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I. EL LENGUAJE ES HUMANO Ei LENGUAJE, LAS LENGUAS Y EL HABLA El lenguaje hablado es el medio de comunicacién pri- mordial y especifico de la especie humana. Es, igual- mente, nuestro instrumento privilegiado para mani- pular las representaciones mentales, para pensar. La capacidad lingiifstica forma parte de nuestro patrimo- nio genético; consecuentemente, no existe grupo hu- mano desprovisto de lengua, es decir, de un sistema es- tructurado de signos verbales arbitrarios que permitan expresarse y comunicarse. Las lenguas representan di- ferentes modos de asociacién de las representaciones fonolégicas con las representaciones semanticas; y to- das las lenguas se basan en graméticas que dan forma y sentido a las palabras y las organizan en oraciones, que realizan en acto la capacidad para el lenguaje. Las lenguas asocian sentidos a sonidos. Enlazan representaciones fonéticas, es decir, sonidos, con re- presentaciones semAanticas, con sentidos. La arbitra- riedad del signo es una caracteristica fundamental del lenguaje. En efecto, entre el signo y el sentido que aquél adquiere no existe ningtin vinculo de necesidad o de causalidad: la palabra “verde” no es de color ver- de. Todas las lenguas que existen y han existido en el transcurso de la historia conocida de la humanidad, numerosas y muy diversas, se fundamentan en princi- 17 pios universales que sirven de marco a sus diversas realizaciones. Por una parte, la facultad para constituir una len- gua ha evolucionado con el habla y, por otra, cuando queremos comprender los hechos de la evolucién que llevaron a que el lenguaje quedara incorporado en nuestra fisioanatomia y adquiriera sus caracteristicas formales, es conveniente distinguir con claridad entre lenguaje y habla, aun cuando su vinculo es esencial. El lenguaje es la funcién de expresién del pensa- miento y de comunicacién mediante los érganos del habla y mediante un sistema de notacién que utiliza signos materiales. Mientras que el lenguaje escrito arri- b6 tarde en la historia de la humanidad, el lenguaje naci6 con la palabra, “voz mediante la que se significa lo que se piensa a quien es capaz de ofrla”, como decia Géraud de Cordomoy en el siglo xvm. {Cuantos horizontes abiertos en una oracién tan cor- ta! Esa bellisima definicién condensa todos los aspectos y todas las funciones del lenguaje hablado: tiene un as- pecto fisico, un aspecto comunicativo, un aspecto cog- nitivo y un aspecto psiquico. Hablamos para ser ofdos y comprendidos, para transmitir nuestro pensamiento y para expresar nuestras emociones. El lenguaje se manifiesta mediante el habla, que es fundamentalmente un producto del aparato vocal. En el transcurso de la historia de la humanidad, el lenguaje adquiri6 la posibilidad de transmitirse también median- te la escritura o, entre los sordos y los mudos, mediante las lenguas de signos. La escritura nacié cientos de mi- les de afios después de que los hombres comenzaron a hablar y, todavia hoy, algunas lenguas no poseen escri- 18 tura. Los seres humanos nacen con el instinto de apren- der el arte del lenguaje, pero el lenguaje escrito es un aprendizaje “escolar”. Como lo hacia notar Jean-Jacques Rousseau, “las lenguas estén hechas para ser habladas; la escritura unicamente sirve como suplemento del habla”; no obs- tante, al prolongar lengua y pensamiento, la escritura permitié a nuestra mente tener acceso a un extraordi- nario desarrollo del saber. La escritura favorece la di- fusién del conocimiento, las ciencias y el arte, gracias a una transmisién mas perenne y mas estable que la transmisién oral tnicamente. Con todo, quisiera dedicar toda mi atencién al len- guaje verbal en su funci6én de acto de la vida de todos los das, de acto social y de acto de pensamiento. ¢POR QUE HABLAMOS? Porque estamos programados para comunicarnos asf. Como los pajaros para cantar y los leones para rugir, la especie humana est4 programada para el bipedalismo y para hablar. La capacidad para hablar forma parte de nuestro “capital” genético y se manifiesta mediante el lenguaje. En su sustancia, el hombre es inseparable del lenguaje. Este da testimonio de su humanidad y, también, de su individualidad. Su origen y su funcién universal nos funden en la humanidad; y su funcién especffica nos distingue como seres hablantes. 