nueva pedagogía, observando la existencia de un
cambio de paradigma en el planteo etimológico en torno a la noción de educación.
Valeria de Souza: Abarca el Capítulo VII con la intención de abordar cuáles son
los métodos de la nueva pedagogía que el autor expone, dada la importancia que el
método adquiere desde su perspectiva histórica en el correr de la obra.

2
Síntesis individuales del texto: identificación de los principales ejes de

análisis (perspectiva teórica, principales conceptos y como se

relacionan).

3
Capítulo I - Planteo del fundamento de la Nueva Pedagogía
Santiago Arias
Este capítulo se encuentra dividido en los siguientes apartados: Complejidad del
problema educativo; ¿Qué es esta nueva educación? Los conceptos antiguo y nuevo en
pedagogía. Distintos aspectos del problema. El factor tiempo; Los dos extremos del
planteamiento teórico actual; Definición y localización del concepto “nuevo”; La
importancia del estudio de los hechos: la pedagogía en sus relaciones con otras
disciplinas del conocimiento.
El primer apartado, parte de una consideración de la educación como hecho
social inseparable de toda relación humana, en todo tiempo y lugar (Sosa, 1968: 9).
Una pedagogía que surge con la humanidad, una reflexión y acción de cuál, cómo y qué
han de ser transmitidos hacia las nuevas generaciones. Se puede notar, una perspectiva
de análisis histórico del carácter socio-cultural de la pedagogía.
Pedagogía que alberga “arte-técnica-ciencia y filosofía1” (Sosa, 1968: 9) y con
objetivo preciso, la conducción 2 del individuo. Jesualdo analiza críticamente esta
proyección, en base a analizar varios hechos determina que era un influjo de carácter
‘socioeconómico-político’ sobre los tipos “de comunicación para los hombres que viven
en comunidad, en razón de las cosas que tienen en común (…) luchar por seguir
siendo3” (Sosa, 1968: 10).
Se comienza a definir una pedagogía no sólo como teoría y práctica para la
conservación de elementos tradicionales, sino también para transmitir y superar las
relaciones humanas con otras nuevas, de mayor o menor complejidad respecto a las
formas de convivencia social. El hecho educativo, desde la visión pedagógica de
Jesualdo, es intervenido por factores: biológicos (psico-biológicos y medioambientales),
históricos (lingüísticos, ideológicos y culturales) y sociales (instituciones sociales,
medios de información y comunicativos). Este tipo de estudio dio a lugar a un campo
pedagógico nuevo -de índole multidisciplinar- de la Ciencia de la Educación (Sosa,
1968: 10-11).

1
En el texto el autor introduce una generosa nota al pie, donde incursiona sobre la evolución del concepto
pedagogía, articulando fuentes de tipo primarias y secundarias, que comienza como un arte hacia una
técnica, de la técnica a la elaboración de una teoría, de la teoría a la ciencia. Recurre a autores teóricos
como Dilthey, Ernst Weber, Ortega y Gasset, y Luzuriaga.
2
En consonancia al origen etimológico del concepto griego paidagogo, persona responsable que
acompaña al sujeto en su educación.
3
Esta cita en el presente trabajo, es una cita que incorpora Jesualdo en su texto de Dewey, J. (1946)
Democracia y Educación, Ediciones Losada, Buenos Aires.

4
Prosigue con un análisis histórico de la evolución de la pedagogía, como
instrumento social que transforma el campo de las ideas las cuales repercuten en los
hechos. Como Platón exigía educar las clases dirigentes por medio de la ciencia de la
época, la Ilustración tenía fe en la educación como palanca transformadora social, y el
socialismo destacaba su repercusión superestructural. Para Jesualdo, el punto de quiebre
es marcado con Rousseau, viendo el poder de la educación en dar lo que se carece al
nacer, y poder integrar la sociedad humana cuando adulto4 (Sosa, 1968: 11).
Pedagogía que nace con Rousseau en pos de conocimiento sistematizado, con
influencias -según el autor- de Comenio y su principio de la educación de la naturaleza,
que influye también en Pestalozzi (Sosa, 1968: 11-12). Jesualdo, a partir de aquí la titula
como ‘nueva’, por hacer visible su importancia y complejidad, lo que exigió luego ser
abarcada por la Ciencia de la Educación y separada de otras disciplinas (Sosa, 1968: 12).
El siguiente apartado, problematiza lo medular de la educación para el progreso
y reforma social, frente a la crisis del capitalismo a nivel mundial. Se mostraba
disconformidad respecto a los conceptos educativos de la época, y se tomaba a la
educación de chivo expiatorio, frente al fracaso de malas gestiones (Sosa, 1968: 12).
En la delimitación de lo ‘nuevo’, Jesualdo cita a Luzuriaga5, donde la nueva
pedagogía es un género de educación diferente al actual o un nuevo momento dentro de
la historia de la disciplina (Sosa, 1968: 13). Se pone en cuestión, cuánto interviene el
factor ‘tiempo’ en dicha clasificación y en los discursos de cada época, como el de
Fichte respecto a las nuevas necesidades del pueblo alemán (Sosa, 1968: 13). Jesualdo
dice que, la novedad pedagógica está sujeta en función de la fundamentación de los
valores que la nutren, siendo los que ajustan su novedad (Sosa, 1968: 14).
Lo ‘nuevo’ surge en cómo se relaciona la pedagogía con la actualidad, en cuanto
a los beneficios que proponen sus fines y la disposición de la sociedad a la propuesta.
‘Nueva’ en relación al tiempo en que surge y la originalidad de la propuesta frente a los
límites de diversas fuerzas sociales. Suele suceder -dice el autor- que existen frenos a
los cambios originales, “que el tiempo de la novedad suele durar mucho más de la
cuenta” (Sosa, 1968: 15).
En el siguiente apartado, se aborda el planteamiento de manera polarizada, y se
sugiere que la propuesta debiera hilarse entre dos polos. En un extremo, propuestas

