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Qué es Renacimiento

Se conoce como Renacimiento al movimiento cultural y artístico que surgió en Italia ente los
siglos XIV y XVI, si bien se extendió a toda Europa (especialmente, en países como Alemania, los
Países Bajos, Inglaterra, Francia, España y Portugal).

Etimológicamente, la palabra renacimiento se compone con el prefijo latino re- que significa
“reiteración” y el verbo nasci que expresa ”nacer”. Por lo tanto, renacimiento significa,
literalmente, volver a nacer. Se usa figuradamente para referir la recuperación de energías o el
ánimo, sea de un individuo o de un grupo.

En este sentido, el Renacimiento toma su nombre del afán por recuperar la grandeza cultural
del pasado grecorromano, tiempo en que la península italiana era el centro del poder imperial.
Florencia, Roma, Venecia, Génova, Nápoles y Milán fueron escenarios cruciales en su desarrollo.

El Renacimiento se oponía a los valores de la Edad Media, período caracterizado por la


consolidación de una cultura teocéntrica y anti-individualista. En contraposición, los
renacentistas lucharon por rescatar los valores y prácticas de la antigüedad clásica, y promover
el antropocentrismo y el individualismo.

El Renacimiento ayudó al desenvolvimiento del comercio en el Mediterráneo y a la formación


de una economía calificada por algunos como protocapitalista. También supuso el reimpulso de
la investigación científica, la secularización de la sociedad, el apogeo de las universidades y la
separación de los conceptos de arte y artista respecto de artesanía y artesano.

Características del Renacimiento


El Renacimiento se caracteriza principalmente por:

Antropocentrismo:

El renacimiento propone el paso de una sociedad y cultura teocéntrica hacia una sociedad
antropocéntrica, en la cual el ser humano sea visto como el centro del universo. El
antropocentrismo se basó filosóficamente en el humanismo antropocéntrico.

Secularización de la sociedad:

Fue el proceso mediante el cual los sectores civiles de la sociedad fueron ganando mayor
influencia política, económica y, especialmente, cultural, con respecto al poder detentado hasta
entonces por la clase clerical.

Valoración de la antigüedad clásica:

El renacimiento rescató muchos documentos producidos en la antigüedad clásica escritos en


latín, griego y árabe, los cuales fueron traducidos a las lenguas vulgares en beneficio de la
secularización. Además, se abocaron al estudio del arte grecorromano.

Aparición de la idea del gentil-hombre:

El Renacimiento creó el ideal del hombre múltiple y docto que debía conocer sobre todas las
materias.

Racionalismo y cientificismo:
Los renacentistas estaban convencidos de que todo puede ser explicado a través de la razón y
la ciencia. Por ello florecieron las ciencias y destacaron científicos como Nicolás Copérnico,
Galileo Galilei, Alonso de Santa Cruz, Miguel Servet y el propio Leonardo Da Vinci.

Individualismo:

El Renacimiento favorece la idea de la autoconcepción, autovaloración, autocalificación y


autodistinción del hombre. No debe confundirse con el individualismo consumista.

Humanismo antropocéntrico
El humanismo es un movimiento intelectual, filosófico y cultural que tiene estrecha relación con
el Renacimiento. Se trata de una doctrina filosófica que consiste en la valoración del hombre y
la búsqueda de su bien.

Este había nacido en la Edad Media, pero para entonces se concebía como un humanismo
teocéntrico. El Renacimiento, en cambio, propuso el humanismo antropocéntrico, que consistía
en la valoración del ser humano como individuo y sujeto, con independencia de justificaciones
externas. Entre sus principales promotores se puede mencionar a Erasmo de Rotterdam, Tomás
Moro y Leonardo Bruni, entre otros.

Mecenazgo
Durante el Renacimiento, no solo se retomaron los valores de la Antigüedad Clásica, sino algunas
costumbres. Entre ellas, fue fundamental el desarrollo del mecenazgo, una forma de patrocinio
de la producción artística o científica, que trae beneficios, tanto materiales como simbólicos, al
inversionista.