19 cEs EL LENGUAJE EL UNICO MEDIO DE COMUNICACION ENTRE LOS SERES HUMANOS? A partir de Darwin, se sabe que la comprensi6n de cier- tos comportamientos humanos pasa por la de la evolu- cién genética de la especie. Esto es particularmente cierto en el caso de la facultad de comunicacién, que es lo que constituye la particularidad y, también, la com- plejidad de la especie humana; no obstante, las espe- cies animales sabian comunicarse mucho antes de que existiera el lenguaje humano. En realidad, el término comunicacion comprende el conjunto de sistemas que tienen por funci6n transmitir informacion. Las especies animales poseen sistemas que permiten la transmisién de informacién a sus congéneres y algunos son incluso muy complejos. Los animales se comunican en el seno de su propia especie, pero también pueden reaccionar a las sefiales emitidas por otras especies: jel rugido del tigre hace huir a muchos animales! Se hablara de ello mas adelante. El hombre dispone de muchos medios para comu- nicarse sin lenguaje. Los gestos, los ademanes, las ex- presiones, los dibujos, las inscripciones, etc., represen- tan medios de comunicacién que siempre han sido utilizados. ¢POR QUE ES TAN NECESARIO E IMPORTANTE EL LENGUAJE HABLADO? Porque los modos de comunicacién mediante gestos y ademanes, esto es, mediante la mimica, son siempre 20 muy dependientes del tiempo y el espacio, mientras que el lenguaje emancipa la comunicacion del presen- te tinico de las sensaciones. Es un sistema de referen- cia que tiene la propiedad de no estar atado al momen- to; por eso el hombre puede hablar de todo: evocar el pasado, imaginar mundos virtuales o futuros, narrar sus suefios, etc. Todo lo que siente, percibe, hace, pien- sa e imagina puede ser transmitido mediante una ex- presion verbal. Contrariamente a los animales, cuyo medio de co- municacién, muy dependiente del momento actual, tiene como fin esencialmente la supervivencia y la re- produccion de la especie, la produccién de lenguaje en el hombre se desligé poco a poco de una funcién bio- légica directa. Consecuentemente, contribuy6 en gran medida a nuestra supervivencia, pero también nos ele- v6 sobre todas las especies animales. CoMUNICAR Y HABLAR: ¢CUAL ES LA DIFERENCIA? El acto de hablar es diferente, en su forma y extensién, a la simple accién de comunicar mediante gestos, ade- manes, gritos, olores, etc.; por lo tanto, el lenguaje ar- ticulado, que permite el discurso, difiere fundamental- mente de las otras formas de comunicaci6n humanas o animales, para empezar, por su arquitectura y por su funcién. Por su arquitectura porque el lenguaje corresponde a un sistema de combinaciones de signos en el que las re- laciones entre éstos y el sentido son arbitrarias: las palabras son simples simbolos y la gramatica es un sis- 21 tema combinatorio de unidades discretas; consecuen- temente, es un sistema “no natural”. El nimero de ora- ciones que se puede producir con ese sistema es casi ilimitado. Es un sistema creativo. Por su funcién porque el lenguaje no es Gnicamen- te un medio de comunicaci6n que, gracias a su combi- natoria, permite transmitir una enorme cantidad de informacién diferente, util o gratuita; también sirve como base de un sistema de representaciones que per- mite manipular los conceptos, estructurar los razona- mientos, elaborar