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Compiladores y autores
Contenido: Con la oreja caliente -- El chisme y el rumor como modelo de comunicación mediática
/ Luis Fernando Rozo -- El chisme: cuerpos, miradas y voces / Diego Camilo Riaño -- La
insoportable levedad del chisme / María Fernanda Botero, William Alexander Medina -- La
resistencia del chisme de esquina en Latinoamérica / Carlos Andrés Cazares -- Ojos que lo
ven, chisme que se siente -- La puesta en escena del chisme / William Alexander Medina Una
moda hecha en piedra / Diego Camilo Riaño
302.24
D278 (CDD 21)
Primera edición
ISBN Impreso: 978-958-8932-76-7
ISBN electrónico: 978-958-8932-77-4
Número de páginas: 140
Ibagué-Tolima
dcrianoa@ut.edu.co
williamamedina@hotmail.com
Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción total o parcial por cualquier medio, sin permiso
expreso del autor.
Índice
Página
Prólogo 7
Los autores 11
Introducción 15
Epílogo 105
Anexos 113
7
PRÓLOGO
9
¡Déjeme contarle algo! ¡No me mire! ¡Disimule que es importante que nadie lo
note! Oí que el chisme es una de las tantas formas en las cuales los individuos
tejen su realidad, la ficcionan, la narran y la reconstruyen, ¡présteme atención!,
solo pare oreja, que le voy a contar quienes son los que andan diciendo cosas
acerca del chisme y su importancia en el proceso comunicativo.
Mire el que va allá caminando, ese que va pasando frente al bloque 31, ¡no lo
señale! Ese el profesor Luis Fernando Rozo, él recuerda la transmisión de radio
realizada por Orson Wells y cómo esto desencadenó el caos. De igual manera,
extiende su reflexión al manejo de la información por los bloques de poder de los
medios de comunicación, los cuales construyen a diario las noticias y proponen
una mirada de la realidad que puede estar permeada por los intereses de turno,
pero más aún por la carencia de veracidad de lo informado, termina siendo
un chisme, un rumor que deviene en verdad solo por estar amparada bajo el
renombre de un canal o una empresa de comunicación.
Cuidado con lo que le estoy contando, recuerde que la gente es muy chismosa,
mire de reojo, el que viene caminando hacia aquí, no lo mire fijamente, disimule,
usted lo conoce, ese es Diego Camilo Riaño, él viene diciendo que el chisme se
instaló en nuestra cotidianidad, que la gente para chismosear se arquea, mira
con detenimiento, cambia el tono de la voz, y hace ciertos gestos que implican
una noción del contar. El hablar acerca de alguien o de algo sin tener la veracidad
de lo dicho, es una de las características del chisme, aunque el también propone
que por su banalidad, resulta ser un tema de poco interés para la investigación en
las ciencias sociales y que es una de esas acciones que en el proceso comunicativo
devienen en actos que atentan contra el buen nombre y la reputación de los
demás, pero también que a través de este se han construido imaginarios acerca
de la ciudad de Ibagué, han permeado lo cotidiano y se mueve con libertad y
plena comodidad entre los habitantes.
Espere le termino de contar, esos dos que van pasando allá, la profesora y
el de las gafas que va junto a ella, María Fernanda Botero y William Alexander
Medina, dicen, a mí no me consta, que el chisme se presenta como una de las
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formas de comunicación más antiguas y que con el paso del tiempo, ha sido
notable su transformación, al punto de pasar de un comentario de boca a boca
a instalarse en la nueva dinámica de los medios de comunicación, es decir,
han pasado a ser parte tanto de los programas de entretenimiento como de las
sesiones de los noticieros, pero aún más, también se han convertido en leyendas
urbanas y hablan de algunos casos recientes de nuestra realidad nacional, como
de otros que en la ciudad de Ibagué marcaron en algún momento la forma en que
los individuos afrontaban la realidad o la manera en la cual se la construyen, en
todo caso, el rumor, el chisme o las leyendas tienen una importancia significativa
en los procesos de socialización de los individuos.
Ya para terminar, que le veo con afán o con ganas de ir a contar lo que está
escuchando déjeme decirle que no solo se quedaron en la palabra, llevaron el
asunto del chisme a la representación, a indagar por sus formas, no se le haga
raro encontrar un acercamiento a la puesta en escena del chisme, porque no
solo es contarlo, es todo lo que hay alrededor de él, por eso revisarlo en algunas
películas y más aún, hacer una que permita indagar qué piensa la gente acerca del
contar chismes, de la cotidianidad que este posee y la forma en que los habitantes
de la ciudad lo asumen, por eso, lo dicho hasta el momento, lo corrobora usted,
-para que se dé cuenta que no soy chismoso-, al ver el documental, una pequeña
grieta a través de la cual mirar la cotidianidad de la ciudad, sus ritmos, su gente,
solo es atender en silencio y dejar que la mirada descubra poco a poco todo el
chisme que hay por contar.
Bueno, le dejo, no vaya a ser que me tilden de chismoso por estar hablando
aquí con usted.
11
LOS AUTORES
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( Compiladores y autores)
(Autores)
INTRODUCCIÓN
Agarrando pueblo y el imaginario de la pornomiseria
La imagen en movimiento desde sus inicios ha tenido un papel esencial en la
representación y construcción de imaginarios, por esto, la cinematografía na-
cional ha emprendido la búsqueda constante de una imagen como postal, que
permita una impronta duradera fuera de sus fronteras pero más aún que los
espectadores se reconozcan en ella. Si bien en los inicios era un país rural y
cafetero, con el tiempo se transformó en uno medianamente industrial y muy
violento, para luego convertirse en mafioso y cocalero. Con los lustros, la reali-
dad se transfiguró en “macondiana” y la sociedad vivía en un “realismo mágico”.
Lugares comunes y descriptores escasos, para un país que desborda su realidad
más allá de las pantallas.
Estos constructos simbólicos que son constitutivos de los sujetos, parecen co-
brar nuevos significados al llevarlos a la pantalla, esta se convierte en un revela-
dor de elementos que si bien parten de la realidad, son una ficcionalización, un
producto que termina siendo mediador de significados que pueden ser recono-
16
En las décadas posteriores sin una industria y con las dificultades en la produc-
ción y distribución, el cine colombiano logra hacerse a un corpus de películas
(documentales y ficciones) que componen una búsqueda estética y de estilo con
miradas particulares respecto a la realidad de la sociedad colombiana. Para los
años 70 la cinematografía colombiana, vivía una de sus etapas más duras, con
una escasa producción y con problemas de financiamiento. En 1972 aparece
Chircales (1972) de Martha Rodríguez y Jorge Silva, un marcado documental
de denuncia, sobre las condiciones de explotación en las que vivía la familia
Castañeda en Tunjuelito, sur de Bogotá, quienes eran trabajadores de una fá-
brica de ladrillos.
Esta puesta en escena de la miseria llevó a una respuesta e impronta con la cual
describir y enunciar este tipo de documental -La pornomiseria-, término acu-
ñado por Carlos Mayolo, con el cual criticaba la estética de la miseria, sus pues-
tas en escena y representaciones, para enviar a festivales en Europa una defor-
mada imagen de Colombia y Latinoamérica. Esto produjo un acto de respuesta
desde el cine mismo, como lo relata Luis Ospina en su autobiografía Palabras
al viento. Mis sobras completas (2007) “Cuando la crítica de cine escrita no fue
suficiente, Mayolo y yo decidimos llevarla a la praxis en el cine mismo, por eso
hicimos Agarrando pueblo en 1977, como respuesta a la proliferación del cine
de pornomiseria en nuestro medio y en el tercer mundo.” (pág. 36).
