fallas de estructuras
de
concreto reforzado*
SINOPSIS
Se hace una &kficación d e l a s c a u s a s
de fallas de estructuras, con la aclaración
de que esta clasificación es únicamente con
un fin didáctico, pues en realidad las fallas
pueden deberse a una superposición. de va-
rias causas; raramente se debe a una causa
aislada. La clasificación que se propone es
la siguiente: 1) fallas por concepciólz estruc-
tural; estcrs fall,as pueden deberse a 151 elec-
ción del tipo estructural, al cálculo estruc-
tural, o a las disposiciones constructivas;
2) defectos de construcción; pueden ser dn-
jectos de los materiales componentes, defec-
tcs en el proporcionamiento de concreto. dc-
jectos de construcción propiamente dichos,
defectos en el curado, ~1 defectos al retirar
In cimbra; 3) acción dn agentes cxtcrnos:
pueden ser e f e c t o s d e b a j a s t e m p e r a t u r a s ,
efecto:: dc agentes agresivos, especialmente
aglcas agresivas, efectos de altas tmperatu-
ras (incendio), y otros efectos. En este ar-
tículo se revisan alguno: accidentes ocurri-
dos en obras reales, y se clasifican desde el
punto de vista de su causa principal, para
dar idea de la forma en que se pueden con-
trolar o evitar estos desastres en casos fu-
turos.
Las fallas ocurridas en estructuras de con-
creto reforzado han alarmado a la opinión
pública, señalando posibles deficiencias, tan-
to del material en sí como las dificultades
provenientes de su emplee, como causa de
los desastres.
Cabe señalar que, si tomamos en consi-
deración un número de obras normales en
~-
* Trabajo presentado en el Primer Congreso Nacional del Concreto, México, D. F.
l * Profesor de la Facultad de Ingeniería, Universidsd de Río Grande del Sur, Brasil.
ciación Brasileña de Cemento Portland.
E L A D I O PETRUCCI**
SUMMARY
A cl,assification of t h e c a u s e s OJ! fai!ures
in structures is mude, pointing out that this
classification k m a d e w i t h a d i d a c t i c pur-
p o s e only, as failures a r e usually due to a
superposition of severa1 causes; seldom to
an isolated one. The following classification
ic: proposed: 1 ) Structural concepticm failu-
res; these muy be due to election of struc-
tural type, to the structural design, or t o
the construction procedure. 2) Construction
dejects; they nmy be defects of the compo-
neut materials, concrete proportion defects,
construction defects properly, curing defects,
and defects is removal of forms. 3) Ester&
agent- action: they may be low-temperature
effects agressive agents effects, (specially
aggressive waters). high-temperature effects,
(fire), and other effects. In this paper some
accidents are reviewed, which. occured in
act,ual structures, and they are classified
from the point of view of its main cause, in
order to give an idea of the way in which
thcse disasters may be controlled or avoided
in t h e future.
comparación con aquellas en las cuales se
presentan las fallas, estos desastres pierden
gran parte de su significado.
Las propiedades de los concretos moder-
nos y sus posibilidades de control, las hipó-
tesis de su comportamiento en las cuales
están basados los cálculos, los métodos ac-
tuales de ejecución y verificación experi-
Ingeniero de ea &o-
33
mental de la obra ya terminada garantizan
suficientemente, con gran margen, el éxito
de la construcción.
A pesar de eso, las fallas ocurren, ocurren
ahora y ocurrirán en el futuro, pues como
se sabe, toda obra lleva consigo un mar-
gen por pequeño que sea de posibilidad de
falla.
El buen comportamiento de una construc-
trucción está garantizado cuando los valo-
res de las fuerzas exteriores son tales que
sería necesario hacerlas crecer en un cier-
to valor “Y” para que se presente la insegu-
ridad.
Se entiende por buenas condiciones de se-
guridad cuando una estructura, o parte de
ella, bajo la acción de cargas de servicio,
no se agrieta, no se rompe y no se deforma
excesivamente, de modo que pueda cum-
plir las finalidades para las cuales fue cons-
truida.
El valor “I?” toma el nombre de coeficien-
te de seguridad y por referirse a las fuer-
zas exteriores, el de coeficiente de seguri-
dad exterior.
En la resistencia clásica es común susti-
tuir esta condición por otra referente a los
esfuerzos interiores.
Debe existir una relación menor que la
unidad entre los esfuerzos de trabajo o ad-
misibles, en los puntos más solicitados de la
pieza y aquel esfuerzo que produce el CO-
lapso (agrietamiento, fractura o deforma-
ción excesiva) del material. A esta relación
se le da el nombre de coeficiente de seguri-
dad interna.
La necesidad de un coeficiente, multipli-
cador (de cargas) o divisor (de esfuerzos),
es fácil de evidenciar.
Algunos autores lo denominan coeficien-
te de ignorancia, mientras que otros con el
fin de relacionarlo con las causas de su apa-
ricion 10 llaman con más propiedad coc&-
ciente de inseguridad.
mente ensayamos muestras más 0 menos
representativas.
Nuestros cálculos están afectados por las
hipótesis y simplificaciones hechas con el
fin de facilitar el tratamiento matemático.
Finalmente tenemos que considerar los
defectos introducidos en la ejecución de la
construcción.
El problema se vuelve aún más complica-
do cuando se pasan de solicitaciones sim-
ples a los estados de esfuerzos múltiples en
las solicitaciones compuestas. La fijación
de un coeficiente de seguridad se hacía,
tiempo atrás, de un modo totalmente em-
pírico. Se establecía un número tomando
en cuenta la mayor 0 menor confianza que
se tenga en el material y en las condiciones
de la ejecución de la obra.
El coeficiente de seguridad como es con-
ceptuado actualmente, sobre bases estadís-
ticas, no da una garantía absoluta contra el
colapso de la obra; lo que realmente se
puede hacer es jugar con este coeficiente y
con los factores económicos, aumentando la
seguridad en detrimento de la economía o
viceversa. Si trazamos una gráfica de la va-
riación del costo en función de la seguridad,
el primero en las abscisas y la segunda en
las ordenadas, tendríamos una curva con
la concavidad volteada al eje de las absci-
sas y asintótica a una línea paralela a este
eje.
El punto óptimo que debe escoger el
técnico, es aquel en que el aumento de
seguridad sólo se alcanza con un gran au-
mento en el costo.
Vale la pena reproducir las conclusiones
de los relatores (Laisné y Cloquet) del sim-
posio sobre ensayos no destructivos, reali-
zado en París en 1954. “Gracias a las posi-
Midades de control de caMad y a Ias ca-
racterísticas del materia4 el ingeniero PO-
dra dímensíonar SUS obras de una manera
siempre más adecuada.
eficiente de seguridad será absurdo preten-
der que con ello estaremos al cubierto de
cualquier riesgo y que ningún hecho impre-
visto pueda ocasionar el colapso de la es-
tructura. Como casos interesantes e ilus-
trativos de hechos que, por lo menos en la
época en que ocurrieron, escapan del con-
trol de proyectistas y constructores pode-
mes citar los siguientes:
1) El puente de Tacoma, calculado para
un efecto estático del viento de 245 kg/m”
y destruido por resonancia con una presión
del viento de 25 kg/mZ.
