Vous êtes sur la page 1sur 12

Trabajo social:

entre diferencias
y potencialidades* Susana del Valle Cazzaniga**

Fecha de recepción: 18 de septiembre de 2014


Fecha de aceptación: 28 de noviembre de 2014

Resumen
En este artículo se discuten diversas pers-
pectivas teóricas y epistemológicas que
circulan sobre trabajo social en Argentina
y las consecuencias, a nuestro juicio, res-
pecto de la intervención profesional. Ex-
presando nuestra posición y entendiendo
que es necesario recuperar el potencial de * Artículo de reflexión que surge de las experiencias
de docencia e investigación de la autora.
los saberes construidos en la trayectoria
** Licenciada en Trabajo Social; especialista en Inves-
profesional, analizamos algunos hallazgos tigación Científica y doctoranda en Ciencias Sociales
que distinguen la práctica de los trabajado- de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER),
res sociales en la actualidad y en la que se Paraná, Argentina. Profesora, docente e investigado-
ra de la Universidad Nacional de Entre Ríos y direc-
ponen en juego los saberes interdisciplina- tora de la maestría en Trabajo Social de la misma
rios de los que somos portadores. universidad. Correo electrónico: susuca@arnet.com.ar

cómo citar: Cazzaniga, S. del V. (2015). Trabajo social:


Palabras clave: disciplina, profesión, sabe- entre diferencias y potencialidades. Tendencias & Retos,
res, nuevas problemáticas. 20(1), 93-104.

Tend. Ret. ISSN 0122-9729. Vol. 20, No. 1, enero-junio 2015, pp. 93-104


94 Susana del Valle Cazzaniga

Social work: between Trabalho social: entre


differences and potentials diferenças e potencialidades
Abstract Resumo
This paper discusses various theoretical Neste artigo são discutidas diversas pers-
and epistemological perspectives on social pectivas teóricas e epistemológicas que
work in Argentina and their consequen- circulam sobre trabalho social na Argen-
ces for professional intervention. Expres- tina e as consequências, em nossa opinião,
sing our position and understanding that no que se refere à intervenção profissional.
it is necessary to recover the potential of Expressando nossa posição e entendendo
knowledge achieved during the career que é necessário recuperar o potencial dos
path, we analyze some findings that dis- conhecimentos construídos na trajetória
tinguish the practice of social workers at profissional, analisamos algumas desco-
the present, bringing into play their inter- bertas que distinguem a prática dos trabal-
disciplinary knowledge. hadores sociais no momento atual no qual
se põem em jogo os conhecimentos inter-
Keywords: Discipline, profession, knowl- disciplinares dos quais somos portadores.
edge, new problems.
Palavras chave: disciplina, profissão, sabe-
res, novas problemáticas.

Tend. Ret. ISSN 0122-9729. Vol. 20, No. 1, enero-junio 2015, pp. 93-104


Trabajo social: entre diferencias y potencialidades 95

Introducción 1. Trabajo social: algunas


Es un verdadero honor compartir con los discusiones
lectores de esta prestigiosa publicación al- 1.1. Sobre las visiones presentes
gunas reflexiones que venimos realizando en el colectivo
en torno a trabajo social. No está de más
La definición de trabajo social, por lo me-
decir que ellas son producto de nuestro
nos en Argentina, ha sido uno de los tó-
tránsito por la profesión, tránsitos colec-
picos que ha desvelado a buena parte del
tivos que condensan debates, experiencias, colectivo profesional, y esto ha dado lu-
indagaciones y estudios, siempre atravesa- gar a diversas elaboraciones —en algunos
dos por los climas de época que van otor- casos aparentemente disímiles— que se
gando las condiciones de posibilidad para convirtieron en desacuerdos, vistos gene-
que esas reflexiones emerjan. ralmente como parte de las inconsistencias
del campo.
Desde estas apretadas consideraciones in-
tentamos dar cuenta de la visión que nos Sostenemos que los desacuerdos, lejos de
guía, expresada en cierta postura ideoló- convertirse en un problema, hablan de la
gica respecto de la producción de conoci- voluntad por argumentar posiciones dife-
mientos: su sentido colectivo y su norte en rentes, de criticidad, de rigurosidad y aún
relación con los problemas que acucian a de la politicidad de un campo. En efecto,
nuestras sociedades capitalistas que dejan sobre este punto concordamos con Ran-
a extensas franjas de la población en condi- ciere, para quien el desacuerdo es estruc-
ciones de desigualdad material y simbólica. turador de la política que se evidencia;
Visión que en términos teóricos se inscribe es decir, en las situaciones en las que los
en las perspectivas críticas que, cuestionan- interlocutores nombran de la misma ma-
do las teorías esencialistas y normativistas, nera un acontecimiento, pero entienden de
modo absolutamente diferente el sentido o
rechazan el relativismo posmoderno de la
significado de lo que eso nombra, tiene
pura diferencia; visión que en el registro
o quiere decir, aspecto que les da visibili-
epistemológico “trata de vincular estructu-
dad a diferentes proyectos políticos (1996,
ras con subjetividades y acciones sociales y
p. 8). En este contexto, el acontecimiento
que pone el acento principal en el sujeto y
que se nombra de la misma manera sería
su praxis” (De la Garza Toledo, 2001, p. 1). trabajo social y las diversas maneras de
Exponer el punto desde donde pensamos, comprenderlo darían lugar a sendos pro-
decimos y hacemos no solo permite co- yectos profesionales.
nocernos, también nos ayuda a mantener De este modo, y al contrario de lo que se
diálogos claros y principalmente a iden- acostumbra escuchar en el colectivo (si-
tificar las diferentes perspectivas que se guiendo siempre a Ranciere), es justamen-
vienen construyendo en trabajo social. En te sobre el insuficiente desacuerdo en lo
lo que sigue nos proponemos discutir algu- que ponemos lo problemático. En efecto,
nos de estos aspectos. hace unos años hemos expuesto nuestra

