La capitalización compuesta es una operación financiera mediante la cual un capital
final se va acumulando de acuerdo a un capital inicial y a los intereses integrados que se van generando en el tiempo. En economía financiera, la capitalización compuesta tiene en cuenta para la obtención del rendimiento final el capital aportado inicialmente, así como los intereses generados en todo el tiempo. De esta manera, el resultado no estará compuesto sólo de la aportación inicial y de los intereses generados sobre éste, sino también las ganancias generadas como consecuencia de la incorporación de los intereses al principal de manera acumulativa. Los intereses son productivos, lo que significa que: A medida que se generan se acumulan al capital inicial para producir nuevos intereses en los períodos siguientes. Los intereses de cualquier período siempre los genera el capital existente al inicio de dicho período. Gráficamente para una operación de tres períodos:
QUE TIPO DE INTERESES EXITEN
En el ámbito económico se entiende por interés aquel valor que debe ser pagado por poseer en un lapso de tiempo cierta cantidad de dinero. Los intereses pueden ser clasificados según: Quien es el que debe pagar el interés: 1. Tasa de interés pasiva: este es el valor otorgado por parte de la institución, sea esta bancaria o financiera, a aquellos que hayan decidido depositar en dicha institución su dinero. 2. Tasa de interés activa: en este caso es el interés que debe pagar aquellos que soliciten préstamos a instituciones bancarias o financieras. La tasa pasiva será menor a esta última. El tipo de interés a pagar: 1. Tipos de interés variable: depende de los cambios que se dan determinadas variables. Normalmente durante algunos meses se acuerda un interés inicial. Sin embargo, a medida que varían ciertos elementos la tasa de interés puede aumentar o disminuir. 2. Tipos de interés fijo: en este caso el interés a pagar es igual mientras dure el tiempo establecido en el préstamo. 3. Hipoteca variable con límite: en estos préstamos se pactará el interés máximo que puede ser cobrado en un determinado lapso de tiempo. 4. Hipoteca fija: en este caso las cuotas a pagar serán siempre iguales, es decir del mismo monto. Sin embargo, el número de cuotas puede aumentar o bajar en función a determinadas variable. 5. Interés mixto: en este caso se intenta acordar un préstamo donde el interés sea fijo durante algunos años. Pasados esos años serán pagados en tal como en el caso de interés variable, es decir que podrán ser alteradas las tasas. El tipo de interés de los depósitos: 1. Depósitos a largo plazo: en este caso lo fondos entregados no pueden ser retirados por una cantidad de tiempo estipulado. A partir de ese lapso de tiempo se determinará la tasa de interés. Mientras mayores sean los plazos, mayores serán los intereses. 2. Depósito de ahorros: en este caso los intereses no son muy elevados, depende de la cantidad de dinero depositada y el tiempo que permanezca en la institución. 3. Cuenta corriente: en caso de ser acordada una tasa de interés, esta será muy baja. Otros son: 1. Interés real: se mantienen actualizados en función a los niveles inflacionarios. 2. Interés nominal: en este caso los niveles inflacionarios no son tenidos en cuenta. 3. Tipo de descuento: es impuesto por el Banco Central a los pagos que deben realizar las instituciones bancarias. Depende de esta tasa de interés si las políticas monetarias serán restrictivas o expansivas. 4. Interés interbancario: este es el interés que debe ser pagado por las mismas entidades bancarias cuando entre ellas mismas se otorgan créditos. EN QUE AÑO FUE DESCARTADA LA LEY GENERAL TRIBUTARIO La Ley general tributaria reemplaza a la ley, ya derogada 230/1963, de 28 de diciembre, General Tributaria. Esta ley perdió su vigencia el 1 de julio de 2004. En 1985, se comenzó el proceso de reformas de la ley 230/1963, con la ley 10/1985 de 26 de abril, iniciando una forma de desarrollar la legislación tributaria a través de leyes de Presupuestos Generales del estado, de este modo, sucesivamente, se fue adaptando la regulación fiscal, hasta que en 1992, el Tribunal Constitucional del Reino de España sentó jurisprudencia contraria al desarrollo de la ley tributaria por medio de los Presupuestos Generales del Estado. Esta decisión del tribunal constitucional generó la necesidad de regular mediante la ley 25/1995, de 20 de julio que modifica la antigua ley 230/1963 en aspectos clave como la lucha contra el fraude, desarrollo de las facultades de los órganos de gestión o el régimen de sanciones, otra ley que seguía en la dinámica de desarrollar la ley 230/1963 se promulgó en 1998, sin embargo, al tratarse de una ley preconstitucional existían algunos preceptos contrarios al ordenamiento general vigente en aquel momento, por eso, el 15 de junio de 2000, se dictó una Resolución de la Secretaría de Estado de Hacienda por la que se encargaba la creación de una comisión que crease un documento de cara a determinar las líneas generales para la creación de una nueva ley general tributaria que refundiese la legislación tributaria; la comisión se creó por medio de una resolución de la Secretaría de Estado de Hacienda el 1 de octubre de 2002, terminándose el borrador de anteproyecto en enero de 2003, que poco después se materializaría en la actual Ley General Tributaria.