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Juan Felipe Ortiz Monzón

201814530

Pregunta Orientadora: ¿Qué similitudes y/o diferencias evidencian las fuentes en


torno a las experiencias y perspectivas de los distintos actores sociales sobre para
quién y para qué debe ser la tierra en Colombia.

Politicas públicas débiles.

Hay muchas perspectivas para explicar la repartición, uso y control de las tierras en
Colombia, así que en este trabajo quiero plantear la hipótesis de que si bien la presencia
del estado ha tenido efectos positivos para hacer la repartición de terrenos, no es lo
suficiente garantista, ya que no son los dueños del suelo, en este caso, los campesinos e
indígenas, los benefactores y actores directos, debido al alto nivel de violencia,
especialmente por el conflicto armado en Colombia. Para empezar, por medio del texto
“Reducción de salvajes” de Rafael Uribe se evidencia que hay poco control de la fronteras
y la protección es limitada para estas comunidades en la periferia del país. Para darle
solución a este problema, Uribe plantea incorporar a esta población indígena olvidada,
mediante un reconocimiento en la sociedad, por medio de tres factores: seguridad,
educación y religión. Todo esto con el propósito de que dejaran de ser vulnerados,
recuperan sus tierras, ya que los países vecinos habían violentado y explotado gran parte
de los aborígenes en las zonas fronterizas.

A partir de esto, 70 años más tarde “Las palabras del indio Macuritofe”, en 1973, reflejan
solo tres cosas. La primera es que los indígenas si querían recuperar su territorio, segundo
manifiesta que si necesitan más garantías del gobierno y tercero que no sigan siendo
explotados ni abusados. Así que, tanto el estado como la comunidades indígenas están de
acuerdo que los dueños de esas tierras son para quienes las han vivido y trabajado, por
efecto su accionar dentro de estas zonas es totalmente legítimo, además que se tiene el
propósito de proteger y poner a producir los recursos naturales. En esta alianza la
participación del gobierno era muy poca, ya que de 1903 “Reducción de salvajes” de Uribe
a 1973, “Las palabras de Macuritofe”, evidencia que la situación no ha cambiado mucho
desde entonces.

A este pensamiento se suma la comunidad Afrocolombiana del pacífico, que mediante el


vídeo “Propiedad colectiva en Chocó: camino para proteger los derechos de la comunidad”,
se muestra que Asocasán, una de las agrupaciones en quibdó, se organiza para que el
estado le entregue propiedades de título colectivo o individual a los campesinos que
necesitan formalizar estas territorios para su sustento de vida. Este proceso tuvo éxito ya
que, al igual que los indígenas, estas comunidades habían habitado estas tierras durante
muchos años, además que se ejerce la ley 70 de 1993. Aun así estos territorios no cuentan
con una vigilancia y estructura del gobierno efectiva, ya que debido a la violencia es muy
difícil que el estado haga su presencia mediante promotores.

Por otro lado, el capítulo “La desplazada, Juana Sánchez” del libro “Las mujeres en la
guerra” de Patricia Lara da una nueva perspectiva aún más real de esta situación. Sustenta
que debido al conflicto armado en Colombia, que más o menos inicia en 1960, afirma que
se convierte en desplazada por causa de las guerras entre guerrillas y paramilitares. En su
relato se evidencia que aunque ha tenido ayuda económica por parte del gobierno para
acceder a tierras, nunca ha podido ejercer una verdadera acción como dueña, explica que
por medio de la violencia, miedo y las armas ha tenido que despojarse de sus bienes
haciendo ver a lector que los que verdaderamente quien decide y es propietario de los
terrenos son los grupos al margen de la ley, pues en últimas son quienes explotan y se
benefician de el campo.

En definitiva las tierras en Colombia tienen un fin de lucro o productivo, que es la base del
PIB colombiano y en las diferentes fuentes se expone que es el motor que hace mover
todas estas comunidades para tener el derecho de poder hacer uso y tener acceso al
territorio. Pero siempre se han visto afectadas por al marco institucional tan débil del país,
lo que en consecuencia refleja que no solo es suficiente tener el título del bien, si no hay un
protección efectiva del estado.

Fuente: En “Ilegales usurpan bienes que son para las víctimas en Colombia”, la noticia
periodística resalta el poder que tienen las organizaciones criminales frente al uso del
territorio, ya que expone cómo han sido destruidas las tierra en búsqueda de oro.
Paradójicamente dichas tierras tienen un propósito de fines agronómicos para la las
víctimas del conflicto, que son a quienes les van a reparar el daño causado por la guerra,
entregándoles estas tierras. Esta nota periodística claramente manifiesta que el problema
de las garantías por parte del estado para las víctimas o marginados, aún vigente en el
país.
Bibliografía:
Colprensa. (2019). Ilegales usurpan bienes que son para las víctimas en Colombia. 13 de
Febrero 2019, de Vanguardia Sitio web: https://www.vanguardia.com/colombia/ilegales-
usurpan-bienes-que-son-para-las-victimas-en-colombia-JK491193.

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