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Imperio babilónico

Babilonia (akkado-babilonio Bābili o Babilim) fue un


Babilim / Babilonia
antiguo imperio localizado en la región central-sur de
Mesopotamia, teniendo su epicentro en la ciudad de
1792 a. C.-539 a. C. →
Babilonia y que llegó a extenderse por Acad y Sumeria,
arrebatando la hegemonía a las dinastías amorritas de
Isín y Larsa del llamado Renacimiento sumerio. Su
historia se divide en dos etapas principales, separadas
entre sí por el período de dominación asiria; el imperio
paleobabilónico o amorrita (1792 a. C.–1595 a. C.) y el
imperio neobabilónico o caldeo (626 a. C.–539 a. C.). El
imperio babilónico fue sucedido por el persa tras las
conquistas de Ciro II el Grande.

En Babilonia se hablaba el acadio (lengua semítica) y


Mapa del Imperio babilónico entre 1792 a. C. y 1595 a. C.
mantuvo el lenguaje escrito acadio para uso oficial (el
(Época de Hammurabi)
idioma de su población nativa), a pesar de sus
fundadores, los amorreos y sus sucesores los casitas, que Capital Babilonia
no tenían el acadio como idioma nativo. Sin embargo,
conservó la lengua sumeria para un uso religioso, a pesar Idioma principal El amorreo, el casita y
de que en el momento en que fue fundada Babilonia, el acadio, con sus dos
probablemente ya no era una lengua hablada. Las variantes: el asirio y el
antiguas tradiciones acadias y sumerias jugaron un papel babilonio.
importante en la cultura babilonia (y asiria), y la región Religión Politeísmo babilónico,
seguirá siendo un importante centro cultural, incluso en siendo Marduk su dios
períodos prolongados y largos de gobiernos externos. principal.

Gobierno Monarquía

Índice Historia
• Establecido 1792 a. C.
Etimología y referencias históricas
• Disolución 539 a. C.
Historia
El Imperio amorreo o paleobabilónico
La Babilonia de los casitas
El dominio asirio
El Imperio caldeo o neobabilónico
El fin del Imperio babilónico: la conquista persa
Babilonia en los textos bíblicos
Tecnología babilónica
Véase también
Referencias
Enlaces externos
Etimología y referencias históricas
La forma castellana del topónimo, Babilonia, proviene del griego Babylon, a través del latín: Babylonia. Ambas
reflejan el término acadio: Babilum; «La Puerta de Dios», traducido. En el libro bíblico del Génesis es llamada Babel.

Entre las fuentes clásicas sobre Babilonia destacan:

Heródoto (siglo V a. C.), la menciona en Los nueve libros de historia . Entre otras, narra el matrimonio sagrado
de una sacerdotisa con un dios, celebradas en un zigurat, mediante un ritual para asegurar la prosperidad del
lugar. Sobre sus murallas, decía que eran tan anchas en su superficie, que un carro tirado por ocho caballos
podía darse la vuelta
Beroso el caldeo (siglo III a. C.), sacerdote babilónico, que en su crónica en griego Babiloniaka, nos ha dejado
una historia de Babilonia, aunque sólo se han conservado citas.
Plinio el Viejo (siglo I), en su obra Naturalis Historia, hablaba de Babilonia, por su sistema de regadío como el
ager totius orientis fertilissimus («la tierra más fértil de todo el Oriente»).

Historia

El Imperio amorreo o paleobabilónico


Los amorreos se establecieron entre los ríos Tigris y Éufrates, haciéndose sedentarios y mezclándose con la población
sumeria, como consecuencia subirían al poder dinastías de origen amorrita en distintas ciudades del centro y sur de
Mesopotamia.

La más importante en Babilonia, ya que el propio Hammurabi sería amorreo. A los inicios del imperio paleobabilónico
la población era pues una mezcla acadio-amorrita.

Los amorreos que se mantuvieron nómadas, fueron contenidos fácilmente al principio pero conforme el imperio de Ur
III fue perdiendo su poder, estos se fueron volviendo más peligrosos.

Con la caída de Ur III y acabada la época de dominio sumerio, empieza una época en la que los semitas obtendrían la
mayor importancia a través de pueblos como los acadios o los amorreos. Los elamitas apenas disfrutaron su
conquista.

