Hoy no me peliè con el gordito de cachetes colorados que viene
en el petizo sillòn, que es el soguero de la estancia. El petizo yo digo que se quedò asì, de tanto traer el gordo a la escuela. Porque trae con el una maleta de tangerinas y despuès me tira las càscaras. Pero el no sabe que los perros le revuelcan la maleta por toda la escuela, porque cada tanto, yo se la ensucio de mestruaciòn. Tampoco me he pelidado con el negrito larguirucho que parece un clavo de herradura. Pero cuando se rie, los dientes blancos se le escapan de la boca con alegrìa de salir de adentro de ese negrito tan diablo. Es un diablo porque no para quieto y critica a todo el mundo. Se rie de los demàs, pero despuès, se queda serio y se desmaya; dice la directora que es porque a la sangre, le cuesta llegar a la cabeza del clavo, y siente frio, y se desmaya. Hoy es un dìa en el que no se a peleado nadie; ni la flaca alborotada con la pecosa pelirroja, ni yo...que no hay dìa en que no me piquen las ganas de reventarme con alguien. Pero hoy no. Porque cuando llegamos a la escuela, estaba tapera. Y al rato, unos vecinos avisaron que se habìa muerto la maestra. Ella decìa que venìa por nosotros nomàs, que la presiòn le subìa mucho con el frio y no le daba el sueldo para los remedios ni podìa jubilarse porque entonces la iban a poner en uno de esos lugares a donde llevaban a todos los que dejan de funcionar un dìa... No se que le voy a llevar hoy a mi hermanita cuando vuelva y a mis perros; porque vive sola conmigo y por lo menos la maestra, me daba comida para llevarle y yo la ayudaba a limpiar el comedor y, a escondidas, me llevaba las sobras de la escuela.. Ahora estamos juntos, acà afuera. Hasta el gordo repartiò las tangerinas lloroso y el negro como de luto, no dejò salir hoy sus blancos dientes, porque la risa, hoy no cabìa en la escuela.... Y estamos todos juntos sin pelearnos acà afuera. Sin pelearnos; como si la maestra nos lo pidiera.… Willer Casco