Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
renovada
no es
Alain Badiou
Jean Borreil
1.
la política
Gilles Châtelet
Keti Chukhrov
Ben Davis
Claudia Díaz
Andrea Fraser
Pascal Gielen
/
Nathalie Heinich
Lucas Ospina
Jacques Rancière
Martha Rosler
Krzysztof Wodiczko
no es Miguel Abensour
Sacha Carlson
Jacques Garelli
el arte
2.
Jean-Luc Godard
Philippe Lacoue-Labarthe
Henri Maldiney
Simón Marchán Fiz
Quentin Meillassoux
Jean-Luc Nancy
Pablo Posada Varela
Françoise Proust
Marc Richir
R.S.O. de Urbina
Bernard Stiegler
3.
2ª Edición
Leo Bersani
Darío Corbeira
Julien Gracq
Jean-Yves Jouannais
Patrice Loraux
Natacha Michel
François Regnault
Montserrat Rodríguez Garzo
Daniel Sibony
Patrick Vauday
(Ed.) Gérard Wajcman
MATERIALES PARA LA DIALÉCTICA
RENOVADA
Alain Badiou
Jean Borreil
1. Gilles Châtelet
Keti Chukhrov
Ben Davis
Claudia Díaz
Andrea Fraser
Pascal Gielen
Nathalie Heinich
Lucas Ospina
Jacques Rancière
Martha Rosler
Krzysztof Wodiczko
Miguel Abensour
Sacha Carlson
Jacques Garelli
2.
Jean-Luc Godard
Philippe Lacoue-Labarthe
Henri Maldiney
Simón Marchán Fiz
Quentin Meillassoux
Jean-Luc Nancy
Pablo Posada Varela
Françoise Proust
Marc Richir
R.S.O. de Urbina
Bernard Stiegler
Louis Althusser
Alejandro Arozamena
3.
Leo Bersani
Darío Corbeira
Julien Gracq
Jean-Yves Jouannais
Patrice Loraux
Natacha Michel
François Regnault
Montserrat Rodríguez Garzo
Daniel Sibony
Patrick Vauday
Gérard Wajcman
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
Publica
Diseño
Jorge Miñano
Imprenta
Fragma, Madrid
Depósito legal
M-36603-2014
contenidos de los textos firmados por
Brumaria no se responsabiliza de los
ISBN
978-84-939935-8-0
Brumaria A.C.
Santa Isabel 28,
28012 Madrid
España
sus autores.
www.brumaria.net
brumaria@brumaria.net
Tel. +34 91 528 0527
brumaria
34
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
ÍNDICE
EL VAGABUNDO DE LO UNIVERSAL
Jean Borreil (37)
NOMA(I)DEOLOGÍA
LA ESTETIZACIÓN DE LA EXISTENCIA NÓMADA
Pascal Gielen (139)
FIRMA Y ARTIFICACIÓN
Nathalie Heinich (157)
EL NEGACIONISMO ESTÉTICO
Philippe Lacoue-Labarthe (361)
HACER, LA POESÍA
Jean-Luc Nancy (483)
ARTE Y ARTEFACTO
Marc Richir (509)
FILOSOFÍA EN VERANO
Ricardo Sánchez Ortiz de Urbina (531)
AP / PA
PA / AP
Darío Corbeira (663)
EL AMOR JACOBINO
Natacha Michel (741)
ENCORE
François Regnault (747)
POLÍTICAS DE LA SUBVERSIÓN
(Nota para pensar lo perverso)
Montserrat Rodríguez Garzo (757)
“68”-ART
RECORDATORIO DE HISTORIA
Daniel Sibony (781)
LA IMAGEN Y LA VERDAD
Gérard Wajcman (809)
≠
brumaria
brumaria 34
PREFACIO
ALEJANDRO
AROZAMENA
Alejandro Arozamena
13
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
14
PREFACIO
ALEJANDRO
AROZAMENA
15
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
16
PREFACIO
ALEJANDRO
AROZAMENA
1 Está visto que tal pretensión era ilusoria, pues el mundo o, por decir mejor, el
mundillo del arte sólo contempla la Ley del Silencio que, aún más que la mismísima
ley de gravitación de los cuerpos, pesa sobre un discurso (o, más bien, sobre “dos”
discursos distintos: política/arte) que discurre pero no piensa, pues se halla abso-
lutamente (id est: realmente) subsumido en la economía política capitalista y en la
única lengua que habla y se le reconoce: la plusvalía. He aquí, de todos modos, el
link al escrito de Darío Corbeira publicado por Esfera Publica en mayo de 2013:
http://esferapublica.org/nfblog/?p=59855
2 Se reconocerá aquí la famosa ecfrasis sartreana de la facha de nuestro infame
dictador en su devenir contemporáneo como artista o incluso como obra de arte,
pero que, según el propio Sartre, ya bastaba en sí misma para publicitar su muerte.
Así, pues, decía Sartre en aquella célebre entrevista de Libération el 28 de octubre
de 1975: “el día de su muerte es un día de fiesta, un verdadero día de fiesta que
pienso celebrar bien. Encuentro que la mejor manera de anunciar a los franceses que
Franco ha muerto es publicando su retrato. Tiene la cara que exige exactamente un
golpe de navaja o guillotina. Su cabeza evidencia los casi cuarenta años de asesinatos
que ordenó. Mussolini era un cerdo, Hitler tenía una cara antipática, pero no tenían
ese rostro abominable de cerdo latino: con esos carrillos, esas arrugas malvadas,
ruines”. En fin, siempre parece como si la catarsis olvidada en la poética viniera a
aparecer, miméticamente, en la política.
17
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
3 Para más información a este respecto puede consultarse tanto nuestra web: www.
brumaria.net como la sección ad hoc habilitada por el equipo de Medialab-Prado
para lo que, por aquellas, fue la inscripción y participación: http://medialab-prado.
es/article/grupo_arte_politica En dicha web pueden encontrarse, asimismo, la pre-
presentación del 17 de Julio de 2013 que sirvió, a un tiempo, para dar a conocer
nuestro número 26 y works#6 Politics: I do not like it but it likes me y puede encontrarse
también la sesión primera del grupo de trabajo. El resto de las sesiones, que por
supuesto tuvieron lugar, que sin duda se dieron y registraron con un alto costo por
nuestra parte y muy a pesar de nuestra indigencia de medios, han desaparecido. A
día de hoy, para nuestras entendederas, el asunto sigue siendo todo un misterio. No
obstante facilitaremos los links en youtube a las sesiones que aún funcionan y se los
ahorremos, así, al lector en lo sucesivo. Pre-presentación. Darío Corbeira: https://
www.youtube.com/watch?v=eFhRo650E2A; Alejandro Arozamena: https://www.
youtube.com/watch?v=uvHNMvesJn8; Pablo Posada Varela: https://www.youtube.
com/watch?v=F9QvLjZo5Lc. Primera Sesión. Alejandro Arozamena: https://
www.youtube.com/watch?v=V0GEB8qpR28; Guillermo Villamizar: https://www.
youtube.com/watch?v=ASfb_-JPZvI; Montserrat Rodríguez Garzo: https://www.
youtube.com/watch?v=i6Ob751i2Lc. Es de agradecer, y muy mucho, la cobertura
que en su momento también nos proporcionó Esfera Pública, donde también
podrán consultarse algunas entradas.
brumaria 34
18
PREFACIO
ALEJANDRO
AROZAMENA
19
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
20
PREFACIO
ALEJANDRO
AROZAMENA
21
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
El editor
Alejandro Arozamena
En Brumaria, a 1 de Octubre de 2014
brumaria 34
22
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
1.
MATERIALES PARA
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
LA DIALÉCTICA RENOVADA
brumaria 34
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
Alain Badiou
27
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
28
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
de la obra de arte, la idea de que la obra de arte puede dar lugar a series
con el modelo de la producción industrial. Se trata del primer ataque
contra la noción de Obra, porque la obra en el clasicismo y en el roman-
ticismo era por excelencia algo único. Esta unicidad de la obra era la
traducción de la relación del artista con la Idea, era como una firma
única de esta empresa espiritual. Entonces, la repetición, la reproduc-
ción y la serialización son procedimientos para destruir la idea misma
de obra única.
En segundo lugar, va a haber un ataque contra el artista o, más
bien, contra la figura del artista. En el romanticismo, el artista es una
figura sagrada, es el garante de la unicidad de la obra y es el que hace
comunicar lo infinito con lo finito. Podríamos hablar del Artista-Rey,
después del Filosofo-Rey de Platón. Se ha dicho que, en el siglo XIX,
existía el Artista-Rey, pero en el arte contemporáneo se producen
ataques contra esta figura del artista mediante la idea de que, de alguna
manera, cualquiera puede ser artista, es decir, mediante la idea de que el
gesto artístico no sólo puede ser reproducido sino que, también, puede
ser producido de manera anónima, la idea de que la obra de arte puede
no tener firma y de que, quizás, no es otra cosa que la elección de un
objeto.
Aquí tendríamos, evidentemente, la revolución propuesta por
M. Duchamp, quien pensaba que, por ejemplo, instalar un objeto era
un gesto artístico y que todo el mundo era capaz de realizar este gesto,
revolución que también partía de la idea de que el arte no es una técnica
particular sino que es una elección de medios que no está determinada
de antemano.
Ésta es una idea muy importante. En el período anterior, había
artes precisas y definidas: estaba la pintura, la escultura, la música, la
poesía, etc. Lo contemporáneo va a combatir, también, esta separación
de géneros. Va a decir que el gesto artístico no está determinado por sus
medios: podemos pintar y cantar al mismo tiempo, sin que se pueda
decidir que es lo más importante. Asimismo, se pueden mezclar varias
29
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
30
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
31
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
32
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
innegable. Es una elección, pero hay que saber que es una elección y
que el arte contemporáneo está sostenido por esta elección filosófica. Y
aquí podría haber una primera discusión sobre este punto, una primera
critica virtual posible.
La crítica estética seria la siguiente: gran parte del arte contem-
poráneo rechaza la diferencia entre la forma y lo informe. Conocemos
la existencia de un arte del desecho, un arte de lo que aparece como
informe, conocemos esa tendencia artística que aspira a deformar toda
forma, a exhibir como gesto artístico la deformación y no, simplemen-
te, la invención de una forma. También existe un arte del horror y de
lo desagradable, un arte de cadáveres en formol, un arte Trash. Son
tentativas justificadas pero pienso que, estéticamente, esta equivalencia
entre la forma y lo informe es también una trascendencia escondida,
porque recuerda una dialéctica muy importante en el arte romántico
entre lo sublime y lo abyecto. Esta dialéctica de lo abyecto y lo sublime,
el hecho de que lo inferior también pueda ser superior es, en realidad,
una dialéctica romántica y, quizás, buena parte del arte contemporá-
neo sea un romanticismo escondido, precisamente por lo que respecta
a esta figura de la dialéctica entre lo abyecto y lo sublime. Por lo demás,
se sabe que esta dialéctica siempre ha formado parte del cristianismo,
donde los monjes debían vivir de manera abyecta, en la pobreza y en la
suciedad, para que su pensamiento estuviera dirigido a Dios y, entonces,
se produjera un momento donde lo abyecto se transformara en sublime.
En buena parte del arte contemporáneo siento esto, siento este cristia-
nismo estético y, en el fondo, sospecho de esos artistas que quieren ser
santos para restablecer e inscribir en lo abyecto, en lo informe, la aspira-
ción escondida a lo sublime y lo santo. Esta sería una crítica también
estética a una parte del arte contemporáneo.
Y, finalmente, la crítica política es la siguiente. En nuestro mundo,
¿cuál es el gran modelo de lo que es inmediato, de lo que circula, de lo que
sucede, de lo que muere en cuanto aparece, lo que debe ser consumido y
después debe desaparecer? El modelo de todo esto es la mercancía.
33
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
34
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
35
brumaria 34
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
EL VAGABUNDO DE LO UNIVERSAL2*
Jean Borreil
37
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
38
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
39
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
40
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
41
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
42
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
43
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
que éste también es un modo del cuidado, como Lucifer, que “también
viene del cielo”? Pero si todo forma parte del cuidado, y la habilitación es
una simple forma de olvido, ¿quién dirá qué es el olvido? ¿Hará falta, a la
manera de Platón, trazar una línea de demarcación para que se distinga
la copia, el buen cuidado del habitar, del simulacro cuyo errar de viento
en viento es más que sabido —es decir, un permanente devenir-descui-
do, el a-presente de un never more que despliega la doble dirección del
tiempo hacia el pasado cuyo duelo se canta y hacia el futuro que abre
esta canción del duelo?
Morada, cuna, residencia, habitar son metáforas del lenguaje.
Las dos conferencias de Heidegger lo dicen con estas mismas palabras:
“¿de dónde nos sacamos nosotros, los humanos, las noticias sobre la
esencia del habitar y del poetizar? ¿De dónde le viene al hombre la
interpelación de llegar hasta la esencia de una cosa? El hombre sólo
puede extraer esta interpelación de allí de donde la recibe. La recibe de
la exhortación del lenguaje. Ciertamente, sólo cuando presta atención,
y mientras presta atención, a la esencia propia del lenguaje. Mientras
tanto, a la vez incontrolada y diestra, por el globo terráqueo se desata
una carrera desbocada de palabras habladas, escritas y emitidas por
los medios de comunicación. El hombre se comporta como si fuera el
forjador y el dueño del lenguaje, cuando es éste, y lo ha sido siempre,
el que es señor del hombre. Cuando esta relación de señorío se invier-
te, el hombre cae en extrañas maquinaciones. El lenguaje se convier-
te en medio de expresión. En tanto que expresión, el lenguaje puede
descender a mero medio de presión. Está bien que, incluso en este uso
del lenguaje, se cuide la manera de hablar. Sólo que esto, a pesar de
todo, no nos servirá nunca para salir de esta inversión de la relación de
dominio entre el lenguaje y el hombre. Pues, en realidad, quien habla
es el lenguaje. El hombre habla, antes que nada y solamente, cuando
responde al lenguaje, cuando escucha la exhortación de éste. De entre
todas las exhortaciones que nosotros, los humanos, podemos llevar al
lenguaje, el lenguaje es la primera de todas. El lenguaje es lo primero, y
brumaria 34
44
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
también lo último, que, con una seña dirigida a nosotros, nos lleva a la
esencia de una cosa”. Omnipotencia del lenguaje, pero no de cualquier
lenguaje. Esta omnipotencia sostiene al lenguaje en sí mismo y también
a nuestro modo de relacionarnos con el lenguaje. Para que el lenguaje
nos haga signos, señales y señas, es preciso escuchar su “interpelación”.
Pero ¿cuándo escuchamos la interpelación del lenguaje? Cuando “habla
en el elemento de la poesía”, en esa palabra poética, libre en tanto que
está abierta a lo imprevisto, en tanto que “se mide con la Divinidad”, tal
y como lo dice el poema de Hölderlin comentado por Heidegger. La
poesía es, así, una ordenación del lenguaje tal que aquél es “acunado”
por ella, por oposición a una tecnología de la comunicación que no sería
más que la maquinación (Gestell) del lenguaje. Pero, ¿puede deducirse
o incluso inferirse del hecho de que lo poético es “intratable”, es decir,
para hablar al modo de Kant, del hecho de que el arte es una finalidad
sin fin, que el lenguaje poético tenga una relación con el origen o con
el ser? ¿Qué relación con una “canción de cuna” del ser existe en lo que
Benjamin llama el “putsch” de Baudelaire, que introduce las palabras de
la trivialidad y de la técnica (“quinqué” o “vagón”) hasta en la poesía que
más tiene que ver con las “nanas”, la poesía lírica? ¿Qué relación con la
lengua alemana como “cuna” hay en esas implosiones del lenguaje que
son Ulysses o Finnegans’ Wake? Un célebre acrónimo de Joyce responde:
el cosmos es un “caosmos”. Extrayendo el acrónimo en dos direcciones
a la vez, se produce el siguiente sentido: el mundo es el devenir múltiple
del caos y la tarea del artista es la de abrir los ojos a este caos y decirlo.
Trazar una línea de demarcación o una separación es una opera-
ción tan antigua como el género filosófico mismo, inaugurado, en
efecto, por un experto en divisiones. Sin embargo, nada indica que nos
sea necesario apostar por el “cuidado” y el habitar poéticamente. En su
cuestionamiento de la relación de modelo y la reproducción, del origi-
nal y la copia, los artistas de la segunda mitad del siglo XIX apuestan por
la disimilitud, lo no idéntico. Ni identidad expresiva, como lo pensa-
ba Diderot, ni identidad de lo Uno, ni tampoco unidad del Todo, sino
45
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
46
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
47
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
tal, una cual y un tal otro” vienen, así, a coincidir: no hay más que “un
Tal o una Cual” significa: no hay más que singulares. Ahora bien, ¿qué
es un singular? Es un punto sobre una línea o sobre una serie. A este
respecto se puede decir que Courbet es hegeliano, y que hace figura de
la crítica de la “certidumbre sensible” de la Fenomenología del Espíritu.
Lo particular es remitido a su verdad: lo banal, lo común. A sus lugares
y emplazamientos: no a la “autenticidad” y el pathos de lo heroico —
puesto que lo más heroico, dice Baudelaire, el amigo de la pintura, es lo
banal uniforme de la negra vestimenta moderna. A los lugares y empla-
zamientos de lo particular: la distribución de los singulares, el mundo de
lo impersonal, el mundo del Se. Esta vez es preciso separarse de Hegel:
el rechazo de la “certidumbre sensible” no conduce a un Todo, el recha-
zo de la “certidumbre sensible” conduce al esplendor del Se, simboliza-
do por la heroica vestimenta negra. Las multiplicidades son ordinarias,
visten un “uniforme” con el que, en efecto, algo como la identidad de
un yo se pierde. Banalidad de lo moderno. Pero hay que tomarse muy
en serio la definición del pensamiento de Baudelaire por Benjamin: un
“barroco de la banalidad”. Perseguidos por lo uniforme que produce lo
einfalt, lo simple, los pliegues reaparecen en otra parte: los singulares
que forman las multiplicidades son, en sí mismos, efectos de multiplici-
dades. Lo singular no es lo individual, ni lo subjetivo. No tiene nada que
ver con las pequeñas historias de familia ni con la comunidad banal, si
no dóxica, de los antiguos combates o viejas querellas, y no es tampo-
co el origen desde el cual se constituiría la relación sujeto-objeto, ni
siquiera un Dasein en tanto que mortal. Ni sujeto de una psicología ni
origen, lo singular es una encrucijada de varias series heterogéneas cuya
relación con otros singulares no tiene nada que ver con el pathos del
rostro del otro que, eso se dice, no deja de llamarnos. Lo singular es
“simplemente” una relación de contigüidad sin aura, una relación entre
pieles, si se quiere decir así, y no entre rostros. Todos los hombres son
puntos singulares sobre series divergentes unas de otras, y que producen
el siguiente efecto: cada una de ellas singulariza siempre, y cada vez más,
brumaria 34
48
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
49
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
antes. Entonces, hay que decir que el mundo es una serie de círculos.
Es lo que yo llamo “series heterogéneas de series heterogéneas”, tangen-
tes asimismo a las “series pasionales” de Fourier. Por consiguiente, el
“prójimo” es la memoria de una serie de series, todas ellas divergentes.
Lo múltiple es múltiple, quiero decir, está multiplicado porque sufre un
multipliegue. Pero ¿qué es esta memoria que es, también, el “prójimo”?
Es la memoria de un campo de los posibles. Este punto singular que es
el “prójimo” ha conocido x cruzamientos de series que, para mí, son
más o menos rectas, de los posibles: “Y tú, ¿qué hacías en esa época?,
¿qué hubiera pasado si nos hubiéramos encontrado entonces? O, a la
inversa, cuando aún vacilante, el amor, hace ver en el otro un campo
de los posibles: “¿cómo será la vida con él (con ella)?”, se pregunta el
amante o la amante. En ello no hay, como puede creerse, una desracio-
nalización de la razón en la pasión, uno de esos cálculos que hacen los
matrimonios de la razón. O, más bien, lo que aparece como un cálculo
está bajo el mandamiento de lo que es “el prójimo”. Abriéndose sobre
las dos direcciones del tiempo, intentando imaginarse el porvenir al
referirse a lo que se ha aprendido del pasado, la segunda fórmula lo dice
muy bien: el “prójimo” expresa lo posible. Y ello en el sentido de que, a
través de él, se expresa lo posible (el mundo no es finito); y también en
ese otro sentido por el que el prójimo habla, es decir, actualiza en esa
expresión una potencia de lo posible. Por esa razón hay algo así como
una promesa en el lenguaje, sin que haya necesariamente promesa en las
palabras. Y por esa razón, también, las lenguas de palo, la del (y de los)
partido(s) o la del seductor profesional, que se constituyen sobre la idea
de que la promesa sólo compromete a quien se la cree, son una necesi-
dad de la que sólo pueden variar los modos. Un mundo en el que toda
palabra fuera la promesa de un posible acto sería un mundo saturado,
un mundo de la locura que pasa al acto.
Ahora, hay que agujerear ese mundo lleno, irrespirable. ¿Qué es lo
que lo agujerea? ¿qué es lo que deshace ese consenso de tangentes? Los
singulares, tan ordinarios como todo lo otro y, sin embargo, extraordi-
brumaria 34
50
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
51
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
52
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
53
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
54
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
55
brumaria 34
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
Gilles Châtelet
57
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
58
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
59
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
60
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
Siendo esta última horquilla la que puede hacer que un gesto haga
alusión a otro gesto y no entendiéndose la alusión como una abrevia-
ción de lo que ya es sabido, sino como lo que esboza en esquicio un
planteamiento más amplio y penetrante.
Un tercer ejemplo —el del teorema de los residuos de Cauchy—
nos permite apreciar dicha fuerza esquiciadora. En lugar de conside-
rar simplemente un punto cualquiera de un dominio y contentarse con
designarlo como exterior al dominio, Cauchy va a forzar, si se puede decir,
a este punto hasta hacerlo absolutamente singular: esquicia un círculo
alrededor del punto. Así el punto, de algún modo, deviene activo: de
simple objeto designado pasa a ser lo que puede contaminar el dominio
entero (en ello reside toda la potencia de lo holomorfo, deviniendo el
germen de toda una familia de entornos posibles).
Cauchy comprendió muy bien que la intuición se nutre de una
verdadera estrategia de alusión guiada por ciertos dispositivos (los
diagramas en general), las más de las veces despreciados pues siempre
habían sido dados como “simples astucias técnicas”. Con estos dispositi-
vos, que nosotros llamaremos estratagemas alusivas (allusive devices) se
puede decir que el gesto se hace cosa, haciendo esta cosa alusión a otros
gestos.
Permiten comprender “la empiria” bajo una luz nueva: no ya
anclada en una evidencia última del sentido común y autorizando un
raciocinio a partir de elementos cuya transparencia, claridad y consis-
tencia parecen ir de suyo —disponibles y siempre “a mano” y, por tanto,
“naturales”—, sino exhibir las prácticas que segregan dicha “naturali-
dad” y evidencia, no pretendiendo esta “naturalidad” alcanzar el zócalo
en el que supuestamente palpita la experiencia vivida: el suelo de los
agrimensores o el estrecho cielo de los astrónomos.
Estas estrategias no se dan como una interpretación y, aún menos,
como una panoplia de reglas a ser aplicadas. No conciben la experiencia
como asociada a una verificación, ni se trata tampoco de una predic-
ción. Se sitúan, más bien, a nivel de la metáfora, comprendida no como
61
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
62
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
Keti Chukhrov
1.
63
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
64
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
65
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
66
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
2 Hito Steyerl, “El arte como ocupación: declaraciones para una autonomía de la
Vida”, en “Los condenados de la Pantalla”, próximamente lo editará La Caja Negra.
Hoy en día, la invasión de la vida por el arte no es la excepción, sino la regla. La au-
tonomía artística significaba separar el arte de la zona de la rutina diaria –de la vida
mundana, la intencionalidad, la utilidad, producción y la razón instrumental—para
poder distanciarse de las reglas de eficiencia y de coerción social. Pero esta área, in-
completamente segregada, entonces, incorporó a todo aquello con lo cual rompiera
desde el principio, replanteando el viejo orden dentro de sus propios paradigmas
estéticos. La incorporación de la vida dentro del arte es ahora un proyecto estético,
y coincide con una general estetización de la política”. Traducción disponible en
http://artecontempo.blogspot.co.uk/2012/01/el-arte-como-ocupacion-declaracio-
nes.html.
67
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
68
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
2.
69
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
70
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
71
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
72
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
73
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
74
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
75
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
3.
76
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
77
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
78
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
79
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
brumaria 34
80
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
Ben Davis
81
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
afectan esta esfera artística, al igual que se debe entender las relaciones
de clase al interior de la esfera de las artes visuales.
1.5 La noción de un “mundo del arte” implica una esfera que está
separada o que se coloca aparte del mundo que no es del arte (y así se
separa de los asuntos de clase social por fuera de esta esfera).
82
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
2.5 Un rol del arte, por lo tanto, es la de ser un bien de lujo, cuya alta
artesanía o prestigio intelectual será un indicador de un estatus superior.
2.6 Otro rol del arte es servir como instrumento financiero o como
reserva negociable de valor.
2.7 Otro rol del arte es funcionar como “señal de retorno” hacia la
comunidad, para lavar las ganancias mal habidas.
2.8 Otro rol del arte es funcionar como válvula de escape para los
impulsos radicales, sirviendo como lugar que aísla y contiene las energías
sociales que van en contra de las ideologías dominantes.
83
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
84
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
3.6 El valor de clase media del arte tiene su doble cara: de una
parte, “el arte” se identifica como una profesión, como un medio desea-
ble de subsistencia.
3.7 De otra parte, “el arte” se identifica como una auto expresión,
como una manifestación de la individualidad creativa (ya sea que se
exprese por medio de un estilo específico de artesanía, o simplemente
como un original programa intelectual; los debates en la historia del arte
sobre la importancia de la mano del artista, o la producción de “estudio”
versus “post estudio” simplemente desplaza este sentido estructural en
el cual la esfera de lo visual preserva la individualidad).
85
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
86
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
4.8 De una parte, el valor del arte por parte de la clase trabajadora
está determinado por la realidad de las “industrias creativas”, en el cual
los trabajadores creativos son empleados que tienen una relación con su
expresión creativa; esto es, ellos elaboran productos creativos no como
una expresión de su individualidad, sino como simples piezas laborales
a destajo. Visto desde este ángulo, el “arte” es desmitificado – no es una
exaltada forma de expresión única, sino un simple proceso humano más
que es producto del trabajo.
87
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
88
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
89
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
90
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
91
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
ver con las diferentes fuerzas sociales (este punto simplemente esboza
las conclusiones para la crítica planteados en el 1.9).
92
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
3.8, 3.9, 6.8, 6.9) que no se resuelven al interior de esa misma esfera
tal cual está constituida (4.5, 4.6); una crítica de arte realista y efectiva
empieza desde estos puntos de vista.
93
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
para esta discusión. “Me gusta esto” no es una crítica seria, interesante
o útil.
94
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
95
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
8.8 Este tipo de identidad común podría ser la base para la organi-
zación de los artistas como algo más que agentes individuales, cada uno
trabajando por su lado; ahí descansan las bases para la fundación de un
carácter político más orgánico para el arte contemporáneo.
9.2 Cualesquiera que sean estas luchas específicas, será una clase
trabajadora la que mejor posicionada estará para desafiar las relacio-
nes opresivas de la clase dominante [4.6], y que es la precondición para
desafiar los valores opresivos del arte por parte de la clase dominante, y
así, mejorar la situación del arte.
9.3 Los dos valores del “arte” por parte de la clase trabajadora
[4.8, 4.9] – como sujeto de normalización laboral, y como oposición
a las demandas laborales del día a día– parecen implicar una contra-
dicción; esta contradicción, sin embargo, se basa en el actual modelo
económico, en donde una minoría perteneciente a la clase dominante
dicta las condiciones laborales.
brumaria 34
96
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
97
brumaria 34
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
Claudia Díaz
99
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
100
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
101
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
102
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
103
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
104
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
105
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
106
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
107
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
sufrientes del país. Sería un buen arte entendiendo como bueno aquél
que logra humanizarnos, es decir que nos hace derivar a una cierta viven-
cia en que podamos participar del dolor de los demás. La posibilidad de
este arte, su poder humanizador, estriba en la persuasión y potencia del
discurso que logras superponer al evento estético. Una neutralización
de las energías creativas más pulsantes para transformarlas en simpatía
ética.
Pero esa empatía que busca la obra, puede derrumbarse si piensas
que la obra en realidad no es expresión de nada sino transmisión de sí
misma, lo que te trae de regreso a la obra -o a la ausencia de obra-, de
tal manera que ese discurso que intenta disuadirte se suspende y por un
momento, puedes vislumbrar la obra –o su ausencia-, y puedes ver lo
que dice ella misma.
Tendrías que comprender que pensar el arte como mercancía es
cosa del pasado, el arte del tiempo presente se arropa con un manto de
idealidad más sutil, es un activo humanitarista, de empresas dedicadas
a la devastación de recursos de diverso tipo del planeta. Esos activos,
debes entender, son generadores de confianza sostenible. Debes hacer
un salto desde lo obvio que significa el valor dinero hacia estos valores
intangibles que son los que ostenta el arte del tiempo presente, que
contribuyen a crear una imagen corporativa cuya función es diluir el
impacto real en la imagen corporativa de la explotación y devastación
de esos recursos de todo tipo. La obra de arte presente se transforma
en un potente portador de propagandas y recaudo de información que
publicitan los programas humanitarista de bienestar con que la corpo-
ración limita la opinión creando su público. El arte político se transfor-
ma en un adalid del nuevo consumo con conciencia que representa el
alto capital y su inevitable curso especulativo en la época presente.
En el caso que te mencionaba arriba, el de la artista colombiana
Doris Salcedo, la obra es un altísimo activo humanitarista, generador
de la idea de reparación simbólica a las víctimas. La obra de esta artista
no puedes verla ya como una simple mercancía en el sentido burdo que
brumaria 34
108
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
109
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
un reciclaje del más alto nivel del dolor de nuestros semejantes, por eso
estas artes del presente son artes compensatorias y allí estriba su valor
radical. El artista, arquitecto de esta ética estética gestiona lo público
estetizando el poder.
Sí, tienes razón, en cierto modo el arte contemporáneo es una
religión, como moral humanitarista, el público detenta con orgullo
místico sus objetos sagrados que habrán de purificar su conciencia. Las
obras constatan su sentir ético, el valor de cambio sufre un camuflaje
por la gestión retórica, un cambio de piel. Así los nuevos valores acuña-
dos, son los garantes del consenso y flujo de la acción bursátil del arte.
Lo ético, lo humanitarista, pasan a ser la moneda de cambio del capital
del arte, y el que circule constantemente ese valor, es el efecto persua-
sivo que comporta la obra, avaluada por ese nuevo dictamen retórico
cada vez más agenciado por el mismo artista, quien parece ser el nuevo
portador del dictamen, desplazando en cierta forma el peritaje curato-
rial.
Recuerda entonces, -porque esto es lo que debes retener con
mayor precisión-, el capital muta hacia otras ficciones de designación,
el arte contemporáneo por ejemplo, el arte de La época presente, y son
los artistas mismos, los llamados a encarnar y sostener esa mitología
para no desencarnar la época y evitar mostrar lo que se oculta bajo esa
nueva piel.
***
brumaria 34
110
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
Notas
Apuntes tomados entre abril del 2012 y mayo del 2013, para La época
presente del arte, cuando todas las energías de la época se encaminan en
la dirección de cooptar la simpatía del público. Estas notas acompañan
de otra manera al ensayo. Como notas de pie de página intercambiables,
o como simples ocurrencias de las que puede prescindir el lector.
111
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
sintió al escribir, lo sienta el otro al leer. Puedo muy bien creer que
he entendido un poema (por ejemplo), que lo he entendido como
lo hubiera deseado su creador. Pero lo que él pueda haber senti-
do al escribirlo, no me va ni me viene”. Wittgenstein, Aforismos.
Austral, España, 2007, p. 114.
−8 Se ha construido una retórica de la compasión. Se ha objetuali-
zado un sentir, se ha creado una representación de un sentir. De
una condición.
−9 Recordar, la empatía deriva en la noción de tolerancia.
−10 Arte contemporáneo como pacto social.
−11 Tiempos retóricos, criterio de tasación de las artes de nuestro
tiempo.
−12 El juego del Arte Político juega la posibilidad misma de seguir
sosteniendo la ficción del arte.
−13 El artista simula ser un objetor de conciencia.
−14 ¿Cómo sería el arte del fin del humanismo, del fin del hombre,
del fin de los derechos humanos? Un arte no político.
−15 El artista compasivo de los países de la violencia extrema.
−16 El artista como botín del capital. ¿Por qué ese afán por colec-
cionar al artista de los países de la violencia extrema?
−17 Arte contemporáneo, triturar la violencia.
−18 Arte y Compasión, los estertores del Arte y la Política.
−19 “Una cultura en la que la conmoción se ha convertido en la
principal fuente de valor y estímulo del consumo”. Susan Sontag,
Ante el dolor de los demás. Alfaguara, Colombia, 2003, p. 32.
