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Introducción
Esto es algo que se puede romper con la Palabra de Dios y por el poder de la
sangre de Jesús. Estas tragedias no se produjeron porque los Kennedy fueran
malas personas, sino debido a algo que cayó sobre ellos. La iniquidad, o maldición,
fue transferida de generación en generación. Pero Jesús quiere liberar a esa familia
para siempre. Aunque esta situación es extrema, nos muestra la realidad de la
transferencia de espíritus, y que la iniquidad pasa de una generación a la siguiente,
Necesitamos mirar nuestra propia vida y preguntarnos:
¿Qué está haciendo que piense y me conduzca de una manera que no agrada a
Dios? ¿Qué está haciendo que actúe violentamente con mis hijos sin razón
aparente? ¿Por qué me da la impresión de que no puedo retener ningún trabajo por
un buen tiempo? Es hora de romper esa Maldición que se haya en nuestra vidas, de
una vez por todas, y caminemos en la libertad que nos proporcionó Jesús por medio
de la cruz, Bendito sea el señor…!! Gloria a Dios
Ejemplo: Hace unos días estaba en una campaña apostólica y uno de los apóstoles
decía, que había ido a un velorio de una madre que se había suicidado, que a su vez
también su madre se había suicidado, y que la hermana de esta, también se había
suicidado, la difunta había dejado una niña de apenas 3 años, cuando la vio, se dijo
entre si, es muy posible que esta niña cuando sea grande también vaya a suicidarse,
por lo que opto por romper toda maldición generacional en la vida de aquella
pequeña niña, esa gente no necesitaban consuelo, lo que necesitaban era liberación
de aquella maldición, por la fueron objeto de generación en generación.
En mi Familia, casi todos han muerto de diabetes, eso les a producido que todos
mueran de una forma trágica, por ejemplo, mi mama la que me crió, murió con sus
dos piernas amputadas, mi abuelo murió igual, Mi mama Murió también igual, Mi
hermano mayor actualmente se le diagnostico que tiene diabetes, ya el vive a dieta,
y con sus medicamentos de por vida, pero esas maldiciones tienen que romperse,
en el nombre de Jesús, nombre sobre todo nombre.
Ha notado usted, que el padre vivió como borracho, murió borracho, pero ahora el
hijo es igual, porque los espíritus son transferible de generación a generación, usted
no sabe lo que su mama, o papa hizo cuando usted estaba en el vientre, pudo
haberlo ofrecido a algún ídolo, pudo haber hecho algún pacto satánico, “la maldición
es como una serpiente que esta escondida debajo de una piedra” que mientras no
levantemos la piedra esa serpiente estará allí, hasta que alguien la descubra y la
saque fuera, aunque nosotros somos salvos, y vivimos en cristo, no estamos
exentos de sufrir los efectos de una maldición generacional: todo cristiano debe
Invocar la sangre de cristo sobre su vida, y romper con todo aquello que lo liga, a
vivir como sus antepasados, o a tener sus gustos, sus caracteres, su forma de vivir,
de andar, de caminar, debe de despojarse de esa mala costumbre de decir es que
así soy yo, o así era mi mama, o mi papa, y por esa razón yo soy así.
