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Toma de Decisiones.
La toma de decisiones es la base de las Finanzas Corporativas para buscar el mejor
rendimiento de una empresa. A partir de esto, dicha rama de las Finanzas puede
dividirse en dos grandes grupos:
Decisiones a largo
plazo: La toma de
decisiones se basa en
proyectos a partir de una
inversión de capital. Esto
puede darse con fondos
propios, deudas o con los
pagos de dividendos a los
accionistas.
Decisiones a corto
plazo: Las decisiones se toman a partir del circulante activo y el pasivo. En
el caso del activo de la empresa, hablamos del remanente dentro del
capital o negocio, es decir, de las operaciones que se realizan como los
sueldos o facturas. Este se ve modificado buscando una mejor rentabilidad
del negocio en marcha. En cuanto al pasivo de la empresa, se trata del
estudio y manejo sobre cómo obtener financiación. Para ello, se busca
reducir costos a la hora de emitir deudas y acciones.
Al elegir una decisión de inversión, se toman en cuenta otro tipo de decisiones que
van con el mismo propósito, tener mejor rendimiento de capital.
Herramientas financieras.
A partir de diferentes métodos y técnicas formales, en las Finanzas Corporativas se
estudia la rentabilidad en inversiones para el beneficio de un negocio. Algunas de
las herramientas que emplean los expertos son:
Máster en Finanzas
Son aquellos con conocimientos de finanzas corporativas, son vitales dentro de las
empresa de todo el mundo. Su trabajo es esencial para el crecimiento y la
sostenibilidad de las compañías. Es recomendable formarse como experto en
finanzas pues se encarga de distintas áreas como: contabilidad, tesorería, control
interno, control de gestión, auditoría interna, compras, etc.
Banca de Inversión: supone una ayuda para emitir valores de los gobiernos
y corporaciones. Suponen un refuerzo en la inversión corporativa, ayudando
a generar ingresos de forma pasiva sustentando las operaciones.