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EL PRINCIPE

ANÁLISIS MORFOLÓGICO

1. PERSONALIDAD

a. REGISTRO DE IDENTIFICACIÓN
Identidad:

 Nombre del libro: El Príncipe


 Nombre del autor: Nicolás Maquiavelo
 Editorial
 País de impresión
 N° de edición
 Nivel de difusión: mundial
 Formato, número de páginas: Texto, 99 páginas

b. Expediente de identidad:

 Corte político.
 Breve reseña Biográfica del autor:

Nicolás Maquiavelo nació y murió en Florencia. Hijo de una


familia de abolengo pero escasos recursos económicos, siguió
el oficio de su padre, estudió jurisprudencia y a los 25 años
logró ocupar un puesto en el gobierno florentino como
secretario de la República De Los Diez.

El joven funcionario tenía grandes ambiciones, sustentadas en


su vasta cultura - era un lector insaciable - y en su talento
extraordinario para comprender los más sutiles asuntos de
estado. En poco tiempo se le encomendaron algunas misiones
diplomáticas en las que tuvo ocasión de poner en práctica sus
concepciones políticas, lo mismo ante la temible Catalina
Sforza que en la corte del monarca francés Luís XII. Si con la
primera las negociaciones llegaron a un punto muerto y no
hubo ventajas para nadie, con el segundo Maquiavelo obtuvo
su primer gran triunfo.

Debe recordarse que aún no se constituía Italia como una


verdadera nación. Estaba dividida en diversas repúblicas y
ducados autónomos donde el poder quedaba en manos de
ciertas familias, rivales entre sí. La situación no podía ser más
problemática y los asesinatos, conjuras, revueltas, invasiones
y despojos sucedían en forma vertiginosa; los aliados de hoy
eran los enemigos de mañana, y la desconfianza era la norma
más elemental en los manejos políticos. En medio de tales
circunstancias el joven Maquiavelo empezó su carrera política,
y sus conclusiones teóricas partieron de esa realidad concreta
al margen de toda concepción idealista. El príncipe, su obra
maestra, ha tenido una trascendencia universal por constituir
un verdadero manual para el ejercicio del poder. Se dice que,
a lo largo de la historia, ha sido el libro de cabecera de
Napoleón, Richelieu y muchos otros grandes políticos y
estadistas.

2. MORFOLOGÍA DEL LIBRO

a. Elementos de estructura: Títulos, ilustraciones, textos

 Pagina: primera página contiene la biografía del autor


 Títulos: a colores, en mayúsculas, estructurados de manera
sobria y centrados.
 Ilustraciones: existe solo una referida a la fotografía del autor.
 Textos: escrito en lenguaje sencillo y claro

b. Clasificación de los contenidos:

 El libro dispone de 26 capítulos


ANÁLISIS DE CONTENIDO

1. OBJETIVO DE LA INVESTIGACION

DETERMINAR LA VIGENCIA DEL LIBRO DE MAQUIAVELO “EL


PRINCIPE”
2. SITUACION - ANALISIS
 Podemos dividir el texto en diversos bloques atendiendo al
contenido de cada uno de ellos. Así tendríamos un primer bloque que
iría desde el capítulo I hasta el IX, donde se analizan la naturaleza y
clases de principados como las condiciones para crearlos,
consolidarlos y mantenerlos. Contiene definiciones de términos
políticos.
 Maquiavelo distingue entre dos tipos de Estados: las repúblicas o
los principados, dentro de éstos últimos distingue a su vez en los que
son hereditarios y los que son nuevos. Estos tipos de Estados, que
son fiel reflejo de lo existente en su época, tienen características
diferentes tanto como por la forma de gobernarse como por la forma
de conservarlos: “...los Estados hereditarios y acostumbrados al
linaje de su príncipe la dificultad de conservarlos es bastante menor
que en el caso de los nuevos, puesto que es suficiente con respetar
el orden de sus antepasados” (Cáp. II).
 También diferencia entre dos formas de gobierno, aquellos
principados gobernados por un príncipe y sus siervos (convertidos
éstos en ministros por gracia y concesión suya) y los gobernados por
un príncipe y por nobles (los cuales poseen dicho grado no por la
gracia sino por herencia familiar). Claro está, según Maquiavelo que
sería más difícil conquistar el primer tipo de gobierno pero al
contrario sería más fácil conservarlo.
 Por último, distingue entre cuatro formas de la jefatura del cuerpo
político, por la virtud, Maquiavelo entiende por virtud, la energía, la
capacidad, el valor y el saber técnico mediante los cuales el príncipe
organiza y orienta su acción hacia sus fines, es definitiva es decisión
y prudencia, la virtud dirá Maquiavelo aspira a la gloria; la fortuna,
factor externo básico de la acción humana que como elemento
imprevisible dirige a los hombres y a los pueblos, pero a pesar de
ello, amén de mudable, escoge a los impetuosos para realizar sus
designios; por medio de “acciones criminales y contrarias a la ley
humana y divina” o por favor de sus ciudadanos.
 Un segundo bloque serían los capítulos XII y XIV que tratan sobre
el aparato militar, en ellos se aborda los riesgos inherentes a las
tropas mercenarias tan habituales en su época y sobre las
obligaciones del príncipe.
 Maquiavelo defiende la idea de formar un ejército propio y cree
que una de las causa de la fragmentación de Italia son las tropas
mercenarias.
 El objeto de un príncipe, afirma el autor, no es otro que la guerra y
su organización, que debe plantearse de dos formas: por un lado de
obra y por otro mentalmente.
 El tercer bloque que engloba desde los capítulos XV hasta XXI,
reflexiona en torno a las cualidades que deben guiar las acciones de
los príncipes, los recursos psicológicos que debe atesorar el príncipe
moderno para conservar el poder y sentar las bases de la
dominación social sobre sus súbditos. Constituye este bloque la parte
más universal y atemporal del discurso y sobre la que se han
intentado fundamentar más las críticas morales a la obra a partir de
la concepción maquiaveliana de la dialéctica entre medios y fines.
 El cuarto bloque serían los capítulos dos últimos capítulos (XXIV y
XXV), que vendrían a ser la traducción de la crisis italiana de los
aspectos anteriormente descritos. Es aquí donde toda la articulación
teórica del texto alcanza su plenitud y se invoca al príncipe nuevo
que levante desde su “virtud” el orden también nuevo que la
necesidad histórica reclama.

a. A QUE O A QUIEN CRITICA

 A los hombres aficionados a mudar de señor, con la loca y


errada esperanza de mejorar su suerte
 A los amigos del príncipe que colaboran en su campaña.
 La formación de un nuevo estado con costumbres, lengua
y constitución diferentes, entre los estados conquistados y el
estado de origen.
 Mantener tropas en lugar de colonias en los nuevos
Estados.
 No conocer anticipadamente los males y dejarlos tomar un
incremento tal que llega a noticia de todo el mundo, no hay ya
medicina que los remedie.
 A la Francia de Luis XII, que hizo lo contrario de lo que
debió hacer para retener un Estado de diferente idioma y de
diferentes costumbres.
 No se debe dejar nacer un desorden para evitar una
guerra.
 El que ayuda a otro a hacerse poderoso provoca su propia
ruina.
 Al rey de Francia que se halla en medio de un sinnúmero
de personajes, ilustres por la antigüedad de su familia,
señores ellos mismos de sus respectivos Estados,
reconocidos como tales por sus particulares súbditos, quienes,
por otra parte, les profesan afecto, y que están investidos de
preeminencias personales que el monarca no puede quitarles
sin peligrar él mismo.
 Hacerse señor de una ciudad acostumbrada a vivir
libremente, y no descomponer su régimen político, se corre el
peligro de ser derrocado por ella, a la postre.
 Para dirigir una operación no es necesario rogar, ya que no
se acertará nunca, ni conducirá cosa alguna a buen fin.
 A los príncipes que consiguieron su Estado o comprándolo
o haciéndoselo dar por favor.
 Cuando un hombre se eleva al principado por una vía
malvada y detestable, o con el favor de sus conciudadanos
 A los príncipes que necesitan de otros para sostenerse.
 A las tropas mercenarias o auxiliares.
 Las armas de ayuda inútiles, son las que un príncipe presta
a otro para socorrerle y para defenderle.
 A los príncipes que se ocupaban más en las delicias de la
vida que en las cosas militares, y que perdieron sus Estados.
 A un príncipe que a toda costa quiere ser bueno, cuando
de hecho está rodeado de gentes que no lo son.
 Al príncipe liberal.
 Al príncipe cruel.
 Al príncipe que pueda hacerle odioso y menospreciable.
 Al príncipe que desarma a sus súbditos.
 A los aduladores.

