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Encyclopédie Médico-Chirurgicale – E – 14-429 E – 14-429

Pie cavo
G Curvale
A Rochwerger

Resumen. – La principal característica del pie cavo es la exageración de la altura del arco lon-
gitudinal, frecuentemente asociada a dedos en garra y a una mala posición del calcáneo en el
plano frontal, de grado variable, por lo general relacionada con una pronación del antepié,
compensada a su vez por una desviación en varo del retropié. La reducción de la superficie de
apoyo plantar es la causa de metatarsalgias y callosidades dolorosas por debajo de una o varias
cabezas metatarsianas.
El pie cavo varo es a menudo de etiología neurológica. La enfermedad de Charcot-Marie-Tooth
representa el diagnóstico más común. Ante cualquier caso de pie cavo varo debe efectuarse un
examen neurológico especializado.
Los tratamientos conservadores pueden prolongar la tolerancia del pie cavo. Su insuficiencia
puede conducir a intervenciones quirúrgicas correctoras en las que se realizarán transferencias
y alargamientos tendinosos, liberaciones plantares, osteotomías extraarticulares, metatarsia-
nas, tarsianas o calcáneas, e incluso artrodesis en los casos más avanzados.
Las indicaciones terapéuticas dependen de la edad, del grado de progresión del pie cavo, así
como de las lesiones asociadas y de su reducibilidad.
© 2002, Editions Scientifiques et Médicales Elsevier SAS, París. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: pie cavo, tarsectomía, Charcot-Marie-Tooth.

Introducción gravedad de las etiologías neurológicas implicadas requie-


ren considerar a todo pie cavo como a priori de origen neu-
El pie cavo se caracteriza comúnmente por la acentuación de rológico, hasta que no se aporten pruebas en sentido contra-
la bóveda plantar debido al aumento en altura de los arcos rio a través de una exploración neurológica exhaustiva.
longitudinales del pie. Los estudios franceses sobre el pie cavo son abundantes [15, 32,
Se asocian con frecuencia otras anomalías morfoestáticas,
37, 43, 45]
, prueba de la evolución hacia una concepción dimen-
como dedos en garra, desaxación del retropié y torsión heli- sional del pie cavo. El simposio dirigido por Robert Meary
coidal del pie, que se integra en un trastorno de torsión del en 1967 continúa siendo una referencia de primer orden [34].
miembro inferior. El conjunto de estas irregularidades, rela- Las modalidades terapéuticas basadas en las nociones bio-
cionadas entre sí en mayor o menor medida, determina mecánicas del pie y las repercusiones funcionales de la
numerosos cuadros clínicos que pueden evolucionar con la deformación dependen principalmente de la edad, el grado
edad y expresarse según las modificaciones inducidas sobre de evolución del proceso causal y el carácter, todavía flexible
las diversas funciones del pie. La distribución del apoyo o ya rígido, de las distorsiones.
sobre el suelo resulta perturbada por el acercamiento de los
apoyos plantares anteriores y posteriores, así como por la
disminución de la superficie de apoyo, principalmente a
expensas del borde lateral del pie, que sirve de base para la
Epidemiología
clasificación podoscópica de los pies cavos. Surgen inconve-
Las series publicadas en el ámbito quirúrgico son relativa-
nientes con el calzado, mientras que la inestabilidad es más
bien consecuencia de las deformaciones en el plano frontal. mente pequeñas, del orden de algunas decenas de casos [13, 35,
36, 51]
, lo que indica la relativa escasez de pies cavos descom-
Aun cuando los pies cavos en grado moderado, relativa- pensados, habitualmente de origen neurológico, con respec-
mente bien tolerados, son bastante comunes, la frecuencia y to al elevado número de pies cavos moderados. González de
Aledo encontró en el examen podoscópico de un grupo de
948 niños de más de 4 años no seleccionados 16,3 % de pies
cavos, mayoritariamente en niñas, 60 % de ellos poseían un
antecedente familiar similar [20]. En un estudio comparable
Georges Curvale : Professeur des Universités de la Méditerranée, chirurgien. pero realizado en adultos jóvenes, Braun [7] señaló el 44,4 %
Alexandre Rochwerger : Chirurgien. de pies cavos en varones y el 52 % en mujeres, siempre libres
Hôpital de la Conception, centre hospitalier universitaire de Marseille, 147, boulevard Baille,
13385 Marseille cedex 05, France. de síntomas debidos a este trastorno.
E – 14-429 Pie cavo Aparato locomotor

