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El sistema nervioso es un conjunto residencial de células especializadas en la conducción de señales eléctricas.

El sistema nervioso está formado por neuronas y células gliales. Las neuronas tienen la función de coordinar las
acciones de los animales por medio de señales químicas y eléctricas enviadas de un lugar a otro del organismo.34
La mayor parte de los animales pluricelulares tienen sistemas nerviosos con características básicas similares,
aunque con grado de complejidad muy variable. Únicamente carecen de él los animales que no tienen tejidos y
órganos bien diferenciados, como los poríferos (esponjas), placozoos y mesozoos.5678910
El sistema nervioso capta estímulos del entorno (estímulos externos) o señales del mismo organismo (estímulos
internos), procesa la información y genera respuestas diferentes según la situación. A modo de ejemplo podemos
considerar un animal que a través de las células sensibles a la luz de la retina capta la proximidad de otro ser vivo.
Esta información es transmitida mediante el nervio óptico al cerebro que la procesa y emite una señal nerviosa que
a través de los nervios motores provoca la contracción de ciertos músculos con el objetivo de desplazarse en
dirección contraria al peligro potencial.1
Para su estudio desde el punto de vista anatómico el sistema nervioso se ha dividido en central y periférico. El
sistema nervioso central corresponde al encéfalo y la médula espinal, mientras que el sistema nervioso periférico
comprende el conjunto de nervios que conectan el sistema nervioso central con el resto del organismo. Dentro del
sistema nervioso periférico se diferencia un sistema nervioso sensitivo o aferente, encargado de incorporar la
información desde los receptores, y un sistema motor o eferente, que lleva la información de salida hacia los
efectores

El sistema nervioso central es una de las porciones en que se divide el sistema nervioso. En los
animales vertebrados está constituido por el encéfalo y la médula espinal, se encuentra revestido por tres
membranas:duramadre (membrana externa), aracnoides (intermedia), piamadre (membrana interna), denominadas
genéricamente meninges y protegido por envolturas óseas, que son el cráneo y la columna
vertebralrespectivamente.
Se trata de un sistema muy complejo, ya que se encarga de percibir estímulos procedentes del mundo exterior,
procesar la información y transmitir impulsos a nervios y músculos. El sistema nervioso de los animales
vertebrados, incluyendo los mamíferos y el hombre, puede dividirse en 2 partes bien diferenciadas, el sistema
nervioso central, constituido por el encéfalo y la médula espinal y el sistema nervioso periférico que está formado
por los nervios sensitivos y motores que enlazan el sistema nervioso central con el resto del organismo
El sistema nervioso central está formado por el encéfalo y la médula espinal.

 El encéfalo es la parte del sistema nervioso central que está protegida por los huesos del cráneo. Está
formado por el cerebro, el cerebelo y el tallo cerebral.3
El cerebro es la parte más voluminosa. Está dividido en dos hemisferios, uno derecho y otro izquierdo,
separados por la cisura interhemisférica y comunicados mediante el cuerpo calloso. La superficie se
denomina corteza cerebral y está formada por plegamientos denominados circunvoluciones constituidas
de sustancia gris. Subyacente a la misma se encuentra la sustancia blanca. En zonas profundas existen
áreas de sustancia gris conformando núcleos como el tálamo, el núcleo caudado y el hipotálamo.3 Cada
hemisferio cerebral posee varias cisuras que dividen la corteza cerebral en lóbulos:
Lóbulo frontal. Se localiza en posición anterior.
Lóbulo temporal. Se localiza en una posición lateral detrás del lóbulo frontal.
Lóbulo parietal. Se extiende en la cara externa del hemisferio, debajo del lóbulo temporal.
Lóbulo occipital. Se sitúa en la parte posterior del cerebro.
El cerebelo está en la parte inferior y posterior del encéfalo, alojado en la fosa cerebral posterior junto al
tronco del encéfalo.3
El tallo cerebral compuesto por el mesencéfalo, la protuberancia anular y el bulbo raquídeo. Conecta el
cerebro con la médula espinal.3

 La médula espinal es una prolongación del encéfalo, como si fuese un cordón que se extiende por el
interior de la columna vertebral. En ella la sustancia gris se encuentra en el interior y la blanca en el
exterior