2) El puente sobre el río Reno, destrui-
do por la caída de una enorme piedra de
cerca de 100 rn:% (más o menos 260 tonela-
das)
3) El puente de Washougal a 30 km de
Portland, de estructura metálica destruido
por el efecto térmico producido por la co-
lisión de dos vehículos: un carro tanque
de gasolina y un camión de heno con el in-
cendio consecuente.
Muchos autores han estudiado la fijación
de los coeficientes de seguridad partiendo
de bases estadísticas, resaltando los traba-
jos de Páez en España y Ferry Borges en
Portugal.
En Brasil existen interesantes trabajos de
Paulo Sá, Francisco de Assís Basilio, Sa-
muel Chameki y José Carlos de Figueiredo
Ferraz entre otros.
Evidentemente, algunos de los casos de
desastre pueden deberse a errores, tanto del
proyectista como del constructor, sin embar-
go este tipo de falla puede y debe ser eli-
minado.
Para poder eliminar, los defectos de las
estructuras, y en caso de que se presenten
controlarlos debidamente, es conveniente y
útil revisar rápidamente los principales de-
fectos que pueden surgir en una obra de
ingeniería desde el punto de vista de sus
causas.
Este resumen es útil porque llama la aten-
ción sobre aquellos puntos a los que se de-
be prestar mayor atención, evitando así fa-
llas que se pueden remediar fácilmente.
Sería de gran interés que todas las fallas
estructurales fueran mostradas al público
(al público técnico) para que del desastre
se sacaran experiencias que evitasen las
ocurrencias futuras.
Mientras tanto como dice Jacob Feld:
“Las fallas estructurales, lo mismo que
algunas enfermedades, son temas desagra-
dables para ser discutidos abiertamente en
una sociedad respetable. Tal procedimiento
constituye la mejor garantía de que las cau-
sas y los remedios no sean revelados, siendo .
esto una desventaja para el público y una
falta de sentido profesional de la ingenie-
ría.”
Las obras de ingeniería comprenden tan-
to el aspecto económico como el de eficien-
cia. Solamente unos pocos casos de fallas
estructurales, que son verdaderos colapsos,
llegan a ser de conocimiento público en la
reducida esfera de la crónica local, siempre
que otras informaciones no las releguen en-
tre las de menos importancia de los dia-
rios más leídos.
Tratar de mejorar la economía continua-
mente, tanto en el proyecto como en la
construcción, redunda a menudo en la re-
ducción de la seguridad abajo de la nece-
saria lo que ocasiona las fallas. La impre-
cisión del límite demarcatorio entre la efi-
ciencia y la falla no es una excusa razona-
ble; tampoco la observación ciega de las
previsiones mínimas de los reglamentos, sig-
nifica una garantía de su eficiencia.
A continuación se esbozará una clasifi-
cación de las causas de fallas, hecha ex-
clusivamente con fines didácticos, pues en
realidad las fallas estructurales ocurren por
la coexistencia de varias de esas causas.
Muy rara vez una sola de las causas produ-
cirá la falla.
I.-Concepción estructural.
1) Elección del tipo estructural; a)
cimentaciones, b) estructura pro-
piamente dicha.
2) Cálculo estructural.
3) Disposiciones constructivas.
II.-Defectos de construcción.
1) Defectos de los materiales com-
ponentes.
2) Defectos en el proporcionamiento
del concreto.
3) Defectos de construcción prcpia-
mente dichos.
 4) Defectos de curado.
5) Defectos de descimbrado.
III.-Acción de agentes exteriores.
1) Efecto de bajas temperaturas.
2) Efecto de ambientes agresivos, es-
pecialmente aguas agresivas.
3) Efectos de altas temperaturas (in-
ceridio).
4) Otros efectos.
Er. la imposibilidad de dar indicaciones
precisas sobre todas estas causas, parece
más interesante pasar revista a una serie
de fallas ocurridas en obras, clasificándolas
desde el punto de vista de la causa princi-
pal, y así tener idea del modo de controlar
o de evitar el desastre en casos futuros.
noso, seguido de capas de arcilla silicosa o
sílice de cerca de 3 m de espesor. Los índi-
ces de penetración en la primera capa eran
del orden de 2 golpes, llegando a cero en la
zona silicosa. El nivel freático era variable
con la variación del nivel del río. El límite
admisible se fijó en 0.3 kg/cm-, recomen-
dándose que se mejorase el suelo pór com-
pactación.
Terminada la obra se efectuó, después de
montar la fábrica y de ponerla a funcionar,
UP movimiento de la estructura notado por
la inclinación de las columnas, Fig. 2, y por

P-l-a. Concepción estructural-Elección del

tipo estructural-Cimentaciones
Nunca está de más resaltar la importan-
cia de la concepción estructural sobre el
comportamiento futuro de la estructura.
Esta concepción es la que caracteriza
realmente al .técnico; como decía el famo-
so profesor Torroja, lo importante no es di-
mensionar una determinada viga, sino sa-
ber si esta viga debe o no ser proyectada.
En el caso especial de las cimentaciones,
el proyectista debe tener en cuenta tanto
Fig. 1. Vista general de la obra.
las propiedades del suelo de cimentación
como del tipo estructural escogido.
La elección correcta del tipo de cimenta-
ción, directa, sobre estacas o pilotes, juega
un importante papel en la explicación de
los desastres posteriores.
Comentamos a continuación un caso típi-
co de elección inadecuada de la cimenta-
ción a pesar de que en un principio fue
considerado correctamente el tipo de sue-
lo de cimentación, teniendo como consecuen-
cia trastornos muy grandes en el funciona-
miento de la estructura.
Se trataba de una construcción destina-
da a una fábrica de ácido sulfúrico que fue
proyectada con cimentación directa, con ex-
cepción de las torres de absorción y dese-
cación cimentadas sobre estacas, Fig. 1. El
terreno estaba a la margen de un río y el
estudio geotécnico llevado a cabo a través
de ‘7 orificios de sondeos mostraron que a hg. 2. Medición de la inclinación de la co-
3 m de profundidad el suelo era arcilloare- lumna 2.
 /
#
8 9
10

0
1
1: m” O
# OII

-6
13

17
4+

obs: la columna 15 presenta

grietas en la base, en las
caras N - 0- E

el croquis que aparece al lado de cada columna, explica el agrletamiento

de las 4 caras ( N-S - E -0) en la parte superior

convenciones grieta estrecha

t-4
l-l grieta ancha en un extremo, estrechándose en el otro
l====l grieta ancha en toda la cara

Fis 3
Fig. 4. Grietas en la parte superior de la Fig. 5. Posicioln de la base de la torre de
columna 2. absorción.