2. Una maldición puede venir a través de nuestras palabras: aunque estas sean
pronunciadas, escritas o meramente formadas en el pensamiento o también con
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palabras que se han dicho a la ligera, sin premeditación, Ejemplo: cuando alguien
dice algo y añade…..no lo decía en serio? O ¿no supe porque lo dije? En modo
alguno reduce o revoca el efecto de sus palabras, pero no lo libra de dar cuentas por
ellas delante de Dios (Mateo 12:36-37), es muy peligroso cuando hablamos palabras
sin pensar (Proverbios 6:2) así que sin darnos cuenta nosotros mismos podemos
estar profiriendo palabras de maldiciones en vez de Bendiciones
Tienen un efecto tan poderoso las palabras que la Biblia afirma: “que la vida y la
muerte están en poder de la lengua” (Proverbios 18:21) Podemos estar maldiciendo
a nuestras familias y a nuestros hijos con las palabras, por eso el cristiano debe de
tener cuidado con lo que habla, para no caer en la trampa de una maldición,
Ejemplo: una mujer esta orando por su marido y cada día que lo ve llegar a la casa
le dice ¿vos nunca cambias, te voy a dejar…? Lo amenaza..!! O ha escuchado a
personas que dicen: ¿estoy cansada de vivir nada me sale bien? ¿De que me sirve
todo lo que he hecho lo mejor seria que me muriera? Eso mismo dijo Rebeca la
esposa de Jacob (Génesis 27: 46) Job Maldijo el día que nació, (Job 3: 1-13)
También Elías Maldijo sus días (Reyes 19: 3-4)
También hay algunas expresiones que fueron hechas por nuestros padres en mas
de alguna ocasión como: Sos un tonto? No servís para nada? Sos un Idiota, o Sos
un Burro, o Sos un estúpido, aún más cruel: si yo ni te quería parir, ni quería hijo,
podemos hasta encontrarnos con hijos no deseados o hasta madres violadas, o hijos
semi-abortados que fueron salvados. Una maldición Generacional puede ser
ocasionada por la idolatría de nuestros padres (Éxodos 20: 4-5) también por
cualquier objeto de veneración que este en nuestras casas o con cosas que tengan
relación con brujería, ocultismo, o santería, la maldición puede estar allí siendo de
nuestro conocimiento o no (Deuteronomio 7: 25-26)
En (Levítico 16:7-8, 15,19-22) Dice así: después tomará los dos machos cabríos y
los presentará delante de Jehová, a la puerta del tabernáculo de reunión. Y echará
suertes Aarón sobre los dos machos cabríos; una suerte por Jehová, y otra suerte
por Azazel... Después degollará el macho cabrío en expiación por el pecado del
pueblo, y llevará la sangre detrás del velo adentro, y hará de la sangre como hizo
con la sangre del becerro, y la esparcirá sobre el propiciatorio y delante del
propiciatorio...Y esparcirá sobre el de la sangre con su dedo siete veces, y lo
Limpiará, y lo santificará de las inmundicias de los hijos de Israel. Cuando hubiere
acabado de expiar el santuario y el tabernáculo de reunión y el altar, hará traer el
macho cabrío vivo; y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío
vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus
rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío,
y lo enviará al desierto por mano de un hombre destinado para esto. Y aquel macho
cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra inhabitada; y dejará ir el
macho cabrío por el desierto
Había dos machos cabríos, porque Jesús derramó su sangre para que nosotros no
sólo fuéramos perdonados con respecto a nuestro pecado, sino también sanados de
la iniquidad interior, las magulladuras y las heridas del pecado generacional que nos
lleva a perpetuar los pecados de nuestros antepasados. Sólo la sangre de Jesús
proporciona el perdón y una nueva forma de vivir. Cuando nacemos de nuevo,
recibimos el perdón de nuestros pecados. Pero entonces, necesitamos clamar por la
sangre de Jesús sobre nuestra vida para desterrar al desierto la iniquidad y caminar
en libertad.
Yo veo suceder esto en muchas familias cristianas. Una persona sale de un estilo de
vida lleno de pecado, recibe la salvación, y entra en el ministerio o se involucra en su
iglesia; después, cría a sus hijos en la iglesia. Entonces, cuando los hijos llegan a la
adolescencia, salen a hacer las mismas cosas que solían hacer los padres, sólo que
mucho peores. Nosotros nos quedamos estupefactos y preguntamos: "¿Qué
sucedió? ¿Qué anda mal? Nuestros hijos fueron criados en la iglesia, pero están
haciendo exactamente lo mismo que hacíamos nosotros antes de ser salvos". Esto
se debe a que barrimos la casa, pero no cerramos la puerta por medio de la sangre
de Jesús, al no Darnos cuenta de que teníamos que romper esa maldición de
familia.
