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Creer en el Dios uno y trino

Fundamento de la fe cristiana
Partamos de la concepción de que la fe en el Dios uno y trino no es producto fantástico o
imaginario o algo que el hombre por si solo pudiese pensar; Dios trino en su infinita bondad
se quiso revela al hombre, lo hizo en la creación donde demuestra su poder y divinidad, que
luego en voz activa Dios transmite a sus elegidos los profetas el sagrado legado de salvación,
voz que llegara a plenitud en Cristo encarnado, Dios presente en Cristo Jesús y en el espíritu
de su procedencia divina, hace que la creación conozca la manifestación de ese Dios uno y
trino. Ese Dios que se descubre así mismo, es el mismo Hijo con el espíritu santo en el padre
ya que son una única esencia, es un Dios que se presenta en diferente función. Así, el Dios
de los cristianos no es una “monada solitaria “ni una omnipotencia compacta, ni un súper
padre que está en un lugar determinado, es más bien el Dios uno y único, manifestado en
comunidad en si mismo y en relación al hombre y su experiencia con él.
La revelación de Dios uno y trino
En el cristianismo Dios se ha hecho manifestó de diferentes maneras, su palabra es
comunicada por los profetas, por acontecimientos sobrenaturales, fenómenos, signos, gestos,
en fin Dios que se revela en y con palabras. Ahora nos interrogamos ¿cómo es posible que
un Dios se manifieste en palabras si es infinito? Si así fuese el hombre al recibir y comunicar
esa palabra esta seria finta por la condición humana, y se fragmentaria la palabra divina; pues
bien: como ya se dijo Dios en su infinita misericordia y bondad, se revela en sí mismo y se
da a conocer, adaptado al hombre para su plena comunicación, “quien me ve a mí, ve también
al Padre” (Jn 14, 9) esto paraqué todos seamos uno y entrar en comunión. Ahora esa
comunicación debe surgir desde la capacidad que Dios mismo da al hombre para poder
acercarse al conociendo de lo infinito, esa capacidad la recibimos del Espíritu Santo que
habita en nosotros, él es el responsable de que podamos en inteligencia acercáramos a la
palabra de Dios que acontece en la fuerza de la actividad divina en el espíritu de verdad.
Solo Dios es capaz de revelarse así mismo sobre nosotros, ante nosotros, junto a nosotros, en
medios de nosotros, manifestado en la dimensión tripersonal de procedencia univoca.
Comprender el ser
Se va a partir desde el vinculamiento del ser cristiano y de la envolvente cuestión de unidad
esencial que permanece y no se altera en la realidad. La unidad es la fuente de la pluralidad,
sin la unidad no se pude pensar en plural, es por eso que nos preguntamos sobre la presencia
necesaria de un ser que viva, infunda y emane unidad, eso que es uno y es divino, esa unidad
que no es finita, sino origen de infinidad, la pluralidad es fruto subordinado de la unidad
plena, y el hombre en su conciencia y racionalidad debe liberarse de lo aparente que se
muestra en la realidad como real, esto a partir de un pensamiento filosófico y experiencia
estética para identificar en lo plural lo perfecto, lo uno, lo que está en sí mismo, del ser en sí,
del para ser en sí, en definitiva del ser único (sustancial) verdadero. Dios es en efecto el ser
en sí, que actúa mediante Cristo misma sustancia que comparte el espíritu, demostrando en
su ser la comunión en trinitaria.
La comunión de Dios
En el Dios trinitario no podemos aplicar el mismo sentido de comunión humana, es un
comunión divina, que se funda en el amor, no de dioses, si no de un Dios personal y funcional.
Dios como unidad originaria de relación amorosa, donde todo es común en mutuo
abarcamiento y compenetración total de tres personas en una: Padre, Hijo y Espíritu en sí, y
para sí.
(Jn 10, 38) “el padre está en mí y yo en el Padre” y el Espíritu es parte del mismo hijo con el
Padre en mutua relación de amor y vida divina en afinidad total y también como única
esencia de indisoluble relación personal en el amor, “Dios es amor” (1 Jn 4, 16). Se lo pude
entender también como el amor de dos Padre e Hijo que fructífera en un co-amor mutuo el
Espíritu de Santidad.
Dios de carácter personal trinitario
En las personas de Dios, el espíritu es el vínculo de unidad del Padre con el Hijo, es Don de
Dios, es Dios en general, “Dios es Espíritu” (Jn 4, 24) y el espíritu es garante de ese convivir
mutuo del “nosotros” en Dios, como garantía de manifestación de la trinidad, el Hijo a su
vez, recibe su condición divina por el Padre y este será es el don expreso, verbal y patente.
En definitiva, el ser de Dios florece socialmente como una comunidad de relaciones en el
amor.

Datos recopilados de: creer en el Dios uno y trino de Gisbert Greshake.

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