El sistema nervioso se divide en dos partes: sistema nervioso central formado por el encéfalo y la médula
espinal y sistema nervioso periférico que está formado por los nervios y ganglios nerviosos que se extienden
fuera del sistema nervioso central.1 La función principal del sistema nervioso periférico es conectar el sistema
nervioso central con los miembros y órganos. Carece de revestimiento óseo protector lo que lo diferencia del
sistema nervioso central que está envuelto por el cráneo y la columna vertebral.23
Está compuesto por 12 pares de nervios craneales y 31 pares de nervios espinales, dando así un total de 43 pares
de nervios. Cada uno de los nervios sigue un trayecto definido e inerva un sector específico del cuerpo. La división
entre sistema nervioso central y sistema nervioso periférico es anatómica o estructural. Desde el punto de vista
funcional el sistema nervioso puede dividirse en sistema nervioso somático que se controla de forma voluntaria
y sistema nervioso autónomo que funciona de forma involuntaria o automática.

 Nervios espinales. Son un total de 31 pares de nervios cada uno con dos partes o raíces que se unen entre sí:
una sensitiva y otra motora. La parte sensitiva es la que traslada la información desde los receptores hasta la
médula espinal, mientras que la parte motora es la que lleva los impulsos desde la médula espinal hasta los
efectores correspondientes. Se distribuyen de la siguiente forma:
o 8 pares de nervios cervicales
o 12 pares de nervios dorsales o torácicos
o 5 pares de nervios raquídeos lumbares
o 5 pares de nervios raquídeos sacros
o 1 par de nervios raquídeos coccígeos
Cada nervio espinal o raquídeo se une en dos puntos distintos a la médula espinal; tiene una raíz posterior y una
raíz anterior. Las raíces posterior y anterior se unifican para formar el nervio raquídeo. Como la raíz posterior
contiene fibras sensitivas y la raíz anterior contiene fibras motoras, el resultado es un nervio mixto. Su recorrido es
muy corto, pues inmediatamente de divide en dos ramas, una dorsal más pequeña y otra ventral o anterior más
grande. En el tórax de las ramas ventrales parten pequeñas ramas comunicantes que transportan fibras
pertenecientes al sistema nervioso autónomo.

Sistema nervioso somático

El SNS abarca todas las estructuras del sistema nervioso periférico encargadas de conducir información sensitiva y de
llevar información del control motor a los músculos esqueléticos.

El sistema nervioso somático (SNS) está formado por neuronas sensitivas que llevan información (por ejemplo,
sensación de dolor) desde los receptores sensoriales –fundamentalmente ubicados en la cabeza, la superficie corporal y
las extremidades–, hasta el sistema nervioso central (SNC), y por neuronas motoras que conducen los impulsos a
los músculos esqueléticos para permitir movimientos voluntarios, como saludar con la mano o escribir.
El sistema nervioso somático está compuesto por treinta y un nervios que emergen de la médula espinal y siete de
los nervios craneales.
De los doce pares de nervios craneales, los nervios que tienen componentes somáticos son:

 III. El Nervio Oculomotor ocular común que activa los músculos del ojo,
 IV. El Nervio Patético Troclear mueve el músculo oblicuo mayor del ojo,
 V. El Nervio Trigémino mueve el maxilar inferior y otros músculos masticatorios.
 VI. El Nervio Abducens externo mueve el músculo recto del ojo,
 VII. El Nervio Facial mueve los músculos de la cara.
 XI. El Nervio Accesorio espinal mueve los músculos dorsales y del cuello,
 XII. El Nervio Hipogloso se encarga de los movimientos de la lengua
El Sistema Nervisoso Somático conecta los receptores sensitivos de los órganos sensoriales con el Sistema Nervioso
Central, y éste con los músculos esqueléticos, los que se pueden mover conscientemente y responder a los cambios
externos.

Se pueden clasificar los nervios según el punto del Sistema Nervioso Central en el que entran o salen en nervios
craneales y nervios raquídeos.

Nervios craneales

Son los que enran o salen del encéfalo, son 12 pares y pueden ser sensitivos, motores o mixtos.