hipétesis y extender el conocimien- to acerca del mundo. En el principio, Dios creé con palabras y pidié al hombre que diera nombre a su creacién. Por lo tanto, el hombre tiene como tarea principal dar nombre al Sol, a las plantas y a todas las especies de animales. Esa facultad lo emancipa del mundo natural, del mun- do sensible al que permanecen sometidos los otros ani- males, permitiéndole o, mas bien, ordendndole nom- brar, categorizar y clasificar los elementos del mundo; Dios hizo del hombre el duefio del mundo natural. En realidad, la abstraccién del mundo natural a través del lenguaje permite expresar verdades fuera del tiempo, abstraerse del presente sensible unico, reencontrar el pasado y conservarlo, elaborar armazones de reflexio- nes, juicios y previsiones y transmitirlas para proyec- tar el futuro. La riqueza generativa del lenguaje y, consecuentemente, de las lenguas se abre tanto a lo imaginario como a la razén y a las ciencias. Es una herramienta facil de manejar y remodelar que permite a los seres humanos elaborar conocimientos, enrique- cer la comunicacion, alimentar su pensamiento, escri- 22 bir poemas. El lenguaje invadié la Tierra y permitié a los seres humanos creerse los duefios de un mundo en el que podian pensar y expresarlo. E inventaron el Génesis que justificaba su posicién. ¢Por QUE NO HABLAMOS CUANDO NACEMOS? Para calificar la adquisicién del lenguaje por los nifios, Darwin hablaba de la “tendencia instintiva a adquirir un arte”, Es el producto de la evolucién humana, de lo cual da testimonio el deseo del habla y el arte de adquirirla y utilizarla. En efecto, hicimos de la capacidad para el lengua- je, en cuanto estructura latente, parte de nuestro patri- monio genético. Incorporamos a nuestro cerebro los mecanismos que permiten el surgimiento del lenguaje y el programa de adquisicién de una lengua; sin em- bargo, para que ese programa se desenvuelva es indis- pensable que oigamos hablar, que estemos inmersos en un grupo humano que nos proporcione un modelo de lengua y de comportamiento. Noam Chomsky atribufa al recién nacido el cono- cimiento implicito de los principios universales que estructuran las lenguas. No querfa decir que el nifio conociera la gram4tica, sino, mds simplemente, que el cerebro humano esta equipado de tal suerte que pue- de extraer las reglas inherentes a la estructura de las lenguas. En la actualidad, antes que de conocimiento se hablaria de capacidad para extraer propiedades que son comunes a todas las lenguas. Ahora bien, por 23 extraordinarias que sean, esas propiedades no permi- tirian que el lenguaje se desarrollara si el nifio no estu- viese inmerso en un “bafio” lingtifstico. Para que esas aptitudes se desarrollen hacen falta al nifio esos dos modelos que le da su entorno: una lengua y un modelo de comportamiento lingiifstico. Oyendo hablar en tor- no a si, el nifio organiza la informaci6n sensorial que sostiene al habla y, después, la informacién que surge del léxico y de la sintaxis de la lengua, o las lenguas, que oye hablar. Lo que permite adquirir el lenguaje es la interaccion de la capacidad genética para el lengua- je con la recepcién de una lengua; porque el nifio se deja llevar por el deseo vital e imperioso de convertirse en un ser hablante. Si le causa placer escuchar a los adultos hablarle con ternura y comunicarse entre ellos, el deseo y la fe- licidad de hablar gufan su desarrollo. La competencia lingiifstica inherente al ser humano va acompafiada de un enorme apetito del nifio por el lenguaje. Hay que ver la atenci6n, para no decir la tensién, con que los nifios de pecho miran a los adultos que les hablan, sus juegos con los sonidos y el placer que estos tiltimos les producen, para comprender lo que el habla significa para los seres humanos desde el nacimiento. ¢ CUANDO COMENZO A HABLAR EL SER HUMANO? {Cuando el. habla hizo del prehominido un ser hu- mano! Tendriamos que poder remontarnos muy atrds en el tiempo para responder a la pregunta de los comien- 24 zos y, sin duda alguna, no serfa facil fijar un momento, ni siquiera con una aproximacién de unos cuantos centenares de millares de afios. Noam Chomsky estima que el lenguaje es demasia- do complejo para que la seleccién natural pudiera ex- plicarlo. Seguin él, parece mas bien ser el resultado de un accidente histérico hecho posible gracias al gra- do de complejidad alcanzado por el cerebro. El surgi- miento del lenguaje parece haber marcado una discon- tinuidad en el proceso de evolucién que llevé al Homo sapiens; sin embargo, aun cuando se adoptase esta con- cepcion tal discontinuidad inicamente habria podido producirse, durante el proceso evolutivo, en un momen- to de la evolucién biolégica que hubiese hecho posible la aparicién del lenguaje. Consecuentemente, la mayorifa de los investigado- res piensa que el lenguaje se constituy6 gradualmente en el transcurso de la evolucién. Y, a partir de ciertos indices fisicos 0 “culturales”, tratan de inferir los esta- dios de la evoluci6n de los hom{nidos en cuyo trans- curso habrian podido aparecer diversas formas de len- guaje articulado. Si se quiere proponer una hipétesis, se puede decir que la postura bipeda entrafid, en primer lugar, modi- ficaciones de los sistemas respiratorio y fénico, asi como el incremento del volumen cerebral y el cambio de conformacion del cerebro. La evoluci6én del tracto vocal y el incremento de la capacidad cerebral bajo la influencia de una vida en grupo cada vez mas estructu- rada y demandante de informacién desembocaron en el surgimiento de sonidos que se organizaron en habla articulada; y esa capacidad para el lenguaje hablado 25 termin6é formando parte de nuestro cédigo genético gracias a los procesos de seleccién. Para que los hominidos y los prehominidos pu- diesen producir sonidos de lenguaje fue necesaria la evolucion del tracto vocal. Se sabe que los primates no humanos, aun los mas evolucionados, no pueden pro- ducir los sonidos del lenguaje porque no disponen de un tracto vocal abatido y acodado. La configuracién en Angulo recto del tracto vocal permite la articulacién de las consonantes y las vocales y la produccién de soni- dos diferentes con un flujo rapido. Consecuentemente, una de las grandes adquisiciones en la evolucién de la raza humana fue el abatimiento de la laringe y la cur- vatura en Angulo recto del tracto vocal. La modifica- cién de la conformaci6n del aparato fonador se vincu- la con la postura bipeda. Cavidad nasal Cavidad nasal vocales vocales Ficura 1.1. El tracto vocal de un chimpancé y el de un ser humano. 26 ¢Cuando fue posible que el tracto vocal de los homi- nidos permitiera articular sonidos silabicos? Seguin los expertos, la morfologia moderna del tracto vocal (la- ringe abatida) aparecié apenas entre 100000 y 150000 afios antes de nuestra era, pero los datos anatémicos parecen dar testimonio de una evolucién progresiva en el transcurso del prolongado desarrollo del tracto vocal hacia el tracto altamente eficaz de nuestra especie. Se- gun algunos antropélogos, el Homo habilis (hace mas de dos millones de afios) podia articular sonidos y, de manera mas general, se piensa que el Homo erectus (hace 1500000 afios) podfa articular palabras y dispo- nia de una especie de protolenguaje. Todas las posicio- nes siguen estando sujetas a debate. En la actualidad, todos los antropélogos atribuyen el habla articulada al hombre de Neandertal (hace 400 000 afios). La evolucién del tracto vocal no bastaria inica- mente para explicar la aparicién del lenguaje. En el transcurso de esos millones de afios, el cerebro de los prehominidos también evolucionaba. Se sabe que cier- tas areas del