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SERVIR A DIOS EN SILENCIO

Había un joven llamado Jeremy que era mesero. Jeremy hizo que pareciera
que servir era el mejor trabajo del mundo. Parecía que servir era un
privilegio. De hecho, él decía “es un placer”. Cuando le agradecíamos por
algo, él preguntaba, ¿Puedo hacer algo más por ustedes?

Su actitud era de un siervo. Él estaba feliz, estaba alegre de servir. Estaba


contento. No hacía sentir como si estuviéramos imponiéndole carga por
estar ahí o como si él deseara estar haciendo otra cosa, él deseaba atender

El tener ese buen servicio hizo que el tiempo fuera muy agradable.

Usted sabe tanto como yo, que la forma en que la gente sirve o no sirve
puede hacer o destruir el día de otra . ¿Has estado en sitios donde
probablemente alguien ha tenido una mala actitud?

Es increíble como el servicio, sea bueno o malo, puede afectar nuestra


actitud acerca de una compañía completa. Bueno, ¿no es cierto entonces
que la forma como servimos a otros afecta la actitud de la gente con
relación a la compañía para la cual trabajamos? ¿Cuál es la compañía
para la que trabajo? El reino de Dios.

La gente forma sus opiniones sobre Jesucristo y sobre Su reino por la forma
cómo servimos—la actitud, la calidad del servicio que ofrecemos. Uno
escucha lo difícil que es conseguir buen servicio. Pareciera imposible. Pero
todo el mundo lo desea. Nadie quiere brindarlo pero la gente quiere
obtenerlo.

En estos días hemos estado hablando sobre la palabra griega, la


palabra doulos, que en muchas Biblias es traducido como esclavo o siervo.
Es un esclavo de Jesucristo, un esclavo permanente de Jesucristo. Y en el
día de hoy para continuar con nuestra pequeña lección de griego en esta
serie, quiero enseñarte otra palabra que frecuentemente se traduce como
siervo en el Nuevo Testamento.

Es la palabra griega diakonos (d-i-a-k-o-n-o-s). Que se traduce igual al


español, diácono. En algunas traducciones la palabra diakonos es traducida
como siervo. A veces se traduce como ministro. Es un ministro o siervo.

Es cuando la atención de uno está enfocada en llenar las necesidades de


otros, especialmente hermanos y hermanas en la familia de Dios.
La palabra doulos frecuentemente se refiere a nuestra relación de servicio a
Dios. Somos los doulos de Dios. Le servimos a Él. Ahora, pudiera usarse en
relación al servicio a otros pero generalmente se refiere a nuestra relación
con Dios.

Cuando eres un siervo de Dios y Dios te dice, “Quiero que vayas a ministrar
las necesidades de ese niño o de esa viuda o de esa mujer soltera o esa
persona en prisión”, sirves a otros porque eres una sierva de Dios, y Él te ha
indicado hacer eso.

Por cierto, la palabra diakonos, creo que esto es muy interesante…en el


Nuevo Testamento, las mujeres tienen un rol especial cuando se hace uso
de la palabra, diakonos.

Ahora, no es que solo les toca a las mujeres hacer esto, pero es interesante
que cada vez que se muestra un servicio ofrecido a Jesús en el Nuevo
Testamento, alguien que sirvió a Jesús, diakonos, ministrando sus
necesidades. Siempre fueron ángeles o mujeres las que ofrecieron este
servicio a Él.

Puedes leer sobre esto varias veces en la tentación en el desierto, cuando


dice, “Ángeles vinieron y le servían” (Mat 4:11). Diakonos, le servían.

La suegra de Pedro en Mateo capítulo 8, cuando Jesús vino y la sanó


(porque ella estaba enferma y él la sanó), dice, “Ella se levantó y les servía”
(v. 15.) Ella les servía.

En Lucas capítulo 8 habla de mujeres que seguían a Jesús junto a los


discípulos, y estas mujeres ministraban a Jesús.

Diakonos —Ellas le servían. Ellas proveían. No sé si ellas preparaban


comida o hacían compras, pero de sus propios recursos, ellas servían al
Señor Jesús de sus recursos.

¿Quién es la mujer más famosa en las Escrituras por servir a Jesús? Es


Martha. Ella recibió a Jesús y sus discípulos en su hogar; ella mostró
hospitalidad. Ella sirvió a Jesús. Ahora ella se metió en problemas por la
forma en que lo hizo, ella lo hizo con una mala actitud. Pero sirvió a Jesús.

No es increíble que cuando se habla de servicio a Jesús, lo hacían las


mujeres o los ángeles.
Creo que eso habla de que es un llamado alto y santo hacer incluso
tareas triviales y sencillas de servicio cuando se trata de Jesús.
Nosotras las mujeres tenemos un llamado especial a servir.

Cuando lo hacemos para alguien de la familia de Dios, es como si lo


hiciéramos para el mismo Jesús.