la aparición de grietas en todas ellas, Fig. 3
y Fig. 4.
Una nivelación efectuada 4 meses después
de concluir la obra indicó una diferencia de
niveles de 13 cm entre las columnas 1 y 20
en los extremos del enfriador de chubasco
indicando una inclinación de la estructura
en el sentido suroeste.
Las únicas grietas que no están de acuer-
do son las de las columnas 10, 14 y 15, lo
que se explica por el hecho de que las co-
lumnas de las torres no se inclinaron y la
losa de las mismas unidas a la parte res-
tante de la estructura originó una inversión
de esfuerzos, Fig. 5.
El proyecto de las zapatas de cimenta-
ción, hecho para esfuerzos admisibles de
terrenos bajos, condujo a grandes dimen-
siones de tal modo que en la región del en-
friador de chubasco, Fig. 6, hubo marca-
das interferencias y desigualdad en los bul-
bos de presión transmitidos al suelo por la
carga. De este modo se originó un asenta-
miento diferencial que como ya se dijo lle-
gó a tener un valor de 13 cm. La estructura
que no había sido proyectada para absorber

~~~~~~~~~-~

. 117.5 i 117.5 +54, 128.5 t 128.5 ,59l 132.5 i 132.5 ,625,62.5,

.65, l
‘95
. .
235
. .
257 \. . 265 ~ 125 . I
C O R T E c - c ‘O . 300 i
I
Fig. 6
 l 160 . . 240
P20 PI6
. 245 . N. 3 2 0
\
esfuerzos secundarios provenientes de esos
asentamientos, se agrietó completamente.
Como la fábrica no se podía parar, se
procuró solucionar la dificultad reforzando
la estructura y eliminando los asentamien-
tos diferenciales. Para lograr este objetivo
se construyeron vigas de unión entre las za-
patas y una triangulación entre las colum-
nas, Fig. 7.
Nivelaciones rigurosas efectuadas cada
quince días mostraron una disminución en
el ritmo de los asentamientos y la igualación
de los mismos. Sin embargo se tuvo otro
problema, pues las torres que no se asenta-
ron por estar cimentadas sobre estacas. in-
trodujeron esfuerzos en las uniones de las
tuberías entre las torres y el resto de la
fábrica.
Aprovechando un paro necesario en la
producción, fueron aliviados les esfuerzos
en las tuberías, pero el problema continúa
y sólo la paralización total de la fábrica
por un tiempo razonable permitirá reforzar
la cimentación para la completa estabiliza-
ción de los asentamientos.
I-l-b. Eleccibn del tipo estructural propia-
mente dicho
La elección del tipo de estructura está
condicionada a un gran número de facto-
res estáticos, estéticcs y económicos siendo
imposible dar reglas prácticas generales
que orienten la elección.
I . 220 ‘11 240
t f
V, V4
l
PI6 FII P6 PI
. 300 . 320 + 205. .
t30 . l 27 t
ITD ti:9 20p20
4 0 3/6”
Fig. 7
En lo que no se tiene duda es que el tiem-
po empleado en la elección inicial de la es-
tructura, que constituye realmente el pro-
yecto, representará una economía de tiem-
po en el desarrollo de los cálculos necesa-
rios para el detallamiento de las mismas.
Evidentemente, la primera cosa que se de-
be considerar es el destino de la obra, pero
simultáneamente se tomaran en cuenta: los
materiales, el equipo y la mano de obra dis-
ponible, el suelo de cimentación, la belleza
y el costo de la construcción.
Una de las primeras opciones consiste en
escoger entre una estructura isostática 0
una hiperestática; cada una de ellas pre-
senta ventajas e inconvenientes que deben
ser tomados en cuenta cuidadosamente.
No debe el proyectista envolverse en
cálculos laboriosos y detalles constructivos
sin haber examinado antes intuitivamente
el funcionamiento de la estructura, pues
existe el inconveniente de que al terminar-
se el trabajo se puede llegar a la conclu-
sión de que la solución elegida no es la más
acertada y tener que optar entre dos cami-
nos que no son los mejores, adoptar un
proyecto defectuoso y correr el riesgo de
no tener éxito o comenzar todo de nuevo
perdiendo un tiempo precioso.
Un ejemplo claro de elección inadecua-
da de los tipos estructurales que han oca-
sionado fallas, algunas de ellas bastante
graves, es el de un conjunto de puentes fe-
39
Fig. 8. Puente ferro-
viario.

Fig. 9. Puente ferrovia-

tiO.

Fig. 10. Puente ferro-

viario.
 rroviarios construidos en un Estado del
Brasil.
A pesar de la magnitud de las cargas, de
la acción dinámica, impactos, etc., se eligie-
ron estructuras de concreto reforzado muy
esbeltas y altamente hiperestáti’cas, Figs. 8.
9 y 10.
Este hecho unido a otros factores, tales
como materiales de calidad inferior, ejecu-
ción imperfecta (falta de equipo y mano de
obra adecuados), hicieron que en un tiem-
po relativamente corto se dejara sentir la
acción. de agentes agresivos, facilitada por
el agrietamiento intenso ocurrido en. las es-
tructuras. La situación se complicó pues
otros defectos de concepción referentes al
escurrimiento de las aguas pluviales hacían
que éstas cayeran directamente scbrc !c~
contraventeos de la estructura, y como el
carbón utilizado como combustible tenía un
gran contenido de pirita, el agua a su vez
era altamente agresiva originando la dete-
rioración del escaso recubrimiento de con-
creto y la corrosión del refuerzo con la con-
secuente destrucción del concreto por es-
fuerzo de tensión, Figs. ll y 12.
I-2. Cálculos estáticos
Referente al cálculo estructural, la pro-
mera cosa que hay que tener en cuenta cs
que aun los métodos llamados exactos y
rigurosamente establecidos, no pasan de SE!’
una aproximación más c menos gruesa de
la realidad. Se puede ser un matemático de
gran capacidad y no pasar de un ingeniero
mediocre. En este sector como en muchos
otros la ciencia pura poco adelantaría si no
fuera guiada por el sentido común.
Se debe tener presente que la realidad es
única, existente e independiente de nuestra
voluntad y que la teoría de origen humano
tiene como finalidad dar de la. realidad una
imagen simplificada y comprensible, permi-
tiendo el raciocinio y la obtención de con-
clusiones prácticas con un mínimo de posi-
bilidades de error.