cerebro est4n dedicadas al habla y que se han rastreado los indicios que pueden demostrar cudn- do se desarrollaron esas 4reas cerebrales en nuestros antepasados lejanos. El andlisis de la cara interna de los crdneos del Homo habilis parece revelar una estructura cerebral compatible con el lenguaje. Las dos zonas cerebrales que participan en la funcién del lenguaje —el area de Broca y el 4rea de Wernicke— ya estaban presentes en él hace mas de dos millones de afios. Esas dreas esta- ban bien desarrolladas en el Homo erectus y eran casi modernas en el hombre de Neandertal. 27 Ahora bien, la presencia de estructuras anatémicas o morfolégicas compatibles con el habla inicamente indica la posibilidad del lenguaje; no demuestra su existencia. Por ello, aun cuando en general se admite la existencia del lenguaje en el hombre de Neandertal, las hipdtesis referentes a la eventual capacidad para el habla hace mas de 500000 afios varfan ampliamente segtin los autores. Algunos de ellos creen que el len- guaje y la musica se desarrollaron entre los australo- pitecos (hace 2 500000 a tres millones de afios); otros piensan que el lenguaje se desarrollé entre el Ho- mo erectus y el Homo sapiens (hace entre 1500000 y 500000 afios). Fueron necesarios millones de afios de evolucién biolégica para dar forma a los modos de percepcién y reproduccién del habla en la especie humana; sin embargo, no se puede reducir el lenguaje a la evolu- cién bioldégica de los érganos de percepcién y repro- duccién. Dicha evolucién tnicamente pudo llegar a ser funcional para el habla en union con la evolucién cualitativa del cerebro, la cual, a cambio, adapto el cuerpo para responder a las exigencias de una vida social cada vez mas elaborada. Dostoievski resume maravillosamente la union del cuerpo y la mente jugando con el doble sentido de la palabra lengua, tan elocuente: “La lengua es la palabra suprema y definitiva del desarrollo orgdnico”. Causa o consecuencia, la vida en grupo reunia las condiciones necesarias para que existiera un modo de comunicacién entre los individuos del grupo. Las sefiales de comunicaci6n servian para coordinar en el seno del grupo la busqueda de alimento, la caza, la 28 defensa y la vigilancia de los lugares, la depredacién y el flirteo, sin olvidar la cohesion del grupo. Las sefiales visuales tenfan poca importancia en los bosques den- sos; en cuanto a los gritos o a las onomatopeyas, este- reotipados o repetitivos, poseen un valor informativo limitado. La necesidad llevé a la bisqueda de compor- tamientos més eficaces para la comunicacion. éQué signos utilizaba el Homo erectus, de quien se considera que todavia no tenfa un lenguaje, sino, mas bien, un protolenguaje? ¢Fueron los sistemas de gestos y ademanes, las onomatopeyas, las interjecciones, las palabras aisladas y las producciones moduladas se- mejantes a cantos las primeras formas de expresién? ¢Hablaba el Homo erectus una especie de pidgin? Las hipétesis que han sido propuestas son variadas, pero, por el momento, totalmente especulativas. Cuanto mas inteligentes y activos eran los indivi- duos del grupo, tanto mas elaborado debia ser su mo- do de comunicacié6n. Cuanto mas vivia el grupo en medios diferentes y se desplazaba, tanto mas flexible debia ser el modo de comunicaci6n para adaptarse a las exigencias locales. Cuanto mas se especializaban las técnicas, tanto mas surgian las expresiones simbdlicas y se hacfan complejos los modos de comunicaci6n. Acambio, el creciente poder del sistema de comunica- cién permitia una mejor adaptacién de la caza, de la defensa del grupo y de sus intercambios de informa- cion. Ese factor de rentabilidad fue lo que hizo surgir el lenguaje, pero el surgimiento de lo simbélico repre- senté un elemento decisivo en su evolucion. En efecto, el cerebro y la mente del Homo sapiens (o presapiens