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tttos cugntos Perte ecert o La fi.r.' o'.,". r
r pettit tle Nla¡hatt¡n 1,1970)
,iul,eLihnnaciúenSanriaglltteChileentg2g.Suobrapoéliclesunade
',',,i; Hispaioamérica No to es menos su prosa' de ensa-
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o ficciótt.
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s
pubticó su scsunda novela l-l arledc Ia palabra'
COMITE EDITOR

Luir A¡berto Ca§tillo O.


'G¡los Lópcz Dcgrcgori
Edgar O'fla¡a
ENRIQUE LIHN
Luis Rcbaza So¡alur
Enrigue Sánchcz l¡srna¡i

antología al azar

Portada y diagranación: Lujs Bebaza.

(e) Enrique Lihq 1981. '


(c) de esta etlición
Rumv editores
Liha: Peru, 1981.
Rtra¡/P*ui,
,T
. ttr

VERBO DTYINO

Yo creo que eran otra cosa que cu'ts


uno de ellos, ex sargento prusiano. habíd saluado como muchos con ¡;ida
de la guetro del catorce pero él creía en el mil.agro y en la
cancelación de ks deudas
esto en lo que se refiere a su oocacíón religiosa
conh'aída con la uirgen de su localidad mientras descorchaba con los
dientes una gtanado de mano
mílagrosamente a tiempo: el uerbo conhaet
lo empleo aquí en un doble sentido, esa uocación religiosa
-deuda que uañas generaciones de educand.os contibuyeron
muY a Pesar su1'o a saldar-
no había nacído juntamente con su uíctima aunque circulara por sus uenas
como un pez carníuoro en las aguas del trópíto !) era un tormento ¡ncutable
como lo fue hasta hace treinta años la sífilis. Pero todos los miembros
de esa c ongregación
si no padecían de lo mismo estaban diuercamente enfermos de algo seme¡ante:
presentaban síntornas de cruedad moral, según parece, entre ellos
se prohibía el uso de sus nombres de pila las uoces cle orden erah
los íLnicos íngredientes de sus conucrsaciones ptivadas
algo así como píedlas en una escudílla metá.\íca
y es dable suponer
que el oryullo de la comunidnd se repartío a diario por partes iguoles
entre los ofendidos 1, los ofensores y quc en nombre de dios el odio
mutuo adopfuba
la.s formas menores de la üiolencia J, del desprecio o bien, en los co.sos
más dpsesperadas, lo forma
consent¡da por el Papa Pío XII
conuet tida en un puntero o en el manojo de llaues
que cl hemano Agustín arrojaba a los rcvoltosos con una energía
infalible para sus años
qu¡en retiraba la mano bajo el cinh,u'ón debía extenderla dos üeces
aumentando el castigo. en prcgresíón geométrico
y en proporcíón inuersa a su ualor paru soportarlo
perc esa no ers. lg peo¡ porque si se los lleaabo a un exceso de futia
preuiamente acumulada. a lo mejor, en eL refectoio
entonccs todo un método quedaba abolido ) el chiuo emkario
aD ntono. de un hotcntolc ¡abio,
al borde de una uetdqdeta masacre.
Ltn humotíslo i¡terciene: "nos p¡?para¡ ot1 -dicc- pora esla época
,,,
en que tdnto se hsbh de la uíolencia
v ahor:o iodríamos estar dP moda y en el mismo senlido nos enseñoron Los doctotes murieron en su ley si les hubiera sido dodo hacerlo
to incomunicobilidad en olor de santídad
iiiit
q"n ¡ntonioni la pusizra de moda, ademós no oblpaban a nadíe semejsnte exceso habría puesto en peligro,
^u"ni muy por el contrarío:
en lo oue o la religión se refíere, contro el uoto de si.lencio, *porque el milagro es locuoz y el uerbo
el psdre Teodoro prcfesor de biologia diuino indeclinab le-
renunció a doctorarse en teologta d la Ley en perso¡w Díos recluido en sus cuarteles de inoierno
Dot temor a Derder la te. Nada de dudos relig¡osas con ¿l reEpetuoso de los hechos que gobíernan al mundo
'ii opiniÓn esas eron cosos que cado cuol debia tesoluct'
", por
^o¿etto como lo haríon naturolmente los óngeles y demasiado uieio ya pdra condenat
sí mismo. en lo que respecta al dmor
la.s transgres¡ones de una castída.d compulsiva, nunca se supo quiénes
Cada indiuiduo en reolidsd debís resoluerse por sí mismo de entre ellos
desde este ángrlo se elimina el falso misteio y una estructura lógica --sah.to en los raros cosos en que ínteruenía el escóndalo-
ocupa su Lugaf íba a morir con la concienc¡s intranquíla.
v su cotrilato obielito es el colegio nismo: un edi[¡cio como un campo Algtnos, es cíerto, no se mouíeron nunca de su sitío, comparables en eslo
' ,1, ,rr""nio"ión nínguno de cuyos t¡ncones escapaba a la mos a un conjunto de roca§
rígurosa uigilanc¡a pero los más desaparecian con regularidad de la escena para uolaer
aunque-no hubiera sido expresamente consh'uido para ello' al cabo de una generación
A la'luz de ese príncipio si comptencle que, saluo ertar u excepcíón,
sin señales patentes de n¡ngtna especie de naufragio.
los exalumnos de esos doctores de la ley Duros aún e imperceptiblemente mós aiejos.
se,an losanimales de una misma camadq: rígidos en su adhesión A l$nos anctunos decrép itos
o Los conuencionPs en uso moüerían a engoio a los íncautos con sus sotanas impregnadas de poluo
como $i se hubieran troqado un puntero y h mano dura como un manolo y restos de comida,
de llaues la negligencia de un sombreto de teja cruzado sobre ls frente
en lo que respecta a sus libros de contabilidad como asim¡smo los zapatos
iispetuosos hasta ta üiolencia del orden establecido como quiera que éste demasiado grandes ya paru unos p¡es consumídos
eaionlba la auenturq dc los luertes conEa los cléb¡Les. no son mÁs que señales equíDocas.
"y
una buena concicncia paró las horas de ocio. ConÍorme o ese príncipio El humorists calla por respeto a la ueiez y admitiendo que hay dagmas
iósicqmenle prcftricron e! deporte a la música regla a la que no escopo menos monstruosos que otros
uno que otro wogneriano lanatico o quicn N¡elschP P SU l¡empo reconocemos en él al qlumno ejemplar melancólicamente ínclinado
no h¡zo entrar en rozón ante el paso de la muerte,
al confund.ir al maestro con un uulgar tonelero: "su arte influye en cuya proxímidad. hay abandonos grotescos.
sobfe la masa Ellos y qu¡enes pudieron bajar a la tumbo pud¡eron no renunciar