Ninguna teoría coincide íntegramentc con
la realidad; de ahí la existencia de muchas
teorías. Cabe hacer aquí una observación
del gran maestro de la ingeniería estructu-
ral, Eduardo Torroja: “Los recursos del
cálculo sólo sirven para afinar las dimen-
sienes o para comprobar si están suficien-
temente afinadas. Todo lo demás no se pue-
de obtener por métodos deductivos. Pue-
den servir cuando mucho para resolver e1
problema económico, determinando cuál
de las soluciones preestablecidas es la más
barata; el resto permanece en gran parte
dentro de lo subjetivo y cpinable, siempre
sujeto a críticas y juicios diferentes”.
Y más adelante: “No es en el desarrollo
matemáticamente correcto donde puede cs-
tar la falla, sino en las hipótesis. Si las con-
diciones de sustentación no son las previs-
tas, si el comportamiento del material no
es el de la teoría elástica que se emplea, si
aparecen esfuerzos de otro tipo no tomados
en cuenta, térmicos, de contraccion u otros,
si las fases de construcción dan lugar a es-
tados de esfuerzos diferentes, es, entonces.
cuando la realidad no estará de acuerdo
con el cálculo. Y como esto sucede frecuen-
temente no sólo en las grandes estructuras
sino también en los elementos pequeños y
comunes, nunca se debe de confiar en la
afinación de estos cálculos que siempre lle-
van consigo la huella de sus pobres hipj-
tesis.”
Se debe por tanto tener mucho cuidado
con las hipótesis de cálculo, tomando en
consideración los materiales disponibles y
su. comportamiento, sin dejarse llevar por
la elegancia de un desenvolvimiento mate-
mático.
En el caso particular del concreto refor-
zado la aplicación juiciosa, dentro de los
límites de validez, de un proceso u otro
permite realizar los cálculos sin peligro pa-
ra la obra.
En los casos de teoría elástica basta su-
poner valores aproximados de la relación
“n” (relación de los módulos de elasticidad
de los materiales componentes) que para
los materiales usados por Henbique tenía
un valor del orden de 45 y que en les re-
glamentos moderncs oscila entre 10 y 15.
Pensando fríamente sobre este coeficien-
te de equivalencia no se puede comprender
cómo dominó tanto tiempo y condujo a tan-
tas discusiones y estudios. Varios fenóme-
nos como la contracción, las deformaciones
a largo plazo, y otros modifican sustancial-
41
 Fig. ll. Refuerzo co-
rroído en los puntos
sin recubrimiento.

mente la teoría, haciendo que el valor de petimos, esta cultura no tendrá mayor va-
“n” varíe hasta al triple de su valor lor desde el punto de vista de la ingeniería
Citaremos de paso, que en extensas com- si no está guiada por el buen sentido.”
probaciones estructurales hechas en Suiza De lo expuesto se concluye que difícil-
por la EMPA, se encontraron concordancias mente las fallas ocurren por errores de
óptimas entre el funcionamiento real y el calculo; en general se deben a las hipótesis
proyectado, con diferencias que van del 60
al 80 por ciento para diferentes tipos de es-
tructuras.
Más interesante es aún la posición de los
que atribuyen a los cálculos hechos en base
a la teoría matemática de la elasticidad una
conviccióln de infalibilidad. En este caso las
hipótesis básicas difieren más sensiblemen-
te de la realidad.
El concreto está lejos de ser un material
homogéneo, isotrópico y elástico como lo
admite la teoría.
Se concluye pues que el concreto refor-
zado no es un material que se pueda in-
cluir rigurosamente en ninguna teoría por
más perfecta que sea.
Henebique, por ejemplo, construyó el
puente del Resurgimiento en Roma ‘consi-
derado por los técnicos alemanes de la épo-
ca, como una herejía y señalado como im-
posible de sostenerse después del descim-
brado.
Lossier dijo: “Estimamos que el ingenie-
ro digno de este nombre debe tener una
cultura matemática suficiente para abordar Fig. 12. Refuerzo corroído en los puntos sin
las dificultades teóricas comunes; pero, re- recubrimiento.
Fig. 13. Columnas del
primer nivel; la última
de la izquierda tuvo la
falla.

y en este caso el problema pasa a ser de la sección resistente así como la alteración
elección del tipo estructural. de las propiedades de los aceros templados
En obras pequeñas, en las cuales el pro- o endurecidos en frío debid’o al calentamien-
yecto estructural se confía al ingeniero de to producido por el trabajo mecánico. En
poca 0 ninguna experiencia, estas fallas pue- cuanto a la superposición, caso más fre-
den ocurrir. cuente de unión, los defectos pueden prove-
Esto aconteció en un predio pequeño de nir de un recubrimiento insuficiente, que
3 niveles, Fig. 13, en el que la consideración es variable con el diámetro, con la finalidad
defectuosa de las cargas llevó a un dimen-
sionamiento deficiente de la columna del ex-
tremo, la cual al recibir la carga falló,
Figs. 14 y 15.
La reparación se efectuó colocando un cin-
cho en la columna.

I-3. Disposiciones constructivas

En este capítulo muchas son las observa-
ciones que se podrían hacer, debido a la
enorme variación de las disposiciones cons-
tructivas en función de la obra por ejecutar.
Uno de los detalles más comunes y cuyo
descuido puede conducir a defectos graves,
es la unión de las barras del refuerzo. Va-
rios son los tipos de uniones: por soldadu-
ra, por rosca, 0 por simple superposición.
En el primer caso existe el peligro de
que la soldadura sea defectuosa, convirtién-
dose en un punto débil; en el caso de em-
plear aceros especiales, se puEden modifi-
car las propiedades del material por el em-
pleo de soldadura inadecuada. En el caso
de rosca, existe la posibilidad de disminuir Fig. 14. Vista de la columna fallada.
 Otro punto que puede citarse es el des-
arrollo de esfuerzos en los vértices de las
barras dobladas, tendiendo a producir un
desgarramiento del concreto. Una concen-
tración de esfuerzos en tales puntos ha si-
do la causa de muchas fallas, por lo tanto
deben proveerse estribos especiales para
absorber estos esfuerzos de tensión.
Algunas veces el defecto aparece porque
no se previó el efecto secundario y por con-
secuencia la disposición constructiva para
evitarlo; otras veces no obstante prevenir-
So, este detalle no funciona ya sea por de-
fecto de concepción cc por cualquier hecho
que lo vuelva inefectivo.
Esto fue lo que sucedió en un puente de
concreto reforzado, de columnas en forma
de coronas elípticas y provistas de agujeros
en la base para permitir la subida del agua
en el interior con la consecuente anulación
de la presión externa.
Fig. 15. Detalle de la columna con el con- Habiéndose obstruido los agujeros de una
creto roto y el refuerzo pandeado. columna, ésta se rompió con la subida del
agua, Figs. 16, 17 y 18.
y la existencia o no de ganchos en los ex-
tremos. También ccn relación a las uniones
tenemos que cons:derar e!. espaciamiento de
las mismas de modo que no sean hechas to-
das en la misma zona.