Son los encargados de inervar la cabeza, el tronco y algunos órganos internos. Algunos nervios craneales están
relacionados con el Sistema Nervioso Autónomo. Destaca el par craneal X o nervio vago, por el control que efectúa
sobre las vísceras.

El problema ontológico es la controversia que surge cuando discutimos acerca de la existencia o no


de una entidad particular. Una de las costumbres humanas más extendida y perenne consiste en
postular entidades. Como animales racionales que somos, nos pasamos la vida teorizando acerca de
lo que ocurre a nuestro alrededor y, en el transcurso de nuestra actividad teórica, postulamos
entidades. Estas teorías dan sentido al mundo que nos rodea, sin embargo pronto nos metemos en
problemas, a saber, en seguida aparecen voces discordantes que dicen que las entidades que
postulamos no existen y que, por tanto, nuestra teoría, el sentido que le habíamos dado a la parcela
de la realidad sobre la que trataba nuestra teoría, es equivocada.
Es en este contexto en el que surge el clásico y tradicional, a la vez que actual, problema ontológico,
el cual fue formulado de forma certera por W. v O. Quine en su artículo «Acerca de lo que hay»,
publicado en 1949. Para Quine el problema ontológico tiene una formulación muy sencilla: «¿Qué
hay?» Y su respuesta es, igualmente, sencilla: hay todo, es decir, hay lo que hay. Los problemas solo
surgen, según su punto de vista, en «casos concretos», es decir, cuando se enfrentan distintas teorías
acerca de una misma parcela de la realidad.
El origen del problema ontológico
Sea porque queramos entender por qué existe el mundo, sea porque queramos entender por qué los
hijos se parecen a los padres, la mayoría de las veces tenemos que postular alguna entidad que da
sentido a nuestros interrogantes sobre el mundo que nos rodea. Dios y los ángeles, los genes y los
átomos, los números y las figuras geométricas, el planeta Neptuno y el planeta Vulcano, la mente, etc.
son ejemplos de entidades que se han postulado a lo largo de la historia. Unas veces se acaba
descubriendo que tales entidades, de hecho, existen (los genes, los átomos, el planeta Neptuno, etc.),
otras veces descubrimos que no existían tales entidades y que estábamos equivocados (el planeta
Vulcano, por ejemplo).
Es en estos casos particulares en los que el problema ontológico surge. Alguien piensa que en el
mundo hay Dios y ángeles, eso le da sentido a su mundo. Alguien más está en desacuerdo. Cree que
en el mundo no hay cosas como Dios y los ángeles. Y aquí se inicia la controversia.
2. La dificultad del problema ontológico: La barba de Platón
De nuevo fue Quine quien llamó la atención sobre la dificultad del problema ontológico. Según su
punto de vista, esta se basa en la dificultad de la formulación de la controversia entre puntos de vista
contrapuestos acerca de lo que hay. De forma esquemática, en este tipo de disputas nos encontramos
con dos grandes tipos en los que se pueden categorizar a los participantes en el debate. Por un lado,
están quienes postulan entidades no evidentes, las cuales pueden pertenecer a diversos tipos
ontológicos. Dentro de este grupo hay diversas variantes. En efecto, están quienes postulan objetos
abstractos u objetos mentales. Por otra parte, están quienes se niegan a postular entidades de forma
indiscriminada.
Quine observó que, cuando la parte que se niega a postular entidades intenta formular la controversia
que mantiene con su oponente, este le acusa de caer en una contradicción, ya que al negar la
existencia de las entidades que postula la otra parte se ve obligado a afirmarla. Un ejemplo aclarará
esto. Supongamos que negamos la existencia de Heracles y afirmamos (1)
(1) Heracles no existe.
Para que (1) sea significativa, «Heracles» ha de tener significado. Ahora bien, ¿cuál es el significado
de «Heracles»? Tradicionalmente se ha supuesto que el significado de un nombre propio es el objeto
que nombra. Así, si (1) es significativa, entonces tiene que haber un objeto al que llamamos Heracles,
de lo contrario (1) no tendría significado. Ahora bien, el hecho de que (1) sea significativa implica que
caemos en una paradoja, pues al utilizar «Heracles» significativamente presuponemos su existencia,
para después negarla. A este argumento Quine lo llamó La barba de Platón
Quine pensó en una forma de resolver esta dificultad. En lugar de utilizar nombres, había que convertir
estos en predicados. Así, en vez de hablar de Heracles, lo haríamos de «la cosa que heracletea». De
este modo, (1) se reformularía como (2)
(2) La cosa que heracletea no existe.
La diferencia entre (1) y (2) es que en (1) se niega la existencia de un individuo concreto, Heracles,
mientras que en (2) se niega que haya algún individuo con la propiedad de heracletear.
Problema del ser