como influye una bebida alcohólica", y porque, entre elLos.! la masÜ a su seueridad habitual
dicho seo esto en honot de la.s círcun§tancias históricas, el líberalisftlo hicieron de su poso por la tierra mucho menos que un canto de alabatua
no ha quemado sus naues un buen negocio bien organizado en beneficio de la Orden
como en la noche de los cuchillos largos y una mosacre no hace haciéndola auanzsr
el uersno de la hktoría bajo la especie de construcc¡ones modcmas hacía los emplazamíentos
t'ti otra el pudrklero de la historia ni otra aun oblíga a mós en que la ciudad especula con su futuro;
que a declarar el país misíón cumplida en un puesto de auanzado,
honoráblemente en estado de sítio ), que la.s mínorías se iodan: otro milagro alemén. de modestas proporciones, realizado por encima de
becarios pobres o pequeños iudíos, rotos de mierda, médicos la Gracia y obra de estos huesos dóricos que en su reposo lo sostíetten
r)e'turno en poblaciones de míerda ¡' profesores callampas, estudiantes como a un lemplo rcdomodamenk uacta.
de mierda e incluso hippíes dísfrozados de curas que en realidad
se cogan en la santa reli1¡ón (y el humori"sta interuiene fi
que otro entre ellos
-pero, ¡'1o? , --ton la nariz arriscada) e incluso uno
pies las-áxcepciones se abwren de confirmar la reqla y cuando menos No lodos caben cn la historia de unpar's, pot pequeño que sel
sePienso mi memotia tendría que admiti¡'lo pero conto ut1 elefante se extraño
salta un cagón y se sumo a los crímínales políticos.
de su colpulencia bqio una ala de ttiños, La nque del Estado clescqnsaba sobre é1, no un pdanquín cualguierc ¡
t, ahoro ellos btillan por §u ousencia' diez mil catas
gabadas
ni el peso de la ctuz
como otras tatltas anaga' por muy decoratiua que fuera
en una picl sensible al prímet'mouimiento y en cada uno de los suelos que díuiden las estancias d.el nauío
de la f¡losofia: la extroñeza: o embarcac¡ón, ),, en especial el primero, que está a la intemperie.
porque todo psrccío dispuesto para que ellos oiajaran o lomo de nuesh'os aparentes modelos posaban: los padrcs de la patria: ellos
la hisloría hic¡et on lo imposible
como en un elefante real y uerdadero, la lentitud misma de seme.iante porque esa juaentud refuuiera su ejemplo, desde el holocau|to en ü.as del
uehículo apropiada a nuestro clims y la tutura despreocupación deber
de todos ellos hosla cualqu¡ci tipo de sacri[icio impersonal ?n pro cle nucst]a
en lo que se refiere a una filosofía completa. estabilidad económica
Por lo demÁs serían los ó,rbitros del exotísno en la Inqlaterra gt'andes froses arrojadas a los cuah-o uientos.
del Pacífico,
sus apellídos estaban allí para probarlo, contantes y sonontes, )' en la No tod.os coben en la historí,a cle un pequeño país. Tampoco Dios
msnsión de los abuelos en tod.a su extensión,
el primer coto de cqza instalado en el país 1', ¿"t¿n tunto, el elefante abundan los desertorcs
midicas seloas de ínuernadero gamntizadas en el ttópico y cuajadas los hét'oes toman con el tiempo un dudoso aspecto Dagamenle {lecot.atíuo
en las noches bsilables de pqiaritos de la indio, !- la ctaz es un lugar común que se rcpite en €l cemcnterio.
todo lo que ese uíaje les ofrecería desde el principio, otra uez' antes
de culminar en las puettas de la gloria pata su eclucacíón Todos los muerlos nac¡dos en las altas eslcras serán condecorados a sn
y esPa¡'cimíento. debido tiempo
con algu¡1 adjptiuo de lo Real Acodtmia
Mí m,emoia de elefante (que ha oluidado csos nombres) lee las caras utx entietro de primera clase y lo dqmós son palabras.
de sus ukitantes y las coteia en uano
con aquellas que ilustran los periódicos locales: Mi memoria es fiel a quienes entendieron la lecci(tn porque ésa era
nínglna celebridad en una legua a la redonda, en realidad lo lección
nadie que haJ'a cumplído una brí unte trqlectoria tócitamcnte importida a todo horo
o sí a seme.furaa de otras obras
partir del csmíno baio el baobab, como y en la horu de nuestro amén cuando la campanílla sonaba
¡¡ustres desencadenando una tempestad en el palío
hacia el progreso y el Algo osí como 'toged las rosas antes que se marchiten''
-'"Todo seguía el movimiento vertigino§o
refinamiento srtístico" a lo que se repetía jouiahnente: 'Gozad y enriqueceos"
por un error de cákulo de una razon uettiginoso con palabras apt'opiadas a las tt'odiciorxes locales en una silenciosa
el camino desembocara en lo que ho! es un de6¡etto, arena eñtre adaplación a lodos los himnos
las paginw calcinadas de la historía Venid y vamos todos. Deutschland deutschland über alles,
e. impunídad mediante, el lugar ideal Dulce patria recibe los votos
para la deserción y el abandono de un paquídermo común;1 eso bajo la sombra omniptesente que se deslizaba hacia lo alto.
que f uí\os educad,os Por el camíno más fócil.
aparentemente en el gltsto de las grandes acciones. Desde el colo
de caza un d¡os elefantiasico fi'
como alacado por los parásitos de los países cólidos, presidía nueljh os
actos: Recuerdo con simpatia a los que esa especie de Dios dejó improbados
conh"olaba lo masturbacíón, tocaba la campanílla, restablecía sobre la mesa, entre los lrutos salobres,
el orden cada uez pero que paclaron po¡ su cuenla ) riesgo cotl los demonios menorcs dc la
en las [ilas o en los potíos poseídos por el demonio dictaba cursos lue¡ la; a las oucjas que se tlñercn a la itltempcrte de negrc
de zoalogía 1 botánica mienltos el b4en pastot ban¡gón lrasquilaba a lossutLos.r'ol /eóo
sotprendía en las casitas a los fumadores precoce§, pero era ¡'eípetuoso de las hilanderias se lo ueía uagar por los redilcs aacíos
lo suficientemente ecuónime con un hamb¡e [eroz pero simplemetltc cotl¡tla.
como para desentendetse de los castígos corporales )- alentar en cqntbio fle sumé a los que naulragoban en los últimos bancos, f¡,enle a a1
-men$ sana in cotpote sano* a los me.iore s atlelo.s futuro opaco qu( oscíloba
_t