El término proviene de Cayo Cilnio Mecenas, un particular de tiempos del emperador César
Augusto, célebre en la historia por promover y patrocinar de las artes. Sin embargo, la iniciativa
privada del patrocinio artístico desapareció con el imperio, y recayó casi totalmente en la Iglesia
cristiana hasta el Renacimiento, cuando los civiles asumieron el protagonismo.

Renacimiento en las bellas artes (artes plásticas)

Los artistas del Renacimiento investigaron y reinterpretaron los valores plásticos del arte
grecorromano, lo que les permitió aplicarlos no solo a las técnicas ya conocidas, sino a las nuevas
técnicas y soportes de su tiempo, motivo por el cual la pintura destacó particularmente.

Características generales del arte del Renacimiento


En términos generales, el arte del Renacimiento se caracterizó por:

Percepción del arte como objeto y forma de conocimiento;

Imitación del arte clásico grecorromano en todas las disciplinas;

Estudio de la anatomía humana;

Naturalismo (observación e imitación de las formas naturales);

Simetría;

Equilibrio;
Proporción;

Estudio de la geometría espacial;

Perspectiva en punto de fuga;

Gusto por la luz diáfana (en detrimento de la luz colorida del gótico);

Aparición del claroscuro;

Desarrollo de los temas profanos como mitología, historia y paisaje (este siempre subordinado
a la representación principal);

Aparición del género del retrato en pintura;

Aparición de la pintura al óleo sobre lienzo.

Renacimiento en literatura
El Renacimiento literario en sus obras buscaba la sencillez, la claridad, y la naturalidad. Con el
Renacimiento, surgieron grandes genios de la literatura, entre ellos: Maquiavelo, autor de El
Príncipe; Michael de Montaigne y su obra Ensayos; Boccaccio y el Decamerón; Francesco
Petrarca y el Cancionero, entre otros.

Considerado uno de los mayores dramaturgos de todos los tiempos, figura el inglés William
Shakespeare, quien escribió tragedias como Romeo y Julieta y Hamlet, y comedias como La
fierecilla domada o El sueño de una noche de verano.

En España, se conoce como Siglo de Oro a un período de elevadísima fecundidad literaria, que
coincidió con buena parte del Renacimiento, y se extendió hasta el siglo XVII aproximadamente.
Son del Siglo de Oro los escritores Miguel de Cervantes, Sor Juana Inés de la Cruz, Lope de Vega,
Francisco Quevedo, Góngora, Garcilaso de la Vega, San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Ávila,
entre otros.

Los escritores más influyentes del renacimiento


Aunque hubo una gran cantidad de escritores reconocidos, algunos sobresalieron por su
excelente labor y la influencia de sus escritos en el mundo del siglo XIV.

Leonardo Da Vinci (1452 – 1519)


Leonardo escribió en pequeños cuadernos usando su mano izquierda y una técnica de escritura
en espejo (el texto se escribe de derecha a izquierda).

Con frecuencia pintaba con la mano izquierda y sólo parecía escribir con la mano derecha
cuando quería que el texto fuera leído fácilmente por otros.

Sus grandes trabajos científicos como el Hombre de Vitruvio, la ametralladora, el tornillo


helicoidal, la calculadora y otros aportes, lo hicieron una figura de renombre durante el
Renacimiento y en la historia mundial.

Estudiosos presumen que es posible que Leonardo se haya preocupado por que otros robaran
sus ideas y por ello decidió utilizar ese tipo de escritura. Él introduje la técnica de escritura
especular en esa época.
Miguel Ángel (1475 – 1564)
Miguel Ángel es conocido en la historia por sus extraordinarios logros en la escultura y la pintura,
y se dice que él prefirió el trabajo físico involucrado con ambos. Sin embargo, escribió numerosas
obras literarias, incluyendo cartas, entradas de diario y poemas.