El problema fundamental de la filosofía es el de la relación que existe entre el pensar y el ser, entre el espíritu y la
Naturaleza. Engels hace notar que los filósofos se dividen en dos campos: idealistas y materialistas, según consideren
como primario el ser o la conciencia. Todos los representantes de la filosofía idealista toman como primario la conciencia,
la idea, el espíritu. En cambio, los materialistas consideran lo primario la Naturaleza, la materia, y la conciencia lo
secundario, como una propiedad de la materia, derivada de ella. El problema fundamental de la filosofía tiene, además,
un segundo aspecto; ¿estamos en condiciones de conocer el mundo circundante? La mayoría de los filósofos afirma la
posibilidad de conocer el mundo, pero hay algunos agnósticos que la niegan. El materialismo dialéctico refuta el
agnosticismo. Nuestras sensaciones, nuestras ideas y conceptos son copias, reflejos, del mundo objetivo. La práctica sirve
de criterio de la verdad o del error en nuestro conocimiento. “Desde el momento en que con arreglo a las propiedades que
percibimos en las cosas, las aplicamos a nuestro propio uso, sometemos las percepciones de nuestros sentidos a una
prueba infalible en cuanto a su exactitud o falsedad” (Engels). Sólo el materialismo dialéctico da una solución consecuente
y correcta hasta el final del problema fundamental de la filosofía. Problema de las relaciones del pensamiento con la
existencia, del espíritu con la naturaleza. Engels anota que los filósofos se dividieron en dos campos –”idealistas” y
“materialistas”– según que considerasen como primario la existencia, o la conciencia. Todos los representantes de la
filosofía idealista toman como primario, la conciencia, la idea, el espíritu. Los materialistas, por el contrario, consideran
como primario la naturaleza, la materia, y como secundario, la conciencia, propiedad de la naturaleza, derivada de la
materia.

El problema fundamental de la filosofía tiene además un segundo aspecto: ¿Estamos en condiciones de conocer el
mundo que nos rodea? La mayoría de los filósofos considera que es posible conocer el mundo que nos rodea; pero hay
filósofos agnósticos que niegan esa posibilidad. El materialismo dialéctico impugna el agnosticismo. Nuestras sensaciones,
representaciones y conceptos solo son copias, reflejos del mundo objetivo. La práctica sirve como criterio de la verdad o
falsedad de nuestro conocimiento. “En el momento en que, de acuerdo a las propiedades por nosotros percibidas, de una
cosa cualquiera, la utilizamos para nosotros mismos, en ese mismo momento sometemos a inequívoca verificación la
verdad o falsedad de nuestras percepciones sensibles” (Engels).

La solución consecuente hasta el fin del problema fundamental de la filosofía solo la da el materialismo dialéctico.

Cuestión fundamental de la filosofía

o cuestión suprema de la filosofía, es la de la relación entre el pensamiento y el ser, la conciencia y la naturaleza. Es


fundamental porque determina la solución de todos los demás problemas filosóficos. Engels hace notar que los filósofos
se han dividido en dos grandes campos, en idealistas y en materialistas, según que consideraran como dato primario la
conciencia, el pensamiento, o bien el ser, la naturaleza. Todos los filósofos idealistas consideran la conciencia, la idea, el
espíritu, como el dato primario. Para los materialistas, es la naturaleza, la materia lo que está en primer término, mientras
que la conciencia viene en segundo término como derivado de la materia. La solución materialista de la cuestión
fundamental de la filosofía es absolutamente hostil al dualismo, según el cual, la materia y el espíritu existirían
separadamente como substancias independientes.

