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Una bella historia de la compasión

Se dice que Avalokiteshvara fue un gran yogui que estaba a punto de alcanzar la iluminación.
Ascendió a estados de conciencia cada vez más elevados y experimentó todo tipo de reinos
arquetípicos, con diversas y gloriosas formas. Sin embargo, al alcanzar la orilla de un gran océano
de luz, todas estas desaparecieron. Sólo percibía ese océano de luz. Tuvo un gozo muy profundo y
supo que al fin regresaba al origen. Iba a “fundirse” con la misma realidad. Entonces escuchó un
sonido que parecía venir de muy lejos, por debajo suyo. Se dio cuenta que eran muchas voces que
gritaban y gemían. El sonido era cada vez más intenso, de modo que dejó de fijarse en el gran
océano de luz y miró hacia abajo (por eso se llama así, Avalokiteshvara, “el señor que mira hacia
abajo”). Vio a millones de seres que sufrían de diferentes maneras, pero sobre todo a causa de su
ignorancia y su falta de instrucción espiritual. Pensó: “¿Cómo puedo abandonar a esos seres?
¿Cómo puedo fundirme en este océano de luz y salvarme sólo yo cuando en el mundo hay tantos
que necesitan ayuda?” De esa forma Avalokiteshvara regresó al mundo

Enrique

Un hombre de 49 años se comienza a atender con pánico y ansiedad, ambas emociones surgían
cada vez que estaba en lugares abiertos como: plazas, parques, etc.

Sentía un dolor en el costado derecho y a partir de allí falta de aire y nauseas, que cada vez eran
más frecuentes, impidiéndole realizar una vida normal con su familia.

En la primera sesión vimos que en una vida lejana siendo guerrero lo había atravesado de lado a
lado una flecha, al llegar a un lugar abierto. Eso fue lo primero que detectamos. En otras sesiones
encontramos que le habían clavado una lanza en la misma zona.
Al comenzar a hacer correcciones luego de cada sesión el paciente comenzó a tener grandes
cambios y comenzó a avanzar sin miedos.

A los 2 años de edad, comenzó con problemas para dormir. Solamente se dormÃ-a si la
madre le realizaba Reiki Según la niña al cerrar los ojos sentÃ-a que era perseguida por
alguien. Pasaron los años y se acostumbró a dormir con la luz encendida y voces de la
TV.A los 13 años se atiende por primera vez. En la consulta buscamos el origen de la
falta de descanso, los Miedos. El origen en esta vida fue a los 2 años de edad, provocado
por un suceso donde algo que vió, le produjo un bloqueo.Buscando de donde venia esto,
nos llevo a 11 Vidas atrás a la edad de 25 años, donde habÃ-a muerto una hija de 10
años, de una enfermedad. Esta niña de 10 años no descansaba por estar con miedos y
muy pegada a su madre (Camila). Se hicieron correcciones en el momento de la muerte, se
limpiaron todos los miedos y se limpió la unión simbiótica de
ambas.)</textformat></flashrichtext>

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