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2.2 CAUSAS DEL EMPLEO INFORMAL EN EL PERU.

Casi por definición, las actividades del sector informal se relacionan con el cumplimento, o la falta
de cumplimiento, de las normas y regulaciones sobre el uso de la tierra, los contratos laborales, el
control de la contaminación, los impuestos de las empresas, las contribuciones a la seguridad
social y muchos otros aspectos. Puede sostenerse que la extensión del empleo informal es la
consecuencia de la excesiva reglamentación que hace que a los pequeños empresarios les resulte
muy costoso llevar a cabo actividades económicas formales, es decir engorroso tramite
burocrático que sufrimos los peruanos para iniciar legalmente un negocio. También puede decirse
que la falta de medios para hacer cumplir las regulaciones existentes promueve actividades
económicas informales como la venta callejera, la recolección y eliminación de basura y la
construcción de barrios en zonas en las que las regulaciones sobre el uso de la tierra no permiten
tales actividades.

Los resultados macroeconómicos constituyen otra causa de la extensión de las actividades el


sector informal. En algunos casos, simplemente la falta de crecimiento económico, junto con una
creciente oferta laboral debida a la transición demográfica, se traduce en una participación cada
vez mayor de empleos informales de baja productividad y bajos salarios.

En otros casos, se ha logrados un robusto creciemento económico a través de medidas de política


sesgadas en contra de la creación de abundantes empleos de alta productividad. La reducción de
impuestos, derechos aduaneros, tasas de interés real y la inflación, así como el incremento del
tipo de cambio real, han inducido el uso de tecnologías del uso intensivo de capital en los sectores
primario y secundario y la reasignación de la mano de obra al sector de servicios.

Además, el creciente uso de la tecnología de la información en el sector de servicios requiere


mano de obra altamente capacitada de manera que los trabajadores desplazados de otros
sectores terminan ocupando empleos de baja productividad en el sector de servicios.

Una consecuencia de la informalidad es el no registro en los distintos sistemas regulatorios


estatales desde lo impositivo hasta lo laboral, se supone que ello es resultado de la baja
productividad de la actividad, que podría entonces hacerse economícenle inviable si tuviera que
cumplir con las condiciones que el estado fija para las actividades formales. En esta definición, las
actividades informales surgen por la incapacidad de generación de empleo productivo a ritmo
suficiente, y no como resultado de un esquema regulatorio inadecuado.

Las barreras de acceso a la legalidad son un fenómeno relevante; pero también son factores
determinantes las características estructurales relacionadas con la disponibilidad de fuerza de
trabajo, la organización de la producción y del trabajo, y la composición de los mercados, aunque e
definitiva atienda a saciarse, además, con un cierto grado de operación al margen de la regulación.

En este marco, la corrección de la imperfección de los sistemas de los sistemas regulatorios


favorece la integración de las actividades informales a la modernización.

A pesar de las diferentes definiciones, la comunidad académica ha podido identificar cuales son las
causas y consecuencias de las actividades informales. Las normas regulaciones, por una parte y los
resultados macroecómicos, por la otra, ha sido mencionas como las principales causas del tamaño
del sector informal. La falta de protección social y la baja productividad son las consecuencias que
deben enfrentar los trabajadores que se dedican actividades informales.

Las dos causas mencionadas en los párrafos anteriores implican dos principales

consecuencias que explican por qué los investigadores y los responsables de la

formulación de políticas están preocupados por el creciente tamaño del empleo

informal.

En primer lugar, los trabajadores informes carecen prácticamente de toda forma

de protección social. El acceso restringido al seguro de salud, desempleo y

accidentes de trabajo hace que los trabajadores informales estén demasiado

expuestos a los riesgos normales del trabajo. La falta de acceso a la protección

los sistemas de pensiones impiden que los trabajadores informales se jubilen y los obligan

a trabajar durante más tiempo, quizá en condiciones de menor productividad de su capital


humano. La falta de capacitación y de acceso at capital

hace que sus actividades sean reducidas y puedan crecer. Estos dos últimos

elementos también se relacionan con la segunda consecuencia del empleo

informal. Se de un empleo de baja productividad y bajos salarios que, en

mayor parte de los casos. simplemente constituye una estrategia de

supervivencia.

Los trabajadores informales pueden acumular poco capital. con lo que se estanca

el rendimiento de las actividades informales. En la medida en que crece 01 sector

informal, también aumentan la pobreza y la desigualdad al sector. lo

que hace aún más distante el objetivo del desarrollo económico.

2.3 CONSECUENCIAS DEL EMPLEO INFORMAL EN EL PERU

Las consecuencias más significativas del crecimiento del empleo informal en el

Perú son:

• Pobreza y desigualdad.

