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IV. DISCUSIÓN.

En este numeral analizaremos y discutiremos los resultados obtenidos


para las variables Síndrome de Burnout y Clima Organizacional, así como
para la relación entre las mismas con la teoría existente y así asumir una
postura teórica que nos permita construir una teoría de rango intermedio
respecto a las variables estudiadas.

En los cuadros N° 03 y N° 04 se presentan los valores del coeficiente


de Alfa Cronbach obtenidos para las puntuaciones en el instrumento
respecto al síndrome de Burnout y sus dimensiones por parte de los
docentes que conforman la muestra, así como para el Instrumento de Clima
Organizacional y sus dimensiones. Los valores obtenidos garantizan la
confiabilidad adecuada dichos instrumentos y para sus dimensiones.

La prevalencia del Síndrome de Burnout en los docentes de las


Instituciones Educativas del cercado del Cusco, de acuerdo al cuadro N° 09
alcanzan porcentajes de 9,5% y 13,8% de afectación en el nivel Muy Alto y
Alto respectivamente y el 1,4% en el nivel Medio, resultados que evidencian
que los docentes si poseen un estrés y cansancio laboral en un 23,3% de la
muestra en promedio catalogado como víctimas del síndrome de Burnout.
En tanto en la dimensión agotamiento emocional el nivel de prevalencia es
notorio en un 24,3% de afectación en el nivel alto y muy alto
respectivamente, por otro lado, en la dimensión despersonalización el nivel
de afectación de alto y muy alto es de 24,2%, finalmente en la dimensión
baja realización personal el nivel de prevalencia en las categorías alto y muy
alto es 23,3%, tal como se aprecia en el Cuadros N° 06, 07 y 08.

Resultados que muestran que el 23,3% de los docentes se encuentran


en una categoría bastante preocupante de desarrollo del Síndrome de
Burnout, la cual requiere de la asistencia de especialistas para su
tratamiento.
Los datos obtenidos son similares a los obtenidos por Yslado, R,
Nuñez, M, Norabuena, R, (2009) a raíz de sus investigaciones realizadas
para determinar la prevalencia del síndrome de Burnout en profesores de
educación primaria de distritos de Huaraz e Independencia. Los docentes
evidencian “Burnout” en niveles diferentes: en la fase inicial se encuentra el
78.2%, intermedio el 2.3% y en la fase final un 9.5% en el rango alto de
afectación y 20% en el rango medio de afectación.

Para Colica, R (2002) estos valores no son prevalencias menores


considerando los efectos nocivos que estos tienen en el desempeño laboral
de los trabajadores más aun teniendo en cuenta el riesgo de contagio que
ese Síndrome posee.

Consideramos que las prevalencias observadas en el presente trabajo


a ser tomados en cuenta por docentes y directores de las instituciones
educativas estudiadas debido a las repercusiones que estas tienen en la
calidad del servicio que se brinda.

La prevalencia del síndrome de Burnout en los docentes de las


instituciones educativas del cercado del Cusco, respecto a la dimensión de
agotamiento emocional, alcanzan porcentajes de 75,7 en el nivel de
prevalencia de bajo y el 24,3% en el nivel de afectación alto y muy alto,
como se aprecia en el Cuadro N° 06 y gráfico N° 03.

Asimismo, los datos obtenidos son similares a los obtenidos por


Yslado, R, Nuñez, M, Norabuena, R, (2009) y Castro, P (2008) a raíz de sus
investigaciones realizadas para determinar la prevalencia del síndrome de
Burnout en docentes de escuelas públicas y privadas, que encontraron
porcentajes que no superan el 15% de prevalencia en el rango alto de
afectación y 15% en el rango medio de afectación.

Para Ayuso, R (2006) la presencia de agotamiento emocional en los


docentes, aún para valores menores del 10% en el rango alto, constituye un
factor de pérdida de calidad en el servicio brindado a los estudiantes,
teniendo en cuenta consecuencias tales como los permisos injustificados,
deserción laboral, poco logro de objetivos en la institución educativa, entre
otros que repercuten directamente en el aprendizaje de los estudiantes.

Consideramos que las prevalencias observadas en el presente trabajo


respecto al agotamiento emocional son mayores en las instituciones
educativas de nivel secundaria y primaria, en ese orden, debido a la falta de
estímulos hacia los docentes por parte de las autoridades educativas y del
Estado, que al descuidar los estándares laborales y educativos, provoca una
baja de la calidad educativa.

La prevalencia del síndrome de Burnout en los docentes de las


instituciones educativas del cercado del Cusco, respecto a la dimensión de
despersonalización, alcanzan porcentajes de 75,7 de afectación en el nivel
bajo y medio, 17,1% en el nivel alto, así como 7,1% de afectación en el nivel
muy alto, como se puede observar en el Cuadro N° 07 y Gráfica N° 04

Los datos obtenidos difieren respecto a los obtenidos por Castro, P


(2008) a raíz de sus investigaciones realizadas para determinar la
prevalencia del síndrome de Burnout en docentes de escuelas públicas y
privadas, que encontró porcentajes comprendidos entre 15% y 20% de
prevalencia en el rango alto de afectación y 10% y 20% en el rango medio
de afectación. También existe diferencia respecto a los resultados
encontrados por Yslado, R, Nuñez, M, Norabuena, R, (2009) quienes no
encontraron afectación en los docentes estudiados respecto a esta
dimensión.

Para Ayuso, J. A (2006) en su artículo “Profesión docente y estrés


laboral: Una aproximación a los conceptos de estrés laboral y burnout”,
publicado en la Revista Iberoamericana de Educación, manifiesta que la
presencia de la despersonalización en los docentes conducen a un
empobrecimiento de la relación estudiante profesor, lo cual incide
negativamente tanto en el alumno como en el docente, pues este último,
deja de preocuparse por la situación escolar y personal de sus estudiantes y
estos pierden la confianza hacia su docente tan necesaria en los procesos
de aprendizaje.

Consideramos que las prevalencias observadas en el presente trabajo


respecto a la despersonalización de los docentes, son mayores en la
instituciones educativas secundarias debido a la sobrecarga laboral y a la
falta de los recursos necesarios para atender a un número elevado de
estudiantes, lo cual produce sentimientos de irritabilidad y frustración en los
docentes que desembocan en conductas de despersonalización hacia sus
estudiantes.

La prevalencia del síndrome de Burnout en los docentes de las


instituciones educativas del cercado del Cusco, respecto a la dimensión de
baja realización personal, alcanzan porcentajes de 76,7% de afectación
en el nivel bajo y medio, así como del 23,3% de afectación en el nivel alto y
muy alto, como se aprecia en el Cuadro N° 08 y gráfico N° 05.

Los datos obtenidos son similares a los obtenidos por Zavala, J (2008)
y Castro, P (2008) a raíz de sus investigaciones realizadas para determinar
la prevalencia del síndrome de Burnout con respecto a la dimensión de baja
realización personal, en docentes de escuelas públicas y privadas, que
encontraron porcentajes que no superan el 15% de prevalencia en el rango
alto de afectación y 15% en el rango medio de afectación.

Para Gil- Monte (2007) la presencia de la baja realización personal en


los docentes conducen a una insatisfacción laboral, una pérdida de la
capacidad para resolver problemas de sus estudiantes y pierde deseos de
participar en la actividades de su centro de trabajo.

Consideramos que las prevalencias observadas en el presente trabajo


respecto a la baja realización personal de los docentes, son mayores en la
instituciones educativas públicas debido a la falta de estímulos económicos y
profesionales, y a la falta de reconocimiento de la labor docente, que
ocasiona que estos busquen otras actividades laborales fuera de su
institución y muchas veces también fuera de su profesión que hacen que
este descuide y menos precie su labor como docente.

Los resultados que se obtienen para las dimensiones del Síndrome de


Burnout en las tres dimensiones Agotamiento Emocional,
Despersonalización y Baja realización personal, Cuadros N° 06, 07 y 08 y
gráficos N° 03, 04 y 05, muestran valores similares para la categoría alta y
muy alta (24,3%, 18,2% y 23,3% respectivamente) que muestran que
alrededor del 23,34% de los docentes presentan el Síndrome de Burnout en
su estadio más avanzado el cual ha de repercutir indudablemente en el clima
organizacional de las instituciones educativas en la que labora. Es
importante también observar que en la categoría media se encuentran
13,8%, 0,5% y 1,4% respectivamente correspondientes a las dimensiones de
Agotamiento Emocional, Despersonalización y Baja realización personal
para docentes que ya padecen un grado moderado o medio de Burnout y
requieren por tanto la ayuda de terceros y/o especialistas en el tema del
Síndrome de Burnout.