en uno de sus raros momentos de cóleru: creo que Carlos Gotdel ,


cnüc el íncánfovnísiio 1' la pireza; - se lo sabia di m?moño- Lo hizo rcndar sus primeros omo\'es
csciDlicos o una edad cn quc los ottos Pmpezaban a do¡ muesl¡as con un tanlo de la oieja guardia en los labios !' mientra§ los hros
dc in cinismo pronúsor; iunto a e¡los dudc y naturalmente de esa e§pecie de su papá despertaban con la incoftgruencig habitual
de d¡os trosquilador. habitual
a ln sexualidad en la piéza de la empleada y al pololeo en casa de
v comercionte enTonos y en frutos del pais, y lo hicimos a conlropelo,
'antes sus primas para la confesión semanal y el matrimon¡o s largo plazo,
dc conocer los entretelones del negocio. con el solo sux¡l¡o
de los pequeños demonios
doblemente banales en el inÍíerno o en el cielo,
el Ch¡no, acorde a una incipiente dialéctica, -el bozo pronunciado
a partir de pregtntos sin respuestas. No§ preguntamos
le imprimía
incluso por el origen del mundo,
pusimos en dída h iusticia de l4 Grocia, nos preguntamos el por qué a ls imagen de su uecína un regusto er,tico estableciendo en la próctíca,
el primet'o de todos,
del pecado original
y en qué medídn dios era culpable de la ínsurrección de los óngeles la premisa de la unión de las almas y los órganos. Así reconocíó
a h frusbac¡ón Por §u nombre
iuego de clausurar el paraíso como un monstruo en celo por un enredo
de faldas aunque sobreestimars la extens¡ón del fmcoso, como quien lo infíere
para siempre en todos sus detalles. Un buen día
entre terceros persónal. Totsl pdta que Adón y Eua crecieran y se
mulliplicaran col,nanda ast' los u¡Deros por é;ta y ohas tantas incalculqbles rlzones mi compañero de banco
las esclusos. los círculos del paraíso ! el infierno o esos puentes cqta fitmeza admiré en esos tiempos oscuros tomó el csmino de la
hwncados entre el uno Y el otro deset'cíón al emprender la auentura
desde donde cuelgan racimos humonos; recuerdo con algo que pudo ser santo de la mediocridad en un mundo opaco. Ni padrcs de familia
temor y espanto ni guías espírituales ruí amígos dc la infancia
el momento en que nuestra única altemativa, ante la imposibíl¡dad lodos iguslmente Íolsos. Allí comptaría
dé d.ecldrarlo culpable, un taxi y la libertad le sería dada por añadidura
habría consistido en perd.er la fe, algo así como uacíar un ihmenso deqósito con el dinero odquirido corrlo aprendíz de reloiero
con los rledas de una sola mano; poco o nada sabíamos uiájar por los mísmos sitios para conocer e! mundo.
det Siglo de las Luces del que en ese momento habría podido decírse Esta ironía en materit de proyectos parece haber s¡do la últínta, aunque
que era simplemente un futuro incierto psra nosotros y el profe§or lo naturul era que un sueño tan modesto
Fríos Valetaueh sobreuíuiese al Seruicio Mílitar oblígatorio
--'sutot de n uesúro Historia Unive¡sal- a lo sumo nos hobría proporcionado de no mediar una círcunstancia agrauante:
el nombre de Voltaire o de Rousseau, todo lo demás el conscrípto Cabrera, pa.dre de uaríos níños, bien pudo preferú'
lo produjimos con nuesto propio esfuerzo, haciendo de h'ípas corazón con su indolencia habitual
No oluido a quienes fueron los prímeros en caet en el Indice el lxorotío estricto a la repamción de un reloj, escuúindose
tanto pof su íncipiente ! contogioso aleísmo comct por una razÓn en un cuqrtel de la lucha Por la uida
igualmente poderosa: las mejores familia§ encontraron el preteJ(to a campo abierto )' con la sola oyuda d( un laxi.
para prohibirle a sus hiios que se iuntaran con el Chíno Cqbrero Y lo áemós pertenece mucho más a su hktoria que el recuerdo tle
hijo putatiuo sus primeros pasos
de una pareja de ancianos ! su ascendencia parecía en clirección contraria ol paraíso, aunquc o pattir de ellos no pueda
