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CAPÍTULO I

GENERALIDADES DEL CONTRATO DE PRENDA


1.1 Conceptos

El contrato de prenda consiste en que una parte (el deudor) entrega una cosa
mueble a la otra parte (el acreedor), con la finalidad de obtener una garantía y
seguridad de un crédito, de tal manera que le otorga la posesión pignoraticia y con
ello la facultad de retener la cosa empeñada y, en su caso, realizarla y pagarse
preferentemente con el producto de dicha realización, si el deudor no cumple la
obligación garantizada.

Es un contrato por el que se entrega una cosa mueble a un acreedor para


seguridad de su crédito, otorgándole la facultad de perseguir la cosa empeñada,
retenerla en ciertos casos, y pagarse preferentemente con el producto de su
realización, si el deudor no cumple la obligación garantizada. Por lo tanto, la cosa
entregada no pasa a ser propiedad del acreedor, sino que su derecho es mucho
más limitado.

1.2 Origen Etimológico

Pignus en Roma era un contrato real (se perfeccionaba con la entrega de la


cosa: datio rei), era causal, bonae fidei, accesorio, sinalagmático, imperfecto. En
las Partidas se trata indistintamente la prenda y la hipoteca bajo el nombre de
peños (ley 1, título 13).

1.3 Característica del Derecho de Prenda.

El contrato de prenda es un contrato sinalagmático imperfecto. El acreedor


pignoraticio debe restituir la cosa cuando haya cobrado íntegramente. Debe velar
por la cosa como un buen padre de familia, no puede usar la cosa, el abuso de la
prenda puede llevar consigo el privar de aquélla al acreedor prendario. El

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constituyente está obligado a reembolsarle al acreedor prendario las expensas
útiles y necesarias.

El contrato de prenda es el contrato por el cual el deudor o un tercero, por afectar


un bien mueble al pago de la deuda, se desposeen del mismo a favor, ya sea del
acreedor, ya sea de un tercero, que conserva la cosa para el acreedor. La prenda
es un contrato accesorio que supone la existencia de un crédito válido.
Esta garantía real lleva consigo la desposesión de la cosa, sobre la cual esté
constituida la garantía.

1.4 Historia del Contrato de Prenda

El cobro de las deudas es un problema histórico ya que desde la antigüedad


preocupó a los acreedores, que sus deudores cumplieran con sus obligaciones, o
poder cobrar de algún modo su crédito, ya que sin una garantía específica podía
suceder que el obligado no contara al momento de pagar con bienes suficientes.

El contrato de prenda fue el segundo derecho real de garantía sobre cosa ajena
que conocieron los romanos. Para garantizar el pago de las deudas, primero
surgió una garantía personal otorgada por otra persona distinta del deudor, que
fue la fianza, que posibilitaba ante la insolvencia del deudor accionar contra el
fiador.

Pero como éste también podía ser insolvente, los romanos comprendieron que si
una cosa respaldaba con su valor, el pago de lo adeudado, era más difícil evadir
su cumplimiento. Así surgió la fiducia, por la cual el deudor entregaba una cosa
suya en propiedad al deudor, que se la devolvía de buena fe una vez cumplida la
deuda.

Como el deudor no podía accionar contra el acreedor, que ahora era su deudor,
pues cumplida su obligación nacía la de aquel de devolver el objeto dado en
garantía, pero sobre el que el deudor había traspasado el dominio, nació la prenda

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o pignus, por la cual el acreedor retenía la cosa pero en calidad de poseedor, sin
perder el deudor su calidad de propietario. Si la deuda se cumplía, el acreedor
debía devolver la cosa, y si no, debía venderla en pública subasta (solo en un
principio se le permitió quedarse con la cosa mediante el pacto comisorio) para
cobrarse del precio de venta, y si éste excedía la deuda, reintegrarse la diferencia
al deudor. Si no alcanzaba para cubrir lo adeudado, la deuda restante, subsistía
como pura y simple.