Mecanismo de aparición
del pie cavo
ARCOS DEL PIE NORMAL
La bóveda longitudinal del pie descansa por detrás en el cal-
cáneo y por delante en los apoyos metatarsianos. Está cons-
tituida por un arco externo, el de menor altura, formado de
atrás hacia adelante por el calcáneo, el cuboides y los dos
últimos metatarsianos, y por un arco interno más elevado
que incluye, también en este sentido, el calcáneo, el astrága-
lo, el hueso navicular (escafoides), los huesos cuneiformes y
los tres primeros metatarsianos. Ambos arcos quedan soste-
nidos por el conjunto de las partes blandas plantares. De este
modo, Lapidus y De Doncker [14] propusieron compararlos a
un armazón que, en términos arquitectónicos, se correspon- 1 Esquema de un pie cavo directo anterior, caracterizado por una vertica-
de con una estructura triangular destinada a soportar el lización del antepié. El vértice de la deformación se sitúa aquí en la articu-
caballete del tejado. Dicho armazón estaría constituido por lación cuneoescafoidea.
dos alfardas (una posterior y oblicua de abajo hacia atrás,
que equivaldría al retropié, y otra anterior y oblicua de abajo conlleva la horizontalización del astrágalo gracias a la fle-
hacia adelante, que abarcaría el mediopié y el retropié) sos- xión dorsal relativa del tobillo;
tenidas por un tirante constituido por el conjunto de forma- — el pie cavo posterior implica una verticalización del cal-
ciones musculotendinosas y ligamentosas de la planta del cáneo, por insuficiencia o parálisis del tríceps (fig. 2). No hay
pie que se tensan cuando el pie se encuentra en carga, evi- angulación del mediopié. En descarga se produce un desni-
tando así que se aplaste el armazón. En el caso del pie cavo, vel hacia abajo del calcáneo con respecto al antepié. En
el acortamiento del tirante se acompaña de una verticaliza- carga, no existe horizontalización alguna del astrágalo y el
ción de las alfardas, con lo que se eleva el armazón y se tobillo se dirige en flexión plantar relativa;
ahonda su concavidad. — el pie cavo directo mixto presenta simultáneamente una
Esta concepción meramente longitudinal de la bóveda plantar flexión plantar del antepié sobre el retropié y una verticali-
es insuficiente para describir la estructura arquitectónica del zación del calcáneo (fig. 3).
pie, que comprende una torsión helicoidal entre la columna
de apoyo posterior, vertical, y la anterior, horizontal.
Un pie normal en carga sufre una ligera detorsión helicoidal PIE CAVO ANTEROINTERNO
que pone en tensión los ligamentos plantares. Una excesiva Se trata de una acentuación de la morfología helicoidal del
detorsión en carga corresponde al pie plano valgo, mientras pie, con una excesiva pronación del antepié sobre el medio-
que el exceso de torsión helicoidal da como resultado un pie pié y la verticalización de los metatarsianos, que predomina
cavo varo. en los radios internos y decrece del borde medial al lateral.
El apoyo transversal horizontal del antepié requiere una
compensación en supinación de la región posterior del pie,
CONSTITUCIÓN DEL PIE CAVO
que desplaza el calcáneo en varo (figs. 4, 5). De esto resulta
La progresión del pie cavo a lo largo del crecimiento ha sido un ahuecamiento del arco interno del pie, en tanto que la ele-
perfectamente definida por los trabajos de Schnepp [14, 43]: vación del externo es moderada, o incluso inexistente. La
«todo transcurre como si, desde la infancia hasta la adoles- supinación del retropié alrededor del eje de la articulación
cencia, las partes blandas plantares actuasen como la cuerda subastragalina provoca, según el esquema concebido por
demasiado corta de un arco óseo». El crecimiento óseo es Inman [14], una rotación automática hacia afuera del segmen-
más rápido que el de la cuerda plantar. La bóveda ósea así to correspondiente a la pierna con respecto al pie (fig. 6). A la
«embridada» aumenta de curvatura hacia arriba. Inicial- inversa, el antepié se coloca en aducción en el plano hori-
mente, la deformación es reducible y el crecimiento se acom- zontal en relación con el retropié, fijado por la pinza bimaleo-
paña de una distorsión en forma de cuña de los huesos de la lar. El varo del retropié es inicialmente reducible, poniendo
bóveda (principalmente del escafoides), que, juntamente con de manifiesto la pronación fija del antepié. Por lo general,
la retracción de las partes blandas plantares, produce la irre- tiende a volverse progresivamente más rígido con el paso
ducibilidad del cavo. Esta última es progresiva de los 5 a los del tiempo, hasta hacerse irreducible. Frecuentemente se
11 años, más rápida de los 12 a los 16, y se estabiliza entre los asocia una garra de los dedos, consistente en una flexión de
16 y 18 años. las articulaciones interfalángicas y una verticalización de las
primeras falanges, lo que puede acarrear la pérdida del
apoyo sobre el pulpejo de los dedos. Dicha flexión dorsal
metatarsofalángica suele predominar a nivel de los radios
Diferentes tipos de pie cavo internos, aumentando así la disposición vertical de los meta-
tarsianos correspondientes, lo cual acentúa la pronación del
PIE CAVO DIRECTO antepié. La tendencia de los radios internos del pie a la ver-
ticalización, secundaria a la retracción de las metatarsofalán-
El pie cavo directo corresponde a una deformación exclusi- gicas en flexión dorsal, que según los trabajos de Hicks [23]
vamente longitudinal de la bóveda plantar. La verticaliza- induce a su vez una tensión de la aponeurosis plantar, se
ción del antepié afecta por igual al arco plantar interno y considera actualmente el mecanismo principal del desarrollo
externo, por lo que no hay pronación ni supinación del ante- de un pie cavo (fig. 7). La causa principal sería la debilidad
pié. El retropié mantiene su eje fisiológico, es decir en ligero relativa de los músculos interóseos con respecto a los flexo-
valgo. Se distinguen tres variantes de pie cavo directo: res y extensores de los dedos (fig. 8), trayendo como conse-
— el pie cavo anterior, con una verticalización del antepié y cuencia el varo compensador del retropié y la rotación exter-
una angulación en el mediopié. En descarga (fig. 1) se pro- na del segmento de la pierna. La progresiva verticalización
duce un desnivel [32] hacia abajo del antepié con respecto al del antepié determina en carga una horizontalización del
retropié. En carga, la corrección de esta diferencia de altura astrágalo, consecuencia de la flexión dorsal compensadora

2
Aparato locomotor Pie cavo E – 14-429

A B

2 Pie cavo directo posterior por verticalización del calcáneo.


C

D
4 A. Representación esquemática espacial de un pie, que puede ser obteni-
da fácilmente a partir de un paralelepípedo de espuma de poliuretano en
cuya mitad posterior se realiza una incisión longitudinal.
B. La superposición de los dos elementos posteriores así obtenidos reprodu-
ce la del astrágalo sobre el calcáneo, dando lugar a los arcos longitudinales
(el arco interno es el más alto) y transversales del medio y antepié.
C. Verticalización del arco interno, que representa esquemáticamente un
pie cavo anterointerno en descarga.
3 Esquema de un pie cavo directo mixto, en el que se muestra al mismo D. Para poder tomar apoyo en el suelo, el antepié sufre una supinación rela-
tiempo una flexión plantar del antepié sobre el retropié y una verticaliza- tiva, que conlleva una varización del retropié y una horizontalización del
ción del calcáneo. astrágalo.

del tobillo. Un descenso pronunciado del antepié que exce-


da las posibilidades de flexión dorsal compensadora del
tobillo promoverá un pie equino con respecto a la pierna,
hecho que únicamente se produce a nivel del antepié, mien-
tras que el retropié queda en flexión dorsal en comparación
con la pierna. Una retracción relativa del tríceps puede con-
tribuir a fijar el calcáneo en varo. Sin embargo, la habitual
verticalización de este hueso suele poner de manifiesto la
ausencia de retracción verdadera del tríceps.

