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Gustavo A. Bohórquez
Esta Ley busca que las personas que tengan deudas y que sus obligaciones
financieras estén en mora, tengan la oportunidad de organizar sus deudas mediante
un acuerdo con sus acreedores, y de esta manera evitar ser embargadas o el
desalojo de la vivienda o patrimonio como quiera que esté representado.
No se trata de una tabla de salvación, sino de una verdadera barca que recoge al
naufrago de créditos y lo coloca en la playa segura del crédito posible y positivo.
Una de las ventajas de esta ley es que descongestiona la rama judicial y le otorga
realmente a la persona una única oportunidad cada diez años de refinanciar las
deudas; en un plazo que lo pueda cumplir.
Esta Ley, fue de iniciativa del senador Rodrigo Lara Restrepo, y permite a las
personas naturales no comerciantes, pagar sus créditos de acuerdo con su
capacidad de pago, en un máximo de cinco años.
Los departamentos con mayores solicitudes de trámite de insolvencia son Valle del
Cauca, Norte de Santander, Cundinamarca, Antioquia y Nariño.
Curiosamente, los empleados públicos son los que más presentan endeudamientos
superiores a los ingresos que perciben, en su mayoría docentes, miembros de las
Fuerzas Militares y de Policía, así como servidores públicos no calificados, y
prestadores de servicios mediante contratación temporal, lo que los hace más
vulnerables a las dificultades financieras, sobre todo para elevar su nivel educativo,
donde se acude a entidades financieras para cubrir el pago de los módulos
académicos.
Este instrumento le sirve para que trace una estrategia legal a su medida de manera
que pueda hacer dos cosas: primero, llamar a sus acreedores a un centro de
conciliación para proponerles una manera de pagar su deuda distinta a la que
inicialmente tenía convenida con ellos y que está incumpliendo, esta invitación
puede ser aceptada o no. Esta propuesta de pago que, como decimos, es una hecha
a su medida, es una estrategia legal y se ajusta a sus ingresos y a su situación.
Si los acreedores la aceptan, los pasos se harán con base en esa propuesta y si no
la aceptan, se irá a liquidación patrimonial, que es la segunda posibilidad.
¿Qué es la liquidación patrimonial?
La liquidación patrimonial consiste en la entrega de los bienes del deudor a sus
acreedores para que se paguen con esos bienes. Cuando estamos hablando de
bienes muebles no estamos diciendo la lavadora, que el televisor, que la nevera, la
bicicleta, los muebles y enseres de la casa; esos bienes son inembargables en la
legislación colombiana actual, antes no, antes embargaban esos bienes; ahora
estamos hablando básicamente de inmuebles en cabeza del deudor o de vehículos
automotores.
Estos bienes los entrega a sus acreedores y con eso paga la totalidad de los bienes.
En realidad no es que los pague, pero la ley dispone que se convierten en
obligaciones materiales, es decir que no pueden ser cobradas por las acreedores lo
que equivale a un pago para efectos prácticos.
Los requisitos son primero que la primera no sea comercial, que no esté inscrito en
la cámara de comercio como comerciante y que no se dedique profesionalmente a
actividades que la ley califique de actividades comerciales o mercantiles. La
segunda es que no sea propietario de la mayoría de las acciones en una sociedad
o de la mayoría de las cuotas sociales. Es decir, que no sea control ante de una
sociedad comercial. Por otra parte, se necesita que esté en mora de más de 90 días
en más del 50% de sus deudas. Esos son los dos requisitos que exige la ley para
poder acceder a acogerse a ella.
Una vez se configuren las variables que tiene que tener una persona estando en
esa situación y quiere acceder a esta posibilidad de negociar con sus acreedores,
¿se hace en un tribunal de arbitramento o en qué tipo de escenario?
Si usted atraviesa una situación inesperada con sus finanzas, escenario que le impide
atender sus obligaciones financieras pactadas anteriormente, puede verse
beneficiado por la ley de insolvencia.
Desde octubre de 2012 se encuentra en vigencia la ley de insolvencia económica, una
estrategia legal para personas naturales –no comerciantes–, que permite negociar o
liquidar sus deudas si su patrimonio es inferior a las mismas. A través de esta ley, usted
como deudor podrá llegar a una negociación con sus acreedores que le permitirá
suspender las acciones legales –que el acreedor haya podido iniciar– durante el
proceso de negociación.
Debe tener en cuenta que no se trata de una refinanciación, es más bien un convenio
entre el deudor y el acreedor o prestamista. El trámite de esta negociación puede durar
entre 60 y 90 días hábiles.
“La ley de insolvencia ofrece la oportunidad a las personas de parar el pago de sus
deudas, durante varios años tras dar inicio al trámite”, afirmó César Ucrós Barrós,
director jurídico de Chao Deudas.
Los requisitos para que usted pueda declararse insolvente y acceder a dicha ley, son:
1. No ser comerciante, es decir, no estar registrado en la Cámara de Comercio y no
tener un establecimiento comercial.
2. No tener la mayoría de acciones en una sociedad.
3. Tener más del 50 por ciento del pasivo con más de 90 días de mora.
Si cumple los anteriores requisitos, los pasos para el procedimiento, de acuerdo con Chao
Deudas, son: