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PRÁCTICA 46: EXAMEN DE OPOSICIÓN DE CASTILLA LA MANCHA.

CONVOCATORIA DE 2002. CUESTIONES DE GEOGRAFÍA:

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El suelo se “construye”. En un principio aflora la roca desnuda o bien formaciones
superficiales recientemente incorporadas (aluvión fluvial o marino, depósitos de origen
glaciar, loees eólicos, etc.), y no cabe decir que exista suelo. Sin embargo, los agentes
atmosféricos provocan desagregaciones y alteraciones diversas de la roca. Además, poco a
poco comienza a desarrollarse sobre ellos la vida, comenzando a generarse musgos y
líquenes, creando una formación edáfica. Se trata entonces de suelos “jóvenes”, poco
profundos y con poca materia orgánica.
Bajo la acción del clima, el suelo “madura”. Y como los suelos originariamente diversos
pueden evolucionar bajo idéntico clima, resultan cada vez más uniformes, paliándose el
papel de la roca madre.
La riqueza de productos orgánicos vendrá condicionada por la abundancia de vegetación y
por los procesos de descomposición de los restos animales. El grosor del colchón de
horajarasca es variable en función de la formación vegetal en que se apoye. Bajo la acción
de hongos y bacterias, se crea el “humus”, dependiendo del clima (calor y humedad
favorecen su progreso; las hojas de las coníferas lo el frío y mediana humedad lo
enlentecen), de las materias vegetales, y del agua que posea el suelo: en uno saturado
siempre de agua, la descomposición se realiza al abrigo del aire, y por tanto, con lentitud
(se genera la turba). Los coloides que componen el humus se transforman en ácidos
húmicos, poco móviles, y en ácidos flúvicos, fácilmente arrastrados, por ser solubles en los
ácidos minerales. En definitiva, la evolución del suelo desemboca en la mineralización: los
compuestos orgánicos son transformados en moléculas minerales simples, capaces de ser
tomadas por las plantas en el agua. Todo ello constituye el “complejo absorbente” del suelo.
La formación vegetal que sea vive prácticamente en un circuito cerrado, ya que sus restos
devuelven al suelo casi la totalidad de los elementos que le ha sustraído. Gracias al humus
puede el suelo mantenerse y renovarse, siempre que persista la cubierta vegetal.
Los suelos, por su evolución, aumentan de espesor y ofrecen “perfiles” característicos.
Cuando un suelo ha podido evolucionar, su perfil tiene, en profundidad, diversos
“horizontes”, que se distinguen entre sí por su color (blanquecino, pardo, amarillo, rojo,
negro...) y el contenido en materia orgánica (humus), en arena o arcilla.
La diferenciación de horizontes se debe a “migraciones” de los elementos bajo el efecto del
agua infiltrada de arriba hacia abajo durante la estación lluviosa, y de abajo arriba en
período seco.
El “lavado” se da en regiones más o menos lluviosas. Consiste en que una cierta cantidad
de elementos constituyentes (carbonatos, sílice, etc.) son disueltos y arrastrados en
profundidad. Según el grado de lavado, tenemos:
-Horizontes orgánicos: son los horizontes A
-Horizontes enriquecidos, o “de acumulación”: son los B
-La roca madre: es el horizonte C

El perfil de suelo Nº 1 es un ejemplo característico de PODSOL o también llamado


ALFISOL, característico de climas templados húmedos, del tipo oceánico, como por
ejemplo los de la Europa atlántica (Cornisa Cantábrica española, etc.) La podzolización es
un proceso característico de las área con balance hídrico positivo situado entre las latitudes
medias y alta o en piso de alta montaña. La humedad abundante y las condiciones ácidas
permiten la eluviación de las bases con condiciones de materia orgánica mineralizada y

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óxidos, dando lugar a un horizonte A de textura arenosa y color ceniza. El horizonte B, que
recibe la llegada de óxidos livixiados es de corlo oscuro. Vemos las siguientes capas:
- Una capa de humus, restos orgánicos más o menos descompuestos. Se trata de un
primer horizonte superficial, A0, compuesto por una capa de cierto espesor de
mantillo o mullido de horajasca y restos orgánicos en vías de descomposición.
- Un horizonte humífero (A1) que se corresponde con una capa humífera de
estructura en grumos (l humus está mezclado con la materia mineral), coincidente
con un estrato de arcilla. La arcilla es una roca sedimentaria, plástica y tenaz cuando
se humedece. Se compone de un grupo de minerales aluminosilicatos formados por
la meteorización de rocas feldespáticas, como el granito. Su grano es de tamaño
microscópico y con forma de escamas, lo que provoca que la superficie de
agregación sea mucho mayor que su espesor, lo que permite un gran
almacenamiento de agua por adherencia (es hidrófila), dando plasticidad a la arcilla
y provocando la hinchazón de algunas variedades. Las arcillas varían en plasticidad,
todas son más o menos maleables.
- Un segundo horizonte, A2, correspondiente a una capa arcillosa, de considerable
potencia (es decir, espesor), de composición mineral, a cuyo término encontramos:
- Horizonte B, horizonte inferior enriquecido con elementos de la superficie, tanto
humus como minerales. Vemos los restos de una zona de alteración de la roca
madre, caliza, y fragmentos dispersos de calizas, en medio de una zona en la que
como decimos la mayor parte de las calizas, por reacción química, se han alterado y
desaparecido. La caliza es tipo común de roca sedimentaria, compuesta por calcita
(carbonato de calcio, CaCO3). Muchas variedades de caliza se han formado por la
unión de caparazones o conchas de mar, formadas por las secreciones de CaCO3 de
distintos animales marinos. Existen numerosas variedades, como la creta porosa y
con grano fino compuesta en su mayor parte por caparazones de foraminíferos; la
lumaquela es una caliza blanda formada por fragmentos de concha de mar. Es un
material sedimentario, formado por la acumulación de restos de esqueletos marinos,
plancton o animales conchíferos, cuyas características son: una dureza media (es de
los materiales sedimentarios más duros) y su talante reactivo soluble frente al agua
(el carbonato cálcico se diluye o precipita, generando bicarbonato cálcico).
- Finalmente, el último horizonte, roca madre, corresponde a una roca madre calcárea
afectada por una red de diaclasas y galerías, producto de la alteración de menor
grado que está causando el agua.

El perfil Nº 2 constituye un ejemplo de ferratilización. La ferralitización o laterización


ocurre en condiciones cálidas y húedas todo el año, y da lugar a suelos rojos con alto
contenido en hierro en relación ala sílice, que es el mineral más abundante en los demás
suelos, a causa de su resistencia a la alteración química y la disolución. El elevado
porcentaje de hierro es debido a que la sílice está sometida a una meteorización ambiental
muy agresiva. La acción de los microorganismos consume la materia orgánica tan
rápidamente que impide la formación de humus. Los óxidos de hierro forman nódulos y
niveles endurecidos en profundidades denominados costras o cortezas lateríticas.
presenta las siguientes capas:

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- Un primer horizonte superficial, A0, compuesto por una capa de cierto espesor de
mantillo o mullido de horajasca y restos orgánicos en vías de descomposición.
- Un segundo horizonte (A1), correspondiente a horizonte humífero de estructura en
grumos, de mucho mayor espesor o potencia que el perfil anteriormente comentado.
- Un tercer horizonte, A2, cuya composición es fundamentalmente mineral lavado,
que se corresponde con una zona de lixiviación o lavado mineral del estrato de
arcillas por efecto de la filtración del agua, que disuelve dichos minerales y los
transporta a capas inferiores.
- El siguiente horizonte, B, horizonte enriquecido o de acumulación, se corresponde
con un estrato arcilloso, que ha recibido aportes de hierro férrico más o menos
hidratado, arrancado del roquedo inmediatamente superior por el comentado
proceso de lixiviación. El contenido de bases es medio o alto. Generalmente, la
parte superior de este horizonte es más rica en humus, y la inferior en minerales
férricos.
- El punto BC, límite entre el estrato alterado y la roca madre, corresponde con la
transición entre arcillas y calizas
- La roca madre, C, está inicialmente alterada en su parte superior (con mayor
intensidad que en el ejemplo anterior), y sometida a una más profunda red de
galerías y diaclasas por la penetración del agua que se ha filtrado. Solo en la parte
final del perfil de suelo apreciamos roca madre inalterada. En todo el roquedo
madre tiene lugar un proceso de remoción de sodio, calcio, magnesio y potasio, por
la filtración del agua.