−20 Hacer creer que existe esa noble mercancía llamada Arte.
−21 El dolor y el terror, lo que “espiga” un artista de la política.
(Cf. Agnes Varda, Los espigadores y la espigadora. Paris, Francia,
2002.).
−22 “La intención del artista produce la obra, incluso puede ser
suficiente, a menudo, para constituirla.” M. Onfray, La fuerza de
existir, Manifiesto Hedonista. Anagrama, Barcelona, 2008, p. 147.
brumaria 34
112
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
113
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
114
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
115
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
116
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
117
brumaria 34
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
Andrea Fraser
119
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
120
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
121
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
122
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
123
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
124
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
125
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
126
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
127
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
128
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
129
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
130
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
131
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
132
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
133
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
134
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
135
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
136
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
sino del suficiente sentido del agenciamiento, para poder ser capaz de
tolerar la vergüenza básica a la exposición, el miedo o el dolor a la pérdi-
da y el trauma a la indefensión y el sometimiento y para ser capaces de
reconocer y reintegrar los intereses inmediatos, mínimos y materiales
que tenemos en lo que hacemos y en aquello que nos lleva a reproducir
las estructuras de incluso aquello que repudiamos.
A fin de lograr este reconocimiento y reinserción, deberá ser
necesario liberar estas operaciones de la negación de aquellos juicios
negativos. Hacia el final de su ensayo “sobre la negación”, Freud escribe
que “en el análisis nunca descubrimos un NO en el inconsciente“ – ahí
(como ya lo dijo) “la categoría de los contrarios y las contradicciones
…son simplemente omitidas”. Soñar, imaginar, pensar, decir, escribir,
representar, hacer o actuar, primero que todo, es una afirmación de lo
que soñamos, imaginamos, pensamos, etc, permanece en nosotros como
una memoria, una fantasía, un deseo, una representación de un deseo
o una fuerza afectiva, un objeto que nos importa, una relación intra o
inter subjetiva en la que estamos de una u otra manera participando.
Un juicio negativo unido a esta idea, objeto o relación es irrelevante con
respecto a este hecho fundamental e indica solamente que sentimos la
obligación de tomar distancia de él y renegar de él.
La crítica artística y el discurso crítico se enfocan por igual en
los conflictos y contradicciones de la cultura y la sociedad, incluido
el propio mundo del arte. Mientras las negaciones se transforman en
juicios, expresadas o implícitas de diferentes maneras de distanciamien-
to y objetivización, por igual pueden elaborar tales contradicciones y
asumir la forma de la crítica y lo que significan como negación en senti-
do psicológico, no son los mismos conflictos para la sociedad y la cultu-
ra sino conflictos para nosotros mismos, que son manifestadas como
contradicciones en nuestras posiciones y prácticas. Es muy posible que
el agenciamiento de la crítica al interior de nosotros mismos juegue el
gran papel de mantener el conflicto interno y de esta manera, en reducir
la crítica cultural como una función defensiva y reproductiva. Al inter-
137
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
138
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
NOMA(I)DEOLOGÍA
Pascal Gielen
139
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
El planeta negro
140
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
3 Traducido del inglés. Carolyn Black,Cultural Identity and the Nomadic Artist,
2005, disponible en: http://www.a-n.co.uk/p/209957, última consulta 2 de octubre
de 2014.
4 Gilles Deleuze y Felix Guattari, Mil mesetas: capitalismo y esquizofrenia, Pre-Tex-
tos, Valencia, 1994.
141
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
142
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
6 Gilles Deleuze y Felix Guattari, Mil Mesetas, Pre-Textos, Valencia, 1988, pág. 28.
143
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
7 BAVO, Too Active to Act. Cultureel activisme na het einde van de geschiedenis,
Valiz, Ámsterdam, 2010, pág. 59.
8 N. del T.: la acepción alemana Heimat no tiene equivalente en castellano y denota
la relación de un individuo para con cierta unidad social-espacial. El término es
principalmente positivo y su significado es opuesto a la alienación social.
9 Walter Benjamin, Obras Completas. Volumen II, Libro 2, Abada, Madrid, 2009.
brumaria 34
144
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
El ermitaño móvil
10 Richard Sennett, La corrosión del carácter: las consecuencias personales del trabajo
en el nuevo capitalismo, Anagrama, Barcelona, 2000.
11 Luc Boltanski y Ève Chiapello, El nuevo espíritu del capitalismo, Akal, Madrid,
2002.
145
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
Idealismo e individualismo
146
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
miento de esta marginalidad sólo puede ser superado por una vo-
luntad implacable de colaboración, compromiso y buena voluntad
para cambiar las cosas -más allá de las apiraciones intelectuales y
siempre mediante la siginificativa distancia que producen las moda-
lidades críticas, distancia que un insider no puede ofrecer, porque de
hecho no la posee.” 12
147
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
148
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
149
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
también ellos han reclamado una posición muy personal. A finales del
siglo XIX, todo derivó en el artista bohemio romántico. De acuerdo
con mitos eminentemente biográficos, ese tipo de excéntrico a menudo
deambulaba por una vía medio vagabunda, a medio camino entre el
infiltrado y el forastero, entre el maníaco y el genio, y entre el borra-
cho y el putero, por un lado, y la de un prominente ciudadano, e inclu-
so la autoridad, por el otro. Una de las razones por la que los artistas
consiguieron ese último estado positivo fue porque, a pesar de todas
sus idiosincrasias, también lograron incorporar los valores dominantes
de una sociedad civil liberal. Después de todo, la libertad individual y
la autenticidad eran de suma importancia para el liberalismo, que, no
por casualidad, alcanzó sus líneas generales definitivas en el siglo XIX,
al tiempo que el artista moderno. Arte y capitalismo de mercado han
tenido una buena relación entre sí desde el momento en que la gente
estaba dispuesta a pagar dinero por objetos artísticos. Pero en su estudio
clásico, Canvases and Careers17, los sociólogos Cynthia y Harrison White
muestran convincentemente que el mercado realmente no comienza
a jugar un papel central hasta después de la caída del modelo acadé-
mico.Según los autores, hasta que la Académie Royale de Peinture et
Sculpture o el Salón anual de París no sufrieron la presión morfológica
del sistema no se propició el nacimiento de lo que ellos llaman el siste-
ma “dealer-crítico”. Este no sólo trajo un papel importante a la crítica de
arte; el estatus del artista también cambió radicalmente bajo la influen-
cia del mercado. El estilo personal del artista se volvió más importante
que la sumisión a un sistema uniforme de normas. Dejó de ser relevante
esa obra maestra que se presentaba anualmente y se dio preferencia a
una obra coherente que garantizase una calidad duradera del artista.
Dicho de una forma ligeramente diferente, cuando la Académie perdió
su monopolio, las apuestas ya no se colocaban en las obras maestras;
150
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
151
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
152
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
153
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
Bibliografía:
154
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
155
brumaria 34
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
Nathalie Heinich
157
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
158
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
159
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
160
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
161
brumaria 34
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
Lucas Ospina
1. Masacre
163
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
2. Color local
164
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
165
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
Gutiérrez Girardot nos insiste con este ejemplo en que Karl Kraus no
fue seducido por la urgencia de opinión del momento, por esa incon-
tinencia de efusividad crítica que hace que el lenguaje funcione bajo el
mismo ritmo de pensamiento con que se genera una nota informati-
va en los medios de comunicación. La “atonía” de Kraus, su cansancio,
se debe a su malestar por intentar poner a la par el lenguaje o el arte
como una reacción directa a la actualidad histórica, evitando de esta
manera cualquier noción de distancia, lentitud, maduración o perspec-
tiva, quedando unidas las obras del satirista, o del artista, al objeto de
su ataque.
Sobre los paramilitares no se me ocurre nada. Sobre los guerri-
lleros no se me ocurre nada. Sobre el gobierno no se me ocurre nada.
Sobre los medios no se me ocurre nada.
166
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
La artista adujo en voz baja que ella misma había pagado por el
costo de producción de la obra y que durante la cena inaugural se retiró
del recinto para evitar darle la mano al presidente de la empresa. Sin
embargo, ninguna de estas acciones evitó que el aura de Salcedo, la fama
de su escultura excepcional, su espacio negativo, fueran positivas para la
multinacional y armónicas con las “Unilever series”.
Como este caso, hay muchos otros. A los artistas politizados que
participan de la lotería de premios de la Fundación Gilberto Alzate
Avendaño les cae con todo su peso la imagen del político con tufo fascis-
ta que da nombre a esa entidad. A los artistas politizados que colaboran
con las fundaciones Daros y Thyssen-Bornemisza Art Contemporary
se les puede endilgar su connivencia con estas iniciativas “filantrópi-
cas” europeas que proyectan una imagen glamurosa capaz de camuflar
los orígenes turbios de los dineros y filiaciones que las sustentan (ver el
texto de Guillermo Villamizar publicado en esferapublica.org).
Los artistas politizados criollos son catadores de tragedias, con
sapiencia informativa y locuacidad verbal pretenden denunciar y
subvertir todo lo que está mal —por estos días está de moda hacer obras
contra la minería—, pero ese mismo esfuerzo va en morderse la lengua
y así evitar que sus críticas se extiendan a la escena del arte de la que
participan; críticos implacables con el mundo son dóciles con el mundi-
llo del arte.
¿Qué es arte político?, es la pregunta que se hizo Susan Buck-Morss
en una ponencia de 1997. En uno de los párrafos más agudos la escritora
se refirió al trabajo mancomunado del politizado mundillo del arte y
a su intento de respuesta. Dice Buck-Morss: “A uno le queda la sensa-
ción de que durante las últimas cinco décadas los teóricos y los artistas
han estado hablando entre ellos mismos, en una conversación mediada
por los críticos de arte que excluye al público en general de esta discu-
sión”. Y en esa conversación el mundillo del arte cierra filas en torno a
sus engendros mediáticos. Concluye Buck-Morss: “Los teóricos críticos
legitiman a los artistas, quienes a su vez legitiman a los teóricos produ-
167
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
168
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
169
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
170
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
171
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
que para futuras ventas sea mandatorio depreciar la obra, hacer que
la transacción —el precio— trabaje para el sentido —el valor—, y no
al revés. Cláusulas así mostrarían que no basta con repetir una y otra
vez que “el buen arte es político”, sino que los buenos “artistas políticos”
hacen, venden y exhiben su arte políticamente. Pero tal vez este tipo de
“contrato lógico”, o “ficción lógica”, excede los intereses de estos artistas
que actúan como la conciencia del “arte contemporáneo”, pero a quienes
su plácida inconciencia, en términos de mercado, solo da para acomo-
darlos en el género del arte naíf.
7. Hambre
172
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
Un artista me decía que uno se daba cuenta de que era artista tarde
en la vida, cuando ya no se podía hacer otra cosa. Si un artista no puede
evitar hacer lo que hace su condición no puede ser motivo de admira-
ción. Los llamados del arte son paradójicos, todo arte es exageración
(como lo es el arte de un artista del hambre que quiere ayunar indefini-
damente), pero el tono del arte siempre es sutil. Hacer demasiado ruido
no contribuye a la condición de la mayoría de las obras de arte; se entor-
pece la acústica y lo representado parece ser más grande que la vida
misma y cuando el arte se intenta fundir a la vida, al final siempre sobra
el arte. Muchos de los artistas atribuyen a su arte una labor primordial
de denuncia, de condena, de comunicación o de memoria, pero parecen
desconocer que para que una obra de este tipo sea política no basta con
darle la categoría, es necesario que la obra adquiera antes una dimen-
sión política.
Exponer en una galería una serie de gestos que denuncian una
situación social conflictiva puede hacer llegar la obra al público, pero
si el artista considera que la denuncia es tan apremiante, es extraño que
su acción no comience en un juzgado haciendo un llamado ante la ley.
Es entendible que por la estupidez de la mayoría de los periodistas, por
la corrupción de la mayoría de los políticos o por la incapacidad de la
mayoría de los jueces, los artistas sientan que deben decir lo que no
se dice (es sabido que los medios tiene más poder por lo que no dicen
que por lo que dicen), pero creo que las buenas intenciones plásticas no
implican que una acción o un comentario lleguen a ser relevantes.
La sensible percepción iluminada de muchos hacedores hace
que confundan la política práctica del activismo con la labor mesiá-
nica y apocalíptica de algunos profetas, dándose una situación que si
bien es seductora en términos míticos resulta inoperante en acciones
que tengan un alcance social concreto. Además esta situación sirve
para que muchos de los actores que participan del conflicto usen a los
artistas y a sus obras como estandartes publicitarios para representar
un falso compromiso. Se da el caso de bancos que compran arte que
crítica el libre mercado o de galerías manejadas por publicistas donde
173
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
174
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
Jacques Rancière
175
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
176
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
177
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
178
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
179
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
180
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
181
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
182
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
183
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
184
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
185
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
186
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
187
brumaria 34
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
Martha Rosler
189
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
190
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
191
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
192
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
193
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
194
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
11 El modernismo en las otras artes tuvo una trayectoria similar, excepto, tal vez,
en el legado directo o influencia que ejerció el sovietismo y el movimiento obrero.
12 La codificación de la observación social en el siglo XIX incluyó el nacimiento
de la sociología y la antropología, que fueron estímulos novatos para acrecentar los
195
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
196
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
cialmente para aquellos que muestran las difíciles condiciones de la periferia global.
15 La lingüística moderna está más allá de mis alcances en este texto.
16 Se trata de pasar por alto el rol de gran cantidad de agentes de la clase intelectual,
directamente involucrados en la formulación del mensaje ideológico de las elites do-
minantes. Para una perspectiva histórica del debate de nunca acabar vis-à-vis sobre
197
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
clases sociales y cultura, para no mencionar al Estado – Nación, ver el libro de Julien
Benda de 1927 La trahison de Clercs (The Betrayal of the intellectuals; Literally “The
treason of the Learned”), alguna vez muy leído y hoy en día casi que una curiosidad.
brumaria 34
198
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
199
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
17 Ver Peter Bürger, Theory of the Avant‑Garde (1974) trans. Michael Shaw (Min-
neapolis: University of Minnesota Press, 1984). Un trabajo que ha ejercido una
enorme influencia sobre otros críticos, en los EE.UU., notablemente sobre el pensa-
miento de Benjamin Buchloh. Sobre la tesis de Bürger escribí: “vídeo: Esparciendo
el momento utópico” (1983) donde él describe la actividad de las vanguardias como
una autocrítica del arte, dirigida tanto al “aparato de distribución de la cual depende
y el estatus de la obra de arte en la sociedad burguesa definido por el concepto de
autonomía”. Más adelante cito a Bürger: “La intención de los vanguardistas se puede
definir como un intento de dirigir hacia la práctica, la experiencia estética (que se
rebela contra la praxis de la vida) que desarrolla el esteticismo. Lo que más fuerte-
mente entra en conflicto con la racionalidad del fin de los medios en la sociedad
burguesa, es aquello que busca convertirse en principio organizador de la vida”.
18 Ibid., 53.
19 Ibid., 53-54.
brumaria 34
200
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
20 Allan Kaprow: “La educación del desartista, Parte I”, Art news, Febrero de 1971.
“La educación del desartista, Parte II” Art news, mayo de 1972; “La educación del
desartista, Parte III” Art in América, enero de 1974.
21 Los mods fueron una subcultura que empezó en Londres a comienzos de los 60s;
era un movimiento de jóvenes de la clase trabajadora con vestidos bastante estili-
zados y cabello corto, que oían Rhythm and Blues y viajaban en motocicletas tipo
Vespa (Nota del traductor).
201
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
202
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
203
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
23 Debord era también miembro, junto a Isidore Isou, de los letristas, quien también
abandonó al grupo.
brumaria 34
204
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
205
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
26 Las “guerras culturales” están insertas en una estrategia más amplia para deslegi-
timizar y demonizar las identidades, las conductas y los comportamientos sociales,
cuyas expresiones públicas están asociadas con movimientos sociales de los 60s,
especialmente en relación a las cuestiones de diferencia.
brumaria 34
206
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
207
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
208
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
209
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
30 Ver Brian Holmes, “The Flexible personality: For a New Cultural Critique”
(2001), http://theadventure.be/node/253 ó en http://www.16beavergroup.org/pdf/
fp.pdf, y muchos otros sitios; Holmes añadió un breve remite para su publicación en
eipcp (european institute for progressive cultural policies), http://transform.eipcp.
net/transversal/1106/holmes/en#redir
31 Bill Readings, La Universidad en ruinas (Cambridge, Mass, Harvard University
Press. 1997) La relativa invisibilidad del libro de Readings parece justificarse con su
repentina muerte antes de que el libro fuese publicado, lo que impidió que lograra
un mayor divulgación mediante foros y exposiciones).
32 David Harvey, “Universidad Empresarial”, al reseñar el libro de Bill Readings en
Atlantic Monthly (octubre de 1998). Disponible en internet en http://www.theatlan-
tic.com/issues/98oct/ruins.htm. Nada es más elocuente de la condición posfordista
respecto del trabajo intelectual y la preparación de trabajadores para la industria del
conocimiento que la lucha que se da en EE.UU., contra las universidades públicas
de prestigio y contra el sistema universitario de California, lugar del nacimiento
de la “multidiversidad”, como fue imaginado por Clark Kerr en el plan maestro de
desarrollo de la Universidad de California, a comienzos de los años 60s. Las univer-
sidades públicas estatales, debemos recordarlo, fueron instituidas para crear a nivel
doméstico las elites profesionales; pero con bastante sorpresa, mientras el exitoso
brumaria 34
210
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
211
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
212
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
213
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
37 Aquí no voy a tomar en cuestión las respuestas curatoriales de los museos a este
momento de crisis y sus roles en el siglo XXI. Sólo puedo anotar que algunas elites
de los museos han identificado una necesidad de ofrecer un conjunto de experien-
cias de gama alta, con el fin de presentarlos aparte del florecimiento de la “experien-
cias económica” altamente corporatizada. En este momento, el propósito central de
tales objetivos por mantener esta primacía, parece estar centrada en la exaltación
de las formas menos mercantiles del arte, como el performance, que parece ser el
medio mejor posicionado para ofrecerle a los visitantes de los museos experiencias
no narrativas (y alejadas de los hábitos del mundo cotidiano y de la “política”, pero
firmemente situados en el reino de lo estético).
brumaria 34
214
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
215
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
38 Desde que escribí este articulo he leído con interés a Chin – Tao Wu y su artículo
“Bienales sin fronteras” en New Left Review 57 (Mayo-Junio de 2009): 107 – 115 con
unos gráficos y análisis de soporte interesantes. Wu analiza los patrones particulares
de selección de los artistas en países de la “periferia” global.
39 La onceava bienal de Estambul se dio entre septiembre y noviembre de 2009, bajo
la curaduría del colectivo radicado en Zagreb, e integrado por los miembros de Qué,
cómo y para quién (WHW) Ivet Ćurlin, Ana Dević, Nataša Ilić, y Sabina Sabolović.
Creado en 1999, el grupo ha estado trabajando con la galería Nova que es propiedad
de la municipalidad desde 2003. El título de esta bienal está tomado a partir de una
canción de Bertolt Brecht ¿Qué mantiene a la humanidad viva?
brumaria 34
216
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
217
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
Esta “Carta abierta” subraya la crítica, bajo la cual las bienales o cualquier
exhibición visible, se abren cuando pretenden asumir temas políticos,
incluso si los participantes y los visitantes permanecen indiferentes al
recibir este tipo de mensajes vía e – mail42.
Como lo sugiere la carta, el disenso y la disidencia, cuando se
ponen a la altura de la insurrección y la resistencia, son regularmente
incorporados a las exposiciones, al igual que en instituciones tipo univer-
sidades en las sociedades liberales; respaldar este tipo de actitudes se
parece como cuando decimos: “no se ve hermosa cuando se pone furio-
41 Sitios importantes de manifestaciones públicas concertadas contra las organi-
zaciones económicas neo liberales y la dominación y represión estatal sancionada
internacionalmente.
42 También se les pude ofrecer esta información mediante volantes.
brumaria 34
218
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
sa”, incluso cuando el Presidente Bush –sonriente- llamó los gritos de los
protestantes una prueba de la solidez de ”nuestra” libertad de expresión,
mientras eran empujados fuera del salón donde él hablaba. Pero lo que
quiero sugerir es que las innegables críticas expresadas por Resistambul,
no invalidan los esfuerzos por llevar adelante una reforma institucio-
nal, aunque ella sea provisional. Todos los movimientos en contra del
consenso institucional son dinámicos y temporales (ver más abajo).
Las acusaciones contra las muestras de contenidos meramente
simbólicos y sus hipocresías, son fácilmente evadidas al girar, al fin,
hacia el tercer modelo de disciplina global, la feria de arte, en la medida
que las promesas de las ferias no son más que las ventas y las fiestas, y en
ese sentido, no viven cortas de recursos para estimular el placer.
Ha existido un notable incremento en el número y lugar de
las ferias de arte en un corto periodo de tiempo, reflejando la rápida
monetización del mundo del arte; los inversionistas del arte, los mecenas
y la clientela, se han sacudido de la necesidad de disponer de controles
internos para el control de la calidad, favoreciendo mejor el acelerado
crecimiento del valor financiero y del prestigio. Algunas ferias impor-
tantes han establecido divisiones alternativas en otros lugares43. Otras
ferias importantes son satélites que eclipsan a sus espacios originales
y que han ido del examen previo que hace el circuito periférico del
mundo del arte al centro de la escena internacional. En las ferias, las
obras son examinadas bajo los patrones de sostenibilidad de los porta-
folios de inversión en arte, mientras la diversión continúa afuera (fiestas
y comidas), el esplendor (consumo desenfrenado) y los puntos de venta
para compras no artísticas son los lugares predilectos de las mejores
ferias, es decir, aquellas como la de Miami, Nueva York y Londres (y por
supuesto la más original, la de Basel). Los dealers de arte pagan inmen-
sas sumas por participar, y por consiguiente, el éxito de la feria como un
gran negocio depende de la habilidad de estos últimos para hacer ventas
43 La feria de arte contemporáneo de Shanghai (en donde fue presentada esta po-
nencia) es un puesto de avanzada de la feria de arte de Bolonia.
219
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
220
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
221
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
222
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
se enfríe, no había existido una demanda tan grande por parte de los
jóvenes estudiantes de arte por ingresar a los estudios críticos, y paralelo
a esto, por una comprensión de las fuentes que alimentaron los prece-
dentes y las tradiciones de la obra de arte crítica y revolucionaria.
Mi hipótesis es que esto se debe a la impaciencia por conocer los
comandos que guían el éxito, en términos de mercado, y por lo tanto,
dejar de experimentar por el simple placer y sin objetivos definidos. Los
jóvenes, como lo dice el viejo cliché, también tienen respuestas idealistas
a la ortodoxia recibida sobre la humanidad y quieren participar de una
reparación a este mundo, así como los artistas también viven experien-
cias directas de pobreza y negatividad social, y por lo tanto, desean sacar
a otros de sus condiciones – un asunto de justicia social.
Los jóvenes artistas perennemente reinventan la idea de los
proyectos colaborativos, que es la norma en el resto del mundo laboral
y comunitario, y que es desalentado artificialmente en aras del empresa-
riado artístico y el “control de la firma” en el mercado mundial del arte44.
Vuelvo a la pregunta planteada al comienzo de si “la elección de
ser un artista significa aspirar a servirle a los ricos”. Hubo un tiempo en
que las escuelas de arte amonestaban a sus alumnos por no pensar de
esa manera, pero ¿cuánto tiempo podía durar el éxito de las academias
mientras llegaba el momento de las galerías? (tal vez la respuesta sea
que la escasez solo incrementa la desesperación; la gran pirámide de
la lucha artística apuntala a unos pocos en la cima simplemente para
ampliar su base). Sin embargo, los artistas son necios. Los escritores
de “Resistenbul” nos dicen que “resisten en las calles y no en espacios
corporativos reservados para la crítica institucional tolerada”, como lo
hacen algunos artistas “para ayudarles a mantener limpias sus concien-
cias”. Seguro que es así. Existirán siempre obras de arte o “acciones”
44 No puedo dejar de sentir cierta inquietud al darme cuenta de que, como en otras
cosas, el regreso de lo colectivo ha retardado a los trabajadores no solo del consejo
de consejos del comunismo (para no mencionar la horda primitiva de Freud), sino
de círculos cualificados como fue la reingeniería de Toyota para la producción de
carros en los 70s.
223
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
artísticas que estarán situadas por fuera del mundo del arte, o que se
“emparejarán” dentro y afuera de los guettos dorados. No estoy persua-
dida aún de que debamos escoger. No hay de lejos, un fin para el arte
que adopta una postura crítica, aunque por supuesto no estará siempre
en el mercado o en los éxitos de la maquinaría en sí, donde está siempre
en peligro de ser seriamente reescrito y en procesos que se toman de
cuando en cuando su tiempo. Es esta brecha entre la producción de la
obra de arte y su absorción y neutralización lo que permite sus lecturas
adecuadas y la habilidad para hablar de sus condiciones en el presen-
te45. No es solamente el mercado, después de todo, con sus hordas de
voraces vendedores, consejeros y críticos acérrimos los que determinan
los significados y sus resonancias: existe también la comunidad de artis-
tas y el potencial de contra públicos que pueden ser afectados.
Nota
224
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
225
brumaria 34
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
LA VANGUARDIA TRANSFORMADORA.
Krzysztof Wodiczko
227
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
228
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
229
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
EL USUARIO DE VANGUARDIA
230
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
231
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
4 Véase Peter Bürger, Teoría de la vanguardia, Las Cuarenta, Buenos Aires, 2010.
5 B. Joseph Pine II y James H. Gilmore, La economía de la experiencia: El trabajo es
teatro y cada empresa un escenario, Granica, México, 2001, págs. 35-36
6 Ibíd, pág. 315.
brumaria 34
232
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
Lo que para la vanguardia era una misión y una lucha auténtica para
crear o acercarnos a la experiencia "vivida" (en contra de nuestro
adormecimiento experiencial) se ha convertido en el "arte" de la econo-
mía de la experiencia, en una burla y, en el mejor de los casos, en mera
nostalgia y sustituto voyeurista de esa misma experiencia.
7 Véase el artículo de Wikipedia Creative Class (en inglés). Ver también Richard
Florida, La clase creativa: La transformación de la cultura, del trabajo y del ocio en
el siglo XXI, Paidós, Barcelona, 2010.
233
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
De forma no muy distinta al arte del alemán Karl Junker, que era
un sustituto nostálgico para la pérdida de contacto y experiencia con la
naturaleza –el origen del kitsch–, la economía de la experiencia se ha
convertido en un sustituto para el contacto perdido con la experiencia
misma.
El nuevo arte de vanguardia debería mirar con ojo clínico a ese
"vanguardismo" comercial en tanto que nuevo kitsch cultural.
La nueva tarea es desarrollar métodos eficaces para arrebatarle a
la industria de los eventos y la economía de la experiencia el completo
control que, por medio de espectáculos mediáticos y de la experiencia
urbana, ejercen sobre el interés general. Debemos revertir sus perver-
siones y apropiaciones "experienciales" hacia aventuras artísticas social-
mente ambiciosas y eventos públicos con significado.
La nueva tarea es crear eventos autónomos y proyectos que sean
independientes de los tejemanejes de la economía de los eventos y la
experiencia, o infiltrarlos e infundirlos con contenido ético y social-
mente radical. Los proyectos visionarios deben convertirse en uno de
los objetivos clave de la actual transformación de vanguardia.
Uno de los propósitos actuales de la vanguardia es desafiar los
sustitutivos de la experiencia vivida que se procura el consumidor kitsch
para llevar al primer plano la experiencia, el empeño y la presencia de
aquellos cuya vida, trabajo y supervivencia están confinados fuera de
los campos privilegiados de visión. Debemos cambiar nuestras propias
perspectivas, así como las de toda la clase creativa, incluyendo la concu-
rrencia de consumidores, personal "performativo" y directivos estéticos
de la economía de la experiencia.
Puede que uno de tantos métodos recomendables sea insertar
nuestros proyectos de comunicación y diseño social filosóficamen-
te comprometidos en el programa existente de festivales urbanos y
demás eventos de la cultura oficial. El arte debe "desvanguardizar" a lo
comercial y "revanguardizar" su propia condición con el fin de ofrecer
(aunque sólo sea por un momento) tanto el placer como el significa-
do de la experiencia cultural. Para poder triunfar en esta empresa, no
brumaria 34
234
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
235
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
LA VANGUARDIA FUNCIONAL
236
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
237
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
238
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
LA VANGUARDIA CÍVICA
239
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
240
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
241
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
que diseño a través del cual las personas están a cargo parcial o total de
la realización de proyectos y procesos de diseño, producción, manteni-
miento, distribución y uso.
Touch Sanitation (1970-1980), de Mierle Ukeles, implicó darle la
mano a más de 8.500 trabajadores en el Departamento Municipal de
Sanidad de Nueva York mientras decía "Gracias por mantener la ciudad
de Nueva York con vida".
En 1987, Suzanne Lacy representó la performance The Crystal
Quilt, que contó con 430 mujeres mayores hablando de sus vidas al
tiempo que su reunión formaba un cuadrado de 82 metros de lado
cuadrados a imagen y semejanza del patrón de un edredón.
En 2001-2004, en Barcelona, se creó el proyecto Las Agencias, el
cual, según Jorge Ribalta, que entonces era un comisario del MACBA
(Museu d'Art Contemporani de Barcelona), transformó los métodos
tradicionales de los movimientos anti-capitalistas. Las Agencias se basaba
en un modelo pedagógico de auto-transformación y auto-organización,
acorde a las necesidades reales y en oposición a las luchas concretas. Las
cinco "agencias", como se les llamaba, produjeron cartelería y material
impreso crítico con el Banco Mundial y que parodiaba las campañas
municipales oficiales. Produjeron herramientas para la intervención en
situaciones de protesta, incluyendo moda prêt‑à‑rèvolter como elemen-
tos de seguridad y visibilidad, así como talleres para producir imágenes
y herramientas diseñadas para satisfacer las necesidades de los grupos
que participan en las luchas contra la globalización.
Durante el verano de 2013, Thomas Hirschhorn trabajó con los
residentes de Forest Houses, en el Bronx de Nueva York, con el fin de
crear un monumento a Antonio Gramsci que, de acuerdo con la decla-
ración pública, se diseñó para "establecer una nueva definición de
monumento, para provocar encuentros, para crear un acontecimien-
to y para pensar en Gramsci hoy". Los residentes fueron motivados y
empleados en un proceso creativo colectivo de edición y producción del
periódico Gramsci Monument, la emisora de radio Gramsci Monument,
brumaria 34
242
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
243
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
244
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
245
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
LA VANGUARDIA Y LA GUERRA
9 Son palabras de Johan Galtung, el precursor de los “estudios de paz” que dis-
tinguen entre paz positiva y paz negativa. Véase “Negative versus Positive Peace”,
extraído del Irénées Peace Workshop, 2007, disponible en http://www.irenees.net/
bdf_fiche-notions-186_es.html (en inglés). Véase también Skills Development for
Conflict Transformation: A Training Manual On Understanding Conflict, Negotia-
tion And Mediation, United Nations Department of Economic and Social Affairs,
The Centre for Conflict Resolution,1997, disponible en http://unpan1.un.org/intra-
doc/groups/public/documents/un/unpan001363.pdf (en inglés), último acceso a
ambas webs el 10 de noviembre de 2014.
brumaria 34
246
BLOQUE 1.
DIALÉCTICA
RENOVADA
NOTA PERSONAL
247
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
brumaria 34
248
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
2.
MATERIALES PARA
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
LA FENOMENOLOGÍA AMPLIADA
brumaria 34
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
Miguel Abensour
253
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
254
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
255
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
3 Lars Olof Larsson, Albert Speer, Bruselas, 1983. Léon Krier, Albert Speer
Architecture 1932‑1942, Bruselas, 1985.
4 Citado por Éric Michaud en “Nazisme et représentation”, Critique, diciembre de
1987, pp. 1032-1033. Y después: Un art de l’ éternité, París, Gallimard, 1996.
brumaria 34
256
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
257
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
258
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
Por tanto, nuestra tarea se define del siguiente modo: ¿cómo pensar de
manera crítica las relaciones entre arquitecturas y regímenes totalitarios?
La cláusula “de manera crítica” implica satisfacer varias exigencias:
1. Hipótesis de investigación
259
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
260
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
“Las dictaduras más recientes en todos los lugares del planeta pres-
cinden de ella con demasiada facilidad”7.
3. La inteligencia de lo político
261
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
262
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
263
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
Una vez formuladas las exigencias críticas, ¿cómo definir las grandes
orientaciones de este ensayo en forma de proyecto?
No nos queda otra que pensar en esa cosa perturbadora, a saber, que
no existe relación unívoca entre los regímenes totalitarios y un estilo arqui-
tectural dado12, ya que, según parece, un régimen totalitario puede apropiar-
se tanto de un estilo neoclásico como de un estilo modernista o futurista, o
incluso poner en práctica la coexistencia ecléctica de varios estilos.
