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Sé que en muchas congregaciones hay un pequeño malestar al momento de las ofrendas, esto

debido a que en muchas iglesias se hace un excesivo enfoque en estas o que de plano te
amenazan si no das, o te prometen cosas que claramente al No ser bíblicas no llegan, y todo eso
ha creado un malestar y una desconfianza en algunos de los congregantes.

Sé que muchos de los que estamos aquí el día de hoy en casa de paz, venimos de una de esas
congregaciones, pero hermanos y hermanas esto no puede seguir guiando nuestros pensamientos
para no dar, pues el ofrendar y diezmar es bíblico y que algunas personas no nacidas de nuevo
quieran aprovecharse de algunas ovejas no puede ser nuestra excusa para no ayudar a nuestra
congregación,

Que quiero decir con esto, que el mal que hacen algunos no puede frenarnos de hacer el bien a
los demás, pues es con nuestras ofrendas y diezmos que se mantiene la obra de esta
congregación, además se trata de ayudar a los más necesitados y esperamos enviar misioneros
estudiados y con amor por la obra para llevar el evangelio a diferentes partes donde aún es
necesario una ayuda física pero sobre todo espiritual.

Quiero darles un ejemplo; juan Calvino uno del los grandes reformadores que lucho contra el
abuso de la iglesia católica en el siglo 16, tuvo tanta influencia que fácilmente pudo haber dejado
de lado la ofrenda, pues en ese tiempo la iglesia católica romana la utilizaba para todo menos para
lo que era muy parecido a lo que algunas “iglesias” hacen el día de hoy. Pero al ver que era bíblica
decidió volver a las raíces de esta, de hecho Gary William Van Veen nos dice lo siguiente del
reformador:

Juan Calvino entendió que, si bien la iglesia católica había pervertido el entendimiento de la
ofrenda a Dios, él en ningún momento abolió o desestimó la ofrenda en la iglesia local, sino todo
lo contrario. Calvino asignó la ofrenda para el final del culto. La ofrenda significaba una muestra de
la gratitud que cada creyente debía mostrar a Dios. También era para mostrar la gracia de Dios a
los que tenían necesidad. El encuentro con Cristo en la mesa de la Santa Cena continuaría en el
mundo con la ayuda al prójimo. La ofrenda cambió el sentido del que venía en la iglesia de ese
momento; y en vez de comprar la gracia de Dios y otros favores de la iglesia, las iglesias
protestantes estaban mostrando gratitud por la gracia y abundancia que habían recibido de Dios.”

Y eso es hermanos lo que quiero que reflexionemos, pedirle a Dios que nos ayude a ser dadivosos
con su obra y dejar atrás esos recuerdos de aquellos que tal vez se aprovecharon de nosotros,
recordando que en nuestra congregación Casa de Paz, todo el dinero que entra es claro, si usted
quiere ver las cuentas y saber en qué se invierte lo que ingresa, puede hacerlo. Así que recuerde
es nuestro deseo seguir educándonos como discípulos y con las ofrendas seguir llevando el
verdadero y único evangelio de Jesucristo a los perdidos.

Sobres.

Oremos.

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