Otro problema fundamental es el de ad-
herencia, razón del funcionamiento del con-
creto reforzado.
Los principales defectos a que puede dar
lugar, resultan de la elección de diámetros
de barras muy grandes, o a la colocación de
paquetes de varillas sin la verificación de
las condiciones de adherencia.
Como se sabe, el agrietamiento para cier-
tos tipos de obra es un defecto grave por
permitir el ataque al refuerzo por el me-
dio ambiente agresivo. Concuerdan casi to-
dos los autores en fijar 0.2 mm como la di-
mensión máxima tolerable de una grieta.
Por esta razón las barras de aceros especia-
les exigen para su empleo eficiente con-
creto de mejor calidad, así como para los
aceros de alta resistencia, la existencia de
corrugaciones 0 salientes que aumentan la
adherencia y subdivididen las grietas mante- Fig. 16. Detalle del c>!apso de los ‘apÓyos
niéndolas en dimensjones razonables: por ia presión del agua.

Fig. 17. Detalle del colapso de los apoyos
por la presión del agua.
Fig. 18. Detalle del cOlapso de los apoyos
por la presión del agua.
11-l. Defectos de construcción-Defectos de
los materiales constituyentes
Bajo este título es bastante grande el nú-
mero de defectos estructurales que pueden
surgir.
Los materiales componentes del concreto
reforzado y, presforzado son: cemento, agre-
gados, agua, aditiyos y aceros .comunes o
especiales. De estos materiales el más fá-
cilmente alterable es el cemento. El endu-
recimiento del cemento, originado en gene-
ra!. por el almacenamiento demasiado pro-
longado o defectuoso, trae como consecuen-
cia la disminución de la resitsencia mecá-
nica de los concretos. Aun estando en bue-
nas condiciones, el uso de un cemento in-
adecuado puede condticir a fallas en la
construcción. Corno orientación presentamos
el cuadro NQ 1.
CUADRO NQ 1
Tipo de cemento /
contrarias I
I
Alta resistencia ini- Concreto masivo /’
cial Concreto sujeto a /
aguas agresivas
Cemento Portland Concreto suje= j
común acción de aguas
agresivas
Cemento supersul- ’ Colado en
fatado muy frío
/
Cemento alumino- 1Chado a tempera-11
so / turas mayores que/;
Grandes masas
ción inmediata
Descimbrado rápido1
- - - -
Con relación a los, agregados, puede de-
cirse que la principal característica que
influye en el producto obtenido es la gra-
nulometría. En este caso los defectos de
granulometría se reflejan generalmente en
la parte económica de la obra, exigienbo
mayores consumos de cemento para obte-
ner: las características de resistencia o im-
permeabilidad deseadas.
 Con relación a las impurezas son por lo
general fáciles de eliminar. En caso contra-
rio se impone una de las dos medidas si-
guientes: la verificación experimental de
su grado de nocividad, o la sustitución del
agregado por otro sin impurezas.
Existe también la posibilidad de que cier-
tos minerales presentes en los agregados
pueden ser atacados por los álcalis (Na20
y K-0) del cemento, dando reacciones que
causan la expansión y la desintegración del
concreto. Los minerales reactivos conoci-
dos son: el ópalo, la calcedonia, la tridimi-
ta, la cristobalita y las zeolitas.
El sodio y el potasio son componentes in-
deseables en el concreto; no obstante el . . . .
Na20 es más activo que el KsO, siendo 0.658
el número que expresa la correlación de
actividad entre ellos. Esta relación permite
traducir el contenido de álcalis en un por-
centaje equivalente, sumando al por ciento
de Na20, el valor de 0.658 veces el por cien-
to de K,O.
Basándose en datos experimentales se ad-
mite ser 0.6 por ciento el contenido equiva-
lente de álcalis máximo permisible con el
fin de evitar la reacción alcalina de los
agregados.
Son considerados potencialmente reacti-
vos los agregados cuyo porcentaje de re-
actividad sea superior a los valores de la
tabla.
Rocas 21 minerales Pm ciento músimo
Opa10 2.5
Calcedonia 5.0
Riolitas vítreas y
andesitas 3.0
L -~--.
No tenemos ejemplos de fallas ocurridas
por la reacción alcalina de los agregados,
pero en la construcción de una gran presa
en Brasil el problema tuvo que tomarse en
cuenta y las precauciones tomadas evitaron
la aparición de serias dificultades en la obra.
Por razones económicas se debía de em-
plear en el concreto el cascajo existente en
la región. El examen mineralógico efectua-
do indicó que el agregado era sospechoso,
indicación que fue confirmada a través de
ensayes : tanto químicos, como los de larga
~46
duración en barras de mortero (6 a 12 me-
ses).
En estos últimos las expansiones fueron
superiores a 0.1 por ciento al final de los 6
meses. El uso de cenizas colantes y poste-
riormente de puzolanas artificiales permi-
tieron controlar el problema.
Con relación al agua, los defectos están
más relacionados con la cantidad que con
la calidad.
Los aditivos cuando son suficientemente
estudiados y experimentados no presentan
inconvenientes. Por otra parte la utilización
indiscriminada de aditivos puede conducir
a desastres, como ocurrió en la construcción
de las trabes de cimentación de un edificio
de varios pisos.
Son condiciones favorables a la reacción,
el contacto permanente con el agua, la ex-
posición prolongada a la atmósfera húmeda
y el contacto con suelos húmedos.
La Fig. 19, muestra parte de la planta de
cimentación en donde la letra T representa
les pilotes, ligados por medio de trabes .
(ALV) y en los extremos de éstas en vola-
dizo se levantaron las columnas (P) del
edificio,
Con el fin de aprovechar el espacio entre
las trabes como bodega y garantizar su im-
permeabilización, se agregó al concreto un
impermeabilizante cuya composición quími-
ca es:
1 Cal 5 1t
j Amoniaco 2% lt
Oleína 15 1t
Sulfato de aluminio 98 lt a 17@ B.
Total en agua 335 lt
,i
!
Los especímenes de prueba, hechos tanto
por la firma constructora como por el Ins-
tituto de Investigación local, dieron resulta-
dos muy abajo del exigido. La investigación
de las causas indicó que la acción del im-
permeabilizante ocasionó la disminución de
la resistencia habiéndose producido en el
laboratorio esta disminución en relación
con los especímenes de prueba sin imper-
meabilizante. Hechas las conclusiones, par-
te de las v,igas fueron demolidas mientras
que otras fueron reforzadas.
Con relación al refuerzo, el acero muy ra-
 I- COLADO 2s C O L A D O 3- C O L A D O

dia lO/nov./SS Uia/l6/nov./59 dia IO/dic./5S

7 d - 4 7 kgm?