Siendo así, la cuestión “arquitectura y totalitarismo”, limitada al
estilo, está mal planteada, ya se afirme o se niegue una relación. Más
bien tendríamos que descomponer la cuestión bajo las especies de los
dos interrogantes siguientes.
264
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
265
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
266
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
15 Citado por B. Miller-Lane, Architecture and Politics, op. cit., pp. 179-180.
16 Cf. Michaud, Un art, op. cit., pp. 37 y 56.
17 B. Miller-Lane, ibídem, op. cit., pp. 162-163.
267
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
268
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
269
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
270
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
nueva religión secular, definiéndose como tal; digamos, por ejemplo, los
saint-simonianos. En clara oposición al gobierno representativo, criti-
cado por favorecer la atomización y la separación, la nueva política, en
cuanto “democracia de masas”, va en busca de nuevas instituciones para
instaurar otro tipo de mediación o de comunicación entre gobernantes
y gobernados, así como para elaborar nuevas formas de control social.
En desfase con la razón política moderna y con la limitada elección
formal de intervención subrayada por Benjamin Constant, gracias a la
famosa oposición entre la libertad de los Antiguos y la de los Modernos,
esta nueva forma de movilización se inventa un estilo político en el que
predominan los mitos y los símbolos, las liturgias, incluso los cultos,
mediante los cuales el “pueblo” conquista su identidad en una intensísi-
ma serie de experiencias emocionales.
La acción política se transforma en un drama, con el predominio
de la palabra y la propaganda oral sobre lo escrito. Practicando perma-
nentemente una incorporación de la estética y de las artes, esta nueva
política se desarrolla en la encrucijada entre la dimensión religiosa y la
dimensión estética. Asistimos a una estetización de la política sin prece-
dentes.
Muy en resumen, el rasgo dominante de esta nueva política
consiste en constituir una forma de comunidad humana que se tiene a sí
misma como superior a la comunidad democrática moderna, dado que
abre el acceso a una forma de unidad específica que habría superado los
modos de alienación propios de la modernidad, en el tránsito del Todos‑
unos al Todos‑uno.
Ahora bien, lo propio de los regímenes totalitarios es el
haber tomado nota de ese surgimiento del pueblo en los oríge-
nes de la nueva política para negarlo: en la medida misma en que se
da una desmovilización del pueblo en tanto agente político, se da una
movilización de la masa en cuanto “sujeto”. Es decir que, en el régimen
totalitario, el paso de la nacionalización a la movilización organizada
de masas, orientado hacia un vínculo social posesivo, desarrolla los
271
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
272
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
273
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
23 Elias Canetti, Masse et puissance, París, coll. Tel, Gallimard, 1986, p. 12.
24 Ibídem, p. 15.
brumaria 34
274
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
275
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
Con toda evidencia, “esta movilización del júbilo” –la futura plaza A.
Hitler hubiera contenido un millón de hombres– va de la mano con
una desmovilización de los agentes políticos. ¿No había escrito Siegfried
Kracauer, ya en 1927, en El ornamento de la masa: “La producción y
el consumo irreflexivo de figuras ornamentales desvía las energías de
cualquier modificación del orden establecido”?
276
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
277
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
278
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
a su desaparición, a su disolución.
Es un fenómeno, una aporía de este tipo, lo que tiene en mente
Canetti cuando insiste en el carácter “egipcio” de la arquitectura hitle-
riana. Cogitando aún en términos de animación de masas, escribe:
279
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
280
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
La arquitectura del III Reich, con los rasgos que le son propios y que
remiten más a su peculiar estatuto que al estilo, sería la “solución hitle-
riana” a la aporía de la dominación carismática.
En este punto sería conveniente esbozar una reflexión críti-
ca sobre la definición hitleriana de la arquitectura como “palabra de
piedra”, definición en la que, extrañamente, vienen a conjugarse la
volatilidad de la palabra y la petrificación de lo material en lo material,
donde tiende a entremezclarse lo efímero con lo “extra-ordinario” y su
inscripción en la eternidad y para la eternidad. Es como si la eterniza-
ción (no confundir con el deseo político de inmortalidad) fuese una vía
“egipcia”, nos atreveríamos a decir, para salvar, para retener algo de la
cualidad “extra-ordinaria” (en el solo sentido de lo que rompe el curso
ordinario de las cosas) de la aparición del líder carismático.
Por muy paradójico que pueda parecer, a partir de la arquitectura
es impensable una relación entre lo efímero, lo “excepcional”, el vértigo
y la elección de eternidad –a la vez negación de la finitud y retención
del carisma–, bajo la forma de un imperio milenario. En este sentido,
la cuestión de la piedra y el tiempo –con los dualismos que la acompa-
ñan–, se desvela como esencial para un análisis de la arquitectura en un
régimen totalitario.
281
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
35 A. Speer, L’ immortalité du pouvoir, París, 1981, pp. 266-268. Las cursivas de las
tres citas son mías (Abensour).
brumaria 34
282
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
283
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
284
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
285
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
286
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
que allí tiene lugar, no hace más que acrecentar el influjo de la domina-
ción, de la movilización de masas.
Es un espacio sagrado y por añadidura mágico que, por medio de
distintas formas de animación de masas, tiene como objetivo confesado
el abolir toda resistencia, todo espíritu crítico por parte de los especta-
dores. Y más aún, se trata de un verdadero espacio hipnótico en el que
encontramos la misma focalización arriba descrita por A. Speer. Pero
en este caso, la persona del jefe se ha convertido en este punto focal.
Tal y como escribía en 1951 R. Caillois en su ensayo titulado El poder
carismático: Adolf Hitler como ídolo:
287
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
288
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
41 Citado por B. Tackels, Histoire d’Aura, tesis doctoral, Estrasburgo, 1994, p. 69.
289
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
290
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
291
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
292
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
293
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
294
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
295
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
brumaria 34
296
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
Sacha Carlson
297
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
2 En el epígrafe, Richir cita una pasaje de La voz y el fenómeno: “El privilegio del
ser no puede resistir la deconstrucción de la palabra. Ser es la primera o la última
palabra en resistir a la deconstrucción de un lenguaje de palabras” (J. Derrida, La
voix et le phénomène, PUF, París, p. 83).
3 Aún más que muchos otros de sus artículos en este primer período suyo no re-
nunciaré a citar ampliamente este texto, en la medida en que ha ido volviendo más
o menos imposible de encontrar en la actualidad.
brumaria 34
298
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
299
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
300
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
11 Cf. su artículo «Idéographie et Idéologie» (in Tel Quel n°29, Printemps 1967), en
el cual Richir se entretiene digamos que más particularmente.
12 Cf. Faye et les impasses de la poésie classique, p. 35.
13 Ibid., p. 37.
14 Cf. ibid., p. 36.
15 Cf. ibid.
16 Ibid., p. 37.
301
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
práctica, la hace imposible como tal. La poesía fayeana nunca podrá ser
sino una ilustración, una ejemplificación de concepciones teóricas”. Así,
pues, en la medida en que su práctica poética sigue estando subordina-
da a la teoría y en la medida en que su escritura sigue estando encerrada
en el logocentrismo, la poesía de Jean-Pierre Faye fracasa en su intento
de hacer sensible –para decirlo todo: fenomenalizar– el proceso origi-
nario de la escritura. Y Richir se pregunta a este respecto si no es ese “el
destino de toda la poesía moderna. La poesía seguirá siendo prisione-
ra del logocentrismo en tanto en cuanto siga utilizando un lenguaje de
palabras. La poesía como traza‑miento infinito pasa por la deconstruc-
ción de la palabra”17.
En consecuencia, a Richir, este análisis de la poesía fayeana, le
conducirá a interrogarse sobre la poesía y sobre la relación de la práctica
artística con la teoría filosófica. La poesía, si es verdaderamente escri-
tura poética no expresa un espacio de sentido siempre ya ahí, sino que
se despliega en el espacio mismo de la página y la línea. Entonces, la
“palabra” se rinde a su movimiento primero, que es ser “gesto que traza”
o “grito” (Artaud) generador de espacio y de tiempo, y no ya algo gober-
nado a priori por un espacio y un tiempo siempre ya dado18. Luego la
escritura se comprende como “la transgresión infinita de toda seguridad
y de toda recomposición de la presencia”, como “puro movimiento de la
diferancia”19. De semejante poesía Richir intenta manifestar la posibi-
lidad concreta en una serie de “reflexiones programáticas”20: detecta su
inicio o su esquicio en Hölderlin, cuya obra constituye todo un “giro” en
302
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
21 “A este respecto la empresa de Hölderlin no deja de ser capital, puesto que supone
todo un vuelco: trabajado por la esquizofrenia que amenaza a todo logocentrismo
(y que, incluso, conduce a la tachadura de todo significante ante el significado [en
nota : J. Derrida, De la grammatologie, Ed. De Minuit, 1967, p. 33], por tanto, a la
confusión del significante y el significado) Hölderlin escribe para conjurar el peligro
[en nota: Cf. el esclarecedor libro de J. LAPLANCHE, Hölderlin et la question du
Père, y las reservas expresadas por J. DERRIDA in L’écriture et la différence, Ed. du
Seuil (col. Tel Quel), 1967, pp. 253-260], y después de sus primeras obras (Hiperión
y el Empédocles) efectúa esa inversión que consiste en poner tierra de por medio en-
tre los dioses y los mortales, afirmar la diferencia. Es significativo que Hölderlin se
entregara entonces a profundas búsquedas sobre el ritmo de la lengua griega y ale-
mana, como si para él se hubiera tratado de darle espesor al significante conjurando
el anegamiento en el Uno-Todo. Y si, a pesar de todo, Hölderlin cayó en la locura
fue porque, tal y como está a punto de decir Laplanche, ésta le ganó de mano. Pero
lo que, según nosotros, da a Hölderlin un lugar central cuya importancia todavía no
ha podido ser percibida, es que con él estalla, por primera vez sin duda, la inquietud
de la diferencia en la poesía occidental” (ibid., p. 38).
22 “En Sade la violencia y la perversión generalizada (devolviéndonos pues al con-
cepto de perversión imposible) invaden todo el espacio y el lenguaje de palabras
se borra ante los cuadros y figuras en cuyo juego está la escritura [en nota: Ello es
particularmente notable en las 120 journées de Sodome]. La lectura del texto es “ga-
lopante”, las palabras no ofrecen ninguna resistencia y lo que debe hacer el lector es
escribir, literalmente, el encadenamiento de relatos de margen a margen. La empresa
de Lautréamont es estructuralmente del mismo orden, como ya han mostrado M.
Pleynet y Ph. Sollers mediante la elaboración del concepto de “sous-scription” [en
note : M. PLEYNET, Lautréamont par lui‑même, Le Seuil, 1967, et Ph. SOLLERS, La
science de Lautréamont, in Critique n° 245, octobre 1967.], Se podría citar, asimismo,
a Potocki, Kafka y Bataille” (ibid., pp. 38-39).
23 Ibid., p. 40.
303
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
nada, como “teoría”, a celebrar la presencia del logos, tal y como, más
o menos, decía Derrida ampliando ciertas ideas de Heidegger? Sobre
la cuestión del estatuto de su propio discurso, Richir, manifiestamente
inquieto, avanza lo siguiente: “Responderemos que de ningún modo se
trata aquí de teoría, sino del trazo de una apertura, más allá del cierre
logocéntrico en el seno del cual se han desarrollado tanto poesía como
metafísica, y ello desde el interior mismo del propio espacio logocéntri-
co”24. Pero, ¿cuál es, entonces, la singularidad de la filosofía?
En esta primera publicación se esboza, pues, una cuestión crucial
que traerá de cabeza durante largo tiempo a Richir, aunque parezca
haberla zanjado desde muy temprano. Se trata de comprender el estatu-
to del discurso filosófico y no metafísico en su relación con el arte: ¿qué
es la escritura filosófica? ¿está condenada a identificarse con la escri-
tura poética? Ahora bien, la verdadera decisión que Richir tomará casi
desde sus comienzos va en contra de lo que, masivamente, se pensaba
en la misma época, particularmente bajo la influencia de Heidegger:
el destino de la filosofía, estima Richir, no consiste en desaparecer en
tanto filosofía para dar lugar a un despliegue más auténtico u originario
del Ser o de la “diferancia”, sino que estriba en la filosofía misma. En
este sentido, si existe en Richir una inquietud por la cosa artística, ésta se
articula en una preocupación o un cuidado por no confundir nunca arte y
filosofía: pues, sólo desde su lugar propio, procura la filosofía encontrar
el mundo del arte, encuentro éste que puede ser el únicamente fecundo,
en particular para el fenomenólogo que descubre que cada obra de arte
constituye un fenómeno insigne en el que aparece de manera privilegia-
da la fenomenalidad.
Para explicarlo, tomaré como ejemplo a la pintura, deteniéndo-
me ante todo en la meditación que Richir propone de la obra de Jean
Dubuffet en 1972, a partir de un conjunto de trabajos de M. Loreau25.
Según se recuerda en este texto, en 1943, el pintor encuentra interpuesto
24 Ibid., p. 40.
25 Pour une cosmologie de l’hourloupe, 1972.
brumaria 34
304
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
305
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
306
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
307
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
colores: “las formas que están en curso de formación en los trazos y en los sistemas
de trazos entran, de pronto, en desacuerdo con respecto a lo que allí quisiéramos
ver, mediante la evidente disrupción del color en relación a los hábitos y usos del
mundo familiar. Hay, en esta pintura, algo de elemental, en el sentido de que los
colores actúan un poco como elementos […]. Extraordinaria mezcla de elementos,
caprichosa alquimia en la que, en realidad, más que mezclarse se intercambian, don-
de tal pueblo italiano (Ellera, 1983) parece posarse sobre una nube, anclada a una
tierra ondulada por verdes y azules, perdida en diluvios de rojos, negros, amarillos
y azules. Estos intercambios, que no están regidos por ninguna ley a priori, sino
que se efectúan cada vez única según una lógica propia, son como la generalización
de lo que ya había visto Rimbaud: la mar mezclada con el sol, el agua en aleación
con el fuego es la eternidad. Semejante transmutación de los elementos del mundo,
desparramándose en masas titilantes y fluidos desfasados en relación a los sistemas
rítmicos, produce colores que se extienden como láminas de eternidad de lo visible,
flotando o bailando en una suerte de intemporalidad en disonancia con la tempo-
ralidad y espacialidad esquemática de los trazos” (ibid.). Resulta sorprendente que
Richir descubra en la pintura los dos principales momentos que va a desprender del
fenómeno, a saber, por una parte lo que él llama el esquematismo transcendental
de la fenomenalización, que consiste en la estructuración formal del fenómeno (se
trata de lo que las Méditations phénoménologiques denominaron “síntesis pasivas de
tercer grado”, que son síntesis esquemáticas) y las concretudes fenomenológicas que
Richir designa como Wesen y que dependen de la proto-ontología fenomenológica
(y que corresponden también, según el vocabulario de las Méditations, a las “síntesis
pasivas de segundo grado”).
brumaria 34
308
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
309
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
junto a Garelli –es decir, a la vez, con su obra propiamente poética, pero también
con su obra filosófica que se sitúa en la mouvance fenomenológica– vendrá Richir
a comprender que el poema es de hecho un fenómeno. En fin, sobre la cuestión
del arte en Richir, además de los textos ya citados merecen particular mención: La
vérité de l’apparence, 1991, Le travail de l’artiste à l’œuvre : visible ou invisible, 1996;
Philosophie et poésie, 1999; Art et artefact, 2002; Du rôle de la phantasia au théâtre
et dans le roman, 2003; De la “perception” musicale et de la musique , 2005; Langage,
poésie, musique, 2009.
brumaria 34
310
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
42 Con ocasión de una entrevista privada, me confesaba Richir: “Estudié física por
pitagorismo. Es decir que, en el fondo, me creía que el ser era de esencia matemática.
Creía en el poder veritativo de la ciencia”.
43 Retomo aquí los elementos de un breve artículo publicado por Richir en 1977: Le
statut de la philosophie première face à la crise des fondements des sciences positives,
pero que, de creer ciertas discusiones que he mantenido con Richir, parece retomar
grosso modo las posiciones que debieron ser las suyas a comienzos de sus estudios
de filosofía.
44 Le statut de la philosophie première face à la crise des fondements des sciences
positives, 1977, p. 180.
311
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
312
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
313
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
49 “No hay duda de que esa relación (scil. aquella que se instituye entre la expresión
matemática y lo real supuestamente físico) no sea extremadamente sutil y compleja,
hasta el punto de que las tentativas de Husserl (en la Krisis) y de Heidegger (notable-
mente en Die Frage nach dem Ding) sobre la cuestión no pueden, todo lo más, sino
ser consideradas como preliminares, extremadamente ricos por cierto, pero sólo
dan de “la cosa” una visión lejana, un esquicio de sus contornos. Contrariamente a
lo que una tradición instituida quisiera hacernos pensar, la epistemología fenome-
nológica tal vez no hace sino comenzar” (Une antinomie quasi‑kantienne dans la
fondation cantorienne des ensembles, 1986, p. 83).
50 Cf. CSP, p. 254. Más adelante (p. 264), Richir también evocará a Bachelard.
51 En su cuarta Recherche phénoménologique (1983), a propósito de Dedekind y
en tres artículos: L’Hérédité et les nombres. Pour une fondation transcendantale de
l’arithmétique (à propos de l’œuvre de Frege : Die Grundlagen der Arithmetik), 1983 ;
De l’illusion dans la théorie cantorienne des ensembles, 1986 ; Une antinomie quasi‑
kantienne dans la fondation cantorienne des ensembles, 1986.
52 De l’illusion dans la théorie cantorienne des ensembles, p. 93.
brumaria 34
314
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
53 “No nos proponemos, así pues, estudiar las respuestas a la crisis (axiomatización,
formalización) propuestas por el pensamiento lógico-matemático contemporáneo,
en la medida en que nos parecen evacuar fundamentalmente, no las dificultades ló-
gico-matemáticas –a este respecto hay que reconocerle a nuestro siglo una auténtica
profusión de ingeniosidad, de inventividad, incluso de genio– sino, más bien, las
dificultades filosóficas contenidas en estas aporías” (ibid., p. 94).
54 Cf. CSP, pp. 251 sq.
315
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
316
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
317
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
318
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
319
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
ejemplo, Europe et chrétienté” (nota 2). Ello no obsta a que Richir entienda mostrar
que mediante este lugar utópico se indica en el discurso filosófico un lugar de po-
sible anclaje para el proyecto de emancipación de los individuos “en contra de la
estructura socio-estatal nueva, implementada tanto por el neoliberalismo tecnocrá-
tico como por toda una parte del movimiento “revolucionario” moderno”. (p. 11).
68 Cf. la lectura de Marx propuesta por Ricoeur en su obra: L’idéologie et l’utopie,
Éditions du Seuil, Paris, 1997.
69 ...lo que exige, asimismo, definir correctamente la ideología. A decir verdad, en
este artículo, Richir no se explaya demasiado sobre la cuestión; más tarde, se apoya-
rá en los análisis de C. Lefort en dos artículos publicados en Textures : « La naissan-
ce de l’idéologie et l’humanisme » (publicado primero en Textures 6-7 en 1973, et
después en Les formes de l’histoire, Gallimard, Paris, 1978, pp. 401-478) y « Esquisse
d’une genèse de l’idéologie dans les sociétés modernes » (publicado en Textures 8-9
en 1974 y retomado en Les formes de l’histoire, op. cit., pp. 478-568).
70 La expresión es de Marx pero, bajo su pluma, ¡no era ni mucho menos un cum-
plido!
brumaria 34
320
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
321
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
textos de Bataille que datan de los años 1933 y 193475, es decir, antes de
que éste último sucumbiera a la empresa kojeviana76. De estas “notas de
lectura”77 yo retendría, sobre todo, la idea, que Richir retoma en Bataille,
de una fundación de lo social no en la racionalidad del logos, sino en
la vida afectiva. El siguiente texto merece ser citado íntegramente sobre
todo si se recuerda que la fenomenología de la afectividad será (¡y
cuánto!) una pieza clave del pensamiento de Richir: “Toda vida afectiva
presenta una “inagotable riqueza de formas”: por eso es subversiva: no
puede ser capitalizada, inscrita en el proceso de circulación homogé-
neo. El gran mérito de Bataille radicó en reconocerlo y luchar durante
toda su vida, en todos sus avatares, para darle una existencia positiva.
Este mérito es el que hemos querido saludar aquí. Hoy, sin embargo, las
cosas están cambiando: del “escritor maldito” que era, Bataille ha pasado
a convertirse en un “valor consagrado” por y para la cultura homogénea,
que se reclama de él y él, Bataille, se deja “homogeneizar”. Lo que da una
medida, por hablar llanamente y si esta palabra tiene algún sentido, del
alcance de su “fracaso”, contra el cual es preciso luchar. No obstante, uno
puede seguir adelante, más allá del reconocimiento: dar un ser positivo
a la vida afectiva no puede significar, el propio Bataille ya lo escribía,
un retorno a la moral o al idealismo: el retorno es restauración y va en
el sentido mismo de lo que es necesario combatir. Significa, al contra-
rio, que debemos poner en obra una estrategia compleja –más comple-
ja, en todo caso, de lo que parece pensar Bataille– contra la tendencia
“homogeneizante” de la cultura: “dar un ser positivo a la vida afectiva”,
implica, por una parte, liberar a ésta de las determinaciones negativas
75 Se trata de los textos aparecidos en La critique sociale: « La notion de dépense »
(enero 1933) ; « Le problème de l’État » (septiembre 1933) y « La structure psycho-
logique du fascisme » (noviembre 1933 y marzo 1934).
76 “Si Bataille no hubiera cedido al extraordinario influjo del discurso de Kojève
(influencia que se extiende, señalémoslo, a toda una generación), quizás habría
comprendido la posibilidad de hacer aparecer las cosas, el mundo y la Historia en
otro lenguaje y bajo otra luz que la hegeliana” (ibid., p. 38).
77 Ibid., p. 40.
brumaria 34
322
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
78 Ibid., p. 47.
323
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
324
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
325
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
84 Ibid., p. 783.
85 Ibid., p. 784.
86 Cf. Prolégomènes à une théorie de la lecture, pp. 40 y sq., donde Richir esboza una
teoría general del texto, de la textualidad y de la lectura: un texto, explica, comporta
brumaria 34
326
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
327
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
88 Cf. por ejemplo RA, p. 324, donde la cuestión es “pensar lo que Husserl se es-
forzaba –sin ningún éxito aparente, como se sabe– en practicar como reducción
fenomenológica, es decir, la “reducción” del “pensamiento” a la apariencia en gene-
ral, a la simple y llana apariencia [...]”.
brumaria 34
328
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
89 El caso es que, por una parte, esta interpretación deja de lado lo que en Hus-
serl acompaña necesariamente a la reducción fenomenológica, a saber la reducción
eidética y, por otra parte, pone el acento sobre la apariencia (Schein), en la indis-
tinción que este término conserva entre la ilusión y la aparición, cuando Husserl, a
pesar de todo, mantiene dicha distinción, en el fenómeno mismo, entre el aparecer
y lo que aparece.
90 Casi nada, de no ser por la persistente presencia en los escritos de Richir de
fórmulas nietzscheanas, como “la inocencia del devenir”, etc. En otra de nuestras
entrevistas privadas me explicaba Richir, asimismo, que había leído muy mucho
a Nietzsche en los inicios de sus estudios de filosofía. También se podría citar esta
nota de Du sublime en politique (1991) que, hasta donde yo sé, es la única explica-
ción que Richir propone explícitamente de la obra nietzscheana: “El gran ausente de
nuestras consideraciones sobre los filósofos es Nietzsche. Pero, por más que, para
tenerlo en cuenta, nos hiciera falta todo un libro, resta que el estatuto singularísimo
–casi aberrante– de su escritura requiere ya, para su elaboración misma, de un dis-
curso o más bien de un “método” crítico apropiado, método que no encontraremos
prácticamente en ninguna parte, a pesar de la abundancia de la literatura que le ha
sido dedicada. En una palabra, la dificultad de la obra nietzscheana es que, tomada
en su literalidad de primer grado, es de nulo interés filosófico y que, tomada en un
segundo o incluso en un tercer grado, es de una complejidad inextricable. Se trata,
por supuesto, de un problema de “método”, pues ante todo se trata de encontrarlo
en las posibles vías de acceso a esta complejidad, donde todas las cuestiones que
aquí tratamos se imbrican, sin duda hasta el punto de que, a Nietzsche mismo, se le
escapan, perdiéndose definitivamente tras ellas. A semejanza de su contemporáneo
Wagner, Nietzsche es, probablemente, un “monstruo” demasiado moderno como
para nutrir la presunción de soslayarlo, lo cual sería demasiado simple casi fatal-
mente. Lo que se echa de menos es, una vez más, una aproximación a esta mons-
truosidad que le haga justicia en tanto que monstruosidad. Y ello es en lo que todos
sus comentaristas han fallado, por haberle acusado o haberle minimizado asimilán-
dole”. (SP, p. 10, note 1).
329
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
nada más que fenómeno” o “pura apariencia” (expresión que Richir usa,
también, desde sus inicios) nos lleva infaliblemente a Nietzsche. Es bien
conocido el famoso fragmento de juventud del filósofo alemán: “Mi
filosofía, un platonismo invertido: cuanto más lejos del ente verdadero,
tanto más puro, más bello, mejor. La vida en la apariencia como finali-
dad”91. Michel Haar verá en este fragmento el acta de nacimiento de la
filosofía de Nietzsche para quien, en lo sucesivo, el ser será el ser aparen-
te. El asunto ya no está en comprender el ser como invisible e inaparen-
te –eso mismo que Shopenhauer llamaba la voluntad– que se esconde
tras las engañosas apariencias; al contrario, hay que pensar el ser como
apariencia (Sein als Schein) –“la voluntad no es nada más que aparien-
cia (Schein) y lo Uno originario no posee fenómeno (Erscheinung) sino
en ella– es decir, a la vez, como manifestación, brillantez, resplandor
y estallido apolíneo de la vida, pero también y al mismo tiempo como
ilusión, trampa y simulacro; y ello por lo mismo que lo dionisíaco
debe ser comprendido como “la inagotable potencia productiva de las
apariencias, como potencia de fenomenalización, siempre por añadidu-
ra en relación a toda fenomenalidad positiva”92. Lo que importa de esta
evocación muy rápida de Nietsche es el estatuto positivo que le es confe-
rido a las apariencias: la apariencia extrae su fuerza de sí misma, de su
propio estallido, y no de su supuesto ser de apariencia; y es este mismo
estallido en donde estriba la potencia de la vida. Si me siento autori-
zado a aproximar aquí a Nietzsche y a Richir es porque en sus puntos
de partida se pueden encontrar ideas análogas: el fenómeno debe ser
descrito por sí mismo sin presuponer de lo que es fenómeno; lo que
hay que describir no es el pretendido objeto ilusorio que intenta escon-
derse detrás de su apariencia, sino la ilusión misma en la vivacidad de
91 Cf. a este respecto M. Haar: “Le renversement du platonisme et la nouvelle
signification de l’apparence” in Nietzsche et la métaphysique, coll. «Tel», Éditions
Gallimard, 1993, pp. 79-107, en este artículo, piensa el autor a Nietzsche como un
precursor de la fenomenología. Retomo aquí sus indicaciones, así como mis citas
de Nieztsche.
92 Ibid., p. 81.
brumaria 34
330
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
331
brumaria 34
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
Jacques Garelli
* Jacques Garelli, “Quand le verbe se prend d’être”, in Littérature, Nº 132, 2003. Tra-
ducción y establecimiento al español: Alejandro Arozamena.
2 Si nos permitimos referirnos, a lo largo de este estudio, a anteriores trabajos nues-
tros es exclusivamente porque no queremos retomar aquí las discusiones entabladas
en nuestras obras precedentes. Los presentes análisis se fundan en investigaciones
llevadas a cabo desde 1966 y desarrolladas todavía muy recientemente. Sobre las
diferentes tendencias de la fenomenología francesa y, en particular, sobre los pro-
blemas de “deconstrucción” ver “Une phénoménologie plurielle”, Cahiers du Collège
333
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
334
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
335
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
et structures dans Les Réalités diurnes et nocturnes de Tristan Tzara, Coloquio orga-
nizado por el departamento de filosofía de París XII y el Collège international de
philosophie, junio 2002, dedicado al tema: «Art et pathologie au regard de la psy-
chanalyse et de la Daseinsanalyse», también por aparecer en 2003 (París, Éditions
du Cercle herméneutique). Estos tres últimos estudios son reasunciones y desarro-
llos de una obra que aparecerá próximamente en la que estudiamos la introducción
del método allagmático de Simondon, en el seno de una aproximación fenomeno-
lógica y según sus incidencias
7 L ‘Individu et sa genèse physico-biologique, suplemento p. 261.
brumaria 34
336
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
337
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
338
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
339
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
340
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
341
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
Lo que aquí se pone en tela de juicio es nada menos que una nueva
“topología de los lugares”, que requiere la implementación de una
nueva figura de la constelación pensante, que el hombre despliega en
su relación con las cosas, tan pronto como se deja llevar en la experien-
cia reflectante de su ser en el mundo. Actitud que estuvo en el corazón
mismo de nuestro estudio sobre Artaud y que estuvo al mando en la
ordenancia de todas nuestras recopilaciones de poemas desde 1966.
De ser así, se trata de una nueva manera de prospectar el ser del hombre
en lo que tiene de más íntimo, prospección que la creación poética puede
poner en obra mediante el modo en que organiza la relación pre-indivi-
dual de la constelación pensante que formamos con el mundo, desple-
gando el campo topológico metaestable a partir del cual esta constela-
ción irradia al individualizarse en las cosas.
342
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
Requiere ser pensado, así pues, este vínculo entre la nueva operación
del ser conducente a una mutación en la concepción del hombre como
poseedor del mundo y el estatuto del movimiento operatorio de la
palabra creadora a través de la cual se despliega esa mutación.
De modo que si, en lo sucesivo, señalamos la dimensión musical
del poema en tanto que búsqueda verbal (cosa muy distinta a la búsque-
da de sí), es porque dicha dimensión proviene de la presencia anónima
16 Ibid. p.153.
17 Ibid. p.153.
343
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
344
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
19 Vid. a este respecto nuestras obras citadas en notas precedentes donde ha sido
tratado el problema abundantemente. Puede sorprender, sin duda, esta introduc-
ción de carácter allagmático que hacemos de la problemática kantiana, en el seno
de una aproximación fenomenológica, de carácter ontológico, extraña, a primera
vista, a las ideas de Kant. Las razones de esta elección, que están en el núcleo de
nuestras investigaciones, han sido ampliamente explicitadas en trabajos anteriores,
ya citados en las notas de más arriba. Ello nos autoriza, aquí, a hacer balance situa-
cional de manera sintética. No olvidemos que Heidegger en Kant y el problema de la
metafísica fue el primero en conferirle al Esquematismo trascendental kantiano una
dimensión ontológica. Actitud que ya hemos explicitado y de la que llevamos dando
cuenta desde 1966 con La Gravitation poétique.
345
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
346
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
347
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
348
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
349
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
29 Vid. en particular «Le Flux et l’Instant», Les Temps Modernes, Febrero 1970,
texto recogido in Les Temps des signes,
30 Vid. las obras antes citadas.
31 Nos hemos explicado a este respecto en Récurrences du songe, París, José Corti,
1989 y en L ‘Écoute et le regard, París, José Corti 1995, sobre los procesos de compo-
sición de varios poemas nuestros. El análisis resultaría demasiado largo en el estre-
cho marco de este estudio.
brumaria 34
350
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
Maestoso Sostenuto.
351
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
De red en red va, donde rompen los glaciares, donde arden las gra-
villas, donde fluyen los ríos y donde los vocablos petrificados de no
delimitar nada se cuajan, suspendidos a un rumor, cuya violencia el
azul raya de estratos deshilados en una eternidad de un rojo provi-
sorio.
352
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
Jean-Luc Godard
353
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
354
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
JLG: Hay muy poca realidad detrás de “la economía” actual y demasiada
fachada. En la época de la Nouvelle Vague, para nosotros el cine era lo
que no se veía. Se trataba de películas, como El acorazado Potemkin de
Eisenstein o The River de Borzage, que no ponían en las salas. A día de
hoy todo se encuentra disponible, para todo el mundo, en DVD. Pero,
en aquella época, las cosas hermosas de algún modo eran invisibles.
Con los libros sucede algo parecido: hoy ya no tenemos sino libros para
hacer con ellos más libros, ¿cuándo aparecerá la realidad en un libro?
JLG: Tienen mucho que aprender de la industria del cine. Los franceses
tienen una palabra para cuando hablan de las productoras de cine. Dicen:
355
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
JLG: A veces hay alguno que puede decir algo interesante, como por
ejemplo Stiglizt, pero son muy raras veces. En una ocasión, alguno
de ellos dijo: “lo que hace falta es dejar de tener, querer tener menos”.
Cierto. Lo que hace falta es menos: dinero, vedettes, paraísos artificiales.