Las cosas dadas en garantía eran generalmente muebles, pues significaba


transferir la posesión aunque nada obstaba a que se constituyera sobre
inmuebles. El acreedor no podía usar la cosa dada en prenda, pues de lo contrario
cometía furtum usus.

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CAPÍTULO II
EL CONTRATO DE PRENDA EN LA LEGISLACION
DOMINICANA

2.1 Contrato de Prenda Legislación Dominicana

En el ámbito de la contratación nuestro legislador registra una variedad de


modalidades de contrato de prenda, situación esta que constituye el enfoque
básico del presente trabajo; por lo que nos permitimos resaltarlo.

 El contrato de prenda con desapoderamiento de derecho común, previsto en el


código civil Art. 2073 a 2084 del código civil

 El contrato de prenda comercial, previsto en los Art. 91 al 93 y el artículo 109


del código de comercio.

 La prenda universal sin desapoderamiento, reglamentado en la ley 6186, Ley de


Fomento Agrícola Art. 169 a 197.

 El contrato de prenda sin desapoderamiento según Art. 204 a 223 de la ley


6186.

2.2 Definición del Contrato de Prenda Según el Código Civil

El artículo 2071 del Código Civil Dominicano establece que “El empeño es un
contrato por el cual el deudor entrega una cosa al acreedor para seguridad de la
deuda.

El artículo 2072 detalla que “El empeño de una cosa mobiliaria se llama prenda.
El de una cosa inmobiliaria se llama anticresis.

Esta definición es incompleta porque no da una idea clara de la garantía que


constituye en realidad la prenda, estimando que esta definición hay que
completarla agregándole la frase: “Dándosele la facultad de venderla y pagarse
preferentemente con el producto de la venta, si el deudor no cumple su
obligación".

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El sistema del contrato de prenda del código civil, se encuentra actualmente
profundamente alterado y modificado por leyes especiales que han creado la
llamada "prenda sin desplazamiento".

Es en este aspecto que tiene importancia el estudio de la prenda civil, porque si


bien las leyes de prenda especiales alteran en algunos aspectos los principios del
código civil, en sus bases se atienen a él.

El problema que plantea la prenda del derecho civil, es que se trata de un contrato
real, y como tal, se perfecciona por la entrega de la cosa, lo cual haría
prácticamente imposible que en determinadas actividades se pudiera emplear la
prenda como garantía.

2.3 Requisitos de Validez del Contrato de Prenda.

Según el artículo 2074. establece que “Este privilegio no puede tener lugar, sino
cuando exista una escritura pública o privada, debidamente registrada, que
contengas la declaración de la suma debida, así como también la naturaleza y
especie de las cosas dadas en prenda, o un estado anexo que indique sus
cualidades, peso y medida. La redacción del acta por escrito y su registro no se
exigen, sin embargo, sino en materia cuyo valor pase de treinta pesos.

2.4 Efectos del Contrato de Prenda

El contrato de prenda hace que surja un derecho real a favor del acreedor
prendario y crea obligaciones. Confiere al acreedor el derecho de hacerse pagar
sobre la cosa que constituye su objeto, con privilegio y preferencia a las demás
acreedores. El derecho del acreedor pignoraticio es un derecho real susceptible de
posesión, el poseedor de buena fe del derecho de prenda está protegido por el
artículo 2279 del Código Civil, puede oponerle su derecho de prenda al verdadero
propietario.

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2.5 Uso de la Prenda por Parte del Acreedor

No puede el acreedor, por falta de pago, disponer de la prenda, sin perjuicio de


que pueda hacer ordenar en justicia se le entregue como pago hasta la debida
concurrencia, según tasación hecha por peritos, o que se venda en pública
subasta. Cualquier cláusula que autorice al acreedor para apropiarse la prenda o
para disponer de ella, sin las formalidades expresadas se considerará nula.

