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Xalapa de la Inmaculada, Ver.

, 11 de agosto de 2019

A los Señores Cardenales, Arzobispos y Obispos de la CEM,

A los presbíteros, diáconos, religiosas y religiosos,

A todos los fieles laicos,

A todas las personas de buena voluntad:

Muy queridos hermanos y hermanas:

“Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor


morimos. Así que ya vivamos, ya muramos, somos del Señor.
Porque Cristo murió y volvió a la vida precisamente para ser
Señor de vivos y de muertos” (Rom 14, 8-9)

Luego de dar la última batalla de su vida y haber recibido los auxilios espirituales de
la Santa Madre Iglesia, en compañía de su apreciable familia, en su domicilio
particular, y acompañado con la oración de innumerables personas, debo
informarles que en este día domingo, a las 8:40 pm, nuestro querido Arzobispo
emérito y Cardenal Don SERGIO OBESO RIVERA ha partido a la casa del Padre.
Rogamos a Dios nuestro Padre que lo reciba con los brazos abiertos y lo introduzca
en las moradas eternas.

El Cardenal Sergio Obeso Rivera, nació en Xalapa el 31 de octubre de 1931, sus


padres fueron don Emilio Obeso y doña Estela Rivera Ramírez, fue el sexto de 9
hijos. Vivió sus primeros 8 años de su vida en el pueblo de la Vigas.

El Cardenal Sergio Obeso ingresó al seminario el 23 de enero de 1944. El 10 de


octubre de 1947 fue enviado a continuar su formación a la Pontificia Universidad
Gregoriana en la ciudad de Roma, donde obtuvo el Doctorado en Teología, fue
ordenado sacerdote el 31 de octubre de1954. A su regreso a Xalapa, en1955 fue
destinado al servicio del Seminario. Allí se desempeñó como prefecto de filósofos,
director espiritual, docente de materias filosóficas e incluso como rector.
En 1971, SS. Pablo VI lo designó Obispo de la diócesis hermana de Papantla, en el
estado de Veracruz; su ordenación episcopal fue el 29 de junio de 1971. El 18 de
enero de 1974 fue nombrado obispo coadjutor con derecho a sucesión de la
Arquidiócesis de Xalapa. A la muerte del Arzobispo Emilio Abascal Salmerón, el 12
de marzo de 1979, don Sergio Obeso Rivera se convirtió en el 3° Arzobispo de
Xalapa. En esta sede estuvo 28 años al frente.

Durante su gestión como Arzobispo de Xalapa, se llevó a cabo la beatificación y


canonización de San Rafael Guízar Valencia así como la promoción y erección de
las diócesis de Córdoba y Orizaba.

El Cardenal Sergio Obeso Rivera presidió por 3 ocasiones la Conferencia del


Episcopado Mexicano. Fue unos de los principales artífices de la reforma
constitucional de la relación Iglesia y Estado. S. S. Benedicto XVI aceptó su renuncia
del arzobispado de Xalapa debido a su edad, el 10 de abril de 2007.

El domingo 20 de mayo de 2018, S.S. Francisco anunció en la Plaza de san Pedro,


el nombramiento cardenalicio para Mons. Sergio Obeso; el capelo cardenalicio lo
recibió el 28 de junio de 2018 en la Basílica de San Pedro, en Roma.

Son innumerables las obras y el quehacer pastoral que el Cardenal Sergio Obeso
fue realizando a lo largo de su servicio en esta arquidiócesis; somos testigos de su
cercanía con sus fieles, su capacidad de interlocución con diferentes actores y su
exquisita capacidad para conversar así como su don de gentes. El Cardenal Sergio
Obeso Rivera vivía con mucha discreción y no le gustaba hablar de sus cualidades
y de sus logros. Sin embargo todos nosotros somos testigos de sus dones y de sus
virtudes