La gente reclama el “derecho” a ser feliz. ¿Pero, dónde se ha conquista-
do ese derecho? Tenemos el deber de vivir, el deber de comer. No hay
derechos de autor, un autor sólo tiene deberes. Se confunde el ser y el
tener, así como el derecho y el deber. Un mendigo no tiene derecho a
mendigar, tiene el deber de mendigar si esa es su única manera de poder
vivir. Ídem para el niño que nace, no tiene el derecho sino el deber de
vivir. Solo tenemos deberes.
356
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
JLG: Cuando la vio por primera vez se puso como un loco. Después de
haberla visto 60 veces, me lo agradeció.
357
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
JLG: Que no puedo, tengo que rodar con Myret muy pronto y... (risas).
No, en serio, para ellos ya es demasiado tarde. No les interesa aprender.
JLG: Los suizos no saben lo que es una imagen. No existe el cine suizo.
No hay escuelas en la materia.
JLG: No se trata del fracaso del comunismo, sino del fracaso ¡de los
cabrones que se tomaron a sí mismos por comunistas! De ahí que baste
pasar tan sólo una hora con Cohn Bendit para comprender el fracaso de
Europa. Asistimos, así, a un gran deterioro desde el punto de vista cultu-
ral: ya no se filma para descubrir, sino para afirmar algo. El otro día,
escuchando a ese filósofo un tanto estúpido que es Michel Serres, me di
cuenta de que, al hablar de los mensajes por iconos y las nuevas tecnolo-
gías, había pasado totalmente por alto su significación más sagrada. La
pintura bizantina, ya se sabe, y mire en qué acabó esa palabra. Uno de
los primeros inventores de la televisión llamó a su tubo “iconoscopio”:
eso quiere decir algo, había una verdadera ambición científica detrás.
JLG: Sí. Tomemos por ejemplo el título de su libro, Myret. Se puede leer
“la fin du dollar” (el fin del dólar), pero se puede entender “la finalité du
dollar” (la finalidad del dólar) y, sin embargo, también se puede escuchar
brumaria 34
358
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
“la faim du dollar” (el hambre del dólar), lo que justamente querría decir
que está muy lejos de llegar a su fin.
JLG: No, es sólo que la literatura había fabricado esa imagen en su cabeza. La
literatura puede fabricar imágenes muy hermosas. Basta con releer a Rimbaud.
B: ¿Es cierto que no fue usted a Cannes para protestar contra la crisis griega?
JLG: No fui porque, habiendo ido otras veces, jamás he vuelto a encon-
trar el placer que sentí al ir hace 50 años.
359
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
JLG: Cualquiera que acepte un coche con chófer tendrá una vida despre-
ciable.
360
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
Philippe Lacoue-Labarthe
361
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
logía); o bien: lo que todavía pretende bajo este nombre (ser producido,
exhibido, reconocido, comprado y vendido, coleccionado por distintas
personas, instituciones culturales o Estados), el llamado arte “contem-
poráneo” es nulo, insignificante, superficial o superfetatorio, sin interés,
vano, delicuescente, débil –en resumen, “inexistente”: “es la nada” o “es
cualquier cosa”.
Si se trata de levantar acta, desde luego habría que convenir en
que, efectivamente, es inexistente. Si se trata de un axioma, entonces,
franqueamos el límite hacia la prescripción axiológica: este “arte” no
debe existir, no se lo merece; o, para retomar la formulación de Adorno,
no tiene (o ya no tiene) “derecho a la existencia”.
Semejante convergencia –que sólo es la de los “extremos” en
punto a que, seguramente, nos confundimos de extremo– no es nueva.
Tampoco es única, y esto último desgraciadamente lo sabemos muy
bien. Pero lo que me interesa, aquí, no es esta convergencia de hecho. Es
su lógica. ¿Por qué haría falta un negacionismo para sostener la susodi-
cha “radicalidad”? Y ¿por qué se halla el arte implicado en la lógica
negacionista?
362
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
2 Ver a este respecto el dossier establecido por la revista Lignes, nº 31, mayo de
1997 (en particular el artículo de Michel Surya).
3 Nº 19, noviembre de 1996: “Art/No-Art?”.
363
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
364
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
365
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
366
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
367
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
368
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
369
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
370
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
Henri Maldiney
Jean Bazaine
¿Qué es una obra de arte? ¿En qué consiste una obra de arte en tanto que
tal? Dice Heidegger:
“Qué sea el arte nos los dice la obra. Qué sea la obra, sólo nos lo pue-
de decir la esencia del arte”2.
* En Henri Maldiney, Ouvrir le rien l’art nu, Éd. Les Belles Lettres, 2010. Traducción
y establecimiento al español: Alejandro Arozamena.
2 Heidegger, Der Ursprung des Kunstwerkes, en Holzwege, trad. francesa L’Origine
de l’oeuvre d’art, en Chemins qui en mènent nulle part, Gallimard, Paris, 1962, p.II.
Edición española en Caminos de bosque, Alianza, Madrid, 1996.
371
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
Nos las vemos ante un círculo vicioso. Para evitarlo hay dos tipos de
respuesta.
Una es sociológica.
Digamos que se inaugura una gran exposición de pintura en
París. Alborotada por la prensa, una muchedumbre se transporta hasta
allí y, mediante este transporte mismo, se determina como público. A
eso se le llama “el ímpetu del arte”. Pero, ¿ímpetu hacia qué? Hacia obras
a las cuales se atribuye un valor artístico eminente. ¿Este valor quién
lo decide? El gusto de cada época. En dicho gusto reconocía Voltaire el
sentido humano por excelencia, del cual obtiene el hombre la cualidad
que le vuelve propiamente humano: su capacidad de discernimiento. El
gusto le permite gozar de sí mismo al gozar de la cualidad de las cosas y
multiplicar este goce de sí objetivado al bies de su capacidad de distin-
guir los saberes.
372
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
“En tanto que homo sapiens [sapere: gustar] el ser humano es un ser
de elite, de elección, de buen gusto y justa opinión... Es solo poseedor
del don de elegir y tiene su cultura como producto de su situación
de elite”.
373
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
que tiene el habitus del arte y la mano que tiembla. El tipo de todo esto
es Cézanne.
Ahora bien, son los artistas de hoy los que vuelven a poner en tela
de juicio este temblor de certidumbre, este temblor de rectitud que testi-
monia una separación entre el arte y la obra. Lo que comprendemos a
partir de las obras, declaran, no es el arte, sino lo que corrompe la pureza
de su concepto.
“El hecho de que se trate de una obra de arte, escribe Joseph Kosuth,
es un puro a priori”5.
5 J. Kosuth, Art after Philosofy and after (collected writing 1966‑1990), M.I.T.
Press, Cambridge (USA, Mass.) 1991.
brumaria 34
374
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
Este estado de hecho —o, más bien, estado de ser— no sabría serle
conferido après coup. El arte no admite obras “legitimadas”. Una obra,
es decir una obra que es obra de arte, lo es originariamente y no por
referencia a ideal alguno del arte ni a ningún arte ideal, determinado
fuera de ella y antes que ella, digamos por una filosofía que dispusiera
de un poder de investidura absoluto.
6 Ibid.
7 Hegel, Vorlesungen über die Aesthetik, Jubiläumausgabe, Stuttgart 1983, Bd. 12, p.
50.
375
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
376
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
“La luz, el espacio que esperamos sin conocerlo, dice Jean Bazaine, lo
buscamos en el forzamiento [pero] cuando llega el tono justo, gene-
ralmente más modesto, apenas se distingue de los otros, no lo reco-
10 Oskar Becker, Von der Hinfälligkeit des Schönen und der Abenteuerlichkeit des
Künstlers, en Jahrbuch für Philosophie und phänomenologische Forschung, Husserl‑
Festschrift, Niemeyer, Halle 1929. Trad. fr. Jacques Colette, La Fragilité du beau et la
nature aventurière de l’artiste, en Philosophie nº 9, invierno 1986, de. Minuit.
377
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
Todo sucede como si los teóricos del arte conceptual, a fuerza de marti-
llear esta fórmula, hubieran acabado por aplastarla hasta el punto de
hacer entrar, metonimicamente, unas palabras en otras y, metafórica-
mente, las cosas en las palabras.
“La idea del arte y el arte, declara Joseph Kossuth, son una sola y
misma cosa. La definición del arte es tautológica... Una obra de arte
es una tautología en el sentido en que es una presentación del artista;
dicho de otro modo, éste (el artista) declara que aquella (la obra) es
arte, es decir una definición del arte. Esto es lo que quería decir Do-
nald Judd cuando declaraba: “Si se llama arte, es arte”.
Esta declaración —de la que se entiende que toma cuerpo en una obra—
es un enunciado performativo del tipo: “Declaro abierta la sesión” o “Yo
bautizo este buque: El Invencible”. Formular el enunciado es efectuar
el acto. Un enunciado performativo es autorreferencial. Reenvía a una
realidad que constituye en sí mismo. Es eficaz. Sin embargo, hace notar
Émile Benveniste, sólo lo es si quien lo pronuncia tiene la autoridad
para hacerlo:
378
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
379
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
380
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
cia del verde) un color real. Es, dice Goethe, “color ideal”15. En el siglo
XX, las artes de la abstracción alcanzan su apogeo allí donde los recur-
sos innatos de un arte —en pintura, el color— son menos presentes en
razón de su uso que en vista de su desvelamiento. Se dice que Mondrian
excluyó el empleo de los colores naturales en beneficio de los colores
puros (rojo, azul, amarillo, y después negro y blanco). Pero eso sería
equivocarse muy mucho con respecto al sentido de esta pureza. Ella no
se relaciona, en su principio, con la cualidad pictórica de los colores
empleados, sino con el ser del color como tal revelado en la obra. La
intención subyacente en la obra de Mondrian no es la de aplicar, esto
es, poner en obra un cierto régimen de color y realizar la purificación
cromática de la pintura. Es, en fin, poner al descubierto en una obra el
sentido y la esencia del color tal y como es en sí mismo —tal y como se
manifiesta. Lo cual ya era anticipar, con mucha intensidad, la definición
heideggeriana del arte.
El arte, dice Heidegger, es el conflicto amoroso del mundo y de la
tierra16. El mundo se esclarece a sí mismo abriendo en lo ente la dimen-
sión de lo posible y abriéndose, por ello, al sentido. La tierra simboliza el
fondo, la materia invelizable, retirada en sí, ocultada. Sólo el arte la trae
a la luz. Cosa que la técnica no puede. Mientras que, en un útil o en una
herramienta, la materia reprimida no comporta, inscrita en ella, sino
valores de uso; en una obra de arte, al contrario, la materia se esclarece
a sí misma. El arte pone en obra lo que, tomando nacimiento en ella se
manifiesta y resplandece en él, por vez primera.
En realidad, no hay necesidad alguna de metáfora. La materia, en
efecto, se basa en sí misma en la opacidad, tan injustificable como irrecu-
sable, de lo sensible (donde el color tan sólo es un momento). Ahora
bien, el aparecer de un color en un cuadro de Mondrian nos abre, en el
instante mismo en que la colma, la sorpresa que nos hace ser —y ser lo
381
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
382
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
19 Ibid., 6, 522.
383
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
El arte conceptual se afirma, así, como el arte absoluto que sólo existe
si se dice. Instituye en él la identidad del decir y del hacer y, correla-
tivamente, la del ser expresado y la del ser planteado, identidad cuyo
384
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
385
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
386
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
387
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
388
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
***
24 Francis Ponge, Le Volet suivi de sa Scholie, Pièces, Gallimard, paris 1962, p. 109.
25 G. von Lukács, Die Subjekt‑Objekt‑Beziehung in der Aesthetik, in Logos, Tübin-
gen Bd VII, 1917, p.2.
389
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
“Aquí, escribe Emil Staiger, quizás no hay sino una sola certidumbre:
lo que es no debe ser. En su lugar algo debe ser, otra cosa que no es.
El héroe trágico está movido por la violencia de lo que debe llegar.
Nadie sabe qué”26.
Lo cual no tiene más marca que en el agujero del ser, como vacío.
Tratándose de nosotros, hombres, siempre querremos dar una forma
a esta falta en ser que somos. Tratándose de una obra de arte, todo lo
demás está en falta con relación a ella. Ahora bien, la obra es única y
única es su norma. La paradoja del arte se anuda y se resuelve en la
unicidad de la obra. No, “el arte no tiene ejemplos”27. Una obra de arte
no es un espécimen que da la idea de un conjunto clasificado al cual
pertenece. No hay paradigma en el cual pueda conformarse para tomar
forma. Su dimensión formal es aquella según la cual se forma y de la
cual decide, formándose, formarse. Es el sentido de Gestaltung: una obra
de arte sólo existe como obra, como obra de sí misma. Fija la norma de
su esfera cumpliéndose. Es, idénticamente, la apertura y la completitud.
Nada, en una obra de arte, es dado in absentia. La forma que determina
su norma es operante con respecto a sí misma. Una forma operante con
respecto de sí no es la traducción de un esquema ideal o de un modelo:
26 Emil Staiger, Grundbegriffe der Poetik, Ed. Atlantis, Zürich, Trad. R. Célis y M.
Gennart, Les fondamentaux de la Poétique, Ed. Lebeer-Hossmann, Bruxelles, 1990,
p. 106.
27 Paul Klee.
brumaria 34
390
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
Cualquiera que sea el nivel o el estadio, sólo será imagen de una objeti-
dad: objeto o arquetipo objetivo. Ahora bien, una obra de arte no es un
objeto: ex-siste. Su existencia no consiste en ponerse a la vista sino en
dar a ver y a ser. El arte no es un objeto de representación. Es una forma
de presencia. La presencia no tiene signo.
En su ensayo sobre La Relación sujeto‑objeto en estética, Georg
Lukacs demuestra que los términos de esta relación sólo tienen
existencia real en la experiencia estética. Aquí y allí solamente, contra-
riamente a lo que tiene lugar en la lógica y la ética.
391
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
30 Ibid., p. 4 y 5.
31 Schelling, Lettres sur le dogmatisme et le criticisme, IX.
32 Kant, Opus posthumum.
33 G. von Lukács, op. cit., p. 7.
brumaria 34
392
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
393
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
potencia superior, extraña a la suya, que nos anonadaría ante ella, sino
la indisoluble unidad de las dos.
394
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
36 Viktor von Weizsäcker, Der Gestalkreis (1940), Georg Thieme Verlag 4ª ed.
1968, p.185, trad. fr. de Michel Foucault y D. Rochet, Le Cycle de la structure, Des-
clée de Brower, 1958, p. 220.
395
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
396
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
397
brumaria 34
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
I.-¿Qué es la estetización?
399
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
400
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
401
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
402
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
provocadas en todas las direcciones por los objetos y las imágenes, las
acciones y los procesos, los comportamientos y los acontecimientos más
dispares, los espacios y las atmósferas de la existencia o las realidades
cotidianas, pudiendo afectar a cualquier dominio de la vida individual
y colectiva.
Asimismo, a nada que nos abrimos a las experiencias estéticas en
sus modos actuales, nos percatamos de lo fácil que resulta traspasar en
direcciones contrarias los umbrales entre la estetización y la anestetiza-
ción. Curiosamente, se trata de unos deslizamientos a contracorrien-
te que se filtran en virtud de la siguiente paradoja: si todo es estético,
podría acontecer que nada lo sea. Paradoja que está siendo especial-
mente clamorosa en el mundo de la percepción medial trasformada por
las nuevas tecnologías y, no digamos, cuando traspasamos los predios
de las simulaciones y la hiperrealidad. De un modo no menos paradó-
jico, la estetización en cuanto fundamentalismo estético y la anestetiza-
ción como nihilismo estético pueden llegar a exigirse y complementarse
mutuamente.
La estetización, en suma, no se define por operar en todas las
partes, sino por poder actuar en cualquiera de ellas; se trata de una
potenciación ubicua que no se queda estática en ningún lugar y puede
invadir virtualmente cualquiera. La universalización de lo estético, bajo
los excesos de la estetización, es un rasgo dominante de nuestro presen-
te que se acentúa en el cruce entre la modernización de la producción y
de la circulación en el consumo y la cultura de masas, invadiendo con su
onda expansiva las competencias legítimas de otros comportamientos:
lógicos, cognoscitivos, científicos, utilitarios, comunicativos, funciona-
les, éticos, políticos etc. En esta ocasión me centraré en ciertas sendas
halladas en estetización estético-política.
403
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
404
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
405
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
406
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
407
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
408
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
409
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
410
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
411
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
412
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
413
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
414
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
415
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
416
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
417
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
418
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
419
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
4 Las citas de Novalis están tomadas de Anekdoten, en Schriften, Band II, Das
philosophische Werk I, Stuttgart, Verlag W. Kohlhammer, 1981, p. 577 y de Das
Allgemeine Brouillon – Materialien zur Enzyklopädistik (1798-99), ibidem, Band III,
pp. 278, 311 y 371. “La vida como obra de arte” ( Leben als Kunstwerk) sería divul-
gada sobre todo K. Chr. Fr. Krause, un autor de gran influencia en el romanticismo
tardío y en el pensamiento español. Este autor más abundó, anticipándose a Nietzs-
che, en una “ciencia del arte de la vida” (Lebenskunstwissenschaft), así como que “la
vida misma es una obra de arte y el arte uno y supremo es el arte de la vida”. Cfr.
la esclarecedora aportación de R. Pinilla Burgos, El pensamiento estético de Krause,
Madrid, Universidad de Comillas, 2002, pp. 788 , 815-842.
brumaria 34
420
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
421
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
422
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
423
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
424
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
Desde estos trasvases analógicos se colige que las artes sean ensal-
zadas como modelos de vida, posean un carácter anticipatorio. ¡Poco
importa que ahora los modelos sean las obras (neo)vanguardistas y en
la época de Jena y Weimar fuesen las del clasicismo heleno, de la Grecia
idealizada! En unos casos y en otros, las plasmaciones artísticas preten-
den operar tanto como anticipación para encontrar y descubrir nuevas
posibilidades y modos de vida, para conducir la vida, cuanto actuar como
compensación de la realidad, la vida, la alineación social etc. Las hipótesis
sobre la anticipación, ligadas al optimismo de la Filosofía de la Historia y
de la Dialéctica, o las referidas a la compensación, destiladas por el sabor
amargo de la crítica a la razón y la historia o resignadas ante los aconteci-
mientos del mundo, se entrelazan y superponen, permutando a menudo
sus papeles.
El sujeto del arte de la vida, en su aspiración a organizar su vida
y existencia como una obra de arte, se comportará por tanto, en analo-
gía con el sujeto del arte, con el artista; incluso, en ciertas posiciones
del idealismo y del romanticismo, a semejanza del operar del genio, el
cual, por otra parte, no tiene inconveniente alguno en mantenerse en sus
almenas defendiendo su fortaleza, es decir, la autonomía del arte estético.
De un modo similar al artista, el sujeto innominado del arte de la vida,
que podemos ser cualquiera, tiende a alcanzar una autonomía personal, a
romper las estructuras existentes e instaurar otro orden de cosas en conso-
nancia con las reglas libremente elegidas para guiarse en su propia vida.
Sin embargo, me da la impresión de que en los años recientes
la concepción moderna está modificándose en nuevas tentativas para
redefinir un “nuevo arte de la vida”, en lo que ahora se califica como “las
obras del arte de la vida” o el “arte de la vida como real Life”7. Aceptando
como premisas que las diferencias entre el arte y la vida son infran-
queables y conscientes tal vez de que no hay que esperar reconciliación
utópica alguna en la consabida formula dadaísta de la fusión arte=vida,
425
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
8 Foucault, Estética, ética y hemeneútica, Barcelona, Paidós, 1999, pp. 289-305, 369-
415, junto a los conocidos estudios sobre la historia de la sexualidad. W. Schmid en
Auf der Suche nach einer neuen Lebenskunst, Frankfurt/Main, Suhekamp TW, 2000,
realiza una excelente monografía sobre la aportación del francés a este ámbito. El
mismo autor había publicado una Philosophie der Lebenskunst. Eine Grundlegung,
Frankfurt/ Main, Suhrkamp TW, 1998, mientras que R. Schustermann, Estética
brumaria 34
426
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
427
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
428
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
429
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
entusiasmo por lo bello o, si se quiere, por la belleza del juego que borra
tanto las huellas de los impulsos incontrolables de la naturaleza como
neutraliza la coacción racional de la sociedad.
En efecto, si por un lado, se suscitan las dudas sobre el hecho de
que la moralidad se base únicamente en los sentimientos de belleza o
de que el gusto sea su única garantía, por otro, aun cuando es evidente
que el influjo del gusto no produce lo moral, sí contribuye en cambio a
la “promoción de la eticidad” (Beförderung der Sittlichkeit). Una aprecia-
ción que ya matizaba Kant desde una perspectiva pragmática: “Luego
el gusto ideal tiene una tendencia a fomentar exteriormente la morali-
dad. Hacer al hombre pulido para su posición social, no quiere, induda-
blemente, decir tanto como hacerle moralmente bueno (sittlich‑gut),
pero predispone para ello. ... De este modo pudiera llamarse al gusto
moralidad de la apariencia externa”, pues pone “ya en la apariencia de
ello un cierto valor”10
Tal vez, en este pasaje se esparcían las primeras semillas de una
actitud bastante extendida que ha fructifica también en nuestros días: el
gusto y el arte contribuyen a la promoción (Beförderung) de la eticidad
o, en jerga preferida por los anglosajones, al mejoramiento moral del
hombre. Un juicio de valor tanto ético como estético: el Improvement,
que en Norteamérica se escucha a menudo en el lenguaje ordinario y es
suscrito por el especializado en la órbita del puritanismo de cualquier
color.
En consecuencia, la primera tarea en esta versión estetizada
del hombre moderno sería anular las resistencias hacia lo bueno que
acentúan los impulsos salvajes, mientras que la disciplina del gusto
quebrantaría el poder subversivo de la naturaleza humana expulsando
del alma aquellos deseos no refinados, antisociales, que con frecuencia
ofrecen una obstrucción violenta al ejercicio del bien. Una anulación
que se lograría en virtud del cultivo de las leyes estéticas, la templanza,
la civilidad o las buenas maneras, pues, no en vano, la belleza da “leyes
430
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
431
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
432
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
VI.- El artista político (o del Estado) y sus obras de arte más perfectas:
433
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
11 Novalis, Glaube und Liebe oder der Köning und die Königin, Schriften, II Band, Fas
philosophische Werk,loc. cit., vol. I., pp. 497-98.
brumaria 34
434
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
435
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
436
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
democráticas!
Cuando del “artista del Estado” como protagonista de la política
nos trasladamos a su “obra más perfecta de arte”, ya sea la monarquía
de la Razón o la construcción de una verdadera libertad política, los
equívocos estetizantes son provocados por al término Estado. Conviene
aclarar, por tanto, los sentidos en torno a los cuales gira este segundo
tópico de la estetización. Teniendo en cuenta además que, como en
castellano sólo disponemos de un término, en su aplicación se borran
los matices; en alemán, en cambio, el estado (psicológico) no se confun-
de con el Estado (político). Asimismo, dado que la apariencia estética
aflora en la oposición entre la necesidad y la libertad, el impulso lúdico,
en su papel de instancia mediadora entre las facultades, cristaliza en el
estado estético (ästhetische Zustand).
En efecto, en las primeras Cartas Schiller iniciaba sus reflexiones
con disquisiciones sobre el Estado natural y el Estado moral o el Estado
como forma objetiva de una expresión política, es decir, en cuanto
Estado ético‑político (Staat) que esgrime la majestad de las leyes. A punto
de concluir su misiva, en cambio, los dos primeros “estados” reapare-
cen rebautizados como Estado dinámico y Estado ético, mientras que el
estado estético, en el sentido de una relación sensible o hilo conductor,
como un modo específico y diferenciado de la apropiación del mundo,
se convierte “en el ámbito en el que la belleza imprime su carácter a las
relaciones humanas, en el Estado estético (der ästhetische Staat) … como
objeto del libre juego. Porque la ley fundamental de este reino es dar
libertad por medio de la libertad” (Carta XXVII,9), lo cual introduce una
confusión entre el estado estético (Zustand) y Estado estético (Staat), que
provoca equívocos varios.
437
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
438
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
439
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
15 Schiller, Carta, IV, 5. Una idea similar será desarrollada, entre otros, por K. Chr.
F. Krause en Ideal de humanidad para la vida, en J. López Morillas, Krausismo:
estética y literatura, Barcelona, Labor, 1973, p. 41.
brumaria 34
440
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
441
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
18 Cfr. Herder, Auch eine Philosophie der Geschichte zur Bildung der Menschheit
(1774), en Werke in zwei Bände, München, Carl Hanser Verlag, 1953, vol. II, p. 55,
así como en Ideen zur Philosophie der Geschichte der Menschheit (1784), ibid., p. 239.
Entre otros, retoman esta expresión el historiador del arte Buckhardt, La cultura del
Renacimiento en Italia, Buenos Aires, Losada, 1944 y otras, pp. 7 ss., 86 ss.
brumaria 34
442
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
443
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
444
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
445
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
ocio o del mundo del trabajo, ya fuese en los campamentos y las marchas
juveniles, en los programas tan cacareados como la Belleza a través del
trabajo (Schönheit duch Arbeit) o Fuerza a través de la alegría (Kraft
durch Freude), la estilización aristocrática de los uniformes de los SS.,
la exaltación de la belleza natural de la raza aria, con inclusión de las
correcciones estéticas basadas en la genética y la eugenesia etc.
Tanto las masas movilizadas que llenaban los estadios de
Nuremberg, Berlín y otras ciudades alemanas, que se reflejaban en las
fotografías y en la pantalla de cine, mostraban una configuración tan
compuesta y agradable que no puede por menos de evocar la insinuada
idea del todo (die Idee des Ganzen). La estética del nazismo usufruc-
túa, por tanto, la categoría de la totalidad orgánica, así como la armonía
reconciliada del clasicismo.
El protagonismo exagerado de los dispositivos estéticos contri-
buía a que los participantes y los espectadores se olvidaran del objetivo
primordial que perseguía la exhibición de las masas: una militarización
de la sociedad, en beneficio de una visión estetizada de las escenas en
las que primara el placer estético desinteresado sobre cualquier otra consi-
deración del análisis político. Las escenificaciones del poder resaltan los
acontecimiento en su aparecer, dejando impronta en el espacio público
durante algún tiempo. Una vez más, el artista político se disponía a regir
y dirigir el mundo por medio de una ficción estética con la que pretendía
suplantar la realidad. En la estetización radicaba una de las fascinaciones
del nacionalsocialismo y, por lo general, de cualquier régimen totalitario
que se precie o de sus remedos.
446
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
447
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
448
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
tados a la fuerza...Acaso más de uno opinará que este espíritu tiene que
comenzar su lucha con la expulsión del elemento latino: y reconoce-
rá una preparación y un estímulo externos para ello en la triunfadora
valentía y en la sangrienta aureola de la última guerra”22.
Como es fácil de imaginar, se refería a la contienda franco-pru-
siana de 1870 en la que él mismo participó como enfermero. Asimismo,
en el pueblo griego o en el alemán parecen delatarse connivencias con
un suerte de unión del instinto artístico dionisiaco en cuanto volun-
tad del mundo que destruye eternamente y obtiene un placer perpet-
uo en la destrucción, manteniendo connivencias no solamente con una
estetización de la guerra, sino con una estética política de la destrucción
más general, de la cual la primera no es sino una variante.
Si bien tanto el adverbio dubitativo “acaso” del texto de Nietzsche,
citado más arriba, como la rectificación que lleva a cabo en El ensayo de
autocrítica, no autorizan una interpretación lineal, no se despejan las
sospechas de que su pensamiento haya inspirado actitudes como las que
encontramos en ciertos Esteticismos Fin- de-Siglo y en las vanguardias
artísticas sobre la estetización de la guerra del heroísmo o la violencia,
ya sean las alusiones admirativas de H. von Hofmannstahl en la Carta
de Lord Chandos a la destrucción de Roma y la incendiada Cartago o Los
pensamientos en la guerra de Thomas Mann, en donde la primera guerra
mundial es contemplada de un modo estético y definida, en sintonía
con la alegría estética de lo trágico, como la expresión de una voluntad
del mundo en perpetua ebullición y destrucción.
Un nihilismo que impregnaría igualmente a algunas corrientes
artísticas “”Fin-de-Siglo” y artistas de las primeras vanguardias, como
los dadaístas cuando, sobre todo los de Berlín, se rebelan contra el
“último mozo de recados del ideal formativo-clásico” y realizan una
crítica anarquista contra la democracia del espíritu de Weimar. Pero,
sin duda quienes, sustituyendo el ser y la grandeza alemanes por el ser
italiano y la “grandeza italiana”, propiciaron una estetización entusiasta
449
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
450
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
451
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
452
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
453
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
454
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
***
455
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
456
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
457
brumaria 34
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
Quentin Meillassoux
1. Correlacionismo
459
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
460
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
461
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
462
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
diría. Mi reto, entonces, es demostrar que esa puede ser una proposición
no contradictoria, y nada ingenua sino especulativa.
Por lo tanto, voy a explicar dos cosas sobre esta afirmación.
Primero: ¿por qué pienso que es imperativo romper con el correlacio-
nismo? Con el propósito de explicar este punto, expondré un problema
específico que he dado en llamar el “problema de la ancestralidad”.
Lo segundo que debo explicar es cómo se puede rebatir este
argumento, en apariencia riguroso, del círculo correlacional. Para este
propósito, expondré un principio especulativo que he llamado el princi-
pio de facticidad (“principe de factualité” en francés).
Empecemos con el primer punto. El correlacionismo, me parece,
se enfrenta a una serie de problemas que identifico como el “problema
del archifósil” o el problema de la ancestralidad.
Un fósil es un material que contiene las huellas de una vida prehis-
tórica, pero lo que llamo el “archifósil” es un material que me muestra
las huellas de un fenómeno ancestral, anterior incluso a la aparición de
la vida. Llamo “ancestral” a una realidad, un evento o una cosa que haya
podido existir antes de la aparición de la vida sobre la Tierra. Hoy en
día, la ciencia está en capacidad de producir declaraciones (llamemos a
esto “declaraciones ancestrales”) que describen realidades ancestrales,
gracias a los isótopos radiactivos cuya tasa de desintegración proporcio-
na un índice sobre la edad de las rocas analizadas o, gracias a la luminis-
cencia que arrojan, se puede calcular la edad de las estrellas lejanas.
De esta manera la ciencia puede hacer pronunciamientos como que el
Universo tiene aproximadamente 14 billones de años, o que la Tierra se
formó hace cerca de 4.5 billones de años.
Así que mi pregunta es muy directa. Simplemente pregunto:
¿cuáles son las condiciones de posibilidad que tienen los enunciados
ancestrales? Es una pregunta que está formulada en un sentido trascen-
dental; con un talante trascendental, para decirlo de esa manera; pero
mi opinión es que resulta imposible responder esta pregunta empleando
los métodos de la filosofía crítica.
463
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
464
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
465
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
466
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
2 Références: Diderot, Lettre sur les aveugles à l’usage de ceux qui voient, Garnier,
1964, p. 115. Kant, CRP, préface à la seconde édition, B XXXIX; Etre et temps, §43.
467
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
trato de bosquejar una aporía antes que una impugnación; esto es, por
una parte parece que es imposible de pensar, vía el correlacionismo, la
capacidad de las ciencias naturales para producir enunciados ances-
trales; pero, de otra parte, parece que es imposible refutar la posición
correlacional porque resulta insostenible decir que se sabe algo cuando
realmente no es así. ¿Cómo podríamos imaginar la existencia de un
color sin un ojo que lo pudiera ver? ¿La existencia de un sonido, sin unos
oídos que lo oigan? ¿Cómo podemos pensar el significado del tiempo o
del espacio sin un sujeto que sea consciente del pasado, del presente y
del futuro, o ser conscientes de la diferencia entre izquierda y derecha?
Y, primero que todo, ¿cómo podemos saber esto, si somos incapaces de
ver cómo luce el mundo cuando no hay nadie que lo perciba?
Por un lado, parece que es imposible refutar el argumento del círcu-
lo correlacional, olvidar que cuando pensamos algo, somos nosotros los
que pensamos algo; pero, por otro lado, parece que es imposible tener
una comprensión correlacionalista de las ciencias naturales.
Por medio de este problema en apariencia simple, incluso ingenuo,
planteo de hecho la pregunta sobre la ingenuidad filosófica, es decir, la
pregunta sobre lo que significa exactamente “ser ingenuo” en filosofía.
La ingenuidad en filosofía hoy se viste de las formas que le favorecen:
de la creencia sobre las posibles relaciones entre el pensar y el ser, pero
sobre un ser que se presenta independiente del pensar. Todo el esfuerzo
de la filosofía moderna está fundamentado sobre la falta de compromi-
so con el concepto de verdad, reemplazando la verdad para adecuarla
a la verdad como legalidad (Kant), como intersubjetividad (Husserl), o
como interpretación (hermenéuticos). Pero lo que trato de demostrar
en Después de la finitud es que existe en la ancestralidad una extraña
resistencia a los modelos que no resultan equivalentes. Sin embargo, esta
resistencia no afecta directamente a la verdad de las teorías científicas
sino a su significado.