Sus habilidades literarias son más marcadas en su poesía, que escribió a lo largo de su larga vida.
Muchos de sus poemas están dirigidos tanto a hombres como a mujeres, mientras que sus
poemas religiosos místicos no están dirigidos a nadie en particular.

Tratando de temas emocionales profundos, su poesía no es tan sutil como la de muchos otros
poetas, ya que tal vez es un reflejo de sus inclinaciones artísticas.

Nicolás Maquiavelo (1469-1527)


Maquiavelo fue un escritor, historiador, diplomático y humanista italiano. Moviéndose en los
círculos políticos, creó una nueva rama de la ciencia política basada en principios humanistas.
Su obra más grande, El Príncipe, es una exposición de sus maquinaciones políticas.

Martín Lutero (1483-1546)


Líder de la Reforma Protestante. Martín Lutero escribió 95 tesis atacando a la iglesia, tales como
criticar la creencia de que el pecado podría ser mitigado pagando dinero a la iglesia.

Martín Lutero fue ex-comunicado de la iglesia católica y fue una figura clave en la nueva religión
protestante.

Petrarch (1304 – 1374)


Francesco Petrarch, nacido en Arezzo, Toscana, Italia. Fue un erudito italiano, poeta y humanista
cuyos poemas dirigidos a Laura, una amada idealizada, contribuyeron al florecimiento
renacentista de la poesía lírica.

La mente inquisitiva de Petrarch y el amor de los autores clásicos lo llevaron a viajar, a visitar
hombres de aprendizaje y buscar bibliotecas monásticas para manuscritos clásicos. Fue
considerado como el mayor erudito de su época.

Miguel de Cervantes (1547 – 1616)


Fue un novelista, dramaturgo y poeta español, creador de Don Quijote (1605, 1615) y es
reconocido por ser la figura más importante y célebre de la literatura española.

Su novela Don Quijote ha sido traducida, total o parcialmente, a más de 60 idiomas. Las
ediciones continúan imprimiéndose regularmente, y la discusión crítica de la obra ha continuado
sin disminuir desde el siglo XVIII.

Al mismo tiempo, debido a su amplia representación en el arte, el teatro y el cine, las figuras de
Don Quijote y Sancho Panza son probablemente familiares visualmente a más personas que
cualquier otro personaje imaginario de la literatura mundial.

Cervantes fue un gran experimentador. Él intentó todos los géneros literarios principales
excepto la épica.
William Shakespeare (1564 – 1616)
William Shakespeare, también deletreado Shakspere, conocido como el Bardo de Avón o el Cisne
de Avón. Fue un poeta, dramaturgo y actor inglés, a menudo llamado el poeta nacional inglés y
considerado por muchos como el mejor dramaturgo de todos los tiempos.

Shakespeare ocupa una posición única en la literatura mundial. Sus obras más famosas incluyen
Romeo y Julieta, El Sueño de una Noche de Verano y Hamlet.

Otros poetas, como Homero y Dante, y novelistas, como Leo Tolstoi y Charles Dickens, han
trascendido las barreras nacionales, pero la reputación viva de un escritor no se compara con la
de Shakespeare, cuyas obras, escritas a finales del siglo XVI y principios del XVII para un pequeño
repertorio de teatro, se interpretan ahora y se leen con más frecuencia y en más países que
nunca.

La profecía de su gran contemporáneo, el poeta y dramaturgo Ben Jonson, de que Shakespeare


“no fue de una época, sino de la eternidad”, se ha cumplido.

Teresa de Ávila (1515–1582)


Teresa de Ávila fue una notable reformadora religiosa de los años 1500. Nacida Teresa Sánchez
en la ciudad de Ávila, en el centro de España, no recibió educación formal, aunque leyó mucho
desde niña.

En 1535, Teresa entró en la orden religiosa de Nuestra Señora del Monte Carmelo (conocida
como las Carmelitas) y en 1562 fundó un pequeño convento llamado San José de Ávila.