El Cardenal Sergio Obeso fue una persona consagrada a Dios que fue invitado
desde muy pequeño a prepararse para trabajar en la viña del Señor. Muchos años
de su ministerio sacerdotal los dedicó a la formación de los sacerdotes y después
como Arzobispo, recorrió incansablemente el territorio de la arquidiócesis de
Xalapa, Dios adornó su vida con cualidades extraordinarias que él utilizó en la
predicación evangélica, en la conducción de la Arquidiócesis y en el trato con todo
tipo de personas; fue un ser humano extraordinario que supo atender con diligencia
a todos los que tuvieron la fortuna de tratarlo directamente.
El Cardenal Sergio Obeso Rivera fue una persona admirable en todo sentido.
Tuvimos el privilegio de ser guiados por él, siempre escuchamos con mucha
atención su consejo y sus orientaciones. Lo reconocimos como un hombre culto,
como una persona amable, brillante y con una calidad humana reconocida por
propios y extraños. Era elocuente al hablar, sus enseñanzas manifestaban la
profunda solidez de su formación y la claridad de su pensamiento.

El Cardenal don Sergio Obeso fue sobre todo un testigo elocuente de la fe. De esta
experiencia religiosa se desprendía también su profunda visión de la vida y sus
grandes virtudes. El contacto con la Sagrada Eucaristía y con la Palabra de Dios
despertaban en él todo tipo de virtudes: piedad, caridad pastoral, dedicación,
respeto, claridad, solidez, firmeza y transparencia entre otras.

Como pastor al frente de esta arquidiócesis, lo admiramos por su don de gentes, y


su cercanía con la comunidad a la que servía con fervorosa piedad y trato
respetuoso. El Cardenal Sergio Obeso puso sus cualidades al servicio del
evangelio. Su profunda capacidad para comprender los misterios de la fe, se
completaba con la claridad a la hora de exponer magistralmente la doctrina cristina.

El Cardenal Obeso supo integrar muy bien el cultivo de su fe con el compromiso con
las realidades temporales. Fue admirable la austeridad con la que siempre vivió
mostrando una gran libertad ante los bienes de este mundo. Su grandeza interior le
permitía apreciar la belleza de este mundo sin perder la mirada en las cosas del
cielo.

Fue un pastor cercano con las personas de bajos recursos, y por eso muchas veces
recorrió las comunidades rurales y los pueblos de la sierra del estado de Veracruz
con una gran disposición y caridad pastoral. Siendo el pastor de esta arquidiócesis
supo crear las estructuras eclesiales que permitieron el acercamiento y
acompañamiento a los sectores más desprotegidos. Don Sergio nos enseñó con su
ministerio y testimonio de vida que la verdadera fe no se puede encerrar solo en la
sacristía. Pero también que el servicio a nuestros hermanos, resulta más auténtico
cuando se inspira en nuestra pertenencia a Cristo. Fe y vida fue un binomio muy
bien conjugado por nuestro cardenal.
El Cardenal Obeso nos enseñó con el testimonio de su vida que se puede y debe
servir a los pobres sin asumir posturas radicales y sin demagogias. Se puede servir
a los más desprotegidos y ser testigos en el mundo sin renunciar a los valores
cristianos ni perder nuestra pertenencia a Cristo. El cardenal Sergio Obeso le sirvió
al mundo porque tenía una gran pertenencia a Cristo.

Reconociendo su brillante trayectoria episcopal y los servicios calificados que


ofreció a la Conferencia del Episcopado Mexicano y a todo el pueblo de Dios damos
gracias a Dios por haberlo tenido entre nosotros. Que por la misericordia de Dios
alcance el premio de los justos y que goce eternamente de la contemplación del
rostro de Dios.

Los restos del Cardenal Sergio Obeso Rivera serán velados en la Santa Iglesia
Catedral de Xalapa donde también será sepultado. Su misa exequial será el martes
13 de agosto a las 12 hrs. «Que por la misericordia de Dios, el alma de nuestro
querido Cardenal Sergio Obeso Rivera, descanse en Paz».

Que el Señor aumente en nosotros su gracia y nos conceda por intercesión de Santa
María de Guadalupe, San Rafael Guízar Valencia y el beato Darío Acosta Zurita
cumplir con alegría su santa voluntad. Que a todos nos conceda el consuelo de la
fe.

+Hipólito Reyes Larios

Arzobispo de Xalapa

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