Tend. Ret. ISSN 0122-9729. Vol. 20, No. 1, enero-junio 2015, pp. 93-104


96 Susana del Valle Cazzaniga

posición sobre los proyectos profesionales estaría presente en las búsquedas de los
y trabajo social, momento en el que con- fundamentos teóricos, en la construcción
sideramos la dificultad para identificar de mediaciones conceptuales que da cuen-
tendencias1 definidas dentro del trabajo ta de intervenciones como puesta en acto
social argentino, colocando en su lugar la con sentido ético y político en proyección
noción de visiones2 para dar cuenta de las y en las que considera a las dimensiones de
diferencias. Desde esta categoría expusi- investigación e intervención como consti-
mos, tomando a Sheldon Wolin (1973), la tutivas del campo. En su interior se puede
existencia de dos visiones: la política arqui- identificar una tendencia que corresponde-
tectónica y la ingenieril, reconociendo en la ría a lo que Margarita Rozas (2005) de-
primera a aquella en la que se expresan los nomina tendencia crítica.3 Por otra parte,
valores fundamentales y que poniendo en sobre la visión ingenieril decíamos —en
juego la imaginación proyecta un orden el trabajo en que nos estamos apoyando—
político a una época futura. Es una visión que esta transita sus búsquedas por el dise-
global que propone el reordenamiento ño de los “cómo”, una visión que valora lo
imaginario de la vida política, pero que se- descriptivo y en la cual los principios teóri-
gún Wolin (1973) no se limita a aportar a cos fundamentales de los que es subsidiaria
la comprensión, sino que apunta a la trans- suelen quedar hipostasiados y reemplaza-
formación mediante una combinación de dos por referencias axiológicas. Se puede en-
pensamiento y acción, elaboraciones que contrar allí un abanico respecto del modo
además se despliegan en los contornos de definir a trabajo social: desde la idea de
impuestos por las prácticas institucionali- técnica con una formación que se expresa
zadas para resolver los asuntos públicos de en el bien hacer en la relación recursos-
las sociedades existentes. demandas, particularmente en la capacidad
de la administración escasa del primer tér-
Encontrábamos en la idea de visión arqui- mino del binomio, o como profesión des-
tectónica dimensiones sumamente inte- tinada a resolver problemas sociales; hasta
resantes para mirar el tema desde trabajo una posición claramente tecnológica o de
social, reconociendo que en este tal visión ingeniería social que privilegia el montaje
de dispositivos racionales de eficacia y efi-
1 En ese momento tomamos la definición de tenden-
cias que Margarita Rozas realiza agregándole otras ciencia (Cazzaniga, 2007, pp. 67-69).
consideraciones. Así, por tendencia puede enten-
derse “[…] un conjunto de proposiciones y de abs- Creemos prudente decir que en los últimos
tracciones que dan cuenta de los fenómenos sociales
[…] en el sentido de una fuerza teórica, política y
años se están dando muestras de un cierto
ética que imprime como tal, una hegemonía en el movimiento alrededor de algunas posi-
pensamiento respecto de la formación” (2005, p. 97),
a lo que agregamos que las mismas se expresan en
ciones en las que se perfila el llamado por
grupos más o menos articulados que dentro del co- sus seguidores trabajo social crítico, que a
lectivo luchan por las significaciones (Cazzaniga,
2007, pp. 67, 68).
2 Entendemos por visiones a un conjunto de prin- 3 Aclaramos que no necesariamente desde la visión
cipios explicativos más o menos articulados, más o arquitectónica siempre serán críticas las tendencias
menos imaginados, más o menos puestos en acto, posibles de construir; dentro de esta visión preocupa-
desde las cuales es posible, al explicitarse, construir da por los fundamentos también se inscriben tenden-
tendencias teóricas (Cazzaniga, 2007, p. 68). cias dogmáticas.

Tend. Ret. ISSN 0122-9729. Vol. 20, No. 1, enero-junio 2015, pp. 93-104


Trabajo social: entre diferencias y potencialidades 97

la vez abrevan en la teoría marxiana.4 En proyectos profesionales, sin agotar claro


paralelo, otro segmento considera que las está la cuestión de la definición.
teorías críticas combinan un espectro en el
que el marxismo es una de las propuestas, 1.2. Sobre el modo como se define
pero que también la Escuela de Frankfurt, y los contenidos de las definiciones
las corrientes neomarxistas y otras cuya in- Articulado a lo anterior, pero en el anda-
tención última es el develamiento de la rivel de las definiciones sobre trabajo so-
realidad se alinean en esta matriz. Ambas cial, encontramos también por lo menos dos
posturas, siempre desde nuestra propia óp- perspectivas: como búsqueda de “qué es” o
tica, se encuentran en lo que hemos dado como respuesta a la pregunta “qué se en-
en llamar visión arquitectónica, dadas tiende por”, formas que van a expresar por
las características que asumen. Con todo, una parte una orientación esencialista que
seguimos considerando que es la visión in- en un movimiento de clausura aspira a la
genieril la más naturalizada y como tal no unificación excluyendo así toda otra posi-
necesita discutirse (a sí misma), ya que está bilidad; por otra, un enfoque que podría-
apoyada sin lugar a dudas por los proce- mos denominar constructivista o relacional
sos neoliberales que desde su matriz ope- que admite la presencia de diferentes for-
ra en el campo del pensamiento poniendo mas de entender trabajo social, así como la
en entredicho la actitud crítica como mera disputa por la hegemonía entre ellos. Es-
postura de intelectuales nostálgicos. Es que,
taríamos frente a un verdadero desacuer-
arraigada al estereotipo de una profesión
do en el sentido que le da Ranciere y a un
sujeta a las urgencias de la realidad (cosa que
pluralismo en la profesión alejado de todo
por otra parte es innegable), demanda para
relativismo posmoderno. Obviamente nos
su legitimación solo los insumos prácticos
encolumnamos en esta segunda opción.
necesarios para la acción, entendiendo por
prácticos aquellos que devienen de la más En este contexto observamos que de las
pura razón instrumental. diversas definiciones que circulan en la ac-
tualidad, encontramos las que hacen refe-
Hasta aquí examinamos trabajo social
rencia a una distinción entre disciplina y
desde el punto de vista de sus caracterís-
profesión, no existiendo mayores divergen-
ticas generales y en ellas las inclinaciones
cias respecto del estatuto de profesión de
epistemológicas para concebir el oficio, así
trabajo social, pero sí sobre su rango como
como sus orientaciones teórico ideológicas
disciplina.
que podrían dar lugar a la construcción de
En efecto, en relación con este punto, apa-
recen posiciones que adjudican el carácter
4 Los colegas que encabezan este movimiento se de disciplina a un espacio de estructuración
encuentran dentro de algunos ámbitos académicos teórica alrededor de un objeto particular que
(algunos pertenecen a la Universidad Nacional del
Centro de la Provincia de Buenos Aires, Universi- guía la práctica profesional, algo de lo
dad Nacional de La Plata, Universidad Nacional de que muchos colegas dicen que justamente ca-
Luján, como las más representativas) y participan
activamente en las organizaciones profesionales sin
rece el trabajo social. Este razonamiento pro-
que por ahora se configuren como hegemónicos. viene de una cierta perspectiva positivista,