Para la variable Clima Organizacional el cuadro N° 19 y gráfico N° 15,


se muestra que un 29,1% de los docentes perciben el clima organizacional
de sus centros laborales en la categoría de desfavorable, poco desfavorable
y muy desfavorable, mientras que un 70,9% de los docentes perciben el
clima institucional de sus centros laborales como favorables y muy
favorables. Lo cual indica que hay un marcado número de instituciones
escolares cuyo Clima organizacional se ha deteriorado lo cual interfiere
negativamente en el desarrollo de las actividades educativas y el logro de los
objetivos propuestos.

Resultados similares son los encontrados por Ramírez Pérez, Mauricio


(2009), donde las variables que componen la escala del Clima
Organizacional se convierten en buenos predictores de los componentes del
Síndrome de Burnout. El cuestionario de Clima Organizacional presenta
Variables Organizacionales (Descripción de Cargo; Sistema de
Reconocimiento de Méritos; Equidad / Autonomía; Infraestructura), Variables
Grupales (Apoyo del Supervisor; Compromiso Extrínseco; Compañeros /
Cohesión), y Variable Individual (Compromiso Intrínseco). De los resultados
expuestos se desprende que las Variables Organizacionales de la escala,
presentan una mayor incidencia en el surgimiento de alto Agotamiento
Emocional y Despersonalización, estas son la baja evaluación de la
Descripción de Cargo y baja percepción de Equidad / Autonomía, y la
variable que puede proteger a los trabajadores de la muestra es
Reconocimiento de Méritos.

Por otro lado resultados contradictorios son los encontrados por Niño
Sepúlveda, Andrea (2012), en una investigación realizada en la Universidad
de Santiago de Chile, donde los docentes de instituciones de Enseñanza
Media percibían favorablemente el clima organizacional. Los profesores del
sector particular-subvencionado tienen una percepción favorable del clima
organizacional, destacándose las dimensiones de Calidez y apoyo; los
docentes de liceos municipalizados manifiestan una opinión favorable del
clima organizacional, en especial en lo referido a Recompensa y Estilo de
supervisión.

Según Chiavenato (2002, p.345), cuando refiere al clima organizacional


manifiesta que “la calidad del ambiente de la organización que es percibido o
experimentado por sus miembros y que influye ostensiblemente en su
comportamiento. El clima organizacional entraña un cuadro amplio y flexible
de la influencia del ambiente en la motivación”

Por otro lado el significado de clima se ha extendido al ámbito de las


organizaciones, para referirse a las características del ambiente de trabajo.
Por lo tanto se puede percibir un mal o un buen clima en una Institución o
parte de ella. Como lo define: Goncalves (1999) define clima organizacional
como un fenómeno interviniente que media entre los factores del sistema
organizacional y las tendencias motivacionales que se traducen en un
comportamiento que tiene consecuencias sobre la organización.
Los resultados que se obtienen para las dimensiones de la variable
Clima Organizacional en sus dimensiones, Cuadros del N° 11 al N° 18 y
gráficos del N° 07 al 14, muestran valores para la categoría de Muy
desfavorable, Desfavorable y Poco Desfavorable de 31,4%, 29,5%, 30,0%,
8,1%, 30,5% y 27,1%, 31,0% y 31,0%, correspondientes respectivamente a
las dimensiones Autonomía, Cohesión, Confianza, Presión, Apoyo,
Reconocimiento, Equidad e Innovación, porcentajes similares que indican en
promedio que alrededor del 29,1% de los docentes perciben un deterioro de
las dimensiones que se indican al clima organizacional que propugna un
clima muy desfavorable a la organización educativa en su conjunto y que
repercute a su vez en la presencia de un estrés laboral negativo que
retroalimenta a la instalación de niveles altos de Burnout, en los docentes de
las instituciones educativas del cercado del Cusco.