19
Así aparece Agarrando pueblo (1977) el cual relata las hazañas de un equipo de
filmación que rueda un documental sobre las condiciones de vida de los habi-
tantes de la calle en Cali y Bogotá. En el libro Cine independiente en América
Latina (2008) Mauricio Duran Castro comenta acerca de la obra de Luis Ospina
que “Está es una película decididamente independiente y resistente sobre las
mañas de un pretendido cine de “denuncia” que degeneró en la pornomiseria:
la <foto robada>, las artimañas para filmar a los marginales y la miseria, la
evidente explotación comercial y finalmente el discurso voz en off que reitera
las causas abstractas de esta condición social: el sistema, la sociedad, el Estado,
el gobierno.” (274). La propuesta de Mayolo y Ospina, es una mirada crítica y
reflexiva sobre las condiciones tanto del documental como del tratamiento na-
rrativo y estético sobre las problemáticas de la sociedad, de su ingente consumo
y demanda por los países europeos y sus festivales.
Por tanto, se puede considerar que Agarrando pueblo es una ruptura tanto en
su propuesta crítica como en lo narrativo y estético. Al respecto dice Juana Sua-
rez (ibídem)
Primera parte
Con la oreja caliente
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Orson Welles desde los estudios de radio de la CBS1, leyó la GUERRA DE LOS
MUNDOS del escritor H.G. Wells, en la que se describía la invasión de seres
extraterrestres en las mismas calles de Nueva York. Al parecer, demasiados es-
cuchas quedaron paralizados en sus sillas, pegadas las orejas a los radios ya
que eran comunes en los hogares de toda familia promedio norteamericana.
Sintieron el pavor de ser invadidos por una fuerza letal, parecida a los comunis-
tas, sujetos sobre los cuales recaería toda esta representación de los enemigos
externos para la seguridad de USA. Y claro, no era sino una fantasía trasladada
al micrófono y difundida de costa a costa del territorio. Los datos de audiencia
estiman que cerca de 12 millones de personas escucharon la transmisión y otras
tantas cayeron presa del pánico abandonando sus casas y colapsando carreteras,
estaciones o comisarías de policía. Los teléfonos de emergencia echaron humo
durante varias horas recibiendo multitud de mensajes que decían haber visto
los extraterrestres.
ese evento, que decidió hacer la película JFK (1991), cuya tesis, puso al revés las
descaradas conclusiones de la comisión Warren y a los repetidores de la ver-
dad establecida, la mayoría de los periodistas norteamericanos y de casi todo el
orbe. Por otra parte, la invasión de Irak por los halcones de Bush y Cheney fue
un tinglado de mentiras que venían siendo preparadas desde
mucho antes del atentado a las torres gemelas. Coyuntura que les vino al
dedo a los negociantes del petróleo y del complejo militar que domina la eco-
nomía estadounidense, para que todas sus patrañas se asumieran sin inventario
de crítica y duda alguna. La existencia de armas de destrucción masiva fue la
gran representación mediática que los distintos conglomerados informativos
asumieron para preparar a la audiencia y ganar su aprobación y anuencia.
libres en términos absolutos, de los capitales que los financian o de los poderes
políticos de los cuales dependen o simplemente son prolongación.
desviar la principal dirección de sus intereses. Por eso, la necesidad del ru-
mor y la tergiversación estructural que no son solo cualidades de la comunica-
ción liviana y sin fundamento.
El acto de chismear surge tal vez de una necesidad fundamental, una pulsión de
saber, pero en especial saber de los demás. Un acto de carga voyerista, una ex-
periencia vicarial, de alteridad y catarsis en la historia del otro, quien en últimas
se parece a mí, así rechace su manera de actuar. Otra modalidad del chisme es
aquel que opera de manera premeditada para producir un efecto determinado:
desprestigiar a una persona o grupo, crear una imagen favorable o desfavorable,
generar una expectativa falsa o verdadera sobre una persona, un hecho o un
lugar.
chisme se asocia con los ámbitos provinciales, pero también con la cultura de
los barrios populares, en donde hay mayor cercanía y vínculos sociales entre
sus pobladores.
Todo está hecho para el cuerpo, todo es extensiones de alguna parte huma-
na. Obedecemos a señales básicas dirigidas a los sentidos, primordialmente a
la vista. Estamos condicionados por el entorno físico y mediático. En los res-
quicios, la imaginación. En lo ambiguo, lo difuso, lo que pude ser muchas cosas
o algunas. La mirada inusual, la mirada que recorre, la mirada que busca libre
condicionada. La búsqueda de lo sublime en lo ordinario.
pero sin que éste lo sepa. Se sabe quién lo cuenta, pero es a la vez anónimo.
Se afirma algo, pero al tiempo se advierte que alguien más lo contó, negando
así cualquier posibilidad de verificación. Una dinámica de afirmar y negar, de
mostrar y ocultar. Podría pensarse que el chisme es una expresión ligada a lo
inconsciente colectivo y a una pulsión de origen inconsciente; un modo arque-
típico de comunicación humana relacionado con la alteridad, con la empatía,
con el arquetipo de la sombra, o con la satisfacción de la libido social.
Existen objetos del chisme y sujetos del chisme. Los objetos son los protago-
nistas, de quienes se habla, son construidos de manera imaginaria por los su-
jetos en cada una de las versiones personales del relato contenido en el chisme.
En este sentido, es una especie de relato generado con múltiples versiones, que
se va modificando con las variaciones simultáneas de los sujetos durante un pe-
riodo de tiempo hasta que deja de ser una información novedosa e interesante.
Pero los objetos del chisme pueden ser también, en otras ocasiones, sujetos del
chisme. Una suerte de cambio de rol actancial. Además, el sujeto que construye
al objeto del chisme es también un narrador, mientras que el objeto es a la vez
sujeto de la historia, pues es quien actúa, o fue quien actuó.
Por otro lado, podría pensarse que el chismoso debe ser alguien confiable
ante los demás y poder así estar cerca de ellos para ver y escuchar los potencia-
les contenidos de sus chismes. Y es bastante probable que en los lugares concu-
rridos, en los que se reduce el radio del espacio individual, se den condiciones
favorables para ver y escuchar de cerca, y también para susurrar en medio del
ruido.
Existe toda una dimensión proxémica del chisme. Desde la gran distancia
del observador que busca imágenes de chismes, hasta la cercanía casi íntima del
que habla al oído de otro, para asegurar la confidencialidad de la transmisión de
la información. También, hay una postura corporal, casi arqueada, una cierta
coraza de dos que solo deja oír al interior de esta. Hay unos tonos de voz, susu-
rrantes, con un dejo de nerviosismo. Y unas miradas de cierta picardía infantil,
que aseguran la complicidad.
Por otra parte, Robert Knapp citado por Kapferer (1989), lo define como
“Una declaración formulada para ser creída como cierta, relacionada con la ac-
tualidad y difundida sin verificación oficial “Allport y Postman, reconocen en
el rumor y el chisme, su instancia de supuesta verdad sin conexión a lo oficial,
pero con una relación sobre los hechos actuales lo cual lo convierte en una
información de rápida transmisión. Pero los autores, ampliaron un poco más
su estudio y propusieron para el rumor y el chisme, características especiales y
específicas3.
Otros autores como Rouquette (1987), proponen que como el rumor es una
“expresión privilegiada del pensamiento social” se desprende de la comunica-
ción, y se configura como una manera de organizar o leer la realidad. Propone
dos concepciones al respecto del rumor de tipo informativo –esto es, la espe-
cificación del mensaje– y del rumor expresivo –lo que refuerza el mensaje o
su fuerza positiva o negativa–, o de lo que predomina en cada uno. Lo ubica
en épocas o situaciones de crisis. Precisamente en las crisis el manejo de la in-
formación resulta difícil, aunque se proporcione de manera suficiente, amplia
y profunda, existe en la sociedad temores y miedos, que se alimentan de los
vacíos que puedan existir en la información.