Tend. Ret. ISSN 0122-9729. Vol. 20, No. 1, enero-junio 2015, pp. 93-104


98 Susana del Valle Cazzaniga

o por lo menos de la ciencia hegemónica duce conocimientos para su intervención,


que entiende este concepto como la repre- asemejándose por ejemplo a la ingeniería.
sentación de un objeto teórico definido y
alrededor del cual se constituye una teoría Por otra parte, existen tradiciones socioló-
específica con fronteras nítidas respecto de gicas que centran las diferencias en la di-
visión entre intelectuales y profesionales: a
otras disciplinas. De esta manera, se regis-
los primeros les corresponde la producción
tran como disciplinas aquellos campos que
de conocimientos, mientras que a los se-
se constituyen desde un objeto teórico so-
gundos, su reproducción; no obstante, si un
bre el que se producen conocimientos vía
profesional además produce conocimien-
investigación; la profesión, entonces, es el
tos, entonces también es un intelectual
ejercicio desde el cual —en todo caso— se
(Merton, 1980). Al respecto, Portantiero
aplican dichos conocimientos. Es eviden-
dice “La disciplina es algo que fomentan
te la división teoría-práctica que subyace
y cultivan los intelectuales en una institu-
en esta proposición. Esta posición acarrea
ción o en su casa; la profesión sólo puede
consecuencias en nuestra profesión, en
ser construida institucionalmente” (2005,
cuanto que frente a cierta dificultad para
p. 25). Aquí estamos en presencia de por
regionalizar un objeto teórico se lo termi-
lo menos dos posiciones: trabajo social es
na acorralando en el lugar de aplicación de
solo profesión porque no produce conoci-
teorías y categorías construidas en otros
miento específico o solo pasa a ser discipli-
campos disciplinares.
na cuando produce conocimientos.
Siempre en la línea de la ausencia de ob-
Con otras palabras, ante la hipotética au-
jeto teórico específico, encontramos algu-
sencia de un objeto teórico tal como la
nos autores que consideran trabajo social
hegemonía dentro del campo científico
como tecnología social. En este caso, los
exige para clasificar, trabajo social queda
argumentos están extraídos de las ciencias
circunscripto al estatuto de profesión que
naturales en su versión hegemónica y ob-
evidentemente deberá tomar las caracte-
viamente positivista que divide su campo
rísticas que esos mismos cánones predicen.
en ciencia, tecnología y técnica tomando
Una segunda opción se encuentra en la
como referencia la producción de conoci-
búsqueda de ese objeto teórico particular,
mientos y los alcances de los mismos: la
tendencia en la que subyace un cierto evo-
ciencia pura produce teoría pura o básica;
lucionismo.
la ciencia aplicada, conocimientos que son
justamente aplicados; la tecnología, cono- Somos críticos respecto de estas formas
cimientos aunque con características bien de entender las categorías disciplina/pro-
recortadas en lo específico para el hacer en fesión y por ende a trabajo social, por las
la que esa tecnología está inmersa, y la téc- bases positivizadas desde donde se las
nica que está destinada solo a la aplicación construyen y las consecuencias hacia nues-
de los conocimientos teóricos producidos tra profesión.5
en otras instancias (Heler, 2002, pp. 141-
143). Trabajo social es una profesión y se 5 Los colegas que consideran trabajo social solo como
constituye en disciplina por cuanto pro- profesión, entendiendo que no puede constituirse en

