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El sistema motor es la parte del sistema nervioso central que se encarga del
movimiento.
A través de la visión, el oído, el tacto y los otros sentidos, percibimos el mundo y nos
relacionamos con él. Sin embargo, todo este procesamiento tendría muy poco valor si no
tuviéramos una forma efectiva de actuar sobre él.
La conducta motora constituye una de las vías de expresión más importante de las personas.
Todo el comportamiento, sea consciente o inconsciente, se basa en un conjunto de
contracciones musculares orquestadas por el encéfalo y la médula espinal.
Cuando queremos coger un objeto con la mano, el sistema motor utiliza la información que
le proporcionan los sistemas sensoriales para corregir, en caso de que sea necesario, la
trayectoria marcada (procesos de retroalimentación o feedback). A veces es más efectivo
utilizar mecanismos de anteroalimentación. Por ejemplo, cuando queremos coger una
pelota que nos han lanzado, tenemos que predecir la trayectoria que seguirá para poder
situar las manos correctamente. En este caso, el sistema de anteroalimentación debe
interpretar las señales visuales correctamente para poder tensar la musculatura con
anticipación al impacto de la pelota.
Encontramos tres niveles principales de control motor: médula espinal, tronco del
encéfalo y corteza cerebral.
Tras desconectarse la médula espinal de los centros superiores, una estimulación apropiada
puede producir respuestas motoras reflejas.
Corteza cerebral
Las vías motoras descendentes con origen en la corteza y el tronco del encéfalo son
esenciales para el control de los movimientos voluntarios y constituyen el nexo entre los
pensamientos y las acciones.
Organización en paralelo: desde los niveles superiores de la jerarquía motora las órdenes
llegan a los niveles inferiores directamente a través del tronco del encéfalo. Este hecho
pone de manifiesto que los sistemas motores no solamente están organizados en serie, sino
que también en paralelo. El procesamiento en serie y en paralelo de las vías motoras
descendentes aporta una mayor capacidad de procesamiento y de adaptación en el control
motor.
Como hemos comentado existen tres niveles relacionados con el control motor: las
motoneuronas de la médula y el tronco del encéfalo, el tronco del encéfalo y la corteza
cerebral. Cabe destacar la existencia de otros dos subsistemas relacionados con el control
motor:
Estos sistemas no tienen acceso directo a las motoneuronas alfa, sino que regulan la
actividad de las neuronas motoras que dan origen a las vías descendentes.
Cerebelo
Una de las principales funciones es corregir los errores en el movimiento comparando las
órdenes motoras producidas en la corteza y el tronco del encéfalo con la retroalimentación
sensorial sobre los movimientos que realmente se están produciendo.
Ganglios basales