predisponerle al monte, llegar vquí
el oello tupído que apunlaba sobre el ancho labio superior y una frente a un füul medianamente edificante.
estrecha, Por lo demós parecía excesivamenle desarrollado
en lo que respecla a la edad que decía tener, pero lo peor eran sus ojos V
de expresión indolente y de ningtno manerq soñadora, sín ese resplandor
que ddqu¡efen al contacta de los himnos A esta edad en que el fraraso fatiga
mís condtscípulos prosperan en poz, §ospecho que entre ellos
J' anle la peÉpectíuia de un futuro bríllanfe; todo traicionabo
e:n ese s¡lenc¡oso cl pez que muere por la boca; hubo quienes lo hícíeron en condicíones dífícíles
había hablado mucho menos de lo que había dícho; fue el primero pero podían ser impunemente teroces, nos educaron para esto
cn lleuar hasla sus extremos consecuen(ios en el gltsto rle la lucha dc todos contru todos ) sal"-o ct1'ot u excepciótt
h escandalosa ¡nercistencía de Dios 1' contra el cuarto mandamicnto .r osi gui:os lo han confitmatlo cstos aio,
tetminó po'enarbolar un palo para deshon¡ar con este gesto feli2mente unq Íalsa bondad escudabs a los débíles
inconcluso a su padre adoptba ¡ lq botldacl real cra ip almente ue.iado
10
LA POESIA
con ad.ietívos de let¡ina: nuestros guíos esp¡t'ituales
preferían los labos a cualquier tipo de o\e.ias La poesía paro qué para hablsr
sensíbles eso sí a la odulacíót1 de cuerpo a cuerpo, es la uoz de la carne
de tardc cn tarde escudoban a los santos moccrros a la que todo lo demás le hare coro,
con sus Díenfips pod,erosos. Bieno, estaban allí Una üoz psrecide s lo contrario
para atender en la trsstienda a los neqocios del cielo. de lo llamada músíca d.e las esferas,
Más de alguien lo supo )' en trueque del ten'ot' parecida a sí misma hosta hacerse oluidar
que cllos mismos le inspímban les ofreció en garantía por lo imposible de metafoizar,
a1a bonita uocación religiosa.
pero a ln que todo lo demis le hace coro.
En lo esencial no se deiaron engañar, y detalles como ése Le.ios, muy lelós d.e la música d.e Wagner
fueron sacñficsdos a su debido tiempo, con sus manos en la masa de lo que uiue en lo oscuro
Deutschland. deutschland über alles fabricando este pan sín leuodura,
A la de . , . ré, A la iz . . . quier. Un hombre uale lo que oh'o salobrc, digno en realidad de los muertos,
eins zweí drei por ahora la igualdad de las cabezas rapadas y yo como con el sudor de mi Írcnte.
1t luego a uer quün es igual o quíén
eso depende de los huesos. Zúñiga, castigado Nuesha madre en lo acepción más oscura de la palabra
usted tiene ls culpa si sus compañeros lo escupen. y también en un sentido grac¡ossmente alegórico
A esta edad en que el fi"acaso fatiga por el que cuántas lempestades hemos DiDído iuntü,
paru los fincasaclos no ha concluído el cast¡Eo de la [aLss igualdad. aferados a las tablas de sus consentimientos
Sospecho que enh'e ellos a sus leyes que no matan a nadie ni perdonan
hubo quienes fueron nueoamente escupidos al osesino, ulerinss ! lucidos.
extramuros del patío donde ),a ní las sombras Nuesh"s madre ale$íica, gracioss. la muchacha
de nuestros maestros iadean. por los mismos centur¡ones que nos ofrece los senos.
y que en memori.a de esos aientres poderosos La poesía que nos oftece lo que somos
unos y otros hicieron su papel sin mós adomos pero sin coartad.ss:
sin cqmbíar una conta de no se sabe qué líbto: cuerpos en los que todo resuena, nada más
Mein Kampf o Las Sagradas Escrituras. una mudez íníciol y final
ojena a los orgullos de la filosofía
a lc ebjetipidad con que se loua las manos
el sutor de la bombs un eiemplo de modestia
digno de lodo honor,la poesío
si se quiere irreol felbmente irreal.