Expliquemos este punto. Indudablemente, no podemos creer de
manera ingenua que una teoría científica, es decir, en el campo de las
brumaria 34
468
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
469
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
completo absurdo.
Tenemos aquí una especie de retorno de lo real lacaniano. Lo
imposible para la filosofía contemporánea es el realismo, o sus correspon-
dencias. Pero el realismo parece ser la condición de sentido para las teorías
ancestrales (de hecho, creo que es la condición para cualquier teoría, pero
esto es algo que no puedo demostrar acá en este momento); por eso es que
la idea de ingenuidad ha cambiado: no podemos seguir afirmando que
el rechazo a las reciprocidades sea en sí una noción ingenua. El dogma-
tismo en contra de las anti-equivalencias se ha vuelto tan problemático
como el viejo dogmatismo prekantiano.
Pero la verdadera dificultad es que es igualmente imposible regre-
sar a los viejos conceptos de la metafísica del equilibrio, o al realismo
ingenuo que la filosofía analítica parece en algunos casos querer perpe-
tuar. Necesitamos redefinir las reciprocidades para hallar un concepto
diferente de equilibrio, si tomamos en serio la idea de objetar el correla-
cionismo en toda su extensión. Porque, como veremos, lo que se descu-
brirá por fuera del correlacionismo es muy diferente al concepto ingenuo
de las cosas, propiedades y relaciones. Es una realidad muy diferente
de la realidad dada. Es por ello que últimamente prefiero describir mi
filosofía como un materialismo especulativo antes que como un realis-
mo, porque no olvido la frase que Foucault alguna vez pronunció: “Soy
materialista porque no creo en la realidad”.
Así que lo que tenemos acá —de acuerdo con lo que creo— es
una tremenda aporía: la aporía de las correlaciones contra el archifósil.
Es la aporía que he querido resolver en Después de la finitud, y mi estra-
tegia para resolverla consiste, en efecto, en refutar el correlacionismo
y elaborar una nueva clase de materialismo científico amparado en un
principio que he dado en llamar “el principio de facticidad”.
Entonces veamos en qué consiste este principio y por qué es
posible hacer lo que el correlacionismo dice que es imposible: saber lo
que existe cuando no somos.
brumaria 34
470
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
3. El principio de facticidad
471
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
472
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
facticidad, y voy a explicar ahora qué es lo que he querido decir con esto.
Llamo “facticidad” a la ausencia de razón para cualquier reali-
dad. En otras palabras, la imposibilidad de aportar una razón última
a la existencia de cualquier ser. Sólo podemos alcanzar una necesidad
condicional; nunca una necesidad absoluta. Si las causas determinadas
y las leyes de la física son principios, entonces de ello se deriva un efecto
determinado, pero nunca podremos encontrar un fundamento a estas
leyes y a estas causas, excepto mediante la fundamentación de otras
leyes y de otras causas. No hay, por lo tanto, ni causas ni leyes definiti-
vas, es decir, ni una causa ni una ley que conciban el fundamento de su
propia existencia; pero esta facticidad es por igual favorable al pensa-
miento. El cogito cartesiano nos muestra este asunto con bastante clari-
dad porque lo que es necesario en el cogito, es una necesidad condicio-
nal: si yo pienso, entonces debo ser. Desde el interior de la correlación
subjetiva, accedo a mi propia facticidad, y de esta manera la facticidad
del mundo correlacionada con mi subjetividad accede a esta última. Lo
hago cuando conquisto la pérdida de una última razón, de una causa
sui, capaz de fundamentar mi existencia.
Me parece entonces que la facticidad, definida de esta manera,
puede ser la respuesta fundamental a toda absolutización de la corre-
lación, porque si la correlación es fáctica, no podemos seguir creyen-
do, como dicen los subjetivistas, que es un componente necesario de
cualquier realidad. Y en estos casos resulta bastante natural que un
idealista pueda llegar a objetar cualquier interés de concebir el no-ser
de la correlación subjetiva porque, según él, esta es una contradicción
performativa, desde el momento en que la sola concepción de tal prueba
que en efecto existimos como sujetos.
En este caso el correlacionista replicará diciendo que no puede
hallarse prueba dogmática de que la correlación deba existir o no, y por
lo tanto, esta ausencia de necesidad es más que suficiente para poder
rechazar los clamores del idealista respecto de su necesidad absoluta. Y
el hecho de que no pueda imaginar la no existencia de la subjetividad,
473
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
474
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
475
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
476
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
4. El principio de la contradicción
Ahora bien, ¿qué podemos decir de este absoluto que aparece identifica-
do con la facticidad? ¿Qué es entonces la facticidad una vez empezamos
a verla como un absoluto antes que como un límite? La respuesta es el
tiempo: la facticidad como absoluto debe ser considerada como tiempo,
pero un tiempo muy especial que he llamado en Después de la finitud el
“hipercaos”. ¿Y qué quiero decir con este término? Decir que el absoluto
es tiempo o caos puede parecer algo muy trillado y banal, pero el tiempo
del que hablo acá es un tiempo especial: no es un tiempo físico, no es
un caos trivial. El hipercaos es muy diferente de lo que solemos llamar
“caos” porque con este término usualmente nos referimos al desorden,
la aleatoriedad y el eterno devenir de todo, razón por la cual es impor-
tante que tengamos en cuenta que estas cualidades no son propiedades
del hipercaos. Su contingencia puede llegar a ser tan radical que incluso
puede destruir el devenir, la aleatoriedad y el desorden, y dejar que sean
reemplazados por el orden, el determinismo y la estabilidad. Las cosas
pueden llegar a ser tan contingentes bajo la estructura del hipercaos,
que el tiempo puede llegar a destruir inclusive el devenir de las cosas. Si
la factualidad es un absoluto, la contingencia no puede seguir pensán-
dose como una necesidad de destrucción o de desorden, sino como una
contingencia equivalente de orden y desorden, de lo que deviene y de
lo que es eterno. Y es por esto que empleo el término surcontingencia,
supercontingencia, antes que contingencia.
Tenemos que entender que esta tesis sobre el tiempo es muy
diferente de la filosofía heraclitiana. Heráclito para mí es profunda-
mente estable, su acontecer debe devenir, y así permanece eternamente
como devenir. ¿Por qué?3 Porque el devenir es un hecho preciso —como
477
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
478
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
porque existen razones para ello (la idea o la creación del universo) y es
por esta razón que la metafísica del devenir se apoya en dos necesidades
metafísicas: la necesidad del devenir antes que de la estabilidad; y la
necesidad de tal o cual devenir antes que otras posibilidades que puedan
ser pensadas.
En el lado contrario, la noción de hipercaos es la idea de un
tiempo totalmente liberado de la necesidad metafísica de que nada lo
pueda limitar, ni el devenir ni el substrato. Este tiempo hipercaótico es
capaz de engendrar o destruir el devenir, generando sin razón lo estable
o lo dinámico, la reiteración o la creación. Es por ello que últimamente
considero que la materia de la filosofía no es el ser o el devenir, la repre-
sentación o la realidad, sino una posibilidad muy especial, que no es un
posible formal, sino un posible denso y real que llamo el “peut être” o
el “puede ser”. En francés diría: L’affaire de la philosophie n’est pas l’être,
mais le peut‑être. (El asunto de la filosofía no tiene que ver con el ser,
sino con el puede ser). Incluso este peut être, creo yo, resulta tan comple-
jo de demostrar aquí, que me parece que se acerca bastante al final del
peut être de Mallarmé en Un Coup de dés.
Si la facticidad es lo absoluto, entonces la facticidad debe ser
pensada como el hipercaos, el cual viene siendo un caos racionalista
que, paradójicamente, resulta más caótico que cualquier caos anti-ra-
cionalista. Pero, incluso si llegamos a aceptar este punto, pareciera que
nos enfrentamos a problemas serios: ¿cómo podemos esperar resolver el
problema de la ancestralidad con tal noción? Este problema, en verdad,
consistía en descubrir un absoluto capaz de fundar en sí mismo la legiti-
midad del pensamiento científico. Tenemos de esta manera un absoluto
que considero capaz de desafiar el correlacionismo, pero este absoluto
parece ser lo opuesto de una estructura racional del ser, convirtiéndose
así en la destrucción del principio de razón, el cual nos ha permitido
explicar la razón por medio de los hechos. Entonces, lo que tenemos
ahora son solo hechos, y no más razón: ¿cómo esperamos fundamentar
la ciencia a partir de tal resultado?
479
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
480
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
481
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
brumaria 34
482
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
Jean-Luc Nancy
483
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
484
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
485
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
486
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
487
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
y, sobre todo, se puede hacer sin. Se puede vivir sin poesía. Siempre se
puede decir “¿para qué los poetas?”. El sentido es una añadidura, es un
exceso: el exceso del ser sobre el ser mismo. Se trata de acceder a ese
exceso, de ceder a él.
A fortiori “poesía” dice más que lo que “poesía” quiere decir. Y
más precisamente —o mejor, exactamente: “poesía” dice el plusdecir en
tanto que tal, y en tanto que éste estructura el decir. Poesía dice el decir
más de un plusdecir. Y dice también, en consecuencia, el no plusdecirlo.
Pero decir eso. Cantar también, por consiguiente, timbrar, entonar, latir
o improntar.
El semantismo particular de la palabra “poesía”, su perpetua
exacción y exageración, su manera de plusdecir, le es congénita. Platón
(él, una vez más, el viejo challenger de la poesía) señala que poiesis es una
palabra que se ha metonimizado, a la cual se le ha hecho tomar el todo
por la parte: el todo de las acciones productivas por la sola producción
métrica de palabras escandidas. Esta metonimia agota, pues, la esencia
y excelencia de todo lo demás. Todo el hacer se concentra en el hacer del
poema, como si el poema hiciera todo aquello que puede hacerse. Littré
(él, otra vez, el poeta de la oda a La Lumière) recoge dicha concentra-
ción: “poema... de poiein, hacer: la cosa hecha (por excelencia)”.
Entonces, ¿por qué la poesía sería la excelencia de la cosa hecha?
Porque no hay nada más que pueda ser cumplido sino el acceso al senti-
do. Y lo es totalmente, por entero, de una exactitud absoluta si es, o
bien no es (de ninguna manera puede ser aproximativo). Es, cuando
es, perfecto y más que perfecto (pluscuamperfecto). Cuando el acceso
tiene lugar se sabe que siempre había estado ahí, y que por lo mismo
volverá siempre (no saber nada debido a sí mismo: pero se debe pensar
que a cada instante alguien, en alguna parte, accede). El poema extrae el
acceso de una ancianidad inmemorial, que no debe nada a la reminis-
cencia de una idealidad, sino que es la exacta existencia de lo infinito,
su eterno retorno.
La cosa hecha es finita. Su finitud es la perfecta actualidad del
brumaria 34
488
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
sentido infinito. De ahí que la poesía se represente como más vieja que
toda distinción entre prosa y poesía, entre géneros u otros modos del
arte de hacer, es decir, del arte absolutamente. “Poesía” quiere decir: el
primer hacer, o bien el hacer en tanto que es siempre primero, cada vez
original.
¿Qué es hacer? Es posar en el ser. El hacer se agota tanto en la
posición como en su fin. Ese fin que se ha sostenido como objetivo,
que es tanto su fin como su negación, pues el hacer se deshace en su
perfección. Pero lo deshecho es idénticamente lo posado, perfecto y
pluscuamperfecto. Algo cumple el hacer, cada vez, y también se cumple
a sí mismo. Su fin es su acabado: en ello se posa lo infinito, cada vez
infinitamente más allá de su obra.
El poema es la cosa hecha del hacer mismo.
Esa misma cosa que es abolida y posada, es el acceso al sentido.
El acceso es deshecho como pasaje, como proceso, como planteamiento
y encaminamiento, como acercamiento y aproximación. Se posa como
exactitud y como disposición, como presentación.
Por ello el poema, o el verso, es un sentido abolido como intención
(como querer decir), y posado o planteado como acabado: no volviendo
sobre su voluntad, sino sobre su frase. Tampoco haciendo problema,
sino acceso. Nada que comentar, sino que recitar. La poesía no ha sido
escrita para aprenderse con el corazón: es la recitación de corazón que
hace de toda frase recitada, al menos, una sospecha de poema. Es el
acabado mecánico el que da acceso a la infinidad de sentido. Aquí, la
legalidad mecánica no produce ninguna antinomia atinente a la legisla-
ción de la libertad: sólo que la primera libera a la segunda.
La presentación debe ser hecha, el sentido debe ser hecho, y
perfecto. Ello no quiere decir: ni producido, ni operado, ni realizado, ni
creado, ni accionado, ni engendrado. Lo que quiere decir exactamente
es, nada menos que, en todo esto, no hay para empezar sino lo que el
hacer quiere decir: lo que el hacer hace al lenguaje cuando lo perfecciona
en su ser, que es el acceso al sentido. Cuando decir es hacer y hacer es
489
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
decir. Como se dice: hacer el amor, que no es ningún hacer sino hacer
ser un acceso. Hacer o dejar: simplemente posar, desposar exactamente.
No hay hacer (nada de arte o de técnica, nada de gesto, nada de
obra) que no esté más o menos sordamente trabajado por esta deposi-
ción.
Poesía es hacer que todo hable –y desposar, a su vez, todo el habla
de las cosas, y el hablar mismo como una cosa hecha y pluscuamperfecta.
Recitado en la infancia:
490
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
¿QUÉ ES FENOMENOLOGÍA?
491
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
492
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
493
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
494
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
495
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
496
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
497
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
“Los lugares abiertos, los campos, los inmensos valles en los que so-
lían celebrarse esas fiestas aún parecían abrir los corazones. El hom-
bre no sólo se había reconquistado a sí mismo. Entraba también en
posesión de la naturaleza. Varios de estos relatos dan testimonio de
las emociones que dio a estas pobres gentes su región, su país2 visto
por vez primera… ¡extraño asunto! Esos ríos, esas montañas, esos
paisajes grandiosos, y que atravesaban todos los días, todo ello lo
descubrieron ese día; no los habían visto jamás”3.
2 “Leur pays” dice el texto francés. “Pays” en el sentido de región, comarca, te-
rruño. Uso más típico en francés pero que encontramos en español cuando, por
ejemplo, se habla de “frutas” u “hortalizas” “del país”.
3 Michelet, Histoire de la Révolution française, Bibliothèque de la Pléiade, Gallimard,
Paris, 1952, tomo I, p. 411. Cit. Marc Richir, Du sublime en politique, op. cit. p. 12.
brumaria 34
498
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
499
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
De otro modo
500
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
Françoise Proust
* Françoise Proust, Point de passage, Éditions Kimé, Paris, 1994. Traducción y esta-
blecimiento al español: Alejandro Arozamena.
2 Benjamin, “La obra de arte en la era de su reproductibilidad técnica”, in Gesammelte
Schiften, 7 tomes, Suhrkamp, Frankfurt am Main, 1974.
501
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
502
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
***
503
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
***
504
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
505
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
506
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
507
brumaria 34
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
Marc Richir
En la parte final del diálogo que lleva este mismo nombre (267b), Platón
opone el sofista, a saber, ese que imita sin saber lo que imita, al filósofo,
es decir, a aquel que imita a ciencia cierta de lo que imita. En el libro X
de La República ya había opuesto de similar modo (cf. 596a y 602a), sólo
que esta vez en una triple oposición, al dios que hace el ser de la cama
frente al obrero que la fabrica con un cierto saber y, en un tercer térmi-
no, al pintor que imita tal o cual apariencia (phainomenon, phantasma)
que plausiblemente pueda tomar la antedicha cama. Como se sabe de
sobra, aquí es donde el padre de la filosofía va a proponer, asimismo, una
drástica reforma de las artes plásticas, literarias y musicales preconizan-
do la expulsión fuera de la ciudad de todas aquellas artes que solamen-
te producen ídolos (eidôla), por no hacer más que imitar las aparien-
cias sin preocuparse de saber lo que son, id est, por negarse a seguir el
orden de la verdad y del ser. Esta condena, al menos eso parece, vino a
contrariar de tal grado a algunos de nuestros contemporáneos que no
509
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
pudieron menos que criticarla y ello, a su vez, de una guisa muy sofista
—como si los sofistas y los artistas llegaran, de hecho, a poner en tela de
juicio el mismísimo proyecto filosófico, como si en lo sucesivo ya sólo
debiéramos contentarnos con el juego de las apariencias, no siendo la
“realidad” (o la estabilidad de la ousia) sino mera apariencia o “efecto de
sentido”, y todo por no darnos cuenta de que, así, lo único que hacemos
es participar del movimiento general de consunción simbólica en el que
hoy vivimos (es lo “posmoderno” donde algunos parecen regodearse,
ya que “todo está en todo y recíprocamente”), movimiento que ha sido
tomado, en una fatal ilusión, como una nueva era del pensamiento, del
arte y de la civilización. Asistimos, en efecto, en el curso de los últimos
cuarenta años, a una suerte de devaluación constante, correlativa a una
inflación galopante, de lo que da sentido a las palabras, a las cosas y a
las empresas humanas. Tal vez con los años se haya perdido el contacto
con todo aquello que le fue duramente conquistado a la tradición como
trabajo paciente de elaboración simbólica, trabajo que cada generación
se sentía llamada a retomar en el núcleo más vivo de su cuestión, en
una infidelidad a la letra o a las maneras de sus predecesores que, sin
embargo, suponía la mayor fidelidad al espíritu, al soplo que los había
inspirado.
Vale decir que, sin duda aún hoy, hay algo justo en la “conde-
na” platónica y que, probablemente, no lo hemos llegado a compren-
der por haberlo transpuesto sin crítica a nuestra situación. En primer
lugar, no deberíamos llevarnos a engaño sobre el objeto de la reproba-
ción platónica: las (bellas) artes de su tiempo, incluidas la literatura y la
música, que tenían un referente mitológico. Ahora bien, basta releer La
República con un poco, por muy poco que sea, de atención para darnos
cuenta de que, para Platón, los mythoi son relatos que ya habían perdido
buena parte de su sentido y, debido a ello, le parecen estar atiborrados
de inverosimilitudes, de crueldades e incoherencias y, por ser demasia-
do complicados, portadores de peligrosas ambigüedades, incluso de
perversiones del espíritu. Dicho de otro modo, toda consideración que
brumaria 34
510
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
511
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
512
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
513
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
514
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
3 Cf. nuestro estudio: “Le cinéma: artefact et simulacre”, in Protée, vol. 25, nº1,
printemps 1997, Chicoutimi (Quebec), pp. 79-89.
4 Lo que retoma el término alemán de Ein‑bildungs‑kraft, donde, en Bildung encon-
tramos a la vez formación (Bildung) e imagen (Bild).
515
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
516
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
517
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
518
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
tuyen las maneras de aparecer que, por ejemplo, pueden ser maneras
de aparecer como imagen, con un sentimiento de “cuasi-realidad” y
de encanto—, sino que consiste esencialmente en la reflexión de las
maneras de aparecer en el aparecer mismo, aun cuando las primeras
están reflejadas en el segundo y el segundo en las primeras y ello, como
Kant demostró magistralmente, sin concepto (idea preconcebida de la
obra y su función) dado de antemano. En la conciencia estética tenemos,
pues, las emociones, los afectos y en general los estados de conciencia
primarios, sólo que estarían “sobrealzados”, “transfigurados” o trans-
puestos en tanto que forman parte integrante de lo que ya no serán,
por esta reflexión sin concepto que transpone, los modos de aparecer
de un aparecer. Por consiguiente, estos no constituyen, al menos no en
tanto que efectos “patológicos”, los elementos esenciales de la concien-
cia estética. Lo que cuenta, pues, en el libre juego recíproco que vivifica
los modos de aparecer y el aparecer, es su encadenamiento armónico,
que los transfigura no en vistas de una suerte de aparecer absoluto o
infinito, ni tampoco en vistas del aparecer de tal o cual cosa o situa-
ción, sino más bien en virtud de la fenomenalización estética específica,
indiferente a la realidad o a lo imaginario de los estados de conciencia,
puesto que tiende exclusivamente hacia sí misma. Así pues, todo aquello
que depende de lo “patológico” solamente se pondrá en juego en tanto
que apertura, en esta tensión, hacia otra cosa que el “sí mismo”, en un
irreductible exceso de sentido que remite, en abismo, al propio enigma
de nuestra existencia. Y a la inversa, por el hecho de que hace rebotar las
maneras de aparecer en maneras de aparecer transpuestas como en un
especie de instancia armónica que se complejifica y se refuerza a cada
paso, este exceso de sentido, es el fenómeno mismo de la obra en el seno
de la cual actúan conjuntamente, unas en otras y de unas a otras, las
maneras de ser transpuestas. Por tanto, sólo hay obra de arte si el efecto
de artefacto, el efecto ilusorio de la ilusión, es neutralizado o anulado,
mediante la elaboración simbólica (hecha por el artista) del material de
las maneras de aparecer. Así, el sentimiento o la conciencia estética sólo
519
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
520
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
521
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
las intrigas simbólicas que se anudan entre los hombres, etc. Sin embar-
go, esta transposición siempre se hace con lo que la cultura (es decir, lo
que nosotros llamamos la institución simbólica7) siempre ya ha codifica-
do de estos campos —el arte nunca nace “de la nada”. Pero lo que confor-
ma la inventividad (y de ahí, la originalidad) del artista es precisamente
el hecho de que estos códigos, en aquello que tienen de determinante,
ceden bajo la presión del enigma, cuya consecución es, para el artista, su
pasión. Y, justamente por ello, se revelan por todas partes como aguje-
ros, blancos, horizontes de indeterminación, cuestiones sin respuesta
posible, silencios, insatisfacciones. Así, el proceso de creación es doble:
por una parte el artista no puede hacer nada, de un modo u otro y ello,
incluso, aunque sólo sea para sí mismo, sino “utilizando” estos códigos y
re‑elaborándolos simbólicamente en vista del sentido que presiente en sí
mismo y que tiene que decir. Por otra parte, esta re-elaboración simbó-
lica sólo puede tocar su “objeto”, el enigma mismo, si en su novedad
llega a librar armónicamente el paso, en un segundo grado, a lo que se
nos va a aparecer como un decir del enigma respondiendo a su cuestión
allí donde la tradición (la institución simbólica sedimentada a lo largo
de la Historia) parecería desesperadamente silenciosa, no teniendo ya
para esta cuestión sino “expresiones” cuya vivacidad se nos ha perdido
o escamoteado para siempre. Por tanto, lo que el artista tiene que decir,
con su formación (Bildung) siempre fatalmente incumplida puesto que
se trata de una Bildung sin concepto, nunca jamás lo dirá directamente:
en su obra, el artista, no expresa ni su afectividad, ni sus afectos, ni sus
estados “subjetivos” de conciencia, sino que precisamente los transfigu-
ra en el seno de la esquematización difícilmente accesible que, con gran
trabajo, realiza la obra.
Así pues, por decirlo de alguna manera, la obra no existe más que
en su trabajo, es decir, en esta transposición alquímica. Y esta vez no
7 Para saber más precisamente qué entendemos por esto cf. por ejemplo el “Li-
minare” de nuestro obraje L’experience du penser, Jérôme Millon, Coll. “Krisis”, Gre-
noble, 1996, pp. 7-21.
brumaria 34
522
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
se puede decir, como Platón, que el artista imita lo que no sabe: pues
el artista sabe del enigma, con su eventual singularidad, en las profun-
didades de su sensibilidad y de su conciencia propias, incluso si no lo
sabe con un saber científico o filosófico. Asimismo, de este enigma el
artista, por medio de las actividades de su Einbildungskraft (de su poder
de formación en tal o cual obra cada vez única), tan sólo llega a esque-
matizar una mimesis no especular (sin modelo), activa y sobre todo del
adentro, lo cual implica, obviamente, el abandono de todo subjetivismo
de lo que gusta o disgusta “patológicamente”. Tal y como dice el dicho:
el genio hace lo que puede y no lo que quiere (hacer lo que se quiere
depende simplemente del talento). Haciendo esto, en fin, el artista pasa
por su cuerpo real (poniéndolo en acción), pero tan sólo, justamen-
te, lo que es preciso para que venga a actuar el cuerpo de phantasia, el
Phantasieleib de la puesta en juego, extremadamente huidiza y móvil, y a
través de las indeterminaciones de su infigurabilidad, de las esquemati-
zaciones sin concepto y de las kinestesias como phantasia de este cuerpo
como phantasia en donde todo actúa, pudiendo ser sentidas pero no
figuradas, en hueco o a distancia de las figuraciones. Y este cuerpo como
phantasia es el que, radicalmente irreprensentable e infigurable, va a
venir a figurarse de una cierta manera, totalmente indirecta a pesar de
todo, pero como la pulsación misma de la vida en la obra de arte como
fenómeno —sucediendo muy a menudo que se confunde esta suerte
de figuraciones (que pueden atañer perfectamente al arte no figurati-
vo), olvidando los esquemas de fenomenalización donde actúan junto
a, precisamente, las maneras de aparecer, es decir junto a los “estados de
conciencia” psicológicos. Ningún artista digno de ese nombre expone a
la mirada de un prójimo sus estados de alma, tan poco interesantes desde
el punto de vista estético como los de cualquier otro —si lo hace cae en
ese género de impostura que es el narcisismo—, sino que todo verda-
dero artista expone al prójimo, en una especie de abandono absoluto e
inmediatamente vulnerable, algo de su Leiblichkeit que es, sin embar-
go, en sí mismo infigurable. Por eso, en principio, estas “exposiciones”,
523
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
524
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
sino que ha sido desde siempre lo que amenaza la vida del arte desde
su interior —por no hablar de quienes, no siendo artistas, o envidiosos
de los artistas, siempre han tendido y en nuestros días mucho más que
en cualquier otro tiempo, a reducir el arte a su retórica, su sentido a
sus “efectos de sentido”. Y ello, incluso, ahora cuando la cuestión “¿por
qué sólo algunos de entre nosotros son verdaderamente artistas (y no
imitadores de mayor o menor talento jugando a la impostura o, mejor,
siendo ella quien se la juega), y no cada uno de nosotros?” sigue estando
sin responder y seguirá siendo, es preciso reconocerlo, definitivamente
incontestada. De ahí también que vaya a seguir siendo definitivamente
enigmática la diferencia que, paralelamente, hay que admitir entre el
“psitacismo inteligente” (fórmula que le debo a Patrice Loraux) y la vida
de la creación.
Rebatir esta cuestión y esta diferencia denegándolas o denuncian-
do en ellas algo así como una propensión al “aristocratismo”, en virtud de
no se sabe qué “política” o “democracia”, depende del sofisma o, mejor,
de la retórica que simplemente pretende un efecto demagógico. Pero
cuántas montañas no sería preciso levantar para demostrarlo exhaus-
tivamente, cuando, en un solo movimiento, la ideología nos conduce
tan fácilmente a la fetichización del arte y del artista. Como si, precisa-
mente, éste último fuera ¡el ultimo demiurgo que nos queda! ¡Pero qué
confusión! Nosotros, al menos, habremos intentado aquí mantener la
cabeza fría y bien sobrios los sentidos para, simplemente, mostrar (sin
hacernos por ello abogados de ningún diablo o causa). El filósofo y, más
aún, si ello fuera posible, el fenomenólogo, nada tiene que ver ni hacer
con un “pleiteador”. Tal vez sea eso lo que, un poco como el artista pero
de un modo totalmente distinto, le hace en general tan intempestivo a
ojos de los otros.
525
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
DISCUSIÓN
526
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
527
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
528
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
Marina Grzinic: Está muy bien eso de tener a un artista eslavo o chino
exponiendo en los Giardini, pero la cuestión es de qué chino o de qué
eslavo se trata. Lo importante es quién los elige.
529
brumaria 34
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
531
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
532
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
533
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
534
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
tiene lugar en un nivel diferente del nivel en el que nos las habemos con
los objetos.
Y recordé entonces la cuestión que días antes había planteado a
Richir en su seminario de la Provenza: “si bien parece evidente que el
término de arquitectónica es arriesgado, y aun contradictorio (puesto
que el nivel originario en el que los demás niveles se basan, sin fundar-
se), es un nivel sin principios, sin arkhé ni telos, sin ser, y por lo tanto
habría que decir simplemente tectónica, ¿cabría no obstante establecer
en esa tectónica una ordenación de niveles de realidad y de niveles de
experiencia?, ¿cabe una tectónica de niveles en un orden?”. La respues-
ta fue: “si, pero… porque todo ahí está en movimiento”. No era una
respuesta evasiva, sino la forma de decir que el problema de la distin-
ción de niveles, y su posible orden, apunta a cuestiones más complejas
y profundas. Me referiré aquí, sólo y someramente, a dos cuestiones. La
primera tiene que ver con el hecho de que, siendo la reducción estéti-
ca un movimiento paralelo al de la reducción filosófica, cabe transferir
a ésta resultados obtenidos en aquella. La segunda cuestión se refiere
a la diferencia que existe entre lo que es una serie entitativa (la scala
naturae) y lo que es una serie fenomenológica, y la tendencia a transferir
de modo inaceptable a ésta lo que sí ocurre en aquella.
Sobre la primera cuestión. Hemos comprobado cómo, en
relación a los artefactos singulares construidos por Palladio, existe un
nivel de experiencia que es una experiencia artística, nivel efectivo
en el movimiento de la reducción estética, paralelo al de la reducción
filosófica, por el que, desde el nivel de la experiencia de objetos en una
apercepción perceptiva concordante, pasamos a percibir “en fantasía”,
no intencionalmente, una realidad (Sachlichkeit) de protoobjetos que
reconocemos e identificamos como obras de arte, los cuales nos condu-
cirán a su vez (no necesariamente, puesto que la competencia artística
puede aliarse a la ceguera estética) a un nivel en el que desaparece toda
articulación por identidad. Será éste un territorio de síntesis meramen-
te esquemáticas, en el que los sentidos se hacen y deshacen (sensus in
535
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
536
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
537
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
538
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
539
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
540
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
541
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
542
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
543
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
brumaria 34
544
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
Bernard Stiegler
Introducción
1. La economía retencional
545
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
forma con el paso mismo del tiempo, como el curso de este tiempo, de
modo tal que, en tanto presente que pasa, está constituido por lo reteni-
do inmediato y primordial (la “retención primaria”) de su propio paso.
Convertido en pasado, este paso del presente constituye las retenciones
secundarias, que traman los recuerdos de la memoria.
La retención terciaria es una exteriorización mnemotécnica de las
retenciones secundarias, que, en sí mismas, son ya engendradas por las
retenciones primarias. Pero en la medida en que, desde los orígenes del
proceso de hominización que André Leroi-Gourhan describe como un
proceso de exteriorización, todo objeto técnico constituye un soporte de
memoria intergeneracional que, a guisa de cultura material, sobredeter-
mina los aprendizajes y las actividades mnésicas, habiendo, la retención
terciaria, siempre ya precedido a las retenciones primarias y secundarias.
El neonato llega a un mundo donde le preceden y esperan las retencio-
nes terciarias que constituyen precisamente ese mundo como mundo. Y,
en tanto en cuanto espacialización del tiempo individual convertido en
sí mismo en tiempo colectivo, la retención terciaria es una exterioriza-
ción original del espíritu.
Sin embargo, en el curso de la historia humana, el estrato reten-
cional mnemotécnico se transforma, se complejifica y se densifica. Y en
particular conduce, a partir de la sedentarización neolítica, a la forma-
ción de sistemas de retenciones terciarias que constituyen registros cada
vez más analíticos de los flujos retencionales primarios y secundarios
—tales como los sistemas de escritura y de numeración. Así, y no de otra
manera, es como se constituye el logos: como discretización del flujo
continuo del lenguaje que, espacializado, puede ser considerado analíti-
camente y entrar en su edad diacrítica, de donde procede fundamental
y específicamente la lógica. Pero la discretización de los flujos afecta
también a los gestos. Y ello es lo que, justo después de que la tecnología
del autómata de Vaucanson fue transferida hacia el telar de Jacquard, se
546
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
2. El trabajo de la gramatización
547
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
548
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
4 http://www.ccic-cerisy.asso.fr/activitemarchande08.html
549
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
por ello mismo, nos sigue siendo más que preciosa. Pero ello todavía no
está muy claro y diría que, en cierto modo, la deconstrucción no criticó
su crítica de la crítica, de tal modo que su factura histórica es metafísica.
Dicho de otro modo: no clarificó lo que sería una crítica que no estuviera
fundada en un sistema de oposiciones.
¿Qué quiero decir cuando hablo de la necesidad de criticar desde
cero la economía política? Y, antes que nada, ¿qué es la economía política?
A decir verdad, no me adentraré más de lo conveniente en esta cuestión
que Gido Berns explora meticulosamente. Diría, simplemente, que
mientras que Berns relaciona la definición que Antoine Montchrestien
(1615) da de la economía política, es decir, de la economía que traspa-
sa la esfera doméstica del oikos, con la cuestión del comercio formulada
por Arnaud (1791), se tratará, aquí, de una economía política que ya no
es estrictamente comercial, si bien es verdad que el comercio es un tipo
de cambio irreductible a aquello en lo que deviene el mercado cuando la
industria y el maquinismo inducen un nuevo tipo de intercambios.