4
Este parafraseo se realiza del texto que estamos abordando de Jesualdo, aquí él trabaja con la fuente
primaria de Rousseau, J. J. Emilio, Ediciones Maucci, Barcelona, Tomo I, pág. 7.
5
Las propuestas son tomadas del texto de Luzuriaga, L (1928) Concepto y desarrollo de la nueva
pedagogía, Revista Pedagogía, Madrid, pág. 12.

5
educativas sin finalidad común, ni unitarias; en el otro extremo, propuestas con claros
propósitos políticos e intenciones definidas (Sosa, 1968: 15). Esta propuesta la recoge
de Luzuriaga, que en cada época predominaron ideales claros. Jesualdo ve que a
mediados del siglo XX no reinaba una norma general aceptada por todas las capas
sociales, reflexiona críticamente frente a este supuesto, ya que las ideales o normas
generales siempre responden a lo que impone la clase dirigente6 (Sosa, 1968: 16).
Nuevas propuestas pedagógicas movilizan a la educación hacia un régimen
monopolista-imperialista, o bien, propuestas utópicas con objetivo de crear un hombre
nuevo sin ingerencia política y con maestros de tipo técnico-neutro (Sosa, 1968: 16-17),
lo cual permitiría caer fácilmente en la voluntad de las clases dirigentes.
El posterior apartado define lo ‘nuevo’. Este abandona la vieja educación
mecánica, de programas y métodos uniformes, con el centro de gravedad en el maestro
y el libro, fuera del niño. Surge una revolución de tipo copernicana -dice el autor- el
centro de gravedad es trasladado al niño, a él y a su vida diaria se dirigen las prácticas
educativas, donde se priorizó aprender haciendo (Sosa, 1968: 17).
Se continúa realizando un recorrido por diferentes planteos como el de
Kerschensteiner y la escuela del trabajo, el de Claprède y la educación funcional, y el de
Ferrière que abogaba por la liberación espiritual (Sosa, 1968: 18). Se detiene en
Claparède7, por el hincapié que hace en la investigación científica, partiendo de los
hechos como vía que posibilita la solución de problemas pedagógicos (Sosa, 1968: 18).
La solución de problemas toma contacto con la discusión de la autonomía o
dependencia de la pedagogía con otras ciencias. Jesualdo ve el rechazo de la filosofía
idealista por las ciencias como un obstáculo para incorporar la filosofía materialista.
Esta separación hizo que la pedagogía se subordine a la biología y psicología. A su
juicio, esta dependencia propició el “escamoteo de las relaciones pedagógicas con la
evolución social, (…) política, a fin de evitar toda ingerencia del maestro” (Sosa, 1968:
19). Para él la pedagogía debía estar en relación con la filosofía dialéctico-materialista.
En el último apartado, retoma la importancia de que una pedagogía sea científica,
para que esto sea posible ve indispensable estudiar los procesos educativos los sujetos a
educar y el medio que lo educa, comprendier las leyes de los procesos para un mejor

6
Esta idea es analizada y complementada con aportes sobre “los intereses y aspiraciones de las clases
sociales que actúan” de Aníbal Ponce (1938) Educación y lucha de clases, Editorial América, México,
pág. 209.
7
Este análisis lo realiza a partir de la obra de Claparède, E. (1927) Psicología del niño y pedagogía
experimental, Editorial Beltrán, Madrid, pág. 243.

6
desarrollo social (Sosa, 1968: 20). La investigación pedagógica es específica y la
establece como disciplina independiente.
Capítulo V. La escuela del Trabajo. Síntesis del proceso genético, funcional y social
de la educación.
Ana Lucía Silva Córdoba
A modo introductorio: Jesualdo fue una persona de múltiples intereses donde su
campo de acción más importante fue el de las Ciencias de la Educación. En su
trayectoria, como teórico, supo conectar la teoría con la práctica. Recorrió el mundo
para estudiar y documentar otras propuestas y experiencias educativas de la época,
destacando la coherencia y la vigencia de muchas de ellas, así como también marcando
sus coincidencias y discrepancias.
En esta obra Jesualdo marca sus diferencias con las nuevas corrientes
pedagógicas, asimismo aclara los acuerdos a través de su propuesta la cual tenía siempre
el mismo foco: el niño como centro de sus trabajos. El niño aprendía al aire libre,
explorando, con la participación activa de los alumnos, haciendo especial hincapié en la
expresión, como forma de representación ya sea con palabras, con dibujos, entre otras
actividades, de un pensamiento, una idea, un sentimiento, etc. que revela el mundo
interior del niño.
Desarrollo del punto: La perspectiva teórica de Jesualdo fue alcanzada a través
de un proceso que se consolida por medio del análisis, estudio e investigación vinculado
a la Escuela del Trabajo. Este desarrollo se inicia exponiendo teorías y
conceptualizándolas en base a indagaciones previas puntualizando los antecedentes, en
general, de este concepto.
En esta parte del libro el énfasis del análisis está puesto en torno a dos
cuestiones: “el concepto de trabajo y la idea de los fines que persigue esta Escuela del
Trabajo” (Sosa, 1968: 138). Un aspecto a destacar es que la Escuela del Trabajo es
tratada como una potencial forma de preparar al individuo que puede ser incorporada al
campo normativo de la Nueva Pedagogía. Realizando una primera lectura de cómo
Jesualdo entiende la Escuela del Trabajo puede entenderse como: “el hacer [que] ha de
reemplazar al oír del niño” (Sosa, 1968: 137). Su explicación acerca de este concepto se
sustenta en la obra La nueva Educación en la Rusia Soviética de Pinkevich8 por ser una
obra que plantea seriamente cuatro grandes grupos de autores dedicados a este tema.