EE FACHADA
2 6 d - 6 1 kg/cm= EE FACHADA

34-38 kg/cd
EE INTERIORES 76-55 kg/cK?
i2.3dr9 4 kg/cm’

Fig. 19. Planta parcial de las cimentaciows.

ra vez presenta defectos capaces de volver- 10 meses de edad) se proyectaron refuerzos

lo responsable de las fallas. Lo que puede que fueron colocados en aquellas columnas
ocurrir, como se verá en otros incisos, es que ofrecían esta posibilidad, Figs. 21 y 22.
que sean atacados por agentes agresivos
cuando no son protegidos convenientemente.
II - 2 . Defectos en el proporcionamiento del
concreto
Frecuentemente el proporcionamiento in-
adecuado del concreto conduce a fallas bas-
tante serias.
Esto aconteció en un edificio de 12 ni-
veles; la estructura de concreto ya termina-
da presentaba un mal aspecto a simple ins-
pección visual.
El estudio detallado del concreto, por me-
dio de la extracción de corazones y de en-
sayos de dureza no destructivos indicaron
que se trataba de un concreto mal propor-
cionado, principalmente desde el punto de
vista de la compactación. El hecho fue agra-
vado por la colocación descuidada, Fig. 20,
que dio lugar a la formación de grandes
huecos en el interior de las columnas.
Como consecuencia, después de una vei
rificación estadística por colado (el concre-
to de los diferentes niveles tenía de 4 a Fig. 20. Detalle de una columna.
 Fig. 21. Estructura reforzada. Fig. 22. Armado del refuerzo.

En otros casos se necesitó sustituir total- mente, en algunos casos se efectuó una sus-
mente la columna, lo que se hizo por secto- titución parcial, pero en realidad en estos
res, en virtud de la imposibilidad arquitec- casos se trataba de eliminar los defectos de
tónica de aumentar sus dimensiones. Final- construcción, Figs. 23, 24 y 25.

Fig. 23. Reparación parcial ya realizada. Fig. 24. Reparación parcial en preparación.

Fig. 25. Reparación parcial en preparación.
Esto hace resaltar la necesidad de efec-
tuar un proporcionamiento racional en toda
obra importante sobre todo si los materia-
les SOD desconocidos por el usuario.
Ii-3. Delccto!: d e construcción, pmpiamen-
te dichos
Los defectos principales de construcción,
provienen de la colocación y compactación
inadecuada, así como de la deficiencia de
las cimbras y del apuntalamiento.
Con relación a la primera causa, podemos
señalar el caso de la colocación del concreto
desde alturas exageradas pxoduciendo se-
gregación de! material. La compactación
por medio de vibración en los concretos
muy plásticos produce también segrega-
ción pudiendo quedar por lo tanto fallada
la superficie, disminuyendo así no sólo la
resistencia a los esfuerzos mecánicos sino
también a los agentes agresivos.
El efecto nocivo del exceso de agua es
doble, disminuye la resistencia mecánica
tanto por el aumento de la relación agua-
cemento como por la compactación inade-
cuada y perjudicial.
Con relación a las cimbras, siempre que
éstas no sean rigidizadas perfectamente,
pueden ser dañadas y desalojadas de su lu-
gar por la presión del concreto fresco que
es un líquido viscoso, principalmente du-
rante la compactación por vibración. Como
consecuencia las piezas se presentan estéti-
cas, y, de vez en cuando, estáticamente per-
judiriales.
Menos probable, pero ya ha sucedido, es
el colapso de la estructura recién colada
por deficiencia de la estructura de la cim-
bra. En este caso, casi siempre la causa
principal. es el pandeo de los montantes. Se
debe prestar especial cuidado a las juntas
Fig. 26. Fallas de
trucción.
 Fig. 27. Fallas de construcción.
de unión, puntos débiles de todas las es-
tructuras provisionales.
Ejemplo ilustrativo de falla debida al co-
lado es la ilustrada en las Figs. 26, 27 y 28.
El concreto colocado desde una altura ma-
yor de 4 m se segrega y la vibración contri-
buye a una separación mayor de los mate-
riales componentes. Fue necesario escarifi-
Fig. 28. Fallas de cons-
trucción
Fig. 29. Preparación de las columnas para
su restauración.
car las partes falladas y parcialmente sueltas,
Figs. 29 y 30, para permitir la restauración;
ésta fue realizada en partes utilizando cim-
bras de madera con un aumento en la par-
te superior, Fig. 31, que permitía la com-
pactación aun en el último tramo; este au-
mento se eliminaba antes de que el concre-
to endureciera completamente.
Fig. 30. Prepración de las columnas. para
su restauración.
Otro ejemplo, este referente a defectos
de construcción de la cimbra, Fig. 32, es el
de un gran puente de concreto presforzado.
Defectos de unión entre las diagonales de
las torres de sustentación hicieron que se
duplicase la longitud de pandeo de los mon-
tantes verticales y bajo la acción del peso
propio de la estructura se produjo el colap-
so de toda la obra realizada.
Fig. 32. Fotografía
tomada en e! momen-
to de la falla.
Fig. 31. Cimbra colocada.
11-4. Defectos de curado
El curado es importante en los primeros
días después de la colocación del concreto
y dependiendo del tipo de pieza, condicio-
nes de la cimbra y del medio ambiente exi-
girá un cuidado mayor o menor. Evidente-
mente, todas las propiedades del concreto
variarán favorabkmente si el curado es
prolongado y bien hecho. Normalmente el
problema es económico; se efectúa el cura-
do tanto tiempo y tan bien como es posible
para garantizar un mínimo de propiedades
y se terminan tan pronto como es posible
para economizar los gastos que esto repre-
senta.
Fig. 33. Detalle del agrietamiento.
Fig. 34. Detalle de la
colocación de la barra
de medición de las va-
riaciones ea las dimen-
siones.
En una tubería de concreto reforzado, con
diámetro interno de 1.50 m y un espesor
de 15 cm, que fue proyectada inicialmente
para construirse en tramos de 33 m, que se
ligarían después con anillos rígidos de con-
creto formando un conjunto monolítioo, los
tubos presentaron grietas más o menos ~7!
centro, Fig. 33. El estudio de las condicio-
nes de construcción mostraron que las cac-
sas del agrietamiento eran múltiples tales
como retracción elevada debida al csonsumo
del cementto (400 kg/m”) y la falta de cu-
rado adecuadc. En vez de recubrirlos inme-
diatamente con tierra, manteniéndola hú-
meda, los tubos estaban expuestos a la ac-
ción violenta de las variaciones de tempe-
ratura sin ningún curado prácticamente.
