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Crítica del derecho penal: política criminal, crítica moral,

criminología crítica, abolicionismo penal.


Según lo que plantea el programa, debemos analizar entonces, los conceptos de
una serie de disciplinas que, desde diferentes perspectivas, se ocupan de la crítica
del derecho penal. Estas disciplinas son:

-política criminal

-crítica moral

-criminología crítica / abolicionismo

Política criminal

Expresa Pablo Sanchez-Ostiz1 que la política criminal es un sector de la Política,


es decir, de las decisiones sobre la vida en la polis; concretamente se ocupa de
las decisiones sobre la prevención de aquellas conductas que más gravemente
ponen en peligro la subsistencia de la vida social.

Para la adopción de dichas decisiones es preciso contar con criterios político


criminales.

Entre otros, proporciona los siguientes ejemplos:

-cuando los grupos parlamentarios defienden una nueva ley penal que castiga el
homicidio con una pena máxima de 15 años, y no con la de 20, están
haciendo Política criminal

-cuando el Ministerio de Justicia propone introducir la custodia de seguridad para


delincuentes peligrosos, está haciendo Política criminal

La política criminal proporciona la necesaria referencia a fines y valores, al cumplir


una doble «misión política» de orientación2.

Por un lado, desde una perspectiva de lege ferenda (que sería la ley por existir),
orienta la evolución de la legislación penal; y por otro lado, desde una perspectiva
de lege lata (que sería la ley vigente), orienta su propia aplicación en el presente,
conforme a las finalidades materiales del Derecho penal.

1
SANCHEZ OSTIZ, Pablo, Fundamentos de Política Criminal, – Prólogo de Jesús María Silva Sanchez -
Marcial Pons, 2012, Madrid, p. 23.
2
SILVA SANCHEZ, Jesús María, Aproximación al derecho penal contemporáneo, José María Bosch editor
S.A., 1992, p. 48.
Moral crítica

En una primera aproximación, la moral crítica o ideal hace referencia a un conjunto


de principios generales, obtenidos reflexivamente, que permiten juzgar las
acciones humanas, las instituciones sociales y la moral positiva o social (aquella
aceptada y compartida por un grupo social determinado). A través de la moral
crítica o ideal se pueden criticar los valores expresados por el derecho u otros
sistemas normativos.

Los juicios de la moral crítica o ideal son válidos, independientemente de


circunstancias personales, temporales o espaciales y no dependen de los
estándares de bondad y corrección moral que considere la mayoría de la
sociedad, según explica Carlos Nino3.

La moral social o positiva es el producto de la formulación y aceptación de juicios


con los que se pretende dar cuenta de principios de una moral crítica o ideal. Sin
la aspiración de actuar y juzgar de acuerdo con una moral ideal no habría moral
positiva.

El citado autor nos dice que tanto el derecho como la moral cumplen, mal o bien,
las funciones de reducir los conflictos entre los individuos y facilitar la cooperación
social. Pero para satisfacer estas funciones sociales, el derecho depende
parcialmente de las convicciones morales de la gente. Sin el apoyo de la moral, el
derecho proporcionaría sólo razones prudenciales para actuar, lo que,
generalmente es insuficiente para satisfacer aquellos objetivos.

Criminología crítica y abolicionismo penal

Siguiendo a Silva Sánchez4, la criminología «radical» o «crítica» es la criminología


que, abandonando el llamado «paradigma etiológico» esto es, la explicación
clásica de la criminalidad como un fenómeno individual, debido a razones
antropológicas, psicológicas o sociales, propia de la «criminología positivista»,
pasa a centrar su análisis en el sistema penal, en tanto que generador de
criminalidad («paradigma de control»).

3
NINO, Carlos, Etica y derechos humanos , Ed. Astrea, Buenos Aires, 1989, p. 92.
4
SILVA SANCHEZ, Jesús María, Aproximación al derecho penal contemporáneo, José María Bosch editor
S.A., 1992, págs. 18 y 19.
Su fundamento teórico lo obtiene de doctrinas marxistas y también del
interaccionismo simbólico expresado en las doctrinas del «etiquetamiento»
(labelling approach), según las cuales, el delito no tiene lugar como tal en la
realidad, sino que surge por medio de una definición, de una atribución de
«status» criminal, que tiene lugar en forma selectiva y discriminatoria.

El abolicionismo penal tiene en la criminología crítica su principal base teórica, y


consiste en rechazar la existencia del Derecho penal. El abolicionismo propone la
sustitución del derecho penal por otras formas no punitivas de resolución de los
conflictos que llamamos «delitos».

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