8
Pinkevich (1884-1939) educador soviético, un notable expositor de la educación soviética quien la
conceptualiza como acción con el fin de desarrollar al individuo.

7
Una primera parte, se refiere a los representantes que considera burgueses partidarios de
la Escuela del Trabajo que mas adelante se refiere a ellos como fundadores de las
Escuelas Nuevas, a continuación destaca los representantes de la corriente que
entienden la Escuela del Trabajo como una actividad espontánea, luego comienza el
análisis de los socialistas defensores de la Escuela del Trabajo, la Pedagogía Social
culminando el capítulo abordando los pedagogos socialistas soviéticos y la escuela de
producción.
Fundamentalmente, la propuesta de la Escuela del Trabajo que está sustentada
en la pedagogía social, refiere a un nuevo planteamiento que permite concebir la escuela
no como la que conservará la tradición si no como la que podría transformar la sociedad
brindando las herramientas necesarias para intervenir, dirigir y determinar el rumbo de
vida de cada individuo. La esencia del planteamiento es que el individuo debe aprender
progresivamente el trabajo como formación intelectual de la vida y para la vida en
sociedad, un concepto transversal en los autores que aborda pero con diversos enfoques.
En el abordaje de los diferentes autores trabajados por Jesualdo se pueden
subrayar como nociones mas importantes en relación al concepto de Escuela del
Trabajo: el adiestramiento cívico, básicamente la “enseñanza por el trabajo como
educación para la ideología cívica” (Sosa, 1968: 141), la educación como actividad
para obtener la democracia vista como las relaciones sociales en las dinámica grupales,
como actividad espontánea entendida como actividad manual que “sólo desempeña un
papel en la medida que es indispensable y útil para resolver problemas espirituales”
(Sosa, 1968: 143). Es entendida como trabajo manual como base para el desarrollo
individual de las facultades en la búsqueda de un rumbo en la vida. Por otro lado, la
Escuela del Trabajo desde una concepción de las Escuelas Nuevas tienen como objetivo
principal aspirar a crear un mundo personal, persigue el desarrollo de la personalidad
individual como forma de fomentar el espíritu (Sosa, 1968: 146) comprendida como
“única y exclusivamente al servicio del espíritu; es decir: del trabajo y conocimientos
científicos, del cultivo del arte y una sensibilidad noble y espiritual” (Sosa, 1968: 146).
Jesualdo desarrolla la posición de la Pedagogía Social, contraria a lo anterior, el planteo
refiere a una educación del hombre que vive en comunidad y no es la educación del
individuo aislado, se concibe entonces como educación para la comunidad. (Sosa,
1968: 148).
El último grupo planteado por el autor como el responsable de “…ya no un
ensayo, sino una realidad educativa, mas grande y audaz que se haya llevado a cabo en

8
la historia del mundo, hasta ahora” (Sosa, 1968: 152), es el grupo de autores que aboga
por una educación por el trabajo social, “…integral que combinara el trabajo intelectual
con el físico y el técnico.” (Sosa, 1968: 153). Una propuesta que sea:

…seglar, esto es libre de toda suerte de enseñanza religiosa, educacional; que realice su
enseñanza en la lengua de los alumnos; que haga resaltar la íntima relación que existe entre la
educación y el trabajo productivo y que de este modo prepara miembros perfectos de la
sociedad comunista (Sosa, 1968: 153).

Jesualdo (1968: 157) sostiene que la escuela soviética se diferencia


absolutamente “…con toda otra de trabajo, norteamericana o europea,
capitalista,…” debido a que la escuela debe establecer una estrecha relación entre la
enseñanza y el trabajo como forma de educar a los niños, se articula la educación y
la enseñanza porque los niños y adolescentes en la producción social son un
fenómeno progresivo. En esta corriente el trabajo es concebido como necesidad
vital del hombre para actuar en la “actualidad, penetrarla, vivir en ella” (Sosa,
1968:155).
A modo de conclusión: Para que la transición al comunismo sea una realidad,
el trabajo debe dejar de ser un medio de subsistencia con razones individualistas
para convertirse en una actividad social. El advenimiento del desarrollo socialista es
parte de nuestra historia, no porque sea reformador sino porque la propuesta se
enfoca en la abolición del sistema capitalista y el establecimiento de una escuela
única con base en el trabajo que pretende formar hombres capaces de concebirlo
como medio de vida y como forma de satisfacer las necesidades de la sociedad y
participar así como desarrollarse integralmente en la misma. En este sentido, “la
escuela única crea una relación íntima entre la enseñanza y el trabajo socialmente
productivo y prepara miembros de la sociedad comunista íntegramente
desarrollados” (Sosa, 1968, 158). La educación como proceso cuyos lineamientos
teórico-prácticos, así como su didáctica e instrumentos, que forme hombres libres,
conscientes y organizados, provistos de las herramientas necesarias para alcanzar la
mayor productividad logrando una “actitud comunista hacia el trabajo” (Sosa, 1968:
157).

9
Capítulo VI: Los problemas generales de la nueva pedagogía

Macarena Noguera

Jesualdo Sosa aborda los problemas pedagógicos estableciendo un análisis


diferencial entre los problemas generales o científicos y los particulares o sociológicos,
entre los cuales se encuentra la educación. En esta sección, se aprecia la existencia de
una perspectiva teórica crítica, con un claro énfasis en la historia de las ideas y de la
educación, que le permite al autor problematizar, política y epistemológicamente, acerca
de la educación y de la pedagogía de la época.
En un primer momento, el autor elabora un análisis epistemológico de la
educación planteando el carácter científico de los problemas de la nueva pedagogía. En
su investigación Sosa introduce una perspectiva socio-histórica crítica, en la cual plasma
la existencia de una aspiración social que reclama, desde los distintos campos
científicos, una educación acorde a su función democrática que permita consolidar un
nuevo paradigma acerca de la nueva pedagogía, legitimando su estatuto de cientificidad
en el campo educativo científico (Sosa, 1968: 160). Esta perspectiva contempla la
existencia del estudio científico del niño, la asociación de métodos, la colaboración
entre familia y escuela y la preparación profesional del educador, que según Frías de
Vasconcellos caracterizan a la Ciencia de la Educación. Se abre así una nueva
conceptualización de un campo específico especializado en educación (Sosa, 1968:160).
En este marco, Jesualdo reconoce que han existido en la historia diversas
corrientes de la psicología que realizaron aportes a la nueva pedagogía, permitiéndole
enriquecerse de sus métodos explicativos, alejando los discursos intelectuales del
experimentalismo y el conductismo de las prácticas educativas. Por otra parte, la
influencia de esta ciencia favoreció el desarrollo de un corpus lingüístico unificado,
generador de mayores niveles de comprensión y desarrollo científico en el campo de la
educación.
En este contexto, Sosa plantea que la incorporación de la teoría materialista
marxista de Pavlov permitió incluir al campo de análisis la riqueza de las teorías o
ciencias auxiliares que permiten comprender mejor la psiquis de los sujetos a partir
del trabajo interdisciplinario (Sosa, 1968: 169). “…Gracias a la psicología actual -
expresa Sosa- la pedagogía ha dado un giro y ha dejado de ser dogmática,
instruccionista y teórica para convertirse en educativa (formativa o educativa) y

10
práctica…” (Sosa, 1968: 168-169). Asimismo advierte de la existencia de cambios
metodológicos, prácticos y teóricos que existieron antes y después de Rousseau, que
han permitido conocer al niño, en sus aptitudes, capacidades y posibilidades, para poder
comprender cómo aprenden y cómo debe direccionarse el aprendizaje. Esta nueva
pedagogía necesitó de conocimientos específicos de diversas áreas del conocimiento
para abarcar la complejidad de los fenómenos educativos que se encuentran en
constante reforma, en un contexto social capitalista (Sosa, 1968: 160).
Para Jesualdo, la nueva pedagogía reclama otro tipo de psicología que no sea
sólo experimental sino que “…enfoque los fenómenos psíquicos, y sus relaciones con la
totalidad del ser humano…” (Sosa, 1968:165-166). Incluir la perspectiva materialista
histórica implica el “… estudio de la influencia que las condiciones sociales ejercen
sobre la vida psíquica del hombre, sobre su actividad y sobre su formación de su
conciencia individual…” (Sosa, 1968: 167). Desde su perspectiva sociológico-
pedagógica, Jesualdo reconoce el carácter activo y progresista de esa nueva pedagogía
que parte de la base de un cambio significativo en la forma de concebir el aprendizaje,
no con la mirada puesta en quien enseña, sino en los niños que aprenden por sí mismos
(Sosa, 1968:161). Esa nueva pedagogía también implica contar con una actitud racional
ante las actividades, conociendo las necesidades y los intereses del niño, mejorando las
técnicas de manera que sirvan para que los alumnos descubran sus puntos fuertes y
débiles y puedan modificarlos, enriquecerse o apoyarse de manera colectiva, evitando
esfuerzos inútiles. Es necesario, como plantea Claparède, que la actividad realizada
satisfaga al sujeto y mejore sus expectativas y las esperanzas en el sentido democrático
“…que se ha puesto en la escuela pública…” (Sosa, 1986:163) recuperando la fe
perdida en la educación tradicional.
En un segundo momento, Jesualdo aborda los problemas de orden sociológico,
subrayando la necesidad de cambio que tiene la educación a nivel mundial para revertir
los problemas de analfabetismo y del lento proceso de “…generalización de la
educación y la cultura…” (Sosa, 1968: 170), que son reflejo de la falta de compromiso
del capitalismo y de la burguesía debido a intereses económicos-sociales (Sosa,
1968:170). Según esto, la generalización sólo sería una aspiración o un simple
planteamiento a futuro. También, plantea que la pedagogía se ha esforzado por
“…neutralizar -mediante el laicismo- el total efecto de la religión en la escuela; y eso en
su preocupación por alcanzar una educación cada vez más científica…” (Sosa,
1968:172). Esta nueva tendencia derivada del progreso científico descarta para Jesualdo

