Una inmobiliaria es una empresa dedicada a la construcción, la venta, el
alquiler y la administración de viviendas.
Cada inmobiliaria puede realizar todas estas actividades o sólo algunas
(como limitarse a la venta y el alquiler de las propiedades)
Veamos el funcionamiento del negocio.
Un hombre solicita a una inmobiliaria que gestione el alquiler de una casa
de su propiedad.
La inmobiliaria publica un aviso en un diario y una familia se acerca
dispuesta a alquilar la casa.
Al concretarse la operación, la inmobiliaria cobra un porcentaje del
contrato al dueño de la casa y otro a quien la alquila.
Algunas de estas compañías se encargan también de la construcción de los
proyectos inmobiliarios que dirigen. Estas compañías se hacen llamar “constructora e inmobiliaria”. Dichas empresas no se dedican a vender inmuebles ajenos, es decir, no pueden actuar como intermediarios entre un vendedor civil y un comprador; sino se dedican a la obra desde antes de su concepción. Por lo tanto, evalúan el terreno, realizan los planos, eligen los materiales y construyen la obra desde sus cimientos. Las compañías constructoras e inmobiliarias conocen su trabajo mejor que nadie, el cual es la venta total de todos sus inmuebles.