PIE CAVO VALGO


Comprende una pronación del retropié (calcáneo en valgo),
responsable de la elevación del arco externo, en ocasiones tan
A
cóncavo como el interno [27]. El antepié se encuentra en supi-
nación para compensar la pronación del retropié. De acuerdo C
con un esquema inverso al del pie cavo varo, la rotación B
externa del segmento de la pierna con respecto al pie en este 5 A. Esquema de un pie normal visto de frente, en el que se observa el
caso está disminuida. En el antepié se observa una abducción apoyo horizontal del antepié (simbolizado por la cabeza del primer meta-
en el plano horizontal en comparación con el retropié, inmo- tarsiano [MI] y del quinto [V]), al igual que el valgo fisiológico del
vilizado por la pinza bimaleolar. En situación de descarga, retropié.
B. Esquema de un pie cavo anterointerno en descarga, en el que se muestra
este pie puede pasar por un pie plano, pero en el examen la pronación del antepié con respecto al retropié, cuyo eje es normal.
podoscópico se confirma que se trata de un pie cavo. C. Durante la fase de apoyo, a fin de restituir un apoyo transversal equili-
brado bajo el antepié, surge una supinación relativa del retropié que lleva al
calcáneo en varo y produce una horizontalización del astrágalo.
Exploración física del pie cavo
SIGNOS FUNCIONALES — las metatarsalgias atañen generalmente al conjunto de las
cabezas metatarsianas, aunque pueden prevalecer a nivel de
■ En el adulto la primera y de la quinta cuando se trata de un antepié trans-
Tanto las quejas que se refieren a la deformación del pie versalmente cavo;
como las dificultades con el calzado ocupan un segundo — las talalgias, muchas veces en corona, ponen de mani-
plano con respecto al dolor, motivo principal de consulta [18]: fiesto la retracción del aparato suroaquileoplantar, que se

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E – 14-429 Pie cavo Aparato locomotor

A
A

B
6 A. El esquema de Inman se asemeja a unas tablillas perpendiculares uni-
das por una charnela a nivel de la bisectriz del ángulo recto, que simboli-
zan el eje de Henke de la articulación subastragalina.
B. La rotación axial de una de las tablillas induce necesariamente una rota-
ción de la otra en el mismo sentido. Es lo que acontece en la posición de
bipedestación en carga, ya que cualquier rotación externa del miembro infe-
rior tiende a hacer aparecer una supinación del pie en torno a su eje ante-
roposterior. Cuando se trata de un pie cavo anterointerno en carga, el varo
del retropié se acompaña de una rotación externa del miembro inferior alre-
dedor de su eje vertical.
B

8 Los dedos en garra pueden contribuir a la génesis del pie cavo.


A. En condiciones normales, los músculos interóseos y lumbricales (en
rayas) estabilizan las articulaciones metatarsofalángicas, permitiendo la
acción de los músculos flexores y extensores largos.
B. La insuficiencia relativa de los músculos interóseos y lumbricales con-
lleva la verticalización de la primera falange sobre el dorso del metatarsia-
no correspondiente, desencadenando un dedo en garra, inicialmente flexi-
ble y reducible pero más tarde rígido como consecuencia de las retracciones
musculares y capsulares.

to metatarsiano, cuando la pronación compensadora del


retropié es significativa;
— el dolor aparece muy frecuentemente en los dedos, en
razón de las callosidades dorsales de las interfalángicas pro-
ximales;
— la inestabilidad del tobillo en varo, que se acompaña de
esguinces repetidos y dolor submaleolar externo, es tanto
más común cuanto mayor es el grado de desviación en varo
y de aducción del retropié y antepié respectivamente (fig. 9);
— las molestias relacionadas con el calzado se deben sobre
todo a los dedos en garra. A ello puede agregarse el dolor
compresivo desencadenado por la prominencia del dorso
del pie, así como por la degradación en varo del refuerzo
posterior del calzado. Los zapatos con escaso tacón suelen
ser mal soportados, contrariamente a lo que sucede con los
tacones altos.

■ En el niño
El dolor es menos habitual como motivo de consulta que las
7 De acuerdo con el esquema de Hicks, la flexión dorsal de la articulación
metatarsofalángica del dedo gordo provoca, por un efecto de polea, un acor- dificultades para calzarse, el rápido desgaste de la suela, la
tamiento de la aponeurosis plantar y una flexión plantar del primer meta- deformación del pie, el trastorno de la marcha (con los pies
tarsiano que ahondan el arco interno y llevan el antepié en pronación, el «hacia adentro»), o la notable frecuencia de las caídas y los
cual, para mantenerse en carga, requiere una supinación compensadora del esguinces de tobillo. En este estadio del examen debe pen-
retropié (según Hicks [23]). sarse en un posible origen neurológico e investigar los ante-
cedentes familiares.

inserta en el calcáneo. Se observan también a menudo en el EXPLORACIÓN LOCAL


pie cavo posterior; En el examen de los zapatos suele corroborarse la deformación
— el dolor en el dorso del pie, en la cúspide de la defor- y el desgaste del borde externo de la suela.
mación, es con frecuencia secundario a un problema con el En el examen del pie descalzo se observa la saliente dorsal de
calzado; su dorso, la concavidad plantar, los dedos en garra, las
— el apoyo excesivo, motivo de dolor, puede hallarse en el hiperqueratosis bajo los metatarsianos y sobre el dorso de
borde externo del pie, sobre todo bajo la estiloides del quin- los dedos, el eventual borramiento posterior del talón (que

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Aparato locomotor Pie cavo E – 14-429

9 Radiografías de un varón de 45 años que presenta un pie cavo.


A. Imagen de perfil en carga en la que se muestra un varo del retropié, causante de una inestabilidad que conduce a esguinces repetidos y a una tenosino-
vitis fisuraria de los tendones peroneos.
B. Imágenes de resonancia magnética que ponen de manifiesto las lesiones de los tendones peroneos.