El comercio es, siempre, un intercambio entre saber-hacer y
saber-vivir. Por otra parte, es en este sentido en el que, en francés, puede
designarse de algún modo la conversación y, más generalmente, toda
forma de relación social fructuosa. Ahora bien, el mercado consumista
supone, muy al contrario, la liquidación de los saberes. (La diferencia
entre comercio y mercado ha sido recientemente afirmada y explora-
da por Franck Aggeri, Olivier Favereau y Armand Hatchuel durante un
coloquio en Cerisy-la-Salle, “¿La actividad mercantil sin el mercado?5”).
550
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
551
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
552
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
553
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
554
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
por el mismo movimiento, es cada vez más asalariado, hoy se reduce la mayor parte
del tiempo al empleo: es lo que resulta de la generalización de los medios disocia-
dos, siendo ella misma la primera consecuencia de la gramatización de los gestos y
modos de producción en que consiste la revolución industrial”. Vuelvo más amplia-
mente sobre estas cuestiones infra.
15 Y es este “a la vez” lo que me parece no ser interrogado por Immanuel Wallers-
tein en su referencia a la teoría de los ciclos.
16 He intentado describir la dinámica negativa de este agotamiento en Pour en finir
avec la mécroissance, op. cit.
17 Es decir, el aumento de la parte del capital constante (medios de producción) y la
disminución correlativa del capital variable (el trabajo asalariado), a partir de lo cual
Marx demostraba que resulta una disminución de la rentabilidad de las inversiones.
555
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
556
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
Pero, ¿por qué ni Rifkin ni los otros pensadores del trabajo analizan
lo que ellos describen como un “fin del trabajo” en referencia a la baja
tendencial de la tasa de ganancia? Y ¿cómo ha sido posible decir o inclu-
so pensar, tan a menudo desde 1968 y sobre todo a partir de los años
1980 (es decir, después de la “revolución conservadora”), que Marx se
había equivocado formulando esa tesis?
Marx y Engels predicaron que el capitalismo, que igualmen-
te se llama economía de mercado, encontraría rápidamente su límite
a partir del momento en que la parte del trabajo, es decir del capital
variable, disminuyera en la economía global de la producción en razón
del aumento de productividad. Ahora bien, los pensadores del trabajo
que habían sostenido en los años 1990 que el aumento de productividad
conduciría inevitablemente a un “fin del trabajo” parecen compartir la
idea, ampliamente extendida desde la “revolución conservadora” y la
dominación ideológica del neoliberalismo, según la cual la dinámica
capitalista habría remontado la baja tendencial de la tasa de ganancia.
Nada más falso, y Marx no se equivocaba. La presente crisis es muy
precisamente una consecuencia de esta tendencia sistémica. Sin embargo,
Marx no pudo prevenir el papel de la explotación y de la funcionaliza-
ción de una nueva energía, que no es la energía del productor proletari-
zado —el trabajo como pura fuerza de trabajo—, que no es tampoco una
energía motriz del nuevo aparato industrial —tales como el petróleo y la
electricidad, que serán puestos al servicio de la metalurgia y de las indus-
trias culturales—, sino que es la del consumidor proletarizado, a saber: su
energía libidinal, cuya explotación modificará su economía libidinal, y con
ella, la economía entera, hasta el punto de destruir tanto la una como la
otra, id est, hasta el punto de destruir la una por la otra.
Para decirlo de otro modo, Marx no habría visto venir la cuestión
del consumo tal y como, en el siglo XX, revolucionará el paisaje descrito
en El Capital. Ciertamente, Marx habla del consumo, y muy a menudo.
Es el caso de la Contribución a la crítica de la economía política, en 1859:
557
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
Y sobre todo:
558
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
7. Platón y el proletariado
21 http://www.editions-zones.fr/spip.php?page=bonus&id_article=21
22 En La Diseminación, Le Seuil, 1972, p. 69 sq.
559
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
560
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
561
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
estén tallados en el socius, y que los flujos corran sobre él. Nietzsche
dice: se trata de dar al hombre una memoria; y el hombre, que se ha
constituido por una facultad activa de olvido, por una represión de
la memoria biológica, debe hacerse otra memoria, que sea colectiva
[…] “Tal vez no haya nada más terrible y más inquietante en la pre-
historia del hombre que su mnemotecnia”23...
562
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
563
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
564
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
565
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
566
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
9. Proletarización y farmacología
567
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
nésicos— acerca de los cuales Michel Foucault ha demostrado que juegan un papel
decisivo en la formación del otium y, más generalmente, en los procesos de subli-
mación que él describe como “técnicas de sí”. Sobre estas cuestiones cf. Mécreance
et discrédit I. La décandence des démocraties industrielles, Galilée, 2004, p. 107 y
Réenchanter le monde. La valeur esprit contre le populisme industriel, avec Ars Indus-
trialis, Flammarion, 2006, p. 31.
33 Paul-Laurent Assoun, Le Fetichisme, PUF, 2006.
34 La teoría dialógica de Bajtín está muy próxima a una concepción simondoniana
de la individuación lingüística: ninguna individuación psicolingüística puede pro-
ducirse sin consistir también en una individuación sociolingüística.
brumaria 34
568
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
569
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
570
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
Al trabajo
39 Maurizio Lazzarato muestra muy bien cómo esta eliminación del tiempo del
saber constituye el núcleo mismo del proyecto del “gobierno de las desigualdades”
en que consiste el neoliberalismo, en el momento mismo en que la ideología quiere
hacer creer que el capitalismo cognitivo —que así proletariza a los “sabedores”, que
es como los llama Jean-François Lyotard— intenta hacerse pasar por una “sociedad
del saber”. Cf. Le Gouvernement des inégalités, Amsterdam, 2008.
571
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
572
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
573
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
574
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
575
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
En Francia, esta cuestión (la ley sobre la reducción del tiempo de trabajo
a treinta y cinco horas) ha sido totalmente ocultada. Esa ley ha tenido
por resultado el aumento del tiempo dedicado al consumo, como por
otra parte señala Rifkin en 200650 —y no ese tiempo del trabajo que se
produce fuera del empleo y que pertenece a lo que los romanos cultiva-
ban como el otium, palabra que, en el caso del análisis de la época de los
Escipiones, Jean-Marie André traduce por ocio estudioso51.
El otium, salido de la cultura romana de origen militar y que se
convierte en la parte noble del tiempo de la actividad humana, y del que,
en otra parte, he intentado yo demostrar que es el tiempo de intermitencia
576
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
577
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
578
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
579
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
580
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
581
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
57 Aunque no hay duda de que son dos realidades económicas e históricas muy di-
ferentes y que, en particular Lazzarato, tiende a confundir, tanto como muchos otros
de nuestros contemporáneos. El fordismo para nada es regulador o redistribuidor,
y no preconiza ninguna “propiedad social”: integra funcionalmente producción y
consumo, e inventa por ello mismo el consumismo. En cambio, el keynesianismo
constituye un compromiso entre el capital y el trabajo. Que estas dos transforma-
ciones de las relaciones capital/trabajo pueden combinarse es una evidencia pero
ello no autoriza a confundirlas, muy al contrario: impone distinguirlas para poder
comprender cómo pueden combinarse y finalmente descomponerse.
58 La denegación del alcance epistemológico del psicoanálisis por la psicología
soviética y, por extensión, por los marxistas estalinistas del mundo entero, está in-
trínsecamente ligada a esta cuestión. Así, en abril de 1968, un lector de La Nouvelle
Critique escribía en las cartas al director de esta revista: “¿No sería posible instaurar
en La Nouvelle Critique un debate entre marxistas y psicoanalistas? […] los jóvenes
psiquiatras comunistas no comprenden las posiciones de condena total de esta parte
importante de la psiquiatría por parte de los camaradas soviéticos. Se echa en falta
un análisis marxista”. (La Nouvelle Critique, nº13).
59 He analizado esta desmotivación en Constituer l’Europe 2. Le motif européen,
Galiée, 2005.
brumaria 34
582
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
60 Los análisis de Lazzarato (Le Gourvenement des inégalites, op. cit) son aquí sin-
gularmente esclarecedores.
583
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
¡Trabaja tu instrumento!
584
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
585
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
586
BLOQUE 2.
FENOMENOLOGÍA
AMPLIADA
69 Y aquí habría que releer La Condition posmoderne de J-F Lyotard, Minuit, 1979.
587
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
que son los saberes en tanto que las protenciones son las inversiones).
Este desmoronamiento de las protenciones estaba inscrito en el desti-
no del capitalismo consumista precisamente en la medida en que éste
descansa en la proletarización de las retenciones, en que consiste el
control atencional tanto del lado de la producción como del consumo
en cuanto pérdida de saber.
Los intermitentes, y más generalmente aquellos que Jean Claude
Milner llama los asalariados del ideal, son aquellos que cultivan una
relación con el pharmakon tal que aún pueden pasar al acto noético, del
que retiran un placer insigne que no podría ser pensado como un simple
goce, puesto que consiste en el sentimiento de una diferancia infinita.
No obstante, las nuevas prácticas de trabajo que se desarrollan
sobre las redes del medio sociotécnico asociado tienden igualmen-
te hacia el paso al acto noético, y son esencialmente mudas por este
motivo. Un motivo tal es una protención. Y un estado de hechos tal
sólo espera una cosa: constituirse en un estado de derecho de tal modo
que los dispositivos retencionales estuvieran puestos al servicio de
esta actividad protencional. Y es a esta cuestión de semejante derecho
a la que debe consagrarse la nueva crítica de la economía política de
nuestros días —y ello en la medida en que estas prácticas, que llegan a
ser masivas, reconstituyen el campo económico en su conjunto, más allá
del “sector cultural” y del “sector social”.
Estas son las cuestiones a las cuales conduce la crítica de la econo-
mía política reemprendida a partir del análisis del lugar de la retención
terciaria en la economía: son cuestiones de farmacología, mediante las
cuales una economía de la contribución constituye la socioterapia propia
al estadio contemporáneo de la gramatización —su sistema de cura.
brumaria 34
588
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
3.
MATERIALES PARA
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
EL PSICOANÁLISIS IMPLICADO
brumaria 34
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
Louis Althusser
593
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
8 de Febrero de 1968
Del efecto-filosofía2
594
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
595
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
596
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
El inconsciente filosófico
597
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
598
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
6 Alain Badiou, nota citada del 3 de diciembre de 1967. donde se lee por ejemplo:
“La intervención filosófica tiene por objeto no las prácticas (ciencias e ideologías)
que sería necesario clasificar, sino la intrincación-desajuste de la distribución y de
la colocación, o la doble frecuencia de un término… La filosofía es, pues, más que
demarcación, desintrincación (pido que, a pesar del extremo valor político de la ex-
presión “trazar una línea de demarcación”, se reflexione sobre el contrasentido ana-
lítico al que induce. Desintrincación tiene la ventaja de connotar inmediatamente
un proceso”.
599
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
600
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
601
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
602
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
603
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
brumaria 34
604
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
AUTODISOLUCIÓN.
Alejandro Arozamena
605
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
606
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
“Como todo lo que es el caso, a decir verdad por ser todo más que por ser caso,
fracasa, cabe preguntarse si el fracaso de esta lógica del caso puede establecer algún
real para los hechos.
Ahora bien, como son los loros quienes parlotean, y no los hechos. Lo que voy a
intentar aquí es hacer un etwas, o sea un pequeño algo, con una cierta conexión de
hechos de efecto más bien metonímico.
Hecho 1: Jacques Lacan, dentro de sus Escritos y más concretamente en la pági-
na final del escrito titulado “La dirección de la cura y los principios de su poder” nos
apremiaba a reconocer en la obra de Freud un “río de fuego”.
Hecho 2: en alemán, río de fuego puede articularse perfectamente en el signifi-
cante “Feuerbach”, que también es un nombre, o sea la perfección de un semblante.
Y, es curioso, en el prefacio a la segunda edición de Das Wesen des Christentums,
escribía Feuerbach lo siguiente: “Y sin duda nuestro tiempo... prefiere la imagen a la
cosa, la copia al original, la representación a la realidad, la apariencia al ser... lo que
es ‘sagrado’ para él no es sino la ilusión, pero lo que es profano es la verdad. Mejor
aún: lo sagrado aumenta a sus ojos a medida que disminuye la verdad y crece la
ilusión, hasta el punto de que el colmo de la ilusión es también para él el colmo de
lo sagrado”. Frase que usaría Guy Debord como epígrafe al capítulo 1 de La sociedad
del espectáculo.
Hecho 3: en francés, aunque no nos ha dado tiempo a consultar la versión origi-
nal de los Écrits, río de fuego bien pudiera escribirse “flot de feux”. Así, el gran Rim-
baud en sus Vers Nouveaux nos consignaba una fórmula para el porvenir: “Jamais
nous ne travaillerons, ô flots de feux!”.
Y esto tiene que ver, radicalmente, con una excrecencia infernal, la única cierta-
mente, que, desde Marx, ya podemos empezar a reconocerle al discurso capitalista,
a saber: la plusvalía. Y es que, de hecho, la cuestión, por increíble que parezca es
607
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
608
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
oprime una esfinge, soñamos una esfinge para explicar el horror que
sentimos. Si esto es así ¿cómo podría una mera crónica de sus formas
transmitir el estupor, la exaltación, las alarmas, la amenaza y el júbilo
que tejieron el sueño de esa noche? Ensayaré esa crónica, sin embar-
go; acaso el hecho de que una sola escena integró aquel sueño borre
o mitigue la dificultad esencial.
El lugar era la Facultad de Filosofía y Letras; la hora, el atar-
decer. Todo (como suele ocurrir en los sueños) era un poco distinto;
una ligera magnificación alteraba las cosas. Elegíamos autoridades;
yo hablaba con Pedro Henríquez Hureña, que en la vigilia ha muerto
hace muchos años. Bruscamente nos aturdió un clamor de manifes-
tación o de murga. Alaridos humanos y animales llegaban desde el
Bajo. Una voz gritó: ¡Ahí vienen! Y después ¡Los Dioses! ¡Los Dio-
ses! Cuatro o cinco sujetos salieron de la turba y ocuparon la tarima
del Aula Magna. Todos aplaudimos, llorando; eran los dioses que
volvían al cabo de un destierro de siglos. Agrandados por la tarima,
la cabeza echada hacia atrás y el pecho hacia delante, recibieron con
soberbia nuestro homenaje. Uno sostenía una rama, que se confor-
maba, sin duda, a la sencilla botánica de los sueños; otro, en amplio
ademán, extendía una mano que era una garra; una de las caras de
Jano miraba con recelo el encorvado pico de Thoth. Tal vez excitado
por nuestros aplausos, uno, ya no sé cuál, prorrumpió en un cloqueo
victorioso, increíblemente agrio, con algo de gárgara y de silbido. Las
cosas, desde aquel momento, cambiaron.
Todo empezó por la sospecha (tal vez exagerada) de que los
Dioses no sabían hablar. Siglos de vida fugitiva y feral habían atro-
fiado en ellos lo humano; la luna del Islam y la cruz de Roma habían
sido implacables con esos prófugos. Frentes muy bajas, dentaduras
amarillas, bigotes ralos de mulato o de chino y belfos bestiales pu-
blicaban la degeneración de la estirpe olímpica. Sus prendas no co-
rrespondían a una pobreza decorosa y decente sino al lujo malevo de
los garitos y de los lupanares del Bajo. En un ojal sangraba un clavel;
en un saco ajustado se adivinaba el bulto de una daga. Bruscamente
sentimos que jugaban su última carta, que eran taimados, ignorantes
609
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
610
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
francesa, con toda probabilidad sólo Lavoisier podría haber sido consi-
derado como absolutamente artista4. Il possède le secret de transformer
la chicorée en chicorée, les épinards en épinards et la merde en caca... En
fin, nos abstendremos a traducir, como siempre que no lo hacemos,
un poco por boutade y otro poco por una, llamémosla así, clandestini-
dad mínima. Aquí el enemigo, el bárbaro que intenta barbarizarnos, el
amigo dadaísta o, más aún, cualquiera y quienquiera que sea (después
de todo, ¿quién que es no es un auténtico andoba?) puede, como todo
el mundo, entender francés, inglés o alemán (y, a buen seguro, alguna
que otra más de entre nuestras lenguas muertas... muy en primer lugar
el español cada vez menos cervantino). Se trata, en efecto, de un encan-
tador prurito de oscurantismo. It’s the beginning of a new age, readers
and gentlemen.
Hagamos, pues, mitología o histerectomías con paleta de albañil,
como diría el otro. Y hagámosla aunque sea en la Nachträglichkeit (o,
dicho de otro modo, a posteriori, echando mano a una retrotraducción
latina muy aproximativa para uno de esos palabros que, como todos los
acabados en -keit, son, desde luego, tan indirimibles como si Epiménides
el mentiroso te dice que miente). Mitología, magia, forclusión es, en el
fondo, lo que se esconde en las suturas. Obviamente nunca se hubiera
podido dar χημία sin τά φυσικά, al igual que no podría haber existi-
611
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
5 En Desde Darwin, Stephen Jay Gould, no deja de sugerirlo, con la más fina ironía,
a cada línea del capítulo 2. En el fondo la hipertesis escondida, no decimos que la
del bueno de Gould, es muy obvia y llevada al extremo, no vemos por qué demonios
no hacerlo, también se podría enunciar del modo siguiente: ¿no llegó Darwin a ser
Darwin por miedo a convertirse en lo que realmente podría haber sido, a saber, no
Fitzroy sino Kropotkin? Aun teniendo, vil e impunemente, que recortar muchas
partes, divertidísimas todas y cuya lectura integral es más que recomendable, dejo
aquí al lector con el relato, no exento de humor y tragedia, de la relación homoeró-
tica (pero siempre gentry a la par que muy propia de buenos cristianos previcto-
rianos) que daría lugar a la teoría de la evolución de las especies: “Groucho Marx
entusiasmaba siempre al público con preguntas tan obvias como “¿Quién está ente-
rrado en la tumba de Grant?”. Pero lo aparentemente obvio a menudo puede resultar
engañoso. Si no recuerdo mal, la respuesta a ¿quién dio forma a la doctrina Monroe?
es John Quincy Adams. Ante la pregunta “¿Quién era el naturalista que iba a bordo
del H. M. S. Beagle?”, la mayor parte de los biólogos responderían “Charles Darwin”.
Y estarían equivocados. No pretendo desconcertarles ya desde el principio. Darwin
iba a bordo del Beagle y efectivamente dedicó su tiempo a la Historia Natural. Pero
estaba a bordo con otros fines, y, originalmente, Robert McKormick, el cirujano de
a bordo, detentaba la posición oficial de naturalista de la expedición. He aquí toda
una historia; no solamente un puntilloso pie de página para la historia académi-
ca, sino un descubrimiento de no poca significación. [...] Dado que a Fitzroy no le
estaba permitido tener contacto social alguno con ningún miembro del personal
oficial del barco, tan sólo podía encontrarlo llevando consigo un pasajero “super-
numerario” por propia disposición. Pero el Almirantazgo no veía con buenos ojos a
los pasajeros particulares, ni siquiera a las esposas de los capitanes. Embarcar a un
caballero de compañía sin mayores razones estaba fuera de toda cuestión. Fitzroy
llevaba consigo otros supernumerarios —entre ellos un dibujante y un fabricante
de instrumentos— pero ninguno podía servirle de compañero dado que no per-
tenecían a la clase social adecuada. Fitzroy era un aristócrata, y sus antepasados se
remontaban directamente al rey Carlos II. Sólo un caballero podía compartir sus
comidas y eso es precisamente lo que era Darwin, un caballero. [...] Darwin se hizo
a la mar como compañero de Fitzroy, principalmente con el objeto de compartir su
mesa a la hora de la comida, y en todas las comidas, durante cinco largos años. [...]
Darwin y Fitzroy mantenían, en el mejor de los casos, una relación tensa. Tan solo
las severas restricciones de la cordialidad caballeresca y la supresión previctoriana
de las emociones mantuvieron a estos dos hombres en términos razonablemente
brumaria 34
612
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
613
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
614
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
pues, por ejemplo, podemos concluir que los poemas en -inx y los infor-
tunios de la virtuosa felicidad regicida, después de Saint-Just, fueron
ideas ya no tan nuevas en Europa. Se diría incluso, à l’envers de l’histoire,
que Saint-Just fue el primer poeta, artista y político mallarmeano de la
modernidad y, sobre todo, habría que admitir de una vez por todas que
Revolución, en mayúsculas y en el sentido más estricto, no ha habido
otra que la Revolución Francesa7.
7 Y eso por no hablar de uno de sus mejores happenings militares cuando, en res-
puesta a un recado traído por un trompeta enemigo para una futurible capitulación,
en plena ofensiva del Rin, le hace remitir a los superiores del prusiano el telegrama
siguiente: “La República Francesa no recibe a sus enemigos, y no les envía más que
plomo. Firmado: Saint-Just”. Sobra decir que estaba estropeada, cram, pim, pum,
la máquina de capitular, y haría falta investigar si en francés la frase no es un per-
fecto alejandrino... pero, lo que sí insinuamos más arriba, no hay duda de que la
casualidad genera metáforas perfectas, es que “Justine” no es más que el divino tra-
sunto literario o travestimiento sádico del Saint-Just de carne y hueso, por lo que
Juliette, a nuestro juicio, puede ser considerada como la Otra de Robespierre. En
fin, siempre hay algo de glorioso y de ridículo en una verdadera perfomance, como
cuando Lenin, a la mañana siguiente de estatalizar los Soviets, se obliga a sí mismo
a responder a las 45 preguntas del “Cuestionario para el nuevo registro de los mili-
tantes de la organización de Moscú del PC(b)R”. Señalamos sus mejores respuestas:
Pregunta 10) Profesión fundamental. Respuesta de Lenin: literato; 16) ¿En qué em-
presa o institución trabaja en el presente, con qué cargo? Consejo de Comisarios del
Pueblo; 18) ¿Desde cuándo milita en el PCR? desde su fundación y antes (1893);
22) Es miembro de qué célula: Subdistrito del Kremlin; 25) ¿Qué documentos o
certificados posee capaces de probar su pertenencia a nuestra organización ilegal?
La historia del Partido es un documento; 40) Domicilio y Nª de teléfono: Kremlin.
Centralita Superior; 41) ¿Qué ha leído de las obras de Marx, Engels, Lenin, Kautsky
y Plejanov? Casi todas (de los autores subrayados); 42) ¿Sobre qué temas ha tenido
que intervenir ante obreros y campesinos o dar conferencias? Las más de las veces
políticos; 43) ¿Escribe artículos a periódicos, dónde y sobre qué temas? Raras veces,
sobre temas políticos; 44) ¿Sabe escribir octavillas, llamamientos y qué ha escrito en
este dominio? Sí. No puedo enumerarlo todo, ha sido bastante; 45) ¿En qué esfera
del saber se siente particularmente fuerte y sobre qué problemas puede sostener
conferencias y dar clases? Más que nada sobre temas políticos. (Firma) V. Uliánov
(Lenin). cf. V.I. Lenin, Obras completas, Tomo 41, Ed. Progreso, Moscú, 1986. Un
buen lema a modo de comento: los hechos son contumaces pero estúpidos, las cosas
son impenetrables pero idiotas (= LENIN pero BALZAC, KANT pero PONGE). ¡La
Klassenkampf transmutada en Kunstkampf por los otros medios de la Kampfplazt
615
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
kantiana de siempre! En fin, los prusianos nunca fueron, si bien no hubo tiempo,
demasiado proustianos, naturalmente, y Kerenski hijo debió acordarse muy mucho
del informe de estudiante modélico que dio su padre sobre Lenin cuando éste asis-
tió a su liceo. A decir verdad, las únicas performances que pueden ser reconocidas
estrictamente como tal, hoy, siguen siendo las del cura y el policía. Digamos que se
han convertido en algo así como en los sonetos del dichoso siglo XXI.
brumaria 34
616
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
617
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
8 Sin figuración alguna, excluimos, casi diríamos que descuidamos adrede, lo que,
precisamente, podría suponer el punto nodal de todo el asunto: el “malentendido”
(o, más aún, lo que Darío Corbeira ha calificado en alguna otra parte como “divor-
cio”) estético que va de Kant —aunque, por supuesto, como la filosofía misma, se
inicia con Platón— a Heidegger, pasando por Schiller o Hegel. Y que, desde luego,
brumaria 34
618
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
merecería un análisis mucho más serio y atento, ante todo por lo que respecta al
hecho de que el arte no es la estética y la política, que no es el arte, tampoco. Por
usar a Badiou, pasado por Rosalind Krauss, el arte se definiría por vía negativa como
“lo-que-no-es-política-ciencia-o-amor” y, a nuestro juicio, en ninguno de esos pro-
cedimientos de verdad, veríamos necesaria ninguna sobredimensión estética, a ex-
pensas de lo insublime, claro. Kant mismo intuiría la aporía política de la estética
al preguntarse quién decide el sensus communis. Misterio y discreción de Longino,
que casi es como si pseudorrespondiera en eco. Por otra parte, quedaría asimismo,
aunque es de temer que no por mucho tiempo, la interesante inanidad sensible a la
par que, a fortiori, inanemente plusválica en comparación al resto de la mercancía
artística, de la literatura. Freud reconocía en ella, en uno de sus primeros escritos
sobre arte (y más en particular sobre el Dichter, el creador literario) el reino de “Su
Majestad el Ego, el héroe de todas las ensoñaciones diurnas y de todos los relatos”.
De modo que, podemos concluir, llegará hasta donde llegue nuestro inextirpable,
heroico e infinito Ego en ese desastre del sujeto cuyo único porvenir no suicida
reconoceremos, más nos vale, en un cierto comunismo escritural o literario. De lo
contrario: Wozu Dichter…? A quoi bon, en effet? Vid., en cualquier caso, Sigmund
Freud, Der Dichter und das Phantasieren, conferencia pronunciada el 6 de diciembre
de 1908 y publicada originalmente en la Neue Revue, 1, nº 10, marzo, págs. 716-24.
619
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
9 “En ‘révolutionnant’ sans cesse les formes de sa production, l’artiste fait para-
doxalement son auto-portrait en anti-bourgeois —c’est ce que Taine nommait son
“héroisme”— tandis que l’art et l’artiste entrent dans les flux de la marchandise. Le
marchand qui va apparaître dans le dernier tiers du siècle en vend plus seulement le
produit —l’oeuvre achavée—, mais le producteur lui-même, dont le problème sera
de s’insérer dans le marché. Un Pissaro a-t-il la malecontreuse idée de changer sa
manière en référence aux idées et aux travaux de Seurat au moment même où son
ancienne manière commence à être “réconnue”: il se voit refuser ses nouvelles toiles.
Saisi par le marchand après lequel il “soupirait”, l’artiste est saisi la loi du prix, lui,
l’homme du sans-prix; il lui faut se démettre ou se soumettre, trouver un autre mo-
yen de vivre ou transformer son nom en marchandise, se labelliser par sa signature.
Ce qui qualifie l’artiste, ce n’est plus une maîtrise technique, ni même l’apparence
de nouveauté d’une oeuvre, c’est le marchand. L’homme de la liberté est repris par
l’unicité close de la série. L’artiste maudit, c’est celui que le marchand a maudit. Par
un nouveau tour, pourtant, cette malédiction sera le côté d’une ligne de fuite. Par elle
en effet, l’artiste retrouve la distinction “malheureuse” de la séparation et les insig-
nes de la royauté qui lui sont attachés. Ce sont les rois qui sont maudits, nous a fait
savoir un ministre des arts. L’échec puet être reçu comme provisoire; et il est relatif:
le maudir du marchand peut-être légitimé par quelques-uns de ses pairs. Alors un
tel “échec” peut-être preçu comme la marque d’une liberté créatrice; il devient un
signe d’élection dans la doxa de la “posterité” sinon de l’”immortalité”. Après tout, il
n’y a pas de malédiction du fonctionnaire. L’artiste, une nouvelle fois, s’est distingué
des Messieurs Homais. Il lui a cependant fallu pour cela des idéaux et des pratiques
“réactifs”. Pour se distinguer du “bourgeois” qui exalte le travail comme instance de
la production, il a fallu à l’artiste faire du travail une fois —Balzac—, une ivresse et
un dandysme —Baudelaire—, une mystique —Flaubert—, ou un “socialisme” —
Courbet—, dans une sorte de reprise de l’étique protestant. Le salut se gagne dans la
mise en excès du “Beruf ”; celle-ci est le signe et “terrestre” du salut”. Cf. Joan Borrel,
L’artiste‑roi, Aubier, París, 1990, págs 138-139.
brumaria 34
620
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
10 Cf. Philippe Lacoue-Labarthe, “Le désastre du sujet”, en Écrits sur l’art, Les pres-
ses du réel, Ginebra, 2009. La traducción es mía: Alejandro Arozamena.
621
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
622
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
623
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
624
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
625
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
626
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
627
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
14 Philippe Lacoue-Labarthe, “Le désastre du sujet”, in op. cit., etc. Lo que viene
después del desastre del sujeto, por si acaso a alguien le da por preguntárselo, es
nadie o, lo que es lo mismo, “Bloom, idiota, príncipe de Irlanda”, pero esto lo estu-
diaremos más detenidamente en nuestra tesis doctoral —junto a otros collages, pas-
tiches, excursus y colecciones epifánicas bajo títulos y apéndices de la guisa “Balzac,
inventor de la instalación”, “Flaubert, escritor de la nada” o “Proust, iniciador del
macguffin”, para intentar llegar a “Beckett, (in)esteta de lo genérico”—, tesis adscrita
al departamento de Teoría de la Literatura en la Universidad de Granada y que se
realiza bajo la co-dirección de Francisco Linares Alés y Antonio Gómez-Moriana.
Título provisional: El desastre del sujeto. Literatura y procedimientos de verdad en
el Régimen Estético del Arte. De muy plausible aparición, après la soutenance, en
Brumaria. En fin, ¡que la maldición del culo sordomudo de Joyce y la del culo forun-
cular de Marx caiga sobre nosotros, sobre Bloom y sobre todas sus Flórez (re-re-re-
sic)! Puttana madonna, che ci dia i quattrini! Ho ragione? Culo rotto!
brumaria 34
628
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
629
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
17 Joan Borrel, L’artiste‑roi, Aubier, París, 1990. Flaubert, a propósito, era uno de los
intragables de Nietzsche pero eso, seguramente, se debía a que Madame Bovary si
no fue Baudelaire, al no ser desde luego Flaubert ni tampoco yo ¡por supuesto!... es
muy plausible que fuera Nietzsche. Por otro lado, por lo que respecta a Proust y a
nosotros, nuestra retozonería lingüística nos inclinaría, más bien, a llamarnos junto
a él made‑moi‑c’est‑elle, homoerótico homonímico de mademoiselle.
brumaria 34
630
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
631
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
632
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
633
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
634
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
635
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
636
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
637
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
638
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
Leo Bersani
639
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
640
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
641
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
642
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
643
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
ficar «la clase de Ser que pertenece a la res cogitans»— tenga que ver con
ser un sujeto dividido. Está el yo que está buscando, y están «las cosas
que hay dentro [de él] que [la cosa pensante] todavía no ha observa-
do.» Descartes persistió en su soledad —incluso hasta la exageración—
durante sus años de búsqueda de la certeza intelectual. Establecerse en
Holanda le permitió, escribe en el Discurso, «tener una vida tan solitaria y
retirada como en el más remoto de los desiertos» (DM, p. 26). Semejante
soledad física sería propicia para la intrínseca soledad de la búsque-
da. El fin último es el dominio de la naturaleza, pero el conocimien-
to del mundo quizá también podría considerarse (al menos mientras
Descartes prepara las condiciones previas para tal conocimiento en las
Meditaciones) como una ocurrencia tardía en su extraordinaria aventu-
ra de conocerse a sí mismo. El «momento cartesiano» puede ser, como
afirma Foucault, la priorización del conocimiento de los objetos sobre
el «cuidado de sí», aunque la búsqueda del conocimiento de los objetos
depende de una búsqueda enteramente solitaria del sujeto del conoci-
miento. Y esta última persecución es exactamente igual de laboriosa
que la investigación de la naturaleza. Los diferentes pasos y aspectos del
proceso de autocrítica constituyen una disciplina rigurosa encaminada
a la aproximación, circuición y finalmente dominio de los fundamentos
internos de la certeza del pensamiento, sobre la cual no puede existir la
menor duda.
Así las cosas, en el «momento cartesiano» puede tratarse tanto de
una redefinición radical de la introspección, como de la fijación de los
criterios para la posesión mental (y su inicio), su conocimiento apropia-
dor, del mundo. Es como si un yo esencialmente transparente inclu-
yera algo experimentado como un territorio extraño, uno que ha sido
oscurecido, como Descartes recalca en el Discurso del Método, por siglos
de falso raciocinio que llevan a conclusiones discutibles. Cierto que el
inconsciente cartesiano es, al menos desde nuestra perspectiva, extraña-
mente no-psicológico; es el terreno del conocimiento indiscutible que
ha quedado oculto detrás o debajo de siglos de equivocación intelectual.
brumaria 34
644
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
645
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
646
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
647
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
10 Sigmund Freud, carta a Wilhelm Fliess, 3 diciembre 1987, The Complete Letters
of Sigmund Freud to Wilhelm Fliess, 1887‑1904, trad. y ed., Jeffrey Moussaieff, Cam-
bridge, Massachussets, 1985, p. 285. En español puede consultarse en Cartas A
Wilhelm Fließ (1887-1904), Amorrortu, Buenos Aires, 1986.