El desarrollo de los actuales medios, lejos de suprimir rumores, los han hecho
más especializados: cada uno posee ahora su propio territorio de comunicación
(...) Todos creemos poder reconocer un rumor cuando lo encontramos; pero nadie
es capaz de dar una definición satisfactoria.
A nivel nacional, uno de los chismes con más impacto en los medios de co-
municación en Colombia, a mediados de los 90, fue el protagonizado por Luly
Bosa (actriz de telenovelas colombianas) y Graciela Torres, más conocida como
la Negra Candela, reconocida por sus programas de chismes; el caso terminó
en los estrados judiciales.
Esto por supuesto no diezmó el interés que los medios dejaran de lado los
programas sobre chismes y rumores. Uno de los programas más exitosos fue
Sweet: el dulce sabor del chisme, presentado por Carlos Giraldo, el rating era
considerable, incluso, puntuaba de manera constante entre altos índices de au-
diencia. Éste inició el 17 de diciembre de 1998, se convirtió en un referente de
los programas de chismes y rumores, sobre los personajes de la vida pública en
Colombia. De éste se dirá en la prensa nacional5
Salió del aire el 30 de agosto de 2013 con 15 años de emisión, frente a la des-
aparición de Sweet surgieron en los canales de mayor audiencia Caracol y RCN,
dos programas sobre chismes y rumores La red y El Lavadero.
La Red, el programa de la televisión del Canal Caracol y que se emite los sá-
bados y domingos en horas de la tarde, luego del noticiero del mediodía, ha ge-
nerado en los telespectadores un efecto de aceptación, de tal magnitud, que sus
niveles de audiencia así lo reflejan cómo se reseña en el portal web Las2orillas6
Todo el rumor creado alrededor de la bebida resultó ser una mentira, una
falsa noticia. Ningún operario falleció y la imagen corresponde al levantamien-
to del cuerpo de Elisa Lam, una ciudadana china que se ahogó en un tanque de
agua de un hotel en Los Ángeles (Estados Unidos), hecho ocurrido en 2013.
8 Es una bebida de malta, producida por Bavaria desde hace 64 años, conocida como la bebida de campeones
49
En Ibagué, para los años 90, dos empresas de productos alimenticios sufrie-
ron las consecuencias de los rumores y chismes. Los tamales Ortegunos, era
una fábrica de tamales la cual tenía como slogan “tienen huevo y una tremenda
presa de pollo, venga y pruébelos”, en poco tiempo contó con el reconocimiento
y el respaldo de la población en ventas, pero apareció el rumor, que los tamales
se hacían con carne de gato y perro, esto alertó a la población y llevó al cierre
y posterior traslado de la fábrica a la ciudad de Bogotá. Igual suerte corrió la
panadería Matheu´s11, la cual era una de las más exitosas, para el año 1998 surge
el rumor que el pan se producía con grasa de muerto, esto afectó a la empresa
(aunque se mantiene en funcionamiento en la ciudad), los compradores resul-
taron conmocionados con la noticia, por supuesto el rumor se desmintió, en El
Olfato12 diario digital de carácter local, se referencian estos hechos como parte
de las estrategias de competencia desleal en la ciudad y como antecedente al ru-
mor que del cual es víctima para la época uno de los empresarios de la misma.
11 Para el momento, en que surge el rumor de la grasa de muerto en los panes, se inaugura una nueva panadería llamada
Autopanes, la cual era competencia directa de la afectada por el rumor, una misteriosa coincidencia.
12 Tomado de: http://www.elolfato.com/el-tenebroso-libreto-de-un-complot-en-ibague
51
Los chismes en Ibagué son tan peligrosos que exitosos empresarios han tenido
que abandonar la ciudad y otros, con mucho esfuerzo, superaron los dañinos ru-
mores y siguen generando empleo en una de las capitales con mayor desocupación
en Colombia.
Dos ejemplos de ese ‘canibalismo’ ibaguereño fueron los famosos Tamales Or-
tegunos y la panadería Matheu´s. A la primera le inventaron que eran preparados
con carne de perro y a la segunda que utilizaban una supuesta grasa de cadáver
para la preparación de los panes.
Pese a ser unos cuentos tan ilógicos y traídos de los cabellos, rápidamente se
expandieron por la ciudad y los prósperos empresarios de los Tamales Ortegunos
debieron radicarse en Bogotá donde hoy les va mejor que en Ibagué. Mientras
tanto, el propietario de la panadería Matheus, Salomón Ricaurte, aguantó el ‘cha-
parrón’ y su empresa sigue creciendo. (El olfato, noviembre 27 de 2014)
Dos casos que expresan el efecto directo que posee tanto en la población
como en los directos afectados el chisme y el rumor. Pero no sólo con produc-
tos se han vivido los efectos del chisme y el rumor, dos hechos que pusieron la
ciudad al borde del caos. El primero ocurrió durante las manifestaciones del
paro nacional agrario del año 2013, en el Tolima las manifestaciones fueron
escalando en intensidad y los enfrentamientos entre manifestantes y fuerza pú-
blica llevaron a la aparición de heridos y muertos, el día 29 de Agosto del 2013
el paro llegó a su punto más alto, en diversas ciudades del país se realizaron
manifestaciones, en la ciudad de Ibagué, en horas de la tarde y luego de una
salida en respaldo al paro, todo terminó en un caos, se quemaron dos Centros
de Atención Inmediata (CAI), la radio se convirtió en el medio de difusión de
la información, en esta se decía que encapuchados se estaban tomando algunos
sectores de la ciudad y que iban quemando todo a su paso.
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Una de las recomendaciones posterior al caos desatado realizada por las au-
toridades locales y que se reseñó en el diario de circulación regional el Nuevo
día13 (2013) es el manejo de la información “Estamos en alerta, por si ocurre algo
que altere el orden público. Pedimos prudencia en el manejo de la información,
que no repliquen mensajes de texto, ni en redes sociales sin que antes se comprue-
ben (..) pues se quiere generar en la ciudad un estado de pánico” el mal manejo de
la información creo una reacción, casi comparable a la invasión de los mundos
de Orson Wells.
Todo mal manejo de la información o rumor, que se expanda por las re-
des sociales, llevan a circunstancias fuera de control. El viernes 15 de Julio el
año 2016, en redes sociales se compartió y extendió el rumor del desabaste-
cimiento de gasolina en la ciudad de Ibagué14, debido al conflicto laboral de
transportadores con la planta de Gualanday, el caos no se hizo esperar así lo
reseño el periódico digital El Olfato15: Ibagué está hecha un caos. El falso ru-
mor de que por el paro camionero ya no había combustible en las estaciones de
servicio tiene a la ciudad alterada y, como era de esperarse, muchos salieron a
aprovecharse de la emergencia. (…) De nada ha servido el mensaje de tran-
quilidad que envió el secretario del Interior del Tolima, Ricardo Orozco, quien
aclaró que ni hay desabastecimiento de combustible en Ibagué y que el paro
camionero no tiene nada que ver con este asunto. (viernes 15 de Julio 2016).