Los mayores ganadores de la caída de Ur fueron primero los acadios del reino de Isín y después los amorreos, que en
un siglo llenarían Mesopotamia de reinos, quedando lo que fue el imperio de Ur fragmentado en numerosos reinos
amorreos y acadios cuyas capitales serían ciudades que hasta ese momento habían tenido poca importancia.

En la alta Mesopotamia, la ciudad de Assur con los reyes de origen amorreo comenzará a ganar importancia tras
vencer en una guerra por el control de las rutas comerciales a Ešnunna y Mari.

Situada a ambas orillas del Éufrates, la ciudad de Babilonia mantuvo en su origen una posición moderada, bajo la
sombra de la cercana y más poderosa Kiš.1 ​ Comenzó a cobrar importancia con la llegada de los amorreos entre el
2000 y el 1800 a. C., que se erigieron reyes de la ciudad.1 ​

Los amorreos, también semitas, se adaptaron fácilmente a la lengua acadia, propiciando el declive del sumerio.
También se amoldaron con facilidad al panteón mixto sumerio-acadio, rindiendo culto a Marduk, deidad protectora
de la ciudad.1 ​
En torno al 1782 a. C. llegó al trono el sexto miembro de esta dinastía,
Hammurabi. En este tiempo al norte y sur de la ciudad se encontraban los
territorios de las ciudades de Assur (que dará nombre a Asiria) y Larsa, más
poderosas pero con monarcas envejecidos.1 ​ En 1763 AdC Hammurabi venció a
Rim-Sin de Larsa, apoderándose de la parte sur de Mesopotamia. En 1755 a. C.
tomó igualmente Asus, haciéndose con el poder de todo el valle de los ríos Tigris
y Éufrates.1 ​ Con el triunfo de Babilonia sobre el resto de Mesopotamia, también
su dios principal, Marduk, fue alzado a la cabeza del panteón de dioses locales. El Código de Hammurabi es
la primera ley escrita de la
Hacia el 1800 a. C. comenzaron a producirse una serie de invasiones nómadas que se tiene constancia. La
provenientes del norte del Cáucaso y de Escitia. El ataque por parte de nómadas figura superior muestra al
a la región había sido una constante durante los siglos anteriores, pero con la propio Hammurabi en
domesticación del caballo y su utilización para el tiro de carros de guerra, los posición humilde ante Šamaš,
dios del Sol. Bajo ella están
nómadas consiguieron una ventaja militar que les permitió penetrar en la zona.1 ​
escritas casi 282 leyes con
objeto de regir las decisiones
Uno de estos grupos fueron los hurritas, que ocuparon gran parte del territorio
de los jueces. Erigida
que Asiria había conquistado durante el reinado de Šamši-Adad I, fundando el
originalmente en el templo de
reino de Mitani hacia el 1500 a. C. y haciendo a los asirios subsidiarios suyos. la ciudad de Sippar, a orillas
También se extendieron por Canaán, donde fundaron algunos reinos, llegando del Éufrates, fue trasladada a
hasta el Antiguo Egipto, donde conquistaron la parte norte y fueron conocidos Susa por Shutruk-Nakhunte
como hicsos.1 ​ en 1200 a. C. Actualmente se
encuentra en el Museo del
Otro de estos grupos fueron los hititas, que se establecieron en la parte oriental Louvre de París.1 2​ ​
de Anatolia a partir del 1700 a. C. fundando el conocido como Antiguo Reino. La
lengua hitita era de origen indoeuropeo, lo cual no les impidió adoptar la
escritura cuneiforme de los acadios.1 ​

Durante los años siguientes, hititas y hurritas se enfrentaron en el norte de Mesopotamia. En torno al 1600 a. C.,
durante el reinado del rey Mursili I los hititas derrotaron a los hurritas, dominando Asiria y haciendo incursiones en
Babilonia, a la cual redujeron hasta las dimensiones anteriores a la conquistas de Hammurabi.1 ​ Este periodo
coincidió con la entrada de los nómadas casitas provenientes de los montes Zagros, quienes aprovecharon el
debilitamiento de Babilonia para atacarla. Finalmente tomaron la ciudad en 1595 a. C.1 ​

La Babilonia de los casitas


Los casitas no tardaron en adoptar la lengua y la religión del territorio
que ocuparon, restaurando incluso el templo de Marduk de Babilonia.
Hacia 1330 a. C. reconstruyen Ur.