Nuesh'os órganos genitoles este abismo ei la sangre


el semen y el poema los hermanos gemelos,
y la poesía en cuya cqsa sbisal
todo el mundo se reítne por lo menos utu uez
dotldc uienen abajo las tablss dc Io Lct .
La poesia la cabrona de corazón opulento
e inmenssmente gratuito es nuestt'a üitgen santisima.
A ella lp confiamos las gmndes penas de amor,
locura J' muerte, le confiamos nuesttas míserías cotidianas:
fornicaciones duelos y trastornos mentales

Ni hechos ni polabtas, el allento


por el que un acto se derite y el poems es intocable
L'ono la sonq!rc que lluye nornnlmctttc por los tenos
La poesía disonante a la cabeza de todo:
el gt-ito de la parturienta la h'ompetílla del loco
el seseo de 106 uiejos que nos cuenfon sus itljto a.§
I

: ;í*{
BOSQUE

el estampido de la palabra et acta, El poema na.escrj/g q4e se ríe.dcluerbo I


ln uerdnd sÍo¡ada a la csra de los na¡peE parulba mí nwno sobre papel en blonco,
el
y , por qué no , la mentira piadosa, La cabeza es un bosque, otra uez, y h mano, un insecto con el que juega
el animal que nos sma ! la interyretación de los saeños la monstruo,idad
carta.§ recíbidas con atioá de alTaso
y de la lengua escapan las palabras que la acosan
lo que ocuna esta noche en el iardín como dg un pobre diablo sus sueños de grandeza.
las amistsdes incurables contraídts en el trópico SeÍLejante oscuridad. bien podría anunciar el nacímiento de un poems
todaE las formss de la excentricidad feliz que ojalá fuera éste.
un buen deseo incapaz d.e rwonar Oialá, ojalá.. Quiero uoluer al bosque,
un buen deseo que conjura las pentersidfrd.es de la l¿)gica mís palabras me llerun: Doces que debo ínterpretar: un canto
los monstruos abatid,os en sus iaulos de alambre como de hojas, anterior al lenguaje,
y qué ua los deseos en tropel la esperanza, a traués de los árboles, d,e encontrarse en la perla
y al cantío de un gallo, el pobre paraíEo. del bosque
con uno "luz no usada" que lo ilumine todo en el espacio d.e un instante
Otro poco de música para matar el hambre.
de siempre,
Ningún cuerpo glorioso. Sólo la poesía
esta papo csliente en la boca de la canle l:oluidando el lenguaje que rcpta, abrir el corozón al csnto que lo colma.
pero a la que todo lo d¿más le hace coro. El coroz6n: ls boca del poema imposible
tan parecido a la felicid.ad

74
SI SE HA DE ESCRIBIR CORRECTATIENTE POESIA

Si se hs de cscribit' con'ectamente poest:a I)iscursos, orae.íones juegos de sobrem?so


no basta con sentirse desfallecer en el i\rdín tod.oÁ estas cos¡to.s pot' las que Damos tirando.
baio cl peso concct lodo del alma o lo que fuctc
I del cilpbtc crcpúsculo o lo quc luerc.
'El Sí sc ho de cscrib conectamenle poesía
corazón espobrc de uocabu.latio. no estaría demás bajar un poco el tono
Su lsberinto: un .iuego para atrasados rnentales s¡n adoptsr por ello un silencio monolítico
e que (lo t'isa uerlo mouerse como un buey ni decidirse por la murmuración.
un icclor inlegrcl de nooelas por entrega. Es un pez o algo así lo que esperamos pescar
Desde el momento en quc coge el uiolín algo de uida, ñpido, que se confunde con la \ombru
ni siquieru el usls h*tc de Sibelius ), no la sombra misma ní eL Leoíathan entero.
perrnanece en la sala que sc llana de tango, Es algo que merezco recorda¡se
por alguna razón parecida a ln nado
Saloo honrosas excepciones la.s poetísas utwlayas pero que no es la nada ni el Leviathan ente¡'o
todauía confunden la poesía con el baíle ni qtactamente un zapolo ní una dentadura postizq.
en una mórbida quinta de Recreo,
o la confunden con el sexo o lo confunden con la muerte

Si se ho de escribir coffectamente poesía


en cuolquier caso lrui' que tomarlo con calma
Lo primero de todo: sentarse y madurar.
El odio prematuro a la líteraturu
ouede sir de utilidad paro no pasor en cl ei¿rcilo
'oor
maicón, pero el mismo Rimboud
que probó que lo odioba fue un rutón de biblioleco.
y csa tuiuses gloriosa le uíno de roerla.

Se juega al aiedrez
con las palabras hasta pata oullar '
Equilibrio inestoble de la tinta )' la ssngre
oue debes manlenet de un uerso s oh o
so pena de romperte los papelcs del almo.
Muerte, locura y sueño son otras tantas piezas
de marfil y de cuemo o lo que fuere,
lo importante es mouerlos en el iotdín a cuadros
de manaa que el peón que bailo con la reina
no le perdone el menor paso en falso.

Quienes insísten en llamar a las cosqs por sus nombt'es.


como si fueran clams ! sencillas
las llanan simplemenle de nueoos otnamentos-
No l¿,s expreson. gitw el tomo al diccionario,
inutilízan mds y mós el lengl&ie,
las lklman por sus nombres y ellas responden por sus nombtes
pero se nos desnudan en los porqjes oscuros.