Jóvenes, cuando sirves a tus padres en casa, sirves a Jesús. Madres,


esposas cuando sirves a tu esposo, o les sirves a tus hijos, cuando lavas la
ropa, cuando haces la comida, no solo estás proveyendo un servicio
de diakonos para tu familia, sino que estás sirviendo a Jesús.

Eso lo convierte en un llamado alto y sublime, santo. Quiere decir


entonces que no hay tareas insignificantes. Tener un corazón de sierva
hacia otros, diakonos, es una expresión de dos actitudes básicas del
corazón: la primera es amor y la segunda es humildad.

¡Amor y humildad! Si amas a alguien y tienes un corazón humilde,


entonces no será un problema servirle.El servicio, el

ministrar, diakonos, fluye del amor y de la humildad .*


En Filipenses capítulo 2, el apóstol Pablo habla de esta actitud humilde, él
dice que “debemos considerar a otros como más importante que a nosotras
mismas” (v. 3). Debemos considerar a los demás como superiores a
nosotras mismas.

Él dice, “Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud
humilde, cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a
sí mismo” (v. 3). Considera a los demás como mejores que tú misma.

No vas a querer servir a alguien si tú crees que eres mejor que esa persona.
Pero si estimas a cada persona como mejor que tú, entonces pensarás,
“Esto es un privilegio”.

Si la Primera Dama de los Estados Unidos o del presidente de tu país, te


llama y te dice, “Quisiera que trabajes para mí”, ¿Considerarías eso como
algo inferior? Yo diría, “¡No, eso es un gran privilegio!”

Es un privilegio servir cuando estimas a alguien como superior a ti


misma . Es por eso que en Romanos capítulo 12, Pablo dice, “Sed
afectuosos unos con otros con amor fraternal, con honra, daos preferencia
unos a otros” (v. 10). El servicio fluye de un corazón de amor y de humildad,

* honrando a otros por encima de nosotras mismas.

Ahora, cuando tienes un corazón de servicio hacia otros, quiere decir


que siempre estarás pendiente de cuáles son sus necesidades; siempre
intentando discernir las necesidades de otros y viendo qué puedes hacer
para cubrir esas necesidades.

Una persona con un corazón de siervo es una persona observadora

Pero la persona que tiene un corazón de servicio mira alrededor y ve que


esa persona tiene necesidad, que esa persona necesita ánimo, esa persona
necesita ayuda—quizás es esa mamá que tiene tres niños pequeños.
¿Cómo es que ella puede lograrlo sola?

Siempre mirando alrededor para ver las necesidades de los demás.


¿Cuáles son las necesidades en nuestro hogar? ¿Cuáles son las
necesidades de nuestros amigos? ¿Las necesidades que tiene la gente de
mi iglesia o que puedo yo hacer para ayudar con esas necesidades?

Eso quiere decir que si tienes un corazón de servicio, eres una persona
sensible. Estás alerta, eres observadora y ofreces soluciones. Eres
pronta para ver una necesidad y luego moverte para llenarla. Quiere
decir que tomas la iniciativa. Que siempre buscas formas para dar,
para bendecir, para servir a otros. Quiere decir que pones las
necesidades de otros por encima de las tuyas.

De hecho, quiere decir que sirves a otros de la forma en que te gustaría ser
servida. Mateo 7:12 Somos profundamente egoístas la mayor parte del
tiempo. Sabemos lo que queremos que hagan por nosotras.

Tener un corazón de sierva es más que hacer un par de cosas buenas por
las personas. Implica eso, pero implica más que eso, es un estilo de vida.
Es una actitud de corazón de entregarnos a Dios al entregarnos a los
demás.

Si realmente tienes un corazón de servicio, estarás dispuesta a servir a


la gente que no pueden pagarte, gente que no te puede corresponder
igual.

la capacidad de agradecerles, ni de recompensarles. Esos padres tienen un


corazón de siervos.
Se están ocupando de los más débiles, se están ocupando de aquellos que
no pueden corresponderles. Una persona que tiene corazón de
siervo, diakonos, es un dador más de alguien que demanda de los
demás. Es desinteresado más que egoísta. Es humilde más que orgulloso.
Centrado en los demás y no está centrado en sí mismo.

Mientras me preparaba para esta serie, llegué a un pasaje que realmente ha


hablado a mi corazón acerca de todo este asunto del servicio. De hecho, te
pido que vayas al texto para estos últimos momentos del programa es 1ra
de Pedro, capítulo 4, los versículos 10 y 11.

..

Primera de Pedro, capítulo 4, versículos 10 y 11, “según cada uno ha


recibido un don especial”, esa palabra, don, es la palabra Charisma. Es un
regalo de gracia. Dios nos ha dado a cada una de nosotras algunos regalos
o dones de gracia. ¿Y que se supone que debemos hacer con esos dones?
“Úselo, sirviéndose los unos a los otros”.