corresponde a la verticalización del calcáneo), el varo del


retropié y su reducibilidad, así como la de la pronación del 10 Deformación fija de un pie cavo
muy evolucionado de origen neuro-
antepié y de la garra digital (figs. 10, 11, 12). Igualmente se lógico en un joven de 16 años que
evalúa el desnivel existente en descarga entre el antepié y el padece la enfermedad de Charcot-
retropié y la amplitud de la flexión dorsal del tobillo, dado Marie-Tooth con importante excava-
que el recorrido dorsal del pie se encuentra a menudo limi- ción del arco interno, prominencia
tado por la horizontalización del astrágalo. del dorso del pie, borramiento del
En el examen podoscópico [4, 18] (fig. 13) se aprecia la dismi- talón, garra digital y desnivel entre
antepié y retropié.
nución o desaparición de la franja externa de apoyo, lo que
permite establecer una clasificación podoscópica en tres gra-
dos (fig. 14). Puede que no haya desaparición de esta franja
si el pie cavo presenta una supinación importante del calcá-
neo. Se advierte la pérdida del apoyo del pulpejo en los
dedos en garra muy avanzados. La exploración del paciente
visto de espaldas y de pie sobre el podoscopio permite igual-
mente evaluar el eje de ambos retropiés, la convergencia de
los talones hacia abajo y la separación de los maléolos inter-
nos. Estos elementos sirven para definir el varo. Por delante,
juntando ambos pies, el estrabismo divergente de las rótulas 11 Mismo paciente que en la figura
da cuenta de la rotación externa de las piernas con respecto 10: visión anterior del pie en la que
a los pies cuando la supinación de su región posterior es se muestra la deformación helicoidal
manifiesta. La imposibilidad para ponerse en cuclillas sin del pie con pronación del antepié y
despegar los talones del suelo pone de manifiesto la limita- varo del retropié.
ción para la flexión dorsal de ambos tobillos.
Según el estado neurológico, durante la fase oscilante de la
marcha, puede apreciarse cierto grado de estepaje, acentua-
ción de la inversión del pie y una contracción compensado-
ra de los extensores de los dedos si se asocia una insuficien-
cia del tibial anterior. En la fase de apoyo puede insinuarse
una acometida del talón en varo exagerado, una varización
dinámica del calcáneo en el paso posterior, una marcha con
los pies hacia adentro y una fase de impulso sobre el extre-
mo anteroexterno del antepié. La marcha sobre la punta de
los pies suele ser posible, pero no sobre los talones, marcha EXPLORACIÓN NEUROLÓGICA
limitada por el déficit de flexión dorsal de los tobillos. Es fundamental. Sería conveniente realizarla en el marco de
La prueba de la tablilla, descrita por Coleman [9], consiste en una consulta especializada. Incluye el estudio de los reflejos,
colocar una tablilla oblicuamente sobre el borde anteroexter- la búsqueda de una amiotrofia locorregional de los miem-
no del pie, que fuerza el antepié en pronación al elevar los bros superiores, trastornos en el tono, una evaluación mus-
radios externos. Es posible evaluar de este modo la reducibi- cular centrada en la musculatura de la pierna y del pie, el
lidad del varo del retropié y la reaparición de un valgo del estudio de la sensibilidad profunda y una encuesta familiar
calcáneo, fisiológico si el par de torsión se mantiene flexible. capaz de poner de manifiesto una etiología neurológica,

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E – 14-429 Pie cavo Aparato locomotor

las deformaciones. En este estudio se ha de incluir una radio-


12 Mismo paciente que grafía lateral en carga que abarque desde los dedos al talón,
en las figuras 10 y 11:
nótese el callo secunda-
una proyección dorsoplantar centrada en el antepié y una
rio al apoyo bajo el pri- proyección de Meary (retropié de frente en carga con cercla-
mer metatarsiano y los je metálico del talón) [5, 16].
dedos en garra.
[38, 45]
PROYECCIÓN LATERAL EN CARGA
Permite ratificar el diagnóstico de pie cavo, cuantificar su
grado y conocer su modalidad arquitectónica (fig. 15).

■ Ángulo de Dijan-Annonier
13 Examen podoscópi- Se traza a partir de los puntos más caudales del calcáneo,
co de un paciente que cabeza del astrágalo y sesamoideos (ángulo del arco medial).
presentaba un pie cavo Su vértice, abierto hacia abajo, mide normalmente 120 a 125º.
bilateral en el que había Un ángulo menor define un pie cavo, independientemente
desaparecido la franja de de la ubicación anterior, posterior o mixta de la deformación.
apoyo lateral que enlaza
el antepié con el retro-
Mediante el ángulo de Dijan-Annonier se determina la altu-
pié. ra del arco interno, en tanto que la del arco externo se apre-
cia por la distancia entre la estiloides del quinto metatarsia-
no y el suelo. En un pie cavo valgo el arco externo puede
estar muy acentuado aun cuando el interno sea normal o
incluso más bajo (fig. 16).

■ Ángulo de Meary-Tomeno
Está formado por el eje del primer metatarsiano y el del as-
trágalo (bisectriz entre las tangentes superior e inferior del
astrágalo). En un pie normal, este ángulo es igual a 0º (línea
de Meary-Tomeno); cuando es positivo, es decir cuando la
prolongación anterógrada del eje del astrágalo pasa por
encima del correspondiente al metatarsiano, se determina
un pie cavo anterior. Permite evaluar directamente su mag-
nitud, así como localizar el vértice de la deformación, que
puede oscilar entre la articulación astragaloescafoidea y la
cuneometatarsiana.

■ Ángulo de ataque o pendiente de los metatarsianos


Se calcula entre el eje de cada uno de los metatarsianos y el
A B C plano del suelo. Normalmente disminuye de forma regular
desde el primero (20º) hasta el quinto (5º). El ángulo de ata-
14 Huellas plantares de un pie cavo. que del primer metatarsiano aumenta en el pie cavo. Esto no
A. Pie cavo de primer grado: disminución del istmo determina el carácter anterior o posterior del trastorno, debi-
entre los apoyos anterior y posterior, que llega a do a la compensación producida en el tobillo con el fin de
medir menos de la tercera parte de la anchura del restablecer el apoyo horizontal en sentido anteroposterior de
pie.
la planta del pie.
B. Pie cavo de segundo grado: el istmo de apoyo
lateral queda interrumpido, en tanto que persisten
parcialmente las prolongaciones de los apoyos ante-
rior y posterior.
C. Pie cavo de tercer grado: ausencia total de la
franja lateral de apoyo.
D. Pie cavo de tercer grado: pérdida del apoyo del
pulpejo de los dedos, debido a que se disponen en
garra.
D

dominada en el adulto por la enfermedad de Charcot-Marie-


Tooth [2]. Diversos exámenes complementarios tendentes a
una investigación causal serán solicitados eventualmente
por parte del especialista.
15 Esquema en el que se señalan las referencias radiológicas que definen
un arco interno normal, obtenido a partir de una radiografía lateral en
carga. El eje del primer metatarsiano es superponible al del astrágalo. El
Radiología del pie cavo ángulo de Meary-Tomeno es nulo, convirtiéndose en la línea de idéntico
nombre. El ángulo de Dijan-Annonier, trazado uniendo los puntos más
Al igual que en toda patología estática del pie, las radiogra- caudales del sesamoideo interno, la cabeza del astrágalo y la tuberosidad
fías simples de «pies de frente y de perfil» carecen de interés. posterior del calcáneo, mide normalmente 120 a 125º. Un valor inferior
Únicamente a través de un estudio radiológico efectuado en define un pie cavo. El ángulo de ataque del primer metatarsiano y la pen-
carga es factible apreciar, cuantificar y seguir la evolución de diente del calcáneo con el suelo miden respectivamente 20 y 25º.