para algunos) elaboraron cédigos cada 29 vez mAs abstractos que hicieron posibles los compor- tamientos simbolicos, artisticos y sociales. La necesi- dad llev6 quizas al surgimiento del lenguaje articula- do, pero este ultimo se liberé de aquélla, sobre todo con los comportamientos artisticos y religiosos. Los primeros rastros del arte parecen remontarse a hace dos millones de afios, mientras que el amortajamiento de los muertos aparecié hace aproximadamente 90000 afios. Sdélo fue mucho mas tarde, hace aproximada- mente 50 000 afios, cuando una extraordinaria explo- sin artistica dio lugar a obras de arte como las cuevas de Chauvet o Lascaux, ejemplos maravillosos entre muchos otros. Sin un Jenguaje evolucionado, ese flore- cimiento artistico no habria sido posible. La facultad simbélica de la que da testimonio el arte de las cavernas es reveladora de posibilidades de intercambios verbales ya muy elaborados. Algunos in- vestigadores la vinculan a una “explosién sintdctica” que parece haber sobrevenido en esa época. Una “brus- ca” evolucién de la estructura de la lengua hablada que permitié una transmisién mas elaborada de la in- formacién parece explicar la aceleracién de la evolu- ci6n técnica y artistica de nuestros antepasados. Tam- bién se evoca el acceso a la capacidad metaférica para explicar el incremento exponencial de la cultura huma- na en esa época. El surgimiento de la sintaxis, de una mayor creatividad lingiifstica y de la capacidad meta- foérica parecen marcar el desarrollo del pensamiento tal como lo conocemos y el ingreso del hombre a nues- tro mundo actual. Todavia se puede divagar mucho sobre el surgi- miento del lenguaje. Darwin no es el unico en haber 30 acercado el arte y el lenguaje. Jorge Luis Borges ima- ginaba que el lenguaje era un hecho artistico inventa- do por guerreros y cazadores. Otros, mas roménticos, piensan que el hombre trascendié las primeras formas del habla impulsado por el amor. Ni siquiera los mas prosaicos, que tinicamente ven en el lenguaje la pre- sion de la necesidad, pueden ignorar que es un hecho art{stico. ¢ QUE SE SABE DE LAS PRIMERAS LENGUAS? Esta interrogante ha parecido tabu durante mucho tiempo, tan presuntuoso parecia el querer investigar lo que habia podido ser el lenguaje hablado hace algunos centenares de miles de afios. Es cierto que durante mucho tiempo se prest6 mas para los cuentos que para un enfoque cientffico; sin em- bargo, algunos investigadores, como Greenberg o Ruh- len, afirman que todas las lenguas se derivan de una lengua madre hablada por nuestros antepasados hace aproximadamente 50000 afios. Algunos lingiiistas tra- tan de encontrar los origenes lejanos y comunes de cier- tas palabras a través de los elementos comunes a las superfamilias que reagrupan las lenguas del mundo. Asi, han observado cierta similitud en las raices fonéticas de las palabras que designan los conceptos 0 los ob- jetos fundamentales: partes del cuerpo (mano, pie), objetos esenciales para la vida (agua), personas (yo, tu, padre y madre) o ntimeros (uno, dos, tres o muchos). Las similitudes fonéticas entre algunas palabras que for- man parte del vocabulario basico de todos los grupos 31 humanos parecen revelar formas a partir de las cuales se podria inferir que existi6 una lengua atavica comin. También se puede pensar que las palabras de las primeras lenguas podrian haber consistido, como en- tre los nifios, en formas monosilaébicas compuestas de los sonidos mds faciles de articular. Las asociaciones tipicas de sonidos que se encuentran en el balbuceo serfan un “recuerdo” de las primeras palabras pronun- ciadas al alba de la humanidad. Sea lo que fuere, esa lengua madre no parece haber sido la lengua “original” —si acaso existié una lengua original, puesto que se reconoce que los Homo po- seian el lenguaje desde hace mds