¿Sabes cuál palabra es la palabra sirviéndose? Viene de la


palabra diakonos. Es una palabra relacionada: úselo para ser diácono.
Úselo para servir. Úselo para ministrar a los otros.

Dios nos ha dado dones espirituales, y estamos supuestas a usarlos para


servir a los demás, “como buenos administradores de la multiforme gracia
de Dios”. Esa palabra gracia es la palabra charis. Se relaciona con la
palabra charisma, regalo y gracia, son muy similares.

“El que habla [si ese es el don que Dios te ha dado, usa tu don de hablar
para servir a otros], que hable conforme a las palabras de Dios; el que sirve
[si tu don es realizar acciones prácticas de servicio, úsalo para servir a
otros] que lo haga por la fortaleza que Dios da” (v.11)

Servimos porque Dios nos ha dado un don, y somos llamadas a usarlo para
servir a otros. Dios no solo nos da el don sino que nos da la fortaleza para
usar ese don para servir a otros.

¿Cuál es el propósito? “Para que en todo Dios sea glorificado mediante


Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el dominio por los siglos de los
siglos. (v.11)

, “¿Cuál es tu definición de servicio?”.


Servir, en el sentido del servicio bíblico, es usar fielmente los dones
que Dios me ha dado por Su gracia.Usar fielmente los dones que Dios me
ha dado.¿Cómo lo hago? Lo hago por Su fuerza, no la mía y para Su gloria,
no para la mía. Usando fielmente los dones que Dios me ha dado.

Es un regalo de gracia que Dios me ha dado, y lo hago para el beneficio de


otros, y lo hago con la fortaleza que Dios me da. Lo hago para Su gloria y
no para la mía.

Lo que más recuerdo de Dawson Trotman fue que él limpió mis zapatos.”

Él limpió mis zapatos. Imagínate cuando ese humilde pastor se levantó la


mañana siguiente y se percató de que este gran líder de los Estados Unidos
se había levantado antes que él y había limpiado el lodo de sus zapatos.

Eso me hace preguntarme, “¿Qué es lo que la gente más recordará acerca


de mí?” ¿Recordarán que pude hacer muchas cosas a la vez? ¿Qué puedo
hacer todo tipo de tareas y trabajos? ¿Recordarán que fui una gran
oradora? ¿Que fui una autora? ¿Recordarán que fui líder en Aviva Nuestros
Corazones? ¿Recordarán que tuve muchos talentos y habilidades o que
podía lograr muchas cosas?

¿Sabes cómo quisiera que todos me recuerden? Nancy fue una sierva
humilde y amorosa. Ella limpió mis zapatos.¿Que recordará la gente de ti?

¿Recordarán que fuiste una sierva? ¿Que recordarán tus padres, jovencita,
cuando te vayas a la universidad? ¿Recordarán que les serviste? ¿Te
extrañarán porque eras tan buena sierva en tu casa?

¿Que recordará la gente de ti, mamá, abuela? ¿Que fuiste una sierva?

“Que cada persona use el don que Dios le ha dado para servir a otros como
buenos mayordomos de la gracia de Dios. El que sirve, hágalo por la fuerza
que Dios provee, que en todo, Dios sea glorificado a través de Jesucristo.

Gracias Señor, por demostrarnos lo que significa ser un siervo, humillarse a


sí mismo. Oro para que nos des un corazón de siervo, que nos ayudes a
mirar alrededor y ver cuáles son las necesidades que necesitan ser suplidas
y cómo nos has dado dones para ser usados para ministrar a las
necesidades prácticas de otros.

Haznos siervas Señor. Danos corazones de siervas. Que nuestras casas,


nuestros lugares de trabajo y nuestros ambientes escolares, que todo pueda
ser diferente cuando dejemos esta sesión hoy porque volveremos a
nuestros lugares con un corazón de sierva para dar y dar y dar por la causa
de Jesús, amén.

Espero que hayas sido animada por el mensaje de Nancy de hoy. Servir día
a día puede ser tan rutinario que se hace difícil seguir adelante.

Si estás buscando reconocimiento, probablemente no tienes un corazón de


sierva.

Ese no era el corazón de una sierva.

En nuestro servicio a Dios tenemos que mostrar silencio a través de la


humildad, la prudencia, la templanza, la reserva, la discreción, la calma la
paz eso le agrada a Dios.

Pero usted cuando sirve al Señor y lo hace mal humorada, enojada,


regañando, criticando, agresiva, con mucho orgullo, se vive quejando, es
muy negativa esto es hacer mucho ruido y no es servir con silencio a Dios,
lo que va a lograr es que las demás personas se desesperen, se molesten,
se sientan rechazadas, inferiores, y se amarguen sintiéndose superior a los
demás no tiene un corazón que sirva al Dios, si no vanaglorioso

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