Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Sumilla: el artículo busca mostrar los usos del lenguaje socio-político en los 7
Ensayos de Mariátegui a través de una metodología analítica basada en el
último Wittgenstein. Específicamente sobre una serie de términos, categorías y
enunciados relativamente problemáticas, por su falta de tematización,
ambigüedad, interpretación y compromisos ideológicos dentro de la literatura
marxista europea-latinoamericana. Las categorías discutibles, por analizar, que
emplea Mariátegui y los continuadores de su pensamiento son: marxismo,
clase social, poder, revolución, revisionismo, estado, ideología, dialéctica,
materialismo, entre otros. Nuestra lectura se inscribe dentro de la tradición
filosófica inglesa denominada «marxismo analítico» —que buscaba exponer
con «fidelidad» y rigor lo que dijo Marx y no los marxistas—, propuesta por
Gerald Cohen a fines de 1970. Bajo esa misma línea o clave de interpretación
es que intentamos desarrollar un «marxismo mariateguiano analítico» que
muestre lo que dijo Mariátegui y no los mariateguianos.
1
Cursa la Maestría y es licenciado en Filosofía por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Es
coautor de dos libros: Entorno a Pedro Zulen (2014) y Repensando a Augusto Salazar Bondy (2015).
Trabaja para la Revista de Filosofía Iberoamericana SOLAR, es miembro del Comité Consultivo de la
Cátedra José Carlos Mariátegui y miembro del Grupo de Estudios de Filosofía Peruana y Latinoamericana
«Pedro Zulen».
2
de esclarecimiento de los usos3 de términos y enunciados, es decir,
examinando la función que cumplen las palabras y a partir de dicha función
determinar su significado dentro de un contexto. En efecto, el significado de un
texto social, político y literario como los 7 ensayos está determinado por el
contexto lingüístico y social, es decir, las convenciones lingüísticas, los actos
deliberados de comunicación, el diálogo con sus interlocutores y el vocabulario
socio-político marxista que corresponde a un espacio y época histórica,
específicamente Lima en el Perú en las primeras décadas del siglo XX. En
consecuencia, intentamos leer el texto en su contexto porque somos
conscientes de que ningún análisis o interpretación relevante puede
constituirse sin usos, convenciones y estilos de lenguajes disponibles en una
época dada. En suma, se busca identificar y describir los diversos y
heterogéneos usos de términos (nociones y categorías) en un lenguaje
particular: el «juego de lenguaje» socio-político marxista-mariateguiano a lo
largo de los 7 Ensayos, los términos por analizar son: «poder», «estado»,
«nación», «clases sociales», «revolución», etc.
Aparentemente el camino trazado es el más seguro y confiable, sin
embargo surge un problema en relación a la naturaleza de los «juegos de
lenguaje» que líneas arriba hemos podido tan solo intuir. Pero no lo hemos
definido porque el concepto de «juego» es borroso4 y no podría ser delimitado5
por una definición o por una figura exacta puesto que este concepto es ya un
«juego de lenguaje» más. Como diría Wittgenstein en las Investigaciones
filosóficas:
3
Cfr. el parágrafo 7, p. 25 de las Investigaciones filosóficas donde identifica los «usos de palabras» con
«juegos de lenguaje»; también el parágrafo 1, p.19 a propósito del ejemplo del tendero, se pregunta por
el significado de la palabra «cinco» y responde: «No se habla aquí en absoluto de tal cosa; solo de cómo
se usa la palabra “cinco”».
4
Cfr. el parágrafo 71, p. 91 de las Investigaciones filosóficas pues ella declara que el concepto de
«juego» es borroso, oscuro, vago e impreciso: «puede decirse que el concepto de juego es un concepto
de bordes borrosos. —“¿Pero es un concepto borroso en absoluto un concepto?”— ¿Es una fotografía
difusa en absoluto una figura de una persona? Sí; ¿puede siempre remplazarse con ventaja una figura
difusa por una nítida? ¿no es a manudo la difusa lo que justamente necesitamos?
5
Cfr. el parágrafo 70, donde efectivamente declara la ausencia de una definición o figura exacta para el
concepto de «juego»: «ʺpero si el concepto de ´juego´ está falto de delimitación, entonces no sabes en
realidad lo que quieres decir con ´juego´ˮ. —Si doy la descripción: “el suelo estaba totalmente cubierto
de plantas”— ¿querrás decir que no sé de qué hablo mientas no pueda dar una definición de planta?»
«¡Tú cortas por lo fácil! Hablas de todos los juegos de lenguaje
posibles, pero no has dicho en ninguna parte qué es lo esencial de un
juego de lenguaje, y, por tanto, del lenguaje. Qué es común a todos
esos procesos y los convierte en lenguaje, o en partes del lenguaje…»
(Wittgenstein, 2002: 85 [65]).
6
Por esa razón, los funcionarios están subordinados y dependen del poder
centralista de la costa o Lima.
Que un grupo, estamento, caudillos o clase social sea “dueña del poder”
significa que el poder es “objeto de apropiación” o que le “pertenece” a alguien
o algo. Por consiguiente, el poder es inteligible y definible si y solo si en
relación a las clases, estamentos, grupos sociales, caudillos, estados o países
que lo detentan temporalmente.