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Iglesia Evangélica de la Fe

Escuela bíblica con propósito

El trato de Dios con el hombre antes de ejercer el liderazgo

Quebrantamiento del hombre exterior Rev. Agustín De Gracia

Muchas veces hemos visto líderes, pastores o ministros actuando de maneras incorrectas, no
necesariamente pecados escandalosos, pero si acciones y actitudes incorrectas, como
groserías, orgullo, vanagloria, arranques de ira, rebeldía y deslealtad a sus autoridades,
actitudes emocionales, o violentas, etc., y nos preguntamos por qué se actúa de esa manera.
Muchas veces estos líderes no fueron formados, moldeados, tratados, ni quebrantados en su
área emocional, temperamental, en su alma, demostrando así debilidades de carácter,
llegando a lastimar a la congregación y siendo piedra de tropiezo y de mal testimonio.
Necesitamos ser moldeados y quebrantados en nuestro hombre exterior primero. Jer 18

Tarde o temprano todo siervo de Dios descubre que el obstáculo más grande para su labor es
él mismo y se da cuenta que su hombre exterior no está en armonía con su hombre interior.
El líder eficaz ha debido ser quebrantado en su hombre exterior.
En Romanos 7:22 dice: “Porque según el hombre interior, me deleito en la ley
de Dios”. Nuestro hombre interior se deleita en la ley de Dios. Efesios 3:16 dice:
“Fortalecidos con poder en el hombre interior por Su Espíritu”. Y en 2 Corintios 4:16 Pablo
dijo: “Aunque nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva
de día en día”. La Biblia divide nuestro ser en el hombre interior y el hombre exterior.

“Dios podrá usarnos espiritualmente siempre y cuando el Señor lleve a cabo dos obras en
nosotros. Una es el quebrantamiento del hombre exterior, y la otra es la separación de nuestro
espíritu y nuestra alma, o sea, la división del hombre interior y el hombre exterior. Dios debe
realizar estas dos obras cruciales en nosotros para poder usar nuestro espíritu.” W. Need

En Juan 12:24 el Señor dice: “Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo;
pero si muere, lleva mucho fruto”. La vida está en la semilla. No obstante, la semilla está
rodeada de una cáscara, una corteza dura. Mientras esta cáscara no se quiebre, la semilla no
podrá crecer. “Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere...” ¿A qué se refiere esta muerte?
Es la muerte al yo, al orgullo, a la autosuficiencia, arrogancia, es la muerte a nosotros, es la
trasformación de nuestro temperamento, donde no reaccionamos emocionalmente, sino que
la mansedumbre y el dominio propio están en nuestra vida. Dios solo pudo usar a Moisés
cuando fue el hombre más manso sobre la tierra.
Cosas que deben ser eliminadas del hombre exterior de nuestra vida como líderes:

1. Orgullo, Arrogancia: Creer que somos superiores a otros por los dones que tenemos.
Sentirnos superiores a los demás por la posición, talentos, llamado y menospreciar a
otros, aun a sus líderes o pastor, Creer que ya estamos por encima del nivel de otros
y que no tenemos que someternos a nadie, Que ya estamos crecidos y aun podemos
juzgar a nuestros líderes. Lo contrario es la humildad y darle la gloria a Dios si
podemos hacer o lograr algo.

2. Autosuficiencia: Pretender que somos capaces por nosotros mismos de llevar adelante
la obra de Dios porque tenemos recursos, dones, carismas, experiencia y
conocimiento, que no necesitamos orar o buscar ayuda, ni consejo. olvidando que
dependemos de Dios. Debemos depender de Dios para todo, no de nosotros.

3. Complejo de dueño o Jefe: Esto nos hace ser groseros con la gente pues vemos la
obra de Dios como mi finca personal y a la gente que debemos servir como empleados
a nuestra disposición. Pensamos que los recursos son nuestros y lo usamos a nuestro
antojo. Debemos actuar como un líder guiador, inspirador, servidor, consejero
recordando que no somos dueños, sino, mayordomos o administradores solamente.

4. Falta de dominio propio e inmadurez: Esto nos lleva a ser impulsivos, actuar con falta
de prudencia, decir cosas sin pensar, sino impulsivamente, tener arranques de ira y
enojo que nos llevan a actuar erróneamente, ofendernos con facilidad, y ser
conflictivos. Debemos ser sobrios, prudente, amable, dueño de sí mismo. 1 de
Tim.3:6, tito 1:8

5. Actitudes Carnales pecaminosas: Vivir doble vida, arrastrado y dominado por


pasiones, lujuria, malicia, sensualidad, Celos, contiendas, etc., que no ha crucificado
su carne, ni rendido sus deseos a Cristo. Debemos ser lo contrario: Justo y santo,
irreprochable, integro, muerto a sus deseos y pasiones, sacrificio vivo para Dios

6. Deslealtad y rebeldía: Falta de sometimiento y obediencia a su Pastor, pues considera


que por sus dones, unción, experiencia, capacidad o razonamiento pueden juzgar que
su líder está equivocado y por ello levantarse en su contra, criticarlo, y levantar una
rebelión publica o secreta, guerra de guerrillas a sus líderes hasta derrocarlos.

7. Las Exigencias: Exigir honra, consideraciones, atenciones, respeto, exigir ser


reconocido, pagado, tener un lugar especial por su cargo, don o función, exigir ser
servido. Estas cosas no se exigen, se ganan, con una vida de servicio y testimonio.
No se buscan, ni se anhelan, no son la motivación del líder. Si llegan se agradecen
con humildad y siempre se reconoce que son solo por la gracia de Dios.

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