Tend. Ret. ISSN 0122-9729. Vol. 20, No. 1, enero-junio 2015, pp. 93-104


Trabajo social: entre diferencias y potencialidades 99

En efecto, toda diferenciación presenta 1995, citado en González Saibene, 2007,


una carga ideológica de las que no se sus- p. 30). Edgar Morin, en un texto escrito
traen las científicas, en este caso se asiste a en 1998, toma el tema de la disciplina y sin
una suerte de taylorización del conocimien- dejar de lado su importancia advierte sobre
to social (Argumedo, 2005, p. 92), pro- los riesgos de una hiperespecialización que
ducto de las necesidades de las sociedades puede llevar a percibir el objeto de la disci-
capitalistas modernas decimonónicas, que plina como una cosa en sí, y dejar de lado las
se acrecienta después de la segunda gue- solidaridades y relaciones con otros objetos
rra mundial de la mano del funcionalismo. disciplinares, así como las ligazones con el
Esta corriente de pensamiento “concibe universo del cual este es parte. Más ade-
divisiones estancas del saber susceptibles lante agrega que “podemos decir muy rápi-
de desarrollos autárquicos, sin considerar damente que la historia de las ciencias no
la vertebración de cada una de esas par- es solamente la de la constitución y de la
cialidades con los otros fenómenos que, en proliferación de las disciplinas sino también
muchos casos, inciden directamente sobre aquella de la ruptura de las fronteras disci-
el problema en estudio” (Argumedo, 2005, plinarias” (s. p.).
p. 97).
1.3. Problematización del campo
En una dirección semejante, Federico
Nos inclinamos a entender la noción de
Schuster expresa que en las ciencias sociales
profesión como conjunto de prácticas es-
hay una vieja idea referida a que cada campo
pecializadas de carácter sociohistórico no
de conocimiento tiene un objeto que le co-
universables a priori, en las que se desta-
rresponde. La existencia de un objeto pre-
ca como aspecto invariante y diferenciado
construido al que se le adosa una disciplina
una formación superior adquirida de ma-
es una idea, dice el autor, que la filosofía de
nera sistemática avalada por un título en
la ciencia ha encontrado hace tiempo du-
una institución socialmente investida para
dosa. Así mismo, sostiene que las disciplinas
ello, habilitante para su ejercicio.
son formas de organización social del cono-
cimiento y por lo tanto la presencia de obje- Desde este punto consideramos trabajo so-
tos preconstruidos, a cada uno de los cuales cial como un campo disciplinar/profesional
les corresponde una disciplina, supone un que se estructura por las prácticas de in-
cierre de cada campo disciplinar; lo que a vestigación e intervención,6 prácticas que
la vez obstaculiza el diálogo entre ellas. Por si bien mantienen una relación de articu-
el contrario, la diferenciación no radica en lación, presentan lógicas diferenciadas: la
los objetos correspondientes, sino en las di- investigación tiene como pretensión prin-
ferentes maneras de abordar dicho objeto, cipal la producción de conocimientos a
en cuanto se han ido conformando sobre
orígenes problemáticos distintos (Schuster,
6 Estamos tomando aquí el concepto de intervención
desde una perspectiva que entiende que toda inter-
disciplina por no contar con un objeto teórico par- vención es una pregunta teórica que implica concep-
ticular, no necesariamente pueden ser calificados de tos, categorías, argumentaciones que van a dar las
positivistas, ya que muchos abrevan en lo que hemos “pistas” sobre la estrategia para abordar una situación
dado en llamar una tradición en las ciencias sociales. por la que se demanda una modificación.

Tend. Ret. ISSN 0122-9729. Vol. 20, No. 1, enero-junio 2015, pp. 93-104


100 Susana del Valle Cazzaniga

partir de metodologías específicas (que se Recuperando lo dicho en párrafos ante-


elegirán teniendo en cuenta principalmen- riores, al considerar a trabajo social de esta
te la perspectiva teórica y el objeto de estu- manera, nos alejamos de la disputa por “lo
dio). Estos objetos podrán circunscribirse que es” para ubicarnos en “lo que enten-
a partir de las prácticas de intervención o demos por”, apostando a un pluralismo
como problemas derivados de un entra- agonista, sin que por ello el campo quede
mado teórico, la producción resultante en vulnerable.
cuanto conocimiento alimenta a la teoría
1.4. Sobre el aspecto de la realidad
social y de forma mediada a la intervención
profesional. Esta última siempre se expre- De cualquier manera sigue en una especie
sa como una puesta en acto de los saberes, de zona borrosa el aspecto de la realidad
en la cual se juega la capacidad de com- sobre el que trabajo social interviene, un
prensión compleja de la realidad, tendiendo tema tan controversial como esquivo para
a su desnaturalización constante mediante nuestro colectivo. Denominado objeto,
las operaciones de problematización y re- campo problemático (Rozas Pagaza, 2001,
flexión. Las categorías teóricas guían la in- p. 231) desde lecturas más epistemológi-
tervención argumentando la comprensión cas o conceptualizado como situaciones
de las situaciones en las que se interviene problemáticas, problemas sociales, necesi-
y permitiendo la elaboración de estrategias dades, para designar referencias empíricas,
fundamentadas. este punto se fue convirtiendo en una de
las tantas preocupaciones profesionales.7
En este sentido, no creemos productivo dis-
cutir el estatuto científico de trabajo social En términos generales, podemos decir que
desde la dicotomía disciplina o profesión, trabajo social interviene en los obstáculos
según la lógica de la ciencia hegemónica; presentes en las condiciones materiales y
más bien nos interesa ubicarlo en el rango simbólicas para la producción y reproduc-
de campo disciplinar/profesional, siempre ción individual y colectiva de la población.
entendiendo la producción teórica que des- No obstante, esta proposición merece algu-
de el mismo los profesionales logran. nos comentarios con una primera pregunta:
¿por qué en una sociedad se producen es-
Desde estas premisas, consideramos que
tos obstáculos?, evidentemente las respues-
nuestro campo disciplinar/profesional se
tas varían de acuerdo con las matrices teó-
construye en torno a un conjunto de pro-
ricas en las que nos inscribimos. Entre ellas
blemas e interrogantes acerca de ciertos
encontramos interpretaciones que, abre-
aspectos de la realidad sobre los que existe
vando en el positivismo y el funcionalismo
una pretensión de comprensión/explica-
donde el foco de atención son los individuos,
ción/denominación/transformación. Ope-
reconocen en esos obstáculos anomalías o
raciones lógicas que tanto se juegan en las
disfunciones; de allí que los problemas psi-
prácticas de intervención como en las de
investigación atendiendo a las diferencias
7 Para una recuperación epistemológica del concepto
de planos, lógicas y carácter del producto de de objeto y un análisis en relación con trabajo social,
estas prácticas. véase González Saibene (2007).