11
cualquier postura revolucionaria.
Para el autor, la educación es un instrumento al servicio de los ideales o
necesidades del Estado y la sociedad, cuyo objetivo es crear un individuo instruido
capaz de responder a las mismas. La intervención del Estado en la educación manifiesta
una clara filiación democrática en la escuela, la cual no se puede definir como neutra o
apolítica. Considera que la educación soviética ha trabajado contra la lógica
monopolista, desarrollando las potencialidades del sujeto como ciudadano integral. Se
educa para “…un ser social múltiple y variado…una intelligenizia, (…) hombres que
comprendan…” el significado y el valor del colectivo, sean sujetos libres, críticos
pensantes y actuantes en torno a su herencia cultural (Sosa, 1968:183-184).
Otro problema que enfrenta la nueva pedagogía radica en la propuesta de
la Escuela Única. Para Sosa este modelo rompe las barreras sociales y hace posible el
acceso de “…las clases populares a la instrucción y el desarrollo de las capacidades
individuales…” (Sosa, 1968: 188). Citando a Pinkevich, Jesualdo afirma que, “…la
verdadera escuela única es la implantada por el régimen soviético en la URSS…” (Sosa,
1968: 188); en ella se desarrolla todo el sistema escolar sin interrupciones hasta la
Universidad. Este planteo implica un cambio de paradigma en el campo de los derechos
y la educación, posibilitando el acceso por igual a los tiempos y recorridos educativos
en trayectorias continuas dentro del sistema de instrucción pública (Sosa, 1968:188), así
como la coeducación entre sexos (Sosa, 1968: 190).
Al cierre del capítulo, Jesualdo establece un problema de orden social que la
nueva pedagogía aún no ha resuelto: la posición educativa favorable a la educación
individual rousseauniana o a la colectivización social. Ambas perspectivas educativas
forman parte de los debates de la época (Sosa, 1968: 193). Un ejemplo clave para
Jesualdo de la colectivización en comunidades es la Colonia Gorki, dirigida por Anton
Makarenko en la Unión Soviética. La propuesta pedagógica de Makarenko estableció
una ruptura en la historia de la educación y en la propia noción de educación para
Jesualdo. Se pasa de la tendencia tradicional para dar lugar a una pedagogía marxista
leninista, creadora de un modelo pedagógico nuevo, dinámico, con una lógica propia, en
la cual es la educación la que debe cambiar “…al compás del proceso social…” (Sosa,
1968:198).

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Capítulo VII - Los Métodos de la Nueva Pedagogía
Valeria de Souza
Los fines educativos de una sociedad, no pueden ser llevados a cabo, según
Jesualdo, sin atender a los valores que dicha sociedad promueve y desarrolla. La nueva
pedagogía surge como manera de responder a una forma de pensar de una sociedad en
un contexto histórico determinado, y al modo en que dicha sociedad se propone alcanzar
los fines educativos y construir al tipo de ciudadano que necesita. Jesualdo concibe la
historia desde una perspectiva socio-política y crítica, vinculando todo el tiempo el
proceso de las formas pedagógicas a la necesidad de formar un tipo de individuo social.
De allí radica la importancia del método de enseñanza, y la lógica preocupación que
tuvo para la nueva pedagogía en su carácter técnico “el estudio y conocimiento de los
métodos e instrumentos que han de servir a las prácticas” (Sosa, 1968:199).
El Capítulo VII de Los Fundamentos de la Nueva Pedagogía se titula Los
Métodos de la Nueva Pedagogía, y luego de exponer la importancia del método en los
procesos educativos, Jesualdo hace referencia al hecho de que el “cómo” desplazó al
“qué”, en cuanto a la preocupación filosófico-pedagógica de la época. “La novedad se
concentró así en cómo se habían de transmitir los conocimientos para lograr el máximo
de respeto a esa personalidad infantil” (Sosa, 1968:199). Dado que el qué es la
educación supone un planteo de los fines de la misma, de su esencia, y eso conlleva a un
análisis de la realidad que desemboca en el sentido que la clase dominante quiera
imponer, y dado que es realmente poco lo que las clases sociales varían en la sucesión
de los gobiernos, los fines parecen no variar tanto como los ajustes y reformas
necesarias para poder seguir manteniendo el sistema imperante. Jesualdo cita a Ponce,
quien en Educación y lucha de clases (1938), expresa que las revoluciones en
educación se han producido junto a las grandes revoluciones sociales, la primera,
cuando la sociedad primitiva se divide en clases, y la segunda, en el S.XVII cuando la
burguesía sustituye al sistema feudal. A estas dos revoluciones, Jesualdo agrega una
tercera, en el S.XX, “cuando el socialismo en Rusia desalojó al capitalismo y creó la
primera sociedad sin clases”. La realidad educativa que ha prevalecido en el último
medio siglo ha respondido a la metodología utilizada por la burguesía para lograr los
fines que se propone como clase dominante (Sosa, 1968:200).
Para Jesualdo hay algo en común en todos los estudiosos de los métodos
pedagógicos de la escuela nueva: la justificación que hacen de sus nuevas metodologías
basándose en la poca adecuación de la escuela a las necesidades sociales y productivas