En relación a la tercera hipótesis especifica de la presente


investigación que está referida a relación que se tiene entre las variables
Síndrome de Burnout y Clima Organizacional, los resultados se muestran
que respecto a la correlación entre las dimensiones de las variables
síndrome de Burnout y Clima organizacional se da una correlación
significativa para cada una de las 24 posibles asociaciones, las cuales
fueron analizadas en los numerales 4.2.1 al 4.2.24, es importante anotar que
los valores encontrados para el coeficiente de correlación de Pearson en
todos los casos supera a 0.7, lo cual indica un nivel de asociación alto. En lo
que respecta a la correlación entre las variables Síndrome de Burnout y
Clima Organizacional se logró demostrar en el numeral 4.2.25 de la presente
investigación que existe una correlación alta, significativa e inversa la misma
que alcanza un valor de -0,903 para el coeficiente de correlación de
Pearson.

Resultados similares son los encontrados por Farfán Manrique, Marta


Emilia (2009), de la Universidad Mayor de San Marcos, en su investigación
“Relación del clima laboral y síndrome de Burnout en docentes de educación
secundaria en centros educativos estatales y particulares”, en las
instituciones educativas públicas en promedio, el clima laboral en la muestra
total de estudio se observa niveles bajos de presión laboral (48.5%), niveles
altos en cuanto a la percepción de planificación y realización de tareas
(40.6%) y un nivel relativamente bajo de autonomía (37.9%).

En tanto en la misma investigación del párrafo anterior, resultados


contradictorios, en cuanto a los colegios estatales y particulares referentes al
clima laboral se observa que los profesores perciben en un nivel alto la
organización en ambos centros educativos, también coinciden en tener
niveles bajos de percepción en lo que se refiere a presión laboral. En cuanto
a la autonomía, el 38.3% de profesores alcanzan un nivel alto y un nivel bajo
un 33.3%en los colegios estatales. En los colegio particulares en cambio el
40.7% de maestros están en los niveles bajos y un 33.6% en los niveles
altos. En la correlación del clima laboral con el síndrome de burnout en la
muestra total de estudio, se observa que el grado de estimulación a la
autonomía en los centros educativos tiene una correlación positiva
estadísticamente significativa pero baja, con la dimensión cansancio
emocional en los profesores de educación secundaria.

Desde el campo psicoeducativo estamos viviendo un interese creciente


por la llamada educación emocional. Autores como Gardner (1999) a través
de las inteligencias Múltiples y Goleman (2011) con su concepto de
inteligencia Emocional, han inclinado sensiblemente la balanza ante los
aspectos emocionales del individuos. La extensa obra de estos y otros,
sostienen con relevancia que el éxito personal depende de las habilidades
que el individuo tenga para manejar contextos interpersonales. Si esto es
así, la consecuencia es clara: Hemos de educar a las futuras generaciones
en habilidades como la empatía, la resolución de conflictos interpersonales,
el manejo de sus sentimientos y emociones, el control de la ansiedad, la
toma de perspectiva y estrategias comunicativas, ya que les estaremos
preparando para el éxito, entendiendo éste como un elemento que
contribuye a una mejor calidad de vida.
La teoría de Rensis Likert (1996), nos habla del término “efecto
cascada”, que trata del desempeño del líder, las estructuras y políticas
generan un clima determinado en una organización.

Ciertamente lo mencionado es válido, pues todo lo que se haga o diga


desde las esferas dirigenciales, afectarán el clima organizacional de manera
positiva o negativa. Por tanto los directivos de una Institución educativa,
deben en todo momento tratar de generar un ambiente favorable de trabajo,
tarea difícil, pues están además los aspectos externos que afectan y
preocupan a los docentes de una u otra forma. La realidad peruana, dentro
del cual están las Instituciones Educativas del cercado del Cusco, viven un
ambiente de inestabilidad e inseguridad a raíz de los últimos
acontecimientos con respecto a la Nueva ley de la Reforma Magisterial, con
las nuevas escalas remunerativas, los nuevos niveles magisteriales, la
presión de los padres de familia, por mencionar algunas. Son estos aspectos
que provocan en el docente situaciones estresantes, que si no se sabe
superar y enfrentar adecuadamente pueden desembocar en un síndrome de
burnout de manera silenciosa e inadvertida.

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