11 Freud, carta a Fliess, 5 noviembre 1897, ibid., p. 276.
brumaria 34
648
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
12 Véase Freud, Beyond the Pleasure Principle, (1920), The Standard Edition of the
Complete Psychological Works of Sigmund Freud, 18: pp. 7-64. Cf. en Amorrortu,
Obras Completas de Sigmund Freud, Vol. XVIII.
649
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
650
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
13 Véase Jean Laplanche, «La Soi-disant pulsion de mort: Une Pulsion sexuelle»
(1997), Entre séduction et inspiration: L’Homme, París, 1999, p. 196.
651
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
652
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
653
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
654
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
655
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
656
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
17 Freud, «A Special Type of Object Choice Made by Men», Sexuality and the
Psychology of Love, trad. Joan Riviera, ed. Phip Rieff, Nueva York, 1963, p. 46. Para
la edición en español vid. supra.
657
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
658
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
659
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
Treatise on the Emendation of the Intellect: Selected Letters, trad. Smauel Shirley, ed.
Symour Feldman, Indianápolis, 1992. De Spinoza en español cf. Obras completas,
Clásicos Bergua, Madrid, 1966.
21 Ludwig Wittgenstein, Philosophical Investigations, trad. G. E. M. Anscombe,
Oxford, 1963, p. 193. [L. Wittgenstein, Investigaciones filosóficas, Ediciones Altaya,
1996].
22 Véase Maurice Merleau-Ponty, «The Inertwining——The Chiasm», The Visible
and the Invisible, Trad. Alphonso Lingis, Evanston, 1969, pp. 130-55. La edición
original francesa es la de Gallimard, París, 1963. en español puede consultarse la
reciente de Nueva Visión, Buenos Aires, 2010.
brumaria 34
660
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
23 Véase Samuel Beckett, Company, Nueva York, 1980. Hay traducción en la edito-
rial Anagrama, Barcelona.
661
brumaria 34
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
AP / PA
PA / AP
Darío Corbeira
663
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
664
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
665
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
CONCENTRACIÓN COMPENSACIÓN
DIVERSIÓN SUBVERSIÓN
brumaria 34
666
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
Tystnaden
Ingmar Bergman, 1963.
667
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
each other, communicates unity to the whole system, so that the absence
of any part can be immediately detected from our knowledge of the rest;
and it determines a priori the limits of the system, thus excluding all
contingent or arbitrary additions. The whole is thus an organism (articu-
latio), and not an aggregate (coacervatio); it may grow from within (per
intussusceptionem), but it cannot increase by external additions (per
appositionem). It is, thus, like an animal body, the growth of which does
not add any limb, but, without changing their proportions, makes each
in its sphere stronger and more active.
We require, for the execution of the idea of a system, a schema,
that is, a content and an arrangement of parts determined a priori by
the principle which the aim of the system prescribes. A schema which
is not projected in accordance with an idea, that is, from the standpoint
of the highest aim of reason, but merely empirically, in accordance with
accidental aims and purposes (the number of which cannot be predeter-
mined), can give us nothing more than technical unity. But the schema
which is originated from an idea (in which case reason presents us with
aims a priori, and does not look for them to experience), forms the
basis of architectonical unity. A science, in the proper acceptation of
that term, cannot be formed technically, that is, from observation of the
similarity existing between different objects, and the purely contingent
use we make of our knowledge in concreto with reference to all kinds
of arbitrary external aims; its constitution must be framed on architec-
tonical principles, that is, its parts must be shown to possess an essen-
tial affinity, and be capable of being deduced from one supreme and
internal aim or end, which forms the condition of the possibility of the
scientific whole. The schema of a science must give a priori the plan of it
(monogramma), and the division of the whole into parts, in conformity
with the idea of the science; and it must also distinguish this whole from
all others, according to certain understood principles.
No one will attempt to construct a science, unless he have some
idea to rest on as a proper basis. But, in the elaboration of the science,
brumaria 34
668
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
he finds that the schema, nay, even the definition which he at first gave
of the science, rarely corresponds with his idea; for this idea lies, like a
germ, in our reason, its parts undeveloped and hid even from micros-
copical observation. For this reason, we ought to explain and define
sciences, not according to the description which the originator gives of
them, but according to the idea which we find based in reason itself,
and which is suggested by the natural unity of the parts of the science
already accumulated. For it will of ten be found that the originator of a
science and even his latest successors remain attached to an erroneous
idea, which they cannot render clear to themselves, and that they thus
669
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
670
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
Tout va bien
Jean - Luc Godard / Jean - Pierre Gorin, 1972.
671
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
that the same distinction cannot be drawn here as in the case of philo-
sophical cognition. The reason is that the only way of arriving at this
knowledge is through the essential principles of reason, and thus it is
always certain and indisputable; because reason is employed in concreto
—but at the same time a priori— that is, in pure and, therefore, infalli-
ble intuition; and thus all causes of illusion and error are excluded. Of
all the a priori sciences of reason, therefore, mathematics alone can be
learned. Philosophy —unless it be in an historical manner— cannot be
learned; we can at most learn to philosophize.
Philosophy is the system of all philosophical cognition. We must
use this term in an objective sense, if we understand by it the archetype
of all attempts at philosophizing, and the standard by which all subjecti-
ve philosophies are to be judged. In this sense, philosophy is merely the
idea of a possible science, which does not exist in concreto, but to which
we endeavour in various ways to approximate, until we have discovered
the right path to pursue —a path overgrown by the errors and illusions
of sense— and the image we have hitherto tried in vain to shape has
become a perfect copy of the great prototype. Until that time, we cannot
learn philosophy —it does not exist; if it does, where is it, who possesses
it, and how shall we know it? We can only learn to philosophize; in other
words, we can only exercise our powers of reasoning in accordance with
general principles, retaining at the same time, the right of investigating
the sources of these principles, of testing, and even of rejecting them.
Until then, our conception of philosophy is only a scholastic
conception —a conception, that is, of a system of cognition which we
are trying to elaborate into a science; all that we at present know being
the systematic unity of this cognition, and consequently the logical
completeness of the cognition for the desired end. But there is also a
cosmical conception (conceptus cosmicus) of philosophy, which has
always formed the true basis of this term, especially when philosophy
was personified and presented to us in the ideal of a philosopher. In
this view philosophy is the science of the relation of all cognition to
brumaria 34
672
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
673
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
Die Abwesenheit
Peter Handke, 1993.
674
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
675
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
Sanxia Haoren
Jia Zhangke, 2006
—the one completely a priori, the other a posteriori; and hence the
proper definition of a peculiar kind of cognition, and with it the just
idea of a science which has so long and so deeply engaged the atten-
tion of the human mind, has never been established. When it was said:
“Metaphysic is the science of the first principles of human cognition”,
this definition did not signalize a peculiarity in kind, but only a differen-
ce in degree; these first principles were thus declared to be more general
than others, but no criterion of distinction from empirical principles
was given. Of these some are more general, and therefore higher, than
others; and —as we cannot distinguish what is completely a priori from
brumaria 34
676
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
677
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
678
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
679
brumaria 34
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
681
brumaria 34
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
683
brumaria 34
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
685
brumaria 34
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
687
brumaria 34
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
689
brumaria 34
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
691
brumaria 34
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
693
brumaria 34
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
695
brumaria 34
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
¿Qué le llamo?
697
brumaria 34
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
699
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
700
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
whole science. For this reason, also, is the division immutable and of
legislative authority. But the reader may observe in it a few points to
which he ought to demur, and which may weaken his conviction of its
truth and legitimacy.
In the first place, how can I desire an a priori cognition or
metaphysic of objects, in so far as they are given a posteriori? and how
is it possible to cognize the nature of things according to a priori princi-
ples, and to attain to a rational physiology? The answer is this. We take
from experience nothing more than is requisite to present us with an
object (in general) of the external or of the internal sense; in the former
case, by the mere conception of matter (impenetrable and inanimate
extension), in the latter, by the conception of a thinking being —given
in the internal empirical representation, I think. As to the rest, we must
not employ in our metaphysic of these objects any empirical principles
(which add to the content of our conceptions by means of experien-
ce), for the purpose of forming by their help any judgements respecting
these objects.
Secondly, what place shall we assign to empirical psychology,
which has always been considered a part of metaphysics, and from which
in our time such important philosophical results have been expected,
after the hope of constructing an a priori system of knowledge had been
abandoned? I answer: It must be placed by the side of empirical physics
or physics proper; that is, must be regarded as forming a part of applied
philosophy, the a priori principles of which are contained in pure philo-
sophy, which is therefore connected, although it must not be confoun-
ded, with psychology. Empirical psychology must therefore be banished
from the sphere of metaphysics, and is indeed excluded by the very idea
of that science. In conformity, however, with scholastic usage, we must
permit it to occupy a place in metaphysics —but only as an appendix
to it. We adopt this course from motives of economy; as psychology is
not as yet full enough to occupy our attention as an independent study,
while it is, at the same time, of too great importance to be entirely exclu-
701
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
ded or placed where it has still less affinity than it has with the subject of
metaphysics. It is a stranger who has been long a guest; and we make it
welcome to stay, until it can take up a more suitable abode in a complete
system of anthropology—the pendant to empirical physics.
The above is the general idea of metaphysics, which, as more
was expected from it than could be looked for with justice, and as
these pleasant expectations wereunfortunately never realized, fell into
general disrepute.Our Critique must have fully convinced the reader
that, although metaphysicscannot form the foundation of religion, it
must always be one of its most important bulwarks, and that human
reason, which naturally pursues a dialectical course, cannot do without
this science, which checks its tendencies towards dialectic and, by eleva-
ting reason to a scientific and clear self-knowledge, prevents the ravages
which a lawless speculative reason would infallibly commit in the
sphere of morals as well as in that of religion. We may be sure, therefo-
re, whatever contempt may be thrown upon metaphysics by those who
judge a science not by its own nature, but according to the accidental
effects it may have produced, that it can never be completely abando-
ned, that we must always return to it as to a beloved one who has been
for a time estranged, because the questions with which it is engaged
relate to the highest aims of humanity, and reason must always labour
either to attain to settled views in regard to these, or to destroy those
which others have already established. Metaphysic, therefore —that of
nature, as well as that of ethics, but in an especial manner the criticism
which forms the propaedeutic to all the operations of reason— forms
properly that department of knowledge which may be termed, in the
truest sense of the word, philosophy. The path which it pursues is that
of science, which, when it has once been discovered, is never lost, and
never misleads. Mathematics, natural science, the common experience
of men, have a high value as means, for the most part, to accidental
ends —but at last also, to those which are necessary and essential to the
existence of humanity. But to guide them to this high goal, they require
brumaria 34
702
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
703
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
SIMULACIÓN OCULTACIÓN
DIVERSIÓN OFICIALIZACIÓN
brumaria 34
704
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
Julien Gracq
705
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
706
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
707
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
708
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
JEAN-YVES JOUANNAIS
Francis Picabia
* Jean-Yves Jouannais; L’Idiotie. Art, vie, politique‑méthode, Beaux Arts SAS, París,
2003. Traducción y establecimiento al español: Alejandro Arozamena.
2 “Los locos le causan impresión a algunos individuos que se las dan de novedosos”
o literalmente “Los locos impresionan a ciertos individuos que se precian de espíritu
nuevo”. [N. de Traductor]
709
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
que más nos inquieta. De algún modo es Erasmo quien interrumpe esta
experiencia de la demencia como tragedia cósmica. Atendiendo a ella no
ya desde abajo sino bajándola a ras del hombre, le concede una lectura
crítica que no escatima en ironía. El medio para esta domesticación no
es otro que la inscripción de la sinrazón en el lenguaje, la decisión de su
readvenimiento en el seno mismo del logos. Y el fenómeno gana, así, la
atención de lo racional, descubriéndose decididamente racionalizable.
La razón se apropia de la locura, la coloniza, la declara territorio dialéc-
tico, desembarazándola de sus atuendos trágicos y mágicos. Montaigne
nos pone en guardia, a su vez, contra esa debilidad del hombre cuyo
orgullo le prohíbe ver su propia locura, la cual es la condición de dicho
orgullo. El incomprensible sortilegio de La Nave de los locos desaparecía
en el horizonte de la edad clásica, dando lugar lugar a las huellas, patéti-
cas y posiblemente fraternales, del loco3.
La locura se hace visible, es decir, igualmente aceptable. Bruno-
Nassim Aboudrar, en su ensayo Voir les fous comenta, por su cuenta y riesgo,
lo que él llama “facilitación [frayage] de la vista”4, hecho que le permitiría, al
siglo XIX, hacerse una idea del alienado mediante su retrato. Apoyándose
en los Retratos de monomaníacos de Géricault, Jean-Étienne Dominique
Esquirol5 hace realizar una especie de Atlas de la locura, catálogos de retra-
tos donde la fisionomía se da a leer con la total seguridad de que se trata de
la fisionomía misma de la propia pintura6.
3 Michel Foucault: “y es que ahora la verdad de la locura no es más que una y sola
cosa con la victoria de la razón, y su definitivo vencimiento: pues la verdad de la lo-
cura es ser interior a la razón, ser una figura suya, una fuerza y como una necesidad
momentánea para asegurarse mejor de sí misma”. Historia de la locura en la época
clásica, FCE, Madrid, 2002.
4 Bruno-Nassim Aboudrar, Voir les fous, París, PUF, 1999.
5 Jean-Étienne Dominique Esquirol (1772-1840), médico director de la Salpêtrière
y, después, del hospicio de Charenton, prosiguiendo los trabajos de Phillippe Pinel.
Es considerado como uno de los fundadores de la psiquiatría moderna.
6 “En el momento de su origen moderno, la clínica psiquiátrica inventó un régi-
men escópico que tenía al retrato por paradigma. Vio la enfermedad e identificó su
objeto como retrato, mediante la intromisión del retrato”. Bruno-Nassim Aboudrar,
op. cit.
brumaria 34
710
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
Ese siglo XIX que retrató al loco, creando por ello mismo las
condiciones de un vis‑à‑vis con la locura, vino a aceptar la idea de un
intercambio. Habiéndole acordado una imagen al alienado, va a hacer
vencer mecánicamente el interés por las imágenes producidas, no ya “a
pesar de”, sino “por medio de” la locura. De esta transición de la repre-
sentación del loco a la representación del mundo por el alienado darán
testimonio numerosos trabajos científicos.
EXPRESIONES DE LA LOCURA
711
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
712
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
713
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
¿ESTÁIS LOCOS?
714
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
715
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
716
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
717
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
718
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
14 Ibid.
15 “La Fabuloserie”, presentación de la colección de art brut de Alain Bourbonnais,
Dicy, ed. la Fabuloserie, 1993.
719
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
Toda vez que hayamos admitido ver al loco, dando una representación
artística y médica del alienado, ¿a cuento de qué viene la extraña moda
de la locura en los medios artísticos? La valorización de un objeto bien
puede suponer, subrepticiamente, el deseo de escamotearnos otro objeto
en las sombras. Ahora bien, es muy posible que la invención moderna
del arte de los locos, contemporánea al retorno de un antiguo tópico —el
de la locura como metáfora y medio para el genio—, tuviera por función
rechazar y mandar a la periferia del arte, aminorar, lo que estaba a punto
de imponerse como el vector mayor de la modernidad: la idiocia.
En el momento en que la tradición artística —herencia esencial-
mente intelectual, con toda su seriedad, necesariamente inteligente— se
vio contrariada por proposiciones insensatas, irracionales y, sobre todo,
irrespetuosas, se hizo necesario fabricar una especie de cortafuegos a
esa idiocia que ya superaba a la inteligencia. Porque, bajo las especies
de la risa y la incoherencia, ninguna dialéctica podría contrariar a la
idiocia. La confrontación de la idiocia y la inteligencia no puede resol-
verse sino en la clara desventaja de esta última. Un maestro dialéctico
de esgrima se verá tocado, a las primeras de cambio, por un histrión
cualquiera que, no habiendo cogido jamás una espada, pasará a basar su
ataque en la improvisación y, por tanto, en la sorpresa. Cara a cara con
el luminoso y operativo logos, aunque eludido, y habiendo sido escogi-
da por él, la locura, podía ser tranquilamente comentada, domina-
da y susceptible, al mismo tiempo, de ser engalanada con los atavíos
más pintorescos. Es lo que tiene el hecho de que la marginal sustancia
pensante del loco en absoluto sea capaz, a priori y continuamente, de
conceptualizar el cogito. Dicha sustancia se ofrece a todas las miradas
en desaplomo de la normalidad y no amenaza jamás con dialectizar su
violencia en una hipotética voluntad de contradicción. El loco no es
un contradictor dialéctico. Se hizo, así, un uso accesorio de él, como la
pizca de un decorado destinado a enmascarar las payasadas de los artis-
brumaria 34
720
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
16 Man Ray, Autoportrait, Boston, Little Brown & Co; Londres, André Deutsh, 1963.
721
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
722
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
723
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
724
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
23 El diario de rodaje del realizador guarda las huellas de esta confrontación: “Ayer
hicimos la visita a los mongólicos, que fueron verdaderamente gentiles y valientes.
El único problema es que en el momento de las primeras tomas ninguno de los
actores estaba en su personaje […] Y era simplemente porque al encontrarse con
los idiotas auténticos era preciso que se sintieran bien, tratarlo bien y... hacer un
poco el papel de padres. Tuve que interrumpir en pleno rodaje porque los actores
no se acordaban ni de su nombre en el film, sino que estaban utilizando su nombre
propio... un fenómeno extraño, se trataba del encuentro de la realidad y la ficción
[…] Lo que es interesante es que las debilidades de los “profesionales” eran mucho
menos groseras que las de los débiles aficionados. Claro que las debilidades que
nosotros producimos están construidas por el pensamiento y, además, de manera
muy refinada. Sencillamente: encierran demasiados elementos”. Lars von Trier, Les
Idiotes, Journal intime et scénario, París, ed. Alpha Bleu les films de Losange/Libera-
tor productions, 1998.
725
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
726
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
24 Ibid.
25 “Colocamos la cámara, preparamos los proyectores, dispusimos a los alienados
en una habitación, según las exigencias de la primera toma de perspectiva. Debo
decir que estos locos obedecían con sumisión, prestando mucha atención a no equi-
vocarse […]. Finalmente doy la orden de encender los proyectores. Estaba un poco
ansioso. De golpe la sala se inundó de luz. Durante un instante los enfermos per-
manecen inmóviles, como petrificados. Jamás había visto yo, en el rostro de ningún
actor, un espanto tan atroz. Eso dura un momento, al cual seguirá una escena indes-
criptible. Y es que los locos comienzan a contorsionarse, a aullar, a rodar por el suelo
[…]. En un solo instante la sala se convirtió en un foso infernal. Los locos buscaban
desesperadamente escapar a la luz, como si un monstruo prehistórico les hubiera
asaltado. Al operador ni siquiera se le ocurrió apagar la cámara o dar cualquier
orden. Tuvo que ser el director quien gritara: “¡Stop, fuera luces!” y en la habitación
se volvió a la oscuridad y al silencio, entonces vimos un bullicio de cuerpos que se
agitaban débilmente, como en los últimos sobresaltos de la agonía. Jamás olvidaré
esa escena”. Antonioni en Cinema nuovo nº 138, Julio-Agosto de 1958.
727
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
cadáver, no tanto para que los granujas sacaran de ese espectáculo una
idea más justa de lo que es la muerte, sino para que toda la ligereza y
virulencia de su comedia se hallara irremediablemente condenada por
la vergüenza y la incomodidad. El resultado de esta contra-ofensiva que
supo instrumentalizar la locura es que, efectivamente, al albur del siglo,
las posiciones de la idiocia fueron reducidas y sus tropas desarmadas.
Todo lo menos que podemos decir es que la asombrosa revolución que
prometía la risa pensante del idiota se vio poco a poco folklorizada, balca-
nizada hasta que le fue consagrado su propio ghetto: el de la fantasía.
brumaria 34
728
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
Patrice Loraux
— Así pues, nos da una impresión de altura allí donde haría falta
la presencia en carne y hueso de un hombre como nosotros. En suma,
todo comienza con una ruptura de la familiaridad y, aquí, solamente se
intenta dibujar a grandes líneas el escenario en el que se va a poner a
prueba el carácter propio del autor.
729
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
730
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
731
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
732
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
733
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
734
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
735
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
736
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
737
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
738
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
— “¡Yo soy la Cosa misma!”, muy a menudo habrá sido esa la excla-
mación de un autor antes de desfallecer.
739
brumaria 34
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
Natacha Michel
741
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
742
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
Pero, espera un poco. Lo que dibujas, esa doctrina que nubla la mía y
que hace del amor lo que dices de él, yo lo llamo filosofía espontánea de
los escritores. Filosofía espontánea de Proust. Althusser nos habló, en
este sentido, de la filosofía espontánea de los científicos (savants)... Lo
que Proust dice del amor a través de su prosa contradice lo que pueda
decir a través de sus tesis. Esta filosofía espontánea de Proust, podría-
mos incluso llamarla filosofía espontánea de los antecedentes (avants).
Proust es el antecedente absoluto, el Homero de los tiempos modernos,
nuestro bardo épico, y La Recherche... es nuestra Ilíada y también nuestra
Odisea. Me explico mal, en realidad este no es el tema. Pero obsérvese
que este libro admirable comienza yendo como hacia el combate contra
el mundo y, luego, vuelve como en una odisea hacia la escritura. Aunque
ese tampoco es el tema.).
Pienso, así pues, en Giraudoux, Genet, Cocteau, Proust.
Pienso en mis contemporáneos extremos.
El amor jacobino es Eros Capital. ¿Qué capital?
París. Pero el que fuera París de Debord, el París que él cantó,
música de las esquinas y “población sedentaria de los pisos” que prote-
ge la calle, ese París ya no existe. París se acabó con Pompidou y ese
pueblo que evocaba la Comuna, o incluso Mayo del 68, ya ha desapa-
recido. Oficialmente, ya no hay pueblo en París. La Goutte d'or ha sido
destinada a Neuilly. El París revolucionario degradado al merendero, los
cafés inteligentes —que eran como los días aquellos en que las damas
biempudientes, o sea las que tenían salón, recibían—, todo eso ya no
existe. El cinturón que hasta hace poco y sin ninguna razón era rojo se
llama ahora suburbio, un nombre muy hermoso, por otra parte.
Lo que nace de la derrota —hemos expulsado a los obreros de
París y los llamamos inmigrantes para negar, precisamente, que son
obreros— existe tan sólo a través de una elección. No como efecto de las
condiciones materiales. Habiendo roto inmortalmente con todo lo que
traducía su quimera, la cuidad de clases, la ciudad del motín, en lugar
de renegarse triunfa como ciudad cosmopolita. En el vaivén sucesivo de la
743
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
744
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
que podría ser. Es, así, absoluto. Tal y como lo dispone Alain Badiou,
para quien es un procedimiento de verdad y toca a lo infinito. El amor
jacobino es indiferente a la muerte.
Un amor que puede decir, en el lugar de su acabamiento, como
Saint-Just en sus últimos momentos: “Desprecio el polvo que me
compone y que os habla”... Saint-Just escribe estas últimas palabras en
un trocito de papel. ¿Eros ciudadano? Señalo y quiero hacer notar que
en ninguna parte de París existe una calle de Saint-Just.
745
brumaria 34
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
ENCORE *1*
François Regnault
747
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
d. Lo necesario.
e. El grito del goce.
748
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
3 Lacan J., Le Séminaire, libro XX, Encore, texto establecido por J-A Miller, Seuil,
Paris, 19xx, p.26.
4 Ibíd. pág. 103.
749
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
750
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
751
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
cante”12.
La letra es, ante todo, efecto de discurso, lo que quiere decir que
no funciona sino siguiendo los agenciamientos anteriormente defini-
dos.
Pero lo escrito se distingue cada vez más del significante, o al
menos del significante y lo escrito en la época de “La Instancia de la
letra en el inconsciente”13.
A partir de lo cual: justificación retrospectiva del uso corriente de
las letras hecho por Lacan para designar un término enigmático como
el objeto (a), un lugar como el del gran Otro (A), o el falo, a distinguir
del órgano en tanto que su función es la de ser —tesis ya adquirida— el
“significante del goce”14.
Así, la letra era la estructura localizada del significante (el modelo
de los caracteres de la imprenta en sus comienzos): el significante, en
tanto en cuanto escrito, ocupa un lugar que Lacan fuerza a ser el lugar
del Otro (A)15.
La constelación: significante, letra, escrito se complejifica, así
pues, según la necesidad de tener en cuenta los albures del goce.
Diálogo erístico con la lógica de Aristóteles, desde el punto de
vista de las proposiciones universales o particulares: en las llamadas
fórmulas de la sexuación que definen los “roles” hombre/mujer, es lo
que supone la excepción, el obstáculo tanto a la universalidad como
a la particularidad, entrando así en la línea de cuenta y haciendo de
tal suerte que se satisfagan al ser casos particulares de proposiciones
universales.
Diálogo con la lógica modal que trata de lo necesario y de lo
posible, pero en la que Lacan introduce la función de lo escrito así como
752
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
***
Lo que precede deja ver que este Seminario es, a buen seguro, uno de los
más densos y ricos del conjunto y uno de los más solícitos tanto a la hora
de trabajar en su detalle como a la de meditar en sus planteamientos.
No es de esos que uno pueda despachar con una reducción escolástica a
proposiciones unívocas, ni de esos otros cuya exposición pudiera hacer-
se mediante una lógica deductiva: que uno de sus capítulos se llame “De
lo barroco” (una vez más ¡Bernini!) debe incitarnos a seguir los diferen-
tes temas entremezclados, tal que goce, amor, relación sexual - goce
fálico, Otro goce – fórmulas de la sexuación (hombre, mujer) – diálogo
casi constante y tremendo con Aristóteles, su lógica y su ética – relación
nueva con la mística y los místicos, no basada en un nosología clínica
—en resumen, trenzas, torsiones y nudos.
En consecuencia se habrá de leer Encore paso a paso, sin esperar
753
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
***
Falo: no el pene sino el órgano (real) en tanto que puede venir a faltar,
lo que es imaginario (“te la van a cortar”) y, en consecuencia, produ-
ce simbólicamente el significante del goce, el falo que no falta, estando
eximido, por ello mismo, de la diferencia entre sexos. De ahí que una
mujer disponga, asimismo, de goce fálico.
brumaria 34
754
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
755
brumaria 34
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
POLÍTICAS DE LA SUBVERSIÓN
Presentación
757
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
758
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
Lo que viene del encuentro es una señal que indica, como si de lo traumá-
tico se tratara, una excitación que me concierne y con la que trato de
hacer pensamiento8; es, en cierto modo, como si rodease la posibilidad
de reproducir la legítima constitución sinthomática del encuentro con el
hecho nudo, es lo que viene del pensar como recorrido vital, asiento en
el que se disuelve el comentario y lo que pueda haber de nuevo.
La operación definida como acción política expone mi insistencia
en interrogar la responsabilidad de los agentes que intervienen en la
puesta en marcha y en el cese del dispositivo clínico que funcionó en el
Macba durante diez años. De esta agencia, no me excluyo. La suspensión
súbita de un modo de trabajo fundado en los usos críticos del común,
abre preguntas ¿Por qué se cierra si el funcionamiento está ampliamente
consensuado? ¿por qué, si la economía del dispositivo despeja cualquier
duda sobre la supresión necesaria por motivos de escasez presupues-
taria? ¿por qué si pone en cuestión de manera productiva las prácti-
cas tradicionales? ¿por qué si trabaja positivamente contra las políti-
cas segregativas de los programas públicos? ¿por qué si se interviene
activamente cuestionando la invasiva dimensión fármaco-conductista
del sistema de la salud mental? ¿por qué si trabaja contra el psicoanalis-
mo adoctrinador9? ¿por qué si es un dispositivo adecuado para saber de
759
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
760
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
zar la negrura del fetiche. De ser así, justificar su sostén en razón del
beneficio social que procura esta clínica, no estaría lejos de la lógica de
los usos del discurso que implican beneficio ilícito mediante la gestión
del goce y las formas de vida de los otros, al modo populista de la obra
social de las instituciones financieras o de algunas entidades vincula-
das a la producción artística, como la Colección Daros Latinoamérica,
objeto de estudio del Informe Daros.
La defensa pública del resultado de esta aplicación analítica es
arriesgada, como lo es la promoción de lo que se va llamando arte políti-
co si el agente de la promoción, por ejemplo, es cualquier institución
vinculada a los motores del capitalismo financiero. La publicación es
peligrosa, sí; el silenciamiento, mortal. Poubellication12. La puesta en
circulación de un sentido añadido a una producción artística puede ser
un aspecto de la obra pero no es la obra, ni siquiera cuando el producto
es una reflexión sobre tal o cual dimensión de la experiencia sociopo-
lítica, a no ser que la obra sea literaria. Lo producido, si pensamos la
relación entre el producto y el agente, no es solo su circulación, su
decible; la circulación puede ser un aspecto del obrar o la manifestación
de la obra, de su aparecer, como lo es en el trabajo de Francis Alÿs, pero
el relato verbal de la circulación, dimensión ideológica que participa
de la publicación, no es la obra aunque lo enunciado lo sostenga así. La
poubellication sería mostrar un relato de lo decible del resto material
del obrar, y la circulación de ese decible es lo que se puede escribir de
la marca del encuentro con el goce, de lo que ese suceso inscribe en el
ser hablante; letra, estilo si cabe, y luego escritura ahí, en esa mostración
paradigma de la posibilidad política.
La letra no es la representación gráfica de un sonido sino la
materialidad misma del lenguaje, materialismo del significante que no
hace a lo tangible sino a su unicidad; la letra lacaniana no está causa-
761
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
762
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
763
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
16 Heidegger, M. “El origen de la obra de arte”, Caminos del bosque, Alianza, Ma-
drid, 1996.
17 La Cosa, Das Ding freudiana, está vinculada a la experiencia del semejante, al
brumaria 34
764
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
lugar a lo que nunca existió. La Cosa freudiana, leída con Heidegger por
Lacan en el seminario La ética del psicoanálisis18, resulta de una claridad
extraordinaria para pensar el fundamento político de toda construcción
de lenguaje como tratamiento de las consecuencias del encuentro con
el semejante, prójimo matriz de toda formación política, si por política
entendemos los modos de hacer con lo que concierne al gobierno de lo
común, constituido de las articulaciones entre lo propio y lo ajeno.
Retomo la cuestión del encuentro para ir situando el fundamento
de este escrito, paradigma de la causa política en tanto que para decir
de lo que importa a la relación arte y política, tomo de los dichos de
otros. Darío Corbeira en la presentación del Grupo de Trabajo habla de
su orfandad política, y Alejandro Arozamena afirma ser un comunista
sin partido. Ambos hablan de lo que falta en las políticas del ser y ese
objeto, lo faltante como objeto, es lo que causa el ser político. He situa-
do mi intención como sujeto leído por sus palabras y a partir de esta
lectura trataré de pensar críticamente los conceptos en juego. Al aceptar
la invitación a colaborar en el Grupo de trabajo sobre arte y política
dije que trataría de pensar a la manera de Montaigne; no por emularlo,
menuda pretensión, sino porque su modo evoca lo que Lacan reformula
del enunciado de Buffon “El estilo es el hombre mismo”: “(…) el estilo
es el hombre (…) al que nos dirigimos”19. Esta reflexión dice de uno de
los ejes que recorre la investigación lacaniana: lo que va del síntoma
al sinthome. No me dirijo a Montaigne, claro, sino al significante de
su re-presentación que hace signo de eso que se presenta una vez más,
otro humano que para el sujeto aparece como primer exterior, como extraño, que
orienta al sujeto en el campo del deseo que es el deseo del Otro; la Cosa funda el
movimiento del sujeto hacia la recuperación del objeto que gobierna el principio
del placer, objeto fantaseado, producto significante que dice del Otro como faltante.
Das Ding es la falta previa a la falta y proviene de la vivencia de satisfacción que el
infans experimenta ante la vivencia de desamparo y auxilio proporcionado por la
acción específica del semejante.
18 Lacan, J. La ética del psicoanálisis, S.7, Siglo XXI, Buenos Aires, 1988.
19 Lacan, J. “Obertura de esta recopilación”, Escritos 1, SXXI, Madrid, 1984, pg. 3.
765
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
766
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
3. Políticas y orfandades
3.1 Políticas
767
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
768
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
26 Lacan, J. La lógica del fantasma, clase del 10 de mayo de 1967. Seminario inédi-
to. Éditions Association Lacanienne Internationale, Paris 2004, p. 360.