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Aparato locomotor Pie cavo E – 14-429

16 Radiografías en carga del pie derecho de un


paciente de 40 años, deportista (corredor de medio
fondo), que presentaba desde hacía pocas semanas
una deformación progresiva en el pie secundaria a
una rotura reciente del tendón distal del tibial
posterior. El aspecto clínico es el de un pie plano
valgo, mientras que la huella podoscópica corres-
ponde a un pie cavo.
A. Radiografía de perfil en carga en la que se
observa un arco interno de altura inferior a la
normal, así como una importante elevación del
arco externo que provoca la desaparición del
cuboides y del quinto metatarsiano. El desplaza-
A miento hacia adelante del maléolo externo es prue-
ba de la relativa rotación interna de la pierna.
B. Retropié de frente en carga en el que se mues-
tra un importante valgo retropédico.
C. Radiografía dorsoplantar del antepié de frente
y en carga que pone al descubierto en el lado dere-
cho la mitad medial de la cabeza astragalina, lo
cual es la prueba de la abducción del segmento
distal a la articulación mediotarsiana.

■ Pendiente del calcáneo


Es el ángulo de inclinación entre la tangente plantar del cal-
cáneo y el suelo. En condiciones normales mide entre 15 y
25º, cifra que es superior en el pie cavo.

■ Ángulo tibioastragalino
Se calcula entre el eje de la tibia y el del astrágalo.
Habitualmente es de 110º. Su disminución corresponde a
una horizontalización del astrágalo, hecho que supone una
limitación en cuanto a la amplitud de flexión dorsal del tobi-
llo y permite explicar el déficit de recorrido dorsal en los pies
cavos anteriores y mixtos.

■ Otras referencias 17 Esquema de un pie cavo complejo en el que se asocian una pronación
Existen diferentes aspectos que permiten determinar en la del antepié, compensada por el varo del retropié, horizontalización del
radiografía lateral otras deformaciones asociadas al pie cavo astrágalo, rotación externa del segmento de la pierna y una garra de los
varo (figs. 17, 18): dedos.
— la disminución de la superposición del pico de la apófisis
mayor del calcáneo sobre la porción inferior de la cabeza del — la supinación del retropié y del mediopié, dentro de la
astrágalo pone de manifiesto un varo del retropié; articulación subastragalina, se traduce por un ensancha-
— el retroceso del peroné en relación con la tibia permite miento de este último en sentido vertical, que puede llegar a
visualizar la rotación externa de la pierna con respecto al pie; eliminar la superposición de la parte superior del cuboides

7
E – 14-429 Pie cavo Aparato locomotor

18 Radiografía lateral en carga de un pie cavo complejo de origen neuroló-


gico: la desaparición de la superposición del pico del calcáneo sobre la cabe-
za astragalina permite indicar el varo subastragalino, y el retroceso del
A B
maléolo externo, la rotación externa de la pierna en relación con el pie. El
ensanchamiento del mediopié en sentido vertical indica su supinación: el 19 A. Esquema de un pie cavo varo en carga.
quinto metatarsiano contacta con el suelo, mientras que el arco interno está B. La adición de una cuña bajo el borde anteroexterno del antepié corrige el
muy elevado. El incremento de la divergencia, de adelante hacia atrás, entre varo del retropié si la articulación subastragalina se mantiene flexible. Esta
los metatarsianos pone de manifiesto la pronación relativa del antepié. prueba clínica (prueba de Coleman) puede ser reproducida radiográfica-
mente mediante una proyección frontal de tobillo y pie en carga con cercla-
je metálico del talón.
sobre la inferior del escafoides; la supinación se hace más
evidente en la medida en que el arco interno es más elevado
y el externo desciende o incluso desaparece; abundan en los atletas, en particular entre los corredores de
velocidad.
— la pronación del antepié puede ser evaluada merced al
incremento en la divergencia axial de los metatarsianos;
— la garra de los dedos. PATOLOGÍAS OSTEOARTICULARES DIVERSAS
Algunas de ellas pueden conducir a un pie cavo. En el ámbi-
PROYECCIÓN FRONTAL DE TOBILLO Y PIE EN CARGA to de la traumatología del pie es posible descubrir un pie
CON CERCLAJE METÁLICO DEL TALÓN cavo tras una fractura del mediopié inadvertida o mal trata-
Permite apreciar la posición del talón en el plano frontal. El da o, más específicamente, tras fractura-luxación tarsometa-
eje de la tibia corta normalmente la zona de apoyo del talón tarsiana. En cuanto a la traumatología del resto del miembro
en el punto de unión entre su tercio interno y los dos exter- inferior, más concretamente de la pierna, se observan pies
nos, estableciendo el valgo fisiológico. Una desviación en cavos tras fracturas graves, ya sea por falta de apoyo pro-
sentido medial de la zona de apoyo del talón con respecto a longado y rehabilitación insuficiente o como consecuencia
este eje permite definir el varo. Para considerar a esta medi- de un síndrome compartimental después de un accidente
da como fiable, es preciso asegurarse de que el tobillo se muscular grave [28]. Puede desarrollarse una retracción del
encuentre perfectamente dispuesto de frente y que el cercla- aparato suroaquileoplantar a continuación de una larga
je metálico pase correctamente por el talón y no por el plano inmovilización en posición inadecuada mediante escayola o
de los maléolos, lo que disminuiría su amplitud. Añadiendo tras un reposo en cama prolongado seguido de una rehabili-
una talonera radiotransparente bajo el talón se consigue tación deficiente. El cavo se asocia habitualmente en este
suprimir la superposición del calcáneo sobre el antepié y dis- caso a un equino. Las cicatrices retráctiles secundarias a que-
tinguir mejor los apoyos de los metatarsianos y sesamoi- maduras, sobre todo plantares, pueden estar implicadas. El
deos. Asimismo, gracias a esta proyección puede visualizar- pie cavo es más raro en reumatología: la artritis reumatoide
se el grado de aducción del antepié con respecto al tobillo en genera muchos más pies planos que cavos.
el plano horizontal. Por medio de una cuña radiotranspa-
rente, que eleva el borde anteroexterno del pie (equivalente
PIE CAVO DE ORIGEN NEUROLÓGICO
a la prueba clínica de la tablilla), es posible poner de mani-
fiesto la reducibilidad del varo del calcáneo (fig. 19). Las entidades neurológicas son predominantes en el pie
cavo, no sólo por su gravedad y capacidad de progresión,
sino además por su frecuencia [13, 37]. Esto implica que en
PROYECCIÓN DORSOPLANTAR DEL ANTEPIÉ
EN CARGA
todos los casos de pie cavo debe descartarse una causa neu-
rológica realizando un examen neurológico exhaustivo y
Se consigue determinar la abertura del conjunto metatarsia- orientando al paciente hacia una consulta especializada: «el
no y el grado de aducción del antepié. Una falsa apariencia pie cavo es de origen neurológico hasta que no se demuestre
de varización de los metatarsianos puede ser el resultado de lo contrario». Opuestamente al pie reumático, que se con-
la pronación del antepié sobre el mediopié. vierte en un órgano diagnóstico cuya semiología puede
sugerir una patología específica, el diagnóstico de la etiolo-
gía neurológica de un pie cavo únicamente puede estable-
Etiología de los pies cavos cerse a través de un examen neurológico sistemático. Entre
estas patologías sobresalen, en orden decreciente de frecuen-
Las causas de pies cavos se dividen en varios grupos, entre cia, la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth, las secuelas de
los que se destacan ampliamente, por su frecuencia y grave- enfermedad motora cerebral, las miopatías y las disrafias
dad, las enfermedades neurológicas. espinales [2, 45].

