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Es muy común encontrarnos con la idea generalizada de que naciones como los
Estados Unidos de América han sido capaces de crear para sus habitantes la oportunidad
de un permanente crecimiento en el bienestar económico y de que existen las mejores
oportunidades de desarrollo siendo, por lo tanto, modelo a seguir.
La tabla que nos muestra las características del ingreso correspondientes a este
segmento considerado como pobre por las autoridades norteamericanas es la siguiente:
Tamaño de la Unidad Familiar Umbral Estimado (Dólares de EE.UU.)
De acuerdo con estos criterios, el número de familias que en aquel país vive en la
pobreza se ha estabilizado en alrededor del 10% de la población total, lo cual representa
aproximadamente 27 millones de habitantes (Ver Gráfica 1).
16%
14%
12%
10%
8%
6%
4%
2%
0%
1959
1962
1965
1968
1971
1974
1977
1980
1983
1986
1989
1992
1995
1998
En la Gráfica 1 anterior observamos que el sistema económico norteamericano ha
llegado a un “piso” de pobreza que es incapaz de traspasar. Ese 10% de familias en
niveles de pobreza parece haberse convertido en un límite infranqueable.
Esta incapacidad del sistema para reducir la pobreza aparece en forma más
dramática cuando observamos los números absolutos. En la Gráfica 2 vemos que la cifra
de 8 millones de familias en pobreza pudo reducirse a 5 millones en los años 70, pero que
tras el establecimiento de las políticas económicas de reducción del gasto público de
carácter social, volvió a su origen.
Gráfica 2
7
6
5
4
3
2
1
1959
1962
1965
1968
1971
1974
1977
1980
1983
1986
1989
1992
1995
1998
Para ello seguiremos la tradicional división del ingreso en quintiles, esto es, la
división de la población total de Estados Unidos en 5 partes iguales, cada una de ellas
compuesta de un 20% del total. Partiremos así, del 20% más pobre (quintil inferior) hasta
el 20% más rico (quintil superior).
En la Gráfica 3, que a continuación presentamos, vemos juntos los 5 quintiles que
nos muestran la distribución del ingreso real de la población total de los Estados Unidos
por familia. Se trata de cifras en dólares de 1998 (Año Base) y son por lo tanto unidades
monetarias reales, una vez descontada la inflación. Las cifras van de 1966 a 1998, un
total de 32 años, tiempo más que suficiente para que las tendencias de largo plazo se
manifiesten.
Gráfica 3
140
120 Quintil Sup.
100 4º Quintil
80
3º Quintil
60
2º Quintil
40
Quintil Inf.
20
1966
1969
1972
1975
1978
1981
1984
1987
1990
1993
1996
16
14
12
10
Blancos
8
Hispanos
6
Negros
4
2
1972
1975
1978
1981
1984
1987
1990
1993
1996
En la gráfica anterior y en las que siguen cada uno de los quintiles muestran un
20% de la población total de cada grupo racial. El primer quintil agregado representa
aproximadamente 55 millones de habitantes en la actualidad.
Por lo que se refiere al segundo quintil, que junto con el primero antes analizado
representaría hoy en día alrededor de 110 millones de habitantes, la situación no ha
mejorado mucho en los últimos 28 años. En la Gráfica 5 observamos que las familias de
origen afroamericano han alcanzado el ingreso medio de las familias hispanas.
Gráfica 5
30
25 Blancos
Hispanos
20
Negros
15
10
1972
1974
1976
1978
1980
1982
1984
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
Después de 28 años las familias blancas de este quintil incrementaron su ingreso
real en un 7%, al pasar de $ 29,439 U.S. dólares anuales a $ 31,702 U.S (una tasa anual
de 0.25%).; las familias de origen hispano vieron sus ingresos reales reducirse un 5%, al
pasar de $19,865 U.S. en 1972, a $ 18,802 U.S. en 1998, Por su parte las familias
afroamericanas incrementaron sus ingresos un 11% (0.39% anual) pasando de $ 15,390
U.S. a $ 17,193 U.S. dólares anuales. A pesar de este crecimiento, aún se encuentran
$1,609 U.S. dólares abajo del ingreso medio anual de las familias de origen hispano.
Gráfica 6
150
140
130
120
110 Blancos
100 Hispanos
90
Negros
80
70
60
1972
1974
1976
1978
1980
1982
1984
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
El 20% de la población blanca más rica vio crecer su ingreso un 48% en estos 28
años, al pasar de una media anual de $ 98,354 U.S. a $ 146,296 U.S.; las familias de
origen hispano de este quintil superior incrementaron sus ingresos medios anuales en un
39%, pasando de $ 69,510 U.S. en 1972, a $ 97,181 U.S. en 1998. Las familias negras,
por su parte tuvieron un crecimiento en sus ingreso del 35% al pasar de $ 67,458 U.S. a $
91, 735 U.S.
Esta revisión rápida de las estadísticas de Estados Unidos nos muestra que
durante los últimos 26 años ha habido un reducido crecimiento de los ingresos anuales
del 60% de las familias norteamericanas pertenecientes a los tres primeros quintiles de
población. En cambio los grupos de mayor ingreso, en especial las familias blancas, han
visto concentrada cada vez más la riqueza en sus manos. Si tomamos en cuenta que en
las naciones más pobres y más pobladas, ese mismo 60% de la población no sólo no ha
mantenido sus ingresos sino que la pobreza los ha absorbido, no podemos pensar en un
panorama más preocupante para los próximos años, los primeros del Siglo XXI, en los
que la reducción de la capacidad de compra de los mercados pueda generar una
depresión generalizada del sistema, depresión que podría iniciarse con una crisis
financiera.