Si usted acostumbra a decir, o si oye que alguien dice: "De tal palo, tal astilla",
aplíquele a esto la sangre de Jesús. Nada puede cruzar donde está la sangre. En el
tabernáculo antiguo hecho de piedra y mortero, el sacerdote usaba la sangre de un
cordero para hacer expiación por el pueblo de Dios, pero aquella respuesta era
temporal. Hoy en día, usted es el tabernáculo de Dios, y la sangre del Cordero ha
sido derramada una vez y para siempre a fin de perdonar su pecado y romper la
maldición.
En primer lugar, Romanos 6:23 dice que la paga del pecado es muerte. La paga
por la carga, o la recompensa por nuestro pecado es la muerte. Cuando yo recibí a
Jesucristo como Salvador personal, Él me quitó la carga. Ya yo no tengo que pagar
el precio de mi pecado, porque ese precio fue pagado por completo de una vez y por
todas. Jesús es el Cristo, lo cual significa que es el ungido de Dios que se llevó
nuestra carga. En segundo lugar, su unción también destruye el yugo. Por eso Jesús
dijo:"Cuando comprendan la verdad, no sólo van a ser libres, sino que van a ser
realmente libres. No sólo les voy a quitar la carga del pecado, que es la muerte, sino
que también voy a romper el yugo de pecado, que es la maldición". Todo lo que
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usted tiene que hacer es reclamar esta verdad por medio de Jesucristo y de su
unción. Todo pecado será perdonado y toda maldición quedará rota para usted y su
familia en el nombre de Jesús. Lea Isaías (Isaías 53:1) Aunque es un texto bíblico
que muchos cristianos se saben de memoria, he descubierto que la mayoría no
comprenden la poderosa revelación que Dios nos está profetizando en Jesucristo.
“Mas él herido fue por nuestras rebeliones molido por nuestros pecados; el castigo
de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
Cuando Dios nos dice que la sangre de Jesús nos limpia, significa que somos
doblemente sumergidos. Somos perdonados, pero también somos liberados de la
iniquidad. Vamos al cielo, pero también somos sanados en nuestro interior, para que
podamos llevar una vida pura, santa y justa sobre la tierra. Tenemos el poder
necesario para resistirnos al pecado y llevar una vida santa. Tenemos el poder
necesario para resistirnos a la ira, la violencia, las drogas y la depresión.
Cualesquiera que hayan sido nuestros pecados; por profundamente manchada que
esté nuestra vida, la sangre de Jesús no se limita a cubrir todo esto, sino que lo lava.
Y Jesús no sólo lava el pecado, sino que también lava la consecuencia de nuestro
pecado, que es la muerte. Tenemos vida eterna.
Las heridas sangran en el exterior: y las rebeliones son los actos externos. Así que
cuando la Biblia dice que Jesús fue herido por nuestras transgresiones, esto significa
que la sangre que Él derramó en el exterior lava nuestra vida de todo pecado. Él es
el que elimina nuestras cargas. Cuando fue molido, Fue molido en el interior para
lavar ese espíritu de maldición: Él es también el destructor de yugos. Fue herido por
nuestras transgresiones, y también fue molido por nuestras iniquidades. Él es el que
quita las cargas y destruye los yugos. Él lo lava todo en el exterior y nos hace libres
en el interior.
No importa que usted esté sufriendo por una maldición que es consecuencia de algo
que usted mismo haya hecho, o que se debe a algo que hayan hecho sus
antepasados. El Cristo que quita las cargas y destruye los yugos vino para hacerlo
libre. Ya usted no tiene que pagar más las consecuencias de esa maldición. Puede
vivir en las bendiciones, en la libertad de la redención y en la restauración de Dios.
Amen… gloria a Dios.
“Porque Yo Soy Yahvé tu Dios que visita la Iniquidad de los padres Sobre los
hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen”
Éxodo 20, 5
Debido a que la Iniquidad se opone a la justicia divina, por estar torcida de ella, esto
va a ocasionar un continuo choque con la rectitud de Dios. La justicia divina tiene
como fin juzgar todo lo que se opone a ella.
