Hacer frente a la regresi6n
democratica
se atieuo, con elo
“Facing Up tothe Demecrs
tic Recession", fue publics
do en Journal of emery.
vl 26, 1 nero de 2015
(huipiirwjournalotdem-
ceracyonysiesjdefulfies)
iamond261-0 pa
1LParaunadescripeiin det
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sult Larry Diamond, The
Spent
ge to Bu
‘igs 2026
2 Steven Levitsky y Lucan
som: ira Regs Ae she
(a Wn: Cambvge Univer
sity Pree Nea York, 2000.
Larry Diamond
FINDADOR Y CODIRECTOR DEL URAL OF DEMOCRACY, MEMBRO DEA RINTA DELA HOOVER
INSTRUTION YDELINSITUT0 FREEMAN SROGU DF ESTUDIOS INTERNACONALES DE LA UNIVERSIDAD
DE STANFORD ESTADOS UNIDOS] DIRECTOR DEL CENTRO PARA LA DEMOCRACLA EL DESARKOLLO
‘LANO.2014MARCS EL CUADRAGESI-
‘mo aniversario de la revolucién
de los claveles portuguesa, que
dio lugar a lo que Samuel P.
Huntington apodé la “tercera
ola” de la democratizacién glo
bal. Toda valoracién de la situa
ign de la democracia global en
Ta actualidad ha de empezar re
conociendo la durabilidad de tal transformacion
hist6rica maravillindose, incluso, de lla. Cuando
comenzé la tercera ola en 1974, s6lo alrededor de
‘un 30 por ciento de los estados independientes del
mundo cumplia los requisites de la democracia
electoral, un sistema en el que los cidadanos,
mediante el sufragio
‘curso de Ia historia se habia observado este conti-
znuo crecimiento de la democracia. Aunque cierto
niimero de estas nuevas democracias eran notable-
‘mente liberales-en algunos casos, hasta tal punto
{que Steven Levitsky y Lucan Way las han calificado
de regimenes de “autoritatismo competitive"? la
tendencia positivade tres décadas de duracion fue
acompatiada de una continuada e importante ex-
‘pansién de los niveles de libertad (derechos politi
os y libertades civles, segtin la estimacién anual
de la organizacién Freedom House). En 1974, el nt
vel medio de libertad en el mundose situs en 4,38
‘puntos (de acuerdo con una escala de siete puntos
‘en que 1 califica la maxima libertad yel7 definela
situacion més represiva) A continuacién, esta pro-
porcién mejoré gra-
universal, pueden ele-
sity sustituir a sus It
deres en elecciones
periddicas, libres, jus:
tasy fiables! En aquel
momento habia s6lo
alrededor de 46 demo-
El nivel medio de la libertad en el
mundo mejoré hasta principios det
siglo XXI, pero desde el afio 2006 no
se ha producido una expansién neta
de las democracias electorales, que
ha oscilado entre 114 y 119 paises
dualmentedurantellos
afios 70 y 80, aunque
no cruaé por debajo de
Ja media de 4 puntos
hhasta la caida del mu-
ro de Berlin, tras lo
ual mejoré a un 3,85
en 1990. En 25delos 32
cracias en ef mundo.
La mayoria de ellas
eran democracias liberales del prospero Occidente,
junto algunos estados insulares que habian sido
colonias briténicas. Sélo existia un punado de
otras democracias en vias cledesarrollo, principal-
‘mente India, Sri Lanka, Costa Rica, Colombia,
Venezuela, staely Turquia.
Enlas tres décadas subsiguientes la democra-
cia sigui6 una via global digna de mencién, mien
‘ras el ntimero de democracias en continuo desa-
rrolloo expansion seguia avanzando regularmente
cada aio desde 1975 a 2007. Nunca antes en el
afhos entre 1974 2005,
los niveles medios de libertad mejoraron a nivel
‘mundial, alcanzando 3,22 puntos en 2005.
Y¥ posteriormente, alrededor del aio 2006, la
libertad yla democracia en el mundo sufrieron un
prolongada estancamiento desu expansién. Desde
2006 no se ha producido una expansién neta del
niimero de democracias electorales, que ha oscila-
do entre 114 y 119 (alrededor del 60 por ciento de
Jos estados del mundo). Como se puede ver en et
‘gnifico 1 [pagina siguiente}, el nimero tanto de
democracias electorales como liberales comenzéa
\woquanon |passiee 17HACER FRENTE ALA REGRESION DEMOCRATICA
ddisminuir después de 2006 para estabili-
zarse posteriormente. Desde 2006, el nivel
‘medio de libertad en el mundo también
se ha deteriorado ligeramente, estabili-
zindose en alrededor de 3,3 puntos?
