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CAP.

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DISPOSICIÓN FINAL DE LOS CUERPOS
La disposición final de los cuerpos puede hacerse de forma natural mediante el entierro o
sepultura, aunque actualmente también se practica la incineración o la cremación.
Para la conservación de las víctimas existen varios métodos:
1) Bajas temperaturas:
Método clásico, mediante el empleo de:
- Cámaras frías, de mantenimiento o congelación.
- Hielo seco (recomendado).
Control de la temperatura: con fines periciales dichos cuerpos o restos, nunca deben
congelarse, porque dificulta la labor. El proceso de enfriamiento provoca deshidratación de
los tejidos con casi siempre un cambio de color, elemento negativo para la interpretación
de lesiones e, incluso para el reconocimiento. Los procesos de congelación acelerados
pueden ser la causa de lesiones post mor- tem. La colocación de un cuerpo o resto sobre
otro durante el proceso de congelación puede provocar una imagen distorsionada de la
cara de la víctima. El proceso de congelación-descongelación facilita la putrefacción.
2) Procesos químicos: de inyección intravascular y colocación o inyección de sustancias en
cavidades y en otras partes corporales;
3) Embalsamiento: la preparación de un cadáver para su conservación.
 El embalsamamiento se realiza cuando se quiere preservar un cadáver por más de 72
horas después de ocurrido el fallecimiento.
 La conservación transitoria, cuando se intenta preservar un cadáver en su correcto
estado durante las primeras 24 a 72 horas después de haber ocurrido el fallecimiento.
 Preparación de cadáver, son maniobras que se realizan sobre el cadáver que se
encuentra ya en alguna fase del período de putrefacción para tratar de reducir al mínimo
los efectos de la misma e inhibir en lo posible su continuación.
Regulaciones: puede ser solicitado por el familiar o los allegados, los representantes de
misiones diplomáticas o instituciones extranjeras, los funcionarios del gobierno. Según la
legislación local, debe existir una autorización para que la institución pueda llevar a cabo
tal diligencia, como en los servicios funerarios y, en otros casos, como el Instituto de
Medicina legal.
Motivos: repatriación o traslado hacia el extranjero de un cadáver, la exposición de un
cadáver no identificado (desconocido), los fines científicos o docentes, los intereses
estatales o de gobierno, y en otros casos, por las autoridades sanitarias o judiciales
correspondientes.
Requisitos: personal técnico entrenado, equipamiento e instrumental, sustancias para la
conservación y otros materiales, y locales adecuados.

Técnica: sustitución de sangre y líquidos corporales por sustancias conservadoras, sobre


todo líquidos antisépticos. En la actualidad, la práctica del embalsamamiento se puede
realizar en cadáveres con autopsia o no. Tipos:
- Técnicas de embalsamamiento en cadáveres no autopsiados: en decúbito supino, se
practica una incisión en la cara anterior e interna del brazo izquierdo; se separan las
masas musculares hasta localizar la arteria braquial; una vez se termine de pasar la
sustancia para la conservación, se sutura la incisión. En la cavidad craneana se puede
inyectar la solución a través de las arterias carótidas o se puede introducir por las
fosas nasales a través de la lámina cribosa del hueso etmoides.
- Técnica de embalsamamiento en cadáveres fragmentados: con sustancias para la
conservación que sean sólidas, como el hidróxido de calcio (cal), la zeolita y el formol
en polvo, entre otros, los que se adhieren a la superficie de los fragmentos y se colocan
también en el interior de las cavidades, en las pequeñas hendiduras o desgarros
existentes y, en donde sea posible. Finalmente la colocación de dichos fragmentos en
bolsas plásticas, selladas con cinta adhesiva.
- Técnica de embalsamamiento de cadáveres de recién nacidos y fetos: en un feto, la
inyección de la sustancia para la conservación es a través de la vena umbilical, en un
volumen de aproximadamente 1 litro aproximadamente. En un recién nacido, es a
través de la arteria braquial, axilar o femoral, se emplea se emplean entre 1 y 2 litros
del líquido conservador.
- Técnica para la conservación transitoria del cadáver: Cuando no se ha practicado la
autopsia, se utiliza la vía arterial con una menor concentración de formol y con un
volumen mucho menor, que puede oscilar entre 2 y 3 litros para cadáveres de
adultos. Cuando se haya practicado la autopsia, se embebe el material de relleno con
la sustancia líquida conservadora o también colocando los polvos o sustancias sólidas
conservadoras como parte del material de relleno.
- Técnica para la preparación del cadáver: reduce al mínimo los efectos de la
putrefacción ya iniciada e inhibir en lo posible sus efectos, a través de maniobras de
expulsión de gases o eliminación del putrílago si fuese necesario. Se logra por punción
selectiva en las zonas comprometidas, sobre todo a nivel del periné, bolsas escrotales
masculinas y pliegues mamarios femeninos, entre otros sitios. En la cara puede
lograrse, haciendo incisiones en la cara interna de las mejillas y presionando con una
gasa sobre las mismas, para intentar darles salida.

Compostura facial y otras maniobras estéticas en las víctimas de desastres: sutura de cada
una de las heridas o incisiones practicadas, o también empleando pegamentos o adhesivos
de gran potencia y secado instantáneo.
Sustancias para la conservación: formol al 30%, 300 ml, etanol de 80 grados, 700 ml, ácido
acético glacial, 5 ml, y fenol, 20 g. Se inyecta en una cantidad aproximada al volumen
sanguíneo que la persona debió tener en vida.

4) Inmersión en líquidos: no es una forma tal de conservación, es una opción cuando resulta
evidente la demora de la inhumación, se somete a los cuerpos a la inmersión de forma
transitoria, en estanques, piscinas u otros recipientes.

5) Enterramiento o sepultura.
La colocación de los cuerpos bajo tierra u otro material puede facilitar su conservación
temporal, con la correcta ubicación y señalización, con la documentación necesaria. Se
justifica en las inhumaciones temporales, en casos de desastres, hasta que existan las
condiciones suficientes para el traslado definitivo de los cuerpos desde el lugar del siniestro
hasta su destino final.

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