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EL DOLOR

EN UN PAÍS

CARACAS

1.- FABIO FUENMAYOR | INSTITUTO DE ONCOLOGÍA Y HEMATOLOGÍA


DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

“La situación es pésima. El centro no recibe sino donaciones esporádicas, una o menos
veces al año. Y en cuanto a la disposición de medicamentos a nivel de farmacia o
instituciones especializadas, desde 2015 prácticamente no se consigue ningún
analgésico. Solamente se consigue un analgésico para tratar el dolor oncológico y es de
los menos eficientes: tramadol. El 90% de los pacientes oncológicos va a tener dolor, de
moderado a severo en algún momento. Yo manejo la situación gracias a una fundación
de venezolanos en España que desde el año 2015, cuando yo hice una carta pública sobre
esa situación, me contactaron y por diversas vías me hacen llegar donaciones. Calculo
que 80% de mis pacientes dependen de lo que yo mismo les proporciono, que es lo que
viene de la fundación. El 20% restante consiguen otro tipo de donaciones a través de
otras instituciones o personas, o lo logran adquirir en el exterior y lo traen a Venezuela.
Mientras más recursos económicos y logísticos tenga el paciente, es más sencillo tratar
el dolor oncológico; mientras menos recursos económicos y logísticos tenga el paciente,
va a sufrir de dolor más severo. Ese es el socialismo”.

2.- TULIO GONZÁLEZ| HOSPITAL ONCOLÓGICO DR. LUIS RAZETTI|


UNIDAD ONCOLÓGICA VENEZUELA SC

“En los últimos años ha sido deficiente. Por ejemplo, nosotros recibimos una donación
en enero de este año que ya en marzo no teníamos. Todo abril y todo mayo ha sido
caótico. Cuando tienes a un paciente que tiene dolor oncológico y está en cuidados
paliativos, es un paciente polisintomático. Un paciente oncológico al final de la vida
puede tener hasta 17 síntomas a la vez: náuseas, vómito, disnea, hipo, fiebre, depresión,
ansiedad…Todo eso junto además del dolor. En medicina paliativa hay una lista que la
hizo la OMS y la Asociación Internacional de Cuidados Paliativos que es la de
Medicamentos Esenciales para cuidados paliativos. Ahí tienes morfina, que es un
opiodes fuerte, y están los opiodes débiles como el tramadol, codeína, oxiconona y
fentanil. Eso hasta hace cuatro años teníamos. Pero los últimos años eso ha variado
mucho. La demanda es altísima. Lo que no hay es oferta: nosotros tenemos una alta
demanda de pacientes con opiodes. La gente hace de todo [para aliviar el dolor]. Busca
[los medicamentos]. Buscan los familiares, van a Colombia, compran. En todos los
sistemas en los que hay escasez se forma un mercado negro. Muchos pacientes van al
mercado negro. ¿Pero qué sucede? El mercado negro de opioides en Venezuela es muy
escaso. No vas a conseguir gente que te consiga tramal, morfina y esas cosas con
facilidad. Traerlos es complicado porque esos son medicamentos custodiados por la
Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, una entidad perteneciente a la
OMS que se encarga de vigilar el consumo de opiodes en una nación”.

3.- SANDRA RANGEL | HOSPITAL ONCOLÓGICO DR. LUIS RAZETTI| –


CLÍNICA ONCOMÉDICA – POLICLÍNICA METROPOLITANA

“Anteriormente le dabas el tratamiento completo al paciente, por un mes o quince días,


hasta que tú lo volvieras a ver. Hoy, si acaso le das tres días de tratamiento y el resto
tienen que buscarlo ellos. No le podemos dar a un solo paciente el tratamiento de todos.
Todo paciente oncológico debería tener un opiáceo bajo el brazo. Si al oncológico Luis
Razetti le llega 10% de lo que debería llegar, al Hospital Vargas no le llega nada. Ante la
situación de ver a un paciente que se queja de dolor y que tú estás con las manos atadas,
yo preferí retirarme del Hospital Vargas. Prefiero no ver esa situación, porque no hay
con qué calmar el dolor”.

4.- ANGELA MONTAÑEZ| HOSPITAL ONCOLÓGICO PADRE MACHADO-


CONSULTA DOMICILIAR
“Trato de ponerles a los paciente lo que haya en el hospital por vía endovenosa, aunque
no sea el deber ser. Pero lo hago para que se vayan más aliviados mientras busco otras
opciones de comprar otras cosas. Me he visto sin nada que ofrecerles, hace unos meses.
Pero les doy la cara, he tenido que decirles que no tengo nada qué darles. Hubo cuatro
meses que no había nada. Y coincidió con que tampoco había quimioterapia. Fue un
momento rudo porque iba y estaba allí, pero era difícil (…)”.