13
de la época. Lo que importa es el método, su aplicación, y la manera en que éste
transmite el conocimiento. El método se constituye como elemento esencial para llevar
adelante los fundamentos de la nueva pedagogía y como novedad de la nueva escuela.
De toda la “nomenclatura abusiva”, de todas las clasificaciones de las múltiples formas
metodológicas, a Jesualdo interesan en particular los métodos didácticos, mediante los
cuales “se transmite la instrucción y se revela (…) el sentido de la pedagogía”. Jesualdo
los llama instrumentos, pues son los que definen al método en sí, y dedica un apartado a
cada uno de ellos en éste capítulo, éstos son: “la actividad, el interés, el
experimentalismo, la libertad, la expresión, la actualidad y la autoorganización”.
Jesualdo conceptualiza, caracteriza y justifica el carácter novedoso de cada uno de éstos
instrumentos, lo cual los convierte a su entender en un “verdadero método con
significación propia”. En contraposición a toda esta preocupación de la época moderna
en torno al método, Jesualdo expone las posturas de Tolstoi y Miguel de Unamuno,
quienes reaccionaron ante tal admiración hacia lo metodológico, el primero
proclamando la tiranía metodológica, entendiendo que lo que hace falta más allá de
métodos es arte y talento; y el segundo aduciendo que tanta metodología quita el alma al
proceso de enseñanza-aprendizaje. (Sosa, 1968:204-205).
La nueva pedagogía cambia el eje colocando al niño en el centro e intentando
llevar la vida a la escuela como forma de pedagogía activa, lo que Dewey llamó “la
instrucción por la acción” (Sosa, 1968:206). La actividad adquiere una dimensión
novedosa en cuanto es el punto de partida del niño y su interés, por lo cual el docente
deberá tener especial cuidado al elegir el objeto de la actividad, ya que ahora preocupa
más la acción que la palabra, la experiencia personal del niño y la forma en la cual
conoce la realidad. La actividad se entiende aquí en oposición a la receptividad, como
actividad organizada pero con un sentido de libertad y disciplina que difiere de la vieja
escuela. La libre iniciativa, la espontaneidad, la observación del niño y el desarrollo de
su espíritu crítico son el mayor logro que ésta metodología puede alcanzar. La actividad
en conexión intrínseca al interés del niño, interés entendido como necesidad, como
curiosidad, como necesidad de saber, de comprender. Para Jesualdo “el interés debe ser
una consecuencia necesaria de las formas de vivir socialmente y de sus relaciones”
(Sosa, 1968:209). El interés actual del niño es aquel gracias al cual éste crea conciencia
de su realidad social, se actualiza y puede activizarse. Junto a la actividad y el interés
aparece el experimentalismo, con su aspiración de hacer de la escuela un gran aula
laboratorio, pero cuyo objetivo culmina siendo conseguir “emprendedores

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responsables”, acentuar “un individualismo directriz que resume el espíritu de aventura
y peripecia de la sociedad capitalista burguesa” (Sosa, 1968-213). Para lograr esa
escuela activa, basada en el interés del niño y experimentalista, la nueva pedagogía
necesitó otra conquista: la libertad como método. La libertad lejos de los lemas
aberrantes como “la letra con sangre entra”, lejos de los castigos corporales, con
ausencia de coacción pero con la buena sugestión del docente que respeta la
personalidad del educando “…en cuanto a la necesidad de su sentimiento” (Sosa, 1968-
214). No se refiere aquí Jesualdo al niño que hace lo que quiere, pues ese niño no es
libre y además se vuelve inútil para la vida en comunidad. La libertad individual para
nuestro autor halla su límite en el interés del colectivo, problema que la escuela nueva
ha intentado plantear por medio del procedimiento de la autoorganización y la
autonomía escolar (Sosa, 1968:215-217). La actualidad como método, que tiene como
objetivo conocer la realidad, y penetrarla, educa a los niños conforme a las ideas y el
espíritu de la misma. El estudio de la actualidad supone una revisión del objeto de
enseñanza y se relaciona con los métodos de trabajo. Para Jesualdo “el imperialismo y
el poder soviético son los dos polos de la actualidad” (Sosa, 1968:217). La expresión,
característica innata en cada ser, que se manifiesta de formas muy diversas, adquiere
gran importancia en la nueva pedagogía. Cuando Jesualdo habla de la expresión como
método, refiere a su experiencia en Canteras del Riachuelo, donde centró en la
expresión todo el trabajo escolar, con el fin “…de dotar al niño de una expresión tan
original” que le sirviera como instrumento a la hora de comunicarse con otros seres
humanos desde un lugar sensible e íntimo y para fines comunes, “…aumentar la
eficiencia de su acción social en la colectividad” (Sosa, 1968:219). Con respecto a la
autonomía escolar como método, supone el desarrollo de una cooperación activa.
Jesualdo basa su premisa metodológica en permitir el desarrollo y la expresión del
individuo, defiende una educación vinculada a la cotidianeidad del sujeto y al despertar
de su espíritu crítico. Jesualdo ve el desarrollo de la educación como el desarrollo de las
sociedades y como herramienta hacia la construcción de una sociedad más justa y más
libre.