PIE CAVO POR HIPERTROFIA FUNCIONAL [7] ■ Miopatías


Es tradicional mencionar el pie cavo del conductor de coche- En el marco de las distrofias musculares progresivas, en las
cillo chino. En cuanto a la patología deportiva, los pies cavos que predomina la miopatía de Duchenne, la afectación grave

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Aparato locomotor Pie cavo E – 14-429

comienza en la infancia a modo de una seudohipertrofia ter hereditario y degenerativo, el pie cavo se asocia a un sín-
retráctil del tríceps, asociada al déficit de la musculatura ubi- drome neurológico más complejo.
cada en el compartimiento anteroexterno de la pierna. El pie
cavo se acompaña de un equino y, más tarde, de un varo con ■ Neuropatías centrales
estepaje.
La retracción tiende secundariamente a fijar las deformacio- El pie cavo es frecuente en las afecciones piramidales de origen
nes. Es poco frecuente recurrir al tratamiento quirúrgico cortical (hemiplejías o encefalopatías) y en las lesiones medu-
debido a la grave progresión de la enfermedad. Los cuida- lares espásticas (de naturaleza traumática, tumoral o infeccio-
dos de enfermería y las ortesis están destinados a preservar sa). Se integra habitualmente en un cuadro de pie cavo, varo,
en la medida de lo posible la capacidad para permanecer de equino y espástico. Es menos común en los síndromes extrapi-
pie y caminar. ramidales como la enfermedad de Parkinson, en la que el pie
cavo, varo y equino puede ser el síndrome inaugural.
■ Neuropatías periféricas
PIE CAVO ESENCIAL
Los trastornos de motoneurona periférica desembocan en
cuadros muy polimorfos según las combinaciones de las El carácter idiopático del pie cavo es definido por la ausen-
diversas afecciones musculares elementales. La poliomielitis cia de resultados en el estudio etiológico. Su existencia
representó en el pasado un frecuente motivo de pies cavos misma está discutida. Su número parece reducirse conforme
de origen neurológico, aún significativo en áreas endémicas. aumenta la calidad del estudio neurológico efectuado. De
Las lesiones tronculares del nervio ciático poplíteo externo ahí que el pie cavo esencial deba constituir un diagnóstico de
(CPE) (nervio peroneo común) producen pie caído y estepa- exclusión. Pese a que su frecuencia en las distintas series
je durante la fase oscilante de la marcha que puedan desen- varía entre el 10 y el 50 %, la reiterada presencia de antece-
cadenar un pie cavo. Lo mismo que ocurre con las del nervio dentes familiares conduce a considerarlo como un síntoma
tibial posterior (nervio tibial), que pueden conducir a un pie dentro de una patología neurológica oculta, acaso como el
cavo por hegemonía del músculo peroneo lateral largo. Las pródromo de una entidad todavía no identificada.
polineuritis, sea cual fuere su naturaleza, pueden ocasionar
pies cavos tardíamente.
Tratamiento del pie cavo
■ Lesiones de las raíces espinales o de la médula
lumbosacra OBJETIVOS
Pueden conducir a un pie cavo por afecciones de las raíces Tanto si el tratamiento aplicado es médico (ortésico o reha-
L5 o S1 de carácter tumoral, compresivo o postraumático, bilitador) como quirúrgico, su finalidad es ante todo respon-
tanto si la etiología es evidente (ciática paralizante) como si der a las quejas funcionales del paciente, esencialmente vin-
permanece oculta y es manifestada por la investigación etio- culadas al dolor plantar por irregularidad en la distribución
lógica de un pie cavo. Lo mismo sucede con los trastornos del apoyo; al dolor dorsal, secundario al problema de los
malformativos de la médula lumbosacra, tales como las dedos y del dorso del pie con el calzado; y a la inestabilidad,
secuelas de espina bífida o las diferentes expresiones de una responsable de caídas y esguinces repetidos.
disrafia espinal encubierta. A través de los medios puestos en práctica se intenta preve-
El examen de la columna lumbar debe formar parte del estu- nir la progresión de las deformaciones en estadios precoces,
dio etiológico del pie cavo. corregir los trastornos óseos de los pies cavos más avanza-
dos, cuyas lesiones son ya fijas, y disminuir los desequili-
brios musculares del tobillo y del pie [6].
■ Enfermedades degenerativas hereditarias
del sistema nervioso periférico
RECURSOS
Las neuropatías hereditarias sensitivomotoras (NHSM) re-
presentan en la actualidad la principal causa de pies cavos ■ Recursos médicos
varos descompensados del adulto, en particular en las series
quirúrgicas [1]. Su carácter bilateral y los antecedentes fami- Ortesis plantares
liares de pie cavo resultan sumamente sugerentes. La neuro- Están destinadas a corregir cada una de las deformaciones
patía sensitivomotora de Charcot-Marie-Tooth (NHSM de reducibles, aliviar los excesivos apoyos plantares repartiendo
tipo I y II) comienza en la infancia o en la adolescencia. La la carga sobre los pies rígidos y, de forma general, afianzar la
amiotrofia neurógena distal progresa lentamente. El déficit columna de apoyo y frenar la progresión de los trastornos. A
suele apreciarse desde el principio en la musculatura inter- la parte posterior de la suela puede añadírsele una cuña en
ósea y se extiende a los músculos del compartimiento ante- pronación posterior para moderar un varo reducible [41] (cuña
rolateral de la pierna, promoviendo un estepaje y esguinces pronadora o subastragalina externa). Es mal tolerada si el
repetidos. El desequilibrio en cuanto al balance muscular varo es fijo. En tal caso, una simple cubeta puede contribuir
conlleva la acentuación de las deformaciones [33, 39, 49]. La debi- a estabilizar transversalmente el retropié. Un alza no dema-
lidad del músculo tibial anterior con respecto al peroneo siado gruesa puede ayudar a compensar un equino. No ha
lateral largo acrecienta el arco interno; la del músculo pero- de ser excesiva (8 a 10 mm), para evitar que el talón pierda
neo lateral corto en relación con el tibial posterior acentúa el contacto con el calzado en el momento de efectuar la fase
varo. La hipotonía del peroneo lateral corto hace que se posterior del paso. Si se superan los 10 mm es preferible apli-
reduzca la altura del arco externo por supinación del retro- car el alza bajo la suela del zapato, o bien recurrir a uno pro-
pié, mientras que el peroneo lateral largo, tardíamente insu- visto de caña más alta. Mediante un apoyo retrocapital se
ficiente, exagera la pronación compensadora del antepié. La suaviza la carga sobre las cabezas metatarsianas; suele tra-
enfermedad de Déjerine-Sottas (NHSM de tipo III) puede tarse de una barra transversal que actúa fundamentalmente
llevar a un pie cavo varo, próximo en sus manifestaciones por detrás de las hiperqueratosis.
clínicas al de la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth, aun- Los materiales deben ser sumamente cómodos y elásticos
que con trastornos sensitivos más marcados. En la enferme- con el fin de compensar el déficit de amortiguamiento del
dad de Friedreich, la más común de las cerebelosas de carác- pie, unido en gran parte a la verticalización de los apoyos.

