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Katherine Tunjo – Comunicación social y periodismo

LA MUJER COMO VÍCTIMA DEL AMOR Y EL MIEDO

BASADO EN: LA BIOLOGÍA DEL MIEDO, GERALD HÜTHER

Como lo menciona Gerald Hüther en su escrito ‘La biología del miedo’, cuando nos
sentimos atacados o amenazados por algún factor que se presenta en nuestro alrededor, el
cerebro y sus mecanismos internos reaccionan automáticamente generando técnicas de
defensa que nos permiten tomar ciertas actitudes frente a dichas amenazas. Un claro
ejemplo para representar esto es la violencia física y psicológica que se genera entre las
parejas, violencia que en ocasiones es justificada con la excusa del amor y el miedo a
perder a la otra persona.

Según un estudio realizado por la facultad de derecho de la universidad Libre, hasta 2018,
las cifras de mujeres maltratadas en Colombia superaban los 3000 casos,
aproximadamente 50 mujeres por día, eso, sin tener en cuenta los 2 de cada 3 casos que
no son denunciados. Unas de las principales preguntas que se generan frente a esta
problemática es ¿Qué impulsa al hombre a agredir a su pareja? Y ¿Por qué la mujer, en
ocasiones, permite que este tipo de maltrato se extienda? Para Ángela Gómez Jutinico,
docente de Derecho de la universidad y experta en temas de género, “Las mujeres no
denuncian por miedo, temen a ser revictimizadas y a que la gente las juzgue como
responsables de la violencia que a ellas mismas las afecta”, también aclara que en
ocasiones se genera un sentimiento de culpa a través del cual la víctima empieza a creer
que es merecedora de la violencia que ejercen sobre ella y, por ende, a culparse por la
misma.
En la mayoría de los casos, el agresor empieza por imponer violencia psicológica,
implantando o limitando ciertas conductas para privar a su pareja de acciones que
anteriormente realizaba en su cotidianidad, como chatear, hablar con amigos o salir.
Desde un punto de vista personal, este tipo de conductas son generadas por unos celos
impulsivos que empiezan a ser nocivos para la pareja y que la víctima deja avanzar porque
cree que son actos de amor y entrega a la relación, a partir de esa actitud de permisividad
se empiezan a gestar otras conductas que terminan en violencia física. Por otra parte, la
actitud del agresor se manifiesta a partir del miedo que tiene por perder a su pareja, se
siente amenazado por otras personas y por tal motivo empieza a privarle y restringirle la
comunicación con el exterior creyendo que encerrando a la otra persona en su burbuja va
a mantenerla segura y no va a tener riesgos de perderla. Al darse cuenta que su pareja es
flexible con estas actitudes y que le permite imponer sobre ella estas conductas, sigue
avanzando y tomando posturas más violentas.

Contrario a lo que algunas personas afirman, la culpa no es de la víctima por permitirlo,


para ella, estas actitudes son consecuencia del gran apego y cariño que tiene su pareja
hacía la otra persona, cree que lo correcto es hacer lo que el otro le dice para no lastimarlo
y tal vez perderlo. En ocasiones, también se genera esta permisividad a causa de otros
factores como la dependencia no sólo psicológica sino también económica, lo que pone a
la mujer en una situación vulnerable que le hace creer merecedora de esa presión.

Como se mencionaba en el texto, el cerebro nos transmite mensajes para afrontar las
situaciones de peligro, estas varían en cada persona, algunas pueden manifestarse de
manera pasiva y otras de manera agresiva. Desde este punto de vista se podría decir que
la violencia que el hombre manifiesta contra la mujer es un método de defensa para atacar
lo que él considera una amenaza, su cerebro le transmite un mensaje que lo hace actuar
de tal forma y le nubla el juicio, a partir de esto, acude a la violencia y no a la razón.
Por el contrario, la mujer en la mayoría de casos reacciona de manera pasiva ya que lo
que considera amenaza no son los golpes que le dan, sino la perdida de la persona que
ama. El método de defensa que utiliza en contra de la ausencia de su pareja es una actitud
sumisa y dócil que le permite soportar los maltratos tanto físicos como psicológicos,
actuando de esta manera la víctima cree que no va a perder a su compañero. Todo esto
también es reforzado por un sentimiento de lastima hacía la otra persona que conociendo
los efectos que ejerce en la misma, empieza a chantajearla emocionalmente diciéndole
que, si le denuncia o se revela, puede perderlo.

En conclusión, todas las actitudes que toman tanto la víctima como el victimario son
impulsadas por estímulos cerebrales que defienden a la persona de una aparente amenaza
o cambio en su cotidianidad, promovidas también por el fuerte sentimiento de amor y
miedo que embarga a cada una de ellas. A partir de esto surgen otras actitudes que son
nocivas, como la manipulación y el sentimiento de culpa y lástima que le impiden a la
víctima revelarse ante estos abusos.

BIBLIOGRAFÍA

 Biología del miedo, el estrés y los sentimientos. Gerald Hüther.

WEBGRAFÍA

 https://www.elespectador.com/noticias/judicial/aumentan-los-casos-de-
violencia-contra-la-mujer-en-2018-articulo-825545
 https://www.elespectador.com/noticias/nacional/en-2018-3014-mujeres-han-
sido-victimas-de-violencia-de-genero-articulo-743228
 http://www.unilibre.edu.co/bogota/ul/noticias/noticias-universitarias/3435-
informe-de-la-universidad-libre-revela-preocupantes-cifras-de-violencia-
contra-la-mujer
 https://ascun.org.co/noticias/detalle/informe-de-la-universidad-libre-revela-
alarmantes-cifras-de-violencia-contra-la-mujer-ab4

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