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El comentario de de situación sinóptica que se nos ofrece consta de un mapa de superficie y
uno de altura, en concreto correspondiente al de 300 mb. de presión: cada una de las
isohipsas marcan la altura a la que en ese punto se alcanza una presión de 300 mb.: en
condiciones de presión normal, este valor correspondería a 9.000 m., en tanto que las masas
anticiclónicas corresponden a alturas superiores a 9.000 metros, y las ciclónicas a alturas
inferiores a dicha cantidad: cuanto menor es la presión, menor es la altura a la que se
adquiere dicha presión, dado que la columna de aire que está por encima de dicho punto
(que es lo que “pesa” o ejerce presión, no la columna de aire que hay por debajo...), y, por
tanto, cuanto más mide la columna de aire precisa para alcanzar un “peso” de 300 mb., el
aire será “menos denso”. El mapa de 300 mb., frente al de 500 mb. (correspondiente a una
altura de 5.500 m., en condiciones de presión normales), permite observar de forma más
clara la posición del Jet-Stream, aunque por el contrario, el ejemplo que se nos plantea nos
hurta una información esencial, como es la de la distribución de las temperaturas (líneas
isotermas), por lo que nunca podremos saber si existen gotas frías o cálidas en altura.
Hecha esta precisión metodológica, vamos a comentar en primer lugar el MAPA DE
SUPERFICIE:

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Obervamos la existencia de un centro anticiclónico sobre la parte central de la Península
Ibérica, de valores entre moderados y fuertes (1032 mb., siendo lo normal 1013 mb.), con
forma de doral extendida hacia el oeste. Se trata de un centro que en altura coincide aunque
no exactamente con disposición del anticiclón dinámico (centrado éste aproximadamente a
la altura de las Azores). Podría tratarse, por tanto, de un anticiclón dinámico, dada esta
coincidencia: se trataría del Anticiclón de las Azores, tropical húmedo, cálido y marítimo.
En segundo lugar, entre los dos centros anticiclónicos se describe una figura de puente o
calzada (que coincide con Cataluña y el valle del Ebro). También vemos dos centros de
bajas presiones, en este caso inequívocamente dinámicas (coinciden con la baja en altura),
correspondientes con la Baja de Islandia, polar marítima, fría y húmeda. Entre ellas se
observa un desfiladero. Su valor es muy pronunciado (972 mb., frente a los 1013 normales),
alejándose por tanto 42 mb. de la presión normal. La zona de máximo gradiente bárico del
mapa se observa sobre Inglaterra.
Al sur de las Canarias se observa una zona de pantano barométrico.
Los centros de bajas presiones en superficie describen una ligera forma de vaguada, y están
asociados a las líneas del frente y la borrasca ubicada al oeste de Irlanda, de las que luego
hablaremos.
En cuanto a los vientos en la Península Ibérica, tendríamos que decir en primer lugar que
apenas tendrían la fuerza de una ligera brisa, dado que el gradiente bárico observado es
muy débil: las máximas diferencias báricas en puntos d ela península apenas llegan 4
milibares, para un total de 7º de latitud aproximadamente. La dirección del viento será en
toda la penínula, Baleares y Canarias anticiclónica: en la Cornisa Cantábrica, la dirección
prevalente será Oeste-Este; en el Levante, prácticamente Norte-Sur, en la costa andaluza
oriental Este-Oeste, y en la parte occidental de Andalucía, literamente Sureste-Noroeste, en
tanto que en Extramadura y Castilla-León en su parte oriental, el viento tendrá dirección
Sur-Norte, siempre con velocidades de circulación mínimas, estando prácticamente en
calma.
Vemos una familia de frentes. El primero de ellos, el situado en parte de Cataluña y que se
prolonga en sentido Sur-Norte, tiene un ramal frío en zona anticiclónica. Si lo comparamos
con la posición de las isohipsas en altura, vemos que se trata de un frente NO ACTIVO,
dado el ángulo claramente abierto (superior a 45º). En el extremo izquierdo del mapa
vemos un ramal de frente frío, que, al ser cotejado con la disposición de las isohipsas en
altura, forma un ángulo cerrado (menor de 45º), lo que implica que se trata de un frente
ACTIVO. Vemos también que, asociada a la borrasca situada al norte de las Islas británicas,
exite una borrasca, que se encuentra en fase de madurez. El ramal cálido al que la misma
está asociada es igualmente activo, lo mismo que parte del frente frío que barre Irlanda y
Gran Bretaña. Todo este aparato de frentes y borrasca está asociado a la baja de Islandia.
En el mapa de altura vemos en primer lugar la existencia de una baja de 8520 metros (la
presión de 300 mb. se alcanzaría en condiciones normales a los 9.000 metros), con forma
de ligera baguada, aunque no excesivamente cerrada. Existe una dorsal anticiclónica
centrada aproximadamente en las Azores, con forma muy pronunciada, con un máximo de
9480. En general, en altura existe un acusado gradiente bárico, especialmente en la parte
norte de Gran Bretaña (lo que, lógicamente, coinciden con la flecha negra que indica la
trayectoria principal del Jet-Stream), donde vemos muy próximas las isohipsas.
La posición del Jet es septentrional, siendo su velocidad de circulación relativamente alta
(por la forma en que se disponen la isohipsas, casi rectas). Esto implica que las masas de
aire tropical se encuentran en una posición bastante desplazada hacia el norte, afectando