13 Tomado de: El nuevo día Agosto 30 de 2013.
14 En estos Links el registro del desabastecimiento en la ciudad, por parte de un ciudadano. https://www.youtube.com/watch?-
v=9qwA-QMO3NE y el diario el Nuevo día, también presenta un registro del caos generado por el rumor. http://www.elnue-
vodia.com.co/nuevodia/actualidad/judicial/290767-no-hay-desabastecimiento-de-combustible-en-ibague?quicktabs_3=0
15 Tomado de: http://www.elolfato.com/ibague-esta-hecha-un-caos-por-supuesto-desabastecimiento-de-gasolina/
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Todos estos casos reseñados, han tenido como eje central el rumor y el chis-
me, la población no ha realizado la comprobación de la información, por el
contrario, han sido presas del pánico o de la desinformación.
Se deberán analizar con detenimiento los resultados del plebiscito del año
2016, en estos el rumor y el chisme tuvieron a nivel político un impacto impor-
tante en la sociedad colombiana.
A manera de conclusión.
El chisme y el rumor como prácticas comunicativas han perdurado en el tiem-
po y se han adaptado progresivamente a los cambios tecnológicos de la comu-
nicación (prensa, teléfono, radio, prensa, televisión, internet, plataformas) esto
ha permitido que su perdurabilidad sea mayor, la gran cantidad de información
que se produce a diario y que se mueve tan libremente, no es verificada, ni co-
rroborada, las fuentes no resultan ser una prioridad, en tal medida, el chisme y
el rumor se convierten en la forma de comunicación más efectiva.
Referencias
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qué
Balanta Castilla, Nevis (2002). La seducción del chisme. Revista Tecnura Vol. 5, Núm.
10.
Bourdieu, P. (1997) Sobre la televisión. Anagrama. Barcelona
Fernández Poncela, Anna María (1996) “El chupacabras: hijo de la desesperación”, El
Nacional, 17 de junio, México, D. F., p. 10
Kapferer, J. (1989). Rumores. El medio de comunicación más antiguo del mundo, Bar-
celona: Editorial Plaza Janés.
Knapp, R. (1944). “A Psychology of Rumor”, Public Opinion Quarterly 8 (1), Págs. 22-
37. En Kapferer, J. N. (1989). Rumores, Buenos Aires, Emecé Editores
Perales, Alejandro (s. f.) “El rumor en los medios de comunicación: una práctica contra
los derechos de los receptores”, col. “Documentos AUC”, Asociación de Usuarios de la
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Peterson, W. y Gist, N. P. (1951). “Rumour and Public Opinion”, American Journal of
Sociology
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SANTAGADA, Miguel. 2007. Leyendas mercantiles y sabotaje a las corporaciones, en
Revista Chasqui Edición web. http://chasqui.comunica.org/content/view/598/141
55
Fotografía : Hernando Bazurto
El acto de chismear
Esta aproximación a lo oral como dinámica del habitar la ciudad latinoamerica-
na acercará al lector a abordajes determinados del chisme, en el que se estable-
cerán algunas categorías que lo conjugan como punto necesario, para entender
las dinámicas de la cotidianidad de los grupos sociales que pertenecen a deter-
minado lugar, siendo lo hispanoamericano tomado como región y periferia de
lo occidental, lo cual a su vez genera dinamismos dentro de otros márgenes de
poder al interior de las mismas espacialidades del continente. El chisme es un
generador de micro resistencias enraizadas como compuesto del lenguaje, que,
en términos dicotómicos de poder hegemónico y subalterno, sirve para destruir
y/o construir comunidad e imaginarios.
lado y sirvan como un catalizador, quiénes también podrán contar esa historia
para que se convierta en chisme, acto artístico de uso oral.
Las tácticas son procedimientos que valen por la pertinencia que dan al
tiempo: en las circunstancias que el instante preciso de una intervención trans-
forma en situación favorable, en la rapidez de movimientos que cambian la or-
ganización del espacio, en las relaciones entre momentos sucesivos de una “ju-
garreta”, en los cruzamientos posibles de duraciones y de ritmos heterogéneos,
etcétera” (De Certeau, 1979, p. 45)
De esta manera el orden horizontal del chisme se deja ver por las catego-
rías cotidianidad- espacio-practica-oralidad que explota en el individuo como
un habitar la ciudad, donde estos factores inciden en su establecimiento como
tal para determinar su uso del cuerpo y apropiación del entorno mediante el
vivir en comunidad. Cualquier alteración de estas características en un
determinado lugar genera un cambio en el habitar, convirtiendo al indi-
viduo en reactivo, estado que lo lleva a utilizar el chisme como meca-
nismo cohesionador de estos cuatro ítems y de su vivir en la ciudad. El
chisme es un uso del cuerpo que recae en las implicaciones espaciales
de lo oral naciendo de un contexto moral sobre determinantes y altera-
ciones de la cotidianidad, finalizando como originador y protector.
contexto histórico, algo que Carlos Ginzburg recordaba en el Queso y los gu-
sanos. El cosmos de un molinero del siglo XVI (1976) como la concepción de
una cultura popular radical que se hallaba inscrita en las relaciones sociales de
la baja Edad Media del campesino europeo, apoyando el concepto gradual de
la cultura en un proceso civilizatorio. A su vez la reflexión de De Certeau per-
miten observar en el chisme un arte que construye el mismo individuo, pero
que no constituyen una placa intuitiva de lo que generan, es decir sus formas
propias de habitar un lugar; no lo promueven como un actor activo, sino como
un personaje que ve en su símbolo por excelencia una forma de existir y estar
en un lugar, donde vivir y pensar su espacio lo guían como sujeto. Estas formas
de pertenecer a un espacio y de habitarlo, apuntan a un reconocimiento del
individuo y a una crítica inconsciente del sistema. La familiaridad que genera
una comunidad lingüística y espacial le convierte en una mediación narrativa
para contar experiencias de vida las cuales trascenderán el lugar de enunciación
como anuncio al mundo que se habita y vive a medida.
65
Referencias
Elías, N. (1998). La civilización de los padres y otros ensayos. (V. Weiler, Trad.) San-
ta fe de Bogotá, Colombia: Norma.
Searle, J. (1990). Speec acts: An essay in the Philosophy of language. Madrid: Edi-
ciones Cátedra, S.A 1990.
Segunda parte
Ojos que lo ven,
Chisme que se siente
Fotografía : Hernando Bazurto
69
En su libro Piscología del rumor los autores proponen, que el rumor se mueve con com-
pleta libertad, ya que comprobar la información que este contiene no resulta importante,
por tanto, el rumor se legitima por sí solo la audiencia y los participantes en la cadena de
información, no les interesa, b verificar el contenido de lo dicho.
Por su parte, Michel Louis Roquette, (1977) concibe el rumor desde una mirada tri-
partita compuesta esta de: la situación en la que aparece, el proceso de su transmisión y el
contenido que refiere. Roquette llama la atención sobre la naturaleza misma del chisme y
la dificultad de conceptualizarlo, ya que este carece de una base empírica y teórica sólidas
por esto propone que: Los componentes clásicos de la noción de rumor no parecen asegu-
rar, por lo tanto, ninguna especificad verdadera en el abanico de conceptos que se relacio-
nan con la comunicación y, más ampliamente, con la vida social (pág. 14).
Para Shibutami (1977) lo que se llama comúnmente rumores son aquellas descrip-
ciones, pronósticos o explicaciones de acontecimientos que se forman en gran parte en
encuentros informales, y que, aunque no hayan sido confirmados por fuentes autorizadas
son sin embargo tomados seriamente en cuenta por una parte considerable de una colecti-
vidad interesada en ello. Desde esta perspectiva el autor abre la coexistencia de dos
conceptos; los que son un mensaje y parten de un testigo ocular o presencial
primer eslabón de la cadena y cuyo relato es exacto las deformaciones de este
vienen dadas por el transcurso de la transmisión, en este caso la unidad de aná-
lisis básica es el relato y el problema es hallar la razón de su posterior transfor-
mación. En el segundo, se concibe como la descripción de un acontecimiento
o suceso y que se va construyendo en la interacción de las personas a las cuales
interesa, en este caso, el análisis gira en torno a la situación y el problema será
determinar cómo ha sido interpretado.