Mientras, los antiguos invasores nómadas siguieron siendo expulsados


del resto de los territorios. Así, hacia 1580 a. C. los nativos egipcios
derrotaron a los hicsos del bajo Egipto y continuaron su avance más allá
del Sinaí, derrotando durante el reinado de Tutmosis III a una
confederación de ciudades cananeas en la batalla de Megido, en 1479 a. C.
Posteriormente siguieron hacia el norte, derrotando al reino de Mitanni,
Babilonia durante la dinastía casitas, al cual obligaron a rendir tributo. Tras la muerte de Tutmosis III, Egipto
siglo XIII a. C. perdió fuerza en el norte, resurgiendo los hititas, que formarían hacia
1375 a. C. el llamado Nuevo Reino.
En Asiria, Ashur-uballit I llegó al trono en 1365 a. C. y emprendió una serie de reformas hasta constituir el llamado
Primer imperio asirio. Su sucesor atacó Mitani, saqueando su capital en el siglo XVI a. C. y conquistando el resto del
territorio en los 30 años siguientes. En 1274 a. C. subió al trono asirio Salmanasar I, quien emprendió una serie de
conquistas hacia el oeste, llegando hasta la frontera del reino hitita. Su sucesor Tukulti-Ninurta I amplió las fronteras
por el norte, penetrando en el Cáucaso y por el este, hacia los montes Zagros.

Finalmente, el monarca asirio se dirigió hacia el sur, hacia los territorios administrados por los casitas, entre los que
se encontraba Babilonia. Los casitas fueron vencidos, siendo obligados a pagar tributos al rey de Asiria.

Hacia 1200 a. C. comenzaron a llegar oleadas de unos nuevos invasores provenientes del Mediterráneo. Fueron
conocidos como Pueblos del Mar y su presencia se sintió prácticamente en todas las regiones del Mediterráneo
oriental. El pueblo que más afectado se vio por estas invasiones fueron los hititas, cuyo imperio, previamente
debilitado por la expansión asiria, fue completamente destruido por ellas. Los Pueblos del Mar también dañaron tanto
a Egipto como a Asiria, por lo que Babilonia y especialmente el reino de Elam –
en el extremo oriental de Mesopotamia– se vieron beneficiados.

Los elamitas aprovecharon la situación marchando hacia el oeste, tomando


Babilonia y las ciudades vecinas. En 1174 a. C. se llevaron de la ciudad las
tablillas que contenían el código de Hammurabi y la estela de Naram-Sin.

1124 a. C. fue el año que vio el fin de la dinastía casita, con la toma del poder por
un nativo babilonio, que será llamado Nabucodonosor I. El nuevo rey derrotó a
los elamitas, iniciando un breve período de independencia para la región.

El dominio asirio
Hacia el 1300 a. C. en las montañas del Cáucaso se desarrolló un nuevo tipo de
metalurgia, la del hierro. Durante ese período la región había sido controlada
por los hititas, pero con su caída, el manejo del nuevo metal pasa a los asirios. La piedra Michaux es un
kudurru perteneciente al
Es posible que el dominio de esta nueva técnica contribuyese a las posteriores período de la dominación
victorias militares de los asirios, al dotarles de armas más resistentes que sus casita de Babilonia. Está
pueblos vecinos y proporcionarles un bien valioso con el que comerciar.5 ​ Siendo escrito en lengua acadia
mediante símbolos
o no así, en 1115 a. C. llegó al trono asirio Teglatfalasar I, quien emprendió una
cuneiformes. Descubierta en
campaña de conquistas hasta recuperar el territorio poseído durante el reinado
1782 por el botánico francés
de Tukulti-Ninurta I. En 1103 a. C. atacó y venció a Nabucodonosor I de Michaux, fue el primer
Babilonia. testimonio de la civilización
mesopotámica que llegó a la
Hacia el siglo XII a. C. un nuevo pueblo semita emergió del desierto de Arabia, Europa moderna.3 4​ ​
fueron los arameos. Durante el reinado de Teglatfalasar I, Asiria consiguió
mantenerlos fuera de sus fronteras, pero tras su muerte, los arameos comienzan
a penetrar en el país, debilitándolo durante el siglo y medio siguiente. Esta situación fue aprovechada por los pueblos
cercanos para fortalecerse. Es el período de auge de los reinos de Israel –reinado del rey David– y del reino de
Damasco.5 ​

