Vous êtes sur la page 1sur 3

EUCARISTÍA MES DE JULIO

Monición de entrada:

Con alegría nos reunimos hoy para participar en la Santa Eucaristía y elevar nuestras suplicas y acción de
gracias al Señor, poniendo en sus manos todo el esfuerzo, empeño y dedicación durante el transcurso de este
año escolar.
Muchas cosas nos hablan ya, de algo que prontamente termina. Pero es bueno que antes nos unamos, para
mirar lo que hemos aprendido y pidamos perdón por lo que no hicimos bien; encaminando así, de una forma
mejor nuestras acciones, puesto que, queremos hacer de nuestro mundo un cielo, porque no nos vale hacer
las cosas de cualquier manera. Queremos llenar nuestro mundo de color, porque Jesús nos invita a compartir
su alegría. Ahora los invito a vivir este momento de oración con alegría y amor.

Nos ponemos en pie (y cantamos, la canción de entrada preparada).

Acto Penitencial:

Como hemos escuchado en la monición de entrada, estamos en tiempo de finalización de la siembra miramos
hoy el tiempo que transcurre y descubrimos que todos, de una forma u otra, no hemos actuado de la mejor
forma. Vamos a pedir juntos perdón al Señor y le pedimos que nos enseñe y que transforme nuestro actuar en
algo que nos ayude y ayude a otros.

RESPONDEMOS: Te amamos Señor perdónanos

Te pedimos perdón, Señor, por haber creado en muchas ocasiones un clima de tormenta donde hemos
insultado, hemos pegado y hemos protestado con malos modos. RESPONDEMOS: Te amamos Señor perdónanos.

 Te pedimos perdón, Señor, por las veces que hemos suscitados ambientes negativos, que han
golpeado a nuestros padres y profesores no siendo agradecidos y obedientes. RESPONDEMOS: Te
amamos Señor perdónanos.

 Te pedimos perdón, Señor, porque hemos puesto niebla a nuestro alrededor que no nos ha dejado
crecer en amistad, en responsabilidad, en agradecimiento y amor a los demás. RESPONDEMOS: Te
amamos Señor perdónanos.

 Por todas las ocasiones en las que hemos sido egoístas y no nos hemos preocupado de los compañeros
o de la familia. RESPONDEMOS: Te amamos Señor perdónanos.

 Por todas las veces que hemos dejado de ser estudiantes para dejarnos vencer por la pereza o el
desánimo. RESPONDEMOS: Te amamos Señor perdónanos.

 Por todas las ocasiones en las que no hemos hecho caso de tu palabra y no hemos sido buenos
discípulos tuyos. RESPONDEMOS: Te amamos Señor perdónanos.
Peticiones

Sacerdote: Compartiendo nuestra vida con Jesús, rogamos a Dios que nos ayude a ser fíeles testigos de
su amor.
Respondemos: ¡Te lo pedimos, Señor!

1. Por la Iglesia, el Papa y los obispos para que nos conduzcan con fortaleza y amor por el camino de
Jesucristo. Roguemos al Señor.
R. / ¡Te lo pedimos, Señor!

2. Por nuestro celebrante el Padre __________________________ quien nos ha acompañado durante


el año escolar con su acompañamiento y formación espiritual. Roguemos al Señor.
R. / ¡Te lo pedimos, Señor!

3. Por los educadores, profesores y empleados que nos acompañan para que se sientan
recompensados con nuestro agradecimiento y cariño. Roguemos al Señor.
R. / ¡Te lo pedimos, Señor!

4. Para que en un clima de tolerancia, paz y amor se acabe el terrorismo que destruye la vida de las
personas. Reguemos al Señor.
R. / ¡Te lo pedimos, Señor!

5. Por todos los compañeros que terminan la Etapa de Educación para que sigan dando frutos de
amor y servicio
R. / ¡Te lo pedimos, Señor!

6. Por nuestros padres que se han esmerado día a día y con sacrificio velan por nuestra formación y
bienestar. Reguemos al Señor. R. / ¡Te lo pedimos, Señor!

Monición a las lecturas:


En la Eucaristía renovamos nuestro compromiso de amor a Dios y a los hermanos. Pidámosle al Señor en esta
Eucaristía que nos ayude a amar a nuestros hermanos como Él nos ama.
En la primera lectura recordaremos el testimonio que los apóstoles dieron a partir de la resurrección de Jesús.
La segunda lectura nos recuerda que las situaciones difíciles son aquellas de las que más aprendemos.

Escuchemos con atención.

Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (4,33;5,12.27-33;12,2):

En aquellos días, los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor y hacían
muchos signos y prodigios en medio del pueblo. Los condujeron a presencia del Sanedrín y el sumo sacerdote
los interrogó: «¿No os habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ése? En cambio, habéis
llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre.»
Pedro y los apóstoles replicaron: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros
padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero. La diestra de Dios lo exaltó,
haciéndolo jefe y salvador, para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los pecados. Testigos de esto
somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen.» Esta respuesta los exasperó, y
decidieron acabar con ellos. Más tarde, el rey Herodes hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan.

Palabra de Dios: Te alabamos señor.

Salmo 66

Respondemos: Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alabe.

El Señor tenga piedad y nos bendiga,


ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R/.

Que canten de alegría las naciones,


porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R/.

La tierra ha dado su fruto,


nos bendice el Señor, nuestro Dios.
Que Dios nos bendiga; que le teman
hasta los confines del orbe. R/.

Segunda lectura

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (4,7-15):

Este tesoro del ministerio lo llevamos en vasijas de barro, para que se vea que una fuerza tan extraordinaria es
de Dios y no proviene de nosotros. Nos aprietan por todos lados, pero no nos aplastan; estamos apurados,
pero no desesperados; acosados, pero no abandonados; nos derriban, pero no nos rematan; en toda ocasión y
por todas partes, llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en
nuestro cuerpo. Mientras vivimos, continuamente nos están entregando a la muerte, por causa de Jesús; para
que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. Así, la muerte está actuando en nosotros,
y la vida en vosotros. Teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: «Creí, por eso hablé»,
también nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús también con Jesús
nos resucitará y nos hará estar con vosotros. Todo es para vuestro bien. Cuantos más reciban la gracia, mayor
será el agradecimiento, para gloria de Dios.

Vous aimerez peut-être aussi