Saluo honrosos etccepciones lo no haJ' grandes poetas


que no parezcqn uattdedores uiajeros
1 prcdican o actúan e instalon su neeocio
en dios o en la taquíllo de un teatro de proaincia
\ingun ftistptio.. ttucoc del le gua.ic
--l
ELEGIA A JUA¡¡, EL PAPA BI,'ENO

Para la muerte no todos los hombres son iguales: eJtalta a uno y al otto Una uez más al menos ,
lo rerluce a lo exprcsióa de lo que fue. Abre, en silencio, el g¡-an mientras la muertc crecía deh'as del h'onc¡ a seme.íanza
prcceso o falla de esos niños que no inlenampen a las pet'sonas mal,ores por una
ap)esuradamente las causas perdidas, para que el poluo ahogue el ruklo temporada, abstraídos en la ctaeldad de sus juegos,
que leuantan; si la uerdad ---una sola- estuuiero en todas partes leeúamos:
extrauía en su archiuo los pequeños papeles I también sabe adelantarse "Los mercaderes que rondában el Templo, temerosos del látigo
al t¡empo se han reinstalado en él;melven para confesar como propias,
---el futuro no üene secretos para ella- solemn¡zando ciertas en voz alta
circuns lsncias. las vi¡tudes del muerto humillando a los deudos.
Pet'o b maerte nos toca a todos pot igual como a las cuerdas de un gente modesta;saben olvidar en el momento oportuno
mismo instntmento sus diferencias con el amigo de las pequeñas iglesias, el anlitrión
que cfínara en sus ratos de ocio, para arancarle algwa uez de todos".
una cancíón completa, entonada en voz ba.ia. Y el fariseo mayor pensará que la paz
Alrcra son cantos Etegoríanos como ayer fue, en es obro suya. La poz en que ese honxbre no qu¡siera descatxsar
el csmpo de exterminio, la desesperada afirmaciót1 de la aida )' mañana por extenderla a lo red.ondo d.el mundo, respetuosa tle todas los fronleras.
será el himno de la uictorín. --legía o los últimos héroes- La poz de cada uno en el cielo-srco dc la Alionza. todo aaes
primera inui lac ión
e sta mig'a'i ot;as.
de las cainpanas a uno mísa dc réquicm. Lo paloms que Picasso echó a uolar y esa otta tan contpuesta j' dc
mirada ag)da
Los períódicos no hablaron demasiado esta uez: todos traían la p$ad.a sobre la mano de Russell, el filósoto;
mísma noticia: La lujosa paloma ueneciana y el pichón saluaje d.e Africa.
"Dramáticá agonía", "La cristiandad vivió días Poz que podría hablarse en todos los idiomas, paloml nlensajera
de zozobra", 'Ofrenda de un obrero de Crérnoru". La hktoña ente. Roma y Moscú y lo que uino a Roma
de campesinos como los que explotan en todas partes, aunque a la cabeza de los dos mil ancianos.
seguramente angélícos Que el reposo que le dé su señor no eclipse su nontbre
como en un t\íptico medieual, confundidos aún con la tierra, los bajo el homogéneo resplundor de la gloria, Que el buen Papa
primeros en acudir tenga un sueño lígero, tan inquieto
a la natiuídad y a la crucífixíón. como el amanecer de un palomar sobrc el munclo, cn los huertos
de su tien'o natal. Este es nuestro deseo: saberlo conse¡1)ado
Para que no estuu¡pra escrito en uano antes que en lü htemoria como en el aban¡lono
de los pobres de espíritu fue el reino dc los cielos, Una uez, de un pozo, en la raí¿ de loda fuenle LNa.
por lo menoE, al tomar
el camino más largo d.e los que llegan a Roma:
'Dios sabe qué clase de alimentos te darán aquí",
cargando sus ualijas de cartÓn con uiandl| ), frutos, entrañsble
ofrenda para el hermano de la tierra, el ex sargento Angelo.
Fueron ellos
los que a la uuelta de cinco años habídn inspirado
por su sola plesencia, soseEada, en la sangre, el poema del pastor:
Paz en la t¡e¡'ra,lúcído y cólido llamamiento terrestre, un üaEo
de bebida cordíal macerada
en los lagares del norte y, para el hqmbríento )' el desnudo
el pan sin leuadura y la aduertencia al poderoso, todo como una
lámparu de aceite
para or¡entarse en la noche de Bérgamo hacia otta luz mí$ temoto,
el fuego que aísla
la pobreza del hogar en las tien'as etcpropíadas ) la gran míset¡a
del mundo-

18
oJo
Tuerto,
El oiolut nuesha primeta lec,qif,n. Oio de sílabario tepctido O,io
re1, de los ciegos, fariseo triunfante.
del que lo guiña J¡ hace la u¡sta g()rda.
hosia ouc lo mcmorio ampc¿ó o conslelotsc
dc uni mismo polabt'l. Oio cn al quc se lúzo También a lo Justicia la cegarctl
que no hace falta Det patu creet
toda la luz a fue¡zo de llamar .
n lo sabíduría con los pies y las manos. en la le! de la selua.
Tan claro como el agua.
Ojo pam adenh'arse en la boca del lobo
Todo la luz condensada en dos sílabw
uidentes. Emqaqado de la razón de un mundo que muere en la locura
en nuestras ir;pias lágrímas cuando pot fín ueíamos donde el homüre fue un lobo para el hombre, tú
que miras a los niños que fuimos con píedad
ctaro qqtir el. sol d.e la sabiduríq
bajo lo forma de ese oio scco de sílabario, enciéndelc en el hueco
impáutdo, perfecto, de otro mundo. de esas pequeñas manos tendidas en lo oscuro.
O.b de la inocencio
Y ojo imperdonab te Ojo de cetraduru de la puerta del mundo
del oue todo lo ue. Oio incrustado Oio ingenuo dcl foro del sabcr t la cicncio
en l; frente sombrío de un dios de catecismo: O.io de lo primeru lectura fascinantc
dios del ojo por ojo -rechitwbun íos die¡tles- Ojo de la amkts.d con Julio Vente
el mundo en una nta.no Y en La otra Ojo pinlanaieodo dcl colo¡ dc los lápiccs
el silabario de su ciencía, tanto Ojo deuuelue al cot'azón del mundo
nombre que el padt'e director anotó el don de la palobra quc no obt'o los oios.
para el castigo de la Iatde \) dio§
en su l¡breta neg'a pal'a un cncierro eterno
en los salas de clases uacías del ínfierno.