“Por oposición al idealismo, el cual afirma que sólo nuestra conciencia tiene una existencia real y que el mundo material,
el ser, la naturaleza, sólo existen en nuestra conciencia, en nuestras sensaciones, en nuestras percepciones, en nuestras
ideas, el materialismo filosófico marxista parte del criterio de que la materia, la naturaleza, el ser, son una realidad objetiva,
existen fuera de nuestra conciencia e independientemente de ella, de que la materia es lo primario, ya que constituye la
fuente de la que se derivan las sensaciones, las percepciones y la conciencia, y ésta lo secundario, lo derivado, ya que es
la imagen refleja de la materia, la imagen refleja del ser; parte del criterio de que el pensamiento es un producto de la
materia al llegar a un alto grado de perfección en su desarrollo, y más concretamente, un producto del cerebro, y éste, es
el órgano del pensamiento, y de que, por lo tanto, no cabe, a menos de caer en un craso error, separar el pensamiento de
la materia”. (Stalin, “Sobre el materialismo dialéctico…”, en Cuestiones del leninismo, p. 643, Ed. esp., Moscú, 1941).

La cuestión de la relación del pensamiento con el ser tiene también otro aspecto que concierne a la posibilidad para el
hombre de conocer el mundo exterior. Por regla general, la filosofía idealista niega esta posibilidad. El materialismo
dialéctico refuta al agnosticismo ampliamente difundido entre los filósofos burgueses y según el cual, el mundo sería
incognoscible. Nuestras sensaciones, representaciones, conceptos, son copias, reflejos del mundo objetivo. La práctica
es la piedra de toque de la validez de nuestro conocimiento.

El gran mérito del marxismo consiste en haber demostrado que la cuestión de la relación entre el pensamiento y el ser
constituye el problema fundamental de la filosofía, y en haber aportado así y por primera vez en la filosofía, un criterio
rigurosamente científico para distinguir la filosofía materialista de toda variedad de idealismo cualquiera que sea su
máscara. La precisión y la profundidad de este criterio han permitido reducir las numerosas escuelas, orientaciones y
corrientes filosóficas en dos grandes campos diametralmente opuestos, y demostrar que la lucha en filosofía es
necesariamente entre el materialismo y el idealismo. Siendo la relación entre el pensamiento y el ser la cuestión suprema
de toda filosofía, el ser y el pensamiento constituyen las nociones más generales y más amplias. “Se pregunta ahora si
existen conceptos más amplios con los que pudiera operar la teoría del conocimiento, que los conceptos de: ser y pensar,
materia y sensación, lo físico y lo psíquico. No. Éstos son los últimos conceptos, los más amplios, más allá de los cuales
en realidad (si no se tienen en cuenta las modificaciones siempreposibles de la terminología) no ha ido hasta ahora la
gnoseología. Solamente el charlatanismo o la indigencia intelectual extremada puede exigir una ‘definición’ tal de estas
dos ‘series’ de conceptos últimos que no consistiera en una ‘simple repetición’: uno u otro está considerado como lo
primario” (Lenin, Materialismo y empiriocriticismo, pp. 155 y 156, Ediciones Pueblos Unidos, Montevideo, 1948).
La solución marxista de la cuestión fundamental de la filosofía se halla en la base del principio del espíritu de partido en
filosofía (ver), principio que impone como un deber a los filósofos marxistas el delimitar y oponer con precisión la filosofía
materialista y la filosofía idealista, y defender firmemente contra todas las variedades del idealismo, el materialismo
dialéctico, única filosofía científica.

1. Los problemas de la filosofía


Aristóteles (s. -IV) dijo que fue la admiración la que nos llevó a hacer las primeras indagaciones filosóficas. Lo que nos
mueve a interrogarnos sobre qué son las cosas es la admiración, la curiosidad que sentimos ante todo aquello que nos
rodea y ante las espectaculares manifestaciones de la Naturaleza. La curiosidad es un término que describe un conjunto
de mecanismos psicológicos del comportamiento que tienen el efecto de impulsar a los seres vivos a investigar, para
comprender y para adaptarnos al medio en que vivimos.