b. A QUE O A QUIEN DEFIENDE

 La formación de un nuevo estado con costumbres y lengua


similares, entre los estados conquistados y el estado de
origen.
 Establecer colonias en lugar de ejércitos en los nuevos
Estados.
 Al adquirir el príncipe una provincia, cuyo idioma y cuyas
costumbres no son los de su Estado principal, debe hacerse
allí también el jefe y el protector de los príncipes vecinos que
sean menos poderosos, e ingeniarse para debilitar a los de
mayor poderío.
 A los romanos, que conocieron anticipadamente los males
que pueden después manifestarse, haciendo posible que
éstos queden curados muy pronto.
 A la monarquía del sultán de Turquía que está gobernada
por un señor único, cuyos adjuntos no son más que criados
suyos, y él, dividiendo en provincias su reino envía a él los
diversos administradores, a los cuales coloca y muda en su
nuevo puesto a su antojo.
 Para conservar nuevos Estados es necesario arruinarlos y
desarticular su sistema político.
 Para dirigir una operación es necesario obligar, ya que así
rara vez dejan de conseguir su objeto.
 Cuando un hombre se eleva al principado con el favor de
los grandes o de sus conciudadanos.
 A los príncipes que pueden sostenerse por sí mismos.
 A los principados eclesiásticos, en cuya adquisición y
posesión no existe ninguna dificultad, pues no se requiere ni
de valor, ni de buena fortuna.
 A los príncipes que sobresalen en el arte de la guerra.
 A un príncipe que desee mantenerse en su reino, que
aprenda a no ser bueno en ciertos casos, y a servirse o no
servirse de su bondad, según que las circunstancias lo exijan.
 Al príncipe clemente.
 Al príncipe cuando mantiene la fe que ha jurado, cuando
vive de un modo íntegro y cuando no usa de doblez en su
conducta.
 Al príncipe que arma a sus súbditos.
 Al príncipe que sigue las reglas mencionadas en el libro.