El 911 a. C. Adad-nirari II ascendió al trono de Asiria, quien tras reorganizar el ejército consiguió derrotar a los
principados que los arameos habían fundado. A este rey le sucedió Tukulti-Ninurta II, quien sólo reinó cinco años.5 ​
Durante este período se incrementó la explotación y los suministros de hierro disponibles, lo cual permitió equipar
completamente al ejército con armas de este metal.5 ​ Otro factor decisivo fue el desarrollo de maquinaria de asedio,
como el ariete, que permitió el derribo de murallas y por tanto acabó con la necesidad de organizar largos asedios para
tomar las ciudades.5 ​

Todos estos avances los aprovechó Asurnasirpal II quien consiguió derrotar definitivamente a los principados
arameos, llegando hasta el Mediterráneo. Su sucesor, Salmanasar III, también contó con esta ventaja, pero sus fuerzas
estuvieron divididas en tantos frentes que no consiguió infligir ninguna derrota definitiva a sus enemigos.5 ​ Sus
principales oponentes fueron el reino de Urartu –situado al norte del Imperio asirio, en torno a la actual Armenia–, la
tribu semítica de los caldeos –proveniente de Arabia– y los medos, de origen indoeuropeo. Estos últimos introdujeron
en la región un tipo de caballo, posiblemente conseguido mediante crianza, de mayor tamaño y fuerza, de forma que
podían ser cabalgados por una persona. Este avance se expandió rápidamente, llegando a Asiria al tiempo que los
nuevos pueblos.5 ​

Antes de la muerte de Salmanasar III su hijo mayor se rebeló tratando de tomar el trono, llegando esta revuelta hasta
la muerte del rey, tras la cual será su hijo menor –Shamshi-Adad V– el que hereda el trono y derrota a su hermano.
Tras su muerte su hijo Adadnarari III, aún un niño, recibe el título, pero debido a su edad será la mujer del rey,
Semíramis, la que gobierne como regente.5 ​

Este fue un período de estancamiento para Asiria y de reforzamiento para los reinos que la rodeaban. Así, Urartu
alcanzó su apogeo en el reinado de Argishti I (778 a. C. - 750 a. C.) y el reino de Israel vivió un nuevo período de
prosperidad con el reinado de Jeroboam II.5 ​

Está situación se extendió por los reinados de Salmanasar IV, Ashurdan III y Ashur-nirari V, terminando al
producirse un levantamiento militar que culminará con el nombramiento de una nueva dinastía y un nuevo rey,
Tiglath-Pileser III,5 ​ quien tras reorganizar el ejército se dispuso a conquistar los reinos vecinos. Derrotó a los medos
en el este, obligándoles a rendir tributo a Asiria. En el oeste, terminó con el período de independencia de los reinos
locales, haciendo vasallo a Israel y conquistando el reino arameo de Damasco. En el norte conquistó la mitad
meridional de Urartu. Y en el Sur, en Babilonia, aprovechando una disputa dinástica de la dinastía caldea, se hizo con
el título de rey.5 ​

A Tiglath-Pileser III le sucedió Salmanasar V, quien aparte del trono de Asiria heredó también el de Babilonia. El
nuevo rey duró cinco años pues en 722 a. C. fue depuesto en una revuelta que terminó con la joven dinastía.5 ​ El nuevo
rey, tal vez un general, se dio el nombre de Sargón II (en acadio rey legítimo) por lo que él y sus sucesores fueron
llamados Sargónidas. Con los Sargónidas Asiria vivió una etapa de esplendor militar, pero las continuas guerras y
rebeliones, pese a ser sofocadas, iban socavando la economía de la región.5 ​

Este período correspondió con la entrada de los cimerios en la región, provenientes de Escitia, al norte del mar Negro.
Atacaron lo que quedaba de Urartu, lo que fue aprovechado por Sargón II para invadir el país. Ante esto, Urartu tuvo
que aceptar rendir vasallaje a Asiria, junto a la cual consiguió derrotar a los nómadas.5 ​

En Babilonia, un noble local aprovecho la guerra en el norte para autoproclamarse rey, haciéndose llamar Marduk-
apal-iddina II (llamado en la Biblia Merodac-Baladán). Conservó el título durante diez años, hasta que los asirios
pudieron marchar hacia el sur y deponerlo, siendo enviado al exilio en 711 a. C. y recuperando Sargón II el título.5 ​