Tend. Ret. ISSN 0122-9729. Vol. 20, No. 1, enero-junio 2015, pp. 93-104


Trabajo social: entre diferencias y potencialidades 101

cológicos o de educación, las improntas cul- simbólicas para la producción y reproduc-


turales y morales, condiciones diversas como ción individual y colectiva de la población
edad, accidentes, entre otras, se convier- no es coto privado de trabajo social; los
ten en causas de estos obstáculos. obstáculos son de diversa índole y de esta
manera, pasibles de ser atendidos por dis-
Otras otorgan a la sociedad las responsa-
tintas profesiones, lo que tampoco —desde
bilidades de tales impedimentos y en el
nuestro punto de vista es una complicación.
interior de estas existen también diferen-
Si retomamos a Schuster la pregunta más
cias, ya que es posible distinguir aquellas
pertinente gira en torno al origen proble-
que consideran que la sociedad no logra
mático que nos configura como disciplina/
integrar a los diversos sectores sociales, o
profesión en relación con esos obstáculos,
en otras palabras existe un problema de
una respuesta que variará según los mo-
anomia y por lo tanto el problema se vuel-
mentos históricos y la perspectiva teórico-
ve moral (esta es una visión conservadora
ideológica en la que inscribamos nuestras
que en algún punto se asocia con la ante-
explicaciones y comprensiones.
rior, aunque el eje no es solo el individuo,
sino que participan también las institu- Sin embargo, se puede identificar cierto
ciones sociales). invariante empírico que se expresa en ese
social que resiste toda clasificación uní-
Pero también entre las que se detienen en
voca, o como bien dice Saúl Karsz “[las
lo estructural y colectivo existen posiciones
situaciones que aborda trabajo social] no
que argumentan que es precisamente el
se dejan reducir al registro psíquico, o es-
sistema social el responsable de estos obs-
colar, o económico, o médico, porque no
táculos, no ya como déficit de integración,
son asignables a una elaboración única,
sino haciendo visible que las desigualdades
unívoca, omniexplicativa” (2007, p. 76). Por
constitutivas del sistema capitalista ori-
el contrario, lo social puede ser visto como
ginan —en los sectores subalternos— los
una trama donde lo económico, lo polí-
obstáculos para su propia reproducción
tico y lo ideológico cultural, en términos
material y simbólica. Cada inscripción teó-
de múltiples dimensiones enhebradas, van
rica expresa una concepción de sociedad,
constituyendo las condiciones de producción
de sujeto y de la relación Estado-sociedad,
y reproducción individual y colectiva, o di-
e involucra necesariamente los modos de
cho con otras palabras las condiciones de
desplegar la acción profesional.
vida de la población como una totalidad
La enunciación que realizamos del “sobre imposible de fragmentar. Una totalidad en
qué” interviene nuestra profesión presenta la que seguramente encontramos condi-
vaguedad o generalidad, algo que en reali- ciones más urgentes de abordar, enten-
dad no nos preocupa puesto que ya expu- diendo siempre que en esas condiciones se
simos nuestra crítica a los esencialismos; sin reproduce desde su particularidad esa mis-
embargo, consideramos necesario ahondar ma totalidad. En todo caso, un problema
a fin de lograr argumentaciones más pre- que surge en relación con la escolaridad de
cisas. La intervención en los obstáculos un niño encierra una serie de dimensiones
presentes en las condiciones materiales y que superan ampliamente “lo escolar”.