Un estudio de las variaciones dimensiona-
les efectuado en un tubo construido para
este fin, m’ostró que por la mañana se pro-
ducían expansiones, y por la tarde contrac-
ciones, estas últimas debidas a la suma de
los efectos de retracción y disminución de
temperatura. Las expansiones eran atenua-
das por los efectos de retracción, Figs. 34,
35 y 36. Los valores hallados explican cla-
ramente la razón del agrietamiento. Se re-
comendó para continuar la obra una reduc-
ción en la longitud de las secciones del tu-
bo, el empleo de juntas de expansión y el
recubrimiento con tierra húmeda para eli-
minar los efectos nocivos de la variación
de la temperatura y disminuir de esta for-
ma la retraccion.

U-5. Defectos del descimbrado
Como último grupo de los defectos de
construcción veremos los clasificados como
provenientes de deficiencias en las opera-
ciones del descimbrado. Dos puntos deben
ser tomados en cuenta: el plazo para reti-
rar la cimbra y el modo como esto se rea-
liza.
En los casos frecuentes, las normas fijan
los plazos mínimos para las cargas más co-
munes. Un factor importante que debe con-
siderarse en el plazo para el descimbrado
es la estación del año. En verano el plazo
puede reducirse debiendo ser aumentado
obligatoriamente durante el invierno debi-
do al retardo de las reacciones del agluti-
nante.
Con relación a la manera de efectuar el
descimbrado basta señalar que un retiro
brusco de la cimbra hace que la estructura
Fig. 36. Detalle de la colacación de la barra
de medición de las variaciones en las di-
mensiones.
Fig. 35. Detalle de la co-
locación de la br;lrra de
medición de las variacio-
nes en las dimensiones.
entre en carga súbitamente bajo la acción
del peso propio pudiendo, por lo menos
teóricamente, duplicarse los esfuerzos pro-
ducidos por esta carga. Si el peso propio es
importante puede inclusive ocurrir el co-
lapso de la estructura por la acción del des-
cimbrado. Los cuidados de transmitir las
cargas a la obra dependerán fundamental-
mente de la relación peso propio a carga
total, aumentando los cuidados a medida
que esta relación tiende a uno.
Ya terminado el proyecto de un puente
de 15 claros de viga continua, con una viga
gerber en un claro intermedio, se resolvió
acelerar su construcción y aprovechar las
cimbras nuevamente. Por lo tanto se agre-
gó cloruro de calcio al concreto con el fin
de poder descimbrar en pocos días.
En la Fig. 37 están señalados los dalos
del colado y del descimbrado de algunos
claros, así como las grietas que deberán apa-
recer en la estructura.
El estudio del caso mostró que no habían
sido previstos en el proyecto los esfuerzos
adicionales debido al funcionamiento de par-
te de la estructura en una situación dife-
rente a la final. El peso propio, siendo una
carga de gran tamaño, aumentó sensible-
mente los momentos positivos en los claros.
Por otra parte, debido al gran peralte de las
vigas era necesario un refuerzo secundario
en las caras laterales a fin de prevenir los
efectos nocivos de retracción, refuerzo in-
existente. La combinación del efecto de re-
tracción, que se manifiesta más intensamen-
 I
10 Claro COlOdO del 2O c l a r o colado del 3’ Claro Iniciado 140 clarco colado del
20 a 23 de agosto 8 0 10 de Ogosto, 1958 colado el II de nov. 13 a 16 de Octubre 7 <1 10 d e O c t u b r e

I de 1958 de 1058 de 1958 de í958

descimbrado el descambrado e l descombrodo e l desclmbrado e l

15 -sep - 58 ?6-Seg-58 ti-nov-58 10- no”-58

larguero derechc
cora interna
.L
larguero derecho
caro externo

I los cotas de las grietas no son exacto8

I En fs una gncta pos
inlenor d e l Ior
olme”sio”es en centimetros

OBRA Puente sobre el arroyo Faxrna

Propletarlo DAER

Fig. 37
te en la zona central de los largueros, co-
mo los esfuerzos de tensión en flexión y en
algunos puntos con la extensión provenien-
te del corte, explican la configuración de
las grietas.
Con objeto de hacer algunas ‘modificacio-
nes en el proyecto y en el proporcionamien-
to del concreto se efectuó un estudio del
descimbrado con el fin de impedir tensio-
nes elevadas, incompatibles con el concreto
utilizado.
III-á. Efectos de bajas temperaturas
Como se sabe las temperaturas bajas difi-
cultan y hasta paralizan las reacciones que
provocan el endurecimiento del concreto.
Casi todas las normas fijan las temperaturas
mínimas en las cuales las obras pueden ser
ejecutadas. Las normas de algunos países
no señalan estos mínimos, por juzgar que no
existe este peligro. El autor presenta la ex-
periencia obtenida en la construcción de
una estructura durante un invierno riguro-
so en la que se obtuvieron valores de re-
sistencia apenas de la mitad de la prevista
que originó la suspensión del colado del
concreto en espera de días menos fríos pa-
ra la continuación de la obra.
En algunos países sudamericanos ya se
presenta el problema, si no con la misma
gravedad que en los países europeos y de
los Estados Unidos, por lo menos con una
intensidad que no debe ser pasada por alto.
En nuestro medio,* en general, no se justi-
fica el empleo de procesos especiales para
combatir el frío. Estos procesos van desde
Fig. 38. Acción del agua de lluvia en las
estacas.
5; Er Brasil, (N. del T.)
el calentamiento del agua de mezclado, y el
menos frecuente de los agregados como me-
dida de protección, al calentamiento del con-
creto después de colocado.
Además de la disminución de la resisten-
cia, puede haber un peligro análogo a la
congelación de las piedras, esto es, la con-
gelación del agua contenida en los poros
con el consecuente incremento de los es-
fuerzos interiores que producen el agriets-
miento de la masa.
III-L. Efectos del ambiente y de las aguas
agresivas
Los principales tipos de aguas agresivas
son: aguas puras, aguas carbonatadas, aguas
de mar y aguas sulfatadas.
Las aguas de lluvia, que son las aguas pu-
ras, disuelven la cal que se libera de la hi-
dratación del cemento, y alteran los morte-
ros y los concretos. Las aguas carbonatadas
que tienen exceso de COZ, también alteran
los productos del cemento debido a que este
exceso de COY ataca a los carbonatos inso-
lubles, transformándose en bicarbonatos so-
lubles. La propagación de este fenómeno ha-
ce que los concretos se vuelvan cada vez
más permeables. El exceso de COZ, aparte
del que se necesita para estabilizar la cal
en forma de carbonato insoluble es deno-
minado agresivo.
El agua de mar además de disolver el hi-
drato de calcio liberado durante la hidra-
tación de los silicatos del cemento, contiene
sulfatos que atacan al aluminato tricálcico
formando la sal de Clandot, fuertemente
expansiva y capaz de desintegrar el con-
creto. Las aguas sulfatadas originan fenó-
menos idénticos al último descrito.