Hay dos formas de considerar tales
Por otto lado, cabe considerar la i
‘ima década como un perfodo de al me-
nos incipiente declive de la democracia,
Para analizar este punto, hemos de esti
diarnosolamente la inestabilidad y estan-
‘camiento de las democracias, sino tam-
(CRECIMIENTO DE LAS DEMOCRACIAS EN EL MUNDO (1974-2013)
m%7
0%
50%
“0%
20%
20% 20%
10%
tendencias empiricas. Una de ellas es
considerarlas como un periodo de equili-
brio: la libertad y 1a democracia no han
seguido incrementindose, peroninguna
deellas ha experimentado claros descen-
sos. Cabria, incluso, feliitarse de ello co-
‘mo expresién de la notable e inesperada,
duracién dela ola democritica.
Dado que la democracia se amplis
un niimero de paises donde las cond-
ciones objetivas de su mantenimien-
10 son desfavorables debido a su pobreza
(por ejemplo, en Liberia, Malaui y Sierra
Leona) 0 a tensiones estratégicas (por
ejemplo, en Georgia y Mongolia, resulta
notable que hayan sobrevivide (o revivi-
do) sistemas politicos razonablemente
abiertos y competitivosen tantos lugares.
En una variante de esta interpretacion
mis favorable, Levitsky y Way argumen-
tanquela democracia nunca seexpandi6
de hecho tan ampliamente como
Freedom House considers en primer lu-
gar Por tanto, buena partede ls fracasos,
demoeriticos que a primera vista han te
nido lugaren los itimos 10a 15afios han
sido en realidad situaciones dedeterioro
o endurecimiento con respecto al punto
de partida de regimenes autoritarios.
‘0 vanusrow posse
bign el declive crecientecle la democracia
‘en Tos paises que Thomas Carothers ha
‘aractetizado como paises de la "zona
‘gris" (que desafian una clasificacion féeil
‘como la de si son democracias 0 no} el
autoritarismo creciente en las no demo-
‘cracias y el declve del fancionamientoy
‘confianza en si mismas de las democra-
cias mundiales asentadas y présperas.
Este seri mi enfoque en lo que sigue a
‘continuacién.
El debate sobre siha existido un de-
de la democracia se convierte en
‘Gerto modo en una consideracién sobre
‘e6mo lo valoramos. Una de las grandes y
probablemente inevitables ironias de la
investigacién especializada es queelauge
de os estudios comparativos sobre la de-
‘mocracia se ha acompariado de un des
acuerdo notable sobre cémo definir y
‘medir la democracia. Nunca he conside-
rado que habia ~o podria haber-una res-
puesta adecuada y consensuada a este
‘eterno desafio conceptual. La mayoria de
los especialistas dela democracta ha coin-
‘idido en afirmar que tiene sentido clasi-
ficar os regimenes segin categoriasy,en
‘consecuencia, determinar qué regimenes
son clemocracias y qué regimenes no lo
son. No obstante, Ia democracia es, en
‘muchos aspectos, una variable continua
Sus componentes clave “tales como la li
bertad dada por la existencia de miltiples
partidos y candidatos a la hora de hacer
‘campana y de rivalizar entre si, la inclu
sidn del suftagio, la imparcialidad y new
talidad de Ta administracién electoral y
Ja medida en que los vencedores en las.