de 500000 afios—, sino una lengua que data tnicamente de hace algunas decenas de miles de afios. Esos enfoques son todavia muy especulativos y controvertidos. Lo que puede uno preguntarse, sobre todo, es si real- mente existié una lengua unica al principio. En reali- dad, se ignora si el lenguaje apareci6 en el seno de un pequefio grupo de individuos para después difundirse y diferenciarse o, bien, si surgid en diferentes momentos y de manera independiente. Las hipétesis sobre los mo- mentos de la evolucién en que la facultad del lenguaje habria podido aparecer entre nuestros antepasados no proporcionan ninguna indicacién sobre su forma. jTene- mos que admitir que no se sabra jams en qué lengua disputaron Adan y Eva al salir del Paraiso! Ahora bien, aun cuando no estemos seguros de que el lenguaje haya tenido un origen tinico, las investiga- ciones llevadas a cabo sobre las lenguas que se hablan en el mundo y sobre sus antecedentes han hecho apa- recer los linajes. 32 El origen de la mayorfa de las familias lingitisticas actuales se fecha en un periodo situado entre 25 000 y 6000 afios antes de nuestra era, pero el origen de las superfamilias de lenguas o incluso de las lenguas ais- ladas, como la australiana o las indicas, parece ser mu- cho mas antiguo: tal vez 40 000 afios. El indoeuropeo parece haber nacido hace 40 000 afios, pero sélo pudo haber comenzado a propagarse hace apenas 7000 afios, con la expansioén de la agricultura. Las afinidades entre el vocabulario y la gramatica de la mayoria de las lenguas que se hablan en Europa, ya sean germanicas, eslavas, romanicas 0 gaélicas, pa- recen indicar un origen comun. También se encuentran afinidades entre ciertas lenguas indoeuropeas; de ahi la hipétesis de un origen comin: el protoindoeuropeo. Este habia sido propuesto ya en el siglo xvm; desde entonces, el origen geografico del indoeuropeo ha sido objeto de numerosas investigaciones, tanto de los ar- quedlogos como de los lingiiistas. Apoydndose en las reglas del cambio fonético de las palabras, los lingiiistas han intentado reconstruir la gramatica y el diccionario hipotéticos de esa lengua; en tanto que los arquedlogos han tratado de formular los esquemas de expansi6n del indoeuropeo. Asi fue como C. Refrew imagin6 que una lengua indoeuropea originaria de Turquia se propag6é en Europa con las migraciones de los agricultores del neolitico (aproxi- madamente 7 000 afios antes de nuestra era). Otra ex- pansion parece haber tenido lugar hacia las estepas y la India; pero ciertas hip6tesis plantean que el indoeu- ropeo partié del Caucaso. Algunos trabajos recientes sacan a la luz la existen- 33 cia de correlaciones entre las familias de lenguas y los reagrupamientos imaginados a partir de los andlisis genéticos. Esas correlaciones indican un paralelismo entre la evolucién genética y la lingitistica. La utiliza- cién de la “distancia genética” permitié a Luca Cavalli- Sforza demostrar que, a pesar de las migraciones y los mestizajes, es posible encontrar en el mosaico lingiifs- tico y genético del mundo actual suficiente coherencia para reconstruir un arbol comin a las dos evolucio- nes. Darwin también lo pensaba asi, pero no contaba con los medios para aportar la prueba de ello. La evo- lucién de la genética ha permitido ese acercamiento. Esos trabajos son apasionantes, pero encuentran cier- ta resistencia en el terreno cientffico debido a que, en el pasado, algunos trabajos seudocientificos buscaron apoyarse en la diversidad de las lenguas para justificar teorfas racistas. ;Felizmente, ya no estamos en eso! La Torre DE BaBEL, ¢UN MITO? Sea lo que fuere, relativamente pronto, aun cuando haya sido en algunos centenares 0 miles de siglos, muy alejados de nosotros y de nuestros medios de investi- gacion, las hablas se diferenciaron. Casi todas las ci- vilizaciones