En esa efímera presencia, el cine hace que las historias perduren en la retina
de los espectadores dándoles una nueva mirada sobre aquello que está en su
cotidianidad que lo observen y quizás lo problematicen o simplemente lo reco-
nozcan. El abordar desde la imagen cinematográfica la representación del chis-
me acto que parece tan despectivo en suma frívolo y destinado a ser una acción
en todo sentido despreciable y con pocos puntos a favor, pero este mismo acto
con todas las prevenciones que genera en la sociedad es un proceso comunica-
tivo que dinamiza las relaciones humanas incluso con los efectos negativos que
tiene en los individuos o positivos según el caso.
Por otra parte, Casetti y Di Chio, proponen en su texto Análisis del film
(1991) sobre la puesta en escena que esta constituye el momento en que se define
el mundo que se debe representar, dotándose de todos los elementos que necesita
(127). Estos encuentran que el acercamiento a la puesta en escena debe enfren-
tarse al contenido de la imagen: objetos, personas, paisajes, gestos, palabras,
situaciones, psicología, complicidad, reclamos, etc., son todos elementos que
dan espesor al mundo que se representa en la pantalla.
Sobre esta base del cine clásico se presenta The Women de George Cukor
(1939) un cineasta norteamericano con una extensa filmografía caracterizada
por su aproximación constante a los problemas femeninos y las relaciones de
pareja, una producción que se alinea entre el drama y la comedia blanca el cen-
tro de sus films lo ocupan las mujeres, a quienes suele mostrar mirándose a sí
mismas, bien en espejos, bien en sus propias mentes (345), un mundo que indagó
desde diversas perspectivas y que le permitió ser conocido como un director
75
Desde sus créditos iniciales que resultan cómicos se representa cada una de
las protagonistas con un animal, a las villanas se les asemeja con un gato y un
leopardo indicios claros de quienes serán los antagonistas, mientras Mary la
protagonista es un inocente ciervo. La historia inicia con unos primeros planos
en el salón de belleza, espacio en el cual las mujeres dan rienda suelta a sus ne-
cesidades y cuidados, pero a un más, a la posibilidad de hablar de los ausentes
de contar sus infidencias, rumores y chismear de manera libre y sin reparos es
precisamente en este sitio donde la trama de la película inicia su andadura y es
lógicamente a través de un chisme. Mientras Sylvia (Rosalind Russell) se hace las
uñas la manicurista Olga, comienza a contar chismes en uno de esos habla de
Steven Haines, quien es el esposo de Mary Haines (Norma Shearer) y termina
contando que este tiene un romance con una vendedora de perfumes llamada
Crystal Allen (Joan Crawford), después de enterarse de dicha situación el chis-
me se expande como pólvora, Sylvia en un almuerzo enseña a Mary sus uñas y
le indica el salón el nombre de la manicurista y por supuesto que solicite el rojo
jungla, este además de ser un color de esmalte resulta ser la clave para que se
cuente el susodicho chisme.
con alguien amorosamente mientras su papá está ausente, Mary decide asistir a
una cena en la cual estará Crystal Allen y todas las amigas de la alta sociedad,
como estrategia la ex-señora Haines inicia un rumor acerca de ella y un médico
de lo cual se entera Sylvia su prima, quien no se resiste y da rienda suelta a co-
mentarios y chismes que dan cuenta al final que Crystal engaña al señor Haines,
esto regresa el estado de cosas a su normalidad, el matrimonio Haines se recon-
cilia y el final feliz cierra la historia.
Una puesta en escena que deja las pistas claras a los espectadores, una esposa
engañada, una familia destruida, una mujer oportuna y situaciones que enca-
denan de manera gradual, una estructura de predestinación, que pone en sobre
aviso al espectador entregándole una solución, una reconciliación con el statu
quo de la sociedad, la familia. Esta estructura de predestinación del cine clási-
co deja poco para que el espectador descubra o intente indagar, desde el inicio
todos los elementos que componen la trama de la película quedan al descubier-
to, La estructura narrativa clásica (epifánica) confrontación, revelación, catarsis
(una verdad resuelve todos los enigmas) (Zavala; 2010).
Al centrar la trama en mujeres de la clase alta, el chisme resulta ser una ac-
ción desestabilizadora ya que pone en entredicho tanto la clase como la posición
social, más aún, desarticula la imagen de mujeres abnegadas y lejos de actos
banales o frívolos. Esta situación desencadenada por el chisme da pie para dis-
cutir cierto estado de cosas; de las relaciones maritales, la infidelidad como una
ligereza de los hombres, establece la mirada sobre la mujer abnegada, el divorcio
que vive Mary atisba quizás a una idea de mujer libre y con decisión de rehacer
su vida, pero este se agota en Reno ya que finalmente la resolución de la trama
lleva al restablecimiento de la familia, el matrimonio y la abnegación como pun-
tos de cierre. El estado de cosas anticuado se mantiene y reafirma con el final
propuesto.
Cukor, como buen director de cine clásico, utiliza de manera precisa las con-
venciones del drama y la comedia, sus intrigas están creadas bajo el amparo de
ciertos indicios, que conducen al espectador por algo que permanece implícito,
que une de manera constante la trama de la película. Al tener solo protagonistas
mujeres, apunta a construir un mundo en el cual los indicios y referentes reafir-
men el mundo de lo femenino por tanto aparecen como huellas de éste; el esmal-
te y la manicura, el perfume, -la moda y las compras-, las situaciones y acciones
de los personajes se remiten de manera directa a cada uno de estos indicios.
Terminan convertidos en huellas que se dejan en espacios, solo frecuentados por
81
mujeres; la peluquería; en esta secuencia inicial, nos lleva por situaciones que
muestran formulas y tratamientos para ser bella desde electrodos, pasando por
el lodo y una extensa lista cada una de ellas presentadas cómicamente incluso al
punto de parecer ridículas.
inmovilidad de sus encuadres con la posición baja de la cámara –estamos ante una
literal “vista desde el tatami”- y la repetición sistemática de los puntos de vista ele-
gidos para filmar los espacios de la ficción a los que el film nos hace retornar. (20).
En el trabajo de Gilles Deleuze (1987) se amplía con mayor vigor, la obra del
director nipón es el inventor de los opsignos y los sonsignos, esto remite a una
propuesta en estado puro tanto de la imagen como del sonido, para esto, hace
una diferencia entre las propuestas estéticas, entre una imagen –acción a una
puntuación puramente óptica entre imágenes el cine de Lubitsch se trataba de
una imagen-acción que funcionaba como índice. Mientras que Ozu modifica el
sentido del procedimiento, que ahora testimonia la ausencia de intriga: la ima-
gen-acción desaparece en provecho de la imagen puramente visual de lo que es un
personaje, y de la imagen sonora de lo que éste dice, siendo lo esencial del guion
una naturaleza y una conversación absolutamente triviales (27). Esto se evidencia
en que los movimientos de la cámara de Ozu, son escasos, la presencia de los tra-
vellings se caracterizan por su lentitud y el encuadre debido a la postura baja de
la cámara, todo esto responde a lo que cuenta, por esto Deleuze lo llama el cine
de la banalidad cotidiana aprehendida como vida de familia en la casa japonesa,
y reconoce en éste, un cine de lo ordinario y trivial, sin la necesidad de recurrir a
la emergencia de emociones reprimidas como acción definitiva. Todo se mueve
en círculos de tiempos muertos de espacios vacíos.
