Vous êtes sur la page 1sur 7

La Incredulidad, un rechazo a Dios

1 Samuel 8:1-22
Predicado: 12/mayo/2019

Introducción.-
Nuestro Dios es espíritu, no es visible por ojos humanos, no lo
podemos palpar, no podemos ir a un lugar donde Él se encuentre,
hacer una fila para verlo y conversar con Él. Sin embargo Él es el
Creador de todo lo que vemos, incluso de nosotros mismos.
Del Señor no tenemos una imagen, una figura, algo visible o
palpable: “y habló Jehová con vosotros de en medio del fuego; oísteis la voz
de sus palabras, mas a excepción de oír la voz, ninguna figura visteis.”
(Deuteronomio 4:12).
Precisamente en nuestros días, la gente busca algo que pueda
ver, manifestaciones visibles, formas y maneras de palpar, de sentir
algo. En nuestros días lo que la gente clama es por un dios que se
pueda percibir por los sentidos, que se vea, o que se sienta, o que se
guste. La gente entiende, en su incredulidad, que lo mas seguro es
cuando vemos o tocamos las cosas.
Ellos entienden que si escucharon una voz audible, es más
confiable que las Escrituras, que si vemos una imagen es más seguro
que lo que no vemos, si pueden sentir frío o caliente, ellos entienden
que esto es más seguro que el mero hecho de escuchar lo que Dios
tiene que decir en su Palabra.
Esta es la llamada incredulidad.

Explicación de la Historia.-
En el capítulo 8:5-6, de 1 Samuel, los ancianos de Israel, en
representación del pueblo le solicitan a Samuel les constituya un rey.
La razón que ellos argumentan era la mala conducta de los hijos de
Samuel (V3-4). Sin embargo, en su discurso al pueblo, cuando

La Incredulidad rechaza a Dios Página 1 de 7


Samuel los confronta con su pecado, Samuel nos deja ver la verdadera
razón por la que ellos pidieron rey (1 Samuel 12:12)
La razón por la que pidieron rey fue porque querían un rey físico,
visible que fuera delante de ellos y les salvara, esta es la razón tal vez
que cuando el Señor les dio un rey, conforme a su deseo, les dio una
persona que era la más alta en Israel,(en estatura) y era además un
hombre de guerra.
Era en el fondo incredulidad. Nahas, amonita era un rey
poderoso y cruel, notemos lo que le pide a los de Jabes (V1-2). Ellos,
los israelitas temieron, y en su temor no confiaron en el Señor, sino que
buscaron encontrar apoyo en un ser físico, que sus ojos vieran y su
corazón sintiera que estaba ahí, y que con sus habilidades para la
guerra les defendiera. La incredulidad exige ver, “Este, cuando oyó
que Jesús había llegado de Judea a Galilea, vino a él y le rogó que
descendiese y sanase a su hijo, que estaba a punto de morir. Entonces Jesús
le dijo: si no viereis señales y prodigios, no creeréis” (Juan 4:47-48).
“Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos,
y te creamos? ¿Qué obra haces?” (Juan 6:30).
“El Cristo, Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, para que veamos
y creamos.” (Marcos 15:32).
La incredulidad hace que la persona se sienta confiada y contenta
cuando vea obras portentosas y visibles. Ahora, Dios no tiene cuerpo,
no se ve, es espíritu. Oramos y por la fe que nos fue dada creemos
firmemente que Él nos oye. Descansamos en Él nuestras situaciones
particulares, como Ana, a través de la oración, creyendo firmemente
que Él nos oye. Desarrollamos una comunión íntima con Él, en oración
y lectura de su Palabra, le amamos.
Nos abrazamos a Jesucristo y creemos que Su sangre nos limpia
y nos hace aptos para el cielo. ¿Lo crees?
No te pregunto si lo sientes, sino ¿Si lo crees?. Le amamos
sin haberle visto con nuestros ojos físicos, mantenemos una relación
diaria con Él, creemos que volverá y nos llevará a Su presencia para

La Incredulidad rechaza a Dios Página 2 de 7


siempre. Creemos sus promesas y advertencias. Él es el único que
nos ha hablado del cielo y del infierno; y creemos firmemente que
ambas cosas son reales.