2.6 La Prenda con Desapoderamiento

El desapoderamiento del deudor es un requisito de validez del contrato de prenda.


Es una formalidad esencial sin la cual el contrato sería nulo. Sin embargo, la
nulidad por falta de entrega deja subsistente una promesa de constituir prenda,
que es un pre-contrato consensual válido entre las partes.

La desposesión no tiene que ser hecha inmediatamente después del cambio de


los consentimientos, pero la garantía no nacerá sino a partir de la desposesión.

2.7 Las Prenda sin Desapoderamiento

Las prendas sin desplazamiento le permiten al deudor conservar el material de


explotación sobre el cual obtiene crédito, estas prendas sin desposesión del
deudor se aproximan a la hipoteca.

Las prendas sin desplazamiento o sin desapoderamiento demuestran la evolución


de la prenda hacia la hipoteca o la penetración de la hipoteca en la esfera
mobiliaria.

La prenda sin desapoderamiento ha sido reglamentada para bienes muebles a los


cuales se les ha organizado cierta publicidad, que rinde mejores efectos que la
desposesión. Así se acerca la prenda a la hipoteca.

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 La prenda sin desplazamiento (llamada entre nosotros “sin desapoderamiento”)
obedece en principio a las reglas de las hipotecas inmobiliarias. Sin embargo, el
contrato constitutivo de tales prendas no es un contrato solemne.

 Al crear las prendas sin desplazamiento, el legislador no les prohíbe a las partes
acudir a la prenda ordinaria con desposesión.

 Este tipo de prenda puede ser consentida: por los agricultores, sobre los
productos de su explotación (cosechas pendientes, ganado, utensilios de
labranza); por los hoteleros, sobre el material de su explotación, aunque se haya
convertido en inmueble por destino; por el comerciante, sobre el establecimiento
mercantil; también puede ser constituida sobre los barcos, las aeronaves y los
automóviles.

 Para los muebles sujetos a registro administrativo, el contrato debe respetar las
disposiciones del Art. 2072: que se redacte un documento (por duplicado) que
contenga las menciones requeridas: indicación del vehículo e importe de la suma
debida, y que sea registrado. Este documento se exige para la validez misma de la
prenda sin desplazamiento.

 Por ficción de la ley, se considera que el acreedor tiene la prenda desde que se
ha efectuado la publicidad.

 El acreedor, aunque sea ficticiamente detentador del vehículo, tiene el derecho


de retención: puede oponerse a que el propietario venda el automóvil.

 El acreedor dispone, evidentemente, del derecho de persecución. No cabe


invocar el Art. 2279. El acreedor goza del derecho de preferencia.

 La obligación de conservar la cosa pesa sobre el deudor, que es quien tiene


realmente la cosa.

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2.8 El Contrato de Prenda Comercial, Previsto en los Art. 91 al 93 y el
Artículo 109 del Código de Comercio.

En el contrato de prenda comercial rigen criterios mucho más flexibles que lo que
rigen en materia civil, esa percepción resulta de la reglamentación que estipula el
código de comercio, en ese sentido nos encontramos con el hecho que se trata
de un contrato que se puede suscribir entre comerciantes, o bien puede ser que
no sea un comerciante, así como también no se estila con carácter imperativo el
que dicho contrato sea concertado de forma escrita, la dimensión informal del
referido contrato la podemos deducir del artículo 91 del código de comercio a
saber su contenido:

El Artículo 91 del Código Comercio estable que “La prenda constituida, bien por
un comerciante, bien por un individuo no comerciante, para afianzar un acto de
comercio se acredita, tanto respecto de terceras personas como respecto de las
partes contratantes, conforme a las disposiciones del artículo 109 de este Código.
La prenda, respecto de los valores negociables, pueden también constituirse por
un endoso regular, indicando que los valores han sido entregados en garantía.
Respecto de las acciones, de las partes de interés y de las obligaciones
nominativas de las compañías de crédito público, industriales, comerciales o
civiles, cuya transmisión se efectúa por un traspaso en los registros de la
compañía; la prenda puede asimismo constituirse por un traspaso a título de
garantía, inscrito los dichos registros. No se derogan las disposiciones del artículo
2075 del Código Civil, en lo que concierne a los créditos mobiliarios, de los cuales
no puede apoderarse el cesionario respecto de terceras personas, sino por la
notificación del traspaso hecha al deudor. Los valores de Comercio dados en
prenda, son cobraderos por el acreedor prendatario.
Es notorio que de la letra y espíritu de texto antes mencionado refleja que la
constitución de la prenda comercial puede ser el producto de una pluralidad de
eventualidades. Es de importancia acotar que la reglamentación en cuestión se
corresponde con el régimen jurídico probatorio abierto propio de la materia

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Artículo 92 “En ningún caso subsistirá el privilegio sobre la prenda, sino en tanto
que esa prenda ha sido entregada y ha permanecido en poder del acreedor, o de
un tercero en que estén convenidas las partes. Se reputa que el acreedor está en
posesión de las mercancías, cuando éstas se hallan a su disposición en sus
almacenes o buques, en la aduana o en un depósito público, o si antes que hayan
llegado se ha apoderado de ellas por medio de un conocimiento o de una carta de
porte.

Artículo 93 Por falta de pago al vencimiento, y ocho días después de una simple
notificación hecha al deudor y al tercero que haya dado la prenda, si lo hubiere, el
acreedor podrá hacer proceder a la venta pública de los objetos dados en prenda.
Las ventas que no deben encargarse a los agentes de cambio, se harán por el
ministerio de los corredores. Sin embargo, a petición de las partes, el presidente
del tribunal de comercio puede designar, para proceder a hacerlas, otra clase de
oficiales públicos. En este caso, el oficial público encargado de la venta, quien
quiera que sea, estará sujeto a las disposiciones que rigen a los corredores,
relativamente a las formas, tarifas y responsabilidad. Toda cláusula que autorice al
acreedor a apropiarse la prenda o a disponer de ellas sin las formalidades arriba
prescritas, será nula.

Artículo 109.- Las compras y ventas se comprueban: por documentos públicos;


por documentos bajo firma privada; por la nota detallada o por el ajuste de un
agente de cambio o corredor, debidamente firmada por las partes; por una factura
aceptada; por la correspondencia; por los libros de las partes; por la prueba de
testigos, en el caso de que el tribunal crea deber admitirla.

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2.9 El Préstamo de Prenda Según la Ley de Fomento Agrícola 6186

El contrato de Préstamo con Prenda Universal está comprendido en el Capítulo II


del Título III de la Ley de Fomento Agrícola No. 6186 y comprende los artículos
169 y siguiente de dicha Ley.

Se entiende por Préstamo con Prenda Universal en virtud de lo contenido en el


artículo 170 todo préstamo en efectivo o en bienes otorgado a agricultores,
ganaderos y pescadores, que se garantice con gravamen sobre un conjunto de
bienes y derechos que a tales efectos se constituyen en unidad de producción.

Los bienes y derechos que integran dicha unidad de producción y que constituyen
la garantía del Préstamo con Prenda Universal no podrán segregarse durante la
vigencia del préstamo sin el consentimiento del acreedor, dado por escrito.
Cuando el deudor no sea dueño del inmueble en que se asienta la unidad de
producción, el gravamen se extenderá al derecho que ostente sobre el mismo.

2.10 Formalidades de los Contratos con Prenda Universal.

Los contratos de Préstamos con Prenda Universal se suscribirán ante cualquier


Juez de Paz o ante un Notario, en doble original, debiendo contener por lo menos
las siguientes circunstancias:

a) Generales de las partes.

b) Bienes y derechos que forman parte de la unidad de producción con expresión


de las marcas, señales y demás signos que permiten identificarlos. Esta
declaración la hará el prestatario bajo juramento.

c) El valor de los bienes y derechos que integran la unidad de producción dada en


garantía.