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E – 14-429 Pie cavo Aparato locomotor

Adaptación del calzado


Un calzado adecuado debe incluir una cámara anterior de
volumen suficiente para mitigar el conflicto del dorso de los
dedos y del pie; un alza moderada a nivel del talón, para
compensar el déficit de desviación dorsal del pie; y eventual-
mente una varilla ascendente, para afianzarlo en sentido
transversal. En casos avanzados puede plantearse un calzado
a medida, a fin de obtener un espacio interior amplio tanto
para las deformaciones como para la plantilla adaptada, y
elaborar un contrafuerte lo bastante alto y rígido como para
inmovilizar el varo del retropié. Además, el tacón estará
ensanchado hacia afuera para lograr el equilibrio vertical
necesario en el momento de distribuir correctamente la trans-
misión de la carga y conseguir la estabilización en varo. Una
discreta elevación en forma de barquilla de la porción delan-
tera del zapato puede contribuir a desarrollar el paso, pero
debe ser moderada para no desequilibrar el apoyo en sentido
anteroposterior sobre un pie ya acortado.

Kinesiterapia
Su finalidad consiste en mantener la amplitud articular pasi-
va del pie y de los dedos, así como efectuar un estiramiento
de los músculos que evolucionan hacia la retracción. Si bien
no ha dado muestras de eficacia a título curativo, puede
resultar de utilidad en las fases particularmente evolutivas.
Más globalmente, puede ayudar a mantener las estrategias
adoptadas sobre la marcha y el equilibrio.
20 Esquema de una liberación amplia de las partes blandas plantares.
■ Recursos quirúrgicos
Son varios los procedimientos quirúrgicos que pueden reali-
zarse, eventualmente asociados, según las diferentes moda-
lidades, tanto si están dirigidos al pie cavo del niño como si,
por el contrario, han sido concebidos para el adolescente al
final del período de crecimiento o el adulto [6, 30, 47].
El objetivo de las liberaciones plantares [34, 40] es distender las
retracciones plantares. Pueden ser amplias (fig. 20), inclu-
yendo la sección de las formaciones aponeuróticas y capsu-
loligamentosas plantares, maniobra difícil de realizar y, por
consiguiente, fuente de hiper o hipocorrecciones [45]; o selec-
tivas, afectando básicamente a la aponeurosis plantar y a los
elementos que se insertan en el calcáneo, por lo general aso-
ciadas a procedimientos óseos (fig. 21).
Mediante las transposiciones tendinosas, cuyas técnicas son
numerosas, se intenta restablecer el balance muscular para
volver a equilibrar el pie y detener la progresión de las de-
formaciones.
Osteotomías del calcáneo: las osteotomías varizantes por sus-
tracción externa, según la técnica de Dwyer [12, 17, 22, 31], han sido
ampliamente utilizadas pese a que ofrecen resultados decep-
cionantes cuando se aplican de manera aislada. En la actuali-
dad, son propuestas como actos complementarios a la osteo-
tomía del medio o antepié, cuyo objetivo es el mismo que el de
las osteotomías de horizontalización del calcáneo [42] (fig. 22).
Las osteotomías basimetatarsianas de levantamiento por sus-
tracción cuneiforme poseen la ventaja de preservar la inter-
línea articular [3, 32, 51]. Hoy en día suelen asociarse a una osteo-
tomía del calcáneo y eventualmente a una liberación plantar
selectiva (fig. 22). Las osteotomías de levantamiento de los
metatarsianos internos se proponen sobre todo con carácter 21 Liberación selectiva de las partes blandas plantares, que implica funda-
complementario, asociadas a osteotomías o artrodesis mayo- mentalmente a la aponeurosis plantar y a los elementos que se insertan en
res en pies cavos muy evolucionados [21] o, más rara vez ais- el calcáneo, asociada en este caso a una osteotomía de abertura de la prime-
ladamente, en pies cavos moderados con notable predomi- ra cuña por adición de una cuña ósea.
nio anterointerno (fig. 23).
Las tarsectomías fueron ideadas para corregir la deformación
del tarso anterior, preservando al mismo tiempo la movili- cuneiforme de base dorsal que pasa por dentro de la línea
dad de las interlíneas mediotarsianas y tarsometatarsianas cuneoescafoidea y a través del cuboides por fuera. Tiene el
(fig. 24). La técnica más empleada es la de Meary [35] (fig. 25), inconveniente de aumentar la aducción del antepié (fig. 26).
derivada de la original, de Cole [8]. Implica una resección Japas [26] es partidario de realizar una osteotomía escafoidea

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Aparato locomotor Pie cavo E – 14-429

22 Esquema de osteotomías extraarticulares de corrección de un pie cavo 24 Tarsectomía cuneiforme de sustracción para corregir un pie cavo a nivel
moderado en el que se suman una osteotomía de valguización y horizonta- del mediopié pero preservando las articulaciones del antepié y retropié. Un
lización del calcáneo y una osteotomía basimetatarsiana de sustracción. procedimiento complementariamente corrector consiste en una osteotomía
extraarticular, calcánea o metatarsiana.