Algo más que nos enseña esta historia es nuestra necesidad a la


hora de ayudar a través de la confrontación por el pecado:
B.- Para confrontar el pecado necesitamos luz del Señor porque
puede estar disfrazado detrás de una excusa.
Los israelitas dieron como razón de su petición a Samuel la
corrupción de los hijos de Samuel (y esto era verdad). Sin embargo,
Samuel ni siquiera mencionó esto en su confrontación, sino que fue al
punto. (1 Samuel 12:12)  Sus ojos vieron un peligro y su
incredulidad les hizo buscar refugio en una persona física y no en Dios.
Rechazaron a Dios y prefirieron un ser humano, a pesar de todas
las advertencias con relación al trato que dicho rey les daría. Así es
la incredulidad.
La fe, por el contrario, nos conduce a buscar a Dios en los
peligros. “En el día que temo,
Yo en ti confío. “ (Salmo 56:3 )
La fe nos lleva a decir: “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro
pronto auxilio en las tribulaciones” (Salmo 46:1).

Hay otra ocasión en la que el pecado aparece disfrazado, fue la


ocasión en la que Aarón y María supuestamente diferían con Moisés
por haber tomado mujer cusita (Es probable que fuera oriunda de
Etiopia, o sea, que era de tez negra; aunque en todo caso era una
mujer extranjera, no del lugar). (Números 12:1)
El punto es que la verdadera razón por la que Araron y María se
opusieron a Moisés fue por su celo hacia Él, por la posición que Dios
le había dado. Así, el pecado aparece disfrazado, con otra cara, para
desviar nuestra atención, pensando que es algo razonable y verdadero
lo que está solicitando.

La Incredulidad rechaza a Dios Página 3 de 7


Aplicación de la Historia.-

1.- La incredulidad nos lleva a desechar a Dios por algo o alguien


visible (1 Samuel 8:7).
Esos son precisamente los ídolos, cosas, objetos, personas en
quien descansamos y a quienes amamos más que a Dios, igual que
Dios, o en lugar de Dios a quien no vemos. La incredulidad se
conecta a través de la vista. La fe nos conecta con Dios por la fe sin
necesidad de ver. “a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo,
aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; “
(1Pedro1:8).

La incredulidad exige continuamente hechos visibles para


mantenerse en el camino, siguiendo a Dios. La fe se alimenta de la
Palabra, de sus promesas, de sus dichos. Es por esta razón que los
movimientos donde hay sanación y milagros se multiplican tan rápido.

2.- Cuando hay problemas, hoy en día, muchas veces lo que


hacemos es decir: “Lo que necesitamos es dinero, o necesitamos tal
cosa”. “Si yo tuviera tal cosa….” “Si tuviera casa propia…”
Todo esto decimos cuando en realidad lo que necesitamos es
buscar al Señor y confiar en Él. El Señor es la mayor necesidad que
tiene y puede tener el ser humano. ¿Qué Cree usted, que el ladrón
en la cruz necesitaba más librarse de esa cruz o lo que más necesitaba
era la garantía de que ir al paraíso, de ir al cielo?
Así, una persona puede pensar que en su lecho de enfermedad,
lo que necesita es salud, pero más que salud, necesita a Dios.

3.- Mi hermano, cuando estés triste, angustiado, con temor… mira


que tu alma busque refugio en el Señor, cualquier otro refugio que te
sugiera tu naturaleza humana caída, es desechar a Dios que te sacó,

La Incredulidad rechaza a Dios Página 4 de 7


no de Egipto, sino del mundo, del pecado y del reino de Satanás. En
la tristeza, algunos se alejan del Señor, se quedan a la hora del culto,
se alejan de los hermanos,…pero lo que debemos hacer es traer
nuestras tristezas al Señor; no desecharle a causa de la sugerencia de
nuestro corazón.