Tend. Ret. ISSN 0122-9729. Vol. 20, No. 1, enero-junio 2015, pp. 93-104


102 Susana del Valle Cazzaniga

Si agregamos que los obstáculos que se pre- tuciones históricas existe más reconoci-
sentan en las condiciones de vida devienen miento a las intervenciones que se realizan
de la desigual distribución de la riqueza, el en relación con las “nuevas problemáticas
poder y el saber, podemos considerar que sociales”.
el origen problemático se manifiesta en el
orden de la distribución, más precisamente ¿Qué análisis podemos realizar sobre este
en la desigual e injusta distribución de los emergente? En primer lugar nos asalta la
bienes materiales y simbólicos producidos idea de una mejor formación profesional,
socialmente. Nora Britos (2009) analiza la consolidación de la disciplina/profesión
este tema desde la especificidad, alegan- en el escenario social e institucional, que
do que esa inespecificidad que el colectivo sobre los espacios más tradicionales pesan
profesional lamenta se corresponde con las representaciones más conservadoras
la propia naturaleza de los servicios so- de la profesión —control por una parte,
ciales, de por sí compleja, heterogénea e asistencia material por otra—, entre otros as-
inespecífica, que condiciona las caracterís- pectos. Si bien estas razones están presen-
ticas de la intervención profesional. tes, encontramos otras como por ejemplo
la ductilidad que presentan los espacios
1.5. Los saberes inespecíficos más nuevos. Pero lo que en realidad apare-
como potencia de la intervención ce como diferencia por destacar es que estos
profesional lugares se estructuran a partir de nuevas
problemáticas que presentan característi-
En una de nuestras últimas investigaciones8
cas particulares.
hemos advertido que los espacios donde
trabajo social detenta menos legitimidad En efecto, las mismas han logrado visibili-
son los más tradicionales (instituciones de dad en los últimos años al calor de legislacio-
salud, poder judicial, las relacionadas con la nes y políticas de protección y efectivización
niñez, áreas municipales) y a la inversa los de derechos. Muchas de estas reivindicacio-
de mayor legitimidad son aquellos que nes fueron logradas por las luchas de los
podemos denominar como nuevos espa- propios sujetos involucrados (violencia de
cios: defensorías, protección a víctimas, a género, abuso sexual infantil, discrimina-
testigos,9 entre otros, incluso en las insti- ciones, violencia institucional, crímenes de
lesa humanidad, arbitrariedades diversas
8 Cuestiones de legitimidad y legitimación en Trabajo So- sobre los derechos ciudadanos entre ellos al
cial. El caso argentino, investigación realizada para la consumidor, a la elección sexual, etc.) pre-
tesis doctoral en Ciencias Sociales de la Universidad
Nacional de Entre Ríos, Paraná, 2014.
sentan un impacto público de envergadu-
ra y atraviesan toda la estructura de clases.
9 En Argentina en los últimos años se han creado ins-
tituciones públicas y programas en relación con de- Pero lo distintivo es el lugar preponderante
terminadas problemáticas sociales: defensorías de que adquiere en los equipos profesionales el
pueblo (responden a las vulneraciones de derechos
provenientes de los organismos públicos), oficinas de trabajador social. En efecto, en términos ge-
defensa del consumidor, instituciones contra la discri-
minación (de género, sexuales, discapacidad, entre
otras). Programas de atención a víctimas de delitos lados a las diversas violencias. Todos los equipos son
y de protección de testigos en los juicios de lesa hu- integrados por trabajadores sociales, junto a otros
manidad, de trata de personas; además de los vincu- profesionales.

Tend. Ret. ISSN 0122-9729. Vol. 20, No. 1, enero-junio 2015, pp. 93-104


Trabajo social: entre diferencias y potencialidades 103

nerales existe un reconocimiento a la capa- diferentes posturas teóricas y epistemoló-