Ohayo (buenos días) 1959, resulta ser una extensión de las problemáticas fa-
miliares de la sociedad japonesa, una comedia melodramática su tercera película
en color una obra de posguerra, en la cual Deleuze encuentra particular relación
con la propuesta central de su obra
Minoru, Isamu, Kozo y Zen, son vecinos se empujan uno al otro la frente y
en respuesta sale un pedo tanto de ida como al regreso del colegio, (el director
abre y cierra la película con esta acción) distribuyen su tiempo en el deseo de ver
el sumo por televisión en casa de unos jóvenes vecinos, que a diferencia de los
adultos del vecindario mantienen en bata mientras los niños se distraen con la
televisión también asisten a clases de inglés con Heiichirô Fukui (Keiji Sada), un
traductor desempleado quien tendrá una comunicación constante con los niños
a diferencia de los padres, quienes se instalan en el mundo adulto y crean una
distancia infranqueable entre el mundo infantil y el adulto.
Al día siguiente, Los niños continúan con su huelga, camino a la escuela Mi-
noru e Isamu no responden el saludo de la tesorera ella asume que la madre
de los chicos no ha perdonado su impertinencia e instruye a sus muchachos a
despreciarla. Esto desencadena una divertida secuencia de eventos en los que la
madre es vista como implacable, por lo que todas las demás mujeres del barrio
devuelven las cosas que pidieron prestadas, para no ser despreciadas por los Ha-
yashis. Una de las mujeres nerviosa pregunta: “Nuestro gato robó su pescado
seco. ¿Debería devolverlo? Lo hace ante la insistencia de la señora Haraguchi.
Derrick Webb (James Marsden), Cathy Jones (Lena Headey), y Travis (Nor-
man Reedus), son estudiantes de Universidad y comparten apartamento por
supuesto asisten a las fiestas juntos y hacen del bar su lugar de encuentro. Los
tres asisten a la clase sobre comunicación con el profesor Goodwin (Eric Bogo-
sian) quien expone como una revista amarillista, construyó una noticia basada
en chismes y rumores la cual se enfocaba en O.J Simpson resultado de su expo-
sición queda un trabajo de investigación sobre el chisme.
Al siguiente día los tres ponen a rodar el chisme en él se cuenta que Naomi
tuvo relaciones sexuales en el baño, el chisme se mueve por los pasillos pasa de
boca a boca y comienza también su transformación al punto de que alguien
habla de 6 muchachos y 4 muchachas teniendo relaciones de manera salva-
je. Los tres rastrean los cambios del chisme y se dan cuenta que ha mutado y
cambiado lo suficiente, mientras esto ocurre las motivaciones por su aparición
salen a la luz Cathy no tolera a Naomi y su actitud de “niña rica” y que mejor
forma de desquitarse que inventando algo sobre ella. La historia avanza, hasta
el momento que en un video se dice que Naomi estaba dormida esto modifica
completamente la perspectiva el chisme se convierte en una posible violación.
Por supuesto termina en una investigación que lleva a Beau a la cárcel (por un
tiempo).
El director apunta a una puesta en escena definida por las acciones y moti-
vaciones de los personajes, que, en su arranque, planos detalle, cortes rápidos,
travellings, se propone una narrativa vertiginosa, los planos iniciales de la bi-
blioteca y el travelling hasta llegar a Cathy
91
Los planos detalles de las bocas y caras mientras se cuenta el chisme, inter-
calado con un plano cenital del corredor, que asemeja la movida de la informa-
ción y el cambio del chisme son elementos que marcan el ritmo de la película.
Incluso permite ver los gestos y expresiones al momento de cortar y cambiar la
historia.
94
Referencias
Alvarado Duque, C. F. (2012) Hermenéutica y cine: los tres rostros de Hermes, las tres
caras del kinema. Universidad de Manizales. Colombia
Balanta Castilla, Nevis (2002). La seducción del chisme. Revista Tecnura Vol. 5, Núm.
10.
Casetti F. & Di Chio, F. (1991) Como analizar un film. Editorial Paidós. Barcelona
Chávez Arellano, M. E., Vázquez García, V., & De la Rosa Regalado, A (2007) El chisme
y las representaciones sociales de género y sexualidad en estudiantes adolescentes en
Perfiles Educativos, Vol. XXIX, N. 115, enero-marzo.
Gallagher T. (et. al) (1996) Historia general del cine. Volumen VIII Estados Unidos
(1932-1955). Catedra. Madrid
Podría pensarse que aquel libro sobre chismes de Hollywood, escrito por un
director de cine underground y de vanguardia y no por algún periodista de en-
tretenimiento, tuvo como intención desatar una fuerza comunicativa contenida
en la práctica del chisme, poseedor de una cierta carga de subversión de la moral
y los lenguajes oficiales, capaz de revelar con desparpajo lo oculto de esos seres
idealizados en la gran pantalla. No se trata en suma de un tratamiento superficial
del chisme, aunque contenga todos sus elementos de ambigüedad, sino de un
intento de sacudir las visiones cómodas y trasfigurar los imaginarios sobre las
estrellas del cine como seres humanos con virtudes, pero también defectos.
100
2.
En la aridez de la cotidianidad el chisme crea espejismos de emoción. Me-
diante los chismes es posible construir claros u oscuros universos imaginarios
y realidades medio ficcionales, a partir de lo que se observa o escucha. El chis-
me podría definirse como una operación de invención de la subjetividad y la
imaginación sobre lo real objetivo, un proceso de representación del mundo
exterior del que todos participan de un modo u otro, un dialogo instantáneo
de la conciencia cotidiana entre lo que se percibe y lo que se interpreta, con-
cluyendo en un mensaje acomodado a la intención subjetiva de quien lo dice y
no necesariamente a la veracidad de lo que se dice. No está lejos de una posible
definición del arte, por lo cual podría decirse que en el chisme hay algo de la
esencia del arte, un fundamental y primitivo intento de representar la realidad,
no de reproducirla tal como es, sino de imaginarla y narrarla, de acuerdo con
unos códigos convencionales de imitación que son asimilados como metáforas
del mundo y de la vida, a pasar de sus evidentes rasgos de falsedad.
Crear una obra de arte es como un pequeño o gran chisme que un artista
dice sobre algo que ha visto o escuchado. El chisme podría verse entonces como
una especie de actividad creativa primitiva que todos pueden practicar. Es al
mismo tiempo un elemental medio de comunicación que sobrevive en las co-
munidades libre de monopolios y propiedades privadas, un espacio de libertad
de información institucional, pues cualquiera puede hacer uso de él cuando
lo desee y tiene un gran potencial para mover de manera libre información.
Contar o escuchar un chisme es el medio más fácil y simple para promover o
acceder a una información. Hay una economía de energía en no tener que in-
dagar, confirmar versiones, contrastarlas, o en tener que decir una información
101
instintivas, lo cual en todo caso hace más potente su fuerza comunicativa. Esto,
sumado a la tendencia innata del ser humano al autoengaño, a aceptar casi al
mismo nivel la realidad y sus representaciones, hace que el chisme siempre en-
cuentre un terreno fértil para su supervivencia.
Una gran elipsis desde las formas más primitivas de civilización hasta la era
digital enmarca la subvalorada y larga historia del chisme, que encuentra en
Ibagué uno de sus lugares arquetípicos.
3.
El chisme opera con el subtexto y el fuera de campo. Ve más allá, encuentra
lo que no está. No admite una historia para entender pues no explica ni deja
claro, no todo es falso ni cierto. No hay trama en sí, tan solo un entrecruce de
ideas. En boga in aeternum, que se podría traducir como de moda por siempre,
es un oxímoron que quiere metaforizar la presencia casi sempiterna del chisme
103
EPÍLOGO
106
0.