4.- Otra forma de desechar a Dios es cuando oímos Su palabra y


no la obedecemos. Por lo cual, oigamos y obedezcamos a Dios,
(“Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que
desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si
desecháremos al que amonesta desde los cielos.” Hebreos 12:25). Quien
les amonestaba en la tierra era Moisés, en el nombre del Señor. Pero
ahora la palabra no nos llega a través de Moisés ni de ningún otro, es
desde el cielo. (Hebreos 1:1). El Señor nos habla sin intermediarios
en Su palabra. Antes los israelitas sentían que estaban oponiéndose
o desobedeciendo a Moisés, porque Moisés era una figura visible; pero
ahora no tenemos a nadie a quien mirar; aunque los predicadores
hablan en nombre del Señor.
A pesar, de tener pastores, que guían nuestras vidas, tenemos
una relación y comunión con Dios; en otras palabras, aun cuando
desechemos a los hombres que Dios ha establecido para guiar
nuestras vidas, a Dios es a quien desechamos.

5.- Otra manera de desechar a Dios es cuando buscamos en otra


cosa o persona, aquello que debíamos buscar en el Señor. Por
ejemplo:
El deleite,  algunos lo buscan en drogas y placeres
pecaminosos cuando debían buscarlo en el Señor.
La seguridad,  algunos la buscan en el dinero, en otro ser
humano que les defienda en lugar de buscarlo en Dios.
La provisión,  algunos la buscan en base a sus esfuerzos y no
confiando en Dios como proveedor.

La Incredulidad rechaza a Dios Página 5 de 7


La salud, Cuando necesitamos salud, ¿en quién la buscamos,
en quién confiamos, a quién rogamos? “… Asa enfermó gravemente de
los pies, y en su enfermedad no buscó a Jehová, sino a los médicos. .“
(2Crónicas 16:12).
Podríamos enumerar un largo número de casos en los cuales la
persona se ve inclinada a confiar en lo visible, pero nos llevaría todo el
tiempo, dejemos que el Espíritu Santo haga su obra de convencernos
de pecado y llevarnos a Cristo.
El punto es que, el Señor es y debe ser nuestro todo, y cuando
buscamos suplir nuestras necesidades y deseos fuera de Él, le
desechamos. La naturaleza humana a manera de instinto, busca
llenar sus vacíos fuera de Dios. Por esto Cristo fue desechado entre
los hombres. “Despreciado y desechado entre los hombres, varón de
dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el
rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.” (Isaías 53:3).
“A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.” (Juan 1:11)
Mi amigo, ¿Qué harás con ese Cristo que te es presentado en la
predicación? ¿Cuál será tu preferencia?
Solo deseo recordarte que en Cristo esta la vida, la eternidad, la
salvación. Si le desechas no encontrarás vida en ninguno más. Si le
desechas hoy, nadie te puede garantizar que tengas otra vez la oferta
de recibirle, de aceptarle, de abrazarle como tu todo. Dios tiene todo
el derecho de tomar tu “NO”, y escribirlo en los cielos para siempre, y
solo recordártelo en el día del juicio para condenación. Allí
escucharás, que tú y no otro, dijiste “no” a su llamado, a su oferta, a su
gracia, al cielo…. Que preferiste tus ideas, que preferiste el mundo,
que preferiste resolver tus problemas primero que recibirle a Él,
que dijiste, “no”, cuando podías decir “si”, tan solo porque en tu corazón
preferías dejarlo para después, porque considerabas a Dios como
alguien que puede esperar, esperar y esperar, hasta que tú consideres
que tus fuerzas están por abandonarte o que ya no te quedan deleites
en el mundo por saborear, mi amigo, esto es desechar a Dios, que

La Incredulidad rechaza a Dios Página 6 de 7


preferiste resolver con tus métodos en lugar de descansar tus asuntos
en Él. Esto es desechar a Dios a causa de incredulidad.
Mi amigo cree, cree en Cristo, no lo pongas en balanza con algo
tan sencillo como tus propias ideas, Él es sublime, Él es valioso, Él es
el Creador de todo.

6.- Mis hermanos, cuidemos de no desechar a nuestro Dios, ni su


palabra, ni sus métodos. Él tiene métodos que nos dicen cómo
debemos enfrentar las situación, Él tiene maneras establecidas en Su
palabra de cómo debemos hacer las cosas, de cómo debemos
comportarnos… en fin, para no desecharle tenemos que tomar Su
Palabra como nuestra norma de vida. Si tomamos el método mundano
y lo mezclamos con un poco de Biblia, erramos.

La Incredulidad rechaza a Dios Página 7 de 7

Vous aimerez peut-être aussi