O.io que no ue más alla


de su mirada muerta absh'aída en la came
como la cspina en el dolor. Exhtuié
ueces el csmino dcl paraiso al año
tt-¿il
Y en la noche, al dotmirme uencido por el miedo
era una realid,ad la que yo conc¡líabo
mucho más dura que el corozón del día,
Oio de piedt a a cuYa luz noctutna
se calcinaba el alma en un desicrto:
sol negro de los Padl'es alenlanes:
sagt'ado corozón de piedra que no sangra

Cordero todo oios degollados. Tambíén


cstabs lo duhura, para llorar a solas.
en las piezas de iuego abandonsdas.
Ojo de lluvia del amor ct¡sliano
Dot' todo oasis en el uaslo mundo.
'Llou¡zna
lsn ligero que al color de lo sangre
se confundía con la luz ¡' el aie,
ceguera de Jesús que no uío cómo el rico
iba a subir, en procesión, al cielo
pastndct por el ojo de una aglio detrus
de su camellería de las mil ! uno noches

20 21
i';;¡r GALLO JT'ICIO FINAL
Este gallo quc Dienc de tan lejos en su canto. Ella mír«baa d,ios por la uentana, para que yo lo uieru,; I
iluminodo por cl prímero dc ios rayos del sol; pero lo Éólo otinaba a anb\hret los ojos
este rey que se plasma en mi Dentana con su corona.oiua, odiagamente, que se mc iban, cucarros, de una imtgen a otri, bsiloteando en la calle
no prcgunta ni respond.e, Erita en Ia Sala d.el Banquete empedradi: el lecho de la noche apozaba en ls calle
como si no existiemn sul invitddos, las gárgolas antes de que empezara a onainar en el cielo
! estuaiers mi6 solo que su gr¡to. su tery,pestuosa luminosidad
bajo las altas hotas estrellas de la tard.e.
Grita d,e piedm, de anügüedÚd., d.e nada,
lucha contra mi sueño pero ignora que lucha; Escucho esa,ooz borra.das las palabras que, por entonce§, no eran mós
sus ewosoa no cuentan para él ni el maíz que en la tarde lo paia mí
hara claro.s
beEar el polw. que un poco de música sag.ada pam una pobre alma pindosa.
Se limita a sulhr como un hereie en la hoguera de sus plumas, Enriquillo, mi nombt'e como un diminutivo
Y es el cuemo §gante de 6u tristezs, intentaba eleusrse
que soph la negrum al caer al infiemo. inútilmente a los oídos del ángel que batía
sus olos mutiladns en la torre de la iglesia.
(El óngel anunciaba nuestro Juicio Final, lleuándose un pednzo
de h'ompetn.o los labios.

,9
PUESTA DE SOL CON DEDICATORIA MUCHACHAS

No he sida nadie, ! ests puesla de sol Ahoto todas tienen ueintc qños
:
si lo qu¡sieras lo dit'ía o g'ílos. J,:la uieja ti¡ti¡(le2 hace tle Celiit¡na, j, ]rarczco üen¡t.
Tanta belleza de La que tu ctcs de un largo Diqie con los ojos tt isles pero \¡o no eslo\,
algo así como un índice en los.Labios. es la codicio
la que me trac a tierros uírgenes o que lo fueron ayer, perseguido
por el corozón y su justicía ordinaria.
Ni el hipnotizad.or de tus ueinte años
que escrito está en la atena que soplamos Es el prelud.ío de una tortuosa uejez aficionada at Lago de los Cist\es.
ni tu piedra angllat': el constructot
ni en tu corte asediaba por el uiento Ahoru todas tienen ueínte años, sé de dónde sopla el aiento
que'l;tis huifa ¿aor.
granito 1 lo muerte lo aporla- Son almas, simplemente, frutos de la estación de la setpiente
ese
duende, pero con cara de poeta mí cómplíce: ambos sorteamos, a ta entrad.a det jardín,
lBeramente más escurridb o entre ls yerba una espada herrumbrosa,1' el árbol qué manero d.e
que los olros, ni parle dc tu historio. frutecer enh'e tanto
como sí este abdndono lo deuolu¡era a su trópico.
Hq, yo me siento el extranjero, descífro
Ellas caen como almos a lo presión d.e mi espítitu uendedor ambulante
otru mano en la palma de la mía,
del pecado original
Jucgo a pensar que por obru de magia
que lrw de otras islas la setpiente el espejo
coincídimos también en lo pasado.
la tentación de ue¡se en boca de la sombra
bajo la especie de palabrss que cod¡cíosamente habla[r de lo gue han
Pero eres continuamente otra:
oluid.ado en las prkiones. d.el amor.
una amenaza de cortar el hilo
de arena con que trato de l$arte
a un imposible reconocimiento,

Este hablar sobre nadíe y sobtp nado


del que lo mkmo podría surgir
la exi'añeza total u, oluídadiza,
la posión de dos niños en un parquc.

El sol trqbaja uiejo especialista


en los deslumbramientos del crepíuculo.
No se permite la menor ironía.
Casi, casi le tomo de la mano.