Fiel a la esencia del chisme, el relato empieza con la única presencia de la
palabra. La voz en off sobre fondo negro del personaje narrador que lee un gra-
cioso y célebre fragmento de “Elogio de la locura” de Erasmo de Rotterdam, en
el que justifica la selección de un tema banal y el tono humorístico y sarcástico
de su obra, enunciando que no es el primero en hacerlo, sino que hace parte de
una larga tradición que podríamos denominar como adoxográfica, a la que se
han sumado algunos de los más importantes autores de todos los tiempos. Con
la primera luz del día, el personaje narrador se asoma por una ventana que da
hacia la calle, mientras su voz divaga acerca del acto cotidiano del paso de sueño
al despertar como un punto de encuentro entre la oscuridad de la inconciencia
y el mundo del lenguaje claro de la luz del mundo despierto.
1.
Hugo Barrero, dramaturgo reconocido de la ciudad, representa ante la cá-
mara- personaje, en un plano secuencia, un monólogo del típico chismoso que
malinterpreta y especula sobre la dudosa sexualidad de un amigo suyo, a partir
de unas supuestas evidencias poco creíbles, llegando a una certeza solo obte-
nida por señales en absoluto concluyentes. Tras su monólogo, Hugo ofrece un
análisis interesante sobre la idiosincrasia chismosa de los ibaguereños y sobre
la necesidad de contar chismes como una manera de recrear el tiempo libre y
de construir ciudad a partir de relatos y mitos, más allá de su veracidad. Como
ejemplo, cita la anécdota de un artista plástico que aseguró ser el inventor del
mito de la cacica Ibanasca, afirmación polémica pues para muchos esta cacica
realmente existió y su mito es auténtico. Aquí se puede apreciar un doble nivel
del chisme; el del artista plástico citado y el del dramaturgo que afirma haber
escuchado al primero decir que él mismo fue el inventor del mito.
2.
La profesora y periodista Beatriz Jaime recibe en su casa al personaje docu-
mentalista, ampliando y profundizando en el fenómeno del chisme, su natura-
leza y origen. Según indagaciones hechas para la entrevista, la profesora explica
que el chisme pudo nacer como un complemento del acto de acicalamiento de
los primeros seres humanos, ubicándose de este modo en los primeros mo-
mentos de la socialización humana, afirmándolo como un fenómeno universal.
107
3.
El rapero Rubén Darío Barrero interpreta ante la cámara, a capella, un rap
de contenido crítico sobre el chisme, denunciando sus aspectos más negativos
y degradantes. También o en unas breves palabras expresa su rechazo a la acti-
tud chismosa de cierta gente que mantiene pendiente de lo que otros hacen y
cómo los medios de comunicación masiva perpetúan estas actitudes con ciertos
contenidos televisivos que se dedican exclusivamente a difundir información
construida a partir de chismes.
4.
Juliana Varón, una joven estudiante de artes, evoca en un tono bucólico su
experiencia familiar en el Guamo, su pueblo natal, en el que el chisme siempre
ha estado presente en la vida cotidiana, en la simpleza del vivir en un pequeño
poblado en donde todos se conocen y el acto de chismear se asume como parte
de su idiosincrasia; como un hábito propio de las tardes de ocio y contempla-
ción, en medio del calor sofocante propio de esa zona de la región del Tolima.
Para ella se trata de una actividad sana que une a la familia y que les permite
mantener un dialogo constante cargado de humor y cierto grado de malicia. No
obstante, confiesa que ella misma ha sido objeto de chismes por ser madre sol-
tera en un contexto de una moral tradicionalista, dispuesta a cuestionar y cen-
surar todo acto que no encaje en sus escalas de valores y de aceptación social.
5.
A continuación, el maestro pintor Julio César Cuitiva ofrece una intere-
sante entrevista, mientras va pintando un cuadro a partir de la observación de
una pequeña fuente de piedra ubicada en el patio interior de una casa antigua
en donde funciona un café bar de su propiedad. El sentido de la entrevista se
orienta a establecer una posible relación entre la creación artística y el acto del
chisme; hipótesis sobre la cual, de manera elocuente, el maestro Cuitiva expone
una convincente argumentación. Para él, toda la historia que hemos leído y nos
han contado tiene un componente de invención y especulación que la aleja de
las verdades absolutas, especialmente la historia antigua, de la cual no existen
pruebas contundentes ni definitivas. Así mismo, plantea que todas las obras
artísticas son interpretaciones subjetivas de cosas vistas o escuchadas, las cuales
son apreciadas por públicos que a su vez le imprimen su propia carga de sub-
jetividad, creando de este modo una interminable cadena de especulaciones y
108
6.
Siguiendo esta misma línea de reflexión, dos músicos de universos opues-
tos, uno de blues, rock y música folclórica y otro de música culta, exponen sus
puntos de vista sobre la relación entre la música y el chisme. El primero, Sergio
Guzmán, con su guitarra eléctrica conectada a un amplificador y ataviado con
un sombrero campesino, rasga algunos acordes y notas para ambientar sus pun-
tos de vista. Habla de cómo en varios géneros de la música masiva y popular el
chisme ha sido importante, poniendo como ejemplo al blues, cuya historia ha
estado asociada a relatos legendarios y míticos carentes de todo rigor históri-
co. Cuenta la célebre leyenda del compositor y cantante estadounidense Robert
Johnson, quien adquirió su éxito y fama a partir de un duelo de guitarras que
éste le ganó al mismo satanás en un cruce de caminos en la región de Misisi-
pi, leyenda difundida y popularizada en canciones y películas, haciendo parte
del imaginario de la música popular masiva norteamericana. En un contex-
to local, Sergio reflexiona acerca del género musical de la región del Tolima
Grande conocido como Rajaleña, caracterizado por sus ritmos simples y coplas
humorísticas cuyas letras hablan en tono burlesco y sarcástico sobre personajes
conocidos en las comunidades, contando anécdotas y rumores sobre hechos
o maneras de ser de sus habitantes, siendo evidente la presencia el rumor y el
chisme como un elemento importante en dichas letras.
7.
El segundo musico, César Zambrano, compositor y director de la orquesta
y el coro de la universidad del Tolima, ofrece una lectura crítica de la ciudad de
Ibagué y de sus habitantes, según la cual existe desde tiempo atrás y aun en el
presente, una actitud de desconocimiento y falta de reconocimiento hacia los
artistas y las figuras públicas que han hecho importantes aportes a la cultura
de la ciudad. Dicho desconocimiento ha sido, según él, un factor de atraso y
estancamiento cultural de la ciudad. En este caso, no se trata propiamente del
chisme, sino al contrario, una actitud deliberada de invisibilizar y negar los es-
fuerzos y el trabajo hecho por los otros, acercándose quizás a una idiosincrasia
envidiosa y mezquina entre los mismos habitantes de la ciudad.
109
8.
En otro momento de la entrevista, sentado frente a un piano, responde a la
pregunta de si podría existir una musicalidad del chisme; si sería posible expre-
sar en términos del lenguaje musical las características y la esencia del chisme,
llegando a la conclusión que no existe dicha musicalidad del chisme, a pesar de
que las notas musicales, los acordes, los ritmos y otros elementos de la músi-
ca sí son capaces de expresar emociones o estados de ánimo del ser humano.
Considera que es en las letras que acompañan a las canciones, como en algu-
nos géneros de la música popular, en donde se puede concretar esa intención
narrativa, ya que sin las letras dichas canciones tendrían solo ritmos musicales
convencionales que podrían ser acompañadas de cualquier temática literaria.
9.