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d) La suma de dinero recibida a préstamo, o el importe del crédito obtenido en su
caso y el tipo de interés que ha de devengar el capital prestado.

e) La fecha de vencimiento del préstamo.

Cuando el prestatario no supiere o no pudiere firmar, estampará sus huellas


digitales y el Juez de Paz o el Notario, harán mención en ambos originales de
tales circunstancias.

Estos contratos se registrarán e inscribirán en la misma forma de las hipotecas.


Cuando se trate de una Línea de Créditos, se determinará en el contrato la fecha
aproximada en que han de hacerse las entregas y el monto de cada una de ellas.
Cada vez que se hagan entregas parciales, a cuenta de Línea de Crédito, se
extenderán recibos por duplicado, uno para el prestamista y otro para el
prestatario; y si el deudor no supiera o no pudiera firmar, deberán tomarse las
huellas digitales por un funcionario de la entidad bancaria o de la asociación de
crédito rural, que firmará a continuación. Estos recibos se incorporarán al contrato
y formarán parte integrante del mismo, constituyendo el medio de prueba de
dichas entregas. Igual procedimiento se observará para la comprobación de los
pagos parciales o totales.

Además en el contrato objeto de un Préstamo con Prenda Universal, deberá


hacerse constar si los efectos que garantizan dichos préstamos han sido o no
asegurados y en caso positivo se consignará el nombre y dirección del
asegurador, así como el número y fecha de la póliza. Los tenedores de contratos
que comprueben las operaciones de préstamo o de apertura de crédito, tendrán
sobre el seguro los mismos derechos que tienen los bienes asegurados, para lo
cual el prestatario deberá entregar la póliza al prestamista, debidamente
endosada, quien la conservará para entregarla a quien fuere de derecho al
cancelarse el préstamo o al efectuarse la ejecución.

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2.11 Del Contrato de Prenda sin Desapoderamiento Según la Ley de Fomento
Agrícola 6186

La Ley de Fomento Agrícola define en su artículo No. 200, como Contrato de


Prenda sin Desapoderamiento, a todo préstamo que se garantice con frutos
cosechados o por cosechar, animales y subproductos, así como equipos y
maquinarias en general; conservando el deudor la posesión de los bienes dados
en prenda, cuidadosa y gratuitamente, y el derecho de usarlos conforme a su
destino cuando no se trate de bienes consumibles. Este préstamo puede ser
otorgado o recibido por cualquier persona natural o jurídica.

2.12 Bienes sobre los Cuales no se Pueden Otorgar Dichos Créditos.


Excepciones.

La Ley de la materia, o sea la Ley de Fomento Agrícola No. 6186, establece que
no podrá consentirse prenda alguna sobre bienes ya gravados a menos que el o
los acreedores anteriores renuncien a sus derechos al otorgarse la prenda
mediante acta que se levantará con las mismas formalidades del contrato y que
será anexado a éste. De igual manera en ningún caso se podrá constituir Prenda
sin Desapoderamiento sobre los efectos mobiliarios que, siendo reputados
inmuebles por destilación, hayan sido incluidos en cualquier hipoteca que afecte al
inmueble del cual dependen.

No obstante las disposiciones contenidas en el párrafo anterior, cuando el deudor


haya consentido alguna prenda bajo las condiciones de la Ley que nos ocupa,
sobre bienes afectados por un gravamen anterior, afirmando la inexistencia de
gravamen alguno sobre los mismos, dicha prenda surtirá pleno efecto entre las
partes y frente a cualquier otro interesado; entendiéndose, sin embargo, que el
gravamen anterior primará sobre último y el deudor podrá ser considerado perjuro
y sancionado con las penas establecidas en la Ley de Fomento Agrícola.

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