Tras la muerte de éste, su sucesor, Senaquerib, tuvo que enfrentarse a una nueva rebelión en Babilonia, esta vez
auspiciada por los elamitas.5 ​ Para derrotarlos ideó una ingeniosa campaña. En vez de atravesar Babilonia hasta llegar
a Elam, mandó construir una flota en la parte superior del Éufrates, y la dirigió río abajo, hacia su desembocadura en
el golfo Pérsico. Una vez allí, navegó y desembarcó directamente en Elam. Pero los elamitas idearon un contraataque
igual de ingenioso. En vez de combatir contra el ejército asirio se dirigieron hacia el territorio de estos, pasando por
Babilonia, y dejando sus tierras defendidas por unos pocos hombres. Ante esta situación, el ejército asirio no podía
más que volverse.5 ​ Senaquerib entonces se dirigió a Babilonia, la conquistó y la destruyó en 689 a. C. La destrucción
fue prácticamente completa y sólo los esfuerzos de su sucesor, Asarhaddón, permitieron su reconstrucción.5 ​ Durante
el reinado de éste el Imperio asirio se mantuvo y llegó a su máxima extensión. Se emprendieron una serie de
campañas, principalmente hacia Egipto, logrando los asirios saquear la ciudad de Memphis.5 ​ Tras la muerte de
Asarhaddón le sucedió su hijo menor, Asurbanipal y su reinado estuvo marcado tanto por las guerras contra cimerios
y elamitas –a quienes derrotó completamente destruyendo Susa en 639 a. C.5 ​–, como por la construcción de la
biblioteca de Nínive.5 ​ Durante el final de su reinado, llegó al trono de Babilonia Nabopolasar, aún como vasallo, pero
tras la muerte del rey Babilonia declaró su independencia.5 ​

El Imperio caldeo o neobabilónico


La independencia de Babilonia supuso de inmediato la guerra entre ésta y Asiria. Coincidiendo con la rebelión en el
sur, al noroeste, un jefe medo llamado Ciáxares consiguió unificar bajo su mando un grupo de tribus medas y
escitas.6 ​ Ciáxares firmó una alianza con Nabopolasar, sellándola con el matrimonio entre su hija y el hijo del rey
babilonio en el 616 a. C. De esta forma, medos desde el norte y caldeos desde el sur, atacaron conjuntamente Asiria,
quien, viéndose rodeada, firmó una alianza con sus antiguos enemigos de Egipto.6 ​ La ayuda egipcia no llegó a tiempo.
En 614 a. C. cayó la ciudad de Assur y, finalmente, en 612 a. C. medos y caldeos tomaron la capital asiria, Nínive, la
cual fue saqueada de tal forma que no quedaron más que ruinas. La caída asiria fue celebrada por los reinos
anteriormente sometidos. Así la Biblia lo relata:

Se han abierto las puertas de los ríos, y el templo ha sido arrasado. Ha sido llevada cautiva su
reina y las mujeres conducidas a la esclavitud [...] Y Nínive con las aguas ha quedado hecha
una laguna [...] Devastada ha quedado ella, y desgarrada y despedazada [...] ¡Ay de ti, ciudad
sanguinaria, llena toda de fraudes y extorsiones, y de continuas rapiñas!

78
​ ​

Tras la caída de Nínive, el ejército asirio resistió unos años más en la


ciudad de Harrán. El ejército egipcio, entretenido en una campaña
contra los judíos, no llegó a tiempo de rescatar la ciudad, que cayó
finalmente en 605 a. C.6 ​ Tras la derrota asiria, el ejército babilonio,
marchó a por el egipcio. Al mando ya no estaba Nabopolasar, quien
había enfermado, si no su hijo, que sería conocido como
Nabucodonosor II. Se enfrentó a los egipcios en la Batalla de
Karkemiš, derrotándoles completamente. Esta batalla supuso que Mapa del Oriente Medio hacia el año
toda la región de Canaán quedase bajo control caldeo.6 ​ A partir de 600 a. C. Esta fecha estuvo marcada por
este momento nace el llamado Imperio babilónico o caldeo, que la reciente desaparición del Imperio
dominará una extensión de terreno tan importante como su neoasirio y su reparto entre caldeos y
predecesor, el Imperio asirio. medos así como la victoria del monarca
caldeo, Nabucodonosor II ante los
El dominio de Canaán no estuvo exento de problemas. Los egipcios egipcios, consiguiendo así el control de
toda la región de Canaán.
alentaron las revueltas locales y se sucedieron los levantamientos de
los reinos y ciudades-estado de la región. Así, en el 598 a. C. el reino
de Judá se rebela. Es derrotado y algunos líderes de la rebelión son enviados al exilio, llegando al trono un nuevo rey,
Sedecías. Esto no impidió que se produjeran nuevas rebeliones, y en 587 a. C. el pueblo de Judá, cuyo rey estaba
siendo alentado por los egipcios, vuelve a levantarse en armas. Este periodo coincide con la actividad del profeta
Jeremías, que según dice la Biblia pidió al rey judío la rendición ante los caldeos, profetizando en caso contrario la
destrucción de Jerusalén:

Dijo, pues, Jeremías a Sedecías: Esto dice el señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Si te sales
y te pones en manos de los oficiales del rey de Babilonia, salvarás tu vida, y esta ciudad no será
entregada a las llamas, y te pondrás en salvo tú y tu familia. Pero si no vas a encontrar a los
oficiales del rey de Babilonia, será entregada la ciudad en poder de los caldeos, los cuales la
abrasarán y tú no escaparás de sus manos

9​

Fueron de nuevo derrotados, y en esta ocasión la represión fue más dura: según el mismo Jeremías, los babilonios, a
su entrada a la ciudad, mataron a la familia de Sedecías y a él le sacaron los ojos y le condujeron al exilio a la ciudad de
Babilonia. También al exilio fue enviada el resto de la población, tanto nobles como plebeyos. Sin embargo a los
pobres se les mantuvo en libertad, concediéndoles tierras.10 ​ La ciudad de Jerusalén fue arrasada y el palacio real, las
viviendas y las murallas destruidas.6 10
​ ​

Otro foco de insurrección en el oeste fue la ciudad de Tiro, situada entonces en una isla –hoy península– a orillas del
Mediterráneo, en el actual Líbano. Nabucodonosor II envió allí su ejército, que se situó en la costa, frente a la isla, y
levantó un asedio. Sin embargo, la superioridad naval tiria hizo inútil el sitio, que duró trece años, tiempo tras el cual
se firmó una paz, consistente en el vasallaje de la ciudad.6 ​

Durante la segunda mitad de su reinado, Nabucodonosor II se dedicó a embellecer la ciudad de Babilonia,


convirtiéndola en la mayor metrópoli de su época.6 ​ Así la describió Heródoto un siglo después:

La Asiria tiene muchas y grandes ciudades, pero de todas ellas la más famosa y fuerte era
Babilonia, donde existía la corte y los palacios reales después que Nino [Nínive] fue destruida.
Situada en una gran llanura, viene a formar un cuadro, cuyos lados tienen cada uno de frente
ciento veinte estadios, de suerte que el ámbito de toda ella es de cuatrocientos ochenta. Sus
obras de fortificación y ornato son las más perfectas de cuantas ciudades conocemos.
Primeramente la rodea un foso profundo, ancho y lleno de agua. Después la ciñen unas
murallas que tienen de ancho cincuenta codos reales, y de alto hasta doscientos, siendo el
codo real tres dedos mayor del codo común y ordinario.

11 ​

De esta etapa datan algunos de los monumentos más célebres de la ciudad mesopotámica. Es el caso de la Puerta de
Istar, o de los Jardines colgantes de Babilonia.

Nabucodonosor muere en el 562 a. C., siendo sucedido por su hijo Evilmerodac (Amel-Marduk) quien a los dos años
fue víctima de una conspiración siendo depuesto por su cuñado, que se hizo llamar Neriglisar (Nergal-sharusur).
Cuatro años después moría el nuevo rey, siendo sucedido por su hijo Labashi-Marduk, cuyo reinado acabó ese mismo
año al ser víctima de una conspiración, acabando así la dinastía iniciada por Nabopolasar.6 ​

Tras esto fue puesto el trono Nabu-naid, más conocido como Nabónido, quien relegó las tareas militares en su hijo
Balâtsu-usur (en acadio: Baal protege al rey), más conocido como Baltasar o Belsasar. Mientras tanto, el monarca se
dedicó a tareas culturales, recopilando y estudiando antiguas escrituras.6 ​
El fin del Imperio babilónico: la conquista persa
Durante el reinado de Nabónido, en la vecina Media se sucedió la inestabilidad. Un nuevo jefe llegó al principado de
Anshan, vasallo del reino medo. Se hizo llamar Ciro II de Anshan, más conocido como Ciro el Grande.12 ​ En 559 a. C.
el nuevo rey se declaró independiente de Media, lo que supuso la guerra. No sólo consiguió mantener la
independencia del principado, sino que en 550 a. C. tomó la capital meda, Ecbatana, convirtiéndose así en el nuevo
monarca de toda la región. A continuación Ciro se lanzó a la conquista del reino de Lidia, en Asia menor, cuya
conquista completó en el 547 a. C.12 ​