lecciones cuentan con un poder fiable
para gobernar-varian segtin una gama al
igual que otras dimensiones dela calidad
de la democrucia, tales como las liberta-
des civiles, el Estado de derecho, el control
dea corrupcién, la fuerza de la sociedad
civil y asi sucesivamente). Esta continua
‘variacidn obliga alos codificadores aefee-
‘tar laboriosos analisis sobre cémo clasi-
ficar regimenes, que entran en la catego-
sia de la ambigua zona gris, donde la siva-
lidad electoral multipartidista, si bien es
auténtica y vigorosa, no deja de ser defi-
Cente en aspectos importantes. Ningtin
sistema de rivalidad multipartidista es
totalmente justo y abierto. Algunos siste-
‘mas electorales multipartidistas no resis-
ten claramente la prueba de la democra-
ia. Ottos presentan graves deficiencias,
‘que, no obstante, no invalidan su cardcter
democsitico en un sentido general. Por
tanto, deben adoptarse con frecuencia
\ificles decisiones sobre el modo de sope-
sarlas deficienciasy saber dénde trazarla
Tinea divisoria,
La mayoria de enfoques sobrela da
sificacién de regimenes politicos (como
democraciasono}sebasan en la medicién
continua de variables clave (tales como
derechos politicos, como en el caso de la
escala Polity, 0 derechos politics y liber-
tades civiles, como en el caso de Freedom
House), ademas del trazo de una linea di
visoria un tanto arbitraria para separarlas
democracias de las no democracias> Mi
propio método ha consistido en aceptar
las decisiones sobre clasificacién de
Freedom House salvo en el caso de prue-
bas evidentes en contra, 1o cual me ha
Ievado, pormi parte,a hacer un eémputo
de dos a cinco democracias menos de las,
‘que computa Freedom House para lama-
‘yoria de afios desde 1989; en el caso de
‘algunos ates, la discrepancia en cuestion
‘es mucho més amplia*HACER FRENTE A LA REGRESION DEMOCRATICA
La regresién democratica:
crisis y desgastes
EL mundo ha experimentado una
rmaxlerca pero prolong regresin de-
mocritica desde alrededor de 2006.
Ademas de la falta de mejoria 0 de un
rmoderado desgaste de los niveles de de
rmocraciay libertad ha habido otros moti
vos de preocupacién. En primer higar, se
ha producido un importante, y de hecho
acelerado, indice de crisis democratica
En segundo higar. la calidad oestabilidad
dela democraciaha disminuido en certo
rimero de grandes y estatégicamente
importantes paises de mercado emergen-
te,quedenominoesaospnalo En tercer
lugar, a ido aumentando el autortaris:
‘mo incluso en estados grandes yestratégt
camente importantes. Y, en cuarto lugar,
las democracasestablecidas, comenzanr
ddoporstados Unidos, parecenfuncionar
ccecientemente de modo deficientey ca
recer de la woluntady autoconfianza ne
cesarias para promover Ia democracia de
forma efectiva en otros paises. Analizo
cada inode estos elementos.
a primer lugar, observemos el inde
CRISIS DE LA DEMOCRACIA (2000-2014)
RBIs mais tine
2000 | Ful -
2000 | Rusia =
zoot_| REP.CENTROAFRICANA |
2002. | GUINEA-BISSAU 2008
2002 | NePAL 2013
200 | VENEZUELA =
2008, | TAWLANDIA am
2006. | 1SLAS SALOMON 2
2007 | BANGLADESH 208
2007 | FiLiPINAS 2010
2007 | KENIA
2008 | ceoRGIA ami2
2009 | HoNDURAS 2013
2009 | MADAGASCAR és
2009 | NiseR aa
zo1o | suRUNoI 7
2010. | SRILANKA =
2010 | GUINEA-BISSAU -
zoi2 | macowas =
2012 | wali 2016
zo1r_| wicaracua
2012 | ucRANiA mak
zor | TuRaUIA «
2014 | BANGLADESH "
zor | TaILaNDia s
ENTE rn Ha oe Wd
cede crisis democritica. Entre 1974y fina
les de 2014, e1 29 por ciento de todas las
democracias del mundo suffieron una
«sis entre las democracias no occident-
les, el indice fue del 35 por ciento}. En Ia
primera década y media de este nuevo si-
slo, el indice de fracaso (176 por cento) ha
sido notablemente mayor que en el perio-
doanterior de 15 ahos(12.7 porciento) Por
otra parte, si dividimos la tercera ola en.
sus cuatro décadas integrantes, observa
‘mos una creciente incidencia de fracaso
democritico por década desde mediados
de los afios 80. El indice de fracaso demo-
critico, que habia sido del 16 por ciento en
la primera década de la tercera ola (1974
1983), descendié al 8 por ciento en la se.
gunda década (19841993) pero posterior.