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Análisis grupal sobre la perspectiva conceptual del autor
Aunque la edición aquí trabajada es la de 1968, y no la primera, de 1943, se
constata en palabras de Jesualdo, aunque difiere en algunos aspectos de la primera:
“…he querido respetar en general el núcleo esencial de aquella anterior…” (Sosa, 1968:
7). De esta manera, el autor expresa que la síntesis general que informaba de los
problemas sobre la educación en la primera edición se mantiene, y se agrega en ésta
última el estudio, análisis y detalles respecto del contexto histórico-social de la época,
así como, ha “…ampliado grandemente esta presente, agregando muchos puntos,
problemas, materias, temas de los que carecía la anterior…” (Sosa, 1968: 7). Jesualdo
culmina su prólogo explicitando que el propósito de la obra es, realizar una síntesis
sobre los problemas que fundamentan a la pedagogía como una disciplina compleja y a
su entender “apasionante”.
Jesualdo realiza una lectura sobre el pensamiento pedagógico inscripto en una
perspectiva materialista-histórica y entorno a una Nueva Pedagogía. En esta obra deja
en evidencia una ardua labor articulando indagación bibliográfica con trabajo de campo,
lo que permitió ampliar su obra Los Fundamentos de la Nueva Pedagogía (1943). Se
establece las relaciones entre diversas teorías pedagógicas y la nueva pedagogía, tanto la
delimitación de sus respectivos objetos de estudio, sus métodos y experiencias
desarrolladas. Su propuesta pedagógica y trabajo se inscriben en una corriente marxista
latinoamericana que tiene como representantes a Aníbal Ponce, Carlos Mariátegui, entre
otros.
La diversidad de corrientes del siglo XX bajo los nombres de Escuela Nueva,
Nueva Pedagogía, Escuela Activa, Escuela para el Trabajo entre otras denominaciones,
pretendían pensar las prácticas pedagógicas de múltiples formas, con diferentes énfasis
y similitudes. Estas similitudes, se refieren a las diferentes lecturas realizadas sobre los
cambios necesarios en la educación a nivel mundial.
Los problemas planteados de la Nueva Pedagogía refieren a la universalización,
la secularización de la enseñanza, la relación de lo individual con lo colectivo a modo
de potenciar los diferentes vínculos sociales, institucionales, etc. Las diversas corrientes
de la Nueva Pedagogía sugieren una propuesta metodológica centrada en la actividad,
los intereses y la experiencia del alumno como forma de alcanzar la libertad, favorecer
el desarrollo de la expresión y lograr la autonomía.
Al comienzo de su obra Jesualdo establece los fundamentos de su planteo así
como la delimitación del objeto de estudio. Comienza su obra problematizando la

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educación como objeto de estudio de investigación, lo que lo lleva a hacer una
descripción del problema educativo a lo largo de la historia, para luego contrastarlo con
el planteo teórico de cada época, y poder ofrecer una conceptualización sobre la
definición de lo “nuevo”, en relación al desarrollo de una Nueva Pedagogía. Jesualdo
entiende la educación como hecho social, como inseparable de las actividades humanas
en todo tiempo y espacio. Vista así, la pedagogía se origina como medio de transmisión
cultural con el objetivo de conducir al hombre, en la perspectiva teórica del autor con
una finalidad de carácter “socioeconómico-político” (Sosa, 1968:9-10).
Es de subrayar que Jesualdo dedica mucho esfuerzo en proporcionar y detallar
eventos históricos de la evolución del fundamento pedagógico, realizando una
recapitulación sobre personalidades y momentos históricos de la educación, desde los
inicios, hasta el momento en que se edita la obra.
Asimismo proporciona un análisis crítico del origen del fundamento de la Nueva
Pedagogía. Esto permite visualizar una construcción inacabada a lo largo de su obra,
que ofrece aspectos claves, que son insumos para posicionar un nuevo paradigma en la
historia de la educación en relación a las prácticas pedagógicas.
Según Jesualdo se produce un quiebre en las formas de abordaje pedagógico con
el acercamiento del campo educativo a la psicología y biología del niño. Rousseau fue
quien advirtió sobre la necesidad de incorporar los aportes de éstas ciencias a las
necesidades individuales de los sujetos (Sosa, 1968:160). A partir de éste momento se
produce un cambio en las metodologías y prácticas educativas que priorizan al niño y
sus necesidades, ocupando el centro de interés en la experiencia educativa. Esta nueva
pedagogía se preocupa por cómo aprenden los niños, haciendo énfasis en el desarrollo
de la autonomía.
Gracias al aporte del desarrollo de la psicología y de la fisiología al campo de la
educación, la nueva pedagogía incorpora el método explicativo aplicado a la ciencia, la
precisión del lenguaje facilitando la unidad de teorías, el auxilio del conocimiento de
otras ciencias, y la sistematización que permite que la pedagogía deje de ser un dogma,
o mera instrucción teórica para convertirse en una educación activa y práctica. Para
Jesualdo existen cuatro elementos que “…caracterizan la ciencia de la educación
contemporánea: el estudio científico del niño, la asociación consciente del médico y el
educador, una colaboración efectiva de la familia y de la escuela en ésta obra, y la
preparación profesional, obtenida científicamente, del educador. Esto es lo que da a la
nueva pedagogía su base científica…” (Sosa, 1968:160).