5.- QUIOMAR AGUILAR | HOSPITAL DR. FRANCISCO A. RISQUEZ

“Realmente he tenido que referir los pacientes. Nos hemos ayudado con el hospital
oncológico Luis Razetti. Mando a mis pacientes para allá. Ahorita no cuento con
tratamiento opioide para el manejo del dolor oncológico. A mí me afecta muchísimo
cuando no encuentran los tratamientos que están requiriendo”.

MIRANDA

6.- MARIELA HILDAGO |CENTRO MÉDICO DOCENTE LA TRINIDAD –


CENTRO INTEGRAL DE ONCOLOGÍA

“No ha habido opioides en mucho tiempo. Se consiguen algunos opiodes débiles como
tramadol con acetaminofen o tramadol con baja cantidad de miligramos. La demanda
ha sido importante, porque a muchos de nuestros pacientes no le está siendo controlado
adecuadamente el dolor; es un dolor severo a veces difícil de tratar. No tenemos muchas
opciones, ni Badan ha podido traer. Las empresas que traían estos opioides no están en
el país, se fueron. A algunos los paliamos con donaciones que tienen. No somos muchos
médicos que manejemos el dolor oncológico. Habrán pacientes que estén sin control
adecuado del dolor”.

ARAGUA
7.- ARAGUA| Belkys Vázquez| Aragua| Hospital Central de Maracay

“La experiencia para nosotros es muy incómoda, y no es en los últimos meses, ya son
más de tres años que no disponemos sino de opioides débiles. Y ocasionalmente. Eso
nos limita la función que hacemos en la consulta: mejorar el dolor al paciente
oncológico, mejorar su calidad de vida (…) Es bastante difícil, hay mucho sufrimiento y
nos preocupamos mucho porque estamos muy limitadas. Algunos consiguen porque
familiares traen desde el exterior. Pero tampoco se logra el objetivo porque así el
tratamiento es irregular, no es continuo”.

GUÁRICO

8.- GUÁRICO | ERLINAR URBANEJA |HOSPITAL DR. ISRAEL RANUAREZ

“Me han mandado una sola carga de medicamentos que duró un mes porque era un
donativo que llegó al hospital, no era parte del sistema de salud”.

BARINAS

9.- YOSEMITH URDANETA| PALIATIVISTA| Dr. Luis Razetti

“La experiencia ha sido regular, debido a la escasez de analgésicos opioides esenciales en


el tratamiento del dolor. En Venezuela hay déficit importante, contamos con poco, por
no decir nada, de opioides vía oral. El abastecimiento donde yo trabajo es un centro
oncológico, llevo la consulta de terapia del dolor y cuidados paliativos desde un año y
tres meses. Al principio era uno de los pocos centros que estaba abastecido. Había
mucha demanda porque se le facilitaba el medicamento casi completo para el dolor. Eso
ocasionó en que nos vimos abarrotados, la demanda era mayor que la oferta en cuanto a
la atención y comenzaron a haber fallas. Tenemos todo lo que va de año 2019 que no nos
llegan opioides a la consulta (…) Me siento frustrada al saber que existen tantas terapias
farmacológicas a nivel mundial, muchas de las cuales se ofrecían hasta hace tres años en
este país, y ya no se disponen de ellas. Sabemos que los pacientes están desprotegidos en
este sentido, porque por más intensión y más conocimiento que uno tenga como
médico, como ser humano, no podemos prescribir algo que sabemos no está al alcance
del paciente. Eso te genera frustración como médico”.

TÁCHIRA

10.- TÁCHIRA| YOLY HERNÁNDEZ | PALIATIVISTA| HOSPITAL CENTRAL


DE SAN CRISTÓBAL

“Mi experiencia en los últimos años ha sido deprimente ya que no hay medicamentos
disponibles. Lamentablemente nuestros pacientes, debido a la situación económica, la
situación país, han decidido morirse solo con alivio parcial del dolor”.

MONAGAS

11.- GLADYS APONTE | DR. MANUEL NUÑES TOVAR

“Se han reducido los insumos pero el ministerio a mí me ha dotado. Tengo un poquito
de oxicodona en diferentes presentaciones, fentanil, pregabalina, algunos parches de
lidocaína. No es lo que vivimos hace algún tiempo, cuando había muchos
medicamentos; pero al menos puedo atender la situación. Nosotros les damos atención
a todo lo que nos queda a una distancia de dos horas. El mes pasado vinieron unos 200
pacientes y se les entregó el tratamiento completo. No te voy a decir que estoy viviendo
la maravilla: hay un déficit, no tengo morfina en ampollas y para alguien que maneja
dolor, no tener morfina en ampolla es significativo”.

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