Si bien es cierto no existe un vínculo inmediato entre la informalidad y la pobreza,

la tiene un efecto estadísticamente significativo sobre la segunda. El


ingreso familiar de los que trabajan en el sector formal o en el sector público,

están asociados con ingresos promedio más elevados. También existe una

relación entre la informalidad y la desigualdad. En su informe sobre desigualdad, el Banco


Interamericano de Desarrollo mide las diferentes fuentes de desigualdad en América Latina, y
sostiene que estar empleado en el sector formal o en el sector informal representa entre el 10% y
el 25% de las desigualdades en los ingresos laborales de la escasez capital física y humano
que caracteriza sector informal.
• Los programas de capacitación.
Los programas de capacitación son muy comunes en Latinoamérica, algunos países han
imitado estos programas de otros, a quienes les está dando buenos resultados
• Falta de protección social.
Las actividades informales, casi por definición, evitan los sobre impuestos sobre la nómina
y las contribuciones a la seguridad social, de manera que los trabajadores del sector
carecen de acceso a las diferentes formas de protección social como el seguro de
desempleo, el seguro de salud o la jubilación.

EL EMPLEO EN EL PERU

Sin lugar a dudas, la principal fuente de ingresos de la gran mayoría de ciudadanos en el Perú
es el empleo. El mercado laboral tiene una demanda de empleo (empresas) y una oferta de
empleo (familias). Las empresas demandan trabajadores que son ofrecidos por las familias. A
riesgo de ser simplificador, los dos problemas más acuciantes de nuestra realidad laboral son
el subempleo y la informalidad, ambos consecuencia de la baja productividad
Para dimensionar la magnitud del problema, veamos algunos números. La base de datos es el
Instituto Nacional de Estadística e informática (INEI).

En primer lugar, la población económicamente activa (PEA) está conformada por un poco
más de 17 millones de personas, cuyas edades fluctúan entre 14 y 65 años. De ellos, 16
millones y medio se encuentran ocupados y 741,000 se encuentran desocupados. Esto
significa que la tasa desempleo asciende a 4.3% a nivel nacional. Son personas, que siendo
parte de la PEA, quieren trabajar pero no encuentran empleo. Es claro que si comparamos esa
tasa con la de la mayoría de países cualquiera se llevaría la impresión que en el Perú no existe
un problema de empleo. Sin embargo, la realidad no es así.

En segundo lugar, del total de ocupados (los que tienen un empleo) sólo el 52.8%, esto es, un
poco más de 9 millones de personas tienen un empleo adecuado, mientras que 7 millones 400
mil personas se encuentran subempleadas. Y aquí está el problema. Si sumamos los
subempleados más los desempleados llegamos a casi 8 millones de ciudadanos de los 17 que
son parte de la PEA.
En tercer lugar, ¿qué es un subempleado? El subempleo invisible se define como aquellas
personas que trabajan menos de 35 horas a la semana y desean trabajar más, pero no
encuentran dónde. El subempleo visible es aquel en el que se trabaja 35 o más horas por
semana, pero los ingresos asociados a esos empleos son menores que un ingreso mínimo
referencial. Como consecuencia, los subempleados trabajan, pero los ingresos que obtienen no
le alcanzan para superar un nivel mínimo para satisfacer son tranquilidad sus necesidades
básicas.

En cuarto lugar, ¿y los informales? A nivel nacional, solo el 33.6% de los empleos en el Perú
urbano son formales, mientras que cerca del 70% (si agregamos los sectores rurales) son
informales, por lo general asociados a bajos ingresos.

el 70% de quienes tienen un empleo (sea adecuado o no) trabaja en empresas con menos de
diez trabajadores, muchas de ellas informales. Esto significa que la mayoría del empleo se
encuentra en empresas pequeñas. En sexto lugar, a mayor nivel de educación alcanzado,
mayor probabilidad de encontrar un empleo, una conclusión que no sorprende a nadie. Entre
aquellos que tienen educación superior, el 60% cuenta con un empleo formal, mientras que en
el caso de aquellos con educación primaria como máximo, el porcentaje sólo asciende a 10%.

La información presentada muestra la realidad del empleo en el Perú. Más que un problema
de tener o no tener empleo, se trata de los bajos ingresos asociados al trabajo que se tiene.
Desde luego que las causas son múltiples y escapan al objetivo de esta entrega, pero queda
claro que la tarea es enorme.

La revolución de la productividad es la única alternativa que tiene el país. Ser más productivo
significa hacer más con lo mismo. Producir más con las mismas cantidades de recursos; y ello
pasa por alinear lo que aprendemos en las universidades con lo que necesita el mercado
laboral.

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