No nos permite sino uerlo morir


con un iino sentid.o del humor.
Nos ha tranEf$urado, Lo sabemos.
Bosta m¡rarte, )' yo quisíera hacerlo

a los ojos, consciente d,el misterio


por el que todo es finalmente nsda.
Ninguna hisloña que contar, !,el tiempo:
dolor en los momentos culminanles.

La pasión de dos niños en un parque.


Este nudo de qrcna en la gatganta.
O bien seamos cuerdos: díspersémonos;
allá todo setú desenconh'at'Ee.
,1
Y EL MATRIMOMO Y EL ABURRJI!trENTO
A FUERZA DE SU AZUL EL MAR DE LA TARDE QUE

El matrimonio y el aburrimíento
A fuci'za dc su ozul el mar de la larde y qué, hacen una pareja metafísica.
t' psto ciudod lanto bellezI en ctado
."r:biirrlot" El matrimonio es casi metafísico
uuo puesta dc sol con la punto de los labios
como un hueuo de mármol a la copa
Una muchacha que di¡ero mi cíelo pars una estatus sobrealimentada
aon sus recodos de una íntimidtd sofocantc.
desemboca por lógica en la ang$tia.
\l el mar que le cont)¡?rle en ensensda los senos'
hora d.e ólech'barse pasedndolo al azar. El mismo el mismo el mismo el mismo coito.
tÁi*litingoaot n"'las dos carus de un úidr¡o' Coitus intertuptus' Los que no soinos dignos de nínguno confianza
Calcinacíón,
sonos los hijos de esas soledades
o mi ioii y la tq)a el día en que me dices amet¡allaron el acuario:
el chaDoteo de un aPocal¡Psis
¿n ae peces fangosos fi'enétícamente oluidados
"oii de tropicalizar
""¿ot con la luz
en esta nocñe oscura del alma que se me conuierte en fango )' en
una tragedii de agallas,

yo pol¡,earía esta u¡rginidad que se desÜiue por demostrannc su sexo'


pero x trola de una muchscha decenle
Lo poiíil¡ao¿ ¿"t placer se espuma más sllá de ella en la línea de
la rompiente
quiénes:
d,el ottlo bdá de su cuerpo entre los pies de quién sabe
hadas madinas uírgenes necias abuelitas.

Estoy pues condenado por mis prolongados exílios


apagar en el lrospatio del infierno
a orecio de oro esta sobreactuoción.
Yo no se trals sóto del pecudo de la csrne
se tmta del peccdo de la slquimia de la came
o algo por el estilo. Transfiguraciones.

Se baila aquí y la cabeza flota en medío de la oscurídad como


una pompa de nado.
Te cab,algo b áigo obscenidndes te hago E¡rar en mí dedo índice
eitu boca palabras demasiado dulces para que fuerdn en
"tóup,
otra parte uerd.od .
Parecería que auanzóramos clauándonos mutuamente los talones en los
ijarcs al galope tendido por la sóbsno
pero estamos en el fango y yo pago mis pecados:
oor la luiuria la anestesia del sexo
'oor
mis'ausencios del hogor la soledad en que galopo
'pot a la creatura esta llaga que lejos de abrít se.me en el
mi fiaíc¡ón
costado corre a esconderse en mí barba de uatios días
por mi ebrie<lad en las hotps de decisiÓn una y mil ueces la duda
el d.estietto reiterado a cada poso
) la proximidad de lss aberraciones.
PARA ANDREA
i'; i¿f EN QUE NO SE PAR-ECEN LA SEPAMCION Y LA MT]ERTE
La oruga es una trabajadora Wa@able, mata
Etqué..no separecen la separación y la muel'te. con su dpetito sín boca algtnos eentenares.de hojas f
Nos acostumbt'amos a ellss por igual, que el árbol le ticnde amposiao de tu ceguem
pero el tiempo se encatga de los muertos y la memoria trabaia para ayudarla a cruzar la calle.
linpíamente y en paz en lo que a ellos respecta; No deja mas que huecoi a su Wo tal como la pinta esta tsieta posto/.
mientrss que e|ta tarea se duplica La maríposa, en cambio, salta del capullo
cuando no hay una fr¿mbq de por media en el instsnte miEmo de su transfigurución
1' la memoria se confunde con el proyecto de un crimen, en qae como una flecha de nacimiento
¿bre los ocelos de sus alas a la luz
peio quiaá no loe ojos, porque también estó ciqa.
Elh baila con sus alas de artista
como una gituna al son de uiolines húngaros
t, no se detiene dos ueces en lt misma flor-

La maripox no puede recordar que ha sido oruga


aí como b oruga no puede aditinar que sem maiposa
porque los ertrcmos del mi,smo ser no se tocan.

28
i';;¡l T.Y,
eomo lo5 Drimititos junto al tuego el rebü1o te arremans otomi2do
en to nocie de las cincumfu estrellor,, iunto a la teleüiliÓn en colore§.
De esa llana s6lo 8e foluart loe cuerpos'
En cad¿ hogg u¡u familia a ,ned,io ebborar claw sus oioe d.e üidrto
en el pequ*io homo crernatoria donde se abras,,t 10,6 ercñoi.
La antis¿ptica cais de Pürdora
d¿ b qu; brotan ofrucidas s l4 ?.*tincíón del deteo
metos obietol de conEumo
en tugs de signos, mücü dQ fábr¡N.
Hoibrcs ! muie¡a rducida por el showman a er Prirr?r, lnfancb
o.cianu ineestidos de inügnidd infüttil
iuegan en l4 ponfulb que ilestaca sus expresiones inestablas 'h
como hs de b coffls en el momento de atdet.
i,

ii
rt t,

lr
t'

30

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