Durante estas campañas Nabónido de Babilonia se mantuvo inactivo. Sin embargo, tras la caída de Lidia, buscó la
alianza de Egipto contra el posible invasor. Ésta resultó inútil y en 539 a. C. Ciro se encontraba atacando la capital
babilonia. La caída de la ciudad fue narrada posteriormente por el historiador griego Heródoto:

En medio de su apuro, ya fuese que alguno se lo aconsejase, o que él mismo lo discurriese,


[Ciro] tomó esta resolución.

Dividiendo sus tropas, formó las unas cerca del río en la parte por donde entra en la ciudad, y
las otras en la parte opuesta, dándoles orden de que luego que viesen disminuirse la corriente
en términos de permitir el paso, entrasen por el río en la ciudad. Después de estas
disposiciones, se marchó con la gente menos útil de su ejército a la famosa laguna, y en ella
hizo con el río lo mismo que había hecho la reina Nitocris.

Abrió una acequia o introdujo por ella el agua en la laguna, que a la sazón estaba convertida
en un pantano, logrando de este modo desviar la corriente del río y hacer vadeable la madre.
Cuando los persas, apostados a las orillas del Éufrates, le vieron menguado de manera que el
agua no les llegaba más que a la mitad del muslo, se fueron entrando por él en Babilonia. Si en
aquella ocasión los babilonios hubiesen presentido lo que Ciro iba a practicar o no hubiesen
estado nimiamente confiados de que los persas no podrían entrar en la ciudad, hubieran
acabado malamente con ellos. Porque sólo con cerrar todas las puertas que miran al río, y
subirse sobre las cercas que corren por sus márgenes, los hubieran podido coger como a los
peces en la nasa. Pero entonces fueron sorprendidos por los persas; y según dicen los
habitantes de aquella ciudad, estaban ya prisioneros los que moraban en los extremos de ella,
y los que vivían en el centro ignoraban absolutamente lo que pasaba, con motivo de la gran
extensión del pueblo, y porque siendo además un día de fiesta, se hallaban bailando y
divirtiendo en sus convites y festines, en los cuales continuaron hasta que del todo se vieron
en poder del enemigo. De este modo fue tomada Babilonia la primera vez.

11 ​

Con la conquista persa terminó la historia de Babilonia como reino independiente. Otros rebeldes y jefes locales
posteriores tomarían el título de Rey de Babilonia, pero no se trató más que de actos ceremoniales o de rebeldía frente
al poder central.

Babilonia en los textos bíblicos


Según la Biblia, Babilonia fue fundada por Nemrod, quien también construyó el zigurat conocido como la famosa
Torre de Babel. Así se cita: "Y Cus llegó a ser padre de Nemrod. El dio comienzo a lo de hacerse un poderoso en la
tierra. Se exhibió [como un] poderoso cazador en oposición a Jehová. Por eso hay un dicho: "Como Nemrod, poderoso
cazador en oposición a Jehová".

Los escritos rabínicos derivan el nombre Nimrod del verbo hebreo ma-rádh, que significa "rebelarse", por lo que en el
Talmud de babilonia (Eruvín 53a) dice: "Entonces ¿porque se llamó Nemrod? Porque incito al mundo entero a
revelarse (himrid) contra Su soberanía [la de Dios].13 ​

En este periodo la lengua predominante en la región era el acadio, que había sido llevado a la región en las invasiones
semíticas que se produjeron en torno al 3000 a. C. Poco a poco fue sustituyendo al idioma sumerio durante los siglos
siguientes, especialmente durante las conquistas de Sargón I de Asiria siete siglos después.14 ​