c. QUE ARGUMENTOS EMPLEA

 Los hombres, aficionados a cambiar de gobernante, con la


loca y errada esperanza de mejorar su suerte, se arman
contra el que les gobernaba y ponen en su puesto a otro, no
tardando en convencerse, por la experiencia, de que su
condición ha empeorado.
 El no poder conservar el gobernante como amigos, a los
que colaboraron en colocarlo en el puesto, a causa de no serle
posible satisfacer su ambición en la medida en que ellos
esperaban, ni emplear medios rigurosos para reprimirlos, en
atención a las obligaciones que le hicieron contraer con
respecto a si mismo.
 Cuando hay similitud de costumbres y lenguas en los
estados conquistados, hay suma facilidad en conservarlos,
especialmente si no están habituados a vivir libres en
república. Para poseerlos con seguridad basta haber
extinguido la descendencia del príncipe que reinaba, porque,
en el resto del estado, basta el respeto a sus antiguos
estatutos y costumbres que son iguales a las del pueblo
conquistador para permanecer sin conflictos.
 Cuando se conquistan Estados que se diferencian del
propio en lengua, costumbres y constitución, las dificultades
se acumulan, y es menester mucha sagacidad para
conservarlos. Uno de los mejores y más eficaces medios a
este propósito será que el príncipe vaya a residir en ellos; o en
su defecto, enviar algunas colonias que sean como la llave del
nuevo Estado, a falta de lo cual habría que tener allí mucha
caballería e infantería.
 Si, en vez de colonias, se tienen tropas en los nuevos
Estados, se gasta mucho, ya que es necesario consumir, para
mantenerlas. La conquista del nuevo estado se convierte en
pérdida, por la inversión que demanda el mantenimiento de
estos ejércitos. Los habitantes experimentan la incomodidad
consiguiente, y se convierten en perjudiciales enemigos, aun
permaneciendo sojuzgados. De modo que ese medio de
guardar un Estado es en todo sentido tan inútil, mientras que
el de las colonias es útil.
 El príncipe que conquista un estado con idioma y
costumbres diferentes al del suyo propio, debe convertirse en
jefe y protector de los príncipes vecinos que sean menos
poderosos, e ingeniarse para debilitar a los de mayor poderío,
evitando el ingreso de un extranjero tan o mas poderoso que
él, que amenace derrocarlo.
 Es conveniente detectar las amenazas con anticipación
para que la solución sea inmediata, ya que la guerra no se
evita, y que el diferirla redunda en provecho ajeno.
 Luis XII cometió cinco faltas, dado que destruyó las
reducidas potencias de Italia; aumentó la dominación de un
príncipe ya poderoso, introdujo a un extranjero que lo era
mucho, no residió allí él mismo, y no estableció colonias.
Estas faltas, sin embargo, no le hubieran perjudicado en vida,
si no hubiese cometido una sexta: la de ir a despojar a los
venecianos.
 No debemos dejar nacer un desorden para evitar una
guerra, pues acabamos no evitándola, y sólo la diferimos, lo
que redunda a la postre en perjuicio nuestro.
 Para conquistar un estado cuyos consejeros son los
siervos y los criados del príncipe, basta con vencer al
soberano y a su familia. Si el conquistador la destruye, el
temor de derrocamientos desaparecerá por completo, pues
estos consejeros no gozan del mismo valor entre las masas
populares.
 Sucederá lo contrario con grandes reinados, en donde los
consejeros del gobernante son los nobles, no bastando el
derrocamiento de este y su familia para conquistarlo, sino se
tendría que eliminar a toda la aristocracia de este gobierno y
sus familias para evitar la amenaza de un derrocamiento lo
que es prácticamente imposible. Lo recomendable con estos
estados es arruinarlos.
 Cuando un gobernante llega al poder por golpe de suerte
deberá cambiar toda la organización del gobierno, para poder
mantenerse en el poder.
 Cuando un gobernante llega al poder por improvisación
carecerá de la energía suficiente para conservar lo que puso
en sus manos la fortuna. Para tratar de mantenerlo, deberá
aplicar mano dura desde el inicio de su gobierno.
 Cuando un gobernante llega al poder con apoyo de los
poderosos la posibilidad de perderlo es latente, en cambio si
se llega al poder con apoyo del pueblo, ésta se diluye.
 Los gobernantes pueden sostenerse por sí mismos cuando
tienen suficientes recursos para formar su ejército y
defenderse de cualquier atacante; en caso contrario
necesitaran de otros gobiernos.
 Cuando un gobernante llega al poder apoyado por la
iglesia su gobierno no tiene dificultad para mantenerse en
vigencia, al tener el respaldo del clero.
 La experiencia enseña que únicamente los príncipes que
poseen ejércitos propios y las repúblicas que gozan del mismo
beneficio, triunfan con facilidad, en tanto que los príncipes y
las repúblicas que se apoyan sobre ejércitos mercenarios, no
experimentan más que reveses.
 El apoyo de otro gobierno pueden ser útil y bueno en si
mismo, pero resulta infausto siempre para el que lo solicita,
porque, si pierde la batalla, queda derrotado, y, si la gana, se
constituye en algún modo en prisionero de quien le auxilió.
 La primera causa para perder un Estado, sería abandonar
el arte de la guerra, como la causa para adquirirlo seria
sobresalir en ese arte.
 Es necesario que el príncipe sea lo bastante prudente para
evitar los vicios que le harían perder su corona, y hasta para
preservarse, si puede, de los que no se la harían perder.
 Un gobierno liberal es perjudicial en grado sumo, ya que se
verá obligado a gravar extraordinariamente a sus súbditos, a
ser extremadamente fiscal, y a hacer cuanto sea imaginable
para obtener dinero.
 Es necesario que el príncipe sepa que dispone, para
defenderse, de dos recursos: la ley y la fuerza. El primero es
propio de hombres, y el segundo corresponde esencialmente
a los animales. Pero como a menudo no basta el primero es
preciso recurrir al segundo. Le es, por ende, indispensable a
un príncipe hacer buen uso de uno y de otro, ya simultánea,
ya sucesivamente.
 Un príncipe cae en el menosprecio cuando pasa por
variable, ligero, afeminado, pusilánime e irresoluto.
 Cuando el príncipe desarma a sus súbditos, manifiesta que
desconfía de ellos, y que sospecha que son cobardes o de
poca fidelidad. Una u otra opinión engendrará el odio hacia el
gobernante.
 Para obviar el inconveniente de los aduladores, le bastara
al príncipe dar a comprender a los que le rodean que no le
ofenden por decirle la verdad.
 El príncipe nuevo que siga con prudencia las reglas que
acabo de exponer adquirirá la consistencia de uno antiguo y
alcanzará en muy poco tiempo más seguridad en su Estado
que si llevara un siglo en posesión suya.