‘mente subi6 al 11 por ciento en la tercera
década (1994-2003) y, mas recientemente,
al M4 por ciento (2004-2013) (Si incluimos
lostres desgastes de 2014,elindice aumen-
taa mis del 16 por ciento})
Desdeel aio 2000 cuento 25 crisis de
lademocracia en el mundo debido no so-
lamente a flagrantes golpes militares o
gubernamentales, sino también a imper-
ceptibles y progresivas degradaciones de
los derechos y procedimientos democrs-
ticos que, finalmente, empujan aun siste-
ma democratico a traspasar el umbral
para entrar en el terreno del autoritaris-
mo competitivo [ver cuadro adjunto}
‘Algunas de estas crisis democréticas tu-
vvieron lugar en democracias de bastante
‘bajo nivel cualitativo y, hasta tal circuns-
tancia, lo cierto es que un sistema de
competencia electoral multipartidario
razonablemente libre y justo fue despla-
zado o degradado a niveles claramente
inferiores a los minimos estindares de-
mocriticos.Un desafio metoxtal6gicoa ta
hora dehacer el seguimientoyy control de
lascrisis democriticas estriba en determi-
nar un afioo fecha precisa de fracaso de-
mocritico derivado de un largoyy secular
proceso de deteriore sistémicoy estrangu-
lacién de los derechos politicos las liber-
tades civiles y el Estado de derecho,
Ningtin especialista serio y solvente con-
sideratia al dia de hoy que Rusia es una
democracia. Pero muchos creen que fe
‘una democracia electoral (aunque éspera
e intolerante) bajo el mandato de Baris
To pEcRSS
Drain dt esti, vain es dtc dea open,
Ache iar, lent, ilcons de dered hima
ada i esti, va de ts dec dela opciones
Aumenta de Ta nesablidad plies, glpe monguca.
Degrade, vlan
Golpe mata esteem mites.
Date det proc dpi,
Goipe mir aed
Degiodacn det est
Fran eletorly ta del per cit
ude eacorelyotuen dl poser oct
Aut nus de pode or
Fraade ela vic! de aps auc pli,
Dagan fost
re de pec susp
Tribal Conetuctnal dea Asa Na
erect de a pent.
et pariament ec,
ora amp
Irene mar, debeanon dl cma dtr del Eada de derecho,
ints foe del presente elo demnersicree
olpe minor
gadis ati
Fraude latoal acionsparlomentats, abuso el pre ecutbo
gud et eect, va des dec ea pic,
hiss et prose letra
\waquanons |assien 195. Computo come democr-
(ae beraes todos los neg
yan una pu
rae de 102 (de un worl
47) en derechos paltonny
betes chiles.
“4. Thomas Corothers
{nd of the Transition Par
digm journal
vo. 13 (enero de 2002) pies
Dems
5. Pvedom Howse dasiica
todos los regimenes del
smundocomo democraciaso
no dose 1989 al momenta
actual sobre la base des)
puntin al menos 7€e ua
{be derechos politicos en re
cin comet pre slot
by pina al menos 20 0-
bee ap on la escala de pun
sac de dexechor pais
cos) sur dtimas eecco-
presidencies fueron zm-
ablemente ives y juste
4) no existe importantes
fuenes cules de poder que
Svan a las autoidades
esis. yen exten cam
bios Legals recientes que
miten Ia farura Whertad
clecroral Ela préetica ello
a comida na fists de
ampliada, demasiado gene
sa desde mi punto de vie
13, pero al menos com im
plausible limite superior
nual del mimenodedemo-
20 vanousrow posse
HACER FRENTE ALA REGRESION DEMOCRATICA
Yeltsin. si calificamos 1993 como el ano en que la
democracia emergié en Rusia [como haceFreedom
House), en tal caso que aiio dentificamos comoel
‘que marca el fin de la democracia? En este caso y
‘muchos otros), no existe un acontecimiento 0 epi-
sodio que por si solo y de forma obvia ~como el
autogolpe del presidente peruano Alberto Fujimori
‘en 1992- nos guie en la decisién relativa al modo
de calificar. Por mi parte, postulo que el sistema
politico de Rusia cayé por debajo de las condicio-
nes minimas de una democracia electoral durante
2000 como un aio marcado por el fraude electoral
‘que dio a Vladimir Putin una dudosa victoria en
primera vuelta y la degradacién del pluralismo
politico y civico que siguié répidamente a conti-
rnuacién (Freedom House data el fracaso en 2005).
El problema presenta una relevancia conti-
rua y bastante contempordneo. Durante cierto
niimero de afios hasta la fecha, el partido gober-
‘ante turco Justicia y Desarrollo (AKP) ha estado