27 Ibidem
769
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
3.2 Orfandades
28 Ver nota 25. Brumaria editó una versión de R.S.I., Un modo de organización
alrededor del vacío, Brumaria, Madrid, 2011.
brumaria 34
770
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
29 Lacan se refiere al ensayo “Dos aspectos del lenguaje y dos tipos de trastornos
afásicos” de Roman Jakobson. Lacan, J . “La instancia de la letra en el inconsciente o
la razón desde Freud”, Escritos 1, México, SXXI, 1997, p.475.
771
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
772
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
773
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
al caso pensar de qué habla cuando dice que el ser propietario proviene
de trabajar con la indiferencia, el todo, y el desdoblamiento, y que el
trayecto se cierra, abriéndose a otras formas, significando la metáfora al
aislar mediante sucesivas veladuras un elemento que en su decir es lo de
uno, del uno propio, unario que resulta de velar la sucesión de acumu-
laciones necesarias de las que progresivamente aisla, extrae, elementos
para construir imágenes de la dimensión tercera: hace un hueco. Hacer
un hueco es crear la posibilidad de espaciar, de temporalizar, de que
quepa ahí, en ese hueco, la imagen del retorno. Hacer un hueco es narrar
lógicamente. Suena a nudo.
Al presentar los registros lacanianos del aparato psíquico hemos
definido lo Real como lo indecible de la contingencia; lo que resulta de
este suceso es la repetición freudiana vinculada a la pulsión de muerte y
que Lacan nombra como goce. ¿Qué relación hay entre goce y Nombre-
del-padre? Lacan introduce el N-d-p en “De una cuestión preliminar
a todo tratamiento posible de las psicosis”34 leyendo el mito del Edipo
freudiano bajo la fórmula de la metáfora paterna; esta fórmula es la que
opera en la sustitución significante del Deseo de la madre: el N-d-p,
significante, sustituye al significante que nombra el deseo de la madre.
Simplificando en extremo, la presencia del padre, y no hablamos del
padre de la realidad, es una función discursiva, localizable en el decir de
la madre, o de quien esté en ese lugar, y que habla de su deseo de otra
cosa en relación al hijo; esa otra cosa que desea la madre es lo que opera
en la metáfora paterna. Esta operación reúne tres elementos de la teoría
freudiana, el mito del padre muerto que Freud construye en Totem y
tabú, el mito de Edipo y el complejo de castración. Freud pensaba que el
mito era la función que sostenía al padre, siendo el mito lo que persiste
en la reiteración del relato oral, a diferencia de las religiones reveladas
que se soportan en la escritura.
774
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
775
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
776
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
777
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
sujeto… basta para que marche sobre ruedas, no puede marchar mejor,
pero justamente marcha demasiado rápido, se consuma, se consuma tan
bien que se consume.” 37
Capitalismo cognitivo, cultura de los afectos... son dichos que
nombran maneras del capitalismo actual, de ninguna manera en crisis si
pensamos la crisis como situación que afecta a los mecanismos sociales,
a los principios de autoridad que administran la producción discursiva
y que son semblante del corte, de la regulación. La máquina, el sistema,
trabaja para la dilución de la diferencia adelgazando lo que separa lo
privado de lo público, y el producto es ese adelgazamiento de los víncu-
los sociales que permite experimentar la creencia de que es posible la
satisfacción inmediata del deseo, sin querer saber que el deseo se consti-
tuye en lo que lo causa como faltante. Al excluir lo imposible se borra
toda posibilidad de delimitar la expansión de lo mortífero. Pero el artis-
ta no hace así; su producción no es revolucionaria sino que contradice
la revolución: si es producción, es subversiva, al margen de los campos
de la idealización.
Una nota clínica. Alguien abre múltiples cuentas en redes socia-
les; en algunas se desdobla en un diálogo en el que se responde como
hombre a sus propuestas de mujer. El encogimiento presenta esa aboli-
ción del simbólico que sanciona la alienación necesaria en la construc-
ción del yo: ¿qué sanciona la imagen en el idilio cibernaútico? ¿qué
simbólico le da lugar? El sujeto se encuentra con su construcción imagi-
naria del otro, con su máquina de alienación, en la pantalla del ordena-
dor. Ese producto lo absorbe el mercado, estructura también diluida, de
articulaciones flojas, flujos diríamos con Deleuze, por las que circulan
las modalidades actuales del deseo, de la supuesta imagen del objeto
deseo, no de la falta que lo causa. Revisaríamos con estas observacio-
778
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
779
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
brumaria 34
780
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
“68”-ART
Daniel Sibony
* En Daniel Sibony, Création, Essai sur l’art contemporain, Seuil, Paris, 2005. Traduc-
ción y establecimiento al español: Alejandro Arozamena.
2 En Francia se llamó Mai 68 [Mayo del 68, todo el texto de Sibony se sostiene en
la homofonía soixante‑huitard/68‑art que en español sólo se podría traducir me-
diante un deslizamiento: sesentayochista/sesenta‑artista. Optamos, no obstante, por
dejar ambas palabras en el original, entre otras cosas para presentificar la homofonía
que, se sabe, en psicoanálisis es estructurante de principio. Nota de traductor: A.
Arozamena].
781
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
782
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
783
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
Se comprende que el arte actual haya hecho del desahogo uno de sus
grandes materiales. En las multitudes también se percibe: el arte desahoga...
Y, aun siendo así, se necesitan actos, gestos. Justamente, las actitu-
des “se convierten en formas”, los fantasmas toman cuerpo, las acciones
también. Las acciones con fin artístico no son “tesis”, son gestos para
ver: se expone el retrato de un desconocido en la entrada de un gran
museo como si fuera el de un artista célebre... ¿Es demagógico? ¿trans-
gresivo? Es mucho más simple: “veamos lo que resulta de eso” (puesto
que no hay “en nombre de”, etc.). Veamos, por ejemplo, lo que resulta de
romper algunos pianos y violines y hacer con ello un objeto, sin preten-
der siquiera abrir un extraordinario juego, ni tampoco ninguna ruptu-
ra. Desde luego, la idea puede insistir: se acumulan desechos (Arman),
se meten en la obra objetos de la vida cotidiana. Con ello también se
afirma y se celebra el entredós narcisista. Por supuesto que este entre-
dós es reinterpretado por cada época, pero la actual le ha dado toda
su fuerza. Sin duda porque, nunca como ahora, la falta narcisista o la
falta identitaria ha sido tan fuerte: ni la necesidad de apaciguarla tan
intensa. Es la razón por la cual, en todas las épocas, este entredós fue
pacífico o rápidamente pacificado. Que se vea, si no, una obra griega
como La Victoria de Samotracia: el artista muestra júbilo, acaricia con
el cincel a su mujer ideal, el público está orgulloso, admira la obra y
encuentra simbolizada en ella el ímpetu de sus guerreros, así como, ante
otras esculturas, encuentra su ideal de belleza corporal. Pero cuando
este doble narcisismo se reinterpreta en una escultura de Jeff Koons,
para algunos es el choque puro, la convulsión. Y, sin embargo, lo que
está en juego es exactamente lo mismo, sólo que esta vez en una mezcla
de angustia y goce. Jeff Koons quiere hacernos amar nuestros bibelots de
antaño y nuestros souvenirs de las vacaciones en tal comarca... La obra
cruza conjuntamente dos placeres de sí que experimentan el artista y
el público; quiere hacerlo de manera original, no en el sentido de una
novedad fracasada sino en el de una novedad narcisista: uno repite al
otro, en lo que dice o en lo que hace; ahora bien, es uno quien dice o
brumaria 34
784
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
785
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
(es demasiado vulgar), sino las obras de los otros, adaptándolas a lo que
haga falta, según toda suerte de “rupturas”. Es Duchamp, perversamente
provocador, quien ya había proclamado: “El artista es un hombre como
cualquier otro, su ocupación es hacer ciertas cosas, pero el businessman
también hace cosas.”. Frase curiosa —se sabe que cada uno “hace” lo que
puede; pero Duchamp finge poner a todos los hombres bajo el signo del
“hacer”, en el sentido primero de “hacer sus necesidades”. Ahora bien,
el hombre de negocios (el businessman) hace dinero y el artista hace
creaciones que, por un instante, nos hacen ver el ser de otro modo. La
palabra de Duchamp (voluntariamente tonta y tan sutil, sin embargo)
le echa un cable al narcisismo del público que había querido saltar a la
palestra: nosotros también, en el fondo, somos todos un poco artistas...
Y, después, lo que se produce como obras es lo que va a hacerse histo-
ria... entonces, ¡nosotros hacemos la historia! Pues sí, a todos se nos hace
la historia puesto que estamos inmersos en ella y puesto que de ello se
habla en lo cotidiano.
Pero, justamente, no la hacemos nosotros. Estamos dentro, es
decir, más bien estamos hechos por ella. A veces, tan sólo estamos
presentes y eso es lo que cuenta esencialmente. Es por eso (y sobre
eso) por lo que “Mayo del 68” fue un poco subversivo: “hicimos el 68”,
pueden decir los “sesentayochistas”; sin embargo no se hizo nada, está
claro, pues no había nada que hacer; el acontecimiento puro que fue
aquello no era del orden del hacer; se estaba ahí, ello nos inscribía, nos
hacía a la vez autores y rehenes4. Y cuando nos dispersamos, cuando
poco a poco cada uno volvió a sus asuntos, el acontecimiento se borró
o pasó a formar parte de las memorias. Ingenua confusión entre “son
los hombres quienes hacen la historia” y “nosotros la hacemos todos los
días”. La historia es humana, pero ello no quiere decir que los hombres
la hagan, es ella quien los hace, incluso si ellos la “puntúan” con palabras
“históricas” y citas a las que acuden para tomar acta de aquello que la
historia hace sin ellos. Ellos dan nombre al episodio después de cada
786
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
787
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
788
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
789
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
790
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
Las obras, abrigo del valor monetario, recuerdan que otros valores se
abrigan en silencio. Por ejemplo, la obra es el símbolo de la creación;
incluso cuando es débil, es un valor, una señal en este decurso en el que
el arte se hace “poseer” pero resiste a la estafa; siempre resurge en otra
parte, vivo y sorprendente. Ciertamente, si se “denuncia”, es para hacer
gozar el narcisismo de la diferencia, grande o pequeña, pero eso es sólo
una manera de anunciar vivamente su existencia.
791
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
792
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
fragmentos de ser.
A este nivel, los narcisismos más cerrados tienen sus peque-
ñas ventanas, incluso en trampantojo, para captar lo otro, el “objeto”.
Inversamente, el amor del (lo) otro comporta un amor narcisista: se ama
a alguien por sus rasgos singulares, pero se ama sobre todo el hecho de
amarlo; el hecho de amar. Un film reciente, Birth, lo muestra de manera
distendida y abierta: duramente, una mujer hace el duelo de su marido,
cuando ya está dispuesta a rehacer su vida, un día, llega a ella un niño
que pretende ser el marido muerto. Lo sabe todo de ella, de su intimidad
pasada. Sin querer saber más, ella decide que es él, a pesar de la cómica
separación de los cuerpos. Ella lo ama, se ve huir con él para casarse diez
años más tarde... Después, se advierte que era un pequeño impostor que
encontró el paquete de cartas que ella había enviado a su marido y éste,
como prenda de amor, se las había entregado no-abiertas a su amante.
Aquella las había escondido y el niño, por otra parte verdaderamente
enamorado de la joven viuda, había visto el paquete y lo había cogido.
La hermosa viuda se pone a amarlo verdaderamente, en toda su alteri-
dad, con su cuerpo de niño; y es que mediante simples recuerdos (no
eran más que recuerdos) confirmaba el otro amor. Todo ello es un poco
decepcionante, pero es así: se ama un “objeto” singular y éste no es más
que el reemplazo de otro “objeto”, que ya se ha amado y que se recuerda,
aunque sea mediante un solo rasgo. El amor del (lo) otro siempre se
sostiene porque se apoya en su fondo narcisista.
Este efecto es frecuente en el arte contemporáneo: uno ama
ciertas obras, luego las cambiamos, las transformamos pero conservan-
do ciertos rasgos, ciertos recuerdos y los nuevos productos nos fascinan,
nos “hablan” tanto o más que antes. A fortiori cuando la obra se da a sí
misma como el conjunto de las variaciones a partir de obras-matriz o de
motivos dados5. Y el artista copia (y se copia a sí mismo) con variacio-
nes, toma lo que puede de otros —disponibles como material. Además,
rápidamente ha pasado a formar parte de todo esto el ordenador, buen
793
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
brumaria 34
794
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
Patrick Vauday
La estética kantiana nos enseña que sólo existe lo bello bajo condición
de un todo de la representación, cuya libertad sería, por añadidura,
completa, sin fisuras ni defectos. La representación bella se produce
mediante el libre encuentro de la imaginación y el entendimiento, y se
manifiesta en la armonía espontánea (o, por decirlo en jerga kantiana:
sin finalidad) de la materia y la forma. Por eso la estética kantiana no es
una teoría del arte sino que, en efecto, más bien se trata de una teoría
de lo bello. Ahora bien, el caso es decirlo: ¿qué es lo que, por encima de
todo, aman aquellos, artistas o aficionados, que verdaderamente aman
una obra? ¿Qué es sino tal o cual detalle que les conmueve singular-
mente? A un precio mucho más alto que el del todo de la belleza, es
Proust quien nos enseña, esta vez, que existe un “pequeño fragmento
de pared amarilla”2 en la Vista de Delft de Vermeer o la “pequeña frase
795
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
3 Ibid., t. 1, p. 345.
4 Daniel Arasse, Le détail. Pour une histoire rapprochée de la peinture, París,
Flammarion, 1992, préface, p. 11
brumaria 34
796
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
797
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
798
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
799
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
800
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
801
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
objeto que la pulsión de ver desearía ver allí donde no hay nada, a saber,
el falo. De manera que lo que esconde la mano de Olympia es lo que no
hay, cuya ausencia florece en el ramo de flores cortadas de la castración
y en la distorsión de una visión desconcertada por la presencia de la falta
de su objeto. Este juego del mostrar-esconder lleva la manifiesta firma
de la pulsión visual que sólo consiente la falta de objeto a condición de
diferir indefinidamente la decepción bajo la especie de la representación,
transformando de alguna manera la falta, el “no hay”, en el “cebo” de la
búsqueda visual, lo negativo en suplemento. Pero más allá del detalle del
ramo, ¿cuáles serían los otros detalles? Una vez que ha sido señalada la
“ausencia de todos los jarrones” no es difícil adivinar adonde conduce
el análisis de Martine Bacherich. Si, tal y como escribe en referencia
al análisis freudiano de la cabeza de Medusa, “lo más seguro es que,
en el lenguaje inconsciente, la proliferación sea el índice de la falta”18,
entonces todos los detalles señalan indiferentemente a la falta en la que,
el mismísimo lujo, encontraría su origen. Y aquí es donde interviene la
referencia al libro de Michel Leiris, Le Ruban au cou d’Olympia:
Puesto que todos los detalles remiten al detalle de menos, ese detalle
que “talla” su ausencia en el cuerpo de la mujer, la cinta en el cuello de
Olympia no es nada más que el sobretodo del sexo femenino, adorno y
802
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
803
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
804
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
805
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
806
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
Cortar las manos o los pies, incluso cortar las orejas o la nariz, todo
eso puede hacerse sin entrañar necesariamente la muerte. Pero, no,
cortar el cuello, degollar el péndulo relativamente grácil que religa la
cabeza al torso31.
30 Ibid., p. 262.
31 Ibid., p. 268.
807
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
32 Ibid., p. 285.
33 Un último detalle: esta exposición no habrá sido más que un rodeo para rendir
homenaje a Michel Leiris. Quiero agradecer a Franz Kaltenbeck y a Geneviève Mo-
rel el haberme dado la ocasión para ello.
brumaria 34
808
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
Gérard Wajcman
Nos conviene partir de una cuestión intemporal como la que sigue: ¿hay
un núcleo de lo visible? ¿existe un centro, un fundamento de lo visible?
¿hay una verdad de lo visible, un secreto en las imágenes?
A la cuestión así planteada se le han venido dando, como se sabe,
dos respuestas masivas. La primera es que lo visible no tiene núcleo,
que en su seno no existe verdad alguna —es la versión según la cual el
secreto de lo visible es, precisamente, que no es sino una sombra, una
apariencia ilusoria, engañosa, vana y condenable. Es esta una versión
filosófica que, desde Platón, condena a la imagen y que, sin duda, habrá
conocido un destino inmenso en la historia de las imágenes. Tenemos
también otra respuesta masiva, como es la respuesta cristiana. El destino
que tuvo es, asimismo, gigantesco en la historia de las imágenes. Se da
en una serie de oxímoron via los cuales San Bernardino de Siena, en el
Quattrocento, comprendía la Anunciación como el lugar elegido por
Dios para venir al hombre, como el lugar en el que lo infigurable se hace
figura, lo invisible visión. En esta versión, Dios es el fundamento de lo
809
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
810
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
811
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
visible habitado, pero por algo que no hay. Lo visible expandido por una
falta —las groseras imágenes de la falta. La imagen como una especie de
grosería neurótica; pero ese algo sin imagen que brilla por su ausencia,
es lo que se podría llamar: el objeto.
Estoy convencido de que eso podría permitir seguir distintas
perspectivas según ángulos diferentes, y me refiero a la historia de la
representación. Puede distinguirse, en la modernidad, la idea de una
representación que hiciera visible lo propiamente visible. Lo cual, en
cierto sentido, está contenido en la conocida fórmula de Paul Klee: “El
arte no reproduce lo visible, sino que hace visible”. En el fondo, es ese
el camino por el cual se abre, en el núcleo de la representación, una
dimensión autorreferencial en la que lo visible se muestra a sí mismo
como visible, o sea, una representación cuya palabra final se sostiene en
la planeidad del plano de la representación. En el orden de las noveda-
des a esto se le ha dado en llamar la primera modernidad. Y tiene su
historia en la historia del arte del siglo XX.
Pero, ¿es en la planeidad donde estriba la palabra final de la repre-
sentación? En este preciso punto sugeriría que fuera planteada otra
cuestión, a saber: la de una representación expandida por una falta en
ver, cuya palabra final no sería ya lo invisible, sino la falta. Abriéndose
así una representación sobre una estética negativa. Un arte fundado por
y sobre la presencia de un imposible de ver. Se trataría, por eso mismo,
de una modernidad otra. Y esta modernidad otra llega al arte surgida
de la historia.
En la última parte de un texto aparecido en Les Temps Modernes,
un texto publicado en memoria de Merleau-Ponty en 1961, Lacan decía
que “el artista nos da acceso al lugar de lo que no se podría ver”. Pero,
entendámonos bien, “lo que no se podría ver” o “lo que no se sabría ver”,
pues viene a ser lo mismo, puede declinarse de diversas formas: dar a
ver lo que jamás ha sido visto, lo que se ve sin verse (no viéndose que se
ve), lo que no se soporta al verse, lo que estructuralmente no se puede
ver, etc.
brumaria 34
812
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
813
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
todas sus serpientes en la cabeza, sigue siendo una y nada más que una,
que es la figura de la castración materna. Lo que de un modo exacto
quiere decir, no solamente que la cosa está representada por otra cosa,
no solamente que sólo puede estar representada por otra cosa, sino
también que siempre está representada por su contrario: la falta está
siempre representada por lo múltiple o, como se diría en latín, por la
copia, la abundancia —la cornucopia, el cuerno de la abundancia, no es
sino, en verdad, una demostración del vacío, del cual sería lo lleno y del
cual estaría hecha. Se podría decir que la falta se figura en la copia, que
la copia es un rostro de la ausencia.
Existen motivos para extraer de todo ello un modo de pensar la
abundancia, hoy, de las imágenes, esa profusión y esa bulimia de imáge-
nes que nos sumergen: ¿de qué castración de la imagen, de qué real
sin imagen sería el rostro la copia actual de las imágenes? Junto a otra
cuestión subsidiaria: ¿no lleva todo lo anterior a que el arte se ponga,
hoy, “naturalmente” del lado de la anorexia, es decir, del comer la nada
de la imagen?
En esta lógica de lo visible en la que Lacan situaba la relación del
vacío con su representación, se puede situar, asimismo, uno de los datos
que parecen más fundamentales para pensar sobre y con el arte del siglo
XX: toda imagen es transposición. Y, en el fondo, esa es la tesis del gran
Gombrich: “El arte consiste en hacer imágenes, y hacer imágenes es
crear sustitutos”.
Por otra parte, esta tesis de Ernst Gombrich es también, como
por azar, la de Jean-Luc Godard, y es una tesis a la que vuelve sin cesar
en sus Histoire(s) du cinéma, como si de un eslogan se tratara: “El cine
sustituye”. Volveremos, también nosotros, sobre ello.
De ahí la siguiente cuestión: ¿qué significaría representar sin susti-
tutos? Se habrá notado, por lo demás, que Lacan no va a hacer verdade-
ramente una hipótesis de ello, puesto que, tal y como dice, el vacío de
la Cosa “sólo puede ser representado por otra cosa”. Ahora bien, justa-
mente, toda la cuestión del arte contemporáneo parece residir ahí: en
brumaria 34
814
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
815
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
816
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
817
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
visible y, por lo tanto, lo que falta de ver no depende de una falta con
respecto a la imagen. La verdad de las imágenes es un crimen cometido
contra la imagen y cumplido por aquellos que, justamente, son los amos
de las imágenes y, por consiguiente, los amos del mundo (la América
hollywoodiense). A este respecto, la proposición según la cual “hay lo
irrepresentable”, para Godard, constituye un atentado contra la imagen
redentora. “Si no hubo imágenes de los campos —escribe Jacques
Rancière en los Cahiers du cinéma—, entonces es la virtud misma de
las imágenes la que estaría en tela juicio: su virtud de estar en todas
partes y mostrarle todo a todos. Esta virtud no tiene nada que ver con
la docilidad de la máquina de reproducción. La imagen de la que aquí
es cuestión es una cosa muy distinta de la reproducción. Es la marca de
lo verdadero, el rostro en el paño de Verónica, el del Verbo, el del Hijo
de Dios salvador, la impronta misma del prototipo. La virtud del cine,
según Godard, no es la de la cámara que decide, es la de la pantalla, el
velo tendido para que el mundo se imprima. Por eso el cine debía haber
filmado Auschwitz”.
Ahora bien, el cine ha faltado a la tarea que sus poderes le
imponen: la de filmar el horror de los campos. Pero ha fallado también,
según Godard, en el conocimiento mismo de sus poderes: no ha sabido
reconocer lo que ya había mostrado en sus ficciones: por ejemplo, en la
caza de los conejos o la danza de la muerte en La Regla del juego o en las
redadas antisemitas y el campo de concentración de El Gran Dictador.
Salvo que, ni Renoir ni Chaplin, anticiparon lo que iba a suceder: no
podían hacerlo; nadie podía. En verdad, para Godard, todo sucede
como si, por una parte, la imagen fuera ante todo una de esas figuras
del Antiguo Testamento anunciadoras de lo Nuevo, y como si, después,
filmar los campos hubiera sido una manera de salvar lo que fue sacrifica-
do en los campos. Se trata de una visión de las cámaras de gas como una
Pasión, como una posible Redención mediante la pasión de la imagen
que salvaría a la imagen no caída sino asesinada. La imagen se debe a
la resurrección. En este sentido, cuando Godard dice que, seguramente,
brumaria 34
818
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
tiene que haber imágenes de las cámaras de gas por alguna parte, no
creo que esté buscando una prueba —aunque así es como se entra en
la lógica funesta de las pruebas— sino que, de lo que da testimonio,
es de una fe demasiado cristiana que sostiene el icono y que sostiene,
asimismo, que el pecado contra la imagen puede ser redimido por y en
la imagen.
Si hay un núcleo cristiano entre la Historia y la representación, si
hacer la historia es tomar la imagen, la cuestión que inmediatamente se
nos presenta es la saber en qué adviene la historia ante un hecho fuera
de representación, un hecho que no hace historia, para retomar el térmi-
no de Alberti en su De pictura, un hecho que no hace cuadro. Lo cual
presta un desafío al problema de la representación de la Shoah, puesto
que eso supone que ponerla en imágenes es hacer pasar la Shoah a la
historia, es decir hacer de ella una positividad: se podrá contar y descri-
bir —se podrá hacer cuadro. En este sentido, hacer historia-cuadro,
significa dirigirle un adiós a todo eso, consiste en afirmar, tal y como
pienso que Alain Finkielkraut dice entrelíneas en su libro Une voix
vient de l’autre rive: “Nosotros ya no estamos marcados por los campos”.
Tratándose de las cámaras de gas, Claude Lanzmann mantiene que toda
representación, toda imagen del crimen, es una sustitución, por tanto,
una dulcificación, por tanto una traición y también un olvido. Así, la
cuestión que plantea un film como el de Benigni, La vida es bella, no es
la de saber si uno puede reírse de todo (cuestión estúpida: ¡que se lea, si
no, La danse de Gengis Cohn de Romain Gary!) sino la de saber si uno
está ahí o no, ante un film que, haciendo entrar la Shoah en la imagen la
hace entrar en historia, pero en una historia que es, pues, la de la pasión
de la imagen. Y, de ahí se desprende la pregunta: ¿hacer imágenes de la
Shoah no es, forzosamente, cristianizar la Shoah? Por lo demás, en este
mismo sentido, hacer entrar la Shoah en las imágenes es hacer entrar el
hecho en el juego de sustituciones y semejanzas, lo que supone que la
consecuencia o condición de la entrada de la Shoah en las imágenes y en
la historia es, asimismo, tocar aquello en lo que consiste su unicidad, en
819
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
820
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
821
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
822
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
823
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
824
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
825
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
826
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
telón. Así pues, una de dos: o uno hace su teatro ante el telón y se pintan
telones, es decir, se muestra que todo lo que se pinta en una superficie
es un telón que se confiesa como telón; o bien se muestra lo que se halla
por debajo, o por detrás, del telón, y es la vía de lo real en el arte. Aunque
enseguida se comprende que no se trata, aquí, de oponer ambas vías
maniqueamente, como si una fuera buena y la otra mala, una verdadera
y otra mentirosa, puesto que ambas están del lado de la verdad: pintar
como lo hace Rothko es mostrar una apariencia que dice que es una
apariencia; por lo que esta pintura es una pintura de verdad, dado que
aspira a lo real. O ya sea, asimismo, que se muestra lo que está bajo el
telón, y entonces se muestran objetos, o se hace land art, o se toca al
cuerpo en las performance, se interviene en el mundo sobre el mundo.
Pero, el hecho de mostrar el más allá del telón de Rothko, ¿no satisfaría,
al fin, la exigencia de Jean Clair, quien deploraba la pérdida de realidad
en el arte? ¡En absoluto! Porque mostrar el fondo las apariencias, dejar
de velar, no transponer, será siempre mostrar, poco o mucho, que detrás
de las apariencias no hay nada. Nada más que el deseo humano de que
haya algo, deseo propiamente humano que surge del hecho mismo de
que existan los paños, velos, cortinas y telones.
En el fondo, estas dos vías son las vías Roth y Ko, y son, también,
las vías Velaz y quez. Lo que muestra un cuadro como las Meninas,
más allá del problema del Rey y la Reina, son dos o tres cosas: es un
cuadro dado la vuelta como es lo propio en la vía Velaz o Roth (Velaz,
en francés, se pronuncia “velas” y en español esa es la segunda persona
del verbo “velar”), se trata de la vía de la superficie que confiesa que
es una superficie, la de una pantalla que confiesa que es una pantalla.
Pero eso, también, pone al descubierto lo que está delante del cuadro, el
espectador que está atrapado en el dispositivo, el observador observado
por el cuadro. La tercera cosa que este dispositivo pone sobre el tapete es
el personaje del fondo, el personaje que está fuera de plano, o por detrás,
en el cuadro, el Otro Velázquez que tiene el aire de estar yéndose y que,
como por azar, es en cuyo brazo recae el punto de fuga del cuadro —que
827
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
828
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
829
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
Espero que se comprenda mejor por qué puedo decir que el arte
del siglo XX es, incluso si no se preocupa de ello, incluso si es anterior
a los hechos históricos, un arte ocupado o preocupado sin quererlo
por la Shoah. La Shoah es, en suma, el nombre que se le puede dar a
lo que se halla detrás de todo lo visible, puesto que justamente no hay
nada que ver. Seis millones de personas sin imagen, seis millones de
nombres y seis millones de personas ciegas en sí mismas, porque que no
vieron nada. En el núcleo del siglo XX hay un agujero en lo visible dado
que los nazis no solamente no cesaron nunca de esconder su crimen a
todo el mundo, incluso a las víctimas, sino que no cesaron, asimismo,
de borrarlo a ojos de todos, no cesaron de hacer desaparecer cualquier
huella. Es el nombre de lo imposible, de la falta en ver del siglo XX...
Existirían, en el arte del siglo XX, dos modernidades combinadas,
el arte del plano y el arte del segundo plano. Se podrían bautizar estas dos
vías, la vía del plano y la del segundo plano, con dos nombres de artistas.
Podríamos conjugar estas dos vías oponiendo las dos modernidades en
el trabajo de Daniel Buren de 1978, Figure Peinture, y en un monumento
de Jochen Gerz datado en 1986. Buren muestra que la apariencia no es
sino una estratificación de planos, un espesor de planos. En eso, es más
maligno que Fontana que escinde los lienzos como para hacer creer que
detrás, al fin, estaría la verdadera vida, la verdadera verdad.
En cuanto a Gerz, digamos que, en definitiva, pasa al otro lado
del plano, de la ventana, al otro lado de las apariencias, al otro lado del
plano del cuadro. Y lo que allí encuentra, son dos cosas: el no-hay-na-
da-que-ver y, acto seguido, lo que ocupa el lugar de este no-hay-nada-
que-ver, que es la mirada del espectador. Nos daremos cuenta de que
ambas cosas se superponen absolutamente. En el cuadro de Velázquez,
el segundo Velázquez que aparece en el segundo plano (atado al servicio
del Rey, no ligado a la familia de Diego), la figura negra en el rincón de
la puerta del fondo, ese otro Velázquez es el espectador que se marcha
y se marcha porque ya lo ha visto todo, es decir que ya ha visto que no
hay nada que ver (lo que, asimismo, le dispone casi como un analizan-
brumaria 34
830
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
831
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
832
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
833
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
834
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
835
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
836
BLOQUE 3.
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
estamos ante un arte de lo real. Pero, aún, queda una cosa: he dicho
al principio que todo monumento cumple una función colectivizante
que es la del significante amo. El monumento de Gerz dinamita esta
función monumental y, al recolectar firmas, produce, muy al contrario,
el efecto de división y pulverización de la colectividad. Esa columna no
es una llamada a unirse y levantarse en armas contra el fascismo: es, en
sí misma, un arma cortante, es una interpelación nominal. Las firmas
son una manera de deshacer el anonimato colectivo que es constitu-
tivo de los monumentos (los monumentos hacen grupo, descargan de
la tarea del recuerdo y producen el anonimato —siendo el colmo, y la
verdad, el monumento al soldado desconocido, invención francesa pero
que también sanciona la primera masacre de masas que fue la guerra de
1914. Por todo ello, el monumento de Gerz es antifascista en el sentido
mismo en que se dice de un medicamento que es antidepresivo: cuando
uno lee eso en la etiqueta sabe que no significa que tal medicamento
vaya a producir una protesta contra la depresión, sino que se le van a
suponer una serie de propiedades reales contra dicho mal. Y, bien, me
parece que el monumento de Harburgo tiene propiedades reales contra
la peste negra o parduzca. No sólo en el sentido de que molesta a los
neonazis sino, sobre todo, porque crea un problema para la población
en general, y ello por una razón muy profunda: este monumento que se
hunde hasta la desaparición impide a la gente comulgar junta, incluso
por una buena causa. Es un monumento que nos priva del consuelo que
da la conmemoración, la catarsis social; haciéndose invisible, impide que
cerremos juntos los ojos al pasado e impide cerrar el libro de la historia
del nazismo. El siglo XX fue el siglo de las muchedumbres (el texto de
Freud, Massenpsychologie, calamitosamente traducido por “psicología
colectiva”, es un texto esencial del siglo XX). Siglo de las muchedumbres,
se podría decir también del siglo XX que fue el siglo de los monumen-
tos. Esa es la razón por la que nos importa el monumento de Gerz,
porque obra a redropelo y porque impide que una población alemana
se convierta en el pueblo alemán. Es una obra anti-pueblo y anti-mu-
837
EL ARTE LA POLÍTICA DESPERTAR BRUMARIA
/
NO ES NO ES DE LA (Ed.)
LA POLÍTICA EL ARTE HISTORIA
chedumbre. Se podría hacer una lista de todas las inversiones que hacen
del Monumento contra el fascismo el reverso de un monumento; pero al
término, lo que aquí se indica es que en el arte después de Auschwitz se
cumple un descentramiento de la estética en la ética. Y que realizar una
obra como el equivalente absoluto de un acto que consiste en implicar
a los sujetos-espectadores en lo que ellos mismos ven, en lo real, si bien
no garantiza nada es, sin duda alguna, lo que más cerca puede uno estar
de hacerse cargo de la transmisión de eso que preferimos no recordar
del siglo XX, y que es la verdad de ese siglo.
brumaria 34
838
www.brumaria.net