3. CONCLUSIONES

 En el libro “El Príncipe”, Maquiavelo propuso las condiciones que


habían de caracterizar a un gobernante, entendida esta figura como
la cabeza o jefe del Estado. Podemos decir que es un libro práctico,
pues pretende dar normas de acción. Intentó teorizar sobre la
naturaleza del Estado, sobre la sociedad en que se sustenta y sobre
todo en las formas de adquirir y perder el poder y las formas de
mantenerse en él.
 La obra está profundamente determinada por el contexto histórico en
que fue concebida. La atomización política que caracterizaba a la
Italia del siglo XVI devino en la necesidad de requerir la actuación de
estadistas poderosos, que consolidaran un Estado fuerte y unificado,
un orden nuevo personalizado en un príncipe nuevo al que
Maquiavelo convoca con urgencia a la tarea de redimir el país. De
ahí también que reivindique al gobernante una política exterior
agresiva y que la guerra se constituya como un instrumento básico
para la constitución de su principado. En este último sentido, también
reseñaba la importancia que, en la organización de un Estado, debía
tener su ejército.
 En conclusión “El Príncipe” de Maquiavelo tuvo y tiene vigencia y un
gran interés político. Su autor ha sido definido en muchas ocasiones
como un personaje de enrevesadas ideas (de todos es conocida la
popular expresión “ tener ideas maquiavélicas”). Sus reflexiones han
sido objeto de muchas críticas, para él la moral y la ética se dejan en
un segundo plano cuando se trata del mantenimiento del gobernante
en el poder. Así justifica determinados comportamientos y cualidades
que debe tener el príncipe para mantenerse en el poder. Estas
condiciones y aptitudes se resumen en su capacidad de aprovechar
situaciones y manipular deseos y voluntades de tal modo que sean
consideradas como medios y no como fines, cualidades que a
nosotros nos parecen amorales; sobre todo y lo más importante se le
permite el uso de la violencia como instrumento de cohesión social, si
bien no es bueno su uso continuado.
 Otro aspecto importante de su obra es el profundo desprecio hacia la
concepción humana, motivadas por una situación política
controvertida y por una visión personal del mundo y de los hombres
totalmente pesimista.
 A pesar de estas reflexiones que hace Maquiavelo no debe, a modo
personal, ser objeto de una critica despiadada, pues detrás de ese
pesimismo y frialdad moral se encuentra un profundo análisis político
que en algunos momentos parecen referirse a nuestro tiempo con
una total vigencia, lo que convierte a Maquiavelo, más que en un
pensador “moderno”, en un politólogo contemporáneo.

4. PROYECCIONES

 Los postulados planteados por Maquiavelo en el siglo XVI, tienen


vigencia en el mundo actual, y la seguirán teniendo con el transcurrir
de los años, mientras dure en el mundo la pugna por el poder.

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