Allí introdujo tales reformas como un estilo de vida simple, la devoción a la oración interna y el
rechazo del prejuicio racial.

En 1970 se convirtió en la primera mujer en recibir el título de Doctor de la Iglesia, un honor


concedido a un selecto grupo de escritores religiosos.

Sus tres obras más famosas son su autobiografía, titulada: “Libro de su vida”; una alegoría
llamada “El Castillo Interior”; y “El Camino de la Perfección”, una guía para la oración mental.

Pierre de Ronsard (1524 – 1585)


Nacido en Francia, fue un poeta y escritor, jefe del grupo renacentista francés de poetas
conocido como La Pléiade. Ronsard era el hijo menor de una familia noble del condado de
Vendôme.

Una enfermedad contraída en una expedición con la princesa Madeleine a Edimburgo le dejó
parcialmente sordo, sin embargo, sus ambiciones fueron desviadas a la erudición y la literatura.

Aprendió griego del brillante tutor Jean Dorat, leyó toda la poesía griega y latina entonces
conocida, y ganó un poco de familiaridad con la poesía italiana.

Formó una escuela literaria que tuvo por nombre La Pléiade, y su objetivo era producir poesía
francesa que pudiera ser comparable con los versos de la antigüedad clásica.

Baldassare Castiglione (1478 – 1529)


Fue un cortesano italiano, diplomático y escritor, más conocido por su diálogo “Il libro del
cortegiano” (1528; Libro del Courtier).

Hijo de una familia noble, Castiglione fue educado en la escuela humanista de Giorgio Merula y
Demetrius Chalcondyles, y en la corte de Ludovico Sforza en Milán.

Su gran obra, arriba mencionada, fue un gran éxito editorial para los estándares de la época. Fue
escrita y leída por mujeres nobles, entre ellas la poeta Vittoria Colonna, Isabel de Este, marquesa
de Mantua, y la madre del autor, así como por hombres.

En el siglo después de su publicación, promedió una edición al año y fue traducida al español
(1534), al francés (1537), al latín (1561), y al alemán (1565), además de la versión inglesa de sir
Thomas Hoby, The Courtyer of Conde Baldessar Castilio (1561), y la adaptación polaca de Łukasz
Górnicki, Dworzanin polski (1566, “El cortesano polaco”). El libro sigue siendo un clásico de la
literatura italiana.
BIBLIOGRAFÍA
Introducción
Se denomina Renacimiento al movimiento cultural que surge en Europa el siglo XIV, y que se
muestra como característica esencial su admiración por la antigüedad grecorromana. Este
entusiasmo, que considera las culturas clásicas como la realización suprema de un ideal de
perfección, se propone la limitación en todos los órdenes, lo que explica el calificativo de
Renacimiento, pues en verdad, se trataba de un renacer, de un volver a dar vida a los ideales
que habían inspirado aquellos pueblos.

El Renacimiento, desde luego no fue una simple exhumación de las artes antiguas. El interés por
el arte grecorromano fue una consecuencia. En principio, se aspiró a una renovación en todas
las parcelas de la cultura humana, filosofía, ética, moral, ciencia, etc.… encaminada a la hechura
de un hombre que fuera comprendido y resumen de todas las perfecciones físicas e
intelectuales. El hombre integral, el genio múltiple, en el que se concilian todas las ramas del
saber en una actitud fecunda, fue la gran creación del Renacimiento que cristalizo en figuras que
mantienen viva la admiración a través de los tiempos, como un Leonardo da Vinci, un Miguel
Ángel, un Rafael.
Conclusión
El Renacimiento, es la consecuencia de un interés por el pasado grecorromano, con el cual se
buscaba volver a dar vida a los ideales que habían inspirado a aquellos pueblos. De este
movimiento surgieron las grandes figuras como Leonardo da Vinci, Rafael y Miguel Ángel, que
son los que mantienen viva nuestra admiración a través escuelas y de las grandes construcciones
como El Escorial o El Louvre.

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