Tecnología babilónica
Los babilonios heredaron los logros técnicos de los sumerios en riego y agricultura. El mantenimiento del sistema de
canales, diques, presas y depósitos construidos por sus predecesores necesitaba de un considerable conocimiento y
habilidad de ingeniería. La preparación de mapas, informes y proyectos implicaban la utilización de instrumentos de
nivelación y jalones de medición. La matemática asirio-babilónica utilizaba el sistema de numeración sexagesimal
sumeria que, al ser un sistema de notación posicional (muy parecido al actual sistema decimal, pero en base 60),
facilitó el desarrollo de un álgebra y aritmética tempranas; de aquí se derivan por ejemplo la división del círculo en
360 grados, o la de una hora en 60 minutos. Continuaron utilizándose las medidas de longitud, área, capacidad y peso
normalizadas anteriormente por los sumerios. La agricultura era una ocupación complicada y metódica que
necesitaba previsión, diligencia y destreza. Un documento escrito en sumerio, aunque utilizado como libro de texto en
las escuelas babilónicas, resulta ser un verdadero almanaque del agricultor, y registra una serie de instrucciones y
direcciones para guiar las actividades de la granja, desde el riego de los campos hasta el aventamiento de los cultivos
cosechados.

Los artesanos babilonios eran diestros en metalurgia, en los procesos de abatanado, blanqueo y tinte, y en la
preparación de pinturas, pigmentos, cosméticos y perfumes. En el campo de la medicina, se conocía bien la cirugía y
se practicaba frecuentemente, a juzgar por el Código de Hammurabi, que le dedica varios párrafos. También se
desarrolló la farmacopea, aunque la única prueba importante de ello procede de una tablilla sumeria escrita algunos
siglos antes del reinado de Hammurabi.

Predecesor: Imperio paleobabilónico o amorreo Sucesor:


Tercera Dinastía de Ur 1792 a. C.–1595 a. C. Invasión Casita

Predecesor: Imperio neobabilónico o caldeo Sucesor:


Imperio asirio 626 a. C.–539 a. C. Imperio persa

Véase también
Babilonia (ciudad)
Reyes de Babilonia
Babel
Torre de Babel
La Reina de la Noche (relieve)
Astronomía babilónica

Referencias
1. Asimov, Isaac (1986). «Los amorreos: el pilar de la ley». El Cercano Oriente. Madrid: Alianza Editorial. ISBN 978-
84-206-3745-7 camila.
2. Rivero, Pilar. «El Código de Hammurabi» (http://clio.rediris.es/clionet/fichas/hammurabi.htm). Clío. History and
history teaching, núm. 7 (año 1999). Consultado el 19 de marzo de 2007.
3. Prieto González, Isabel. «Mesopotamia: historia de una investigación» (https://web.archive.org/web/20070408172
018/http://www.dearqueologia.com/fuentes_mesopotamia.htm). http://www.dearqueologia.com/. Archivado desde
el original (http://www.dearqueologia.com/fuentes_mesopotamia.htm) el 8 de abril de 2007. Consultado el 21 de
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4. Margueron, Jean-Claude (1996). «El tiempo reencontrado o la constitución de fuentes mediante la exploración
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5. Asimov, Isaac (1986). «Los asirios». El Cercano Oriente. Madrid: Alianza Editorial. ISBN 978-84-206-3745-7.
6. Asimov, Isaac (2020). «Los caldeos». El Cercano Oriente. Madrid: Alianza Editorial. ISBN 978-84-206-3745-7.
7. Nahum (2:6-10) (http://www.biblegateway.com/passage/?search=Nahum2:6-10;&version=42;;)
8. Nahum (3:1) (http://www.biblegateway.com/passage/?search=Nahum3:1;&version=42;)
9. Jeremías (38:17-18) (http://www.biblegateway.com/passage/?search=Nahum3:1;&version=42;)
10. Jeremías (39) (http://www.biblegateway.com/passage/?search=Jeremias39;&version=42;)
11. Heródoto (siglo IV a. C.). «Los nueve libros de la Historia: Libro I» (https://es.wikisource.org/wiki/Los_nueve_libro
s_de_la_Historia:_Libro_I). Mesopotamia:. Consultado el 21 de marzo de 2007.
12. Asimov, Isaac (1986). «Los persas». El Cercano Oriente. Madrid: Alianza Editorial. ISBN 978-84-206-3745-7.
13. Menahem M (1955). «vol.2, pág 79». Enciclopedia of Biblical Interpretation.
14. Asimov, Isaac (1986). «Los acadios». El Cercano Oriente. Madrid: Alianza Editorial. ISBN 978-84-206-3745-7.

Enlaces externos
Wikcionario tiene definiciones y otra información sobre babilonia.
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