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48 Los domingos DOMINGO 27/3/2005 ABC

ESPAÑA EN LOS SESENTA

Las 43 chicas de Béjar posan para la posteridad, nada más poner pie en tierra alemana, en Remscheid

El 29 de marzo de 1960 España firmó el convenio de emigración con Alemania y envió a Remscheid el primero grupo de
trabajadores, las «43 chicas de Béjar». Dos millones de personas las seguirían. 45 años después, aquellos cuyos ahorros alimentaron
y europeizaron España sienten que son la deuda impagada de la transición. Alemania prepara una exposición en su honor

¿Pero hubo alguna vez emigración?


POR RAMIRO VILLAPADIERNA ENVIADO ESPECIAL A REMSCHEID (ALEMANIA)

«U n par de años en Alema-


nia y…». Para la mayoría fueron mu-
chos más y algunos no han vuelto aún,
ta». España cerró esa página y abrió el
libro por otro lado. Obreros, maestros,
monjas, sindicalistas, antifranquis-
quería oír hablar de pasado, ni de po-
breza», dice el cura de la comunidad de
Düsseldorf. Y cuando «un grupo fui-
rral, «es que todos creían que iban a
mandar al volver».
«Todo esto duele», dice la señora Ma-
ni volverán ya. Entre 1960 y 1975, siete tas, asesores laborales, hijos y nietos, mos a hablar con Felipe», en su primer nuela, «y mucho», repiquetean sus
millones de españoles —un 20 por cien- quedaron perdidos entre esas páginas. viaje a Bonn como presidente, «ni se amigas en «la Asociación», casi todas
to del total— abandonaron sus casas «España se avergonzó», cree Vicen- molestó en recibirnos: que no había ve- antiguas compañeras de la fábrica
para irse a trabajar, de éstos entre dos te Riesgo, motor de la singular Asocia- nido a hablar con españoles…». Wülfing de Remscheid, en tanto hom-
y tres millones al extranjero: fue la ción de Padres, que tanto cooperó a la bres y maridos disimulan la compleji-
gran emigración, de cuyo arranque se preparación y destacado éxito de mu- El dolor del olvido dad de su situación tras una partida de
cumplen 45 años, y sin cuya influencia chos hijos, la segunda generación: «Para ellos fue fuerte, abrigaban mu- mus: no son de aquí ni de allí. Se que-
económica, social y política «no puede Francisco J. García Sanz es miembro chas ilusiones», admite el politólogo Ig- jan de «la falta de alegría» de Alema-
entenderse la España que hoy disfruta- de la directiva de Volkswagen, Juan nacio Sotelo, un puente entre el socia- nia, pero lamentan «el ruido, los hora-
mos», aduce un historiador. Con su Moreno es un leído columnista del dia- lismo español y el alemán, al través de rios y la informalidad» en España.
trabajo alimentaron a pueblos enteros rio alemán de mayor difusión. Pero «el UGT y ASO, y él mismo ya un asumido «También el mito de la mala sanidad,
y con su retorno europeizaron su país. primer gobierno socialista», en el 82, berlinés. En la universidad española porque ya no hay tanta diferencia», di-
«Esto España no lo sabe». con el que muchos se identificaban, le dijeron: ya has tenido tu oportuni- ce el columnista Moreno. No imagina-
Se sienten los grandes olvidados: «renegó de nosotros, nos cortó las ayu- dad fuera, ¿qué nos quieres quitar aho- ban tanto cambio en España. Venían
porque se fueron, porque volvieron das a los centros», lamenta Gregorio ra a nosotros? «Crees poder hacer una para dos años, para pagar una deuda,
con más, porque algunos con menos, Ramos, institución de la primera hor- aportación… pero nunca te llamarán». comprar una tienda, un vehículo, esca-
porque traían otras costumbres, por- nada en el Ruhr, y señala como respon- Salvo Arzalluz, Francisco Frutos o Ra- par a un matrimonio o a un sino: «Yo
que no entendían ya a España, porque sable a Carmen García Bloise. España fael Simancas —éste ya de segunda ge- me salí del convento un día 5 y el 6 esta-
nadie les hizo hueco, ni caso, ni quería estaba cambiando rápido, desde la fir- neración— tampoco en política encon- ba en Alemania», dice Pepita Lozano,
escuchar su larguísimo invierno, por ma del convenio (29-3-1960) hasta que traron comprensión emigrados y disi- que lleva 44 años. «Había un sentimien-
arrogancia de unos, vergüenza de se cerró (1973), la renta española había dentes, y, para desentendimiento, el to de provisionalidad: matarse, aho-
otros. Ningún político les dijo, «venga, pasado de 300 a 1.500 dólares, el mayor del PSOE del interior y el de Toulouse. rrar y volverse». Pero un tercio se reen-
regresad, ya es hora de hacer la male- crecimiento después de Japón. «No se «En el PCE», recuerda Crisanto Co- ganchaba siempre.

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