Luis Rozo, pionero del audiovisual en Ibagué, profesor de la universidad del
Tolima, presenta el testimonio más sincero y, al mismo tiempo, el más revelador
acerca del lado oscuro del chisme. En su entrevista, confiesa haber sido objeto
de un chisme en su lugar de trabajo, en donde fue acusado de promover el con-
sumo de pornografía en sus jóvenes estudiantes, todo a partir del momento en
que otro profesor escuchó a escondidas una de sus clases en la que el profesor
Rozo intentaba establecer una relación comparativa entre el cine erótico y el
cine pornográfico, para encontrar las diferencias entre un género y otro, acla-
rando que no les mostró películas pornográficas. Este profesor que espiaba la
clase del profesor Rozo decidió contar su versión de lo escuchado en instancias
académicas superiores, afirmando que en esa clase el profesor los invitaba a ver
cine pornográfico, generando una reacción de las autoridades académicas quie-
nes lo citaron a presentar descargos por esa supuesta falta a la ética y a la moral;
de cierta manera por corromper a sus jóvenes estudiantes al abordar dichos
contenidos en sus clases. El profesor Rozo afirma que eso tuvo un impacto en
su entorno laboral ya que ese chisme se difuminó y se creó un imaginario sobre
su persona y su labor como profesor. En un segundo momento, a propósito del
mismo tema, habla sobre su película acerca de la vida y obra del pintor ibague-
reño Darío Jiménez, quien sufrió el rechazo y el marginamiento de las élites de
la ciudad de su época a mediados del siglo XX, debido a la temática recurrente
de mujeres desnudas en sus obras, y también por su presunta adicción al alco-
hol.
110
10.
Una entrevista curiosa y de cierto modo sorprendente es dada por Jenifer
Caballero, una estudiante de comunicación social y fanática de la música metal.
Según su testimonio, en el mundillo del metal en Ibagué el chisme es un ras-
go presente especialmente en la actitud de los hombres; por ejemplo, al hablar
de las chicas metaleras, a quienes ven como objetos dentro de su concepción
machista y de alguna manera tradicionalista, refiriéndose a ellas como mujeres
fáciles a quienes realmente no les interesa la música, sino solo estar en bares,
conciertos y demás espacios de los metaleros, tan solo para llamar la atención
de los hombres. También usan los chismes para mantener un estado perma-
nente de discordia entre ellos mismos, lo que lleva muchas veces a originar
enfrentamientos y peleas.
11.
Cierra la película una valiosa entrevista con el veterano periodista aficio-
nado Héctor Galeano, quien ha vivido, presenciado y narrado gran parte de
la historia de Ibagué desde mediados del siglo veinte hasta la actualidad. Bajo
una luz crepuscular, en el emblemático bar conocido como “La Coral”, Héctor
narra una serie de entrañables historias sobre chismes de la ciudad, las cuales en
su mayoría se encuentran en el imaginario de los ibaguereños. Mitos urbanos
como el de los duendes del parque Centenario, inventado por un reconocido
escritor de la ciudad; el de un monje misterioso que habitaba en unos túneles
inexplorados; otro más reciente sobre una fábrica de tamales cuya receta incluía
carne de gatos (este mismo chisme contiene una variación en el relato del pintor
Julio César Cuitiva, quien dice que los tamales contenían carne de perro). Narra
además otras graciosas historias supuestamente reales, como la del origen del
nombre del barrio Picaleña, nombrado así por las señoras de la alta sociedad
ibaguereña, con el fin de restarle fama a una “madame” dueña de un prostíbulo
al que llamaban “la pitaleña” por ser originaria del municipio del Huila llamado
Pitalito, prostíbulo al que al que, según Héctor, acudían los hombres de estratos
altos de la sociedad ibaguereña. Tras sus relatos nos quedamos con la imagen ya
silueteada de Héctor en la llegada del anochecer en Ibagué.
111
12.
A manera de epílogo, el personaje-documentalista se auto entrevista ante la
cámara para dar su propia lectura del chisme, resaltando la función voyerista
presente en todo acto de chismosear, esa universal pulsión por buscar con la
mirada. También emparenta al chisme con la narración de historias como una
manera de recrear o representar la realidad y la experiencia vital. De este modo,
revela su intención al abordar este objeto complejo y ambiguo, estableciendo
de paso una cierta analogía con el lenguaje de las imágenes y los sonidos en
movimiento, que propone a un mismo tiempo la mirada y lo mirado, lo dicho
y lo escuchado.
ANEXOS
114
• Productora: Metro-Goldwyn-Mayer
115
Mary sigue las huellas del salón de belleza, la manicurista y el rojo jungla, la
intriga de predestinación se desenreda y conoce la verdad, el chisme ejerce su
poder de intriga y comunicación, importante las expresiones de la manicurista
mientras cuenta el romance de Míster Haines.
119
Resulta interesante como representa la vida cotidiana de las asistentes, sus lu-
gares y espacios, la visita al zoológico y al teatro, nunca hay una referencia al
trabajo, son mujeres dedicadas al cuidado del hogar y la vida social
122
Cukor, reafirma también las diferencias raciales, las mujeres blancas son las da-
mas de clase, mientras la mujer de color se dedica a servirles, marcada referen-
cia al estado de cosas de la sociedad de la época.
• Duración: 94 min
• País: Japón
• Productora: Shochiku
127
Los vecinos y compañeros de colegio se empujan la frente entre sí, para respon-
der con un pedo, un acto tanto cómico como intimo en los niveles de socializa-
ción de los participantes.
Mientras las mujeres comparten la vida del hogar con las vecinas, se tejen ru-
mores, los cuales desencadenan una subtrama, en estos planos de Ozu, también
se reafirma su constante preocupación por la composición geométrica de sus
planos.
Se teje en esta escena el rumor, tanto del no pago de los impuestos, como de la
nueva adquisición de la lavadora comprada por la líder, la señora Haraguchi,
la puesta en escena de Ozu, se mueve en los actos cotidianos de un vecindario.
Entre las puestas corredizas y las cercanías vecinales.
Con estos planos Ozu remarca tanto el espacio en el cual se desarrolla la acción,
como los elementos que son transversales a la misma, los postes de electricidad,
los apartamentos como cambios en el hábitat.
Además de la televisión también esta una nueva lengua, las clases de inglés es-
tán ligadas a los cambios de un acercamiento a occidente, por supuesto esto es
una de las características que se enuncian de manera más constante en la pos-
guerra. Por otra parte, es el profesor de inglés, quien más se acerca a los niños,
incluso al punto de conocer sus juegos más secretos, empujar la frente y salir
una flatulencia.
130
Ozu confronta lo nuevo y lo tradicional en esta escena, los dos vecinos que
pasan simulando tocar un instrumento al ritmo de jazz, mientras la señora Ha-
raguchi, los mira con asombro.
Ozu desplaza la acción del barrio al mundo adulto a través del restaurante y la
bebida del sake, en el cual se encuentran los vecinos y comentan sus problemas
y necesidades, un cambio de perspectiva frente al comportamiento de las muje-
res y los niños, teje la cotidianidad de todos los personajes.
Los huelguistas huyen de casa con arroz y te, y salen a comer lejos de casa no
deseando regresar hasta que la compra del televisor se realice, la tetera y la olla
del arroz regresan a casa, como referente de la ausencia de los niños. Ozu man-
tiene el uso de la perspectiva en la construcción de sus planos. En este se enfoca
en los elementos y maneja el espacio.
134
La dificultad de expresar las cosas importantes se reafirma al final, con los adul-
tos en la estación de trenes, quienes tienen cierta atracción, pero hablan de las
nubes y el clima y no de sus sentimientos, por otra parte, los planos finales
muestran las torres y antenas que abrían la película, señal ineluctable de los
cambios venideros.
135
• Duración: 91 min