Lo que en un principio movió a los hombres a hacer las primeras indagaciones filosóficas fue, como lo es hoy,
la admiración. Entre los objetos que admiraban y de que no podían dar razón, se aplicaron primero a los que estaban a
su alcance; después avanzando paso a paso, quisieron explicar los más grandes fenómenos; por ejemplo, las diversas
fases de la Luna, el curso del Sol y de los astros y, por último, la formación del Universo. ... Por consiguiente, si los
primeros filósofos filosofaron para librarse de la ignorancia, es evidente que se consagraron a la ciencia para saber, y no
por miras de utilidad. El hecho mismo lo prueba, puesto que casi todas las artes que tienen relación con las necesidades,
con el bienestar y con los placeres de la vida, eran ya conocidas cuando se comenzaron las indagaciones y las
explicaciones de este género. Es por tanto evidente, que ningún interés extraño nos mueve a hacer el estudio de la
filosofía. (Aristóteles, Metafísica, I, p. 40)

La filosofía presocrática empezó interrogándose por el arjé o principio de todas las cosas y por las causas del
movimiento: nacimiento, corrupción y cambio. También por cómo podemos conocer.

Sofistas y Sócrates filosofaron sobre cómo debemos comportarnos.

Para Platón, filosofar es admirarse ante los múltiples sentidos posibles de todo lo real y, sobrepasándolos, ir a la fuente
de todos ellos: a la idea.

Para Aristóteles, la filosofía es la ciencia de los primeros principios y de las primeras causas de todas las cosas. Pretende
explicar qué son las cosas y por qué son cómo son.

En el periodo helenístico-romano (ss –III al III), la filosofía se convierte en preocupación ética cuyo objetivo es ofrecer un
modelo de vida, el del sabio, que busca la felicidad y la encuentra en la tranquilidad exterior y en la paz interior. La
filosofía es el arte de la vida basado en principios elaborados por la razón humana.

Durante el Renacimiento (ss XV-XVI) la filosofía intenta de nuevo explicar la naturaleza, la historia y el hombre en virtud
de sus propias leyes, sin recurrir a la voluntad de dios. Esto dio lugar a dos grandes núcleos temáticos. Por un lado, la
preocupación antropológica: reflexiones sobre la naturaleza de la libertad, el origen del poder, la ley natural y la
naturaleza de la sociedad. Y, por la otra, la preocupación por la naturaleza: la ciencia es el único medio adecuado para
poder comprender la naturaleza.

En la Modernidad (ss XVII-XVIII) se produce una “giro crítico” en las concepciones de la filosofía. Esta será considerada,
básicamente, como epistemología (o teoría del conocimiento) cuya tarea será la búsqueda y fundamentación de la
verdad científica.

Para Kant (s. XVIII) las preguntas de la filosofía son: ¿qué puedo saber? ¿qué puedo hacer? ¿qué puedo esperar? ¿qué es
el hombre?

El contenido de la filosofía en este sentido vulgar, da origen a las cuestiones siguientes: 1ª ¿Qué puedo yo saber? 2ª
¿Qué debo yo hacer? 3ª ¿Qué se necesita esperar? 4ª ¿Qué es el hombre? La metafísica contesta a la primera pregunta,
la moral a la segunda, la religión a la tercera y la antropología a la cuarta. Pero en el fondo se podrían todas contestar,
por la antropología, puesto que las tres primeras cuestiones se reducen a la última.

La filosofía por consiguiente, debe poder determinar: 1º Las fuentes del saber humano. 2º Los límites del uso posible y
útil de toda ciencia. 3º Por último, los límites de la razón. La última cuestión es siempre la más difícil y la más
importante; sin embargo, el filodoxo no se ocupa de ella. Introducción a la Lógica(1800)
Con el Idealismo alemán (primera mitad del s. XIX) culmina la pretensión, iniciada por Descartes, de convertir la filosofía
en ciencia. Para el Idealismo, la filosofía no es sólo el fundamento de la ciencia (Kant), sino la única ciencia: la filosofía es
el sistema de saber absoluto, la autoconsciencia de la humanidad conseguida dialécticamente. Su objeto son las
condiciones subjetivas que hacen posible las relaciones del hombre con el mundo, tanto teórica como prácticamente.

La filosofía contemporánea se caracteriza por la escasa valoración de la realidad trascendente (dios y el mundo
espiritual) y por la crisis de la razón como instrumento para el conocimiento absoluto (se duda de que la filosofía pueda
conseguir una descripción racional de la realidad)

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