El propósito de los juicios de Dios es “alinear” (purificar) todas las cosas según su
Justicia. Esto significa que donde hay caminos torcidos va a haber una continua
acción divina tratando de alinear a la persona con él. Esto se va a manifestar en
pruebas, juicios, tribulaciones, desiertos, etc.
“Más El fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestras Iniquidades…
y por sus llagas fuimos sanados”
Es importante saber que NO es la voluntad del hombre la que deshace las obras de
la carne, sino el Espíritu de Dios.
Debemos entender que para que el Espíritu Santo venga sobre nosotros, es
fundamental tomar primero la decisión de alejarse de la “Iniquidad”.
Esto sucede cuando hay una plena convicción en la cual con todo mi corazón decido
CAMBIAR mis caminos para alejarme de la iniquidad y vivir en JUSTICIA. La mente
NO alcanza porque si bien reflexiona y acepta, CARECE del poder para romper
estructuras de comportamiento.
“Porque con el corazón se cree para Justicia y con la boca se confiesa para
Salvación”. Romanos 10,10
Lo único que puede reconciliar al hombre con Dios, es que Cristo resucite su
espíritu. La Salvación No se lleva a cabo a través de un acto intelectual.
La sordera espiritual puede producirse en áreas específicas de una persona (ej área
económica, sentimental) mientras que en otras áreas puede tener claridad para
escuchar.
Esto sólo es posible por la REVELACION del Espíritu Santo. Tenemos que pedir el
don de Palabra de Ciencia para poder determinar en dónde esta esa raíz de
iniquidad.
de la misma manera que Dios diseñó que tuviéramos oído espiritual, también planeo
que tuviéramos ojos espirituales para ver y reconocer las Verdades de Dios: …
“Pero cuando se conviertan al Señor el velo se quitará, porque donde está el
Espíritu del Señor, allí habrá Libertad…” 2 Cor 3, 16.
Es necesario identificar las áreas de nuestro corazón que aún no están rendidas al
Señorío de Cristo y cuando éstas áreas se conviertan a El, entonces serán
removidos los velos que producen la ceguera espiritual.
El justo también puede ser atrapado por la “Iniquidad Colectiva”: Isaías 59,12-15:
“Porque con nosotros están nuestras iniquidades y conocemos nuestros
pecados: mentir contra Dios, apartarse de Yahvé, hablar calumnia y rebelión…
Y el derecho se retiró y la justicia se puso lejos y la verdad fue detenida y el
que se apartó del mal fue puesto en PRISION…”
Y en el salmo 69, 1-4 leemos: “Sálvame oh Dios porque las aguas han entrado
hasta el alma, estoy hundido en cieno profundo donde no puedo hacer pie, he
venido a abismos de aguas y la corriente me ha anegado…”
Estos pozos y prisiones son lugares literales donde el maligno aprisiona una parte
del alma para traer todo tipo de opresión y calamidad a nuestras vidas.
El Alma es llevada CAUTIVA por causa de la Iniquidad en nuestras vidas pero
también por situaciones Traumáticas o por fuertes acosos de gente impura que la
fragmentan y la atrapan (Odio, maldiciones, etc). (ver salmo 18, 4-5 y salmo 35,7).
Hay que pedirle a Dios que nos conceda sacar el alma de estos lugares. Que nos
muestre por medio del Espíritu Santo qué fue lo que ocasionó ese CAUTIVERIO.
LA INIQUIDAD Y EL AGRAVIO:
“La muerte y la vida están en poder de la lengua y el que la ama comerá de sus
frutos” PROVERBIOS 18,21
La Iniquidad en la IDOLATRIA:
una de las obras de iniquidad que más aborrece Dios es la Adoración de Idolos, el
servir dioses ajenos (ej dinero, poder, fama, pornografía, adulterio, fornicación). La
idolatría es el principio de una cadena de pecados y está dirigida por el espíritu de
fornicación. Hoy asistimos al más grande estado de perversión y desviación sexual
en toda la historia de la humanidad. (ver Oseas 4,11-14 y 5,4)