El documento describe la pedagogía como una disciplina reconstructiva que busca desarrollar al ser humano de manera integral más allá de lo técnico. Propone generar espacios donde el conocimiento sea ético y los individuos expresen sus sentimientos. También plantea tres direcciones de la pedagogía reconstructiva y la necesidad de formar docentes investigadores que cuestionen paradigmas sociales y enseñen a pensar críticamente.
El documento describe la pedagogía como una disciplina reconstructiva que busca desarrollar al ser humano de manera integral más allá de lo técnico. Propone generar espacios donde el conocimiento sea ético y los individuos expresen sus sentimientos. También plantea tres direcciones de la pedagogía reconstructiva y la necesidad de formar docentes investigadores que cuestionen paradigmas sociales y enseñen a pensar críticamente.
El documento describe la pedagogía como una disciplina reconstructiva que busca desarrollar al ser humano de manera integral más allá de lo técnico. Propone generar espacios donde el conocimiento sea ético y los individuos expresen sus sentimientos. También plantea tres direcciones de la pedagogía reconstructiva y la necesidad de formar docentes investigadores que cuestionen paradigmas sociales y enseñen a pensar críticamente.
Esta perspectiva de la pedagogía es elaborada por un grupo de profesores de la U. Nacional,
y es socializada en el libro: Las fronteras de la escuela. Editorial magisterio 1994. Disciplina reconstructiva
Las disciplinas reconstructivas tienen sus antecedentes filosóficos en la escuela de
Frankfurt, representada en Theodor Adorno, Marx Horkeimer, Marcuse y Habermas, en ellas se plantea la necesidad de cambiar la concepción del hombre como un ser netamente técnico, por la concepción de un hombre pleno capaz de comunicarse y crear desde su propia voluntad, que tiene el poder de crear y transformar.
La pedagogía como disciplina reconstructiva
la pedagogía reconstructiva propone generar espacios donde se pueda comprender que el
conocimiento más allá de ser un saber técnico, es un saber ético, es decir pasar de simplemente un “saber cómo” a un “saber que”
Se busca entonces que el hombre cambie su visión profundamente técnica, racionalizada y
automática, por una visión más humana y profunda donde el individuo exprese su sueños, anhelos, temores y demás sentimientos, como parte del proceso de construcción de su ser persona.
Direcciones de la pedagogía
Los autores plantean que en la noción de pedagogía reconstructiva se reconocen tres
direcciones, pero que estas se deben de alguna manera unificar, pues tanta pluralidad de definiciones genera una difícil comprensión y cierta desconfianza frente a la importancia y la relevancia que tiene la pedagogía Las nociones son: La pedagogía como conjunto de saberes propios del oficio del educador La pedagogía como conjunto de enunciados filosóficos que orientan el oficio del educador La delimitación de las formas legítimas de ejercer el oficio de educador. Pedagogías ascéticas y pedagogías hedonistas Los autores plantean que se debe pasar de una pedagogía ascética, basada principalmente en lo formativo, normativo y académico, es decir una pedagogía que privilegia el aprendizaje netamente cognitivo, a una pedagogía hedonista, que busca el desarrollo integral de cada individuo desde el fortalecimiento y la promoción de su voluntad, su capacidad de construir, soñar y crear. Esta transición favorece la construcción de sociedades más amables con su entorno, capaces de cuidar y promover el cuidado de sus ambientes, la construcción de proyectos de vida más reales y posibles de alcanzar, la construcción de ciudadanos competentes no solo en el área laboral, sino competentes también en el área comunicativa y social. De esta forma la pedagogía supera las fronteras de la escuela para hacer parte de un vivir cotidiano de toda una comunidad. Los docentes y la pedagogía reconstructiva La formación pedagógica del docente es la columna vertebral de esta pedagogía, pies para cambiar paradigmas sociales, se requieren docentes capaces de superarlos, maestros valientes y comprometidos con su tarea de enseñar. Maestros investigadores que no se quedan paralizados y ajenos a las realidades y cambios del nuevo siglo, al contrario, observan, cuestionan, leen, organizan, sistematizan y analizan los hechos cotidianos y relevantes de du entorno educativo y social. Maestros que van más allá de enseñar desde una postura autoritaria, donde asumen que ellos son los dueños del saber absoluto, y que los estudiantes deben limitare a aprender es que se les enseña de manera fiel, sin cuestionar ni proponer, pues la verdad ya está dicha y educar es reproducir en estudiantes estos saberes al pie de la letra. Por el contrario, la pedagogía constructiva necesita maestros que enseñen a sus estudiantes a pensar y a cuestionar lo que están aprendiendo, a ser críticos, a proponer nuevas formas de concebir los conceptos, a revisar y replantear concepciones sobre determinados temas que han ido modificándose a lo largo de los años. De este modo se garantiza la educación de ciudadanos para el siglo XXI, capaces de responder a los retos de índole, cultural, científica, académica y social, a los que se deben enfrentar las nuevas generaciones. De acuerdo con lo planteado por Luis Alfonso Tamayo en su artículo: las tendencias de la pedagogía en Colombia, el asumir la pedagogía como una disciplina reconstructiva invita a delimitar las formas legitimas e ilegitimas de enseñar, a través de la apropiación de la pedagogía por parte de los maestros, como medio para construir un verdadero modelo educativo que permita a los niños su desarrollo integral, como miembros de una sociedad. WEB GRAFIA