cidad de los colegas para desempeñarse con gicas que circulan en el campo profesional
coherencia y solidez frente a la complejidad y su fortalecimiento desde las argumenta-
de estas problemáticas. ciones rigurosas, condiciones que posibili-
tan la consolidación disciplinar. Conside-
Consideramos que es justamente el carác-
ramos que si el horizonte ético de nuestras
ter interdisciplinario y complejo de los temas
intervenciones se encuentra en la amplia-
el que no puede ser reducido a la especi-
ción y efectivización del ejercicio de de-
ficidad de un saber profesional, lo que nos
rechos de las poblaciones más vulneradas,
coloca en ventaja frente a otros profesio-
tenemos un compromiso con el fortaleci-
nales en cuanto somos portadores de sabe-
miento de la profesión, para que nuestros
res interdisciplinarios. Con otras palabras,
decires y haceres sean reconocidos social-
esa inespecificidad tantas veces lamentada
mente como los autorizados.
vista como interdisciplinariedad nos re-
posiciona como profesionales capaces de Referencias
comprender problemáticas que desbordan
Argumedo, A. (2005). El papel de las ciencias
las fronteras disciplinares/profesionales y
sociales en la Argentina del siglo XXI. En
construir estrategias acordes. Crisis de las ciencias sociales de la Argentina en
crisis (pp. 69-11). Buenos Aires: Consejo de
Por otra parte, las características apuntadas Decanos de Facultades de Ciencias Socia-
sobre estas problemáticas exigen una for- les y Humanas-Prometeo.
mación constante, y se encuentra abundan- Britos, N. (2009). Ámbito profesional y mundo del
te bibliografía producto de investigaciones y trabajo: políticas sociales y trabajo social en los
espacios de discusión y reflexión (foros, con- noventa. Buenos Aires: Espacio.
Cazzaniga, S. (2007). Hilos y nudos: la formación,
gresos, redes profesionales y académicas
la intervención y lo político en el trabajo social.
con participación activa de los trabajado- Buenos Aires: Espacio.
res sociales) que contribuyen al sosteni- Consejo de Decanos de Facultades de Cien-
miento teórico de las intervenciones. cias Sociales y Humanas (2005). Crisis de
las ciencias sociales de la Argentina en crisis.
2. Para continuar discutiendo Buenos Aires: Prometeo.
De la Garza Toledo, E. (2001). Subjetividad,
Trabajo social presenta tanta tradición cultura y estructura. Recuperado el 10 de
como otras disciplinas y profesiones que, marzo de 2011, de http://www.google.
tributarias la mayoría de ellas de las nece- com.co/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&sourc
e=web&cd=1&cad=rja&uact=8&ved=0CB
sidades de las sociedades capitalistas, tam-
sQFjAA&url=http%3A%2F%2Faprendee
bién son caja de resonancia de las trans- nlinea.udea.edu.co%2Flms%2Fmoodle%2
formaciones de época. En nuestro caso Fmod%2Fresource%2Fview.php%3Finpop
la relación inherente con lo público y la up%3Dtrue%26id%3D74439&ei=q0MH
inserción privilegiada en el espacio esta- VbWeCLLHsQSL4YKIDA&usg=AFQj
CNHNPQnipweOMFUiyXbneh9INMB
tal, por lo menos en Argentina, nos coloca
jmQ&sig2=DQpGl5-_KlqLh6uyYlaVtQ
en la arena contradictoria y desafiante de González Saibene, A. (2007). El objeto de in-
la coerción y el consenso. En este escenario tervención profesional: un mito del trabajo
cobra importancia la identificación de las social. Revista Umbral, 8-39.

Tend. Ret. ISSN 0122-9729. Vol. 20, No. 1, enero-junio 2015, pp. 93-104


104 Susana del Valle Cazzaniga

Heler, M. (2002). Filosofía social y trabajo social: Rancière, J. (1996). El desacuerdo: política y filo-
elucidación de un campo profesional. Buenos sofía. Buenos Aires: Nueva Visión.
Aires: Biblos. Rozas Pagaza, M. (2001). La intervención profe-
Karsz, S. (2007). Problematizar el trabajo so- sional en relación con la cuestión social: el caso
cial: definición, figuras, clínica. Barcelona: del trabajo social. Buenos Aires: Espacio.
Gedisa. Rozas Pagaza, M. (2005). Las tendencias teó-
Merton, R. (1980). Teoría y estructuras sociales rico-epistemológicas y metodológicas en la
(2a. ed.). México, D. F.: Fondo de Cultura formación profesional. En L. Molina Mo-
Económica. lina (Org.), La cuestión social y la formación
Portantiero, J. C. (2005). Perspectiva de las profesional en trabajo social en el contexto de
ciencias sociales en América Latina. En las nuevas relaciones de poder y la diversidad
Crisis de las ciencias sociales de la Argentina latinoamericana. Buenos Aires: Espacio.
en crisis (pp. 17-26). Buenos Aires: Consejo Wolin, S. (1973). Política y perspectiva: continua-
de Decanos de Facultades de Ciencias So- ción y cambio en el pensamiento político occi-
ciales y Humanas-Prometeo. dental. Buenos Aires: Amorrortu.

Tend. Ret. ISSN 0122-9729. Vol. 20, No. 1, enero-junio 2015, pp. 93-104

Vous aimerez peut-être aussi