23 Osteotomía basimetatarsiana en
espiga, destinada a corregir un pie
cavo anterointerno moderado median-
te la verticalización electiva del primer
metatarsiano.

25 La tarsectomía de Meary comprende una resección cuneiforme de base


dorsal, más amplia en la vertiente interna del pie que en la lateral.
en «espiga», de punta proximal, limitando de esta manera
Ciertamente implica una artrodesis cuneoescafoidea, pero preserva la movi-
las artrodesis en el tarso anterior. lidad de las articulaciones del retropié y antepié. Tiene el inconveniente de
Las resecciones-artrodesis tarsometatarsianas [25, 29, 32] son intere- aumentar la aducción del antepié (según Meary [35]).
santes cuando existe una deformación importante ya esta-
blecida en esta región.
La resección-artrodesis mediotarsiana [24, 46] (fig. 27), a partir de
una sustracción cuneiforme de base dorsal y lateral cen- cional. Generalmente requiere una artrodesis interfalángica
trada en la interlínea de Chopart, permite garantizar proximal, logrando de este modo que los flexores de las
simultáneamente la corrección del pie cavo y del calcáneo interfalángicas restituyan la flexión metatarsofalángica. En
varo cuando la articulación subastragalina conserva su garras flexibles, esta misma maniobra restauradora de la
movilidad. función deficitaria de los músculos intrínsecos puede conse-
En la doble artrodesis del par de torsión se asocia a la preceden- guirse mediante la transferencia de un flexor distal sobre la
te una artrodesis subastragalina que permite la corrección de primera falange [11, 44, 50].
los pies cavos varos fijos muy evolucionados [10, 19] (figs. 28, 29). El alargamiento del tendón de Aquiles permite compensar una
La corrección de la garra digital es un procedimiento asociado retracción del tríceps, contribuyendo de este modo a corregir
pero indispensable en cuanto a la calidad del resultado fun- un eventual equino. En presencia de un defecto de flexión

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E – 14-429 Pie cavo Aparato locomotor

26 Radiografía antes 27 Radiografía de un


(A) y después (B) del pie cavo directo compli-
tratamiento quirúrgico cado con una artrosis
de un pie cavo mediante mediotarsiana, tratado
resección mediotarsia- mediante resección cu-
na, asociada según téc- neiforme y artrodesis
nica de Meary a una de la articulación me-
osteotomía del calcáneo. diotarsiana.

28 Esquema de una doble artrodesis, subastragalina y mediotarsiana, que permite corregir el conjunto de las deformaciones del mediopié y retropié, even-
tualmente perfeccionada en los pies cavos muy evolucionados por una osteotomía de levantamiento del primer metatarsiano.

29 Radiografía de un pie cavo anterointerno avanzado, junto con varo del retropié.
A. Nótese en el preoperatorio el retroceso del maléolo externo, que pone de manifiesto la rotación externa de la pierna con respecto al pie, el descenso del arco
externo por supinación del retropié y mediopié, y la exagerada divergencia de los metatarsianos, prueba de la pronación del antepié.
B. En una imagen postoperatoria, la línea de Meary-Tomeno ha quedado restaurada; el desplazamiento anterógrado del maléolo externo indica la corrección
de la aducción del antepié con respecto al retropié; el ascenso de la estiloides del quinto metatarsiano y la disminución de altura del mediopié son conse-
cuencia de haber corregido la supinación del mediopié. La pronación del antepié ha sido modificada gracias a una osteotomía metatarsiana. Los dedos en
garra fueron tratados en el mismo acto.

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Aparato locomotor Pie cavo E – 14-429

dorsal como consecuencia de la horizontalización del astrá- dad, siempre que los métodos conservadores hayan sido
galo, aunque el beneficio obtenido es de tan sólo algunos insuficientes, así como en quienes se intenta facilitar la colo-
grados para este movimiento, participa en la liberación del cación del calzado [47]. En los inhabituales casos en los que
calcáneo en varo. coexisten un trastorno funcional importante y deformaciones
poco avanzadas y no progresivas, las osteotomías extraarti-
culares del antepié y retropié constituyen la técnica de elec-
INDICACIONES
ción. La tarsectomía continúa siendo el procedimiento más
Las indicaciones quirúrgicas en el niño únicamente se conci- aplicado, si bien con ella sólo se consigue una corrección de
ben si la deformación tiene un probado carácter evolutivo y 15 a 20º y requiere que el retropié tenga cierta flexibilidad [13].
conlleva un trastorno funcional no controlado con el calzado Ante pies cavos varos muy avanzados, con alteraciones
y las ortesis. En el acto quirúrgico se asocian liberaciones notables e irreductibles, o si las probabilidades de progre-
plantares y osteotomías extraarticulares que preservan las sión son muy altas debido a una gran disarmonía en el
interlíneas articulares, en ocasiones junto a procedimientos balance muscular, deberá optarse por la doble artrodesis
tendinosos destinados a reequilibrar el balance muscular. mediotarsiana y subastragalina, ya que permite grandes
En la época final del crecimiento o ya en la adultez las indi- correcciones angulares, al mismo tiempo que se alcanza una
caciones quirúrgicas sólo se realizan en pies cavos descom- mejor estabilidad del retropié durante la marcha y se acom-
pensados que presentan un apoyo doloroso y/o inestabili- paña de menor riesgo evolutivo del pie cavo.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Curvale G et Rochwerger A. Pieds creux. Encycl Méd Chir (Editions Scientifiques et Médicales Elsevier SAS, Paris, tous
droits réservés), Appareil locomoteur, 14-112-A-10, 2002, 14 p.

Bibliografía

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