Sn el caso de concreto reforzado, despues
de la eliminación de la protección del rc-
fuerzo, éste es atacado y la oxidación pro-
voca una expansión capaz de desprender el
resto del concreto. La protección en este
caso consiste en hacer concretos compactos,
recubrir suficientemente el refuerzo y em-
plear cementos especiales (resistente a los
sulfatos).
Como acción del agua pura tenemos, Figs.
38 y 39, el caso de las estacas tipo Strauss
empleadas en la cimentación de un edificio.
Fig. 39. Acción del agua de lluvia en las
estacas.
El concreto de las estacas fue fabricado
defectuosamente dando como resultado un
material heterogéneo y muy poroso. Las
condiciones del subsuelo, poco poroso, y la
abundancia de lluvias después de efectuar
el coladc, dio origen a la disolución de la
cal liberada en la hidratación con la conse-
cuente inutilización de las estacas.
Como ejemplos de agresividad del medio
ambiente tenemos el caso de una construc-
ción a la orilla del mar y que en siete años
de exposición sin recubrimientos fue casi
destruida, Fig. 40.
Fig. 40. Vista general de la obra.
Fig. 41. Agrietamiento de las piezas debido
a la corrosión.
Las fotografías ilustran las grietas apare-
cidas en las columnas por esfuerzos de tec-
sión provenientes de la expansión del re-
fuerzo corroído, Figs. 41, 42 y 43. En la
Fig. 44 aparecen varias muestras de acero
retiradas de varios puntos más o menos ex-
puestos.
Otr,o caso se presentó en una construc-
ción situada en un puerto y que tambisn
fue abandonada después de terminar la es-
tructura; tuvo que ser reforzada y repara-
da en varios puntos, debido al ataque del
ambiente marino.
III-3. Efectos de altas temperaturas (iu-
cendio)
El comportamiento del concreto bajo la
acción de altas temperaturas varía con és-
tas presentándose una disminución impor-
tante de la resistencia a temperaturas supe-
riores a 300’ C. Para temperaturas del or-
den de 600° C la reducción de la resistencia
mecánica es, del orden del 50 por ciento.
Sobre el acero el efecto es el siguiemc:
a 300’ C hay un aumento de la resistencia,
Fig. 42. Agrietamien-
to debido a la corro-
sión.

Fig. 43. Agrietamiento de la

pieza debido a la corrosión.

Fig. 44. Refuerzo corroido.

Fig. 45. Vista general del pabellón incen-
diado.
arriba de esta temperatura la resistencia
disminuye, reduciéndose a la mitad para
temperaturas del orden de 500’ C.
Cuando se trata de un acero recocido, al
enfriarse, el material adquiere nuevamente
sus propiedades mecánicas. Tratándose de
aceros especiales la variación de las carac-
terísticas es permanente. En el concreto re-
forzado, la acción de las altas temperaturas
sobre el concreto es superficial y a peque-
ñas profundidades la temperatura es mucho
más baja. Por lo tanto si el refuerzo tiene
un recubrimiento suficiente de concreto, la
acción de un incendio no afectará sustan-
cialmente a la estructura, perdiéndose sola-
mente el recubrimiento que por lo general
se cae al enfriarse debido a las variaciones
dimensionales.
El pabellón de una sociedad turística
sufrió les efectos de un fuerte incendio,
Fig. 45, sin embargo como la estructura es-
taba muy bien construida con recubrimien-
tos adecuados sólo se perdió la parte su-
perficial del concreto. El recubrimiento pro-
tegió al refuerzo, y a pesar de que las tem-
peraturas en el medio ambiente llegaron a
1 OOOO C, el acero no pasó de 400’ C, im-
pidiéndose así la falla de la estructura,
Fig. 46. La eliminación de todo el recubri-
miento y la construcción del nuevo, permitió
a la estructura un funcionamiento perfecto.
111-4. Otros efectos
Innumerables efectos pueden alterar las
condiciones de una estructura de concreto
reforzado. Ant& la imposibilidad de seña-
lar una relación completa, como sería de-
Fig. 46
seable, indicaremos en este inciso algunos
casos de fallas provenientes de causas poco
frecuentes.
Así, por ejemplo, debido a las fugas de
corriente eléctrica por los carriles de los
carros eléctricos y ferrovías electrificadas
es posible que se origine la oxidación y la
corrosión del refuerzo metálico de una cons-
trucción. Esta corrosión es conocida con el
nombre de corrosión electrolítica. Además
existe la posibilidad de que se formen pilas
galvánicas en la propia estructura, prove-
nientes de diferencias en las concefitraciones
salinas existentes en el interior de las pie-
zas de concreto. Así, en la zona de influen-
cia de las mareas la parte de una estaca de
concreto reforzado que está sumergida en
agua de mar, tiene una concentración de
cloruro de sodio mayor que la que pueda
haber en otras zonas, generándose de esta
manera una fuerza eléctrica motriz entre
una zona y otra. Las Figs. 47 y 48 muestran
piezas de concreto reforzado que se agrie-
taron en virtud de la oxidación del refuer-
zo; se midieron diferencias de potencial de
hasta 10 volts, indicando la corrosión elec-
trolítica.
Como último caso importante se señala
la fragilizacjón de los aceros especiales por
el hidrógeno. Los estudios sobre este asun-
to, mostraron que el hidrógeno se introdu-

Fig. 47. Vista de la obra cercana al mar su-
jeta a corrosión e!eetrolítica.
ce en la estructura reticular del fierro en
estado atómico, disolviéndose en él. Si el
hidrógeno encuentra cavidades en la sus-
tancia intergranular, ahí se acumula y se
recombina formand,o hidrógeno molecular.
Este hidrógeno no se difunde a temperatu-
ras moderadas, y por la afluencia de nuevos
átomos de hidrógeno, se originan presiones
elevadas en las cavidades, tensiones triaxia-
les que pueden superar la resistencia a !a
Fig. 48. Detalle de la obra cercana al mar
sujeta a corrosión electrolítica.
cohesión del acero y provocar roturas in-
ternas de carácter local y de tipo frágil.
Fue lo que aoonteció en la construcción
de tres claros continuos, de 21 m cada uno,
de un puente de concreto presforzado en
el que se empleó el sistema Bauer-Leon-
hardt. Con el fin de regularizar la superfi-
cie de aplicación de los gatos de pretensado,
se utilizó una mezcla de caolín y azufre em-
pleada normalmente para retocar los especí-
menes de prueba de concreto. En la prepara-
ción de la masa sulfurosa fundida, se des-
prendió H2S, SO- y SO3 permaneciendo los
alambres expuestos a estos gases. En pre-
sencia de las unidades se produjo la diso-
ciación, en estado libre, del HZ0 y los iones
de hidrógeno penetraron en el reticuladc,
con aparición de fragilidad en los defectos
de la estructura cristalina y la consecuen-
te ruptura de 247 de los 252 alambres ten-
sados. El desastre no ocurrió por estar las
piezas aún almacenadas.