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prácticamente a la totalidad de las islas británicas. La situación es característica del verano
boreal.
Sobre gran parte del norte de África apreciamos una zona de pantano barométrico, y,
aunque no se aprecia en su totalidad en el mapa, vemos una zona de difluencia que estaría
situada en la parte nororiental de Gran Bretaña. Posiblemente corresponda con una
situación de bloqueo en forma de delta, aunque se dispondría fuera de lo que el mapa
ilumina.
En términos generales, el mapa de superficie y el de altura coinciden, aunque los centros de
acción de los respectivos individuos barométricos no se ubiquen exactamente en las mismas
coordenadas (en parte por la figura de difluencia y situación de bloque en delta que hemos
descrito)
El pronóstico del tiempo sería el siguiente: en la Península Ibérica, tiempo seco y soleado,
con una mínima posibilidad de precipitación únicamente en la zona posterior del frente frío
que roza parte de Cataluña (aunque hemos dicho que no es activo, y coincide con una
situación anticiclónica). Apenas circularán vientos, con intensidad de brisa. Es una
situación característicamente veraniega.
Realmente, las únicas áreas que presentan posibles precipitacionees son el Atlántico, al
oeste de Irlanda, por la borrasca y frentes activos, parte del sur de Irlanda y algunas zonas
de la parte centra de Gran Bretaña. La baguada en altura podría dejar algunas
precipitaciones en su parte anterior, coincidente con la zona del Atlántico situada más al
norte de Gran Bretaña: si bien es una baguada escasamente cerrada, y con un gradiente
débil, por lo que serían débiles.
Obviamente, en ausencia de las isotermas no podemos comentar la incidencia de gotas de
aire frío o de aire cálido, por lo que la previsión del tiempo excluye dichas posibilidades.
No obstante, el flujo del Jet que vemos en el mapa de altura no es el característico que se
corresponde con la creación de gotas frías o cálidas.
La previsión del tiempo que podemos establecer es la siguiente: dado que el aparato de
bajas y sus frentes y borrascas asociadas coincide en su forma con la disposición del Jet,
por lo que podemos afirmar que se encuentran “en onda”. De esta forma, ese aparato de
frentes y borrascas evolucionará de forma previsiblemente rápida, aunque no llegará a
afectar a la Península, discurriendo por el norte de la misma en los próximos días.

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