poseen un “mito de Babel”, una leyenda referente a la dispersién y diversificacién de las len- guas. Ello revela nuestra sorpresa ante la multipli- cidad de las lenguas habladas en la Tierra; asi como la nostalgia por esa lengua “addnica” perdida por los hombres, que, no obstante, se habfan conjuntado para construir esa torre con el propésito de subir lo bastan- 34 te cerca del Cielo para escuchar hablar a los dioses; pero éstos se vengaron, de tal suerte que los hombres ya no se comprenden y hablan diversas lenguas. La mayorifa de las lenguas actuales puede reagrupar- se en familias y superfamilias. Asi, de entre las 5000 len- guas habladas, se desprenden 17 0 19 familias (jtodavia existen desacuerdos!). E] reagrupamiento permite pre- sentar un arbol que muestra las derivaciones. Sélo al- gunas lenguas, que se consideran muy antiguas y resi- duales, como las australianas o el vasco, escapan a esa clasificacién. El vasco, muy antiguo y muy aislado por su estructura y su léxico, parece haber surgido de la len- gua que hablaban los hombres de Cromaiion. La hipote- sis se apoya en los datos genéticos, que muestran un ele- vado porcentaje del factor Rh A en las poblaciones del suroeste de Francia y el noroeste de Espajfia. La dispersién de Babel engendré miles de lenguas y dialectos. ¢Estd finalizando en el presente, con la muer- te de tantas lenguas, el enriquecimiento de las formas de expresién, de pensamiento y de comunicaci6n? E] proceso de divergencia de las lenguas que se ob- serva todavia en nuestros dias se ha visto favorecido por la existencia de pequefios grupos humanos. Las sociedades arcaicas muy aisladas desarrollan una len- gua particular de su grupo cerrado. En el transcurso de los siglos de expansién humana con las grandes olea- das que representaron las invasiones, los desplazamien- tos de los grupos bajo la influencia de las variaciones del clima, las guerras, las conquistas y las explosio- nes demogrdficas, las transferencias lingiiisticas se mul- tiplicaron, con algunas unificaciones. Asi es como han desaparecido algunas lenguas con las minorias que las 35 Arbol genético Poblaciones Pigmeo mbuti [— Africano del oeste —— Banta: HL Nilético San (bosquimano) Etfope Berebere, norafricano Asidtico del suroeste —~ Trani eee Europeo Sardo Indio Indio del sureste L__ Lapén f Samoyedo Lf Japonés Ain Turco del norte [— Esquimal L— Chukchi Amerindio del sur t. Amerindio del centro — Amerindio del norte Amerindio del noroeste — [— Chino del sur [_p Mon khmer Thai | Indonesio [— Malasio — Filipino Polinesio [— Micronesio Mongol Seta — rratetane Coreano Melanesio Nueva Guinea Australiano Familias lingitisticas Lengua original desconocida Niger-kordofaniano (nfger-congolés) Nilo-sahariano Khosian Afroasiatico ® £ Indoeuropeo 3 P 3 Dravidiano e ef iis Urdlico-yukaguira 5S 3 Baud gE g BES eS Altaico Esquimal-aleutiano Chukchi-kamchadal Amerindio - - - — — — - — ' Na-dene Sino-tibetano Austroasiatico Daico Austriaco Austronesio Indopacifico Australiano Ficura 1.2. Las familias de lenguas. hacfan vivir, minorfas extinguidas o minorfas conquis- tadas y asimiladas. Las lenguas nacen, viven, evolucio- nan y mueren. En la actualidad, se estima en aproxi- madamente 5 000 el ntimero de lenguas habladas (jy entre 3000 y 5000 dialectos!) en el mundo. Muchas han desaparecido en el transcurso de los siglos; y en nuestros dias desaparecen mas todavia. Claude Hageé- ge estima que cada afio mueren 25 lenguas: en su ma- yorfa son lenguas habladas por pequefios grupos ais- lados. Paul Valéry decia que “el tiempo del mundo finito comienza’” y, con él, el de la uniformaci6n. Vemos asf, con cierta tristeza, un inglés comercial, muy alejado de la lengua de Shakespeare, convertirse en la lengua de relacién de un mundo materialista. 37

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