simplemente un nombre en un papel ¿Qué es lo que lo hace feliz? ¿Cómo piensa interiormente? ¿Cuál es su visión general del mundo? Investiga todo lo que puedas sobre el personaje, si está basado en una persona real. Pregúntate por qué. Saber qué motiva a tu personaje hará que todo encaje en su lugar; qué quiere lograr y cómo lo llevará a cabo. Escribe las pausas o acentos. Estas pueden anotarse con una línea entre palabras o frases. Ver la línea entre una frase te dará una señal clara de bajar el ritmo. Las pausas son tan importantes como las palabras. Escribe emociones (o cualquier seña que te sirva de referencia) sobre la frase para ayudarte a lograr la mejor interpretación posible. Escribe tus reacciones ¿Cómo te sientes frente a lo que te están diciendo? Es posible que haya uno o varios diálogos que necesiten pronunciarse mucho más fuerte que otros o palabras clave que deban acentuarse. Márcalos Toma aire profundamente. A muchas personas les sirve hacerlo mientras tensan todo el cuerpo y lo mantienen así durante algunos segundos. Luego, simplemente relaja todos tus músculos. Siéntete libre de dar rasgos particulares a tu personaje. ¿Cómo camina? ¿Cómo usa sus manos?¡Todo esto no tiene que estar en el guion! Piensa cómo se comportaría tu personaje en la vida cotidiana. ¿Cómo lo imaginas sentado en una sala de espera? Párate derecho, proyecta tu voz y asegúrate de enfocarte ligeramente hacia el público. Cuando estés en el escenario o frente a la cámara, debes pronunciar tus palabras claramente y asegurarte de que todos los sonidos estén bien definidos. Esto es especialmente importante en los finales de las palabras, que se pierden fácilmente. Asegúrate de que todas las consonantes estén presentes. Esto bajará tu velocidad de pronunciación lo necesario para todos te entiendan. Debes asegurarte de que tu voz sea clara, pero sin sobreactuarte. Habla como tu personaje. Así tu personaje no tenga acento, existen otros aspectos. Ten en cuenta su edad, clase social, creencias… Manipula el tono de tu voz. Si tu personaje está enojado, puedes hacer que tu voz suene más fuerte y menos controlada. Si tu personaje está alterado o nervioso, haz que tu voz suba de tono. Utiliza gestos y lenguaje corporal para expresar emociones. Si el personaje está enojado, agita las manos y pisotea. Si el personaje está triste, encorva los hombros e inclina la cabeza. Si estropeaste un diálogo, sigue con él. Las únicas personas que han memorizado el diálogo están en el escenario. Si ocurre un percance o imprevisto en el escenario, mantén tu interpretación y reacciona de la manera en que reaccionaría tu personaje. Si estás pasando a través de un problema durante la presentación de una obra, utilízalo como escapatoria. El teatro debe relajarte, no agregarte cargas. Utiliza este momento para convertirte en otra persona y dejar tus problemas (y actitudes) en la puerta de entrada. Mantén una actitud positiva. Algunas veces preocuparse por cometer errores o las reacciones de los demás puede perjudicar tu estado mental. Si lo estás disfrutando, la audiencia lo percibirá y lo disfrutará contigo. Aprende cuándo es tu momento. Debes estar pendiente de tu momento de entrar en el escenario o entrar en escena. .