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Actividad, interés, experimentación, como métodos de la nueva pedagogía no
podrían jamás ser llevadas a cabo si no se construye una nueva concepción de libertad,
que se aleje de las prácticas coercitivas y los castigos corporales, respetando la
individualidad del sujeto y su personalidad. Para Jesualdo a su vez dicha libertad no
debe tender al individualismo, sino que encuentra su límite en el desarrollo pleno del
espíritu de los intereses del colectivo, apoyándose en los valores de la comunidad.
(Sosa, 1968:216).
La nueva pedagogía por otra parte promueve la democratización del
conocimiento a través de una educación pública, sin distinción de género ni clase social,
que tiende a la inclusión de todo aquel que quiera aprender y pueda llegar tan lejos
como su capacidad e interés le permita (Sosa, 1968:178).
Para Jesualdo la educación no es neutra, tiene una intencionalidad: responder a
los intereses de la clase gobernante, con el objetivo político de formar al tipo de
ciudadano que requiere el sistema que se pretende perpetuar. El autor ve en el modelo
soviético un ejemplo de cómo el Estado tiene un rol activo en la definición de su
política educativa y de sus estrategias para transmitirla, y hacer posible el acceso a la
educación por parte de todos los ciudadanos. (Sosa, 1968:178).
En la edición de la obra aquí abordada se puede distinguir una clara influencia
de Mi viaje a la U.R.S.S. (1952), diario que relata el contacto e interacción del autor con
la cultura soviética. La escuela soviética que Jesualdo observa, forma parte de un
movimiento revolucionario que surge como lo diferente, produciendo vínculos entre la
escuela y la vida. Hacia 1970 se crea un nuevo sistema de enseñanza que reestructura la
sociedad, en la búsqueda de recuperar la confianza en las instituciones, construyendo un
individuo disciplinado y responsable capaz de vivir en colectivo. La situación de la
escuela soviética se encuentra en éste contexto inmersa en una crisis mundial que se
entendió como una oportunidad de cambio para reformular la educación, para
reformular los valores y recuperar la confianza en las instituciones.
Una de las claves que el autor ofrece a través de ésta obra es el concepto de
actualidad, que implica educar al individuo en su realidad con el objetivo de conocerla,
apropiarse de ella y transformarla. Esto supone en toda sociedad una revisión del objeto
de las ciencias de la educación y de sus prácticas metodológicas. Jesualdo expresa a lo
largo de su obra la existencia de dos polos de actualidad, por un lado el imperialismo
que responde a los intereses de la burguesía capitalista y, por el otro, “el poder

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soviético”, basado en la ideología comunista. Ambos modelos socio-políticos y
culturales establecen su forma de desarrollo pedagógico (Sosa, 1968:216-217).
Jesualdo escribe esta obra en un momento de su carrera de gran producción
intelectual, donde conjuga sus múltiples facetas de investigador de la educación, con las
de historiador, pedagogo y escritor. Son años de gran producción y de reconocimiento,
pues gana varios premios a nivel nacional con sus publicaciones, desde poemas hasta
obras pedagógicas.
Es vasto el tratamiento realizado por el autor acerca de los fundamentos que
enriquecen el debate de la educación de la época, contribuyendo a que el lector
comprenda la dimensión que abarca este nuevo paradigma a nivel histórico, político y
social en el mundo. Asimismo, son relevantes los diversos aportes acerca de las
diferentes perspectivas teóricas y de los campos disciplinares que han colaborado en el
desarrollo de la nueva pedagogía.
Su trabajo es novedoso porque ofrece una perspectiva crítica capaz de
complementar el análisis de las diversas temáticas abordadas incorporando nuevas
herramientas e instrumentos de análisis (censos, observación y sistematización de
experiencias, etc.). En el 43, año en que escribió esta obra, Sosa ya había vivido su
experiencia pedagógica en Canteras del Riachuelo, y la sistematización y el
relevamiento histórico de los fundamentos de las nuevas prácticas pedagógicas en un
libro lo llevan también a reflexionar acerca de su propia pedagogía. Es preciso nombrar
que en esta época se multiplican los “…métodos e instrumentos para alcanzar los más
eficaces resultados en cuanto a la preparación del niño, como consecuencia de los
múltiples problemas que han surgido para esta nueva y compleja pedagogía…” (Sosa,
1968: 221).
El autor no es inocente y manifiesta en su texto una clara intencionalidad política
desde su marcada perspectiva dialéctico-materialista. No es casual que la obra vuelva a
editarse en el 68, luego de los viajes de Jesualdo por la URSS y en un momento de la
vida del autor en la cual se encuentra militando activamente: opinando sobre la
necesidad de reanudar las relaciones con Cuba, declarando opinión sobre el XIX
Congreso del Partido Comunista y manifestándose en contra de las medidas de
seguridad instauradas en nuestro país ese año, en defensa de las libertades del ser
humano (Taller Barradas, 2005:255).

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Bibliografía

Sosa, J. (1968), Los fundamentos de la Nueva Pedagogía. Ediciones de la


Biblioteca Universidad Central de Venezuela. Venezuela.

Taller Barradas (2005), Canteras de Creación. De la piedra a la forma:


Riachuelo una escuela transformadora, Ediciones DEL TABA, Montevideo.

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